DIÓCESIS DE QUICHÉ JORNADA DIOCESANA DE LA JUVENTUD REGIÓN IXCÁN 2023 VÍA CRUCIS JUVENIL JDJ IXCAN 2023 Monición: Vamos iniciar El Vía Crucis con la experiencia de los cuatro puntos cardinales mayas, la cruz de los cósmicos y los cuatros puntos del universo, el Centro va hacer el punto de inicio y final. La Cruz, es Cristo y es el principio y fin de la de la vida. Todos vamos a participar rezando las estaciones del Vía Crucis pueden estar de pie o sentados. En los cuatro puntos cardinales y en el centro se colocan las velas y Antorchas. • Este – Rojo • Norte – Blanco • Centro – Azul y Verde • Oeste – Negro • Sur – Amarillo 1. EL CENTRO Todos giramos hacia el Centro, símbolo de la Fidelidad a la unidad y a la fraternidad universal, (velas verde y azul). Ahora encendemos las velas verde y azul, escuchamos el significado, nos volvemos hacia el centro cósmico, la elevamos y oramos. En el centro cósmico está la vida, la vida del hombre y de la mujer, de los antepasados y de los seres vivientes actuales, el verde representa la abundancia de las cosechas, el corazón de la tierra, y la azul representa el cosmos la plenitud de la vida, el corazón del cielo. Es el lugar donde se encuentran Dios y la humanidad. La mirada hacia los hermanos nos enciende en amor y solidaridad, ahora sabemos que no estamos solos, somos muchos y vamos caminando juntos, que estamos en comunión con Dios Padre y Madre, corazón del cielo y corazón de la tierra, Dios del Cerca y del Junto. Lectura de primera y segunda Estación 2. EL ESTE Todos giramos hacia el Este, lugar de salida del sol, del origen de la Vida (Vela Roja, el color del sol al amanecer). Invitación: Ahora encendemos la vela roja y nos volvemos todos hacia donde nace el sol, escucharemos el significado y luego elevaremos la vela y nuestras manos hacia Dios, origen de la vida. (hacemos una reverencia) Lecturas de tercera, cuarta y quinta estación. 3. EL OESTE Todos giramos hacia el oeste, como signo de reconciliación con la historia humana y con el cosmos (Vela negra) Invitación: Ahora encendemos la vela negra y nos volvemos todos hacia dónde cae el sol, tomemos conciencia de los pasos destructivos que hemos dado contra toda forma de vida, y las veces que hemos sido indiferentes. Rezamos por todas las situaciones de nuestras familias y nuestros pueblos y pedimos que amanezca, que aparezca la aurora, que resucitemos. Y luego elevaremos la vela mientras escuchamos. (hacemos una reverencia) Lecturas de sexta, séptima y octava estación: 4. EL NORTE Todos giramos hacia el Norte, pidiendo perdón para aquellos que matan y comprometiéndonos con la vida (vela blanca) Invitación: Ahora encendemos la vela blanca, escuchemos el significado mientras nos volvemos hacia el Norte, la elevamos y oramos. Del norte vinieron las corrientes opresoras que nos esclavizan. No aceptamos esta injusticia, pero si nos pidiesen perdón les ofreceríamos la oportunidad de restaurar juntos la creación que ha sido herida, para recuperar la justicia y su propia humanidad. Nosotros jóvenes seguiremos comprometidos con la vida, la libertad y la dignidad de nuestros pueblos para contrarrestar: la pobreza, la violencia, las guerras. (hacemos una reverencia) Lecturas de novena, decima y undécima estación. 5. EL SUR Todos giramos hacia el Sur, que ofrece hoy un futuro de solidaridad y justicia (vela amarilla). Invitación: Ahora encendemos la vela amarilla, escuchamos el significado, nos volvemos hacia el sur la elevamos y oramos. El sur lugar de la abundancia, de grandes selvas y montañas, signo de abundancia y prosperidad, el viento del sur nos trae la fragancia de la esperanza para los pobres, la fuerza de los que sufren, la unión de los pequeños. Rezamos para un mundo de libertad y de dignidad, de mujeres nuevas y de hombres nuevos, ayúdanos a sembrar la semilla de un futuro justo y digno para todos. (Hacemos una reverencia) Lecturas de doce, trece, catorce. Ultima estación regresar al Centro. Finalización de las Vía Crucis 6. Saludo de paz Se intercambia un signo de paz, de acuerdo a la cultura – una reverencia, un signo en la frente, un abrazo. Primera estación: La agonía