(cor pulmonale crónico).

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COR PULMONALE
¿Qué es?
El cor pulmonale es una enfermedad cardiaca en la que se produce una alteración en la
función y en la estructura del corazón derecho (ventrículo derecho) como consecuencia de
un aumento de la presión en la circulación pulmonar (hipertensión pulmonar).
Cualquier enfermedad del sistema cardio-respiratorio que provoque una hipertensión
pulmonar produciendo una sobrecarga de trabajo sobre el lado derecho del corazón puede
causar el cor pulmonale.
¿Cómo se produce?
En condiciones normales el corazón derecho se encarga de recibir un gran volumen de
sangre no oxigenada, así tiene unas paredes finas y distensibles que se adaptan a la cantidad
recibida. La sangre que llega al corazón derecho se bombea por el ventrículo derecho a la
arteria pulmonar y llega a los pulmones para oxigenarse.
Cuando por una enfermedad del pulmón o de la circulación pulmonar (arteria pulmonar) se
produce un aumento de presión (hipertensión pulmonar) el corazón derecho tiene
dificultades para bombear sangre ya que sus finas paredes no pueden contrarrestar este
aumento de resistencia y se produce un fallo en su funcionamiento. Como consecuencia de
ello, el ventrículo derecho aumenta de volumen (dilatación) y de grosor (hipertrofia). Se
provoca una situación de insuficiencia cardiaca derecha que conduce a una disminución
prolongada del aporte de oxígeno a la sangre.
El cor pulmonale puede ser secundario a una gran variedad de enfermedades
cardiopulmonares. Puede aparecer tras una enfermedad pulmonar aguda como una embolia
pulmonar o, mucho más frecuente, ser consecuencia de una enfermedad pulmonar crónica
(cor pulmonale crónico).
La causa más frecuente de cor pulmonale es la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(EPOC) pero cualquier enfermedad pulmonar puede provocar un cor pulmonale como el
asma, la fibrosis quística, la apnea del sueño o la hipertensión pulmonar primaria, entre
otras.
Síntomas
Aparecen síntomas propios de la enfermedad pulmonar que lo provoca, por ejemplo, tos
crónica, disnea o sensación de falta de aire, etc.
Otros síntomas son debidos al mal funcionamiento del corazón derecho que se manifiesta
como una acumulación de líquido en las piernas (edemas) y el abdomen (ascitis), aumento
del tamaño del hígado (hepatomegalia) y dilatación de las venas del cuello. Estos síntomas
son más evidentes conforme avanza la enfermedad.
Diagnóstico
El diagnóstico del cor pulmonale se basa en la historia clínica del enfermo que permite
sospechar una enfermedad subyacente junto con una serie de pruebas que ayudan a
confirmar la insuficiencia cardiaca derecha.
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El registro del electrocardiograma puede ser sugestivo del aumento de las cavidades
del corazón derecho y de la hipertensión pulmonar.
La gasometría arterial indica el nivel de oxigenación de la sangre.
Las pruebas de imagen como el ecocardiograma, el TAC y la Resonancia magnética
permiten ver la estructura del corazón y el pulmón y determinar las causas del cor
pulmonale así como el grado de afectación cardiopulmonar.
La gammagrafía ventilación-perfusión es una prueba que se utiliza sobretodo en la
embolia de pulmón para ver las zonas pulmonares afectadas.
El cateterismo cardiaco es una prueba que mide la presión en las cavidades del
corazón derecho y la arteria pulmonar constatando el diagnóstico.
Tratamiento
El tratamiento va encaminado a tratar la causa de la enfermedad que está provocando el cor
pulmonale así como a mejorar la oxigenación y la función del ventrículo derecho. El
problema más grave es la hipertensión pulmonar. En muchos casos, la enfermedad que
causa la hipertensión está tan avanzada que existen pocos tratamientos efectivos.
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Se utilizan fármacos para tratar la enfermedad subyacente: por ejemplo
anticoagulantes si hay un tromboembolismo o broncodilatadores en una bronquitis
crónica.
Tratamiento para aliviar los síntomas que provoca el fallo del ventrículo derecho:
para la acumulación de líquidos se utilizan diuréticos; fármacos para mejorar la
función del ventrículo y para disminuir la presión de la arteria pulmonar y sistémica
(vasodilatadores).
Dieta pobre en sal.
Administración de oxígeno.
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En casos seleccionados, en último término el trasplante de pulmón o de corazón pulmón puede ser la única alternativa curativa de tratamiento.
Prevención
La causa más frecuente del cor pulmonale crónico es la EPOC. El tabaquismo es la causa
más frecuente de EPOC, por tanto, el no fumar evitará la aparición de enfermedades
pulmonares crónicas y el desarrollo de un cor pulmonale.
Referencia
http://www.mapfre.com/salud/es/cinformativo/cor-pulmonale.shtml
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