Página |1 Página |2 Página |3 Página |4 Shuumatsu Nani Shitemasu ka? Isogashii desu ka? Sukutte Moratte Ii desu ka? Sinopsis Quinientos años han pasado desde que la humanidad fue extinta en las manos de las feroces “Bestias”. Incluso en el cielo, donde las razas sobrevivientes habitan en islas flotantes, esas monstruosidades constantemente amenazaban con traer la muerte y destrucción. Un pequeño grupo de chicas, las Leprechauns, podían usar armas ancestrales que necesitaban para derrotar a esas criaturas. Dentro de las inestables y efímeras vidas de las chicas, donde el llamado de la muerte podía llegar en cualquier instante, entra un improbable personaje; un joven que perdió todo hace quinientos años, el último humano viviente despertó de hace tanto, de su congelado sueño. Ficha Técnica Nombre: Shuumatsu Nani Shitemasu ka Isogashii desu ka Sukutte Moratte Ii desu ka? Alternativo: 有關結束時在做什麼呢?正忙著嗎?被拯救可以嗎? Autor: Kareno Akira Ilustrador: Ue Géneros: Drama Fantasía Romance Ciencia ficción Shounen Novela Ligera: 05/05 Vol Fecha Inicio Novela: 2014/11/01 Fecha Fin Novela: 2016/03/ 01 Editora: Kadokawa Sneaker Bunko (Kadokawa Shoten) Versión Inglés por: FGILANTRANSLATIONS Versión español por: WisheSubs (Traducción y Edición: Lelouch) Página |5 ¿PARA QUIÉN ES ÉSA VALENTÍA? _______________________________________________ 7 CAPÍTULO 2: LA NIEBLA EN EL CIELO__________________________________________ 15 EL VISITOR ELQ HARKSTEN ______________________________________________________ 15 LA QUE UNA VEZ FUE NEPHREN ___________________________________________________ 26 UN INDESEADO REGRESO ________________________________________________________ 38 LA BATALLA FINAL______________________________________________________________ 48 ENFRENTANDO EL PASADO _______________________________________________________ 55 EMERGENCIA EN EL SUELO DE EXPEDICIÓN__________________________________________ 64 CAPÍTULO 3: CHICOS, EN NOMBRE DE LA ESPERANZA _________________________ 70 REUNIÓN SECRETA _____________________________________________________________ 70 LAS HUELLAS DEL FIN ___________________________________________________________ 79 EL HOMBRE SIN UN PASADO _____________________________________________________ 92 LA VIEJA CAPITAL Y LAS HADAS __________________________________________________ 104 EL HOMBRE LLAMADO WILLEM __________________________________________________ 128 CAPÍTULO 4: EN ESTE MUNDO CREPUSCULAR, INCLUSO AHORA ______________ 141 LAS HADAS DE COLLINADILUCHE_________________________________________________ 141 EL BRAVE Y EL VISITOR _________________________________________________________ 154 ESA MAÑANA _________________________________________________________________ 173 EL CARÁCTER DE UN BRAVE _____________________________________________________ 183 ¿PUEDO QUEDARME A TU LADO? ____________________________________________ 215 Página |6 Página |7 ¿Para Quién es Ésa Valentía? El largo viaje tomo el doble de peso en sus recuerdos. La patria en la que su padre creció y murió, y sus recuerdos se hacían más y más débiles. Las épocas pasaban sin tener algún significado en ellas. Hicieron su viaje por alguna guerra o desastre, detalles los cuales apenas sí podían recordar. Vagando en su patria, navegando por el mar de estrellas en un bote. Ellos visitaron tantos mundos, solo para dejarlos tan pronto. Eventualmente, se dieron cuenta que perdieron de vista el camino de regreso a casa. Viendo atrás solo un vasto mar de oscuridad, sin rastros de la estela de su barco. Y al momento de asegurar la solemne verdad, su deseo de regresar a casa palpito por primera vez en sus corazones. Pero ese deseo, no tenía un camino para realizarse, pronto no sería más que una salvaje fantasía. Todo lo que podían hacer era simplemente continuar con sus recuerdos, esperanzas, y oraciones. Ya no les quedaban recuerdos de su patria. Para poder hacerlo, leyeron y releyeron los antiguos registros gravados en los muros de su nave y anhelaban visiones inspiradas por esas palabras. Sus vidas no sabían del fin como la muerte. Luego de vagar por una eternidad, finalmente dejaron de buscar su hogar. A cambio, construyeron un modelo miniatura de un jardín luego que su patria se durmiera en la siguiente eternidad. Y así termino una historia, pero otra comenzó. Esos viajeros de las estrellas luego se convirtieron en los conocidos Visitors. Leila Asprey se había preparado con antelación, pero al escuchar hablar a su maestro probo ser más doloroso de lo que esperaba. [¿Y esa es la verdadera historia de la creación del mundo? ¡Suena a unas de esas fantasías que un adolescente haría! Vamos, ¿no crees que estás algo grande para eso, Maestro?] Página |8 [¿Ese tipo de actitud debería tener el actual Regal Brave? En primer lugar, nunca digo una mentira.] [Lo sé, ya lo sé, es solo algo difícil escuchar con esa cara franca.] Con una débil sonrisa, Leila tomo un gran sorbo de sopa. Los dos se sentaron en un bar barato localizado en un rincón del 6to Distrito de la Capital Imperial. A pesar de ser muy noche, las lámparas eran tan brillosas como siempre, y el humo de la comida y del siseo era suficiente para nublar la visión de Leila. El lugar no podía alejarse más de la elegancia y limpieza, pero la comida en sí es más que satisfactoria para su estómago. Por su elección de comensal, Leila le añadió un punto a la reputación de su maestro en su mente. [Y de todas formas, de acuerdo a tu historia, ¿todos los Visitors enterraron sus almas en este jardín miniatura del mundo que crearon? La palabra ‘alma’ se me es más sospechosa y curiosa para mí, pero dejaré eso por ahora. Luego de eso, dos únicos Visitors que quedaron vivos. Uno de ellos es Elq Harksten, al que iremos a matar mañana. Y el otro—] Leila señaló con su tenedor directo a su maestro que se sentaba cruzando la mesa. [—es nuestro querido ‘Foreigner’ Nils.] [No le apuntes a las personas con utensilios. Es descortés.] [Bueno, eres un Dios, no una persona.] [Tampoco le apuntes a un Dios con utensilios. Es más descortés.] Leila volteó su tenedor y lleno de comida las puntas que iban a su boca. Los jugos salían y las amargas marcas en la superficie se combinaban para producir un verdadero sabor de otro mundo. Dándose vuelta, ella grito a la cocina. [¡Anciano, esto es delicioso! ¡Un plato más!] [Además, soy completamente diferente a Harksten y los otros. Nuestra patria y los viajes en los que nos embarcamos son diferentes. Es solo que llegue aquí, al mismo mundo que ellos.] [Como un humano normal de este mundo, eso no hace mucha diferencia.] Página |9 [No soy un Dios como Harksten y los otros. No soy omnisciente o todo poderoso. Tengo magia extranjera, pero viene con un estricto límite de uso. Dos veces más y tendré que partir de este mundo. Ahora, es cierto que soy especial. Soy súper fuerte, súper listo, y súper guapo. Pero no puedo hacer más que eso.] Pensé que nunca decías mentiras, Leila pensó en decirlo, pero decidió guardárselo. Por desgracia, su maestro, Nils D Foreigner, realmente era muy fuerte y listo. Ella no podía decir algo de esa última parte, pero, bueno, quizás algunas personas lo veían de esa manera. Al cabo que, la belleza tomaba muchas formas, y Leila no era quien para juzgar. [Me temo que no puedo ayudarles mucho en la batalla que se les viene. Dejaré que los Braves se luzcan mientras me encargo de unas cosas aburridas desde las sombras.] […Ya veo.] Leila mastico unos vegetales. [¿Cosas aburridas relacionadas al True World?] [Sí, algo como eso.] Nils respondió vagamente, luego vacío la botella de cerveza frente a él. [Sabes, al comienzo, lo cree como una secreta sociedad cuyo propósito era el de proteger a la humanidad, incluso pase dos años pensando cuidadosamente en un buen nombre.] [¿Huh? ¿Dos años? ¡¿Dos años para eso?!] [Pero entonces solo lo deje por 80 años y mira en qué lío se convirtió.] [¿Huhhhh?] ¿¡Solo 80 años!? Supongo que se esperaría de un inmortal… [Luego hice esto y eso por un rato, el tiempo empezó a terminarse. La destrucción de la humanidad se aproximaba a una escala de solo segundos ahora. Pero como el grupo no estaba tan listo para el desastre, hubo una separación interna y nos forzamos a trabajar en secreto. No pudimos hacer mucho en ese estado, pero contacté a los líderes y les di algunas órdenes directamente. Las pistas que te trajeron a mí probablemente son de esa vez.] Nils se pauso y frunció el ceño. [Leila. ¿Me crees en este punto?] P á g i n a | 10 [Bueno, realmente no quiero creerlo, pero no estás mintiendo, ¿cierto?] Con una asistencia. [En ese caso, hay dos posibilidades. Eres un completo lunático en tus locas ilusiones, o todo lo que dices es cierto… personalmente prefiero lo anterior, pero…] Leila suspiro, [Si lo hago, probablemente lloré, y eso sería bastante molesto.] [Esa forma de hablar… tú y Willem realmente se parecen.] [Es solo porque somos iguales a ti, Maestro. Eres responsable por corromper nuestras jóvenes e inocentes mentes.] [Hey, eres la única que quiso ser mi discípula, no te invite.] Nils se quejó, pero Leila no parecía escuchar. [Bueno, dejando eso de lado.] Luego de atiborrarse con un pedazo de algo, si fuera carne o grasa no podía decirlo, lo metió a su boca, Nils irguió su expresión. [Leila. No vayas a la batalla de mañana.] [No hables con la boca abierta.] [¿Nn? Ah.] Nils se pauso para tragar. [Leila. No vayas a la batalla de mañana.] Él lo repitió. [Elq Harksten todavía es joven. No tiene el conocimiento para declarar la purga de la humanidad por sí sola. Alguien del Poteau debe estar detrás de su ofensiva… asumo que es Jade Nail.] [¿Cómo lo sabes?] [He sabido acerca de él en lo que los humanos han existido.] ¿Eeeh? [Tampoco lo he visto en lo que los humanos han existido.] ¿Eeeh? P á g i n a | 11 [La destrucción de este mundo se acerca.] Nils continúo mientras empezaba con una nueva botella de cerveza. Leila sintió que lo bebió un poco más rápido de lo usual, pero al parecer, tiene un cuerpo inmune a todos los venenos, él no podía embriagarse. [Deja eso, necesitamos el cuerpo de un Visitor. O más acordes, el alma. Luego necesitaremos el conocimiento y habilidad para procesar el alma y estabilizar la maldición. Si no lo hacemos lo más pronto, la humanidad devastará este mundo en un futuro no tan lejano.] [¿Por qué?] [Tomará mucho el explicarlo. Solo acéptalo por ahora. Por como sea, la razón del Poteau es muy simple. Ninguno quiere que dañen el alma de su preciada Elq, por lo que aplastarán a la humanidad primero.] [Para el carro allí.] Leila cortó en seco a su maestro. [Eso me suena a una situación de perderperder. Si vivimos, el mundo será destruido. Si morimos, entonces el curso de la humanidad terminará.] [No necesariamente. Tengo el conocimiento y habilidades para trabajar en la maldición. Ya terminamos secretamente facultades para procesar el alma debajo de alguna ciudad. Todo lo que queda es el alma de un Visitor…] [Me rehúso.] Leila lo dijo firme. […No he terminado de hablar aún.] [Sé a dónde vas con esto. Si puedo matar a Elq entonces todo saldrá bien. Tampoco has hablado con la Iglesia, y uno de nuestros compañeros está con el True World. Como sea, tomarás el alma y harás lo que sea con esa maldición. Supongo que ese era el plan original.] [Ya que me dijiste que huyera, eso significa que planeas conseguir el alma de alguna otra parte. Probablemente es porque aparecí esta noche y tus emociones salieron.] Leila le arrebato la botella de cerveza a Nils y la arrojo. [Vas a usar tu propia alma, ¿verdad? Ya que ese no era el plan original, supongo que las oportunidades de tener éxito no son muy altas.] P á g i n a | 12 Sin responder. [No dejaré que eso pase. Como la Rega Brave, es mi trabajo sacrificarme por el mundo.] [Leila…] [Lo sé. No seré capaz de derrotar a los Visitors sin usar a Seniolis a toda su fuerza. Matarlos probablemente no sea problema, pero la probabilidad de regresar a salvo es cercana a cero.] Leila sonrió. Ella tenía confianza en su habilidad. [Pero lo más importante, si voy con todo, definitivamente puedo ganar. Mi vida y determinación no se perderán.] [No hay razón para que pelees tan duro.] NIls lo dijo con una cara amarga. Leila recordó haberlo escuchado una vez antes, de un cierto compañero discípulo sin talento en el campo de batalla hace unos años. [Llevas la tristeza de perder tu ciudad, pero ya no tienes ira. No tomes el destino de un Brave o el peso de una Kaliyon solo por deseo propio.] [Es cierto.] Exactamente como antes, Leila asistió en acuerdo, pero las siguientes palabras fueron diferentes. [Pero no hay nada que pueda hacer. Si huyo, Willem se verá insistente en pelear, incluso si es solo. Y realmente quiere ir solo, ¿lo sabías?] Leila tomó una patata frita y la echo a su boca. Mientras masticaba, ella empezó a darse cuenta de ello hace algún tiempo. [Los Regal Braves son fuertes. Sin técnicas marciales o hechizos que puedan llegarles. Ni los monstruos pueden igualárseles. Y si pelean, siempre ganan. ¿Por qué es eso?] Nils siguió en silencio. [Todos los Regal Bravs tienen un trasfondo trágico similar. Llevan similares juramentos, y similares deseos. Sin ellos, uno no puede convertirse en un Regal Brave. Solo esos con una historia así de trasfondo podían lograr una historia así de victoria. No sé la razón detrás de esto. Simplemente son mis impresiones de los Regal Braves, pero estoy muy confiado que esté en lo cierto.] [Básicamente, los Regal Braves no son más que copias de la vida del prototipo de un héroe que una vez existió.] Nils se mantuvo en silencio. P á g i n a | 13 [No vivimos nuestras propias vidas. Solo seguimos a alguien cuya vida es conveniente para alguien más, con menores modificaciones. Para derrotar a un enemigo que solo un ‘héroe’ puede derrotar, todos necesitan de alguien cuya vida sea similar a un ‘héroe’. Así que lo somos, como compañeros ‘héroes’ similares, blandiendo un gran poder que nadie más, solo como el ‘héroe’ lo hizo una vez. Así como él, cuando peleamos, siempre ganamos. Y…] Oh no. Leila sentía el peligro aproximarse: sus ojos empezaron a calentarse. Ella decidió que ya no lloraría. Decidió que siempre ocultaría sus verdaderas emociones, que siempre sería una chica molesta que nunca se abriría a nadie. Lo juro para ella, pero… pero… no podía detenerlo. [Así como el ‘héroe’ solía ser… nunca seremos capaces de salvar a las personas que en verdad queremos salvar… nunca seremos capaces de regresar a casa, al lugar que tanto… ¿no es cierto, 18ava Generación de Regal Braves, Nils Didek Foreigner?] Nils, el hombre sentado cruzando la mesa, quien vivió una vida más complicada y problemática que Leila, aparto sus ojos [No es exactamente una regla ni nada.] [Justo lo dijiste antes, ¿sabes?] Leila sacó una vaga sonrisa. [Incluso si no es una regla clara, todavía no puedes negar que las cosas usualmente no salen de esa forma.] Sin respuesta. [Bueno, que me alegra. Mi determinación no es vano. Es cierto que no siento ira que mi país y padres me fueran robados, y no creo que sea mi destino como alguien elegido por una Kaliyon importante, pero, no es como que tenga una razón para arrojar mi vida peleando.] Llegando al punto donde ella no podía tratar de esconderlo, así que Leila uso sus dedos para limpiar las ligeras lágrimas. Luego, recompuso su propio comportamiento que no era de ella y sacó una gran risita. [Willem tiene un lugar al que quiere regresar. Tiene personas que quiere salvar. Soy diferente. Y pienso que eres igual, Maestro.] Con una voz temblorosa, Leila lo declaro orgullosamente. [Nunca dejaré que Willem se convierta en un Regal Brave. Es razón suficiente para que pelee. Llevaré el título de Regal Brave por ese único propósito, y, mañana, derrotaré a los Visitors por solo ese propósito.] P á g i n a | 14 P á g i n a | 15 Capítulo 2: La Niebla en el Cielo El Visitor Elq Harksten Ella solo quería ser ‘alguien’. Es todo lo que deseaba al principio. Una niña yacía profundamente dormida dentro de una pequeña y sólida barrera. En términos simples, la barrera creó un pequeño mundo aislado del exterior. La chica nunca dio un paso por fuera de esa barrera en toda su vida. [Los Visitors tienen una gran presencia, con solo existir, abruman la mente de todos los seres vivos en el mundo exterior.] Un niño miembro de la familia, Ebo, lo dijo una vez. [Casi todos sus padres y mayores rompieron sus almas en pequeños fragmentos con el fin de vivir en esta tierra. Pero no queríamos seguir el mismo camino. Eres el último Maestro. Queremos que te quedes así por siempre.] Esas palabras vinieron de otro miembro de la familia, Carma. [Los tres del Poteau existen para guiar a los Visitors—o, ahora que casi todos se fueron en ese barco, existimos para guiar al solitario. Arriesgamos nuestros cuerpos y almas para protegerte de cualquiera que te cause daño, Maestro Elq Harksten.] Esas palabras salieron de otro miembro de la familia, Jay. Al momento que la niña, Elq, fuese consciente, estos tres siempre estarían a su lado. Apoyándola. Enseñándole. Escuchando sus deseos, excepto que, sin embargo, no una cosa. Nunca le darían el permiso de salir de la barrera, para ver el mundo exterior con sus propios ojos. Un día, Jay desapareció. Entonces, Ebo dejo de aparecer. Cuando Elq le pregunto a Carma a donde fueron, ella nunca obtuvo una apropiada respuesta. P á g i n a | 16 [Una vez completen su misión, regresaran a casa.] Ella lo dijo, luego aparto sus ojos. ¿Misión? ¿Qué podía ser? Elq pensó. Pero, su ignorancia previno que indagara con más preguntas, y su juventud previno que pensara de acerca de su ignorancia. En poco, Carma también se iría a otra parte, dejando a Elq sola en la pequeña barrera. Ella no sintió ansiedad o perplejidad, solo aburrimiento. Pero, esos días de aburrimiento continuaron más de lo que esperaba. Dentro de su mundo miniatura sin sol o luna, simplemente espero el regreso de su familia. Elq pronto dejo de jugar con juguetes en su barrera. Todos sus animales de peluche se desgastaron y rasgaron por el rudo trato, así que los dejo en el muro solo para prevenir que recibieran más daño. Una vez Jay regresara, él seguramente los arreglaría. Cuando el muro exterior de la barrera se rompió, hizo un gran ruido de ruptura. ¿Qué pasa? Pensó Elq. De seguro no era Ebo y los otros. Ellos no causarían tal ruidosa entrada. Pero ¿quién más pudo haber sido? La respuesta pronto aparecería frente a los ojos de Elq. Un humano de cabello rojo, 16 años, usando una rara espada larga la cual parecía haber juntado muchos fragmentos de metal. Llamada Leila Asprey, ella era un tipo de arma llamada Regal Brave, enviada por la Santa Iglesia de la Luz para asesinar al poderoso Visitor Elq Harksten. […Agh…] A Leila no le quedaba mucho. Heridas cubrían su cuerpo. Sangre fluía de su armadura. Incontables rasgaduras andaban en su ropa y piel. Cualquiera podía fácilmente llamarlas heridas mortales con un movimiento equivocado. [¿Quién eres?] Elq envió una simple pregunta en forma de pensamiento. Leila agonizaba, dejando salir un grito de alguna extraña ave. Ebo no sobre exageró. Cuando una gigante ballena simplemente tuerce el cuerpo, causa que los pequeños peces se disparen. Contra la inmensa alma de Elq, la insignificante alma de Leila no era más que una pequeña mancha de polvo. P á g i n a | 17 Las rodillas de Leila bamboleaban, y casi colapsaba en el suelo. Pero, usando su espada, la Kaliyon Seniolis, como un báculo, apenas sí podía apoyarse. Un pequeño paso a la vez, como si arrastrara su pie, ella avanzó hacia adelante. Elq no sabía qué pensar. Era joven, no entendía del todo el concepto de la muerte. La situación actual ocurriendo ante sus ojos, Leila estando al borde de la muerte debido a nadie más que la misma Elq, por completo sobrepaso los límites de su compresión. Pero precisamente porque no lo entendía, Elq se interesó más. ¿Qué en el mundo está sucediendo? ¿Qué intenta hacer? [¿Qué haces aquí?] Elq envió otro pensamiento. Este segundo impacto enviando a volar a Leila al muro. Pero, incluso con la sangre manchando los muros y el suelo, ella volvió a levantarse. Wow. No sé qué ocurra, pero es increíble. El interés de Elq solo se intensifico viendo muchas nuevas cosas por primera vez. Y su emoción solo hizo que sus pensamientos fueran más fuertes. [Yo…] Leila empezó, pero luego se pauso para toser la sangre que fluía de su garganta. [Soy Leila Asprey. Solo soy un Brave que te asesinara y salvara al mundo.] [Suena problemático.] Todo el cuerpo de Leila temblaba como si fuera golpeado por luz. Pero, ella se las arregló para decir esas palabras. [Eso es.] Mientras la sangre bajaba del borde de sus labrios, luego sonrió sin miedo. Ella no entendía el concepto de la muerte, dolor, o sufrimiento. Aunque, viendo a Leila, Elq pudo sentir toda la determinación que ella tenía al estar parada allí. Ebo, Jay, y Carma, todos también eran poderosos, nunca le mostraron ese tipo de emoción a Elq. [¿Por qué quieres salvar al mundo?] Pregunto Elq. […Ah—.] P á g i n a | 18 Clavando su espada para apoyarse, Leila se dio de un momento para pensarlo. Bueno, supongo que si voy a ser honesta, puede que sea ahora, ella murmuro para sí. [Hay alguien a quien amo.] La expresión de Leila en ese momento. Su sonrisa. Su gentil y deslumbrante sonrisa. Viendo eso, Elq de pronto quiso ser como ella. Una semilla de inspiración se arraigó dentro de Elq. [Me di cuenta que es una estúpida razón ir y matar a un Dios, pero ¿qué se supone que haga? Incluso cuando él es más estúpido. De no actuar a lo tonto primero, él lo haría. Willem es todo un estúpido.] Los efectos de los impactos se sobrepusieron, tratando de esparcir la consciencia de Leila. Sus ojos parecían perder la concentración, como si fuera un sueño, pero continúo caminando para acercarse, un paso a la vez. Eventualmente, ella llego directo para enfrentar a Elq. [Pues bien, pequeño Dios. No es nada personal, pero buenas noches. Espero que tengas dulces sueños.] Leila levantó su espada, entonces, lentamente, y claramente, la llevo directo al pecho de Elq. La espada perforó gentilmente el pequeño cuerpo de Elq, como si palmearas la cabeza de un bebé. Elq pestaño de la confusión. Los Visitors, seres inmortales, no podían encontrarse con la muerte a menos que sea su patria, y el camino se había perdido hace tanto. De sentir el dolor, sus cuerpos no podían reconocerlo como peligro. Sangre fluía de la herida. Las grietas por la espada se abrieron ligeramente, y la débil luz empezó a verterse en las brechas, significando que la activación del Talent se sostenía en Seniolis, la Kaliyon de más alto estándar forjada por la humanidad. Tiene la habilidad de convertir a quien sea en mortal sin excepciones. Luego de un momento, la luz tenue se debilito, entonces desapareció por completo. El corazón y mente de Leila moría, mientras se le acaba la fuerza y cerró sus ojos. ¿Huh? P á g i n a | 19 La visión de Elq de pronto se volvió negra, como si una cortina hubiera descendido ante sus ojos. Una sensación de flote envolvió su cuerpo. Ella parecía que caería por siempre y para siempre. Bajando, bajando en una vasta oscuridad. Fue lo más, más profundo. Con eso, la joven Visitor cayó a un largo letargo conocido como muerte. Los Braves tuvieron éxito derrotando a los malos Visitors, eliminando la más grande amenaza del mundo. Justo como en todas las historias de héroes, la justicia prevalecía, y el fuerte protegía al débil. Por desgracia, vidas se perdieron, pero no fueron en vano. Sus sacrificios hicieron que la humanidad sobreviviera. Cada muerte tenía un significado. La única cosa que quedaba era celebrar este maravilloso final… Pero mientras las masas se regocijaban inocentemente, una noche, el Quasi Brave Navrutri Teigozak robó el cuerpo del Visitor Elq Harksten de la bóveda sellada del almacén y la saco en secreto. Los fragmentos del alma del Visitor no solo sirvieron como uno de los ingredientes con los que se creó la humanidad, sino también la llave para la salvación de la humanidad de la destrucción. Apuntando para desbloquear la puerta de la salvación, el True World extrajo el alma del cuerpo que Navrutri llevo y trataron de aplastarlo en piezas. Sin embargo, no les fue bien. Hubo muchas razones para eso. Al tiempo de la batalla decisiva, nadie sabía del paradero del fundador del True World, Nils D Foreigner. Una asociación de doctores robó un número de investigaciones del True World, realizando su trabajo que podía llevarlos al logro del trato de muchas enfermedades. Por lo tanto, grupos de aventureros atacaron la organización impulsados por su sentido de la justicia y convicción hacia el malvado grupo True World que era una amenaza para el imperio. Todo tipo de razones interfirieron con las otras en formas complejas para producir el inevitable resultado. El alma, la cual necesitaba ser aplastada a pedazos tan finos como la arena, casi mantuvo la mitad de la forma original, mientras que la otra mitad cayó a piezas del tamaño de piedrecitas. Claro, eso probó ser insuficiente para ser la llave de la salvación. Las historias de heroísmo ya no tenían sentido. Nadie oro por un milagro o un intento revertir la situación. La antigua sabiduría capaz de resolver todo lo que nunca despertaría. Y naturalmente, la humanidad se quedó en el curso original de la devastación. Tres cosas quedaron por la secuela. P á g i n a | 20 Las terroríficas Bestias las cuales llevaban un profundo odio en toda su vida y continuaron su violenta arremetida hasta que no quedara ninguna presa a la vista. Los cuantos refugiados que apenas sobrevivieron al primer año antes de buscar seguridad en el cielo. Y por último, los fragmentos esparcidos del alma de Elq Harksten, que estaban abandonos en alguna parte. [Tuve otro sueño acerca de la tierra en el cielo.] Dentro de un espacio ilusionado creado por el Shiantor, una chica de cabello rojo le hablaba al vacío viento en frente de ella con un bostezo. [¿Esa hada otra vez? ¿La que arrastro a una bestia pequeña al lago?] Fuera de ese vacío aire, un gran pez volador apareció. [No, es la que se presionó luego de eso. Este sueño es uno diferente. Unas hadas se reunieron dentro de un busque y causaron un alboroto. No pueden hablar, pero lloran, ríen y gritan.] [Parece que un disturbio se acerca.] [Sí, los otros son molestos.] La chica de cabello rojo lo dijo, y el pez asistió en aprobación. […Me pregunto quiénes eran.] [¿Hmm? ¿A qué te refieres?] [Cuando soñaba, estaba en un nostálgico lugar. Dentro de esa pequeña barrera, la vez cuando Ebo y Jay todavía estaban aquí.] [Ah, nuestro barco, huh.] P á g i n a | 21 [Allí, parece que hay historias que se esparcen. En los hoyos de la pared, o pegados entre los gabinetes, en las ilustraciones de los libros… cuando los encontré, aprendí de esos niños. Qué hacen, qué piensan, qué sienten… solo por leer un libro, puedo leer sus vidas.] [La barrera en la que estamos ya es como un sueño, pero ¿todavía sueñas sobre eso? Supongo que estás en esa edad…] El pez comento, pero la chica realmente no lo entendía. [Todos esos niños son como tú, Elq.] [¿Yo?] [Esos idiotas que aplastaron tu alma no tienen el poder o habilidad. Básicamente, no terminaron el trabajo. Los fragmentos son de todos tamaños, y todavía están conectados con los otros. Esas hadas en tus sueños son el resultado de partes de tu alma… como el cabello que te cortaste hace tiempo o algo así. Ya que no moriste como se debe, esos fragmentos de tu alma no pudieron asentarse. Y aunque con esa conexión, ves sus vidas como sueños.] [¿Y mis sueños realmente pasan, fuera de este mundo de barrera?] [Así es.] [Esas chicas hacen bromas y se apenan y causan disturbios… ¿realmente pasa todo eso?] [Mhm.] Ah, ya veo, Elq pensó. Es interesante. El mundo de barrera creado por la Primera Bestia en la cual ella residía proveyendo a la ingenua Elq más del entretenimiento suficiente, pero las efímeras vidas de esas hadas en el cielo proveían una estimulación completamente diferente. Ella disfrutaba de sus sueños, o más bien las vidas de los fragmentos de sus propias vidas, como un tipo de entretenimiento que le permitiría experimentar esas cortas y placenteras historias. Luego de eso, el tiempo pasó. P á g i n a | 22 Aunque, dentro del mundo creado por el Shiantor, el pasar del tiempo no tenía significado. Cada día pasaba exactamente de la misma manera como el anterior. El sentido común de cada ciclo del alza del sol y cada mañana volviéndose el hoy y el hoy volviéndose al mañana no aplicaba. Un constante hoy simplemente continuaba por siempre y para siempre. Entre la monotonía de nunca terminar, el solitario sueño de Elq cambiaba poco a poco. Las islas frotantes caían a manos del Teimerre. Algunas hadas prevenían esos ataques haciendo que su Venom pasara a alocarse. Algunas personas lo notaron y tuvieron la idea de usar a las hadas, quienes anteriormente no fueron nada más que perturbaciones cercanas viviendo dentro de los bosques, como armas que protegían las islas. [Recientemente, mis sueños han sido algo malos.] Viendo a las devotas hadas perseguir sus ambiciones hacía que el sueño de Elq fuera divertido, pero recientemente ya no lo veía así. Ahora, ella solo veía a las hadas matarse con el fin de salvar las vidas de otros, como simples herramientas. Más tiempo pasó. Como siempre, cuando la noche llego, Elq veía la vida de las hadas. Ella observaba como las hadas aprendían el lenguaje de las personas de las islas, recibían espadas, y se volvían en soldados mientras que eran tratadas como armas. En este punto, algunas hadas empezaron a tener el sentido del yo y el deseo de vivir. Por alguna razón, Elq no pudo ver a esas hadas por un tiempo luego que nacieran. Solo después que crecieran conectando su historia a sus sueños. De acuerdo a Carma, esos fragmentos, luego de pasar por muchas reencarnaciones, se volvían más en una existencia independiente, despertando su conexión con Elq en el proceso. Eso significaba que Elq entre los relatos desaparecería eventualmente juntos. Ella tampoco estaba feliz por escuchar las nuevas buenas. Entonces, un día, una particular hada apareció en el sueño de Elq. Esa hada tenía el cabello claro del cielo azul y ojos del color de la superficie del calmado océano. Ella tenía la fuerza, y por lo tanto uso esa fuerza que ya firmemente había decidido. Ella blandió la Kaliyon Seniolis y derroto a un Teimerre especialmente grande, perdiendo su propia vida en el proceso. Ella salió por solo ese propósito. P á g i n a | 23 Ah, esto otra vez no. Solo por ver el comienzo de esa simple y cercana historia por terminar, Elq se deprimió un poco más. Esa hada se volvería igual a todas las otras. Ella arrojaría su vida sin conocer la diversión o felicidad. Elq fácilmente predijo esa conclusión. Su predicción sería exactamente correcta, si no fuera por tres puntos. Primero, el hada de pronto tuvo el deseo de caminar en una ciudad extranjera. Dos, un travieso gato le robo su preciado broche y huyo. Y tercero, luego de caer de un alto edificio, ella aterrizo sobre él y casi aplastaba al hombre de cabello negro. ¿¡Te lastimaste!? ¿¡Sigues vivo°? ¿¡Tienes un órgano aplastado!? Un— Pues bien, mucho en conocerte, Señor Supervisor. Eventualmente, el hada noto los sentimientos en su interior. …Y si le pido un beso o algo así. ¿Qué debería hacer? Su determinación para morir se canceló, ella cayó en un confuso remolino de resentimiento, pero, ella levanto su cabeza y decidió perseguir sus aspiraciones. Elq se fascino por la historia de esa hada, esa vida la cual una vez le perteneció. Ella sintió que el hada tomo algo importante de ella, pero no sabía qué era. El hada amaba a alguien y renunció a su propia felicidad por esa persona. Ella fue sin dudar a un campo de batalla donde la muerta la esperaba. Ah, eso es. Elq lo notó: la chica le recordaba a Leila, la Regal Brave humana que una vez mató a Elq Harksten. Elq había muerto deseando convertirse en Leila. Ella le tomo admiración en su sepulcro. Ese deseo se hizo realidad. Todas las hadas en el sueño de Elq arrojaban sus vidas sin siquiera pensar en su propia felicidad. Ella nunca les prestó atención a esos elementos, ya que ella no comprendía los conceptos del amor o la felicidad muy bien. Sus sueños se habían vuelto aburridos recientemente, pero ahora Elq se dio cuenta del resultado de su propio deseo. Ella quería interactuar con el mundo exterior. Ella quería mover una gran espada y sacrificarse como Leila. Todo el tiempo, esos deseos infantiles la llenaron una y otra vez, consumiendo incontables vidas en el proceso. P á g i n a | 24 Pero ahora, esta chica de cabello azul… Kutori Nota Seniolis rompió ese patrón. En lugar de seguir los deseos de Elq, ella tenía sus propias aspiraciones. Amaba a alguien, y no escondía esos sentimientos. Ella quería llevarle felicidad a esa persona y encontrarse también. Ella se dirigió a una batalla a pesar del miedo y confusión en su interior. Dentro de sus sueños, Elq no era más que una joven chica colocada en las ruinas de la vieja nave de los Visitors. Ella no comprendía lo que había dicho, ni sentía nada. Sin embargo, cuando despertó en el mundo de barrera, ella se enojó. ¿Cómo pudo ser tan mala? Ella quería vomitar. La Iglesia de la Santa Luz tenía razón. Elq Harksten era un Dios malvado quien merecía morir. [No deberías preocuparte.] Carma lo dijo casualmente. [Todas las chicas mueren y nacen de ti, así que no eres la que las daña. No solo eso, pero esas islas en los cielos son protegidas con tu poder, ¿cierto? Eres la buena aquí.] No, Elq pensó. Kutori podía ser yo, pero yo no soy Kutori. Incluso las hadas siendo partes de Elq, tenían su propia personalidad individual y aspiraciones. Elq no peleaba desesperadamente como ellas. No podía. Solo podía verlas a una distancia y admiraba a esos que podían. El tiempo pasó. Elq observaba como Kutori se quebraba dentro de esa pelea. Al principio, sus sueños no eran nada más que una forma de diversión donde ella podía experimentar cortas y gustosas historias. No eran más que una forma para divertirse ya que no podía hacerlo dentro del mundo de barrea.¿Y por qué? ¿Por qué pasa esto? [Tuve un sueño. Es probable que sea el último.] Kutori lo dijo. Lo sé, Elq pensó. [No puedo recordarlo muy bien, pero siento como que quiero salvar a alguien. Hay sentimientos que quiero transmitir.] También lo sé. No soy tú, pero tú eres yo. Vi que perseguías a Willem todo este tiempo. [Lo entiendo todo. Pero te lo pido.] P á g i n a | 25 Me imagine que dirías eso. Elq no podía decir que quería decirle a Kutori que se detuviera, que viviera un poco más, dejar que Elq viera su historia un poco más. Y simplemente verla hasta al último momento. Elq no derramo una sola lágrima en su sueño. Pero, no podía dejar rasgar la historia de la chica del cabello azul y del chico de cabello negro hasta el final. P á g i n a | 26 La que Una Vez fue Nephren Pellizco pellizco pellizco. Ella sintió un pequeño y suave pellizco repetido en sus mejillas. [Hey, despierta.] Al ignorarlo, el pellizqué solo se aceleraba. Extremadamente fastidiada sin razón alguna, ella apreciaría grandemente algo más de sueño. [Hey, despierta.] Un pequeño sonido resonó cerca. [Vamos, ¿puedes despertar de una buena vez?] ¡Cállate y vete! Ya te lo dijo… o quizás ella no le dijo nada, pero como esa, ella estaba cansada. Quería dormir más, mucho más. [Si te quedas durmiendo aquí, atraparas un resfriado, ¿sabes?] Ahora que este enfermero lo menciono, ella notó por primera vez el frío que la rodeaba. Sentía como todo su cuerpo fuera empapado en agua fría. Ni un solo buen sentimiento. Ella quería una suave manta y una cálida almohada. Sin pensar en el confortante petate que pasaba por su cabeza, Nephren lentamente abrió sus— Destruir destruir destruir destruir destruir destruir reclamar— P á g i n a | 27 [¿¡—Ah!?] Abrumada por los repentinos impulsos destructivos amenazando el arrebatarle su consciencia, ella cerró sus ojos otra vez en pánico. La tempestad de los impulsos gradualmente se apaciguó. ¿Qué fue eso? El miedo racional que Nephren contenía en lugar del irracional torrente de emociones. Algunas cosas desconocidas dentro de ella. O no, era más como que ella hubiera cambiado en algo desconocido. [Oh cielos, mira lo que te pasó.] Una voz desconocida lo dijo. Sonaba a que le pertenecía a un joven de edad media. [¿…Quién eres?] [Hablamos antes. Primero que todo, trata de abrir solo tu ojo derecho.] [Pero…] [Está bien. Confía en mí.] Nephren sabía que no se confiaba en los extraños, pero ella no notó hostilidad de la voz, y ciertamente no podía seguir temblando con sus ojos cerrados por siempre. Preparada para lo peor, ella cuidadosamente hizo lo que la voz le dijo. Poco a poco, su campo de visión se abrió. Justo en frente de ella, un pez escarlata volaba. [……Umm……] [¿…Te sientes bien? ¿Puedes ver?] [Mis ojos se descompusieron. Veo a un pez volar.] [Oh, entonces tus ojos deben estar normales. Lo viste, puedes ver mis preciosas escamas, ¿cierto?] P á g i n a | 28 El pez realizo una voltereta en medio del aire. Las escamas rojas y plateadas brillaban. Como lo prometió, fueron una vista fantástica y bella. Para esos extraños impulsos de antes, no desaparecieron por completo, pero parecía que se calmaron un poco. La constante urgencia ruante en la parte trasera de su mente era molesta, pero no era gran problema. ¿Dónde estoy? Nephen dio un vistazo. Sucios muros la rodeaban en todas partes, elevándose en el cielo como acantilados. A la sombra de un claro charco de agua que se reunía a sus pies, sumergiendo la mitad de su cuerpo. Más que eso, una larga grieta pasaba por el techo, exponiendo más al cielo. [¿Nos caímos desde allí?] Nephren pregunto. [Es lo que parece.] El pez respondió. [Hace frío.] Ella dijo temblando. [Te dije que atraparías un resfriado durmiendo así… bueno, probablemente no tengas que preocuparte de eso por el resto de tu vida.] El extraño pez decía cosas extrañas. [¿A qué te refieres?] [Bueno… lo hablamos antes. Primero mirémoslo de esa manera. Quedarte aquí por siempre no es muy divertido, y empiezo a extrañar el sol. Esta área originalmente está llena de hoyos, y el suelo debe ser débil. Es como este gran hoyo. Si lo intentamos por esos lugares, estoy seguro que saldremos eventualmente.] [Nn.] P á g i n a | 29 Con su ojo izquierdo aún cerrado, Nephren incinero Venom. Brillantes alas cenicientas se esparcieron de su espalda. El Venom trabajaba sin problema, o quizás algo más débil de lo normal. El cuerpo de Nephren flotaba del suelo. […Hey, ¿por qué no dijiste que podías volar antes?] [Me adelantaré.] Con un aleteo de sus alas ilusionaría, Nephren despego de la superficie. ¿Por qué sigo viva? Nephren se lo pregunto. En esa batalla en el Plantaginesta, ella recibió heridas mortales y cayó al suelo. Entonces, unos segundos antes de su muerte, ella y Willem fueron atrapados en un raro mundo barrera. Cuando eventualmente destruyeron ese mundo, ella saltó a esta oscuridad rara que trago a Willem, y cerca de la mitad se fue. No importa cuánto lo pensara, cualquier hada normal habría muerto 3 o 4 veces durante eso. Y Nephren Ruq Insania, no tenía habilidades especiales como alguien como Kutori, era un hada normal. Viendo debajo de su cuerpo, Nephren vio que su uniforme se hizo pedazos y apenas se parecía a la forma original, pero ella no vio ninguna herida. Dado el tiempo que había pasado y la severidad de las heridas que consiguió durante la batalla, una recuperación normal era imposible. Casi parecía más probable que de alguna manera su consciencia se hubiera movido a un nuevo cuerpo. Sin embargo, ambas explicaciones parecían ser ridículas. Parada en la superficie del suelo, Nephren notó la falta de viento. Viendo arriba, el mismo cielo azul que veía en Regul Aire la saludaba. Aunque, a diferencia de Regul Aire, una cenicienta planicie se esparcía en todas las direcciones tanto como los ojos pudieran verlo. […Realmente no hay nada aquí…] El pez flotante a su par lo dijo. Ignorando su compañía, Nephren busco la figura de una cierta persona, pero encontró el vacío. [Willem no está aquí.] P á g i n a | 30 Estuvieron juntos todo el tiempo. Cuando entraron a la ilusión, y cuando la destruyeron, Nephren siempre había estado en brazos de Willem. Incluso si algún impacto presionara a Nephren a alejarse, no pondría mucha distancia entre ellos [Tampoco veo a mi compañero en ningún lado. Su cuerpo no está en condiciones de moverse… me pregunto a dónde se habría ido.] Volviendo a su lado, Nephren examino al extraño pez otra vez. Grande. Era la primera palabra que pasaba por su mente. Aunque no tan grande para tragarse a Nephren, el pez de seguro podría estrangular a Nephren a muerte si la abrazara. Sin más, el pez usualmente viviría en el agua. Ella leyó acerca de los peces voladores en libros antes, pero eran peces pequeños los cuales nadaban por el aire en grupos. Ella nunca escucho de un pez volador así de grande antes, mucho menos un pez que hablara. [¿Y quién eres?] [Hmm… asumo que es tiempo para presentarme. Mi nombre es Carmine Lake. Como puedes ver, soy del Poteau quien gobierna los vientos y las lluvias.] [¿Huh?] Poteau. Nephren leyó de ellos en un libro antes. Son Dioses que servían a los Visitors y los responsables de crear directamente al mundo. Es decir, seres muy poderosos. Pero, no realmente tan así. Digo, si alguien de pronto te dijera que eres un Dios, probablemente, al menos dudarías en creerles. Además, ¿’cómo puedes ver’? Todo lo que Nephren podía ver era un pez volador sospechoso. Ciertamente, el pez no era normal, pero ella no podía sentir algo como un divino aire. [Ya veo…] [Sí.] El pez bailo felizmente. [Oh, pero no te hagas una idea equivocada ni nada. No siempre fui así. Solía ser una forma muy hermosa, majestuosa y magnificente.] Ignorando la desinteresada cara de Nephren, el pez continúo. [Perdí eso hace 500 años. Desde entonces, no puedo mantener mi presencia sin residir en la consciencia de alguien. Me he reducido a esta lamentable forma de ilusionaría.] P á g i n a | 31 Forma ilusionaría. Nephren nunca escucho de ese término antes, pero podía inferir lo que significaba. [Así que en otras palabras… ¿tu cuerpo no es real?] [Eso es. Solo puedes verme, y solo puedes escuchar mi voz. ¿Y bien? ¿No te sientes con suerte por tal exclusivo privilegio?] […Para nada.] En primer lugar, ya que nadie más parece estar cerca, la exclusividad no tenía mucho significado. [¿Y por qué un Dios vino a mí?] [¡Sí, es exactamente de lo que necesitamos hablar!] El pez levantó la voz y aleteo su fina cola. Molesto. [Tuve a un huésped antes que tú. Estuve con ella todo el tiempo dentro de ese mundo barrera.] Mundo barrera. Ese eterno jardín miniatura el cual Almaria, el Shiantor, creo para atrapar a cada residente de Gomag dentro de él. [Pero entonces ustedes llegaron y aplastaron ese mundo barrera. El impacto de ese momento me sacó de la consciencia de mi huésped. Sobre eso, la perdí de vista…] [¿Eh?] [Por ese segundo de pánico, pensé que solo desaparecería, pero entonces te vi cerca. Y así es como terminé dentro de ti.] Espera espera… ese mundo era una prisión, y una especial prisión, atrapando a un gran número de Enmnetwyte. Tomando eso en cuenta, que el auto-proclamado Poteau también fuera atrapado allí no sorprendió particularmente a Nephren. Sin embargo… [¿Cuánto tiempo estuviste allí?] Nephren pregunto. [Un muyyyyyy largo tiempo.] P á g i n a | 32 [Si ya perdiste tu cuerpo físico, cuando tu consciencia salió de la barrera, no debiste ser capaz de vivir.] [Mh, es por eso que estuve en un apuro antes de encontrarte.] [No, no es eso. Dijiste que tenías un huésped. ¿Está bien?] [Oh cielos, ¿te preocupas por alguien que nunca has conocido? Qué buena. ¿O puede que te diste cuenta que mi huésped no es un completo extraño para ti?] Creo que este pez está perdiendo—espera, ¿qué? Las palabras del pez sorprendieron a Nephren haciendo que abriera accidentalmente su ojo izquierdo ligeramente. Destruir destruir destruir destruir destruir— [Agh…] Ella lo cerró de inmediato. Aunque solo fue por un segundo, el intensó dolor se mantuvo en su cabeza, como si alguien la hubiera golpeado con un martillo gigante. Ella se acuclillo en la tierra y se aguantaba el dolor. [Sé cuidadosa, ¿bien? Un mal