UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE HISTORIA LOS ALZAMIENTOS MILITARES EN CONTRA DE FRANCISCO I. MADERO DURANTE SU PRESIDENCIA (1911 – 1913). PÉREZ NIETO DIEGO En el presente trabajo se expondrán los más relevantes levantamientos militares en contra de Francisco I. Madero durante el tiempo en que estuvo en el poder ejecutivo de la república mexicana, abordando a los realizados por Emiliano Zapata, Bernardo Reyes, Pascual Orozco, Félix Díaz, Victoriano Huerta y por intereses internacionales dentro de México Las razones por las que cuales se lleva a cabo la siguiente investigación son relativamente sencillas, o al menos en un principio. En la Historia nacionalista que se enseña en diferentes grados académicos, se expone a Francisco I. Madero como aquella figura con la cual terminó un periodo de tiranía, también, a partir de su revolución, la democracia logro resurgir en nuestro país, además de exponer al gobierno maderista altamente funcional con el cual todo el pueblo se encontraba totalmente de acuerdo. Pero lo intrigante se da a partir de que también se enseña que el ejército zapatista a través del Plan de Ayala desconoce al gobierno de Francisco I. Madero. 1 Al leer esto causó que surgieran algunas interrogantes a priori, como: ¿Los zapatistas eran los únicos inconformes con el gobierno maderista? Si hubiese más personas o grupos en contra de Francisco I. Madero, ¿Cuáles fueron sus razones/justificaciones por las que se levantaron en armas? ¿Mediante qué medios expusieron su inconformidad? ¿Es posible que el convencionalismo social adoptado hacia la revolución maderista sea sólo un mero idealismo para así engrandecer el retorno de la democracia en México, aun cuando se dejan de lado otros temas que también son relevantes para ese presente? Es por ello que, al desarrollo de la indagación de información, hasta su exposición en el presente documento, podremos entender y comprender que el gobierno de Francisco I. Madero haya sido no sólo un fracaso en cuanto a una reorganización política, sino también social y militar. Con esto es posible que se genere un pensamiento erróneo de acuerdo a los objetivos expositivos de esta investigación, debido a la idea de que se desarrolle a Arce Tena María Cristina, Montoya Rivero María Cristina, Estrada Velázquez Rosalía, “Historia 2”, México, Grupo editorial Patria, 2014, Pág. 160. 1 través del ámbito social; pero el campo en el que me gustaría llevar a cabo la investigación así como su exposición, es a través del ámbito militar de una forma breve y de igual forma con lo político, ya que estos campos se alinean con mis intereses académicos así como profesionales, por lo que sólo nos concentraremos en los alzamientos realizados por militares en contra de Francisco I. Madero desde de su ascenso a la presidencia en octubre de 1911, hasta su término en febrero de 1913. Con esto último se puede entender el segundo motivo de esta investigación. Ahora, considero que hay tres preguntas relevantes que nos ayudarán a condensar las preguntas generadas en un principio sin conocimientos previos: ¿Qué personas o qué grupos sociales, así como militares tenían una postura antimaderista? Así podremos identificar los agentes tanto individuales como en conjunto que tenían esta postura. ¿Por qué tenían esta postura frente al gobierno de Francisco I. Madero? De esta forma podremos identificar las razones que los orillaron a tomar esta postura política, tratando de comprender cada una de ellas con la profundidad necesaria. ¿Qué acciones emprendieron estas personas o grupos en contra del régimen maderista y qué resultados obtuvieron? Con esto se busca exponer que su postura antimaderista no sólo se quedó en ideas, sino que existieron acciones que se llevaron a cabo en contra de este régimen y que tuvieron repercusión alguna. Pero para poder responder estas tres preguntas, es necesario dar ciertos antecedentes de forma breve para que el o la lectora no se integre a este tema a partir de la ignorancia. El Maderismo. Para lograr comprender los alzamientos en contra de Francisco I. Madero, primero debemos entender el maderismo, por qué surge y qué es lo que propone, con esto se dará pie a las razones por las que se llevaron a cabo diversos levantamientos militares. En cierto sentido, se puede decir que el antecedente del maderismo sería el partido político autodenominado Antirreeleccionista, ya que mediante este fue el primer medio que utilizó Francisco I. Madero en conjunto a la democracia para destituir de la presidencia del país a Porfirio Díaz2, quien para 1910 habría estado 31 años en el cargo, treinta y un años que se habían convertido en una dictadura autoritaria que había apartado a los sectores rurales y obreros para dar paso a la inversiones extranjeras. Este primer intento político fue para evitar un alzamiento armado dentro del país, algo que aprovechó Madero dado que Porfirio Díaz argumentaba que tras tres décadas en el poder se encontraba cansado3 y además de que México ya se encontraba maduro para la democracia, por lo que estaba dispuesto a organizar elecciones presidenciales e incluso apoyaría a los candidatos que fuesen a postularse4; este mensaje fue tan bien recibido tanto por el pueblo como dentro del régimen porfirista, que causó diversos intereses para la candidatura, entre los cuales los más apoyados y peculiares serían el de Bernardo Reyes y Francisco I. Madero.5 Se debe hacer mención que Madero había ganado gran popularidad por el libro que escribió en el año de 1908, “La sucesión presidencial en 1910”6, en donde criticaba ampliamente al absolutismo y el poder