Subido por Ramón Hernández

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Tendencias y casos
Un caso de transformación de la enseñanza:
Venezuela
Gustavo F.
J.
Cirigliano
Las ideas que provenían de la revolución francesa (libertad e igualdad) y del liberalismo (progreso indefinido y libre comercio) penetran a
comienzos del siglo XIX, corno ideales, en diversos países latinoamericanos y operan, al menos
en parte, como un factor que concurre a su
independencia política.
Los pueblos de la América hispana anhelaban
tener un gobierno propio e inaugurar una vida
independiente, buscaban una oportunidad para
cumplir una función en el mundo, para llevar
a cabo un proyecto histórico.
La educación aparece, en ese cuadro, no sólo
como un derecho sino como un instrumento
que posibilitaría la realización de ese destino
independiente. Sólo un pueblo que hubiera recibido los frutos de la educación, apropiándose
del cuantioso patrimonio cultural y científico
alcanzado por la humanidad occidental, podría
incorporarse y cumplir un papel dentro y al
ritmo de la historia universal.
No todos los países de la América Latina llegaron a alcanzar el proyecto histórico que imaginaron en el despertar de su nacionalidad. Algunos proyectos o metas quedaron inclusos; en
otras ocasiones, se sucedieron varios proyectos
Gustavo F. J. Cirigliano (Argentina), actualmente
coordinador del subprograma ciencias del hombre, en
la Universidad Nacional Abierta, Caracas, ha sido
profesor de filosofía de la educación en diferentes universidades de Estados Unidos y América Latina y consultor
en educación superior para diversas universidades.
Entre sus publicaciones: Temas nuevos en educación;
Temas de filosofía de la educeción; Educación y
futuro; Educación y polftica; Universidad y proyecto
nacional; Dinámica de grupos y educación en
América Latina.
nacionales o proyectos históricos o proyectos
políticos (términos que usaremos corno casi totalmente equivalentes en este trabajo).
Por proyecto nacional (o histórico o político)_,
entendernos el argumento de la historia futura
que un pueblo se dispone a vivir bajo la dirección de sus líderes o gobernantes.
Para los países nuevos y que recién surgen
a la vida independiente, el punto de mira estará
siempre en el futuro imaginado o propuesto, a
diferencia de países secularmente constituidos
en los que el presente encuentra sus raíces sostenidas y firmemente amarradas al pasado (que
también fue proyecto histórico en su momento).
A estos países los puede conducir una historia
(del pasado), a los sin pasado los moviliza un
proyecto (historia del futuro).
En América Latina se han ido sucediendo los
proyectos históricos: el independentista ha sido
el primer guión de futuro; el de inserción -con
diferentes grados de autonomía- en la economía mundial ha sido generalmente el segundo,
y hoy en la América Latina se habla del proyecto
de integración continental.
A cada proyecto histórico le corresponde un
tipo de educación, o un sistema educativo, que
obviamente ha de renovarse con cada proyecto.
Si para el proyecto independentista el medio
educador más adecuado fue el ejército de la
independencia y los grandes maestros se llamaban Bolívar o San Martín, antes que las pocas
escuelas fundadas, y si el sistema escolar fue el
mecanismo más adecuado para el proyecto de
inserción en la economía mundial durante el
siglo xrx, parece lógicamente deducible que el
proyecto de integración continental habrá de
requerir una nueva educación que habrá de ir
más allá de o superar "la escolaridad" del
393
Perspecti'l)as, vol. IX, n.• 3, 1979
Tendencias y casos
proyecto anterior. De no darse esa transformación, se produce el desajuste entre la realidad
que se vive y la educación que sigue preparando
para un futuro que pasó a ser pasado. Las
causas del retraso educativo no deben buscarse
-como a veces se suele hacer- en el tipo de
tecnología y en la novedad metodológica educativa que se dé en determinado sistema sino
en la relación de éste con el proyecto histórico
que lo origina.
Resumiendo, para determinar con cierto rigor
la significación de un sistema educativo en
América Latina, parece necesario hallar su conexión con el proyecto histórico al que corresponde o sirve. En este trabajo, de tipo descriptivo más que crítico, por tratarse de hechos
recientes y aún en comienzo, nos referiremos
a las innovaciones producidas en la educación
superior de Venezuela, en las últimas décadas.
Intentaremos mostrar que las innovaciones en
educación parecen ser viables sólo si se conciertan con el proyecto nacional del que toman
sentido. Sin duda alguna Venezuela resulta un
caso de singular interés para el estudio de sus
transformaciones en educación. Atraviesa un
periodo de innegable prosperidad económica,
debido al aumento del precio del petróleo por
un lado, y a la propia dinámica interna de su
crecimiento, por el otro. Pero sería erróneo atribuir sólo a dicha bonanza las innovaciones que
realiza en su educación. El dinero por sí sólo
no es movilizador, se requiere algo más para
lanzarse a los cambios en educación. Ese algo
más puede ser el proyecto nacional.