movimiento y podrías salir de control.] El pez le advirtió. [¿…A qué refieres?] [El alma del Shiantor probablemente está dentro de ti, igual a cómo estoy en ti. Bueno, las Bestias no tienen sentido propio, así que es más como un fardo de deseos e impulsos.] Deseo. Impulso. Nephren ciertamente los sentía rugir dentro de ella. [¿Me convertiré en una Bestia como esos Emnetwyte?] P á g i n a | 33 [Ah… no, probablemente no. Aunque no en una forma física, hablando así, tu cuerpo todavía es fundamentalmente tuyo.] [Eso es infinitamente cercano a los seres humanos luego de tantas reencarnaciones, pero no te convierte en un humano completo. E incluso si tu mente se alocara, no creo que tu cuerpo se aparte. Probablemente.] …No lo entiendo. Luego de caminar un poco, encontraron rastros de un campamento. Un anillo de piedras rodeaba una pila de leña quemándose. Al lado yacían numerosas cajas de madera y latas medio quemadas en la arena. [Qué descorteses turistas. Esta tierra no es un basurero.] Carmine Laki comento casualmente. Nephren empezó a darse cuenta que ella no necesitaba seguir hablando con ese pez. Esas ruinas probablemente son marcas del campamento de algún salvaje. Quizás desenterraron más tesoros de los que esperaban en su expedición y terminaron abandonando carga innecesaria de la aeronave. Nephren recogió una lata cerca. Era lo suficientemente pequeña para poderla llevar del brazo. El contenido ya estaba vacío. Por otro lado, la arena ya había desgarrado la escritura, pero Nephren se las hizo para componer las letras. [Provisión Armada Tipo Estándar L7—M] [Provisión Armada…] Por un momento, la posibilidad que esas ruinas pertenecieran al Plantaginesta pasó por la mente de Nephren. Sin embargo, se corrigió. Luego que la nave partiera, el Shiantor apareció. Con tal poder, el poder de volver a todo y nada a arena, meras latas no habrían sobrevivido. El campamento se había colocado un tiempo después que Willem asesinara al Shiantor y rompiera el mundo barrera. [¿Cuánto tiempo estuve durmiendo en el subterráneo?] Nephren pregunto. P á g i n a | 34 [Cerca de 10 días.] El pez replicó casualmente. [Aunque no tengo hambre.] [Bueno, la presencia de la última Bestia reside en ti. Tu cuerpo todavía no es el apropiado.] Otra respuesta casual. [Hmm… justo ahora, te transformaste en una Bestia por un rato. Que no envejece o muere… pensándolo de esa manera, sería más fácil de entenderlo, ¿cierto?] Ciertamente, eso hacía más fácil para que Nephren comprendiera por qué no estaba muriendo del hambre. Sin embargo, ella exactamente no quería entenderlo. [¿¡Así que… soy inmortal!?] [En una forma. No eres indestructible, así hay unas cuantas formas para que eso pasara.] [Ya veo.] Qué ironía, pensó Nephren. Ella se había preparado para morir. Lo había aceptado, y solo se había alejado un paso más varias veces. Pero ahora, las cosas se volvieron de alguna manera exactamente lo opuesto a lo que se había preparado. […Supongo que ya no tengo un hogar al que regresar.] Nephren murmuro. Por un poco o no, una Bestia es una Bestia. Ella ya no era bienvenida en Regul Aire. Esos días en el almacén de hadas, esa vida despreocupada, ahora parecía mucho más lejana. [¿Estás bien?] Pregunto el pez. [Nn.] Nephren le dio un gruñido que ni confirmaba o negaba que estuviera bien. Después de todo, realmente no sabía qué responder. Ella sacó una pieza de tela roja de una de las cajas de madera enterradas en la arena y lo envolvió en un lugar de su andrajoso uniforme militar. Caminaron por la arena en días. Bajo la influencia de la Bestia en su interior, el cuerpo de Nephren ya no sentía el cansancio. Ella podía caminar por siempre si ella quisiera. Pero, nunca se sintió así. P á g i n a | 35 Unas horas o más, se detuvieron y descansaron en unas rocas cercanas. La noche llegaba, ella yacía en la tierra con los ojos cerrados. Por fortuna, su cuerpo no había olvidado cómo dormir. Ella ya no se cansaría, pero, podía dormir. Podía soñar. Sus recuerdos un día desaparecerían todos en la arena cenicienta, pero para empezar, ella podía calentar su corazón con recuerdos del pasado. Una vez, ellos se cruzaron con un grupo de Bestias. Sobre la gentil arena soplando, alrededor de 10 Auroras tomaban el sol, con sus cuerpos como cuerdas descansado verticalmente y sus agujas contrayéndose. Cuando Nephren se aproximó, no mostraron respuesta. Incluso si los molestaba, ellos retorcían sus cuerpos en molestia, pero no atacaron. ¿Creen que soy una de ellos? Las Bestias no requerían de comida. Acordemente, no cazaban a las otras. Ellos no dejaban de destruir otras formas de vida, pero en un lugar con solo Bestias, se comportaban increíblemente calmadas, contradictorio a su usual reputación. Quizás ese era el significado original de las Bestias. Quizás su fuerte deseo por este estado de paz era precisamente lo que los llevaba a eliminar a los seres exteriores que perturbaran su tranquilo reposo. Quizás eso es lo que realmente intentaban hacer, y cuando no había exteriores cerca, simplemente pasaban su tiempo relajándose. Nephren tomo a una Aurora pequeña y trato de darle un abrazo. Se retorcían en resistencia, pero no le hicieron nada con sus agujas. [Esto no es bueno.] Carmine Lake murmuro. Su personalidad no iba bien con la de Nephren, pero en esas planicies de tierra vacía, el pez apreciaba una conversación con su compañera. [La presencia de Elq es muy lejana. No solo eso, parece que están en el cielo.] [¿…Tu preciado huésped que mencionaste antes?] [Sí, sí.] [Por cierto, ¿te refieres a Regul Aire?] [Puede que sea el caso…] El pez hundió sus hombros. [Nephren, ¿puedes volar allí?] P á g i n a | 36 […Puede que sea capaz.] Normalmente, eso sería una proposición ridícula. Dada la distancia y altitud, sería imposible para las hadas regulares. Sin embargo, Nephren ahora no era un hada regular. Ahora su cuerpo ya no conocía el cansancio, podía volar continuamente sin dormir tanto como quisiera. Sin embargo, ella dudo en hacerlo. Claro, Nephren sabía que pasaría de hacerlo, una casi Bestia, acercándose a Regual Aire. Ella y las otras Leprechauns existían por el solo propósito de proteger Regul Aire de las amenazadoras Bestias. Ella se imaginó a Aiseia y Lantolq con sus alas ilusionaría esparcidas, apuntando la punta de sus armas Excavadoras directo a Nephren. […No quiero.] [Vamos, ¿por favor?] [No. Si quieres ir, ve tú solo.] [¡De poder ya estuviera allí! ¡Pero no puedo! ¡Solo éxito en tu mente!] Carmine Lake danzo en exasperación. [Ugh, por fin salimos de esa estúpida barrera, y mira el desastre en el que se volvió! ¡Apuesto que Ebon Candle y Jade Nail están en algún lugar jugando y teniendo momentos felices… llévame con esos idiotas!] Me pregunto dónde está Willem, Nephren pensó, ignorando a las quejas del auto-proclamado Poteau. Ella no sabía de esa persona Elq, pero Willem definitivamente estaba en algún lugar en el suelo. Claro, ella no era optimista en creer que Willem fuera su antiguo yo. A diferencia de Nephren, él era un Emnetwyte puro. Luego que esa cosa negra, el alma del Shiantor, entrara en él, él no sería capaz de mantener su sentido del yo. Ella no encontraba difícil el imaginarse que la Bestia tomaría su mente y cuerpo, y que él se transformó en un ser completamente diferente. Aunque. Almaria contaba con ella. P á g i n a | 37 Nephren quería estar del lado de Willem. Incluso si ahora fuera una Bestia, quería acurrucarse con él. Varada en la vasta tierra cenicienta, Nephren no podía pensar en otros deseos para su futuro. P á g i n a | 38 Un Indeseado Regreso Había un chico malo. Entonces un chico fuerte llego y lo derroto. El mal desapareció del mundo, y todos fueron felices. Muchas historias empezaban de esa manera, y muchas terminaban de esa manera. Su historia, por desgracia, no siguió ese patrón. No tuvieron un colosal mal al cual culpar por toda la miseria del mundo, ni tenían la fuerza para aplastar a tal mal. Su historia empezó en un lugar levemente extraño, y seguramente siguieron sus pasos mientras vagaban por la oscuridad antes de terminar en su destino final. En el cielo sobre la 11ava Isla Flotante, una nave con la apariencia de un barco de expedición civil regular volaba dentro de unas gruesas nubes de tormentas. Toda la nave mostraba signos claros de desgaste y rasgaduras. El polvo demostraba un peculiar patrón de manchas luego de recibir el tratamiento necesario por descender a la superficie tantas veces. Los propulsores derecho e izquierdo levemente se diferenciaban, y los cerradores se habían descompuesto por los tantos vidrios en las ventanas al lado de la nave contando las numerosas grietas. En el casto, la cara de un gato negro y las palabras ‘Compañía de Aventureros Batou’ se pintaba. Si una persona culta viera esta nave de cerca, notaría unas cosas extrañas en la apariencia exterior. Por ejemplo, a pesar de estar todo sucio, el polvo lo hacía ver casi como nuevo sin signos de daño. Además, la nave parece volar estable, incluso con todas las partes malcasadas y juntas en un apuro. Los cerradores que colgaban del lado de la ventana se veían tan sólidos en contraste a todo lo demás. Y más que nada, el tremendo rugido obviamente le pertenecía al hechizo quemante del reactor, por completo fuera para una pequeña nave civil. En decir, contrario a la apariencia, esta no era una aeronave civil ordinaria. El nombre oficial era ‘Captador del Mañana Número 7’, y le pertenecía a la flota de Fuerza Aérea Nacional de Elpis en la 13ava Isla Flotante. Dentro de la cabina, un soldado Frogger revisaba el número de metros y calibradores en la pared con sus ojos. Todos lo veían mecánicamente, desplegando sus usuales y estables números. Buena navegación. La aeronave llegaría al Primer Distrito Puerto de la 11ava Isla Flotante para el amanecer. Luego de eso, fueron capaces de saquear a los investigadores de la Armada de Defensa Nacional. P á g i n a | 39 [Discúlpeme, Oficial.] El Frogger volteó su cabeza. [Realmente deberíamos llevar ese equipaje. Es contra nuestras órdenes, pero es simplemente peligroso.] [Hmph. ¿Te acobardaste?] El oficial Lucantrobos lo dijo en un tono burlón con sus colmillos por fuera. [No, es solo que es… un poco desagradable. Especialmente en el segundo y tercer cuarto de carga. Nunca antes había escuchado de una Bestia así.] El Frogger tembló. [No necesitamos saber qué tipo de desastre puede causar.] [No hay qué temer. Solo necesitamos confiar en el comandante asistente y su plan.] Al mencionar al comandante asistente, los ojos del Frogger se estremecieron ligeramente. [No, no es qué dude de ti, es solo que…] [En primer lugar, esos que dicen que las Bestias son tan peligrosas son los de la Guardia Alada. Y obtienen el pago por pelear con esas cosas ‘peligrosas’. Sería tonto confiar en su palabra.] [¿…A qué te refieres?] [Su enemigo declarado es muy peligroso, pueden sacarle más dinero a sus patrocinadores. Y ya que tienen un monopolio en el campo de batalla, nadie puede exponer sus mentiras. En otras palabras, sobre exageran la fuerza de las Bestias para su propio beneficio.] [¡Pero, eso no puede ser!] La voz del Frogger temblaba. [¡Las islas en realidad se hunden, ¿lo sabías?! ¡Mi hogar estaba en la Isla 15ava!] [Claro. Si ellos lo miran como que ganaran fácilmente, sería la ruina de todo su plan. Por ese propósito dejan unos sacrificios, incrementando la etiqueta de la credibilidad de ese ‘peligro’. A eso le llama actuación.] P á g i n a | 40 [Pero, eso—] [Y respecto a los Salvadores que son asesinados abajo, ¿qué más esperabas de unos civiles inexpertos? No hay razón para que soldados experimentados como tú y yo nos asustemos más de lo necesario.] [Ah…] [Incluso si fueran peligrosas, nuestras técnicas de barrera le suministran a los faltos de poder. Nosotros ya desmentimos esa gran mentira que no pueden ser controlados.] El Frogger se cayó. Con un bufido, el Lucantrobos continúo. [Comprendo que estés preocupado por el futuro de Regul Aire. También entiendo que te preocupes por llevar objetos prohibidos a la poblada 11ava Isla Flotante. Sin embargo, necesitas pensarlo más simplemente.] [¿Simplemente?] [Recuerdas las palabras del comandante. Debemos pelear y reclamar nuestro futuro con nuestras propias manos. ¿Hay algo de más con sus palabras?] [Ah… n-no.] [Claro que no. Es cierto. Esa es la justicia. Y no hay verdad ni justicia en la Guardia Alada, quienes monopolizan las batallas con las Bestias.] [Eso—] [Para traer la justicia, los sacrificios algunas veces son necesarios. Esa es la realidad a la que no debemos apartar nuestros ojos. Y así que debemos seguir el camino al fin de la valentía. Esta es la responsabilidad y orgullo de cada soldado en la Fuerza Nacional de la Defensa Elpis.] P á g i n a | 41 [Eso es.] No puede ser cierto, el Frogger pensó. Él sintió que algo estaba mal con el argumento del oficial. Pero, él no pudo precisar qué era. Si él no podía encontrar lo que estaba mal, quizás era lo correcto después de todo, y si duda no era más que un vergonzoso comportamiento que resulto de su cobardía. [Comprendo. Por favor olvida lo que dije antes.] [Eso haré. Me alegra ver la flama de la valentía en ti.] El Lucantrobos le dio una asistencia de satisfacción. Uno de los cuartos de carga de los cuatro se veía casi como un bosque. Muchas capas de placas de acero con un delgado recubrimiento plateado en la parte de afuera servía como muros. Incrustado en el suelo, madera, mineral, y fragmentos de huesos de varios colores formaban tres círculos concéntricos. Representaban al sol, la tierra, y la vida, creando una réplica diminuta de todo el mundo junto. Esos anillos formaron un simple pero fuerte manto de barrera múltiple. En su núcleo, técnicas de barrera se referían a la habilidad de crear y mantener un muro cuyas particiones estaban fuera de una parte del mismo mundo. Una vez la barrera se completará, el interior se volvía en un mundo completamente diferente desde fuera. Esto causaba una ligera variación en las reglas de las dos áreas, las cuales se hicieron prohibidas para cruzar entre ellas. Los muros de esta manera no se rompían, no importaba cuánta fuerza física pudieras aplicarles. Y así como un lobo en una pintura no podía saltar a atacar al artista, todo dentro de la barrera no podía dañar el exterior. Dentro de tal barrera, en uno de los cuartos de carga, algo puesto en el suelo, algo que tomó la forma de un hombre de cabello negro sin marcas. [Uu…] Emitiendo un bajo gruñido, casi como un grito. Probablemente se dio cuenta que fue atrapado, y que probablemente notó que no era capaz de romperse fácilmente. Sin dejarle otra opción, el cuerpo se enrollo y endureció por la angustia de ser encerrado en ese pequeño mundo. — Un violento impacto repentino sacudió el barco. P á g i n a | 42 [¿Qué? No me digas que eso era una piedra dragón flotante.] El oficial Lucantrobos lo dijo con el ceño fruncido. [No, solo era una vieja piedra normal. No veo nada con todas esas nubes rodeándonos.] El Frogger lo dijo. A pesar de la situación, su voz no mostraba signos de nerviosismo. Él reviso todos los calibradores con sus grandes ojos, luego dijo. [No es gran problema. Este es un barco de la armada. Un impacto de ese calibre no nos hundirá. El trabajo de pintura en el exterior pudo haberse caído, y el mantenimiento puede complicarse luego, pero eso es todo.] [Ya veo. Es una lástima. Les tomara más que una cantidad normal de alcohol. Y si retraemos esas fórmulas, entonces el manejo será algo molesto.] [Bueno, estoy seguro que pudiste imaginarte algo… ¿hm?] Los dedos del Frogger tocaron uno de los calibradores. Mostrando una leve irregularidad al grado de inclinar los monitores de varios lugares por el barco. [¿Qué sucede?] El oficial lo pregunto. [Ah… el marco del barco probablemente se encorvo un poco. Para un civil le costaría una fuerte cantidad de 6, pero ya que estamos en la armada, deberá estar bien.] [No no, eso significa que vamos a necesitar alcohol para el mantenimiento de estos chicos.] [Estoy seguro que encontraremos una—] El Frogger vio arriba. [¿No escuchaste algo ahora?] [¿Hm? ¿De qué estás hablando?] [Pensé que escuché algo aplastándose por allí.] El Frogger volvió su mirada a la puerta. Más allá de esa puerta, y bajando el pasillo, yacía el segundo cuarto de carga. [¿Estás seguro que no es tu imaginación?] P á g i n a | 43 [Hmm, quizás.] La evaluación del Frogger de la situación era correcta. El impacto que sacudió el baro no fue debido a nada más que a una pequeña piedra flotante, o un bombardeo de una nave enemiga escondida entre las nubes, o un espía que empezaba a destruir el barco, y no la carga en el cuarto de carga que iba a alborotarse. Su juicio de los daños también fue correcto. El impacto levemente deformo la quilla de la nave, causando una pequeña distorsión estructural por el barco. No fueron mayores alteraciones al vuelo que pudieran causar tal leve daño. De hecho, si una nave civil recibiera tal daño, los costos de reparación probablemente excederían los méritos ganados solo para arreglarlos. Todo eso era correcto. Sin embargo, el Frogger no comprendió que las técnicas de barreras que le usaron en el cuarto de carga iban bien. Él no sabía que la Defensa Nacional Elpis no podía confiarse de producir a tal escala pequeñas barreras con su actual tecnología. Él no era consciente que la barrera que se usaba en el cuarto de carga detrás de él era un mero prototipo, no garantizaba el soportar el actual uso. Él no entendió la implacable delicadeza que se necesitaba para crear y mantener todo un nuevo mundo. El Frogger leyó los documentos. Él conocía de las técnicas de barrera. Sin embargo, todavía no lo comprendía. Bueno, incluso si lo hizo, el resultado no cambiaría. De pronto, un tercio de la aeronave de la armada Captador del Mañana Número 7 literalmente había desaparecido. En un instante, lo que una vez fue la nave se desmorono a una tierra cenicienta antes de fluir fuera de las nubes de tormenta y desvanecer. El balance se perdió, el barco se inclinó hacia adelante. Las partes que no se afectaron por la explosión inicial empezaron a rasgarse por su propio peso. Incapaz de soportar la fuerza de torsión aplicada, uno de los propulsores salió del barco y se fue volando. El hechizo de reactor, perdió la presión de salida, empezando a arrojar flamas por la explosión. Los gritos y llantos de los pasajeros solo fueron hasta hace un momento antes que desaparecieran en la torrencial lluvia. Y entonces, la Captador del Mañana Número 7 empezó a descender. P á g i n a | 44 [Mira, una estrella fugaz.] En la parte sureste de la 11ava Isla Flotante yacía la gran ciudad de Collinadiluche. A pesar de la fuerte tormenta, hubo unas personas que vieron al cielo cubierto densamente de nubes. Y esas cuantas personas lo vieron; una bola colosal de flamas brillando lo suficiente para perforar las nubes. [Un deseo, un deseo, umm…] Una verdadera estrella fugaz que no debería ser visible bajo las oscuras nubes. Pero, ninguna de las personas que vieron al cielo lo noto. Simplemente remarcaron cómo brillaba, o por cuánto se quedaría. Una de esas personas, un joven Ayrantrobos con problemas para dormir, se apresuró decir un deseo mientras veía pasmado a la estrella fugaz por la ventana de su cuarto. [Espero que Regal Aire se quedé pacifica por siempre y para siempre.] Un tremendo ruido resonó por el aire, seguido de una explosión por la onda de choque. Tres árboles cayeron como domino, mientras la suciedad y rocas se esparcían desde el suelo. Una masiva columna de negro humo se levantó de la oscuridad de la tormenta más allá del cielo. A pesar de la lluvia, las rugientes flamas no mostraban signos de debilitarse. [Uu…] Unas chispas salieron de los ardientes escombros de la aeronave, un joven, o más bien algo que parecía ser un hombre, aterrizo en el suelo. Retorciéndose de dolor, no solo por el impacto de caer desde un lugar alto, sino también de los rabiosos impulsos destructivos que salían dentro de su corazón. [Corran… para el…] P á g i n a | 45 Estirando esos temblantes brazos, lentamente se movía arrastrando el cuerpo por el suelo. Entendiendo que no podía estar allí. Sin el razonamiento para suprimir los gritos internos para esos instintos. Podía sentir que ese deseo gradualmente le devoraba la mente. Necesitaba arrojarse por el borde de la isla tanto como fuera posible. Vacilante a la dureza del cuerpo, sabiendo que una caída al suelo desde tal altura podía significar la muerte. Pero si muriera, no sería capaz de ascender al cielo, y eso era lo más importante de todo. No sabía en qué dirección del borde tirarse. La fría lluvia y la gruesa oscuridad hacían a los cinco sentidos restantes inútiles. Simplemente arrostrando un brazo a la vez sin pensar. […Hey.] La voz de un hombre se mezclaba con el sonido de la constante lluvia golpeando. Girando la cara a la fuente, avisto el escenario de un hombre sosteniendo una antorcha quemándose. El hombre llevaba a otra persona más pequeña en su espalda. Destruir. Conducido por el instinto, tomo una rama de un árbol de oliva con la mano derecha con un chasquido seco. Al siguiente instante, ya no se sentía más el puño apretado. Liberando el mango, un puñado de arena se mezcló con el agua de lluvia que caía al suelo. Entonces, luego de un corto retraso, el árbol de oliva, cuyo tranco de la mitad había sido jalado por el suelo, cayó con un chirrido que parecía un grito de dolor. [No… vengan…] Siempre que llegaba a la vista, la urgencia de destruir controlaba su mente. Se cubría ambos ojos con la mano izquierda en un intento por resistirse. [¡Corran… es muy… tarde!] Incapaz de verlo, simplemente grito en la dirección donde el hombre solía estar parado. [Wow, realmente eres Willem, huh.] La voz del hombre parecía acercase, de no muy lejos. Se oía claramente el sonido de unas botas de cuero pisando el suelo para acercarse. [Bueno, no es como que lo dude. Es algo difícil de creer tan de golpe… y quiero decir, han pasado 500 años desde ese grito.] El hombre parecía hablarle casualmente a la persona a su espalda. P á g i n a | 46 ¿Qué haces? Corre y huye. A este paso, no lo harás a tiempo. [¡No te… acerques… más!] […Espera, Willem, ¿todavía tienes una parte de consciencia?] Sí. Pero ya no por mucho. No tenía las fuerzas para responder a esa pregunta, ni tenía la compostura para reconocer al extraño hombre que lo preguntó. [Apenas, huh. Ya veo que eres el mismo lunático de antes.] El hombre lo dijo con un chasqueo mientras llego directo al frente de esos ojos. [Sí, lo sé, ya lo sé.] Él lo dijo a la persona detrás de él. [No es como que quiera abandonarlo. Pero ¿realmente sería lo mejor para él? Sabes eso puede hacer que sufra más, ¿cierto?] Un breve silencio le precedió mientras el hombre esperaba la respuesta de su compañero. [Bueno, es cierto. Bien, cederé por esta vez, princesa egoísta.] Entonces, con la cara y el tono calmo, el hombre hablo otra vez. [Sé agradecido. Mi poder fue drenado hace tiempo, pero soy un buen maestro, haré otra vez maravillas para ustedes chicos.] Él gentilmente coloco su palma en la frente de la cosa que parecía un hombre. [Esta es la primera y última vez que lidie con una Bestia. Es un tratamiento especial. Serás puesto a dormir por mis manos.] Sin comprender las palabras del hombre, pero por fin notó una cosa: conocía al propietario de esa voz. Una vez, hace tanto, en algún lugar, converso íntimamente con esa voz. Una vez en la vida, vio en alto al propietario de esa voz con admiración, y quizás esa admiración se mantenía ahora en una forma. Que repetidamente le decía que nunca se volviera en ese tipo de adulto, tuvo que mantener esa admiración en mente. [Levanta la mirada a la luna en una noche sin estrellas.] El hombre habló con un peculiar tono de entonación, casi como si recitara un antiguo poema. P á g i n a | 47 Sintiendo algo extraño escurrirse de las palmas del hombre mientras pronunciaba esas palabras. La intuición le decía que es algo extraño, o incluso peligro, que estuviera ocurriendo. Aunque, sin cambiar. [Dejemos que el cieno de la noche envuelva tus ojos.] El hombre lo cantó tranquilamente, como si le diera una orden. Luego, al siguiente instante, la consciencia del hombre se puso en blanqueo. P á g i n a | 48 La Batalla Final El tiempo fluyo lento pero seguro. El profundo verdor del pasto en el camino, y los árboles casi parecían competir entre ellos para ver cuál florece primero. El viento soplaba con un gentil sentimiento y calidez del pasar de los días. Mientras las temporadas pasaban, el almacén de hadas gano dos nuevos residentes. Uno venía de un bosque en la 26ava Isla Flotante, y la otra apareció en el lago en la 40ava Isla flotante. La agencia de búsqueda de la Guardia Alada las tomó y llevó al almacén de hadas. Al principio, Almita y sus amigos, la generación más joven hasta el momento, se regocijaba y causó una gran conmoción al escuchar las noticias. Tiat, sin embargo, le dio un alto, regañándolas y actuando más madura ya que se convirtió en la hermana mayor. Por otra parte, agradecidos, porque ningún residente se perdió esa vez. Ni un solo ataque de un Teimerre ocurrió desde entonces, y nadie necesitaba ir al campo de batalla y sacrificar su vida. Kutori. Nephren. Willem. Desde ese día cuando el almacén de hadas perdió a esas tres caras irremplazables, el tiempo paso pacíficamente, justo como esos tres lo hubieran deseado. [Como es usual, no hay predicciones en las batallas.] Un gigante Reptrace lo dijo a secas del otro lado del comunicador de cristal. [Un Teimerre atacará en el futuro, ciertamente será atrapado por el ojo plateado. Puede que sea un breve respiro, parece que los soldados continuaran descansando sus espadas.] […Ya veo.] Naigrat respiro en alivio. Era un evento regular, aun así, Naigrat siempre se ponía nerviosa con las conversaciones al Primer Oficial Limeskin. Sin embargo, la culpa no necesariamente recaía en él. El tema no es exactamente el adecuado. Su corazón nunca podía estar calmado al pensar que el almacén enviaría a preciadas niñas al campo de batalla. Pero debido a su plática era de tener los nervios de punta, las veces cuando Limeskin reportaba que nada más pasó hacía que Naigrat se pusiera feliz. Solo en los momentos así ella sentía agradecimiento por la supuesta habilidad de predicción del ojo plateado Prima. Desde que declararon que no habría batalla, un ataque sorpresa era inconcebible. Los días de flojera en el almacén de hadas continuaron por un poco más. P á g i n a | 49 [Me alegra escucharlo.] Ella lo dijo desde lo profundo de su corazón. [Este período de paz terminara en poco. Antes de ello, habría 2 o 3 ataques por mes… pero no ha habido nada hasta ahora.] [Mu.] El Reptrace dio un indescifrable gruñido antes de callarse. Naigrat ignoro eso y continúo, cargada por la interminable felicidad que fluía en ella. [Eudea y los otros lo hacen bien. Sabes, la más nueva vino el mes pasado. Parecen asustadas por dormir solas, y me quedarte con ella toda la noche. Ahh, sus caras cuando duermen son tan lindas que solo quisiera tragármelas, ¿sabes?] [Ya… veo…] La voz del Reptrace mientras murmuraba por compromiso respondió de alguna manera más sombría de lo usual. Naigrat se dio cuenta que algo claramente estaba mal. [¿Ocurre algo?] [Ah… no es algo fácil qué discutir.] Limeskin parecía estar dudando, algo muy inusual en él. [Oh, ¿hablas acerca de eso? Luego que el Shiantor desapareciera, una expedición fue enviada abajo en un apresuro, ¿cierto? ¿Encontraron algo?] [No es eso. Los reportes de la expedición se mantuvieron escondidos por alguien de mayor puesto que yo.] [¿Eh?] Limeskin era un Primer Oficial. Ahora, Naigrat no conocía de la estructura de la Guardia Alada a detalle, pero comprendía que el Primer Oficial era de una posición alta. Ciertamente, que le negaran la información no era una ocurrencia normal. En otras palabras, esa expedición encontró algo allí abajo, y ese algo tenía un significado que ni siquiera el Primer Oficial podía saber. Eso intrigo un poco a Naigrat, pero al parecer Limeskin tenía otro tema en mente. [Es acerca de las predicciones de batalla.] Él continúo. P á g i n a | 50 [¿Sí?] [No solo hoy o mañana. En lo absoluto, los Teimerre se han avisto ahora.] ¿Qué? Naigrat le dio una confusa apariencia al comunicador de cristal. [Por los últimos años. O quizás por la eternidad. Es como durara esta paz.] [Al menos unos años… la eternidad…] ¿Qué? Naigrat repitió esas palabras unas veces en su cabeza. [¿¡En serio!?] Ella pregunto, apoyándose contra el cristal, llevada por su abrumador gozo. La eternidad probablemente era mucho que esperar, pero si ella hacía que esas chicas pelearan por más de unos años, ya no podría haber noticias felices. Ella no quería experimentar tal dolor y tristeza, y no quería que nadie más las experimentara. [Waah. Waah. Waah.] Extraños sonidos empezaron a salir de la boca de Naigrat. Ella desesperadamente suprimió los impulsos de saltar por el cuarto de alegría. […Respecto a estas noticias, la opinión en general, los mandamases de arriba de nosotros, los oficiales, se dividieron.] Limeskin continúo con la misma voz. Ni un solo fragmento de felicidad se mostró en sus palabras o en su expresión. [En realidad, no me queda más que decir que ese viento golpeará en una dirección poco favorable.] [¿Eh? ¿Qué quieres decir?] [Muchos dicen que deberíamos eliminar al almacén de hadas.] La boca de Naigrat se colgó. [¿Por qué?] P á g i n a | 51 [Para que un guerrero sea un guerrero, una batalla es necesaria. Un guerrero que pierda su batalla y enemigos ya no puede seguir con las reverencias y ofrendas de las personas.] El gran lagarto lo explico en una voz que sonaba completamente casual a Naigrat. [Cuando el viento deje de golpear, incluso las grandes banderas ya no podrán aletear.] [Por qué…] Las palabras del Reptrace comprobaron ser enigmáticas como siempre, pero Naigrat ya se había acostumbrado a hablar con él en estos años. Y, por desgracia, comprendía perfectamente bien el significado detrás de esas palabras. Ni la Guardia Alada o la Compañía de Trato Orlandri eran de mentes simples. Muchos de sus miembros no veían favorable el uso de las Leprechauns y Armas Excavadoras. Naigrat podía entender el por qué. Después de todo, ellos tomaron prestado el poder que los Emnetwyte dejaron atrás. La supervivencia de Regul Aire yacía literalmente en las manos de un grupo de sin marcas, quienes usaron armas cuya estructura y lógica no entendía nadie. Fantasmas estaban a cargo del futuro de esos seres. Muchos odiaban directamente a esos monstruos que tomaban la forma de niños. Sin mencionar que, el comprar y reunir Armas Excavadores costaba muchísimo dinero… De todas formas, había una montaña de razones. Varias personas con varios valores encontraron su propia razón para oponerse a la existencia de los Leprechauns. Las chicas continuaron como siempre a pesar de toda la resistencia solo porque era necesario. Regul Aire seguía flotando con su sacrificio. Sin embargo, si se diera la necesidad, desaparecerían, las cosas cambiaban. Una vez los ataques de Teimerre se detuvieran, todas esas personas no se mantendrían calladas. Lanzaban argumentos y quejas que iban dirigidas todo el tiempo contras las chicas. De eso debe ser de lo que habla Limeskin. Empezando con su inestabilidad, las Leprechauns tenían muchos problemas asociándose con otros. Así que ahora, con la amenaza del Teimerre fuera, las personas en la Guardia Alada decían que las eliminaran. Pero entonces…. [Si eso pasa, ¿qué de esas chicas? Ellas ya no serán… libres, ¿verdad?] Naigrat sabía muy bien que eso nunca pasaría. En el fondo, las chicas no eran más que bombas caminantes con ropa. Y ya que nadie más que la misma Naigrat les ponía su ropa, si el almacén de hadas desapareciera solo serían bombas caminantes sin siquiera usar ropa… bueno, como sea, nunca serían puestas en libertad sin alguna supervisión. P á g i n a | 52 [Unos de la armada municipal dicen que quieren afilar sus dientes contra las Bestias.] Limeskin dijo la verdad sin misericordia. [Sus voces anteriormente se concentraron en dejarle toda la pelea con las Bestias en las manos de la Guardia Alada y las Leprechauns. Para ellos, esta es la oportunidad perfecta para seguir con su camino.] [¿Y quieren que otras armadas se les permitan mantener a las Leprechauns? ¿A cambio que la Guardia Alada reuniera a todos como lo han estado haciendo ahora?] [Ah. No hubo más que unas cuantas voces de acuerdo dentro de la Guardia Alada.] Ya veo. Solo con perder su posición como el consejero de armas anti-Teimerre, las Leprechauns se volvieron en nada más que ‘poderosas e inestables bombas’. No es sorpresa que hubiera algunos en la Guardia Alada que no quisieran tratar con su mantenimiento Y también no es sorpresa que otros quisieran poner sus manos en ellas. El poder hace que las personas se sientan seguras y esos cerca de ellos se sienten incomodos. Regul Aire no era un país grande. El Noble Imperio Alado, la Federación Mercantil Elpis, el País Té Elmwood, el Bosque Boreal… no había escasez en islas y ciudades quienes desearan el poder político y militar para ponerle una mano a sus vecinos. Pero eso significaría… [No hay forma en que deje que nuestras preciadas niñas estén en otra organización.] Desde luego, Naigrat no podía estar certera que todos esos lugares fueran horribles. Una vida buena podía estar esperando a las chicas en alguna parte. Sin embargo, ninguno de esos lugares tendría alguien que les diera amor a las chicas como Naigrat lo hacía. De ninguna manera. La enorme cantidad de tiempo que paso en el almacén y los muchos litros de lágrimas que derramo dejaba que Naigrat lo declarara con confianza. Ella no dejaría que cualquiera les pusiera una mano. [Todavía no ha sido decidido. No saques conclusiones.] Limeskin le advirtió. [Pero es el probable resultado, ¿no?] [No te apresures. Hay muchas voces en desacuerdo, incluyéndome.] Él respondió en seco. Sin embargo, él dijo más. [Pero, lo mejor sería prepararte.] P á g i n a | 53 Naigrat de pronto se recordó de sus días de escuela. De recordarlo bien, ocurrió durante una clase de historia. Su Armado profesor hablaba en su usual tono difícil de escuchar. El conflicto es lo natural para el destino de todos los seres vivientes. La paz es desconocida, y por eso es valiosa. Eso significaba que lo desconocido no podía obtenerse por darlo por sentado. Solo después de gastar el esfuerzo necesario y pagar los sacrificios necesarios para suprimir el instinto y perseguir el razonamiento podría obtenerse. Precisamente porque era difícil de obtener, la paz se veía como una cosa hermosa. Ah, ya veo. Naigrat lo pensó luego de escucharlo. Es precioso porque naturalmente no existe. Tenemos que construirlo con nuestros propios esfuerzos… ya que lo pienso, lo mismo puede decirse por casi todo. La paz no es una excepción mágica. Al final del día de clase, el profesor declaró esa última línea, como si de pronto lo recordara. Las cosas desconocidas siempre vienen con dificultades inmensurables. Claro, para tratar de mantener algo con dificultades inmensurables era necesario el resultado de una gran pérdida. Parece extraño, pero el precio de la paz es más que el de una guerra. Es difícil ver de dónde vendrían los costes. Esa es la razón por qué desde tiempos antiguos las personas siempre veían la paz, pero nunca eran capaces de mantenerla por tanto tiempo. […Por qué siempre es así…] Luego que se cortara la comunicación del cristal, Naigrat puso su cara contra el escritorio. Nadie más que ella estaba en el cuarto. Usando eso como una excusa, enterró su cara en su manga y dejo fluir las lágrimas. [Si no necesitan que peleen más, ¿entonces por qué no las dejan descansar? Si pueden vivir en paz ahora, ¿por qué no las dejan? Por qué no puede ser así de simple.] Si fuera un cuento de hadas, una vez los malos fueran derrotados y el mundo fuera bueno, ese sería el final. El mundo vendría a un acercamiento para vivir con todos felizmente, y el futuro más allá de eso se mantendría sin cambiar. Para la desgracia de Naigrat, el mundo real es un poco más complicado que los cuentos de hadas. Incluso luego del fin de la historia, el tiempo sigue moviéndose. Esa felicidad ganada desapareció y se esparció. Nada termina mientras esté lleno de felicidad. P á g i n a | 54 […Willem, idiota…] Sus llanos se volvieron quejas para una cierta persona ausente. [No fuiste el que dijo que este dolor no es para sentirlo solo… no prometiste que lo compartiríamos nosotros dos…] Naigrat se dio cuenta de lo lamentable de sus quejas, pero ya ni le importaba. Nadie más que ella estaba en el cuarto. Sus quejas no molestarían a nadie, ni llegaban a los oídos de las personas directamente. P á g i n a | 55 Enfrentando el Pasado Recientemente, Naigrat había estado actuando extraño. Viendo por fuera de una ventana, parecía que lloraría, enterraba su cabeza en sus brazos, de pronto salía a cazar osos en las montañas… bueno, no, siempre hacía esas cosas, pero… pero aun así, algo se sentía mal en ella. Es difícil ponerlo en palabras, pero algo le ocurría de seguro. Poniendo eso de lado por ahora, Lantolq Itsuri Historia enfrentaba un problema personal. Horneó un pastel. Aplasto unas hojuelas de café y las amasaba a golpes, añadía algo de brandy para saborear y algo de nueces tostadas para la textura. Hacer postres siempre había sido uno de los hobbies de Lantolq. En el pasado, a menudo prestaba un rincón de la cocina y horneaba algunos dulces para variar en los días sin entrenamiento. Siquiera tenía tiempo para ello. En total, tenía una buena cantidad de fe en sus habilidades. Luego de terminar ese pastel, Lantolq casi tuvo éxito. Ella había luchado por mantener una sonrisa solemne en su cara. Con expectaciones de elogios, ella cortó las porciones en pedazos más pequeños. Luego que todos le dieran su primera mordida, caras más bien desganadas llenaron el cuarto, como si alguien hubiera venido y golpeara esa misma expresión en la cara de todas las chicas. [Algo está mal.] Tiat murmuro. [El sabor es como una imitación.] Panival lo vio lamentablemente. [¡Está amargo!] Collon lo declaró con migas pegadas por toda su mejilla. Unánimes reseñas negativas. Lantolq pronto se dio cuenta de la causa de su falla. El sabor que ella quería probar era diferente al sabor demandado por las pequeñitas. Ella olvido el tomar ese simple hecho en consideración. Si ella solo hubiera pensando en las personas que comerían su creación, se hubiera evitado tal error de novato. Sintiéndose algo abrumada por su incompetencia, Lantolq cayó directo al suelo. P á g i n a | 56 [¡Ah, creo que está delicioso! ¡Tiene un sabor muy adulto!] Lakish se paró de su silla y desesperadamente trato de defender el pastelillo fallido. Lakish era una niña buena, siempre considerada con otros. Lantolq quería darme un abrazo. Sin embargo, esa amabilidad le molesto un poco en ese momento. Lantolq quería tratar de participar en los juegos de pelota de las niñas. El giro de los eventos apareció en un nuevo tipo de juego desconocido para ella, y por primera vez aprendió de las reglas. Involucrando a dos equipos para meter el gol al equipo opuesto. Con el fin de ganar, un equipo tenía que obtener un cierto número de puntos, o que cada miembro del equipo anotara al menos una vez. [Willem nos enseñó este juego. Dijo que es bueno practicar en equipo para una batalla.] Escucharlo irrito ligeramente a Lantolq, pero ella no lo mostro en su cara. Ella no quería que nadie supiera cuán consciente del segundo técnico era, así que se lo guardo. A cambio, ella se hizo a la idea de disipar esa frustración para dominar el juego. Sin embargo, no sería así de simple. Siendo un hada adulta, las habilidades físicas de Lantolq superaban a las pequeñas. Y naturalmente, ir contra oponentes con una gran desventaja inherente sería muy inmaduro. Ella pensó qué si no fuera fácil con ellas, el juego no sería divertido. Todas las niñas no se guardaron nada. Y Lantolq sufrió una miserable derrota. La razón era clara: una sola persona no podía anotar por cada miembro del equipo. Además, la fuerza y velocidad no era mucho para todos esos miembros del equipo. Habilidades como el trabajo en equipo y la habilidad de mantener la pista una vez lo juegues, Lantolq no era rival para las niñitas. [La idea es de sacar al mejor goleador de la siguiente mitad de juego. En la primera parte, solo pueden jugar a la defensiva.] [Además, la habilidad de ayudar a un compañero a anotar es más importante que el marcarlo solo.] [¡Pelea con cuerpo y alma!] P á g i n a | 57 Las palabras las cuales fueron de alguna manera como un consejo se apilaron sobre el hada derrotada. Lantolq se desplomo sobre el suelo. [E-Está bien. ¡Estoy segura que eres rápida!] Como es usual, Lakish intento animarla. Realmente era buena niña. Pero, otra vez, esa amabilidad dolía un poco. [¿Qué haces?] Aiseia lo pregunto, sacando su cabeza por fuera de la ventana del cuarto. [Qué hago…. Realmente me lo pregunto…] Lantolq apoyo su espalda contra un muro cercano y respondió con una voz exhausta. A pesar de su personalidad, Lantolq todavía tenía el orgullo de ser la más grande en el almacén. Como alguien que creció y servía como una guía para las pequeñas, no podía perder contra un chico que de pronto salió de la nada. Con ese razonamiento, ella declaro en silencio una guerra contra una cierta persona ausente, pero obviamente terminó en una miserable derrota. [¿De dónde sacaste esa idea de tu cabeza? No sirve pelear con alguien que no está aquí, ¿sabes?] [No es nada de eso.] Lantolq frunció el ceño y alejo su cara. [Haha.] [¿…Qué? ¿Dije algo divertido?] [Ah, solo me hizo recordar un poco. Cuando él vino por primera vez, Kutori tuvo una reacción similar.] Espera un segundo, no dejaré que yo tenga el mismo sentimiento por ese técnico que Kutori tenía al hecho que es más del exacto opuesto de nuestras reacciones solo por la coincidencia de ser similares así que no puedes atarnos algo como eso… P á g i n a | 58 [Ya veo.] Lantolq respondió tranquilamente, suprimiendo la urgencia por gritar sus reales pensamientos. El alegre sonido del Noft tocando la campanilla llego a Lantolq en un gentil viento. Juzgando por los gritos de batallas, Noft rápidamente comprendió el juego y se fue con las pequeñas. En otras palabras, eso hizo que Lantolq fallara sola. Superada por el sentimiento de una irremediable derrota, Lantolq cayó y cayó más al muro hasta que al fin se sentará en el suelo. […A propósito, Aiseia. No has estado en el cuarto de lectura recientemente.] Ella lo dijo en el lugar con un suspiro pesado. Solo hasta el otro día, Aiseia Myse Valgalis había estado en el cuarto de lectura y referencia, concentrada en algún tipo de búsqueda. Lantolq no la vio salir de esos dos cuartos sino fuera por comer. Bañarse, o dormir. [¿Terminaste de buscar lo que querías saber?] [Hmm, no he terminado, es más que lo opuesto…] Aiseia doblo sus brazos en el antepecho, descanso su barbilla, y dejo salir un largo suspiro. [Me di cuenta que hay un límite en cuánto puedo encontrar aquí.] [En cuanto a recursos relacionados con nosotras y las Armas Excavadoras, de preguntarle a Naigrat, puede que las envíen aquí desde la Compañía. ¿Es diferente acaso?] Ya que el almacén de hadas era una facultad de investigación de Leprechaun y Armas Excavadoras, al menos en papel, tenían que permitirse algunos fondos para gastar en libros especiales y más, incluso aquellos de relevancia dudosa. Los libros de investigación que Lantolq usaba para conseguir el antiguo lenguaje, las palabras que los Emnetwyte usaron una vez, una pequeña porción le pertenecían a Nephren, el monstruo de leer libros del almacén. [El tema en sí no es el problema. Si pudiera comprarlo lo haría en seguida, pero al parecer es un libro preciado con solo cinco copias en todo Regul Aire. Solo no puedes conseguirlo con dinero, necesitas un permiso especial para que te lo muestren.] P á g i n a | 59 [Bueno… supongo que no hay mucho que puedas hacer.] [Sí. Nada.] Lantolq y Aiseia simultáneamente dejaron salir un pesado suspiro. Siendo armas, las Leprechauns no tenían el permiso de salir del almacén de hadas y caminar con libertad. Sin tanto que decir, ninguno se