Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Access Provided by: Williams Ginecología, 4e CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales INTRODUCCIÓN Los tumores ováricos malignos se clasifican en tres categorías principales. La organización de estos grupos se basa en las estructuras anatómicas de las cuales se originan las neoplasias (figura 36–1). Los cánceres ováricos epiteliales representan de 90%–95% de los tumores malignos de las gónadas femeninas (capítulo 35, Cáncer ovárico epitelial, Introducción). Los tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales constituyen de 5%–10% restante y tienen cualidades únicas que necesitan un tratamiento especial (Quirk, 2005). Figura 36–1. Orígenes de los tres tipos principales de tumores ováricos. TUMORES OVÁRICOS MALIGNOS DE CÉLULAS GERMINALES Los tumores de células germinales se originan en los elementos primordiales de las gónadas femeninas y comprenden un tercio de todas las neoplasias ováricas. El teratoma quístico maduro, también llamado quiste dermoide, es por mucho el subtipo más frecuente. Esto representa 95% de todos los tumores de células germinales, es benigno desde el punto de vista clínico y se analiza en el capítulo 10 (Masas anexas benignas, Quistes ováricos neoplásicos benignos). De los cánceres ováricos malignos, los tumores de células germinales componen sólo 2%–3% e incluyen disgerminoma, tumor del saco vitelino, teratoma inmaduro y otros tipos menos frecuentes. Tres características clínicas distinguen los tumores malignos de células germinales de los cánceres epiteliales de ovario. Primero, las personas casi siempre son más jóvenes, por lo general en la adolescencia o a los 20 años de edad. La mayoría tiene enfermedad en la etapa I en el momento del diagnóstico, por último, el pronóstico es excelente, incluso para las personas con enfermedad avanzada, debido a la alta quimiosensibilidad tumoral. La cirugía conservadora de la fertilidad es el tratamiento primario para las mujeres que buscan un embarazo futuro, aunque la mayoría requerirá quimioterapia2023­2­27 después de la intervención Downloaded 1:40 A Your IP isquirúrgica. 132.248.9.8 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Epidemiología Page 1 / 34 En Estados Unidos, la incidencia de los tumores ováricos malignos de células germinales, ajustada por edad, es mucho menor (0.4 por cada 100 000 disgerminoma, tumor del saco vitelino, teratoma inmaduro y otros tipos menos frecuentes. Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Provided de by: ovario. Primero, las personas casi Tres características clínicas distinguen los tumores malignos de células germinales de los cánceresAccess epiteliales siempre son más jóvenes, por lo general en la adolescencia o a los 20 años de edad. La mayoría tiene enfermedad en la etapa I en el momento del diagnóstico, por último, el pronóstico es excelente, incluso para las personas con enfermedad avanzada, debido a la alta quimiosensibilidad tumoral. La cirugía conservadora de la fertilidad es el tratamiento primario para las mujeres que buscan un embarazo futuro, aunque la mayoría requerirá quimioterapia después de la intervención quirúrgica. Epidemiología En Estados Unidos, la incidencia de los tumores ováricos malignos de células germinales, ajustada por edad, es mucho menor (0.4 por cada 100 000 mujeres) que la de los carcinomas ováricos epiteliales (15.5) (Quirk, 2005). Smith y colaboradores (2006) analizaron 1262 casos de células germinales ováricas malignas desde 1973 hasta 2002 y observaron que las tasas de incidencia habían disminuido 10% en los últimos 30 años. A diferencia de un pequeño porcentaje de carcinomas ováricos epiteliales, los tumores de células germinales malignas no suelen considerarse hereditarios, aunque hay informes de algunos casos familiares (Galani, 2005; Stettner, 1999). Dichas tumoraciones son las neoplasias malignas ováricas que se diagnostican con mayor frecuencia en la infancia y la adolescencia, aunque sólo 1% de todos los cánceres ováricos se desarrolla en estos grupos de pacientes. Sin embargo, a los 20 años de edad la incidencia de carcinoma ovárico epitelial empieza a elevarse y rebasa a la de los tumores de células germinales (Young, 2003). Diagnóstico Cuadro clínico Los signos y síntomas relacionados con estos tumores son diversos, pero en general la mayor parte se debe al crecimiento tumoral y a las hormonas que la neoplasia produce. El síntoma inicial en 85% de las pacientes es el dolor abdominal subagudo, y refleja el crecimiento rápido de un tumor unilateral grande cuya cápsula se distiende o experimenta hemorragia o necrosis. En 10% de los casos, la rotura de un quiste, su torsión o la presencia de hemorragia intraperitoneal causan un cuadro abdominal agudo (Gershenson, 2007). En casos de enfermedad más avanzada puede ocurrir ascitis, la cual es capaz de provocar distensión abdominal. Por los cambios hormonales que a menudo acompañan a estos tumores, la menstruación puede tornarse abundante o irregular. Aunque la mayoría de las mujeres nota uno o más de estos síntomas, 25% permanece asintomático y se descubre una masa pélvica inesperada durante la exploración física o un estudio ecográfico (Curtin, 1994). Las pacientes casi siempre buscan atención en el mes siguiente al inicio de las molestias abdominales, aunque algunas notan un sutil ir y venir de los síntomas durante más de un año. Son comunes los síntomas pélvicos inespecíficos durante la adolescencia por el inicio de la ovulación y por los cólicos menstruales. Como consecuencia, pueden pasarse por alto los síntomas iniciales. Además, las mujeres jóvenes pueden guardar silencio con respecto a los cambios en sus patrones normales debido a temor por su significado. La mayor parte de las mujeres jóvenes con estos tumores es nuligesta y tiene menstruaciones normales, pero como se revisa más adelante, la disgenesia gonadal es un factor de riesgo conocido para el desarrollo de tales neoplasias (Brown, 2014b). Por tanto, es necesario descartar disgenesia gonadal en adolescentes que presentan una masa pélvica y menarca retrasada (capítulo 17, Amenorrea, Hipogonadismo hipergonadotrópico). El hallazgo físico más frecuente durante la exploración pélvica es una masa palpable, sin embargo, en niñas y adolescentes es difícil realizar un examen de este tipo o un estudio ecográfico transvaginal completo, lo cual a veces retrasa el diagnóstico. Por consiguiente, en ocasiones las pacientes que aún no presentan la menarca requieren una exploración bajo anestesia para valorar en forma adecuada la sospecha de un tumor en los anexos. El resto de la exploración física debe enfocarse a buscar signos de ascitis, derrame pleural y organomegalia. Pruebas de laboratorio En pacientes con sospecha de un tumor maligno de células germinales debe solicitarse la medición de los marcadores tumorales de gonadotropina coriónica humana (hCG, human chorionic gonadotropin) sérica y α­fetoproteína (AFP), una biometría hemática completa y pruebas de función hepática antes del tratamiento. Una alternativa es cuantificar la concentración del marcador tumoral apropiado en el quirófano si el diagnóstico no se sospechó antes (cuadro 36–1). La identificación preoperatoria del cariotipo en mujeres jóvenes con amenorrea primaria y sospecha de tumor de células germinales permite aclarar si deben extirparse ambos ovarios, como en el caso de aquéllas con disgenesia gonadal (Hoepffner, 2005). Cuadro 36–1. Marcadores tumorales séricos en tumores ováricos malignos de células germinales. Histología α­fetoproteína (AFP) Gonadotropina coriónica humana (hCG) Downloaded 2023­2­27 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, Disgerminoma − ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Tumor del saco vitelino + ± − Page 2 / 34 coriónica humana (hCG, human chorionic gonadotropin) sérica y α­fetoproteína (AFP), una biometría hemática completa y pruebas de función Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM hepática antes del tratamiento. Una alternativa es cuantificar la concentración del marcador tumoral apropiado en el quirófano si el diagnóstico no se Access Provided by: sospechó antes (cuadro 36–1). La identificación preoperatoria del cariotipo en mujeres jóvenes con amenorrea primaria y sospecha de tumor de células germinales permite aclarar si deben extirparse ambos ovarios, como en el caso de aquéllas con disgenesia gonadal (Hoepffner, 2005). Cuadro 36–1. Marcadores tumorales séricos en tumores ováricos malignos de células germinales. Histología α­fetoproteína (AFP) Gonadotropina coriónica humana (hCG) Disgerminoma − ± Tumor del saco vitelino + − Teratoma inmaduro ± − Coriocarcinoma − + Carcinoma embrionario + + Tumor mixto de células germinales ± ± Poliembrioma ± ± Imágenes En la mayoría de los casos, la ecografía puede mostrar de manera adecuada las cualidades que casi siempre caracterizan las masas ováricas benignas y malignas (cuadro 10–2). Los quistes ováricos funcionales son mucho más frecuentes en mujeres jóvenes. Una vez que estos quistes hipoecoicos, pequeños y de paredes lisas se identifican por vía ecográfica, es posible observarlos. Los teratomas quísticos maduros suelen presentar rasgos característicos cuando se obtienen las imágenes (capítulo 10, Masas anexas benignas, Teratoma ovárico). En cambio, la apariencia de los tumores malignos de células germinales difiere; es típico encontrar una masa ovárica compleja multilobulada (figura 36–2). Además, es posible observar flujo sanguíneo prominente dentro de los tabiques fibrovasculares con la ecografía Doppler de flujo a color, lo cual sugiere malignidad (Kim, 1995). Con base en la sospecha clínica, a veces se justifica realizar una tomografía computarizada o una imagen por resonancia magnética antes de la cirugía. Según el diagnóstico, se realiza una radiografía torácica en busca de metástasis tumorales en los pulmones y el mediastino. Figura 36–2. Imagen por tomografía computarizada de un disgerminoma grande (asterisco). B, vejiga; U, útero. Downloaded 2023­2­27 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Procedimientos diagnósticos Page 3 / 34 Según el diagnóstico, se realiza una radiografía torácica en busca de metástasis tumorales en los pulmones y el mediastino. Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Figura 36–2. Access Provided by: Imagen por tomografía computarizada de un disgerminoma grande (asterisco). B, vejiga; U, útero. Procedimientos diagnósticos Es necesaria la resección quirúrgica para establecer el diagnóstico histológico definitivo, la estadificación y el tratamiento. El cirujano debe solicitar la valoración de un corte congelado para confirmar el diagnóstico, pero son frecuentes las discrepancias entre la interpretación de éste y de las imágenes histológicas de los cortes finales incluidos en parafina (Kusamura, 2000). Además, a menudo es necesario emplear la tinción específica con anticuerpos para resolver casos dudosos; por el contrario, la biopsia percutánea guiada por ecografía o por tomografía computarizada tiene participación muy limitada en el tratamiento de mujeres seleccionadas con masas ováricas que hacen sospechar de malignidad. Participación del médico general La mayoría de las pacientes es atendida primero por médicos generales. Los síntomas iniciales en ocasiones sugieren un quiste ovárico funcional, que es frecuente, sin embargo, las molestias persistentes o una masa pélvica creciente obligan a realizar un estudio ecográfico. Si se encuentra una masa ovárica compleja con rasgos sólidos en este grupo de mujeres de menor edad, debe valorarse la concentración sérica de hCG y α­fetoproteína, además de ser preferible enviar a las pacientes con un ginecólogo oncólogo para el tratamiento quirúrgico primario. Cuando no se cuenta con un especialista, o el diagnóstico no se anticipa, las decisiones intraoperatorias son cruciales para que el tratamiento sea adecuado y no se comprometa la fertilidad futura. Se realizan lavados peritoneales y el líquido se deja aparte antes de proceder con la disección de cualquier tumoración sospechosa en los anexos. El fluido puede desecharse después si se descarta la malignidad. En principio, la decisión de realizar una cistectomía o una ooforectomía depende de las circunstancias clínicas (capítulo 10, Masas anexas benignas, Tratamiento). En general, todo el anexo debe extirparse una vez que se diagnostica un tumor ovárico maligno de células germinales. El ginecólogo general debe solicitar asistencia transoperatoria de un oncólogo ginecólogo para la estadificación o derivar a la paciente después de la intervención quirúrgica si no hay un especialista disponible de inmediato. Como mínimo, se inspecciona todo el abdomen y la pelvis, con una valoración especial del epiplón y el ovario contralateral. Patología Clasificación e histogénesis La clasificación modificada de la Organización Mundial de la Salud para los tumores ováricos de células germinales se presenta en el cuadro 36–2 (Kurman, 2014). Dichas neoplasias están compuestas por varios tipos tumorales histológicos distintos derivados de células germinales primordiales de las gónadas embrionarias. Las dos categorías principales incluyen los tumores malignos primitivos de células germinales (disgerminomas) y los teratomas, de los cuales casi todos son teratomas quísticos maduros. Cuadro 36–2.2023­2­27 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 Downloaded CAPÍTULO 36: modificada Tumores ováricos de células germinales delSalud estroma detumores los cordones sexuales, Clasificación de la Organización Mundial dey la de los ováricos de células germinales. ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Tumores de células germinales Page 4 / 34 La clasificación modificada de la Organización Mundial de la Salud para los tumores ováricos de células germinales se presenta en el de cuadro 36–2 Universidad Nacional Autonoma Mexico UNAM (Kurman, 2014). Dichas neoplasias están compuestas por varios tipos tumorales histológicos distintos derivados de células germinales primordiales Access Provided by: de las gónadas embrionarias. Las dos categorías principales incluyen los tumores malignos primitivos de células germinales (disgerminomas) y los teratomas, de los cuales casi todos son teratomas quísticos maduros. Cuadro 36–2. Clasificación modificada de la Organización Mundial de la Salud de los tumores ováricos de células germinales. Tumores de células germinales Disgerminoma Tumores del saco vitelino (tumor del seno endodérmico) Carcinoma embrionario Coriocarcinoma no gestacional Teratoma maduro Sólido Quístico (quiste dermoide) Teratoma inmaduro Tumor mixto de células germinales Teratoma monodérmico y tipos altamente especializados que se originan de teratoma quístico maduro Tumores tiroideos (estroma ovárico: benigno o maligno) Carcinoide Tumores neuroectodérmicos Carcinomas (adenocarcinomas o epidermoides) Tumores sebáceos Durante la embriogénesis, las células germinales primitivas migran de la pared del saco vitelino a la cresta gonadal (figura 19–1). Como resultado, la mayor parte de los tumores de células germinales se origina en la gónada. En casos raros, dichas tumoraciones pueden desarrollarse en sitios ajenos a las gónadas, como el sistema nervioso central, el mediastino o la región retroperitoneal (Hsu, 2002). Los tumores ováricos de células germinales tienen un patrón de diferenciación variable (figura 36–3). Los disgerminomas son neoplasias primitivas que no tienen potencial para diferenciación adicional. Los carcinomas embrionarios están formados por células multipotenciales capaces de diferenciarse aún más. Dichas lesiones son precursoras de varios tipos adicionales de tumores de células germinales extraembrionarios (neoplasias del saco vitelino y coriocarcinomas) o embrionarios (teratomas). El proceso de diferenciación es dinámico y las tumoraciones resultantes pueden estar formadas por distintos elementos en varias etapas de desarrollo (Teilum, 1965). Figura 36–3. Vía de diferenciación de los tumores de células germinales malignos. Downloaded 2023­2­27 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Page 5 / 34 estar formadas por distintos elementos en varias etapas de desarrollo (Teilum, 1965). Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Figura 36–3. Access Provided by: Vía de diferenciación de los tumores de células germinales malignos. Disgerminoma Debido a que su incidencia ha disminuido en casi 30% en las últimas décadas, hoy en día los disgerminomas sólo representan cerca de un tercio de todos los tumores ováricos malignos de células germinales (Chan, 2008; Smith, 2006). De las neoplasias de esta categoría, los disgerminomas son los que se detectan con mayor frecuencia durante el embarazo. Se cree que es una coincidencia relacionada con la edad y no se debe a la gestación. Un 5% de los disgerminomas se descubre en pacientes con fenotipo femenino y con anomalías cariotípicas en las gónadas, en particular con un cromosoma Y normal o anormal (Morimura, 1998). A menudo este grupo incluye a pacientes con mosaicismo del síndrome de Turner (45,X/46,XY), y con síndrome de Swyer (46,XY, disgenesia gonadal pura) (capítulo 19, Trastornos anatómicos, Anomalías del desarrollo sexual). Las gónadas disgenésicas de estas personas a menudo contienen gonadoblastomas, que son neoplasias benignas de células germinales. Dichos tumores pueden degenerarse o sufrir transformación maligna, casi siempre a disgerminomas. Como alrededor de 40% de los gonadoblastomas en dichas pacientes sufre transformación maligna, se extirpan ambos ovarios (Brown, 2014b; Hoepffner, 2005; Pena­Alonso, 2005). Los disgerminomas son los únicos tumores malignos de células germinales con un índice significativo de compromiso ovárico bilateral, de 15%–20%. La mitad de las pacientes con lesiones en ambos lados tiene compromiso macroscópico, mientras que en el otro 50% sólo se detecta el cáncer mediante microscopia. En 5% de las mujeres se observan concentraciones altas de hCG producidas por la presencia de sincitiotrofoblastos intercalados. De manera similar, la deshidrogenasa láctica (LDH, lactate dehydrogenase) sérica y las isoenzimas LDH­1 y LDH­2 pueden ser útiles para la vigilancia de pacientes con recurrencia de la enfermedad (Pressley, 1992; Schwartz, 1988). Los disgerminomas varían, pero en general se muestran como masas sólidas, lobuladas y de color rosa, bronceado o crema (figura 36–4). Como se observa en la misma imagen, las células tumorales se parecen mucho a las células germinales primordiales embrionarias y en el estudio histológico son idénticas a las de los seminomas testiculares. Figura 36–4. Disgerminoma. A . Fotografía durante la cirugía. B . Desde el punto de vista microscópico, el disgerminoma se caracteriza por una proliferación relativamente monótona de células claras poliédricas grandes, redondeadas y ricas en glucógeno citoplásmico. Éstas contienen núcleos centrales redondeados o de bordes cuadrados uniformes con uno o algunos nucleolos prominentes. Como en este caso, el tumor a menudo contiene tabiques fibrosos, que se observan aquí como hebras eosinofílicas; dichos tabiques están infiltrados por células inflamatorias crónicas que incluyen linfocitos, macrófagos y en ocasiones células plasmáticas. (Reproducida con autorización de Dr. Kelley Carrick). Downloaded 2023­2­27 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Page 6 / 34 relativamente monótona de células claras poliédricas grandes, redondeadas y ricas en glucógeno citoplásmico. Éstas contienen núcleos centrales Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM redondeados o de bordes cuadrados uniformes con uno o algunos nucleolos prominentes. Como en este caso, el tumor a menudo contiene tabiques Access Provided by: fibrosos, que se observan aquí como hebras eosinofílicas; dichos tabiques están infiltrados por células inflamatorias crónicas que incluyen linfocitos, macrófagos y en ocasiones células plasmáticas. (Reproducida con autorización de Dr. Kelley Carrick). El tratamiento estándar de los disgerminomas casi siempre incluye un procedimiento quirúrgico que conserva la fertilidad con salpingooforectomía unilateral (USO, unilateral salpingo­ooforectomy). En algunas circunstancias atenuantes puede considerarse la cistectomía ovárica (Vicus, 2010). La estadificación quirúrgica casi siempre se extrapola del cáncer ovárico epitelial (cuadro 35–7), pero la linfadenectomía tiene gran importancia. De los tumores malignos de células germinales, el disgerminoma tiene la tasa más alta de metástasis ganglionares, de aproximadamente 25%–30% (Kumar, 2008). Aunque las desviaciones de la estadificación no afectan la supervivencia, determinar de manera precisa la fase de la enfermedad permite aplicar una estrategia de observación segura para los tumores en etapa IA (Billmire, 2004; Palenzuela, 2008). La conservación del ovario contralateral da lugar a un disgerminoma “recurrente” en 5%–10% de las gónadas conservadas durante los dos años siguientes. En muchos casos, este hallazgo se considera reflejo de la tasa elevada de enfermedad oculta en el ovario remanente, más que una recurrencia verdadera. En realidad, al menos 75% de las recurrencias se desarrolla en el primer año del diagnóstico (Vicus, 2010). Otros sitios frecuentes de reincidencia son la cavidad peritoneal y los ganglios linfáticos retroperitoneales. A pesar de esta recurrencia significativa, una técnica quirúrgica conservadora no afecta la supervivencia a largo plazo por la sensibilidad de este tipo de cáncer a la quimioterapia (Liu, 2013). Los disgerminomas tienen el mejor pronóstico de todas las variantes de tumores ováricos malignos de células germinales. Dos tercios se encuentran en etapa I al momento del diagnóstico y la supervivencia a cinco años específica para dicha patología se aproxima a 99% (cuadro 36–3). Incluso en la enfermedad avanzada, las tasas de supervivencia son altas después de la quimioterapia; por ejemplo, aquellas pacientes con enfermedad en etapas II a IV tienen una tasa de supervivencia mayor de 98% con medicamentos basados en platino (Chan, 2008). Como resultado, el carboplatino quizá sea preferible al cisplatino en estas pacientes debido a resultados equivalentes con una toxicidad reducida a largo plazo (Shah, 2018; Skalleberg, 2017). Cuadro 36–3. Supervivencia de pacientes con tumores ováricos malignos de células germinales frecuentes según la etapa en el momento del diagnóstico y a cinco años. Disgerminoma Tumor del saco vitelino Teratoma inmaduro Etapa I 66% 50% 72% II­IV 34% 50% 28% Etapa I 99% 95% 98% Etapas II­IV >98% 52%–97% 73%–88% Supervivencia Las fuentes de las cifras de supervivencia se citan en el texto. Tumores del saco vitelino Downloaded 1:40 A representan Your IP is 132.248.9.8 Las neoplasias2023­2­27 del saco vitelino de 10%–20% de todos los tumores ováricos malignos de células germinales. Antes, dichas lesiones se Page 7 / 34 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células estroma de los cordones sexuales, llamaban tumores del seno endodérmico , perogerminales hace poco ysedel revisó la terminología. Un tercio de las pacientes aún no llega a la menarca en el ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility momento de la consulta. El compromiso de ambas gónadas es raro y el otro ovario casi siempre se invade sólo cuando se encuentran otras metástasis en la cavidad peritoneal. Las fuentes de las cifras de supervivencia se citan en el texto. Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Access Provided by: Tumores del saco vitelino Las neoplasias del saco vitelino representan de 10%–20% de todos los tumores ováricos malignos de células germinales. Antes, dichas lesiones se llamaban tumores del seno endodérmico, pero hace poco se revisó la terminología. Un tercio de las pacientes aún no llega a la menarca en el momento de la consulta. El compromiso de ambas gónadas es raro y el otro ovario casi siempre se invade sólo cuando se encuentran otras metástasis en la cavidad peritoneal. A simple vista, tales tumores forman masas sólidas más amarillas y friables que los disgerminomas. A menudo presentan necrosis y hemorragia focal, con degeneración quística y rotura. La apariencia microscópica de los tumores del saco vitelino suele ser diversa. El aspecto más frecuente, el patrón reticular, refleja la diferenciación extraembrionaria con formación de una red de espacios irregulares recubiertos por células epiteliales primitivas. Los cuerpos de Schiller­Duval son patognomónicos cuando existen (figura 36–5), por lo general, tienen una papila única recubierta por células tumorales, que contiene un vaso central. Dichos tumores a menudo producen α­fetoproteína; como resultado casi siempre contienen células reactivas a la tinción inmunitaria dirigida a dicha proteína. Las concentraciones séricas representan un marcador tumoral confiable en la vigilancia posterior al tratamiento. Figura 36–5. Cuerpo de Schiller­Duval. Dicha estructura consiste en un capilar central rodeado por células tumorales, presentes dentro de un espacio quístico que puede estar recubierto por células tumorales planas o cuboides. Cuando existe, el cuerpo de Schiller­Duval es patognomónico de un tumor del saco vitelino, aunque son conspicuos sólo en pocos casos. Los cuerpos de Schiller­Duval en ocasiones se encuentran en números pequeños, están ausentes o tienen rasgos morfológicos atípicos. (Reproducida con autorización de Dr. Kelley Carrick). Los tumores del saco vitelino son el tipo más mortal de las neoplasias ováricas malignas de células germinales. Como resultado, todas las pacientes reciben quimioterapia, cualquiera que sea la etapa de la enfermedad. Por fortuna, más de la mitad presenta enfermedad en etapa I, que se asocia con una tasa de supervivencia general a cinco años de alrededor de 95% (Nasioudis, 2017); por desgracia, los tumores del saco vitelino tienen mayor propensión a un crecimiento rápido, diseminación peritoneal y diseminación hematógena distante a los pulmones. Como consecuencia, las personas con enfermedad en etapas III a IV tienen una tasa de supervivencia a cinco años que varía de 52%–97%. De las pacientes con recurrencia tumoral, la mayoría lo padecerá dentro del primer año y el tratamiento casi nunca es eficaz (Cicin, 2009). Otros tumores primitivos de células germinales Los subtipos más raros de tumores que no son disgerminomas casi siempre están mezclados con otras variantes más frecuentes y no suelen encontrarse en forma pura. Con el carcinoma embrionario es característico que las pacientes sean más jóvenes, con una edad promedio de 14 años, en comparación con aquellas que tienen otro tumor de células germinales. Dichas neoplasias se forman de células epiteliales parecidas a las del disco embrionario. Son distintivas Downloaded 2023­2­27 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 las hojas sólidas desorganizadas dede grandes anaplásicas, espaciosdesemejantes a lossexuales, glandulares y estructuras capilares. Dichas características Page 8 / 34 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos célulascélulas germinales y del estroma los cordones permiten la fácil identificación estos tumores raros (Ulbright, 2005). Aunque los disgerminomas ©2023 McGraw Hill. All Rightsde Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility son los tumores de células germinales más frecuentes derivados de la transformación maligna de los gonadoblastomas en mujeres con disgenesia gonadal, a veces también pueden formarse tumores embrionarios “testiculares” (LaPolla, 1990). Los carcinomas embrionarios casi siempre producen hCG; 75% también secreta α­fetoproteína. Otros tumores primitivos de células germinales Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Los