Sospechamos que Venezuela es el país de
América Latina que mayores esfuerzos está realizando en el desarrollo y formación de sus
recursos humanos; en suma, en la educación
de su pueblo. El énfasis central lo ha colocado
Venezuela -y es la hipótesis de este trabajoen el nivel superior universitario, que ha tenido
un desarrollo impresionante, pues se pasa de
u 513 estudiantes en 1958 a 83 499 en 1970\
y de II5 462 en 1972 a 254 979 en 1976. Puede
afirmarse que en los últimos cuatro años se ha
394
duplicado la matrícula de. educación superior,
llegando a un porcentaje muy elevado en relación al grupo de edad (entre 19 y 21 por ciento).
Sin duda alguna este crecimiento habrá de
tener consecuencias decisivas a corto plazo con
la masiva incorporación de profesionales; en ese
momento resultará evidente la transformación
que de sus recursos humanos, en el nivel terciario, ha ensayado Venezuela.
Considerando que este crecimiento del nivel
superior es el más significativo de la actual
educación venezolana, procederemos a hacer referencia a cinco elementos o componentes de
lo que sería una suerte de "modelo de desarrollo
de la educación superior venezolana" y que son:
las universidades experimentales (para la autonomía tecnológica); una universidad venezolana
en el extranjero: el programa Fundayacucho; la
universidad de y en el trabajo: el INCE Superior;
la pluralidad institucional universitaria; la Universidad Nacional Abierta.
Estos cinco elementos configuran un modelo
operacional que el país emplea para transformar
de modo eficaz sus recursos humanos según sus
propios objetivos. No son los únicos elementos
de la educación superior, pero sí son la novedad
o la prueba de transformación e innovación en
el sistema educativo.
Tal modelo no puede concebirse aisladamente. Cabe deducir que debe ser coherente
con un proyecto político central o proyecto nacional, del que recibe sentido y para el que
resuelve problemas. La idea de "proyecto nacional" ha sido explícitamente formulada por
dirigentes políticos venezolanos: "Se podría imaginar un gran proyecto nacional que agrupe los
problemas y propósitos fundamentales racionalizados, y que signifique, sobre todo, un
compromiso de esfuerzos y de acciones coincidentes alrededor de las grandes metas de desarrollo político, económico y social. Un proyecto
nacional que signifique una especie de compromiso de alta política para el gobierno y los
demás sectores fundamentales del país. 2 " Igualmente aparece la idea en análisis que efectúan
Tendencias y casos
estudiosos del sistema educativo: "Sólo un
proyecto nacional, no sólo declarativo sino operativo, puede reordenar la educación. 3 " Se puede
arriesgar, como hipótesis de trabajo con fundamento en documentos gubernamentales, que
existiría un proyecto nacional venezolano más
o menos activo según las diversas administraciones y periodos, pero que tiene una continuidad básica 4 • El proyecto nacional que el pueblo
venezolano ha estado viviendo en los últimos
años puede resumirse, a los efectos de este
trabajo, de la manera siguiente.
Una decidida acción de recuperación u obtención del control sobre los recursos naturales
clave -petróleo y hierro- para un desarrollo
económico independiente (acción que se traduce
en una definida actuación dentro de la OPEP
y con las medidas de nacionalización del hierro
y del petróleo).
La acción anterior requiere, para poder realizarse, contar con un alto nivel de recursos
humanos en profesiones científicas y tecnológicas, que, sin importar el origen social -lo
que es una posibilidad efectiva para todoso el país de procedencia o la modalidad de
aprendizaje que hayan tenido, aseguren la efectiva continuidad del control de aquellos recursos
naturales clave, compensen cualitativamente la
escasa población de Venezuela (en relación con
sus vecinos) y puedan servir como recursos
humanos válidos aun en la era postpetrolera.
Ambas acciones anteriores se verán consolidadas si la posición internacional de Venezuela
sigue siendo fuerte. Para ello, se requiere contar,
por una parte con el respaldo que pueda otorgar
la integración latinoamericana, tarea en la que
Venezuela ha asumido un papel de liderazgo,
y por otra parte, con la fuerza que brinde la
adecuada inserción del país en el contexto mundial y en su concertación con las grandes
potencias.
El hombre es considerado como el protagonista y eje de esas acciones que conforman un
argumento histórico en el que la dignidad de la
persona humana es valor central al que se ha
de someter el desarrollo económico, en el marco
de un mundo ecológicarnente equilibrado.
De aquel proyecto anteriormente enunciado
surgiría, lógicamente, el modelo educacional en
los componentes que a continuación se exponen.
Las universidades experimentales
Los especialistas suelen señalar tres periodos
en el desarrollo de la educación superior y
universitaria venezolana5 • El primer periodo que
llega hasta 1958 registra la aparición y desarrollo
de las universidades tradicionales: Universidad
Central de Venezuela (1721), Universidad de
Los Andes (1810), Universidad del Zulia (1891),
y las primeras universidades privadas: Universidad Católica Andrés Bello y Universidad Santa
María, ambas en 1953.