irrestricto de un solo hombre del gobierno porfirista, a su vez exponía que sólo la introducción de la democracia parlamentaria, un sistema de elecciones libres y la independencia de la prensa en conjunto de los tribunales, se tendría la capacidad de transformar a México7, además de elaborar y exponer la frase más celebre que caracterizaría al movimiento maderista, “sufragio efectivo, no reelección”, sufragio para el pueblo y no reelección para el poder ejecutivo. El maderismo buscaba la democratización de las elecciones, tanto estatales como federales, cambios económicos y sociales, además de una reforma agraria8 en apoyo a los sectores apartados por el gobierno de Porfirio Díaz; todo esto sin tener 2 Daniel Barceló Rojas, “Durango, Revolución y Constituciones en las entidades federativas”, 2016, 22 p. Esto debido a que se encontraba cerca de su octogésimo cumpleaños 4 Friedrich Katz, “La guerra secreta en México”, 2017, 52 p. 5 Daniel Barceló Rojas, “Durango, Revolución y Constituciones en las entidades federativas”, 2016, 23 p. 6 Francisco I. Madero, “La sucesión presidencial en 1910”, México, 1908, 349 p. 7 Ibídem, 53 p. 8 Uno de los puntos más fuertes utilizados por el maderismo y el más apoyado por las clases populares. 3 que invalidar la constitución de 1857, ya que Francis I. Madero la veía como un símbolo de la soberanía nacional liderada por Benito Juárez en contra del intervencionismo extranjero en la segunda mitad del siglo XIX. Cercanas las elecciones presidenciales de 1910, en contra de todo pronóstico así como de en contra lo que había argumentado el líder del gobierno que estaba en el poder, Porfirio Díaz se propuso como candidato en las elecciones para la presidencia de la república; esto significó que las elecciones a la presidencia de 1910 estaban sujetas a dos polos demasiado opuestos, el primero era la intimidación así como la represión del gobierno hacia la ciudadanía y el segundo era la entusiasta participación del pueblo que incitaba el partido Antirreeleccionista, la cual llegado a un punto, provocó el encarcelamiento de Francisco I. Madero bajo órdenes del régimen porfirista para evitar que ganase las elecciones, que para muchas personas era un hecho que sucedería9, lo que después llevaría a un fraude electoral por parte del gobierno de Porfirio Díaz para lograr su victoria por encima del partido Antirreeleccionista. Como consecuencia de esto, surgió más descontento del que ya existía, pero antes de que los maderistas decidieran tomar las armas para alzarse en contra del gobierno de Porfirio Díaz, decidieron apelar con base en la constitución ante los poderes legislativos, quienes hicieron caso omiso dado que pertenecían al gobierno porfirista, por lo que respaldaban los resultados de las elecciones.10 Esto último le dio los argumentos jurídico-políticos necesarios a los opositores del régimen porfirista, ya que, en términos generales, significaba que Porfirio Díaz había usurpado el poder, así como de poner sus intereses por encima a las necesidades del pueblo, esto proporcionó que se buscase la medida extraordinaria de un levantamiento armado en defensa de los derechos de los mexicanos. Tras pagar la fianza, Francisco I. Madero escapó hacia los Estados Unidos, donde tenía la simpatía del gobierno. Desde San Antonio, Texas, Madero proclamó el Plan de San Luis Potosí; en este plan, expone la problemática que genera el gobierno de 9 Ibidem, 25 p. Ibid. 10 Porfirio Díaz, su rechazo, el de los miembros de su partido y el desconocimiento hacia el régimen porfirista, la necesidad de un plan de acción, así como las mismas acciones que debe realizar el pueblo mexicano para poder retomar la democracia dentro del país: El general Díaz con astucia y perseverancia, ha logrado aniquilar todos los elementos independientes, de manera que no era posible organizar ninguna clase de movimiento para quitarle el poder. En México, casi puede decirse que constantemente reina la Ley Marcial; la justicia, en vez de impartir su protección al débil, sólo sirve para legalizar los despojos que comete el fuerte […] las cámaras de la unión no tienen otra voluntad que la del dictador. Se nos ofrece paz, pero es una paz vergonzosa para el pueblo mexicano, porque no tiene por base el derecho, sino la fuerza; porque no tiene como objetivo el engrandecimiento y prosperidad de la patria, sino a enriquecer a su pequeño grupo que, abusando de sus influencias han convertido los puestos públicos en fuente de beneficios exclusivamente personales. Se organizó el Partido Nacional Antirreeleccionista, como únicos capaces de salvar a la República, del inminente peligro con que amenaza la prolongación de una dictadura cada día más onerosa, más despótica y más inmoral. [Tenemos que demostrarle] al mundo entero que el pueblo mexicano está apto para la democracia, que está sediento de libertad y que sus gobernantes no responden a sus aspiraciones. [Por lo cual], en la virtud y haciéndome eco de la voluntad nacional, declaro ilegales las pasadas elecciones, y quedando por tal motivo la República sin gobernantes legítimos; asumo provisionalmente la presidencia de la República, mientras designa, conforme a la ley, sus gobernantes. Pero como es necesario que el nuevo gobierno dimanado del último fraude11, no pueda recibirse ya en el poder, o por lo menos se encuentre con la mayor parte de la nación, protestando con las armas en la mano, contra esa 11 Fraude elaborado por el gobierno porfirista en las elecciones presidenciales de 1910. usurpación, he designado que la noche del domingo 20 del entrante noviembre, para que, a las seis de la