Ministerio Mesiánico Directo al Corazón Róoi: Matityahu Ben Yisrael Tel. 809-554-8276 Celular. 809-671-2593 Higuey, República Dominicana VERDADERA ENSEÑANZA SOBRE LOS DIEZMOS SEGÚN LA TANAJ Séptima aliyá, 18:21-32 NUMEROS 18:21 “Y he aquí que yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, a cambio de su ministerio en el cual sirven, el ministerio de la tienda de reunión.” – El diezmo, en hebreo “maaser”, es la parte de los productos agrícolas que hay que separar una vez al año y entregar a sus respectivos destinatarios. Hay tres tipos de diezmo: el primer diezmo, en hebreo “maaser rishón”, el segundo diezmo, “maaser shení”, y el diezmo del pobre, “maaser aní”. 1. En primer lugar se separa la terumá, “la porción separada” que se entrega directamente al Kohen. La cantidad oscila entre 1.7 – 2.5 % (1/60 – 1/40) del producto. 2. En segundo lugar se separa el maaser rishón, que es el 10 % de lo que queda del producto, y se entrega al levita. El levita, a su vez, separa el diezmo de lo que recibe, que se llama “terumat maaser”, y lo entrega al Kohen, cf. Números 18:26. 3. En tercer lugar, se separa el maaser shení, que es el 10 % de lo que queda del producto, y lo lleva a Yerushalayim para ser comido allí. Esto se hace el primero, segundo, cuarto y quinto años del ciclo agrícola de siete años, cf. Deuteronomio 14:22-26. En el tercero y sexto años, en lugar del maaser shení se separa el maaser aní, el cual es entregado a los pobres, Deuteronomio 14:28-29. En el séptimo año no se separan los diezmos de la agricultura. Los obreros que obtenían sus ganancias en trabajos que no tenían que ver con la agricultura, por ejemplo pescadores y mercaderes, diezmaban también en el séptimo año. En Mateo 23:23 está escrito: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la torá: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y éstas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquéllas.” En este caso el Mesías secundó la halajá de los fariseos que dice que hay que diezmar también de las hortalizas y las verduras, no solamente de los siete frutos de la tierra mencionados en la Torá, cf. Deuteronomio 8:8. El diezmo ha sido constituido por Elohim como un principio para el hombre desde la creación al igual que el Shabat. Adam tenía que labrar todos los árboles del huerto, pero no podía comer de todos ellos. El árbol de la ciencia del bien y del mal tenía que ser trabajado pero no comido. El principio del diezmo es trabajar cierto tiempo sin poder aprovecharse de ello. El que trabaja 40 horas a la semana, está trabajando 4 horas para su diezmo sin poder “comer” de esas horas. Con otras palabras, el diezmo corresponde al trabajo de 4 horas. El obrero no podrá sacar beneficio propio de él. El mismo principio fue establecido en el huerto del Edén. Adam tenía que trabajar el árbol de la ciencia cierto tiempo sin sacar beneficio personal de él. De los otros árboles podía sacar beneficio de su trabajo. Así que el principio del diezmo es algo que fue establecido desde la creación y es parte de las normas originales para el hombre. En las Escrituras, el número 10 representa la totalidad. Por esta razón, el que da el diezmo está reconociendo que no es dueño de sus bienes, sino sólo un administrador de los bienes del Eterno. El que no da el diezmo no reconoce al Dueño del Universo en su economía personal. De la misma manera sucede con el shabat. El que no guarda el shabat, dado desde la creación, no reconoce al Creador sobre su tiempo. El diezmo es un shabat en la economía. El principio del diezmo no depende del servicio en el templo. El primer hombre, Adam, dio el diezmo, ¡hasta el día en que comió de él! El que come del diezmo está cometiendo el mismo pecado que Adam cuando comió del árbol prohibido. Avraham dio el diezmo a Malki Tsedek que, según la tradición, fue su profesor de Torá. Yaakov dio el diezmo cuando volvió de Padán Aram. Esto nos enseña que el factor templo no decide si se va a dar el diezmo o no, solamente dónde se debe entregar el diezmo. Los levitas tienen la obligación de enseñar Torá al pueblo. Si una persona ocupa el lugar de