Pero es durante el segundo periodo (19581970) y especialmente en el tercero (1970)
cuando hacen su aparición nuevas modalidades,
a través de diversos modelos institucionales que
modifican el panorama universitario con diferentes programas y esquemas institucionales, en
forma de universidades experimentales, institutos politécnicos o institutos pedagógicos experimentales.
La Universidad de Oriente (1958) representa
la primera innovación importante de tipo experimental. "La Universidad de Oriente representó para esa época una nueva concepción
regionalizada de la educación y el ensayo de
nuevas estructuras y modelos de enseñanza:
estudios básicos, departamentos, créditos académicos, mayor asistencia al estudiante, estrecha
relación con fuerzas de la comunidad, uso de
asesoría internacional, e importantes programas
de formación del profesorado en estudios de
postgrado en el exterior. 6 "
Es en el tercer periodo en el que los prototipos
como el de la Universidad de Oriente cuajan
definitivamente. La mayoria de los colegios universitarios, institutos universitarios de tecnología, politécnicos y pedagógicos surgen a partir
395
Tendencias y casos
de 1971. Pero el intento de nuevos programas
y esquemas institucionales quizás se simboliza
mejor en las denominadas universidades experimentales, entre ellas, la Universidad Simón
Bolívar (1970), la Universidad Simón Rodríguez
y la Universidad Nacional Experimental del
Táchira. "La primera es el fruto de un cuidadoso estudio e incorpora modalidades novedosas
en su modelo estructural, en las carreras tecnológicas que ofrece, en el planeamiento del programa y en los estrictos criterios de selección
para su profesorado y estudiantado. Para el primer quinquenio de la década de los años setenta, la Universidad Simón Bolívar representa
una experiencia innovadora significativa, tal
como lo fue la UDO en la década de los años
sesenta. La segunda parece orientarse hacia criterios pedagógicos sumamente avanzados, pero
su corta existencia y la evidencia de cambios filosóficos importantes en fechas recientes,
no permiten adelantar opiniones debidamente
fundadas. 7 "
No parece inútil insistir en que con las universidades experimentales se busca explícitamente un alto nivel en las profesiones científicas
y tecnológicas de acuerdo con los postulados
del proyecto nacional. Por ello cabe notar que
la Universidad Simón Bolívar, además de los
propósitos comunes con las demás universidades, adopta como "propósitos fundamentales"
los siguientes: "Contribuir a la formación de
los profesionales y técnicos que requiere el progreso del país, de acuerdo con las orientaciones
establecidas en el Plan de Desarrollo; ensayar
sistemas estructurales y métodos de enseñanza
y aprendizaje que permitan la máxima eficacia
de la labor docente, el más elevado rendimiento
estudiantil y el integral aprovechamiento pedagógico de los recursos e instalaciones con que
cuenta la institución.s''
Una universidad venezolana
en el exterior
El decreto 132, del 4 de junio de 1974~ crea el
programa de becas Gran Mariscal de Ayacucho.
Venezuela, real y no metafóricamente, había
iniciado una universidad en el exterior, y al
enviar luego más de 10 ooo jóvenes a capacitarse
en los centros más destacados del mundo, ha
fundado una ciudad universitaria en el extranjero, si es que así puede decirse.
Las becas se destinan principalmente a jóvenes de escasos recursos económicos a fin de
formarlos como técnicos y profesionales que el
país necesita para su desarrollo económico independiente. Ésos son los dos criterios fundamentales (jóvenes de escasos recursos, para profesiones prioritarias para el desarrollo) que rigen
el programa.
Ya en 1974, se habían seleccionado, con métodos concebidos especialmente para respetar
aquellos dos criterios, dos mil becarios, de los
cuales mil estudiarían en Venezuela, quinientos
en los Estados Unidos de América y el resto en
diversos países, entre ellos cien en el Reino
Unido. El programa atravesó diversas vicisitudes, con todos los inconvenientes y dificultades
producto del carácter ambicioso del proyecto,
de la celeridad con que se lo puso en marcha,
y de la carencia de una infraestructura operativa
previa. Dicho programa, en sus primeros dos
años de actuación, ha sido objeto de un estudio
de la Unesco 9 que analiza sus dificultades, valora
sus aciertos y formula sugerencias para rectificar
rumbos que han probado no ser los más convenientes. El informe califica al programa como
"proyecto sin precedentes en América Latina"
y no atribuye su gestación sólo al excepcional
florecimiento económico de Venezuela sino a
que "es especialmente una inspiración de índole
patriótica y democrática la que inspiró el
programa".