tarde, todas las poblaciones de la República se levanten en armas.12 Conciudadanos: Si os convoco para que toméis las armas y derroquéis al gobierno del General Díaz, no es solamente por el atentado que cometió en las últimas elecciones, sino para salvar a la patria del porvenir sombrío que la espera, continuando bajo su dictadura y bajo el gobierno de la nefanda dictadura científica, que sin escrúpulos y a gran prisa están absorbiendo y lapidando los recursos nacionales […]13 A partir del surgimiento de este plan como su publicación, se puede afirmar que da inicio la Revolución Maderista, aun cuando se da la fecha 20 de noviembre 1910 para que den inicio las hostilidades en contra de las fuerzas tanto militares como políticas, federales. Pero cierto es que al llegar tal fecha no sucedieron grandes acontecimientos, hubo algunos alzamientos esporádicos que fueron aplastados con rapidez, tal caso como el de la familia Aquiles Cerdán, pero fue hasta un poco de tiempo de pues que estallarían diversos levantamientos moderadamente armados y organizados en contra del gobierno federal, los cuales ya no fueron posibles de disolver con tanta facilidad.14 Francisco I. Madero en el poder. Tras algunos meses y varios combates entre fuerzas revolucionarias y porfiristas, llegó el día en el cual las fuerzas federales ya daban abasto para contener a los muy diversos alzamientos populares en distintas zonas del país, lo que terminó provocando la derrota del régimen porfirista en 1911. Lo que vino a continuación fue un breve periodo bajo un gobierno provisional, encabezado por de León de la Barra, quien tenía la obligación establecer nuevas elecciones a la presidencia según el plan de San Luis Potosí.15 Elecciones que ganaría Francisco I. Madero de forma contundente en octubre de 1911. 12 Francisco I. Madero, “Plan de San Luis Potosí”, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2010, 1-4 p. Ibidem, 8 p. 14 Friedrich Katz, “La guerra secreta en México”, Ediciones Era, 2017, 55 p. 15 Ibidem, 61 p. 13 Ahora, tras haber subido al poder, Francisco I. Madero debía llevar a cabo todas aquellas promesas y afirmaciones que había realizado casi un año antes en el plan de San Luis Potosí, sobre todo las reformas sociales, lo cual, una de ellas era la reforma agraria, las más importante por el gran interés que tenían los grandes grupos16 pertenecientes a las clases populares: Siendo de toda justicia restituir a sus antiguos poseedores, los terrenos de que se les despojó de un modo inmoral, o a sus herederos, que los restituyan a sus primitivos propietarios, a quienes [se les] pagaran también una indemnización por los perjuicios sufridos.17 Pero a Francisco I. Madero le interesaba antes que nada los cambios políticos, para que de esta forma regresara la autonomía a las instancias federales y sobre todo a los gobiernos estatales, con el fin de que estos pudieran apoyaran a las haciendas de la clase media en el norte del territorio mexicano18, algo que muchas personas, tanto pertenecientes a los maderistas como a otros grupos revolucionarios, desaprobaron completamente.19 El Zapatismo y el Plan de Ayala. Emiliano Zapata, quien fue el comandante en jefe del Ejército Revolucionario del Sur, buscaba la restitución de las tierras que habían sido expropiadas durante el gobierno porfirista en el estado de Morelos y que habían sido vendidas o concedidas a diversas compañías extranjeras, lo que le expuso a Francisco I. Madero: Cuando se reunió [Emiliano Zapata] con este último [Francisco I. Madero] por primera vez, el 7 y 8 de junio de 1911, Zapata formuló tres demandas: la restitución de las tierras expropiadas a los campesinos; el establecimiento de una administración gubernamental revolucionaria en el 16 La reforma agraria les interesaba sobre todo a los zapatistas. Francisco I. Madero, “Plan de San Luis Potosí”, artículo 3ro. 18 Se debe recordar que Francisco I. Madero provenía de una de las familias más ricas del país, dado que poseían diversas tierras en el estado de Coahuila. 19 También desaprobaban el hecho de que Madero mantuviera los “científicos” y al ejército federal en funciones dentro de su gobierno. 17 estado de Morelos, y la retirada de las tropas del viejo ejército de Porfirio Díaz.20 Por lo que al apreciar que el gobierno maderista, al cual había apoyado fervientemente, no prosiguió con los puntos y promesas que había expresado el año anterior en cuanto dio inicio su gobierno, el órgano zapatista empezó a presionarlo, pero Madero se mostraba renuente algunos motivos que consideró pertinentes a tomar en cuenta Madero […] explicó el problema que el problema de devolver la tierra a los campesinos exigía serios estudios y exhaustivas investigaciones y que no podía ser resuelto de inmediato.21 Como consecuencia, Emiliano Zapata, decepcionado por las acciones del gobierno de Madero, se levantó en contra de él el 25 de noviembre de 1911, proclamado el Plan de la Villa de Ayala, en el cual exponía sus inconformidades hacia las acciones del gobierno maderista, el desconocimiento de las elecciones llevadas a cabo en octubre de ese mismo año y por ende al régimen maderista que se hallaba en poder. Plan libertador de los hijos del estado de Morelos, afiliados al ejército insurgente que defienden el cumplimiento de del Plan de San Luis Potosí […] Declaramos solemnemente ante la faz del mundo civilizado que nos juzga y ante la nación a que pertenecemos y amamos, los principios que hemos formulado para acabar con la tiranía que nos oprime; y redimir a la patria de las dictaduras que nos imponen: Teniendo la consideración que ese hombre al que nos