Mala Luna Rosa Huertas (Edelvives) Valoración personal por Cristina Sánchez 4º ESO En principio me gustó bastante la novela. Nunca había leído un libro con esta temática. Siempre que he leído algún libro de espionaje es sobre crímenes o asesinatos, pero este caso fue diferente. Me pareció curioso que en este caso los detectives fueran dos adolescentes que querían un cuaderno con obras inéditas de Miguel Hernández y mediante esa exploración, conocen el pasado de sus abuelos. La novela aportaba muchos datos sobre la biografía del poeta y pienso que es una manera diferente de aprender en lugar de estudiar en los libros de Literatura. Me gustaron las diferentes perspectivas, la de los dos bandos. Puedes ponerte en el lugar de cada caso e imaginarte las circunstancias. Podemos ver las traiciones, el poder de la venganza, la lucha por los ideales de cada uno… Todos ellos están presentes constantemente en la novela. Sobre la vida de Miguel Hernández me llamó la atención su infancia. Como la inocencia de un niño por el amor a la lectura y su persistencia en su afición dieron sus frutos. Nunca me dejan de sorprender esas personas que tuvieron tanta persistencia con su manera de pensar. Como a pesar de las restricciones del régimen no pudieron con ellos. En el caso de Clara y Víctor, reflejan una situación de la vida real. En España van quedando menos testigos de la posguerra, la Guerra Civil… y son muy pocas las personas que ponen interés en conocer el mundo de los mayores. Afortunadamente los tiempos cambian y poco a poco intentamos recopilar todas aquellas experiencias. La sociedad toma conciencia y todos los afectados dejan atrás la represión. Podría decirse que los adolescentes de la novela fueron afortunados y el destino les llevó a conocer el mundo de sus antepasados. Y es que cuando leí el libro también me sentí identificada con Clara. La joven tenía un gran afecto a su abuelo y ella supo aprovechar el tiempo para conocer todas las experiencias de su abuelo en la España de antaño. Al final de la historia se resuelve el misterio y su abuelo muere. En mi circunstancia quizás no supe compartir momentos así con mis abuelos. La dejadez, el descuido, el reparo o quizás pensar en el compromiso hicieron que no diera el paso. También puede ser la inocencia de la infancia y la individualidad de la adolescencia. El caso es que una persona no es consciente de lo que puede perder en la vida. Tenemos enfrente una de las mejores enciclopedias que jamás podamos ver y no las abrimos. IES Bovalar 2011