subtipos más raros de tumores que no son disgerminomas casi siempre están mezclados con otras variantes más frecuentes y no suelen Access Provided by: encontrarse en forma pura. Con el carcinoma embrionario es característico que las pacientes sean más jóvenes, con una edad promedio de 14 años, en comparación con aquellas que tienen otro tumor de células germinales. Dichas neoplasias se forman de células epiteliales parecidas a las del disco embrionario. Son distintivas las hojas sólidas desorganizadas de grandes células anaplásicas, espacios semejantes a los glandulares y estructuras capilares. Dichas características permiten la fácil identificación de estos tumores raros (Ulbright, 2005). Aunque los disgerminomas son los tumores de células germinales más frecuentes derivados de la transformación maligna de los gonadoblastomas en mujeres con disgenesia gonadal, a veces también pueden formarse tumores embrionarios “testiculares” (LaPolla, 1990). Los carcinomas embrionarios casi siempre producen hCG; 75% también secreta α­fetoproteína. Con el poliembrioma los tumores, de manera característica, contienen muchos cuerpos semejantes a un embrión. Cada uno tiene un pequeño “disco germinal” central situado entre dos cavidades; uno simula la cavidad amniótica y el otro un saco vitelino. Es frecuente encontrar células gigantes sincitiotrofoblásticas, sin embargo, para que pueda usarse la designación de poliembrioma, los elementos distintos a los cuerpos embrioides deben constituir menos de 10% del tumor. Por concepto, estas neoplasias pueden considerarse un puente entre los tipos primitivos (disgerminoma) y los diferenciados (teratoma) de los tumores de células germinales; por tal razón, los poliembriomas a menudo se consideran los teratomas más inmaduros (Ulbright, 2005). Es posible que se encuentren elevadas las concentraciones séricas de α­fetoproteína o de hCG en estas pacientes, debido a los componentes de saco vitelino y sincitio, respectivamente (Takemori, 1998). El coriocarcinoma ovárico primario originado de una célula germinal es similar a un coriocarcinoma gestacional con metástasis ováricas (capítulo 37, Enfermedad trofoblástica gestacional, Coriocarcinoma gestacional). Es importante hacer esta diferenciación porque los tumores no gestacionales tienen peor pronóstico (Corakci, 2005). La detección de otros componentes de células germinales indica la presencia de un coriocarcinoma no gestacional, mientras que un embarazo concomitante o próximo sugiere una forma gestacional (Ulbright, 2005). Las manifestaciones clínicas son frecuentes y se deben a concentraciones altas de hCG, producida por estas neoplasias poco frecuentes. Tales concentraciones elevadas pueden inducir precocidad sexual en niñas prepúberes o sangrado menstrual abundante e irregular en mujeres en edad reproductiva (Oliva, 1993). Tumores mixtos de células germinales Los tumores ováricos de células germinales tienen un patrón mixto de diferenciación celular en 25%–30% de los casos, aunque su incidencia también ha disminuido en alrededor de 30% en las décadas pasadas (Smith, 2006). El disgerminoma es el componente más frecuente y casi siempre se encuentra con tumor del saco vitelino, un teratoma inmaduro, o ambos. La frecuencia de compromiso ovárico bilateral depende de la presencia o la ausencia de un componente de disgerminoma, y aumenta cuando éste existe; sin embargo, el tratamiento y el pronóstico dependen del componente no germinomatoso (Low, 2000). En consecuencia, las concentraciones séricas altas de hCG, y en especial las de α­fetoproteína en una mujer con supuesto disgerminoma puro, obligan a buscar otros componentes de células germinales con un estudio histológico más extenso (Aoki, 2003). Teratomas inmaduros Debido a un aumento de 60% en la incidencia en los últimos decenios, ahora los teratomas inmaduros son la variante más frecuente y representan de 40%–50% de todos los tumores ováricos malignos de células germinales (Chan, 2008; Smith, 2006). Están formados por tejidos que derivan de las tres capas germinales: ectodermo, mesodermo y endodermo. Sin embargo, la presencia de estructuras inmaduras o embrionarias distingue a estas lesiones de los teratomas quísticos maduros benignos (quistes dermoides), que son mucho más frecuentes. El compromiso ovárico bilateral es raro, pero 10% de las pacientes tiene un teratoma maduro en el otro ovario. Los marcadores tumorales a menudo son negativos, a menos que el teratoma inmaduro esté mezclado con otros tipos tumorales de células germinales. La α­fetoproteína, el antígeno canceroso 125 (CA125, cancer antigen 125), el CA19­9 y el antígeno carcinoembrionario (CEA, carcinoembryonic antigen) pueden ser útiles en algunos casos (Li, 2002). Con la inspección a simple vista, tales tumores se ven como grandes masas redondeadas o lobuladas, blandas o firmes. A menudo perforan la cápsula ovárica y causan invasión local. El sitio de diseminación más frecuente es el peritoneo, y con mucho menor frecuencia los ganglios linfáticos retroperitoneales. Con la intrusión local a menudo se forman adherencias alrededor, las cuales se cree que explican los índices bajos de torsión en dichos tumores, en comparación con su contraparte madura benigna (Cass, 2001). En la superficie de corte, el interior casi siempre es sólido, con áreas quísticas intermitentes, pero a veces se encuentra lo contrario, con nódulos sólidos presentes sólo en la pared del quiste (figura 36–6). Las partes sólidas pueden corresponder a elementos inmaduros, cartílago, hueso o una combinación de éstos; por otra parte, las áreas quísticas están llenas de líquido seroso, mucinoso o sebo. Figura 36–6. Teratoma inmaduro. A . Esta pieza quirúrgica abierta muestra la estructura característica, sólida y quística. Al igual que en los teratomas maduros, a menudo se encuentran pelo y otros elementos cutáneos. B . Los teratomas inmaduros contienen una mezcla desordenada de tejidos maduros e Downloaded 2023­2­27 1:40 A capas Your IP 132.248.9.8 inmaduros derivados de las tres deiscélulas germinales (ectodermo, mesodermo y endodermo). De los elementos inmaduros, el neuroepitelio Page 9 / 34 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, inmaduro es el más frecuente. En esta imagen, las células neuroepiteliales inmaduras están dispuestas en rosetas que yacen en el fondo de tejido ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility neural maduro. (Reproducida con autorización de Dr. Kelley Carrick). llenas de líquido seroso, mucinoso o sebo. Figura 36–6. Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Access Provided by: Teratoma inmaduro. A . Esta pieza quirúrgica abierta muestra la estructura característica, sólida y quística. Al igual que en los teratomas maduros, a menudo se encuentran pelo y otros elementos cutáneos. B . Los teratomas inmaduros contienen una mezcla desordenada de tejidos maduros e inmaduros derivados de las tres capas de células germinales (ectodermo, mesodermo y endodermo). De los elementos inmaduros, el neuroepitelio inmaduro es el más frecuente. En esta imagen, las células neuroepiteliales inmaduras están dispuestas en rosetas que yacen en el fondo de tejido neural maduro. (Reproducida con autorización de Dr. Kelley Carrick). El examen microscópico revela una mezcla desordenada de tejidos. De los elementos inmaduros, casi siempre predominan los tejidos neuroectodérmicos y están dispuestos como túbulos primitivos y hojas de pequeñas células redondas malignas que pueden relacionarse con la formación de glía. El diagnóstico siempre es difícil de confirmar en un corte congelado; la mayoría de las neoplasias se confirma sólo en el examen patológico final (Pavlakis, 2009). Los tumores se clasifican de 1 a 3, sobre todo con base en la cantidad de tejido neural inmaduro que contienen. O’Connor y Norris (1994) analizaron 244 teratomas inmaduros y notaron inconsistencias importantes en la asignación del grado por parte de distintos observadores; por tal razón, propusieron cambiar el sistema a dos valores: bajo (antes grados 1 y 2) y alto (antes grado 3), sin embargo, esta práctica no tiene aceptación universal. En general, la forma más precisa de pronosticar la supervivencia es con base en el grado histológico del tumor, por ejemplo, casi 75% de los teratomas inmaduros se encuentran en la etapa I cuando se diagnostican y tienen una tasa de supervivencia a cinco años de 98% (Chan, 2008). Las pacientes con teratomas inmaduros grado 1 en etapa IA tienen un pronóstico excelente y no requieren quimioterapia adyuvante (Bonazzi, 1994; Marina, 1999). Las mujeres con neoplasias en etapas II a IV tienen una tasa de supervivencia a cinco años de 73%–88% (Chan, 2008). La salpingooforectomía unilateral es el tratamiento de elección para éstos y otros tumores malignos de células germinales en mujeres en edad reproductiva. Sin embargo, Beiner y colaboradores (2004) trataron a ocho mujeres con teratoma inmaduro en etapa inicial mediante cistectomía ovárica y quimioterapia adyuvante, y no encontraron recurrencias. Los teratomas inmaduros pueden relacionarse con implantes de tejido maduro que tachonan el peritoneo, no aumentan la etapa del tumor ni disminuyen la esperanza de vida. No obstante, estos injertos de elementos teratomatosos maduros, aunque sean benignos, son resistentes a la quimioterapia y pueden crecer durante o después de ella. Se les conoce como síndrome de teratoma creciente, y requieren laparotomía de revisión y resección para descartar recurrencia de la malignidad (Bentivegna, 2015). Transformación maligna de teratomas quísticos maduros Se trata de tumores poco frecuentes que son las únicas variantes de células germinales que suelen desarrollarse en posmenopáusicas. Las áreas malignas casi siempre se encuentran como pequeños nódulos en la pared quística o como una masa polipoide dentro de la luz después de extirpar todo el teratoma quístico maduro (Pins, 1996). El carcinoma epidermoide es el tipo más frecuente y se encuentra en casi 1% de los teratomas quísticos maduros (figura 36–7). La quimioterapia basada en platino, con o sin radiación pélvica, es el tratamiento adyuvante más frecuente para la enfermedad en etapa temprana (Dos Santos, 2007). Sin embargo, sin importar el tratamiento recibido, las mujeres con enfermedad avanzada tienen un mal pronóstico (Gainford, 2010). Figura 36–7. La pieza quirúrgica abierta en la fotografía muestra transformación neoplásica del tipo carcinoma epidermoide maligno en un teratoma quístico maduro. Downloaded 2023­2­27 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Page 10 / 34 Figura 36–7. Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Access Provided by: La pieza quirúrgica abierta en la fotografía muestra transformación neoplásica del tipo carcinoma epidermoide maligno en un teratoma quístico maduro. Otros tumores malignos poco frecuentes que se han identificado incluyen carcinomas basocelulares, tumores sebáceos, melanomas malignos, adenocarcinomas, sarcomas y tumores neuroectodérmicos. Además, en los teratomas quísticos maduros pueden encontrarse neoplasias de tipo endocrino como el estruma ovárico (teratoma formado sobre todo por tejido tiroideo) y carcinoide. Tratamiento Cirugía Por lo general se recomienda una incisión abdominal vertical si se sospecha de una neoplasia ovárica maligna. Sin embargo, los investigadores con habilidades endoscópicas avanzadas han observado que la laparoscopia es una alternativa segura y eficaz para mujeres con pequeñas tumoraciones ováricas y enfermedad en etapa I aparente (Shim, 2013). Si hay ascitis, se evacua y se envía una muestra para su valoración citológica. De lo contrario, se hacen lavados de la pelvis y correderas parietocólicas para su estudio antes de manipular el contenido intraperitoneal. Toda la cavidad peritoneal se explora de manera sistemática. Los ovarios se valoran en cuanto a tamaño, compromiso tumoral, rotura capsular, excrecencias externas y adhesión a estructuras circundantes. En todas las mujeres en edad reproductiva con diagnóstico de tumores ováricos malignos de células germinales debe practicarse una salpingooforectomía unilateral con conservación de la fertilidad. En general tal estrategia conservadora no afecta la supervivencia (Park, 2017). No se recomienda la biopsia ciega o la resección en cuña de un ovario contralateral de apariencia normal después de la salpingooforectomía unilateral. De forma poco frecuente, la paciente habrá completado la maternidad y obtendría pocos beneficios de conservar un ovario, pero si ese fuera el caso, sería apropiado realizar la histerectomía con salpingooforectomía bilateral (BSO, bilateral salpingo­oophorectomy) (Brown, 2014b). En cualquier caso, después de extirpar el ovario afectado, procede la estadificación quirúrgica por laparotomía o laparoscopia, como se describió para el cáncer ovárico epitelial (cuadro 35–7) (Gershenson, 2007). Por los patrones de diseminación tumoral, la linfadenectomía es muy importante para los disgerminomas, mientras que las biopsias peritoneal y del epiplón para estadificación son muy valiosas en los tumores del saco vitelino y en los teratomas inmaduros (Kleppe, 2014). La cirugía de citorreducción se recomienda para los tumores ováricos de células germinales malignos no disgerminomatosos en estadio avanzado si se puede lograr con una enfermedad residual mínima (Park, 2017). Los disgerminomas ováricos son tan quimiosensibles que casi nunca requieren intentos intensivos de reducción de volumen. Se aplican los mismos principios generales que los descritos para el cáncer ovárico epitelial (capítulo 35, Cáncer ovárico epitelial, Tratamiento del cáncer ovárico avanzado). La quimioterapia neoadyuvante es una alternativa razonable para la paciente atípica de quien se cree que padece una enfermedad irresecable (Talukdar, 2014). Muchas mujeres acuden con