¿POR QUÉ SE PIERDE LA VISIÓN? DOMINGO 7 DE SEPTIEMBRE SEPTIEMBRE DE DE 2014 El Señor tiene poder para dar vida en abundancia, tal como le sucedió a Lázaro, él fue resucitado por el Señor, y el mismo Jesús le puso como tarea a sus ministros que lo desataran y que le quitaran la venda porque también había perdido la visión para que viera como Dios lo miraba. DESARROLLO 1. Por codicia Números 22:31 Entonces el SEÑOR abrió los ojos de Balaam, y él vio al ángel del SEÑOR de pie en el camino, con la espada desenvainada en su mano, e inclinándose, se postró rostro en tierra; (LBLA) ( LBLA) Balaam era un personaje raro, era un profeta caído pero con los ojos abiertos, él se dejó seducir por Balac que quería que Balaam maldijera al pueblo de Dios, Balac insistió una vez y Balaam no aceptó porque sabía que Dios había bendecido a Israel, luego Balac insistió de nuevo con regalos, en esta oportunidad, Balaam fue a orar para ver la decisión y Dios le dijo que no maldijera al pueblo. Sin embargo, Balaam fue por su avaricia a las cosas materiales, Balaam fue torpe y ciego, se dirigió a pronunciar maldición contra Israel, él no miró al ángel del Señor, hasta un burro lo vio y Balaam no porque tenía sus ojos espirituales cerrados. El Señor nos abre nuestros ojos espirituales si renunciamos a toda codicia, a lo humano, a lo material, a las recompensas materiales. 2. Por miedo 2 Reyes 6:16 Y él respondió: No temas, porque los que están con nosotros son más que los que están con ellos. Verso 17 Eliseo entonces oró, y dijo: Oh SEÑOR, te ruego que abras sus ojos para que vea. Y el SEÑOR abrió los ojos del criado, y miró, y he aquí que el monte estaba lleno de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo. (LBLA) En este verso, el criado de Eliseo que es Giezi, él vio un ejército de enemigos que venía a atacar a Israel, Giezi se asustó tal como los discípulos temieron cuando una tormenta se desató mientras iban en una barca con Cristo Jesús. Giezi tenía los ojos cerrados por eso no podía ver la solución a su problema. Los judíos dicen que Eliseo fue uno de los más grandes profetas, a él sólo le faltaron cinco milagros para completar la cantidad de milagros que se narran de Jesús en los Evangelios, claro que Jesús hizo tal cantidad de milagros que no se pudieran escribir en todos los libros, como dice Juan. Eliseo hizo milagros como levantar aceros del agua, le multiplicó el aceite a la viuda que debía todo, ahora bien el Señor sigue haciendo milagros de multiplicación. Eliseo pidió que el Señor abriera los ojos espirituales a Giezi, para que pudiera ver el ejército espiritual de Dios que estaba a favor de Israel. El que tiene los ojos cerrados teme, el que tiene los ojos abiertos no teme sino que confía en el Señor, nosotros tememos a lo que no vemos. Eliseo vio a todos sus enemigos, les vio sus armas, pero también vio el ejército de Dios, ángeles inmensos con caballos que venían a defenderlos. Dios viene abriendo los ojos espirituales para que se vaya toda preocupación y para que podamos ver que Dios está con nosotros, los ojos abiertos nos dan seguridad para que veamos lo de Dios y no temamos. 3. Por malas coberturas y por falta de miel 1 Samuel 14:29 Entonces Jonatán dijo: Mi padre ha traído dificultades a esta tierra. Ved ahora cómo brillan mis ojos porque probé un poco de esta miel. (LBLA) Jonatán tenía sus ojos cerrados, él veía borrosamente por por dos razones: 1. Mala cobertura: existen coberturas que ponen leyes que hacen que el pueblo languidezca, que evitan que se coma del pan, el pan es una palabra que se le da a todos. La Biblia dice en (Éxodo 16:13) que el campamento fue cubierto por codornices (carne), Pueden haber coberturas carnales que hacen que las personas mueran. Existen púlpitos que no hablan de la Venida del Señor, sin embargo hay lugares donde se dice: ¡Maranatha!, estas coberturas tienen sus ojos abiertos. Jesús hizo una gran cantidad de milagros pronunciando el lenguaje Arameo que es el Lugar Santísimo, por ejemplo le dijo a la niña muerta: “Talita cumi”, al sordo le dijo en arameo “Efata”, pero la palabra aramea más hermosa es Maranatha, porque sabemos que veremos al Señor. Jonatán comió miel al no hacerle caso a la mala cobertura de Saúl. 2. Menospreciar la Palabra: El pueblo debe buscar la miel que es la Palabra de Dios que hace que los ojos brillen, por eso el salmista decía que la palabra era más dulce que la miel. El profeta Juan dijo que la palabra es dulce en la boca, pero amarga en el estómago, es fácil oírla pero difícil que la pongamos por obra, sin embargo debemos comerla. Muchos oyentes de Jesús se fueron y los mismos discípulos querían irse, pero dijeron: “¿A quién ir emos si sólo tú tienes Palabras de Vida Eterna?”. En tiempos de Josías, se encontró la Palabra de Dios y el rey se conmovió, lloró y se humilló hu milló porque oyó la Palabra. Hay cuatro cosas para que Dios nos escuche: a) b) c) d) Oír la Palabra Conmoverse por la Palabra Humillarse Llorar: porque si lloramos, Dios se conmueve, lo que sembramos con lágrimas, lo cosecharemos con gozo y regocijo. Dejemos que la Palabra nos desnude para que se nos abran los ojos espirituales y podamos ver las bendiciones que Dios tiene para nosotros. 