de Jesús en el huerto - Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos. - Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo Del Evangelio de San Lucas (22,39-44). Salió Jesús, como de costumbre, al monte de los Olivos y lo acompañaron los discípulos… Luego se alejó de ellos… y se puso a orar de rodillas, diciendo: ‒ “Padre, si quieres, aparta de mí esta amargura prueba; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Se le apareció entonces un ángel para confortarlo; él, en su angustia mortal, oraba con mayor insistencia y comenzó a sudar gruesas gotas de sangre, que caían hasta el suelo. Palabra del Señor. Reflexión Getsemaní es siempre recuerdo de silencio, de oración, de sufrimiento. Nuestras familias, nuestros hospitales y centros de salud… se han convertido, en vez de una esperanza de vida, en lugares de sufrimiento, de agonía, de muerte. Todo esto se debe ante tantos hechos de corrupción, malversación de fondos e impunidad, que afecta a las instituciones gubernamentales, se hacen evidentes las carencias y el abandono de los servicios públicos. La atención sanitaria en los hospitales y en los centros de salud son deficientes; no se cuenta con medicinas y en repetidas ocasiones hay que soportar el maltrato del personal de turno. Nosotros como discípulos de Jesucristo ¿Cuál es nuestra actitud ante el dolor y sufrimiento de tantos hombres y mujeres que tenemos en nuestras comunidades? (Breve silencio). - Señor pequé, - Ten piedad y misericordia de mí. Segunda estación: Jesús es traicionado por Judas y arrestado: La corrupción, cáncer social - Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos. - Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo Del evangelio de san Mateo 26,14-16.47-50 Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, se dirigió a los sumos sacerdotes y les propuso: —¿Qué me dan si lo entrego a ustedes? Ellos se pusieron de acuerdo en treinta monedas de plata… Estando Jesús en el Huerto con sus discípulos, llegó Judas acompañado de gente armada de espadas y palos... El traidor les había dicho: Al que yo bese, ése es; arréstenlo. Enseguida, acercándose a Jesús le dijo: —¡Buenas noches, maestro! Y le dio un beso. Jesús le dijo: —Amigo, ¿a qué has venido? Entonces se acercaron, le echaron mano y arrestaron a Jesús. Palabra del Señor Reflexión Judas es un personaje que no ha muerto. Sigue vivo. En nuestro tiempo actual, Judas representa a todos aquellos que siguen maltratando, condenando y asesinando a los inocentes; siguen traicionando y vendiendo a nuestros pueblos. Como ciudadanos, lamentamos ver el gobierno de ladrones, corruptos y narcos, convirtiendo nuestro país en el reinado del crimen y de la injusticia, del desorden social y de la prepotencia de los corruptos y criminales. Ante esta situación actual de nuestro país, agravada por el “Pacto de los Corruptos” tenemos que ser realistas, pero sin perder la alegría, la audacia, y la entrega esperanzada. Como jóvenes y pueblo en general ¿qué estamos haciendo para luchar y combatir la corrupción que poco a poco va matando y destruyendo la vida de nuestros pueblos? ¿Somos sensibles ante este cáncer social? ¿Qué hacemos para cambiar esta historia? (breve silencio). Oración En silencio, oremos por los corruptos para que salgan de su interés egoísta; y nosotros que no nos dejemos contagiar por este cáncer que mata la vida social. Momento de silencio para que cada uno ore. Gloria… - Señor pequé, - Ten piedad y misericordia de mi Tercera estación: Jesús es condenado a muerte - Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos. - Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo Del Evangelio de San Marcos (15,12-13.15) Pilato respondió otra vez: —¿Y qué [quieren] que haga con el [que llaman] rey de los judíos? Gritaron: —¡Crucifícalo! Pilato, decidido a dejar contenta a la gente, les soltó a Barrabás y a Jesús lo entregó para que lo azotaran y lo crucificaran. Palabra del Señor. Reflexión La presencia de Jesús se hace ya insoportable para los poderosos de su época. Su amor a los pobres, su identificación con el pueblo sencillo lo hacen un personaje peligroso. Los