el oncólogo después de una salpingooforectomía unilateral por un tumor confinado al ovario extirpado, según criterios clínicos. En estas pacientes, si la estadificación quirúrgica inicial fue incompleta, las opciones incluyen una segunda operación quirúrgica para Downloaded 1:40 A Your IP iso 132.248.9.8 estadificación2023­2­27 primaria, vigilancia regular quimioterapia adyuvante; por desgracia, hay pocos datos que apoyen una estrategia como preferible. Por Page 11 / 34 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales del estroma deatractiva los cordones sus cualidades de mínima invasión, la laparoscopia es una yalternativa muy para lasexuales, estadificación quirúrgica tardía luego de la resección ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility primaria; está demostrado que permite la detección precisa de las mujeres que necesitan quimioterapia (Leblanc, 2004). Sin embargo, la estadificación quirúrgica después de esta resección es menos importante para situaciones en las que se aplicará quimioterapia, cualesquiera que intentos intensivos de reducción de volumen. Se aplican los mismos principios generales que los descritos para el cáncer ovárico epitelial (capítulo 35, Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Cáncer ovárico epitelial, Tratamiento del cáncer ovárico avanzado). La quimioterapia neoadyuvante es una alternativa razonable para la paciente Access Provided by: atípica de quien se cree que padece una enfermedad irresecable (Talukdar, 2014). Muchas mujeres acuden con el oncólogo después de una salpingooforectomía unilateral por un tumor confinado al ovario extirpado, según criterios clínicos. En estas pacientes, si la estadificación quirúrgica inicial fue incompleta, las opciones incluyen una segunda operación quirúrgica para estadificación primaria, vigilancia regular o quimioterapia adyuvante; por desgracia, hay pocos datos que apoyen una estrategia como preferible. Por sus cualidades de mínima invasión, la laparoscopia es una alternativa muy atractiva para la estadificación quirúrgica tardía luego de la resección primaria; está demostrado que permite la detección precisa de las mujeres que necesitan quimioterapia (Leblanc, 2004). Sin embargo, la estadificación quirúrgica después de esta resección es menos importante para situaciones en las que se aplicará quimioterapia, cualesquiera que sean los datos quirúrgicos. Ejemplos de ello son los tumores del saco vitelino en etapa I y teratomas inmaduros en etapa I de alta malignidad (Stier, 1996). En tales pacientes, la tranquilidad de que no hay hallazgos anómalos en las imágenes por tomografía computarizada a menudo es suficiente antes de proceder con la quimioterapia adyuvante (Gershenson, 2007). Vigilancia Las pacientes con tumores ováricos malignos de células germinales deben vigilarse con cuidadosas valoraciones clínicas, radiológicas y serológicas cada tres meses durante los primeros dos años después de completar el tratamiento (Morgan, 2016). Del total de las recurrencias, 90% se presenta en este intervalo (Messing, 1992). No es necesaria la laparotomía de revisión al final del tratamiento en mujeres en las que se extirpó el tumor completo ni en aquellas con tumor avanzado que no contiene teratoma. No obstante, el teratoma inmaduro extirpado incompleto es una circunstancia entre todos los tipos de cáncer ovárico en la que las pacientes obtienen un beneficio definitivo con dicha laparotomía y con la resección de un tumor resistente a la quimioterapia (Culine, 1996; Rezk, 2005; Williams, 1994). Quimioterapia Los disgerminomas en etapa IA y los teratomas inmaduros de grado 1 en etapa IA no requieren quimioterapia adicional. Por otro lado, la enfermedad más avanzada y todos los demás tipos histológicos de tumores ováricos malignos de células germinales requieren quimioterapia combinada (Morgan, 2016). Sin embargo, se ha explorado la factibilidad de la cirugía seguida de vigilancia estrecha en niñas y adolescentes (Billmire, 2014). Como la quimioterapia conserva su efectividad cuando se usa en una recidiva, algunos investigadores intentan identificar subgrupos en etapa inicial y con bajo riesgo que puedan mantenerse en observación posoperatoria para evitar la toxicidad que causa el tratamiento (Bonazzi, 1994; Cushing, 1999; Dark, 1997). No obstante, antes de que esta estrategia se convierta en la práctica general, se necesitan más estudios extensos. El régimen estándar es un ciclo de cinco días con bleomicina, etopósido y cisplatino (BEP) administrado cada tres semanas (Gershenson, 1990; Williams, 1987). Las combinaciones modificadas de bleomicina, etopósido y cisplatino de tres días también son inocuas y eficaces (Chen, 2014; Dimopoulos, 2004). El carboplatino y etopósido, administrados en tres ciclos, han demostrado ser una alternativa promisoria para pacientes selectos (Williams, 2004). Para mujeres con enfermedad extirpada de manera incompleta, por lo general se recomiendan al menos cuatro ciclos de bleomicina, etopósido y cisplatino (Morgan, 2016). Radiación La quimioterapia sustituyó a la radiación como tratamiento adyuvante de elección para todos los tipos de tumores ováricos malignos de células germinales. Esta transición se impulsó sobre todo por la marcada sensibilidad de tales neoplasias a cualquiera de las dos modalidades, pero con mayor probabilidad de conservar la función ovárica con la quimioterapia (Solheim, 2015). Las pacientes tratadas con radioterapia tienen mayores probabilidades de desarrollar un segundo cáncer en los 10 años siguientes (Solheim, 2014). En ocasiones hay situaciones en que cabe considerar la radioterapia como paliativo para los tumores de células germinales resistentes a la quimioterapia. Recaída La quimioterapia con bleomicina, etopósido y cisplatino es la alternativa de elección para los tumores ováricos de células germinales recurrentes en mujeres que sólo se trataron con cirugía al inicio. Quienes alcanzaron una remisión clínica sostenida mayor de seis meses después de completar el régimen de bleomicina, etopósido y cisplatino, u otro esquema de quimioterapia basada en platino, pueden tratarse de nuevo con bleomicina, etopósido y cisplatino. Dichos tumores casi siempre tienen más capacidad de respuesta, por tanto, las pacientes “sensibles al platino” tienen un pronóstico mejor. Sin embargo, las mujeres que no logran la remisión con quimioterapia con bleomicina, etopósido y cisplatino, o que recaen unos cuantos meses después (menos de seis) se consideran “resistentes al platino” y sus opciones terapéuticas son limitadas. Los casos de disgerminoma o teratoma inmaduro resistentes a la quimioterapia parecen tener un mejor pronóstico que otros subtipos, y algunas pacientes podrían beneficiarse con el salvamento quirúrgico dirigido a eliminar cualquier enfermedad residual. (Li, 2007). Otras opciones paliativas para este grupo incluyen vincristina, dactinomicina y ciclofosfamida (VAC) o paclitaxel (Morgan, 2016). Downloaded 2023­2­27 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, Pronóstico ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Page 12 / 34 Los tumores ováricos malignos de células germinales tienen un pronóstico excelente (cuadro 36–3) (Solheim, 2013, 2014). Además, el número de etopósido y cisplatino. Dichos tumores casi siempre tienen más capacidad de respuesta, por tanto, las pacientes “sensibles al platino” tienen un Universidad Nacional Autonoma de recaen Mexicounos UNAM pronóstico mejor. Sin embargo, las mujeres que no logran la remisión con quimioterapia con bleomicina, etopósido y cisplatino, o que Access Provided cuantos meses después (menos de seis) se consideran “resistentes al platino” y sus opciones terapéuticas son by: limitadas. Los casos de disgerminoma o teratoma inmaduro resistentes a la quimioterapia parecen tener un mejor pronóstico que otros subtipos, y algunas pacientes podrían beneficiarse con el salvamento quirúrgico dirigido a eliminar cualquier enfermedad residual. (Li, 2007). Otras opciones paliativas para este grupo incluyen vincristina, dactinomicina y ciclofosfamida (VAC) o paclitaxel (Morgan, 2016). Pronóstico Los tumores ováricos malignos de células germinales tienen un pronóstico excelente (cuadro 36–3) (Solheim, 2013, 2014). Además, el número de casos con enfermedad a distancia y no estadificada ha tenido un descenso drástico, lo cual sugiere que los tumores de células germinales se diagnostican de modo más oportuno. Las tasas de supervivencia han mejorado mucho para todos los subtipos, sobre todo con la eficacia demostrada de los regímenes combinados basados en platino (Smith, 2006). El tipo celular histológico, el incremento de los marcadores séricos, la etapa quirúrgica y la cantidad de tumor residual en la operación inicial son las variables que más influyen en el pronóstico (Murugaesu, 2006; Park, 2017). Por lo general, los disgerminomas puros recurren antes de dos años y son muy susceptibles al tratamiento (Vicus, 2010), sin embargo, para los tumores no disgerminomatosos, el pronóstico después de la recidiva es malo, y menos de 10% de las pacientes sobrevive un lapso prolongado (Murugaesu, 2006). La mayoría de las mujeres tratadas con medios quirúrgicos que permiten conservar la fertilidad, con o sin quimioterapia, reanuda la menstruación normal y puede concebir (Park, 2017). Además, ninguno de los estudios publicados ha notado un aumento en el índice de defectos congénitos o aborto espontáneo en quienes recibieron quimioterapia (Tangir, 2003; Zanetta, 2001). Tratamiento durante el embarazo Se detectan tumoraciones persistentes en los anexos en 1%–2% de todos los embarazos; por lo general, tales neoplasias se observan durante procedimientos de ecografía obstétrica sistemática. En ocasiones, un aumento espectacular en las concentraciones séricas maternas de α­ fetoproteína (MSAFP, maternal serum alpha­fetoprotein) es el signo de presentación de un tumor maligno de células germinales (Horbelt, 1994). Los teratomas quísticos maduros (quistes dermoides) comprenden un tercio de las neoplasias extirpadas durante el embarazo, por el contrario, los disgerminomas representan sólo 1%–2% de tales tumoraciones, pero aún son la neoplasia maligna más frecuente durante el embarazo. El desarrollo de otros tumores de células germinales es raro (Shimizu, 2003). El tratamiento quirúrgico inicial que incluye estadificación es el mismo que para no embarazadas (Horbelt, 1994; Zhao, 2006), por fortuna, muy pocas pacientes tienen enfermedad avanzada que amerite disección radical para citorreducción. La decisión de administrar quimioterapia durante el embarazo es causa de controversia. Los tumores ováricos malignos de células germinales tienden a crecer con rapidez y es peligroso retrasar el tratamiento hasta el parto. Parece que el régimen con bleomicina, etopósido y cisplatino es inocuo durante la gravidez, pero en algunos informes se especula la posibilidad de complicaciones fetales (Elit, 1999; Horbelt, 1994); por tal razón, algunos sugieren retrasar el tratamiento hasta el puerperio (Shimizu, 2003), por desgracia, faltan resultados de grandes estudios para resolver este dilema. Para los disgerminomas completamente resecados, la administración de bleomicina, etopósido y cisplatino puede retrasarse hasta el puerperio, sin embargo, en pacientes con tumores no disgerminomatosos (sobre todo tumores del saco vitelino y teratomas inmaduros) y aquellas con enfermedad resecada de manera incompleta, se considera indispensable la administración de quimioterapia durante el embarazo. TUMORES DEL ESTROMA DE LOS CORDONES SEXUALES OVÁRICOS Los tumores del estroma de los cordones sexuales (SCST, sex cord­stromal tumors) son un grupo heterogéneo de neoplasias poco frecuentes que se originan en la matriz ovárica. Las células en esta matriz tienen la capacidad de producir hormonas; casi 90% de las neoplasias ováricas que producen dichas moléculas son tumores del estroma de los cordones sexuales. Como resultado, las mujeres con estos tumores por lo general se presentan con signos y síntomas que incluyen exceso de estrógenos y andrógenos. La resección quirúrgica es el tratamiento primario, y en el momento del diagnóstico los tumores del estroma de los cordones sexuales casi siempre se limitan a un ovario. La mayoría tiene un patrón de crecimiento inconstante y un bajo potencial maligno, por estas razones, pocas pacientes requieren quimioterapia basada en platino. Los tumores recurren con poca frecuencia, las recurrencias tienden a ser tardías y, por lo general, surgen en el abdomen o la pelvis (Abu­Rustum, 2006). La enfermedad recurrente a menudo responde mal al tratamiento, pero las pacientes pueden vivir muchos años debido a la progresión lenta característica del tumor. El pronóstico general de los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos es excelente, sobre todo por la etapa inicial de la enfermedad al momento del diagnóstico y la cirugía curativa. No obstante, la rareza de estas neoplasias limita la comprensión de su historia natural, su tratamiento y el pronóstico. Downloaded 2023­2­27 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, Epidemiología ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Page 13 / 34 Los tumores del estroma de los cordones sexuales representan 3%–5% de los cánceres ováricos (Ray­Coquard, 2014). Estos tumores tienen una probabilidad de más de dos veces de desarrollarse en mujeres de raza negra por razones que son poco claras (Quirk, 2005). A diferencia de los abdomen o la pelvis (Abu­Rustum, 2006). La enfermedad recurrente a menudo responde mal al tratamiento, pero las pacientes pueden vivir muchos Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM años debido a la progresión lenta característica del tumor. Access Provided by: El pronóstico general de los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos es excelente, sobre todo por