referiremos es Don Por Francisco I. Madero, el mismo que inició la precitada revolución el cual impuso por norma su voluntad e influencia al gobierno provisional […] no teniendo otras miras que satisfacer sus ambiciones personales sus desmedidos instintos de tirano y su profundo desacato a las leyes […] teniendo en consideración: que el llamado jefe de la revolución libertadora de México Don Francisco I. Madero no llevó a feliz término la revolución que gloriosamente inicio con el apoyo de 20 21 Friedrich Katz, “La guerra secreta en México”, Ediciones Era, 2017, 63 p. Ibid. Dios y del pueblo, puesto, que dejó en pie la mayoría de alzamientos poderes gobernativos y elementos corrompidos de opresión del Gobierno dictatorial de Porfirio Díaz, que no son ni pueden ser en manera alguna la legítima representación de la soberanía nacional […] que el supradicho señor Francisco I. Madero, actual presidente de la República, trata de eludirse del cumplimientos de las promesas que le hizo al pueblo en el Plan de San Luis Potosí […] nulificando, persiguiendo o matando a los elementos revolucionarios que lo ayudaron a que venciera para el alto puesto del presidente de la República por medio de falsas promesas y numerosas promesas e intrigas a la Nación […] el presidente de la República señor Don Francisco I. Madero, ha hecho del sufragio efectivo una sangrienta burla al pueblo. [Por lo que] se desconoce como jefe de la revolución al ciudadano Francisco I. Madero y como presidente de la República por las razones antes expresan, procurando el derrumbamiento de este funcionario22. En lo anteriormente citado podemos observar la mayoría de oposiciones que tenía Emiliano Zapata, así como el movimiento y su brazo militar el Ejercito Libertador del Sur. El comandante en jefe del zapatismo acusó a Francisco I. Madero de llevar a cabo pocas medidas para reemplazar a funcionarios públicos que habían sido establecidos por el porfirismo, así como de haber actuado solamente a partir de sus intereses personales, habiendo dejado a un lado las promesas realizadas hacia la nación que lo había elegido como aquel que los salvaría de la pobreza y opresión gubernamental; y al no haber un dirigente así como un gobernante legítimo, los zapatistas pasaron a reconocer a Pascual Orozco como jefe revolucionario, y que en caso de que no aceptara sería Emiliano Zapata quien comandase la revolución libertadora.23, algo que apoyaron con gran entusiasmo los “renovadores”.24 Dos semanas después de que fuese proclamado el Plan de Ayala, los zapatistas iniciaron formalmente su propia revolución, con lo cual ya no era sólo un movimiento en el estado de Morelos o en la región sur del país, sino todo un movimiento nacional 22 Ejercito Libertador del Sur, “Plan de la Villa de Ayala”, 28 de noviembre de 1911. Ibídem, artículo tercero del Plan de la Villa de Ayala. 24 El ala conservadora del maderismo, personas que apoyaban la creación de una reforma agraria. 23 para poder adquirir la autoridad federal.25 Esto provocó enfrentamientos entre el gobierno maderista y los revolucionarios zapatistas, como en los días 9 y 12 de febrero 1912, en donde el ejército maderista, bajo las órdenes del general Juvencio Robles, realizó acciones militares en la población de Santa María Ahuacatlán en contra de las fuerzas zapatistas e incluso en contra de civiles. 26 A lo que los zapatistas responderían a través de una contra ofensiva en abril 1912, tomando los poblados de Tepoztlán, Jonacatepec y Jojutla, además de incrementar su influencia en los estados aledaños.27 A pesar del gran significado que tuviese socialmente o políticamente el alzamiento de uno de los jefes revolucionarios en contra de un homólogo, militarmente no tuvo gran trascendencia, cierto es que se mantuvieron algunos enfrentamientos armados principalmente en el estado de Morelos y sus alrededores, pero esto no llevó a un cambio dentro de los funcionarios federales; aunque había continuado la reforma radical zapatista para la devolución de tierras a los campesinos. Bernardo Reyes y el Plan la Soledad. Hasta este punto, se ha abarcado un levantamiento armado en contra de Francisco I. Madero, por razones que eran consecuencia de la falta de compromiso que tenía el nuevo gobierno para solventar los puntos y exigencias más relevantes para los sectores más grandes de la revolución. Pero se debe tener en cuenta que había varios políticos y militares que se hallaban dentro del gobierno maderista y que estuvieron en contra del mismo, uno de ellos fue Bernardo Reyes. Durante el gobierno porfirista, Bernardo Reyes fue general de división del ejército mexicano y gobernador del estado de Nuevo León, a finales del siglo XX perteneció al círculo interno de Porfirio Díaz el cual le había depositado toda su confianza, ya que normalmente le ordenaba que quebrantase el poder de los caudillos en el norte de país. Esto cambió cuando en 1887 fue nombrado como gobernador del estado de Nuevo León, ya que había iniciado a aliarse con los círculos oligárquicos hasta 25 John Womack, “Zapata y la revolución mexicana”, 390 p. Pablo Oprinari, “La ruptura de Emiliano Zapata con Francisco I. Madero”. 