confiaría lo suficiente para mostrarles un libro tan valioso. [Aunque no creo que seamos iguales.] Lantolq lo dijo. [¿De qué me estás hablando?] [Kutori y yo. Ella no se rendiría tan fácilmente.] [Ah, cierto cierto.] Si Lantolq lo recordaba bien, ese era el tipo de chica que Kutori Noa Seniolis era. No es que ella fuera tan tonta que no comprendiera el concepto de lo imposible. Ella lo entendía perfectamente bien y lo aceptaba. Sin embargo, ella era extremadamente terrible con la verdad y con sus sentimientos. Su razonamiento y emociones llegaron juntos a su cabeza, y al final siempre terminaba corriendo en alguna parte. Lantolq nunca lo vio de una forma fácil de vivir, pero ella ocasionalmente pensaba que se veía como una forma divertida de vivir. No creo que sea capaz de vivir de esa manera. Bueno, no es que lo quiera igual, Lantolq pensó, pretendiendo no notar el duro dolor en su corazón. [¿Bueno? ¿De todas formas qué estás buscando?] [Hm, ¿lo quieres saber?] P á g i n a | 60 [Supongo…] Claro que Lantolq quería saberlo. Ella nunca encontró el momento correcto para preguntarlo. Luego de perder a sus buenas amigas, ver a Aiseia contener sus lágrimas y confinarse sola en el cuarto de referencia, Lantolq encontró difícil acercársele. [¿Está bien si lo pregunto?] [No es nada que valga la pena ocultar. Solo quería saber exactamente qué somos.] […Filosofía, ¿huh?] [No, no en ese sentido. Es más práctico… o un significado físico. El técnico dijo que las Leprechauns han existido por un largo tiempo, pero solían ser diferentes a nosotras ahora.] [¿Diferentes?] Lantolq vio al suelo. Ella vio a pequeñas hadas quienes que no parecían pensar mucho, cubiertas de lodo y correr emocionadas por ahí. Además, Noft se mezclaba muy bien con ellas. [Ah, también diferimos de ellas.] Aiseia lo dijo. [Tan pequeñas que podían sentarse en la mano de un Emnetwyte. Ya que eran el resultado de un fenómeno natural de los fragmentos del alma de una persona fallecida la cual tomo la forma física inadecuada, casi parecían ilusiones, difíciles de tocar.] [Uh…] Las Leprechauns eran un tipo de fantasma, un fenómeno natural el cual resulto del alma de quien fallo en comprender la muerte propia y vagaba por el mundo. Lantolq ya lo sabía. Basados en esa suposición, también tenía sentido que ellas no tuvieran un cuerpo estable o sintieran su yo. Parecía más natural que tales almas aparecieran más como vestigios efímeros, como las viejas Leprechauns las cuales Aiseia hablaba, y de las cuales Willem Kumesh alguna vez habló. [La materialización de un alma. Al parecer, ese es un raro fenómeno. Sin embargo, el alma de un animal es tan pequeña que no puede formar nada más que una gruesa niebla.] Aiseia continúo. P á g i n a | 61 […Eso es extraño.] Lantolq estaba un poco interesada ahora. [Y si las hadas no son más que eso, ¿cómo podemos explicárnoslo?] [Sí, esa es la cuestión. Somos fantasmas, pero tenemos carne en nuestros cuerpos… bueno, no en mucho de los casos.] Aiseia, vio en el pecho a Lantolq. ¡Hey! Tienes menos que yo, las tengo bien comparado a las otras hadas, espera no, no es tiempo para hablar sobre eso… [Pero de todas formas, lo vi en los más recientes libros de investigación, pero no dicen nada diferente. Hadas y fantasmas, y fantasmas que tiene una masa física cercana a cero. Su forma materializada es inestable, y son propensas a desaparecerse en el aire.] Aiseia continúo. [Bueno… tiene sentido si piensas en ello. Este almacén es como un botadero para reliquias sin analizar del pasado. Somos extrañas y podemos explotar en cualquier momento, por lo que nos metieron en la Isla 68ava fuera de los pueblos y ciudades.] [Es cierto. Hubo alguien quien propuso una nueva hipótesis. Él fue el anterior encargado.] Preguntándose si ella podía conocerlo, Lantolq empezó a ver en sus recuerdos, pero pronto se dio cuenta. Casi todos los encargados enviados a servir al almacén nunca se aparecieron en el almacén. Obviamente, ella no recordaba a ninguno de ellos. Solo una cara se le ocurrió al mencionar el título del encargado del almacén de hadas, o el Segundo Técnico de Armas Encantadas. [Él dijo que si el alma de cualquier animal es demasiado pequeña, entonces asumir que la forma original de ese ser debió ser un alma ridículamente grande así resolviendo la contradicción y explicaría la existencia de las Leprechauns.] Aiseia explico. [¿Huh?] La reacción inicial de Lantolq salió por su boca. [¿Qué razón es esa? Incluso si la contradicción desaparece, el sentido de la credibilidad saldría por la ventana.] [¡Hablamos de nosotras, y somos reales! Claro que necesitas ser realista.] P á g i n a | 62 [Bueno.] Aiseia lo dijo con una risa animada. [Somos fantasmas y monstruos… es decir, estamos bajo la suposición que no somos reales.] Pero… [Si lo dices así… entonces no hay punto en nada de esto, ¿verdad?] [El breve sueño de un niño que muere prematuro. Es lo que somos. No hay nada por apartar nuestros ojos de ese hecho.] Eso… puede ser cierto… pero… [A propósito, mi… uh, la Aiseia de mi vida anterior también fue una Leprechaun. Vivió aquí por 10 años, usando la Arma Excavadora Pache, y murió a los 18.] [¿…Qué?] Lantolq vio a Aiseia, solo para ver su usual sonrisa difícil de leer. [Y esa hipótesis que acabo de mencionar no es contradictoria a mis recuerdos. Si una Leprechaun es el fragmento de un alma gigante, entonces todas las contradicciones sirven como el ingrediente para una nueva Leprechaun.] [Aiseia…] [Ah, mantengámoslo en secreto de las otras, ¿de acuerdo? Viví por un tiempo relativamente largo, pero solo le dije esto a ti y Kutori.] Aiseia lo dijo, luego río con su usual sonrisa. Lantolq pensó que quizás Aiseia olvido la expresión apropiada para hacer en estas ocasiones. [Claro, solo no podemos sacar conclusiones de todas nuestras vidas previas como Leprechauns. Incluso si cada reencarnación resulta en la misma especie, debe haber algo diferente si vuelves lo suficientes. Lo que sea que esté allí, es lo que quiero saber.] P á g i n a | 63 Lantolq no podía pensar nada para decirle. [Bueno, ya que no he ido muy lejos, no hay nada más que decir. Si el técnico estuviera aquí, apuesto que pudo haberme dado un consejo, pero no lo está. Originalmente empecé la búsqueda para ver si hay una manera de ayudar a Kutori. Y como lo puedes ver, no he hecho nada, así que ya no hay punto en ello.] Aiseia rio otra vez. Esta vez, sin embargo, más que una máscara para ocultar todas sus emociones, había una sonrisa melancólica, una que casi hacía que Lantolq quisiera llorar al verla. P á g i n a | 64 Emergencia en el Suelo de Expedición El rugir del hechizo incinerador de un reactor y el fuerte sonido de los propulsores zumbaron en el suelo. El aire, perturbado por las hojas rotantes, golpeaba salvajemente. Enterrados en una capa de nubes en forma de una gruesa niebla, más allá de las arenosas planicies, una aeronave revoloteaba. Las cajas de madera fueron arrojadas por propósitos de investigación para llegar a la superficie sin problema. Por jalarlas de nuevo con lazos y revisar las lecturas, la tripulación no descubrió anormalidades. En otras palabras, el área directamente debajo de ellos no entró en contacto con el Shiantor, el cual instantáneamente reducía a cualquier ser que se arrastrara por la arena. [Sin pistas en ningún lugar… a este paso, no podemos controlar el rumor que el Shiantor de pronto colapsó y murió.] Un joven Borgle lo murmuró mientras rascaba su calva cabeza. [En realidad, espero que ese rumor sea cierto. Para estar vivo y andar por ahí, no sobremos cuando pueda dar un golpe otra vez.] [Hehe. Superar el miedo y ansiedad con una razón y tecnología significa ser una forma de vida inteligente.] Un Gremian lo dijo, moviendo sus dedos. La hombrera de su uniforme militar mostraba la insignia del rango de un Primer Técnico. [Colocamos una caja de pólvora en un área amplia rodeándonos. Están especialmente ordenados, diseñados para producir un gran sonido al daño que no es nada más que un simple impacto. Ese es el poder de desintegración que el Shiantor o como fuera, es activado, ¿cierto? Y si esa cosa aparece, definitivamente se asentara en una de nuestras cajas. Todo lo que tenemos que hacer es dejar de movernos si escuchamos un ruido.] [Eso suena conveniente, pero ¿qué si el enemigo se arrastra debajo de nosotros?] El Gremian, quien inflo su pecho en orgullo, dudo. [¿…Esa Bestia excavo un túnel debajo de nosotros?] [Bueno, no lo sé, pero cuando venga, no me sorprenderán si así pudiera. El Shiantor está envuelto en misterio.] [T-Tampoco podemos estar preparados para eso. La tecnología existe para responder a los problemas los cuales podemos comprender concretamente.] P á g i n a | 65 [Si lo dices así, está bien conmigo.] La aeronave lentamente empezó a descender. Poniéndose sus lentes, el Borgle vio a las planicies cenicientas esparcidas abajo. [Los problemas no solo vienen y se presentan por sí solos a nosotros. Si la situación nos toma con la guardia baja, el que esté en pánico serás tú.] [Ah…] El Gremian probablemente quería decir algo en retorno, pero solo hace unos meses, él había sido atrapado con la guardia baja por la situación y se mostró un lado vergonzoso de él. Reflejándose en esa experiencia, él se cayó. [De todas formas, no bajes la guardia. No te diré que te prepares para un posible resultado, pero al menos alístate para actuar.] […Haré todo lo que pueda.] El Gremian lo murmuro amargamente. Viendo como avanzaba, El Borgle, Grick Graycrack, pensó. Hasta ahora, este primer técnico no era el tipo de persona que atendiera a las palabras de otros. Ahora, Grick pudo ver la resistencia en él, pero las palabras de Grick parecían ir a un oído y quedarse allí, en lugar de salir por el otro. Juzgando el hecho que el Gremian aceptó el papel de comandante de esta expedición, Grick supuso que los eventos de ese día debieron haber sido un profundo aprendizaje de experiencia para él. Ese día, cuando un gran nido de Teimerre atacó y estuvo cerca de hundir el Plantaginesta, se perdió mucho. Muchas vidas perdidas, muchos heridos, y, más que nada, luego de ver a las chicas pelear, perdieron el precioso valor del conocimiento como la ignorancia. Todo ese tiempo, fueron protegidos. Sus días de paz fueron pagados con la sangre de esas hadas. Vivieron pasando por los cuerpos de esas chicas que murieron en docenas sin pensarlo un segundo. Una combinación de culpa e impotencia se hundió dentro de sus estómagos. Una vez lo supieran, nunca volvería a ser ignorantes. Grick ahora comprendía bien por qué la Guardia Alada mantuvo a las Leprechauns y Armas Excavadoras en secreto. La fiebre que se llevaba esas emociones, es la mejor. Incluso él, como alguien siendo protegido, sentía eso. Ni siquiera podía imaginarse lo que Willem, ese Emnetwyte sin poder quien deseaba proteger a esas chicas, sintió. P á g i n a | 66 […Eso es extraño.] Unas anormalidades llegaron a la vista de Grick mientras veía a la superficie de abajo. [¿Q-Qué es esto? ¿Una Bestia?] [No.] Grick sacudió su cabeza. No había trazos de una Bestia. De hecho, parece lo opuesto: pequeñas piedras apiladas en un círculo, leña quemada, y cajas de madera esparcidas yacían en las sombras de una peña. [Es lo que queda de un campamento.] Preservándose bien en las ventosas planicies que no era muy viejas. [Parece como que alguien olfateo al Shiantor, desapareció y se fue antes que nosotros. No sé qué Salvadores pudieron haber sido, pero debieron tener un buen sentido del olfato.] [¿Qué?] El Gremain tensó sus pequeños ojos. Su visión no era tan efectiva en las distancias lejanas como los Borgles. [No crees que ellos se metieron en algo, ¿verdad?] [Me lo pregunto.] Grick saco un par de binoculares que colgaban de su cuello y los tomó. El Gremian se los arrebato sin decir una palabra de agradecimiento y vieron abajo, casi recostados por fuera de la ventana. [Las Ruinas K96 MAL. Rastros de los Emnetwyte bien preservados son muy raros, y algo muy bueno para los Salvadores… pero…] Grick cruzo sus brazos y frunció sus cejas—o más bien solo arrugo su frente como no tenía cejas. [Llegar a una oportunidad así de rápido solo después de escuchar que una Bestia desapareció… se me es algo extraño.] [¿Estás diciendo que los recursos no fueron bien?] [No, no es eso… bueno, en realidad…] Grick empezó a rechazarlo, pero, pensándolo, se dio cuenta que él Gremian tenía razón. Para los Salvadores, el solo descender al suelo en sí era una gran apuesta. Cruzar la barrera desplegada en Regul Aire es un poco costoso. El combustible y comida necesaria para un viaje de vuelta tampoco salía barato. Si contrataban a alguien exterior a su grupo, necesitarían tratar con el posible riesgo. Algunos contratos requerían que los Salvadores entregaran dinero en un oficio especial preparado para pagarle a la familia del que fallecía en caso que algo pasara. P á g i n a | 67 Claro, incluso después de desembolsar una gran cantidad de efectivo para bajar, las ganancias no eran garantizadas. No se sabía qué se encontraría—ese era el romance el cual los Salvadores veían, pero también era la dura realidad al mismo tiempo. Algunos viajes rendían espectaculares tesoros, y los otros no rendían nada en valor. Sin mucho que decir, las estadísticas favorecían al último. Y debido a todo eso, todos los Salvadores, incluyendo a Grick, tenían personalidades peculiares. Podía encontrarse algo bueno… quizás. Algo bueno podía ocurrir… quizás. Incluso cuando se enfrentaba con tal información incierta, ellos entusiastamente sintieron la necesidad de bajar y revisarlo por sí mismos. Cualquiera que se llamara un Salvador tenía un mal hábito, pero… [Se movieron rápido. El hecho que bajaron antes que nosotros significa que estuvieron observando esta área incluso más que los chicos de la Guardia Alada.] Grick lo dijo. [¿Hm?] El Gremian no parecía entenderlo. [Debió costar una muy buena cantidad. En este negocio, cuando no tienes la idea de lo que encontraras, tener los recursos tan de la nada es algo fuera de lo común.] [¿Hmmm?] [En primer lugar, venir aquí luego que la Bestia desapareciera es tan extraño en sí solo. Es un gran riesgo y sin regreso. Todo lo que lograron fue vencer a otros Salvadores… ah, lo veo. Incurrieron en todos esos riesgos y costos precisamente porque se movieron primero. En otras palabras, creyeron que podían recuperar sus pérdidas…] [¿Hmmmm?] La pequeña palma del Gremian le dio un fuerte golpe a la espalda del Borgle. El impacto llevo al frente a Grick, casi sacándolo por fuera de la ventana. [¿¡Ow!?] [Me dejas atrás y te metes a tu pequeño mundo. Como sea, olvídate de esto. ¿Listo?] [¿…Listo?] P á g i n a | 68 [Claro que para descender. No podemos quedarnos aquí y ver por siempre. Volamos por todo el camino para regresar aquí.] Ah, es cierto, Grick lo recordó. Las Ruinas K96 MAL. Un lugar donde muchos Emnetwyte una vez vivieron, ahora no era nada más que una ciudad fantasma. Tenemos cosas aquí. [Oh, supongo que es mejor que revisemos antes de hacerlo. ¿Qué piensa, consejero? ¿Usted piensa que está bien que bajemos?] El Gremian pregunto. [Nn… a-ah. Eso parece. No le veo algún problema ahora.] [Entiendo. ¡Díganle al encargado de sistemas: retracte el segundo y sexto control de alas y prepárense para descender! ¡Apaguen el hechizo de reactor ahora, pero déjenlo listo para la reactivación en cualquier momento!] Gritando a gran voz por las pipas de transmisión, el pequeño Gremian se apresuró a bajar por el corredor. Sintiéndose más bien incómodo por qué le pidieran consejo, Grick se mantuvo en sí. Bajo la mirada al suelo. [¿…huh?] Él vio un punto rojo. El tensar sus ojos no ayudo de mucho, por lo que se puso su par de binoculares en sus ojos. Ahora podía ver claramente: era una chica con una gran pieza roja envuelta en todo su cuerpo. [¿……huh?] Grick inclino su cabeza en confusión. Se quitó sus binoculares, los chequeó para asegurarse que no estuviesen rotos, luego vio otra vez a la chica que caminaba cruzando la tierra. [¿¡¿¡……L-La chica del cabello gris!?!?] P á g i n a | 69 P á g i n a | 70 Capítulo 3: Chicos, en Nombre de la Esperanza Reunión secreta [Bueno, estos eventos se hicieron más bien extraños.] Una voz lo murmuró, parecía despreocupada. Para Nephren, el propietario de esa voz era algo extraño. Viéndolo de cerca, ella vio algo que parecía un pez flotante cubierto en escamas plateadas y escarlatas nadando por el aire sin prisa. Por verlo de cerca, Nephren podía decir que la mitad del cuerpo de pez era transparente, eso significaba que era algo como una ilusión o fantasma. El único problema era que esta ilusión o fantasma o lo que sea estuviera en este lugar y hablara casualmente. [Sabes, realmente no puedo permitirme tomarlo fácil. Necesito darme prisa y hablarle a Ebon Candle y entonces buscar a un niño perdido.] El pez lo dijo. [Estoy de acuerdo.] Nephren también no podía permitirse tomarlo fácil. Ella no sabía de ese Ebon o quien fuera, pero ella tenía a un niño perdido, o más bien un adulto, a quien buscar: ese problemático Emnetwyte, siempre actuando fuerte a pesar de estar solo, tan frágil que podía romperse en cualquier momento, Willem Kumesh. [—Esto puede sonar cruel, pero no hay esperanzas en eso, probablemente.] El pez lo dijo mientras revoloteaba por el techo. A pesar de saber que podía verlo o escucharlo, Nephren vio arriba y entonces le pregunto al pez. [¿Qué quieres decir?] [Por Willem, te refieres al chico medio apuesto y pelos negros, ¿cierto? Él ya no anda por aquí. Lo vi dejando de ser un humano y volviéndose una Bestia con mis propios ojos.] Ella respondió, moviendo sus ojos al pez. [Él todavía puede estar vivo, pero es completamente diferente al Willem que conoces. Es mejor que dejes esas raras expectaciones.] P á g i n a | 71 [No me importa.] Nephren sacudió su cabeza. [No importaba cuánto cambiara Willem, mi trabajo es seguir igual. Necesito estar de su lado.] Por fortuna, a la actual Nephren no parecía ser un enemigo amenazador para las Bestias, incluso si Willem se transformó en una, Nephren podía estar a su lado. Probablemente. No, en definitiva. [No importa qué tan profundo sea tu amor, eso no causará que un milagro suceda, ¿sabes?] Nephren no lo entendía. ¿Por qué el pez usa la palabra ‘amor’? Eso era para una niña como Kutori. Nephren no quería estar a su lado por algún motivo como ese. [¿…Hm? ¿Dijiste algo, señorita?] El joven hombre Borgle sentado a la par de Nephren en el sofá se lo pregunto. [Solo hablaba conmigo misma.] Por supuesto, esa no era exactamente la verdad. Nadie a excepción de Nephren podía ver a Carmine Lake o escuchar su voz, por lo que su conversación sonaba como un monologo para Nephren. Ella ya tenía explicado la existencia del misterioso pez ilusión, pero no sentía como que explicara su conversación. [No te preocupes.] Nephren lo dijo. [Ya veo… bueno, puedo entender por qué estás inquieta.] El Borgle, Grick, no trató de ocultar su irritación, lo dijo mientras rascaba su calva cabeza. Se sentaron en el cuarto de recepción de la gran nave propiedad de la Guardia Alada. Una gran flor cubría los muros, un candelero colgaba del alto techo, las gruesas cortinas parecían estar hechas de una tela costosa, el mobiliario contenía abundantes cantidades de oro decorativo… en otras palabras, era un cuarto bastante lujoso, lo cual lo hacía un cuarto incómodo a la vez. Como dijo Grick, era difícil para cualquiera mantenerse calmado. [¿Cuánto más vamos a estar en este apestoso cuarto?] Grick se quejó. P á g i n a | 72 [Lamento la espera.] Una pesada puerta de apariencia se abrió lentamente, y un soldado entró al a cuarto. Un Haresantrobos de piel blanca, llevaba bordado la insignia de primer oficial en su hombro. [La Guardia Alada ha estado en una delicada posición últimamente. Tenemos que tratar con un molesto invitado.] [No me incumben tus asuntos.] Grick lo escupió, claramente de un humor malo. [La Guardia Alada no pertenece a una isla flotante en específico. Pero eso significa que con el fin de sobrevivir debemos proveer soporte a todas las islas. O al menos, es lo que dijimos oficialmente. En ocasiones entramos a las islas que tratan de usarlo para sus propias peticiones.] El oficial lo explico. [Dije que no me interesaba. Tienes algo más que decir, ¿verdad?] [Hm.] El Haresantrobos le dio una pequeña asistencia. [Muy bien. Es algo tarde para los nombres, pero soy Baroni Makish. Como puedes verlo, soy un oficial de la policía militar de la división de la Guardia Alada—] [No recuerdo pedirte que te quedaras. Lo único que necesitamos es la Arma Excavadora de la usuaria Nephren Ruq Insania.] Al mencionar su nombre, Nephren se movió ligeramente. No solo no tenía la Insania, sino muchas cosas raras se mezclaron dentro de ella. No tenía la confianza que ella siguiera siendo Nephren Ruq Insania. El escuchar alguien llamarla por ese nombre la hacía algo feliz. [¡Te digo que cierres el pico y liberes a esa persona!] El puño de Grick violentamente se azotó contra la mesa. [¡Todo lo que quería es que esta chica regresara a salvo a casa! ¡Él dio su vida por eso! ¡Ella tiene una familia que la espera! ¿¡Por qué no puedes entenderlo!?] Grick parecía estarse calentando. Él es una buena persona, Nephren lo pensó. A pesar de ser un demonio. Ella podía decir que Grick en verdad se preocupa por ella como un niño, incluso si ella ya no era más que un arma (y ya usada) desechable. P á g i n a | 73 Sin embargo, su preocupación fue algo innecesaria. Claro, las hadas en el almacén eran como familia para Nephren, pero alguien que sin llegar a casa era ordinario, casi como una ocurrencia del diario vivir. No iba tan lejos para decir que nadie la esperaba, pero ciertamente no había apuro en regresar a casa. Desde luego, ella no lo diría en voz alta. Con esos pensamientos pasando por su cabeza, Nephren mantuvo su usual expresión sin emociones. [Grick Graycrack.] Baroni Makish sacudió su cabeza en desaprobación. [De acuerdo a mis investigaciones, una vez estuviste en la Guardia Alada. Lo dejaste después de medio año, pero usaste tus conexiones y recursos para empezar a trabajar como un salvador. Escuche que eres bastante capaz. Es una lástima que lo dejaras.] [Eso fue hace mucho tiempo. Ya lo olvidé.] Grick lo dijo desconforme. [Pero, es un hecho que una vez usaste un uniforme militar, así que deja de pretender que no lo entiendes. Hacerlo así solo hace que tome más tiempo del necesario.] [Es por eso que lo deje.] Su descontento claramente se mostraba en su cara, Grick lanzó su espalda contra el sofá. […Espera. Quiero preguntarte algo.] Nephren levanto su cabeza. [¿Dónde está Willem? Escuché que hicieron un estimado de su paradero.] [¡Ah, sí, sí! ¡El también! ¡Pregúntale por su paradero también!] La voz de Carmine Lake, inaudible para todos excepto Nephren, resonó en su oreja. [Estábamos en el mundo que Ebon Candle hizo, ¿cierto? Su presencia también desapareció, no puedo tenerla.] […También, escuche de una niñita que debería estar con él.] Nephren lo añadió. [Ah, el Segundo Técnico de Armas Encantadas Willem Kumesh. No sé de la niñita… ¿es la ilusión que mencionaste antes?] Nephren asistió. P á g i n a | 74 [No conocemos su localización exacta. Pero, tenemos una suposición. Teníamos pruebas de ella antes, pero ustedes trajeron la prueba en concreto.] El primer oficial respondió en un tono ligeramente irritado, su mirada se volvió a Grick. [¿Huh? ¿Nosotros?] El Borgle pestañó de la confusión. [Has escuchado de la Federación Mercantil Elpis, ¿sí?] Nephren asistió. Grick rascó su cabeza. [Está en ese lugar en el medio oeste de la Isla 13ava, ¿no? Donde veneran una gigante piedra o algo como un Dios. El pase de entrada es muy alto, así que nunca he estado allí solo.] [Sí, ese es uno. Muchas diferentes razas se poblaron, pero, para tener una sola religión, el país fue unificado por las personas y obtienen un gran nivel de orden público. Quizás se deba a que, los residentes tuvieron un alto nivel de patriotismo, y los policías del gobierno son más bien agresivos.] [Bien. Bueno, ¿qué hay de ellos?] [Los rastros del campamento y botellas de las raciones militares que encontraste en el suelo le pertenecían a la Fuerza de Defensa Aérea Nacional de Elpis.] [De acuerdo, pero ¿qué hicieron esos chicos? Es lo que estoy preguntando.] [Considerando toda la evidencia, tenemos fuertes sospechas que la Fuerza de Defensa Aérea Nacional Elpis transporto a una de las Bestias dentro de Regul Aire en un barco barato.] — Silencio. [¿Eh?] P á g i n a | 75 [¿Huh?] Nephren y Grick simultáneamente levantaron sus voces en incredulidad. [Lo lamento, no entiendo nada de nada. ¿Qué dijiste?] Grick preguntó. [Lo que dije, Elpis trajo a las Bestias a Regul Aire.] — Otro silencio. [¿Por qué harían eso?] Nephren, la primera en recuperarse del shock, lo pregunto. [Traer a una Bestia viola completamente los estatutos de Regul Aire. Seguramente también entienden el peligro de la presencia de la Bestia. En primer lugar, ¿cómo es que simplemente traen a casa algo tan peligroso como para acercársele?] [Simple. Por ahora, tenemos el deseado título de ‘protectores de Regul Aire’ para usarlo en negociaciones políticas con sus islas vecinas. Con el fin de obtenerlo, constantemente trataron de llevar sus cabezas en las batallas con el Teimerre lo cual la Guardia Alada se mantuvo en un monopolio.] Baroni Makish explico. [¿¿Huh??] La cara de Grick solo se veía más y más confusa. [No es algo raro. La Guardia Alada, protege a Regul Aire como un todo, ocupando una privilegiada posición entre las armadas de Regul Aire. Además, tiene un total monopolio en las batallas con las Bestias, la información concerniente con ellas, y las armas usadas en ellas. Hay muchos que no piensan mucho en ello. Esos en la Fuerza de Defensa Aérea Nacional Elpis no son más que miembros de ese grupo con particulares temperamentos.] [¿…Por qué escogieron meterse con esas cosas terroríficas?] Grick pregunto. P á g i n a | 76 [Simple.] Baroni Makish levanto sus dedos y los bajo uno a uno mientras explicaba. [Primero, esa ‘terrorífica’ es lo que precisamente los llevo a eso. Segundo, es porque la Guardia Alada tiene un monopolio en casi toda la información respecto a las Bestias, hay algunas organizaciones exteriores que conocen de ese terror de primera mano.] [En serio…] Desconociendo el miedo, Grick pensó mientras levanto la mirada al cielo con desesperación. [En los reportes de un espía que metimos dice que recientemente han desarrollado armas AntiBestias. Entre ellas hay una nueva técnica de barrera que las captura y restringe. En otras palabras, tienen el poder de traer una Bestia a casa.] Una de las orejas de Baroni Makish cayó. [Claro, si la noticia se extiende, ellos serán criticados por violar los estatutos de Regul Aire. En cuanto a la razón por qué fueron tan lejos a pesar de saber la consecuencia, no podemos saberlo a ese punto.] [Espera. Esto todavía no explicada nada. Te pregunte por el paradero de Willem.] [Estoy seguro que puedes inferirlo con lo que acabo de decir. Hay una única conclusión.] Por alguna razón, la Fuerza de Defensa Aérea Nacional Elpis llevo a una Bestia que encontraron en el suelo al cielo. Willem ahora se transformó en una Bestia. ¿Y eso qué significaba? Ah, ya veo. Todo caza. Realmente hay una única conclusión. Nephren se paró del sofá. [¿Ocurre algo, señorita?] Grick lo pregunto. [Iré a la 13ava Isla.] [Antes de eso, hay otro lugar al que debes ir.] Baroni lo dijo. [Muévete. No te pido que me lleves. Iré yo sola.] Nephren incinero Venom y esparció sus alas. [Espera, espera. No creo que haya necesidad para eso.] Grick lo dijo en pánico. P á g i n a | 77 [Elpis es vasto.] La voz de Baroni Makish seguía calmada. [¿Cómo planeas encontrar el escondite de una facultad armada en un grupo de ciudades grandes como para llamarlo un país?] ¿…Quemando todo? [En primer lugar, no está claro que planean hacer con la Bestia que trajeron. Si nos apresuramos y actuamos a lo tonto, solo retrasaremos la decisión.] [Es… cierto.] Nephren contrajo sus alas y se volvió a sentar en el sofá. [Si el paradero del Segundo Técnico es descubierto, se los reportaré también, por lo que esperen pacientemente por ahora.] [De acuerdo…] [Nosotros en la Guardia Alada no podemos ir solos a Elpis. Conduciremos una investigación con lo mejor de nuestras habilidades. Durante eso, es probable que encontremos información concerniente al Segundo Técnico. Al menos, debería ser más eficiente que estar corriendo.] [Bien… entiendo. Gracias.] [No hay necesidad que me agradezcas.] Baroni Makish se volteó y les hablo desde sus espaldas. [Tienen una condición peculiar desde ahora. Tomando en cuenta los futuros acontecimientos, juzgo que valdría la pena que deliberadamente lo intentaran, es todo. Pues bien, me voy.] Con el sonido de los zapatos presionando en el piso, el Haresantrobos desapareció, más allá de la puerta, mientras decía eso. [¿…Él trató de quedar bien conmigo?] [¿Cómo se supone que lo sepa? Pregúntale a tu humor.] El pez volador se retorció. [Hmm.] Nephren inclino su cabeza. P á g i n a | 78 Nephren cerró sus ojos, calmó su mente, y se lo pregunto, por favor responde ‘sí’ o ‘no’. ¿Quieres destruir Regul Aire? Luego de pensarlo, ella dijo su respuesta ‘no’. Está bien. Estoy bien. No cambia nada responder ‘sí’. Es cierto que ella sentía un vacío y un sentido de vagancia por la irritación golpeando en su pecho, pero no era la violencia suficiente para tragar a Nephren. Lo más probable, era el resultado de su ser Leprechaun tratando de replicar a un Emnetwyte, y no a un actual Emnetwyte. El impulso interior dentro de ella podía volver a un Emnetwyte a una Bestia, o quizás volver a un Emnetwyte a una Bestia, podía sentarse y amargarse pero en realidad no se transformaría. Sin embargo, en el caso de Willem, no hubo tanta suerte. Él era un genio, un Emnetwyte puro, y más aún tenía la misma cantidad de impulsos que fluían dentro de él. Sin dudarlo, él no fue capaz de endurecerse como Nephren. Lo vi dejando de ser un humano y volverse en una Bestia delante de mis ojos. Nephren exactamente no confiaba en las palabras de Carmine Lake, pero no podía dudar firmemente de él. No importaba en que se haya convertido, todo lo que necesito es estar de su lado. Esa era la mitad de los honestos sentimientos de Nephren, y la otra mitad tratando de ser fuerte. Quería estar junto a él un poco más. Después de todo, él era amable y maravilloso. Él no era una solitaria existencia destinada a encontrar un final sin significado, así como las hadas. Y, es por eso que Nephren no podía evitar desear al menos un pedacillo de salvación para ese Quasi Brave eternamente ocupado. P á g i n a | 79 Las Huellas del Fin Algunos invitados más bien inusuales llegaron al almacén de hadas: Un Orco vistiendo un traje a la medida y unos hombres bestias musculosos, probablemente sus guardaespaldas. [¿…Puedo preguntarles a los caballeros quiénes son?] [Mis disculpas. Tome.] Naigrat aceptó la tarjeta que le entregaron, dándole un vistazo, y endureció su expresión. [Hablemos afuera.] [¿Oh? ¿No podemos entrar? Escuché que eres la única encargada de este almacén. No hay nadie que pueda escucharnos, ¿correcto?] [Hablemos afuera.] Naigrat lo repitió firmemente. Ella lanzó su bata de exteriores sobre sus hombros y camino fuera del vestíbulo, pasando al Orco con sus hombros encorvados. [Caminaremos por la ciudad. Está bien con usted, ¿correcto?] [Claro, tienes alguna recomendación.] [No hay mucho que escoger en este país.] Con una cara calmada, Naigrat empezó a caminar, y el hombre la siguió. [¡…Esto es sospechoso!] Collo, sentada arriba de un árbol que crecía al lado del almacén de hadas, lo dijo mientras los observaba irse, usando su mano derecha como un visor. [Este es la primera vez que veo a Naigrat haciendo esa cara.] Panival murmuro, sentada al medio del árbol con su espalda contra el tronco. [No parece que sean tan importante que Naigrat tenga que actuar así de formal.] P á g i n a | 80 [Hm. Siento que es algo más.] Collon y Panival inclinaron sus cabezas en confusión. [Bajen ustedes dos… ese árbol es muy peligroso así que no se suban, es lo que dijeron nuestras mayores, ¿no?] Lakish, subida en una gruesa rama más abajo, le imploro al par arriaba. [¡Naciste como una mujer, tengo una meta alta!] Collo señaló al cielo y puso una pose sin significado. [Para nosotras las hadas, mantener la agilidad es muy importante. Esta es una parte de nuestro entrenamiento especial.] Panival salió con algo sin sentido. [Ese no es el problema… si alguien nos encuentra seremos regañadas.] [Eso sería desfavorable. Si sucede, tendremos que dejar a Lakish atrás y correr.] [¡Sí, te dejamos la limpieza a ti!] [Así que eso significa que…] Lakish respondió, medio llorando y medio riendo. [¡¡Hey, ustedes dos!!] Noft les grito desde una ventana en el segundo piso. [¡No se suban al árbol hasta que realmente estén asustadas! ¿¡Cuántas veces se los he dicho!?] [Se los dije chicas.] Lakish lo dijo, casi llorando ahora. [¡Con el fin de conocer el miedo, debemos subir!] Collon lo declaró con su pecho inflado, completamente fuera de cuestión. [Naigrat salió con algunos invitados.] Panival forzosamente cambió de tema en la misma voz indiferente. P á g i n a | 81 [¿Invitados? ¿Quién?] Pregunto Noft. [Nunca los había visto antes. Naigrat estaba calmada, con la cara seria, algo inusual en ella.] [¿Calmada y seria?] Noft, arrugando su frente, se volteó al centro del cuarto en el que estaba parada. [¿En qué piensas, Lan?] [No vi su cara, así que no puedo decirlo.] [Cierto, pero ¿el que no recuerdes nada no es algo desagradable?] [Lo es.] Pasa que cerca de 7 u 8 años atrás. Quizás Collon y las otras no lo recuerden, o quizás nunca se enteraron, pero Noft y Lantolq lo recordaban claramente. Al mismo tiempo, había una organización de Orcos criminales. Entonces, una noche, de pronto desaparecieron. Ni Noft y mucho menos Lantolq sabían qué paso en concreto. Ellos les enseñaron que los niños dormían en la noche, y que no tenían el coraje para oponerse a eso. Si ellos profundizaban en sus débiles recuerdos de esa noche, podían arreglárselas para recordar ese lejano rugido de las Bestias que era más alto de lo usual, nada más y nada menos. Al siguiente día, la forma en que los residentes de la isla veían a Naigrat cambio completamente, en lugar de verla como una querida vecina, la trataron como un feroz depredador. Lo que causo tal drástica transformación, Noft y Lantolq no lo sabían, y tampoco querían saberlo. Lantolq cerró el libro que había estado leyendo y suspiro. [Mientras la historia no se repita, estoy segura que las cosas estarán bien.] En el centro de la ciudad, en el restaurante usual. Sin otros comensales a la vista. P á g i n a | 82 Luego que a todos les trajeran sus bebidas que ordenaron, el mesero, temblaba violentamente, echándose detrás del mostrador. [Para no complicarnos.] El Orco lo dijo, apoyándose hacia adelante con una sonrisa en su cara. [Miss Naigrat. Vinimos para robarla a usted.] […Así es eso.] Naigrat respondió tranquilamente y tomó un sorbo del té. Amargo y horrible. Resistiendo la urgencia de escupirlo, ella regreso su copa a la mesa. [Vi tu trasfondo. Estoy muy sorprendido. El número de aptitudes que obtuviste en la academia a tan joven edad, tus notas… eres un personal de gran nivel, no hay duda. Pero, Orlandri desperdicia a tal preciado recurso en este lugar en medio de la nada.] […Gracias.] Ah, eso es, Naigrat lo recordó. El camino en el que una vez ella estuvo de alguna manera era de élite. Obtuvo unas aptitudes útiles, contrajo un trabajo en una gran compañía de trato, firmemente ganó eminencia, hizo dinero, conoció a una maravillosa persona… ella una vez soñó con una vida deslumbrante, e incluso se dio cuenta de entremedias. Sin embargo, se vio involucrada en una lucha interna de autoridad de la compañía y, como resultado, la enviaron a una posición absurda en la frontera. Luego de eso, su humor se hizo un poco inestable por el shock de descarrilarse repentinamente de su anterior vida estable. Los niños en el almacén al mismo tiempo se asustaron de mí, es lo que pensó con una ligera pista de nostalgia. [Somos diferentes. Sin más que decir, planeamos darle un trato especial a tus habilidades.] [Bueno, gracias. Pero ¿por qué yo?] [Siendo tan sabía cómo eres, estoy seguro que puedes asumirlo. Particularmente valoramos mucho tus habilidades y la experiencia de seguir con las peligrosas armas Leprechauns, las armas definitivas de la Guardia Alada y Orlandri.] Naigrat concentró su voluntad para suprimir su mano, la cual trataba de atacar en cualquier momento. P á g i n a | 83 [Luego de ver las barracas con mis propios ojos, mi honesta impresión es… ¿en qué puede estar pensando Orlandri? Se ve casi como un establo. Para mí, parece que Orlandri y la Guardia Alada, a pesar de confiarle sus vidas a las Leprechauns, difícilmente le asignarías fondos a todo esto.] [Estoy segura que tiene sus propias circunstancias allá arriba.] Naigrat respondió con calma. Desde luego, Naigrat conocía esas circunstancias. Sin embargo, no tenía la intención de explicar los detalles a los hombres al frente de ella. Además, probablemente ya lo hayan visto solos. No había necesidad de hablarlo. [Sí, es como dijiste.] El Orco asistió felizmente unas veces. [Y debido a esas circunstancias, pronto abandonaran su monopolio en las Leprechauns. Al tiempo que las otras organizaciones además de la Guardia Alada que puedan obtener esas poderosas armas será por nosotros. La compañía que lleve a las Leprechauns a su más grande calidad nos llevara a una nueva era.] Él esparció sus manos, continuando energéticamente. [Nosotros, la Federación Mercantil Elpis, tomará el asiento de Orlandri. Eres necesaria para eso. Nos preparamos para darte la bienvenida con un trato de primera clase.] [Me alaba mucho. Gracias.] Naigrat respondió casualmente, sin una sonrisa amigable en su cara. [A propósito, si yo rechazara esta oferta, ¿qué planeas hacer?] [Bueno, hablando hipotéticamente, claro está…] El Orcho tronó su mentón. Los hombres bestias sentados a su izquierda y derecha se pararon. [Ellos son hábiles logrando que una mujer obedezca un deseo. Sin embargo, personalmente no prefiero ese método. Por favor no tomes una decisión tonta.] [¿Oh?] Naigrat vio a los hombres bestias – entonces, por primera vez durante su plática, sonrió. [Mis disculpas. No puedo soportar a las personas cuya carne no se ve deliciosa.] [Verdad.] En un pestañar, la cara del Ogro se puso muerta. A sus órdenes, uno de los hombres bestia empezó a moverse. Pateó la mesa, luego, extendió su brazo derecho, hinchado como un gordo perrito, sujeto el cuello de Naigrat. Tomando esa posición, gradualmente apretó su agarre. P á g i n a | 84 Desde atrás del mostrador, el mesero dejo salir un gritillo. [Ah, qué descortés de nosotros.] El Orco giró al mostrador y hundió los hombros. [Me temo que hicimos algo de ruido. Le pagaremos el costo de las mesas y sillas rotas al doble del precio.] [Qué generoso de ti.] Naigrat lo remarcó. [Las negociaciones importantes se consiguen con los fondos apropiados. Aquellos que rechazan la ayuda nunca obtendrán una vida larga. Somos diferentes a, ¿Orlan… dri?] La cara de Naigrat siempre se mantuvo calmada. El Orco por fin lo noto. No podía ser posible. ¿Cómo una delicada sin marcas podía mantenerse calmada mientras estaba siendo estrangulada con la fuerza de una persona bestia? Su respiración pronto se detendría, y ella ya no podía hablar. La estupefacta mirada del Orco se cerró a esas objeciones. [¿Por qué tan sorprendido? Investigaste mi perfil, ¿no es verdad? Sabes que soy un Troll.] [B-Bueno, sí, pero…] [¿No sabes de qué tipo de raza son los Trolls? ¿Descubriste que no somos tan asustadizos como la mayoría de sin marcas que tienen débiles cuerpos?] Naigrat no podía decir si la estúpida cara del Orco lo confirmaba o negaba. [Pensé que más bien era un hecho conocido. Solo somos un poco más duros y más fuertes que otros. Si realmente tratas de reclutar a alguien, deberías estudiarlo apropiadamente, ¿de acuerdo?] Con una sonrisa animada, Naigrat puso una mano en el brazo del hombre bestia que agarraba su nuca. Su dedo gradualmente se hundió en esa masa de músculos de acero. El hombre bestia grito. […Oh, dijiste que ibas a pagar por todo lo que se rompiera al doble, ¿cierto?] [¿Eh? Ah… ¿eh?] P á g i n a | 85 [En ese caso, puedo estar tranquila.] Naigrat se volteó al corredor, al mesero que temblaba violentamente. Por fortuna, él conocía bien del tipo de raza que son los Trolls, por lo que Naigrat descubrió que él lo entendió. [Dile al propietario, cuando el abrió, yo vine a celebrar.] La confusión se mostraba en los ojos del Orco. ¿A qué se refiere con ‘abrió’? Ellos se lo preguntaban. Sin embargo, esa pregunta nunca se puso en palabras, ni necesariamente salió. La respuesta estaba justo en frente de sus ojos. Golpe. El Troll ligeramente movió su brazo. No parecía que puso mucho poder en esa acción, pero uno de los hombres bestias salió volando por el aire, colisionando con otro hombre parado a su par dando que volaron juntos. Unas de las robustas y gruesas tablas de madera colapsaron y se hicieron trizas como si fueran frágiles esculturas de vidrio. [¿Huh?] Con fieros rugidos, los otros hombres bestia saltaron al Troll. Sus mentes ahora descubrieron que la persona enfrente de ellos no es una mujer asustadiza, sino un terrorífico monstruo. Juzgando que ella no podía derrotarlos a todos en términos de pura fuerza, le tomaron sus brazos y trataron de tirarla al piso. De lograrlo, ella no sería capaz de librarse con pura fuerza. [Oh, que pasión.] La Troll movió otra vez su brazo. Otro de los hombres bestia salió volando, esta vez directo al techo, primero la cabeza. Su diferencia en físico. Su diferencia en nivel de artes marciales. Todos esos elementos usualmente producían una drástica diferencia en el campo de batalla pero no parecía ser de utilidad para los hombres. [A-Ah…] El Ogro se desalmo y cayó al suelo. Viendo esa figura, la Trol dejo salir una gentil, amable y una encantadora sonrisa terrorífica. Un grito. Un lamento. El sonido de romper. El sonido de aplastar. Otro grito. P á g i n a | 86 [Escuché el reporte.] La cara del Reptrace que era difícil de leer se veía por el intercomunicador de cristal, pero de alguna manera se veía desagradable. [Parece que hiciste todo un lio.] [Fue su culpa.] Naigrat respondió despreocupadamente. [Ellos trataron a nuestras preciadas niñas como herramientas. Merecen morir 100 veces. Oh, además, un gran hombre trato de hacer que una mujer lo obedeciera a la fuerza. Si piensas en ello, también se merecen un pequeño castigo, ¿no?] [Eres la única que piensa de esa forma.] Limeskin resoplo. [Da igual, hay algo que debo decirte, y algo que debo preguntarte.] [¿…Huh?] Nagrait frunció el ceño. [Si tienes algo que decir, te escucho ahora, y si tu petición es algo que pueda hacer, dalo por hecho.] [Tenemos una peste.] ¿Peste? ¿…Nos están escuchando? ¿Nuestra conversación en este comunicador de cristal? ¿Por quién? ¿Cómo? El cristal por el que hablan existe por el específico propósito de facilitar el contacto entre la armada y la compañía de trato. Si otros pudieran escucharla fácilmente, todo sería inútil. ¿Era posible que lo escucharan? Y si es eso, ¿significa que se pudo terminar? Naigrat no podía ver señales de pánico en la cara de Limeskin (probablemente). En otras palabras, que los escucharan en sí no presentaba daños para ellos. Entonces, Naigrat lo comprendió. Ah, se refería a eso. Como lo pensó, su línea de comunicación no podía ser fácilmente espiada desde fuera. La respuesta, entonces, era simple: alguien más estaba escuchándola internamente. La ‘peste’ pertenecía a la Guardia Alada, y estaba justo a la par de Limeskin. La Guardia Alada no tenía grandes mentes. Especialmente cuando se trataba de las Leprechauns, las opiniones se separaban. Incluso entre sus compañeros en la misma organización, había quienes no podían ser considerados aliados de Limeskin. [¿Es algo que podemos dejar así?] Naigrat lo pregunto. P á g i n a | 87 [No lo sé. Esta decisión no puede estar mal. Es por eso que te lo pregunto.] [Entiendo.] Naigrat tragó. [Puedes decir algo. Está