Hasta el presente se han otorgado 15 ooo becas
en áreas científicas y tecnológicas decisivas. Sólo
el 5 por ciento de las becas se han destinado a
Tendencias y casos
estudios en el campo de las artes y de las humanidades. En 1978, 9 971 estudiantes en más de
treinta países y en centros de reconocido prestigio (aun cuando el mayor número se concentra
en los Estados Unidos de acuerdo con el
proyecto nacional) configuran una universidad
más, una nueva universidad venezolana que
aunque no esté físicamente en el país igualmente
se dirige de modo principal a servirlo. A ellos se
han de sumar los casi 7 ooo becarios que continúan estudios en la misma Venezuela. De esa
población universitaria peregrina, 2 634 estudiantes se perfeccionan en cursos de postgrado,
incluyendo los que lo hacen en el país. Durante 1977 ya terminaron sus estudios 8oo becarios que retomaron y se han incorporado a
cumplir el objetivo político-social que inspira el
programa, y en 1978 lo harán 1 500 más, de los
cuales casi la mitad ha concluido estudios de
postgrado.
"Fundayacucho" --que así se la conocerepresenta un esfuerzo original, realizado en
América Latina en la última década, en materia
de formación de personal de alta calificación.
Tenemos la impresión de que este proyecto y
el esfuerzo que implica no son aún suficientemente conocidos en América Latina.
Y si uno se interna en reflexiones que trascienden el presente, puede llegar a imaginar
que un número tan elevado de personas, luego
de experiencias culturales tan variadas y además poseedora de una calificación científicotecnológica avanzada, habrá de introducir, al
regresar a su país natal, dado su volumen numérico y su peso cualitativo, transformaciones muy
significativas en la vida social de Venezuela en la
próxima década; modificaciones aún difíciles de
predecir, pero que Venezuela se arriesga a vivir.
Tal circunstancia implicará estar preparado
para recibir el impacto cualitativo y cuantitativo
que comporta esa enorme masa de recursos humanos. Obviamente habrá un costo. Más aún
los reparos han surgido ya: "Hay aún grupos
elitistas en la sociedad venezolana que no perdonan, que no pueden tolerar que muchachos
de Bobures, de Achaguas, de Delta Amacuro y
de otros sitios del interiol', que nunca en su vida
hubieran podido tener la oportunidad de ir al
exterior, en este extraordinario plan puedan hacerlo. Esto va a traer una renovación importantísima de las capas sociales en Venezuela, va a ser
un hecho innovador en la promoción social." 10
Como todo proyecto nacional genera su propia población, así Venezuela está cambiando su
población para el proyecto. Y la cambia con
una acción decidida y en proporciones significativas. Y así verá llegar de regreso una ciudad
entera, un ejército numeroso y renovador, que
vivió otros horizontes, que maduró con otras
experiencias, que se insertó en otras perspectivas y que asumió temporalmente otra percepción del mundo y de la vida. Sin duda, cuando
retome el grueso del ejército de becarios de
Fundayacucho modificarán mucho al país, y
éste espera precisamente que lo hagan. No sería
nueva la situación, si uno recuerda que durante
el periodo de la colonia muchos jóvenes sudamericanos prometedores fueron enviados a estudiar a la metrópoli y que fueron estos jóvenes
quienes al regresar pudieron concretar los anhelos de independencia política americana, llevando a cabo lo que sus pueblos esperaban que
hicieran. Diez mil jóvenes venezolanos apresan
el saber científico y la experiencia tecnológica
de alto nivel en el mundo. Ello no sólo cambiará
a Venezuela sino que incidirá decisivamente en
el futuro de América Latina. Y cerramos esta
reflexión sobre ese componente del modelo que
busca de modo original transformar la población
y producir los recursos humanos para alcanzar el
objetivo central del proyecto: la independencia
económica al servicio del hombre.
Finalmente cabe agregar que este componente
del modelo de educación, al igual que el anteriormente señalado, se caracteriza por la diversificación y la pluralidad. No se ha limitado
a un país sino que se apoya en una plataforma
de treinta países que ofrecen una significativa
gama de experiencias científicas, políticas, sociales y existenciales diferentes 11•
397
Tendencias y casos
Universidad de y en el trabajo
( INCE Superior)
La idea del INCE Superior es lanzada, de modo
escueto, el I I de septiembre de 1976, fecha en
que algunos paises de América Latina celebran
el día del maestro. Precisamente por su esquematicidad, la idea inicial debió irse elaborando,
concretando.
El INCE (Instituto Nacional de Cooperación
Educativa) -similar a otros organismos de capacitación de operarios, como el SENA! de
Brasil o el CONET de Argentina- ha desarrollado una fructífera y reconocida labor en la
capacitación técnica e industrial. El INCE Superior supone una novedad: la acción del INCE
en el nivel terciario, superior o postsecundario,
que es donde hemos supuesto que el proyecto
nacional venezolano ha resuelto colocar el énfasis
al producir su modelo operacional de desarrollo
educativo. ¿Cómo se concretará tal acción?
