1.2 Estado del Arte La salud mental es un factor multidimensional y fundamental en la vida de las personas, ya que se manifiesta el cómo piensa, siente y acciona el ser humano frente a diversos contextos que van aconteciendo en el día a día, recalcando la importancia que se tiene para el desarrollo en ámbitos como lo laboral y lo académico, influyendo directamente en cómo se desenvolverá la persona frente a las adversidades que tienen estos factores. A continuación, se presentan estudios internacionales y nacionales de relevancia para la investigación que ayudan a comprender la importancia de esta problemática para las personas. Estudios internacionales Género y salud mental en un mundo cambiante, (s/f) Por Isabel Montero / Dolores Aparicio/ Manuel Gómez-Beneyto/ Berta Moreno-Küstner/ Blanca Reneses Judit Usall/ José L. Vázquez-Barquero, (España). Para los autores, el ser humano tiene diversas particularidades según el género. Abusos sexuales y la violencia recaen mayoritariamente sobre las mujeres, además de vivencias psicológicas de la reproducción y de la paternidad/maternidad es distinta en hombres y mujeres. Este exceso de problemas de salud mental, se debe principalmente a la presencia significativamente de cuadros depresivos, ansiosos y fóbicos entre las mujeres; entre los hombres son más frecuentes los trastornos de personalidad y los derivados del consumo de alcohol y otras sustancias, que no quedan bien recogidos en muchos de los instrumentos de detección. Cabe señalar que un único trastorno mental, como la depresión, la patología psiquiátrica más prevalente entre las mujeres, aparece como la segunda causa asociada más años de vida ajustados por discapacidad en la estimación para el año 2020. (Montero et.al, s/f). Los factores sociales y culturales tienen un papel fundamental en el desarrollo y el mantenimiento de la enfermedad mental, cuya influencia se manifiesta de diferente manera en hombres y mujeres en función de las matizaciones en los roles que cada uno se ve obligado a desempeñar en las distintas sociedades, siendo en caso de mujeres el rol de madres y amas. Siguiendo la misma lógica de las (os) autores, existen datos publicados por los diversos estudios comunitarios realizados en varios países, se evidencia diferencias significativas de problemáticas de salud mental para los diferentes grupos de edad. Estas variaciones con respecto a la edad siguen en las mujeres de nuestro medio dos tendencias: una relativa al incremento de las formas de patología tradicionalmente vinculadas a los roles masculinos, como el consumo de alcohol y otras sustancias, en los grupos de edad más jóvenes, y otra relacionada con el incremento de los cuadros afectivos y ansiosos en edades más avanzadas, generalmente a partir de una edad mediana. A manera de conclusión, las y los autores plantean que la salud mental de las mujeres se reconoce cada vez más como el campo de mayor impacto en el bienestar individual, familiar y social a diferencia de los hombres, donde falta mayor desarrollo en números de estudios pertinentes al tema, a pesar de que ha habido cierto progreso en las últimas décadas. Para consolidarlo es necesario un esfuerzo de colaboración interdisciplinaria que tenga en cuenta la interacción de los diferentes fenómenos implicados: biológicos, ambientales y psicosociales. Determinantes de la salud mental en estudiantes universitarios de Lima y Huánuco (2017) Por: Cecilia Chau y Patty Vilela. Las autoras plantean que los jóvenes de entre 15 a 29 años tengan una etapa de juventud sana, sin embargo, se estima que gran parte de este grupo sufra problemas de salud mental. En una encuesta realizada por la Secretaría Nacional de la Juventud (SENAJU, 2012), se incluyeron jóvenes peruanos de 15 a 29 años que reportaron síntomas de ansiedad y depresión. Los principales síntomas incluyeron ritmo de sueño (56,4%), nerviosismo o tensión (55%), cefalea persistente, dolor de cuello y espalda (47,5%), tristeza (44%), ansiedad por el peso (26,9%), entre otros. Asimismo, el Ministerio de Salud del Perú (MINSA, 2011) afirma que la depresión es el