bien si no lo entiendes.] Incluso ella, después de conocerlo por un tiempo, todavía luchaba con entender la peculiar expresión de Limeskin. Pero si podían usarlo, podía que fueran capaces de pasar a los fisgones. [Ven a Collinadiluche.] [¿Huh?] Ahora, él vio que si petición es de términos extremadamente simples. [Sí. Además, tráete a las hadas que puedan pelear contigo.] [E-Espera un segundo. ¿También a las niñas? ¿Por qué razón?] […No tengo planeado nada. Te lo dejo a ti.] [¡Espera!] Las hadas eran propiedad de la armada y Orlandri. Incluso existía la posibilidad que la situación cambiara pronto, ese era su actual estatus. Las hadas grandes en particular servían como claves de la fuerza militar para proteger Regul Aire. No podían simplemente llevarlas de aquí a allá. Tenía que haber una razón apropiada, usualmente órdenes dentro de una operación militar. Si Naigrat, una empleada de Orlandri, dejara la isla con Aiseia y las otras sin permiso, eso les daría a los chicos en la Guardia Alada otro argumento contra el almacén de hadas. En esos términos, no había duda que solo acortarían el tiempo de vida del almacén. [Estaré esperando también.] …Ah, ya veo. P á g i n a | 88 Por supuesto, Limeskin sabía que ese movimiento produciría un resultado desfavorable. Él sabía que eso e insistirle a Naigrat que se reuniera con él podía significar que su juicio era necesario. ¿Podía la inminente situación ser así de tensa? ¿Ya no había necesidad de pensar a largo plazo? Naigrat no quería creer en eso. [Entiendo. Haré lo que pueda.] Preguntar por información más detallada ahora sería inútil. Ella decidió esperar hasta que se encontraran en persona. […Por final ya no hablamos de batallas, pero parece que no podemos tener una animada conversación.] Ella lanzó una pequeña queja antes de cortar la transmisión. [Cuando el enemigo frente a sus ojos desaparezca, las personas buscaran a su siguiente enemigo entre sus conocidos…] Por sorpresa, una queja salió de regreso. [Lo más probable, todos lo saben sin darse cuenta: la paz es lo más terrorífico de todo.] Ahora, Naigrat estaba con un problema bastante difícil. Llevar a las hadas grandes con una espada… las cuales son Aiseia Myse Valgalis, Lantolq Itsuri Historia, y Tiat Shiba Ignareo. Noft era un hada grande, pero, su afinidad con la Arma Excavadora Desperatio se había perdido, ella no tenía una espada especial. Naigrat no sentía seguro dejar a las pequeñas a su suerte, o quizás sería una buena idea dejar a la vieja Noft con ellas… tampoco se sentía particularmente seguro dejar a Noft, pero decidió apartar sus ojos de ese hecho. Con eso decidido, todo lo que Naigrat necesitaba era una excusa. Necesitaba algún tipo de justificación para tener una fuerza de reserva para proteger a Regular Aire desde Collinadiluche, no importando lo forzado que sonará. [Hmm…] Pensándolo, ella camino por el pasillo. ¿Qué hay que comprar? No, no es eso. ¿Qué tipo de compra requeriría un viaje de la 68ava Isla hasta la 11ava? Si dijera que haría mis compras en algún lugar cercano, no tendría una buena respuesta. Bien, ¿qué del paisaje? Collinadiluche es una de las más peculiares ciudades antiguas de Regul Aire. Había muchos sitios conocidos allí. Sería imposible hacerlo en alguna otra isla… pero supongo que el permiso para unas vacaciones no va a salir bien. ¿Qué más hay? ¿Un combate de práctica con los soldados estacionarios de Collinadiluche? No, no podría usar esa excusa hasta que la verdadera petición sea aceptada. ¿Tratar de forzar un combate de práctica primero y luego pedir permiso? No, eso nos llevaría a la guerra. Agh. Qué hacer… P á g i n a | 89 Mientras sacaba ideas en su cabeza, Naigrat andaba en la cocina y se servía algo de té. El sabor era más bien amargo, quizás porque se perdió en sus pensamientos mientras lo hacía, pero, bueno, era mejor del que bebió antes. Decidió calmarse por ahora, empezó a sorberlo, cuando escuchó una voz. [U-Um, ¿es buen momento?] Un hada de cabello naranja, Lakish, se paró a su par. […Ah, perdón. Solo pensaba en algo.] [Ah… ok, lo siento.] Lakish hundió sus hombros. [Regresare más tarde.] [Ah, espera. Lo siento. Perdí mis prioridades.] Sintiendo la culpa en su interior la boca de Naigrat se le adelanto. [Pondré a esos chicos de último… ¿qué ocurre?] [Ah, ¿está bien?] [Por supuesto. ¿Qué hora es? ¿Collon rompió otra ventana o algo parecido?] [No, esta vez se trata de mí.] [¿Oh?] Es inusual, pensó Naigrat. Las hadas jóvenes eran, como regla general, inocentes y directas, energéticas y nada más. Lakish, sin embargo, era una de las excepciones. Dispuesta a otros y tomaba el papel de controladora… ignorando sí o no en realidad tenía éxito haciéndolo, ella al menos trataba de controlarlas. Naigrat no podía recordar alguna vez que Lakish viniera a reportar algo de ella. [¿Algo sucedió? ¿Rompiste algún florero o qué?] [No, um, no es nada de eso.] Luego de murmurarlo evasivamente, Lakish parecía estar dispuesta a todo. [Tuve un sueño.] P á g i n a | 90 [¿…Hm?] Por un momento, Naigrat no comprendió a lo que se refería. [Lo tuve mientras dormía hace rato. Estaba en un lugar realmente oscuro, rodeada por todo tipo de luces. Esas luces eran libros… podía leerlos, y… ah, no puedo explicarlo bien.] Umm, oh. ¿Puede que sea un ‘sueño especial’? [¡Ah, sí!] Lakish habló un poco menos energética. [No hay duda de ello. Cuando desperté, lo supe inmediatamente. Con que eso fue.] Cuando las hadas crecían a una cierta edad, sin falta, tenían un cierto sueño. En él, estaban en lugares que nunca antes habían estado, viendo cosas que nunca antes vieron, y hablando con personas que nunca antes habían encontrado. Ese tipo de sueño. Dentro de ese mundo de ilusión, sentían un extraño y fuerte sentido de la realidad. Y al momento de despertar, sin razón aparente, estaban convencidas: el sueño era especial, y se conectaban con algo muy importante. Ese sueño señalaba el fin de sus días de juventud y empezaba el camino para convertirse en un hada adulta. […] Un joven tuvo un sueño especial. ¿Qué seguía? Tratarlo. Con el fin de que ella se convirtiera en un hada adulta, se necesitaban tomar datos de su cuerpo. [Ah.] [Ah?] Y con el fin de cumplirlo, Lakish necesitaba ser llevada a una facultad de tratamiento en Collinadiluche. Para acompañarla, obviamente, era el deber de Naigrat como la encargada del almacén de hadas. En otras palabras, ella ahora tenía una justificación. [¡Eso es!] Superada por la emoción, Naigrat saltó hacia ella y abrazó a Lakish. P á g i n a | 91 [¿¡Hya!?] Desde luego, una fuerza de abrace terminaría partiendo el cuerpo de Lakish a la mitad, por lo que Naigrat la abrazó gentilmente, como si tocara un algodón, pero firmemente para no que su presa no escapara. El abrazo definitivo, una habilidad la cual Naigrat había adquirido luego de mucha sangre, sudor, y lágrimas. [¡Lakish, eres una chica realmente considerada! ¡Te amo!] [¿Eh? ¿Eh? ¿Eh?] Lakish quedó completamente confundida. P á g i n a | 92 El Hombre sin un Pasado Sintiendo como algo se levantaba de un lodo pesado y pegajoso. Mientras levantaba su cuerpo, una substancia negra que cubría su cuerpo fluía lentamente. Sin embargo, no se fue por completo. Se reunió a sus pies, rehusándose a alejarse. — Eso fue lo que él sintió al momento de levantarse. [Ung…] Gradualmente, él abrió sus ojos. Un solo corte horizontal de luz perforo por su negro campo de visión. Abriéndose pulgada a pulgada, hasta que eventualmente llego la cara de una chica pequeña que lo miraba de una distancia extremadamente cercana. […Eh.] [Ah.] Sus miradas se encontraron. La chica de ojos escarlatas pestaño una vez. Su expresión lentamente se transformó a una sonrisa. [Wi…] ¿Wi? [¡Willem, despertaste!] [¿…Huh?] Su cabeza no parecía funcionarle bien. Casuales pensamientos de un desconocido origen revoloteaban dentro de su cráneo, haciendo que sea incapaz de incluso tratar de recordar algo. P á g i n a | 93 ¿Quién es ‘Willem’? La palabra se sentía muy familiar, aunque al mismo tiempo tenía un incómodo sonido. [¡Nils, ven aquí! ¡Willem despertó!] La chica se volteó y, mientras brinca de arriba abajo, llamó a alguien en voz alta. Su ligero cabello largo se agitaba. [Ah, lo escuche. No grites, moletas a los vecinos.] Un hombre exhausto entró al cuarto, rascando su cabeza perezosamente. Cuarto. Él dio una mirada más: un limpio y asegurado cuarto, lo más probable es que sea parte de una posada. Los amueblados, incluían la cama en la que estaba durmiendo, no es que fuera lujoso o malo. Él asumió que la noche era por ahí de los 30 Brandals, o quizás un poco más, ya que él podía decir qué tan bien limpio estaba a primera vista. Bueno, eso no importaba ahora. Un dolor plago el área de su frente. Sus pensamientos se rehusaban a estar en línea. Inútiles divagaciones llegaron a su mente mientras las cosas importantes se mantenían ignoradas. [Hey Willem.] El hombre, ahora parado a la par de su almohada, lo saludo con una sonrisa que ocultaban sus verdaderos sentimientos. [¿…Willem?] Él preguntó. [Eso es. Ese es tu nombre. ¿Lo olvidaste?] Willem. Willem. Ya veo. Es mi nombre. Sus orejas parecían sentir algo de cercanía. Sin embargo, si él le dijo su propio nombre… [¿Perdí mis recuerdos?] Él pregunto. Tan pronto las palabras salieron de su boca, él se dio cuenta qué tan rara sonaba su pregunta. Únicamente sabía que sí o no sus recuerdos se habían ido. Al menos, no se lo preguntaba a otros. P á g i n a | 94 [Sí.] Contrario a sus expectativas, el hombre le dio una respuesta afirmativa, [Para explicarlo, es malo ir por tus recuerdos y personalidad ahora. Si salen y se desenfrenan, tu cuerpo se destruirá. Es por eso que usé mi grandiosa habilidad para poner directamente una cubierta a la mayoría de tus recuerdos y sellarlos. Fue un tratamiento de emergencia preventiva, pero, ya hice mi trabajo, no la cagues. Me lo puedes agradecer luego que dejes de llorar.] [¿Qué parte de eso fue simple?] [Cállate. ¿Quién fue el que se apareció enfrente de mí sufriendo una difícil condición?] Él no tenía nada para regresar. [¿…Supongo que te refieres a mí? Aunque, no lo recuerdo.] [Tú y ella. Ustedes dos son un verdadero dolor de cabeza para mí.] La palma del hombre le dio hace rato una ligera palmeada a la cabeza de la chica. [¡Ow! ¡Ow!] [No te apures, no moriré otra vez de esa manera.] Él erizó el cabello de la chica. [¡No! ¡Ow! ¡Detente!] [Hahaha, está bien, bien.] Willem, aun en cama, levanto la parte media de su cuerpo. Su brazo se movió a una velocidad que el ojo no captaría. El hombre y la chica se acercaron a él. La chica delgada y de pequeño cuerpo aterrizó en el pecho de Willem. [¡Ah!] Un pequeño grito. Está fría, Willem pensó. Usualmente, los niños de ese tamaño más bien tenían una alta temperatura corporal. [No sé qué está pasando aquí, pero deberías detenerte. Se ve que no le gusta.] P á g i n a | 95 […De acuerdo.] El hombre respondió, ligeramente sorprendido. Por alguna razón, sus ojos se veían gentiles, casi como si él estuviera sintiendo algo de nostalgia a cambio. Mientras tanto, la chica en los brazos de Willem se calló, dejo de respirar, y empezó a ruborizarse y parpadear. No parecía estar particularmente en contra, por lo que él se imaginó que debería quedarse en esa posición un poco más. [¿Y bien? De lo que dijiste antes, ¿supongo que le hiciste a la niña también?] [No pongas esa cara de miedo. Al menos, no hice nada que no le gustara.] [¿De qué me estás hablando? Acabas de golpearla ahora.] [Esa solo fue una palmeada en su cabeza. No necesitas sospechar de ello.] [Dado que solo tú sonreías, no sé si debo creerte.] Willem vio al hombre. [No has cambiado…] El hombre lo dijo por alguna razón. [Bueno, da igual. Ella es un muerto. A lo que llamas un fantasma, lo creas o no.] Él señaló a la chica. [¿Huh?] [Originalmente su cuerpo se suponía que fuera eterno, pero por una maldición, es prácticamente un cadáver. Usé mis poderes súper especiales para sacar algo de esa maldición, permitiéndole que entrara la mitad del alma por esa grieta. Y básicamente, una ligera resurrección, con un porcentaje de su cuerpo y la mitad de su alma.] [No tengo idea de lo que estás diciendo.] ¿Cuerpo? ¿Fantasma? ¿Cuerpo eterno? ¿Alma? Son palabras que no escucharías a diario… probablemente (él no podía estar seguro por su falta de recuerdos). Al menos, ni una de esas palabras parecía encajar con la chiquilla en sus brazos.} P á g i n a | 96 [Si no me crees, dale una mirada. La cortada por su corazón no se curó.] [¿Huh?] ¿De qué diablos me está hablando este hombre? Willem pensó, pero decidió hacer lo que decía el hombre. Dado que el área del cuello de la camisa de la chica fue estirada con su dedo, él vio por ella. La herida de una gran espada cruzaba profundamente por el pecho de la chica. Era indudablemente fatal. Ningún ser viviente sería capaz de moverse mientras sufriera con ella. [Qué…] [¿Ya veo? Te lo dije. Algunas veces digo cosas malas, pero nunca digo una mentira.] Willem no pensó que era algo para declararlo con orgullo, pero él puso ese asunto de lado de momento. ¿Qué en el mundo está pasando aquí? Él le dio otra miradita al pecho de la chica. ¿Hm? Él vio otra vez su cara, la cual de alguna manera se puso roja a pesar de la falta de circulación sanguínea. Lágrimas fluían en los ojos de la chica, listas para caer cuando sea. Para el tiempo que Willem descubrió la razón, ya era muy tarde. [¡¡Pervertido!!] La mano de la chica descendió por sobre sus mejillas una vez más. Dejando de lado eso, el hombre sonrió animosamente. [Qué es tan divertido.] Willem dijo. [Tu cara de ahora, obvio. Está toda roja. Mírate en un espejo.] Willem pudo imaginarlo, por lo que no necesito confirmarlo. En lugar, vio a la puerta a la cual la chica corrió. Volviendo a pensar en la situación con una mente calmada, él vio su falla. Incluso si es una niñita, o quizás especialmente porque es una niñita, las chicas son chicas. Él debió haberla tratado con más cuidado. P á g i n a | 97 No espera, ¿es porque sigue siendo un cadáver a pesar de ser una chica? ¿O es porque sigue siendo una chica a pesar de ser un cadáver? ¿Por qué un cadáver se mueve en primer lugar? ¿Qué diablos es un cuerpo eterno? Maldita sea, no tengo idea de qué esté pasando. […Bueno, poniéndolo de lado, ya va siendo hora de hablarlo enserio.] El hombre bajo el tono de su voz. [¿Cuánto puedes recordar acerca de ti y alguna otra cosa más?] [Acerca de mí…] Willem pensó un poco. Basados en el hecho que ya están conversando, al parecer no se olvidó del lenguaje común de Regul Aire. Dando un vistazo, él confirmo que no tenía problemas recordando el nombre de varios objetos en el cuarto. Sin embargo, cuando la información llego a él, su mente se puso en blanco. ¿Dónde es que vive? ¿Con quién? ¿Haciendo qué? ¿Qué le gusta y disgusta? Nada de esa información se le vino a la mente. Cuando trato de forzarse a recordarlo, sintió como si estuviera caminando por una ciénaga sin fondo. Aunque, él forzó su mano a bajar a las profundidades de la ciénaga—alguien lo vio con una sonrisa. [¡¿Ah?!] Él presiono su mano contra su frente, suprimiendo el repentino dolor de cabeza. [Alto. Los sellé a propósito. Es mejor que no lo intentes y lo fuerces.] El hombre lo dijo con un suspiro. [Justo ahora estás en la línea de ser capaz de mantenerte cómo eres y no serlo. Si das un paso más, serás atrapado y caerás. Fue la vez que desapareciste. Si eso pasara, ni siquiera yo soy capaz de hacer algo. ¿Estás escuchando? Si quieres vivir, no recuerdes nada.] […Debe haber algo que se supone que haga.] Mientras Willem continúo suprimiendo su frente con ambos ojos cerrados, su dolor de cabeza gradualmente disminuyo. [Ríndete.] El hombre lo dijo. [No estoy tratando de pisarte, ¿sabes? No sé qué estés tratando de recordar, pero si insistes en hacerlo, ya no serás tú. Y un tú que no será capaz de cumplir lo que es el tú que recordaras. En otras palabras, tampoco serás capaz de realizarlo.] P á g i n a | 98 El razonamiento del hombre tenía sentido. Excepto por lo emocional, Willem no veía una forma de contradecir el argumento. Pero, esas emociones no salían. No podía hacer nada. […Ahh.] Por alguna razón, Willem sintió un poco de alivio. Quizás el que se le dijera que no recordara su pasado, que no tuviera que tomar esa carga olvidada, concediéndole una parte de su salvación. El dolor de cabeza ahora desapareció, pero su cabeza y estómago seguían sintiéndose pesados. Él tiro su espalda en la almohada. [Te tomaré la palabra. No recuerdo qué sucedió, pero parece que te encargaste de mí.] [Por ahora, solo descansa un poco. La siguiente vez que despiertes, apuesto que ese lio en tu cabeza se sentirá un poco mejor.] [...Ok.] Él apenas sí respondió. [Oh sí, hay algo que olvide preguntarte.] [¿Qué es?] [Tú nombre. Él de la niña y el tuyo.] [Hm…. Sí, eso es. Completamente lo olvide.] El hombre lo dijo mientras se cascaba su cabeza. [Soy Nils. La pequeña es Elq. Y tú eres Willem.] Nils, y Elq. [Ambos nombres suenan familiares. ¿Fuimos conocidos?] [Eso es. Una vez me apreciaste mucho y me llamaste maestro.] El hombre lo dijo con su pecho algo inflado. [No, no me la creo.] P á g i n a | 99 [¿¡Por qué no!? ¡No miento!] [No, no, es muy increíble. Quiero decir, no te ves el tipo de persona que le enseñe algo a alguien.] [¡Es verdad! ¿¡Por qué esa es la única cosa que no crees!?] [Virtud humana.] [¿¡Cuánto sabes de esos dichos tuyos!? ¿¡Realmente se te selló tu memoria!?] El mismo Willem lo encontró extraño. Él reconoció que su actitud no fue apropiada para un primer encuentro, pero esto de dar y regresar se sentía extrañamente cómodo, como si él regresara a su distante tierra madre luego de una larga ausencia. [Más que un maestro, pareces un viejo padre bastardo.] […Dios, en serio…] Nils suspiro profundamente. [Olvídalo. Voy a descansar de momento.] [Gracias, es todo.] [Si vas a disculparte hazlo primero, cielos…] Incluso si él solo podía ver su espalda, Willem sabía que el hombre sonreía amargamente. Juzgando el hecho que él no se volteó, quizás es porque estaba avergonzado. [—Ah, eso es.] Parado a la par de la puerta, Nils añadió. [No uses tu ojo derecho mucho. Mi sello solo funciona en partes de tu mente que se transformaron, no en partes de tu cuerpo. Si lo sobrecargas, el sello se perderá.] [¿Ojo derecho?] P á g i n a | 100 [Míralo por ti mismo. Hay un espejo por ahí.] Cerrando la puerta, y los pasos de Nils desaparecieron en la distancia. A donde el hizo un gesto con su mentón antes de irse, Willem descubrió un pequeño espejo, cerca del tamaño de su palma, se colocaba en la mesa. ¿De qué está hablando? Willem refunfuño para sí mismo, pero no puedo ignorar algo como eso. Él llevo su cuerpo para reposarlo en la cama, tomo el espejo, y volteo su cara. [……] La cara de un hombre de cabello negro el cual parecía faltarle ambición se reflejaba en él. Nota número uno: venas rojas en forma de pequeñas palmas yacían en cada mejilla. Nota número dos: su ojo derecho, y su único ojo derecho, brillaban con un fiero color dorado, como una bestia salvaje. Ya que su ojo izquierdo compartía el mismo color negro de su cabello, Willem descubrió que su ojo derecho no siempre fue así. Lo más probable, sirvió como prueba de lo que habló con Nils. […Ya veo.] Viendo ese color dorado, la ansiedad lo supero. Definitivamente no significaba nada bueno. Habiéndose convencido de eso, él cerró su ojo derecho, metiéndose bajo sus mantas, entonces suavemente cerró su otro ojo. [Si buscas a Nils, se fue esta mañana temprano.] El propietario de la posada – un hombre sin marcas, muy extraño – se lo dijo a Willem a la siguiente mañana. [¿Huh?] [Él se fue a una corta excursión, al parecer. Dijo que no sabía sí o no sería capaz de regresar. También dijo que siguas saludable.] P á g i n a | 101 [Espera un segundo. No escuche nada de eso.] [Él es del tipo que se va tan pronto tiene una idea. Juzgando por sus palabras, él puedo regresar cuando guste, quién sabe cuándo.] [Espera, espera, espera, ¿qué?] ¿Qué tipo de vagabundo es ese chico? Tal vez Willem, como alguien que fue salvado, no tenía derecho a decir algo, pero realmente deseaba que Nils pensara un poco en quién dejo atrás. Willem no recordaba su propio pasado, o tenía algo de que probar. Normalmente, uno no dejaría a un chico que no sabía si era derecha o izquierda y si era de arriba abajo. O al menos, Willem estaba algo asustado. Al parecer él una vez llamó a ese hombre maestro, pero Willem seguía sin creerlo. Él no podía imaginarse admirando a tal hombre. [Ah, parece que tu compañera también despertó.] ¿Quién? Willem pensó y se dio la vuelta. Él vio a la chica de cabello rojo, Elq viéndolo por el rincón del pasillo. [¿Compañera?] [Es lo que te he dicho.] Ya veo. Es cómo Nils lo explicó. No me conozco. Su irritación a su supuesto salvador incremento, Willem casualmente le hizo una seña a la chica. Luego de dudar un poco, Elq salió del rincón y corrió. [B-Buenos días…] Ella dijo. [Perdón por lo de ayer.] Willem inclino su cabeza en disculpas. P á g i n a | 102 [Ah… e-está bien. Mientras lo entiendas… quiero decir, ya no estoy tan enojada…] Ella murmuró, claramente avergonzada. [Ya veo. Eres ese tipo de chica.] Willem levantó su cabeza y sonrió. Por alguna razón, Elq gimió un poco y dio un paso atrás. [¿Ocurre algo?] [N-Nada.] Willem lo vio como un persuasivo “nada”. Pensó seguir más en el asunto, pero decidió detenerse, descubriendo tales jugarretas inmaduras. Al parecer, los dos se habían encontrado. Luego, ambos fueron salvados de la misma forma por Nils, luego fueron dejados atrás por Nils. No tenía idea de cuánto estarían juntos, pero comprendió que sería mejor llevarse bien. Probablemente. Primero son las preparaciones para vivir una vida nueva. Willem necesitaba descubrir qué era capaz de hacer y qué no. Luego, necesitaba buscar trabajo. Elq seguía siendo joven, él necesitaba descubrir alguna forma de apoyarla también. Además, Willem decidió que si NIls fuera a regresar, él le daría una o dos quejas a su manera. [A propósito, todavía no recibo tu cuota del cuarto de la noche pasada. ¿Cómo pagarás?] Willem ligeramente reviso sus recuerdos anteriores si Nils llegara a casa, a parte de una o dos quejas, él le daría un puñetazo. [¿…Tienes idea de un lugar de aquí que contrate a un sin marcas que no sabe quién es?] [Veamos… hay un lugar que se me viene a la mente.] ¿Lo hay? Willem realmente no esperaba una respuesta. [Por cierto, el trabajo tiene tres comidas diarias, y la pequeña señorita está incluida.] [¿Qué…?] P á g i n a | 103 [Soy Astaltus, el propietario de esta posada. Somos un pequeño lugar, pero hay mucho trabajo por hacer, así que prepárate.] El hombre sostuvo su mano derecha, pidiendo un apretón de manos. Ese bastardo. Nos dejó mientras tenía todo planeado, verdad. Willem lamento no tener más que aceptar la oferta del hombre. [...Bien. Haré lo mejor que pueda.] Luchando con el impulso de dejar caer sus hombros, Willem tomo la mano del hombre a cambio. P á g i n a | 104 La Vieja Capital y Las Hadas El almacén de hadas se localizaba en la 68ava Isla. Por otro lado, Collinadiluche estaba localizada en la 11ava. Para ponerlo simple, una iba del borde de Regul Aire, mientras la otra iba directo al medio. Naturalmente, una gran distancia los separaba a los dos. Por lo tanto, debido a la falta de una directa ruta entre ellas, uno tenía que alistarse para un indirecto viaje que involucraba transferirse entre más que unas cuantas aeronaves. Claro, conseguir una nave patrulla de la armada para moverse solucionaría el problema, pero generalmente están restringidas, no tenían buffers de vibración por lo que el balanceo no se salía de control, las ventanas eran pequeñas, y estar en el mismo barco se sentía depresivo. Por esas razones, y entre otras, Naigrat rápidamente lo rechazó. Sin decirlo, no había objeciones. Y así, pasaron todo el día en naves, balanceándose de aquí y allá por el viento. [Ohh…] Lakish, luego de desembarcar, miro el lugar con una gran sonrisa. [¡I-I-Increíble! ¡Hey, Tiat, mira mira!] [Sí, sorprendente, increíble. Ahora suéltame.] Los hombros de Tiat están siendo agitados por Lakish, en una lucha para liberarse. [¡Pero mira! ¡Es algo real!] [Wooow……] Lakish estaba completamente en trance. Bueno, Lantolq podía entenderlo. Después de todo, ellas estuvieron en Collinadiluche. La caja del tesoro en el cielo. El pan de los sueños y romance. Generalmente, las hadas ni siquiera se les permitía dejar la 68ava Isla, por lo que los libros de historia y películas de cristales eran lo único que les proveía el aprendizaje de otras islas. Sirviendo como el escenario principal para incontables historias no era otra más que Collinadiluche. Justo en esa ciudad, [Segundo Manto] tomo 1 millón de Brandals de los ciudadanos. [Rust Nose] encontró el verdadero amor, el [Minchuet] familiar fue de una gran revuelta… por años, las hadas vieron todas esas historias con ojos de admiración. Lo que tenía sentido que Lakish, estuviera parada con sus propios pies en ese escenario por primera vez, siento una felicidad abrumadora. Siendo honestos, la misma Lantolq estaba muy emocionada, incluso si no era su primera vez. P á g i n a | 105 [¿…Y adónde vamos ahora?] Pensando en el desagrado de sacar su emoción, Lantolq tomó un profundo respiro entonces calmadamente le pregunto a Naigrat. [Veamos, terminaremos yendo a los cuarteles generales, pero antes tenemos que dejar a Lakish en la casa de mi senpai.] [¿Senpai?] [Él también se encarga de ustedes cuando crecen. El gran doctor Kikuroppe. Él es mi senpai de la escuela médica.] [Un terrorífico combo, ¿huh? Apuesto que sus compañeros estuvieron asustados todo el tiempo hasta que se graduaron.] Aiseia cayó del otro lado. [Qué grosera. No hacíamos cosas peligrosas a menudo.] Una contradicción que no era una contradicción como respuesta. Lantolq descubrió que lo mejor sería no alargar el tema. […Vamos, Lakish, Tiat. Vamos.] Ella fue tomada por ambas cosas. [No vinimos a turistear. Haremos lo que necesitamos hacer.] [Ah… l-lo siento.] Lakish fue sacada de su trance y se disculpó. [Ooo, la isla está girando…] Mientras tanto, los ojos de Tiat giraban fuera de control. Lantolq se imaginó que se recuperaría tarde o temprano. [Pues bien, andando.] Naigrat lo dijo, luego reajusto la gran mochila que llevaba. Desde arriba de la mochila de cuero, unos objetos puntudos se envolvían en trapos. Dentro estaban cuatro Armas Excavadoras… Aiseia Valgalis, Historia Lantolq, Tiat Ignareo, y, como un amuleto de buena suerte, una espada más sin dueño. Con todo eso junto, la cantidad de peso es la de un pequeño vestidor (lleno de ropa), pero la forma en que la llevaba Naigrat no lo demostraba. P á g i n a | 106 [Compórtense, ustedes dos. Tenemos que caminar un poco a donde necesitamos ir, así que no se distraigan y se pierdan, ¿de acuerdo?] Lantolq lo dijo. [E-Entiendo. Haré lo mejor que pueda.] Lakish respondió. El hecho es que ella trato de hacer lo mejor para incomodar un poco a Lantolq, pero a ella le gustaba lo que hacía con su actitud. [¿…Ni siquiera unos cuantos desvíos? Hay muchos lugares que no he visto desde la última vez…] Tiat lo dijo. Lantolq deseaba que lo intentara un poco mejor. [No hagas que lo repita. No venimos aquí para turistear.] Ella lo dijo en un fuerte tono con su mano en la espalda de Tiat. Tiat inmediatamente se calló. Lantolq se preguntó si se pasó, pero no podía pensar en que decir. Bueno, ya que Tiat era un hada apropiadamente adulta ahora, Lantolq se imaginó que al menos podía restringirla… probablemente. [Aaaah, ¿e-ese es el Square Falsta? La cosa en el medio de la estatua del Gran Sabio, ¿cierto? ¿¡Podemos verlo más de cerca!?] Lantolq regreso la mirada. Una gran plaza con una fuente. Incontables parejas y una imponente estatua de un viejo usando una capa. El Gran Sabio, la legendaria figura de quien fundó Regul Aire y que continuaba apoyando… de alguna manera, su estatua tenía una reputación de tener el poder de forjar los lazos entre una pareja. La verdad de esto no está clara, pero, al parecer, a los amantes no les importa. En la plaza, parejas de varias razas se murmuraban palabras de amor el uno con el otro. Sin una prohibición en los desvíos, Lantolq tuvo el sentimiento que no era un buen lugar para que las pequeñas estuvieran. [¡También quiero verlo! ¡Cuando vine aquí antes, Willem no me dejo!] Tiat lo exclamó, tomando ventaja de la situación. Lantolq ligeramente bajo su puño a la cabeza de Tiat. [Te lo dije, ¿no? Sin ver por ahí ni desvíos. Date prisa.] P á g i n a | 107 Lakish y Tiat se deprimieron por la desesperación. 30 minutos más tarde. La situación empeoro. Limpiando el sudor frío dentro de su mente, Lantolq miro alrededor. A la derecha, varias personas y carruajes jalados por caballos iban y venían de la gran avenida alineada con edificios de piedra. A la izquierda, un vasto jardín se extendía detrás de una interminable cerca de metal negra. Aunque no se esparció mucho, lo único era una luz verde que lo cubría. En menos de nada, todo el lugar seguramente florecería con vividos colores. Sin ser capaz de ver lo que se sentía un poco de mala suerte, ahora no era el tiempo de pensar en ello. Sin decirlo, ambos suspiros eran desconocidos para Lantolq. Además—el verdadero problema es ese—ella no podía ver a nadie junto a ella: Naigrat, Aiseia, Tiat, o Lakish. [Bueno, esto es malo.] Ella murmuro, cerrando sus ojos y presionó su frente. Ella pensó en los eventos que la llevaron a esto. Era simple: mientras caminaba por la ciudad, un edificio visible en la distancia de pronto capturo su mirada. Ese era el espiral de una famosa iglesia que ella una vez leyó en un libro, unas de las largas estructuras construida por un arquitecto genio de hace 300 años en el pasado, de la cual solo existían 7 en todo Regul Aire. Estaba descrito que su única silueta tomaba los corazones de quien la viera, incluso desde lo lejano. Ahora Lantolq sabía que el libro estaba en lo correcto. Luego de verlo, ella hizo un pequeño dibujo (o al menos es lo que se dijo), y, la siguiente que supo, ella se separó de sus amigos. Con vergüenza, termino de esa manera luego de advertirle a las más jóvenes que no se distrajeran y perdieran. Lantolq nunca pensó que se volvería en algo grande. Su destino era la facultad de trato en Collinadiluche, el lugar donde una vez fue cuando se volvió una adulta. Sus recuerdos son un poco borrosos, pero ella probablemente podía recordar el camino. En el peor de los casos, ella podía ir por el cielo y ver las direcciones desde arriba. Ella quería evitar el atraer la atención, pero sería mejor que atrasar su reunión. [Supongo que caminaré.] Por fortuna, Collinadiluche es una ciudad de trato con lazos en otras muchas islas, sin marcas como las hadas caminando por las calles no era inusual. Mientras no hiciera algo particularmente inusual, ella no sobresaldría. Con solo caminar, ella podía mezclarse con el escenario de la ciudad. Pensando de esa forma, pudo ser capaz de olvidarse de su situación y camino por ahí. P á g i n a | 108 7 minutos después. […Ahh.] Una vez más, Lantolq se sintió realmente terrible por la cuidad que Collinadiluche era. Luego de caminar unos minutos, ella se desconcertó un poco. Ya fuera un famoso edificio, un curioso callejón, o algo parecido a una estatua de bronce al medio del camino, ella nuca dejaba de maravillarse por el abundante repertorio de la ciudad. Si fuera por ella, no evitaría pararse cada vez que veía algo. No es bueno. Si ella no trataba de avanzar seriamente un poco, el sol se pondría. Con ese sentido de urgencia presionando su espalda, Lantolq corrió despacio por la avenida, giró por una esquina, y… […Ahh.] …encontró otro magnífico edificio. La Gran Librería Central de Collindiluche. No solo era una de las más viejas construcciones en la ciudad, sino que tenía una gran colección de libros de todo Regul Aire. Esa grácil torre blanca, seguía tan en alto luego de que pasaran siglos de historia. A pesar de su concentración, Lantolq completamente cayó prisionera de esa vista al momento que la vio. Sin embargo, sus piernas, tuvieron el sentido de urgencia, continuaron moviéndose. Como resultado… [¡Ah!] [Hmph.] [Ow…] [Oh, mi culpa. Estaba un poco distraída.] [Ah no. Yo no veía por dónde iba…] Ella respondió. P á g i n a | 109 Al parecer, la cosa con la que Lantolq se topó no era un muro, sino un hombre sin marcas con cabello rubio, barba rubia, y un físico robusto como una roca. Debido al blanco puro de la manta que vestía, él sobresalía, y no en una buena manera. Él parecía de forma abierta sobresalir del escenario de Collinadiluche, la ciudad la cual aceptaba cualquier y a todas las razas. Aunque, luego de verlo con sus propios ojos, Lantolq pensó por un momento que quizás la cosa con la que choco era un muro. Ella no sabía por qué, pero ese tipo de pesadez y misteriosa fuerza era la que eludía del viejo. [¿Estás lastimada?] Incluso en sus palabras de preocupación, una abrumadora presión lleno su voz. Supongo que es una gran e histórica ciudad, personas así de extrañas caminan normalmente por la calle, Lantolq pensó. [Ah… estoy bien, gracias.] Tímidamente, ella tomo la mano que le dieron y se paró. Una gentil sonrisa apareció de la cara del hombre, pero falló en ocultar la filosa y penetrante mirada en sus ojos. Incluso siendo una soldada acostumbrada, Lantolq sintió que sus piernas cederían si ella no se mantuviera concentrada. [Ah… es por aquí, señorita. Este intercambio de palabras debe ser algo del destino. ¿Podrías ayudarme un poco con las direcciones?] Un breve silencio. [¿Huh?] [Bueno, es algo vergonzoso, pero, la verdad es que estoy algo perdido.] El viejo lo dijo mientras rascaba su mejilla. El gesto no le quedaba. [Pensé en preguntarle a alguien de camino, pero… bueno, hablar con extraños no es mi fuerte.] [Ah…] P á g i n a | 110 Tenía sentido, Lantolq pensó. Por estar parada allí, su enorme sentido de presencia parecía abrumar sus alrededores. Se imaginó que estaría un poco mal preguntarle casualmente a alguien la dirección. [No me importa, pero no soy de aquí, así que no puedo decir que sea familiar con los caminos. No sé sí le seré de ayuda.] Lantolq dijo que ella estaba algo perdida. [Bueno, ¿adónde se dirige?] [Un restaurante. Escuche que está cerca de la faculta de trato general.] Qué coincidencia, Lantolq pensó. [Tengo asuntos allí también. Si gusta, podemos ir juntos.] [Oh, eso sería grandioso.] El viejo sonrío. O al menos, arrugas aparecieron por su edad, un viejo árbol con cara formó una sonrisa. La sonrisa que tenía tal fuerza detrás que probablemente haría que un niño llorara. Lo bueno que soy un adulto, Lantolq pensó, ligeramente termino levantando sus labios. [Ya he venido a esta ciudad antes, así que decline una oferta para las direcciones, diciendo que ya sabía el camino.] El viejo lo dijo mientras caminaba. Siguiéndolo, Lantolq sintió algo como un sirviente encargándose de su maestro. [Oh,] Ella respondió desaminada. [Pero cuando empecé a caminar, me di cuenta que los caminos cambiaron completamente.] [Ah...] Eso no podía ser cierto. Collinadiluche era una ciudad histórica. Quizás varias definiciones de “ciudad histórica” existían, pero una de ellas tenía que ser la de muchos edificios parados dentro de la cuidad. Así que naturalmente, los caminos no solo podían cambiar por completo. Por lo que sabía Lantolq, el área alrededor de la Gran Librería no había tenido mayores renovaciones en los pasos 100 años. Bueno, él es algo viejo. No sería sorpresa que su memoria empezara a fallarle un poco. Descorteses pensamientos pasaron por su cabeza. P á g i n a | 111 [Ya que está es una rara oportunidad, pensé que sería bueno disfrutar un poco de la vista mientras estuviera aquí, pero no quiero hacer esperar por siempre a la persona con la que me encontraré.] [Ah…] Una invisible espina perforo el pecho de Lantolq. [Aunque, es lamentable que solo sea un paseo por esta ciudad. Supongo que tengo que regresar para turistear algún día.] [¿Su actual residencia está en una lejana isla?] Lantolq preguntó. [Hm. Ciertamente está lejos, pero lo más problemático de la distancia es—] de pronto, el viejo levanto la mirada. Lantolq siguió su mirada. [Ah.] Cruzando la calle estaba Naigrat. Ella era cerca de una cabeza más alta de los peatones que pasaban por ahí, haciendo fácil el verla. Notando a Lantolq, ella empezó a cruzar la avenida. [¡Por fin te encuentro! ¡Nos preocupamos por ti!] [Lo lamento.] Lantolq, sin decir excusas, sinceramente se disculpó. [Me estaba preguntando si chocaste con algún carruaje o algo así, ¿sabes? Ustedes son fuertes cuando pelean, pero en momentos normales no son tan fuertes.] [Bueno… ah…] Cerca de la mitad de la fuerza de las Leprechauns salía de su Venom incinerado, y la otra mitad venía de las Armas Excavadoras que portaban. En otras palabras, en la vida diaria, no tenían casi nada del poder que tenían en el campo de batalla. Además, la mayoría de seres vivos, no solo las Leprechauns, no estarían bien luego de ser aventados por un carruaje. Pero claro, Naigrat no pertenecía a la ‘mayoría de seres vivos’. P á g i n a | 112 [Incluso si te conviertes en mi comida, sabrás mejor si pasaras por una máquina especializada que en el suelo.] [Um… ¿qué?] Lantolq empezó a perder el rastro de lo que Naigrat estaba diciendo. Como sea, todo parece indicar que Naigrat estaba preocupada por ella… probablemente. Ella ya se disculpó apropiadamente, y ahora necesitaba reflexionar por su comportamiento. [Ah, lamento interrumpir su conversación, señorita.] El viejo se unió. [Por favor no regañes mucho a la niña. Estuve turisteando por aquí, y me perdí. Ella tiene un corazón amable y me mostro el camino.] [¿Eh?] ¿De qué está hablando el abuelo de la nada? [Si de alguna manera es inconveniente para usted, permítame compensarla. A pesar de cómo puedo verme, tengo algo de autoridad. Y por favor no sea muy dura con su hermanita.] [Uh… bueno, ¿claro?] Lantolq respondió con duda. Sí, ellos caminaron juntos mientras ella le mostraba el camino al viejo. Y, sin embargo, por eso era completamente su culpa y no había razón para poner excusas. Además, ella y Naigrat no son hermanas… [Bien entonces.] Naigrat suspiro con un ligero orgullo. [Nadie más lo sabrá, y no causo ningún problema. También no quiero decirte que no seas buena con otras personas. Pero la siguiente vez cuéntamelo, ¿de acuerdo?] [Ah… okay, comprendo.] Lantolq siguió la corriente y asistió. [Usted también maestro.] [¿Hm?] P á g i n a | 113 [Estoy segura que estuvo ansioso, perdido mientras turisteaba, pero no es bueno que hables y camines con señoritas. Las personas pueden pensar que la secuestraste, ¿lo sabías?] [Ah… o-oh, sí. Supongo que tienes razón.] [Turistas secuestrados no son una rara ocurrencia en Collinadiluche. Si necesitas de las direcciones, puedes preguntarle a los Golems colocados por el departamento de turistas, ¿okay?] Naigrat le habló en una gentil voz, como si regañara a un niño por una broma. Luego de un momento de silencio, el viejo, se miraba desconcertado, de la nada estallo en risas. Las personas caminaban por las calles, las palomas descansaban arriba de las lámparas, y un caballo qye jalaba un carruaje en la distancia empezaba a galopear. [¿…Se encuentra bien?] Lantolq preguntó. [Sí, mis disculpas.] El viejo suprimió su risa y limpió las lágrimas de sus ojos. [No ha habido nadie que tome esa actitud conmigo desde hace un largo tiempo. Se siente refrescante y nostálgico ver que la señorita no se intimide por mí. Me siento otra vez joven.] [Uh.] Él en serio tenía una cara de miedo, un físico de miedo, y un misterioso aire cerca de él, pero Lantolq no podía imaginar que a todos a los que le hablara le temieran. [Bueno, desde aquí, puedo encontrar el camino solo. No quiero robar más su tiempo, así que es tiempo para que me vaya.] [¿…Seguro que está bien?] [Sin cuidado, la siguiente vez que me pierda se lo preguntare a uno de esos Golems, ¿cierto?] El viejo lo dijo con un guiño, mejor dicho, un habilidoso guiño. [Gracias por la divertida charla.] Mientras veían al viejo despedirse, Lantolq y Naigrat inclinaron sus cabezas en confusión. P á g i n a | 114 [Siento que lo he visto antes… recientemente.] Naigrat murmuró. Ahora que lo mencionaba, Lantolq fue consciente del extraño sentimiento que había estado en su mente. [Pero si me encontré con él antes… siento que no sería capaz de olvidar a alguien con tal fuerte impresión.] [Hmm, si ambas recordamos verlo, eso significa que… ¿en la 68ava Isla? Pero eso no puede ser…] Fallando en tener una respuesta, ellas continuaron inclinando sus cabezas. Cerca, en la siguiente calle por la que pasaron, en la gran Flasta Square, se alzaba la estatua del Gran Sabio, la imagen más prominente de todo Regul Aire. [Bien entonces, la chica que tuvo un sueño, vamos en camino.] [¡S-Sí! ¡Ya vampodsf!] Lakish, lideraba un grupo de enfermeras en trajes blancos, que llevaban a un hada adulta, sobresaltada por el dolor de haber mordido su lengua enérgicamente. [Dudo que fuera tan así.] Naigrat lo dijo con una cara problemática, entonces fue a buscar a Lantolq. [Si algo le sucede, tendré que darle un gran abrazo como castigo por hacer que me preocupe.] Ella bromeó. Por cierto, se decía que la fuerza de los abrazos de Naigrat podían hacer pedazos una piedra. Ahora quedan dos. Ellas estaban sentadas en un aburrido cuarto de espera de la facultad de trato, habiéndoles dicho que esperaran hasta nuevas instrucciones. Sin embargo, no recibieron noticia de cuando las nuevas instrucciones vendrían. [Me pregunto a dónde fue Lan.] Aiseia murmuró, con una cara aburrida en su cara. P á g i n a | 115 [¡Definitivamente fue a ver la Tumba del Estafador!] Tiat murmuró mientras saltaba de arriba abajo en el muro, tratando de ver el escenario por fuera de la ventana colocada en lo alto. [Pasamos muy cerca, y es un lugar popular del que definitivamente no puedes perderte cuando vienes a Collinadiluche. ¡No es justo!] [Lan no es de las que va por esas cosas, ¿sabes?] [¡Se dice que Rust Nose es la hermosura que seduce al corazón!] [¿Segura que lo que dijo está en el contexto de lo que hablamos?] Aiseia inclino su cabeza. [Como sea, seguro es aburrido. ¿Deberíamos jugar un juego o algo?] [¡No es aburrido! ¡Estoy muy ocupada justo ahora!] [Ya veo.] Aiseia tiro su cabeza en el escritorio enfrente de ella y observo la espalda de Tiat subir y bajar. Claro, Tiat pudo solo incinerar el Venom y volar, pero no parecía que ella lo notara, y Aiseia no sentía que tenía que decirlo. [¡Ahh, solo un poco más, piernas! ¡Todo ese entrenamiento físico fue por este momento!] [Qué niña más despreocupada…] Viendo a la ventana en pregunta, en su posición, Aiseia solo veía el cielo azul expandirse del otro lado, el mismo cielo viejo empezaba a oscurecerse con la misma cara como si lo observara en la 68ava o la 11ava Isla. Justo entonces, la puerta fue golpeada. [Quizás sean las siguientes instrucciones.] Aiseia levanto la vista, y abrió la puerta. [Disculpen…] Con una voz dudosa, no entro Naigrat, ni el doctor, o un soldado, sino un joven Lucantrobos con piel de suave apariencia. [¿Hm? Tú eres…] P á g i n a | 116 [¿¡Firu!? ¡Tiempo sin vernos!] Al parecer, Tiat nombró a la recién llegada antes que Aiseia. Firacolulivia Dorio, la hija del alcalde. Unos meses antes, Aiseia y Tiat fueron a visitar la ciudad bajo su guía—o más acorde, bajo el plan de Willem. Para las Leprechauns, quienes usualmente no tenía casi nada que hacer fuera de la 68ava Isla Flotante, eso era una experiencia inolvidable y peculiar. [¿Firu?] [Mis disculpas.] Luego de entrar al cuarto y cerrar la puerta detrás de ella, Firu golpeo el piso. [No sé nada. Qué son ustedes chicas. Cuyos sacrificios se mantienen en la vida diaria que tomamos.] [¿Huh?] Tiat abrió sus ojos. [Ah—ya veo.] Aiseia comprendió el significado de tan repentina disculpa, rascándose la parte trasera de su cabeza. [Lo escuchaste de alguien, ¿huh? Qué somos.] [Sí. Sucede que lo escuche de la charla de mi padre y tío.] El ‘tío’ al que se refería es el Primer Oficial Limeskin, de quien era cercano desde pequeña, y el ‘padre’ al que se refería era Gilandalus Dorio, el alcalde de Collinadiluche. Aiseia no sabía cómo las Leprechauns salieron en la conversación