CÉLULAS MADRE, LO QUE DEBEN SABER LOS PADRES Hoy en día no se puede entender que unos padres que esperan el feliz nacimiento de su hijo, no lleguen a tener conocimiento de la existencia y oportunidad de recoger las células madres que abundan en el cordón umbilical. Todos conocemos el nexo de unión madre-hijo que supone el cordón umbilical, fuente de oxígeno, nutrientes, vía de eliminación de detritus…y riqueza extraordinaria en células madre. Nuestro hijo nacerá, el cordón se cortará, y habrá un intervalo de tiempo, hasta que la placenta se desprenda, que permitirá la recogida de la sangre, muy rica como decimos en esta célula. Pero ¿qué pasa con estas células, por qué esa importancia, por qué ese interés por que no se pierdan?. Y aquí está el quid de la cuestión. El ser humano se caracteriza por una diversidad de tejidos tan impresionante como podemos imaginar si vemos el hueso, el hígado el cerebro, pero todos están constituidos por una unidad básica que es la célula, solo que se ha especializado en una función determinada según su localicazión. pues bien, estas células madre del cordón, células también llamadas pluripotenciales, tienen capacidad de sustituir células ya diferenciadas y que han si do destruidas por una enfermedad (bien por la propia enfermedad como el caso de un cáncer, o por los tratamientos quimioterápicos). Al ser de dos tipos, hematopoyéticas y mesenquimales, de ellas derivarán, respectivamente, células de la propia sangre (glóbulos rojos, blancos y plaquetas), y células de otros tejidos no hemáticos (células pulmonares, neuronas, células pancreáticas y hepáticas, cardiacas, cartílagos y huesos, células epiteliales y musculares) Que duda cabe que estas células madres del cordón tienen su origen en las celulas madre embrionarias, y que en el adulto las veremos , pero en muy escasa cantidad en la sangre y en los diferentes tejidos. En definitiva estas células madre del cordón tienen una capacidad de originar diferentes tipos de tejidos y células, presentan una capacidad de autorenovación (para dividirse y generar una nueva célula) y de diferenciación (para transformarse en un nuevo tejido), superior a las células madre adultas. Pero ahora surge una segunda cuestión, que es la COMPATIBILIDAD. Cuando un organismo entra en contacto con algo que no es propio, y , por tanto, lo reconoce como extraño, se origina el rechazo, en términos médicos la enfermedad de injerto contra huésped. Y esto juega un papel curcial el sistema de histocompatibilidad, un conjunto de caracteres antigénicos diferente en cada individuo. Cuanto mayor fuera la similitud entre dos individuos en este SISTEMA HLA, mayores serán las posiblidades que entre ellos se intercambien tejidos, órganos, o células madre. Lo ideal pues que sean idénticos, y esto entre hermanos pasa en el 25% de los casos. Si no idénticos si pueden ser tan similares padres e hijos que hablamos de HLA haplocompatilbes, y en este caso esa posibilidad de no producirse el rechazo entre hermanos sube al 63%, y si se trata de células madre de cordón umbilical será menor el riesgo de rechazo que si fueran células madre adultas , por ejemplo de médula ósea. Después de este razonamiento entendemos que reservar estas células solucionaría sin rechazo para el propio hijo de cuyo cordón se extrajo, al ser su propia compatilibiliad, y en un alto porcentaje para la propia familia. Es evidente que las células madre suponen una oferta importante en el tratamiento de enfermedades actuales, pero que abren un campo en el futuro que está todavía por descubrir por sus enormes perspectivas