4. Por falta falta de agua por tristeza y por amargura Génesis 21:19 Entonces Dios abrió los ojos de ella, y vio un pozo de agua; y fue y llenó el odre de agua y dio de beber al muchacho. (LBLA) Dios no quiere que nos desesperemos, porque él que prometió es ciertamente fiel. Abraham tuvo incredulidad, él se acostó con Agar para tener un hijo, pero Dios ciertamente le iba a cumplir la promesa con Sara, Sara dio un mal consejo al inicio, por eso nació Ismael pero después le dio un buen consejo, porque Dios trató a Sara, ella le aconsejó que Ismael se fuera de la casa, porque él había comenzado a burlarse de su hermano Isaac, esa palabra burla tiene una implicación mayor porque significa que buscaba sexualmente. Sara se formó mediante un trato del Señor y luego se volvió una buena consejera. El mismo Dios que le dijo a Adán que por oír a Eva había caído, el mismo Dios le dijo a Abraham que escuchara a Sara, y como la suma de la Palabra de Dios es verdad, entonces una mujer que teme a Dios, es buena consejera. En el verso, Agar pensó que Ismael se le iba a morir, ella tenía sus ojos cerrados para ver la solución de su problema, como se refleja en Génesis 2 : 5 Y el agua en el odre se acabó, y ella dejó al muchacho debajo de uno de los arbustos, Verso 16 y ella fue y se sentó enfrente, como a un tiro de arco de distancia, porque dijo: Que no vea yo morir al niño. Y se sentó enfrente y alzó su voz y lloró. (LBLA) . Agar vio lo malo, que Abraham la estaba botando, ella no entendía que si una puerta está cerrándose, otra se está abriendo. Los ojos cerrados ven lo que el humano puede hacer, el humano puede ayudar por un tiempo, luego ellos se cansan, pero Dios puede dar lo mucho, los ojos cerrados provocan que el corazón se endurezca aún con la familia, por eso Agar quiso dejar al niño morir, la Escritura dice que una mujer espantaba a las aves de rapiña para que sus hijos no fueran desechos por estos devoradores. Dios necesita mujeres que espanten todo espíritu inmundo de sobre sus hijos, que les digan que sus hijos son del Señor Seño r y no pueden devorarlos. Una persona con los ojos abiertos busca entender porque suceden los procesos, existen procesos en la casa para que busquemos al Señor, el que tiene los ojos abiertos no reniega de las pruebas. Ismael lloró, él clamó y eso hizo que Agar pudiera ver el manantial que estaba exageradamente cercano. Dios quiere abrirnos los ojos porque la respuesta a nuestro problema está más cercano de lo que creemos, levantemos nuestra mirada porque nuestra redención se acerca, Agar tenía sus ojos cerrados por la tristeza, por la decepción, por la amargura y por las fuentes humanas. El milagro que le dieron a Agar fue que se le abrieran los ojos espirituales para que vieran las bendiciones espirituales que Dios les tenía. Dios ya nos ha bendecido con todas t odas las bendiciones espirituales, lo que tenemos que pedir es que Dios nos abra los ojos para que la misericordia de Dios se manifieste en bendiciones que ya están. Un ejemplo en la escritura de pelear la bendición, se muestra con Israel que peleó toda la noche con un ángel, para que lo bendijeran, Jacob no lo soltó hasta que le diera la bendición, fue una pelea con llanto y gemido, en ese proceso, el ángel le tocó la pierna y le cambió la forma de caminar. En el Antiguo Testamento, hubo sanidades de leprosos, y Cristo también lo hizo, además hubo resurrecciones, que también hubo en el Antiguo Testamento. Pero hubo un tipo de milagro que no se veía, que era la sanidad de un ciego. Este milagro fue tan tremendo que cuando Juan mandó a preguntar si Cristo era el Mesías, Jesús le dijo: “Los ciegos ven”, ese milagro es tan importante que nos tocará decir como el ciego contestó: “Ante “Antess no veía y ahora veo”. CONCLUSIÓN Un ciego espiritual no puede ver las bendiciones con que el Señor lo ha bendecido, esto nos lleva a reflexionar sobre las razones por las cuales se puede perder la visión espiritual, las cuales son: 1. Por codicia: la avaricia de las cosas materiales hace que perdamos la visión espiritual como le sucedió a Balaam que por el amor al pago de Balac quiso maldecir al pueblo de Israel. 2. Por miedo: El miedo a los problemas nos enceguece evitando que veamos que Dios está en el asunto y que un ejército de ángeles nos defienden, este fue el caso de Giezi que no miraba el ejército de ángeles a caballo que los defendían. 3. Por malas coberturas y falta de miel: Una mala cobertura impide que tengamos acceso al alimento, Jonatán no podía comer miel porque Saúl le había prohibido al pueblo comer cualquier cosa, cuando Jonatán comió, sus ojos brillaron, él comió alimento espiritual, tuvo revelación y su visión fue restaurada. 4. Por falta de agua, por tristeza y por amargura: Agar estaba triste y amargado por no tener agua, ella tenía su visión espiritual enceguecida y no podía ver el manantial que tenía frente a ella, el ciego no ve que el Señor ya nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales, y no ve que tiene t iene que pelear por la bendición. Amén y Amén.