de esos dos, pero, para ese tiempo, parece que Firu sabía acerca de su naturaleza como armas secretas. [Mientras todas arriesgan sus vidas en el campo de batalla, yo estaba peleando con decidir cuál jamón pondría en mi lonchera. Pasé cada día de mi vida así, sin saber la verdad o la vergüenza. Ahora, me siento avergonzada…] Ella se confesó, su cara se hizo abajo, sonando casi al borde de las lágrimas. [Uhm, umm…] Tiat dijo esas palabras. [Ah, bueno, estoy agradecida por esa fresca respuesta, pero… Firu.] Aiseia empezó. P á g i n a | 117 [¿Sí?] [No necesitamos hablar de cómo somos armas desechables ni nada. Tienes una fuerte consciencia, creciste en la clase alta del gobierno, y eres del tipo que cree que hay más personas buenas que personas malas en el mundo. No trataré de decirle a alguien así que esté de acuerdo con lo que hacemos. Así que quiero que pienses de esa manera. Secretamente ponemos nuestras vidas en riesgo para todas esas personas en cada Isla Flotante vivan su vida cotidiana en ignorancia.] [Vida cotidiana… ignorancia…] [Eso es. No es vergonzoso que no sepas sobre nosotras. Esa vez eras ignorante de por qué peleábamos exactamente… y así, nuestro orgullo, o algo como eso.] [Oohh…] Tiat parecía impresionada. Quedándose en duda sí o no ella era consciente que Aiseia estaba hablando de sí misma. [Mira arriba, Firu. Al menos, no arriesgamos nuestras vidas todo el tiempo para ver a nuestros amigos llorar.] [Ai… seia…] Justo entonces, la puerta se volvió a abrir. Esta vez, un hada de cabello azul, Lantoq, apareció. [Lamento hacer que se preocupen—] La corta disculpa de Lantolq se detuvo. Ella apareció en el cuarto: Aiseia con sus codos en un escritorio, Tiat contra el muro con solo su cabeza girando hacia la puerta, y una desconocida Lucantrobos pisando el suelo. [— ¿Qué ocurre aquí?] [Esa es una difícil pregunta…] Aiseia lo dijo con una cara preocupada, luego rio. [Espera. Lan, ¿estás sola? Pensé que Naigrat te trajo.] P á g i n a | 118 [Sí, ella estaba aquí cuando un mensajero del Primer Oficial Limeskin se la llevó.] Lantolq lo dijo, señalando hacia la entrada de la facultad de trato. [Volvieron a salir. Me dijeron que esperara aquí con ustedes.] [¿Salieron? ¿Adónde?] [No lo sé, pero creo que no necesitamos preocuparnos.] [Bueno, es cierto.] Aiseia y Lantolq asistieron. [¿…Um?] Firu, incapaz de seguir con su conversación, inclino su cabeza de confusión, sus ojos seguían lagrimosos. [¿Y qué viste? ¿¡La Tumba del Estafador!? ¿¡O fuiste más lejos al Mercado Barley!?] Tiat, mientras tanto, estaba en su usual yo. [Es por aquí, Miss Naigrat.] [¿Qué?] [El Primer Oficial Limeskin la espera.] Un Reptrace más bien pequeño le mostro la puerta… o quizás él estaba en lo promedio, mientras la altura individual de los Reptrace variaba drásticamente debido a su variedad de períodos de crecimiento, pero Naigrat, estaba acostumbrada a ver la gigantesca figura de Limeskin, no podía evitar pensar eso. [Sabías que estaba aquí, realmente puede ser un buen descanso…] P á g i n a | 119 El mensajero no respondió. Él se veía de la armada, sin decir nada innecesario. [Todos ya están esperando.] [A quiénes te refieres con todos…] Sin responder. Bueno, Nagrait lo venía venir. Llevada por el mensajero, Naigrat salió de la entrada trasera de la facultad de trato y entró a un pequeño y oscuro callejón lleno con el hedor a detergente y desagüe. Viendo arriba, ella notó que lazos cruzaban la calle de una venta a otra ventana con abundante ropa colgada de ellos. — Me pregunto a dónde vamos, ella pensó. Juzgando por la silenciosa atmósfera que daba el mensajero, Naigrat no podía pensar que conseguiría una respuesta si preguntaba. Ya que estoy sola, probablemente sea algo malo que él no quiera que las niñas escuchen, pensando eso, su humor se hundió un poco. Justo entonces, el delicioso aroma de carne asada pasó por su nariz. Viendo arriba, ella vio un pequeño signo indicando la entrada trasera de un restaurante. Oh sí, ¿qué haré para la cena? Mientras se lo preguntaba, el mensajero abrió la pequeña puerta y entró al restaurante. [¿Aquí?] Ella pregunto, pero, como esperaba, no recibió respuesta. El Reptrace simplemente giró pronto, le hizo un gesto para que la siguiera, luego siguió bajando por el pasillo. Entrando, Naigrat avisto el lujoso interior. [Oh no, me pregunto si mi ropa no estará a la altura.] Ella se vio. Ahora, estaba usando ropa linda, para sus estándares, pero, era ropa casual. Además, luego de haberse movido en una aeronave por todo el día, ella exactamente no podía decir que su apariencia era muy refinada. A pesar de sus preocupaciones, la Reptrace seguía moviéndose más y más. Él pudo haber dicho un poco al menos, ella se quejó dentro de su mente mientras lo alcanzaba. Se detuvieron enfrente de una pesada puerta. El mensajero toco dos veces la puerta en sucesión, seguido de un tercer toque luego de una corta pausa. [Entre.] Una leve voz lo dijo desde dentro. P á g i n a | 120 Oh vaya, un toque secreto, Naigrat pensó mientras se abría la puerta. Una mesa se posaba en el centro del cuarto, por desgracia sin comida. Cerca, caras familiares y cara desconocidas. [¿…Eh?] Contra el muro se paraba Limeskin con su uniforme militar. Bueno, él era el que llamó a Naigrat, no es sorpresa que estuviera allí. Luego de él se paraba un soldado Haresantrobos. La insignia en su hombro que enseñaba un escudo y una hoz, lo que significaba que era la Policía Militar, si Naigrat lo recordaba bien. Un Lucantrobos de edad media sentado en la mesa. La primera nueva cara. Él vestía un traje que se veía de alta calidad y monóculo a la moda. Su atractiva apariencia le quedaba al restaurante más que la de Naigrat. Luego, por alguna razón, había un viejo en una manta blanca del que se despidió antes. Juzgando por su cara de sorpresa, él probablemente no esperaba su encuentro tampoco. Había una última persona en la mesa, una persona con una cara especial, tan especial que todas las otras caras no resaltaban nada en la mente de Naigrat. Una chica con cabello gris. Su ojo izquierdo estaba cerrado por alguna razón, pero no había que preguntar por ello: ella era un hada soldado que se suponía que se perdió en batalla en la tierra. [¿Neph…ren?] [Nn.] Nephren inclinó su cabeza. [¿Eres… la verdadera?] [Cerca de la mitad.] Naigrat recibió una respuesta enigmática, pero ella apenas pudo escucharla igual. Quería correr a ella. Abrazarla. Sobar sus mejillas con las suyas. Llorar y gritar. Esos impulsos fueron a su cabeza, fluyeron y estallaron. Naigrat colapsó en la alfombra. P á g i n a | 121 [L-Lamento… causar tal vergonzosa escena…] Naigrat tomo asiento, luego tomó a Nephren e hizo que se sentara en sus rodillas en contra de su voluntad. La cantidad de miras de los chicos cerca de la mesa era rígida, pero ella no tenía intenciones de dejarla ir. [Creo que sigues causando una vergonzosa escena.] Nephren lo dijo. [Callada.] Naigrat tampoco tenía intención de escuchar quejas. […Pues bien, déjenme presentarme.] El Lucantrobos, aún sentado, asistió ligeramente. [Mi nombre es Gilandalus Dorio. Soy el alcalde de esta ciudad, elegido por los ciudadanos.] [Eh.] Naigrat se congelo. [Ah, um, soy Naigrat, de la Compañía de Trato de Orlandri.] [Encantado de conocerla, Naigrat. Estamos aquí para—] [Las coincidencias son terribles. Nos encontramos antes, señorita.] El viejo con la manta blanca lo dijo con un guiño, cortando a Dorio. [Mis disculpas por no presentarme antes. Mi nombre es Suwon. Soy algo como un consejero de la Guardia Alada.] [Ah… mucho gusto otra vez.] El alcalde y un anciano retirado de la armada. ¿Por qué estas personas se reúnen en secreto, y, además, por qué ella fue llamada a la reunión secreta? Naigrat no lo entendía. [Um, así que… no tengo idea de nada… ¿Qué sucede? ¿Por qué Nephren está aquí? Puede ser que—] ¿Willem también está a salvo? Ella empezó a preguntar, pero su boca fue cerrada. [¿—Otra persona también se salvó del suelo?] La atmósfera cerca de la mesa parecía haberse puesto ligeramente pesada. Nadie hablo. Quizás ella no debió haber preguntado. [¿Puedo explicar la situación?] El Haresantrobos soldado dio un paso adelante reajustando sus anteojos. P á g i n a | 122 [Te lo dejo a ti.] El hombre en bata blanca asistió. [Primer Oficial Baroni Makish. Mucho gusto.] El Haresantrobos lo dijo luego de inclinarse. [Ah, el gusto es mío…] Primer Oficial… ¿significa que es tan importante como Limeskin? [Primero, aclaremos un malentendido. La cosa que tiene en sus rodillas no es la hada que conoce. Es algo más, algo cuyo cuerpo y mente fue transformada luego de ser corrompida por una Bestia en la Tierra.] [Uh…] Más bien un juego de palabras. Naigrat trato de darle un golpe a la mejilla de Nephren con su dedo. Carne suave. Del tipo de suavidad que hacía que ella quisiera hervir y comer. Esa textura la cual Naigrat sabía muy bien que no cambio ni un poco. ¿Por qué lo dice? ¿Corrompida por una Bestia? [Siguiente… Creo que ya es consciente que ahora no se han predicho ataques de Teimerre…] Claro que lo sabía. Naigrat asistió. [Hemos identificado la causa de ello. Kutori Nota Seniolis.] ¿Eh? [En primer lugar, para que un Teimerre ataque arriba en el cielo, se necesita tener el cuerpo suficiente, luego partir ese cuerpo y los fragmentos son llevados por el viento hasta que aterrizan en una isla flotante. En otras palabras, un gran número de ellos debe reunirse para ello. Kutori Nota Seniolis destruyó a un increíble número de Teimerre durante la batalla en las Ruinas K96MAL. Por lo tanto, uno de los que anteriormente dormía salió a la superficie y encontró la aniquilación.] [¿Kutori…?] P á g i n a | 123 [El número de Teimerre que estaban en el suelo cayó drásticamente. Aunque puede que no se extingan, probablemente necesiten de un gran período de tiempo hasta que sean capaces de atacar el cielo otra vez.] El Haresantrobos continuo. [La chica deshecho su vida… no, uso su vida hasta el final para proteger a Regul Aire.] Limeskin lo dijo, pero las palabras fallaron en seguir. Sacrificándose para salvar una isla. Ese era el deber original de las hadas. Kutori peleó y regresó a casa viva porque ella quería liberarse de ello, pero, al final, lo cumplió igual. […Ella realmente era torpe.] Naigrat no quería recordar su muerte. Kutori peleó por su propia voluntad hasta su último respiro por aquellos que amaba, o quizás solo a aquel que amaba. Regul Aire solo fue un efecto secundario. Ella prefería pensar en algo como eso. O quizás los ‘Braves’ de los que Willem hablaba una vez fueron así también. Pelearon por ellos mismos, pero su lucha se retorció por las palabras como el destino o el deber a una pelea por el mundo. Ya no había batallas que pelear. El peligro se fue. La situación debió hacer a Naigrat feliz. Debía enorgullecerla. Aunque, por alguna razón, se sentía algo frustrada. [Esta información es sabida no solo por la Guardia Alada, sino también por varias organizaciones en Regul Aire con algo de habilidades de recolección de inteligencia. A lo que descubrimos, todos estamos de acuerdo en un punto: ahora es el momento para que Regul Aire repiense toda su estrategia contra las Bestias.] El Harensantrobos explico. [Es por eso que tratan de ponerle una mano a nuestras… usuarias de Armas Excavadoras, huh.] Naigrat lo dijo. Los ojos de Limeskin parecían decir ‘tú eres la única que puso sus manos en ella’. Nephren miró a Naigrat con una cara que preguntaba ‘¿a qué te refieres?’. Ocurría a menudo, pero de todas formas me encargue de esos chicos malos. Claro, ella no podía decirlo en voz alta, en su lugar ella apretó su puño. Quizás debió enviar el mensaje. P á g i n a | 124 [Además, una cosa más.] El Haresantrobos lo dijo. [¿…Qué?] [Ellos demandan a la Guardia Alda que liberen la autoridad de lucha contra las 17 Bestias. Especialmente los derechos del desarrollo de armas, mantenerlas, y usarlas en tiempos de necesidad. Las Armas Excavadoras no son más que una parte de ello.] A Naigrat le tomó un poco entenderlo. [Las Bestias son enemigos poderosos y misteriosos. Para pedir permiso al desarrollo y mantenimiento de armas de poder para pelear contra ellas significa…] Ella tragó. […Es lo mismo que pedir permiso para expandir la milicia sin límite.] [Eso es. Si ellos no pueden juzgar cuánta fuerza es necesaria para pelear con las Bestias, se les permitiría decir que cualquier y todo el poder que ‘pueda ser necesario’. La Ética y Constitución de Regul Aire están hechas para enfrentarse a tal excusa.] Una gran variedad de razas viven en Regul Aire, incluso algunas de las cuales son originalmente relaciones de Presa-Depredador. Por siglos, todos gradualmente aprendieron a llevarse pacíficamente, pero eso no cambia el hecho que todos tengan diferentes valores. Naturalmente, conflictos, grandes y pequeños, nunca se detuvieron. Una gran guerra que involucraba a muchas razas amenazaba con pasar una o dos veces. La Constitución de Regul Aire existía por el propósito de detener los conflictos. Escritos por el Gran Sabio de los años anteriores en Regul Aire, servían como una gran ley, aplicada en igualdad a casa raza y lugar. Sin matar. Sin robar. Sin llevar armas innecesarias. Todo aquel que rompiera tales reglas recibiría un juicio por el gobierno local de las diferentes islas, o por la Guardia Alada cuando no era posible. [Nuestro verdadero tema empieza desde allí.] El Haresantrobos lo dijo. [¿…Aún queda más?] [Ellos piden la autoridad de usar las armas Anti-Bestias siempre que lo demanden.] P á g i n a | 125 [¿Qué significa eso?] Él vio a Naigrat, como si esperara por una respuesta. Naigrat no lo sabía. Ella no era un soldado, solo un empleado de la compañía de trato. Aunque no era completamente ignorante de ese tipo de tácticas, no podía decir que lo supiera. [En cualquier lugar dónde una Bestia aparezca, ellos pelearan con tal poder tanto como quieran.] Nephre lo dijo. [Exactamente.] La Haresantrobos lo dijo. [¿…Por qué es eso? Sin Bestias además de los Teimerre que puedan volar, eso no importa ahora, ¿cierto?] Nephren respondió. [Pero no debería ser posible…] [Perdón. Permitan que les dé una explicación.] El Alcalde Dorio, quien había estado observando silenciosamente su conversación hasta ahora, interrumpió, sus puntudas orejas de Lucantrobos se movieron de atrás hacia adelante. Después de ver a todas las personas importantes alineadas en ese cuarto, empezó. [Esto ocurrió hace medio mes. Una aeronave cayo en esta isla. Estaba registrada en los documentos como una nave de un salvador civil, pero ahora sabemos que simplemente fue una fachada. El verdadero nombre de la nave era ‘Captador del Mañana Número 7’, una nave de expedición extraoficial de la Fuerza Nacional Aérea Elpis.] [La nave se hizo pedazos luego de caer, pero el almacén seguía particularmente intacto de su forma original.] El anciano con la bata blanca, Suwon, lo dijo. [Los rastros son de técnicas de barrera de alto grado.] ¿De qué están hablando estas personas? Naigrat no lo comprendía. Ella tampoco lo quería. Por desgracia, entendía lo suficiente de la conversación para pensar eso. [¿Técnicas de barrera…?] [Son buenas para ganar mi aprobación. Y son buenas para contener a una Bestia.] Suwon dijo. P á g i n a | 126 […Um.] Naigrat no sabía lo que el viejo aprobó para implicarlo, pero ella encontró la única conclusión que podía seguir a sus explicaciones. Parecía tan irreal que no podía creerlo. [¿Está diciendo que… Elpis trajo una Bestia a Regul Aire?] Naigrat deseaba que todos se pusieran a reír a su ridícula pregunta. Sin embargo, ni una sola persona lo hizo. Sintió que tenía que cambiar a Nephren de sus rodillas. [Claro, no es más que una posibilidad. No hay pruebas contundentes. No hay rastro de que una Bestia escapara de la nave, y no ha habido reporte de ataques. Es por eso que terminamos llamando a las hadas aquí.] Limeskin lo dijo. [Hay reportes que muchos soldados de Elpis se infiltraron a la isla. No hay error en que tratan de hacer algo pronto.] El Haresantrobos asistió. [¿…Pero… por qué? Por qué harían algo tan estúpido…] [No importa cuán irregular pueda ser nuestro comportamiento, ellos se dejaron llevar, y debemos responder. Por favor, quédate en esta ciudad un poco y prepárate para lo peor.] El Alcalde Dorio se inclinó. Naigrat vio a los soldados, que asistieron silenciosamente. La Guardia Alada no tenía formalidades para pedirle a las hadas que se queden en Collinadiluche. Ellos necesitan que Naigrat pretenda que las trajo a todas por su propia voluntad. [Comprendo.] Sintiendo algo amargo en su garganta, Naigrat asistió. Luego de escucharlo todo, no había forma que pudiera decir que no. [Pero, hm, me permiten una condición.] [Sí. Si es algo de que podamos hacer.] El alcalde respondió de inmediato. Parte de Naigrat no sentía que tuviera derecho a usar su posición, pero no quería perder la oportunidad. Ella haría cualquier cosa para ayudar a esas niñas, incluso el volverse un demonio. Bueno, ella igual es un demonio, pero… se hizo a la idea, Naigrat habló. P á g i n a | 127 [¿Pueden darles a las niñas permiso de tener un tiempo libre?] P á g i n a | 128 El Hombre Llamado Willem La escarlata puesta de sol pasaba por las cortinas atadas ligeramente iluminando el sombrío cuarto. Dentro estaba una joven pareja. [Ah… ah…] Sobre desarregladas sábanas, una joven Turturel respiraba rápidamente. [Eso se sintió… muy bien…] Ligeramente palmeando sus mejillas rojas, ella se sentó y reajusto sus desarregladas ropas. [Por donde sea que toquen tus dedos se calientan como linternas. Así es como perdí el control de mi cuerpo.] [Es bueno escucharlo.] Sentándose al borde de la cama, Willem miro en la dirección opuesta. Él no podía recordar mucho de él, pero, al menos, estaba claro que era un joven y saludable hombre. En cuanto a la Turturel, excluyendo las poderosas alas grises en su espalda, su apariencia exterior se asemejaba mucho a un sin marcas. Sus alas eran suaves, cálidas, y delicadas al tacto, y cuando ella sacaba sonidos raros, bueno, él no podía evitar que sus pensamientos fueran a una dirección rara. [Tus músculos estaban rígidos en extrañas formas en extraños lugares, así que los afloje.] Él tomó un profundo respiro, tratando desesperadamente de calmar su emocionado corazón para ocultar la respuesta de su cuerpo. [Si no le pusieras mucha presión a tu cuerpo, la inflamación no sería tan mala. Debes tomar un baño caliente y dormirte temprano hoy.] [¿Qué ocurre? Te ves tan distante ahora que se acabó.] [Nada.] [Mentiroso. Tus orejas están todas rojas.] [¡Si lo notaste no digas nada!] Willem se hizo atrás y alejo la cara. En el calor del momento, el parche que cubría su ojo derecho se movió ligeramente de su posición. Él lo arreglo de prisa. No estaba acostumbrado a usarlo, el sentimiento del parche todavía no se había sumido en su cuerpo. P á g i n a | 129 [Ah, lo siento. Siento haber dejado salir ruidos raros mientras estabas haciendo tus cosas. ¿Fue muy estimulante?] [No. No soy un niño. No reaccionare a algo como eso.] [Los adultos reaccionan a cosas como esas, no niños, ¿sabías?] [¡No necesito que me corrijas!] Él grito otra vez, alejando la cara. [Haha, qué lindo.] La mujer lo dijo con una risita. [Willem, ¿era? Parece que actúas como un adulto y todo, peor eres bastante joven, ¿cierto? ¿Qué edad tienes?] [No lo recuerdo.] Él dijo la verdad. [Acabas de comenzar a trabajar en la posada de Astaltus recientemente, ¿cierto? ¿Qué estabas haciendo antes? ¿Estudiaste medicina en Collinadiluche o algo así?] [Como dije, no lo recuerdo.] Otra vez, dijo la verdad. De acuerdo a lo que Willem escuchó, Collinadiluche era una gran ciudad en varias formas las cuales estallaban en una gran población y la larga historia de Regul Aire. Claro, muchas buenas academias medicas se localizaban allí. Naturalmente, habría muchos que probablemente estudiarían medica en esas escuelas. Sin embargo, él de alguna manera no tenía el sentimiento que fuera uno. Lo que sea que estudiara, probablemente no era medicina o algo así. Él no estudio la teoría del masaje, sino algo más, algo más cubierto en sangre y suciedad. Él no podía explicar bien el sentimiento. [¡Ahh, mi cuerpo está tan ligero! ¡Creo que seré capaz de volar mañana!] La mujer se paró y se estiro. [Estabas muy rígida. ¿Tu trabajo es tan demandante?] P á g i n a | 130 [Soy entregadora de una oficina postal. Algunos días llevo cosas muy pesadas. De verdad es una lástima que ganara estos músculos…] Lo dijo mientras giraba sus hombros. [No te presiones. Lo que hice no es nada más que un tratamiento de emergencia. Un mal movimiento y puedes terminar cayendo otra vez mañana.] [Eso no sería bueno… espera, ¿ya te vas a casa?] [Sí.] [¿Por qué tanta prisa? Al menos toma una taza de té.] [No, gracias. Alguien me está esperando.] […Ah, ¿la niña de antes?] La Turturel se río. [Me decepciona que fallara en seducirte, pero supongo que no podemos dejar a esa chica sola. Qué mala suerte.] [Me alegra que entendieras. Pues bien, me retiro.] [Okaay. Dile a Astaltus hola y a la pequeña que te acompañe por mí.] ¿Quién soy? El joven pensó. Su nombre era Willem, al parecer. Era lo único que sabía porque otros se lo contaron. Él en realidad no podía recordar su nombre, o nada más de él. Cada vez que trataba de recordar su pasado, le pasaba un gran dolor en su cabeza. Siempre que trataba de resistir ese dolor, por alguna razón, Elq, otra sobreviviente en el mismo choque de la nave, parecía molestarse. Como resultado, él ya no lo intento más. Lo que se fue se fue. Necesito concentrarme en lo que está enfrente de mí, no te pierdas en el pasado y pierdas de vista el presente. Con eso, el joven se alisto a su nueva vida. P á g i n a | 131 Las estrellas llenaban el cielo vacío para alumbrar, pareciendo como si se cayeran en cualquier momento. El claro y frío aire se sentía fresco en la piel del hombre, caliente por un día de trabajo duro. [Ah… estoy muerto del cansancio.] Él era un empleado en una posada, y claro, sus viajes de masajes no eran en sí parte de su trabajo. A pesar de que su cabeza no era capaz de recordar algo, sus dedos parecían recordar mucho. Al principio, solo empezó como un servicio adicional para los clientes regulares de la posada, pero, de alguna manera, la noticia se esparció, y ahora personas de varios lados venían a llamarlo directamente. Casi todos sus clientes estaban en hombres bestia de edad media. Debido a su gran cantidad de músculos innatos, gajes de la edad o la falta de ejercicio que les afectaba particularmente. También tendían a pensar de ellos como jóvenes, lo cual los llevaba a sobrestimar la cantidad de fuerza que sus músculos podían tomar. Sin embargo, una vez en un rato, como hoy, él fue llamado por la joven mujer. […Willem, eres muy promiscuo.] Y cada ocasión ponía a Elq de muy mal humor en casa. [Eres bastante fácil con cualquiera que sea muy adulta.] [No, para nada.] Él dijo de regreso. [Tramposo.] [No lo soy. No puedo hacer trampa si no estoy en una relación… oh, espera.] Pensando en ello, se dio cuenta, con sus recuerdos fuera, él no tenía idea acerca de sus pasadas relaciones con mujeres. Ciertamente era posible que tuviera novia, o incluso una esposa. …Nah. Él rápidamente descarto la idea. Él no podía imaginarse diciéndole palabras de amor a una chica, y eso que estaba pensando mucho en el estar en una relación especial con una mujer. Claro, él estaba solo y no quería acusaciones de ser tramposo. [¡Ah!] P á g i n a | 132 Elq tropezó con una piedra, probablemente un resultado de ver las estrellas mientras caminaba en un camino oscuro de noche. Ella estaba cerca de la mitad de la caída, él la tomó por su nuca. [Sé cuidadosa. El camino aquí es bastante inestable.] [O-Okay…] [¿Nos tomamos de la mano?] [¿Eh? Uh… pero…] Ella parecía dudar, pero, sin importarle, él igual tomo su mano. Fría. Luego, se dio cuenta: era mucha la diferencia de altura para caminar de esa manera. [V-Vamos, es vergonzoso.] Elq protesto. [Para qué regresaste de estar con una señorita tan de la nada.] [Te lo dije, ¿¡No soy un secueyioy!?] Ellos no podían caminar sosteniendo sus manos, pero Elq no podía caminar segura por sí sola. De hecho, eso era problemático, pero solo existía una solución. Él levantó el cuerpo de la pequeña del suelo y la puso sobre sus hombros. Un paseo en hombros. [Whoa…] [Ten cuidado, un poco más que eso y será doloroso si caes.] [¡Wow, estoy en lo alto! ¡Puedo verlo todo!] Ella no parecía estar escuchando. [¡Las estrellas! ¡Es como si pudiera alcanzarlas!] P á g i n a | 133 Elq extendió su mano al cielo con todas sus fuerzas. Desde luego, no había forma que ella alcanzara las estrellas. Pero aun así, tenía el sentimiento que podría. Y seguía estirándose, y estirándose. Él entendió que se sentía bien. No sabía por qué, pero lo hacía. [Agárrate de algo, ¿de acuerdo? Ya sea del cabello o lo que sea. No importa.] [¡Y-Ya lo sé!] A pesar de ser trata como un niño, Elq no parecía quejarse. [Hey, Elq. Me conociste antes de perder mi memoria, ¿cierto?] Él sintió la presencia en sus hombros agitarse. […No te conocía.] [¿De verdad? Pero…] Ella parecía conocer a Willem. Él primero escucho el nombre de ‘Willem’ cuando ella se lo dijo. Además… [Te ves muy cómoda cerca de mí, para ser totales extraños. Bueno, sería de gran ayuda, pero…] [Eso es, um… es justo como las cosas están, sí.] La respuesta de Elq parecía más bien incierta. Es obvio que ella escondía algo. Bueno, Willem se imaginó que no necesitaba ser persuasivo. [Carma se fue a alguna parte, y, bueno, soy un adulto, pero es mi primera vez viviendo por mi cuenta, así que no quiero estar sola.] [¿Carma?] [Se ha ocupado de mí desde que nací. Junto a Ebo y Jay.] [¿Hmm?] Muchos nombres salieron de su boca. Willem pensó que eran los sirvientes de su familia. En ese caso, ella debía ser de una familia muy prominente. ¿Estará bien para ella malgastar sus días conmigo? Me pregunto si en su casa habrá un gran lío ahora… P á g i n a | 134 [¿Está bien para ti no regresar a casa?] [Sí. Ya no tengo una.] Elq respondió casualmente. [Si espero, estoy segura que Carma eventualmente me encontrará. Cuando suceda, buscaremos juntos a Ebo.] [Hm.] Está buscando a sus viejos sirvientes perdidos, ¿huh? Realmente no lo entiendo, pero espero que le vaya bien. [Es por eso que las cosas terminaron en que estemos juntos. Estoy segura que acabara pronto. Eso es una… ¿r-relación casual?] Elq parecía estar usando palabras sin saber su verdadero significado. [Usas palabras más maduras por lo visto.] [Lo sé, ¿cierto?] Willem escucho un orgulloso Hmph de arriba. [—Además, solo es un adicional de nuestra conversación de antes.] [¿Hm?] [Kutori soy yo. Pero yo no soy Kutori.] — ¿Eh? [¿Kuto…ri?] Un nombre desconocido. Un nombre que no recordaba. Un nombre que tiraba de su corazón. [Es por eso que no me voy a enamorar de ti. Siento que no es justo – ¿Willem?] Notando su extraño comportamiento, Elq tomo su cabello. [¿Qué ocurre? ¿No te sientes bien?] P á g i n a | 135 […Estoy bien.] Él respondió, forzando el impulso de tragarse el vómito dentro de él. [No es nada. Solo perdí un poco el balance. Supongo que no me he ejercitado mucho.] [¿En serio?] [En serio.] Su cuerpo parecía estar acostumbrado a actuar fuerte enfrente de los niños. Al parecer, también era bueno mentirles. Aunque al suprimir un dolor de cabeza y nauseas, Willem se las arregló para sonreír normalmente. [Bien, corramos en lo que nos queda de camino a casa. Correr es lo mejor para arreglar la falta de ejercicio.] [¿Eh? E-Espera, entonces me bajo.] [¡No dejare que te bajes! ¡Agárrate sino te caerás!] [¿Eh? Eh, eh, ¿eh?] Willem ignoró las voces de confusión esta vez, entonces, como lo prometió, corrió por el camino en la noche. [¡Ah, ah, ahhh!] Como se esperaba, sobre sus hombros, Elq violentamente rebotaba. Sus pequeñas manos sostenían el cabello negro de Willem. Dolía un poco. Pero, él agradecía ese tipo de dolor. Cálido a su corazón, a diferencia de su dolor de cabeza. [Menos charla, te morderás tu lengua—] [¡B-Bájame! ¡Aaaahhh!] Supongo que no va. […Hey, Elq.] P á g i n a | 136 [¡¿Q-Quququé?!] [Te amo.] [……] Un prolongado silencio. [Me estás tratando como a un niño otra vez.] Elq se quejó. [Haha, cómo lo sabes.] Él sintió un fuerte abrazo por la parte trasera de su cabeza. [No hay forma que dijeras eso enserio. Lo sé porque Kutori, y quizás Leila también, sufrieron de eso.] Un fuerte dolor golpeó su cabeza otra vez. Y esta vez, su pecho también, por alguna razón. Elq Harksten estaba muerta al parecer. Ella originalmente era un ser eterno, pero al decir ‘este es un cadáver’ se apegaba a ella. El mundo y el mismo cuerpo del Visitor. El mundo que la trataba como un cadáver, y su cuerpo actuaba como si fuera uno. Y si todos pensaban en algo como un cadáver… entonces es un cadáver. En esa forma, el decirlo sobrescribía la realidad. Sin embargo, solo fue hace unos días, Nils hizo una pequeña herida en ello, causando que perdiera una pequeña cantidad de persuasión. Entonces, eso a cambio causaría que el cadáver se volviera en uno no-cadáver un tiempo. Elq se transformó de un completo cadáver a una cosa con algo de carne eterna mezclada. Willem realmente no comprendía esa lógica, y él probablemente tampoco lo necesitaba. Lo que es importante es que el cuerpo actual de la chica es sin duda casi un cadáver. Sobre eso, incluso si fuera un poco, ella estaba viva. Ella disfrutaba cada día al máximo, actuando madura, aunque se comportaba como un niño al mismo tiempo. Y al menos, a diferencia de Willem, quien perdió su pasado, ella de alguna manera se había quedado. Ella se encontró con alguien. Cosas que necesitaba hacer. Aunque escondía todas esas cosas y se quedó en una posada con él. Él conocía la razón: ella estaba preocupada que no podía dejarlo solo en su estado actual. P á g i n a | 137 Dentro de la cazuela, carne de jabalí hervía. Seducidos por el delicioso aroma, sus manos empezaron a actuar por propia voluntad, pero una mirada de Astaltus los detuvo. Willem sabía bien que, si uno quería comer la carne más deliciosa, uno no debería ir en contra de un Troll. Aunque como siempre, él no tenía idea de por qué lo sabía bien. Mi pasado claro que es misterioso, él pensó casualmente. Astaltus, el propietario de la posada, era un Troll. Una especie de Ogro, tenían la costumbre de entretener a los invitados solo para comérselos después. Sin embargo, con el asesinato de formas de vida inteligente era ilegal a la ley, Astaltus no podía llevar esa costumbre. Tratando de al menos entretener a sus invitados, él abrió su posada… al parecer. [Hay muchos Trolls que escogieron este estilo de vida. Nosotros tenemos nuestras propias villas, pero solo cerca de la mitad de nosotros vivimos en ellas. El resto está en varios lugares viviendo una vida similar a la mía.] Astaltus lo explico mientras veía la carne en la cazuela con una mirada gentil. [Tengo una hija, pero se mudó a alguna isla para ocuparse de unas pequeñas. Sé que no puede significar mucho viniendo de su padre, pero ella es una buena chica, y creo que el trabajo es perfecto para ella.] [Ya veo…] Willem respondió, luego de pronto pensó algo. [Y su hija es toda una adulta… por cierto, ¿qué edad tiene?] [Yo acabo de pasar los 50 hace un tiempo.] […No se ve de esa edad.] Willem murmuró, entonces le dio otra mirada a la cara de Astaltus. Sus rasgos faciales solo no revelaban su edad. Aunque tenía mucho cabello blanco y arrugas en sus mejillas, Willem no tenía la impresión que esa fuera su edad. Dicho eso, él exactamente no se veía joven. No importa qué edad dijera, probablemente no le sonaría la correcta a Willem. [Así es cómo somos los Trolls. No aparentamos nuestra edad, pero no es muy notable. Ah, parece que la carne ya está lista.] [Estoy celoso.] Willem replico casualmente mientras sacaba la carne de la cazuela y llenaba su boca. […Está delicioso.] P á g i n a | 138 [Hehe, ¿cierto?] Astaltus sonrió felizmente. [H-H-Ho ahdg…] Mientras tanto, Elq parecía estar en problemas, y Willem le sirvió su agua. [No te fuerces si no puedes con la comida caliente.] Willem comprendía que ella estaba tratando de ser madura, pero claramente ella no estaba siendo honesta consigo misma. [A propósito, ¿se acostumbraron a vivir aquí?] Astaltus lo pregunto de la nada. [Collinadiluche está cerca, y nosotros estamos de camino. Personas de todas las razas vienen y van. Bueno, incluso con ustedes sin marcas, no creo que debería causar mucho problema.] [Oh no, sin problema.] Willem respondió. [Estoy agradecido que lo haya hecho. Es muy cómodo, siento como que he estado aquí por mucho tiempo.] [Bueno, es bueno escucharlo. Al principio solo supuse que era hasta que Nils regresara, pero, si gustas, puedes quedarte aquí.] […Ah, como lo digo…] [¿Qué pasa?] [En historias con un amnésico, ¿no es usualmente una mujer que vive sola diga esa línea?] Ya veo. Es cierto, ambos estamos siendo figurativos. [Siento que estoy siendo ignorada.] Una chica, tan joven como para contarla como una mujer, se quejó. P á g i n a | 139 [Bueno, dejando la ficción de lado, supongo que tomaré tu amable oferta por ahora.] Willem lo dijo mientras ponía una parte de una zanahoria en el plato de Elq. Ella hizo una cara. [No seas quisquillosa con tu comida. No podrás crecer.] Luego que dejara de hablar, él recordó que ella de alguna manera (no comprendía ese razonamiento) se suponía que era un cadáver. En ese caso, no importaba qué o cuánto comiera, un futuro más maduro no la esperaba. En primer lugar, ¿siquiera por qué está comiendo? [Ugh…] Con lágrimas en sus ojos, Elq escupió el pedazo de zanahoria de su boca. Luego de mascar un poco, ella lo trago. Aparentemente algo debió pegarse en su garganta, porque inmediatamente fue por agua y la trago, luego golpeo su pecho. Después de una breve pausa, ella sonrió orgullosamente. Viendo la falta de respuesta, ella se acercó más a la cara de Willem, entonces sonrío orgullosamente. [Ah, buena chica, buena chica.] Él le dio sus respetos. [¡Sí!] Ella lo dijo emocionadamente. Y me dijo que no la tratara como a un niño… Willem cerro sus ojos y deseo que esos días de paz, esos días tan gentiles que casi se sentían falsos, continuaran al menos por un poco más. P á g i n a | 140 P á g i n a | 141 Capítulo 4: En Este Mundo Crepuscular, Incluso ahora Las Hadas de Collinadiluche Luego de ser palmeada y tocada en todo su cuerpo, Aiseia tenía una brillante luz ante sus ojos para revisar sus movimientos, fue forzada a beber medicina para unos exámenes y responder preguntas de su humor, y, en una pequeña cantidad, se le sacó su sangre. [Uhhh, mi cuerpo fue tocado de esa manera, ya no me podré casar…] Vistiendo solo una túnica en su piel, Aiseia se sentó en la cama del paciente. [Como sea, las inspecciones acabaron ahora, ¿cierto?] Sin respuesta. El Doctor Kikuroppe hizo una cara problemática mientras veía sus registros médicos. Como regla general, leer las expresiones de las otras razas con diferentes estructuras faciales no es una prueba fácil, pero, había veces cuando el mensaje difería. […En serio te presionas.] El doctor lo dijo débilmente, como si le costara hablar. [Ahaha, bueno, mi terquedad es una cosa en la que siempre tengo confianza.] Aiseia hundió sus hombros al decir su comentario con su usual sonrisa mientras abotonaba su túnica. [Tu fuerza vital esta marchita. Tu cuerpo está olvidando lo que significa vivir. Si te lastimas, probablemente no se cure. La fuerza agotada por incinerar Venom nunca regresara.] [Mhn, tengo el sentimiento que ese era el caso.] Ella respondió al tono serio del Kikuroppe con la mejor voz con la que podía sacar. [La siguiente vez que estés en un campo de batalla, no sé si serás capaz de regresar a casa.] [Eso supongo. Bueno, por fin es mi turno, huh.] Aún sentada en la cama, Aiseia movió su pie de atrás para adelante. [Para ser honesta, viví por mucho, mi mente ha estado mal últimamente. La que una vez quería vivir está muriendo, y en tanto sigo viviendo una vida sin significado.] P á g i n a | 142 [No hay tal cosa como una vida sin significado.] [Ah… cierto, ni siquiera estamos vivas.] [No es a lo que me refería.] [¿No sería ese el mejor significado? No es bueno simpatizar con una herramienta desechable.] [Es cierto que muchas personas piensan de esa manera, pero todas esas personas no las conocen directamente, y a esas personas siquiera se les ha dicho que las hadas tienen personalidades individuales. Nosotros no pensamos en ustedes como de—] [Si ustedes los doctores no nos enviaran a nuestras muertes, Regul Aire no sería protegido.] Aiseia cortó en seco las palabras del Kikuroppe. [Es por eso que no nos reconocen como una raza. Es por eso que nosotras somos tratadas como armas sin derechos. Es necesario, porque todos necesitan ser capaces de usarlas bien y disponer de nosotras sin duda, ¿correcto?] [Sí.] El doctor lo dijo en un tono agrio con un gran suspiro. [Lo reconozco. Pero lo que creamos nosotros individualmente es nuestra elección.] [Si hubiera muchos adultos mimándonos, podríamos empezar a decir “no quiero morir por lo que no pelearé”, ¿sabes?] […Eso supuse.] El solo ojo del Kikuroppe se alejó. [Hm. Estás actuando algo sospechoso. ¿Ocultas algo?] [Bueno, no es nada importante, pero… si, solo hipotéticamente, ustedes tal vez ya no pelearan más, quizás podrías seguir viviendo, ¿qué quisieras hacer?] [Ah, y esa pregunta tan inesperada.] Aiseia lo pensó por un rato. [Si solo es hipotéticamente, entonces, supongo que mucho de lo que he estado haciendo todo este tiempo.] P á g i n a | 143 [¿Todo este tiempo?] [Pasar mis días vagando por el almacén en el bosque. Las pequeñas jugando por ahí, nuestra infantil figura materna corriendo por ahí… observándolo todo mientras me relajo leyendo un libro. Tan sin estrés, mi vida seguiría así por mucho.] […Haha, ya veo. Sí, ya veo.] El Kikuroppe asistió repetidamente. [Como pensé, deberías vivir una larga vida.] Él dijo, dejando atrás todo el propósito de su conversación. El cuerpo de Lakish termino de ser afinado. Los buenos números indicaban su impresionante habilidad natural que la hizo acreedora de los halagos de los doctores. Y con cada cumplido, el humor de Naigrat se hundió más y más. Al cabo, ¿cómo podía estar feliz una chica luego de escuchar cumplidos de su gran funcionalidad como una espada o una bomba? Si Lakish tenía talento, entonces sería mejor si una oportunidad de usar ese talento nunca llegase. Naigrat espero que no pasara. ¡Aléjate! [¡Ooohh!] [Ahh…] Tiat y Lakish dejaron salir suspiros sincronizados de admiración. El Mercado Barley, una de las primeras atracciones turísticas de Collinadiluche. Y eso, como el nombre lo implica originalmente, un mercado de mayoreo con el que negociar. Otro mercado estaba construido cerca del distrito puerto, perdió el papel y se volvió una plaza popular. Un Ballman lanzaba incontables cuchillos, un Frogger mago aspiró una delgada columna de fuego, y todo un grupo usaba máscaras llenas de aire con vivida música. [¡Wow, wow, wow!] La curiosidad de un niño, una vez liberada, no conocía las riendas. Tiat corrió por todo el camino a la multitud de allí. Se llevó a Lakish consigo, quien dejaba salir todos los gritos que quería. P á g i n a | 144 [¡H-Hey, no corran tan rápido! ¡No olviden que están siendo observadas!] Debido a los formales procedimientos para manejar armas en la Guardia Alada, cuando las Leprechains salían, requerían de un oficial acompañándolas. La mala suerte fue para al cuarto oficial que se le dio el trabajo de perseguir a esas dos mientras grita sin esperanzas detrás de ellas. Naigrat las observaba con sentimientos mezclados. […Sería bueno si realmente hubiéramos venido aquí para ver el paisaje.] Ella sabía que era un deseo sin esperanzas. Las chicas estaban aquí para prepararse para una batalla, una batalla la cual no tenían que involucrarse. Pero debido a ello se les permitió un pequeño paseo, una petición egoísta la cual usualmente nunca se les permitía. Hablando de egoísmo, allí estaba Nephren, quien, como Naigrat vio antes, no estaba muerta después de todo. Sin embargo, ella no estaba exactamente bien. Habiendo pasado por una transformación en un sentido diferente a la de Kutori, Nephren nunca más regresaría al almacén de hadas. Naigrat sentía soledad, pero no tristeza. El mundo es un lugar grande, y el cielo es parte de ello. Ser capaz de creer que Nephren andaba por ahí le dio la suficiente comodidad a Naigrat. Para esos que ya fallecieron, no podía desear eso. [¡Hey, Naigrat, es por aquí, por aquí! ¡Están teniendo una competición de fuerzas! ¿¡Quieres entrar con ese chico!?] Viendo allí, Naigrat vio a Tiat moviendo su mano entusiasmadamente, el cuarto oficial puso una sonrisa confusa mientras enrollaba sus mangas, y Lakish se inclinó en disculpas. Tan animosidad, sin la más ligera pista de lo que pasaba por mi cabeza… eso es muy bueno. […Bien, pero…] Naigrat ondeo su mano de regreso. [¡Si entró, la competencia acaba de inmediato!] Ella dijo, luego corrió a donde los niños estaban. Por sobre todas las cosas, trata de preguntar. Al preguntar si podía entrar a la Gran Librería Central con la esperanza de recibir un ‘no’, Lantolq a cambió recibió un “¡está bien!” de la hija del alcalde, Firacolulivia… o Firu, como prefería llamarle. Entonces, antes que medio día pasara, Lantolq obtuvo el permiso para entrar. Dado que Lantolq, quien fue la que lo pidió, estaba sorprendida. Después de todo, estaban en un país donde las hadas no tenían derechos. Por otro lado, la Gran Librería Central de Collinadiluche era uno de los primeros lugares donde toda la sabiduría de Regula Aire se reunía. P á g i n a | 145 La gran diferencia de calibre hizo que Lantolq sintiera como si algún castigo llegaría a ella por acercarse a la librería. La tarjeta de permiso de entrada, entregada a ella en una cubierta también se veía de alguna manera como un arma peligrosa. Bajo todas las estampas puesta estaban las misteriosas palabras ‘Al titular se le concede el permiso de ver todo hasta el archivo secreto B-47’. ¿Qué diablos es B47? ¿Tiene algún tipo de secreto que de saberlo tendrías que ser asesinado? […También piensas que es algo apresurado, Lan.] Aiseia murmuró, sosteniendo la misma tarjeta de permiso de entrada. [Por favor no señales. Estoy muy consciente, y me estás aplastando.] [¡Pues bien, vamos! ¡Puede que no sea muy útil, pero les ayudare con su investigación para mejorar mis aptitudes!] Firu, se emocionó sola, caminando hacia adelante con largos pasos. [No puedo ser de ayuda a su original batalla. Incluso si traté de insultar la determinación de las hadas. ¡Y para las cosas que pueda hacer, haré lo mejor que pueda!] [Cuando te pones de esa manera, eres realmente problemática…] Aiseia remarcó. [¿Esto había pasado antes?] [El técnico la cago un poco…] ¿Ese chico otra vez? ¿Por qué todos muestran su lado molesto cuando él es mencionado? Vieron incontables libros. Lantolq pensó que su cabeza le estallaría. A ella le gustaba leer libros. También odiaba pensar. Pero todas esas cosas tienen un límite. Luego de llenarse con información más allá de su capacidad, su cabeza se sentía muy enfebrecida. [¿Deberíamos de salir un rato para descansar y organizar nuestras notas?] Ella sugirió. P á g i n a | 146 [Hmm, creo que me quedaré con este libro un poco más. Puedes irte primero.] Aiseia respondió. [Ayudaré a Aiseia, así que puedes irte. Oh, hay un buen pudding de café detrás de esta librería, ¿qué tal si esperas allí y nos encontramos luego?] Dijo Firu. Estaban tan tiesas como se veían, [No, probablemente no deberíamos separarnos. Ya que somos hadas y todo eso.] Lantolq lo dijo, luego vio al hombre en uniforme militar parado a la par de ellas. [El Primer Oficial me dijo que las dejará actuar lo más libre posible. Pero no se excedan.] Inesperadamente, él le dio el permiso. Lantolq no tenía idea sí o no estaban actuando bien ahora, pero, si él dijera que estaba bien, ella no argumentaría nada. […Bueno. Bien, eso haré.] Ella lo dijo, luego, con una libreta en mano, se paró. Ella encontró el café el cual Firu mencionó antes rápidamente. Quizás porque estaba localizado fuera de la calle principal, no muchos clientes estaban presentes. Pero, al parecer, casi todos esos clientes no eran turistas sino locales, eso