maestro de Torá, en cierto sentido está haciendo el trabajo de un levita, y merece una recompensa económica por su labor, como está escrito en 1 Timoteo 5:17-18: “Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza. Porque la Escritura dice: NO PONDRÁS BOZAL AL BUEY CUANDO TRILLA, y: El obrero es digno de su salario.” En Mateo 10:10b está escrito: “el obrero es digno de su sostén.” En 2 Corintios 11:8 está escrito: “A otras congregaciones despojé, tomando salario de ellas para serviros a ustedes” Yeshúa HaMashíaj recibe el diezmo como Sumo Kohen según el orden de Malki Tsedek, como está escrito en Hebreos 7:8: “Aquí, ciertamente hombres mortales reciben el diezmo, pero allí, los recibe uno de quien se da testimonio de que vive.” De esa manera queda establecido que, a partir la resurrección de Yeshúa, el diezmo puede ser entregado a los obreros que están sirviendo a tiempo completo en el ministerio de Malki-Tsedek. En 1 Corintios 9:1-14 está escrito: “¿No soy libre? ¿No soy emisario? ¿No he visto a Yeshúa nuestro Adom? ¿No sois ustedes mi obra en el Adom? Si para otros no soy emisario, por lo menos para ustedes sí lo soy; pues ustedes sois el sello de mi ministerio en el Adom. Mi defensa contra los que me examinan es ésta: ¿Acaso no tenemos derecho a comer y beber? ¿Acaso no tenemos derecho a llevar con nosotros una esposa creyente, así como los demás emisarios y los hermanos del Adom y Cefas? ¿O acaso sólo Bernabé y yo no tenemos el derecho a no trabajar? ¿Quién ha servido alguna vez como soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién cuida un rebaño y no bebe de la leche del rebaño? ¿Acaso digo esto según el juicio humano? ¿No dice también la Torá esto mismo? Pues en la Torá de Moshé está escrito: NO PONDRÁS BOZAL AL BUEY CUANDO TRILLA. ¿Acaso le preocupan a Elohim los bueyes? ¿O lo dice especialmente por nosotros? Sí, se escribió por nosotros, porque el que ara debe arar con esperanza, y el que trilla debe trillar con la esperanza de recibir de la cosecha. Si en ustedes sembramos lo espiritual, ¿será demasiado que de ustedes cosechemos lo material? Si otros tienen este derecho sobre ustedes, ¿no lo tenemos aún más nosotros? Sin embargo, no hemos usado este derecho, sino que sufrimos todo para no causar estorbo a las buenas nuevas del Mesías. ¿No sabéis que los que desempeñan los servicios sagrados comen la comida del templo, y los que regularmente sirven al altar, del altar reciben su parte? Así también ordenó el Adom que los que proclaman las buenas nuevas, vivan de las buenas nuevas.” De la misma manera como los que servían en el templo comían de los diezmos, las ofrendas y los sacrificios, los que están sirviendo con la predicación y la enseñanza a tiempo completo en la congregación del Mesías, tienen el derecho de vivir de los diezmos y de las ofrendas. Esto es lo justo. Sin embargo, si desean, podrán negarse ese derecho, como fue el caso de los emisarios Shaúl y Bernabé. En Gálatas 6:6 está escrito: “Y al que se le enseña la palabra, que comparta toda cosa buena con el que le enseña.” En Filipenses 4:17 está escrito: “No es que busque la dádiva en sí, sino que busco fruto que aumente en vuestra cuenta.” El shaliaj Shaúl estaba más interesado en el beneficio de la dádiva en los dadores que en la misma dadiva. Él se alegraba muchísimo por el dinero que le habían dado, porque sabía que al cumplir ellos con esta mitsvá, iban a ser grandemente bendecidos, como está escrito en el versículo 19: “Y mi Elohim proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en el Mesías Yeshúa.” Un líder tiene que estar más interesado en el beneficio del pueblo que en el suyo propio. En Números 18:21, 24 está escrito: “Y he aquí que yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, a cambio de su ministerio en el cual sirven, el ministerio de la tienda de reunión… Porque el diezmo de los hijos de Israel, el cual ofrecen como ofrenda a Yahweh, yo lo he dado a los levitas por heredad; por tanto, he dicho en cuanto a ellos: “Entre los hijos de Israel no tendrán heredad.”” El diezmo es dado al Eterno, y luego Él se lo da a los