la etapa inicial de la enfermedad al momento del diagnóstico y la cirugía curativa. No obstante, la rareza de estas neoplasias limita la comprensión de su historia natural, su tratamiento y el pronóstico. Epidemiología Los tumores del estroma de los cordones sexuales representan 3%–5% de los cánceres ováricos (Ray­Coquard, 2014). Estos tumores tienen una probabilidad de más de dos veces de desarrollarse en mujeres de raza negra por razones que son poco claras (Quirk, 2005). A diferencia de los cánceres ováricos epiteliales o los tumores malignos de células germinales, los tumores del estroma de los cordones sexuales típicamente afectan a mujeres de todas las edades. El intervalo contiene una distribución bimodal que refleja la heterogeneidad inherente a los tumores. Por ejemplo, los tumores de células de la granulosa de tipo juvenil, los tumores de las células de Sertoli­Leydig y los tumores estromales esclerosantes se encuentran predominantemente en mujeres prepúberes y en mujeres en los primeros tres decenios de la vida (Schneider, 2005). Los tumores de células de la granulosa de tipo adulto a menudo se desarrollan en mujeres de edad avanzada, en promedio a mediados de la sexta década de la vida (periodo aproximado de entre los 50 y 59 años de edad) (van Meurs, 2013). Los tumores del estroma de los cordones sexuales no tienen factores de riesgo probados, sin embargo, en un estudio de casos y controles generador de hipótesis, se asoció la obesidad como estado hiperestrogénico de forma independiente, mientras que la paridad, el tabaquismo y el uso de anticonceptivos orales mostraron ser protectores (Boyce, 2009). En gran medida, la etiología de los tumores del estroma de los cordones sexuales se desconoce, sin embargo, una sola mutación recurrente del gen FOXL2 está presente en prácticamente todos los tumores de células de la granulosa de tipo adulto (Schrader, 2009; Shah, 2009). Además, las mujeres con una mutación de la línea germinal DICER1 están predispuestas a generar tumores del estroma de los cordones sexuales (Heravi­Moussavi, 2012). Por último, los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos se desarrollan en asociación con varios trastornos hereditarios definidos con una frecuencia que excede la mera posibilidad, dichos tumores incluyen la enfermedad de Ollier, que se caracteriza por múltiples neoplasias cartilaginosas benignas pero desfigurantes, y el síndrome de Peutz­Jeghers, caracterizado por pólipos hamartomatosos intestinales (Stevens, 2005). Diagnóstico Datos de la paciente La pubertad precoz isosexual es el signo de presentación en más de 80% de las niñas prepúberes en las que al final se diagnostica un tumor del estroma de los cordones sexuales ovárico (Kalfa, 2005). Las adolescentes a menudo refieren amenorrea secundaria. Como resultado, estas jóvenes con síntomas endocrinos tienden a diagnosticarse en etapas más tempranas. El dolor abdominal y la distensión son otras quejas frecuentes en este grupo de edad (Schneider, 2003). En mujeres adultas, los síntomas más frecuentes son sangrado menstrual abundante e irregular y hemorragia posmenopáusica. Además, el hirsutismo leve que progresa en poco tiempo a la virilización franca obliga a realizar una valoración para descartar tales tumores. La presentación típica es una posmenopáusica con estigmas de exceso androgénico que avanzan con rapidez, y una tumoración compleja en algún anexo; otros signos y síntomas notificados son dolor abdominal y una masa que palpa la propia paciente (Chan, 2005). El tamaño del tumor del estroma de los cordones sexuales es muy variable, pero por lo general se identifica una masa abdominal o pélvica en la exploración, cualquiera que sea la edad de la paciente. Sin embargo, son raros el signo de onda líquida y otros hallazgos físicos que sugieren enfermedad avanzada. Procedimientos diagnósticos Las concentraciones altas de testosterona, androstenediona o ambas son muy sugestivas de un tumor del estroma de los cordones sexuales ovárico en una mujer virilizada. Es más probable que el hiperandrogenismo clínico se deba a síndrome de ovarios poliquísticos, pero las concentraciones séricas de testosterona >150 ng/100 mL, o las concentraciones de sulfato de deshidroepiandrosterona (DHEAS, dehydroepiandrosterone) >8000 μg/L sugieren una probabilidad muy alta de presentar un tumor secretor de andrógenos (Carmina, 2006). En la mayor parte de los casos no se solicitan pruebas de marcadores tumorales, porque muchas veces no se sospecha el diagnóstico de tumor del estroma de los cordones sexuales ovárico. Cuando éste se confirma, pueden medirse los marcadores tumorales apropiados durante o después de la intervención quirúrgica (cuadro 36–4). Cuadro 36–4. Marcadores tumorales para tumores ováricos del estroma de los cordones sexuales con potencial maligno. Downloaded 2023­2­27 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, ©2023Tumores McGraw All de Rights Reserved. Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility deHill. células la granulosa (formaTerms adulta of y juvenil) Inhibina A y B, estradiol (no tan confiable) Tumores de células de Sertoli­Leydig Inhibina A y B, en ocasiones α­fetoproteína Page 14 / 34 séricas de testosterona >150 ng/100 mL, o las concentraciones de sulfato de deshidroepiandrosterona (DHEAS, dehydroepiandrosterone) >8000 μg/L Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM sugieren una probabilidad muy alta de presentar un tumor secretor de andrógenos (Carmina, 2006). En la mayor parte de los casos no se solicitan Access Provided by: pruebas de marcadores tumorales, porque muchas veces no se sospecha el diagnóstico de tumor del estroma de los cordones sexuales ovárico. Cuando éste se confirma, pueden medirse los marcadores tumorales apropiados durante o después de la intervención quirúrgica (cuadro 36–4). Cuadro 36–4. Marcadores tumorales para tumores ováricos del estroma de los cordones sexuales con potencial maligno. Tumores de células de la granulosa (forma adulta y juvenil) Inhibina A y B, estradiol (no tan confiable) Tumores de células de Sertoli­Leydig Inhibina A y B, en ocasiones α­fetoproteína Tumor del cordón sexual con túbulos anulares Inhibina A y B Tumores de células esteroideas, no especificados Hormonas esteroideas elevadas antes del tratamiento La apariencia macroscópica de un tumor del estroma de los cordones sexuales varía de una masa sólida multiquística grande a pequeña, lo cual impide un diagnóstico radiográfico específico. Los tumores de células de la granulosa a menudo muestran características ecográficas semisólidas, pero no son distinguibles de manera confiable de los tumores epiteliales (figura 36–8) (Sharony, 2001). Además, el endometrio quizá esté engrosado por el aumento de la producción de estrógenos tumorales. La toma de muestras previa a la intervención quirúrgica de endometrio es razonable para excluir hiperplasia endometrial comórbida o adenocarcinoma. Si bien las imágenes por tomografía computarizada o resonancia magnética se han utilizado para aclarar ecografías indeterminadas de estos tumores, ningún estudio radiográfico definitivo permite un diagnóstico confiable (Jung, 2005). Figura 36–8. Tumor de las células de la granulosa de tipo adulto. A . La ecografía abdominal muestra una masa anexial grande con áreas quísticas y sólidas. Con la aplicación de Doppler a color se observan gruesos tabiques vascularizados. B . Tomografía computarizada del mismo tumor. C . El tumor se abrió después de la ablación y se observó que poseía una estructura mixta. (Reproducida con autorización de Dr. Christa Nagel). Downloaded 2023­2­27 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Page 15 / 34 Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Access Provided by: Es indispensable la extirpación quirúrgica para el diagnóstico definitivo del tejido, la estadificación y el tratamiento en mujeres con una masa ovárica que despierte sospecha de ser maligna. La biopsia percutánea ecográfica o guiada por tomografía computarizada no tiene utilidad alguna. Además, la laparoscopia diagnóstica o la laparotomía con valoración visual de la masa anexial sola es inadecuada. Después de la extracción, los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos por lo general se pueden distinguir histológicamente de los tumores de células germinales, los cánceres de ovario epiteliales u otras neoplasias de células fusiformes mediante inmunotinción para inhibina (Cathro, 2005; Schneider, 2005). Participación del médico general Antes de la operación, las pacientes con un tumor del estroma de los cordones sexuales ovárico potencialmente maligno deben ser referidas a un ginecólogo oncólogo para su valoración. Sin embargo, a menudo los ginecoobstetras diagnostican la mayor parte de los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos después de la resección de una masa de apariencia benigna, pero compleja, en mujeres con concentraciones normales de CA125, si es que se midió de antemano. La operación quirúrgica inicial por lo regular se efectúa en un hospital general y sin la estadificación adecuada. En tal situación, un patólogo con experiencia debe revisar y confirmar los resultados histopatológicos. Después de la consulta con un ginecólogo oncólogo, a veces se indica la estadificación quirúrgica. Patología Clasificación Los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos se originan de los cordones sexuales y de las células mesenquimáticas de las gónadas embrionarias (capítulo 19, Trastornos anatómicos, Desarrollo del sistema de conductos). Las células de la granulosa y de Sertoli se desarrollan a partir de los cordones sexuales y, por consiguiente, del epitelio celómico. En cambio, las células de la teca, las de Leydig y los fibroblastos provienen del Downloaded 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 mesénquima.2023­2­27 Este estroma gonadal primitivo tiene doble potencial sexual. Por tanto, los tumores que se desarrollan pueden estar formados por un Page 16 / 34 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, tipo celular dirigido al sexo masculino (células de Sertoli o de Leydig) o uno dirigido al sexo femenino (células de la granulosa o de la teca). Aunque se ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility han definido distintas categorías de tumores del estroma de los cordones sexuales, los tumores mixtos son relativamente frecuentes (cuadro 36–5) (Kurman, 2014). Por ejemplo, tumores de células de la granulosa ovárica pueden tener componentes de Sertoli mezclados. De igual manera, es posible Clasificación Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Access Provided by: Los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos se originan de los cordones sexuales y de las células mesenquimáticas de las gónadas embrionarias (capítulo 19, Trastornos anatómicos, Desarrollo del sistema de conductos). Las células de la granulosa y de Sertoli se desarrollan a partir de los cordones sexuales y, por consiguiente, del epitelio celómico. En cambio, las células de la teca, las de Leydig y los fibroblastos provienen del mesénquima. Este estroma gonadal primitivo tiene doble potencial sexual. Por tanto, los tumores que se desarrollan pueden estar formados por un tipo celular dirigido al sexo masculino (células de Sertoli o de Leydig) o uno dirigido al sexo femenino (células de la granulosa o de la teca). Aunque se han definido distintas categorías de tumores del estroma de los cordones sexuales, los tumores mixtos son relativamente frecuentes (cuadro 36–5) (Kurman, 2014). Por ejemplo, tumores de células de la granulosa ovárica pueden tener componentes de Sertoli mezclados. De igual manera, es posible que las neoplasias con predominio celular de Sertoli o de Sertoli­Leydig contengan elementos menores de la granulosa. Se cree que tales tumoraciones mixtas surgen de un linaje común con diferenciación variable y no representan dos entidades separadas concurrentes (McKenna, 2005; Vang, 2004). Cuadro 36–5. Clasificación modificada de la Organización Mundial de la Salud para los tumores ováricos del estroma de los cordones sexuales. Tumores puros del estroma Fibroma/fibrosarcoma Tecoma Tumor estromal esclerosante Tumor de células de Leydig Tumor de células productoras de esteroides Tumores puros de los cordones sexuales Tumor de las células de la granulosa Tipo adulto Tipo juvenil Tumor de células de Sertoli Tumores de cordones sexuales con túbulos anulares Tumores mixtos del estroma­cordón sexual Tumores de células de Sertoli­Leydig Tumores de cordones sexuales­estromales no especificados de otra forma Se considera que todos los tumores ováricos de células de la granulosa tienen potencial maligno. Sin embargo, no hay un criterio definido para establecer con claridad la malignidad o benignidad de la mayor parte de los otros subtipos de tumores del estroma de los cordones sexuales. Los intentos de la gradación de estos tumores mediante las características nucleares o la actividad mitótica han tenido resultados inconsistentes (Chen, 2003). Tumores de células de la granulosa Tumores de células de la granulosa tipo adulto El 70% de los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos son tumores de células de la granulosa (Colombo, 2007). Se cree que estos tumores surgen de las células que rodean a las células germinales. Hay dos tipos clínicos y distintos desde el punto de vista histopatológico: la forma adulta, que comprende 95% de los casos, y el tipo juvenil, que abarca 5%. En el caso de los tumores de células de la granulosa de tipo adulto, la mayoría de las mujeres es diagnosticada después de los 30 años de edad; el promedio de edad se acerca a los 55 años. Son frecuentes la metrorragia irregular y el sangrado posmenopáusico, lo que refleja exposición endometrial prolongada a estrógenos. En relación con este exceso de hormonas, se han identificado