significaba que el café era tan bueno como para atraer regulares. Luego de tomar un asiento en la terraza externa, Lantolq escogió té con leche y pie de manzana del menú lleno de deliciosas elecciones. Ella luego abrió su cuaderno y vio que atrás estaban algunas cosas que ella copió de varios libros. [Hmmm…] ¿Qué somos las Leprechauns en primer lugar? ¿Por qué existen? ¿De dónde venimos, y de a dónde vamos? Esas fueron las preguntas las cuales Aiseia tuvo en un día en el almacén de hadas. La lista le dio la impresión de los típicos problemas de un puberto. Y, por desgracia, precisamente eran pubertas. Niños de otras razas probablemente buscarían las respuestas a tales preguntas en libros de filosofía o ficción, pero ellas fueron a investigarlo a los libros de Necromancia, y la mayoría de ellos estaba disponible en Regul Aire. P á g i n a | 147 [Realmente somos sospechosas, verdad…] Lantolq murmuró, luego recordó que estaba sola. Ya que habían estado mucho tiempo juntos, ella siempre sentía que Noft estaba justo a su lado. La misma Noft no pensaba mucho en esas cosas de forma exactamente brillante, pero ella era buena escuchando. Noft podía sacar palabras de Lantolq incluso cuando pensaba profundamente. Como resultado, Lantolq se quedó con el hábito de hablar con ella misma. Bueno, esto no es bueno, ella pensó. Ella le apuntaba a ser una mujer independiente con todo, pero no pacería que le fuera bien. [No me parece que esté yendo a ningún lado, no importa lo que haga…] Lantolq le dio una mordida al pie de manzana. Delicioso. Justo entonces, un fuerte viento sopló. Pasando unas cuantas páginas de las notas en la mano de Lantolq y se las llevó a cielo. [Ah…] Ella entró en pánico y no podía alcanzarlas a tiempo. Al momento que ella se paró trato de estirarse más, otro vendaval envió al resto de las notas a volar. [¡¡A—Ahh!!] Profundamente arrepentida de su descuido, Lantolq vio atontada el cielo. ¿Incineraría Venom y las perseguiría? No, no se haría a tiempo. ¿Correr y perseguirlas? No, no sería capaz de atraparlas, y siento que solo liaría con otra cosa. ¿Qué hacer… qué puedo hacer? Mientras dudaba, el tiempo continúo fluyendo, y sus notas volaron más y más en lo alto… [¿Huh?] ¿No es eso algo? Como si fuera con fotografía del tiempo que se hubiese congelado en primer lugar, todos los papeles de pronto se detuvieron. [Qué…] P á g i n a | 148 Luego de una breve pausa, las notas empezaron a moverse otra vez. Pero, estaba vez, ignoraron el viento, como si rebobinara, se reunieron en las manos de un hombre parado en la calle, un anciano con una cara imponente vistiendo una túnica blanca algo sospechosa. [¿¡A-Ah!? ¿¡Tú!?] [¡Oh, la chica del otro día! ¡Qué coincidencia!] Sin verse particularmente sorprendido, el anciano en la calle empezó a ir a ella, con el ramo de notas en mano. [Estudias mucho, ¿incluso en un lugar como este? Muy bien, muy bien. Las cosas que aprendes cuando aún eres joven se convierten en armas para tu futuro. Claro, también debes aprender a cómo usarlas o no tendrá sentido… ¿huh?] El anciano vio el ramo de notas y frunció el ceño. [Gracias. Son notas muy importantes.] Lantolq respondió. [Hm, ¿avances de la necromancia? Un extraño tema para que un estudiante escoja para un proyecto de investigación.] [Bueno, no soy un estudiante, y exactamente no estoy haciendo algo tan noble como ‘estudiar’. Tampoco trato de prepararme para el futuro. Solo quiero saber algo ahora.] [¿Qué?] El anciano le entrego las notas. […Ya veo. Tu color de cabello. También eres una Leprechaun.] [Sí.] Por un momento, varias emociones circularon por la mente de Lantolq. Esos quienes sabían de las Leprechauns no necesariamente tenían una buena impresión de ella. Ella misma se agudizo, temerosa de qué expresión pasaría por la cara del anciano la siguiente vez. [Oh, entonces la otra señorita debe ser tu encargada. Mis disculpas. Una vez decidí nunca verlas en persona, pero ahora terminé conociéndote y charlando contigo.] P á g i n a | 149 ¿Qué puede significar? La cara del viejo se retorció del dolor ligeramente. No era odio o discriminación, sino más bien culpa salía de su expresión. [Um, ¿se encuentra bien?] Lantolq pensó que hizo una pregunta estúpida. Si el hombre no estuviera bien, claramente es su propia culpa. Ella no estaba en una posición para poner una cara buena y estar preocupada. […Haha. ¿Estás preocupada por mí? Eres una niña amable.] [Uh…] Por alguna razón, le hizo un cumplido. Bueno, por su primer encuentro, Lantolq tuvo el sentimiento que no estaban hablando la misma conversación. Era un sentimiento frustrante, como si algunos engranajes importantes no coincidieran para seguir girando. [Supongo que no desconoces a alguien que ya has conocido. Las coincidencias son coincidencias. Como sea que las tomes de buena o mala suerte depende en cómo asimilas la situación.] [Uh…] ¿Qué está diciendo? En frente de una perpleja Lantolq, el anciano jaló su silla y se sentó enfrente de ella. Su gran cuerpo se veía algo extraño en la pequeña silla del café. [Hay algo que quieras saber en cuanto a la necromancia, ¿correcto? Trata de preguntarme. Puedo responderte.] [Ah, el tratar de investigarlo es un poco difícil…] [Me lo imagine. No importa, pregunta.] P á g i n a | 150 Él no se rindió. Antes, el anciano vio las notas de Lantolq y entendió que eran de la necromancia. A eso, ella supuso que él era muy sabio. Sin embargo, lo que quería saber definitivamente no era algo que cualquier viejo sabio debería de saber. [¿…Qué son las Leprechauns?] Lantolq trató de preguntar de igual forma, él debería ser capaz de responder. [Ya veo. Tienes un punto. Muy bien, muy bien.] El viejo asistió felizmente por alguna razón. [Pues bien, de dónde debería empezar.] Él lo pensó un momento. [Hace tiempo, los Visitors le ordenaron al Poteau crear a los Emnetwyte.] [¿Huh?] Eso no tiene nada que ver con mi pregunta, Lantolq pensó. Sin prestarle atención a su aparente confusión, el anciano continúo. [Ellos no lo crearon de la nada. Prepararon materiales base y los modificaron. Hubo dos tipos de materiales base. Uno consistía de la única vida la cual existía en el planeta antes que los Visitors llegaran, las ‘Bestias Primitivas’. La otro consistía del alma de los mismos Visitors, fatigados de vivir una vida interminable de vagancia. En cuanto al método de modificación…] El anciano señalo a la mitad del pie comido en el plato de Lantolq. [Es lo mismo de eso. Ellos envolvieron a las ‘Bestias Primitivas’ con sus almas, las cuales hicieron pedazos fragmentados. Las almas sobrescribieron la carne de las Bestias, lanzando una maldición en ellas. Las que una vez fueron ‘Bestias’ se transformaron en seres totalmente diferentes y similares a los visitors, en otras palabras, los Emnetwyte.] [Uh… um, ¿ehh?] No se parecía mucho al mito de la creación del mundo comúnmente aceptado. La gran escala de todo esto confundió a Lantolq. Y, primero que todo, él todavía no respondía su pregunta. Ella ni siquiera sabía de dónde empezar. Sin embargo, había una parte que atrapo su atención: los Visitors usaron a las ‘Bestias Primitivas’ para crear a los Emnetwyte. P á g i n a | 151 [Pero bueno, luego de eso, los Emnetwyte crecieron mucho. El número de pies incremento, pero, por desgracia, la cantidad de cascarones no. Los cascarones, las almas de los Visitors, nunca incrementaron más allá de la cantidad presente cuando se hicieron pedazos. Y, con cada pasar del día, los cascarones se hicieron más y más pequeños.] [¿…Puede ser que eso signifique ‘las bestias fueron liberadas desde el interior’…?] Esa fue la hipótesis a la cual Lantolq llegó el otro día en la tierra. Sin embargo, ese pensamiento vino de un viejo libro el cual encontró de casualidad. ¿Por qué el anciano, quien no tenía la oportunidad de leer el mismo libro, decía algo similar? [Sí, muy bien. ¿Ya has descubierto hasta ese punto?] Impresionante, el anciano vio las notas en la mesa. [Las ‘Bestias Primitivas’ originalmente fueron seres eternos e indestructibles, siendo sellados dentro de los mortales Emnetwyte, cambiaron. Arrepentimiento. Esperanza. Maldad. Justicia. Amabilidad. Miedo. Desinterés. Ignorancia. Todas esas cosas fueron las que llevaron a los humanos a la muerte, fueron seres que representan a los 17 tipos de muerte. Si esas cosas se liberaban, los Emnetwyte se extinguirían. Los humanos, dándose cuenta de eso, pensaron un plan. Por suerte, al mismo tiempo, los Visitors restantes, solo eran dos.] Los Visitors. Incluso ahora son leyenda del pasado, hace más de unos 500 años atrás, los Braves Emnetwyte mataron al último Visitor. [Ellos querían usar esas almas para crear un nuevo cascaron de pie. Sin embargo, fallaron. No pudieron recrear lo que el Poteau hizo con la tecnología humana. Sin forma de cocinar un nuevo pie, el fin vino como se esperaba. Bueno, es algo como eso, pero asumo que lo entiendes.] […Um.] Dudando, Lantolq levantó su mano. [Es una historia muy interesante, pero solo explica lo que son los Emnetwyte, ¿cierto? Pregunte por las Leprechauns.] [Claro, también respondí a eso.] Argh, realmente no estamos en la misma página. Aunque, incluso si no estuvieran en la misma página, tuvieron una conversación apropiada. Todo lo que necesitaba hacer Lantolq era descifrar sus palabras como si ella estuviera leyendo un antiguo libro. Si lo hacía, entonces claramente lo comprendería. Con eso en mente, ella pensó en su historia. P á g i n a | 152 […Puede ser que…] Entonces, Lantolq lo descubrió. El alma del último Visitor no se hizo pedazos así por así. El nuevo pie se mantuvo sin hornear, y los ingredientes, los fragmentos de alma, se quedaron esparcidos. [La falla de la siguiente generación de Emnetwyte es la que los Emnetwyte no pudieron completar. ¿Esa es nuestra verdadera naturaleza?] [Hm. Tu entendimiento no está mal.] El anciano asistió. [Sin embargo, no diría ‘falla’. Bueno, la interpretación depende de la persona. Puedes tomarlo optimistamente o pesimistamente.] Ante eso, había algo más importante. Si lo que el abuelo decía era cierto, entonces eso respondería a muchos misterios que quedaron sin resolver en los siglos de Regul Aire. Eso no podía ser cierto, pero Lantolq de alguna manera lo sintió así. [¿Por qué sabes eso?] [He vivido una larga vida.] El anciano respondió hundiendo sus hombros. [Si lo que dices es cierto, no debería de saberlo todo el mundo. ¿Por qué se lo cuentas a alguien como yo?] [Se las debo chicas.] Él sonrió con una pista de tristeza. [No puedo disculparme ni retractarme. Ni debería de ser calificado para hacerlo. Pero al menos puedo hacer esto. Como sea, no es nada más que la cobardía y egoísmo de un viejo consolándose.] Él se levantó. [Dudo que nos volvamos a encontrar, pero este fue un momento muy valioso.] [Ah–] Tratando de detener el andar del anciano, Lantolq se levantó a prisa, pero, en ese momento, un vendaval de viendo sopló. Preocupada que sus notas volvieran a salir volando, ella se asustó y cerró el cuaderno. Cuando volvió a ver, el anciano ya no estaba a la vista. [Whew… estoy cansada.] Como un estudiante de camino de casa a la escuela, Aiseia caminaba con sus ojos dando vuelta. Firu, su condición era indescriptible bajo su piel de Lucantrobos, siguiéndola desde atrás. [¿Qué sucede, Lan? Estás en las nubes.] P á g i n a | 153 [¿…Qué somos? ¿Por qué existimos? ¿De dónde venimos y adónde vamos?] [¿Laaan?] [En realidad recibí la respuesta… se siente inesperadamente vacío…] [¿Laan? ¿Hola? ¿Lantolq?] Aiseia movía su mano en frente de la cara de Lantolq. El tenedor situado en el plato del pie de manzana medio comido ligeramente choco. P á g i n a | 154 El Brave y el Visitor De pronto, Elq se cayó. Mientras estaban limpiando un cuarto de invitados, simplemente colapso en el suelo, como a una marioneta que le cortan las cuerdas. [¿¡Te encuentras bien!?] Willem a prisa fue y la sostuvo en sus brazos. Ella estaba fría al toque. Le costaba respirar. Era como un cadáver, él pensó, luego se dio cuenta que era en verdad un cadáver, uno que se movía por ahí como si estuviera viviendo. A una persona viviente le daba fiebre o le empezaba a costar respirar, él sería capaz de discernir la severidad de la condición por eso. Sin embargo, no tenía idea de qué hacer cuando se trataba de cadáveres. Tampoco podía pesar en algún método de trato. Llamar a un doctor parecía inútil. ¿Qué debería hacer? ¿Qué puedo hacer? Por el momento, él la llevo a la cama y la dejo dormir, aunque no sabía si ayudaría en algo. Tuvo un sentimiento de hace tanto, o quizás de hace poco, algo similar sucedió: alguien quien no despertó por estar en una cama, él estaba sentado a su lado incapaz de hacer algo más que temblar. A la larga él ya no podría más y se levantaría, convencido que podía hacer algo, luego iría a golpear a alguien. Ah maldita sea. Si golpea a alguien esta vez cambiaría la condición de Elq, incluso con una ligera probabilidad, él lo haría sin dudarlo. Aunque, ahora, en todo este tiempo, él no pudo pensar en alguien o algo que resistiera su fuerte puñetazo. [Una toalla mojada… espera no, ¿hay algún punto en mantenerla fría? ¿Debería de calentarla? ...ella no va a podrirse ni nada, ¿cierto?] Él se levantaba cada vez que pensaba en una nueva idea, para luego se sentaba de inmediato. Esto fue por un rato. Astaltus le dijo que se olvidara del trabajo por ahora y se quedara con Elq. Sin embargo, estar con ella siendo tan inútil para hacer algo lo hacía sentirse peor. Supongo debería volver al trabajo. Pero no quiero apartarme de su lado. Un debate paso en su atormentada mente, él vio incisivamente su mano. [Uu…] P á g i n a | 155 Por escuchar un débil grito, la cara de Willem se disparó. [¿Qu…?] Él se recostó para darle un vistazo a su cara. El color de su piel no se miraba enferma antes. Tampoco parecía que le doliera. Viendo la falta de algún problema aparente, Willem relajó su expresión. [Yo,] Antes de revelar su torpe cara, él hizo su mejor sonrisa, activando cada músculo en su cara. [¿Por fin despiertas? Me salte del trabajo, princesa.] [¿Yo…? ¿Qué? ¿Me dormí? ¿Qué pasó con la limpieza?] [De pronto te caíste en medio de la nada. Estaba preocupado, ¿sabes?] [Preocupado…] [Estás realmente fría.] [¿Lo estoy?] Al inclinar su cabeza, Elq tocó su frente con su palma. Su cara aún estaba confusa. Bueno, claro, no podía medir su temperatura corporal con tocar su propio cuerpo. Willem puso su propia mano sobre ella. [Cálido.] Ella dijo. [Como dije, estás fría. Usualmente, es lo opuesto al exceso de trabajo y cansancio. A las personas le da fiebre. Pero no es normal, no tenía idea de cómo tratar contigo. Estaba muy preocupado. Pensé que podías nunca volver a despertar o algo como eso.] P á g i n a | 156 [Oh, lo siento.] [Sí, se refleja en tus acciones ahora. Bueno, ¿cómo te sientes ahora?] [Sí. Estaba algo cansada, y, luego de dormir, me siento mejor.] Willem sintió como todo su cuerpo se relajaba al escuchar esas palabras. Aún con dudas, como si esa apariencia en verdad pudiera ser llamada ‘dormilona’, pero él no tenía la energía para ir más allá de eso. [Ya veo… ¿Hay algo que quisieras beber? ¿Algo que quisieras comer? ¿Una manzana? ¿Debería de pelarte una?] Él lo preguntó a una Elq pérdida con una voz gentil. [Leche caliente. Algo como un dulce.] [Bien, yo me encargo.] Él se levantó. [Estás siendo muy amable hoy.] [Siempre soy amable.] Por alguna razón, escuchando su respuesta, Elq se río en voz alta. [Aquí tienes.] Una dulce esencia salía de la cazuela que Willem traía. Dentro estaba leche caliente mezclada con un poco de miel y con una pizca de canela. [Solo hice un poco de este lado, pero no intentes de beberlo de una vez, ¿de acuerdo?] [Debería estar caliente.] Elq hizo un gesto mientras tomaba un sorbo. [Está bien.] [¿Cierto? Entendí bien que es tu sabor preferible.] P á g i n a | 157 [Hmph.] Quizás ella interpreto que se refería a las preferencias de un niño, Elq hizo una cara amarga. Aunque, porque ella se dio cuenta que realmente tenía los gustos de un niño, o porque ella estaba sosteniendo una evidencia indiscutible, ella no se quejó. […Um, ¿puedo preguntarte algo?] [¿Hm?] Willem vio arriba mientras vertía la segunda ronda de la cazuela a la copa vacía. [¿Qué será?] [Si… y solo es una situación hipotética…] [No tienes que armar todo un drama, dilo de una vez.] [Si yo fuera a morir en 5 días, ¿serías más bueno conmigo?] [¿Huh?] Willem frunció el ceño. Él tuvo el sentimiento que escucho esas palabras antes. Pero más importante, lo que significa. [¿De qué hablas? Cinco días es muy específico… ¿Ocurre algo?] La cara de Elq se leía con un claro ‘Oops’. [¿Eh? N-No, nada… lo siento, olvídalo.] Ella puso su mano fuertemente contra el área de su pecho, justo donde la gran herida se esparcía. [E-Espera, Elq, no me digas…] [No debí preguntar. Pensé que quizás podría ser igual a Kutori, pero no debí intentarlo.] De la nada, un dolor paso por el área detrás del temple de Willem. Recuerdos empezaron a tratar de salir a la superficie otra vez. [Perdón. Déjame dormir un poco más.] Abrazando su manta, Elq le dio la espalda a Willem. [Bien. Te dejaré la leche aquí, sírvete sola.] Suprimiendo un pequeño dolor de cabeza, Willem dejo el cuarto Elq. P á g i n a | 158 Los cuartos de Willem y Elq fueron remodelados anteriormente de cuartos sin uso en un rincón de la posada en el segundo piso. Mientras bajaba al primer piso, los chirridos de las escaleras llenaron el pasillo. La posa usualmente no tenía muchos invitados que se quedaran en la noche, pero el inmenso salón en el primer piso servía como un espacio para que los clientes disfrutaran una comida ligera y algo de alcohol. En medio del salón, Astaltus se sentó cerca de una pequeña mesa circular, bebiendo de un pequeño vaso. [Escuché un platica. ¿Ella despertó?] [Sí, al parecer estaba cansada.] [Eso es bueno.] Astaltus asistió unas cuantas veces con una amable sonrisa en su cara. [Espera, ¿no decías que no puedes beber? El otro día cuando rechazaste una oferta de la bebida de un cliente. ¿Solo fue una excusa?] [Bueno, no del todo.] Él se río de la vergüenza. [Mi hábito de la bebida no es muy bueno. Parece que cuando bebo se me va la onda. Aunque, no recuerdo nada de mí mismo.] [Ah… Eso es bastante malo.] [Mi esposa e hija siempre se enojan conmigo, dicen que es un problema calmarme. Y usualmente, trató de hacer lo mejor para no beber. Esta es la única vez que he bebido en el día.] [Es una lástima. Supongo que no puedes unirte…] Willem bromeo hundiendo sus hombros. Astaltus se disculpó con una sonrisa. [Pero, tengo sed. Quizás beba té a cambio. ¿También quieres?] [Sí, puedes unirte.] Willem fue a la cocina, saco un poco de agua de un jarro y lo metió a una olla, luego la puso sobre la estufa de cristal. P á g i n a | 159 […Acerca de Nils…] Astaltus empezó. [¿Hm?] [El día que él los trajo aquí, los ojos de Nils se veían muy pasivos. Luego de decir que me dejaría el resto, él añadió ‘Quiero que viva una vida normal esta vez’.] […Ya veo.] Willem podía imaginarlo. Él solo habló con Nils un breve momento, pero entendió qué tipo de hombre era. [Ni tú o Elq tienen cuerpos normales. Además, parece que no naciste de esa forma… ah, tengo confianza en mi juicio para la comida. Soy un troll después de todo.] Willem deseo que él no dijera eso. [Supongo que ustedes dos vivieron una dura vida al exponerse al peligro, y ahora acabo. Sus cuerpos y mentes están cansadas. Si ustedes dos vivieron una vida diferente, entonces quiero… es probablemente que es lo que Nils quisiera decir.] [Así que actúa como un verdadero maestro cuando nadie lo ve, huh.] [¿Hm?] [Nada.] Willem no sabía en realidad que el auto proclamado maestro hubiese estado con él en el pasado, pero podía decir ahora cuán importantes es para Nils él y Elq. Por lo que se imaginó que la especulación de Astaltus estaba en lo correcto… probablemente. [Bueno, me alegra su preocupación, pero ese tipo de cosas es mejor si las escuchas de—] Un incómodo sentimiento de pronto paso a la nuca de Willem. [¿—Hm?] P á g i n a | 160 ¿Me está molestando? No, eso no es. Él reconoció ese sentimiento de desconformidad por tocar su piel, él conocía la forma. [¿Hay algunos invitados que se quedaron la noche?] [¿Qué es tan de pronto? No hay invitados esta noche como es usual.] [¿Siempre fastidias a las personas?] [Bueno… particularmente no recuerdo hacer algo para hacerme acreedor de algo de rencor.] La respuesta de Astaltus se sentía un poco incierta, pero Willem decidió tomarlo literalmente de momento. [Y pueden ser unos ladrones o algo de ese tipo.] Él sintió presencias hostiles alrededor de la posada. La que se le hacía a un buen objetivo. La posada, la cual principalmente tenía viajeros de la estrada, estaba un poco separada de las villas cercanas. Es de tamaño relativamente grande y la clara apariencia le daba una ligera impresión a riqueza. Y claro, las tiendas de cerveza y comida deben parecer muy atractivas para el hambre. [Oh vaya, ¿ya es esa temporada?] Astaltus preguntó. [Espera, las temporadas no tienen nada que ver… además, ¿por qué estás tan calmado?] [Cuando la primavera se acerca, ese tipo de personas incrementa.] Dices que son como insectos… [Puedes beber té o lo que quieras, yo me encargare de ellos.] Astaltus lo dijo. [No, me contrataron, así que no. Yo me encargo de ellos, y solo bebe algo de cerveza… oh espera… prepararé algo de té ahora para que bebas.] P á g i n a | 161 [No necesitas preocuparte. Estoy acostumbrado a esto.] [Esa no es una buena razón… además, no debes acostumbrarte a esto.] Willem se levantó. Sus recuerdos todavía están sellados por siempre, pero, incluso en esta situación, él no sentía nervios o miedo. Incluso sentía algo de nostalgia, como si regresara a un viejo hogar. Al parecer, él vivió en un mundo más o menos peligroso antes. [Realmente, está bien.] Astaltus insistió. [No, no. Solo toma asiento.] Willem crujió sus nudillos. Si quieres impedir a alguien en silencio, entonces primero debes comprender la respiración de tu objetivo. Es lo que tienes cuando golpeas a su inconsciencia y también cuando robas su vida con una espada. Si quedara en algo aire en los pulmones, haría un sonido cuando saliera. Incluso si golpeas a su inconsciencia de un solo golpe, él pudo emitir un sonido de impacto al caer al suelo. Es por eso que cualquier habilidad de asesino sabe cómo robarle un respiro al objetivo y también casi se convierte en una actividad de diario. [Me pregunto si era un habilidoso asesino o algo…] Willem se arrastró por la oscuridad y, apunto en una fracción de segundo cuando la respiración de su enemigo se redujo, envolviendo sus dedos cerca del cuello de su objetivo, luego le dio en golpe a su cabeza, silenciosamente robándole su consciencia. El exitoso ataque tan fácil le dio al propio Willem escalofríos. Él le dio un buen vistazo a la persona que colapso en sus brazos. Primero, él pudo decirle enseguida que su imagen de un ladrón muerto de hambre estaba equivocada: el hombre bestia vestía un uniforme militar. En sus manos, el llevaba una pista con pipa larga. No es el tipo de ropa o armas de fuego que un rufián cualquier podría obtener. [Ese uniforme… ¿la Guardia Alada?] En la oscuridad, Willem no podía aclarar la forma o color, pero, por alguna razón, él tuvo ese sentimiento. [Pero ¿por qué la Guardia Alada rodea nuestra posada?] P á g i n a | 162 La primera razón que llego a su mente fue la de una persona peligrosa se quedaba aquí. Pero no era posible, dado a su falta de clientes que se queden de noche. La siguiente posibilidad que salió de su mente fue que Astaltus estaba siendo perseguido por la armada. Considerando su personalidad, esa hipótesis parecía irreal y extrañamente plausible a la misma vez. Sin embargo, Willem sintió que se estaba apoyando más al lado irreal. Al cabo que, perseguir a un criminal sería para la ley de ejecución de agencias de cada ciudad individual o isla. La Guardia Alada, siendo una organización que protegía Regul Aire como un todo, no tenía la autoridad de buscar o arrestar criminales. La siguiente posibilidad… [¿Yo…?] Casi al mismo tiempo que esa pregunta paso por su mente, la luz de una linterna de pronto ilumino todo su cuerpo. [¡No te muevas!] Cuando entraron él no lo notó, pero unas cuantas pistolas ahora apuntaban directo a Willem. Bueno, él no esperaba nada menos de Regul Aire. Sin embargo, incluso con dispositivos apuntándole amenazando con tomar su vida, su mente estaba tan calmada como siempre. Él no sentía miedo ni amenaza. [¿Qué asuntos tienen en nuestra posada? ¿Comida? ¿Hospedaje?] [¡Le dije que no se moviera!] [Si es posible, preferiría que se calmaran. No quiero molestar a nuestros dormidos invitados.] Claro, solo había uno de ellos. [Encontramos al objetivo. Lo neutralizaremos si nos dan el permiso.] P á g i n a | 163 [Tienen el permiso. ¡Ataquen!] Respondiendo a las órdenes, las presencias mezcladas en la oscuridad se movieron todos juntos. Poniendo eso de lado de momento, Willem se concentró en los seis oponentes ante él. Armas escondidas en la oscuridad serían una molestia, pero nada con lo que no pudiera lidiar. Primero golpearía a los dos más cerca de él, luego arrojaría sus cuerpos para destruir las lámparas. Si la luz se fuera, podía causar que accidentalmente se dispararan, y sería más fácil tratar con ellos uno por uno. Bien, vamos con eso. Justo como Willem se hizo a la idea y se preparó para su plan— [Nada.] La voz de una chiquilla, completamente inoportuna a la situación, resonó de alguna parte en la oscuridad. [Incluso con todos juntos, no tienen una oportunidad.] [¡Creo que te dije que te quedaras atrás!] [Lo hiciste. Pero creo que dije que me muevo por mi propia voluntad cuando es necesario.] La chica dio un paso adelante en el estrecho pedazo iluminado por las linternas. Un cabello gris, una chica pequeña sin marcas. Ella tenía una expresión en blanco la cual daba inútiles esfuerzos por leer. Un simple parche cubría su ojo izquierdo. [……] ¿La… he visto antes? ¿Nos conocimos antes? No, más que eso. Compartimos algo más importante… un recuerdo… [Agh.] Abrumado por el intenso dolor, Willem por instinto apretó su frente. [Willem.] P á g i n a | 164 Ella me llamo por mi nombre sin duda. Realmente debemos ser conocidos. [Willem.] La chica lo llamó otra vez. [¡Willem, Willem, Willem!] Con cada repetición, más emoción salía de su voz. La chica corrió, directo de la oscuridad hacia Willem. [Finalmente te encontré.] Ella lanzo su cálido cuerpo a su pecho. [Pensé que no sería capaz de mantener mi promesa. Estaba asustada.] Los hombros de la chica, tan pequeños que parecía que se quebrarían si los tocaba, temblaban levemente. Incapaz de alejarla o abrazarla, Willem estaba allí parado sin emociones. Él sintió un poco de nervios de los soldados que lo rodeaban. Ellos fueron tomados con la guardia baja, pero al menos no sufrieron de un dolor de cabeza. [¿Te conozco?] Él pregunto, decidido a confirmar la situación primero. [¿Eh?] La chica alzo la mirada. [Perdón, pero no puedo recordarte nada.] [Qu— ¿¡QUÉ!?] Y así de la nada, un silencioso grito salió esparcido por el aire extremadamente cerca. Sacándolo de balance por el impacto, Willem de alguna manera se paró recto otra vez. En frente de él flotaba una extraña criatura… no tenía idea de cuando llego allí, o quizás había estado allí todo el tiempo. Un gran pez flotante cubierto con hermosas escamas blancas y rojas. O al menos, es lo que parecía. Sin embargo, eso no podía ser cierto. Parecía como si una imagen por separado hubiese sido colgada en medio de la oscuridad; el flotante pez estando alrededor. Sin necesidad de pensarlo mucho, Willem podía decir que tenía una ilusión o algo de ese tipo. [No, no, no, ¿¡crees que puedes sacar algo con decir eso!? ¡Ahora, puedo ser un poco viejo para ser el representante de una señorita, y es cierto que algunas veces mi exceso de experiencia de vida me prevé de comentar lo que realmente pienso, y es cierto que estoy tan ocupado acerca de mi propia familia para meter mis narices en los asuntos de una chica cualquiera, pero, como alguien que una vez fue una señorita hace tanto, no puedo dejar pasar ese comentario!] La ilusión empezó a decir cosas acerca de ello. P á g i n a | 165 […Uhh…] [Calmado, Carma.] [Cómo puedes quedarte quieta con este chico que piensa de las chicas que conocía en el pasado como un típico pedazo de basura usado, esto es muy diferente de lo que escuché de Elq, ella realmente le tenía estima a este chico como el héroe de una historia es por eso que él es algo que no puedo recordar de qué hizo para que su memoria fuese sellada o algo así es a lo que me refiero.] La incursión de la ilusión de pronto se detuvo. Flotando elegantemente hacia Willem, luego de golpear su frente con la boca. [Oh, mis recuerdos realmente están sellados.] [¿Eh?] La chica pestañó de la confusión. [Aún más, solo una parte de mi memoria está cerrada. Supongo que deben quedar algunos habilidosos lanzadores de maldiciones en este mundo. Este sortilege es de tan alto nivel que puede ser capaz de borrar todo un concepto de este mundo también. Ser capaz de usar eso en un individuo con tal precisión… eso es más que grandioso y es un territorio aterrador.] […Al parecer no seré capaz de mantener mi personalidad si recuerdo mi pasado. Es por eso que él solo sello las memorias relacionadas a mi pasado.] Willem explicó. [Ahh, ya veo… espera—] La ilusión dio un paso atrás en medio del aire. [¿¡Puedes escucharme!?] [¿¡Qué!? ¡Justo ahora se supone que solo soy visto por mi anfitrión!] [No es difícil de entender.] La chica de cabello gris lo dijo con su cara hacia abajo. [Willem y yo tenemos la misma alma en nuestro interior. No puedo explicar los detalles lógicamente, pero es probablemente por eso.] [¿Un alma?] P á g i n a | 166 Sin responder la pregunta de Willem, la chica removió el marche que cubría su ojo izquierdo, luego, lentamente, abrió ese ojo anteriormente cerrado, revelando un vivido color dorado iris, completamente diferente a su ojo derecho. […Ese ojo.] Por instinto, la mano de Willem fue a su ojo derecho. [Ese lado cambio en ti, ¿cierto, Willem?] [Realmente no sé a qué va, pero en serio eres familiar a mi situación.] Mientras su dolor de cabeza se calmaba de a poco, su cerebro aún se sentía agitado. Con cada latido, su cerebro gritaba de dolor como si se fuera a romper. [Willem. Tengo una petición.] [La rechazo.] Por ahora, él descubrió que la chica era alguien importante para él, y que él era alguien importante para la chica también, por lo que un gran sentimiento vino acompañando de esas palabras. [Escucha. El almacén de hadas va a desaparecer. Ya no soy una hada más, pero no sé qué sucederá con todas las demás. Naigrat está más preocupada de lo que la he visto.] Otra onda de dolor paso por la cabeza de Willem, [Ya lo dije, me rehúso.] Él lo dijo, mordiendo sus propios dientes. [Decidí no recordar mi pasado. Así que no puedo escuchar tu petición.] […Willem.] [Bueno, quizás no haya nada que podamos hacer.] El pez ilusión suspiro a pesar de su falta de pulmones. [Sellar algunos recuerdos previene que la Bestia aparezca. Es fácil de decirlo, pero esto es una hazaña temeraria. Puede ser rota a la más ligera oportunidad, y, una vez que suceda, resellarlo es imposible. Dada la situación, es natural que él no quiera involucrarse con su pasado.] [Pero…] P á g i n a | 167 [Algo de eso es solo egoísmo, Nephren. ¿Quieres hacer de Willem una completa Bestia?] [……] La chica llamada Nephren se calló. Probablemente aún tenía palabras qué decir. Sentimientos para liberarse. Pero ella los contuvo en su pequeño interior, fuertemente apretando el puño a su pecho. Lo siento, Willem se disculpó en su mente. Probablemente no era el tipo de cosas que una disculpa resolvería. Si viera su pasado ahora, probablemente lanzaría un golpe con toda su fuerza y enviaría su cabeza a volar. Pero, su actual yo decidió ese curso. [Pues bien, Willem. Te mueves del pasado al presente, ¿sabes acerca algo de Elq?] [Sí.] Él respondió de inmediato. Más antes, esta chica Nephren llamo a la ilusión ‘Carma’. Él había escuchado antes el nombre: era el nombre del miembro de la familia que Elq un día le dijo. [He estado esperado por ti. Justo ahora está enferma, durmiendo en el segundo piso.] [¿Enferma? ¿Eh?] La ilusión lo dijo, confundido. [Ella aún es un cadáver, ¿cierto?] [El chico que selló mi memoria dijo que él quitó un poco de la maldición que fue lanzada al cuerpo de Elq. Dijo que justo ahora ella es un ser eterno muy cercano a un cadáver o algo por el estilo.] [¿Quuu?] De su confuso grito, Willem infirió que la situación actual de Elq y Nils hacía que fuera incluso más irregular a un ser irregular. [Llévala contigo. Ella ha estado esperando a su familia desde hace tanto.] Con armas apuntándole, Willem llevo a Nephren y Carma a Elq. Mientras los tres hablaban, él espero fuera del cuarto. Él no intento escuchar, por lo que no tenía idea de qué hablaban. Luego de 30 minutos, la chica de cabello gris y Carma salieron. P á g i n a | 168 [Nos retiraremos por hoy.] Carma se había hecho menos hablador de antes. [¿No vas a llevártela?] [Me encantaría, pero me dijo que le diera tiempo. Usualmente no es muy egoísta, pero, cuando lo es, no escucha nada.] El gigante pez flotante dejo salir un gran suspiro. [Sé que no debería pedir favores cuando acabamos de encontrarnos, pero ¿puedo dejarla contigo por un rato más?] [No me importa, pero ¿estás seguro? ¿Ella no es la hija de la familia a la que sirves?] [Uhh, bueno, si lo pones en esos términos, entonces es algo así.] [Estuve en contra.] Nephren lo dijo con una cara algo irritada. [Creo que deberíamos llevarla, incluso si eso significa encadenarla.] [Sí que eres bastante celosa.] El pez lo dijo de regreso. [Elq es como un gatito.] [Puedes al menos tratar de negarlo, cielos.] ¿De qué están hablando? Willem pensó. [Volveremos otra vez.] Nephren lo dijo, luego empezó a salir de la posada. [¡O-Oi! ¿¡A dónde vas!?] Los soldados la siguieron. [A casa. No hay ninguna Bestia peligrosa aquí.] P á g i n a | 169 [¡Espera, que abandonemos nuestro puesto no será perdonado!] [No hay trabajo que hacer aquí. Soy la única con la autoridad para decidirlo, ¿cierto?] [Eso… maldita sea. ¡Qué es lo que piensa el oficial!] Los soldados persiguieron a la chica mientras caminaba sin duda en la distancia. Y con eso, sus inoportunos invitados de la noche se desvanecieron de la vista. [¿…Y esos quiénes eran?] Astaltus pregunto, inclinando su cabeza de la confusión. [Nuestros pasados nos persiguen, al parecer.] Willem respondió bromeando. [¿Está bien que la enviaras a casa?] [No tengo un pasado.] Willem lo dijo hundiendo sus hombros. [Claro, no conozco a nadie.] Él vio arriba al segundo piso. [Alguien de su familia vino a recogerla, ¿correcto? ¿Qué dijo Elq?] [Nada. Ella solo me dijo ‘estoy cansada así que salte’ y me sacó del cuarto.] [Me pregunto si está bien para ella no ir a casa con ellos.] Esa no era una mentira, pero tampoco era la verdad. La razón por la que Elq se quedó es probablemente porque no quería dejar a Willem solo. Él estaba medio convencido de ello, pero, poniéndolo de otra forma, solo la mitad estaba convencido de ello. Además, él estaba profundamente agradecido por ello. [De todas formas, está aquí, parece que vamos a estar bajo su cuidado, jefe.] P á g i n a | 170 [Bueno, claro que les doy la bienvenida, pero…] Astaltus hizo una cara conflictiva. [Es difícil ponerlo en las palabras correctas, pero, al menos, por favor vive para que no tengas arrepentimientos.] [Haré lo mejor que pueda.] Willem respondió con algo de esfuerzo. Él no tenía pasado. Acordemente, rechazar la petición de la chica sin escucharla había sido la decisión correcta. Pero esa corrección probablemente empeoraría la situación de la chica. Por alguna razón, ese pensamiento dejo un amargo sentimiento en lo profundo de su pecho. […Esto es algo que ya escuché.] Astaltus empezó. [¿Hm?] [En historias infantiles o cuentos de hadas, está el final cliché ‘vivieron felices por siempre’, ¿cierto? Pero por sí solo es algo que se separa tanto de la realidad, solo se permiten dentro de las historias infantiles y cuentos de hadas. Un sueño irrealizable en la realidad, similar a las espadas mágicas o castillos majestuosos. Inconscientemente, todos nos dinos cuenta de la futilidad de la palabra ‘por siempre’.] [Estoy muy seguro que las espadas mágicas y casillos existen, ¿verdad?] [Ya que lo mencionas, supongo que es cierto.] Astaltus lo pensó por un momento, no parecía que la frase de Willem fuera sarcástica. Con su dedo índice señalando. Él continúo. [Básicamente, inconscientemente pensamos de la frase ‘por siempre’ como un objeto ficticio.] [O-Oh.] [Al mismo tiempo no se continúa por siempre. Con eventualidad, termina cuando se trata de todo el mundo. Lo importante es aceptar que los cambios ocurren y descubrir qué es lo mejor para llegar al mañana. No importa cuán diferente es el mañana del hoy, podemos vivir. Y mientras estemos vivos, podemos tratar de obtener la felicidad.] […’tratar’, huh. Al menos eres honesto.] P á g i n a | 171 [La felicidad no es algo tan barato que esos que no lo intentan la obtienen.] Astaltus hundió los hombros. [No importa qué tanto te quedes aquí, no importa. Sin embargo, de presentarse una oportunidad, por favor no dudes en irte. El lugar al que perteneces es donde estés en ese momento.] [Lo sé.] Claro, Willem sabía por qué Astaltus de pronto empezó a hablar de estas cosas. Él podía recuperar sus recuerdos en cualquier momento, y Elq podía volverse un simple cadáver viejo en cualquier momento. No importa qué tanto nieguen el pasado o se aferren al presente, esos días de paz en la posada no continuarían por mucho. Si, cuando el fin llegara, él aún no aceptaría ese hecho, él terminaría maldiciendo al mundo o el destino o algo de mayor fuerza. Él llegaría a la enemistad para no enfrentar a una cosa o persona, escatimando su inhabilidad para vivir normal y pacíficamente el diario vivir. Él habría olvidado cuánto esfuerzo y sacrificio se requería para hacer tal codicioso deseo realidad. [Lo sé.] Él repitió. Esos días no continuarían por mucho. Pero, seguirían continuando por ahora, gracias a Astaltus, Elq, y también Nils desaparecieron. Y en ese momento, él solo quería ser agradecido por esa vez. Con esos pensamientos pasando por su mente, Willem puso su boca en su taza de té sin tocar. Naturalmente, luego de sentarse por un tiempo, se había hecho increíblemente amarga. Los militares empezaron a vigilar la posada, rotándose cada tres árboles. El número de guardias iba y venía dependiendo de la hora del día, pero usualmente rondaba por 3 o 4 horas. Principalmente ocupaban dos lugares: las sombras de la granja vecina cercada de piedra y la cabaña del guardia en el puente público un poco alejada del camino. Ambos estaban lo suficientemente separados de la posada para que la observación con el simple ojo sea imposible, por lo que probablemente los soldados tuvieran dispositivos de largo alcance. Realmente pusieron mucho esfuerzo en ello. Ya que probaron que era molesto, si Willem y Elq se quedaran de brazos cruzados, los guardias no les harían daño. En cuanto a Astaltus, él lo vio del lado positivo, señalando que la armada entraría si algo sucediera, y ellos les proveían de una libre protección contra los ladrones. P á g i n a | 172 Considerándolo, los soldados cuidaban de ellos en esa manera, por lo que Willem una vez trato de ofrecerles algo de café, solo para encontrarse con caras de amargura. Él tenía planeado empezar una conversación y preguntar por qué él y Elq eran los objetivos, pero el mal humor de los soldados no proporcionaba del ambiente para ello. [Supongo que no puedo tortúralos ni nada.] Aunque si lo quisiera, Willem probablemente lo descubriría. Su cuerpo parecía conocer varias técnicas sin alguna razón aparente, como masajes y estilos de combate asesino. Si él usara sus habilidades, probablemente no le sería difícil destruir la dignidad y voluntad de un enemigo sin destruir su cuerpo. Desde luego, hacerlo así destruiría su estilo de vida diaria, por lo que no había razón. Acordemente, Willem decidió continuar viviendo normalmente, tratado de dar lo mejor para no pensar acerca de lo que era o por qué estaba siendo observado por la armada. Sin embargo, el diario vivir normal de alguna manera se puso incómodo y retorcido. Él sabía que el final de esos días gentiles estaba llegando a su fin lentamente pero seguro. P á g i n a | 173 Esa Mañana En ese momento, Niagrat se enfrentaba a una decisión extremadamente grave, los gustos que tenía llegaron a menos de 10 en toda su vida: Un sándwich con una rodaja de densa tocineta, o guiso de leche con chamo de hígado de baca. ¿Cuál escogería para su desayuno? Ella ya sabía que el sándwich de tocineta de aquí era de primera clase, pero el problema yacía en el hecho que nunca había escuchado del chamo de baca. El hígado tendía a diferenciarse de restaurante a restaurante, y, en esencia, ordenar el guiso sería estar aventurarse un poco. Comer es vivir. Escoger qué comer es equivalente a escoger cómo vivir. [Ughhh…] Con una cara seria de muerte, Naigrat vio el menú del desayuno. En ese momento, Lantolq estaba pesando. Viendo con sus ojos su Arma Excavadora, ella pensó y pensó en un intento de resolver sus problemas de adolescente. ¿Qué son? ¿De dónde vienen, adónde van? Y una vez más, ese círculo se repetía una y otra vez sin fin. ¿Qué deberían hacer? De pronto le dijeron que eran fragmentos de un dios, claro que ella lo encontró difícil de creer, y al mismo tiempo, por alguna razón, también es extremadamente persuasivo. Más que ganar nuevos conocimientos, ella sentía como si algo que se hubiese escondido en el fondo de su estómago por varios años se hubiera traducido en palabras. No podía negarlo, pero, ¿qué en el mundo debería hacer? Quiero ser como Kutori, Lantolq pensó por primera vez. Kutori arrojo las cosas como la razón de nacer como un Leprechaun o la razón de vivir lo suficiente para tener su propia razón para vivir. Encontró esa razón y vivió una buena vida. Lantolq sabía que no era algo para aspirar, pero, no podía evitar tener envidia de esa fuerza. En ese momento, Aiseia estaba leyendo un libro. Siendo específicos, ella estaba leyendo una novela de ficción barata, sin estar relacionada de alguna forma importante en los libros almacenados en la Gran Librería. Ella lo compró en una librería en la cuidad el otro día. El nuevo gran volumen de “El Triángulo Desgarrado”, es como la precuela, dicho de las personas devotas a sus corazones para engañar y adulterar el nombre del verdadero amor. P á g i n a | 174 Pero exactamente en momentos como ese, leer tales historias cómicas exageradas, es que podía verse y a las otras hadas objetivamente – eso es lo que paso por la cabeza de Aiseia. Casi todas las relaciones románticas que aparecían en el libro terminaban en desastre. Un amor el cual encontró la felicidad tiene prohibido terminar de una forma donde alguien encuentre la felicidad. Ella sintió una extraña cercanía a ese tema. [Haha.] La protagonista principal a su sexto compañero romántico, contado desde el primer volumen. Él es un junior de su tercer compañero y, quizás trato de hacer una personalidad para sí misma, siempre quedaba en un extraño final a todo lo que decía. [El sexto chico, huh…] Ella murmuro con una sonrisa. [Si hubiera un poco más de tiempo, quizás podría también cometer un error…] En ese momento, Grick estaba en la costa este de la 13ava Isla Flotante en el distrito puerto de la Federación Mercantil Elpis. En la superficie, él fue un piloto contratado por la influencia mercantil de Collinadiluche, y, en secreto, él estaba allí reuniendo inteligencia en varios grupos de mercantes y los grandes movimientos de dinero dentro del país. Alguien arriba de la Guardia Alada, al parecer alguien más en alto que Baroni Makish, le pidió que hiciera el trabajo. Ya que la chica de cabello gris, Nephren, dijo que estaba bien sola, él no necesitaba forzarla a quedarse de su lado, por lo que aceptó. [No creo que este hecho para esto…] Después de todo, ¿por qué un salvador que dedico su corazón a los tesoros en la tierra tiene que estar observando a extraños en el cielo? Él