27 Ibid. 26 el punto en donde se convirtió en uno de los caudillos más poderosos del país, lo cual aumentó considerablemente cuando en 1900 le dieron la cartera del Ministerio de Guerra, su poder e influencia había crecido tanto que llegó a ser el único que puso entredicho el poderío de la oligarquía financiera y la política mexicana de los “científicos”.28 Esto causó que dentro de Porfirio Díaz surgieran ideas de desconfianza hacia Bernardo Reyes, por lo que decidió confinarlo en el estado que era gobernador y retirarle su cargo como Ministro de Guerra. Una luz de esperanza para Reyes fue el esperar que Porfirio Díaz lo incluyera en su plantilla en las elecciones de 1910 como candidato a la vicepresidencia, algo que jamás sucedió.29 Pero algo que terminó de disminuir sus posibilidades de entrar a los cargos más importantes de la República, fue el inicio de las hostilidades políticas entre el Partido Nacional Antirreeleccionista y el régimen porfirista. Ahora ya no sólo tuvo que enfrentar a Porfirio Díaz sino también a Francisco I. Madero, que al igual que Madero en contra de Díaz, lo intentó hacer mediante lo legal, es decir, a través de las elecciones a la presidencia de 1910. Pero tuvo que pasar el fraude de Porfirio Díaz, así como la revolución maderista para que pudiera intentarlo nuevamente en las elecciones presidenciales en octubre de 1911, pero ahora se enfrentaba a una persona que había liderado una revolución política y que tenía un gran porcentaje de la simpatía y aceptación del pueblo, lo que causó que perdiese ante Francisco I. Madero en las elecciones convocadas por el gobierno provisional a cargo de León de la Barra. Como consecuencia, tras el primer par de meses del gobierno maderista, Bernardo Reyes decidió proclamar el Plan de la Soledad (16 diciembre1911) que reformaba el plan de San Luis Potosí de acuerdo a sus intereses personales, a su vez, en este plan desconoció tanto las elecciones llevadas a cabo en el mes de octubre del mismo año, como al gobierno de Francisco I. Madero, por lo que llamaba a un alzamiento armado en contra de estos. 28 29 La élite intelectual de Porfirio Díaz. Friedrich Katz, “La guerra secreta en México”, Ediciones Era, 2017, 34 p. [El] ciudadano Francisco I. Madero, lo determina a formular el siguiente plan salvador de la oprobiosa condición en que se halla el país, Este plan, idéntico en sus principios y tendencias al de San Luis, lo modificó únicamente en lo circunstancias. El plan reformado es el siguiente: I) Se declaran nulas las elecciones para presidente y vicepresidente del pasado mes de octubre. II) Se desconocen a las autoridades que no secunden este plan. V) Además de la constitución, los tratados y leyes federales, se declara Ley Suprema de la República el principio de ‘no reelección del presidente y vicepresidente de la misma, gobernadores de los estados y presidentes municipales. XII) Todas las unidades políticas y militares que coadyuven en el triunfo de la revolución […] XIII) Los jefes que organicen fuerzas y que no tengan carrera militar, ni haya donde se encuentren jefes superiores que lo otorguen nombramiento a reserva de que se le extienda, tomarán el grado que les corresponda al número de sus hombres, según las unidades que representen. XVI) La revolución para después de su triunfo, ofrece la revisión de la Ley del Timbre y la moderación de toda clase de impuestos e iniciar de forma constitucional, sosteniéndolo, el restablecimiento de la zona libre en toda la frontera norte de la república.30 Aun cuando la composición del Plan de la Soledad haya sido bastante similar al plan de San Luis Potosí, no tuvo un gran impacto social, política o militarmente, esto debido a que la victoriosa maderista se hallaba todavía muy fresca y aún contaba con un gran apoyo popular; además de que las fuerzas porfirianas (a las cuales Bernardo Reyes perteneció) todavía no se recuperaban de la derrota, por lo que no pudieron brindarle apoyo a este alzamiento. Este llamado a las armas finalizó tras 30 Bernardo Reyes, “El plan de la soledad”, 16 de diciembre 1911. doce días, a causa de que Bernardo Reyes se rindió y entrego anta el ejército maderista, en donde declaró: Para efectuar una contrarrevolución llamé a los revolucionarios descontentos, al ejército y al pueblo, y al entrar al país, procedente de los Estados Unidos31ni un solo hombre ha acudido a mi demanda, Esta demostración patente del general sentir de la nación, me obliga a inclinarme declarando la imposibilidad de hacer la guerra.32 Pascual Orozco y el Plan de la Empacadora. Por otro lado, retomamos otro levantamiento en contra del gobierno de Francisco I. Madero por parte de un homólogo líder revolucionario. Pascual Orozco, fue general revolucionario que aspiraba más allá de lo que la revolución le podía brindar; por otra parte, tras la victoria maderista, Pascual Orozco buscaba ganar las elecciones organizadas por Madero en el estado de Chihuahua, dando por hecho que el nuevo presidente de la república lo apoyaría para que esto fuese de esta forma, pero es algo que Madero no hizo, lo cual provocó cierto rencor por parte de Pascual Orozco en contra de quien fue no hace mucho su líder político y militar. El nuevo régimen sólo lo había nombrado comandante de la milicia de Chihuahua y le otorgó una generosa compensación económica de cien mil pesos, a lo que Orozco se mostró indignado y frustrado.33 Como consecuencia de esto, Pascual Orozco proclamó el Plan de la Empacadora, en donde expone diversos puntos, desde desconocer las elecciones llevadas a cabo en octubre de 1911 y el gobierno de Francisco I. Madero, hasta llamarlo traidor, un vendido: 1º.- El iniciador de la revolución, Francisco I. Madero, falseó y violó el Plan de San Luis. 31 Bernardo Reyes se vio obligado a dejar el país tanto por Porfirio Díaz, así como por los revolucionarios. Friedrich Katz, “La guerra secreta en México”, Ediciones Era, 2017, 64-65 p. 33 Ibid. 32 2º.- Francisco I. Madero hizo la revolución con dinero de los millonarios americanos y con el apoyo indirecto o encubierto del Gobierno de los Estados Unidos. Esto está demostrado aun por las propias declaraciones de Madero. 