alteraciones concomitantes (como hiperplasia endometrial o adenocarcinoma) en 25%–30% de las pacientes con tumores de células de la granulosa de tipo adulto (van Meurs, 2013). De igual manera, el crecimiento y la hipersensibilidad mamarios son quejas frecuentes relacionadas, y hay informes de amenorrea secundaria (Kurihara, 2004). Otra posibilidad es que los síntomas se deban a las tumoraciones ováricas y no a las hormonas que producen (Ray­Coquard, 2014). Un tumor creciente y con potencial hemorrágico en ocasiones causa molestia y distensión abdominales. El dolor pélvico agudo sugiere torsión del anexo; la rotura del Downloaded 2023­2­27 1:40 A Your IP isun132.248.9.8 tumor con hemoperitoneo puede simular embarazo ectópico. Page 17 / 34 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms Use •de Privacy Policy Notice • Accessibility Si durante la intervención quirúrgica se confirma unoftumor células de la •granulosa de tipo adulto, puede solicitarse la valoración de marcadores tumorales. De éstos, la inhibina B (que parece ser más específica que la inhibina A) a menudo se eleva meses antes de la detección clínica de la recurrencia (Mom, 2007); sin embargo, el valor diagnóstico de este marcador disminuye por su amplio intervalo fisiológico normal (Schneider, 2005). promedio de edad se acerca a los 55 años. Son frecuentes la metrorragia irregular y el sangrado posmenopáusico, lo que refleja exposición Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM endometrial prolongada a estrógenos. En relación con este exceso de hormonas, se han identificado alteraciones concomitantes (como hiperplasia Access by: endometrial o adenocarcinoma) en 25%–30% de las pacientes con tumores de células de la granulosa deProvided tipo adulto (van Meurs, 2013). De igual manera, el crecimiento y la hipersensibilidad mamarios son quejas frecuentes relacionadas, y hay informes de amenorrea secundaria (Kurihara, 2004). Otra posibilidad es que los síntomas se deban a las tumoraciones ováricas y no a las hormonas que producen (Ray­Coquard, 2014). Un tumor creciente y con potencial hemorrágico en ocasiones causa molestia y distensión abdominales. El dolor pélvico agudo sugiere torsión del anexo; la rotura del tumor con hemoperitoneo puede simular un embarazo ectópico. Si durante la intervención quirúrgica se confirma un tumor de células de la granulosa de tipo adulto, puede solicitarse la valoración de marcadores tumorales. De éstos, la inhibina B (que parece ser más específica que la inhibina A) a menudo se eleva meses antes de la detección clínica de la recurrencia (Mom, 2007); sin embargo, el valor diagnóstico de este marcador disminuye por su amplio intervalo fisiológico normal (Schneider, 2005). El estradiol tiene uso limitado en la vigilancia, esto es verdadero sobre todo en una mujer joven que desea conservar la fertilidad y en la que el ovario contralateral queda in situ. A simple vista, los tumores de células de la granulosa de tipo adulto son grandes, poliquísticos y a menudo miden más de 10 a 15 cm de diámetro (figura 36–8). La superficie a menudo es edematosa y muy adherente a otros órganos pélvicos. Por tal razón, casi siempre se necesita una disección más extensa que para los cánceres ováricos epiteliales o los tumores malignos de células germinales. Durante la escisión también son frecuentes la rotura inadvertida y la hemorragia intraoperatoria del propio tumor. El interior del tumor es muy variable; es probable que predominen los componentes sólidos, con grandes áreas de hemorragia y necrosis. Otra posibilidad es que sea quístico, con muchas cámaras llenas de líquido seroso­sanguinolento o gelatinoso (Colombo, 2007). El estudio microscópico muestra sobre todo células de la granulosa con núcleos pálidos y hendidos, en forma de “granos de café”. El rasgo histológico característico es el cuerpo de Call­Exner, una roseta formada por células alrededor de un espacio lleno de líquido eosinofílico (figura 36–9). Figura 36–9. Tumor de las células de la granulosa en una mujer adulta. A . Típicamente, las células se encuentran apiñadas y contienen escaso citoplasma pálido; su núcleo elongado puede tener pliegues longitudinales que les dan un aspecto en “grano de café”. B . Se identifican cuerpos de Call­Exner por su aspecto en roseta. (Reproducida con autorización de Dr. Raheela Ashfaq). Los tumores de células de la granulosa de tipo adulto son neoplasias de baja malignidad, casi siempre con crecimiento lento. En 95% de los casos es unilateral y de 70%–90% está en etapa I al momento del diagnóstico (cuadro 36–6). La supervivencia a cinco años para pacientes con enfermedad en etapa I es de 90%–95% (Colombo, 2007; Zhang, 2007); sin embargo, 15%–25% de las pacientes en etapa I recae al final. La mediana de tiempo hasta la recurrencia es de 5 a 6 años, pero el periodo puede ser de varios decenios (Abu­Rustum, 2006; East, 2005). Por fortuna, estos tumores indoloros casi siempre progresan despacio y la mediana de supervivencia después de la recaída es de otros seis años. Los escasos factores pronósticos comprenden la etapa avanzada, el tamaño tumoral grande y la enfermedad residual (Seagle, 2017). Las pacientes con tumores en etapas II a IV tienen una tasa de supervivencia a cinco años de 50%–80% (Seagle, 2017). La atipia celular y el recuento mitótico pueden ayudar a determinar el pronóstico, pero son difíciles de cuantificar de forma reproducible (Miller, 2001). Cuadro 36–6. Supervivencia de pacientes con tumores ováricos frecuentes del estroma de los cordones sexuales, según la etapa. Células de la granulosa de tipo adulto Células de Sertoli­Leydig Etapa al momento del diagnóstico I 70%–90% Downloaded 2023­2­27 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 II­IV 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los 10%–20% CAPÍTULO cordones sexuales, ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Supervivencia a cinco años 97% 2%–3% Page 18 / 34 siempre progresan despacio y la mediana de supervivencia después de la recaída es de otros seis años. Los escasos factores pronósticos comprenden Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM la etapa avanzada, el tamaño tumoral grande y la enfermedad residual (Seagle, 2017). Las pacientes con tumores en etapas II a IV tienen una tasa de Access Provided by: supervivencia a cinco años de 50%–80% (Seagle, 2017). La atipia celular y el recuento mitótico pueden ayudar a determinar el pronóstico, pero son difíciles de cuantificar de forma reproducible (Miller, 2001). Cuadro 36–6. Supervivencia de pacientes con tumores ováricos frecuentes del estroma de los cordones sexuales, según la etapa. Células de la granulosa de tipo adulto Células de Sertoli­Leydig Etapa al momento del diagnóstico I 70%–90% 97% II­IV 10%–20% 2%–3% Etapa I 90%–95% 90%–95% Etapas II­IV 50%–80% 10%–20% Supervivencia a cinco años Las fuentes de las cifras de supervivencia se citan en el texto. Tumores de células de la granulosa de tipo juvenil Estas neoplasias poco frecuentes se desarrollan sobre todo en niñas y mujeres adultas jóvenes; 90% se diagnostica antes de la pubertad (Colombo 2007). La edad promedio al momento del diagnóstico es de 13 años, pero la edad de las pacientes varía desde el nacimiento hasta los 67 años (Young, 1984). Dichos tumores a veces se relacionan con la enfermedad de Ollier o el síndrome de Maffucci, caracterizado por la presencia de endocondromas y hemangiomas (Young, 1984; Yuan, 2004). Es probable que las mujeres afectadas tengan concentraciones elevadas de estrógenos, progesterona y testosterona, con supresión de gonadotropinas. Como resultado, son frecuentes las irregularidades menstruales y la amenorrea. Las niñas prepúberes casi siempre presentan pubertad precoz periférica isosexual, que se caracteriza por crecimiento mamario y aparición de vello púbico, de secreciones vaginales y de otros caracteres sexuales secundarios. Tales tumores pocas veces secretan andrógenos, lo cual induce virilización. A pesar de estos signos endocrinos, es frecuente el diagnóstico tardío de los tumores de células de la granulosa de tipo juvenil en niñas prepuberales y pospuberales, y se acompaña de un riesgo alto de diseminación tumoral al peritoneo (Kalfa, 2005). Además de cambios hormonales, las mujeres pueden presentar efectos del tumor. Por ejemplo, las pacientes mayores casi siempre buscan atención médica por dolor o inflamación abdominales. La rotura preoperatoria con hemoperitoneo puede causar síntomas abdominales agudos en 5%–10% de las pacientes; también se observa ascitis en 10% de los casos (Young, 1984). A simple vista, los tumores de células de la granulosa de tipo juvenil se parecen a los de tipo adulto, con componentes variables sólidos y quísticos. Pueden alcanzar un tamaño considerable y tener un diámetro promedio de 12 cm. Al microscopio, las características citológicas que distinguen a estos tumores de los de tipo adulto son sus núcleos redondeados hipercromáticos sin hendiduras en forma de “grano de café”. Los cuerpos de Call­Exner son raros, pero a menudo se encuentra un componente de células de la teca (Young, 1984). El pronóstico es excelente, y el índice de supervivencia a cinco años es de 95%. Ambos tipos de tumores son unilaterales y se encuentran en etapa I al momento del diagnóstico (Young, 1984). Sin embargo, el tipo juvenil es más agresivo en etapas avanzadas y el tiempo entre la recaída y la muerte es mucho menor. Por lo general, las recurrencias aparecen en tres años. Las reincidencias más tardías son inusuales (Frausto, 2004). Grupo tecoma­fibroma Tecomas Se trata de tumores del estroma de los cordones sexuales que el médico observa con relativa frecuencia y rara vez son malignos. Dichas neoplasias Downloaded 2023­2­27 1:40siempre A Yourse IPdesarrollan is 132.248.9.8 son únicas debido a que casi en posmenopáusicas de 60–70 años de edad; son poco frecuentes antes de los 30 años. Estas Page 19 / 34 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, masas sólidas están entre los tumores del estroma de los cordones sexuales de mayor actividad hormonal y casi siempre producen exceso de ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility estrógenos. Como resultado, los signos y síntomas primarios son metrorragia anormal, masa pélvica, o ambas. Muchas mujeres también presentan hiperplasia endometrial o adenocarcinoma concurrente (Aboud, 1997). Tales tumores están formados por células de estroma cargadas con lípidos, a mucho menor. Por lo general, las recurrencias aparecen en tres años. Las reincidencias más tardías son inusuales (Frausto, 2004). Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Grupo tecoma­fibroma Access Provided by: Tecomas Se trata de tumores del estroma de los cordones sexuales que el médico observa con relativa frecuencia y rara vez son malignos. Dichas neoplasias son únicas debido a que casi siempre se desarrollan en posmenopáusicas de 60–70 años de edad; son poco frecuentes antes de los 30 años. Estas masas sólidas están entre los tumores del estroma de los cordones sexuales de mayor actividad hormonal y casi siempre producen exceso de estrógenos. Como resultado, los signos y síntomas primarios son metrorragia anormal, masa pélvica, o ambas. Muchas mujeres también presentan hiperplasia endometrial o adenocarcinoma concurrente (Aboud, 1997). Tales tumores están formados por células de estroma cargadas con lípidos, a veces luteinizadas; la mitad de estos tecomas luteinizados son hormonalmente inactivos o produce andrógenos. Los tecomas son tumores sólidos cuyas células se asemejan a las de la teca que rodean los folículos ováricos normales (Chen, 2003). Por su textura, en la ecocardiografía se ven como tumoraciones sólidas en los anexos y pueden simular leiomiomas extrauterinos. El compromiso de ambos ovarios y la diseminación fuera de éstos son eventos raros; por fortuna, los tecomas ováricos tienen rasgos clínicos benignos y la resección quirúrgica es curativa. Fibromas Los fibromas son variantes de tumores del estroma de los cordones sexuales que se observan con cierta frecuencia, sin actividad hormonal y que casi siempre se desarrollan en perimenopáusicas y menopáusicas (Chechia, 2008). Estas neoplasias ováricas sólidas, por lo general benignas, se originan en las células fusiformes productoras de colágeno del estroma. La mayoría de los fibromas se encuentra de manera incidental en la exploración o en la ecografía pélvicas. Son tumores sólidos, redondos, ovales o lobulados, relacionados con líquido libre o, menos a menudo, con ascitis franca; su vascularidad es de mínima a moderada (Paladini, 2009). Quizá 1% de las mujeres se presenta con síndrome de Meigs, una tríada que incluye derrame pleural, ascitis y un tumor ovárico sólido (Siddiqui, 1995). Los derrames pleurales casi siempre son del lado derecho; por lo general el líquido pleural y el fluido de ascitis que lo acompañan es un trasudado que se resuelve después de extirpar el tumor (Majzlin, 1964). A pesar de la relación que hay entre la ascitis y los fibromas benignos, cuando la primera y una masa pélvica coexisten, se debe suponer malignidad al realizar la valoración. El pronóstico después de la escisión de los fibromas es el de cualquier tumor benigno; sin embargo, 10% presenta aumento de la celularidad y grados variables de pleomorfismo y actividad mitótica, indicativos de un tumor mejor caracterizado como de bajo potencial maligno. En 1% de los casos se encuentra transformación maligna a un fibrosarcoma. Tumores estromales esclerosantes Son neoplasias raras y representan menos de 5% de los tumores del estroma de los cordones sexuales. La edad promedio de las pacientes es de 20 años y 80% de los casos se desarrolla antes de los 30 años. Los tumores estromales esclerosantes tienen un comportamiento clínico benigno y por lo general son unilaterales. Las irregularidades menstruales y el dolor pélvico