tenía sus quejas, pero, claro, ningún hombre abandona el trabajo que ya ha aceptado. Suspirando internamente y dando un vistazo, él avisto unas cuantas caras curiosas. Unos ricos mercantes fueron llamados por Elpis pero residían en Collinadiluche, llegaron a la 13ava Isla, todos por separado. P á g i n a | 175 ¿Podía ser que hubiera algún tipo de conferencia grande? No, si ese fuera el caso, los mercantes de otras islas también estaban aquí. Por qué tantos mercantes de la misma ciudad vinieron aquí como si hubiesen planeado la reunión de antemano…. O quizás la planearon de ante mano. Los mercantes casi se veían como aves escapando de un barco hundido. […No, eso no puede…] Grick tenía un mal presentimiento. En ese momento, Nephren estaba abordando una aeronave con destino a la 2da Isla Flotante. [Me encontré con tu amiga.] Un anciano lo dijo sin sonreír siquiera. En la reunión de antes con Naigrat, el hombre se hizo llamar un consejero para la Guardia Alada. Aunque es verdad, él no era otro más que el Gran Sabio Suwon Candel, el creador y eterno guardián de Regul Aire. Por alguna consideración, Nephren comprendió lo increíble que era encontrarse cara a cara con una figura legendaria. Sin embargo, sentimientos de admiración no salieron tanto como ella esperaba. Era probable que, o, mejor dicho, en definitiva, se debía a Willem. Luego de andar por mucho tiempo con él, ella se acostumbró a lo no-fantástico de personas increíbles a lo fantástico de personas no increíbles. [¿Amiga?] Ella preguntó. [No recuerdo su nombre. Tiene un largo cabello azul, y parece fuerte en el interior.] [Ah.] Nephren rápidamente comprendió que era Lan. [Ella es una buena chica. Trata de vivir con toda su voluntad.] [¿……?] P á g i n a | 176 Nephren no entendió lo que el anciano decía. Obviamente, un ser vivo vivía con toda su voluntad. Las Leprechauns no eran la diferencia, a pesar de técnicamente no ser seres vivos. Ella escucho que muchas de sus amigas aparte de Naigrat estaban ahora en Collinadiluche. Pero, ella terminó aquí en esta aeronave sin ver a ninguna de ellas. [¿He de asumir que quieres encontrarte con ella?] El viejo pregunto. [Claro. Pero entiendo por qué no me quieres dejar…] Ahora que el almacén de hadas tenía mucha atención, si Nephren fuera a alguna parte, su irregular existencia sería descubierta por múltiples partes. La fuga de información representaría un gran riesgo el cual sin duda afectaría negativamente al futuro desarrollo. Si realmente insistía en reunirse con ellas, probablemente no podría quedarse en secreto. Sin embargo, dejando de lado a Lan y Aiseia, Tiat y Lakish realmente no parecían del tipo que mantendrían el secreto de Nephren. E incluso si lo hicieran, ella no quería forzarlas a llevar un pesado secreto. [Si ellas están bien, entonces es más que suficiente.] Nephren lo dijo. [Ahh, qué fuerte… creo que puedo llorar.] Nephren se distancio del pez flotante que de pronto decidió aparecer. Por fuera de la ventana en la distancia lejana, Nephren vio una gran flor hecha de cuarzo negro flotando por el aire. [¿…Puede ser que ese interesante objeto sea la 2da Isla Flotante?] [Así es.] [¿La persona con la que quieres encontrarte está allí?] [Eso es. Aunque él no es una persona.] P á g i n a | 177 Nephren una vez leyó en un libro acerca de una de las regiones aisladas en Regul Aire. Llamada el Corazón del World Tree, supuestamente ocultaba grandes secretos por dentro. [Oh, vaya, qué nostálgica presencia. Veo que él se ha hecho de otro buen lugar.] Nephren una vez más se alejó del pez volador. En ese momento, Willem y Elq estaban comprando en la abarrotería. El ajetreo y el bullicio de la mañana empezaba en la ciudad de Collinadiluche. La abarrotería servía como una de las principales causas de esto. Numerosos puestos apenas se apilaban en algunas plazas, todos mostraban buenas mercancías: Frijoles, vegetales, sal, carne, patatas, huevos, pan, hielo, pollo, especias. Y al último, claro, había hordas de clientes con mucha energía. Willem vio su lista de compras. Hoy, él necesitaba comprar más ingredientes de lo usual, por lo que se tomó un tiempo para pensarlo primero, parece que era mucho más eficiente que simplemente vagar por los puestos sin un plan. [¡Hey, hey Willem! ¿Qué es eso? ¿Es comida?] Elq tomaba sus mangas, señalando a un puesto con piedras de varios colores luciéndose. [No es comida, sino un utensilio. Un Reptrace pone eso en su estómago para moler su comida en lugar de masticarla con sus dientes.] [Ohh…] Elq lo vio con ojos resplandecientes, como si las piedras fueran gemas preciosas. [No te hagas de ideas graciosas. Cuando se trata de las funciones corporales, el muro de la raza es increíblemente grueso.] [Aww…] P á g i n a | 178 Elq parecía decepcionada, pero, no importa cuánto rogara, era una cosa que Willem nunca podía dejar que intentara. O al menos, le daría un dolor de estómago. A lo peor, podría llevarla a su muerte. [Entonces… oh, ¿qué es? ¿Qué pasa? ¿También puedo intentarlo?] [Es exactamente como se ve: madera. No estaría bien en tu estómago o en el mío.] [Aww…] Su voz sonaba otra vez decepcionada, pero sus ojos pronto empezaron a lanzarse por el mercado, buscando el siguiente objeto interesante. Willem descubrió que sería mejor terminar sus asuntos antes de encontrará algo raro. [Ah.] [¿Hm?] Sin embargo, luego que eso pasara por la mente de Willem, Elq detuvo sus ojos. Su mirada no se concentró en un puesto del mercado sino en una tienda regular, una vieja tienda de sombreros. Siguiendo su mirada más de cerca, Willem vio que la cosa la cual tomo su atención era un gran sombrero alado que se exhibida por la ventana. [¿Hm? ¿Quieres ese?] Él pregunto. Las ropas que Elq vestía ahora al parecer es ropa de bebé de la hija de Astaltus. En ese momento, ella también tomó prestado un sombrero cuyo color era igual a su traje. Willem pensó que su ropa se veía perfectamente bien con ella, pero, si Elq quería estar más a la moda, entonces él no la detendría. [Eh… n-no—] P á g i n a | 179 P á g i n a | 180 [No necesitas contenerte. No es caro, lo conseguiré por ti. Ya que no gaste como es usual, tengo algo guardado.] [No, no lo quiero. ¡En serio, es algo más!] Elq sacudió su cabeza rápidamente. [Ya veo.] Era un poco desafortunado, pero no tenía más que dejarlo luego que escuchara su negación. [En ese caso, supongo que terminaremos nuestras compras sin tomar ningún desvío.] [O…kay.] Una vez más, él entró entre el mar de personas. Elq lo siguió desde atrás, pero una vez cada unos cuantos segundos se daba la vuelta. Era obvio que todavía le interesaba ese sombrero. Quizás debería de comprarlo en secreto y dárselo como regalo, pensó Willem. Puede ser difícil encontrar el tiempo para comprarlo sin que Elq lo noté, pero él descubrió que valía el intento. Luego, en un momento, sin razón, Willem vio al cielo. Vio una mediana aeronave sobrevolando por arriba sin prisa. Por sí solo, esa no es una escena muy inusual. Al cabo, Collinadiluche originalmente se desarrolló como una ciudad de trato, y muchas aeronaves entraban y salían volando del distrito puerto. En cualquier momento, de día o noche, el no encontrar algo volando por el cielo probablemente sea más raro. Al pesar de ello, Willem tuvo un raro sentimiento de esa aeronave sobrevolando. Algo se sentía… mal. No podía explicarlo bien. Por ejemplo, esa altitud era baja, pero no tan baja, como para chocar con algún edificio, pero si tan baja para que Willem descubriera el nombre de la organización escrita en la cáscara de la nave. Además, ese nombre le daba una extraña impresión: La Orden del Servicio de Aniquilación Histórica. El nombre sonaba a una broma de la que Willem no podía evitar leer una y otra vez. Además, por alguna razón, él sintió que lo había escuchado antes. Él empezó a sentir un pequeño dolor en su cabeza. ¿Puede estar conectado a su pasado? Quería creer que él nunca pertenecería a una organización con tal nombre vergonzoso. [¿Willem? ¿Ocurre algo?] Un jalón a la manga de Willem lo saco de sus pensamientos y lo trajo a la realidad. [Ah, no es nada.] Él regreso su vista del cielo a la tierra. [Andando. Si no nos damos prisa, nos perderemos de la buena comida, y Astaltus probablemente esté decepcionado.] P á g i n a | 181 [Ni que lo dudes.] Los dos se rieron. — Boom. [¿Huh?] Por instinto, Willem regreso su vista al cielo. Vio un humo negro salir del fondo de esa aeronave, cerca del área del hechizo incinerador. Luego de un retraso, alguien grito, así, luego de otro momento, muchos gritos salieron de la multitud. En segundos, el pánico se esparció. La aeronave perdió el balance, la habilidad de mantenerla a flote claramente se dañó. A los ojos de todos en la escena, era obvio que la nave caería pronto por completo. En medio del caos, la horda de personas amenazaba con alejar a Elq. [¡Quédate cerca!] [¡O-Okay!] Willem estiro su mano. Conectándolos mientras trataban de conectarse. Luego, una vez más, él vio al cielo. La columna de humo negro solo se hizo más grande, la aeronave se inclinó hacia abajo a una velocidad acelerada, y el cuerpo de la nave empezó a deformarse como si el soporte de peso fallara, todo mientras los gritos en el suelo se hacían más alto. Luego, Willem lo vio. La parte de atrás de la aeronave, donde la ballesta que usualmente se apilaba para estabilización, tenía una gran rotura, y, saliendo de allí, algo, obviamente no era un cascajo o arpillera, vertiéndose del cielo. ¿Qué es eso? P á g i n a | 182 Debido al sol, él no podía ver bien, pero avisto una débil silueta. Por completo, los objetos tomaron la forma de listones, o, haciendo una comparación, a largas serpientes. Pero, en lugar de escamas, incontables cabellos se pronunciaban de sus cuerpos. Eran unos animales extraños. O mejor dicho, eran cosas extrañas las cuales él no sabía si podía llamar animales o no. Y, por alguna razón, su nombre paso por su cabeza, como saliera del fondo de su estómago. [No… no puede ser…] Al parecer, Elq había visto la misma cosa y llego a la misma posibilidad. Willem conocía muy bien a esa cosa. Le dieron recuerdos que nunca olvidaría. Incluso con sus recuerdos sellados, su mente y todo su cuerpo intento recordarlo, esas cosas una vez, en un lejano sueño, le robaron todo lo querido para él. [Aurora…] Él murmuró, congelado del shock. P á g i n a | 183 El Carácter de un Brave Era de extenso conocimiento común que las 17 Bestias tenían la posición de la más grande amenaza para todos los seres vivos, pero la concreta naturaleza de las Bestias no era muy bien conocida, por dos razones en sí. La primera, muchos misterios las rodeaban, por lo que ni en investigaciones se tenían detalles. Y en segundo, ya que, como regla general, esos que se encontraban con las Bestias nunca regresaban a casa vivos, difícilmente alguien tendría una directa experiencia con las criaturas. Es decir, casi nadie vivo en Regul Aire hubiese considerado el posible ataque de una Bestia. Incluso para los soldados de la Guardia Alada, la situación difícilmente difería. La gran mayoría de ellos nunca habían visto directamente a una Bestia, así que, independiente a la preparación mental, simplemente no estaban acostumbrados a esos enemigos. Por sobre todo, las Bestias no podían volar. El Teimerre podía ser llevado por el aire bajo las condiciones correctas, pero se trataba de eso. Como resultado, las oportunidades de ver a una Bestia más que la 6ta sin bajar a la superficie era de cero. Básicamente, Collinadiluche tenía una fatal falta de conocimiento acerca de la Aurora. El temor casi descendió sobre los cuarteles generales de la Guardia Alada. Reportes de daños llegarían volando de aquí y allá. Los escombros causados por las Bestias son la mitad de ello, mientras la otra mitad consistía de los accidentes o incidentes causados por el pánico de los ciudadanos. Y lo más probable, la mayoría de los eventos se reportarían en ambas categorías que nunca ocurrieron en verdad. Información confiable era un sueño irremediable en medio de la pesadilla que abarcaba la ciudad. A pesar de ello, su trabajo solo contribuía al caos. [Supongo que es dónde entramos.] Aiseia lo dijo con un gritó mientras frotaba sus ojos. Dejándolo de lado, ella no tenía mucha idea de lo qué pasaba afuera. Esas Bestias caían del cielo y eso, basados en la información de testigos, el tipo específico parecía ser Aurora debido a su gran conocimiento. De recordarlo bien, materiales detallados relacionados a la Aurora habían sido apilados en el cuarto de referencia del almacén de las hadas. Sin embargo, nadie esperaba que una repentina batalla se diera entre ellos, por lo que esos recursos tenían que ser seriamente leídos. Con la sola excepción, Nephren, quien leía cualquier material, no importa cuán aburrido fuera de principio a fin, no lo era con ellos. P á g i n a | 184 Bueno, la falta de información contra las Bestias había sido un constante factor en todas sus batallas previas también, por lo que exactamente no es mucho problema. Sin embargo… [Este es un campo de batalla bastante irregular para nosotros. Se me hace un poco incómodo que esta sea la primera batalla de alguien.] [Es cierto.] Tiat, estaba vestida en sus pijamas, dejo salir un bostezo a los comentarios de Aiseia y Lantolq. [¡Y-Yo también iré! ¡Déjenme pelear!] Lakish levanto su mano fervientemente mientras se apresuraba a arrebatarle la ropa de los brazos de Tiat. [No.] Naigrat agitó su cabeza. [Tu arma todavía no ha sido decidida, ¿sabías?] [Pero tenemos espadas, ¿verdad?] Naigrat se calló. Tenían espadas: Valgalis, Historia, Ignareo, y, además las Kaliyons de esas tres hadas, una espada más que Naigrat trajo como un amuleto de buena suerte. Nadie que la conociera tanto sería capaz de blandirla, así que realmente no tenía otro propósito más que el de un amuleto. Incluso mientras hablaban, el mango salía de la gran mochila jumbo de Naigrat. [Pero…] [No quiero solo esperar. No seré capaz de quedarme de brazos cruzados. Quiero… tal vez no sea de mucho uso, ¡pero al menos no los atrasare!] Un ligero dolorcillo golpeo en el pecho de Naigrat. [No, no puedes ir. No puedo exponer a un niño que no ha terminado el post entrenamiento básico de entonación a tal peligro. Solo has tenido éxito usando esa pesada en una prueba. Eso no significa que serás capaz de usarla en una batalla real, ¿sabes?] P á g i n a | 185 [¡Pero!] Lakish levantó la voz un poco más alta. Justo entonces. [Disculpen, señoritas.] La voz de un hombre vino desde atrás. Dando la vuelta, Naigrat vio a unos hombres parados allí vistiendo unos trajes nuevos. Un Orco sobresalía de entre el grupo y sonrió. Viendo más de cerca, ella vio unas bandas envueltas alrededor de su cuerpo y bajo su traje. [Tú eres… ¡el de Elpis!] Solo tomo un segundo para que la voz de Naigrat se llenara de enojo. [¿¡Ah!?] [S-Señorita Naigrat, qué coincidencia encontrarla aquí.] Mientras el resto de los hombres se acobardaban de la sorpresa, el Orco se las arregló para seguir de pie. [Parece que la situación se ha hecho bastante seria. Ya que no puedo ofrecer mucho, vine aquí a preguntar si puedo ser de alguna ayuda.] [¡Cómo te atreves a decir eso!] De acuerdo a lo que Naigrat escucho, Elpis metió a las Bestias a la isla. Es decir, el hombre parado enfrente de ella podía ser muy bien el responsable de todo este desastre. Incluso al hablar, docenas de seres están siendo asesinados en las calles. La Guardia Alada y las fuerzas ciudadanas probablemente se movieron a la defensa, pero sus armas y cañones ordinarios tenía poco efecto en las Bestias. Junto con la confusión que envolvía la cuidad, ella no veía cómo podían tener éxito. [Parece que tenemos un malentendido. El caos afuera no fue a causa de nosotros. De acuerdo a los testigos, parecer ser un acto de la Aniquilación o, mejor dicho, una organización criminal de esta ciudad.] El Orco continúo escupiendo evidentes mentiras. [Por favor no haga esa mala cara. Hemos venido aquí hoy solamente con la pura intención de darles una mano.] Él movió el vendaje de sus manos en un intento de mostrar su falta de hostilidad. [Con la potencia de fuego que la Guardia Alada puede utilizar formalmente, disculparan mi rudeza, dudo que sean capaces de hacerle frente a sus enemigos. Sin embargo, hoy, tenemos una aeronave con nuestras armas abordo en el muelle babor.] P á g i n a | 186 Entonces, como si recordara algo, él añadió. [Oh, claro, trajimos armas aquí siguiendo los procedimientos apropiados. Desearía que le dieran uso para exterminar a nuestros enemigos.] [Th…] Naigrat comprendió la significancia de la armada de otras islas desplegadas en la ciudad. Cualquiera que estudiara un poco la historia lo sabría. [¡Eso nunca será permitido! ¡Bajo la Constitución de Regul Aire, esto está bajo la jurisdicción de la Guardia Alada!] [No, no, te equivocas.] Toda la cara del Ogro hizo toda una gran sonrisa, como si hubiese llegado solo para decir esas palabras. [Ya hablamos con los altos mandos de la Guardia Alada.] [¿…Eh?] [Oh, una cosa más. Creo que la Compañía de Trato Orlandri les contactara pronto, pero, por la amabilidad de mi corazón, se los diré ahora.] Actuando como si él de pronto recordara algo, añadió. [Preocúpese por su puesto y esa choza, las cosas ya se decidieron, incluyendo un concreto plan. Además de incluirlo, claro, el equipamiento almacenado allí.] [M-Mientes.] [Aw, no hagas esa cara. Las expresiones faciales de los sin marcas son tan difíciles de leer, pero esa cara que hacen cuando contemplan su desesperanza es algo diferente. Es obvio que no puedo más que reír.] El Ogro extendió sus manos, sacando un báculo, y se puso un sombrero de seda, ambos salieron de la nada. [Bueno, allí lo tiene, Señorita Naigrat. Esta cuidad es nuestro escenario, así que lo mejor es que evite tontas acciones como desplegar a las hadas sin permiso. El trato que sus lindas y preciosas marionetas reciban una vez dejen sus manos… siendo tan sabia como es, estoy seguro que comprende que es la decisión correcta.] Con eso, el hombre salió del cuarto de comando, llevado por el Ogro, quien salió muriéndose de risa. […Whew, la Guardia Alada está más podrida de lo que pensé.] Aiseia murmuro. P á g i n a | 187 [¿Eh?] Tiat levanto su cabeza. [Es posible que fueran forzados a acceder a un contrato antes de saber qué tan grande sería todo. Hacerlo como un pequeño trabajo sucio solo haría desperdiciar un poco de dinero, pero luego se dieron cuenta que era mucho como para retroceder.] Lantolq añadió. [¿Ehh?] Tiat la miró. [Así que básicamente, a Elpis se le confió el eliminar a las Bestias justo ahora para que se vieran bien, ¿cierto? ... Eso es algo frustrante, pero si pueden hacer algo, entonces quizás está bien.] Lakish lo dijo. [¿¡Ehhhhh!?] Tiat gritó. [L-L-Lakish, ¿¡comprendes de todo lo que están hablando!?] [S-Sí… hay partes difíciles, pero creo que en general lo entiendo, creo yo…] [¿¡Soy la única que no lo comprende!?] [E-Está bien, lo explicare ahora, así que cálmate.] Lakish hizo para atrás a Tiat, quien parecía estar lista para pegarse a ella. [Veamos, conoces a Elpis, ¿cierto? En la 13ava Isla Flotante, esa que está ligeramente distante al país vecino de aquí. Bueno, técnicamente es una ciudad estado.] [Sí, el país que siempre se dice que ‘Las Flamas de Elpis y las Sombras de Pitos’, ¿cierto?] [Bueno, sí, pero olvidaste de tu impresión del cristal de películas. De cualquier manera, Elpis, uh…es solo una suposición, pero probablemente quieran comenzar una guerra.] [Por qué.] Tiat lo dijo con una cara que no comprendía nada. Lakish vio a Aiseia, quien continúo explicando. P á g i n a | 188 [Veras, una guerra tiene ese efecto mágico que puede posponer todos los problemas dentro de un país. Por ejemplo, no importa cuánto tú y tus vecinos se odien, si alguien con un hacha puede venir y atacar en cualquier momento, no podrás darte el lujo de pelear con tus vecinos, ¿cierto? Además, incluso si eres pobre o tienes hambre, en un asesinato o situación de ser asesinado, no hay lugar para las quejas. La existencia de un enemigo externo oscurece cualquier problema interno.] Mientras lo explicaba, Aiseia frunció el ceño antipática al tema. [Pero cuando la paz vuelva, todos esos problemas quedaran bajo la alfombra. Cuando nadie con hachas venga a atacarte, no podrás evitar recordar cuánto odiabas a tus vecinos. Cuando eso pase, habrá dos elecciones, ambas llegaran al mismo resultado. Empezar una guerra con tus vecinos, o encontrar otro enemigo externo con el que empezar una guerra.] [¿…Llevarse bien con tus vecinos no es una elección?] Tiat pregunto tímidamente. [La es. Tienes que encontrar al siguiente enemigo. Hasta hace poco, el Teimerre servía como un enemigo externo, y en general, todos en Regul Aire se llevaban bien. Pero ahora que este mundo quedo sin Teimerre por un tiempo, algunos países empezaron a recordar ‘Oh sí, en realidad odio a esos chicos’. Y el país entre ellos que tomo acciones inmediatamente es Elpis.] [Ellos escogieron un método muy astuto. Si simplemente atacaran a sus vecinos, ellos serían conocidos como los que amenazan la paz en Regul Aire y se volverían el nuevo enemigo externo. Por lo que cambiaron su aproximación. Llamaron a un enemigo del exterior y lo dejaron libre en el jardín del vecino. Luego, todo lo que tuvieron que hacer es caminar al jardín de su vecino y valientemente matar al intruso. Sus vecinos les agradecerían y voluntariamente estarían bajo su control y todos vivirían felices por siempre.] Aiseia aplaudió sarcásticamente. [Y básicamente, ellos son los que trajeron a los chicos malos, pero ¿están jugando a los héroes y fuerzan a los otros a quedar en deuda con ellos?] Tiat exclamó. [Oh, sí, es exactamente eso. Lo entiendes rápido, huh.] [P-Pero, ¡ser el héroe es el trabajo de la Guardia Alada, ¿cierto?! Alguien más no puede solo tomarlo.] P á g i n a | 189 [Ellos se encargarán de eso primero. Si la Guardia Alada, que supuestamente son los héroes, no serían de utilidad, entonces Elpis podría entrar y salvar el día, robando toda la confianza del público que la Guardia Alada construyo en años.] [Pero… eso es…] Todo estaba fuera de cuestión, Tiat se silenció. Sin nada más que explicar, Aiseia y Lakish prosiguieron. [Allí estás.] Con la luz y con ligeros pasos inapropiados a su gigante cuerpo, Limeskin llego corriendo del pasillo. [Naigrat. Regresa a las hadas a sus habitaciones.] […Sí, ya lo sé.] Naigrat respondió suavemente. [Espera un segundo. ¡No me dirás que planeabas hacer lo que nos dijeron!] Lantolq dio un paso entre los dos. [Es correcto. Esta es la orden de mis superiores, y además de un método para terminar con este peligro con el menor daño posible.] Limeskin respondió. [Pero, para no dejar que estén en su camino, necesitamos hacer que sus armas no produzcan los resultados que esperaban. Además, si salimos ahora, podemos ser capaces de reducir el daño a la ciudad, incluso si es solo un poco.] Lantolq protesto. [Y ustedes pueden sufrir más que solo un pequeño daño.] Naigrat lo dijo, su voz sonaba casi como al de un gato asustado. [Continuamente las hemos enviado a la batalla todo este tiempo porque no teníamos de otra. Nadie más que ustedes pudieron estar en el campo de batalla. Si ese no fuera el caso, yo nunca las habría dejado hacer algo tan peligroso. Pero…] La fuerza regreso a los ojos de Naigrat. [Este no es uno de esos campos de batalla. Esto no es más que una caza para liberar a Elpis, pelear, y capturar a su propia presa. No hay razón para que ustedes tengan que arriesgar sus vidas por esto.] P á g i n a | 190 [Entonces todo irá como lo planearon, ¿sabes? ¿Se quedarán quietos y dejarán que aplasten a las hadas del almacén?] [Claro que no. Yo resistiré hasta el final. Pero es mi batalla, no es algo para que ustedes tengan que derramar su sangre.] [Hmph.] Mientras tanto, Limeskin asistió con una cara algo calmada. [Te haré una pregunta. ¿La guía del viento alcanza las profundidades de tu corazón?] [¿…Qué?] Una completa línea incomprensible salió de un lagarto de alguna parte por primera vez en un tiempo. [Una sola espada ha escogido que este campo de batalla sea el propio. Si hay un campo de batalla que desearas, debe ser el de un guerrero. En un dedo soportando el mango, en una mano soportando la espada, uno que se lleve el viento.] [¿…Um…?] No era eso. Lantolq no tenía idea de lo que él trataba de decir. [Aiseia.] Golpeando a su amiga sentada a su par con el codo, ella murmuro. [Sabes mucho de cosas raras. ¿Entiendes de lo que están hablando?] [Solo lo hago por diversión, en realidad no soy buena. Todas las cosas que leí no son de uso ahora.] [Bueno, tampoco tengo idea de qué va.] […Um, Primer Oficial Limeskin.] Mientras las más grandes iban y venían entre ellas, Tiat dio medio paso adelante. [Amo esta ciudad. ¿Eso cuenta como una razón?] [Deberías quedarte aquí, el siguiente terreno estará bajo ataque que lastimará más. ¿Comprendes eso?] [No, realmente no señor.] P á g i n a | 191 [¿Hm?] [Pero si Kutori estuviera aquí, estoy segura que diría eso. ¿A quién le importa el siguiente lugar? Un hada pelea por lo que es importante. No importa la razón, no puedo huir en un momento crucial… o algo como eso.] Naigrat tragó. Aiseia hizo un ruido raro. Lantolq se silenció tontamente con los ojos bien abiertos. Lakish solo no mostro signos de sorpresa. [Aquel que persigue la espada de un guerrero un día crecerá para ser también un guerrero, bueno… ya veo.] Limeskin, quizás está de buen humor, emitía un raro sonido de su garganta. [Les concedo el permiso de atacar. Sin embargo, no se sobrepasen.] [¿¡Primer Oficial!?] Naigrat exclamó, casi como un grito. [De ninguna manera. Si las forzamos a quedarse, pueden desobedecer las órdenes y moverse por su propia cuenta.] [Eso es… cierto, pero…] [Y más que nada, esta joven guerrera no tiene duda de ir con el viento.] La palma del gigante Reptrace ligeramente palmeó el cabello de Tiat. [No cualquiera se amarra al viento, ni lo sigue. Eso es todo.] Como los otros lo notaron antes, Lakish se quedó atrás. Despedidas por Lakish con la cara pálida mientras Naigrat la abrazaba con todas sus fuerzas, Lantolq, Aiseia, y Tiat volaron al cielo matutino. Viendo abajo, Lantolq se dio cuenta que ella nunca había volado ni una vez desde que llego a Collinadiluche. Viendo la ciudad desde un ángulo diferente le daba una extraña sensación de emoción, como ser capaz de avistar los bastidores, o el regresar un libro al estante luego de disfrutarlo, luego dar un paso atrás y ver su dorsal. P á g i n a | 192 Sin embargo, cuando le bajo a su altitud un poco, ella podía ver las heridas infectadas de la ciudad. Hileras y columnas de edificios caídos, reducidas de golpe. Una sola aeronave arruinada quedaba en el medio. Y entonces, aquí y allá, las personas yacían en el suelo, transformadas en fuentes de sangre. Sangre roja, sangre azul, y sangre cercana a no tener color. Los cuerpos de varias razas quedaban en las calles de la ciudad como muñecas rotas. Para ponerlo objetivamente, es un terrible panorama. En cuanto a la extensión de su débil sentido del miedo, las hadas no tenían una fuerte reacción a los eventos o escenas relacionadas a la muerte. Unos cuantos cadáveres yaciendo en el suelo no eran suficiente para evocar algún miedo o emoción similar. Eso se dijo, tal vista fluyendo con muertes irracionales y destrucción naturalmente las enojarían. [¡Ah! ¡Por allí, por allí! ¡Las armas nuevas!] Tiat exclamó, todo su cuerpo mostraba la emoción a su gran descubrimiento. Dando vuelta a donde señalaba, Lantolq vio una gigante armadura caminando por una avenida por debajo de ellas. Se veía lo suficientemente gigante para dos o tres veces el tamaño de Limeskin. Aunque, de raros momentos, ella podía decir que lo que fuera que estuviera adentro no parecía ser un verdadero Gigante. Unas cuantas Auroras notaron la presencia de las armaduras gigantes y atacaron. Usando sus incontables hileras, arrastraron los pies de las armaduras en un abrir y cerrar de ojos, junto a sus espinillas al igual que sanguijuelas en un pantano. Sin embargo, sus agujas, supuestamente tan fuertes para perforar metal cuando se endurecían, rebotaron en la armadura, y las Bestias fueron arrojadas al pavimento. Un momento después, un martillo colosal de guerra las aplasto en pedazos. [Eso es… un poco más fuerte de lo que esperaba.] Aiseia comentó. [Totalmente de acuerdo.] Lantolq dijo. Hasta hace poco, ella pensaba de los tipos de Elpis como arrogantes idiotas. Ella descubrió que no sabía nada de las Bestias y no tenía evidencia para apoyar la confianza en su victoria. Sin embargo, ella parecía estar equivocada. P á g i n a | 193 El metal de la armadura constantemente cubierta del intenso Venom incinerado, y así mismo el martillo de guerra. Las Bestias no podían ser destruidas por medios normales, y por lo tanto no tomaban un daño apreciable más que el de un ataque suficientemente poderoso de Venom para desordenar el sistema interior de su cuerpo. Por esa razón, la combinación de las Leprechauns y sus Armas Excavadoras habían sido consideradas necesarias para derrotar a las Bestias. Pero ante los ojos de Lantolq, ese mental continuamente expulsaba Venom que rivalizaba a la de un Arma Excavadora que blandía una Leprechaun. [Esa puede ser la carta del triunfo Anti-Bestias…] Ella murmuró. Lo que avivaba la curiosidad de Lantolq era la fuente de Venom de la armadura, que se forzaba en el opuesto final del espectro de la vida. Esos cercanos a la muerte podían blandir un fuerte Venom. Si la armadura fuera una simple máquina con nada dentro, no sería capaz de usar Venom en primer lugar. Por otra parte, Lantolq no podía hacerse a la idea de una raza lo suficientemente muscular para moverse libremente mientras usaba esa armadura, le faltaría la suficiente fuerza de vida para usar Venom. Este poder… incluso rivaliza con la salida del instante de la apertura de la puerta de la tierra de las hadas. El fenómeno conocido como la puerta del mundo de las hadas, un tipo de autodestrucción resultaba de una Leprechaun, una existencia muy inestable, incinerando Venom más allá de su límite. Literalmente la cantidad de Venom de la explosión podía obtenerse al instante de la vaporización de cualquier Bestia que recibiera el golpe directamente. Al decirlo al menos, no era algo que pudiera ser replicado con la tecnología e ingeniería. Cómo es que… por desgracia, no era el tipo de problema que pudiera ser resuelto. Probablemente había un tope a la comprensión de la tecnología en la materia para un amateur como Lantolq. Pero, no podía hacer más que pensar. Ella vio objetos los cuales se veían como gotas de luz vertiéndose del área alrededor del codo. Se veía familiar, pero, antes que tuviera tiempo de recordar donde lo había visto, un Bestia mordió el brazo derecho de la armadura, transformado los incontables cabellos del cuerpo en agujas, luego perforaron. La defensa del Venom falló en soportar el ataque. Penetrado por miles de espinas, la armadura se plantó, probablemente forjado por el metal, debilitándose y partiéndose, [Ah…] P á g i n a | 194 El contenido de la armadura se desparramo. Revoloteando en el cielo a una distancia lejana, Lantolq lo vio claramente: un gran número de las mismas gotas de luz de antes y, adentro de ellos, algún objeto delicado de agua azul. [¿…Eh?] Al siguiente instante después de pensar al verlos, desaparecieron. En cuanto a la armadura, incluso después de perder un brazo, no dejo de moverse. Luego de reajustar el agarre en el martillo de guerra con la mano derecha, lo bajo y aplasto a la Bestia que solo arranco el brazo izquierdo con un movimiento fluido que casi lo hacía parecer que ni siquiera hubiese tenido el más mínimo efecto. [Justo ahora…] Ella solo lo vio por un segundo. En ese segundo, ella pudo suponer lo que era. Pero ese segundo no fue suficiente para estarlo con certeza. [No…] Sin duda, servía como la raíz de la fuerza de la armadura. Un gran secreto entre los grandes secretos. Si lo que Lantolq pesaba fuera cierto, explicaría fácilmente por qué la armadura podía incinerar y manipular tal inmensa cantidad de Venom. — No… ¿realmente… podía serlo? Pero no, es una completa violación a la Constitución. Incluso si podían obtener la autoridad en el futuro cercano, no tenían el permiso ahora. La realidad y la imaginación, las cosas que ella quería creer y las que no, todas se mezclaban en un lío dentro de su mente, y, por el momento, la mente de Lantolq se puso en blanco. Mientras tanto, Willem estaba situado en un lugar más cercano a la armadura de metal que Lantolq, y ese lugar también le proveía una clara vista de la ruptura del brazo derecho. Como resultado, él podía ver todo lo que ocurrió en ese segundo cuando esa cosa en la armadura se fracturo en luz y desapareció. Era suficiente para saberlo. P á g i n a | 195 Dentro del brazo derecho de la armadura de metal, había una chiquilla, atada a los ribetes de la armadura por incontables cuerdas. Ella tenía un cabello azul brillante del color del agua. Sin embargo, su apariencia sin cuernos y colmillos se parecían a la de un sin marcas. Debido a una máscara negra, Willem no pudo ver su cara. Todo su cuerpo ligeramente emitía una luz. Todo su cuerpo también había sido perforado por la Aurora. Su incineración de Venom la llevo a un Berserk. Juntándolo, esas dos hacían una fatal combinación. Al instante supo que la chica nunca pudo ser salvada. Y entonces, la luz brillo notablemente más fuerte. Y estalló. Y desapareció. La figura de la chica ya no se veía en ningún lado. Se había desvanecido del mundo por la eternidad. Entonces, de la nada, Willem le volvió a dar un intenso dolor de cabeza. — Si… y es una pregunta hipotética, ¿de acuerdo? — Si fuera a morir en 5 días, ¿serías más bueno conmigo? Una voz. Willem escuchó una voz que debería estar cerrada en una caja y sumergida en lo más profundo de su mente. — Si fueras a morir, al menos no quisieras desaparecer, ¿cierto? Querrías que alguien te recordara. Para tener una conexión con alguien. [Ah…] La niebla blanca de sus recuerdos. Él no podía recordar la cara de la chica que dijo esas palabras. El fuerte sentimiento que era algo que no debía recordar de sus recuerdos bloqueados se estaba reproduciendo. — Entonces, ¿qué tal pastel de mantequilla? P á g i n a | 196 Cabello azul. Ella tenía el cabello azul color de un claro cielo sin nubes. Sus ojos llenos del profundo azul del océano. Ella no era honesta del todo, pero al mismo tiempo era muy honesta, siempre ponía a los otros antes que ella siendo increíblemente egoísta. Ella tenía ese tipo de contradicción, una personalidad difícil de entender, pero parecía estar confundida, lo que significaba que había alguien que hasta hace poco la volvió de esa manera. — ¡E-Espera! ¡Ow! ¡Duele! ¡No puedo respirar! ¡Esto es vergonzoso! Estoy cubierta de suciedad y arañazos y no he tomado un baño y todos nos están viendo – ¿¡estás escuchando!? No. El azul agua que Willem vio por un segundo ahora no era igual al cielo azul de su memoria. Esa vida que el vio desaparecer ante sus ojos no era ella. Es obvio. Ella ya se había ido. — Realmente… lo hice… Willem quería hacerla feliz. Él quería aferrarse a ese deseo. Él quería olvidarse de ese pasado y solo pensar en el presente y futuro. Pero, como ahora, en el momento después que hizo esos deseos, él perdió tanto el presente como el futuro. — Gracias. Ese azul agua no era ella. No había duda de ello. Esa chica era un hada totalmente diferente, pero el disparador fue lo suficientemente fuerte. Él ya había empezado a recordar. Kutori Nota Seniolis, la chica que deseaba ser recordada por alguien incluso después que se haya ido. [Maldita sea…] Una maldición salió de sus labios, pero ¿a quién le iba? ¿A él mismo que la olvidó? ¿A él mismo que no pudo mantener su cuerpo sin tener que olvidarla? ¿A él mismo que ahora paso al punto de no regreso debido a que los fragmentos de su mente fueron sellados? ¿O todas a la misma vez? [¡Willem!] Elq llego corriendo. P á g i n a | 197 [¡No vayas!] [Está bien. Ya no hay ninguna de esas Bestias cerca de nosotros.] [¡No, no es eso! ¡Hay una justo allí!] El cuero de sus zapatos rechinó contra el suelo, Elq dejo de correr y se levantó. [Willem, no me digas…] [Estoy al límite. Puede que sea capaz de regresar ahora.] Él respondió en una voz de gemido. Él no solo estaba diciendo que es para hacerse el fuerte. El sello que Nils Didek, ese maestro bueno para nada que seguía vivo por alguna razón la cual Willem no podía comprender, aplicó a sus recuerdos era fuerte y flexible. Willem Kumesh estaba al borde de ser un Bestia. Su espíritu o alma o lo que sea que se mezclara con la substancia que cayó del Shiantor, resulto en una transformación de su cuerpo físico. Su apariencia externa difícilmente cambiaría, pero, en el interior, él ya había dado un paso por fuera del recuadro de una vida normal. Nils esencialmente selló por separado el té de leche dentro de una copa con dos distintas y estables secciones de leche y té. Estando estable, un poco de movimiento moderado no sería suficiente para desestabilizar el balance. Mientras Willem no pusiera una cuchara dentro de la copa y lo mezclara todo, los recuerdos que habían resurgido ahora eventualmente se desaparecerían en el olvido. Entonces, una vez pasará, todo regresaría a la normalidad. Él debería ser capaz de regresar a esos días de holgazanería en la posada. Pero no era demasiado tarde. Él aún podía regresar. Solo necesitaba desearlo. [Willem.] [No vayas.] P á g i n a | 198 Él se paró y palmeó todo su cuerpo, revisando su condición. No parecía que hubiera mayor problema. Él no podía ver mucho debido a que un ojo está cerrado, y su cabeza estaba siendo superada por un dolor punzante como si alguien estuviera tocando una campana gigante allí por siempre, pero sus 4 extremidades se movieron. Él aún tenía huesos y músculos de un Emnetwyte. Tomando un gran respiro y al exhalarlo confirmaba que sus pulmones y diafragma estaban en orden también. Él aún podía usar todas sus técnicas como es usual. [Espera.] Elq respondió. [Regresa con Carmine Lake, Elq Harksten.] Willem se lo ordenó mientras le daba la espalda. [Te agradezco que estuvieras conmigo hasta ahora. Ya es tiempo que vayas a donde perteneces.] [Pero…] [Por favor, haz lo que digo.] Él giro su cabeza para verla y dejo salir una risilla. [No puedo llevar a cualquiera conmigo desde aquí.] [¡Willem!] Sin respuesta a esa última suplica, él fue hacia adelante una vez más. ¿Quién soy? Willem pensaba de él mismo. Un Emnetwyte. Antiguo Quasi Brave. Un sin una Kaliyon especializada. Segundo Técnico de Armas Encantadas de la Guardia Alada. Solo una decoración. El encargado del almacén de las hadas. El mundo termino hace tanto, tanto tiempo. En ese breve intervalo, él necesitaba hacer todo lo que pudiera. Él no tenía tiempo para pensar en el pasado. Las Bestias parecían tener un método de compartir información con las otras, para que todas vinieran de su lugar de origen y se esparcieran por la ciudad para reunirse con sus enemigos recién descubiertos, las armaduras de metal. Al pasar del tiempo, las Auras establemente desaparecieron. [Esa cosa claro que es fuerte.] Willem exclamó. P á g i n a | 199 Él podía formar una suposición general de lo que era exactamente la armadura de metal. Una nueva arma Anti-Bestia desarrollada por alguna organización militar, para utilizar una cantidad abrumadora de Venom tanto en ofensiva como en defensiva, podía soportar el ataque de las Bestias y hacer efectivos sus propis ataques, sin apoyarse en la amplificación de una Kaliyon. Ya veo. Si puedes tener esta estabilidad, es más fácil de usar que unas inestables chicas blandiendo espadas. Realmente es una magnifica invención. Si él no le hubiera dado un vistazo a lo que estaba dentro, Willem pudo haber querido una para él. [Desarrollarlo debió ser un fastidio. Si la noticia que ellos estaban haciendo algo anormal antes que pudieran explicarlo, todos los involucrados serían enviados directo a la cárcel.] Ellos debieron planearon y preparado meticulosamente, consagrados a la vasta cantidad de tiempo y recursos. Willem vagamente recordaba haber sido golpeado por sentimientos similares de admiración antes. Esa vez, él aplasto esa cristalización del trabajo duro y esfuerzo sin duda, y estaba vez no sería diferente. [Perdón, pero no puedo dejar que armas como tú sean usadas.] Él se quitó el parche que cubría su ojo derecho y lo abrió, exponiendo su pupila dorada. Un ceniciento color gris lleno todo su campo de visión. Parece que la bestia en mi interior me fastidia, Willem pensó. Destruir, borrar, enviarlos de regreso a casa en pedazos – una intensa urgencia de destruir fluía de su interior, junto a un interminable vendaval de palabras. Pero, ya que había preparado desde antes su mente, él podía resistir. Por 5 minutos, él pudo mover ese cuerpo mientras mantenía su propia voluntad como Willem Kumesh. Violento Ruiseñor Demoledor. Con toda la fuerza para descender, Willem cerró la distancia entre él y la armadura de mental de un pestañazo. Por una vez estoy de acuerdo con esa voz. Reduzcamos a este chico a tierra. La armadura, parecía haber reconocido a Willem como un enemigo, llevando el martillo de guerra hacia abajo con una terrífica velocidad y con una fuerza impensable. Luego de una pausa, una violenta ráfaga de viento siguió el camino del martillo. Mierda, eso dio miedo. P á g i n a | 200 Mientras observaba su fuerte golpe revolotear, Willem dio un último paso adelante. Ese pequeño espacio cerca de la mitad de un paso proveyó la distancia perfecta. Arrojando su propio cuerpo al aire, una vez él giro horizontalmente para construir un impuso luego dio unos puñetazos con su puño a las uniones de la armadura. Un ruido como el hierro golpeando contra el aceite resonó por el aire. El Venom de la armadura, la presión se elevó explosivamente por un instante, trato de forzar su puño por fuera. Ignorando el intenso dolor de su piel derritiéndose y la carne quemándose, Willem continuó presionando su puño hacia adelante. Cuando su brazo se atoro en la armadura hasta el codo, él tomó la cosa en el interior, entonces, un sinnúmero de hilos se rompieron, jalándolos para fuera. Una chica con un cabello amarillo de diente de león salió. Como Willem esperaba, ella ya estaba en un estado de Berserk como el resultado de incinerar una excesiva cantidad de Venom. Todo su cuerpo emitía una débil luz. Ella podía explotar en cualquier momento. [¿Quieres ponerle fin al dolor?] Willem lo pregunto, aunque él no pensó que ella podía escucharlo de todas formas. La chica débilmente sonrió, o al menos Willem sintió que lo hizo. Él puso su dedo en el pecho de la chica, entonces, en una brecha entre los latidos, levemente presiono el interior. Su corazón, el ritmo habiendo sido desestabilizado con un mal tempo, se detuvo en un instante. Con el flujo de la sangre cesado, el Venom ya no podía seguir en el modo Berserk. La chica Leprechaun, de nombre desconocido para él, falleció silenciosamente. Sin ser capaz de adquirir el suficiente Venom para operar, la armadura de metal dejo de moverse. Willem sacó a una chica más del interior de la máquina y le puso fin a su vida de esa forma. Con un pequeño golpe, los dos cuerpos estallaron en granos de luz y desaparecieron. Parado entre los granillos mientras se iban en el viento, Willem cerro su boca por un momento, como si lamentara su perdida. Inhala. Exhala. Él no las conocía. No eran del almacén. Es decir, aparecieron de alguna parte de Regul Aire y fueron capturadas y usadas para estas armas antes que pudieran ser llevadas al almacén. De ser mejor su suerte, se habrían reunido en el almacén de hadas con las otras niñas y vivir sin cuidado… incluso si ellas se encontraban en el mismo final como armas, su vida hasta ahora solo había sido relativamente divertida. Pero las cosas no son de esa manera. P á g i n a | 201 Willem mordió un poco sus labios. No era nada inusual. Desde el día que fue un Brave, esos pensamientos y sentimientos pasaron por su cabeza una y otra vez. Siempre que él encontraba a alguien que quería salvar, la situación ya había progresado más allá de su control. […Hazlo.] Viendo los restos de la armadura de metal con su ojo