El INCE Superior ofrecerá sus cursos a tres
públicos o poblaciones: los bachilleres comunes,
los diplomados de los propios cursos del INCE
o sea los aprendices, y los trabajadores en servicio. A estos últimos -y conviene destacarlola propuesta elaborada permite reconocerles la
experiencia y el saber que han acumulado en
su trabajo, y hace posible que se les certifique
y acredite dicho saber como un componente de
las carreras organizadas modularmente.
El INCE Superior no pretende entrar en
competencia con las universidades corrientes,
aun cuando ofrezca alternativas al bachiller, sino
que intenta recortar para sí un campo de acción
específico. Así mientras posibilita al bachiller
reorientarse hacia el campo técnico, empresario
o industrial, a los trabajadores y a los diplomados del INCE (aprendices) les ofrece una
acción inicial de complemento para que alcancen
un nivel equivalente al de bachiller (véase la
figura 1: proceso de ingreso). Como un posible
integrante de ese complemento se sitúa el reconocimiento de la experiencia del trabajador.
El año pasado (1977), el INCE Superior co-
menzó a ofrecer carreras cortas de nivel superior
y de uno a dos años de duración. Tales carreras
y su misma denominación están definidas más
por su característica ocupacional que por la
acumulación académica de saberes (se formará
un gerente o un dibujante más que un licenciado). El enfoque lleva como norma el que
todo aprendizaje ha de poder continuarse más
adelante, o dicho a modo de ejemplo, el camillero tendría que poder llegar a médico. Esta
modalidad permitirá, después de terminar la
carrera corta, incorporar -como se ve en la
figura 1 - al sistema educativo formal a los
egresados de estos cursos.
Para que todo saber quede realmente validado
por la realidad se ha diseñado una estructura
modular de los programas (cuadro 1). Cada
módulo aprendido o "reconocido" es un "título" o certificación en el sentido de que es
una capacitación efectiva para el trabajo. Si una
especialidad o carrera corta implica saber hacer
treinta tareas y el trabajador ya cuenta, por su
experiencia laboral, con doce de ellas, el INCE
le reconoce esas tareas y le brinda el complemento necesario hasta alcanzar las que le falten.
En el cuadro 1 puede verse que quien termina
el bloque uno es "dibujante", quien cumpla
con el dos será dibujante 11 o inspector de
obras. Estas denominaciones son antes que títulos designaciones de ocupaciones reales. Lo que
en la universidad tradicional se aprende o adquiere como matería aquí se adquiere como
oficio, como saber efectivo, como ocupación.
Los títulos -como se dijo- son sólo la denominación correspondiente a un cargo que existe
en la realidad, como lo puede ser un "gerente
de computación".
Las especialidades previstas que comenzaron
a ofrecerse en 1978, bajo ese enfoque reconocedor del trabajo como fuente de saber son:
construcción, administración, secretariado, diseño, computación, y oficios industriales (mecánica, máquinas eléctricas, etc.). En abril de 1978
aparece anunciada en los diarios caraqueños
la iniciación de las actividades del INCE Su-
Tendencias y casos
Certificación
y calificación
de experiencia
t
Complementación
Secundaria
Aprendiz
IN CE
l l
t
Complementación
1
1
Bloque
modular-!
1 Dibujo
arquitectónico
t
Bloque
modular-JI
~
1 Dibujo
estructural
l
Bloque
modular-111
1
·¡ Dibujante-!
Topografía-!\
Dibujante-JI
Inspector
de obras-!
l
o;b,ieo"-111
Auxiliar
· dé topografla
lnspe.ctordeobras-11
Perspectiva
color efectos
gráficos
Maqueter"ía
Bloque
modular-IV
...
y
Asistente
arquitecto
Talleres
Construcción
Pasantía
Topografía-JI
;
Asistente
ingeniero
Asistente
.constructor
l'
Empresa
Estudios
superiores
Proceso ingreso- egreso INCE Superior
EJ
Otros
-e-st_u_di_o_s_ : , __ _ _ _---~.______
superiores;
Empresa
L
FIG. r. Proceso modular de formación de los jóvenes que ingresarán al INCE Superior.
399
Tendencias y casos
perior ofreciendo a bachilleres -a quienes invita a convertirse en especialistas superioreslos siguientes cursos: programador para computadoras, analista de sistemas computarizados,
secretaría de gerencia, auxiliar de auditoría,
.auxiliar de presupuesto, auxiliar de analista
financiero.
Se trata, por esta vía, de dar cumplimiento al
Qbjetivo de formación tecnológica que requieren
los niveles altos de la actividad productiva. Si la
universidad se ocupa de la preparación profesional dirigida a la formación intelectual, el
INCE Superior aspira y se dedica a "la capacitación tecnológica orientada al trabajo de producción". Este objetivo parece claramente coherente con la hipótesis del proyecto nacional en lo
concerniente a buscar el más alto nivel de recursos humanos en profesiones científicas y actividades tecnológicas para lograr el control autónomo de los recursos económicos clave y de su
procesamiento técnico.