trastorno con mayor prevalencia entre los jóvenes mayores de 18 años, y muestra que las mujeres padecen el trastorno en mayor proporción que los hombres. Al menos en el contexto Peruano no se han presentado estudios enfocados a la salud mental de los (as) estudiantes universitarios, quienes se encuentran asociados a sintomatologías de estrés académico, financieros y sociales que pueden repercutir en su salud mental. Según las Autoras, citando a Boullosa (2013), “en un estudio con 198 estudiantes universitarios, encontró que las principales reacciones psicológicas frente al estrés académico fueron la ansiedad, los problemas de concentración, la inquietud y los sentimientos de depresión y tristeza. En cuanto a las manifestaciones físicas, destacan la somnolencia o necesidad de dormir, cansancio permanente y dificultad para dormir. Por último, en cuanto a las reacciones comportamentales, se encuentran el desgano, los cambios en los hábitos alimenticios, el aumento o reducción en el consumo de alimentos, entre otros. Además, los síntomas psicológicos son los más prevalentes, seguidos de los físicos y los comportamentales” (Barraza, 2014; Boullosa, 2013). La salud mental se encuentra además, relacionada con factores demograficos (Edad, sexo, nivel socioeconomico, entre otros), variables como la conducta de salud y variables psicologicas, 2 por tanto, la investigación se basa en estos tres aspectos: Afrontamiento, autoeficacia y adaptación a la vida academica. Primeramente, según las autoras, “El afrontamiento es definido como los esfuerzos cognitivos y conductuales que se despliegan para manejar situaciones que han sido evaluadas como desbordantes para los recursos del individuo (Lazarus, 2007; Lazarus & Folkman, 1986). Según los investigadores, existen dos tipos de afrontamiento: enfocado al problema y enfocados a la emoción. El primero implica actuar sobre el estresor o reducir su impacto, mientras que el segundo previene, minimiza o reduce el estrés (Lazarus & Folkman, 1986). Además, se considera al afrontamiento evitativo, el cual contempla los intentos de escape del estresor” (Carver, 2011). Esto también está relacionado con la capacidad de adaptarse a las presiones y desafíos del entorno universitario. En cuanto a la relación entre el ajuste a la vida universitaria y la salud en un contexto peruano, Chau y Saravia (en prensa) encontraron en un grupo de estudiantes universitarios de la metrópolis limeña que la capacidad de interacción con sus pares, el dominio y la gestión requerían formación académica y futuras carreras. La perspectiva predice la salud mental de los estudiantes universitarios. Por tanto, los (as) alumnas con alta autoeficacia son capaces de reconocer su capacidad para hacer frente a las exigencias académicas. De esta forma, los estudiantes que mostraron altos niveles de autoeficacia y bajos niveles de depresión experimentan menos estrés en su primer año de estudios y pudieron adaptarse mejor a la vida universitaria. Relaciones entre estrés académico, apoyo social, salud mental y rendimiento académico en estudiantes universitarios venezolanos (2008) Por: Lya Feelman/Lila Goncalves/Grace Chacón-Puignau/Joanmir Zaragoza/Nuri Bagés/Joan de Pablo. Los estudiantes universitarios están ligados a exigencias, desafíos y retos que demandan cierta cantidad de recursos físicos, y psicológicos que pueden tener consecuencias negativas para los estudiantes como agotamiento y pérdida de interés frente al estudio. La población estudiantil es aquella que realiza actividades homogéneas, especialmente en épocas estresantes, como la época de exámenes que influye directamente con el bienestar psicológico y físico que desencadena estrés, y ansiedad en niveles muy elevados que afecta el rendimiento académico de quien lo padece. Uno de los resultados destacados luego del estudio realizado por los y las autores.- el cual consistió en la aplicación de un cuestionario.