La complejidad de la metodología de intervención social en derechos humanos Trabajo practico María Laura Velasquez Martínez Intervención psicosocial Lic.Edson Cabero 4 de Mayo del 2022 La complejidad de la metodología de intervención social en derechos humanos ¿Qué son los derechos humanos? Los derechos humanos son normas que reconocen y protegen la dignidad de todos los seres humanos. Estos derechos rigen la manera en que los individuos viven en sociedad y se relacionan entre sí, al igual que sus relaciones con el Estado y las obligaciones del Estado hacia ellos. Las personas también tienen responsabilidades; así como hacen valer sus derechos, deben respetar los derechos de los demás. Ningún gobierno, grupo o persona individual tiene derecho a llevar a cabo ningún acto que vulnere los derechos de los demás. ¿Cuáles son los derechos humanos? Matrimonio y Familia. Toda persona adulta tiene el derecho de casarse y formar una familia si así lo quiere. Hombres y mujeres tienen los mismos derechos, tanto cuando están casados como cuando se separan. El Derecho a tus Propias Posesiones. Todo el mundo tiene derecho a tener sus propias cosas o a compartirlas. Nadie debería tomar nuestras cosas sin una buena razón. Libertad de Pensamiento. Todos tenemos el derecho de creer en lo que queramos creer, de tener una religión o de cambiarla si así lo queremos. Libertad de Expresión. Todos tenemos el derecho de pensar por nosotros mismos, de pensar lo que nos gusta, de decir lo que pensamos y de compartir nuestras ideas con otra gente. El Derecho a Reunirse en Público. Todos tenemos el derecho de reunirnos con nuestros amigos y de trabajar juntos en paz para defender nuestros derechos. Nadie nos puede obligar a unirnos a un grupo al que no queremos unirnos. El Derecho a la Democracia. Todos tenemos derecho a tomar parte en el gobierno de nuestro país. A todo adulto se le debe permitir elegir a sus propios líderes. Seguridad Social. Todos tenemos el derecho a una vivienda decente, a cuidados médicos, educación, guardería infantil, suficiente dinero para vivir y atención médica si estamos enfermos o somos mayores. Los Derechos de los Trabajadores. Todo adulto tiene el derecho de trabajar, cobrar un sueldo justo por su trabajo y a unirse a un sindicato. Comida y Alojamiento para Todos. Todos tenemos el derecho a una buena vida. Madres y niños, gente mayor, personas desempleadas o con limitaciones físicas, todos tienen el derecho de recibir cuidados. . El Derecho a la Educación. La educación es un derecho. La escuela primaria debería ser gratuita. Deberíamos aprender acerca de las Naciones Unidas y sobre cómo llevarnos bien con los demás. Nuestros padres pueden elegir lo que aprendemos. Derechos de Autor. El derecho de autor es una ley especial para proteger la creación de una persona, ya sea artística o literaria. Nadie puede copiar nuestro trabajo sin permiso. Todos tenemos el derecho a llevar nuestro propio modo de vida y disfrutar de las cosas buenas que el arte, la ciencia y la enseñanza nos brindan. Un Mundo Justo y Libre. Debe haber un orden apropiado para que podamos todos disfrutar de derechos y libertades en nuestro país y por todo el mundo. ¿Cómo trabaja un psicólogo dentro de esta institución? La psicología ofrece herramientas que permiten recobrar el equilibrio mental para afrontar multitud de situaciones. Busca colocar al sujeto en un estado que le permita retomar o fortalecer sus proyectos de vida. Cuando hablamos del ejercicio profesional dentro de los derechos humanos , nos referimos a cualquier situación que se da en la vida cotidiana , cuando hablamos de derechos civiles y políticos nos referimos a la protección frente a la discriminación de cualquier tipo, libertad de creencias, prensa, asociación y reunión. Mientras que los derechos económicos, sociales y culturales se refiere a aspectos laborales, de seguridad social, salud, educación y participación en la vida cultural. Podríamos decir que no altera el ejercicio profesional tradicional del psicólogo entendido dentro de las cuatros grandes áreas de acción, a saber: clínica, educativa, organizacional y social, ya que este marco normativo no exige un trabajo particular de la profesión. En todo caso se vincula más al ejercicio de sensibilización y protección de los derechos de los individuos. También se pueden encontrar casos que deriven de una violación específica de derechos y que requieran algún tipo de intervención directa del psicólogo, bien sea mediante acciones clínicas o de carácter social-comunitario. ¿Cuál es la complejidad