derecho, Willem le dio el permiso a la Bestia en su interior. Con un silencioso sollozo de júbilo, la parte de él que heredo al Shiantor fue liberada. Es una existencia que revertía el ambiente a su alrededor a su forma primaria. Es decir, casi nada se creaba luego que los Visitors llegaran a revertir a una Bestia, mugre, o arena. Una vez, hace tiempo, los Visitors, o más acordes el Poteau que les servía, usaron la vasta tierra con nada más que arena cenicienta como un ingrediente base para crear un mundo fértil. Pero nada se creó de esa tierra fértil que pudiese volver a su forma original. Whoosh. Con un sonido poco dramático, la rota armadura se volvió una mera montaña de tierra cenicienta. El silencio descendió en el área. Era natural, tomando en cuenta que nadie con su sano juicio quisiera quedarse mucho en un lugar con una violenta Bestia. Los ciudadanos fueron sabios y evacuaron. Viendo todo, Willem pudo ver una figura. [Lantolq.] Una vez él dijo su nombre, la chica, como si hubiese asegurado su decisión, dio unos pasos más cerca. Aunque, no mostro signos de cerrar la lejana distancia. En general, las hadas, quizás debido a su verdadera naturaleza de niñas, tendían a ser confiadas. Una vez se volvían cercanas a alguien, ellas nunca dudarían de ese alguien sin importar qué. Lantolq, sin embargo, era inusual en que pudiera tomar decisiones racionales… o al menos es lo que le decían los débiles recuerdos a Willem. Y ahora, incluso después de ver la cara de Willem, Lantolq no bajo su guardia y notó algo irregular… Willem decidió no pensar en la posibilidad que ella solo lo odió desde el inicio. P á g i n a | 202 [Ya que estás aquí, eso significa que el Plantaginesta llego a salvo a casa, huh. De verdad me preocupe, ¿sabes? ¿Qué haces en la ciudad?] [¿De qué estás hablando? Soy quien debe preguntarlo. Tiempo sin vernos, Técnico.] [Mhm. ¿Estás sola hoy?] [Me lo pregunto. Quizás los otros se estén escondiendo cerca.] No solo Lantolq no escondía su recelo, ella incluso solía restringirlo. Willem una vez más fue impresionado por su habilidad de mantener la calma y rápido pensar. Su usual yo podía detectar la presencia de un hada sin problema. La posibilidad de otros esperando en un arbusto cercano no tendría algún efecto como una amenaza. Pero, en su estado actual, el hablar mientras resistía un constante dolor de cabeza, hacía las cosas eran diferentes. [¿La conversación de desaparecer al almacén de hadas está relacionado con este chico?] Willem lo pregunto mientras levemente pateaba la montaña de arena. [¿De dónde escuchaste eso?] Él lo escucho de Nephren cuando ella llego de visita a la posada. Esa vez, debido a su falta de recuerdos, él no pensó mucho en ello, pero ahora comprendía lo que significaban esas palabras. [Muchas cosas pasaron. ¿Y bien?] [Estás en lo correcto. La Fuerza de Defensa Nacional Elpis, maquinó el robarle la autoridad de pelea con las Bestias a la Guardia Alada, desplegando estas armas y exhibiéndolos como algo que son más fuerte que nosotras.] P á g i n a | 203 La respuesta de Lantolq básicamente coincidía con las predicciones de Willem, pero al mismo tiempo también las superaba. Las intenciones de Elpis eran fáciles de entender, pero, dado a que produjeron tales armas poderosas, era difícil hacer algo para detenerlas. Espera, no. Hay una forma en la que Willem podía pensar, aunque él exactamente no podía llamarla una forma sabia de hacer las cosas. Agh. Su dolor de cabeza continúo intensificándose. Como dejaron a hablar, su tiempo restante solo bajo. No había tiempo que perder en preguntar y responder. [También tengo una pregunta. Hasta ahora, qué—] [Lo siento, pero tendré que rehusarme a más preguntas. Te diré lo que probablemente quieres saber ahora mismo.] [Eh… ¿¡ah!?] Lantolq dio un gran paso atrás. Al mismo tiempo, una lámpara, un banco, y una señal, la cual estuvo allí hasta hace un segundo, cerca de donde Lantolq estaba parada se transformó en cenicienta arena y se desmoronaron. [Ese poder… ¿¡En verdad te convertiste en una Bestia!?] Willem río. [Una subespecie del Shiantor. Probablemente.] [Estás bromeando.] [La Bestia dentro de mí está en una enorme nostalgia. Quiere regresar al mundo al que una vez vivió. Y ese deseo lo lleva a desear la aniquilación de este mundo.] [Pero…] [Vivir en un mundo donde tu ciudad natal desapareció es difícil, ¿sabes?] Lantolq trago su saliva. P á g i n a | 204 [Bueno, es todo para las preguntas. ¿Deberíamos empezar? Señorita guardiana de Regul Aire— ] Willem cortó sus palabras y levemente inclinó su cuerpo. Entonces, usando lo que quedaba de su cuerpo humano para llegar a ese punto, empezó a ‘caer’ lateralmente a toda velocidad. Violento Ruiseñor Demoledor, uno de los pináculos de la sabiduría la cual los Emnetwyte una vez crearon y a la que confiaron su futuro. Observando la respiración de Lantolq, él apunto por un momento en el cual ella no sería capaz de reaccionar y cerrar la distancia. Ella no pudo reaccionar a tiempo, ella ya no dio más… o así le convenía a Willem. Como siempre, él se detuvo a un poco más de medio paso, luego retorció su cuerpo. Así como asesino a los dos de antes, él apunto al punto crítico en el centro del pecho y, Lantolq fue al punto ciego, moviendo dos dedos para terminar de un golpe— Él se detuvo a medio camino. En la distancia entre Willem y Lantolq, una sola espada fue lanzada. Una pequeña explosión de calor paso por los dedos de Willem en un segundo. Las explosiones agitaron a Lantolq. La Kaliyon, Valgalis. [¿No creen que hacerlo solo con ustedes dos es un poco lujurioso?] Justo al lado de Willem, llego sin que se diera cuenta, Aiseia estaba parada con su usual sonrisa. [¿Puedo unirme?] [Está bien, pero no puedo ser bueno contigo, ¿sabes?] [Haha, esa respuesta es más que suficiente.] Con un golpecito de su muñeca, Aiseia envió la hoja de Valgalis a un innatural camino hacia la nuca de Willem. Luego de agacharse para esquivarlo, la hoja, la cual había pasado por arriba, bajo directamente. [¿¡Whoa!?] Rodando hacia atrás, Willem apenas esquivo el segundo ataque. P á g i n a | 205 [Oh vaya, esquivaste eso, huh.] Aiseia lo dijo, pretendiendo ser sorprendida. [No he perdido ni una sola vez en una verdadera batalla.] [Puedo ver por qué.] La boca de Willem se rigió. Sudor bajaba de sus mejillas. Aún puedo sudar luego de volverme una Bestia, él pensó. [Iniciaste con un ataque sorpresa inerte, huh… en serio no tienes misericordia.] [Bueno, a decir verdad, soy muy seria acerca de ti, Técnico.] Incluso por responder con una broma, Aiseia no toma descanso y fue a él otra vez. Él no pudo sentir mucha presión del Vemon en su hoja, pero no significa que no doliera. [E-Espera, ¿¡qué hacen ustedes dos!?] Luego de unos segundos de retraso, Lantolq gritó. [¿No es más que obvio? Estoy aceptando el amor del técnico.] [¡Eso no es algo para alguien que esté en la ofensiva diga!] Willem grito. [¡No quiero escuchar bromas!] [¿Bromas?] Luego que Valgalis fuese bloqueado por el puño de Willem, Aiseia se agacho, entonces, antes que Willem lo supiera, una piedra del pavimento fue golpeado y él se hizo atrás, abriendo una distancia entre ellos. [No estamos bromeando, ¿sabes? Lan, ¿sigues sin entender por qué él hace esto?] [¿…Eh?] [No necesitas decirle mucho.] Willem se quejó. Aiseia, sin embargo, continuaba de cuquillas con una rodilla en el suelo. [Él nos está dando un papel.] [Dije que no hay necesidad de decirle.] P á g i n a | 206 [La última y más fuerte fortaleza, protegiendo a Regul Aire de la amenaza de las Bestias. Ese título nos llevará al campo de batalla, aunque al mismo tiempo nos protegerá. La enorme armadura de hace rato es una buena prueba. Ahora veo claro cómo los chicos de Elpis querían usarnos.] Esa era una magnifica pieza de tecnología. Arreglada para controlar toda la enorme cantidad de Venom resultante de la apertura de la puerta del país de las hadas y llevada al Berserk. En lugar de terminar en un momento de explosión, el Venom servía como un combustible sostenible para la operación de la máquina. Las hadas vivían encontrando el mismo final igual, pero de esa manera era mucho más fácil de usarlas como armas. [El técnico va a darnos ese título una vez más.] Aiseia bajo la mirada. [Esa armadura no tiene oportunidad contra él — esta Bestia. Si podemos derrotar a esta Bestia, eso probara que nuestro valor en el campo de batalla no puede ser ignorado. Al menos, el plan de Elpis será totalmente arruinado.] Lantolq se quedó con la boca abierta antes de cubrirla con su mano. Aiseia lentamente se paró mientras abría sus ojos. […Él quiere proteger el almacén de hadas. Y dará su vida para ello, ese idiota.] [No necesitas…] Willem no necesita que su plan fuera comprendido. Si él solo jura su papel como una Bestia maléfica que necesita ser derrotada, el resto se iría fácil. […Y ustedes. ¿Les agradan las pequeñitas del almacén?] [¿Huh?] Lantolq, con la guardia baja, abrió sus ojos. [¿Hm?] Aiseia inclinó su cabeza. [La razón para que pelees con tu vida al límite, ¿las estás protegiendo?] [Q…] La cara de Lantolq brillaba de rojo. [¡¿A quién le importa eso?!] P á g i n a | 207 Willem estalló en risa. [Ha… ¡Haha!] Un fuerte sentido de nostalgia llego a él. Eso es, él lo recordó. Una vez le hice la misma pregunta a Kutori. Esa vez, él escucho la misma respuesta que Lantolq le dio. [Ahh, chicas. Realmente… en serio…] Las amo chicas. Él recordó. Él recordó lo que había intentado de hacer en este mundo. No había más batallas para él en este mundo, pero de haber esa pelea con los mismos pensamientos y sentimientos como él y sus compañeros lo hicieron una vez, entonces él quería al menos ayudarlas. En un lugar de él, quien no podía salvar a nadie, él quería ayudarlas a llevar su deseo de proteger lo preciado para ellas. [Andando.] En su estado actual, Willem no podía incinerar Venom. El más cercano a morir, tiene el Venom más fuerte, una fuerza opuesta a la vida, puede incinerarlo. A cambio, uno sería llevado a la muerte a un paso más acelerado. Por el otro lado, esos más lejanos a la muerte no les iba bien junto a su Venom. Por ejemplo, Lakish y Naigrat, naciendo tan fuertes y duras como raza, no podían incinerar Venom en primer lugar. El cuerpo de Willem ya había dejado de ser el de un Emnetwyte. Era cuestionable si la muerte lo esperaba en el camino. Debido a eso, él ya no podía incinerar Venom. Sobre eso, él estaba desarmado, eso solo significaba que las únicas armas válidas para él eran las técnicas marciales que adquirió con los años y su habilidad como una Bestia para volver a su oponente cenizas. Aunque, más tarde, probablemente no sea muy efectivo contra las hadas, quienes no tenían un cuerpo estrictamente físico. Sus habilidades de humano eran la única cosa en la que podía apoyarse. Esta batalla será dura, pero haré lo mejor. Esta vez por seguro le pondré un fin a mi pelea. Tomando un profundo respiro, el cuerpo de Willem se deslizo. Ardiente Sol Andando. Detectando el peligro, la espada de Aiseia suprimió el aire alrededor con trazos de luz. Willem paso por todo eso y cerro por completo la distancia entre ellas. Él vio a Lantolq empezar a moverse luego, pero ella no lo hizo a tiempo. Su codo derecho apunto al mentón de Aiseia, mientras su puño izquierdo a su costado. Aiseia soltó la Valgalis. Por soltar de pronto el pesado objeto que ella había estado moviendo, su postura se colapsó, causando que el codo y puño de Willem perdieran sus objetivos. La mano de Aiseia llego y tomo el cabello de Willem, entonces llevo toda su cabeza hacia su pecho. Él no podía alejar su mano, mientras su Venom se fortalecía grandemente en sus brazos. [¡Lan!] Aiseia grito. [¡Rápido!] P á g i n a | 208 [U—] Incluso con sus dudas, Lantolq empezó a moverse para hacer lo que ella necesitaba hacer. La punta de Historia perforo directo al estómago de Willem. El Venom infundido por la hoja se hundió en lo más profundo de su abdomen, rasgando la carne en el proceso. Sangre roja salía. La cara de Lantolq se deformo, como si fuera a llorar, y la fuerza desapareció de sus brazos. [Ah… Ah…] [¿Es todo?] Willem presionó su pecho contra el pecho de Aiseia y libró un golpe más allá de su defensa de Venom. Sus pulmones se aplastaron, Aiseia silenciosamente grito de la agonía y perdió el agarre en la cabeza de Willem. [Hay dos cosas que Aiseia olvidó mencionar. Si ustedes no son tan fuertes, entonces morirán aquí y este será el final. Es común decirlo, pero es mejor morir ahora que sufrir después.] Willem presiono más a Aiseia y tomo la hoja de Historia pegada en su estómago. [Una cosa más, ya soy una Bestia. Mi propio sentido me permite hablar de esto tan pronto desaparezca. Si no pueden derrotarme, tendrán que hundir la 11ava Isla.] La cara de Lantolq se retorció más del dolor. Ella sacó a Historia, revelando una hoja empapada de rojo. Entonces, ella la movió. Sus movimientos eran lentos. Lleno de aberturas. Willem podía apuntar y golpear siempre que quisiera. ¿Me quiere atacar? Willem envió un golpe con su puño izquierdo y una patada con su pierna derecha. Ninguna intentaba ser un verdadero ataque, sino provocaciones que tenían que sacar las verdaderas intenciones de Lantolq. Ella torció su cuerpo, evadiendo la trayectoria de sus ataques, luego puso todo su impulso en el movimiento de Historia. Un fiero viento filoso dirigido de la hoja de un ejecutor rugió pasando la cabeza de Willem. [Ya veo.] Willem, quien se arrastró detrás de Lantolq, murmuro a sus oídos. [Me alegra que tus dudas desaparecieran. Pero, si es lo mejor que puedes hacer, no hay forma en que yo—] [¡¡Ahhhhh!!] P á g i n a | 209 Cerca, él escuchó el poderoso grito de guerra de una tercera hada. — ¿Qué? Tiat. Ah, eso es. Lo olvide. Aunque nadie más que yo la trajo por primera vez a esta ciudad. Esta chica también es un hada. Una Kaliyon blandida por un guardián de Regul Aire. Un buen sucesor para nosotros los Braves. — ¡Ignareo! La Kaliyon la cual Tiat tenía, Ignareo, ni en sueños era una espada de alta clase. A lo mejor, era una espada estándar solo mejor que los modelas producidos en masa. Es un Talent personalizado que no hacía nada más que no sobresaltar la espada. — ¿Ella ya consiguió blandirla? ¿¡Cómo le hizo para crecer rápido!? Claro, este era el resultado del que Willem le diera toda su atención a Aiseia y Lantolq. Su incesante dolor de cabeza tampoco ayudaba. Pero aún así, ser capaz de acercase sin que Willem lo notara le hacía merecedora de algo de admiración. En primer lugar, el Talent de una espada no era algo que pudiese ser comprendido en seguida. Si uno no se enfrentaba cara a cara con una espada, era imposible incluso tener el sentimiento de qué hacer o qué pasaría. Ella se hizo un buen soldado. Willem recordó las palabras que un doctor Kikuroppe menciono una vez. Ah, tenías razón. Al punto. Eres un gran doctor. Sin embargo, Tiat dio un paso a la izquierda. Willem alejó a Lantolq y se dio la vuelta para enfrentar a la recién llegada. Tenía el espíritu e impulso, y sin dudas o vacilaciones que entorpecieran sus movimientos. Pero ella tenía una severa falta de estatura, fuerza física, técnica, y experiencia. Aunque un completo ataque sorpresa podía conseguirlo, dado que Willem Kumesh tenía el tiempo para responder a su ataque significaba que no había esperanza— [¿…Ah?] P á g i n a | 210 Una gigante hoja parecía estar pegada al pecho de Willem. Esa forma es familiar para él. Una de las más grandes espadas santas ancestrales, Seniolis. — ¿Kutori? No, eso no puede ser. Pensamientos de confusión pasaron por su cabeza, Willem trato de voltear. Aunque, su cuerpo, se entieso. Con un doloroso esfuerzo, él se las arregló para al menos voltear su cabeza. [Ah… uh… ah…] Allí, él encontró una cara llena de lágrimas. Era una cara que conocía bien, y también una cara que él no esperaba. [¿La… kish?] [Uah, ah… W-Will… em…] ¿Por qué está aquí? Aun es una niña… espera, no. Muy mal. Los niños crecen. Si los pierdes de vista por un momento, ellos cambian. Mientras Willem se alejaba, nuevas fuerzas habían crecido unas tras otra en el almacén de hadas. […Haha.] Me alegro, Willem pensó. La mitad de las almas rotas de niños que apoyan a esta mitad del mundo roto hasta ahora. Como pensó, son realmente fuertes. Más fuertes que él, quien había estado perdido en el camino todo este tiempo. No había de que preocuparse por el futuro. Incluso si él no estuviera con ellas, incluso si él no pudiera hacer más por ellas, ellas estarían bien. Él finalmente podía poner fin al período de esta historia de un Brave fallido, la cual continuaba hasta ahora por repetidas palabras sin significado y repetidos pasajes. P á g i n a | 211 [Nada mal. Apenas lo lograste.] Willem se río. Sangre salía de su boca. [Ahh, pero Lakish. Para usar a Seniolis, todavía te hace falta llenar algunos puntos. Si vas contra un inmortal, entonces usa apropiadamente a ese chico como un asesino de inmortales. Eres increíble, digo, te las arreglaste para sellar al Visitor Elq Harksten por 500 años.] [¿Eh…?] [Ve con cuidado. Esto es lo que hace.] Willem puso su palma en la hoja. Las Kaliyons incrementan su Venom en respuesta a la fuerza de su oponente. Willem ya no podía incinerar Venom, pero un exceso de poder fluía dentro de Seniolis. Todo era suficiente para activar el milagro de Seniolis. Leves sonidos llenaron el aire y se armonizaron, haciendo sonidos como si él estuviese tocando una torpe canción de cuna en un arpa. Como una de las más grandes espadas sagradas ancestrales, se decía que Seniolis es de calidad superior entre el vasto número de Kaliyons. Como resultado, solo un número limitado de personas podían blandirla. Las condiciones, cuando se describen propiamente serían algo así. Alguien que no tenga un lugar al que llamar hogar, alguien que se rindiera en regresar al lugar que anhelaba regresar, alguien que arrojara por completo su futuro. Solo alguien así podía ser calificado para blandir a Seniolis. No solo aquel cuya vida estuviera llena de tragedia. No solo aquel que vencía la tragedia. No solo esos sin esperanzas. No solo aquel que arrojaba la esperanza. Solo aquel que tuviera un fuerte deseo por el futuro, pero aceptaba que tal futuro nunca sería obtenido podría tomarse de esta espada y llegar a un futuro diferente. Esas fisuras en la larga espada se abrieron. Débil luz fluía de las brechas. El Talent personalizado de Seniolis, la más poderosa Kaliyon en el mundo humano, se revelo. Ese poder, el poder de llevar a la muerte a nada y todo, aceptándolo sin excepciones, incluso los seres inmortales. La débil luz gradualmente se debilito, luego se esfumo. [¿Técnico…?] Lantolq miro arriba y murmuro suavemente. P á g i n a | 212 [¿Willem…?] Sin nadie que llevara la Ignareo ella la llevo de arriba de su cabeza hacia abajo, Tiat con la mirada vacía llamó a su nombre. [Uuu… uaaahh…] Lakish simplemente lloró y lloró. Idiotas. Willem ya no podía usar su voz, por lo que río amargamente en su mente. Ganaron. Derrotaron a una Bestia peligrosa y salvaron a la isla. Son héroes. Probaron su valor. Aseguraron su futuro con sus propias manos. Y sean felices. Regocíjense. Si ustedes solo van a llorar, ¿por qué estoy aquí en el suelo cerca de morir? Todo es la culpa de Aiseia. Ella echo a perder todo, y mi plan de ser el villano se arruino todo. Ahh, maldita sea, ¿no es así? Siempre tratas de dar lo mejor de ti desesperadamente, eso es de ti. Él sintió que alguien se río de él. Era una voz que él no había sido capaz de escuchar. Él sabía que es una alucinación. Pero, él estaba alegre de escuchar su voz una última vez. Él tenía muchas palabras que quería decirle. Muchos sentimientos que quería transmitirle. Pero él no tenía el tiempo y la compostura para hacerlo. Muchas gracias. Todo lo que pudo hacer era pronunciar esas dos palabras en su mente. De pronto, su campo de visión se tornó negro, como si una cortina se hubiese bajado. Una sensación de flote lo envolvió. Él sintió como si él hubiera empezado a caer eternamente en un interminable abismo. En lo más profundo él iba a una vasta oscuridad. Mientras tanto, en la 2da Isla Flotante, Nephren abruptamente se dio la vuelta. Antes de situarse en un bizarro jardín en el cual las 4 estaciones se mezclaban y revolvieran juntas. Y más allá de eso yacía el único cielo azul, moviéndose por siempre y para siempre de esa manera. P á g i n a | 213 [¿Qué ocurre?] El Gran Sabio pregunto. Nephren no respondió. A cambio, ella murmuro. […Ese idiota.] Una sola y pequeña lágrima bajo de su mejilla antes de caer al suelo. P á g i n a | 214 P á g i n a | 215 ¿Puedo Quedarme a tu Lado? Normalmente, la vida diaria siempre está al borde de llegar al final. La repetición de cada día, todo al borde del fin, formaba esa normalidad. Algunas veces recién llegados podían entrar, pero al mismo tiempo otros debían irse. Cambiando de poco en poco, continuando con todo hasta ese momento cuando te encuentras con el verdadero final. Los periódicos reportaban el ataque por un grupo de Bestias realizado por la Orden del Servicio de Aniquilación Histórica. Debido a su ya esparcida reputación como un grupo de violentos buscapleitos, los periódicos naturalmente lo asimilaron y se lo hicieron creer a la población. En cuanto a qué tipo de transacción tomo lugar entre Elpis y Collinadiluche, y también la Guardia Alada, nadie lo sabía. Moralmente hablando, decir la verdad sería lo ideal, pero, en el peor escenario, eso podía llevarnos a una guerra. Sin embargo, sin nada más, la Fuerza de Defensa Nacional Elpis sufrió una mayor pérdida de influencia como resultado del incidente. Al parecer también hubo un gran cambio de personal en los altos mandos de la Guardia Alada, por lo que es seguro decir que Elpis ya no será capaz de hacer algo similar pronto. — También vale la pena mencionar que, en una esquina del periódico, había un pequeño articulo reportando el descubrimiento de la mutación de un Ogro en las afueras de Collinadiluche. Elq Harksten regreso a casa. Este hecho literalmente conmociono a la 2da Isla Flotante, una tierra consagrada y también el lugar más secreto en todo Regul Aire. P á g i n a | 216 [WaaaaaaahhhhhhElqqqqqqq.] Gritando un gigante esqueleto negro. Aquel que Duerme en la Muerte. Aquel que Brilla en la Oscuridad del Jardín de Luz. Conocido por varios nombres, Ebon Candle, uno de los tres del Poteau, arrojando toda dignidad y simplemente gritó y gritó. Una extraña luz brillaba y se apagaba violentamente en el interior del socket al interior de sus ojos, y sus dientes sin labios resonaban vigorosamente. [E-Estoy tan alegre que estés a sssaaalllvvvooooooooo.] [Cierra el pico inútil zoquete.] Un gran pez rojo flotante lo regañó. También uno de los tres del Poteau, Carmine Lake se movía en el aire alrededor con inquietud, sin intentar ocultar su irritación. [En primer lugar, ¿¡qué diablos has estado haciendo por 500 años!? Quiero decir, entiendo que usaste el alma del maestro para proteger al mundo y todo eso, pero, después de todo ese tiempo, ¿cómo es que no hiciste ningún progreso en las reparaciones de la nave estrella?] [¿¡Q-Qué se suponía que hiciera!? ¡Mírame! Ni siquiera tengo el poder suficiente para reparar mi propio cuerpo físico.] [¡Eso es porque malgastas tu energía! ¡Solo hunde esta estúpida isla flotante y ya!] [¿¡Crees que puedo hacer tal cosa!?] [¡Tranquilos ustedes dos!] Elq grito, metida entre los dos Dioses. [Pero Elq, si no nos damos prisa y hacemos que este chico recupere su poder y deshacemos la maldición, estarás en ese cuerpo medio muerto para siempre, ¿sabes? ¿No quieres regresar a tu forma original lo más pronto posible?] [E-Eso es un poco optimista, pero…] Ebon Candle comentó. [Estoy bien.] Dijo Elq. [¿Huh? ¿Hm?] Los dos Dioses levantaron su voz en confusión. P á g i n a | 217 [Estoy bien de esta manera.] [¿¡P-P-Por qué!? Si no regresas apropiadamente a la vida, incluso si arreglamos la nave estrella, tu cuerpo no será capaz de montarlo, ¿sabes? No serás capaz de dejar este mundo, ¿lo sabías?] [No quiero ir a ninguna parte. Me gusta este mundo.] [¡No no no! ¡Este mundo va a su fin! ¡Difícilmente hay algo aquí! ¡Es solo cuestión de segundos antes de que no haya nada!] [Pero, todavía quedan unos cuantos segundos.] [¿¡De dónde viene esa actitud!? ¡Hey, Ebon Candle, di algo también!] [¿H-Hm?] El ruidoso esqueleto dientón estaba confundido mientras de pronto era arrastrado a la conversación. [¿Te encontraste con alguna buena persona mientras vivías en las Islas Flotantes?] […Sí.] [Ya veo, ya lo veo. ¿Encontraste a alguien especial en el que estés interesada?] […......No, exactamente no.] [¡Aguarda! ¿¡Qué tipo de preguntas haces!? ¿¡Y qué tipo de respuestas son esas!?] [Él solo es un poco apuesto. Kutori y Leila bajaron mucho sus estándares.] [Ya veo, ya veo.] Como un amable y gentil anciano, el esqueleto se río levemente y asistió repetidamente. P á g i n a | 218 Alrededor de ellos, el pez flotante daba vueltas y vueltas, gritando de esto y aquello. Mientras tanto, Nephren veía el intercambio sin emociones. Carmine Lake todavía no adquiría una forma física o lo que fuera, a cambio residía en una parte de la mente de Nephren. Aunque, mientras Nephren se quedara en esta barrera especial que rodeaba la 2da Isla, Carmine Lake podía moverse y actuar libremente sin límites. Ella menciono acerca que la isla es un archivo de los modelos primarios del mundo, y Carmine nunca explico los detalles. Nephren deseo tener un libro. [Kaiya.] Ella lo dijo a la joven Ayrantrobos, sirviente de Ebon Candle. [¿Sí, señorita Nephren?] [¿Qué hay para cenar hoy?] [Aún no lo decido, pero, ya que las frutas del jardín de verano están buenas, creo que haré algo con ellas.] [De acuerdo, te ayudaré luego.] Nephren lo dijo, luego empezó a salir del cuarto. [¿A dónde vas?] [Con Willem.] El cadáver de Willem Kumesh había sido llevado a la 2da Isla Flotante y se almaceno en un profundo y aislado lugar. Ebon Candle sugirió que lo volvieran a colocar en un pedazo de hielo, pero Elq y Nephren rechazaron esa idea. En lugar, lo colocaron en una decorativa y ordenada cama, donde él ahora yacía muerto, casi como si simplemente durmiera en paz. [¿…Tienes frío?] Nephren tocó la mano de Willem. Fría. P á g i n a | 219 P á g i n a | 220 [¿Te sientes solo?] Ella tocó su mejilla. Fría también. Ella quería poner una manta sobre él, pero, claro, hacerlo no tendría ningún significado. Ella quería recostarse a su lado y dormir, como lo hacía a menudo en ese entonces, pero, otra vez, hacerlo ya no tendría ningún significado. [Ebon dijo que no sería difícil revivirlo.] Ella llego sin que Nephren lo notara, pero Elq se paró en la entre puerta. [Él es igual que yo. Si la maldición de Seniolis se desaparece un poco, él se convertirá en un no-cadáver y volverá a la vida.] [Aunque, como una Bestia, ¿cierto?] [Desde luego, pero no te importa, ¿cierto? Al cabo que también eres una Bestia.] [Es absurdo.] Nephren agito su cabeza. [Tomar a un Willem roto para mi sola no me traerá ninguna dicha. Yo no…] Ella pensó un poco. [No quiero hacerlo infeliz.] [Hmph. También tienes un mal sabor de boca.] Elq lo dijo, sin sorprenderse, y dio un paso adentro del cuarto. Luego, animosamente, se tiró al lado de Willem. [¿Qué estás haciendo?] Nephren pregunto. [Descansando.] [¿Por qué aquí?] [Sin ninguna razón en particular. Solo me sentí calmada aquí… ¡Ow!] Jalando su oreja, Nephren arrastro fuera de la cama a Elq y la saco del cuarto. P á g i n a | 221 [No se duerman juntos.] [¿¡Por qué no, por qué no!? Ambos somos cadáveres, así que no hay problema, ¿cierto?] [Ese es mi asiento asignado. No lo dejaré por ningún cadáver o Dios.] [¡Eso es tiranía!] Dentro de un sueño, él podía ver el naranja del cielo crepuscular mientras se hundía en el oscuro horizonte. Parado sobre un pequeño apoyadero el cual parecía estar hecho de hexágonos cenicientos. Además de ese apoyadero, solo un vacío de nada más de negro yacía debajo. Solo la mitad del sol de la tarde desapareció y apenas permanecía el existente apoyadero allí. Nada más. Era un mundo envejecido, al borde del final, al borde de perecer. En ese lugar, estaba un joven. Con nada que hacer ni pensar, él simplemente veía al sol hundirse sin emociones. De la nada, el joven notó una presencia a su lado: una pequeña lámpara de cristal yacía en el suelo. ¿Qué es eso? Como lo veía, la lámpara empezó a emitir un ruidoso ruido luego se separó, hinchó, encogió, y, al final, tomo una forma similar al de una persona, — Ah, ya veo. Esta es la Bestia en mi interior, el joven se dio cuenta. No era más que la mitad de su ser el cual despertó luego que el tragara los fragmentos del Shiantor. Como cuántos cientos o miles de años él no lo sabía, pero él debió ser el prójimo con esta cosa en la historia humana. Sin embargo, ellos nunca se conocieron. Nunca notaron la existencia del otro. [Hey, tú.] Él fue llamado, pero no se movió. [Gusto en conocerte… esto suena algo raro. Ya que hemos estado juntos todo este tiempo.] Aún sin responder. La Bestia simplemente estaba parada allí, sin ver a algún lugar en particular. [Perdón por siempre ignorarte. También eres una víctima, huh.] P á g i n a | 222 Como antes, aún sin respuesta. En lugar— [—Yo.] Escuchando una voz familiar, él se dio vuelta. Allí, iluminado por el desvanécete cielo escarlata, él encontró la vieja y nostálgica cara de un hombre. [Maestro bueno para nada.] [Parece que has pasado por muchas cosas. ¿Te arrepientes de algo?] [Tantas que no puedo contar.] [Me alegra escucharlo.] Sentándose a la par de Willem. Nils se río. [Eso prueba que llevaste una buena vida hasta el final.] Willem no pensó que era algo para reírse. [Al fin lo entiendo. Esos chicos querían ir a casa.] Él lo dijo mientras veía el terrón de cristal a su lado. [¿Hm?] [Ellos quieren reclamar ese océano ceniciento. Los Visitors lo robaron. Además, ellos lo robaron porque ellos anhelaban un hogar. Como resultado de esa choque de nostalgia, la tierra cayó en ruina, y esos quienes perdieron su hogar fueron llevado arriba a Regul Aire. Todos querían regresar a casa. Solo querían reclamarla.] Los movimientos del sol movieron ligeramente la sombra de Nils. P á g i n a | 223 [No hay necesidad que el mal destruya el mundo. Siempre empieza con un pequeño donde nadie puede encontrar al culpable. Esa pequeña cosa nos lleva a un simple final.] [Tienes razón. Este mundo no tiene salvación.] Nils lo dijo mientras rascaba su cabeza. [Casi es tiempo para que me vaya también. Solo puedo detenerme en un mundo y usar mi poder como Visitor seis veces, y usé el último en sellar tus recuerdos. Ahora necesito buscar un nuevo mundo y empezar otro viaje.] […Así que eras un Visitor, huh.] Debía ser un hecho impresionante, Pero Willem no estaba particularmente sorprendido, quizás es debido al extremo cansancio de su mente, o quizás porque, desde el comienzo, él se dio cuenta que no importaba qué la verdadera identidad de este hombre no fuera al menos un poco sorprendente. [¿Quieres ir?] [¿Huh?] [Este mundo ya está llegando al fin. Estás muerto, y no hay nada que puedas hacer. ¿Qué tal si vienes conmigo a un nuevo dominio? Si todo va bien, puedes ser capaz de vivir una vida más fácil. Al menos, serás capaz de vivir una vida más buena que solo estar muerto por toda una eternidad aquí.] [Ah…] Willem pensó un poco. [Y en otras palabras, ¿me dices que también me vuelva un Visitor?] Nils asistió amargamente. [Eso suena divertido.] [Creo que puedes estar bien no importa a dónde vayas.] P á g i n a | 224 [Quizás.] Es duro perder tu hogar. Doloroso. Pero él era capaz de respaldarlos. Él era capaz de pensar en un nuevo lugar como hogar. Esa experiencia y esos recuerdos ahora se volvieron en valiosas posesiones para él. [Al final, no pude hacer nada por ti o este mundo. Y esta es la última cosa que puedo hacer por ti como un maestro bueno para nada.] Nils lo dijo, viendo al terrón de cristal con sus ojos. [Justo ahora, ustedes apenas están separados. Puedo dejar a la Bestia aquí y sacarte.] [Ah… de eso es lo que estás hablando, huh.] Willem lo dijo mientras se rascaba su cabeza. [Perdón, pero, no puedo ir.] [Ya veo.] Nils asistió. [Perdí mi hogar, perdí mi lugar al que regresar, ha sido doloroso y miserable. Pero. Siempre es posible encontrar un nuevo lugar. Cualquiera puede.] Esas valientes personas que llaman hogar a Regul Aire una vez fueron residentes de la tierra. ¿Cuánta sangre fue regada antes que fueran capaces de aceptar su nuevo hogar? [Pero no va bien si tratas de apresurar las cosas. Toma tiempo.] Willem continúo. [Soportarlo luego del dolor de perder. Encontrarse a alguien nuevo. Acostumbrarse a un nuevo lugar. Todos ellos fallaron. Los Visitors, y las Bestias también. Trataron de reclamar su hogar con todo, por lo que escogieron el método equivocado. Bueno, al principio tampoco me di cuenta. Pero, si tratas de levantar tu cabeza y ver a tus alrededores, algunas veces, justo a tu par, allí estará alguien que te lo enseñará.] Willem cerró sus ojos. En su caso, ¿quién estuvo a su lado? Grick, Naigrat, Nephren… Kutori. Ellos le enseñaron tanto que casi parecía un desperdicio. Ellos lo salvaron, quien había sido arrojado más allá del fin del mundo. [Quiero estar al lado de esos chicos.] P á g i n a | 225 [¿Estás diciendo que quieres hablar con ellos? Es imposible. Tu estructura mental y modo de vida es diferente, ¿lo sabías?] [Lo sé. No estoy soñando en grande.] En un gesto de amistad, Willem envolvió en sus brazos el terrón de cristal. [Esos chicos no pueden ver nada excepto el mundo de su hogar. Lo que perdieron está a su vista. Es por eso que ellos no aceptan a Regul Aire, y es por eso que están desesperados en acabarnos. Es frustrante, ¿no? Es por eso que quiero hacer algo por ellos. Dejando el pasado, algo extraño está a mi lado ahora. Quiero ayudarlos a pensar así.] [¿Eres estúpido?] [He estado empezando a sospechar de mí mismo últimamente.] Los dos se rieron juntos por última vez. [En serio que eres un chico ocupado, preocupándote por el fin del mundo incluso luego de morir.] [Bueno, parece que es todo lo que puedo hacer, viendo como nunca pude ser alguien.] […Ah—] Mientras empezaba a decir algo, la silueta de Nils de pronto empezó a desvanecerse. [Eso está bien, ¿no? Es de ti.] [He estado empezando sospechar eso de mí últimamente también.] Con eso, su conversación llego a un alto. Sentados lado a lado, los dos veían el sol de la tarde sin emociones. Al repentino saque de su trance y viendo a su lado, Willem ya no vio más señales de Nils por ninguna parte. P á g i n a | 226 Él ahora estaba solo con el terrón de cristal, el fragmento de las convicciones de una Bestia ilusionaría, en este fin del mundo. […Bueno, parece que vamos a estar juntos por un rato.] Willem se acostó. El apoyadero tenía el suficiente espacio para ello. Arriba, no había nada, ni el cielo nocturno. [Oh, sí, será inconveniente si no tienes un nombre. ¿Debería de darte uno?] Él lo dijo sin prisa, entonces cerró sus ojos. — Un corto tiempo después. [¡Hey! ¡Espera, Eudea!] [¡Oh, cerca!] Dos chicas corrían por el vestíbulo de una casa inservible. El suelo se veía como si pudiese colapsar en cualquier momento, pero, las dos se acostumbraron a eso, las dos chicas corrían a toda velocidad, esquivando habilidosamente los lugares particularmente peligrosos. [La cena de hoy es una celebración para nuestras Senpais que regresan a casa, así que no podemos comer antes. Se los dije, ¿cierto?] [Bueno, huele delicioso. ¡Tú cocina es muy buena! Estoy segura que nuestras hermanas estarán contentas, mhm. Claro, yo también estoy satisfecha.] [¡Aah, eres una molestia! ¡Déjame golpearte una vez!] [¡No!] P á g i n a | 227 [Las dos, quietas.] [¿Qué, esas dos otra vez?] [Hey hey, hagamos una apuesta. ¿Quién crees que ganara hoy?] [Ooh, buena idea. Apuesto el postre de hoy para Eudea.] [Bien, entonces yo iré al contrario… Tazeka, ¿también te quieres unir?] [¿Hm? Ah… entonces le apuesto a Kana. También el postre de hoy.] [Eh, ¿por qué? Esto es con Eudea y Almita.] [Sí, lo puedo ver.] Sacando sus cabezas fuera de la ventana de aquí y allá, las chicas observaban al par escapar dramáticamente. [—Hoy es tan vivido como siempre, huh.] En otro sitio dentro de la misma casa, en el cuarto de referencia, una chica de cabello rubio se sentaba en una silla de ruedas riendo animosamente. [Están levantando polvo, así que apreciaría que no corrieran tanto. Limpiar nos llevara mucho tiempo.] Mientras pasaba un bulto de documentos, una señorita de cabello rosado se río. [Este es el destino de este domicilio. Creo que realmente puedo tener una buena renovación en algún momento pronto.] P á g i n a | 228 [Es cierto.] La señorita de cabello rosado, Naigrat, puso un dedo en su mejilla e incluso su cabeza. A menudo decía que la verdadera edad de un Troll rara vez se veía por fuera. Como prueba de ese estereotipo, la apariencia de Naigrat difícilmente cambió desde aquellos momentos. [Los recueros están gravados en todo el lugar, siempre que pienso en contratar trabajadores, me detengo en el último momento. ¿Recuerdas los entallados en el muro de la cafetería? Son de cuando Noft y Lantolq lo usaban para comparar su estatura.] [Ah, también hacían esas marcas a menudo y no podíamos decir qué marca pertenecía a quién.] La chica de cabello rubio sonreía con una nostálgica mirada en sus ojos. [Hablando de ellas, ¿parece que podrán venir este año a casa?] [Lastimosamente, no parece que vaya a suceder. Su actual trabajo está muy lejos.] [Ah, es una lástima.] Muchas cosas pasaron. Por ejemplo, las reglas que restringían la libertad de las hadas, algunas condiciones adjuntas. Como resultado, unas cuantas hadas adultas ahora viven fuera del almacén de las hadas. Lantolq tiene un puesto extraoficial en la Compañía de Trato Orlandri manejando los asuntos relacionados al almacén de hadas y las Armas Excavadoras. Por otra parte, Noft actúa como un soldado de medio tiempo para la Guardia Alada, escoltando las travesías de los salvadores a la tierra para garantizar su seguridad. Amabas estaban trabajando muy lejos de la 68ava Isla Flotante. Ellas no podían regresar a casa tan simplemente. […Oh sí, ¿qué hay de Collon y las otras? ¿Aún no regresan?] [¿Eh? No, aún no. Debe ser por la tarde.] P á g i n a | 229 [Oh, pues bien, no tiene nada que ver. Hace un tiempo, pensé que vi a una aeronave no-civil aterrizar en el distrito puerto.] [¿Hace rato? Es extraño, no escuche de nada de eso.] Naigrat inclino su cabeza otra vez. Justo entonces, un suave golpe sonó en la puerta, y una chica metió su cabeza. [Disculpen, Naigrat y Aiseia. ¿¡Han visto a Riel!?] Las dos mujeres se vieron. [No. ¿Por qué?] [No puedo verla por ningún lado. Si ella salió a jugar al bosque otra vez eso es peligroso, así que me preocupe un poco.] Más que un denso bosque rodeando el almacén de hadas, grandes charcos de agua en difíciles lugares que ver. Para las inexpertas o jóvenes, podía ser un terreno muy arriesgado. [¡Oh no! ¡Necesito encontrarla!] Arrojando los documentos en su mano, Naigrat de inmediato se paró. [No creo que necesitemos preocuparnos mucho. ¿No estás siendo un poco sobreprotectora?] Aiseia comentó. [¡Ser sobreprotectora es el privilegio especial de un guardián!] Naigrat lo dijo con casi un grito, luego salió apresurada del cuarto de referencia. [Umm… ¿Qué debería hacer?] La joven dejada atrás lo dijo con una mirada confusa. [No creo necesites preocuparte.] Aiseia hundió sus hombros. P á g i n a | 230 [¡Kana! ¿Qué estás haciendo?] [Hehe. Tomar ventaja de esta deliciosa situación.] [¡E-Espera un segundo! ¡Espera que serás nalgueada!] [Ah… supongo que Tazeka ganó la apuesta.] [Hmm, nunca pensé que en realidad estuviera en lo cierto.] [¡E-Esperaaaaaa!] […El lugar de verdad es vivido, huh.] Aiseia, sola en el cuarto de referencia, sonrío con un poco de melancolía. Aún sentada en su silla de ruedas, ella llegó y tocó el cristal de la ventana. Una vez hace tanto, él y ella habían estado allí, más allá de la ventana, ese joven y esa chica que apresuradamente fueron por un final a su tiempo corto de vida. [Muchas cosas ocurrieron, pero estoy muy bien.] Ellos ya no están allí, por lo que Aiseia no tenía más que dar su reporte en la vaga dirección más allá del cielo azul. [¿Qué de ustedes? ¿Dónde están? ¿Qué están haciendo?] Una chica cayó del cielo. Juzgando por su figura, ella probablemente tenía menos de 10. Debió haber dado un paso en falso mientras caminaba en la rama de un árbol, ella ahora caía boca abajo. A ese paso, no habría duda que tendría una colisión violenta con el duro suelo, dejando una escena no apta para una pacífica tarde de primavera. [Uh oh.] El joven estiró sus manos y trató de atrapar a la chica. Sin embargo, al hacerlo su pie se deslizo, causando que él perdiera completamente el balance y cayera. Como resultado: P á g i n a | 231 [¿¡Ahggh!?] Él terminó bajo el cuerpo de la chica y dejo salir un gritó similar a un sapo aplastado. […Ouch.] [¡¡L-Lo siento!!] Luego de unos minutos de retraso, la chica, parecía haber entendido la situación, saltó en pánico. [¿¡T-Te lastimaste!? ¿¡Estás vivo!? ¿¡Tienes algún órgano aplastado!?] [Ah—Estoy bien. Soy más duro de lo que parezco.] Limpiando el sucio de su ropa, el joven se levantó. [Pero mira que me ensucie. Estás—] Él vio a la chica. Ella tenía el cabello azul de un cielo claro y ojos con el profundo color de la superficie del calmado océano. Él sintió que la vio antes. [¿—Hm?] Los dos cerraron los ojos y se congelaron. [¿Nos conocimos en alguna otra parte?] [¿N-No? No pienso así… probablemente…] La chica inclino su cabeza. [Nunca deje esta isla, y no eres de por aquí, ¿verdad?] [Ah—bueno, ha pasado tiempo.] Él respondió vagamente. [Ya que estás por este camino, ¿asumo que tienes algo que atender con nuestro almacén?] [Sí.] [Pues bueno, eres nuestro invitado. Sígueme, seré tu guía.] La chica se dio vueltas y empezó a caminar con un paso firme. El joven vio sin expresiones su espalda. P á g i n a | 232 [¿Qué sucede?] [Ah… no es nada.] Rascando su cabeza, el hombre empezó a caminar detrás de ella. [¡Riel!] Una voz sonó de la dirección en la cual se dirigían. Se acercaba. [Riel… ¡ah! ¡Allí estás!] Una mujer alta llego corriendo. [No me preocupes así. Cuántas veces necesito decirte que no puedes ir al bosque so…] [Perdón, pero, ah, había un extraño animal, bueno, se alejó, pero lo perseguí a ese árbol, y…] La explicación de la chica, tan ambigua como si fuera una excusa, se paró a la mitad. La mujer no la veía a ella. [De… ninguna manera.] La mujer murmuró con una voz estremecida, ambas manos cubrían su boca. [No… eso no puede ser…] [Perdón. He estado lejos por un buen tiempo.] [¿Eh? ¿Eh? ¿Eh?] La chica, incapaz de comprender la situación, rápidamente vio de atrás para adelante entre el joven y la mujer. Sin embargo, ninguno explico nada, a cambio simplemente intercambiaron miradas, como si algún mutuo entendimiento pasara entre ellos y solo ellos. [Estoy en casa.] El hombre lo dijo. Los ojos de la mujer se abrieron, pestaño, luego empezaron a caer lágrimas. Su expresión se tornó en una mezcla de llanto y gozo. Entonces, con una temblante voz y muchas pausas, hizo lo que pudo para responder. [¡Bienvenido… de vuelta!] P á g i n a | 233 Muchas gracias por seguir la serie conmigo (Lelouch), fue un trabajo que me tomo más de 7 meses en terminar, es la primera serie Novel que termino así que estoy feliz y más por el apoyo que me dieron, ha sido una historia realmente buena y el final lo fue aún más, el anime lamentablemente se quedo corto en adapatación ya que no adaptaron hasta el último libro, pero me quedo satisfecho con lo que hiciero, fue muy bueno y el OST realmente genial. Bueno, ahora qué va a pasar, como sabrán hay una secuela conocida como SukaMoka y cuenta los hechos que prosiguen de aquí, y los protagonistas cambían, siempre utilizando a los personajes de la serie. Bueno, ahora empezaré con el libro especial que está por el medio de una y la otra además de contar con parte de la historia de Leila, que es SukaSuka EX, y luego pasaré a lo otro, actualmente acaba de salir el 5 volumen de SukaMoka esto quiere decir que va para largo, pero bueno espero que hayan disfrutado la serie y que sigan apoyando mis proyectos. Atte: WisheSubs P á g i n a | 234 SukaSuka EX ya en traducción