- son que las mujeres reportaron mayor intensidad de estrés académico y mayor estrés académico, aunque no se observaron diferencias en la frecuencia del estrés académico . Asimismo, las mujeres presentaron más indicadores de 3 problemas de salud mental y síntomas depresivos que los hombres. Sin embargo, reportaron percepciones más altas de apoyo social a nivel global especialmente de personas cercanas, además, las mayores frecuencias e intensidades de estrés académico reportadas fueron las relacionadas con los exámenes y la distribución del tiempo, así como con el exceso de material de estudio. Esto corresponde al modelo de estudio trimestral de la universidad, donde los estudiantes se enfrentan a situaciones de examen muy próximas en el tiempo. y de la familia. Estudios nacionales Problemas de salud mental en estudiantes de una universidad regional chilena (2013) Por Zayra Antúnez y Eugenia V. Vinet. Los estudiantes universitarios se encuentran en la adolescencia tardía, un período durante el cual los problemas de salud mental, como los trastornos del estado de ánimo y la ansiedad, tienden a manifestarse de manera particularmente grave en diversos estudiantes universitarios. Según las autoras (2013) “En un estudio realizado en la Universidad de La Frontera en 1992 se encontró que 36,2% de las mujeres y 28,9% de los hombres presentaron trastornos emocionales evaluados a través del Cuestionario de Salud de General” Así se evidencia que las mujeres presentan mayor probabilidad de presentar algún trastorno mental ligado a contextos universitarios.“Otro estudio, arrojó altas prevalencias para los trastornos depresivo y ansioso evaluados a través de los inventarios Beck; específicamente, 22% de las mujeres y 10,6% de los hombres presentó trastorno depresivo, en tanto que 23,8% de las mujeres y 10,7% de los hombres presentó trastorno ansioso” (Antunez y Vinet, 2013) Para realizar el estudio, las autoras estudiaron la población de estudiantes de pregrado de la Universidad de la Frontera, con una muestra de 484 estudiantes mediante la aplicación de un cuestionario sociodemográfico para recoger datos básicos: sexo, edad y nivel socioeconómico. Los resultados de esto, según las autoras: “La muestra, constituida por 484 estudiantes, presentó las siguientes características sociodemo-gráficas: Fueron jóvenes no consultantes entre 18 y 28 años (M: 20,2, DT: 2,1), con 44,8% de sexo masculino. Su procedencia fue principalmente urbana (86,4%) con un porcentaje menor (12,2%) de zonas rurales; además, un 14% de ellos declaró pertenecer a la etnia mapuche. La mayoría de ellos era soltero (97%) y su distribución socioeconómica correspondió principalmente al nivel medio (23% medio-bajo, 28% medio y 30% medio-alto). La distribución según año de ingreso mostró que la gran mayoría de los estudiantes cursaba primer año (46,4%; ingreso 2009), con porcentajes decrecientes en segundo (20,5%; ingreso 2008), tercero (12,3%% ingreso 2007) y cuarto año (9,4%; ingreso 2006); además, 10,1% había ingresado entre 2005 y 2001 y 1,2% omitió su año de ingreso; estos estudiantes presentaban un retraso en el desarrollo regular de sus estudios” 4 Además, “Estos resultados muestran que, en general, la población universitaria presenta escasa sintomatología significativa. Sin embargo, las mujeres reportaron más sintomatología que los hombres y estas diferencias son muy significativas en las escalas que pesquisaron malestar general y sintomatología depresiva y ansiosa” (Antunez y Vinet, 2013) Es así, y a raíz de los resultados, las mujeres han demostrado ser un factor vulnerable en casi todas las áreas de evaluación, en consonancia con los resultados de los estudios de la población universitaria 11,16 y la población general chilena 31,32. Los 33 condicionantes socioculturales y biológicos harán que los estudiantes perciban muchos de los eventos importantes que enfrentan como amenazas, lo que impactará negativamente en su salud mental. Diagnóstico de la prevalencia de trastornos de la salud mental en estudiantes universitarios y los factores de riesgo emocionales asociados. (2008) Por: Tomas Baader M, Carmen Rojas C, José Luis Molina F, Marcelo Gotelli V, Catalina Alamo P, Carlos Fierro F, Silvia Venezian B. y Paula Dittus B. Este tipo de investigación radica