poderosos se desinteresan de los problemas del pueblo, principalmente de los pobres, por eso condenan a Jesús. Esta historia es la misma que viven nuestros pueblos. Hay mucha pobreza por la indiferencia que existe en el corazón del ser humano. En nuestro pueblo de Quiché, la pobreza continúa siendo el telón de fondo de nuestra realidad social. Esta pobreza se manifiesta no sólo en la falta de ingresos suficientes en las familias, sino en las carencias sociales como insuficientes establecimientos educativos, falta de recursos humanos, materiales. Los pobres son los condenados a muerte de nuestro mundo de hoy. Como hermanos, que formamos una sola familia, ¿con qué mirada vemos la realidad de la pobreza que azota a nuestros pueblos? ¿Con una mirada indiferente, como los poderosos y ricos, o con una mirada como la de Jesús, lleno de amor, de compasión y de misericordia? - Señor pequé, - Ten piedad y misericordia de m Cuarta estación: Jesús lleva la Cruz - Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos. - Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo Del Evangelio de san Marcos (15,20) Terminada la burla, le quitaron la púrpura, lo vistieron con su ropa y lo sacaron para crucificarlo. Palabra del Señor. Reflexión Cruz no sólo significa madero. Cruz es todo lo que dificulta la vida. Entre las cruces, la más profunda y dolorosa está arraigada en el interior del hombre. Es el pecado que endurece el corazón y pervierte las relaciones humanas y también las relaciones con nuestra naturaleza. En esta estación queremos resaltar el problema que está viviendo nuestra madre tierra. Hay un grave deterioro ambiental por falta de conciencia y educación y no se ha puesto suficiente atención al tema ecológico. El manejo inadecuado e inexistente de la basura provoca tanta contaminación de nuestros ríos. La explotación irracional de los recursos naturales, la tala de árboles, el contrabando de madera, el uso excesivo de insecticidas y abonos químicos, los incendios forestales, son agresiones fuertes al medio ambiente. Hoy nuestra casa común nos pide un gesto de bondad. Como discípulos de Jesús ¿estamos dispuestos a responder el clamor de nuestra madre tierra haciendo compromisos serios por la defensa del territorio y los recursos naturales? - Señor pequé, - Ten piedad y misericordia de mí. Quinta estación: Jesús se encuentra con su madre - Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos. - Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo Del Evangelio de San Lucas (2,34-35) Simeón los bendijo y dijo a María, la madre: —Mira, este niño está colocado de modo que todos en Israel o caigan o se levanten; será signo de contradicción y así se manifestarán claramente los pensamientos de todos. En cuanto a ti, una espada te atravesará el corazón. Palabra del Señor. Reflexión Silenciosa y desgarrada por el dolor, María encuentra a su hijo. La vida de María es imagen en la vida de tantas mujeres de nuestros pueblos que sufren. Es lamentable ver que en Quiché se manifiestan situaciones dolorosas, pues la mentalidad sigue siendo machista y en algunos casos agravados por el alcoholismo, y la mujer es la que sufre todas las consecuencias. Así mismos se dan fuertes situaciones de marginación y exclusión. La realidad de la mujer en nuestras comunidades sigue marcada por la violencia intrafamiliar, el acoso y el abuso sexual, así como la explotación laboral; pero resulta más indignante el poco acceso a la justicia y a la salud integral indispensable y acorde a su gran dignidad. Es alarmante que entre los rostros más pobres y más excluidos se encuentre la mujer indígena y del área rural. Como imagen y semejanzas de Dios ¿Trabajamos por la promoción, defensa y dignidad de la mujer o somos indiferentes a su situación? Oración Señor, te pedimos por todas las mujeres que sufren discriminación de género, desigualdad, prejuicio. Por aquellas que luchan en las tinieblas del abuso, de la pobreza, la soledad, la violencia, la trata, la esclavitud. Concédeles tu Espíritu, para que, con tu luz y tu fortaleza, digan Sí a una nueva vida. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Gloria… - Señor pequé, - Ten piedad y misericordia de mí. Sexta estación: Simón Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz - Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos. - Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo Del Evangelio de San Marcos 15,21 Pasaba por allí de vuelta del campo un tal Simón de Cirene, padre de Alejandro y Rufo, y lo forzaron con la cruz. Palabra del Señor. Reflexión Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo obligaron a que llevara la Cruz. Jesús nos invita a imitar al cirineo, ayudando con misericordia a cargar la cruz del más débil, del necesitado. Jesús se identifica muchas veces con las familias de hoy, que necesitan también ser ayudadas. Vemos serias amenazas y debilidades que les afligen: la pobreza, migración, desintegración, la violencia intrafamiliar, el abuso sexual, el reúso de dar en adopción a los hijos, casos de depresión y frustración, que ha llevado a ciertas personas al suicidio. Varias familias se ven afectadas por el alcoholismo, consumo de droga, el mal uso de los medios de comunicación, que limita los espacios para el diálogo familiar. Como Iglesia de Quiché ¿acompañamos a las familias a llevar la cruz de cada día con la fuerza de la fe y del amor o somos indiferentes a la realidad que viven? - Señor pequé, - Ten piedad y misericordia de mí. Séptima estación: Verónica enjuga el rostro de Jesús - Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos. - Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo Del Evangelio de san Mateo 25,37-40 Los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber, emigrante y te recibimos, desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y fuimos a visitarte? El rey les contestará: Les aseguro que lo que hayan hecho a uno solo de éstos, mis hermanos menores, me lo hicieron a mí. Palabra del Señor. Reflexión La actitud de Verónica nos invita a vivir la compasión evangélica en gestos concretos de amor al otro. Manifestándolos de distintas maneras, incluso en la política. El Papa Francisco nos dice que: “La política, si se lleva a cabo en el respeto fundamental de la vida, la libertad y la dignidad de las personas, puede convertirse verdaderamente en una forma eminente de la caridad”. Sin embargo, vivimos en una sociedad fragmentada por la política partidista, que sigue siendo, en muchos casos, una actividad al servicio de intereses de los mismos partidos políticos, en vez de estar al servicio del bien común. Los falsos ofrecimientos y el clientelismo se repiten en cada proceso electoral, y ocasionando más divisiones en las comunidades. Hemos rozado la amenaza de una fractura institucional; vivimos en una coyuntura donde la incertidumbre ocupa el lugar de la esperanza. En este año electoral, roguemos por los futuros gobernantes para que nos gobiernen bien. Para que lleven a nuestra patria, a nuestra nación, adelante; que exista la paz y el bien común; que tengan un corazón capaz de servir al pueblo con honestidad y justicia. - Señor pequé, - Ten piedad y misericordia de mí. Octava estación: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén - Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos. - Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo Del Evangelio de san Lucas 23,27-28 Le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres llorando y lamentándose por él. Jesús se volvió y les dijo: mujeres de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos. Palabra del Señor. Reflexión El llanto de las mujeres es el mismo llanto de tantos hombres y mujeres que lloran la muerte de sus seres queridos, consecuencia de un país en donde ya no se respeta la vida. Vemos que la cultura de la muerte sigue creciendo en nuestro país: hay tanta violencia intrafamiliar, violencia entre pueblos, asesinatos, suicidios, aumento del aborto. Ante esta realidad, como discípulos de Jesucristo, nos comprometemos a defender la vida como valor único y no negociable; y manifestamos nuestro desacuerdo ante todo aquello que atenta contra la vida del ser humano. Como jóvenes después de la JDJ Ixcán 2023 ¿qué otros compromisos podemos hacer para