3º.- Francisco I. Madero llevó en sus filas filibusteros americanos y de otras nacionalidades para asesinar mexicanos. 6º.- Francisco I. Madero impuso por la fuerza de las armas Gobernadores interinos e hizo elegir por medio del fraude de los propietarios, violando la soberanía de los Estados. 9º.- Por los delitos y crímenes anteriores se declara a Francisco I. Madero y a sus cómplices traidores a la Patria y se les deja fuera de la ley. 10º.- Habiendo mediado fraude y fuerza armada en las elecciones de octubre de 1911, se declaran nulas las de P residente y vicepresidente y se desconoce por tanto el carácter de Francisco I. Madero como P residente y de José María Pino Suárez como vicepresidente y como presidente nato del Senado. 12º.- La revolución desconoce y hará nulas todas las concesiones o contratos hechos por el Gobierno usurpador a los miembros de la familia Madero o a parientes consanguíneos y políticos y a los llamados ministros de su Gabinete. Y para reivindicación de los capitales obtenidos por medio de tales concesiones, éstos se confiscarán y se adjudicarán, la mitad al denunciante y la otra mitad a los huérfanos y viudas de las víctimas de la revolución. 20º.- Los elementos armados de la revolución, al triunfar ésta continuarán en pie de guerra al mando de sus mismos jefes y dentro del perímetro donde hay han operado a f in de que sirvan de garantía a las aspiraciones de la revolución, y a la soberanía y derechos de cada uno de los Estados a que pertenezcan, pues dado que su misión no es apoyar la ambición de un hombre que le convierte en árbitro de los destinos de la Patria sino defender y contribuir a la efectividad del sufragio y al mantenimiento de la soberanía de cada una de las entidades de la Federación de acuerdo con los intereses generales de la Unidad Nacional, pero no subordinando unos a otros, sino consolidándolos armónicamente, se hace preciso que esas fuerzas sirvan de sostén y vigilancia del cumplimiento de los anhelos legítimos del Pueblo hasta tanto que el Gobierno Interino, con su apoyo, lleve a término el cumplimiento de las promesas de la revolución.34 Con este plan se proponía un levantamiento armado en contra del régimen maderista para así poder salvar de la ruina hacia la que iba conduciendo el gobierno de Francisco I, Madero. La rebelión orozquista, dio inicio con sus propios hombres y medios, a diferencia de la llevada a cabo por Bernardo Reyes, logró alcanzar algunas victorias sobre el ejército federal35; tuvo un gran crecimiento al grado de tener conversaciones con los zapatistas para formar una alianza, pero esta fue una de las razones por las que el levantamiento llegó a su fin. La insurrección fracasó porque grandes porciones del ejercito porfirista que habían apoyado a Pascual Orozco, por mucho que quisiesen el derrocamiento de Francisco I. Madero, no querían permitir que unos exrevolucionarios, por conservadores que se hubiera vuelto, tomaran el poder. Por lo que no pudieron lograr nada relevante de forma social o militar, pero si política, ya que con esto se puede apreciar que dentro del régimen maderista, se acrecentaba un sentimiento e ideas de inconformidad. Félix Díaz y el Plan Felicista. Unos meses más tarde, surge un nuevo levantamiento armado, encabezado por el comandante del cuartel de Veracruz, Félix Díaz36. Al enterarse de los motivos por los cuales la rebelión de Pascual Orozco había fracasado, hizo un llamado al ejército federal que todavía tuviese ideales o intereses pro al régimen porfirista o en su defecto, intereses conservadores, para que de esta forma el país pudiese regresar al orden político bajo un gobierno autoritario, totalitario o nuevamente en una dictadura. Al igual que sus antecesores, Félix Díaz proclama un plan que será base para su levantamiento, en este caso sería conocido como el Plan Felicista, promulgado el 34 Pascual Orozco, “Plan de la Empacadora”, 9 de marzo 1912 Se debe tomar en cuenta lo expuesto con anterioridad, Madero consideraba necesario que se mantuviese el ejército federal para mantener el orden en todo el país. 36 Sobrino de Porfirio Díaz. 35 16 de octubre 1912, en donde elaboraba diversas críticas al gobierno, el desconocimiento del mismo y un llamado a tomar las armas para destituirlo. Mexicanos: En momentos de suprema angustia para la patria, vengo a elevar mi voz para pedir ayuda a todos los hombres de buena voluntad, deseosos de contribuir a que renazca entre nosotros una era de paz. No es posible soportar ya en silencio tantos males como ha originado y sigue causando a la República la nefasta administración surgida del movimiento revolucionario de 1910. Incendio, saqueo y matanzas, son las armas de que el Gobierno actual se vale, no para defenderse de agresiones, sino para acallar las voces de sus mismos ex partidarios que le gritan: ¡Cumple tus promesas! Que se sepa por todos, que no quede lugar a duda: la Revolución actual no es sino la insubordinación provocada, exigida por el más cruel abuso de autoridad, por el que atenta no sólo a la propiedad, sino a la honra y a la vida. La que absuelve en hasta las terribles leyes es militares. Es necesario, pues, para que la vida de la República sea lo próspera y feliz que se merece, hacer un supremo esfuerzo y destruir el mal en su origen, quitando el poder a las manos ineptas y sanguinarias que de él abusan. Noble ejército, al cual desde mi juventud he tenido la honra de pertenecer y del cual acabo de sufrir el dolor de separarme como una protesta enérgica de que sean nuestros