son síntomas frecuentes (Marelli, 1998), pocas veces hay ascitis (a diferencia de los fibromas). El tamaño de las tumoraciones varía; puede ser microscópico o llegar hasta a 20 cm. En el estudio histopatológico, los rasgos distintivos son la presencia de pseudolobulación de áreas celulares separadas por tejido conjuntivo edematoso, aumento de la vascularidad y áreas prominentes de esclerosis. Tumores de células estromales y de Sertoli Tumores de células de Sertoli Los tumores ováricos de células de Sertoli se observan con poca frecuencia; representan menos de 5% de todos los tumores del estroma de los cordones sexuales. La edad promedio de las pacientes al momento del diagnóstico es de 30 años, pero varía de los 2 a los 76 años. La cuarta parte de las pacientes tienen manifestaciones estrogénicas o androgénicas, sin embargo, la mayoría de las neoplasias carece de funcionalidad en términos clínicos. Estas tumoraciones casi siempre son unilaterales, sólidas, amarillas, y miden entre 4 y 12 cm. Provienen del tipo celular que da origen a los túbulos seminíferos y a menudo se organizan en túbulos que son característicos en términos histopatológicos (Young, 2005); sin embargo, los tumores de células de Sertoli pueden simular a muchas neoplasias distintas; en estos casos, la tinción con anticuerpos específicos es invaluable para confirmar el diagnóstico. Más de 80% de2023­2­27 los casos se encuentra I al momento del diagnóstico, y casi todos son benignos. La atipia celular moderada, la actividad Downloaded 1:40 A Your en IP etapa is 132.248.9.8 mitótica enérgica y la necrosis de las tumorales sonyindicadores potencialsexuales, maligno. Estos datos se encuentran en 10% dePage las 20 / 34 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos decélulas células germinales del estromadedemayor los cordones ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms ofde Use • Privacy • Notice Accessibility personas con enfermedad en etapa I y en la mayoría aquéllas conPolicy tumores en las •fases II a IV. El riesgo de recidiva es mayor cuando se observan dichas características (Oliva, 2005). Estas tumoraciones casi siempre son unilaterales, sólidas, amarillas, y miden entre 4 y 12 cm. Provienen del tipo celular que da origen a los túbulos Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM seminíferos y a menudo se organizan en túbulos que son característicos en términos histopatológicos (Young, 2005); sin embargo, los tumores de Access Provided by: células de Sertoli pueden simular a muchas neoplasias distintas; en estos casos, la tinción con anticuerpos específicos es invaluable para confirmar el diagnóstico. Más de 80% de los casos se encuentra en etapa I al momento del diagnóstico, y casi todos son benignos. La atipia celular moderada, la actividad mitótica enérgica y la necrosis de las células tumorales son indicadores de mayor potencial maligno. Estos datos se encuentran en 10% de las personas con enfermedad en etapa I y en la mayoría de aquéllas con tumores en las fases II a IV. El riesgo de recidiva es mayor cuando se observan dichas características (Oliva, 2005). Tumores de células de Sertoli­Leydig Estos tumores representa sólo 5%–10% de los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos (Zhang, 2007). Su incidencia es semejante a la de los tumores de células de Sertoli, y la edad promedio es de 25 años. Aunque se han identificado en niñas y mujeres posmenopáusicas, más de 90% se desarrolla durante la edad reproductiva. Con frecuencia, dichos tumores producen hormonas esteroideas sexuales, más a menudo andrógenos. Como resultado, hay virilización franca en un tercio de las pacientes y otro 10% tiene manifestaciones clínicas de exceso de andrógenos (Young, 1985). También son frecuentes los trastornos menstruales. Por consiguiente, debe sospecharse un tumor de células de Sertoli­Leydig antes de una operación quirúrgica en pacientes con una masa palpable unilateral en algún anexo y manifestaciones androgénicas. En estas mujeres el aumento del índice sérico de testosterona­androstenediona es muy sugestivo del diagnóstico. Aunque tales efectos hormonales son frecuentes, la mitad de las pacientes tiene síntomas inespecíficos de una masa abdominal como única molestia. Pocas veces hay ascitis (Outwater, 2000). Las anomalías tiroideas también coexisten con los tumores de células de Sertoli­Leydig, con una frecuencia que rebasa la casualidad. Dichos tumores suelen ser grandes al momento de la extirpación. En la mayor parte de los casos, los tumores de células de Sertoli­Leydig son amarillos y lobulados; pueden ser sólidos y parcialmente o totalmente quísticos (figura 36–10). En el nivel microscópico, estos tumores contienen proporciones variables de células parecidas a las células del epitelio o del estroma testicular. Existe una superposición considerable entre los cinco subtipos de diferenciación (clara, intermedia, deficiente, retiforme y heteróloga). Los tumores bien diferenciados tienen un comportamiento clínico benigno (Chen, 2003; Young, 2005). Figura 36–10. Tumor de células de Sertoli­Leydig (SLCT, Sertoli­Leydig cell tumor). A . Los tumores de células de Sertoli­Leydig muestran características macroscópicas variables que dependen del grado de diferenciación y de la presencia de elementos heterólogos. Esta muestra quirúrgica abierta tenía una superficie de corte predominantemente sólida con quistes focalizados de colores abigarrados amarillo­marrón, y focos de hemorragia. B . Tumor de células de Sertoli­Leydig bien diferenciado compuesto de túbulos huecos mezclados con grupos de células de Leydig maduras. C . Este tumor de células de Sertoli­Leydig de diferenciación intermedia contiene túbulos sólidos que parecen simular a los que se observan en el testículo fetal. (Reproducida con autorización de Dr. Katja Gwin). Downloaded 2023­2­27 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Page 21 / 34 Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Access Provided by: En general, 15%–20% de los tumores de células de Sertoli­Leydig tiene un comportamiento clínico maligno. El pronóstico depende sobre todo de la etapa y del grado de diferenciación tumoral en estas variantes malignas, por ejemplo, Young y Scully (1985) hicieron un análisis clinicopatológico de 207 pacientes e identificaron enfermedad en etapa I en 97% de ellos. La supervivencia a cinco años para las pacientes en etapa I es mayor de 90% (Zaloudek, 1984). Se observaron características malignas en cerca de 10% de los tumores con diferenciación intermedia y en 60% de las neoplasias poco distinguibles. Los elementos retiformes y heterólogos sólo se observan en tumores de células de Sertoli­Leydig con diferenciación intermedia o escasa, y casi siempre conllevan un mal pronóstico. En general, 2%–3% de los pacientes con enfermedad en etapas II a IV tienen un pronóstico sombrío (Young, 1985). Tumores de los cordones sexuales con túbulos anulares Estos tumores representan 5% de los tumores del estroma de los cordones sexuales y se caracterizan por túbulos con forma de anillo y elementos celulares distintivos con rasgos histológicos intermedios entre los tumores de células de Sertoli y los de células de la granulosa. Se reconocen dos tipos clínicos distintos: primero, un tercio de los casos es benigno desde el punto de vista clínico y aparece en personas con síndrome de Peutz­ Jeghers (PJS,2023­2­27 Peutz­Jeghers ); por lo general, dichas neoplasias son pequeñas, multifocales, calcificadas, bilaterales y se diagnostican en Downloaded 1:40syndrome A Your IP is 132.248.9.8 Page 22 / 34 forma incidental. De las pacientes síndrome de Peutz­Jeghers, 15% también desarrollasexuales, adenoma maligno del cuello uterino, un adenocarcinoma CAPÍTULO 36: Tumores ováricoscon de células germinales y del estroma de los cordones ©2023 McGraw Hill. All RightsEnReserved. ofde Use Privacy Policy • Notice • Accessibility raro y muy bien diferenciado. cambio, dosTerms tercios los• tumores no se relacionan con síndrome de Peutz­Jeghers. Estas masas son más grandes, unilaterales, sintomáticas y tienen un índice de malignidad clínica de 15%–20% (Young, 1982). Tumores de los cordones sexuales con túbulos anulares Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Access Provided by: Estos tumores representan 5% de los tumores del estroma de los cordones sexuales y se caracterizan por túbulos con forma de anillo y elementos celulares distintivos con rasgos histológicos intermedios entre los tumores de células de Sertoli y los de células de la granulosa. Se reconocen dos tipos clínicos distintos: primero, un tercio de los casos es benigno desde el punto de vista clínico y aparece en personas con síndrome de Peutz­ Jeghers (PJS, Peutz­Jeghers syndrome); por lo general, dichas neoplasias son pequeñas, multifocales, calcificadas, bilaterales y se diagnostican en forma incidental. De las pacientes con síndrome de Peutz­Jeghers, 15% también desarrolla adenoma maligno del cuello uterino, un adenocarcinoma raro y muy bien diferenciado. En cambio, dos tercios de los tumores no se relacionan con síndrome de Peutz­Jeghers. Estas masas son más grandes, unilaterales, sintomáticas y tienen un índice de malignidad clínica de 15%–20% (Young, 1982). Tumores de células esteroideas Menos de 5% de los tumores del estroma de los cordones sexuales son tumores de células esteroideas. La edad promedio al momento del diagnóstico es de 25 años, pero el rango de edad es amplio. Tales neoplasias están compuestas en su mayor parte o en su totalidad por células parecidas a las secretoras de hormonas esteroideas y se clasifican de acuerdo con la composición histológica de estas células. Los luteomas estromales son tumores con comportamiento clínico benigno, que por definición se encuentran por completo dentro del estroma ovárico. Por lo general se observan en posmenopáusicas. Los efectos estrogénicos son frecuentes, sin embargo, algunas pacientes experimentan manifestaciones androgénicas. Los tumores de células de Leydig también son benignos y de forma similar casi siempre se encuentran en posmenopáusicas. En el examen microscópico se distinguen por inclusiones citoplasmáticas rectangulares parecidas a cristales, llamadas cristales de Reinke. Las células de Leydig secretan testosterona y estos tumores por lo general tienen efectos androgénicos. Los tumores de células esteroideas no especificados (NOS, not otherwise specified) son el subtipo más frecuente de este grupo y casi siempre se presentan en mujeres más jóvenes, en edad reproductiva. Algunos son grandes luteomas estromales que crecieron hasta llegar a la superficie ovárica o tumores de células de Leydig en los que no pueden identificarse los cristales de Reinke. Estas neoplasias casi siempre se acompañan de exceso de andrógenos, aunque también hay informes de producción excesiva de estrógenos o de cortisol (p. ej., síndrome de Cushing). Un tercio de los tumores de células esteroideas no especificados tiene comportamiento clínico maligno y un pronóstico sombrío (Oliva, 2005). Tumores no clasificados del estroma de los cordones sexuales Los tumores no clasificados representan 5% de los tumores del estroma de los cordones sexuales y no tienen un patrón predominante claro de diferenciación testicular (células de Sertoli) u ovárica (células de la granulosa). Estas neoplasias mal definidas son muy frecuentes durante el embarazo debido a las alteraciones de sus características clínicas y patológicas usuales (Young, 2005); pueden producir estrógenos, andrógenos o carecer de función. El pronóstico es similar al de los tumores de células de la granulosa y de células de Leydig con grados similares de diferenciación. Ginandroblastomas Los ginandroblastomas son el tipo más raro de tumor del estroma de los cordones sexuales ovárico. Se presentan a una edad promedio de 30 años y las pacientes por lo general tienen irregularidades menstruales o evidencias de exceso hormonal. Los tumores se caracterizan por células de la granulosa entremezcladas con túbulos formados por células de Sertoli. Quizá haya células de la teca, células de Leydig o ambas en proporciones variables. Los ginandroblastomas tienen bajo potencial maligno y sólo se ha informado una muerte (Martin­Jimenez, 1994). Tratamiento Cirugía La base del tratamiento para pacientes con tumor del estroma de los cordones sexuales ovárico es la ablación quirúrgica completa; este grupo muestra insensibilidad relativa a la quimioterapia adyuvante o a la radiación. Así, los objetivos terapéuticos son establecer un diagnóstico hístico definitivo, determinar la extensión de la enfermedad y eliminar cualquier tumor macroscópico en pacientes, poco frecuentes, con enfermedad en etapas avanzadas. Además, durante la planificación preoperatoria, los médicos deben considerar la edad de la paciente y su deseo de fertilidad a futuro. Para las mujeres que ya no desean tener hijos se realiza histerectomía con salpingooforectomía bilateral, mientras que en aquellas que aún desean tener hijos puede ser apropiada la salpingooforectomía unilateral con conservación del útero, en cuyo caso el ovario residual puede ser apropiado en ausencia de diseminación evidente de la enfermedad hacia este órgano (Zanagnolo, 2004). Se lleva a cabo la obtención de muestras endometriales, en especial si se planifica la cirugía con conservación de la fertilidad en mujeres con tumores de las células de la granulosa o con tecomas. Esto ocurre porque muchas de las pacientes tendrán hiperplasia o adenocarcinoma coexistentes, lo que afecta la decisión de la histerectomía. Downloaded 2023­2­27 1:40 A Your IP is 132.248.9.8 Page 23 / 34 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, La cirugía laparoscópica de mínima invasiónTerms tiene varias relevantes. En•algunos casos, el diagnóstico de tumor del estroma de los ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. of