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CÓMO INICIARSE EN EL WORKBOOK GNOSTIC

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CÓMO INICIARSE EN EL “VOUDON
GNOSTIC WORKBOOK”, UNO DE LOS
MÁS EXTRAÑOS MANUALES DE
OCULTISMO
ALTERCULTURA
POR: FEDERICO EROSTARBE - 04/15/2016
UN MANUAL DE UNA DE LAS CORRIENTES DE
OCULTISMO MÁS EXTRAÑAS QUE HAYAN EXISTIDO
Imag en: www. in o minandu m. co m
El Voudon Gnostic Workbook es un manual de una de las
corrientes de ocultismo más extrañas que hayan existido,
construida sobre las variantes más oscuras de magia(k) telémica
(la curiosa lógica matemática de C. F. Russell, el Club
Choronzon) pero con toques del espiritismo tradicional de Allan
Kardec, astrología y obviamente gnosticismo, algo de sintoísmo
y mucho pero mucho Lovecraft, enmarcado todo a su vez dentro
del vudú haitiano y la magia folclórica africana. Además, la
corriente de la Culebra Negra (como se llama una de las órdenes
que la representa) ha tenido una relación cercana con la Orden
Tifoniana: fue el propio Kenneth Grant quien popularizó por
primera vez el manual y a su autor, Michael Bertiaux, pero la
influencia parece haber sido en gran parte mutua. La historia del
texto, evidentemente, no es antigua; Bertiaux, principal
responsable de la corriente, creó a mediados de los 60 un curso
de ocultismo por correspondencia en torno al Monasterio de los
Siete Rayos (otra de las sociedades principales del sendero,
activa ésta en su momento en Latinoamérica) y su visión
particular de la realidad. El VGW surgió más tarde tanto como
continuación al curso como introducción, publicado sin la
necesidad de que los lectores estén familiarizados con la obra
anterior. Claro que al leerla se clarificarán algunos de los
términos más oscuros, pero también introducirá infinidad de
nuevas preguntas al punto de marear a todas las personas a
varios metros de aquel que la esté leyendo. Y nada puede
preparar al lector para la intimidante creatividad e imaginación
que desborda literalmente de cada página del libro.
Mucho se ha escrito sobre esta versión bizarra de vudú
transyuggothiano, sobre todo debido a Grant Morrison (pelado,
mago y escritor). Su historia con el VGW puede ser resumida del
siguiente modo: una serie de coincidencias lo llevaron a
interesarse en el vudú, por lo que realizó un par de rituales
(siempre desde la perspectiva de la magia del caos), con
resultados que lo dejaron perplejo, ya que no tenían nada que ver
con lo que conocía sobre la religión; pero más se sorprendió al
leer el VGW, pues explicaba con lujo de detalle y con una
identidad total los simbolismos e imágenes que lo habían
inquietado. Comenzó a trabajar con el manual, poniendo sus
experiencias en su cómic Los Invisibles; todo iba relativamente
bien hasta que las entidades contactadas le comenzaron a
enseñar cómo destruir auras y una especie de krav magá astral
(por lo letal, claro). Morrison plasmó todo en la ficción, pero no le
agradaba lo que estaba viendo; cada vez le agradaba menos y
llegó a encontrarse en gigantes palacios de muertos y
escorpiones, luchando por su vida. Se empezó a asustar; se
enfermó, casi se muere. Y siempre tuvo la sospecha de que
estaba relacionado con las oscuras y antiguas deidades que
había invocado. A partir de ese momento disminuyen
notablemente las referencias en toda su obra: sólo queda un ritual
para viajar en el tiempo incluido en el VGW, pero en el mismo
cómic, Los Invisibles.
En repetidas ocasiones Morrison aconsejó que nadie se meta con
el texto y con el vudú debido a su peligrosidad; dicho por alguien
que ha pasado los últimos 15 años de su vida recorriendo los
Túneles de Set y las esferas qlifóticas, puede parecer una
advertencia a tomar en cuenta. Y es cierto también que desde la
primera página uno trabaja con Ghede, el Barón Samedi y
los loa de la muerte. Pero no es menos cierto que para una gran
cantidad de practicantes del sendero no hay nada de terrorífico
en esta magia y considerarla peligrosa sería como considerar
negativo al budismo tibetano por la importancia que otorga a las
deidades iracundas y demás demonios, producto de su cercanía
a la religión bön. La antigüedad de las entidades, lo extrañas que
nos resultan al no pertenecer a nuestra cultura y el contexto
surrealista en que son presentadas, generan un aura en la que
esta magia se asemeja a la enoquiana, en el sentido de que
“funciona”: no importa la experiencia previa del mago, cuán
bueno o ágil sea en la creación inconsciente de experiencias
mágicas si es que no cree del todo en ellas o cuán bueno sea
invocando entidades exteriores si es que cree un poco más en
ellas. Al trabajar con el Voudon Gnostic Workbook seguramente
ocurra algo notable; mínimo quizás, pero notable.