Puede afirmarse que el INCE Superior es una
nueva universidad que parte del trabajo como
posibilidad de aprendizaje y culmina en el
trabajo real y existente como posibilidad ocupadona! y como realización personal, dentro de los
objetivos y prioridades de desarrollo que el país
se propone conforme a su proyecto nacional.
La pluralidad institucional
universitaria
Se ha señalado ya que un componente del
proyecto nacional lo constituía la pluralidad, la
diversificación en la tarea de formación de
recursos humanos. La educación superior o terciaria en Venezuela se presenta como altamente
diversificada en sus caminos, y aunque se pudiera pensar que ello sería causa o fuente de
desorden, tal variedad está básicamente orientada a formar los recursos humanos en las profesiones científicas y en las actividades tecnológicas prioritarias. Y se acepta que hay más
de un camino para alcanzar esa meta.
400
Los institutos universitarios de tecnología,
politécnicos, pedagógicos y los colegios universitarios, desarrollados intensamente a partir
de 1971, significan el intento de una diversificación de las formas o modelos institucionales,
para alcanzar, de modo variado y múltiple, la
más alta calidad posible, en lo científico y
tecnológico, de la población venezolana, en
diversos niveles. El objetivo es obtener pronto
y bien los recursos humanos requeridos para el
desarrollo autónomo, y se lo busca por variados caminos, aunque ello pueda aparecer como
superposición.
Hay en 1978 cinco institutos universitarios pedagógicos; solamente dos son anteriores
a 1971. Existen cuatro institutos universitarios
politécnicos que preparan profesionales de la
ingeniería en aspectos directamente relacionados
con la producción. Existen nueve institutos universitarios de tecnología, que forman técnicos
superiores en carreras cortas y en áreas clave
del desarrollo industrial del país; todos ellos han
sido creados después de 1971. Hay seis colegios
universitarios que forman técnicos superiores
de administración y en educación, ya sea para su
incorporación inmediata al trabajo o para que
continúen estudios ulteriores más avanzados;
también todos han sido creados después de 1971.
Además existen quince colegios e institutos
universitarios privados. Como resulta patente,
el sistema de educación superior universitaria es
realmente múltiple.
En julio de 1978 el presidente de la República
declaró que existen 71 instituciones universitarias en el país. Tal cifra da idea del crecimiento si se piensa que en 1958 eran apenas 6.
Tal diversificación, no es, por tanto, producto
del azar, inspiración súbita o improvisación.
Parece estar regida por la pertinencia respecto al
argwnento histórico central y por el tipo de
hombre requerido por las necesidades del desarrollo. Los documentos universitarios son expresos e indican taxativamente que los planes
de desarrollo del país solicitan la formación de
recursos humanos en las siguientes áreas consi-
Tendencias y casos
deradas pnorltarias: hidrocarburos, qwm1ca,
petroquímica, metalúrgica, electrónica y telecomunicaciones, agricultura, tecnología de alimentos, recursos del mar, salud, educación,
nutrición, urbanismo, bienes de capital, ecología y energía.
En esta actitud diversificadora, guiada por los
valores del proyecto nacional, cabe también
hacer mención, aunque no pertenezca al nivel
superior, del programa que realizan conjuntamente el INCE y el Ministerio de la Defensa y
que ha enviado a más de cinco mil reservistas
(un pequeño ejército para la batalla de la tecnología) a que aprendieran oficios en España,
realizando sus aprendizajes en el trabajo.
Pero existe otra modalidad que se cumple en
el nivel superior y universitario y que parece
un cruce de las diversas innovaciones y diversificaciones. Se trata del Programa nacional de
pasantías en la industria, creado en 1976, y que
es obligatorio para las empresas. Se estiman en
9 ooo las pasantías en concertación. El Programa es ejecutado por la Fundación EducaciónIndustria (FUNDE!), el Ministerio de Educación y otros organismos. El Programa permite a
los estudiantes cumplir actividades de su programa en la industria, bajo supervisión de las
empresas y de los centros educativos. Y se
busca la activa participación de las empresas a
fin de acabar con la escisión entre estudio y
trabajo.
La pasantía dura un mínimo de seis semanas,
a tiempo completo, y coincide con el horario de
trabajo de la empresa. Está destinada a estudiantes del último semestre de los colegios universitarios e institutos de tecnología, en las
áreas prioritarias mencionadas anteriormente;
también se aplica a los estudiantes de especialidades industriales de los institutos pedagógicos,
a alumnos de los institutos universitarios politécnicos y de las universidades (en este último
caso, según la especialidad y si están en su
cuarto año). Igualmente está prevista la posibilidad de pasantías para estudiantes del último
año de la escuela secundaria.