dentro de la intervención? Para comenzar vale decir que una perspectiva y/o un enfoque psicosocial incluyen principios como los de dignidad, apoyo mutuo, solidaridad, vida con calidad, enfoque de derechos, enfoque de género y desarrollo humano integral en salud mental. Es fundamental que todos estos marcos de acción hagan parte de los procesos que tienen el apelativo. Esto implica, a su vez, una acción centrada en la promoción de prácticas relacionales basadas en el reconocimiento y la valoración del ser humano en ejercicio de construcción. Todos estos elementos interactúan sistémicamente y son fundamentales a la hora de comprender y abordar lo psicosocial (González Villa, 2012). Hablar de acompañamiento psicosocial implica, por tanto, una posición que atraviesa no solo lo teórico y la intervención misma, sino también un lugar ontológico, ético-político, epistemológico y metodológico Está implicada una concepción del ser humano como sujeto en relación y en construcción con otros y otras; el cual es constituido por condiciones biológicas, psicológicas, histórico-sociales, culturales, económicas, políticas que lo definen, en un proceso sistémico de interacción social, comunicativa y simbólica que implica la emergencia de la propia subjetividad personal y la construcción y/o reconstrucción de la colectividad (Carmona, 2009). No es un individuo, en el sentido de la palabra. Es decir, lo que cada persona es, lo es en relación e interacción continua con los otros y otras, y con su mundo simbólico. Implica además una concepción de la realidad que va más allá de lo material y que supera las visiones funcionalistas y mecanicistas, donde lo relacional, lo narrativo, el lenguaje, lo simbólico y lo cultural hacen parte de los elementos sistémicos que entran a formar parte del análisis de lo real en lo humano (Vásquez, 2001). La intervención social emerge como acto de atribución de sentido que supone un proceso de aproximación a los contextos, narraciones y testimonios de la situación. También exige descartar la asepsia valorativa del mundo, más bien, esta argumentación acepta que en la intervención existen preconfiguraciones de sentido desde los operadores de las políticas sociales, los cuales complejizan tanto la explicación de los fenómenos sociales como el modo en que se actúa sobre estos problemas. Indica que la hermenéutica está relacionada a la capacidad interpretativa que se adquiere junto al dominio de la lengua materna, y en este sentido, la idea de la interpretación refiere a despejar aquello que aparece como confuso o poco claro, y es en este aclarar‐sentido que se asocia al acto del comprender. No obstante, las posibilidades de la aclaración interpretativa están ligado a lo complejo. Un enfoque psicosocial implicará considerar la particularidad de la población vulnerable, víctima o que se encuentra en la experiencia de un sufrimiento, para con ello realizar el reconocimiento de los múltiples contextos sociales, políticos, culturales en los cuales están insertos para hacer una intervención respetuosa con estas dimensiones incorporando, necesariamente, estos elementos para generar un proceso de acompañamiento integral. Así pues, se puede entender que este enfoque de la acción, que también tiene una dimensión trans e interdisciplinar, invita a un acompañamiento que involucre de forma interactiva, compleja y simultánea, varios ámbitos y niveles de la realidad, para que la acción resulte medianamente coherente con la complejidad de esa realidad, tal como se presenta en el modelo gráfico: un nivel subjetivo (donde se desarrollan estrategias narrativas y terapéuticas); un nivel interpersonal (familiar, grupal y comunitario) donde se desarrollan estrategias conversacionales de apoyo mutuo, memoria compartida y talleres grupales; donde se pone en evidencia el mundo de la interacción cotidiana, las construcciones grupales y el compartir social en lo cotidiano (Cfr. Villa, 2012). Referencias Molleda, E. 2007. ¿Por qué decimos que “no podemos hacer intervención social”? Cuadernos de Trabajo Social 20: 139‐155. http://revistas.ucm.es/index.php/CUTS/article/view/CUTS0707110139A Muhle, M. 2009. Sobre la vitalidad del poder: una genealogía de la biopolítica a partir de Foucault y Canguilhem. Revista de ciencia política (Santiago) 29(1): 143‐163. doi: 10.4067/S0718‐ 090X200900010000 Carmona, J. (2009) La carrera de las niñas soldado en Colombia: un estudio desde el punto de vista del agente. Tesis Doctoral. Departamento de Psicología, Universidad Complutense, Servicio de Publicaciones, Madrid.