Una de las tantas particularidades del libro es que, a pesar de
poner el foco en la creatividad del mago a la hora de crear sus
propios mundos y rituales mágicos, está repleto de rituales y
pautas para la elaboración de otros tantos, cuando la mayoría de
tratados esconde más de lo que elabora. Siguiendo esta
modalidad pragmática, el primer capítulo del libro establece las
pautas para autoiniciarse en el mundo de las energías vudú; el
modo de hacerlo es mediante los espíritus del Lucky Hoodoo (o
el Hoodoo Suertudo). Se trata del puntapié inicial para una
relación fructífera con un panteón que incluye a los loa de la
muerte, hechiceros anfibios, escorpiones ultradimensionales y
arácnidos de otros mundos. Este primer contacto cercano del
tercer tipo se realiza con los espíritus de la tierra y del agua , ya
que todo en la naturaleza requiere de estos elementos para
crecer. La tierra está representada por los espíritus de los
muertos y Papa Ghede; el agua por unos magos que habrían
vivido en la Atlántida hace miles de años y ahora sobreviven con
cuerpos de peces, crustáceos y moluscos… y su rey, Ma-Tr. El
simbolismo es evidente: la muerte y las profundidades acuáticas
siempre están relacionadas con la magia. El descenso al infierno
es también un sendero acuático; Cthulhu aguarda en R’lyeh y
Enki, patrono sumerio de la magia, es también el dios de las
aguas y de sus profundidades.
Deidades y entidades consideradas maléficas, temibles y
peligrosas, o por lo menos como engañosas y traviesas.
Representan al “otro”, lo desconocido y es el miedo (un miedo
igual de primitivo y antiguo) el que les otorga esas
características: el mismísimo Lovecraft se rinde ante la
majestuosidad de Nyarlathotep de tanto en tanto (muy de tanto
en tanto). Eugene Thacker escribió la trilogía Horror de la
Filosofía a la reacción visceral que genera lo inhumano y cómo
este miedo a un mundo sin nosotros, un mundo en el que lo
humano desaparece de la ecuación, se encuentra cada vez más
presente a nivel colectivo (como una obsesión). Estas deidades
antiguas son una paradoja: profundamente humanas, por
supuesto, pero también extrañas, inhumanas; al representar ese
otro lado, son retratadas como alienígenas, como animales
rapaces o como insectos, o como una combinación de ellas.
Tememos el fin, la muerte y Papa Ghede es en consecuencia una
deidad tenebrosa con la que podemos realizar contratos en los
que siempre quedaremos debiendo (algo así como un banco
común y corriente), pero eso sólo es así si tememos a la muerte.
De otro modo, lo reintegramos al proceso natural y su magia
cobra otro matiz. Paradójicamente y a pesar de todo lo dicho más
arriba, también hay rasgos profundamente amistosos en el Lucky
Hoodo y sus espíritus; y si hemos de considerarlos como los
“malos de la historia”, no puedo dejar de pensar en el pirata
LeChuck.
El ritual completo, el modo propuesto por Bertiaux para
autoiniciarse en el sendero (y hacerse amigo de los espíritus del
Hoodo Suertudo) es el siguiente:
DEDICACIÓN A LOS ESPIRITUS DEL HOODOO
Parte 1. En un lugar silencioso, siéntate en una mesa en la que
debes haber puesto dos velas. Una vela negra en el norte y una
azul en el oeste. Debes enfrentar al este y poner un vaso de agua
en el sur opuesto a la vela negra.