iguales, camaradas míos, especialmente vosotros, mis hermanos, los hijos del glorioso Colegio Militar […] las armas que os ha entregado la Nación para su defensa, las ha transformado el actual Gobierno en hachas de verdugo para imponer su tiranía. O s convoco a uniros con nosotros para hacer la obra de justicia. Mexicanos todos, prestadme vuestro contingente material y moral para la obra de aseguramiento de paz que emprendo con la guerra. N o me presente ante vosotros con promesas de bienes imposibles de cumplir, ni apelo a engaños para sorprender vuestra buena fe, como infamemente lo hicieron los hombres de la anterior Revolución: sólo prometo paz […]37 37 Félix Díaz, “Plan Felicista”, 16 de octubre 1912. El Plan Felicista tuvo un gran éxito, ya que varios generales y oficiales del ejército porfirista estaban dispuestos a levantarse en armas, pero existía el gran problema de que varios de ellos no vieron a Félix Díaz como un líder capaz de llevar a cabo un movimiento de esta envergadura, lo que llevó a que no hubiese un líder con la capacidad de enfrentar a las bien organizadas tropas del gobierno maderista. Esto llevó a que no tardara mucho en responder el ejército federal, arrasando en el campo de batalla, derrotando a otro levantamiento armado inconforme, esto porque Francisco I. Madero haya subido al poder tras derrotar al general Porfirio Díaz, tanto política como militarmente; y por la forma en como estaban realizado sus funciones los cargos públicos instalados por Madero. Los intereses internacionales en México. Antes de continuar con el siguiente levantamiento armado en contra de Francisco I. Madero, debemos entender que existían ciertos intereses dentro del país por parte de las potencias hegemónicas internacionales, que iban desde las líneas férreas, los yacimientos de petróleo y el comercio. Los países que tenían mayor interés en México, eran Estados Unidos y Alemania; ambas naciones se encontraban en la fase final del apogeo de la filosofía imperialista, por lo que llevaban a cabo diversas acciones con tal de satisfacer sus intereses políticos y económicos. Para inicios de 1913, Francisco I. Madero tenía definida la lista de los países con los que México tendría sus relaciones comerciales y financieras, la cual era encabezada por los países europeos y finalizada con los Estados Unidos, algo que no le agradó mucho al gobierno de este último país debido a la Doctrina Monroe 38, por lo que él decidió tomar medidas en contra del régimen maderista. Por otra parte, Alemania tampoco estaba conforme con el gobierno de Francisco I. Madero, debido a que este había sido incapaz de proteger tanto a sus ciudadanos como a sus haciendas y compañías dentro del país a manos de los zapatistas o los simples 38 La doctrina tenía como base ideológica “América para americanos”, con lo que Estados Unidos, al ser una gran potencia, limitaba a los países ajenos al continente americano en todos los ámbitos, con el objetivo establecer su monopolio en todo el continente. saqueadores de caminos; por lo que el gobierno alemán, al igual que su homólogo vecino en el norte de México, decidió tomar algunas medidas en contra de Madero. Ambos concordaban en se necesitaba alguien que fuese capaz de traer paz al país y de favorecer los intereses de las potencias.39 Victoriano Huerta y el Plan/Pacto de la Embajada. La Decena Trágica fue un acontecimiento que englobó a la mitad de los golpistas mencionados en este documento, Bernardo Reyes y Félix Díaz, quienes sólo habían sido apresados y encarcelados en la capital tras sus respectivos levantamientos en 1911 y 1912. Esta nueva conspiración estaba constituida por grupos de conservadores rivales lograron unirse y para intentar dar nuevamente un golpe militar para derrocar al régimen maderista. Las razones por las que elaborarían este nuevo golpe militar, prácticamente seguían siendo las mismas expuestas en el Plan de la Soledad y el Plan Felicista. Bernardo Reyes y Félix Díaz habían empezado la organización desde su encarcelamiento; en un principio estaba previsto que todo iniciase el 11 de febrero de 1913, pero al ser descubiertos adelantaron la fecha al 9 de febrero. Un gran contingente de rebeldes, reclutados en diversos sectores de la guarnición de la capital40, liberó de forma inmediata a los dos responsables intelectuales de la cárcel al dar inicio el golpe. Después emprendieron la marcha hacia el Palacio Nacional, que había sido asediado por fuerzas pro golpistas, pero las cuales fueron derrotadas el general Lauro Villar, quien era el comandante de las fuerzas gubernamentales. Al momento de llegar los líderes del golpe a Palacio Nacional, fueron recibidos con una lluvia de balas, provocando cuantiosas bajas en el bando de los golpistas, pero de igual forma en las tropas leales a Madero. En esta breve batalla, fue muerto Bernardo Reyes, y fue herido de gravedad el general Lauro Villar, quien se vio en la necesidad de ser sustituido por otro oficial de alto rango, el cual había elegido por el mismo presidente. 39 Friedrich Katz, “La guerra secreta en México”, Ediciones Era, 743 p. Se debe recordar que el gobierno maderista mantenía al ejército federal en funciones y que había crecido tanto popular como dentro del gobierno, lo cual se podría apreciar con cada intento de golpe militar. 40 Victoriano Huerta, quien fue un gran general durante el régimen porfirista, había continuado en funciones dentro del ejército durante el gobierno de Francisco I. Madero, quien lo había empleado en contra del alzamiento militar de Pascual Orozco a inicios de 1912, fue elegido como el reemplazo de Lauro Villar como comandante de las fuerzas gubernamentales41, pero Francisco I. Madero desconocía que había hecho una elección fatal. Victoriano Huerta nunca había estado de acuerdo con el gobierno de Madero, pero nunca había hallado la oportunidad ideal para expresarlo. Esto fue algo que habían intentado de aprovechar Bernardo Reyes y Félix Díaz, pero es algo que no había dado frutos, no porque Huerta haya sido leal a Madero, sino que nunca le habían ofrecido los incentivos suficientes. La relevancia de explicar los intereses extranjeros en México entra en función, la embajada alemana y sobre todo la embajada estadounidense, aprovecharon esta situación que se estaba dando en la capital del país para alienar sus intereses, que el más importante era quitar a Francisco I. Madero de la presidencia de la república. Por lo que en conjunto con los intermediarios de Félix Díaz y Victoriano Huerta, los embajadores apostados en México, sirvieron como mediadores para llegar a un acuerdo para el cese al fuego, con la promesa de que alguno de los dos líderes militares a cargo en cada uno de los bandos, tendría la posibilidad de convertirse en el presidente de la república. Cabe mencionar que el gobierno de los Estados Unidos tenía una gran simpatía por Félix Díaz, por sus posturas hacia este país 42; por otra parte, el gobierno de Alemania tenía gran simpatía por Victoriano Huerta, esto por la postura internacional que tenía el viejo porfirista.43 41 Se presume que Madero tomó esta decisión con base a la reputación de Victoriano Huerta dentro del ejército federal, lo cuándo podría haber considerado que le diese una ventaja sobre las tropas conservadoras al no querer combatir en contra de un general con tan gran reputación. 42 Una postura pronorteamericana que le daba la ventaja a los estadounidenses de obtener concesiones dentro de México, siempre y cuando Félix Díaz quedase en el poder. 43 Una postura antinorteamericana y pro europea era lo que había trascendido hacia Victoriano Huerta del régimen porfirista, por lo que les daría mayores concesiones a los países europeos en México y restringiendo a los Estados Unidos. Cierto es que Francisco I. Madero no tenía conocimiento sobre nada de lo que estaba sucediendo entre los jefes militares que estaban a cargo del asedio a Palacio Nacional y de igual forma de su defensa. Además de que estos habían elaborado una gran estratagema para simular un verdadero conflicto en la capital del país, a lo que se le llamó la guerra falsa, la cual estaba en función mientras se llevaban a cabo las negociaciones. Esto llego a su fin cuando ambas partes, Félix Díaz y Victoriano Huerta llegaron a un consenso: Victoriano Huerta sería quien se quedara en el poder provisionalmente, debido a que tenía mayor ventaja al tener a Francisco I. Madero, a su gabinete y a su familia; esto con el fin de que Huerta pacificara al país y llevase a cabo unas elecciones presidenciales, en las que apoyaría la candidatura de Félix Díaz. A esto se le conoció como el Pacto de la embajada. Ahora, al haber llegado a un consenso entre las partes que atacaban y defendían las primeras calles de la capital, llegaba el momento de quitar a Francisco I. Madero de la presidencia, lo cual ocurrió a manos de Victoriano Huerta dentro de Palacio Nacional el 19 de febrero 1913, y que, tras algunos días, Francisco I. Madero fue asesinado junto a su vicepresidente, José María Pino Suárez.44 Conclusiones. ¿Qué es lo podemos concluir tras haber leído y realizado la presente investigación? Primero que nada, el gobierno encabezado por Francisco I. Madero no fue tan excepcional como se nos suele exponer, esto por el hecho de que daba preferencia a los intereses y necesidades de la clase media, antes de proponer o realizar algún tipo de acción en favor de las clases populares que lo habían apoyado en la revolución maderista y en las elecciones presidenciales de 1911. Con esto podemos afirmar, de cierta forma, que la revolución maderista es más una revolución política triunfal, ya que se lograron y generaron grandes cambios dentro de las instancias estatales y federales; en cambio se puede inferir que no fue una revolución social, 44 Friedrich Katz, “La guerra secreta en México”, Ediciones Era, 2017, 119-139 p. ya que no se llevaron a cabo cambios sociales que en primera instancia fuesen necesarios, y los que lo eran, el gobierno los omitía Por otra parte, podemos decir que los grupos quienes se levantaban en contra de Francisco I. Madero fueron los revolucionarios decepcionados y con intereses personales demasiado ambiciosos, así como la vieja oligarquía conservadora que buscaba reivindicar el conservadurismo porfirista dentro del país. Además, que, al no ser por intereses y ambiciones de las potencias hegemónicas internacionales, no se habría logrado hasta dentro de varios años, el poder derrocar a Francisco I. Madero del poder ejecutivo. Cierto es que estas no son todas las proclamaciones en contra del gobierno maderista, pero recordando las delimitaciones, nos enfocamos en aquellas que tuvieron una gran impacto político-militar. Aunque el levantamiento de Bernardo Reyes no haya tenido un gran impacto en 1911, es necesario de mencionar para entender su papel en el levantamiento del 9 de febrero 1913. Finalmente, desde una perspectiva más objetiva, se puede considerar al levantamiento de la milicia zapatista como el más congruente, dado que los campesinos buscan recuperar aquello que les ha sido arrebatado, lo que causa que no puedan genera un ingreso o en su defecto, producir algo para su autoconsumo. 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