Useaplicaciones • Privacy Policy • Notice Accessibility cordones sexuales no puede establecerse hasta que se extirpa la masa por vía laparoscópica y se envía para valoración de corte congelado. Entonces puede proceder la estadificación quirúrgica laparoscópica. Si no se obtiene el diagnóstico hasta que se confirma el informe final de patología después futuro. Para las mujeres que ya no desean tener hijos se realiza histerectomía con salpingooforectomía bilateral, mientras que en aquellas que aún Universidad Nacional Autonoma Mexico desean tener hijos puede ser apropiada la salpingooforectomía unilateral con conservación del útero, en cuyo caso el ovario residualde puede ser UNAM by: a cabo la obtención de muestras apropiado en ausencia de diseminación evidente de la enfermedad hacia este órgano (Zanagnolo, Access 2004).Provided Se lleva endometriales, en especial si se planifica la cirugía con conservación de la fertilidad en mujeres con tumores de las células de la granulosa o con tecomas. Esto ocurre porque muchas de las pacientes tendrán hiperplasia o adenocarcinoma coexistentes, lo que afecta la decisión de la histerectomía. La cirugía laparoscópica de mínima invasión tiene varias aplicaciones relevantes. En algunos casos, el diagnóstico de tumor del estroma de los cordones sexuales no puede establecerse hasta que se extirpa la masa por vía laparoscópica y se envía para valoración de corte congelado. Entonces puede proceder la estadificación quirúrgica laparoscópica. Si no se obtiene el diagnóstico hasta que se confirma el informe final de patología después de la operación quirúrgica, puede proponerse la estadificación laparoscópica para determinar si existe enfermedad metastásica; esto puede reducir la morbilidad de una segunda cirugía (Shim, 2013). La estadificación quirúrgica es esencial para determinar la extensión de la enfermedad y la necesidad de tratamiento adyuvante en la mayor parte de las mujeres con subtipos potencialmente malignos de tumores del estroma de los cordones sexuales (figura 36–11). Se ha mencionado que en sólo 20% de los casos se completa la estadificación (Abu­Rustum, 2006; Brown, 2009). Los datos más recientes sugieren que debido a las vías de diseminación superficial y hematógena, puede modificarse el procedimiento estándar para cáncer ovárico. Los lavados pélvicos, la exploración abdominal, las biopsias peritoneales y la omentectomía parcial conservan su importancia, pero cada vez se cuestiona más la utilidad de la linfadenectomía pélvica y paraaórtica como medida sistemática. En un estudio de National Cancer Database de 2680 tumores de células de la granulosa ovárica, la mitad de ellos fue objeto de linfadenectomía, pero sólo 3% de los casos tenía ganglios positivos; por lo general, esos casos tenían una enfermedad generalizada concurrente (Seagle, 2017). Además, la realización de una linfadenectomía no mejora las tasas de supervivencia en aquellas pacientes con tumor del estroma de los cordones sexuales (Cheng, 2018). Figura 36–11. Estadificación de los tumores del estroma de los cordones sexuales. PJS, síndrome de Peutz­Jeghers. La extirpación quirúrgica de tumores del estroma de los cordones sexuales productores de hormonas sexuales causa una caída inmediata de las altas concentraciones preoperatorias de dichas moléculas. Sin embargo, la resolución parcial o completa de las manifestaciones físicas de dichas concentraciones se alcanza en forma gradual. Vigilancia En general, las mujeres con tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos en etapa I tienen un pronóstico posquirúrgico excelente y casi siempre se vigilan en intervalos regulares sin necesidad de tratamiento adicional (Morgan, 2016). La vigilancia incluye un examen físico general, valoración pélvica, el análisis de marcadores séricos si se encontraban elevados desde un inicio, y estudios de imagen según lo indiquen las manifestaciones clínicas. Quimioterapia La decisión de administrar tratamiento posoperatorio depende de diversos factores (figura 36–12). Aunque casi siempre se tratan sólo con cirugía, los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos en etapa I a veces necesitan quimioterapia adyuvante cuando el tumor es grande, el índice mitótico es elevado, el tumor se rompe, la estadificación es incompleta, los resultados de patología son dudosos o si hay excrecencias capsulares. Se Downloaded 2023­2­27 Your is 132.248.9.8 cree que las mujeres con 1:40 una oAmás deIP estas características sospechosas tienen mayor riesgo de recaer y deben considerarse como candidatas para Page 24 / 34 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, recibir quimioterapia basada en platino (Morgan, 2016). La enfermedad en etapas II a IV amerita tratamiento posquirúrgico. En general, los tumores ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility del estroma de los cordones sexuales tienen menor sensibilidad a la quimioterapia que otras neoplasias malignas ováricas, sin embargo, se recomiendan los fármacos adyuvantes con base de platino (van Meurs, 2014). Quimioterapia Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM Access Provided by: La decisión de administrar tratamiento posoperatorio depende de diversos factores (figura 36–12). Aunque casi siempre se tratan sólo con cirugía, los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos en etapa I a veces necesitan quimioterapia adyuvante cuando el tumor es grande, el índice mitótico es elevado, el tumor se rompe, la estadificación es incompleta, los resultados de patología son dudosos o si hay excrecencias capsulares. Se cree que las mujeres con una o más de estas características sospechosas tienen mayor riesgo de recaer y deben considerarse como candidatas para recibir quimioterapia basada en platino (Morgan, 2016). La enfermedad en etapas II a IV amerita tratamiento posquirúrgico. En general, los tumores del estroma de los cordones sexuales tienen menor sensibilidad a la quimioterapia que otras neoplasias malignas ováricas, sin embargo, se recomiendan los fármacos adyuvantes con base de platino (van Meurs, 2014). Figura 36–12. Tratamiento posoperatorio de los tumores del estroma de los cordones sexuales. El régimen de cinco días de tratamiento con bleomicina, etopósido y cisplatino es la quimioterapia combinada de primera línea más utilizada (Gershenson, 1996; Homesley, 1999). Para aquellas pacientes en quienes se extirpó el tumor completo, son suficientes tres cursos administrados cada tres semanas. Se recomiendan cuatro ciclos para mujeres con resección incompleta del tumor (Homesley, 1999). Además de bleomicina, etopósido y cisplatino, los taxanos han demostrado actividad moderada como medicamento único contra los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos, pero la combinación de quimioterapia con paclitaxel y carboplatino parece más prometedora (Brown, 2004, 2005; Burton, 2016). A fin de determinar el régimen más efectivo, hoy día se lleva a cabo un estudio prospectivo con asignación al azar que compara el paclitaxel y carboplatino con bleomicina, etopósido y cisplatino en pacientes con tumor del estroma de los cordones sexuales ovárico recién diagnosticado (protocolo GOG #264). Por desgracia, la relativa escasez de mujeres que tienen tumor del estroma de los cordones sexuales ovárico y luego reciben quimioterapia limita la capacidad de realizar grandes estudios con asignación al azar. Radiación Hoy en día, la radioterapia posoperatoria está limitada en el tratamiento de los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos. Existe evidencia que indica una mayor supervivencia al menos en algunas mujeres con enfermedad recién diagnosticada que recibieron radioterapia abdominal total (Wolf, 1999). Sin embargo, la quimioterapia suele ser el tratamiento posoperatorio primario porque casi siempre es más tolerable, más accesible y más fácil de administrar. Es mejor reservar la radioterapia para paliar síntomas locales (Dubuc­Lissoir, 2001). Recurrencia El tratamiento del tumor del estroma de los cordones sexuales ovárico recidivante depende de las circunstancias clínicas. La reducción quirúrgica secundaria de volumen debe considerarse con seriedad por el patrón de crecimiento lento e indoloro, el intervalo libre de enfermedad casi siempre prolongado después del tratamiento inicial y la insensibilidad inherente a la quimioterapia (Crew, 2005; Powell, 2001). La quimioterapia combinada de fármacos basados en platino es el tratamiento de primera elección para la enfermedad recidivante, con o sin reducción quirúrgica de volumen (Uygun, 2003). De los regímenes disponibles, la combinación de bleomicina, etopósido y cisplatino es la que se usa con mayor frecuencia porque tiene el índice Downloaded 2023­2­27 1:40 A (Homesley, Your IP is 132.248.9.8 de respuesta más alto conocido 1999). Page 25 / 34 CAPÍTULO 36: Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales, ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms Use • enfermedad Privacy Policy • Notice pese • Accessibility No existe un tratamiento estándar para mujeres queofsufran progresiva a la cirugía intensiva y quimioterapia con platino. De forma reciente, el bevacizumab mostró una tasa de respuesta de 17% en un estudio de fase II (Brown, 2014a). El tratamiento hormonal tiene mínima toxicidad, pero la experiencia clínica con este método es extremadamente limitada (Hardy, 2005). El acetato de medroxiprogesterona y la leuprorelina, Universidad Nacional de quirúrgica Mexico UNAM El tratamiento del tumor del estroma de los cordones sexuales ovárico recidivante depende de las circunstancias clínicas.Autonoma La reducción Access Provided by: secundaria de volumen debe considerarse con seriedad por el patrón de crecimiento lento e indoloro, el intervalo libre de enfermedad casi siempre prolongado después del tratamiento inicial y la insensibilidad inherente a la quimioterapia (Crew, 2005; Powell, 2001). La quimioterapia combinada de fármacos basados en platino es el tratamiento de primera elección para la enfermedad recidivante, con o sin reducción quirúrgica de volumen (Uygun, 2003). De los regímenes disponibles, la combinación de bleomicina, etopósido y cisplatino es la que se usa con mayor frecuencia porque tiene el índice de respuesta más alto conocido (Homesley, 1999). No existe un tratamiento estándar para mujeres que sufran enfermedad progresiva pese a la cirugía intensiva y quimioterapia con platino. De forma reciente, el bevacizumab mostró una tasa de respuesta de 17% en un estudio de fase II (Brown, 2014a). El tratamiento hormonal tiene mínima toxicidad, pero la experiencia clínica con este método es extremadamente limitada (Hardy, 2005). El acetato de medroxiprogesterona y la leuprorelina, un agonista de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH, gonadotropin­releasing hormone), tienen actividad demostrada para detener el crecimiento de los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos recidivantes (Fishman, 1996; Homesley, 1999). Sin embargo, es probable que los antagonistas de GnRH no sean tan efectivos (Ameryckx, 2005). Además de los fármacos habituales, el descubrimiento de la mutación FOXL2 402C>G (exclusiva de todos los tumores de células de la granulosa de tipo adulto) podría conducir al desarrollo de tratamientos dirigidos para las mujeres con enfermedad avanzada o recidivante. Hoy en día, FOXL2 no es un objetivo farmacológico perfecto como factor de transcripción; el conocimiento sobre su función y sus efectos subsiguientes podrían identificar alteraciones moleculares en estos tumores (Kobel, 2009). Pronóstico En general, los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos tienen un pronóstico mucho mejor que los carcinomas ováricos epiteliales, sobre todo porque la mayoría de las mujeres con tumores del estroma de los cordones sexuales se diagnostican en la etapa I de la enfermedad. Los tumores en etapas II a IV son raros, pero las pacientes con estos cánceres tienen un mal pronóstico, similar al de sus contrapartes con enfermedad epitelial. Por desgracia, las tasas de supervivencia para los tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos no han mejorado durante los últimos decenios (Chan, 2006). De los factores pronósticos, la edad más joven, la etapa quirúrgica, el tamaño del tumor y la enfermedad residual son los más importantes (Lee, 2008; Seagle, 2017; Zanagnolo, 2004). Tratamiento durante el embarazo Raras veces se detectan tumores del estroma de los cordones sexuales ováricos durante el embarazo (Okada, 2004). Los tumores de células de la granulosa son los tumores del estroma de los cordones sexuales más frecuentes, pero sólo 10% se diagnostica durante el embarazo (Hasiakos, 2006). La presencia de tumores del estroma de los cordones sexuales se diagnostica en un tercio de las embarazadas en forma incidental durante la operación cesárea, un tercio presenta dolor o inflamación abdominal y el resto puede presentarse con hemoperitoneo, virilización o hemorragia vaginal (Young, 1984). El tratamiento quirúrgico debe ser el mismo que para una paciente no embarazada. En la mayor parte de los casos, el procedimiento primario es conservador con salpingooforectomía unilateral y estadificación quirúrgica, aunque la histerectomía y la salpingooforectomía bilateral están indicadas en algunas circunstancias (Young, 1984). En la institución donde ejercen los autores, la quimioterapia posoperatoria casi siempre se pospone hasta después del parto porque los tumores del estroma de los cordones sexuales tienen un patrón de crecimiento lento. REFERENCIAS Aboud E: A review of granulosa cell tumours and thecomas of the ovary. Arch Gynecol Obstet 259:161, 1997 [PubMed: 9271834] Abu­Rustum NR, Restivo A, Ivy J, et al: Retroperitoneal nodal metastasis in primary and recurrent granulosa cell tumors of the ovary. 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