“Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional” LAS ASAMBLEAS DE DIOS DEL PERÚ SEMINARIO BÍBLICO TEOLÓGICO “SALEM” TEMA: ADMINISTRACIÓN EN BASE AL LIBRO DE NEHEMÍAS ALUMNA: Celia R. Cristóbal Quispe CURSO: Administración Eclesiástica DOCENTE: Pr. Edgar Zevallos MODALIDAD: Virtual HUANCAYO - 2022 Seminario Bíblico Teológico “Salem” Administración Eclesiástica ENSAYO LA ADMINISTRACIÓN SEGÚN EL LIBRO DE NEHEMIAS El Libro de Nehemías fue escrito probablemente entre el año 445 y e420 a.C. El autor se describe a sí mismo como Nehemías hijo de Hacalías, quien era un hebreo en Persia, desempeñándose como copero del rey Artajerjes. Esto significaba que era uno de los funcionarios más importantes con un alto rango en la corte real; que, además, debía ser una persona considerada totalmente digna de confianza para poder mantener su posición, por las constantes conspiraciones e intrigas que sufrían los reyes en ese entonces. Partiendo de ese punto todo el libro de Nehemías remonta la historia de un hombre decidido a cumplir un objetivo, reconstruir las murallas de Jerusalén, su tierra amada. Esto nos lleva la siguiente pregunta ¿Puede un hombre en tierra extranjera lograr esa meta? Sí, si tiene las posibilidades de hacerlo, en este caso Nehemías halló la forma. A continuación, sustentaré mi postura con los siguientes argumentos: En primer lugar, Nehemías era un hombre de carácter. Ahora bien, ¿qué es carácter? Según la RAE, significa “Conjunto de cualidades o circunstancias propias de una cosa, de una persona o de una colectividad, que las distingue, por su modo de ser u obrar, de las demás” (RAE, 2021, definición 6). Entonces, en referencia al concepto podemos decir que Nehemías era un hombre de carácter, las cuales podemos describir: primero, su fe y principios, Nehemías no había olvidado las enseñanzas de su pueblo, ni a quien debía servir, puesto que estaba consciente de que en cualquier lugar debía honrar a Dios y reconocerlo en todos sus caminos; segundo, su humildad, Nehemías nunca busco su gloria personal sino que comenzó humillándose a Dios pidiendo perdón por sus pecados y luego recién por los de su pueblo, manteniéndose así hasta el final porque amaba a Dios y a su pueblo; tercero, su paciencia, al aguardar la voluntad de Dios, y no actuar con su propia fuerza o por sus sentimientos, él esperó un par de meses para que lo enviaran hacer la obra de reedificación, porque se encontraba bajo la autoridad de un superior, el rey; cuarto, su justicia, alzó su voz de protesta para reprender a aquellos que oprimían a sus propios hermanos, y no tolerar actitudes tales que solo perjudicarían en el propósito; quinto, era radical, esto con al pecado, una vez que vio que Dios los había perdonado de sus pecados y que eran respaldados en todo lo que emprendían, no admitió concesiones con el pecado y veló para que el todo pueblo se mantuviera igual; sexto, su valentía, Nehemías siempre fue sabio para superar las dificultades y enemigos que se levantaban en el proceso de la construcción; y, digno de confianza, en © Celia R. Cristóbal Quispe Seminario Bíblico Teológico “Salem” Administración Eclesiástica este aspecto Nehemías había demostrado ser un hombre leal, primero a Dios, a quien servía (rey Artajerjes) y a su pueblo. En segundo lugar, Nehemías era un buen administrador. Según la Universidad EAFIT “Un administrador es una persona con visión, que es capaz de aplicar y desarrollar todos los conocimientos acerca de la planeación, organización, dirección y control empresarial, donde sus objetivos están en la misma dirección de las metas y propósito de la empresa o institución”. En vista de ello, Nehemías pone en práctica en el cumplimiento de su objetivo, tal como podemos observar: primero, Analizaba y planificaba, cuando recibió la noticia de su pueblo por medio de Hanani lloró por la situación actual, si embargo él pensó quiso una solución la cual buscó en su duelo, ayuno y oración, y como segundo paso empezó a planificar cada paso para el logro de los objetivos; segundo, vio la capacidad de cada uno, Nehemías tuvo la sabiduría para conocer sus capacidades en las personas y repartir el trabajo; y, tercero, administración de los recursos, en este aspecto Nehemías en ningún momento desperdició los recursos tanto humanos, material ni económico, por el contrario él administró sus recursos con mucho temor de Dios. En conclusión, Nehemías es un hombre e Dios el cual merece seguir su ejemplo, ya que la iglesia necesita personas que pueden ver una situación y hacer un plan para plantear soluciones. Se requieren personas temerosas de Dios, fieles, dignos de confianza, valientes y humildes para someterse al Señor y cumplir sus propósitos. Nehemías recibió de Dios la sabiduría para ser un buen administrador y un buen líder, por ello es importante para cada uno de nosotros tener presente que ante cualquier situación, primero debemos humillarnos delante de Dios para recibir un plan y los recursos que realmente nos lleven a cumplir los objetivos, y esto solo se logrará de la mano de Dios. BIBLIOGRAFÍA: Las Asambleas de Dios del Perú, (2021), Material de estudio del curso Administración Eclesiástica (p. 5 – 10) The potter´s house, (13 enero 2017), El Don de Administrar o Dirigir-Esdras y Nehemias, referencia http://www.thepottershousepvd.com/journal/2017/1/13/el-don- de-administrar-o-dirigir-esdras-y-nehemias Got Questions, (s.f), Libro de Nehemías, referencia https://www.gotquestions.org/Espanol/Libro-de-Nehemias.html © Celia R. Cristóbal Quispe Seminario Bíblico Teológico “Salem” Administración Eclesiástica Real Academia Española. (2021). Diccionario de la lengua española (22a ed.). Recuperado de https://www.rae.es/drae2001/copero Universidad EAFIT, (s.f.), Nota de clase 57 responsabilidad de los administradores, recuperado de https://www.eafit.edu.co/escuelas/administracion/departamentos/departa mento-contaduria-publica/plantadocente/Documents/Nota%20de%20clase%2057%20responsabilidad%2 0de%20los%20administradores.pdf © Celia R. Cristóbal Quispe