VIOLENCIA EN EL CINE La violencia existe, sus manifestaciones son múltiples y variadas. No hay sociedad alguna en la que no se exprese, ni ser humano que no haya sido víctima de ella o utilizado alguna de sus formas y, en las puertas del nuevo milenio y arrastrados por la era de las telecomunicaciones, cabe remarcar el papel del medio audiovisual como educador de las nuevas generaciones, así pues la violencia en este medio no será sino difundido y grabado en las mentes de los individuos que formarán parte de las sociedades futuras. Sin duda, la violencia nos insensibiliza, cuanta más veamos, menos haremos por enfrentarnos a ella pues la encontraremos como algo cotidiano. El cine se mueve en los campos de la violencia. La gran pantalla permite la espectacularidad de las persecuciones, asesinatos, peleas y explosiones, imágenes en que el héroe típico y mitificado se juega la vida, tratando de defenderse matando a los supuestos “malos”, personas inocentes almacenadas en las morgues, para que luego se le aplauda, se justifique al héroe diciendo cosas cómo “dale” o “eso pasa por molestar a su chica” cuando el “bueno” atraviesa la cabeza de su antagonista de un balazo. El cine denominado de acción suele basar sus filmes en figuras como éstas, en modelos de conducta que los niños adecuaran a sus vidas, a sus situaciones posteriores. Pero no sólo el cine de acción tiene digamos la culpa, pues todos los géneros basan sus argumentos en algún tipo de violencia, los dramas utilizan las palizas, insultos, etc., mientras que la comedia trata de provocar la risa mostrando como graciosos los golpes de personajes principales o los llamados marginales. Otros géneros significativos son, sin duda el terror y el gore, limitado a los mayores de 18 años por su alto contenido en escenas violentas, sangre y sexo explícito, aunque no desarrollaremos porque legalmente no deberían afectar a los niños, porque “legalmente” tienen prohibido su visionado El cine de acción, o la inclusión en los trailers de las escenas más violentas del filme, pretenden llamar la atención. En conclusión, insertar violencia de todo tipo, para atraer público. -Los estudios indican una relación entre el entretenimiento violento y el comportamiento agresivo, pero con variaciones según el grupo cultural. -Los mayores efectos de la violencia en televisión se pueden ver en menores de cinco años, seguidos del grupo de entre seis y 11 y, en menor medida entre 12 y 17 años. -Ver mucha televisión violenta entre los seis y los 11 años puede predecir comportamientos antisociales después de los 20. La exposición a la violencia en los medios puede tener un efecto didáctico, es decir, puede enseñar al público un repertorio de comportamientos violentos a los cuales recurrir en la vida real. Este efecto de imitación o aprendizaje se da principalmente entre los pequeños quienes están aún en etapa de formación, pero no se limita a ellos. La probabilidad de que ocurra este efecto es particularmente mayor si la violencia televisiva es cometida por personajes atractivos Ya lo decía Freud “los conflictos de intereses entre los seres humanos se resuelven siempre con violencia”, está claro que es algo que debemos aceptar, pero también descotidianizar pues el abuso de ella puede crear generaciones venideras precisamente peligrosas. Todos nos hemos reído con uno de los accidentes del Coyote, todos nos hemos emocionado con las escenas de películas como armageddon o día de la independencia, pero de ahí a utilizarlos como ejemplos distan mucho. Por lo tanto , la tendencia a buscar responsables en ídolos de los jóvenes como cantantes, actores, personajes de ficción etc. Influyendo en la conducta violenta de los niños, jóvenes y adultos