Parte 2. Debes decir ahora la siguiente plegaria a los espíritus
del Hoodoo para dedicarte a sus poderes y existencia. Primero
prende la vela negra y di:
"OH LUZ NO HAY OSCURIDAD EN LOS PODERES DE LOS
MUERTOS"
prende la vela azul y di:
"OH LUZ SOY UN HIJO DE LA LUZ DEL GRAN MAESTRO BAJO
EL MAR"
toca el vaso de agua con tu mano derecha pues es la mas cercana
y di:
"MEDIO DE LOS ESPÍRITUS SAGRADOS, LAS AGUAS Y BAJO
TODOS LOS MUNDOS, LOS ESPÍRITUS SAGRADOS DE LOS
MUERTOS Y LOS MARES, ESTOY AQUÍ PARA SERVIRLES".
Parte 3. Ahora debes decir la siguiente plegaria de dedicación a
los espíritus en voz baja o en silencio para demostrarles tus
intenciones:
"ME DEDICO AL SERVICIO DE LOS ESPÍRITUS, A LOS
ESPÍRITUS MARAVILLOSOS DE LOS MUERTOS QUE
QUIEREN AYUDARME Y A LOS ESPÍRITUS MARAVILLOSOS
DE LOS SABIOS MAGOS DEL FONDO DEL MAR QUE
APARECEN EN FORMAS EXTRAÑAS.
SOLICITO LA AYUDA Y PRESENCIA DE LOS ESPIRITUS DEL
HOODOO Y LLAMO A TODOS LOS SERES DEL HOODOO PARA
QUE ME AYUDEN.
ME OFREZCO AL SERVICIO DEL GRAN REY DE LOS
MUERTOS QUE REINA SOBRE LOS ESPÍRITUS DE LOS
MUERTOS.
ME OFREZCO AL SERVICIO DEL GRAN MAESTRO DE LOS
ESPIRITUS MAGOS QUE TRABAJAN BAJO LOS OCÉANOS
INVISIBLES. HONRO A TODOS LOS ESPÍRITUS Y
ESPECIALMENTE A AQUELLOS DE LA CIENCIA DEL
HOODOO, A ÉSTOS BUSCO ESPECIALMENTE PARA
TRABAJAR AHORA Y POR SIEMPRE".
Parte 4. Ahora debes cerrar los ojos y pensar en los espíritus, en
cómo pueden venir a ti y en lo que deseas que hagan por ti. Luego
te quedarás en silencio por unos minutos y beberás el vaso de
agua, pues contiene el poder de los espíritus. Apagarás
silenciosamente las velas azul y negro. Te sentirás relajado y en
paz, enamorado de todos los espíritus y listo para obedecerlos.
Sabe que tendrás buena suerte, pues te estás convirtiendo en un
Hoodoo.
Pueden ver que se trata de un ritual sencillo que no toma más de
unos minutos, aunque son por supuesto completamente libres de
innovar y cambiarlo; por ejemplo, todos sabemos cuánto le gusta
el ron y el brandy a los loa, por lo que podemos reemplazar el
agua por alguna bebida espirituosa. La decoración del altar, si es
que deciden crear uno para hacer el ritual como Papa Ghede
manda, suele estar regida por los colores rojo y negro,
acompañada por alguna que otra calavera y vévés particulares
del libro, inventados durante el ritual o de Barón Samedi, jefe de
la familia de Ghedes y a la vez contracara de Papa Ghede, pero
esto último sólo si son aventureros, tontos o tienen algo de
experiencia (o cualquier combinación de las tres).
Una vez autoiniciado, los próximos pasos implican una versión
más compleja y plena de este mismo ritual que incorpora más
velas y la posibilidad de realizar un pedido a los espíritus; la
creación de una caja talismánica en la que almacenar poder,
plegarias de autocuración, tips para controlar las mentes de otras
personas mediante la masturbación y una guía paso a paso para
el desarrollo de la imaginación y los “viajes astrales” para visitar
los templos en los que habitan los espíritus. Claro que con el paso
de las páginas la cuestión se pone más compleja y todavía más
bizarra, pero esta primera sección es de una sencillez importante.
Y lo que es más importante, el aura negativa parece sólo mala
publicidad; los espíritus se presentan en las páginas
del VGW con una muy buena disposición, amables y hasta
simpáticos. La relación debe ser entablada con el más profundo
de los respetos, pero siempre en un marco de amistad y, muy
importante para los espíritus del Hoodoo, sinceridad. Si se les
antoja creer en ellos, bien; en caso contrario, este es el modo en
que deben iniciar el camino para ponerse en contacto con unas
regiones oscuras, extrañas y antiguas (aunque también honestas,
divertidas y, a pesar de lo peligrosas, amables) del inconsciente.
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