en las etapas evolutivas que atraviesan los estudiantes, que incluyen la independencia de los y las jóvenes, las nuevas responsabilidades ligadas a actividades académicas, las expectativas personales y familiares, el desarrollo de su sexualidad y relaciones, y de sus identidades personales. Además, presentan estresores psicosociales como el alejamiento de la familia, la dependencia y/o las dificultades económicas, las exigencias académicas, la incertidumbre sobre el futuro y la necesidad de adaptarse a un entorno nuevo e importante. Los contextos universitaros están ligados además al aumento de factores de riesgo en este grupo a presentar trastornos psiquiátricos como la depresión, la ansiedad, el suicidio, los trastornos por abuso de sustancias, y los trastornos de la conducta alimentaria. En este sentido, hay evidencias de mayor prevalencia de cuadros depresivos entre estudiantes universitarios en comparación con la población general. Según los autores “Los problemas de salud mental influyen significativamente en el desempeño académico de los estudiantes y su calidad de vida. Además implican la necesidad de infraestructura y personal sanitario capacitado, y la ejecución de programas preventivos efectivos” Para este estudio, se utilizó una muestra probabilística de 804 estudiantes de pregrado, pertenecientes a la UACH aplicando diversos instrumentos de carácter cuantitativo. La muestra total estuvo compuesta por 804 estudiantes, cuya edad promedio fue de 21 años; de estos, 53,7% son hombres y 46,3% mujeres. (Baader et al, 2008) Es a raíz esto que “Se observan diferencias significativas en la depresión y su relación con la variable sexo, mostrando las mujeres un nivel de frecuencia significativamente mayor que los hombres” (Baader et al, 2008) 5 Por tanto, para los autores (2008) “Los resultados de esta investigación son concordantes con otros estudios realizados en Chile en poblaciones universitarias, observándose una alta prevalencia de psicopatología en la población estudiantil, reflejando ser un grupo de riesgo para el desarrollo de alteraciones de salud mental de mayor complejidad, y para el deterioro o abandono de sus actividades académicas” ● Etapa hermenéutica En efecto, es que debido a lo expuesto en el apartado, se puede identificar la problemática en mayor magnitud mediante los estudios presentados. La importancia de esto es fundamental para dar una mirada holística a las realidades de las personas y para dar cuenta de la magnitud de la problemática que ha ido incrementando durante los años debido al cambio de perspectivas sociales. En primer lugar, los estudios demuestran la importancia de la Salud Mental ligado a contextos universitarios, donde los estudios coinciden que la vida universitaria es sumamente difícil para los y las jóvenes que tiene incidencia directa a desarrollar algún tipo de trastorno mental, ya sea depresión o ansiedad, los más comunes. A través de la información recopilada en los estudios internacionales y nacionales, queda en manifiesto que la Salud mental tiene factores determinantes en dimensiones económicas, sociales, demográficas, etaria, además de variables basadas en una nueva modalidad de vida más independiente, tener que migrar del hogar para estudiar, el estrés y la presión por tener un buen rendimiento. Además, los estudios demuestran que las mujeres son más propensas a desarrollar problemas de salud mental. Se puede inferir que esto se debe a que las mujeres están ligadas a otro tipo de responsabilidades, como ser madres y estar insertas en una sociedad machista que invisibiliza las necesidades de las mujeres. Según los estudios, las mujeres son más propensas a desarrollar depresión y ansiedad en mayor nivel que los hombres, quienes presentan problemáticas ligadas a los trastornos de personalidad, y abuso de sustancias como alcohol y drogas. Cabe mencionar, es que dentro de la búsqueda no se encontraron estudios en específico de mujeres estudiantes, lo que hace más urgente de visibilizar la problemática en esos contextos debido a la importancia ya mencionada dentro de la etapa hermenéutica. 6