transformar los signos de muerte y construir signos de vida y esperanza? Oración Pidamos a Dios, autor y dueño de la vida, que se respete la vida, desde su concepción hasta la muerte natural, y que no se atente contra la integridad y dignidad de las personas. Por eso, digamos todos: Gloria… - Señor pequé, - Ten piedad y misericordia de mí. Novena estación: Jesús cae bajo el peso de la cruz - Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos. - Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo Del libro del profeta Isaías 53,4-5 “… soportó nuestros sufrimientos y cargó con nuestros dolores, lo tuvimos por un contagiado, herido de Dios y afligido. Él, en cambio, fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Sobre él descargó el castigo que nos sana y con sus cicatrices nos hemos sanado”. Palabra de Dios. Reflexión Jesús bajo el peso de la Cruz cae y cae para poder venir a nuestro encuentro; él nos mira para que despierte nuestro corazón, que muchas veces se ha convertido en un corazón duro e indiferente ante las necesidades de los demás. Quiere que sigamos su ejemplo de dar la vida por los demás, de servir al prójimo, como Él mismo nos ha dicho: “yo no he vendo para ser servido, sino para servir. En nuestros pueblos, valoramos la entrega de tantos hombres y mujeres, jóvenes y niños, cristianos o no cristianos, dedican, incondicionalmente, su vida al servicio de los demás; vemos en nuestras comunidades del Quiché la entrega de tantos laicos comprometidos, hombres y mujeres; sacerdotes, religiosos, religiosas, que, en el silencio de su trabajo, han dejado huella y sembrado la semilla del Reino de Dios, incluso hasta la entrega de su vida, entre ellos el Padre Guillermo Woods y el padre Lorenzo. Como jóvenes, sigamos nosotros su ejemplo hoy, venzamos nuestros miedos a la entrega y seamos valientes en decir un SÍ total a Cristo. Momento de silencio. - Señor pequé, - Ten piedad y misericordia de mí. Decima estación: Jesús es despojado de sus vestiduras - Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos. - Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo Del Evangelio de san Juan 19,23-24 Después que los soldados crucificaron a Jesús, tomaron su ropa y la dividieron en cuatro partes, una para cada soldado; tomaron también la túnica. Era una túnica sin costuras, tejida de arriba abajo, de una pieza. Así que se dijeron: —No la rasguemos; vamos a sortearla, para ver a quien le toca. Así se cumplió lo escrito: Se repartieron mi ropa y se sortearon mi túnica. Es lo que hicieron los soldados. Palabra del Señor. Reflexión Jesús, desnudo, herido, desolado al pie de la cruz, se hace solidario de tantos hombres y mujeres despojados de sus derechos a lo largo de la historia. En nuestra diócesis del Quiché, muchos jóvenes y niños son despojados de la educación, se vive una situación de analfabetismo considerable, llaga que el pueblo ha cargado desde hace décadas, fruto de la exclusión social impuesta por los gobiernos y unida a la situación de pobreza que atraviesan muchas familias. En cuanto a la educación formal, se puede detectar en varias comunidades que la educación pública es deficiente y de mala calidad, con pocos recursos económicos y pedagógicos; la mayor parte de edificios públicos no ofrecen las condiciones dignas. Muchos niños y jóvenes tienen interés en estudiar, pero no cuentan con recursos. Como discípulos de Jesús ¿ayudamos a nuestra juventud y a la niñez a estar de pie, acompañándolos en su proyecto de vida o somos indiferentes a la falta de oportunidades que la sociedad les brinda? - Señor pequé, - Ten piedad y misericordia de mí. Undécima estación: Jesús es clavado en la Cruz - Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos. - Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo Del Evangelio de san Lucas 23,33-34 Cuando llegaron al lugar llamado la Calavera, los crucificaron a él y a los malhechores: uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Palabra del Señor Reflexión Jesús no desciende, no abandona la cruz. Permanece obediente hasta el fin. Ama y perdona, pero también hoy, como Jesús, muchos hermanos nuestros son