Modelo de programa El modelo de programa, como resultado natural de una evolución en la reflexión sobre la orientación educativa, así como el resultados de un intento por adecuarse a los contextos educativos contemporáneos, presenta una serie de características que lo diferencian de modelos previos. Entre otras las siguientes: – La intervención que promueve es directa, es decir, sobre las personas o grupo de interés, si bien puede solicitar la colaboración de cualquier agente para conseguir los objetivos del programa. – El programa se suele diseñar para un grupo de sujetos, aunque con pretensiones de que los resultados puedan alcanzar a todo el alumnado. – El elemento primario es el conjunto de necesidades diagnosticadas inicialmente, a partir de las cuales se planifican las acciones, sistematizándolas y contextualizándolas. – La evaluación es una parte más de la acción, acompañando a la intervención en todo momento. Estas características hacen que el modelo genere una serie de ventajas sobre los anteriores: – Permite establecer prioridades de intervención, a partir de los resultados obtenidos en el diagnóstico de necesidades. – Fomenta la reflexión crítica de la propia intervención basándose en los resultados generados en la evaluación. – Cuando se extienden los resultados de la intervención alcanzan a un amplio número de personas. – Promueve un sistema de trabajo basado en la cooperación y la colaboración. Este modelo de programa para el buen funcionamiento: –Compromiso del centro formativo por desarrollar el modelo. – Implicación de todos los agentes del centro por llevar buen puerto este sistema de trabajo. – Existencia de recursos humanos y materiales suficientes. Por lo menos un especialista que promueva la planificación de la acción, apoye su desenvolvimiento, y su evaluación, así como espacios adecuados. – Implicarse en un trabajo colaborativo donde se ponga el máximo esfuerzo en obtener resultados de la función autocrítica.