Se ve, en este último programa que comentamos, coincidir aprendizaje y trabajo, diversificación de caminos de aprendizaje, respeto a las
prioridades del desarrollo que determina el
proyecto nacional y un intenso fomento de la
formación de recursos humanos en niveles
superiores.
Alguien podrá preguntarse si tales esfuerzos
en educación superior no podrán conducir a
un exceso de recursos humanos de alto nivel.
A lo que se podría responder que quizá se trata
de un intento que busca, después de alcanzar
los recursos humanos necesitados inmediatamente, compensar con calidad la carencia cuantitativa de población, si se la compara con la
abundante población de los países vecinos. Una
abundancia de recursos naturales solicitados
mundialmente más una escasa población permiten inferir una necesidad de incremento en la
calificación de la misma.
La Universidad Nacional Abierta
-UNA
La UNA fue creada en 1977, pero venía gestándose desde 1975 en que se constituyó su
comisión organizadora. En septiembre de 1976
se llevó a cabo en Caracas la reunión Lacfep
(Reunión latinoamericana y del Caribe sobre
nuevas formas de educación postsecundaria), y
en sus sesiones finales se efectuó la presentación
pública de dos documentos sobre la estructura
y modalidad de la UNA, que fueron sometidos
a juicio de los participantes. Cabe notar que en
dicha reunión se habían analizado más de quince
experiencias de educación no formal, no escolar
y abierta, incluyendo innovaciones que iban
desde la Open University del Reino Unido
hasta la Universidad sin Muros de los Estados
Unidos, pasando por la Universidad de Educación a Distancia de España, entre otras. La
reunión acogió el nuevo proyecto que se
concretó definitivamente un año más tarde.
La UNA se define como una institución de
401
Tendencias y casos
educación superior destinada a la formación de
profesionales en áreas prioritarias del desarrollo
nacional, mediante un sistema de educación
abierta y a distancia, y con empleo de los modernos medios de comunicación de masas. En
la configuración de la UNA se reflejan componentes del proyecto nacional tales como la
referencia a áreas prioritarias, el énfasis en la
formación de recursos humanos a nivel superior, y a la vez la misma modalidad abierta
revela o es indicio de la nota de diversificación
y multiplicidad que hemos señalado.
La UNA tiene como alumnado potencial a
jóvenes y adultos que generalmente por razones
de trabajo no han podido acudir a instituciones
universitarias del tipo tradicional. El alumno de
la UNA podría definirse como "un adulto que
trabaja".
La institución ha fijado tres claros principios
que guían su acción: a) la educación para la
democratización (para lo cual amplía geográfica
y socialmente las posibilidades de aprendizaje);
b) la educación para el desarrollo autónomo
(para lo cual forma los recursos humanos que
den solución a los problemas nacionales a
través de la ciencia y la tecnología); e) la educación para la innovación (para lo cual lanza,
a modo de avanzada en América Latina, una
nueva metodología educativa, a distancia, y una
nueva tecnología de la educación).
Asimismo la UNA se guía por tres enfoques
que le permiten su aproximación al proceso de
desarrollo independiente al que sirve: a) el enfoque instrumental, evaluado con el criterio de
eficacia, apunta a que los objetivos propuestos
se alcancen efectivamente en los plazos y con
los medios elegidos; b) el enfoque económico,
que se evalúa con el criterio de eficiencia, aspira
a adecuar la relación entre los objetivos alcanzados y la cuantía de los esfuerzos y recursos
utilizados; e) el enfoque social, evaluado con el
criterio de pertinencia, se interesa en que los
resultados alcanzados se adapten efectivamente
al medio social. El primer enfoque permite
ofrecer al adulto que trabaja educación por
402
medios nuevos, el segundo posibilita con tales
medios la reducción de costos, y el tercero se
dirige a una transformación efectiva de la realidad y a una inserción auténtica del saber en el
medio sociaP 2 •
El estudiante aprende mediante material de
autoeducación especialmente creado según una
estructuración interior que se concierta con las
actividades posibles del estudiante, siendo el
resultado final de esa interacción el aprendizaje.
El material presenta los objetivos, las unidades
de información relativas a los mismos, un test
inicial con su corrección, desarrolla la información y termina en un test final. Aunque se
privilegie inicialmente el material impreso, se
acude a otros recursos como la televisión, las
películas y la radio; asimismo se cuenta con
orientadores y asesores académicos (o tutores)
en la veintena de centros locales a los que
acuden los estudiantes en busca del material y
de la solución de las dificultades y a rendir las
pruebas presenciales (véase la figura 2).
Para concretar la estructuración del material
se parte de un plan de instrucción (cuadro 1),
que es el que permitirá después de que los
estudiantes conozcan y fijen sus objetivos, administren su tiempo a un ritmo personal de aprendizaje, avancen en sus conocimientos siguiendo
las indicaciones del material de autoeducación,
y puedan autoevaluarse y comprobar que los
objetivos han sido alcanzados y en qué medida.
La UNA es conducida por un consejo superior y regida por un consejo directivo integrado por el rector, los vicerrectores académico
y administrativo y el secretario de la Universidad.
Originariamente se estructuró en programas y
subprogramas enlazados con sistemas y subsistemas. El tiempo habrá de decir si la estructura
adoptada se consolidará o se modificará; ya que
todo el ensayo conserva la característica de
experimental.
En su estructura académica la UNA ha adoptado cinco áreas que enmarcan las posibles carreras profesionales. (Las carreras que se ofrecerán
inicialmente están marcadas con un asterisco.)
Tendencias y casos
Especificaciones
del programa
t
Análisis de las
Determinación de
caracterfsticas de la ¡.---+----,...1 los_.objetivos de la
población
instrucción
¡.e,
1
1
1
1
Elaboración del test
de validación de los
objetivos
1
Revisión por un
!.-comité
:
técnico
1
l.
1
f-------------------------~
.....----...._-'---~
Elaboración del
...... t t d
Determinación
de los contenidos - - ~ es . e.
entrada
Secuencia lógica y
psicológica de los
objetivos
-'---
....--'---
e
-o
e
-o
"ü
ca
:J
ca
"ü
ca
Selección de las
estrategias de
instrucción
Análisis de los
¡--.. recursos
disponibles
:J
ca
>
w
w>
'---
'---....--
Desarrollo de
módulos impresos y
materiales de apoyo
Elaboración del
test final
<+----...¡ Experimentación r-============='-----...,..J
1
1
< + - - - - - - - - - - l l Aplicación
FIG. 2.
Modelo para el diseño de instrucción UNA.
Tendencias y casos
CUADRO I
Are a
Formación profesional
Estudios generales Común a todas las carreras
Licenciatura en matemáticas*
Ciencias básicas
Licenciatura en física
Ingeniería industrial*
Ingeniería
Ingeniería de sistemas*
Ingeniería del ambiente
Ingeniería civil
Licenciatura en educación
Educación
con especialización en:
Educación técnica
Física
Matemática*
Idiomas
Ciencias sociales
Educación preescolar*
Educación especial*
Licenciatura en administración
Ciencias sociales
pública*
Licenciatura en administración
de empresas*
Contaduría*
Licenciatura en sociología
(rural o industrial)
Licenciatura en trabajo social
Quizá pueda resultar extraño que una universidad abierta -y desde su comienzoofrezca carreras profesionales. Pero si la UNA
lo hace es porque ello se encuadra en el proyecto
nacional que exige recursos humanos en profesiones científicas y técnicas. Lo que no implica
que necesariamente y siempre deba seguir haciéndolo. Existirá la posibilidad de un curriculum "abierto" que permitirá al estudiante
confeccionar su propio curriculum, elegir su
opción y ser o no profesional.
Igualmente en el futuro, cuando algunas limitaciones reglamentarias actuales puedan ser
superadas por la nueva ley de educación superior, podrán ingresar a la Universidad quienes
no posean estudios secundarios completos, lo
que es coherente con el espíritu de la UNA.
Asimismo están previstas carreras cortas a nivel
del tercer año, como también está pensada la
posibilidad de ofrecer postgrados.
La nota de futuro en la creación de la UNA
puede observarse en que es un intento por
generalizar o por universalizar una innovación
de modo tal que constituya la semilla de un
futuro sistema educativo. Los ensayos y experiencias suelen funcionar bien mientras se mantienen en nivel reducido de aplicación pero no
siempre es viable su generalización. La UNA
quiere dar respuesta, por América Latina, a ese
desafío; quiere dar ese salto, pasar de un nivel
experimental a una dimensión generalizada. Si
algunas universidades tienen una sección abierta
que pueda atender a 200 o 300 estudiantes que
lo hacen a distancia, la UNA partió inicialmente
con 17 350 estudiantes en todo el país. Su propia escala experimental exige un alto número
para tener sentido.
Después de habernos detenido en el análisis de
algunos componentes del modelo de educación
superior de Venezuela, podemos formular ciertas consideraciones que mantienen su carácter
de hipótesis.
Parece que las auténticas transformaciones o
renovaciones en los sistemas educativos sólo
pueden producirse no aisladamente sino en
relación con proyectos nacionales.
Es posible que las transformaciones futuras
tengan relación con modalidades no escolares.
Parece que podrá existir una coexistencia de
múltiples caminos.
Se puede considerar que Venezuela representa
hoy algo así como el laboratorio donde se ensaya
la viabilidad de una educación latinoamericana
del futuro. Lo que sea viable en el futuro
contendrá seguramente componentes que están
siendo ensayados en la experiencia venezolana.
Notas
1.
Miguel Casas Armengol, Apuntes sobre la evolución
de la educación superior en Venezuela, Papeles Universitarios (Caracas), n. 0 4, noviembre-diciembre de 1977,
p. II4.
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