crucificados por tantas injusticias en nuestro país, por tanta violencia, tanta delincuencia, extorciones, que atemorizan, privan la libertad de tantas personas. La violencia creciente, en la que más y más jóvenes se ven implicados por su participación en maras, nos indica que algo está pasando. La delincuencia común es un signo de un deterioro en la calidad de vida y en la vigencia de los valores sociales. Lamentamos que no existe una verdadera seguridad en nuestro país para proteger la vida de la persona y de un pueblo. Como discípulos del Señor ¿qué estamos haciendo para construir una verdadera paz en nuestro país y en nuestras comunidades? Oración. Señor, Danos la paz que promete tu Evangelio, aquella que el mundo no puede dar. Enséñanos a construirla como fruto de la Verdad y de la Justicia. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén Gloria al Padre… - Señor pequé, - Ten piedad y misericordia de mí. Duodécima estación Jesús muere en la Cruz - Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos. - Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo Del evangelio de san Marcos 15,33-37 Al mediodía se oscureció todo el territorio hasta media tarde. 34 A esa hora Jesús gritó con voz potente: Eloi eloi lema sabaktani, que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Algunos de los presentes, al oírlo, comentaban: —Está llamando a Elías. Uno empapó una esponja en vinagre, la sujetó a una caña y le ofreció de beber diciendo: —¡Quietos! A ver si viene Elías a librarlo. Pero Jesús, lanzando un grito, expiró. Palabra del Señor. Reflexión Jesús muere en la indiferencia y en el desprecio total mientras sus adversarios se burlan de él. Jesús muere gritando su pena, el abandono en el que lo dejan; la indolencia frente al sufrimiento inocente. En esta estación recordamos a nuestros hermanos migrantes. Desde hace muchas décadas, los habitantes de nuestras comunidades se han visto forzados a dejar su familia y su tierra, buscando oportunidades laborales para mejorar sus condiciones de vida. También algunas familias en nuestro departamento han tenido que lamentar el deceso de algún familiar migrante en el camino o mueren en las calles sin trabajo, salud, ni derechos. Lamentamos también que por falta de trabajo se da la explotación laboral y la trata de personas, especialmente con señoritas, expuestas la explotación sexual, sin garantías de sus derechos laborales y con largas horas de trabajo. - Señor pequé, - Ten piedad y misericordia de mí. Decima tercera estación: Jesús es bajado de la Cruz - Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos. - Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo Del Evangelio de san Juan 19,38-40 Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo clandestino de Jesús, por miedo a los judíos, pidió permiso a Pilato para llevarse el cadáver de Jesús. Pilato se lo concedió. Él fue y se llevó el cadáver. Fue también Nicodemo, el que lo había visitado en una ocasión de noche, llevando cien libras de una mezcla de mirra y áloe. Tomaron el cadáver de Jesús y lo envolvieron en lienzos con los perfumes, según la costumbre de sepultar que tienen los judíos. Palabra del Señor. Reflexión José de Arimatea se preocupa del cuerpo sin vida de Jesús. Muchos hombres y mujeres luchan también por la vida de nuestros pueblos; mientras que otros solo piensan por ver a nuestras comunidades sin vida. En nuestro País existen algunas instituciones gubernamentales y no gubernamentales, pero no todas han dejado resultados concretos en nuestras comunidades. Las autoridades encargadas de implementar y promover programas de Desarrollo Integral no realizan proyectos eficaces en beneficio de las comunidades. Muchos proyectos que fueron inaugurados han quedado inconclusos, debido a que son espacios de corrupción y de manipulación de los políticos en las campañas electorales. Lamentamos también la fragmentación de nuestra sociedad, y también al interior de nuestras comunidades eclesiales, ante las demandas sociales y políticas de la población; a muchos cristianos les es indiferente la postura profética de la Iglesia en una sociedad marcada por