levitas. Así que, ninguno puede decir que está dando el diezmo a los hombres, aunque en lo práctico son los hombres los que reciben el diezmo, cf. Hebreos 7:5. El diezmo es dado a cambio del ministerio levítico. Parte de ese ministerio es la enseñanza de la Torá, como está escrito en Deuteronomio 17:9-11: “y vendrás al Kohen levita o al juez que oficie en aquellos días, e inquirirás de ellos, y ellos te declararán el fallo del caso. Y harás conforme a los términos de la sentencia que te declaren desde aquel lugar que Yahweh escoja; y cuidarás de observar todo lo que ellos te enseñen. Según los términos de la ley que ellos te enseñen, y según la sentencia que te declaren, así harás; no te apartarás a la derecha ni a la izquierda de la palabra que ellos te declaren.” En Deuteronomio 33:8-10 está escrito: “Y de Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón santo, a quien pusiste a prueba en Masá, con quien luchaste en las aguas de Merivá; el que dijo de su padre y de su madre: “No los conozco”; y no reconoció a sus hermanos, ni consideró a sus propios hijos, porque obedecieron tu palabra, y guardaron tu pacto. Ellos enseñarán tus ordenanzas a Yaakov y tu Torá a Israel. Pondrán incienso delante de ti, y ofrendas de ascención perfectos sobre tu altar.” En Malaquías 2:4-7 está escrito: “Entonces sabréis que os he enviado este mandamiento para que mi pacto siga con Leví–dice Yahweh de los ejércitos. Mi pacto con él era de vida y paz, las cuales le di para que me reverenciara; y él me reverenció, y estaba lleno de temor ante mi nombre. La verdadera Torá estaba en su boca, y no se hallaba iniquidad en sus labios; en paz y rectitud caminaba conmigo, y apartaba a muchos de la iniquidad. Pues los labios del Kohen deben guardar la sabiduría, y los hombres deben buscar la Torá de su boca, porque él es el mensajero de Yahweh de los ejércitos.” Como parte del ministerio sacerdotal y levítico consiste en enseñar la Torá es justo dar el diezmo a las instituciones donde se enseña la Torá para que sea entregado a los maestros de las Escrituras. 18:29 “De todos los dones que recibís presentaréis toda porción separada (terumá) a Yahweh, de lo mejor de ellas, la parte consagrada de ellas.” – Según Rashí, esto significa que el levita tiene que dar primero una porción separada al Kohen de lo que ha recibido del pueblo, en hebreo “trumá guedolá”, que corresponde más o menos a una cincuentava parte del total. Luego entrega el diezmo al Kohen, la terumat maaser. En Proverbios 3:9-10 está escrito: “Honra a Yahweh con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; entonces tus graneros se llenarán con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto.” El que da el diezmo está honrando al Eterno. El que no da el diezmo lo ignora y lo deshonra. En Malaquías 3:8-12 está escrito: “¿Robará el hombre a Elohim? Pues ustedes me estáis robando. Pero decís: “¿En qué te hemos robado?” En los diezmos y en las ofrendas. Con maldición estáis malditos, porque ustedes, la nación entera, me estáis robando. Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto –dice Yahweh de los ejércitos– si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para ustedes bendición hasta que sobreabunde. Por ustedes reprenderé al devorador, para que no os destruya los frutos del suelo; ni vuestra vid en el campo será estéril –dice Yahweh de los ejércitos. Y todas las naciones os llamarán dichosos, porque seréis una tierra de delicias –dice Yahweh de los ejércitos.” Yahweh bendice grandemente al que da el diezmo. El cielo estará siempre abierto sobre la economía del que diezma. Así la siembra de sus ofrendas, que son dadas además del diezmo, puede dar mucho fruto. El diezmo no es lo mismo que las ofrendas. El diezmo es obligatorio, las ofrendas son voluntarias. El que no da el diezmo es un ladrón y si hay ladrones en nuestras comunidades recibiremos maldición. El que diezma mantiene el cielo abierto. El que ofrenda después de haber dado el diezmo segará gran bendición, si siembra en buena tierra. VISITENOS MIERCOLES Y VIERNES 7:00PM SABADOS 4:00PM FRENTE A LA ZONA FRANCA DE HIGUEY