las injusticias y desigualdades. Preguntémonos: ¿cómo podemos sembrar la justicia en nuestro pueblo? Momento de silencio. - Señor pequé, - Ten piedad y misericordia de mí. Decima cuarta estación Jesús es sepultado - Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos. - Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo Del Evangelio de san Juan 12,24-26 Les aseguro que, si el grano de trigo caído en tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que se aferra a la vida la pierde, el que desprecia la vida en este mundo la conserva para una vida eterna. Palabra del Señor. Reflexión El sepulcro es la última etapa del morir de Cristo en el curso de su vida terrena; es signo de su sacrificio supremo por nosotros y por nuestra salvación. En esta estación recordamos también la memoria de Beatos nuestros mártires. El Quiché se bañó en sangre martirial, testimonio de la madurez de la fe que habían adquirido sus laicos y de la fidelidad al Evangelio y a Jesús de parte del pueblo de Dios. Son testigos de la fe. Ellos que dieron su vida por el Evangelio en la Iglesia en todo el Quiché. La memoria de la entrega de su vida nos motiva a seguir adelante, a mirar el futuro con confianza, a poner sus vidas ante nuestros ojos como ejemplo de fidelidad en la adversidad y la persecución. Su vida y su muerte nos recuerdan la vida y muerte del mismo Jesús y su resurrección. La intercesión de los Mártires nos sostiene y anima a trabajar por una vida más digna y plena para todos. Oración Señor, Padre misericordioso: Gracias por tu Hijo Jesucristo, El Testigo fiel. Gracias por quienes, como Faustino, Juan y José María, movidos por tu Espíritu, son en la tierra testigos de tu Amor. Gracias, porque, sintiendo con Cristo, el Buen Pastor, dieron su vida por los pobres. Gracias por el testimonio de su vida y su sangre derramada. Glorifícalos, Padre, en tu Nombre. Dánoslos como intercesores ante Ti, para que en todas partes se haga presente tu Reino de Justicia, de Amor y de Paz. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén Gloria... - Señor pequé, - Ten piedad y misericordia de mí Decima quinta estación Cristo vive y te quiere vivo Del Evangelio según san Marcos Mc 16,1- 6 En aquel tiempo, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y muy temprano, el primer día de la semana, al salir el sol, fueron al sepulcro. Y se decían unas a otras: «¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?». Al mirar, vieron que la piedra estaba corrida y eso que era muy grande. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la derecha, vestido de blanco. Y quedaron aterradas. Él les dijo: «No tengáis miedo. ¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado? Ha resucitado. No está aquí. Mirad el sitio donde lo pusieron. Reflexión Gracias, Señor, porque al romper la piedra de tu sepulcro nos trajiste en las manos la vida verdadera, no sólo una expresión más de vida, sino la dignidad de ser hijos, como la zarza ardiendo que no se consume, así es la misma vida de quien que vive Dios. Gracias por este gozo, gracias por esta vida eterna que nos hace inmortales, gracias porque al resucitar inauguraste la nueva humanidad y nos pusiste en las manos esta vida multiplicada, este milagro de ser hombres y mujeres en camino de salvación, esta alegría de sabernos partícipes de tu triunfo, este sentirnos y ser hijos y miembros de tu cuerpo hecho hombre y Dios resucitado. ORACIÓN FINAL Señor y Dios nuestro, fuente de alegría y de esperanza, hemos vivido con tu Hijo los acontecimientos de su muerte y Resurrección; haz que la juventud a través de la contemplación de estos misterios nos llene de tu gracia y nos capacite para dar testimonio de Jesucristo en medio del mundo. Te pedimos por tu Santa Iglesia: que sea fiel reflejo de las huellas de Cristo en la historia y que, llena del Espíritu Santo, manifieste al mundo los tesoros de tu amor, santifique a tus fieles con los sacramentos y haga partícipes a todos los hombres de la resurrección eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Padre nuestro, Ave María y Gloria… En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén