I NSTITUTO U NIVERSITARIO A ERONAUTICO EDUCACION A D I S TA N C I A CIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO II Néstor Carola Andrea Pujol INGENIERIA DE SISTEMAS LICENCIATURA EN ADMINISTRACION LICENCIATURA EN RECURSOS HUMANOS GUIA DE ESTUDIO DISEÑO GRAFICO COORDINACION: Fernando Quintana PRODUCCION: Maria Teresa Morgante Eduardo Otero CONTROL DE CALIDAD: Lic. María Pía Monguillot Lic. María de los Reyes Constenla IMPRESION Y ARMADO 2 COORDINACION: Ing. Dante López PRODUCCION: Jorge Peralta Oscar Passarelli Este libro es propiedad del Instituto Universitario Aeronáutico. Prohibida su reproducción total o parcial. Primera edición, marzo de 1998. INSTITUTO UNIVERSITARIO AERONAUTICO Rector: Brigadier (R) Raúl Juan Carlos Camussi FACULTAD DE EDUCACION A DISTANCIA Decano: Ing. Javier Enrique Etchegoyen DEPARTAMENTO SISTEMAS Directora: Lic. Susana Barrionuevo de Bustos Acuña DEPARTAMENTO ADMINISTRACION DE EMPRESAS Directora: Contadora Catalina Rosa Tinari DEPARTAMENTO PEDAGOGICO Directora: Lic. María Beatriz Rossa de Riaño DEPARTAMENTO ADMINISTRACION ACADEMICA Directora: Estela Fernandez de Casú Gómez 3 Ciencias del Comportamiento II AUTOR: Néstor Carola Licenciado y Profesor en Psicología. Universidad Católica de Córdoba. 1967. Especialista en Psicología Laboral. Consejo de Psicólogos de Córdoba. 1989. Stage en Europa, organizado por la Fundación León Beckaert para Dirigentes de Centros de Formación, visitando Escuelas de Administración en Bélgica, Inglaterra, Francia, España e Italia. Cursos, Congresos y Eventos Científicos de su especialidad en Estados Unidos, México, Colombia, Ecuador, Brasil, Perú y Chile. Docente de la Universidad Nacional de Córdoba, Escuela de Psicología, en las Cátedras de Psicología Organizacional. Profesor Titular. Docente de Universidad Católica de Córdoba. Instituto de Ciencias de la Administración ICDA Magister en Dirección de Empresas. Profesor Titular de Comportamiento Organizacional y de Desarrollo Organizacional. 1985 - Actual. Centro de Perfeccionamiento en Administración de Empresas. - CEPADE Programa de Formación Gerencial. Profesor Titular de Psicosociología de la Empresa y de Conducción de Personal. Director de NESTOR CAROLA Y ASOCIADOS. Recursos Humanos y Organización. AUTOR: Andrea Pujol Licenciada en Psicología. Facultad de Filosofía y Humanidades. U.N.C. 1989. Profesora en Psicología. Facultad de Filosofía y Humanidades. U.N.C. 1989. Docente Investigador en el Instituto de Administración de la Facultad de Ciencias Económicas. Universidad Nacional de Córdoba. Docente en la Cátedra de Psicología Organizacional. Escuela de Psicología. Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad Nacional de Córdoba. Magister en Dirección de empresas. Profesor Adjunto en la asignatura Comportamiento Organizacional. Universidad Católica de Córdoba. Tutora y Autora de las materias Epistemología y Ciencias del Comportamiento III. Ingeniería en Sistemas. Facultad de Educación a Distancia. Instituto Universitario Aeronáutico. Se desempeña como consultora en carácter de miembro permanente del staff en Néstor Carola y Asociados – Recursos Humanos y Organización. PROCESAMIENTO DIDACTICO Y EVALUACION PEDAGOGICA: Lic. María Beatriz Rossa de Riaño Lic. Mónica Gallino de Pensa 4 CORRECCION DE ESTILO: Lic. Raquel Ortega Estimado alumno: A través de este material le acercamos nuevamente algunos aportes de las ciencias del comportamiento. Como siempre, con la colaboración de todo el equipo del I.U.A., intentamos facilitarle su proceso de aprendizaje ideando actividades que propician tanto la asimilación de los contenidos, como su reelaboración, la reflexión y la crítica. A la hora de elaborar una guía de estudios como esta, esa intención no se encuentra exenta de ciertas expectativas: nos interesaría que el material fuera de su agrado, que no lo aburra, que lo haga pensar...¡No podemos evitarlo! Usted seguramente también tiene sus expectativas respecto de nuestro trabajo y nos gustaría conocerlas ahora mismo. Tenemos la certeza de que no faltará oportunidad de establecer contacto y realizar un intercambio de nuestras impresiones. ¡Suerte! Atentamente, Los Autores 5 INDICE APERTURA DE LA MATERIA .............................................................. 5 Introducción general orientadora Objetivos Contenidos Esquema conceptual de la materia Bibliografía Cronograma DESARROLLO DE LOS CONTENIDO UNIDAD 1: LAS ORGANIZACIONES COMO SISTEMAS. ................. 15 1. Un enfoque alternativo para el análisis de las organizaciones 2. Estructura organizativa 3. Cultura organizacional 4. Tecnología UNIDAD 2: LOS PROCESOS ORGANIZACIONALES. ........................ 99 1. Poder e influencia 2. Comunicaciones 3. Toma de decisiones UNIDAD 3: EL CAMBIO EN LAS ORGANIZACIONES. .................... 131 1. El cambio organizacional en el contexto social actual. 2. La introducción del cambio en las organizaciones. Aspectos teóricos y metodológicos. 3. Cambio organizacional, eficacia y salud. CLAVES DE RESPUESTAS ................................................................... 195 Actividad Obligatoria Nº 1 ........................................................................ 203 Actividad Obligatoria Nº 2 ........................................................................ 207 INTRODUCCION GENERAL ORIENTADORA En el primer texto de esta cadena de materias, definíamos a las Ciencias del Comportamiento como la disciplina que trata de integrar los aportes de la Psicología, de la Sociología y de la Antropología Cultural, en cuanto que resultan útiles para describir, entender, y en la medida de lo posible, predecir y contener, la conducta y el comportamiento humano en ambientes organizacionales. Concebíamos la conducta del individuo como una función de ciertas características del mismo , en interacción con ciertas características de la organización, especialmente sus características estructurales, tecnológicas y culturales. El acento, en el primer módulo, estaba puesto en el individuo y en el grupo. En este módulo está puesto en la organización. Es decir, en el ambiente en que los individuos y los grupos actúan, en la forma en que el ambiente organizacional influye en el comportamiento. Partimos de la convicción de que un dirigente, un administrador, un ingeniero, que debe en algún momento tomar decisiones sobre cómo diseñar una nueva estructura de la organización donde actúa, diseñar un nuevo procedimiento o un nuevo sistema de información, generar nuevos valores o nuevas actitudes en el personal, debe saber cómo impactan estas decisiones en el comportamiento; prever reacciones de aceptación o de rechazo; entender, en definitiva, que está cambiando o intentando cambiar un sistema social, y que esto no será indiferente para la gente que en él se mueve. Desarrollamos entonces en esta asignatura, en la primera parte, la influencia de la estructura, de la tecnología y de la cultura de la organización, en el comportamiento de sus miembros. Los contenidos de la unidad aluden a las organizaciones como sistemas y esta es una consideración central. La idea de las organizaciones como sistemas vertebra toda la asignatura, porque constituye el enfoque desde el cual analizaremos: la estructura organizativa, la cultura organizacional, la tecnología, la toma de decisiones, el poder, el cambio, la comunicación... El tema a través del cual presentamos a las organizaciones como sistemas desborda el contenido de la primera unidad: es el marco global de la asignatura. Le aconsejamos otorgar importancia al análisis de este primer contenido. Una vez presentada la organización como sistema, analizamos con mayor profundidad los subsistemas estructura organizativa, cultura organizacional y tecnología. La estructura organizativa es el modo en que se distribuyen en la organización las tareas y las responsabilidades. Esa distribución implica naturalmente una distribución 0 del poder, del prestigio y de la información. Es en este sentido en el que nos ocuparemos del análisis de la estructura. La cultura organizacional refiere a las maneras de pensar y de hacer propias de un colectivo organizado. Son las costumbres, los hábitos, los rituales, las normas, los valores, propios de una organización; en parte compartidos con la sociedad que la rodea. La cultura juega un papel muy importante como factor de cohesión de las personas en la organización y también en la manera de enfrentar los cambios y los conflictos. El último tema es el de la tecnología. La tecnología constituye el medio a través del cual la organización logra sus fines. Desde la revolución industrial, el desarrollo de la tecnología ha sido vertiginoso y espectacular. Difícilmente ocupe entonces un lugar secundario en la vida de las organizaciones, difícilmente no influya en el comportamiento humano. En el análisis de este tema, trataremos también algunos fenómenos actuales como las denominadas “transferencias de tecnología”. Las organizaciones toman decisiones permanentemente, los flujos de comunicación internos son múltiples y complejos, la dinámica de la autoridad y el poder organiza el comportamiento humano en función de relaciones de obediencia, de conformidad, de negociación, de consenso. En la segunda unidad, abordaremos algunos de los procesos que ocurren en la estructura para orientar la conducta de individuos y de grupos a los objetivos organizacionales: los procesos de poder e influencia, los de comunicación y los de toma de decisiones. En la tercera unidad, el punto de interés se centra en el cambio organizacional. Respecto a este tema, nuestra intención es poner el acento en las razones sociales que motivan al cambio de las organizaciones. Conferimos especial importancia al análisis de la realidad social actual como disparadora del cambio, describimos algunas particularidades de los procesos actuales de cambio organizacional y analizamos la relación que se establece entre el cambio organizacional y el logro de eficacia. CONTENIDOS UNIDAD 1: Las organizaciones como sistemas. 1. Un enfoque alternativo para el análisis de las organizaciones 2. Estructura organizativa 3. Cultura organizacional 4. Tecnología UNIDAD 2: Los procesos organizacionales 1. Poder e influencia 2. Comunicaciones 3. Toma de decisiones UNIDAD 3: El cambio en las organizaciones 1. El cambio organizacional en el contexto social actual 2. La introducción del cambio en las organizaciones. Aspectos teóricos y metodológicos 3. Cambio organizacional, eficacia y salud Los contenidos pueden organizarse, en tanto ESQUEMA CONCEPTUAL DE LA MATERIA: Entorno Social ORGANIZACIÓN Esquema Conceptual LA ORGANIZACIÓN COMO SISTEMA LOS PROCESOS DE LA ORGANIZACIÓN EL CAMBIO EN LAS ORGANIZACIONES Estructura Organizativa Cultura Organizacional Tecnología Poder y Política Comunicaciones Toma de decisiones Razones del cambio Los procesos de cambio Cambio, eficacia y salud ORGANIZACIÓN Entorno Social INTRODUCCION Como siempre, esta guía de estudio fue pensada para desempeñar la difícil tarea de reemplazar la presencia de un profesor como orientador del aprendizaje. Por lo tanto contiene, además de objetivos, contenidos y bibliografía, las indicaciones, sugerencias y propuestas de actividades que entendemos le facilitarán a usted la progresiva familiarización y dominio del material de estudio. Pero usted es adulto. Puede inventar y adoptar sus propios caminos. En todo caso, utilice nuestras indicaciones como apoyos que facilitarán sus primeros esfuerzos hasta que usted se sienta seguro del método que está empleando, hasta que se sienta capaz de andar solo en este tipo de materia. Los que no son negociables son los objetivos de aprendizaje. Sí son flexibles los medios para llegar a ellos. Comprender la dinámica de las organizaciones desde la consideración de su estructura y procesos. Examinar cómo el comportamiento de los miembros de una organización es afectado por la estructura, la tecnología y la cultura organizacional. Identificar los factores individuales y grupales que afectan la toma de decisiones en ámbitos organizacionales. Analizar la problemática del poder en las organizaciones como factor condicionante de las relaciones intra e intergrupos. Describir dificultades y barreras en el proceso de comunicación, y señalar modos de superarlas. Identificar y comprender las actuales tendencias de cambio de las organizaciones a partir de un análisis global del contexto socioeconómico y político. Analizar los procesos de conflicto y cambio organizacional desde la perspectiva de las ciencias del comportamiento. Conocer y valorar críticamente los principales problemas de los procesos de cambio organizacional. 10 Objetivos del Aprendizaje INTRODUCCION En función de su finalidad didáctica, esta guía de estudios -como la asignatura-, está dividida en unidades de aprendizaje. La orientación del aprendizaje se inicia con una suerte de introducción que tiene la finalidad de transmitir el eje central de la unidad, los objetivos que se persiguen... el esquema conceptual y las lecturas propuestas. Lea siempre la orientación del aprendizaje de cada unidad y vuelva a ella si siente que se pierde ante la complejidad de un determinado tema, buscando el sentido de su inclusión. De allí en más, se inicia el desarrollo de contenidos. En el mismo, pretendemos ubicarlo a usted en cada tema, acercarle conceptos, marcar algunas diferencias que mantenemos con el o los autores recomendados, o adicionar aspectos a nuestro juicio no suficientemente tratados. Estos matices son importantes y entendemos que le serán útiles. En cada Unidad, los objetivos están redactados de modo tal que es fácil transformarlos en preguntas o actividades. Le recomendamos vivamente que los utilice antes de comenzar el estudio de una unidad, para orientar su lectura, y al finalizar, para comprobar su aprendizaje, viendo si puede responder a ellos. Con el esquema conceptual sucede algo similar. Es algo así como un mapa, que hace de síntesis de las relaciones entre los conceptos de la unidad. ¡Usted ya lo conoce y seguramente sabe utilizarlo! El orden de los contenidos le sugiere el orden en que serán tratados, y su título le indica algo así como el argumento del desarrollo que sigue. También puede utilizar los títulos de los contenidos para transformarlos en una actividad: tómelos como el título de su ensayo personal de síntesis al terminar de estudiar cada unidad. En cada unidad la bibliografía es comentada en función de los aportes conceptuales que ofrece. En cuanto al texto de lectura obligatoria...usted ya lo conoce. Bibliografía Obligatoria GIBSON, J., IVANCEVICH, J., DONELLY, J. Las organizaciones: Comportamiento, estructura y procesos. Editorial Addison Wesley Iberoamericana. USA. 1996. Tomamos como referencia la edición 1996, pero usted puede encontrar con mucha facilidad los temas que desarrollamos en esta unidad, en cualquiera de las ediciones precedentes. 11 INTRODUCCION El texto propuesto es utilizado principalmente en las unidades 1 y 2. En la primera unidad, para el desarrollo del tema estructura organizativa, en la segunda unidad, para el desarrollo de todos los temas. Los capítulos centrales que se proponen son: Estructura y Diseño de estructuras (cap. 14 y 16 de la edición 1996), Poder y política, Toma de decisiones, Comunicaciones y Relaciones intergrupales (cap. 10, 11, 17 y 18 de la edición 1996). El enfoque adoptado en el planteo de la asignatura, nos ha permitido integrar en esta guía otras lecturas. Nos referimos a la presentación de algunos artículos breves que llamaremos Dossiers. Los Dossiers son publicaciones de autor, y si bien no han sido producidos especialmente para el desarrollo de esta guía, sirven adecuadamente a la propuesta temática y al logro de los objetivos de aprendizaje de esta asignatura. Sus aportes facilitan la tarea de análisis y reflexión sobre algunas problemáticas y también posibilitan integrar algunos desarrollos sobre la realidad de las organizaciones de nuestro medio. En el desarrollo de la asignatura, adquieren la misma importancia que la bibliografía, y son de lectura obligatoria, permiten abordar algunos temas de la primer unidad y todos los temas de la tercera. DOSSIERS Unidad 1 1. CAROLA, N. La organización considerada como sistema socio-técnico estructurado. Un enfoque conceptual para operar con organizaciones. 2. PUJOL, A. Cultura organizacional. Herramientas para el análisis organizacional. 3. PUJOL, A. Cultura organizacional y nuevas tecnologías. Un desafío para las prácticas del psicólogo organizacional. Unidad 3 1. CAROLA, N. Cambio organizacional: dos modelos presentes en un mismo tiempo histórico. 2. CAROLA, N. Cambio organizacional: reflexiones y sugerencias para no especialistas. 3. CAROLA, N. Empresas y gente en tiempos de crisis. En la orientación del aprendizaje de cada unidad le indicamos oportunamente la lectura de los dossiers o de los capítulos de la bibliografía. Los dossiers, como dijimos, están integrados a la guía, ubicados en el momento en que es preciso leerlos, por lo que no le resultará difícil ubicarse en sus desarrollos. 12 INTRODUCCION Bibliografía Consultada por los autores ABRAVANEL, H. Cultura organizacional. Editorial Legis. Bogotá. 1988. BECKHARD, Richard y REUBEN, Harris. Transiciones Organizacionales. Administración del Cambio. Edit. Addisson Wesley Iberoamericana. Mexico. 1988 BERTAGNINI, Armando. Las diagonales del cambio empresario. Edit. Machi. Bs. As. 1995. COLLERETTE, Pierre y DELISLE, Gilles. La planificación del cambio. Estrategias de Adaptación para las organizaciones. Editorial Trillas. Mexico. 1988. DE QUIJANO, S. Introducción a la psicología de las organizaciones. Editorial PPU. Barcelona. 1987. DORMIDO BENCOMO, Sebastián, MORALES NAVARRO, Julián y ABAD MARQUEZ, Luis. Sociedad y nuevas tecnologías. Editorial Trotta. Valladolid. 1990. ETZIONI, Amitai. Organizaciones Modernas. UTHEA. Buenos Aires. 1975. GARETH Morgan. Imágenes de la Organización. Editorial Ra-Ma. Bs. As. 1994. GIBSON, J., IVANCEVICH, J., DONELLY, J. Las organizaciones: Comportamiento, estructura y procesos. Editorial Addison Wesley Iberoamericana. USA. 1994. GORE, Ernesto y DUNLAP, Diane. Aprendizaje y Organización. Editorial Tesis. Buenos Aires. 1988. PANAIA, Marta (Comp.). Trabajo y empleo. Un abordaje interdisciplinario. Coediciones EUDEBA-PAITE. Buenos Aires. 1996. PEIRO, J. Psicología de la organización. UNED. Madrid. 1987. Tomos I y II. PERROW, Charles. Sociología de las Organizaciones. Mc Graw Hill. Madrid. 1990. PETIT Francois. Psicosociología de las organizaciones. Editorial Paidos. 1978. PLANT, Roger. La dirección del cambio en la empresa. Editorial EADA Gestión. Barcelona. 1991. ROBBINS, S. Comportamiento organizacional. Conceptos, controversias y aplicaciones. Prentice Hall Hispanoamericana S. A. México. 1991. SCHEIN, Edgar. Consultoría de procesos, su papel en el desarrollo organizacional. Editorial Fondo Educativo Interamericano. México. 1982. SCHEIN, Edgar. Psicología de la Organización. Prentice Hall Hispanoamericana. Mexico. Ediciones 1975 y 1982. SCHEIN, Edgar. La cultura empresarial y el liderazgo. Editorial Plaza y 13 INTRODUCCION Janes. Madrid. 1985. SCHLEMENSON Aldo, La perspectiva ética en el análisis organizacional. Un compromiso reflexivo con la acción. Editorial Paidós. Bs. As. 1990. SCHVARSTEIN, Leonardo. Psicología social de las organizaciones. Edit. Paidós. Mexico. 1992. SCHVARSTEIN, Leonardo y ETKIN, Jorge. Identidad de las organizaciones. Editorial Paidos. Mexico. 1989. SMITH, Peter y PETERSON, Mark. Liderazgo, Organizaciones y Cultura. Editorial Pirámide. Bs. As. 1988. Cronograma A efectos de ordenarle su trabajo, aquí le presentamos una distribución aproximada de los tiempos necesarios para realizar el aprendizaje de las siete unidades que componen esta materia, como así también para rosolver las dos actividades obligatorias previstas. Utilice la columna en blanco a la derecha para organizar su propio tiempo de estudio y avance en el aprendizaje de la materia. Esto también le servirá de control para el cumplimiento del mismo. UNIDAD DEL PROGRAMA DISTRIBUCION RELATIVA DEL TIEMPO ASIGNADO A LA MATERIA 1 40 % ACTIVIDAD OBLIGATORIA Nº1 2 30 % 3 30 % ACTIVIDAD OBLIGATORIA Nº2 14 TIEMPO LAS ORGANIZACIONES COMO SISTEMAS UNIDAD 1 UNIDAD 1 O RIENTACIÓN APRENDIZAJE DEL En esta primera unidad, nuestro principal propósito es examinar algunas de las implicancias de las características estructurales, tecnológicas y culturales de una organización para entender la conducta humana en dicho contexto. Los objetivos que orientan el proceso de aprendizaje, apuntan entonces a que usted adquiera las competencias necesarias para adoptar un enfoque sistémico en el análisis de las organizaciones y los conocimientos básicos sobre sus tres subsistemas clave: estructura, cultura y tecnología. Al finalizar el aprendizaje de esta unidad, usted estará en condiciones de alcanzar los siguientes objetivos de aprendizaje: Reconocer la importancia del enfoque sistémico como marco de análisis de los fenómenos organizacionales. Analizar la influencia de la estructura de relaciones jerárquicas en la adaptación de las personas a la vida organizacional. Caracterizar los aspectos que componen la cultura organizacional. Explicar los factores que posibilitan el surgimiento de la cultura organizacional y los procesos que intervienen en su desarrollo. Reconocer el carácter funcional o disfuncional de la cultura organizacional y su incidencia en el comportamiento humano. Valorar las diferentes características que puede adoptar la relación entre los componentes tecnológicos y sociales en el sistema organizacional. Describir algunos efectos de la introducción de tecnologías en la estructura de la organización y en el comportamiento humano. Los contenidos que le permitirán alcanzar dichos objetivos, son los siguientes: 1. Un enfoque alternativo para el análisis de las organizaciones 2. La estructura organizativa 3. La cultura organizacional 4. La tecnología 16 Objetivos del Aprendizaje UNIDAD 1 La inclusión de estos temas estriba en la necesidad de un futuro profesional de entender por qué, cuando se intenta modificar una determinada manera de hacer las cosas -y para ello se reforman estructuras organizativas, se cambian procedimientos o se introduce tecnología- muchas veces el cambio resulta difícil, los resultados irrelevantes, o la efectividad no se consigue. Frecuentemente lo que falla, es la consideración anticipada de los efectos que estos cambios producen sobre la gente. Y esto por la falta de un esquema conceptual que permanentemente recuerde la continua interrelación e interdependencia del comportamiento de individuos y grupos con la estructura, la tecnología y la cultura de una organización. Cambios en uno de estos aspectos producirán, inevitablemente, cambios -deseados o indeseados, previstos o imprevistos- en todos o en algunos de los otros. Este esquema conceptual lo puede proveer -a nuestro juicio-, el enfoque de sistemas. El enfoque de sistemas es una manera de pensar, un posicionamiento de la gestión gerencial o directiva que considera a la organización como un todo integrado, constituido por partes que interactúan entre sí. Los intentos de cambios fracasan, cuando la organización es considerada sólo en términos de sus partes estructurales (por ejemplo ingeniería, producción, mantenimiento, ventas), o en términos de introducción de nueva tecnología, o solamente en términos de nuevas políticas y prácticas de recursos humanos. Esta visión parcial de la organización no permite anticipar los resultados en las otras áreas o subsistemas dentro de la organización. El enfoque de sistemas aplicado a la organización ofrece un marco de referencia para considerar a la organización como un todo, en términos de subsistemas que se relacionan entre sí a través de procesos. Cada subsistema en la organización es separable y definible, pero al mismo tiempo está interrelacionado con los restantes. Estos subsistemas son comunes a todas las organizaciones, desde un club local de ajedrez hasta una corporación multinacional. En primer lugar, el pensamiento de sistemas considera a la organización como un tipo de sistema abierto. Si usted está ya familiarizado con este enfoque en función de su aprendizaje en otras materias, podrá seguramente actualizar sus lecturas y reflexiones. En el caso de que este sea su primer encuentro con los aportes del pensamiento de sistemas, descubrirá un modelo de comprensión de la dinámica organizacional, sumamente útil para redimensionar la problemática de la organización. Una vez posicionados en una visión sistémica de la organización, profundizaremos en el análisis de las particularidades de la estructura organizacional, la cultura y la tecnología como condicionantes del comportamiento humano. 17 UNIDAD 1 El esquema conceptual que sigue, sintetiza las principales temáticas que aborda la unidad: Esquema Conceptual LA ORGANIZACIÓN COMO SISTEMA ESTRUCTURA CULTURA Como marco de referencia del comportamiento laboral Como clima facilitador de la integración social TECNOLOGÍA Como condicionante del desarrollo humano Bibliografía Obligatoria Para abordar los temas propuestos en esta unidad tomamos como fuentes bibliográficas: Texto GIBSON, J., IVANCEVICH, J., DONELLY, J. Las organizaciones: Comportamiento, estructura y procesos. Editorial Addison Wesley Iberoamericana. USA. 1996. Capítulos 14 y 16. Dossiers 1. CAROLA, N. La organización considerada como sistema socio-técnico estructurado. Un enfoque conceptual para operar con organizaciones. 2. PUJOL, A. Cultura organizacional. Herramientas para el análisis organizacional. 18 UNIDAD 1 3. PUJOL, A. Cultura organizacional y nuevas tecnologías. Un desafío para las prácticas del psicólogo organizacional. Los dossiers que se presentan como lecturas obligatorias, si bien son publicaciones previas de los autores, se encuentran integrados en este material instruccional como material de lectura para los temas propuestos. En el desarrollo del primer tema -Un enfoque alternativo para el análisis de la organización- se incluye el Dossier nº 1, en el que se presenta un modelo de análisis de la organización que se apoya en el pensamiento sistémico. Se proponen algunas actividades que facilitarán la comprensión de los conceptos más relevantes. La problemática de la influencia de la estructura en el comportamiento, debe ser abordada desde el texto de Gibson. En la bibliografía, en los capítulos mencionados, los autores desarrollan el concepto de estructura organizativa, tipos de estructura, su influencia en el comportamiento humano y algunas consideraciones para diseñar estructuras teniendo presente la dimensión humana. Para los temas relativos a la cultura y a la tecnología, es preciso analizar los desarrollos conceptuales de los Dossiers nº 3 y 4, respectivamente. Ambos escritos tienen por fin facilitar la comprensión de los conceptos más relevantes de dichas temáticas y ejercitar su aplicación a situaciones prácticas a través de las actividades propuestas. 19 UNIDAD 1 1. Un enfoque alternativo para el análisis de las organizaciones “Hoy el pensamiento sistémico se necesita más que nunca porque la complejidad nos abruma. Quizás por primera vez en la historia, la humanidad tiene capacidad para crear más información de la que nadie puede absorber, para alentar mayor interdependencia de la que nadie puede administrar y para impulsar el cambio con una celeridad que nadie puede seguir...” Peter Senge, La quinta disciplina. Con el fin de posicionarnos en una visión sistémica de la organización, recuperamos algunas ideas eje sobre los conceptos de sistemas, y en particular aquellas aplicaciones de la Teoría de Sistemas al estudio de los sistemas sociales. La noción de pensamiento de sistemas o enfoque de sistemas alude a la utilización de un grupo de ideas surgidas de un conjunto de desarrollos científicos que se han generado en torno al concepto de sistema. El concepto de sistema, ha sido definido como “Un grupo de elementos conectados entre sí, que forman un todo, que muestra propiedades que son propiedades del todo y no solo propiedades de sus partes componentes”.1 Esta definición puede ser excesivamente simple. ¿Qué son esos objetos o elementos conectados? “Los elementos de un sistema pueden ser conceptos, en cuyo caso estamos tratando un sistema conceptual. Los elementos de un sistema pueden ser objetos, como por ejemplo una máquina de escribir compuesta de varias partes. Los elementos de un sistema pueden ser sujetos, como los de un equipo de fútbol. Finalmente un sistema puede estructurarse de conceptos, objetos y sujetos, como en un sistema hombre-máquina, que comprende las tres clases de elementos. Por tanto un sistema es un agregado de entidades, viviente o no viviente o ambas. Los sistemas se componen de otros sistemas a los que llamamos subsistemas. En la mayoría de los casos podemos pensar en sistemas más grandes o superordinales, los cuales comprenden otros sistemas y que llamamos el sistema total y el sistema integral...Es una reunión de partes o componentes, conectados en una forma organizada...Las partes se afectan por estar en el sistema y se cambian si lo dejan. Un sistema puede existir realmente como un agregado natural de partes componentes encontradas en la naturaleza, o esta puede ser un agregado inventado por el hombre”2 . 1 2 CHECKLAND, Peter. Pensamiento de sistemas, práctica de sistemas. Grupo Noriega editores. México. 1993. VAN GIGCH, John. Teoría general de sistemas. Editorial Trillas. México. 1995. 20 UNIDAD 1 Para profundizar la idea de enfoque o pensamiento de sistemas se hace preciso explicitar que va más allá de los sistemas en sí mismos. Un enfoque es una manera posible de enfrentar los problemas que suscita la comprensión de la realidad o el accionar sobre ella. La idea de enfoque o modelo adquiere relevancia si admitimos que los sistemas no siempre son realidades materiales, sino una construcción mental de quienes observan la realidad. Como tal, el pensamiento de sistemas no debe ser considerado como una ciencia, una teoría o una disciplina, sino como una nueva metodología que, apoyándose en un conjunto de conceptos, permite reunir y organizar los conocimientos con vistas a una mayor eficacia de la acción. Adoptar el enfoque sistémico supone un cambio en los modos de comprender y abordar la realidad, pasando de una visión fragmentaria hacia una visión totalizadora e integradora que permite reconocer la realidad sistémicamente y abordarla desde una metodología eficaz. La Teoría General de Sistemas fue conceptualizada por Ludwing Von Bertalanfy con la intención de generalizar los conceptos de sistemas y hacerlos aplicables a distintos campos de conocimiento, a través de su matematización. En este esquema la teoría sería aplicable homogéneamente a cualquier tipo de sistema, sea este viviente o no viviente, de actividad humana, social, o diseñado. Hoy, el desarrollo del pensamiento de sistemas apunta más bien a servirse de los conceptos de la Teoría pero no de un modo mecánico, sino haciéndolos pertinentes al tipo de sistema en el cual pretende aplicárselos, reconociendo una flexibilidad metodológica que la TGS (Teoría General de Sistemas) no logró visualizar. Los sistemas pueden ser considerados de dos formas: cerrados o abiertos, en interacción con el medio. Esta distinción es importante en teoría organizativa. La forma de ver a los sistemas como cerrados proviene de las ciencias físicas y es aplicable a los sistemas sociales sólo a través de una visión mecanicista. Una característica de los sistemas cerrados es que tienen una tendencia natural a la entropía y a moverse hacia un equilibrio estático. Entropía es un término originado en la termodinámica y es aplicable a todos los sistemas físicos: la tendencia de los sistemas cerrados a moverse al azar hacia un estado caótico, en el cual no hay más potencial para la transformación de energía o trabajo. El desorden, la desorganización, la falta de pautas o el azar de la organización de un sistema, es conocido como entropía. Un sistema cerrado tiende a incrementar su entropía a través del tiempo, moviéndose hacia mayores desordenes o imprevisibilidad. Los sistemas biológicos y sociales no caen dentro de esta clasificación. El enfoque de sistemas abiertos, reconoce que el sistema biológico o social está 21 UNIDAD 1 en una relación dinámica con su entorno y recibe de él insumos, transformando esos insumos de alguna manera y devolviendo resultados. Esta concepción de las organizaciones como sistemas abiertos está presente con fuerza en las corrientes sociológicas y psicológicas que se apoyan en el enfoque sistémico clásico o en aquellas que conciben a la sociedad o al comportamiento humano desde un modelo ecológico. La mayoría de los conceptos tempranos en las ciencias sociales y en la teoría organizativa eran enfoques de sistemas cerrados ya que consideraban al sistema bajo estudio como auto-sostenido. Las teorías tradicionales de Administración eran enfoques de sistemas cerrados concentrados solamente en la operación interna de la organización, y con un enfoque marcadamente racionalista tomado de los modelos de las Ciencias Físicas. La organización era considerada como suficientemente independiente, de forma tal que sus problemas podían ser analizados en términos de su estructura interna y de las tareas y relaciones formales, sin referencia al entorno externo. Los desarrollos de un enfoque no mecanicista, permitieron comprender más acabadamente a la sociedad como sistema sociocultural y profundizar en la comprensión de la organización como sistema social, con componentes que implican aspectos ligados a los intercambios comunicativos entre las personas, a sus emociones y afectos, a sus valores y creencias. Los sistemas socioculturales -clasificación en la que se integra a las organizaciones- implican complejidad organizada. Las relaciones de las partes cobran mayor flexibilidad, la estructura adquiere mayor fluidez al aumentar el número de formas alternativas de conducta que se ofrecen a los elementos del sistema. Si bien las relaciones entre los componentes de los sistemas mecánicos dependen en esencia del espacio y del tiempo y de la transmisión de energía, las interrelaciones que caracterizan a los otros sistemas se apoyan cada vez más en la transmisión de información. Las características y particularidades de este enfoque, permiten considerar a las organizaciones como sistemas. Estas pueden entenderse como un conjunto de roles interconectados por canales de comunicación, considerando prioritarios a los mensajes y símbolos que allí circulan, a los sistemas de valores y a las emociones experimentadas por el hombre en sociedad. Pero también serían sistemas porque suponen la acción coordinada de los hombres sobre el medio material, en tanto que los roles y las funciones que la gente cumple, la estructura diseñada para el logro de los fines, ha sido deliberadamente impuesta. En función de los conceptos de sistemas, la organización puede entonces ser clasificada como sistema abierto. La organización en tanto sistema social o 22 UNIDAD 1 socio-técnico, se encuentra en una relación dinámica con su entorno y recibe de él insumos, transformándolos de alguna manera y devolviendo resultados. La recepción de insumos en forma de materiales, energía e información, permite al sistema abierto revertir el proceso de entropía. Tales sistemas no son abiertos sólo en relación a su entorno sino también internamente, en relación a ellos mismos, toda vez que las interacciones entre sus componentes afecte al sistema como totalidad. El sistema abierto se adapta a su entorno cambiando la estructura y los procesos de sus subsistemas internos. Ver los problemas desde una perspectiva total implica estudiar las interrelaciones entre las distintas unidades de comportamiento de la organización. Tomar conciencia de que el todo no es igual a la suma de sus partes, significa que los problemas y las condiciones de cada unidad deben ser analizados como interconectados con los de las unidades restantes. Así, en el campo de la administración preocuparán esencialmente los modos más eficaces de dirigir el sistema hacia sus metas, la conducción y desenvolvimiento del sistema organizacional en relación a sus propósitos y particularmente en relación a sus vinculaciones con el entorno. Esta preocupación, en la práctica, involucra el diseño, mejoramiento y control de los sistemas que garantizan la viabilidad del sistema organizativo total. La organización es un modelo de sistema abierto en interacción continua con su contexto social, que alcanza un estado de equilibrio dinámico mientras retiene la capacidad de trabajar o transformar energía. La supervivencia del sistema no sería posible sin influjos continuos, transformaciones y devoluciones como un proceso continuo de reciclaje. El sistema debe recibir una entrada de recursos suficiente para mantener sus operaciones y devolver al entorno los insumos transformados en una cantidad necesaria para continuar el ciclo. Según el concepto de sistema abierto, los sistemas viven en continua interacción y comunicación con su entorno. Esta comunicación es fundamental para conservarse y formar el sistema. Esta comunicación se caracteriza por un proceso continuo de entrada-transformación-salida-reacción, puesto que la experiencia de un componente influye en los próximos pasos del proceso. La idea de apertura al medio recalca la relación significativa que existe entre el funcionamiento interno del sistema y el entorno. Ambos deben comprenderse en estado de interacción y dependencia mutua. La naturaleza abierta de los sistemas biológicos y sociales choca con la naturaleza cerrada de los sistemas mecanicistas, 23 UNIDAD 1 OBJETIVOS YMETAS MATERIA RECURSOS INFORMACION ELSISTEMA SUBSISTEMAS PROGRAMAS ACTIVIDADES AUTORES DE DECISIONES PRODUCTOS SERVICIOS RESULTADOS BENEFICIOS CONTEXTO OTROS SISTEMAS OTROS SISTEMAS OTROS SISTEMAS aunque el grado de apertura puede variar. Los sistemas abiertos pueden tener distinta capacidad o habilidad para moverse hacia formas más complejas de diferenciación e integración, mayor variedad en el sistema de tratar con las amenazas y contrariedades y de aprovechar las oportunidades que les ofrece el entorno. Esto permite hablar de capacidad de evolución del sistema. Los sistemas abiertos intentan sostenerse a sí mismos importando energía para eliminar o eludir la tendencia a la entropía, es decir que disponen de entropía negativa. El principio de equifinalidad captura la idea de que en un sistema abierto pueden existir diferentes procesos para llegar a un fin dado. Esto contrasta también con los sistemas cerrados donde el sistema de relaciones está fijado por la propia estructura del sistema para actuar según patrones de causa efecto. Los sistemas abiertos tienen patrones más flexibles que permiten la comunicación de resultados desde diferentes puntos de salida con diferentes recursos y de diferentes maneras. La estructura del sistema en un momento dado no es más que el aspecto o manifestación de un proceso funcional más complejo. La complejidad de un sistema supone tanto variedad como interacción de ele24 UNIDAD 1 mentos. · Un sistema complejo está constituido por una gran variedad de componentes o de elementos que poseen funciones especializadas. · Estos elementos están organizados en niveles jerárquicos internos. · Los diferentes niveles y elementos individuales están unidos por una gran variedad de enlaces, de lo que resulta una gran densidad de interconexiones. · Las interacciones entre los elementos de un sistema complejo son de un tipo particular, por lo que se dice que estas interacciones no son lineales. La retroalimentación implica un reenvío de información sobre los resultados de una transformación en el sistema a la entrada del mismo. Si estos nuevos datos contribuyen a facilitar y acelerar la transformación en el mismo sentido o dirección que los resultados precedentes, se trata de una realimentación positiva. Por el contrario, si lo hacen en el sentido opuesto, la retroalimentación es denominada negativa. Sus efectos estabilizan el sistema, por lo que si en el primer caso hay crecimiento y evolución, en el segundo caso hay mantenimiento del equilibrio. Así, la retroalimentación positiva conduce a un comportamiento divergente o comportamiento “bola de nieve”. Los ejemplos son numerosos: reacción en cadena, crecimiento demográfico, capital colocado a interés compuesto, la proliferación de células cancerosas, el quiebre de una empresa o el proceso de recesión económica. En todos los casos, cuando la retroalimentación positiva no está compensada por la negativa, la tendencia no puede ser otra que hacia la destrucción del sistema. La retroalimentación negativa conduce a la adaptación, al mantenimiento de los niveles del sistema -temperatura, concentración, velocidad, rumbo-. Aquí, toda variación hacia el “más” implica una corrección hacia el “menos”, y su inversa. Hay regulación porque el sistema oscila en una posición de equilibrio que nunca alcanza. Con relación a la idea de integración y diferenciación está el principio de variedad obligada, la cual dice que los mecanismos internos que regulan al sistema deben ser tan variados o diversos como el entorno en el cual están intentando vivir. Cualquier sistema que pretenda evadirse de su entorno, escapar a las exigencias de adaptación que éste le impone, está condenado a desaparecer y a perder su naturaleza compleja y distinta. En este marco, todo sistema presenta dos modos fundamentales de existencia y de funcionamiento: la conservación o el cambio. El primero emerge de la re- 25 UNIDAD 1 troalimentación negativa y se caracteriza por la estabilidad. El segundo descansa en la retroalimentación positiva y se caracteriza por el crecimiento o el declive. La coexistencia de estos dos modos en un sistema abierto, sometido permanentemente a los influjos del mundo externo, a las perturbaciones aleatorias de su entorno, crea una serie de comportamientos característicos. Buckley3 sostiene que lo que caracteriza a los sistemas socio-culturales son sus propiedades morfogenéticas. ¿Qué quiere decir morfogénesis? Que estos sistemas, en vez de reducir al mínimo su organización o preservar una estructura física dada, crean, elaboran o modifican de manera típica sus estructuras como condición para conservarse viables en cuanto sistemas activos. Pensar en el ejemplo de que una sociedad un sistema socio-cultural- evoluciona y se transforma a sí misma en el transcurso de su propia historia y a partir de su propia actividad, puede ayudarnos a comprender la idea de morfogénesis. Las organizaciones comerciales reciben insumos de la sociedad en forma de gente, materiales, recursos financieros e información; los transforma en productos, servicios y premios a los miembros de la organización, en forma suficiente como para mantener su participación. Elabore un gráfico en el que se visualice la organización como sistema abierto. Para ello, considere la presencia de los siguientes elementos, señalando su correspondencia con los elementos propios de un sistema de esas características. Sociedad Mercado Organización Recursos o insumos Sistema de transformación Productos o servicios Flujo de materiales, energía, información 3 26 BUCKLEY, Walter. La sociología y la teoría moderna de los sistemas. Editorial. Amorrortu. Bs. As. 1974. UNIDAD 1 La organización puede definirse también como “un sistema socio-técnico integrado, deliberadamente creado para la realización de fines específicos, configurados alrededor de un proyecto concreto, tendiente a satisfacer necesidades concretas de su miembros y de una audiencia externa. Mantiene su cohesión y eficacia mediante un sistema de autoridad basado en la diferenciación de las responsabilidades y en la capacidad, igualmente diferencial, de sus miembros. Finalmente la organización se halla inserta en un medio o contexto externo con el cual guarda una relación interdependiente significativa, contexto poblado por entidades diversas con las que interactúa, colabora y/o compite”4 . La concepción de la organización como un sistema socio-técnico estructurado tiene una importancia sustantiva porque permite dimensionar con claridad el interjuego entre factores tecnológicos y humanos. Esta visión de la organización fue señalada por Trist y asociados en el Instituto Tavistock. La tecnología está estructurada sobre las tareas a ser ejecutadas, e incluye el equipo, herramientas y técnicas de operación. El subsistema psicosocial es la relación entre los diferentes participantes en la organización. Los subsistemas tecnológicos y social se hallan en interacción recíproca y son interdependientes. El concepto de sistema socio-técnico de Trist surge de considerar que cualquier sistema de producción requiere ambos subsistemas: una organización tecnológica -equipos y su distribución- y una organización del trabajo, que relaciona a las personas que llevan a cabo las tareas necesarias. Las demandas tecnológicas limitan las pautas organizativas de trabajo posibles, pero una organización productiva tiene características sociales y psicológicas propias que son independientes de la tecnología. Desde este punto de vista una organización no es simplemente un sistema técnico o social. En todo caso, es la estructuración e integración de las actividades humanas en torno a varias tecnologías. Las tecnologías afectan tanto los tipos de insumos en la organización como los productos que salen del sistema. Por su parte el sistema social determina la efectividad y eficiencia de la utilización de la tecnología. El subsistema técnico está determinado por los requerimientos de las tareas de la organización y varía en función de ellas. El subsistema técnico requerido para la manufactura de automóviles difiere significativamente del necesario en una refinería de petróleo o en una compañía electrónica o aeroespacial. Similarmente, los requerimientos de tareas y tecnología en un hospital son sustancialmente diferentes de aquellos que se presentan en una universidad. El 4 SCHLEMENSON Aldo, La perspectiva ética en el análisis organizacional. Un compromiso reflexivo con la acción. Editorial Paidós. Bs. As. 1990. 27 UNIDAD 1 subsistema tecnológico está modelado por la especialización del conocimiento y las habilidades requeridas, por los tipos de máquinas y el equipo involucrado y por la distribución de las instalaciones. La tecnología frecuentemente determina el tipo de insumos humanos requeridos. Por ejemplo, una compañía aeroespacial requiere el empleo de muchos científicos, ingenieros y personal de alta especialización. La tecnología es también un factor primordial para la determinación de la estructura y de las relaciones entre los puestos de trabajo. Además del subsistema técnico, toda organización tiene dentro de sus límites un subsistema psico-social que consiste en interacciones, expectativas y aspiraciones, sentimientos y valores de los participantes. Sin embargo, debe enfatizarse que estos dos subsistemas, el técnico y el social no pueden ser considerados separadamente, sino en el contexto de la organización total. Todo cambio en el subsistema técnico, tendrá repercusiones en el subsistema social y viceversa. La estructura de la organización puede ser considerada como un tercer subsistema entretejido dentro de los subsistemas técnicos y social. Los requerimientos de tareas y la tecnología adquieren una influencia fundamental sobre la estructura. La estructura tiene que ver con la forma en que las tareas de la organización se dividen en unidades operativas, y con la coordinación de dichas unidades. En sentido formal, la estructura está fijada en el organigrama, a través de las posiciones y descripciones de tareas, y por las reglas y procedimientos. También tiene que ver con el sistema de autoridad, las comunicaciones y el flujo de trabajo. En cierto sentido, la estructura de la organización constituye la formalización de las relaciones entre los subsistemas técnico y psico-social. Sin embargo, debe enfatizarse que el vínculo no es completo, produciéndose muchas interacciones y relaciones entre los subsistemas técnico y psico-social que sobrepasan la estructura formal. Otros dos subsistemas resultan de suma importancia para comprender este modelo: el de fines y objetivos y el gerencial. El subsistema de fines y objetivos, presente en todas las organizaciones, es el que determina qué cosas específicas debe hacer una determinada organización. Estos fines sirven para delinear la misión global de la organización de la sociedad. Cuando la misión es descompuesta en metas alcanzables en un plazo determinado, se los llama objetivos. Objetivos bien establecidos y priorizados ayudan a motivar a los miembros de una organización y a reducir el número de actividades sin significado. Pero la realización de los fines del sistema como un todo, es sólo una de las muchas necesidades importantes hacia las cuales se orienta la organización. 28 UNIDAD 1 Una de estas necesidades importantes es la propia supervivencia de la organización, que puede llevar a la negligencia o a la distorsión del comportamiento, encaminado a la obtención del fin, o incluso, al cambio o sustitución de sus fines originarios. El subsistema gerencial es el encargado de organizar y controlar a los otros subsistemas en forma tal de facilitar la interacción entre ellos y promover el aumento de la efectividad de la organización total. Es difícil personalizar el subsistema gerencial y concretarlo en un superior o en un grupo de directivos en una organización. Mientras esa interpretación es verdadera en un sentido organizativo, este subsistema, que integra los otros subsistemas y representa el control dentro de la organización a modo de interface, necesita más que a una sola persona para generar la integración. Necesita elementos tales como poder, autoridad, toma de decisiones, coordinación, programación, planificación, dirección, etc... El subsistema gerencial se extiende sobre varias capas de la organización y no sólo es importante sino complejo. Toda vez que la autoridad y el poder sean ejercitados y que los recursos sean afectados o alguien esté dirigiendo gente en sus esfuerzos hacia un fin común, ese proceso es representativo del subsistema gerencial. Cuando llevados por el deseo de mejor conseguir los fines y objetivos de una organización, sus dirigentes o sus responsables -los representantes del subsistema gerencial- inician acciones para cambiar la organización, la planificación del cambio está rodeada de considerable incertidumbre y es difícil medir totalmente las consecuencias de las propias decisiones. Algunos aspectos o variables aparecen mal definidas, algunas pueden permanecer no identificadas, y otras resultan incontrolables. La toma de conciencia respecto a esta incertidumbre constituye ya un paso hacia adelante, pero el enfoque de sistemas ayuda a clarificar los resultados y a prevenir consecuencias adversas. Cuando la organización es considerada en términos de sus subsistemas resulta evidente que es virtualmente imposible hacer cambios en un solo subsistema sin producir cambios -intencionados o no intencionados- en los otros subsistemas. A menudo los cambios son planeados e implementados dentro de los límites estrechos de uno de los subsistemas, resultando a veces que el impacto no intencionado o no previsto, se produce más allá del subsistema en cuestión, que es el que origina el proceso de un bien intencionado objetivo de cambio. Por ejemplo, en años recientes numerosas organizaciones han realizado cambios significativos en el subsistema tecnológico a través de la introducción de la automatización. Muy a menudo herramientas de computación y su correspondiente software -técnicas- han sido introducidas en las organizaciones con 29 UNIDAD 1 resultados poco satisfactorios. La razón puede radicar en la etapa de planeamiento, cuando la gerencia falló al considerar el impacto que la computarización podía traer a toda la organización y a cada uno de los subsistemas. En este ejemplo, el impacto en el subsistema psico-social es significativo. Mucha gente siente que sus trabajos se ven amenazados, así como sus posiciones y por ende sus deseos, necesidades y aspiraciones. También puede aparecer una sensación de despersonalización. Estos y otros impactos psicológicos pueden disminuir el apoyo y la aceptación de la automatización y, en casos extremos, inducir al sabotaje. La reorganización necesaria que incluye la creación de un nuevo departamento debido a la automatización, cambia la estructura formal. Dentro del subsistema estructural, la estructura informal -las relaciones espontáneas que se dan entre las personas- se verá también afectada. Algunas veces la automatización resulta en la aparición y aumento de tareas y objetivos diferentes. De este modo, debido al incremento de las capacidades, a objetivos reformulados o a nuevos procedimientos, los objetivos del subsistema también resultan modificados. Y, finalmente, la automatización resulta a menudo en una alteración del subsistema gerencial y en la forma en que la organización es controlada y dirigida, tanto en el manejo y asignación de recursos como en la toma de decisiones. Usando este ejemplo del cambio del subsistema tecnológico es fácil ver que un cambio en un subsistema produce efectos que repercuten en toda la organización. Tampoco el cambio tiene que ocurrir necesariamente en el subsistema tecnológico. Todo cambio, sea de gran magnitud o de menor magnitud, realizado en cualquier subsistema tendrá un impacto de diverso grado en cada uno de los restantes subsistemas, y en la organización entera. La anticipación de este efecto y el estudio de la forma de crear un impacto favorable, constituye la llave para un cambio planificado exitoso. Plantee un ejemplo -o recupérelo de su experiencia laboral- de cambio en algún subsistema, indicando sus posibles efectos en otros subsistemas. La incorporación del Enfoque de Sistemas para la comprensión de las organizaciones en la fase del planeamiento del cambio organizativo, permitirá a la gerencia una visión más amplia de los resultados esperados. Por otra parte, al pensar en el impacto posible en cada subsistema, los planificadores del cambio pueden vislumbrar otras posibilidades y consideraciones no previstas. 30 UNIDAD 1 El enfoque de sistemas aplicado a las organizaciones no es en sí mismo una estrategia de cambio ni tampoco sirve para predecir resultados. Es una forma de considerar a la organización como un todo integrado formado por partes interrelacionadas y en interacción recíproca. Al preguntarse qué impacto tendrá un cambio particular en todos los subsistemas -entorno, personal, estructura, objetivos, tecnología y gerencia- es posible entonces tomar conciencia y por ende estar mejor preparado para el manejo de los aspectos negativos del cambio así como para aprovechar las fortalezas de la organización. Elabore un gráfico que refleje la organización como sistema sociotécnico estructurado. Para ello, considere los siguientes elementos: Recursos o insumos , Organización, Subsistema tecnología, Subsistema estructura, Subsistema psico-social, Subsistema fines y objetivos, Subsistema gerencial, Productos o servicios. Es posible que usted haya encontrado otras formulaciones del enfoque de sistemas. En realidad cada autor le da una leve significación distinta a este enfoque, y encuentra otros modos que juzga más útiles para distinguir subsistemas. Más allá de las diferencias de matices, la orientación general pone el énfasis en señalar la interdependencia e interrelación entre las partes de la organización, aunque no haya acuerdo exacto en distinguirlas, ni en llamarlas de la misma manera. Por ello, le proponemos ahora la lectura del primer dossier en el que se presenta un enfoque conceptual para operar con organizaciones. El trabajo ha sido elaborado para orientar las prácticas de análisis organizacional de los psicólogos, pero sus aportes pueden ser capitalizados por cualquier interesado en la problemática. En el artículo se abordan los conceptos que venimos enunciando, desarrollados con mayor profundidad y sistematicidad y enriquecidos por otros aportes de la psicología y el psicoanálisis aplicado al estudio de la dinámica de los sistemas sociales. Además, el artículo presenta una alternativa metodológica para poner “los conceptos en acción”, es decir, un conjunto de consideraciones que muestran cómo esta visión sistémica de la organización puede aplicarse en una práctica de diagnóstico de situación. 31 UNIDAD 1 Ya posicionados en una visión sistémica de la organización, iniciamos a continuación el análisis del subsistema estructura, aspectos relativos al subsistema psicosocial abordando la cultura de la organización, y el subsistema tecnológico. Luego de la lectura del Dossier y valiéndose del conocimiento que tenga de alguna organización en particular, realice las siguientes actividades. 1. Explique qué acciones supondría realizar un diagnóstico de esa organización desde una visión sistémica. 2. ¿Cuáles de las hipótesis generales sobre los sistemas que propone Enriquez considera verdaderas y cuáles falsas? ¿Porqué? 3. Siguiendo el modelo de Lazarsfeld y Menzel, ejemplifique posibles propiedades de los miembros y de los colectivos de la organización que usted toma como referente. 32 UNIDAD 1 DOSSIER Nº 1 LAS ORGANIZACIONES COMO SISTEMA SOCIO-TECNICO ESTRUCTURADOO -Un enfoque conceptual para operar con organizacionesLic. Néstor Carola 1. La búsqueda de un modelo conceptual Quienes deciden sobre aspectos decisivos de la vida de la organización, directivos, gerentes o en ocasiones, consultores, tienen -en forma implícita o explícita- una determinada teoría acerca de qué son, cómo son, las organizaciones, y en función de ella, toman decisiones sobre cómo cambiar o cómo mejorar los procesos organizacionales. Esta teoría puede ser muy burda o muy compleja. Puede que sólo sea algo más que una imagen o una metáfora. Por ejemplo, un directivo puede pensar que la organización es o debiera ser como un reloj. Entonces, hablará de aceitar mecanismos, o de cambiar piezas, y lo que es más importante- obrará en consecuencia. Gareth Morgan1 ha señalado que nuestras teorías y explicaciones de la vida organizacional se basan en metáforas que nos llevan a ver y a comprender las organizaciones de un modo necesariamente parcial. La investigación sobre una variedad de campos ha demostrado que la metáfora ejerce una influencia formativa en la ciencia, en nuestro lenguaje, en cómo pensamos, en los paradigmas que guían nuestro pensamiento. Empleamos la metáfora siempre que intentamos comprender un elemento de experiencia en términos de otro. Así, en materia de organizaciones pretendemos entenderlas en términos de máquinas, de organismos, de cerebros, de campos culturales, de espacios de poder, etc. Para el profesional que es llamado a colaborar con organizaciones, cada una de las metáforas puede sugerirle una valiosa línea de acción, pero le cierra otras posibilidades. Debe avanzar hacia la formulación de un esquema conceptual. Operar sobre el objeto organización, supone contar con un esquema conceptual, que fundamente teóricamente una determinada metodología de diagnóstico y de intervención, disponer de una teoría y una técnica. Por el joven desarrollo de nuestra disciplina, no podemos decir que contamos, desde la psicología, con una teoría de la organización. Está en duda si sólo con los aportes de la psicología se podría construir. También está en duda la utilidad de teorías de la organización construidas por otras disciplinas, con otros fines, 1 MORGAN, G. Imágenes de la organización. RA-MA Editorial. Madrid, 1990. 33 UNIDAD 1 al ser utilizadas por psicólogos con fines psicológicos. Y también está en duda si una teoría exclusivamente psicológica, facilita la tarea de comunicación y de trabajo conjunto con otros profesionales, en una tarea que, como en este campo, se presenta muchas veces como interdisciplina. No obstante, existe una importante cantidad y diversidad de desarrollos teóricos elaborados desde distintas perspectivas. Lógicamente, el recién llegado espera la indicación precisa, la teoría desarrollada, las pautas de valoración acordadas de quienes lo han precedido. No es así. Bennis2 señala esta situación y dice: «Nadie puede afirmar con algún grado de seguridad, qué patrones de medida debiera usar un ejecutivo para evaluar la eficacia de su organización. Y es materia de conjetura la esperanza si llegará algún día en que habrá patrones de respuesta a la cuestión»... «Al surgir el problema de establecer criterios, las normas empleadas para juzgar la bondad de una organización, rara vez dejan de suscitar controversias y desaliento». Para ilustrar su estado de ánimo cita a Jahoda quien afirma que el problema «se presenta de tan difícil solución que uno se siente tentado de invocar el privilegio de la ignorancia». No es fácil moverse y “comprar” en el 2 mercado de los marcos teóricos que se ofrecen. Hasta es difícil ordenarlos, categorizarlos, compararlos. 2. Una propuesta Mientras se va construyendo esa teoría, nos interesa transmitir aquellas ideas que hemos logrado consolidar, al menos hasta donde -provisoriamentehemos llegado. Nuestra intención es transmitir el marco conceptual y operativo con el que nos manejamos para el diagnóstico y la intervención en las organizaciones. Sin pretender desarrollar una completa teoría de la organización, pretendemos contar, con modestia, cómo miramos, desde dónde miramos, a las organizaciones. Por supuesto que no somos los primeros ni estamos solos en esto de transmitir el enfoque personal de referencia, confeccionado sobre el esfuerzo de otros autores y validado desde el testeo con una práctica profesional. Es una tarea difícil. No es fácil juntar los saberes acumulados en situaciones de formación diversas, en las prácticas profesionales o en las lecturas emprendidas. Esta dificultad es presentada por Weisbord cuando en la introducción de uno de sus escritos dice: «Este artículo representa un informe progresivo sobre mis esfuerzos para combinar unidades de información, teorías, investigaciones e iniciativas, BENNIS, W. Desarrollo organizacional: su naturaleza, sus origenes y perspectivas. F.E.I.1973. 34 UNIDAD 1 conformando una herramienta de trabajo que pueda ser usada por cualquiera. Es un ejemplo del proceso por el que yo creo que pasan muchos recién iniciados, y que no está bien documentado ni bien entendido”3 tro objetivo final. En última instancia, una definición de organización solo serviría para -llegado el caso límite- poder determinar si cierto y determinado fenómeno es o no una organización, y para el caso que nos ocupa eso no es absolutamente necesario. Entendemos que cada uno, con la información y reflexión teórica y con la experiencia suficiente, va consolidando un modo personal de apropiarse de los aportes de otros, construyendo una manera casi automática de ver las organizaciones. Y nadie está librado de hacer aportes al desarrollo de esa teoría global. Sin embargo, sí resulta importante establecer las características fundamentales de una organización; ya que ese es el único camino posible para establecer cuales son los elementos esenciales que hay que tener en cuenta para hacer un análisis -si no acabado-, por lo menos relativamente completo de la misma. Con ello estamos señalando el peligro de utilizar mecánicamente este esquema, sin integrarlo con los propios saberes, sin adecuarlo a la realidad de la organización en la cual uno actúa, sin modificarlo, sin reelaborarlo, sin apropiarlo. Para tal fin y considerando los aportes de los más diversos autores que han abordado el tema, definiremos a la organización como un sistema socio-técnico integrado, deliberadamente constituido para la realización de un proyecto determinado, configurado en base a una cierta racionalidad en relación al proyecto, y que opera con una determinada tecnología en un contexto con el cual mantienen relaciones de intercambio. 3. Concepto de organización En este trabajo, de características mucho más operativas que doctrinarias, la elaboración de un concepto de organización que sirva de base para la operación de diagnóstico, debe orientarse necesariamente a una formulación simple y operacionalizable. Más aún, avanzando en las nuevas perspectivas científicas se tratará de evitar una definición en el sentido clásico de la lógica formal, ya que ello implicaría consideraciones y precisiones que no se corresponden con nues3 Queda entonces explícito que se dará preferencia: 1) A la organización considerada como sistema. 2) A la conjunción integrada de elementos técnicos y sociales. 3) A la intencionalidad organizacional y el valor fundamental del proyecto. WEISBORD, M. Diagnóstico Organizacional: seis lugares donde buscar los problemas con una teoría o sin ella. Group & Organizations Studies. 1976. 35 UNIDAD 1 4) Al valor instrumental de la estructura y su significado como condicionante. 5) A la operación o tarea como fenómeno propio de la organización y en el que se conjugan todos los otros elementos. 6) Al valor condicionante de la tecnología. 7) Al contexto como ámbito de actuación, como condicionante y en casos, determinante de la vida organizacional. En base a estos criterios, es posible establecer cuales son las variables a tener en cuenta al formular un diagnóstico y como pueden ser elaborados los datos así obtenidos. 4. La organización como sistema Este enfoque aplicado a las organizaciones se orienta a comprender por qué, cuando se intenta modificar una determinada manera de hacer las cosas -y para ello se reforman estructuras organizativas, se cambian procedimientos o se introduce tecnologíamuchas veces el cambio resulta difícil, los resultados irrelevantes, o la efectividad no se consigue. Muy frecuentemente lo que falla, es la consideración anticipada de los efectos que estos cambios produce sobre la gente. Y esto por la falta de un esquema conceptual que permanentemente recuerde la continua interrelación e interdependencia del comportamiento de individuos y grupos con la estructura, la tecnología y la cultura de una or36 ganización. Cambios en uno de estos aspectos producirán, inevitablemente, cambios -deseados o indeseados, previstos o imprevistosen todos o en algunos de los otros. Este esquema conceptual lo puede proveer, a nuestro juicio, el Enfoque de Sistemas, inspirado en la Teoría General de los Sistemas, pero carente aún de las precisiones conceptuales y sistematizaciones de ésta. El enfoque de Sistemas es una manera de pensar, un posicionamiento de la gestión gerencial o directiva que considera a la organización como un todo integrado, constituido por partes que interactúan entre sí. Los intentos de cambios fracasan, cuando la organización es considerada sólo en términos de sus partes estructurales -por ej. ingeniería, producción, mantenimiento, ventas-, o en términos de introducción de nueva tecnología, o solamente en términos de nuevas política y prácticas de recursos humanos. Esta visión parcial de la organización no permite anticipar los resultados en las otras áreas o subsistemas dentro de la organización. El Enfoque de Sistemas aplicado a la organización ofrece un marco de referencia para considerar a la organización como un todo, en términos de subsistemas que se relacionan entre sí a través de procesos. Cada subsistema en la organización es separable y definible, pero está también interrelacionado con los restantes guardando con ellos una relación de interdependencia. Estos subsistemas UNIDAD 1 son comunes a todas las organizaciones, desde un club local de ajedrez hasta una corporación multinacional. Es posible encontrar varias formulaciones del Enfoque de Sistemas. En realidad cada autor le da una leve significación distinta a este enfoque, y encuentra otros modos que juzga más útiles para distinguir subsistemas. Más allá de las diferencias de matices, la orientación general pone el énfasis en señalar la interdependencia e interrelación entre las partes de la organización, aunque no haya acuerdo exacto en distinguirlas, ni en llamarlas de la misma manera. Pensamos que nuestra formulación es útil, y que permite subsumir a ella otras, más simples o más complejas. 4.1. La organización: un sistema abierto a su entorno. En primer lugar, el Enfoque de Sistemas considera a la organización como un tipo de sistema abierto. Los sistemas pueden ser considerados de dos formas: cerrados o abiertos, en interacción con el medio. Esta distinción es importante en teoría organizativa. La forma de ver a los sistemas como cerrados proviene de las ciencias físicas y es aplicable a los sistemas sociales sólo a través de una visión mecanicista. La mayoría de los conceptos tempranos en las ciencias sociales y en la teoría organizativa eran enfoque de sistemas cerrados ya que consideraban al sistema bajo estudio como auto-sostenido. Las teorías tradicionales de Administración eran enfoques de sistemas cerrados concentrados solamente en la operación interna de la organización, y con enfoque marcadamente racionalistas tomados de los modelos de las Ciencias Físicas. La organización era considerada como suficientemente independiente, de forma tal que sus problemas podían ser analizados en términos de su estructura interna y de las tareas y relaciones formales, sin referencia al entorno externo. Una característica de los sistemas cerrados es que tienen una tendencia natural a la entropía y moverse hacia un equilibrio estático. Entropía es un término originado en la termodinámica y es aplicable a todos los sistemas físicos: la tendencia de los sistemas cerrados a moverse al azar hacia un estado caótico, en el cual no hay más potencial para la transformación de energía o trabajo. El desorden, la desorganización, la falta de pautas o el azar de la organización de un sistema, es conocido como entropía. Un sistema cerrado tiende a incrementar su entropía a través del tiempo, moviéndose hacia mayores desordenes o imprevisibilidad. Los sistemas biológicos y sociales no caen dentro de esta clasificación. En enfoque de sistemas abiertos, reconoce que el sistema biológico o social está en una relación dinámica con su entorno y recibe de él insumos, transformando esos insumos de alguna manera y devolviendo resultados. La recepción de insumos en forma de 37 UNIDAD 1 materiales, energía e información, permite al sistema abierto revertir el proceso de entropía. Tales sistemas son abiertos no solamente con relación a su entorno sino también internamente, en relación con ellos mismos, toda vez que las interacciones entre sus componentes afecta al sistema como totalidad. El sistema abierto se adapta a su entorno cambiando la estructura y los procesos de sus componentes internos, incorporando tecnología o desarrollándola, o efectuando distintos cambios, planeados o no. El sistema abierto está en una interacción continua con su entorno y alcanza un estado estable o un desequilibrio dinámico mientras retiene la capacidad de trabajar o transformar energía. La sobrevivencia del sistema, en efecto, no sería posible sin influjos continuos, transformaciones y devoluciones. En los sistemas biológicos y sociales éste es un proceso permanente de reciclaje. El sistema debe recibir una suficiente entrada de recursos para mantener sus operaciones y devolver al entorno los insumos transformados en una cantidad suficiente para continuar el ciclo. Por ejemplo, las organizaciones comerciales reciben insumos de la sociedad en forma de gente, materiales, recursos financieros e información; los transforma en productos o servicios para la sociedad y premios para los miembros de la organización, en forma suficiente como para mantener su participación. Para una empresa de negocios, el recurso financiero y el mercado proveen un mecanismo de reciclaje de recursos entre la firma y su entorno. La misma clase de análisis puede hacerse para todo tipo de organización social. 4.2. La perspectiva de Eugene Enriquez. Este autor entiende por sistema “todo conjunto de órganos diferenciados o admitiendo en su seno una variedad de componentes, unos en conexión con otros, que posee fronteras reparables, que puede mantener identidad y coherencia a través de modificaciones que sufre y que es, por lo tanto, capaz de homeostasis”4 Enríquez considera que aunque los sistemas sociales pueden considerarse como naturalmente abiertos al medio ambiente, ello no es cierto en su totalidad. Los conjuntos humanos no pueden ser completamente asimilados a los conjuntos abiertos o a los conjuntos cerrados y convendría más considerarlos como sistemas oscilantes entre la abertura o la clausura; abertura que produce cambios y clausura que preserva la identidad y la coherencia. Sin embargo pueden teóricamente considerarse los extremos, es decir, sistemas abiertos y sistemas cerrados. Los sistemas cerrados, es decir los que no tienen interacción con el medio, se caracterizan por una autorregulación simple y por una 4 ENRIQUEZ, E. Problematique du changement. Connexions Nº 4. Tomo 2. 38 UNIDAD 1 elevada entropía. Por autorregulación simple se entiende el mecanismo de control por el cual, cuando hay alguna perturbación al sistema, este inicia un “feed-back” negativo que tiende a volver el sistema a su estado inicial. Un sistema abierto dispone entonces de una variedad de elementos, es pues siempre heterogéneo y complejo, de no ser así no encontraría en su seno contradicción y su homogeneidad impediría que el medio externo llegase a impactarlo. Por entropía, entendemos el principio -tomado de la termodinámicaque indica que en un sistema aislado, la energía tiende a degradarse irreversiblemente. La entropía, sinónimo de aparición de un desorden en el sistema (y no de un nuevo orden) termina por homogeneizar todos los elementos del sistema y lo vuelve atrás. Para no estallar, esta variedad y heterogeneidad necesita que el sistema tenga posibilidades auto-organizadoras y disponga de un modo de regulación (homeostasis) que le permita integrar las perturbaciones internas y externas. Esto significa una autorregulación compleja, es decir que, ante una perturbación, inicia un ciclo de “feedback” positivo, que se sirve de las desviaciones y diferencias para crear un nuevo estado de equilibrio del sistema, amplificando el flujo original. Estas dos características de los sistemas cerrados, son compatibles con el concepto de “pulsión de muerte” propuesto por Freud, que explica la repetición y la tendencia a la reducción de las tentaciones al grado cero. Así pues, mientras más cerrado es un sistema, más se hace repetitivo y más tiende a la reducción completa de las tensiones, es decir a la homogeneización total y a la inercia. Por otra parte un sistema abierto se caracteriza por su capacidad para recibir y aceptar la información, hacerla sufrir transformaciones orientadas para realizar sus fines o modificarlos y para utilizar las pulsiones externas y los desórdenes que lo afectan, para realizar equilibrios ultra estables a través de cambios estructurales. Es decir que el sistema abierto vive de sus cambios y mantiene su indemnidad integrando las diferencias. Si la creación social no es posible sino a partir de las desviaciones, esto significa que un sistema debe poder integrar el desorden, las pulsiones externas, como un elemento fundamental en su búsqueda del equilibrio. La entropía negativa de un sistema es la medida de la capacidad al orden, es decir a la organización y por eso mismo a la vida. De la misma manera que se ha tratado de mostrar el paralelismo entre entropía y pulsión de muerte, se tratará de ver la correlación entre entropía negativa y “pulsión de vida” tal como la ve Freud, es decir “el instinto que tiende a conservar viva la materia y la integración en unidades cada vez mayores” y que se manifiesta en 39 UNIDAD 1 el establecimiento y conservación de formas más diferenciadas y más organizadas, la constancia e incluso el aumento de las diferencias de nivel energético entre el organismo y el medio. La pulsión de vida está en permanente lucha con la pulsión de muerte y para ello desarrolla instancias represivas que, por la instauración de un sentimiento de culpa, asegura a la humanidad comportamientos homogéneos, estandarizados que traen como consecuencia un aumento de la entropía y el triunfo de la pulsión de muerte. “Sin embargo es impresionante la capacidad de los sistemas para transformarse, aumentar la variedad de sus respuestas, diferenciarse, adoptar e integrar las pulsiones externas como principios organizadores, a realizar sus fines a partir de condiciones iniciales diferentes y por diversas vías de desarrollo, realizar equilibrios ultra estables es decir, la capacidad de la adaptabilidad continua”5 En base a esto, Enríquez propone algunas hipótesis generales sobre los sistemas, que entendemos de utilidad: · Existen en el mundo físico algunos sistemas cerrados. · En el mundo vivo (biológico o social) sólo se encuentran sistemas 5 40 ENRIQUEZ, E. Op. Cit. en interrelación constante con otros sistemas, ya sea superiores, subordinados, adyacentes o secantes, que pueden entrar en conexión entre ellos. · El mundo vivo se caracteriza por la existencia de sistemas abiertos. · Las nociones de apertura y clausura son nociones relativas. Todo sistema es abierto hasta un cierto punto. · En esas condiciones, la ley de aumento de la entropía es aplicable al conjunto de los sistemas. La pulsión de muerte está obrando en todos los sistemas vivos. · Los sistemas abiertos pueden servirse de la entropía negativa del medio externo y son capaces en ciertas circunstancias, de adquirirlas a través de la transformación de la información en “enformación” concitando nuevos elementos en su seno o conectándose con otros sistemas. La unión es vida. · Todos los sistemas tienen propiedades homeostásticas. Unos por autorregulación simple, otros por autorregulación compleja. · Por ello mismo, todos los sistemas tienden a la conservación y a la estabilidad. Esta estabilidad es la condición de su existencia, pero si es total conduce a la degradación. UNIDAD 1 · Para continuar existiendo un sistema debe poder reproducirse constantemente. por su incapacidad de aceptar la información y las pulsiones externas. · Los sistemas abiertos -que tienden también a la estabilidad-, están abiertos al cambio. Este proviene de una mutación brusca y es la consecuencia de la aceptación de desórdenes continuos y controlados, o discontinuos que obligan al sistema a buscar un nuevo modelo de equilibrio, ultra estable. Los sistemas organizados son susceptibles de aprendizaje. · No toda pulsión externa o información produce necesariamente un cambio determinado. · Es menester que haya contradicción, conflictos abiertos entre orden y desorden, entre vida y muerte. Cuestionamiento y respuesta son imprescindibles para que el cambio tenga lugar. La base del cambio es el conflicto estructural permanente. · Es imposible oponer simplemente permanencia y cambio. No puede haber cambio sino en sistemas organizados y reproductores, que luchan por su estabilidad. El cambio perpetuo aboliría toda estructura y no sería creador. · Los cambios son tanto más importantes cuando existe una diferenciación entre los componentes del sistema y las posibilidades de respuesta son múltiples. Para ello las conexiones entre los distintos componentes deben ser frecuentes y multilaterales. Esto implica, a la inversa, que los sistemas homogéneos tienden a cerrarse y no pueden crear respuestas nuevas · Es a través de los cambios que el sistema es capaz de realizar sus fines y mantener su identidad. 4.3. La organización: un sistema socio-técnico estructurado. En segundo lugar, el Enfoque de Sistemas visualiza a la organización como un sistema socio-técnico estructurado. Además de ser considerado como un sistema abierto en interacción con su entorno, la organización puede ser vista como un sistema socio-técnico estructurado. Esta visión de la organización fue señalado por Trist y asociados en el Instituto Tavistock. La tecnología está estructurada sobre las tareas a ser ejecutadas, e incluye el equipo, herramientas y técnicas de operación. El subsistema psico-social es la relación entre los diferentes participantes en la organización. Los subsistemas tecnológicos y social se hallan en interacción recíproca y son interdependientes. El concepto de sistema socio-técnico de Trist surge de considerar que cualquier sistema de producción requiere ambos subsistemas: una organización tecnológica (equipos y su distribución) y una organización del trabajo, que relaciona a las perso41 UNIDAD 1 nas que llevan a cabo las tareas necesarias. Las demandas tecnológicas limitan las pautas organizativas de trabajo posibles, pero una organización productiva tiene características sociales y psicológicas propias que son independientes a la tecnología. Bajo este punto de vista una organización no es simplemente un sistema técnico o social. En todo caso, es la estructuración e integración de las actividades humanas en torno de varias tecnologías. Las tecnologías afectan tanto los tipos de insumos en la organización como los productos que salen del sistema. Por su parte el sistema social determina la efectividad y eficiencia de la utilización de la tecnología. El subsistema técnico está determinado por los requerimientos de las tareas de la organización y varía en función de ellas. El subsistema técnico requerido para la manufactura de automóviles difiere significativamente del necesario en una refinería de petróleo o en una compañía electrónica o aeroespacial. Similarmente, los requerimientos de tareas y tecnología en un hospital son substancialmente diferentes de aquellos que se presentan en una universidad. El subsistema tecnológico está modelado por la especialización del conocimiento y las habilidades requeridas, por los tipos de máquinas y el equipo involucrado y por la distribución de las instalaciones. 42 La tecnología frecuentemente determina el tipo de insumos humanos requeridos. Por ejemplo, una compañía aeroespacial requiere el empleo de muchos científicos, ingenieros y personal de alta especialización. La tecnología es también un factor primordial par la determinación de la estructura y de las relaciones entre los puestos de trabajo. Además del subsistema técnico, toda organización tiene dentro de sus límites un subsistema psico-social que consiste en interacciones, expectativas y aspiraciones, sentimientos y valores de los participantes. Sin embargo, debe enfatizarse que estos dos subsistemas, el técnico y el social no pueden ser considerados separadamente, sino en el contexto de la organización total. Todo cambio en el subsistema técnico, tendrá repercusiones en el subsistema y viceversa. La estructura de la organización puede ser considerada como un tercer subsistema entretejido dentro de los subsistemas técnicos y social. Los requerimientos de tareas y la tecnología tienen una influencia fundamental sobre la estructura. La estructura tiene que ver con la forma en que las tareas de la organización se dividen en unidades operativas, y con la coordinación de dichas unidades. En sentido formal, la estructura está fijada en el organigrama, a través de las posiciones y descripciones de tareas, y por las reglas y procedimientos. También tiene que ver con el sistema de autoridad, las co- UNIDAD 1 municaciones y el flujo de trabajo. En cierto sentido, la estructura de la organización constituye la formalización de las relaciones entre los subsistemas técnico y psicosocial. Sin embargo, debe enfatizarse que el vínculo no es completo, pro- duciéndose muchas interacciones y relaciones entre los subsistemas técnico y psico-social que sobrepasan la estructura formal. Una forma de visualizar la organización como un sistema socio-técnico se ve en la siguiente figura. La organización como sistema socio-técnico estructurado. MECANISMOS DE COORDINACION SUBSISTEMA ESTRUCTURA SUBSISTEMA CULTURA SUBSISTEMA TECNOLOGIA SUBSISTEMA PROYECTO CONTEXTO En el gráfico aparecen dos subsistemas de los cuales aún no hemos hablado: el de fines y objetivos y el gerencial. El subsistema de fines y objetivos, presente en todas las organizaciones, es el que determina qué cosas específicas debe hacer una determinada organización. Se lo puede llamar el proyecto organizacional. También, metas, objetivos, propósitos, etc. Se relaciona con la autoimagen de la naturaleza de la organización, con la existencia de una razón de ser de la misma y con la vigencia de ciertas pautas básicas orientadoras de la acción y el destino organizacional, más o menos explícitas. 43 UNIDAD 1 El proyecto sirve para delinear cuál es la misión global de la organización de la sociedad. Cuando la misión es descompuesta en metas alcanzables en un plazo determinado, se los llama objetivos. Objetivos bien establecidos y priorizados ayudan a motivar a los miembros de una organización y a reducir el número de actividades sin significado. Pero la realización de los fines del sistema como un todo, es sólo una de las muchas necesidades importantes hacia las cuales se orienta la organización. Una de estas necesidades importantes es la propia supervivencia de la organización, que puede llevar a la negligencia o a la distorsión del comportamiento, encaminado a la obtención del fin, o incluso, al cambio o sustitución de sus fines originarios. El subsistema gerencial es el encargado de organizar y controlar a los otros subsistemas en forma tal de facilitar la interacción entre ellos y promover el aumento de la efectividad de la organización total. Es difícil personalizar el subsistema gerencial y concretarlo en un superior o en un grupo de directivos en una organización. Mientras esta interpretación es verdadera en un sentido organizativo, este subsistema, que integra los otros subsistemas y representa el control dentro de la organización, necesita más que una sola persona para generar la integración. Necesita elementos tales como poder, autoridad, 44 toma de decisiones, coordinación, programación, planificación, dirección, etc. El subsistema gerencial se extiende sobre varias capas de la organización. Toda vez que la autoridad y el poder sean ejercitados y que los recursos sean afectados o alguien esté dirigiendo gente en sus esfuerzos hacia un fin común, ese proceso es representativo del subsistema gerencial. 5. Metodología Nos ha parecido interesante, en homenaje a la brevedad, tratar de explicitar una determinada metodología de análisis y una forma particular de agrupamiento de los elementos organizacionales importantes para su estudio. Hemos intentado establecer una metodología a través de la cual -entendiendo a la organización como un colectivo o sistema-, y a cada conjunto de fenómenos analizados entre sí como dimensiones -o subsistemas- es posible estudiar por una parte la organización como unidad simple, con un cierto grado de coherencia entre sus componentes elementos estructurales- y con algún grado de coherencia dentro de cada subsistema o dimensión analítica, sin contar que siendo la organización en relación con el contexto un miembro más de un colectivo mayor, podemos atribuirle las propiedades “contextuales” propias de los miembros y analizar su coherencia con el medio. UNIDAD 1 Lazarsfeld y Menzel en su estudio “Sobre la relación entre propiedades individuales y colectivas” señalan que las propiedades de los miembros de un colectivo, pueden ser: 1 ABSOLUTAS, son las características de los miembros que se obtienen sin hacer uso de información ni del colectivo ni de las relaciones con otros miembros. 2 RELACIONALES, son las que se computan a partir de información sobre las relaciones sustantivas entre el miembro descripto y otros miembros. 3 COMPARATIVAS, que caracterizan a un miembro por su valor en alguna propiedad respecto a la distribución de esa propiedad en el colectivo. 4 CONTEXTUALES, que describen a un miembro por la propiedad de su colectivo. Por su parte, las propiedades de los colectivos pueden ser: a Analíticas b Estructurales y c Globales Siendo las primeras aquellas propiedades del colectivo que se obtienen a través de generalizaciones sobre propiedades de los miembros, las segundas son las propiedades del colectivo que surgen de la relación entre los miembros y las terceras aquellas características del colectivo que no se explican por las propiedades de los individuos o miembros. En cuanto al análisis de cada subsistema -o miembro- en si mismo, es decir cada conjunto de fenómenos estudiados, es posible revisar sus características absolutas, relacionales, comparativas y contextuales, tal como las hemos descripto: · sus características absolutas y relacionales, analizando cómo se vincula y en que grado de coherencia cada subsistema con otros subsistemas. · sus características comparativas, en cuanto al grado de coherencia con el conjunto de factores que relacionan a ese subsistema con los demás subsistemas y que pueden ser objetos de comparación. · sus características contextuales, como aquellas características que cobran coherencia, no por relación a otros subsistema ni al conjunto de subsistema sino por la naturaleza del colectivo en sí misma. Este esquema nos ha brindado un marco metodológico para un determinado modo de agrupamiento de los fenómenos organizacionales. Todo agrupamiento es de alguna manera artificial, en tanto los fenómenos que lo integran están de tal manera interaccionando que las divisiones no son nítidas y en muchos casos los elementos se solapan. El esquema de agrupación que hemos elaborado procura ser operativo y por ello no busca tanto una justifi45 UNIDAD 1 cación teórica como una ductilidad práctica. Si el objetivo se ha logrado lo probará su aplicación experimental, más que discusiones a priori sobre sus bondades metodológicas. 6. IMPLICANCIAS DE ESTE ENFOQUE 6.1. Para los que deciden Cuando llevados por el deseo de mejor conseguir los fines y objetivos de una organización, sus dirigentes o sus responsables -los representantes del subsistema gerencial- inician acciones para cambiar la organización, la planificación del cambio está rodeada de considerable incertidumbre, y es difícil medir totalmente las consecuencias de las propias decisiones. Algunos aspectos o variables aparecen mal definidas, algunas pueden permanecer no identificadas, y otras resultan incontrolables. La toma de conciencia respecto de esta incertidumbre es ya un paso hacia adelante, pero el enfoque de sistemas ayuda a clarificar los resultados y a prevenir consecuencias adversas. Cuando la organización es considerada en términos de sus subsistemas resulta evidente que es virtualmente imposible hacer cambios en un solo subsistema sin producir cambios -intencionados o no intencionados- en los otros subsistemas. A menudo los cambios son planeados e implementados den46 tro de los límites estrechos de uno de los subsistemas, resultando a veces que el impacto no intencionado o no previsto, se produce más allá del subsistema en cuestión, que es el que origina el proceso de un bien intencionado objetivo de cambio. Por ejemplo, en años recientes numerosas organizaciones han realizado cambios significativos en el subsistema tecnológico a través de la introducción de la automatización. Muy a menudo herramientas de computación y su correspondiente software -técnicas- han sido introducidas en las organizaciones con resultados poco satisfactorios. La razón puede radicar en la etapa de planeamiento, cuando la gerencia falló al considerar el impacto que la informatización podía traer a toda la organización y a cada uno de los subsistemas. En este ejemplo, el impacto en el subsistema psico-social es significativo. Mucha gente siente que sus trabajos se ven amenazados, así como sus posiciones y por ende sus deseos, necesidades y aspiraciones. También puede aparecer una sensación de despersonalización. Estos y otros impactos psicológicos pueden disminuir el apoyo y la aceptación de la automatización y, en casos extremos, inducir al sabotaje. La reorganización necesaria que incluye la creación de un nuevo departamento debido a la automatización, cambia la estructura formal. Dentro del subsistema estructural, la estructura informal se verá también afec- UNIDAD 1 tada. Algunas veces la automatización resulta en la aparición y aumento de tareas y objetivos diferentes. De este modo, debido al incremento de las capacidades, a objetivos reformulados o a nuevos procedimientos, los objetivos del subsistema también resultan modificados. Y, finalmente, la automatización resulta a menudo en una alteración del subsistema gerencial y en la forma en que la organización es controlada y dirigida, tanto en el manejo y asignación de recursos como en la toma de decisiones. Usando este ejemplo del cambio del subsistema tecnológico, es fácil ver que un cambio en un subsistema produce efectos que repercuten en toda la organización. Tampoco el cambio tiene que ocurrir, necesariamente, en el subsistema tecnológico. Todo cambio, sea de mayor magnitud o de menor magnitud, hecho en cualquier subsistema tendrá un impacto de diverso grado en cada uno de los restantes subsistemas, y en la organización entera. La anticipación de este efecto y el estudio de la forma de crear un impacto favorable, constituye la llave para un cambio planificado exitoso. La incorporación del Enfoque de Sistemas para la comprensión de las organizaciones en la fase del planeamiento de los cambios de la organización, permite a la gerencia una visión más amplia de los resul- tados esperados. Por otra parte, al pensar en el impacto posible en cada subsistema, quienes planifican el cambio pueden vislumbrar otras posibilidades y consideraciones no previstas. El enfoque de Sistemas de las organizaciones no es en sí mismo una estrategia de cambio ni tampoco sirve para predecir resultados. Es una forma de considerar a la organización como un todo integrado formado por partes interrelacionadas y en interacción recíproca. Al preguntarse qué impacto tendrá un cambio particular en todos los subsistemas -entorno, personal, estructura, objetivos, tecnología y gerencia- es posible entonces tomar conciencia y por ende estar mejor preparado para el manejo de los aspectos negativos del cambio así como para aprovechar las fortalezas de la organización. En estos momentos de globalización, de ajuste, de introducción de problemáticas de calidad y de competitividad, estas consideraciones son decisivamente importantes. 6.2. Para quienes evalúan A menudo los profesionales son llamados a intervenir en una organización. Una de sus primeras tareas es hacerse un cuadro general acerca de dónde se inserta la problemática por la que son llamados. En otros términos, necesitan hacer un diagnós- 47 UNIDAD 1 tico de la organización. Desde este punto de vista, el recorrido de cada uno de los subsistemas, es una herramienta metodológica en sí misma. Este esquema nos ha brindado la metodología y nos ha dado la base para un determinado modo de agrupamiento de los fenómenos organizacionales. Todo agrupamiento es de alguna manera artificial, en tanto los fenómenos que lo integran están de tal manera interaccionando que las divisiones no son nítidas y en muchos casos los elementos se solapan. El esquema de agrupación que hemos elaborado procura ser operativo y por ello no busca tanto una justificación teórica como una ductilidad práctica. Si el objetivo se ha logrado lo probará su aplicación experimental, más que discusiones a priori sobre sus bondades metodológicas. El objetivo final de la sistematización de estas dimensiones, es poder alcanzar un esquema que permita obtener: 48 · una descripción de la organización como unidad y su grado de coherencia con el medio ambiente. · una descripción y evaluación de cada uno de los subsistemas en sus características formales e informales, explícitas e implícitas y su grado de coherencia interno. · el grado de coherencia entre los distintos subsistemas. · el grado de coherencia de cada subsistema con la organización en general. · el grado de coherencia de cada subsistema en el entorno. El modo de observación y medición de cada subsistema y la evaluación de su coherencia es la tarea a realizar en un diagnóstico concreto. UNIDAD 1 2. ESTRUCTURA ORGANIZATIVA Seguramente usted ya se ha familiarizado con el concepto de estructura organizacional a través de sus aprendizajes previos en Administración y Ciencias del Comportamiento. Aquí retomamos el tema desde la perspectiva sistémica adoptada y haciendo énfasis en el papel que desempeña en el análisis de la dinámica interna de la organización. La estructura, la forma en que la organización ha dividido las tareas, asignado autoridad y responsabilidad, fijado los procedimientos y las normas que especifican el grado en que los puestos y las funciones de los ocupantes están predefinidos, es fácilmente observable cuando existen organigramas y manuales, aunque no todas las organizaciones exhiben ese nivel de formalización. La estructura de la organización, más o menos formalizada, sirve de marco para el funcionamiento de los individuos y los grupos. Por eso es importante para nosotros entender con claridad las interacciones entre las personas y la estructura. En este sentido, es desde la perspectiva de la Administración que puede valorarse cómo y por qué se diseña la estructura global de la organización; pero es de nuestra incumbencia comprender cómo y porqué las estructuras organizativas afectan a las personas. En principio, sabemos que toda sociedad humana se encuentra estructurada y que la estructura social es un instrumento ordenador de las relaciones sociales. Las personas en una sociedad ocupan posiciones muy diferentes en su estructura y dicha posición es la que orienta sus necesidades e intereses y la que de alguna manera le otorga identidad y status. A la vez, es desde su posición en la estructura social que el hombre se posiciona en las luchas y conflictos sociales. A nivel de la estructura organizativa sucede algo similar. La estructura afecta la conducta de las personas porque impone restricciones a su libertad y plantea exigencias a sus actividades. Hasta las relaciones interpersonales en una organización se ven afectadas de manera esencial por consideraciones estructurales. Gran parte de los problemas interpersonales en las organizaciones son lisa y llanamente luchas entre grupos con intereses diferentes, intereses generados por el tipo de trabajo que cada uno realiza desde una posición en la estructura. La ubicación física, la posición relativa en la escala jerárquica, el puesto ocupado en la distribución horizontal o departamental del trabajo, determinan con quién se interactúa y con quién no, incluso muchas veces hasta determina cómo se siente o cómo se piensa respecto a cuestiones de la organización. Esto puede ilustrarse fácilmente con el caso de un individuo en la línea de montaje, a quien su puesto limita en su movilidad espacial y en su oportunidad temporal sus posibilidades de interacción, limita también sus oportunidades de información, condiciona las características de su tarea y lo somete a la influencia de sus 49 UNIDAD 1 compañeros inmediatos para pensar de algún modo acerca de la organización. Lo mismo puede predicarse de los oficinistas, ya que la colocación de sus escritorios conduce a interacciones con aquellos que están próximos. Es más, los problemas que tratan, la manera en que está dividida su tarea, los llevan a tener percepciones y actitudes especiales respecto a la organización. Tan importantes como la ubicación física y la forma de dividir una tarea, son los patrones de autoridad y de comunicación establecidos por la organización. También la especialización del sujeto influye en su manera de pensar y sentir respecto a los problemas organizacionales, ya que de alguna manera determina las personas con quienes tiene contacto oficial, y por ende, mucho de su patrón de interacción. Pero no solamente la estructura afecta la conducta organizacional de las personas; las personas afectan a la estructura aportando al sitio de trabajo sus propios valores, actitudes, conocimientos, principios y normas, hasta llegar a un ajuste posible. La presencia de normas y roles informales en los grupos es un ejemplo característico de cómo la estructura formal se modifica paulatinamente como efecto de las interacciones humanas. Otra de las prácticas en la que se observa la incidencia de las jerarquías en el comportamiento humano, es la evaluación de desempeño. Mencionaremos brevemente algunos de los fenómenos característicos de esta actividad. La evaluación de desempeño es el proceso a través del cual el superior compara el rendimiento del subordinado con el rendimiento esperado, y toma medidas para mejorarlo, si no lo encuentra satisfactorio. A pesar que este es un proceso que ocurre a diario, las organizaciones generalmente estilan realizar -para diversos fines- una evaluación formal, periódica y estandarizada de todos sus miembros, recurriendo a alguna metodología específica: llegó el momento de evaluar al personal. En muchas organizaciones, este momento es difícil y genera ciertas resistencias, especialmente en los mandos intermedios. Existen jefes que sólo se limitan a cumplir una formalidad burocrática que juzgan sin sentido, otros que se resisten a dar valoraciones bajas para no resentir relaciones trabajosamente conseguidas, otros que rehusan el papel de juez; otros que tratan, con la mayor honestidad, de realizar la más objetiva evaluación. Como toda conducta, éstas están determinadas en parte por el clima general de la organización, para qué y cómo se hagan las evaluaciones. En muchas organizaciones, se requiere a los jefes que entrevisten a sus subordinados y comenten con ellos sus valoraciones. Esta práctica parece fundarse en dos supuestos discutibles: primero, que el empleado o subordinado quiere 50 UNIDAD 1 saber cómo se valora y, segundo, que un empleado mejorará si se le habla de sus deficiencias. El primer supuesto se basa en hallazgos empíricos. Los empleados afirman que quieren saber cómo se los valora. Sin embargo, generalmente no les gusta que se los fiscalice, y frecuentemente se muestran resentidos cuando sus superiores les anuncian su valoración. El segundo supuesto implica que los subordinados se corregirán a sí mismos cuando conozcan sus deficiencias, y que además, podrán corregirlas con sólo quererlo. Pero si el subordinado no concuerda con la valoración del superior, no admitirá razón para el cambio, o modificará sólo lo exterior; o reaccionará ante lo que entiende como crítica, con reacciones opuestas exageradas. Además, el sólo señalar deficiencia puede hacer muy poco para cambiar algunas conductas. Que a alguien se le diga que es poco inteligente, no mejorará su inteligencia; que a otro le señalen que es tímido e inseguro, quizás lo único que logre es aumentar sus problemas. Como sabemos, hay conductas más fáciles de modificar que otras. Las resistencias a la evaluación, de parte de superiores y subordinados, desaparecen si ambos la entienden como un proceso para mejorar resultados. Así adquiere sentido la práctica de comentar con el subordinado su valoración. Si el objetivo es el perfeccionamiento del empleado, existe un interés mutuo, y si el superior desarrolla las habilidades adecuadas para la entrevista y la dirección del proceso de modificación, ambos pueden encarar constructivamente la evaluación. Así, el superior pondrá el énfasis en buscar un acuerdo sobre rendimientos a mejorar y no en personalidades a cambiar, en buscar los caminos que le permitan al subordinado sacar más partido de la capacidad intelectual que posee, o los modos en que pueda, progresivamente, ganar en seguridad en aspectos concretos de la tarea que desarrolla. Obviamente, la evaluación de desempeño también adquiere importancia como posibilitadora de acceso a niveles jerárquicos superiores. En relación a la estructura puede ser una práctica legitimadora del acceso al poder. En verdad, toda acción que impacte sobre la estructura puede ser caracterizada como acción sobre la distribución del poder. En la bibliografía obligatoria, los autores tratan diferentes aspectos del comportamiento humano en función de la incidencia que la estructura organizativa tiene sobre el mismo. Los aspectos que atañen a los tipos de estructura existentes y los factores que condicionan el diseño, relevantes sólo en la medida en que nos aportan conocimientos sobre su incidencia en el comportamiento. En ese sentido, es necesario que centre su atención en el análisis del impacto que tiene la estructura en el establecimiento de relaciones de poder, en la comu51 UNIDAD 1 nicación horizontal y vertical, en la libertad de acción y posibilidades de desarrollo que ofrecen al personal. Realice una lectura comprensiva de los aportes de la bibliografía obligatoria sobre el tema estructura organizativa y diseño de estructuras. Luego de la lectura, analice el caso propuesto en el texto: “La reestructuración de Motorola” orientándose por las preguntas que sugieren los autores. Valiéndose de dichos aportes, analice y describa la estructura de alguna organización que usted conozca. Valore la incidencia de dicha estructura en el comportamiento de los miembros de la organización, y en el caso de que su incidencia resulte perjudicial, proponga los cambios que considere pertinentes. 52 UNIDAD 1 3. CULTURA ORGANIZACIONAL Cuando presentamos en enfoque de sistemas aplicado a las organizaciones, describimos un subsistema psico-social, compuesto por las interrelaciones de los miembros entre sí y con las autoridades, las expectativas y aspiraciones comunes, los sentimientos y valores compartidos, el tipo de contrato psicológico dominante, el clima o ambiente organizacional. El núcleo de este subsistema psico-social, lo constituye la cultura de la organización. La cultura es la base desde la que se construyen los vínculos sociales que mantienen unidos a los miembros de la organización. Son los significados compartidos que dan sentido a todo, guiando y modelando las actitudes y el comportamiento, y es por esto que nos interesa. Pero no es fácil decir de qué se está hablando cuando se habla de cultura. Porque ésta es siempre exclusiva, intangible, implícita, y se da por sentado su existencia, y además, porque es difícil encontrar un acuerdo entre los autores. En el campo de la antropología cultural, donde nace el término, casi siempre se lo utiliza para designar todo aquello hecho por el hombre y transmisible socialmente, por oposición a lo dado por la naturaleza y transmitido genéticamente. A continuación, sintetizamos aportes de distintos autores que permiten comprender la importancia y complejidad del concepto de cultura en las ciencias sociales. Existen múltiples definiciones y cada una de ellas aporta algún rasgo específico que permite explicar el comportamiento social. Así, Edward Tylor, uno de los fundadores de la antropología actual, ya en el siglo pasado proponía la siguiente definición de cultura: «Ese todo complejo que incluye el crecimiento, la creencia, el arte, la moral, la ley, las costumbres y toda otra clase de disposiciones y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de una sociedad»1 Ya en 1940, Ralph Linton señalaba que «el término cultura se usa en un doble sentido. En su sentido amplio, cultura significa la herencia social íntegra de la humanidad, en tanto que en un sentido más restringido una cultura equivale a una modalidad particular de la herencia social». Cada una de esas culturas específicas puede definirse como «la configuración de conductas aprendidas y de resultados de conductas, cuyos elementos componentes son compartidos y transmitidos por los miembros de una sociedad particular». Para Philip Bock, «cultura incluye todas las expectativas, modo de ser, creencias y acuerdos que influyen en el comportamiento de los miembros de un 1 Esta cita y las que siguen han sido extraídas de un trabajo de MALFE, R. Pertinencia y actualidad de la noción de cultura para la Psicología Institucional. Ficha mimeográfica. Facultad de Psicología. UBA. 53 UNIDAD 1 grupo humano. No es necesario que estas ideas sean conscientes, pero siempre se transmiten por medio del aprendizaje social y constituyen un conjunto de soluciones para resolver los problemas de adaptación a que se enfrenta toda sociedad humana». Elliot Jacques, psicoanalista inglés, fue quizás el primero en trasladar el concepto a ambientes organizacionales. Define así la cultura de una fábrica: «Es su manera acostumbrada y tradicional de pensar y de hacer las cosas, que está compartida, en mayor o en menor medida, por todos sus miembros, y que los nuevos miembros deben aprender y -por lo menos parcialmente- acatar, para ser aceptados cuando entran a prestar servicios en la firma. La cultura, en este sentido, cubre un amplio rango de conductas: los métodos de producción; pericias ligadas a tareas específicas y conocimientos técnicos; actitudes en relación con la disciplina y el castigo; las costumbres y hábitos de la conducta administrativa; los objetivos de la empresa, su manera de hacer negocios, los métodos de pago, los valores asignados a diferentes tipos de trabajo, creencias en la vida democrática y en la concertación; y las convenciones y tabúes menos conscientes. La cultura es parte de una segunda naturaleza para aquellos que han estado en la firma durante algún tiempo. La ignorancia de la cultura caracteriza a los nuevos, mientras que los miembros inadaptados son reconocidos por ser aquellos que rechazan la cultura de la firma o que, de una u otra manera, son incapaces de usarla». Más recientemente, y en parte debido a la revisión crítica que las empresas de EE.UU. hacen de su gestión frente a la competencia y al «milagro» japonés se ha enfatizado la importancia de la cultura como un posible factor de éxito de algunas organizaciones. En esta corriente, Deal y Kennedy así caracterizan la cultura. «Los valores son los cimientos de cualquier cultura corporativa. Como esencia de la filosofía que la compañía tenga para alcanzar el éxito, los valores proporcionan un sentido de dirección común para todos los empleados y establecen directrices para su comportamiento diario. Estas fórmulas para lograr el éxito determinan el tipo de héroes corporativos, y ocasionalmente surgen de ellos. Determinan también los mitos, rituales y ceremonias de la cultura. De hecho, creemos que las compañías frecuentemente tienen éxito porque sus empleados pueden identificarse con los valores de la organización y adoptarlos». «Cada negocio, de hecho cada organización, tiene una cultura. En ocasiones se encuentra fragmentada y es difícil percibirla desde fuera. Por otro lado, a veces la cultura de una organización es muy fuerte y cohesiva, todos saben cuáles son las metas de la corporación y trabajan para lograrla. Bien sea vigorosa o débil, la cultura ejerce una poderosa influencia en toda la organi54 UNIDAD 1 zación. Afecta prácticamente a todo, desde quién recibe un ascenso y qué decisiones se toman, hasta la forma en que se visten los empleados y que deportes practican». Hemos querido, en este rastreo de la acepción del término, buscar sus usos más generales en el campo donde nació, hasta sus usos más restringidos en su aplicación a las organizaciones. Organice en un cuadro las distintas definiciones de cultura y cultura organizacional transcriptas e identifique sus semejanzas y diferencias. Más allá de las definiciones teóricas, hay indicadores muy concretos de que uno se halla frente a un elemento de la cultura de la organización. Si usted está acostumbrado a hacer las cosas de una determinada manera en su organización, y visitando otra le llama la atención una manera distinta, y por toda explicación recibe la respuesta: «Aquí hacemos las cosas así», usted está frente a una manifestación de la cultura de esa otra organización. ¿Qué elementos componen la cultura de una organización? ¿Cuáles son esos indicadores de que estamos frente a la cultura? Mencionemos ejemplos de algunos de ellos. Los valores: la solidaridad, la competencia, el cuidado de la salud, el respeto a la autoridad, la formalidad en el trato, la creatividad. Las organizaciones pueden privilegiar distintos valores, y una misma organización puede privilegiar distintos valores en distintos momentos de su historia. Las normas: toda organización tiene sus normas y de alguna manera reflejan los valores que la orientan. Normas disciplinarias, procedimientos prescriptivos que deben seguirse y también normas informales que se van consolidando en el tiempo. Algunos ejemplos: los horarios de entrada y salida, la vestimenta permitida y prohibida, la norma implícita de no abrir los cajones del escritorio de un compañero o de un superior, etc. Los rituales: siempre se regala una medalla a los empleados que cumplen 25 años de servicio. Se realiza una ceremonia luego de cada curso de capacitación para entregar certificados de asistencia. Se realiza un brindis con el personal cada vez que se obtiene un premio por calidad. Las leyendas: se cuenta que el fundador empezó de la nada. Se dice que en verdad el que manda es el hermano del dueño. Se recuerda siempre aquella vez que se incendió el local y todos se movilizaron para apagarlo. Se comenta que 55 UNIDAD 1 los éxitos de la compañía son conocidos internacionalmente. A modo de primer ensayo, consigne ejemplos del comportamiento del colectivo humano de cualquier organización que usted conozca que puedan ser comprendidos en las definiciones ofrecidas. En el Dossier Nº 2 “Cultura organizacional. Herramientas conceptuales para el análisis organizacional.”, se presenta un desarrollo bastante exhaustivo de los elementos que componen la cultura organizacional y una visión dinámica que permite explicar los factores organizacionales que intervienen en el origen, mantenimiento, desarrollo y cambio de la cultura. A partir de la lectura del dossier, realice las siguientes actividades. 1. Compare la definición de cultura enunciada en el dossier, con las que se incluyen al inicio de este desarrollo. ¿Cuáles son las semejanzas u diferencias que la caracterizan? 2. A partir del conocimiento de que dispone sobre alguna organización, elabore ejemplos de componentes culturales que configuran su cultura. 3. Sintetice en un cuadro los factores que inciden en el origen, desarrollo y mantenimiento de la cultura. 4. Enumere los aspectos que cobran importancia para realizar un cambio de cultura efectivo. 56 56 UNIDAD 1 DOSSIER Nº 2 CULTURA ORGANIZACIONAL -Herramientas conceptuales para el análisis organizacionalLic. Andrea Pujol 1. Introducción La cultura organizacional es actualmente una dimensión privilegiada en el análisis organizacional. Su importancia radica en los profundos cambios que marcan el contexto social que enfrentan las organizaciones. La internacionalización de los mercados marca una fuerte interdependencia entre globalización económica y globalización cultural. En este sentido, las antiguas barreras geopolíticas posibilitaban la existencia de un número considerable de empresas que se vinculaba casi exclusivamente con su contexto social próximo. Hoy se ha incrementado fuertemente la presencia de empresas multinacionales que al radicarse “importan” su cultura. La cultura de una empresa que actúa hoy en mercados regionales o en el mundo entero se ve influida por las culturas de los países con los que opera y los patrones culturales tienden a homogeneizarse. Así, la reorganización económica alcanza a los bienes culturales y a sus modos de producción generando un efecto de socialización o democrati- zación de los modos de producción, circulación y consumo de la cultura, aún con la particularidad de que sigue habiendo una desigualdad en el acceso a los bienes simbólicos1 . La información circula sin restricciones y se difunde a gran velocidad. Los modelos de gestión y las tecnologías -materiales y sociales- que implementan las organizaciones de cualquier país del mundo, están a nuestro alcance y nos invitan a imitar modelos exitosos. La vulgarización de expresiones como “gestión de la calidad” y “cultura de calidad” es quizá uno de los ejemplos más representativos. Lo cierto es que hasta hace un tiempo la cultura organizacional era un tema estudiado e investigado por unos pocos curiosos. Actualmente, la preocupación por este tema se presenta con frecuencia como una moda -y como tal efímera-; o como un dispositivo de poder; una práctica encubridora del no-cambio frente a los conflictos estructurales. Un discurso que posibilita a las organizaciones construir sus propios mi- 1 CANCLINI, N. Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la postmodernidad. Editorial Grijalbo. Bs. As. 1990. 57 UNIDAD 1 tos sobre la calidad, la productividad, la participación, la cooperación... un mecanismo de autoengaño colectivo. Pero también la problemática de la cultura puede ser verdaderamente entendida como un tema clave para pensar el cambio organizacional y enfrentar el desafío de un contexto con fronteras cada vez más débiles. Una apuesta a construir con la gente en las organizaciones, esquemas de percepción y acción colectivos que nos posibiliten el desarrollo individual y social. 2. Cultura y Cultura Organizacional Con el fin de adentrarnos en el análisis de la dimensión de la cultura organizacional, tomaremos como punto de partida el concepto ofrecido por Edgar Schein2 que alude a la cultura organizacional como “...el patrón de supuestos básicos que un grupo dado ha inventado, descubierto o desarrollado en el proceso de aprender a enfrentar sus problemas de adaptación externa e integración interna, y que han funcionado lo suficientemente bien como para ser considerados válidos, y, en consecuencia para ser enseñados a los nuevos miembros como una forma correcta de percibir, pensar y sentir en relación a esos problemas”. 2 3 58 La postura de este autor deriva de una visión adaptativa de la organización, de ahí el carácter funcionalista de su concepción de la cultura. Concepción que explica que en las organizaciones se desarrolle un proceso de socialización de los diferentes actores, a través del cual se inducen determinados comportamientos que se pretenden conformes a un sistema de valores y normas socialmente legitimados, y resignificados de un modo particular por cada organización. Es a partir de este proceso de socialización, que se cristalizan en una estructura ciertos significados y se producen a su vez esquemas de categorización de la realidad, es decir, un sistema cultural. La doble existencia de “formas” de pensamiento y de “contenidos” de pensamiento, hace difícil comprender la dinámica de producción de la cultura. Desde una perspectiva semiótica3 , la cultura es un sistema de conocimiento, un conjunto de esquemas de percepción y acción aprendidos que permiten al hombre organizar los sentidos de una sociedad, juzgar, creer, evaluar, actuar. Es la manera que tiene un grupo social de organizar sus experiencias concretas y de actuar sobre ellas. La cultura está, entonces, en los portadores de cultura. Pero también se presenta en los resultados -materiales o no- de las ac- SCHEIN, E. La cultura empresarial y el liderazgo. Editorial Plaza y Janes. Barcelona. 1988. La escuela semiótica o interpretativa, cuyos principales representantes son Geertz y Schneider, y la cognoscitiva coinciden en considerar a la cultura como un sistema de ideas. Ambas escuelas tienen su correlato en diversos escritos sobre teoría de la organización. UNIDAD 1 ciones de dichos sujetos: en los símbolos, rituales, lenguajes, costumbres, obras, objetos que produce la sociedad. Por eso reconocemos la presencia de la cultura -y a veces equivocadamente la reducimos a esas expresiones- en el arte y la artesanía, en la música, en la danza, en el cine, el teatro, la televisión, las celebraciones y rituales, los dialectos y cualquier otro tipo de expresión social. Desde esta perspectiva, la organización es un contexto de significación, en donde es posible crear y recrear un sistema de significados compartidos, símbolos y rituales. Si esto es posible, es a partir de la existencia de esquemas de percepción y categorización de experiencias, de “formas” de pensamiento capaces de procesar la información que circula en dicho contexto. Por otra parte, sabemos que en los procesos de significación los significados son “unidades culturales”, en la medida en que significar implica una codificación socializada de una experiencia perceptiva. Esto nos permite pensar a la cultura organizacional como campo semántico. La dimensión de la cultura organizacional se hace presente entonces cuando centramos la mirada en el sistema de interpretaciones de la realidad que subyacen a la acción de la organización y a los productos materiales o simbólicos que surgen de esas interpretaciones. La acción de la organización siempre está orientada en alguna medida por la manera en que -como colectivo social-, interpreta las experiencias cotidianas. Pero no solo es cultural esa modalidad de posicionarse frente a la realidad, sino también el producto de la aplicación de esos esquemas de percepción, es decir, los resultados de esa aplicación. Decimos entonces que, para que la organización pueda operar como contexto de significación de mensajes, de experiencias, debe existir un campo semántico, un espacio estructurado de significados -unidades culturales- que es posible atribuir a las experiencias, un repertorio de asignaciones de sentido “permitidas”. Así, la cultura organizacional es un sistema de categorización de la realidad, esquemas asociados con procesos a través de los cuales los fenómenos son interpretados, comprendidos y asimilados; y procesos para ignorar o rechazar los fenómenos que contradicen dichos esquemas. Estas formas de pensar producen -a modo de resultados- unidades culturales de carácter material o simbólico: 59 UNIDAD 1 IDEOLOGÍA NORMAS VALORES Mitos, sagas y relatos Símbolos y Signos 3. La funcionalidad de la cultura La mayoría de los autores coinciden en que la cultura organizacional resulta funcional a la vida organizacional. No cuestionamos la visión funcionalista en tanto ofrece evidencias de que la cultura organizacional cumple funciones vitales, sólo objetamos este criterio cuando se pretende que la cultura quede reducida solo a ello. En este sentido, aún cuando el carácter funcional de la cultura sea insuficiente para explicar su existencia y desarrollo -que preferimos ver como un proceso de semiótica social-; es innegable que su capacidad de responder a necesidades adaptativas merece un análisis desde esta perspectiva. Todos los componentes culturales se expresan en el modo de ser y hacer de una organización y en los produc60 Rituales de iniciación, pasaje y realización Modelos de Comportamiento tos organizacionales. La funcionalidad remite a la posibilidades adaptativas de la organización a nivel interno y externo. A su capacidad para sostener la identidad organizacional tanto a nivel de su dinámica interna como de su actuación y lugar en el contexto, a partir de ese modo de hacer y de ser. Existen dudas acerca de si es lícito a nivel epistemológico hablar de la identidad de la organización. Sin embargo, un grupo considerable de autores desarrollan esta idea de que las organizaciones tienen una identidad y que parte de esta identidad está dada por la cultura. Desde esta perspectiva, el eje sería que la cultura organizacional es funcional cuando contribuye a la identidad organizacional. Cuando ofrece respuestas a interrogantes como: ¿quiénes somos? ¿cómo somos? Esto repercute en la vida organizacional porque si se sabe UNIDAD 1 quiénes somos, cómo somos, para qué estamos; y hay un cierto consenso, o un cierto sistema de interpretación compartido acerca de la misión a alcanzar, hay un mayor grado de que se efectivice el proyecto, de que exista una mayor coherencia interna en el proyecto. A nivel psicosocial, compartir un sistema de interpretación de la realidad es un factor protector de la trama vincular, supone un cierto nivel de cohesión grupal. En las personas en particular, este conjunto de valores y de normas, estos productos culturales ofrecen un marco para el desarrollo personal: saben qué se puede y qué no se puede hacer, hasta dónde se puede llegar, qué barreras se puede franquear y cuáles no; producto de lo que la organización les inculca que espera de ellos y de su propia interpretación acerca de esas expectativas. Si bien los primeros estudios sobre cultura se centraron en la funcionalidad interna de la cultura, el cambio de los contextos sociales y el papel que juegan las organizaciones en dicho contexto ha promovido un análisis más profundo. Estudios centrados en la funcionalidad de la cultura hacia afuera, en el papel que juega una cultura organizacional fuerte en la imagen externa de la organización, en la cultura como posibilidad de transmutar la identidad en imagen hacia el contexto. En este sentido, una cultura definida y congruente otorga valor agregado al producto o servicio que esa organización ofrece. Es un componente que contribuye a que la organización sea reconocida en el medio, a que sea identificada por una serie de rasgos específicos. La imagen de una organización en el contexto es de algún modo el reflejo de su cultura. Y con esto no nos referimos a la imagen que puede dar una “marca” a través de la publicidad, sino a todo un conjunto de elementos que tienen significación social: en “lo que se ve y lo que se cuenta” de la vida de la organización. Un ejemplo: hay marcas que pueden ser muy prestigiadas como marcas, pero ese prestigio no abarca a la organización como tal. Determinados productos pueden ser valorados como marca y sin embargo “se sabe” que esa organización no trata bien a su gente. La cultura de la organización se capta en su imagen en el contexto, pero esa imagen no es exclusivamente su nombre, su marca, sus productos o su edificio. Es el conjunto. Imponer la marca no quiere decir imponer la organización. La cultura es altamente funcional cuando permite configurar hacia afuera una imagen fuerte, cuando hace que la sociedad resignifique determinados valores o cuando desde su identidad cultural instala valores nuevos en lo social. El contexto actual de las empresas ofrece algunos ejemplos: supermercados que priorizando internamente valores como la higiene, el cuida61 UNIDAD 1 do del medio ambiente, o la calidad en la atención al cliente lo transmiten en todo su accionar logrando hegemonía en el mercado, modificando hábitos de consumo, generando expectativas diferentes en la gente respecto de lo que una organización puede ofrecer. Recuperando nuestra postura inicial sobre la perspectiva funcionalista, cabe destacar que existe una multitud de casos en que la cultura no responde a las necesidades de supervivencia y desarrollo organizacional -aún cuando existen condiciones objetivas para que pueda hacerlo-. Muchas organizaciones reflejan en su cultura elementos altamente contradictorios en relación a sus necesidades adaptativas. Otras con una cultura organizacional fuerte, con identidad propia, con mecanismos informales que la mantienen y refuerzan disponen de un bajo nivel de cohesión psico-social interna o de una imágen deslucida hacia afuera. ¿Qué considera cada organización como necesidades? ¿Cómo se priorizan? ¿Quién y desde qué criterios las prioriza? Entendemos que una perspectiva económico-funcional es insuficiente para pensar la cultura -el orden de lo simbólico- en sistemas sociales complejos. En este sentido, la lógica de lo simbólico no necesariamente coincide con una lógica funcional. 4 62 3. Tres elementos organizadores de la cultura: Normas, Valores e Ideología Para comprender el carácter fundante de estos elementos, es preciso apreciar que la dimensión cultural de la organización está condicionada fuertemente por la interacción del contexto, el proyecto y la estructura organizativa, particularmente la cumbre de la pirámide organizacional y lo que hemos dado en llamar el subsistema gerencial. Veamos cómo se interrelacionan estos subsistemas y sientan las bases de la cultura organizacional. De una manera muy general, diremos que ninguna organización puede tener una cultura diametralmente opuesta4 de aquella que caracteriza a su contexto social de actuación. En realidad, la cultura organizacional es la reconstrucción o resignificación particular que cada organización hace de los valores y normas que rigen en su entorno social. En este sentido, Abravanel sostiene que “...el sistema de valores de una organización debe ser, por definición, un sistema subordinado a otro sistema de orden superior, puesto que la organización se define siempre como subsistema de un sistema social más amplio...Sin embargo...la aceptación de los valores predominantes de la sociedad no impide el desarrollo de otros sistemas de valores, ideo- Solo sería concebible en una organización que encarne los valores más denostados por el conjunto de la sociedad a la que pertenece; como puede darse en algunas organizaciones religiosas u organizaciones clandestinas, aún cuando seguramente existirán un conjunto significativo de productos culturales que sí se conservan tales como el idioma, ciertas reglas elementales de interacción social, etc. UNIDAD 1 logías o características específicas dentro de las organizaciones. 5 ” En este sentido, el proyecto de la organización -es decir sus fines y objetivos- y en particular el enfoque que adopta para llevarlo a cabo, son en sí la definición de un conjunto de valores que orientaran el comportamiento organizacional. El proyecto de una organización opera como una “bisagra” que articula su dinámica interna a la dinámica social externa; por lo que las metas que constituyen el proyecto son consideradas en sus vínculos con la realidad, es decir, están ligadas a un sistema de valores sociales que es resignificado por cada organización y que permite la auto-asignación de metas. El proyecto siempre -y particularmente en su estadío fundacionalcondensa la intención de una transformación de la realidad, guiada por la representación que se tiene de la finalidad de dicha transformación, y que por lo tanto anima o sitúa en estado práctico ciertas actividades. Del mismo modo, también marcan la cultura el momento histórico, lugar y circunstancias que hicieron a la creación del proyecto y que hacen hoy a su supervivencia. Desde una perspectiva que atribuya el origen de la cultura a la dinámica de la historia, esto significaría que cada organización puede ser concebida como una actualización permanente de su origen. Esta visión otorga un papel singular a los fundadores y principales líderes de la organización como “hacedores” de la cultura organizacional. La ideología de los fundadores, mandos superiores y principales gerentes, sus representaciones acerca de la realidad, se refleja permanentemente en la cultura influyendo permanentemente en la configuración de la trama social de la organización. Dicho sencillamente, la cultura de una organización es, la más de las veces, la cultura de su dirigencia. Del resultado de la interacción entre contexto, proyecto y estructura surgen los tres factores sustantivos que definen la cultura organizacional: IDEOLOGÍA VALORES 5 NORMAS ABRAVANEL, Harry y otros. Cultura Organizacional. Aspectos teóricos, prácticos y metodológicos. Edit. Legis. Serie Empresarial. Colombia. 1992. 63 UNIDAD 1 Las visiones de la realidad que subyacen al accionar de la organización posibilitan el surgimiento de un conjunto de valores que la organización priorizará, y desde los cuales se establecen las normas que regulan las interacciones, lo permitido y lo prohibido, los comportamientos que se premian y se castigan, las expectativas de logro, etc. No todas las normas son formales y muchas de las normas formales pueden derivar en interpretaciones no unívocas, interpretaciones producidas por modalidades de pensamiento divergente propias de cualquier colectivo humano. En organizaciones diferentes o en la misma organización -y en el marco de una misma cultura- algunos miembros pueden interpretar “no interrumpir al jefe en una reunión” como una señal de respeto a la autoridad; otros pueden 64 interpretar la misma proposición como una señal de autoritarismo. Aquí está jugando desde algún lugar la cultura consensuada en un colectivo más amplio que es el contexto, lo que existe legitimado como cultura en el marco de la organización y la mayor o menor libertad de los sujetos para ejercer sus interpretaciones. 4. Productos culturales de segundo orden Los factores de primer orden enunciados son fundantes de la cultura y la van modelando con rasgos propios, diferentes de aquellos que caracterizan a otras organizaciones-; estos elementos se hacen presentes en otros productos culturales de segundo orden: Símbolos y Signos Rituales de Iniciación, pasaje y realización Mitos, sagas y relatos Modelos de Comportamiento UNIDAD 1 Los símbolos y signos no solo incluyen el lenguaje propio de la organización -por ejemplo las palabras que utiliza en sus manuales y reglamentos- y los códigos internos -neologismos y frases hechas, gestos y guiños que genera la gente en su comunicación- sino también los slogans que utiliza la organización para expresar ideas hacia su entorno y hacia sus propios empleados y -por ejemplo- el sentido que esconde el uso de determinados colores en los uniformes o el diseño de su logotipo. También integra esta dimensión la semiótica del espacio: artefactos particulares, la distribución y organización del espacio en relación a la infraestructura, la arquitectura y diseño de la organización. Los mitos, sagas y relatos -leyendas, anécdotas ejemplificadoras, fábulas- constituyen unidades culturales de mayor densidad que se expresan a través de discursos que explican la historia y la identidad de la organización, es decir, porqué la organización es como es, o hace las cosas de tal o cual manera, o interpreta tal fenómeno de un modo particular. Estos discursos son ciertos en tanto van construyéndose a partir de datos, acontecimientos o hechos, pero la sucesiva transmisión boca a boca y las sucesivas interpretaciones a que son sometidos desvirtúan parte de su verdad. Las historias o relatos acerca de cómo la organización se volvió exitosa, de cómo y porqué uno de sus fundadores la “salvó” del fin, los mitos acerca de que “Esto siempre se hizo así porque sucedió una vez que...”; constituyen un marco de referencia en el que se tejen metáforas que posibilitan explicar la existencia, evitar el peligro, justificar la acción, visionar el porvenir. Entre los rituales de iniciación, pasaje y realización incluimos todas los actos que se hacen hábito o costumbre -deliberada o arbitrariamente- y que refieren a la organización toda, a grupos particulares o a miembros individuales. Las connotaciones semánticas que tienen los rituales con que se recibe a los nuevos miembros, con que se despide a quienes se van o se promueve a determinadas personas, suelen ser significativas a la hora de valorar el patrón cultural de una organización. Estos rituales incluyen tanto las celebraciones como los actos de duelo frente a situaciones conflictivas. Aún cuando sus detalles se refieren de manera simbólica al contenido, hacen que éste resulte obvio. Es decir, dan al contenido –ej: ascenso, despido, reconocimiento del logrocomo evidente desde gestos que parecen convencionales –ej: una medalla, un día y un lugar particular, la presencia de determinadas autoridades, el uso de un lenguaje específico-. De la ideología, valores y normas, devienen también los modelos de comportamiento que se exponen como deseables o indeseables para todos los miembros de la organización. Son los modelos a seguir o los 65 UNIDAD 1 que conviene evitar y cuando son “deseables” muestran las expectativas de la organización para con sus miembros ya sea a través de los dirigentes o de los miembros más antiguos. Los modelos de comportamiento configuran un factor central en los procesos de socialización. Sin embargo, la cultura está mucho más presente en cómo se hacen las cosas que en lo que se dice que se debe hacer; si bien el deber ser -lo que se inculca con la socializaciónpenetra mucho en la cultura interna al punto de que se producen los mitos. Una parte de los mitos está constituida por el “deber ser”: el gerente de un banco puede decir que ese banco atiende muy bien al cliente, uno puede preguntar desde el inmediato superior del gerente hasta el último empleado y todos quizás digan convencidos que se atiende muy bien al cliente, que sus clientes están acostumbrados a ser recibir una atención personalizada, etc. Pero tal vez, a la hora de observar in situ cómo ese banco atiende a sus clientes, no se ratifiquen esas ideas y nos encontremos frente a un mito instituido, a un mito que sirve a los mecanismos de reforzamiento interno. Reforzamiento que surge porque las organizaciones con frecuencia construyen sus mitos apoyándose en sus aspectos positivos. El conjunto de unidades culturales de primer y segundo orden que hemos mencionado se expresa a modo de un entramado de significaciones, de un patrón cultural que no siem66 pre es unívoco ni totalmente congruente, ni está claramente definido. No podemos decir que todos estos elementos estén presentes en la cultura organizacional, algunos o muchos de ellos pueden estar ausentes. Tampoco podemos decir que todas las organizaciones tienen una cultura propia y particular. En muchas de ellas casi no se distinguen rasgos particulares, diferentes de aquellos que caracterizan al entorno próximo. De ahí que muchos estudios hayan planteado categorías como “cultura de empresa”, “culturas fuertes y débiles”, “culturas corporativas” y otras denominaciones que sean suceptibles de aplicar al conjunto de organizaciones de un mismo tipo, que tienen rasgos similares; o al conjunto de organizaciones que se sujetan a una misma lógica de producción cultural. 5. Una visión en proceso ¿Cómo captar los aspectos clave de la cultura? ¿Cómo obtener un panorama global de sus principales características? Los productos culturales descriptos son aprehensibles en la dinámica de su producción, es decir, desde una perspectiva que focalice las instancias en que se gestan esos productos culturales, en los mecanismos que ayudan a su sostenimiento y en la dinámica del cambio. Para realizar una visión de la cultura “en proceso” intentaremos sistematizar algunas ideas respecto a: UNIDAD 1 · el origen de la cultura · los mecanismos de desarrollo y mantenimiento · el cambio 5.1. El origen de la cultura En el origen de la cultura intervienen tres factores interdependientes: el contexto -social, económico, político, cultural-; el proyecto fundacional -los fundadores, lo que en instituciones se conoce como contrato fundacional- y factores contingentes como el lugar geográfico, las reglas de juego del sector, las tecnologías en uso. Resulta impensable comprender el origen de la cultura organizacional sin disponer de algunos datos clave de su historia, sin plantearnos algunos interrogantes centrales: ¿qué necesidades dieron origen a la fundación? ¿qué demandas sociales existían? ¿cómo era la cultura social imperante? ¿qué papel jugaron y juegan los fundadores?, ¿cuál es el papel de los principales líderes de la organización?, ¿cuánto hace que forman parte de la vida organizacional? ¿cuál es la visión que tienen de la historia y del porvenir de la organización? Las misiones originarias de los líderes pueden, sin embargo, modificarse. Los cambios de contexto producen también cambios en las visiones de la gerencia, en los sistemas ideológicos y valores que sus- tentan determinado modelo de comportamiento gerencial. También cambia lo que hemos denominado factores contingentes. Dentro de estos factores privilegiábamos a la tecnología y a las reglas de juego competitivas del sector en que la organización se desenvuelve. Pero esta definición sirve para “contextos estables” en donde la situación de estos factores es relativamente predecible. En esta última parte del siglo la tecnología ha revolucionado el campo de las organizaciones. En verdad es difícil pensar hoy en la tecnología como un factor contingente, cuando la competencia entre organizaciones se asienta fuertemente en este factor; o pensar que las reglas de juego del sector son contingentes cuando se están generando espacios como el Mercosur que producen un replanteo general del funcionamiento del mercado. Estos factores ya no son contingentes; son determinantes de cambios estructurales del contexto que tienen un carácter global. Se están produciendo cambios institucionales que introducen nuevos paradigmas para pensar la cultura de la organización. 5.2. Los mecanismos de desarrollo y mantenimiento El patrón cultural que surge con el origen de la organización se retroalimenta con nuevos valores y normas que introducen nuevas sig67 UNIDAD 1 nificaciones. En este proceso histórico de desarrollo surgen también nuevos rituales, leyendas y mitos. Este proceso es posible a partir de la imbricación de dos niveles: el formal y el informal. Los aspectos formales de la organización, que han sido diseñados e instituidos -relaciones jerárquicas, mecanismos de toma de decisiones, arquitectura y equipamiento, procedimientos para incorporar o prescindir del personal, etc-, adquieren diversos sentidos a partir de la significación que les asignan los miembros en las prácticas sociales. Un ejemplo que nos posibilita la comprensión de estos fenómenos puede ser el fenómeno del uso de los espacios: una organización puede construir espacios con un fin determinado, lo que no significa que en la práctica la gente haga uso de ese espacio conforme a lo previsto por la organización, ni que le otorgue el mismo significado. La sala de reunión de supervisores de una empresa pudo haber sido construida cerca de la gerencia y lejos de las oficinas administrativas, con el fin de jerarquizar la función de supervisión, de brindar un espacio silencioso y cómodo que pueda ser utilizado también para exponer información de interés, o para asegurar la comunicación directa, la integración del equipo y los intercambios de ideas con la gerencia y la dirección. La permanencia en su cargo de un gerente con rasgos acen68 tuados de autoritarismo y deseo de control, puede ser el motor para que los supervisores decidan reunirse en el café que se encuentra frente a la empresa, que denominen a la sala de reuniones “sala de torturas”, y al café “el paraíso”. Tal vez se instale la costumbre, tal vez en esa organización se haga norma permanecer lejos de la gerencia, aún cuando ese gerente se haya jubilado. Decimos entonces que los aspectos formales interactúan con otros aspectos del orden de lo simbólico, de los intercambios comunicativos informales de los hombres entre sí y con la organización. Entonces esta imbricación o este juego entre lo formal y lo informal -en términos antropológicos entre lo objetivo y lo subjetivo- es lo que va permitiendo el desarrollo de la cultura y la modificación espontánea y natural de ciertos valores culturales de una organización. Dentro de este juego de lo formal y lo informal podemos mencionar algunos indicadores: procesos diseñados objetivamente como el reclutamiento de personal, selección, la rotación, la movilidad; también tienen su dimensión subjetiva: la manera en que son puestos en práctica por los actores sociales, y el significado y sentido que atribuyen a esas prácticas. Así, los mecanismos de ascenso, la capacitación, la estructura de autoridad y poder, puestos en acción, pueden transgredir lo formal y dicha transgresión ser luego legitimada informalmente por la organización. Una cosa es que los reglamen- UNIDAD 1 tos digan que para tomar una decisión se debe consultar los cuatro departamentos más cercanos, y otra muy distinta es que eso se concrete. Una cosa es que se haga porque lo pide una circular y otra que -sin que nadie lo haya pedido nunca-, sea una costumbre consultar a los otros departamentos antes de tomar una decisión. Obviamente, en estas prácticas se observa con claridad cómo interviene la dinámica informal de los grupos en el desarrollo de la cultura organizacional. Es decir, todo aquello que podemos detectar a nivel grupal: la generación de bromas, costumbres, la manera de hacer uso del espacio, de premiar y castigar actitudes del compañero, etc. Estas prácticas surgen de la estructuración del poder y las reglas de juego implícitas en la cultura de la organización. En la medida en que la cultura organizacional se desarrolla desde la interacción de lo formal con lo informal, es esa misma interacción la que permite que se mantenga en el tiempo; cambiando y mutando muchos de sus componentes por la acción de los hombres, por las circunstancias que enfrenta la organización en cada momento histórico; pero sin variar en lo esencial. A nivel formal, la cultura se mantiene a través del planeamiento organizacional y de la dirección; pero a nivel informal -planeada o no planeada- se entrecruza con “el modo de hacer”, con las ideas o valores “en uso” que se muestran en el comportamiento de los actores sociales, que surge del repertorio de estilos de conducción y de interacción propios del colectivo. Una estructura de distribución del poder asentada en las relaciones verticales, fuertemente piramidal, no determina un patrón de cultura autocrático. Muchos de sus líderes pueden -desde su accionar- imprimir un estilo altamente democrático y participativo, horizontalizando “de hecho” las relaciones que se establecen. Estas acciones van penetrando en la cultura y la van modificando, la van transformando; aún cuando muchos de sus rasgos esenciales permanezcan. También se da con mucha frecuencia que la organización tenga claridad acerca de los valores, normas e ideología que supone deben orientar su actividad, y que -conforme a ello- desarrolle un “adoctrina-miento” significativo de la gente. Así, a través de diferentes mecanismos capacitación, sensibilización, normas, etc.-, la gente es inducida a apropiarse de la cultura ofrecida como deseable, con más o menos consenso. Cuanto más adhiera la gente -personal y grupalmente- a los valores de la organización, más probabilidades existen de que la organización tenga una cultura fuerte. Esto indica que además de los aspectos formales, también los procesos de socialización adquieren un papel central en el mantenimiento de 69 UNIDAD 1 la cultura. Muchas organizaciones desarrollan una gestión simbólica significativa y todas disponen de algún mecanismo coercitivo o persuasivo, tendiente a inducir a la gente a apropiarse de los valores culturales de la organización. Ser socializado por la organización al igual que nos sucede en la sociedad- no significa actuar bajo “obediencia debida”; por el contrario, significa haber internalizado valores, normas y hábitos que luego, en el comportamiento diario, son naturalizados, de modo irreflexivo, sin cuestionamientos. El nivel de participación de la gente en la generación y en la transmisión de la cultura y la intensidad o grado de definición de la ideología y valores orientadores, son factores clave para que la cultura se afiance y se mantenga en el tiempo. Cuando la gente es muy participativa en la generación y transmisión de la cultura y -desde los niveles de conducción-, existe un modelo claramente definido de cultura deseable, se logra un importante fortalecimiento de la identidad organizacional. Todos los miembros del colectivo institucional son “agentes socializadores”. Un ejemplo de ello se observa en las relaciones que se establecen entre los miembros más nuevos y los más antiguos de la organización. La transmisión de la cultura se da como una consecuencia natural de las interacciones entre el nuevo y los miembros más experimentados del grupo, la influencia re70 cíproca entre compañeros y la influencia que ejerce un compañero más antiguo sobre uno más nuevo, es de importancia central en el mantenimiento de la cultura. También existen personas específicamente designadas para socializar el personal en la cultura de la organización, en especial los capacitadores y los líderes, quienes de manera planificada -por ejemplo a través de un curso de capacitación inicial- o a través de su comportamiento cotidiano “enseñan” a la gente a mirar con “la lente” de la organización y refuerzan los sentidos asignados a la experiencia cotidiana. 5.3. Cambio Aún cuando la cultura va configurándose y cambiando en función del desarrollo de la historia de la organización y de la naturaleza de las relaciones que allí se establecen, muchas veces los cambios se precipitan desde la necesidad. Cuando la organización detecta que su cultura es un factor de conflicto para su dinámica interna o para su desarrollo en el contexto social, comienzan a surgir ideas para un cambio cultural planificado. Un ejemplo ilustrativo puede ser la incorporación de las generaciones jóvenes en una empresa familiar. Los hijos de los fundadores que ingresan en la conducción de la empresa tienen muchas veces una visión distinta del negocio; por su edad y forma- UNIDAD 1 ción se comunican de un modo distinto con el personal y tienen estilos de conducción que puede contravenir normas y valores históricos de la empresa. Esto puede derivar en un repertorio variado de situaciones: resistido o largamente anhelado por el conjunto, rechazado por los empleados más antiguos y bien recibido por los más jóvenes, puede ser un facilitador para el desarrollo de la organización o deteriorar su imagen externa... Sin embargo, las más de las veces que un patrón cultural aparece como conflictivo, las razones no son exclusivamente de orden interno. La realidad de muchas organizaciones puede reflejar -y actualmente con mucha más frecuencia- que la necesidad de cambio deviene porque los valores vigentes están obstaculizando la satisfacción de alguna necesidad imperativa de supervivencia. Desde el análisis externo, con frecuencia caemos en la ingenuidad de que la organización se plantea un cambio cultural porque “nuestros técnicos se llevan a las patadas, nunca fueron cohesionados ni trabajaron en equipo, y eso debe mejorar”; cuando en verdad las razones últimas devienen de conflictos con el entorno. Entonces nos preguntamos: “Si con estas maneras de vincularse la gente se lleva a las patadas hace quince años... ¿por qué la organización no buscó cambiar mucho antes? Y con un análisis más detallado y una actitud menos ingenua, se descubre que “ya no podemos competir con este nivel de calidad de servicio, las eternas peleas entre los técnicos, la falta de trabajo en equipo, no son una buena carta de presentación”. En general, el cambio de cultura suele pretender una mayor articulación de las necesidades internas de la organización con necesidades de un mejor ajuste o una mejor adaptación al contexto. El peso de lo contextual como factor condicionante de la permanencia o cambio de un patrón cultural, resulta significativo. En este sentido, la organización suele detectar el carácter conflictivo de su cultura a nivel interno, precisamente cuando algo “desde fuera” le permite “mirar hacia adentro”. Solo como analogía didáctica, vale decir que con la organización sucede algo similar que en el sujeto: los diálogos internos que un hombre mantiene consigo mismo surgen de los resultados de sus interacciones con otros. Si hay algo que a nivel interno produce conflicto, invita a pensar en cierta imposibilidad de adaptarse a una realidad que se impone como amenazante. Esto no significa que la detección de la necesidad de cambio sea en sí misma una razón para que dicho cambio se haga efectivo. Muchas organizaciones no cambian, aún sabiendo que les sería sumamente útil: ¿no pueden, no quieren? Aquí hace agua 71 UNIDAD 1 la explicación funcionalista de la cultura. 5.4. La complejidad del cambio cultural planificado Un cambio profundo del paradigma cultura que rige la vida de la organización, sólo puede darse cuando se piensan simultáneamente los aspectos objetivos y subjetivos de la organización. Un cambio del organigrama -de la estructura organizativa- no garantiza un cambio en las modalidades de interacción de la gente. Probablemente, las personas sigan comportándose bajo las reglas históricas que regulan su interacción y sujetos a los mismos sistemas de interpretación del poder tradicionales. A su vez, algo similar puede suceder cuando lo que se pretende cambiar es un valor o una norma; por ejemplo introducir la idea -el valor- del trabajo en equipo. Si no se modifican aspectos objetivos, elementos del espacio físico que permitan un encuentro cara a cara entre el personal, probablemente el cambio se reduzca a una “expresión de deseo”. Para todo cambio profundo de la cultura, es preciso emprender acciones que toquen tanto aspectos materiales como simbólicos. En el cambio cultural, pensar en el tiempo es una inversión segura. Las características historicas de la cultura hacen que un organigrama se pueda cambiar en 48 horas pero no así la manera en que la organización -históricamente- interpreta el poder. 72 Cuanto más tiempo se invierte en el cambio, más seguro, efectivo y real se torna. Sin embargo, el contexto pide a las organizaciones una velocidad de respuesta adaptativa tan exigente que hace que resulte difícil pensar en el tiempo como una inversión segura. Acciones de esta envergadura solo pueden ser consensuadas, planificadas y dirigidas por los líderes. En ese plano se juega el poder sobre el cambio efectivo. En este sentido, el poder es un tema eje del cambio cultural planificado. Para todo cambio, es preciso que exista voluntad política y consenso. Solo desde estas actitudes es posible diseñar el patrón de cultura deseado, poder detectar cuáles son los valores, normas, e ideología que la organización requiere. Esta voluntad se expresa en el liderazgo del cambio, en gestos gerenciales propositivos que orienten el comportamiento de la organización hacia una nueva manera de interpretar la experiencia. Todo cambio cultural supone una instancia en la que coexisten viejos y nuevos valores, viejas y nuevas maneras de enfrentar la realidad. Esto implica que en todo proceso de cambio se hace necesario planificar la transición. Si partimos de la idea de que la cultura es producto de la historia, entonces no podemos pensar en un cambio, sin pensar en planificar la transición para que no se pierda el objetivo del cambio, para que ese cambio sea asimilable y posible UNIDAD 1 para la gente. Si pensamos que la cultura está inscripta en “los portadores de cultura”, que está estructurada desde los esquemas de percepción y acción de los actores sociales, es preciso otorgar valor también a acciones que inviten a las personas a reflexionar sobre las características de la cultura organizacional: emprender acciones de sensibilización y de socialización que permitan incorporar nuevas maneras de pensar, sentir y actuar. Esto es posible cuando se logra el consenso de la gente, cuando la gente dispone de incentivos que la movilicen al cambio, símbolos tangibles de que el cambio es posible y está sucediendo, símbolos que se expresen en todos estos “artefactos de la cultura” que son los uniformes, los logos, la arquitectura, etc. Y en las normas, el uso del espacio y el tiempo, los rituales, las leyendas, los mitos. Al existir una transición planificada es probable que la gente cambie sin darse cuenta que está cambiando. En otros casos, que crea que cambia sin que nada cambie. Estas percepciones hacen que resulte necesaria la presencia de “hechiceros del cambio”, de “confirmadores” externos que puedan valorar los logros y carencias del proceso. Esto posibilita que haya sinergía entre los cambios de contexto y los que se dan a nivel de proyecto, estructura y cultura. Considerar la presencia e influencia de todos los subsistemas, es una estrategia macro que posibi- lita emprender el proceso valorando su complejidad intrínseca. Intentar conciliar todos los aspectos que involucra el cambio cultural, suele hacer necesario el acompañamiento de un externo no comprometido. Con frecuencia, la necesidad de cambiar la cultura surge como imperativo a partir de la necesidad de introducir nueva tecnología, o de modificar la estructura organizativa, o de incorporar un modelo de gestión diferente. Para que estos cambios no fracasen, se hace entonces necesario acompañarlos con acciones que impacten sobre la cultura. Este tipo de cambios son un tema privilegiado para quienes abordan el comportamiento humano. Por otra parte, aún cuando el profesional deba intervenir en la organización por razones que no involucran el cambio cultural, la cultura está allí. La cultura organizacional puede ser un elemento facilitador de la actuación del profesional o un elemento que inhibe su accionar. Si los valores de la organización son diametralmente opuestos a los que el profesional pretende como saludables para una organización, se plantea una situación compleja a nivel de la ética del rol. En ese caso se abre un abanico posible de estrategias: negarse a intervenir, adaptarse a la cultura que la organización tiene sin cuestionarla, desarrollar una estrategia que posibilite reflexionar 73 UNIDAD 1 y asimilar la necesidad de cambio, etc. Depende del proyecto para el cual la organización ha requerido los servicios del profesional, de la libertad de acción que le ofrezca, de su capacidad de comunicación con la organización-cliente, de su enfoque técnico y metodológico de intervención, etc. Lo cierto es que resulta impensable 74 actuar sobre algún subsistema en particular sin disponer de la formación mínima y las herramientas metodológicas imprescindibles para reconocer los componentes de la cultura organizacional, para valorar su incidencia en el presente y futuro de la organización, para poder actuar sin perder de vista el carácter histórico y simbólico de las relaciones sociales que se establecen en su seno. UNIDAD 1 4. LA TECNOLOGÍA En el desarrollo del primer tema de esta unidad, al tratar los factores que condicionan la estructuración del trabajo y la satisfacción resultante, señalamos brevemente las limitaciones que la tecnología utilizada puede presentar, para una estructuración o diseño del trabajo diferente. En este tema profundizamos ese aspecto, incluyéndolo en un marco más general: cómo impacta la tecnología no sólo en el diseño del puesto, sino también en el diseño global de la estructura de la organización, en sus características, en la conformación de la estructura social emergente. En suma, en el comportamiento de las personas. Retomaremos entonces algunas ideas desarrolladas en el primer tema de esta unidad, respecto a las interrelaciones entre el subsistema tecnológico, la estructura, y el subsistema psico-social. Queremos enfatizar la idea de que la introducción de nueva tecnología, tiene en la gente y en la organización-, algunos impactos buscados, deseados, y otros que no lo son tanto. Con ello queremos prevenir a los que deciden o a los que aconsejan innovación, para que en su tarea de cambio, los efectos no deseados o no esperados se minimicen. También esperamos que el examen de los efectos de la tecnología sobre los individuos y sobre las organizaciones, contribuya a explicar y a entender sus diferencias, para actuar mejor frente a ellas. En parte, la «mentalidad» de un médico, de un ingeniero, de un peluquero, de un operario especializado, de un abogado, está determinada por el tipo de tecnología que maneja, condicionada a su vez por la materia prima sobre la que opere y el grado de certeza o probabilidad de los conocimientos que de esa materia prima y de su transformación se posean. En gran parte, las organizaciones difieren de acuerdo a si trabajan en unidades o pequeños lotes, en producción en masa o en producción por proceso. De acuerdo a si sus procesos de transformación operan sobre objetos físicos fábrica de automóviles- sobre personas -hospitales o escuelas- o sobre símbolos -bancos, agencias de publicidad-. Como queda implícito, tecnología es un término que admite múltiples significados. En un sentido restringido, se lo utiliza para referirse a las máquinas, instrumentos o al equipo material del proceso de producción. En un sentido amplio, alude a la acumulación de conocimientos de que dispone una sociedad acerca de la manera de hacer las cosas. En general, nos manejaremos con esta acepción más amplia. 75 UNIDAD 1 A pesar de que los dirigentes siempre fueron conscientes de la importancia de la tecnología utilizada en los procesos de transformación de sus organizaciones, los teóricos de la organización y del comportamiento recién le comenzaron a prestar atención como determinante de las características organizacionales y del comportamiento organizacional, a partir de los años sesenta. Antes parecía que se pensaba que los mismos principios se aplicaban a una planta química, a una industria de cadena de montaje, a una industria de proyecto, a un hospital o a una escuela. Ahora se reconoce que la tecnología es un factor importante para entender las organizaciones. A fin de comprender los factores que influyen en cuanto a la satisfacción que es posible experimentar en el trabajo, se realizaron estudios tomando al grupo de trabajo como unidad primaria. A medida que se desarrollaban investigaciones, se hizo evidente que la naturaleza y la función del grupo de trabajo, lejos de estar determinadas por las necesidades del hombre, podían variar considerablemente en función de distintos marcos organizacionales, y especialmente, tecnológicos. Las características del trabajo realizado, por ejemplo su ritmo y el grado de limpieza, incidían en la satisfacción y eran de hecho condiciones vinculadas a los componentes tecnológicos. Las diferencias en tecnología crean diferencias en el tipo de cosas que suceden en las organizaciones, y estas diferencias hacen que algunas prácticas administrativas sean más eficaces en unas que en otras, ciertas maneras de utilizar el recurso humano sean más indicadas para unas que para otras. La escuela del positivismo tecnológico se caracterizó por hallar en la tecnología un determinante del comportamiento. Leonard Sayles (1958), sostiene que la tecnología de una planta moldea el tipo de grupo de trabajo que se desarrolla. El elemento humano es una resultante de las decisiones tecnológicas y, en parte, por lo menos, previsible a partir de ellas. También Whyte (1959), sostiene que las organizaciones deben analizarse en función de la interacción entre los sentimientos de la gente y las actividades que los hombres desempeñan. Estos factores se influyen recíprocamente y son soportados por la tecnología en uso. La tecnología es causa determinante del comportamiento. 76 UNIDAD 1 SENTIMIENTOS AMBIENTE TECNOLÓGICO INTERACCIÓN ACTIVIDADES La postura de Whyte y Sayles fue -aún hablando de interacción- fuertemente determinista. Contra el positivismo tecnológico, muchos autores sostienen que la tecnología condiciona pero no determina el comportamiento. Una de esas posturas es el sistemicismo socio-técnico, postura que hemos adoptado como enfoque de esta asignatura. Tal como lo hemos planteado al inicio de esta unidad, la teoría de los sistemas socio-técnicos considera a las organizaciones como sistemas abiertos compuestos por dos subsistemas primarios: la tecnología, que representa la maquinaria, herramientas, técnicas y métodos para desempeñar la tarea, y los recursos humanos, actores necesarios para la operación de dicha tecnología. Por lo tanto, el diseño del subsistema técnico define qué tareas serán realizadas y el diseño del subsistema de los recursos humanos prescribe cómo se las realizará. La escuela sociotécnica, convalidan la idea de que el hombre (lo social) interactúa con lo tecnológico, pero ninguno de los elementos determina por sí mismo el comportamiento del otro. Para esta escuela, una organización puede considerarse un sistema socio-técnico en el sentido de que, si bien la tecnología, la estructura formal de roles y los sentimientos de los hombres están sistemáticamente conectados, ninguno de estos factores tiene importancia primordial ni debe constituir necesariamente el primer blanco de análisis. Esta escuela se aboca fundamentalmente a estudiar las consecuencias de la tecnología en el comportamiento, desde una perspectiva sistémica. 77 UNIDAD 1 También la ergonomía ha hecho su aporte para comprender el impacto tecnológico. La ergonomía se ocupa del diseño de las Condiciones y Medio Ambiente de trabajo -que obviamente no se agota en las maquinarias y las tecnologías, de acuerdo a las características humanas. En esta línea, consideramos importante reseñar aquí la perspectiva que ofrece actualmente la macroergonomía, a partir de los aportes de las investigaciones desarrolladas por Alicia Calvo1 desde el Instituto de Investigaciones en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. La autora señala que se pueden concebir dos tipos de estudios ergonómicos: los microergonómicos, que analizan las condiciones del trabajo y la relación con la tecnología focalizando en el puesto de trabajo; y los macroergonómicos que se posicionan desde una perspectiva más global, analizando la actividad del trabajador en el marco de toda la actividad de la organización como sistema. La macroergonomía “constituye un punto de vista de la actividad de trabajo, confrontada, dentro de la empresa, con varios puntos de vista sobre la actividad del puesto...Este punto de vista...desarrolla una posición sobre la tecnología, la organización, las estructuras, la performance o el management. Esta visión da lugar a un debate que realimenta y refuerza la capacidad de decisión y de acción especialmente útiles para asistir a las empresas, en la elección de opciones para lograr la preservación y la administración de su recurso más precioso, el hombre, a través de una mayor inteligibilidad de la actividad humana. Así, algunos pensadores sostienen que la macroergonomía está más relacionada con las Ciencias Políticas que con la tecnología...” Según esta autora, la ergonomía se ha ido constituyendo como disciplina en tres etapas. Las primeras aproximaciones se remontan en principio al diseño de puestos de trabajo en Europa y el Japón y en la industria aeroespacial en los EE.UU. Los estudios más significativos se centraban en el diseño de puestos de trabajo que permitieran el acople del hombre a la máquina considerando sus características físicas y perceptuales. En la década del 60, en un segundo momento, se profundiza el interés por las características cognitivas del trabajo. El desarrollo de la informática generó interés en conocer cómo el hombre procesa información y permitió el desarrollo de estudios sobre el acople de tecnologías en la relación usuario-interface. Estos dos momentos de desarrollo de la ergonomía, se centraron en el aspecto microergonómico de los sistemas, que se ocupa particularmente de los puestos individuales y del diseño del trabajo. En una tercera etapa, “la ergonomía...está focalizada en el nivel macroergonómico, y su preocupación es la aplicación del conocimiento y la 78 UNIDAD 1 información sobre los individuos y las organizaciones al diseño, implementación y uso de la tecnología. El concepto de macroergonomía está directamente referido a un enfoque “de arriba hacia abajo” del diseño de sistemas basado en una perspectiva de sistema “socio-técnico” y con el desarrollo y la aplicación de tecnología de la interface organización-máquina.” La macroergonomía aplica los conceptos métodos y procedimientos de la teoría del enfoque socio-técnico y genera sus resultados desde el trabajo conjunto de los técnicos y los especialistas en psicología social, buscando la integración y la optimización de los sistemas tecnológicos y sociales. La macroergonomía tiene como objeto el análisis de tres aspectos de la organización: · el contexto circundante · el sistema técnico que produce los bienes o servicios y · el sistema social A modo de síntesis explicativa, la autora expresa: “Así pues, mientras la microergonomía analiza la actividad de los operadores, es decir, las interacciones hombre-máquina a nivel de puesto de trabajo, la macroergonomía se ocupa de estudiar la manera en que realmente funciona el sistema tecnológico, tomando en consideración las interacciones entre los sistemas (o subsistemas) tecnológicos y los sistemas (o subsistemas) organizacionales, gerenciales, de personal o culturales, poniendo de relieve sus restricciones y los efectos que provocan en la producción.” En el marco de este enfoque, existen al menos tres métodos de implementación de cambios tecnológicos: el primero es la ergonomía participatoria, que involucra a todos los niveles gerenciales en la identificación, evaluación, análisis y resolución de los problemas ergonómicos. Esto permite que la misma organización genere sus soluciones, desarrollando un mayor compromiso de parte de todos los miembros de la organización en la búsqueda de integración y ajuste de las necesidades tecnológicas de la organización con las características individuales de los miembros y culturales propias del sistema social. Otra estrategia es la asimilación de nuevas tecnologías a un sistema organizacional. Consiste en el desarrollo de los estudios macro y microergonómicos que permiten la integración de tecnología avanzada, como 1 Las citas que siguen han sido extraídas del artículo Tecnología y Trabajo en la Argentina, de Alicia Calvo, publicado en PANAIA, M. (Comp). Trabajo y Empleo. Un abordaje interdisciplinario. Editorial EUDEBA. Buenos Aires. 1996. 79 UNIDAD 1 la informática, a un sistema organizacional determinado. Una tercera forma es la transferencia de tecnología. En este caso, la macroergonomía analiza las interacciones existentes entre las interfaces hombre-organización-tecnología y cultura-management-tecnología; como modo de asegurar el éxito en la utilización de la tecnología transferida. Esta última modalidad adquiere fundamental importancia en nuestro medio, debido a que es la práctica más usual en muchas de nuestras organizaciones. En este sentido, se entiende como transferencia de tecnología al proceso de incorporación de un conocimiento tecnológico existente, en un lugar donde dicho dispositivo no ha sido concebido ni implementado anteriormente. La importancia del papel de la macroergonomía en la transferencia de tecnología está ampliamente justificada. Alicia Calvo afirma: “Cada máquina, cada sistema tecnológico, cada organización es cultural y reproduce el modelo de usuario que el diseñador tiene en mente, que, claramente, incorpora en el dispositivo su propia cultura e ideología. Si las fricciones entre concepción y ejecución ocurren aunque el dispositivo haya sido diseñado en el mismo lugar que se encuentran los operadores, y por alguien de su sociedad y, por lo tanto, de su misma cultura, es fácilmente imaginable las dificultades que pueden operarse cuando la tecnología es transferida.” A modo de ejemplificación, la autora comenta: “Es necesario destacar que no hay país culturalmente homogéneo, y que la operación en Nápoles de un sistema concebido en Milán sufrirá inconvenientes, pese a que ambas ciudades pertenecen a un mismo país. De la mima manera, hay dificultades cuando la tecnología es transferida de una rama de actividad a otra (caso de la introducción de dispositivos industriales informatizados en los teatros, para el montaje y los desplazamientos de la escenografía), o de un dispositivo perteneciente a la cultura industrial a una actividad o cultura tradicional...También hay dificultosas transferencias de tecnologías concebidas para las grandes industrias o empresas a las PME/PMI, siempre hablando de las transferencias realizadas dentro de un mismo país.” En el mismo marco, señala que las dificultades más significativas se producen cuando se transfiere tecnología de un país a otro, y especialmente cuando la transferencia se produce de un país desarrollado a un país en vías de desarrollo industrial, situado en una zona geográfica diferente y con cultura disímil. En relación a los procesos de transferencia de tecnología que se dan en los contextos organizacionales, se pueden reconocer algunos fenómenos característicos. · Las transferencias realizadas por empresas transnacionales de sus casas matrices a sus sucursales en contraposición a las transferencias 80 UNIDAD 1 realizadas bajo control del gobierno comprador. En el primer caso, la total responsabilidad técnica, financiera y social es asumida por la firma perteneciente a un país industrialmente desarrollado; en el segundo caso -existente en nuestro contexto solo a nivel de algunas organizaciones públicas de salud, o militares-, el gobierno comprador realiza un control regulatorio de las condiciones ergonómicas que conlleva la instalación de la tecnología. Este último procedimiento presenta más dificultades, dado que la ergonomía no tiene un gran desarrollo en los países en vías de desarrollo y que la tendencia de estos países es adquirir equipos aislados, de distintos proveedores, a veces incompatibles entre sí, que acarrean riesgos importantes para los usuarios y dificultades en su aprovechamiento. En general, a la tecnología que no ha sido adaptada ergonómicamente se la denomina “tecnología trasplantada” y su aprovechamiento suele fracasar debido a tres factores. 1. La infraestructura y el status económico del comprador: servicios públicos, transporte, posibilidades de generar clima y temperatura artificial, tejido industrial, servicios sociales de cobertura para los trabajadores, etc. 2. Las diferencias sociales y culturales: tradición en trabajo grupal, en tareas industrializadas, políticas de promoción y desarrollo, niveles educativos, etc. 3. La compatibilización de las tecnologías con los usuarios: características psicofísicas, sensoriomotrices y cognitivas, etc. Esto hace que en muchos casos, el vendedor deba proveer -además de las máquinas- la organización del trabajo, los procedimientos y el management, manteniendo incluso durante largo tiempo a un grupo de técnicos y funcionarios en el país comprador. · Las transferencias de “desechos” versus los fenómenos de transferencia “total”. La primera es realizada por empresas que trasladan máquinas de modelos antiguos, usadas, a veces riesgosas desde el punto de vista de la salud laboral, que por sus características exigen del desarrollo de un estudio ergonómico que posibilite su utilización sin riesgos. La transferencia total, en cambio, genera “islas antropotecnológicas” y consiste en la transferencia no de los sistemas tecnológicos más anticuados sino de los más modernos. Esto se da especialmente en firmas internacionales que venden el mismo tipo de productos en todo el mundo y que para ello deben adaptarse a rigurosas reglas de competencia, que las obligan a standarizar los niveles de calidad y productividad de toda la organi81 UNIDAD 1 zación. Para lograr estos objetivos, las empresas no solo transfieren los dispositivos técnicos -las máquinas- sino también la organización del trabajo y el sistema de capacitación más actualizado. Con el fin de ilustrar este fenómeno Alicia Calvo sostiene: “Estas minisociedades de empresa resuelven en forma práctica las contradicciones entre sociedad local y dispositivo importado, apelando a una tecnología social tan avanzada como la industrial. En efecto no es suficiente contar con igual maquinaria para obtener el mismo tipo de producto: se necesitan personas con idéntico estado físico y mental y organizarlas similarmente. La firma transnacional les provee o facilita alojamiento, refrigerios, transporte, escuelas y hospitales, tal como lo hacían ciertas empresas europeas coloniales en los siglos XVIII y XIX. La avanzada gestión social incluye servicios médicos para el personal y su grupo familiar, servicios sociales, subsidios por enfermedad, retiro o jubilación y otros beneficios que a menudo incluyen clubes. Como contrapartida, los criterios draconianos de selección investigan exhaustivamente las características físicas, mentales emocionales y hasta familiares del trabajador. Flota también en el ambiente la sensación opresiva de que todo (y todos) son propiedad de la empresa. La particularidad especial de estas islas es que no están en modo alguno relacionadas con la geografía: son más bien microsociedades desencontradas del resto del país en que se instalan. En ellas se determina un universo tan similar al del país donde funciona la casa matriz que hasta se encuentran las mismas patologías (depresiones nerviosas en la industria electrónica, por ejemplo), pero también las mismas ventajas: baja tasa de accidentes, rotación o ausentismo. Por sus características positivas pueden constituir un modelo válido, deseable de replicar, pero también pueden considerarse sin ninguna significación general, por el hecho de que las variables fundamentales de la sociedad son sistemáticamente ignoradas, situándose las personas en el interior de estas “islas” totalmente fuera de la realidad de su propia patria, razón porque las virtudes de estos emprendimientos no se filtran a las demás capas de la sociedad a la que pertenecen. Del éxito de estas empresas se desprende la fundamental conclusión de que no existen diferencias en las capacidades cognitivas básicas de los trabajadores, y se prueba hasta qué grado es cultural la tecnología, vistos los recaudos tomados para su transferencia organizacional por parte de empresas que necesitan obtener productos uniformes.” Finalmente, la autora describe la situación argentina respecto de las transferencia de tecnología acentuando el papel que juegan algunos supuestos para que los empresarios se orienten a la importación de tecnologías. Entre ellos destaca: 82 UNIDAD 1 · que la tecnología proveniente de los países centrales es la única, la mejor, la más conveniente; · que la tecnología es neutra, es decir, libre de valores; · que esa tecnología está suficientemente probada y por lo tanto no hay riesgos de introducirla. Obviamente, como hemos analizado, estos supuestos no son confirmados por las investigaciones realizadas. Los fenómenos de transferencia de desechos y los fracasos en las transferencias de tecnología sin estudios de adecuación ergonómico muestran que la situación es más compleja de lo que parece. Sin embargo, la competitividad del mercado global exige a las organizaciones emprender procesos de transferencia, y las sujeta a realizarlos de acuerdo a sus posibilidades, muchas veces limitadas. En este sentido, las distintas empresas se caracterizan por apelar a distintas modalidades: · La empresa familiar, con alta propensión al autoabastecimiento a través del ingenio mecánico; aún cuando éste va perdiéndose junto con la desaparición de sus fundadores. · Las subsidiarias locales de una firma multinacional, que toman los dispositivos provenientes de su casa matriz, a veces como “transferencia de desechos” y en el mejor de los casos reproduciendo las “islas antropotecnológicas”. · La empresa grande de capital nacional, por su facilidad de acceso a la información nacional e internacional está en disposición de contar con proveedores de equipos y con personal calificado. Sin embargo, muchas veces preservan parte de su estructura de empresa familiar y consideran que “la incorporación de nuevas tecnologías provoque un brusco cambio, sino más bien una adaptación a la evolución producida diariamente a nivel mundial.” · Las empresas de capital nacional de dimensiones no tan grandes sufren generalmente los problemas más graves de transferencia de tecnologías, “con elecciones erróneas, dificultades para el mantenimiento, los repuestos, el software, en particular en casos de compras de sistemas CAD (diseño asistido por computadora) “llave en mano”, en los que el dispositivo resulta una especie de caja negra y el usuario no tiene acceso a los programas fuente, o sea las instrucciones originales del software.” · La empresa pública -telefónica, naviera, petrolera, ferroviaria, hidroeléctrica y nucleares, siderúrgicas o emisoras de televisión- realizó la adquisición a base de crédito externo comprometiéndose a realizar la compra al 83 UNIDAD 1 país otorgante del crédito. El efecto que esto produjo es que “Los materiales ofertados estuvieron tradicionalmente constituidos por elementos de descarte en dichos países, o por dispositivos innecesarios o excedentes. Un dato común a diversas adquisiciones de tecnología extranjera fue su planificación e instalación “por etapas”; las dificultades económicas impidieron el cumplimiento total del plan en las primeras etapas, produciéndose en las subsiguientes “recortes de gastos” que, en muchos casos, causaron el funcionamiento del sistema “en modo degradado”. A modo de síntesis final, Alicia Calvo expresa algunas conclusiones respecto al impacto de estos fenómenos en el comportamiento humano que resulta preciso destacar: “Para los trabajadores, la incorporación de tecnología es vista simultáneamente como algo positivo y como factor de riesgo. Como juicios positivos pueden destacarse la disminución del esfuerzo físico y la menor exposición a sustancias tóxicas. Mientras algunos mencionan la revalorización de las actividades intelectuales...y una cierta recuperación de la autonomía en el trabajo por una mayor responsabilidad en la elaboración de los nuevos productos más complejos, otros refieren a la pérdida de la creatividad como una tendencia inevitable. Sin embargo, el mayor temor es el de la desaparición de puestos de trabajo que la innovación puede aparejar, cosa que de hecho fue el motivo de su rápido desarrollo en Europa, acompañada por la inexistencia o ineficacia de los mecanismos que palian el desempleo tecnológico, que sí funcionan en los países europeos. Hay coincidencia en la necesidad de encarar los efectos de la introducción de innovaciones tecnológicas mediante políticas globales.” Con el fin de profundizar en la temática que hemos desarrollada en esta última parte, realice las siguientes actividades. Tome contacto a través de informantes clave con algún proceso de transferencia de tecnología de alguna organización de su medio. Describa el proceso de dicha transferencia enmarcándolo en alguna de las modalidades expuestas. Indague las acciones que se realizaron, sistemáticas o informales, en pro de un ajuste ergonómico de dicha tecnología. Describa -si los hubo- los obstáculos de dicho proceso y los resultados positivos y negativos que se obtuvieron. Consigne las conclusiones a las que arriba con este ejercicio de investigación exploratoria. 84 UNIDAD 1 A los fines de enriquecer el análisis de la problemática del subsistema tecnológico, incorporamos para su lectura y análisis el Dossier Nº 3 sobre “Cultura organizacional y nuevas tecnologías”. Si bien su contenido está focalizado en la importancia del tema para los profesionales psicólogos, muchas de sus consideraciones aparecen actualmente como preocupaciones compartidas por todos los profesionales que actúan en organizaciones. Luego de la lectura del dossier, responda los siguientes interrogantes: ¿Por qué la acción sobre la cultura posibilitaría una mejor inserción de tecnologías materiales y sociales? ¿Qué tipo de acciones pueden desarrollar administradores, ingenieros y expertos en recursos humanos; respecto de los siguientes aspectos de la innovación tecnológica? - La preparación de un ambiente social propicio para la innovación tecnológica. - La reducción de los efectos sociales adversos de las nuevas tecnologías. - El aprovechamiento de las posibilidades de desarrollo personal y social que ofrecen. 85 UNIDAD 1 DOSSIER Nº 3 CULTURA ORGANIZACIONAL Y NUEVAS TECNOLOGIAS -Un desafío para las prácticas del psicólogo profesionalLa práctica de los psicólogos en las organizaciones se define por su participación directa -diagnóstico, intervención- en los temas de la vida organizacional que implican al comportamiento humano. El ámbito de las organizaciones es un espacio en el que se despliega una importante trayectoria de prácticas y de desarrollos teóricos desde otras disciplinas preocupadas por la problemática del trabajo organizado, que en los últimos años ha adquirido una mayor legitimación académica en el espacio de la psicología y que actualmente se encuentra en expansión, a partir de las demandas del mercado y de las necesidades sociales. Es un ámbito de trabajo con fronteras disciplinarias muy vulnerables, del que participan psicólogos, sociólogos, ingenieros, administradores y comunicadores sociales; con saberes más o menos pertinentes para enfocar las demandas. Un ámbito de trabajo que cuenta actualmente con una importante disposición a incorporar saberes profesionales sin atender demasiado a las incumbencias de cada profesión, priorizando más la capa1 86 Lic. Andrea Pujol cidad profesional en lo que tiene de potencialmente efectiva para la resolución de un problema determinado que “el título de grado” de ese profesional. Las incumbencias profesionales mantienen su valor en lo que fueron históricamente las demandas específicas de las organizaciones a los psicólogos, pero en el sector de la empresa existe actualmente un aumento cada vez más notorio de demandas vinculadas a los problemas del cambio en las formas de organización del trabajo que exige el nuevo modelo productivo; demandas que hacen eje en la organización como sistema socio-técnico y en la gente en tanto colectivo implicado en las nuevas maneras de producir bienes o servicios. Nuevas demandas en un nuevo contexto Los principales cambios derivados del actual pradigma productivo devienen principalmente de la incorporación de nuevas tecnologías. Desde una perspectiva general, con Ponencia en las Jornadas de la Escuela de Psicología, Facultad de Filosofía y Humanidades, U.N.C., Octubre de 1995. UNIDAD 1 el concepto de tecnología se designa al conjunto de conocimientos técnicos y científicos que devienen del desarrollo de la cultura y forman parte de ésta. Estos saberes posibilitan la transformación de la materia, en tanto “inventos” sociales. En este sentido, los conceptos de conocimiento, tecnología y cultura mantienen entre sí una relación de mutua dependencia y están en la base de desarrollo de toda sociedad. El desarrollo de la inteligencia artificial puede ser considerada como una tercera revolución industrial que se inicia inmediatamente después de la segunda guerra mundial y su impacto se hace cada vez más significativo -aún cuando ya había sido advertido por los clásicos de la economía-, principalmente en función de su consecuencia más inmediata: la desocupación tecnológica. Muchos trabajadores se encuentran hoy fuera del sistema productivo y el trabajo significa cada vez menos un anclaje para la construcción de la identidad. Parte de esta generación y las que vienen probablemente construyan su identidad desde otras prácticas sociales. Jeremy Rifkin2 en sus estudios sobre economía y trabajo sostiene: “En la actualidad, por primera vez, el trabajo humano está siendo paulatinamente eliminado del proceso de producción. En menos de un siglo, el trabajo masivo en los sectores de 2 consumo quedará probablemente muy reducido en casi todas las naciones industrializadas. Una nueva generación de sofisticadas tecnologías de las comunicaciones y de la información irrumpen en una amplia variedad de puestos de trabajo. Las máquinas inteligentes están sustituyendo, poco a poco, a los seres humanos en todo tipo de tareas, forzando a millones de trabajadores de producción y de administración a formar parte del mundo de los desempleados, o peor aún, a vivir en la miseria.” En otros tiempos, las tecnologías fueron entendidas como un factor contingente que no producía impactos significativos en la cultura organizacional. Hoy representan el elemento central de la transformación de las sociedades en su conjunto. Producto de un cambio cultural, en tanto resultados del avance de conocimientos; y a la vez impulsoras de un cambio organizacional con profundas implicaciones psicosociales. En sentido estricto, desde una perspectiva organizacional la tecnología admite tres tipos de componentes en permanente interacción: - Componentes materiales, elementos concretos, equipos, herramientas, infraestructura física, materias primas, etc., necesarios para las actividades de la organización. Estos no representan un RIFKIN, J. El fin del trabajo. Nuevas tecnologías contra puestos de trabajo: el nacimiento de una nueva era. Colección Estado y Sociedad. Editorial Paidos. Buenos Aires. Edición 1996. 87 UNIDAD 1 componente estático, sino que se encuentran sujetos a cambio en función de los diversos procesos organizacionales. - Un conjunto de métodos, procesos y procedimientos generales, suceptibles de ser aplicados en las actividades de la organización, que remiten a la organización del trabajo y que pueden ser considerados como una “tecnología administrativa”. - Una variedad de dispositivos socio-dinámicos a través de los cuales se puede orientar e inducir comportamientos en los miembros de la organización, que mediaticen en la adecuación de los métodos y procedimientos a los fines de las actividades de la organización. Este componente podría considerarse bajo la denominación de: dispositivos de ingeniería humana, tecnologías sociales o tecnologías gerenciales. El desarrollo de nuevas y modernas tecnologías sociales -cada día más importante-, intenta cubrir necesidades derivadas de la complejización de la tecnología material, a partir del desarrollo de equipos modernos que suponen una modificación profunda de los procesos de trabajo y plantean nuevas exigencias al recurso humano. Así, quienes aún forman parte del mundo del empleo asisten a un profundo cambio en la concepción del 88 trabajo y de los diversos roles que se desempeñan en la organización, redefiniendo o tornando menos significativo los concepto de “oficio” o “puesto de trabajo”. Se hace preciso desarrollar nuevas actitudes en relación al propio trabajo, a los objetivos de la organización y a las interacciones sociales que se dan en su seno. Para ello, es la organización misma la que cambia junto con su gente. En estos términos, la idea de una economía sin trabajo va introduciendose en la vida de la organización a través de la presencia de modelos de producción flexible. La noción de sistema productivo flexible es una noción que involucra múltiples significados: la capacidad de adaptación de los equipos tecnológicos para dar respuesta al incremento en volumen y composición de la demanda, la capacidad de los trabajadores de adaptarse a nuevas y variadas tareas, la variación de los volúmenes de empleo y duración de los contratos según conyunturas puntuales y la sensibilidad de los salarios en función de la situación del mercado de trabajo y de las empresas. (Boyer, 1986; Stankiewitz, 1991) El estancamiento de la demanda y la apertura de los mercados moviliza a los consumidores hacia la búsqueda de mejores precios, plazos de entrega y financiación, mejores diseños en los productos y mayores opciones en los servicios. Esto ha ido configuran- UNIDAD 1 do un paradigma productivo que se centra principalmente en la emergencia de nuevos valores de mercado: la calidad y la productividad. Las nuevas formas de organización del trabajo se caracterizan por la puesta en marcha de una serie de cambios en la estructura y dinámica de la organización; que al menos en las empresas líderes supone: · Una profunda modificación de las estructuras organizativas que apunta a la existencia de menos niveles jerárquicos y a reducir el tamaño de las organizaciones a través de la descentralización y la desconcentración. · La incorporación de nuevas tecnologías materiales para la automatización de procesos e informatización de las comunicaciones. · La innovación en las tecnologías de gestión o tecnologías sociales, con predominancia del trabajo en equipo, en células o en redes. · Producción en series pequeñas de productos heterogéneos, que se desarrollan una vez que los productos ya han sido vendidos, reduciéndose la significatividad de los costos de capital y el costo laboral a partir de la disminución de stocks (just in time). · Producción integrada -con escasa división de tareas- y mayor participación funcional de los traba- jadores en la concepción y programación de las actividades, tendiendo a reducirse las actividades repetitivas, monótonas y poco creativas. En el plano social, las actuales relaciones de producción presentan una paradoja: el desarrollo tecnológico hace que los trabajadores no puedan participar efectivamente en la producción, y al mismo tiempo que no puedan no participar en ella. Al incrementarse la automatización, la conducción no puede no excluir a los trabajadores de la producción; pero tampoco puede excluirlos definitivamente, en virtud de la necesidad de control que requiere la complejidad de los equipos. En este conflicto, y frente a la necesidad de reducir los niveles de alienación desde la premisa de su imposibilidad de eliminarlos, se desarrollan unos dispositivos o métodos que modifican la dinámica de organización del trabajo. Al respecto reflexiona Mendel: “...¿En qué condiciones técnicas un trabajo permite cierta apropiación por parte del que actúa (individuo o grupo), poniendo en juego su inteligencia, su inventiva, su creatividad, generando de ese modo sentimientos de motivación y de interés? Nos parece que se trata de dos tipos de condiciones: un control sobre el proceso de trabajo, que implica formación, información y ver- 89 UNIDAD 1 dadera responsabilidad; una participación psicológica en el conjunto de la actividad colectiva a través de mediaciones adecuadas.”3 No hablamos aquí de la división jerárquica del trabajo; sino de dispositivos socio-dinámicos que actúan sobre la división técnica del trabajo, que según Mendel tiene que ver con todos o algunos de los actos productivos de la organización, como fragmentación del proceso de producción global y cuya realización se confía a sujetos especializados que intervienen efectiva y tecnicamente en su realización. La complejidad que supone la reorganización del modelo productivo alcanza a los productos culturales y a sus modos de producción por lo que la emergencia y puesta en marcha de estas innovaciones, impacta sobre la construcción de la subjetividad y el desarrollo de la cultura de la organización. La cultura organizacional es el sistema de interpretaciones de la realidad que sostienen los actos organizacionales y sus productos, en tanto usos, costumbres, rituales, mitos, símbolos, etc. En términos de Edgar Schein4 “...el patrón de supuestos básicos que un grupo dado ha inventado, descubierto o desarrollado en el proceso de aprender a enfrentar sus problemas de adap- tación externa e integración interna, y que han funcionado lo suficientemente bien como para ser considerados válidos, y, en consecuencia para ser enseñados a los nuevos miembros como una forma correcta de percibir, pensar y sentir en relación a esos problemas”. La cultura organizacional implica por un lado- esquemas de percepción y acción y -por otro-, los productos de la aplicación de dichos esquemas; es “el sistema de significación de que dispone una organización para incorporar las pautas del contexto cultural en que se encuentra inscripta”5 . La cultura organizacional es actualmente una dimensión privilegiada en el análisis organizacional. La problemática de la cultura debe entenderse como un tema clave para pensar el cambio organizacional y construir con la gente esquemas de percepción y acción colectivos que posibiliten procesar las actuales transformaciones sociales. Los procesos de cambio en la cultura organizacional -que se observan principalmente a partir de las transformaciones objetivas de la estructura organizativa, suponen la revalorización del aprendizaje y el conocimiento como factores de desarrollo. La organización es entendida como un espacio que permanente- 3 MENDEL, Gerard. La sociedad no es una familia. Edit. Paidos. Bs. As. 1993. 4 SCHEIN, E. La cultura empresarial y el liderazgo. Editorial Plaza y Janes. Barcelona. 1988. 5 ABRAVANEL, Harry y otros. Cultura Organizacional. Aspectos teóricos, prácticos y metodológicos. Edit. Legis. Serie Empresarial. Colombia. 1992. 90 UNIDAD 1 mente asimila y recrea conocimientos y tecnología, un contexto cada vez más complejo para el que poca gente está preparada. Los nuevos contextos de acción, demandan nuevas y variadas competencias y capacidades en el personal, en todos los niveles, y también la revisión de puestos y funciones. El personal se transforma en una pieza clave y su principal desafío es despegarse de las rutinas y ampliar el horizonte de su tarea acompañando los cambios y generando innovaciones. En tal sentido, bajo el supuesto de considerar al factor humano como clave del desarrollo; se detecta una fuerte tendencia de las grandes empresas a buscar una gestión de la cultura fuertemente articulada a las estrategias de crecimiento de la organización y claramente integrada en los múltiples aspectos que involucra la gestión de los recursos humanos: la organización del trabajo, la selección del personal, los salarios, las calificaciones, las relaciones jerárquicas y las políticas de capacitación. Los nuevos escenarios organizacionales dominados por la constante innovación tecnológica producen una pronta caducidad de los sistemas y procedimientos, del diseño de los puestos y de las competencias de los sujetos. Las nuevas competencias requeridas pasan básicamente por la capacidad de adaptación a contextos de incertidumbre, de anticiparse a lo impre- visto, de adquirir iniciativa y discernimiento para tomar decisiones adecuadas y rápidas, de incorporar habilidades para planificar, organizar y controlar las tareas, de generar actitudes participativas y de colaboración en las relaciones con los otros y con la organización. Sin embargo, no todas las empresas tienen conciencia de este desafío, ni lo emprenden de manera sistemática y profesionalizada. Factores como su posición en el mercado, el origen de su capital y el sector al que pertenecen, su tamaño, el grado de profesionalización de su gestión, la historia de desarrollo, la cultura interna -entre otros-; influyen para que desarrollen procesos particulares que -más allá de las tendencias hegemónicas- les permiten sobrevivir y crecer. En muchas de ellas, los conceptos de flexibilidad solo son incorporados en sentido restringido, limitando su alcance real o reduciendo su significación social; como cuando se los identifica exclusivamente con los procesos de flexibilización de contratos de trabajo. Cuando la flexibilidad es remitida casi exclusivamente a la idea de precarización laboral y concebida como único medio de permanencia en el mercado, su alcance se empobrece. En su sentido más potente, la flexibilidad puede ser entendida como capacidad de adaptación y debe ser considerada como capacidad de adaptación del sistema 91 UNIDAD 1 organizacional al contexto, como posibilidad de aprendizaje del colectivo social, de generación de una nueva cultura; y no como un atributo de un solo elemento de ese sistema considerado aisladamente. Una concepción como la que proponemos impone la necesidad de una gestión que enfrente el futuro articulando el proyecto organizacional con la cultura de la empresa, tomando como eje sustantivo la reconversión de competencias del personal y la formación de nuevos esquemas de percepción y de acción. Subjetividad y cambios La emergencia de un nuevo paradigma cultural, la formación de nuevos esquemas de percepción y acción colectivos, empieza a observarse en algunos cambios del orden de la subjetividad que entendemos significativo considerar: · La inseguridad que produce asimilar la incertidumbre y la velocidad de los cambios, debiendo prepararse para enfrentar múltiples cambios de carrera. · La redefinición de las estrategias personales y familiares para administrar los ingresos y las modificaciones en las opciones de consumo que imponen los mecanismos de remuneración variable por productividad o calidad. · Los cambios en la relación que el 92 sujeto establece con su propio trabajo -que invitan a abandonar las tradicionales nociones de especialización y calificación técnica o profesional-, derivadas del paso paulatino del desempeño en el marco de una descripción precisa de los puestos, al desempeño en puestos flexibles, multitareas. · La resignificación de los conceptos de poder y autoridad que produce el paso de relaciones de trabajo formales jerárquicas al trabajo en equipos poco estructurados y grupos de trabajo autónomos. · El desarrollo de nuevos procesos cognitivos, posibilitado por el incremento de la participación en la concepción y planificación de las tareas y el trabajo focalizado en el manejo de tecnologías de información más que de materias primas (Panaia, 1996). · La generación de habilidades sociales tales como la cooperación, la negociación, el liderazgo, etc. propias de la integración de redes o equipos. Estos cambios impactan de manera diversa en los sujetos de acuerdo a las condiciones objetivas en que se desarrollen, su edad, su capital cultural y otros factores que contribuyen a configurar sus posibilidades de adaptación. Muchas organizaciones que enfrentan estos cambios precupadas por su impacto en los sujetos y grupos, son UNIDAD 1 conscientes de que solo la gestión de la cultura puede amortiguarlos. En este sentido, la gestión de los procesos de cambio cultural en las organizaciones aparece como un resquicio para favorecer la construcción de dispositivos que promuevan el desarrollo humano. La participación del psicólogo debe definirse en principio por su intento de comprensión de los procesos de cambio derivados de estas tendencias; y luego por la elaboración de nuevas herramientas metodológicas para la práctica profesional, al menos en relación a tres tipos de acciones de salud: La preparación de un ambiente social propicio para el cambio. La reducción de los efectos sociales adversos. El aprovechamiento de las posibilidades de desarrollo personal y social que ofrecen. La profesión del psicólogo y los cambios Hemos sintetizado tres emergentes que devienen de la transformación de los contextos organizacionales: · Redefinición de la relaciones que el sujeto establece con la tarea que define su desempeño. · Desplazamiento del lugar de anclaje de construcción de la iden- tidad · Desarrollo de nuevos procesos cognitivos, de pensamiento, de significación de la realidad. En estos procesos de cambio el aporte del psicólogo resulta esencial, tanto para facilitar la adaptación de los actores sociales a las nuevas culturas organizacionales, como para neutralizar los efectos que no son saludables. Desde esta perspectiva, el psicólogo queda implicado como co-protagonista del cambio al que asisten las organizaciones con las que trabaja, en la medida en que debe acompañarlas en un proceso con obstáculos diversos, efectos no deseados, transiciones angustiantes. Pero también queda implicado como sujeto de estos cambios, en la medida en que también la profesión y la especialidad será atravesada por ellos. Conjuntamente con la transformación del contexto de las organizaciones se redefine la pertenencia a las instituciones que tradicionalmente nos han contenido en tanto profesionales. Algunas ideas-sostén empiezan a caerse: La idea de la “colegiación profesional” La proliferación de la formación de cuarto nivel -maestrías y doctorados- para los profesionales junto con la creciente profesionalización de los 93 UNIDAD 1 niveles técnicos -licenciaturas cortas y diplomaturas-, se desarrolla principalmente desde ofertas curriculares focalizadas por problemas o ámbitos a las que pueden acceder diversos profesionales -ingenieros, administradores, sociólogos, etc- en función de sus trayectoria de prácticas. Esto hace que paulatinamente pierdan vigencia las “incumbencias profesionales”, desplazándose la especialización por áreas o disciplinas a la especialización en problemas; compartida con otros profesionales con formación de base en otras carreras. La idea de la “hegemonía del saber profesional” La calidad y productividad también se erigen como valores orientadores de la eficacia de las prácticas profesionales, aún en el ámbito de profesiones antes evaluadas más por sus intenciones que por sus resultados. Las organizaciones que demandan la intervención de profesionales disponen de mayores conocimientos sobre su problemática y sobre las alternativas técnico-profesionales de solución a las que pueden acceder. Por ello, se encuentran en mejores condiciones de formular requerimientos en términos de resultados y de evaluar los mismos en función de parámetros técnicamente válidos. Las ideas de “profesión liberal y profesional independiente” En función de la descentralización y desconcentración de servicios por parte de las organizaciones y de la flexibilización de las relaciones de trabajo, disminuye la relación de dependencia de los profesionales con las organizaciones. Las asociaciones circunstanciales de profesionales -o entre profesionales e institucionespor licitaciones de proyectos y programas se incrementan, validándose las pertenencias institucionales6 múltiples y los múltiples cambios de profesión y trayectoria de carrera. Si desde un enfoque psico-social, se atribuye a las instituciones la capacidad de favorecer en el sujeto sentimientos de pertenencia a un cuerpo social vivido como totalidad, constituido por proposiciones que guardan coherencia entre sí, que expresan cierta continuidad y solidez; el desafío es emprender la doble misión de colaborar en la gestión del cambio institucional, y a la vez reposicionarse frente al impacto de dicho cambio en la identidad profesional. Tarea difícil. Obstáculo que se constituye a la vez en una oportunidad para desplegar la creatividad que subyace a toda crisis. 6 Esto sucede incluso en la actividad docente bajo las nuevas modalidades de contratación “free-lance” que rigen a las instituciones educativas universitarias. 94 UNIDAD 1 BIBLIOGRAFIA BOYER, Robert. La flexibilité du travail en Europe, Editions La Découverie. Paris. 1986. PANAIA, Marta (Comp.). Trabajo y empleo. Un abordaje interdisciplinario. Coediciones EUDEBA-PAITE. Buenos Aires. 1996. RIFKIN, J. El fin del trabajo. Nuevas tecnologías contra puestos de trabajo: el nacimiento de una nueva era. Colección Estado y Sociedad. Editorial Paidos. Buenos Aires. 1996. SCHEIN, Edgar. La cultura empresarial y el liderazgo. Editorial Plaza y Janes. Madrid. 1985. STANKIEWICZ, Francois. Las estrategias de las empresas frente a los recursos humanos. Humanitas. Buenos Aires. 1991. 95 UNIDAD 1 ACTIVIDADES DE AUTOEVALUACIÓN 1. Fundamente porqué las organizaciones pueden ser entendidas como sistemas abiertos diferentes de los sistemas orgánicos. 2. Desde una visión sistémica de la organización, explique los tres aspectos del sistema que es necesario considerar para describir su comportamiento. 3. Enumere las tres dimensiones más relevantes para valorar las características de una estructura organizativa. 4. Comente las relaciones que existen entre delegación de autoridad y bases de departamentalización. ¿Es deseable crear divisiones de áreas sin delegar autoridad en quienes las dirigen? 5. ¿Qué relación existe entre la cultura organizacional y la cultura social? 6. Piense en alguna organización -universidad, banco, club, etc.- que usted haya visitado últimamente. Describa qué indicadores a nivel del espacio físico y las relaciones interpersonales le servirían para decir algo acerca de la cultura de la organización. 7. Explique sintéticamente el concepto de tecnología de producción flexible y su principal aporte al desarrollo de los recursos humanos. 8. ¿Cuál es, a nivel social, la consecuencia más grave de la innovación tecnológica? 96 UNIDAD CRITERIOS DE EVALUACIÓN PARA LA ACTIVIDAD OBLIGATORIA !"#$$ % "$ % &' % ('$)#($ % )* % +$, % ()"-.$/0'("( % 1(/#+)($ % 20&+0/1 % 0/,-0&'$)#$$ %& 1/(,$"(. % $0 % 1/$).-304$5 Nº1 1 6$0&-,$& % 00 %,#-2-.0.( % 7&-80#(/-0$ 9%)2:$&00 %&; %)"#-#+#(1 % 0/0* % +$" %$0$ %20&+0.09% ,0&-<-,0.0 1 % (/ $ %& # % +#(/5 =-& % 00 % ,#-2-.0.)%(/%$"1().$0 % .$,+0.0'$)#$0 %& % (" %(&-,-#0.(>+ %"#$.# % $)./:& % 0 (1(/#+)-.0.. % $/ %$?0,$/&09%$ % )2-0/&0)%+$20'$)#$1 % 0/0" % +, % (//$,,-:)5 @('$$ % ), % +$)#0& % 0"" % -8+-$)#$", % ()"-.$/0,-()$"1 % 0/0< % 0,-&-#0/" % +# % /0704(9%$ %& )+$"#/(5 A0/0$ % 20&+0/" % +1 % /(.+,,-:)># % $)./$'("$ % ), % +$)#0& % ("" % -8+-$)#$"B % 6;@!6;C= D!! % EFGHFB;CIJ F 5 =+, % 010,-.0.1 % 0/0, % ('1/$).$/& % 0", % ()"-8)0"* % +$& % $1 % &0)#$0& % 00 % ,#-2-.0.5 K 5 =+, % 010,-.0.1 % 0/0%.$)#-<-,0/9%. % $<-)-/, % ()1 % /$,-"-:)& % (", % (),$1#("* % +$ .$7$-%)#$8/0/$ % )& % 0/%$"(&+,-:). % $& % 0# % 0/$0>/%$&0,-():).(&("& % :8-,0'$)#$5 B5 =+, % 010,-.0.1 % 0/0< % +).0'$)#0/# % $:/-,0'$)#$& % 0"0 % 1/$,-0,-()$"* % +$/%$0&-,$ "(7/$& % 0-%)<(/'0,-:)1 % /$"$)#0.0( %, % ()"+&#0.05 D5 =+, % 010,-.0.. % $0 % 1&-,0/1 % /(,$.-'-$)#("& % :8-,("$ % )$ % &0 % ):&-"-"9%/$"(&+,-:) .$& % 0", % ()"-8)0"5 !5 =+1 % ("-7-&-.0.. % $$ % L1/$"0/$ % )& % 0/%$"(&+,-:). % $& % 0", % ()"-8)0">0 % ,#-#+.$", % (M ?$/$)#$", % ()$ % &$ % )<(*+$1 % /(1+$"#(1 % 0/0$ % &0 % 7(/.04$. % $& % 00 % "-8)0#+/05 N5 =+, % 010,-.0.. % $$ % L1()$/, % ()(,-'-$)#("$ %%.$0". % $' % 0)$/0& % :8-,09%( % /.$)0M .0>0 %# % /02:". % $+ % )& % $)8+04$# % :,)-,(1 % /$,-"(5 A0/0< % 0,-&-#0/& % 08 % $"#-:)0 % .'-)-"#/0#-20# % ('$$ % ), % +$)#0& % 0"" % -8+-$)#$"6 % !BCM O!IDFB;CI!=J ! ! ! ! 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Realice un inventario de características -sin valorar si son positivas o negativas- del empleado ferroviario. Identifique en dicho listado aquellas que indicarían una posible resistencia a la introducción de nuevas tecnologías. 2. Realice un inventario de los valores centrales de la cultura del ferrocarril como organización. Señale si se trata de valores, normas formales o informales, costumbres, leyendas, mitos. 3. ¿Piensa usted que el tipo de cultura del ferrocarril es funcional para los cambios que debe realizar la empresa? Valore la funcionalidad de la cultura de la empresa en relación a su nuevo contexto. 4. Identifique los valores que sería preciso introducir para que la tecnología fuera asimilada por la gente. 5. Detecte los elementos culturales que, por su funcionalidad, deberían preservarse o potenciarse, o que podrían ser útiles para impulsar el cambio. 6. ¿Considera usted que la estructura organizativa tradicional del ferrocarril se adapta a las de una organización moderna? ¿Por qué? 7. Según las modalidades que adopta la implementación de tecnologías en las empresas argentinas. ¿Qué características podría adquirir la innovación en este caso? ¿Cuáles son los obstáculos para la innovación? CASO FERROCARRILES* “Una empresa de ferrocarriles recientemente privatizada desarrolla un proyecto de reingeniería con el fin de orientar su actividad exclusivamente al transporte de cargas, y capitalizar las oportunidades que le ofrece el Mercosur a la posición de su red. Uno de los objetivos primordiales apunta al logro de una importante mejoría en los servicios en calidad y precios, a fin de restablecer la confianza en el modo ferroviario de transporte. Entre los cambios que van a introducirse se instalará un sistema de comunicaciones satelital conectado a una red informática, que permitirá un impacto significativo en la eficiencia y calidad del servicio. Dicho sistema permitirá que a los pocos minutos de solicitado el servicio de 99 transporte vía módem por el cliente -desde cualquier punto de la región-; pueda ser asignada la máquina y los vagones, designado el personal de a bordo, programados y confirmados los horarios de carga y descarga; y habilitada la vía libre para la circulación del tren. Esta profunda innovación tecnológica, unida a las necesidades que le dieron origen, supone iniciar un proceso de reconversión de las competencias del personal en todos los niveles, y una gran transformación en los modos de hacer de la organización. Se ha realizado un diagnóstico de la cultura organizacional, para conocer el contexto organizacional y a los destinatarios de la capacitación, a fin de pensar un plan de reconversión exitoso. Veamos una síntesis del informe... INFORME DIAGNOSTICO SOBRE EL AMBIENTE CULTURAL · Los ferrocarriles como ámbito de trabajo Una de las ideas que puede resultar organizadora para una descripción del contexto de trabajo remite a los ferrocarriles como un ambiente semi-cerrado y poco permeable a las interacciones con el contexto. Más allá de las líneas y ramales, el ferrocarril ha sido siempre una organización única en el país, con capacidad de autoabastecimiento y bajo nivel de insumos externos para sus procesos; y con sus propias redes y códigos de comunicación interna, que operaron como factores decisivos en la configuración de una cultura única en sus características. El ferrocarril se organizó a través de una megaestructura, con múltiples niveles jerárquicos y funciones, lo que determinaba un escalafón de sucesivas categorías. La posibilidad de desarrollo para el personal era importante: además de existir innumerables escalones para ascender, se tenía en cuenta la antigüedad y la capacidad, que se evaluaba por medio de exámenes de ingreso y anuales. En principio se trata de una cultura que se constituyó en base a valores importados, en función de su origen británico, y a valores nuevos intrínsecos a su tarea primaria; valores que generó e impuso a su contexto sin necesidad de un intercambio importante con el medio. Desde estas condiciones estructurales, el ferrocarril ha jugado un papel hege100 mónico en la conformación del tejido social del país. Vale como metáfora decir que no se instaló el ferrocarril según los imperativos del contexto, sino a la inversa: el ferrocarril fue un determinante de la configuración actual del tejido social, un imperativo para el desarrollo del país. Soberano en su contexto, omnipotente en su dinámica de funcionamiento interno, con una tarea primaria técnicamente muy compleja y diversificada, el ferrocarril nació y se desarrolló simultáneamente como organización y como hecho socio-cultural. Estas condiciones explican la relación estrecha entre desarrollo organizacional y cultura interna, al punto en que resulta difícil discriminar ambos aspectos con claridad. En este sentido, las condiciones del desarrollo organizacional; permitieron que se gesten y reproduzcan tradiciones, valores, costumbres y otros rasgos culturales distintivos que impregnaron los modos de ser y de hacer. Hacia adentro, su desarrollo generó desde barrios ferroviarios con servicios de salud y educación para las familias, hasta mecanismos propios de reproducción de su fuerza de trabajo -bajo la forma de una “escuela” de formación interna- o de la transmisión del oficio de generación en generación, y también la migración interna del personal de una región a otra para ocupar puestos de alta calificación, difíciles de cubrir. Los entrevistados coinciden, por ejemplo, en el recuerdo de ser nietos o bisnietos de ferroviarios, de haber “nacido en una casa a pocos metros de la playa de maniobras”, de reconocer el ruido del enganche y desenganche de vagones como “el primer sonajero”. Factores jurídico-políticos como su transformación en empresa del estado en un contexto de progreso económico y social, no hicieron más que fortalecer los rasgos centrales antes descriptos: un ambiente conservador, poco permeable a las influencias externas, con capacidad de autoabastecimiento y con escasas necesidades de cambio. Esa cultura fue también la que impidió que la organización visualizara la necesidad de readaptarse a un contexto social que ha cambiado profundamente. La gran transformación que atraviesa hoy la empresa tampoco es una necesidad deseada y reconocida. Por esto, no habiéndose realizado un proceso de sensibilización y concientización sobre el sentido del cambio, éste ha ingresado desde el comienzo mismo del proceso de privatización- de una manera traumática en la vida cotidiana del ferrocarril. · El hombre y la tarea Las particularidades enunciadas anteriormente, permiten reconocer en la gen101 te una fuerte identificación con el oficio. Gran parte del personal ha ingresado al trabajo a edad temprana -entre los 15 y 20 años-, y ha heredado el oficio de generaciones anteriores; registrando actualmente una importante antigüedad en la tarea, aún siendo jóvenes, ya que los mayores se han jubilado o retirado. Además, poseen un conocimiento práctico significativo del quehacer ferroviario, a partir del paso por diferentes puestos y, a veces, por diferentes zonas. Estos son algunos testimonios: “Nadie manejó el telégrafo como yo. En treinta años nunca di mal un vía libre” “Cuando se descarrilaba un tren en cualquier parte, yo sabía que lo importante era la carga. Me sentaba en la vía al lado del tren y no me movía aunque tuviera que esperar tres días. Siempre había algún poblador que me daba algo de tomar o de comer, cositas...pero los muchachos nunca me fallaron, me levantaban rápido...es que para todos era importante que la carga llegara completa y lo más rápido posible.” “Al torno la hacía hilacha. A todas las piezas que terminaba les grababa mis iniciales, como lo hacía mi viejo, así después las podía descubrir...” A su vez, esta modalidad de desarrollo laboral marca la presencia de escasos niveles de educación formal y profesionalización, y también de actualización en la propia tarea; esto en virtud de que en los últimos veinte años la empresa no ha desarrollado programas de capacitación o cursos de actualización, ni ha realizado cambios en los procesos de trabajo. La situación de recesión de la actividad en la organización, la ausencia de capacitación, y de desafíos adaptativos en la tarea cotidiana, han repercutido fuertemente en la capacidad de autogestión del personal para la toma de decisiones que no sean las impuestas por la actividad rutinaria. Del mismo modo, se detecta una brecha significativa entre las necesidades de la organización de incorporar nueva tecnología y las posibilidades de su dominio por parte del personal, habituado al manejo de tecnología desactualizada, en muchos casos sin un capital cultural que permita su dominio, y con un importante nivel de resistencia a los nuevos aprendizajes. Finalmente, y precisamente en lo que atañe a la visión que los actores poseen sobre el tiempo de profundos cambios que vive la empresa, es importante considerar algunos factores que, de no tenerse en cuenta, pueden obstaculizar el logro de la calidad buscada en los procesos. En primer término, el oficio del trabajador ferroviario está íntimamente ligado 102 a la historia familiar y a una visión de país, en tanto para muchos de ellos la historia del ferrocarril es, de alguna manera, la historia de su propia familia y la historia argentina. En relación al proceso de cambio que vive la empresa, más que una resistencia combativa se encuentra una evocación nostálgica del pasado y bastante temor. Añoran la vieja estación “desde la que podíamos ver toda la playa de maniobras”, “los mensajes secretos que nos enviábamos a través del telégrafo”, o los viejos uniformes. Existe una evocación nostálgica de espacios, de tiempos, de modos de hacer, de usos y costumbres, y hasta de objetos; en la que estas ideas de “oficio ferroviario/tradición familiar/modelo de país”, se cruzan permanentemente. También existe el miedo, como consecuencia de un proceso de cambio que no ofrece certezas ni garantías en cuanto a la posibilidad de preservar el puesto de trabajo, que aunque mal remunerado, se hace vital en un contexto de recesión como el actual. Frente a los cambios que se han operado hasta aquí, en mirada retrospectiva, los sentimientos son más disímiles. Predomina la desconfianza acerca de las intenciones del cambio: “en realidad acá se fue gente...pero no llegó nada” o “no sé de qué calidad me van a poder hablar si me siguen pagando diez pesos para compra de uniforme y equipo de seguridad...”; “todos nos hablan del futuro, pero el futuro...yo...creo que se debe ver en el presente...y acá no pasa nada.” Como se percibe en estos ejemplos, la desconfianza da espacio a una gradual desmotivación y oculta, en muchos casos, las verdaderas dificultades de adaptación que se están viviendo: En las ideas de la gente, el cambio es algo que pasa muy lejos, algo de lo que se habla, y algo que, cuando se lo ve, tiene mucho mas de merma o de carencia (pérdida de compañeros, de la estación vieja, de pertenencia gremial) que de aumento, mejoría y progreso. Hasta aquí algunas ideas que son sustanciales para pensar el clima de la organización como posibilidad y como limitación para las innovaciones en la reconversión de los recursos humanos.” * El presente caso ha sido elaborado por la Lic. Andrea Pujol ha partir de una situación de práctica profesional. 103 104 105 UNIDAD 1 106 UNIDAD 1 107 UNIDAD 1 108 UNIDAD 1 109 LOS PROCESOS ORGANIZACIONALES UNIDAD 2 UNIDAD 2 O RIENTACIÓN APRENDIZAJE DEL En la primera unidad de esta asignatura, abordamos la organización como sistema socio-técnico y destacamos la importancia de la estructura, la cultura y la tecnología como aspectos estructurales de la misma. En esta unidad nos abocamos a analizar algunas de las interacciones que se dan entre esos tres subsistemas, interacciones que agrupamos con el nombre de procesos organizacionales internos. Esta distinción entre estructura y procesos es bastante usual en el campo de las organizaciones. Incluso, como usted habrá notado, los autores que proponemos para las lecturas obligatorias plantean este mismo enfoque. Al considerar la estructura, se analizan los componentes más estáticos de la organización, sus divisiones horizontales y verticales, la forma en que está dividido el trabajo y la autoridad, en general, cómo es una organización. Al considerar los procesos, se analizan las interacciones entre los elementos; es decir cómo funciona una organización. En una inicial y grosera comparación, estructura y proceso en organizaciones sería comparable a lo que en biología humana conocemos como anatomía y fisiología. Pero a diferencia de los sistemas biológicos -que no pueden alterar su estructura-, los sistemas sociales -que son morfogenéticos-, sí la pueden alterar para adecuarse a los cambios del ambiente, que le imponen nuevas restricciones, le ofrecen nuevas posibilidades, o le exigen incluso una reformulación de su finalidad. Desde esta perspectiva puede ser un error considerar la estructura de la organización como algo inmutable. Los procesos son las formas principales en que de un modo más o menos sistemático, la organización genera actividad, modifica su propia estructura, orienta su acción y se desarrolla según un rumbo preestablecido. Las personas y los grupos se comunican, intercambian información, evalúan resultados, toman decisiones. La estructura organizacional sienta la plataforma para que estos procesos ocurran, los condiciona, pero a su vez puede resultar modificada por sus resultados. En el enfoque sistémico adoptado, consideramos a los procesos como a las formas en que se presentan las interrelaciones entre los diversos subsistemas que componen una organización. Privilegiamos los procesos y las acciones humanas que ocurren en el flujo normal del trabajo, en los encuentros formales e informales entre los miembros de la organización. Y dentro de ellos, por razones de extensión, nos centramos en tres: procesos de poder e influencia, de comunicación y de toma de decisiones. 100 UNIDAD 2 El aporte de las ciencias del comportamiento a la comprensión de estos procesos es cada vez más importante. La preocupación por estos temas se inició en principio con estudios a nivel de sociedad y más tarde se evidenció la importancia de realizar estudios en las organizaciones, aún para captar líneas explicativas a nivel social. Los procesos de poder e influencia han sido estudiados sistemáticamente por la sociología, las ciencias políticas, la historia, la filosofía y la antropología. Los procesos de toma de decisiones se articulan más directamente con la problemática de la vida en sociedad y las formas de gobierno, por lo que constituyen la temática privilegiada de la ciencia política. Para el estudio de los procesos de comunicación, han contribuido muy especialmente -además de las disciplinas citadas- la psicología y la lingüistica. Actualmente son temas que no solo es preciso saber desde una perspectiva teórica, en tanto fenómenos constitutivos de la vida organizacional. Actualmente, la mayoría de los profesionales, empresarios y gerentes de empresas demandan también formación práctica; es decir, adquirir las habilidades básicas que les permitan conducir estos procesos en beneficio de la eficacia de la organización. Este enfoque nos permite plantear los objetivos y contenidos de aprendizaje que orientarán el desarrollo de la unidad. Al finalizar el aprendizaje de esta unidad, usted estará en condiciones de alcanzar los siguientes objetivos: Reconocer la importancia de los procesos de poder en influencia en la eficacia organizacional y en el mantenimiento de un clima humano saludable. Objetivos del Aprendizaje Analizar la problemática del poder desde una perspectiva interdisciplinaria considerando sus dimensiones psicológicas, psicosociales y sociológicas. Identificar las características básicas de la comunicación formal e informal y la importancia que adquiere desde la perspectiva del comportamiento humano. Identificar y explicar las barreras y dificultades más frecuentes de los procesos comunicativos. Describir algunas dificultades que surgen en el proceso de interacción entre grupos y señalar algunas medidas para superarlas. 101 UNIDAD 2 Identificar los factores individuales y grupales que afectan las decisiones tomadas en ámbitos organizacionales. Enunciar diversos aspectos psicológicos del proceso de pensamiento que constituyen límites cognitivos de la racionalidad, y explicar su influencia en el proceso de toma de decisiones. Los objetivos propuestos podrán ser alcanzados trabajando sobre los siguientes contenidos: 1. Poder e influencia 2. Comunicaciones 3. Toma de decisiones Estos tres procesos se vinculan entre sí: todo proceso de influencia es un acto comunicativo, como lo es la toma de una decisión. Toda comunicación entre personas y/o grupos es asimétrica, en la medida en que quienes se comunican rara vez tienen idénticos intereses o idéntica cuota de poder. La toma de decisiones implica el ejercicio del poder y el poder se ejerce muchas veces a través de las decisiones que se toman. Esta estrecha vinculación de los procesos no nos inhibe para tratarlos separadamente, solo en función de poder profundizar su abordaje conceptual y facilitar el aprendizaje del alumno. La problemática del poder aparece con frecuencia connotada de valoraciones negativas, que logramos revertir ni bien conocemos con mayor profundidad su naturaleza, su importancia y algunos de sus efectos positivos. Nuestra propuesta es que usted pueda analizar y sopesar las ventajas y desventajas de su ejercicio y las formas más adecuadas de hacerlo. Intentamos acercarle algunas conceptualizaciones básicas acerca de los procesos de poder e influencia; y especialmente algunas reflexiones sobre la importancia que adquieren desde el punto de vista de la eficacia organizacional y de las relaciones interpersonales e intergrupales en la organización. Los procesos de toma de decisiones presentan aspectos psicológicos y sociales que resultan de suma importancia para comprender la distancia que habitualmente existe entre las decisiones “ideales” o “deseables” de aquellas que 102 UNIDAD 2 efectivamente se concretan en la vida cotidiana organizacional. Distancia que se vincula a la imposibilidad de que exista racionalidad absoluta en un proceso desarrollados por seres humanos; sujetos a pasiones, motivaciones, emociones e ideas no siempre conscientes y controlables. En lo que respecta a los procesos de comunicación, analizamos principalmente cuáles son los obstáculos y barreras más frecuentes que dificultan una comunicación organizacional efectiva; que sirva tanto a la eficiencia organizacional como al mantenimiento de un clima humano saludable. A manera de orientación general de la presentación de contenidos sintetizamos los conceptos básicos a ser abordados en el Esquema Conceptual: Esquema Conceptual ORGANIZACIONES ESTRUCTURA PROCESOS PODER E INFLUENCIA Bases del poder Poder y Autoridad Factores psicológicos Factores psicosociales Factores sociológicos Estrategias y tácticas políticas · Relaciones intergrupos. · · · · · · COMUNICACIÓN · Tipos de comunicación · Elementos del proceso · Factores comportamentales · Barreras de la comunicación · Estilos y estrategias interpersonales. TOMA DE DECISIONES · Tipos de decisión · Pasos lógicos del proceso · Factores contextuales · Factores cognoscitivos y afectivos · Características de las decisiones grupales · Técnicas facilitadoras para la creatividad 103 UNIDAD 2 Bibliografía Obligatoria Para abordar los temas propuestos en esta unidad tomamos como fuente bibliográfica: GIBSON, J., IVANCEVICH, J., DONELLY, J. Las organizaciones: Comportamiento, estructura y procesos. Editorial Addison Wesley Iberoamericana. USA. 1996. Capítulos 10, 11, 17 y 18. Le recordamos que si bien tomamos como referencia la edición 1996, usted puede encontrar con mucha facilidad los temas que desarrollamos en esta unidad, en cualquiera de las ediciones precedentes. Los procesos a los que hacemos referencia en esta unidad como procesos de poder e influencia, son desarrollados en la bibliografía obligatoria como poder y política; mientras que los de comunicación y toma de decisiones son tratados bajo la misma denominación con que los tratamos aquí. En el tratamiento de los procesos de poder e influencia, integramos el abordaje de los conflictos entre grupos a los que los autores le dedican un capítulo aparte. Usted encontrará en la bibliografía aportes significativos para conocer y comprender la dinámica de estos procesos, y diversas lecturas complementarias que le permitirán captar cómo se dan en diferentes realidades organizacionales. En el desarrollo de esta orientación del aprendizaje, sumamos a esos aportes nuestras ideas y reflexiones y le proponemos actividades que le faciliten apropiarse de la información y ejercitar su aplicación a situaciones de la cotidianeidad de las organizaciones de nuestro medio. Para que realice un mejor aprovechamiento de la información, le sugerimos iniciar su proceso de aprendizaje realizando una lectura comprensiva de esta guía de estudios; oportunamente le indicaremos la lectura de los capítulos de la bibliografía complementaria. En esta unidad no le proponemos realizar ninguna actividad obligatoria y por ello disminuyen las posibilidades de retroalimentar su proceso de aprendizaje desde la tutoría. Le sugerimos prestar especial atención a las actividades de proceso y de autoevaluación, aprovechándolas para identificar las conceptualizaciones clave de la unidad y para evaluar su propio proceso. 104 UNIDAD 2 1. Poder e influencia “Cuando se definen los efectos de poder por la represión se utiliza una concepción puramente jurídica de ese poder; se identifica poder con una ley que niega; con la potencia de la prohibición... Lo que hace que el poder se sostenga, que sea aceptado, es sencillamente que no pesa sólo como potencia que dice no, sino que cala de hecho, produce cosas, induce placer, forma saber, produce discursos; hay que considerarlo como una red productiva que pasa a través de todo el cuerpo social en lugar de considerarlo una instancia negativa que tiene solo por función reprimir.” Michel Foucault. Un diálogo sobre el poder. Una de las metáforas con las que Gareth Morgan1 alude a la dinámica de las organizaciones es la metáfora política: las organizaciones pueden ser concebidas como sistemas políticos o sistemas de gobierno. Basta reconocer la existencia de una estructura organizativa de jerarquías y relaciones de subordinación para comprender el alcance de esta expresión. Además, quienes tienen o han tenido experiencia laboral en organizaciones, saben que parte del aprendizaje que realizamos en nuestro desempeño está vinculado a comprender la dinámica del liderazgo y de la negociación, en la medida en que estamos sujetos a la influencia permanente de individuos y grupos, a la vez que nosotros mismos influenciamos en los demás. De este modo, las organizaciones son sistemas políticos debido a que las relaciones de poder que se dan en su seno constituyen los principales mecanismos de vinculación entre las personas, lo que convierte a los conjuntos de individuos en sistemas con metas. ¿Qué es entonces el poder? Una definición general nos permite visualizarlo como la habilidad potencial de una persona o grupo para ejercer influencia sobre otra persona o grupo. La definición involucra la idea de una capacidad potencial: podemos poseer la capacidad de ejercer influencia sobre otros, pero podemos decidir no utilizar dicha capacidad. No obstante, en algunos contextos, el simple hecho de poseer dicha habilidad puede ser suficiente para ejercer influencia sobre otros. El poder puede residir en los individuos -directivos, líderes-, o en los grupos -departamentos, secciones o grupos informales-. 1 MORGAN, G. Imágenes de la organización. Editorial Ra-ma. Madrid. 1990. 105 UNIDAD 2 Por otra parte, la influencia es la capacidad efectiva de afectar a los demás. Si una persona logra hacer cambiar de opinión a otra sobre determinado tema, si logra comprometerla a actuar de determinada manera; ha ejercido influencia y ha utilizado el poder. Los autores que proponemos como bibliografía obligatoria, también realizan estas distinciones, si bien en el desarrollo de la temática adoptan indistintamente cualquiera de los términos propuestos. También es importante distinguir los conceptos de poder y autoridad: una persona ejerce autoridad cuando el poder de que dispone ha sido legitimado en el contexto organizativo. Al transformarse el poder en autoridad, la influencia es ejercida legítimamente y se presenta bajo la forma de control social del comportamiento. Diferentes investigaciones y desarrollos teóricos han concluido en que una definición general del poder no permite dar cuenta acabadamente del fenómeno. Por el contrario, la mayoría de las investigaciones concluyen en reconocer la complejidad y contingencia de los fenómenos de poder en las organizaciones, y la dificultad de captar, por medio de una o incluso varias disciplinas, sus múltiples factores: psicológicos, sociológicos, psicosociológicos, políticos, económicos, etc. El abordaje del poder desde un marco multidisciplinario, ha permitido distinguir diferentes tipos de poder, es decir, conceptualizar el poder según las bases en las que éste se asienta, según la naturaleza del factor que determine su ejercicio. Realice una lectura comprensiva del capítulo de la bibliografía obligatoria que refiere a los procesos de poder y política. Con los aportes de la bibliografía obligatoria usted ha podido acceder a una tipología del poder construida según las fuentes o bases desde las que se ejerce: el poder legitimado, el de recompensa, el coercitivo, el de experto y el referencial o personal. En principio, considerando estos tipos de poder, la problemática puede ser analizada desde tres perspectivas: Perspectiva psicológica: el poder como atributo personal del individuo. Perspectiva psicosociológica: el poder como relación intragrupal o interpersonal. Perspectiva sociológica: el poder como relación en un contexto coactivo. 106 UNIDAD 2 TIPOS DE PODER Poder Legítimo Poder de Coerción Poder Retributivo Individuo Poder Experto Poder Personal A partir de la lectura de la bibliografía obligatoria, responda los siguientes interrogantes. 1. ¿Alguno de estos tipos de poder no puede ser combinado con otro? ¿Por qué? 2. ¿Alguno de estos tipos de poder solo pueden ser ejercidos por individuos o solo por grupos? ¿Por qué? 3. ¿Algún tipo de poder podría ser considerado como el más beneficioso para la organización? ¿Por qué? 4. ¿En función del beneficio de la organización, debería ser evitado algún tipo de ejercicio de poder? ¿Por qué? 107 UNIDAD 2 A partir de la clasificación propuesta por los autores, realice el siguiente ejercicio. 1. Identifique ejemplos de situaciones de influencia interpersonal en la organización, que permitan visualizar el ejercicio de cada uno de los diferentes tipos de poder. 2. Elabore tres ejemplos de situaciones en las que dos o más tipos de poder se ejerzan combinadamente. En la primera perspectiva mencionada, la psicológica, pensar el poder como un atributo personal del individuo, implica reflexionar sobre los factores psicológicos que están asociados a la capacidad de ejercer influencia sobre los demás. Entre estos factores se reconocen principalmente: · la capacidad: inteligencia, vivacidad, facilidad de comunicación, originalidad, capacidad de juicio crítico. · el logro personal o éxito: niveles de instrucción alcanzados, proeza, ambición, etc. · la capacidad de participación social: actividad, sociabilidad, cooperación, adaptabilidad, sentido del humor. · el status alcanzado; la popularidad, el nivel socioeconómico, el prestigio social. Las relaciones de poder, tal como las vivimos en las organizaciones, tienen una dimensión psicoafectiva más o menos inconsciente -o más o menos consciente- que sería inútil negar. El psicoanálisis puede proporcionar a este respecto algunas hipótesis que no es difícil contrastar con la experiencia personal. El psicoanalista Gerard Mendel2 desarrolla una teoría de la autoridad que al ser aplicada a la vida organizacional permite pensar que los individuos se someten al poder buscando objetivamente la satisfacción de necesidades materiales -por ejemplo obtener una remuneración- y/o a la necesidad de desarro- 2 108 MENDEL, G. Pour decoloniser l’enfant. Payot. París. 1972. UNIDAD 2 llar, a partir de dicha sumisión, una estrategia personal o grupal que nos permita obtener ventajas sociales -status, logro-. Pero el autor también sostiene que nuestra sumisión al poder puede ser una respuesta condicionada desde nuestra niñez, a la necesidad de ser reconocidos y contenidos por la organización y al temor de ser socialmente abandonados. Estas necesidades subjetivas, cuentan también para que renunciemos a nuestra autonomía y nos sometamos a la influencia y poder de otros. Analice las consideraciones a propósito de la necesidad de poder en relación a los factores psicológicos que intervienen. Utilice la bibliografía obligatoria. ¿Qué opinión le merecen las consideraciones realizadas por los autores? ¿Hasta qué punto verifica usted en la vida cotidiana que la necesidad de poder está ligada a un tipo particular de personalidad? Analice la lectura sobre “Trabajar duro puede no ser bastante” presentada por los autores. ¿Seguiría usted los consejos de los investigadores para manejarse en su vida laboral? ¿Por qué? ¿Qué relación guardan estos consejos con las cuestiones de ética y poder desarrolladas por los autores? Pero los factores psicológicos que se reconocen asociados a la capacidad de influir no siempre son valores intrínsecos del individuo, sino que se hacen presentes en relación a una situación social. Decimos que el individuo no es siempre efectivamente consciente de poseer ciertas características que le permiten ejercer influencia, sino más bien que existen ciertas características que “le son atribuidas” por los demás, atribución que los sitúa en posición de “ser influidos” y que otorga “poder de influencia”. 109 UNIDAD 2 Con esto queremos acentuar la importancia de lo interpersonal: ejercemos influencia sobre los demás en la medida en que se nos atribuye poder para hacerlo; los demás ejercen influencia sobre nosotros, en la medida en que les adjudicamos la capacidad de hacerlo. Esta es una perspectiva psicosociológica del poder. En principio, a nivel grupal existen dos tipos característicos de influencia social que es preciso reconocer: la influencia informativa y la influencia normativa. John Turner3 describe con claridad estos procesos y los efectos que pueden generar a nivel psicosocial, en términos de conformidad y obediencia. Las ideas básicas de la influencia informativa son “que las personas dependen de los demás para conseguir información que reduzca la incertidumbre; que la incertidumbre es producto de la ambigüedad objetiva de la situación estímulo, y que las personas son influidas (se orientan hacia los demás) en tanto y en cuanto perciben que las respuestas de los otros proporcionan evidencia válida acerca de la realidad." “Las personas se conforman más a los otros semejantes a ellas (con quienes es más probable que se comparen) y a quienes aparecen como expertos, competentes o creíbles (personas a las que se considera en posesión de información válida y en las que puede confiarse con respecto a su transmisión); que la conformidad se incrementa cuando aumenta la ambigüedad del estímulo, la dificultad de la tarea o su complejidad, y con cualquier otro factor que haga probable el incremento de la incertidumbre subjetiva de la persona o su dependencia informativa del grupo (por ejemplo, su falta de capacidad, fracaso anterior, baja autoestima.)” Respecto al proceso de influencia normativa sostiene: “El otro proceso importante de influencia social aceptado en la actualidad es el de la influencia normativa o conformidad a las expectativas de los otros para conseguir la aprobación social y evitar el rechazo, o sea, la aquiescencia pública con el fin de conseguir recompensas y evitar costes, y no a causa de una preocupación genuina por el contenido del intento de influencia. Se supone que el poder de los otros (su capacidad para mediar recompensas y costes respecto a uno mismo) crea la necesidad de su aprobación social y el miedo a su desaprobación, que esta necesidad entra en escena en condiciones de vigilancia de los demás, es decir, cuando las propias acciones son públicas e identificables, de donde, en tales condiciones, uno mismo tenderá a sentir miedo a ser diferente y a mostrar aquiescencia con las expectativas positivas de quienes tienen aquellos poderes (“presión de grupo”)." 3 TURNER, J. Redescubrir el grupo social. Ediciones Morata. Madrid. 1990. 110 UNIDAD 2 “Las predicciones más importantes derivadas de este proceso son las del incremento de la conformidad en la medida en que uno es interdependiente con los otros o atraído por ellos (más dependiente de las recompensas y más deseoso de aprobación); en la medida en que uno actúa de manera pública y, por tanto, puede ser hallado responsable de sus acciones; en la medida en que las presiones se comunican con toda claridad y la no conformidad puede atraer la sanción, y en la medida en que cualquier factor incremente la dependencia normativa de la persona respecto al grupo (por ejemplo la atracción hacia los objetivos del grupo, la inseguridad, el miedo al rechazo).” Estos dos procesos centrales son influidos por factores contextuales contingentes o determinados por factores de carácter estructural. En este marco, la perspectiva psicosociológica nos ofrece aportes que permiten comprender cómo el poder se configura con la participación de factores situacionales y estructurales que condicionan las maneras de vincularse de las personas. Realice una lectura comprensiva del desarrollo de los autores sobre poder situacional y estructural. Preste especial atención a los fenómenos de flujos de poder ascendente y descendente, a las contingencias estratégicas, al poder interdepartamental y a los fenómenos de ilusión de poder. Analice el relato “Actuar por cuenta propia” que ofrecen los autores y responda: ¿Qué adquiere mayor peso -en las compañías presentadas-, en la delimitación del grado de libertad en el ejercicio del poder: la estructura organizativa o la cultura? ¿Por qué? Dentro de la perspectiva psicosociológica, se encuentran los fenómenos de influencia intergrupal. En función de los desarrollos abordados en Ciencias del Comportamiento I usted conoce en profundidad la estructura y procesos internos de un grupo. 111 UNIDAD 2 Las relaciones entre grupos, en cambio, pueden ser comprendidas dentro de los procesos que abordamos en esta asignatura, y particularmente en el marco de lo que estamos conceptualizando como procesos de poder e influencia; procesos que no están exentos de la emergencia de conflictos. Pensar en el poder y la influencia como restringida a la relación individuoindividuo o individuo-grupo es poco operativo para comprender la dinámica organizacional. La mayoría de los procesos se dan en el marco de la dinámica de la interacción grupal y es en este escenario en el que se hace más visible la presencia de conflictos de poder. Este enfoque es el que más se acerca a la perspectiva sociológica. Dentro de la perspectiva sociológica del poder se incluyen los estudios sobre las relaciones intergrupales, tanto en el marco de la organización -psicología y sociología de la organización- como las relaciones de poder entre grupos en la sociedad sociología política, y sociología de las organizaciones-. Lea el capítulo de la bibliografía obligatoria que trata la problemática del manejo de los conflictos grupales. Realice las siguientes actividades: 1. Identifique las diferencias entre los conceptos de conflicto funcional y conflicto disfuncional. 2. Describa las consecuencias más características de los conflictos disfuncionales entre grupos. 3. Describa la forma en que los tres tipos de interdependencia laboral pueden generar conflictos entre dos grupos en una organización que conozca. 4. Analice las ventajas y desventajas de la colaboración y la competencia grupal. La primer perspectiva consideraba los aspectos psicológicos, la segunda los psicosociales. Esta tercera perspectiva de análisis que hemos propuesto -de corte sociológico- se vincula también al tema de la presencia de contextos coactivos en el ejercicio de poder e influencia. En este punto, han resultado especialmente significativos los aportes de la teoría marxista. Desde este enfoque, las organizaciones son lugares de lucha por el poder y esta lucha, como todos los fenómenos organizativos, tiene una dimensión histórica. El marxismo introdujo la noción de alienación que expresa el modo 112 UNIDAD 2 como la organización ejerce su poder sobre el individuo, por la división del trabajo -planificación/ejecución-, por la monotonía y fragmentación de las tareas, por la confiscación del valor agregado producido por el trabajador, etc. En tales condiciones, será inevitable que los miembros de una organización no dispongan ni de la misma cantidad de información, ni de las mismas informaciones. Se sabe que el hecho de poseer información confiere poder; ¿cómo evitar que ese poder no surja como fenómeno generador de dependencia y alienación, entre individuos, entre un individuo y un grupo, o entre grupos? Por sus objetivos, su reglamentación, su jerarquía de las funciones de la autoridad y de las remuneraciones, por sus definiciones de cargos y sus redes oficiales de comunicación, la organización define las actividades y las relaciones entre las personas. Este conjunto de reglas de juego pesa sobre las personas como una coacción. Estructuran la escena en la que se desarrollan las relaciones de poder. En este sentido, es la organización la que delimita la zona en la que los comportamientos son previsibles y las zonas en los que pueden quedar librados a la interacción informal. También es la organización y su supervivencia en un entorno coactivo, la que define en ultima instancia qué zonas francas pueden existir sin convertirse en una amenaza para la vida organizacional. Es en esta perspectiva en la que podemos visualizar con más claridad la metáfora política. Desde el punto de vista sociológico, las organizaciones son contextos de coacción que regulan los juegos de poder, a través de estrategias y tácticas políticas. Estas tácticas son llevadas adelante por la gente para adquirir, incrementar y utilizar el poder y otros recursos con el fin de obtener resultados deseados en una situación en la que existen incertidumbre y desacuerdos. ESTRATEGIAS Y TACTICAS POLITICAS · Controlar la información · Controlar las líneas de comunicación · Controlar a los expertos · Controlar los tiempos · Crear imágenes · Construir coaliciones · Controlar los parámetros de decisión. 113 UNIDAD 2 Realice la lectura correspondiente a estrategias y tácticas políticas en la bibliografía obligatoria. Elabore un cuadro que sintetice los diferentes tipos de “juego político” que pueden presentarse en los escenarios organizacionales. Resuelva el caso “Un final poderoso en Armstrong”con la ayuda que le ofrecen las preguntas de repaso del texto obligatorio. Hasta aquí hemos desarrollado algunas cuestiones características de los procesos de poder e influencia organizacional. Como hemos dicho antes, no son ajenos a los procesos de comunicación. Por el contrario a partir de los conocimientos adquiridos sobre la problemática del poder, podemos coincidir en que los procesos de poder se tornan más conducentes en relación a los objetivos organizacionales y al mantenimiento de un clima humano adecuado, cuanto más comunicación efectiva exista en la organización. Abordaremos entonces la problemática de la comunicación. 2. Comunicaciones Todos los procesos humanos en las organizaciones implican comunicación y todos estos procesos se dificultan cuando las comunicaciones no son efectivas. Por ejemplo, cuando antes hablamos del ejercicio del poder, nos hemos referido a que las relaciones de poder bien entendidas suponen una mayor transparencia en la comunicación entre las personas. En las organizaciones, así como en otros sistemas sociales, la vinculación entre los fenómenos de comunicación y los de poder es tan fuerte que únicamente razones de orden didáctico justifican su tratamiento por separado. ESTRATEGIAS IMITADORAS DE LAS TACTICAS POLITICAS 114 .· Comunicarse abiertamente · Disminuir la incertidumbre · Explicitar la información · Facilitar la negociación y el acuerdo UNIDAD 2 Por ser un proceso omnipresente en toda interacción humana, tendemos a pasar por alto la importancia de las comunicaciones. Sin embargo, tienen un valor sustantivo. Conociendo los factores que pueden perturbarlas y los modos de vencer las barreras que las impiden o distorsionan, podemos favorecer la eficacia y la salud organizacional. Los procesos comunicativos son parte de la vida cotidiana organizacional, porque es el medio a través del cual la gente se relaciona. Representa una importante herramienta de trabajo a través de la cual los individuos comprenden su rol laboral y pueden integrar las diferentes unidades funcionales que conforman la organización. La comunicación consiste en una transferencia de información y la comprensión de la misma entre dos personas, dos grupos o dos subsistemas de la organización. Desde el punto de vista psicosocial, es la forma de internalizar las ideas, emociones, pensamientos y valores de las otras personas. Constituye una fuente de comprensión interpersonal para que puedan compartir sus emociones y sus saberes. Este proceso ha sido estudiado desde diferentes perspectivas sociales y tecnológicas, y su investigación ha producido resultados sumamente importantes para comprender los fenómenos organizacionales. Cuando intercambiamos ideas y sentimientos buscamos cierta modificación en los comportamientos, las actitudes, las representaciones o los conocimientos. Los procesos de comunicación permiten mantener ese mínimo de interdependencia entre los distintos elementos -individuos, grupos- que la organización necesita para el mantenimiento de su sistema interno. Desde una perspectiva de sistema abierto, la organización constituye un conjunto elaborado de canales comunicativos interconectados que están diseñados para incorporar, escoger y analizar la información del entorno y enviar mensajes, previamente procesados, de vuelta al contexto. La comunicación constituye también un medio mediante el cual se facilitan los procesos de toma de decisiones, de obtener respuestas y de corregir los procedimientos y objetivos organizativos. En cualquier situación de comunicación intervienen múltiples factores: 1. Los lugares en donde se desarrolla la comunicación. 2. La distancia física entre los interlocutores 3. El soporte utilizado para comunicarse -la palabra, la escritura, el teléfono, la red informática, el correo electrónico, etc.115 UNIDAD 2 4. Los status sociales de los interlocutores y las representaciones que evocan según el contexto socio-cultural de la comunicación -hombre, mujer, patrón, empleado, obrero, policía, médico, profesor-. 5. Las experiencias anteriores de comunicación de los interlocutores, que han forjado actitudes que se revelarán en los comportamientos y las opiniones emitidas. 6. La personalidad de los interlocutores -introversión, extroversión, ansiedad, omnipotencia, melancolía-. 7. Las motivaciones que nos orientan para comunicarnos. 8. El conocimiento de los hechos o de la situación que han generado la comunicación. 9. La elección del código o las palabras por parte de los interlocutores, desde marcos referenciales más o menos similares. 10. La manera de expresarse, el ritmo y la entonación del discurso oral o de la escritura. 11. Los gestos, las expresiones, las miradas, o sea el lenguaje no verbal. Los procesos de comunicación en las organizaciones son tributarios de los factores generales antes mencionados y de los factores de grupo; se agregan otros más o menos específicos entre los que se registran el número y la diversidad de los interlocutores reales o potenciales, el enmarañamiento de las redes, el peso de la estructura organizativa, la cultura propia de la organización, etc. Realice una lectura comprensiva del capítulo de la bibliografía en que los autores tratan el proceso de comunicación. Analice en la bibliografía obligatoria la descripción que hacen los autores sobre los procesos de comunicación y los elementos que intervienen en dichos procesos. Realice un resumen de los aspectos más importantes. En el capítulo sugerido de la bibliografía obligatoria analice la lectura complementaria sobre “Comunicadores eficaces: los hechos valen más que las palabras”. ¿Qué relaciones encuentra usted entre la comunicación eficaz de la dirigencia y el ejercicio del poder y la influencia? 116 UNIDAD 2 En el apartado sobre la comunicación en las organizaciones de la bibliografía obligatoria, los autores identifican diferentes tipos de comunicación que se dan en la organización. Desde el punto de referencia de la estructura, la comunicación puede ser: descendente, ascendente, horizontal, o diagonal. En este tipo de procesos, la retroalimentación ocupa un papel central. La comunicación bidireccional posibilita mayor exactitud y precisión en la transmisión de mensajes. La motivación del emisor y el receptor también se incrementa en virtud de que la comunicación con retroalimentación supone una mayor implicación personal de los interlocutores. Lamentablemente, muchos aprendizajes familiares y escolares preparan más para la comunicación unidireccional que para una comunicación recíproca, por lo que la organización debe proporcionar a las personas ocasiones para la comunicación bidireccional efectiva. Para que la retroalimentación sea real y percibida como tal, los interlocutores deben poder sacar una ventaja palpable de su implicación personal en la comunicación recíproca. Además, ésta no puede ser un fin en sí misma, sino a la vez un medio -entre otros- y un resultado de la transformación de la organización. Desde el punto de vista psicosocial, es decir, considerando a la comunicación como un proceso interpersonal, es posible analizar algunos factores que resultan de suma importancia para analizar el comportamiento humano: los estilos y las estrategias interpersonales de comunicación. Analice los aportes de los autores al respecto y señale: 1. ¿Qué papel juegan las diferencias de percepción y las diferencias de estilo interpersonal en la comunicación de los dirigentes con sus empleados? 2. Elabore un mensaje adecuando su forma y contenido, para ser comunicado desde los cuatro estilos de dirección (A,B,C y D), considerando el papel de la exposición y de la retroalimentación en cada caso. 3. Ejemplifique situaciones de comunicación que se ven ostaculizadas por: los marcos de referencia, la atención selectiva, los juicios de valor, la credibilidad de la fuente, los problemas semánticos, la filtración, la diferencia de status y el comportamiento proxémico. 117 UNIDAD 2 Por último, deseamos abordar brevemente algunas cuestiones referidas a la relación entre comunicación e información. El desarrollo de las teorías de la información, las teorías de la comunicación, la informática y la cibernética, ha permitido que actualmente se revalorice el papel de las redes de información organizacional. Hasta hace unos años, las organizaciones tendían a crear redes centralizadas con algunos canales horizontales. Las redes centralizadas corresponden -a grandes rasgos- a la estructura piramidal. Actualmente, aún con muchas limitaciones, se tiende a crear redes circulares que posibiliten una mejor y mayor distribución de la información y eficacia comunicativa. Es interesante comprobar que la experimentación de las redes centralizadas y las redes circulares llega a conclusiones parecidas a las que se obtienen comparando la comunicación unidireccional con la bi-direccional. Ambas presentan más o menos las mismas características. En lo que respecta al mejoramiento del funcionamiento de las redes, actualmente se sugieren algunas consideraciones de importancia. 1. Debe haber una relación lo más estrecha posible entre la estructura de la tarea, la estructura jerárquica y la red de información. Los grupos y los individuos que tienen entre sí una interdependencia funcional deberían poder informarse directamente. 2. Conviene evitar las fases superfluas, dado que cada fase puede constituir un filtro de información. Cuanto mayor sea el número de fases en la red, mayor será el riesgo de saltar etapas. La rapidez y la calidad de la ejecución de tareas, así como la motivación de las personas aumenta cuando los centros de decisión están cerca de las fuentes de información válida. 3. Para ser operativas, las redes deben ser claras y precisas en su diseño. Tanto a nivel de la identificación de las funciones, como de los servicios y los usuarios habilitados. 4. Es importante reducir las frustraciones y las imperfecciones propias de las redes centralizadas, a través de núcleos o fuentes de información compartidas por varios usuarios. En el marco de los avances de la informatización organizacional, el conocimiento del funcionamiento óptimo de una red a nivel de su impacto en el comportamiento humano es de vital importancia, tanto para administradores como 118 UNIDAD 2 para ingenieros. Por el contrario, suele suceder que se atienda muy particularmente a su diseño técnico en lo que respecta a los beneficios que pueden obtenerse a nivel de los sistemas de planeamiento y control organizacional, pero que se descuiden los aspectos relativos al papel de los sistemas de información en la comunicación humana -aspecto relevante para los expertos en recursos humanos-. Es en este sentido que proponemos una reflexión sobre la relación entre sistemas de información y sistemas de comunicación. A partir de los factores mencionados, proponga cuatro ejemplos de problemas de diseño de sistemas de información que afecten los procesos de comunicación humana. Este último aspecto tratado, permite conectar los procesos de información y comunicación con los de toma de decisiones. Abordaremos entonces algunos conceptos clave de la toma de decisiones que nos permitirán profundizar en estas interelaciones sistémicas. 3. Toma de decisiones Los procesos de decisión -el conjunto de las actividades desarrolladas para elegir entre varias alternativas- desempeñan un papel vital para entender las interacciones entre individuos, grupos y organizaciones. Como es obvio, todos los miembros de la organización, cualquiera sea su posición, viven tomando decisiones. Un asunto tan sencillo como el tamaño del papel a insertar en la máquina de escribir conlleva un juicio. Este proceso comprende un claro conjunto de alternativas y de resultados deseados, acotado por preferencias y hábitos individuales, y también por procedimientos estandarizados dictaminados por la organización. Pero este tipo de decisión, de poco impacto en la vida de la organización, no nos ocupará. Nos ocuparemos de las decisiones de los dirigentes concernientes a las funciones más importantes de su papel: establecimiento de metas, selección de los medios para establecer el fin, defensa de la organización contra peligros externos, resolución de conflictos internos, decisiones de mayor impacto en la vida de la organización y de sus miembros. 119 UNIDAD 2 En general, se han desarrollado dos tipos de modelos para estudiar la toma de decisiones. Por un lado, modelos económicamente lógicos, que parten de la suposición básica de que las personas son económicamente racionales y que tratan de maximizar sus resultados. A partir de esta premisa, se encargan de prescribir un cierto orden o secuencia de actividades que ayudarían a alcanzar tal fin. Estos modelos econo-lógicos tienen utilidad como criterios contra los cuales comparar las conductas reales, pero no es mucho lo que han contribuido a la explicación o a la predicción de la conducta. Por otro lado, modelos que más que prescribir, tratan de describir y explicar las conductas decisorias, partiendo de la suposición básica de que el hombre está limitado en su racionalidad: en su capacidad intelectual, en su capacidad para interpretar correctamente las metas de la organización, y en su capacidad para obtener e interpretar toda la información disponible. Realice una lectura comprensiva del capítulo sobre procesos de toma de decisiones en la bibliografía obligatoria. En el debate que se plantea en la bibliografía obligatoria sobre “Pros y contras de los sistemas especiales para uso en la empresa”, es posible visualizar estos dos enfoques del proceso de toma de decisiones. A su vez, los autores exponen una clasificación de los tipos de decisiones que existen en la organización -programadas y no programadas- y describen en detalle cada una de las etapas lógicas del proceso de toma de decisiones. A partir de la lectura de estos temas, realice las siguientes actividades. 1. Diseñe una situación que requiera de una decisión programada. Explique cómo aplicaría los pasos del proceso lógico para llegar a una decisión y llevarla luego a la práctica. 2. Elabore un caso en el que la decisión a tomar corresponda al tipo de “decisiones no programadas”. Precise las limitaciones que encontraría en ese caso para aplicar el proceso lógico. Obviamente, el tema que más fuertemente nos preocupa en la comprensión de los procesos de toma de decisiones, refiere a la interelación que tienen los aspectos lógicos de dicho proceso con los aspectos derivados de factores psicosociales, con el comportamiento humano. 120 UNIDAD 2 Daniel Katz y Robert Kahn4 analizan dos tipos de factores: aspectos psicológicos del proceso de pensamiento y determinantes de la personalidad. El primer grupo de factores se asocia con el problema de los marcos de referencia que orientan la toma de decisiones. Habitualmente, los decisores ponen en juego algunos mecanismos que tienden a homogeneizar los marcos de referencia que sirven de enfoque para la toma de decisiones, como una modalidad de enmascarar la disidencia desde un proceso de percepción selectiva. En este sentido, un aspecto que desempeña un papel importante es la posición social del decisor: La posición que se tenga en el espacio social determina nuestro modo de pensar. Este principio sostiene que la ubicación del decisor en términos de status y cultura propia de su grupo social- afecta sus procesos de razonamiento frente a situaciones problemáticas inclinándolo a adoptar el enfoque característico de su grupo social como marco de referencia. También la identificación con grupos externos de referencia, hace que los decisores opten muchas veces por establecer los procesos de consulta en grupos de reconocido prestigio y de una importante cuota de poder, aún cuando no sean expresamente expertos en la problemática que supone la decisión ni pertenezcan a la organización. Esta tendencia a sobrevalorar el aporte externo deriva también de una asociación entre status social y capacidad de decisión. En tercer lugar, y también asociado a la posición social, aparecen los fenómenos de proyección de actitudes y valores que consiste en atribuir a los otros valores que nos son propios y tender a creer que las otras personas comparten nuestras ideas y valores. Otro mecanismo característico es la simplificación y reduccionismo de la realidad consiste en una dificultad para percibir la complejidad y diversidad de posiciones e ideas en el proceso de decisiones y para asimilar la diversidad de información. Esta simplificación se da en modalidades de pensamiento que pueden reflejar: · un pensamiento global o indiferenciado que tiende a homogeneizar y generalizar opiniones (“todos los empleados de mantenimiento son rebeldes”); · una modalidad de pensamiento dilemático que no admite matices (“ahora o nunca”) · un proceso de miopía cognoscitiva que ignora el futuro a largo plazo o el pasado histórico (“urge resolver este problema y mañana Dios proveerá); · una modalidad que simplifica en extremo las causas posibles de problemas complejos (“toda esta situación de crisis interna es por causa de la presión del mercado”). 121 UNIDAD 2 Si bien las modalidades de pensamiento son parte de la personalidad de los decisores, existen otros factores, más ligados a la afectividad que merecen una mención particular: la ambición de poder, la impulsividad o irreflexividad, la ausencia de sentido común convencional. Estas características de personalidad son fácilmente aprehensibles en decisores que tienen dificultades para adoptar frente a las situaciones problemáticas, una posición de apertura a otras opiniones, obstáculos para relegar un papel protagónico en el proceso, una creatividad que no logra encauzarse en la búsqueda de alternativas de decisión factibles o dificultades para controlar sus emociones y su implicación personal en las discusiones y debates. El desarrollo de los autores propuestos en la bibliografía obligatoria sobre la influencia del comportamiento sobre la toma de decisiones, permite enriquecer los aportes expuestos y agrega además algunas precisiones sobre la importancia del fenómeno de la disonancia cognoscitiva -que usted ya ha abordado en Ciencias del comportamiento I- como una fuerza significativa que influye en el proceso de toma de decisiones. Realice las siguientes actividades 1. Identifique alguna situación organizacional en la que haya participado en un proceso de toma de decisiones. 2. Describa las satisfacciones, frustraciones y disgustos que le produjo. 3. Analice el grado y tipo de influencia que tuvo el comportamiento de los decisores. 4. Identifique mecanismos de pensamiento y factores de personalidad que intervinieron. Otro tema que resulta de suma importancia desde la perspectiva de las ciencias del comportamiento es las decisiones en grupo. En ciencias del comportamiento I, se ha presentado el tema de la resolución de problemas y la toma de decisiones dentro de los grupos, como parte de los fenómenos que atañen a su estructura y dinámica. Se expresaba allí que el tema interesa por dos razones: una práctica y otra teórica. En principio, en la práctica, las decisiones de grupo a menudo resultan decepcionantes e inapropiadas. Todos los miembros del grupo desean llegar a un acuerdo, pero también quieren hacer oír su propia opinión. De este modo, 122 UNIDAD 2 negocian y consolidan compromisos. El producto final es, con frecuencia, una mezcla en la que no cree ninguno de los miembros del grupo. Esto da por resultado que mucha gente considere que las reuniones son algo totalmente inútil, una pérdida de tiempo y termine por no asistir a ellas. Uno deja de interesarse por estas reuniones, deja de asistir a ellas y, finalmente, las decisiones del grupo son sustituidas gradualmente por las referencias de un solo individuo. La razón teórica resulta evidente. A menudo se piensa que los grupos toman decisiones de la misma manera que los individuos. En tal caso se supone que cada uno de los participantes es un individuo racional y ético. Juntos no hacen sino ponderar las ventajas e inconvenientes de cada alternativa. Para optar, en definitiva, por la que presente las mayores ventajas y los menores inconvenientes. Si las cosas fuesen efectivamente así, las decisiones de varias personas y las de una sola serían de la misma naturaleza, se adoptarían de la misma manera. En la mayor parte de las veces girarían alrededor del promedio, del compromiso entre las opiniones y las preferencias de cada individuo. Pero las cosas no suceden de esta forma. Y como dijimos, los compromisos que surgen de intentar satisfacer a todo el mundo terminan por no satisfacer a nadie. En síntesis, existe una diferencia sustancial entre las decisiones de los individuos y las de los grupos. ¿Cuáles son las experiencias más recurrentes en los procesos de decisión grupal? La mayoría de ellos derivan de lo que usted conoce como fenómenos de cohesión y pensamiento grupal. · Los miembros se orientan a no tomar en consideración las consecuencias éticas de sus decisiones, basándose en la creencia de que la ética del grupo es indiscutible. · Se suele ejercer presión directa sobre cualquier miembro del grupo que exprese fuertes argumentos en contra de los estereotipos, ilusiones o compromisos del grupo; una presión que está destinada a hacerle comprender que las disidencias van en contra de lo que se espera de todos los miembros leales del grupo. · En consecuencia, aparecen fenómenos de autocensura en los miembros que sienten que se desvían del consenso aparente del grupo. · Surge la ilusión compartida de que los juicios deben conformar la opinión de la mayoría. 123 UNIDAD 2 · Emerge temor y resistencia al cambio, una situación dilemática “cambiar o no cambiar” que conduce a preservar el status quo. Estos fenómenos muestran que el comportamiento de los miembros se dirige a proteger al grupo del disenso interno. Cada miembro se esfuerza por salvaguardar la unidad y la unanimidad, evitando los conflictos que pudieran perjudicarlos y esto precisamente disminuye la calidad de la toma de decisiones. En el desarrollo de los procesos de poder e influencia hemos hecho referencia a los procesos de influencia informativa y normativa; procesos que sugerimos tener presentes para comprender los fenómenos de decisión grupal. Para profundizar en esta problemática, retome sus apuntes de lectura sobre los procesos de poder e influencia y relacione dichos aportes con el problema de la toma de decisiones. En la bibliografía obligatoria los autores tratan la problemática de las decisiones en grupo y las principales diferencias observables entre decisiones individuales y decisiones grupales. Pero además proponen algunas técnicas de uso corriente que tienden a facilitar y fomentar procesos de toma de decisiones grupales creativos. Luego de leer los temas propuestos, realice las siguientes actividades: 1. Analice las diferentes técnicas propuestas y sintetice sus principales características. 2. Infiera las ventajas y desventajas que presenta cada una de ellas. 3. Plantee situaciones de toma de decisión de la vida real que considere más oportunas para aplicar cada una de las técnicas. Finalmente, y a modo de actividad integradora del tema, le presentamos un artículo que analiza un caso de toma de decisiones, con una consigna final que le permitirá ejercitar los conocimientos adquiridos. 124 UNIDAD 2 El artículo “Cómo tomar la decisión correcta” expone la perspectiva de dos psicólogos sobre los procesos de toma de decisiones. Los autores ejemplifican con el análisis de las reacciones de cinco gerentes. Le proponemos un cambio de enfoque. Los conocimientos que le ofrecen los autores de la bibliografía obligatoria le permitirán realizar una explicación alternativa a la ofrecida por los psicólogos. Los dos psicólogos, Janis y Mann, utilizan las reacciones de los cinco gerentes de planta para ilustrar las pautas básicas por ellos encontradas. Le proponemos un cambio de enfoque. Usted deberá encontrar otro modo de explicar la conducta de cada uno de los cinco gerentes, proponiendo una explicación alternativa a la de estos psicólogos, en base a lo visto sobre toma de decisiones. En concreto, usted deberá tomar cada una de las reacciones de los gerentes, hacer uso de los conceptos que le parezcan pertinentes, y con ellos explicar cada una de las cinco conductas descriptas en el artículo. Para ello, se deberá esforzar en separar claramente la descripción de la conducta de cada uno, de la explicación que de ella brindan los dos psicólogos. Recuerde que usted debe dar una explicación diferente, debidamente fundada. CÓMO TOMAR LA DECISIÓN CORRECTA 5 El gerente divisional John Mc Ewan estaba entusiasmado ante las oportunidades que el nuevo equipo de proceso de información abría a su organización. Mc Ewan hizo circular un memorando entre cinco de sus gerentes de fábrica con un esbo- zo de las posibilidades de registrar las operaciones de cada planta completamente por computadoras. Como la tecnología era nueva en la organización, decía el memorando, se había resuelto proceder con cautela y elaborar 5 Por BENSALHEL, J. colaboradora especial de International Management, una publicación de McGraw-Hill. Tomado de la revista Internacional Management, Tomo 34. N° 8. 125 UNIDAD 2 un sistema en una planta a la vez. Y finalizaba McEwan, a él le gustaría enterarse cuál de los gerentes de planta querría ser el primero en hacer el ensayo. Cada uno de los cinco gerentes que recibieron el memorando pasó por un diferente proceso de toma de decisiones. Cada una de las reacciones ilustra una de las cinco pautas básicas que han aislado los psicólogos de la EUA Irving L. Janis y Leon Mann en cuanto a hacer frente a un reto real. Janis y Mann han efectuado detenidos estudios del proceso de toma de decisiones, y han publicado un libro, Decisión Making, sobre este tema. Las cinco reacciones siguientes al memorando de McEwan permiten penetrar en la psicología de la toma de decisiones, de tal forma que podrían ser de ayuda para usted y sus subalternos enfrentados a situaciones de reto. El gerente de planta George Lewis leyó el memorando, sonrió, lo archivó tranquilamente y siguió como si tal con las cosas de rutina, Janis y Mann designan esta reacción como adhesión sin conflicto. Quien debe tomar la decisión decide seguir muy orondo y satisfecho con lo que está haciendo, e ignorar la nueva información. Este estilo de toma de decisión es, en esencia, un intento de administración libre de riesgos. Al aferrarse a 126 métodos probados y de confianza, un gerente puede ahorrar a veces tiempo y esfuerzo. Ese ahorro puede ser válido en asuntos menores pero la habitual adhesión a ellos suele conducir a la pérdida de oportunidades, a soluciones de corto plazo a problemas importantes, y a una disminución de la facultad creadora en todo el grupo de trabajo. James Nathan se contagió del evidente entusiasmo en el memorando de McEwan. Echó mano del teléfono y llamó a McEwan. «Me parece genial», dijo. «¿Cuándo podemos empezarlo en esta planta?» Janis y Mann rotulan esta respuesta, cambio sin conflicto: «El encargado de tomar decisiones adopta sin crítica alguna cualquier nuevo curso de acción prominente o más vigorosamente recomendado a él», dicen. Este estilo de toma de decisión puede parecer el más seguro, y sin embargo es el más riesgoso. El gerente que se ve atraído hacia algo, por el simple motivo de que es nuevo o por el entusiasmo de los demás, sin analizar las posibles consecuencias, tiene mucha suerte en no sufrir las peores de éstas. El gerente de planta Robin Hart puso el memorando a un lado y lo leyó nuevamente una semana después. Consideró que sería una buena idea formar un grupo es- UNIDAD 2 pecial para estudiar el asunto, pero opinó que esto no podría hacerse durante varias semanas. Para entonces, pensó Hart, McEwan habría tomado muy probablemente su propia decisión acerca de dónde empezar el nuevo sistema. Janis y Mann llaman este enfoque evitación defensiva. El encargado de tomar decisiones, arguyen ellos, elude el conflicto con la demora, pasando la responsabilidad a otra persona o formando su propia opinión, por lo común errada, de la situación, e ignorando toda información contraria. En un asunto emotivamente cargado, o en uno donde las posibilidades de perder parezcan mayores que las de ganar, esta manera de eludir la toma de decisión puede ser una estrategia eficaz. Pero existe el peligro de que se convierta en costumbre y de que sea empleada en circunstancias en que otro enfoque pudiera ser mejor. Stephen Williams vio el memorando como un medio de hacerse visible ante la administración superior. Luego empezó a preocuparse del valor negativo de tal actitud en caso de que el nuevo sistema no funcionara como se esperaba. Convocó a personal clave a un mitin de urgencia en su planta y tomó con avidez la idea de un subalterno de ofrecerse como segunda planta para instalar el sistema. Janis y Mann se refieren a este tipo de reacción como hipervigilancia. Frente a un reto, hay un frenético deseo de buscar salida de lo que se ve como un dilema. El resultado es una solución impulsiva, inventada apresuradamente y que parece ofrecer inmediato alivio. Pero la gama completa de las consecuencias por lo general es pasada por alto. «En su forma más extrema», dicen Janis y Mann, «la hipervigilancia es descrita como ‘pánico’». Este estilo de toma de decisiones con frecuencia el resultado de una sensación de pérdida de control por parte del gerente que lo emplea. Excepto en decisiones de la más urgente naturaleza, se aconseja al gerente que cae en este tipo de respuesta hacer un alto y estudiar las alternativas de modo realista antes de que sea presa de sus temores, que le impidan tomar decisiones racionales. A veces, no tomar una decisión es mejor elección que tomar una, forzada por las circunstancias. Francis Nugent reaccionó ante el memorando con la creación inmediata de un grupo de estudio de subalternos clave para establecer las implicancias del cambio en su propia planta. Llamó a McEwan para decirle que tendría una decisión lista en dos semanas. Janis y Mann llaman a esta norma vigilancia. «El encargado de la toma de decisión busca con cuidado la información pertinente, la 127 UNIDAD 2 asimila sin prejuicios y sopesa con cuidado las alternativas antes de hacer una elección», dicen. Este estilo de toma de decisión es generalmente tenido, claro está, por el más eficaz. Además, es un enfoque engendrado por un nivel moderado de tensión, de acuerdo con Janis y Mann. En la adhesión sin conflicto el nivel de tensión es bajo, demasiado bajo como para que parezca garantizar el trabajo de decidir con propiedad. Finalmente, consideramos importante sugerirle que tome en cuenta en su aprendizaje, que la división que realizamos entre estructura y procesos en este abordaje de la organización como sistema, es solo didáctica. Lo mismo cuando abordamos separadamente los procesos presentados en esta unidad. En este sentido, su esfuerzo debe dirigirse a una integración adecuada de todos los aportes para que su análisis de la vida organizacional no se mecanice ni resulte fragmentario. En la próxima unidad, podremos analizar los procesos de poder, comunicación y toma de decisiones en lo que refiere a su presencia e impacto en situaciones de cambio organizacional. 128 UNIDAD ACTIVIDADES DE AUTOEVALUACIÓN 1. Sintetice los factores a los que obedece el conflicto intergrupal. 2 2. ¿Es correcto suprimir y evitar los conflictos entre grupos? 3. ¿Qué diferencia existe entre poder y autoridad? ¿A qué perspectiva del poder está ligado el concepto de autoridad? 4. ¿Cómo se ha clasificado históricamente a quienes ansían poder? ¿Es correcta esa calificación? 5. ¿Cuáles son los principales factores de la contingencia estratégica? 6. ¿Cuáles son los juegos políticos que emergen con más frecuencia como estrategias de ejercicio del poder en la organización? 7. ¿Qué características adquieren los rumores en la vida organizacional? 8. ¿Qué relación existe entre la estructura organizativa y los procesos de comunicación? 9. ¿Qué aspectos permiten neutralizar las barreras comunicativas? 10. Las actitudes frente a los procesos de toma de decisiones: ¿permiten distinguir capacidades particulares entre dirigentes y otros miembros de la organización? 11. ¿Cuáles son los procesos de influencia social que más condicionan la posibilidad de un proceso efectivo de toma de decisiones en grupo? 12. ¿De qué fenómenos grupales derivan algunos obstáculos en la toma de decisiones en grupo? 129 UNIDAD 2 130 UNIDAD 2 131 UNIDAD 2 132 UNIDAD 2 133 UNIDAD 2 134 UNIDAD 2 135 UNIDAD 2 136 UNIDAD 2 137 UNIDAD 2 1 Esta cita y las que siguen han sido extraídas de un trabajo de MALFE, R. Pertinencia y actualidad de la noción de cultura para la Psicología Institucional. Ficha mimeográfica. Facultad de Psicología. UBA. 138 138 UNIDAD 2 139 UNIDAD 2 140 140 UNIDAD 2 141 UNIDAD 2 142 EL CAMBIO EN LAS ORGANIZACIONES UNIDAD 3 UNIDAD 3 O RIENTACIÓN APRENDIZAJE DEL En la presente unidad abordaremos la problemática del cambio en las organizaciones. En la primera unidad hemos adoptado un enfoque para comprender la vida organizacional y hemos profundizado en el conocimiento de sus dimensiones más relevantes. En la segunda unidad, hemos dado cuenta de los principales procesos que afectan al comportamiento social dentro de las organizaciones. Es el momento de introducir algunas reflexiones que permitan articular los procesos internos de la organización con su desenvolvimiento en el entorno. Un acercamiento a la problemática del cambio organizacional, nos posibilita dar cuenta de los ajustes y desajustes de la dinámica social interna de la organización -de las relaciones entre las personas, de los procesos de trabajo, de las decisiones, de la comunicación-, con la dinámica social del entorno -las exigencias externas, las presiones, los cambios sociales, la dinámica de los mercados-. En el tratamiento que hacemos de esta problemática pueden identificarse tres perspectivas de análisis: el cambio visto desde la relación entre las organizaciones y la sociedad, el cambio como problema característico de la vida de la organización -incluidos los problemas de la implementación del cambio- y la relación entre el cambio y la salud organizacional. A través de la lectura del material bibliográfico y de los aprendizajes propuestos en Ciencias del Comportamiento I usted ya ha realizado un primer acercamiento a la problemática al obtener un panorama general de los aspectos que abarca el estudio de las organizaciones y del sentido que adquiere la comprensión del problema de la gestión de la eficacia organizacional. Le acercamos ahora una propuesta temática que le permite ampliar la mirada: ¿qué imperativos sociales determinan la necesidad de cambios en la organización?, ¿qué particularidades adquieren esos cambios en la vida de la organización?, ¿qué resultados se buscan?, ¿cómo afectan a las personas?, ¿qué estrategias se utilizan para implementarlos?, ¿cuáles son los principales problemas en la implementación? En síntesis, en el abordaje de estos contenidos nos orientarán los siguientes 132 UNIDAD 3 Objetivos: Objetivos del Aprendizaje Comprender qué se entiende por cambio organizacional, identificando los factores que lo determinan y los modelos orientadores de su desarrollo. Proponer criterios sistémicos para definir la efectividad organizacional, y explicar sus diferencias con criterios tradicionales. Analizar las estrategias de implementación del cambio advirtiendo las ventajas y desventajas de las distintas modalidades. Comprender la problemática del conflicto organizacional y de la resistencia al cambio como fenómenos característicos de los procesos de cambio. Integrar los aportes de teóricos sobre el comportamiento de los individuos y los grupos con aquellos relativos al comportamiento organizacional en una visión totalizadora. Los objetivos propuestos son planteados en función de los siguientes Contenidos: 1. El cambio organizacional en el contexto social actual. 2. La introducción del cambio en las organizaciones. Aspectos teóricos y metodológicos. 3. Cambio organizacional, eficacia y salud. En el Esquema Conceptual que sigue intentamos acercarle una síntesis: 133 UNIDAD 3 Esquema Conceptual EL NUEVO CONTEXTO SOCIAL COMO IMPULSOR DEL CAMBIO ORGANIZACIONAL Del ... modelo de organización tradicional La búsqueda de la eficiencia Al ... modelo de organización naciente LOS PROCESOS DE CAMBIO ORGANIZACIONAL: PROBLEMAS DE LA CONDUCCIÓN DEL CAMBIO Los problemas de la búsqueda de la eficacia Bibliografía Obligatoria Para abordar los temas propuestos en esta unidad tomaremos como fuentes bibliográficas los siguientes Dossiers: 1. CAROLA, N. Cambio organizacional: dos modelos presentes en un mismo tiempo histórico. 2. CAROLA, N. Cambio organizacional: reflexiones y sugerencias para no especialistas. 3. CAROLA, N. Empresas y gente en tiempos de crisis. Existen múltiples perspectivas para abordar el problema del cambio en las organizaciones. Enfoques tradicionales desde diversas disciplinas, nuevos enfoques especializados y consideraciones de actualidad planteadas por diversos teóricos del campo de la sociología, la política, la psicología, la ingeniería, la administración. La pluralidad de escuelas, enfoques, propuestas metodológicas 134 UNIDAD 3 y recetas es uno de los problemas que abordaremos en el tratamiento de esta unidad. En el primer Dossier se plantean algunos interrogantes sobre la oferta de modelos de gestión del cambio en el campo profesional y empresario, y desarrollamos dos modelos de cambio organizacional: un modelo que denominamos tradicional y uno que denominamos naciente, derivados de dos concepciones histórico-sociales. Finalizamos el desarrollo con algunas observaciones acerca de cómo estos dos modelos se juegan actualmente en nuestro medio como miradas yuxtapuestas sobre el cambio organizacional. En el segundo Dossier, se analizan algunos aspectos metodológicos del cambio organizacional que frecuentemente condicionan el éxito de dichos procesos. El tratamiento de esas problemáticas está dirigida a no especialistas, por lo que su comprensión resulta sencilla. El tercer Dossier lo constituye una conferencia que apunta a facilitar la reflexión sobre las posturas de las empresas respecto de las implicancias sociales de los cambios organizacionales: cuáles son las modalidades en que las empresas se posicionan frente a los cambios de contexto, que impacto tienen dichos cambios en la organización y -fundamentalmente- qué pasa con el personal en estas circunstancias. 1. El cambio organizacional en el contexto social actual Permanentemente el subsistema gerencial o la dirección introducen cambios. Lo que se busca generalmente es mejorar la efectividad organizacional. Se cambian elementos del subsistema estructura: se reforman orgánicas u organigramas, se aglutinan o fusionan departamentos, se reasignan funciones, se desagregan tareas. Se introducen nuevas tecnologías, nuevas máquinas, herramientas, o nuevas maneras de hacer las cosas. Se cambia la tecnología de administración: nuevas maneras de hacer presupuestos, de realizar el control, los responsables de efectuar los cambios, se preguntan por qué es tan difícil lograr resultados con los cambios introducidos. Parte de la respuesta es que queriéndolo o no, siendo consciente de ello o no, estos cambios en un subsistema traen aparejados cambios en el subsistema psico-social, y no siempre el nuevo estado de equilibrio que se alcanza entre los subsistemas logra acompañar y apoyar el cambio. Las decisiones, las comunicaciones la problemática del poder y el desarrollo de estrategias políticas que hemos examinado, son procesos organizacionales internos que permiten que la organización se desarrolle y se transforme. La estructura, la tecnología y la cultura de la organización, sientan la plataforma 135 UNIDAD 3 para que estos procesos ocurran. Cuando se presentan, la organización evoluciona hacia un nuevo estado que da pie para que el proceso continúe. Como el proceso es de ocurrencia constante, su presentación esquematizada puede hacer que su constancia se olvide. Es conveniente entonces recordar que toda decisión, toda comunicación, cada acto de poder o de liderazgo y de comunicación, provienen del montaje organizacional existente y contribuyen a su permanente modificación. No obstante esta modificación permanente, suele haber procesos singularmente importantes para modificar el andamiaje organizacional existente: nos referimos a la aparición de conflictos y a la introducción de cambios intencionales en algún aspecto de la vida organizacional. Por su importancia, los hemos separado de los anteriores, para considerarlos en esta tercera parte. Desde esta perspectiva, el cambio organizacional merece un tratamiento particular porque es un macro-proceso que involucra la toma de decisiones, la comunicación, el poder, la política. Es un proceso de procesos que producen en la organización modificaciones relativamente permanentes. Nuestro propósito principal radica en reconocer los factores que determinan el cambio organizacional, la existencia del conflicto y las resistencias al cambio; y analizar algunos modelos de manejo del conflicto y de introducción de cambios. Iniciemos la tarea analizando, el papel que juega el subsistema contexto en la necesidad de cambio de las organizaciones. ¿Qué es lo que está pasando en el contexto? En este momento, el contexto ha cambiado. Para comprender el cambio, es útil tratar de caracterizar los cambios reales a nivel político y económico que se han dado en nuestro país en muy poco tiempo. En el contexto de las empresas, a la mayoría les han cambiado las reglas de juego. A aquello que nos toca vivir en términos personales hay que sumar un ajuste generalizado. La transformación de nuestro contexto tiene que ver con sucesos que están pasando en Latinoamérica y en el mundo, a partir de la “globalización de la economía”. Frase que no entendíamos hasta que los mejicanos vivieron una crisis y nosotros tuvimos las consecuencias. Esto de la globalización de la economía, integra fenómenos cotidianos tales como el ingreso masivo de capitales extranjeros, la proliferación de empresas multinacionales, la transferencia de capitales nacionales a manos extranjeras. La apertura de la economía ha transformado muy fuertemente el contexto de las organizaciones. Incluso involucra otro fenómeno global difícil de percibir: el cambio de paradigma en los modelos productivos: ¿qué cambios en los modelos productivos? Esos que percibimos en el lenguaje extraño que se habla en 136 UNIDAD 3 las empresas, mitad japonés, mitad inglés. Se habla del Justing time, de MPT, de empowerment, de las cinco “s” japonesas. El cambio en el modelo productivo apunta a la lucha por la competitividad. Al paso de una producción artesanal a principios de siglo, pasando por una producción en serie al nacimiento de una tecnología de producción muy influenciada por el modelo japonés. Estamos asistiendo a un nuevo modelo productivo bajo nuevas condiciones económicas y nuevas condiciones de competitividad. En este marco, lograr la colaboración de la gente -en un clima donde la gente siente necesidades insatisfechas- es un problema muy importante. La presencia del miedo es generalizada porque la gente observa que los puestos de trabajo desaparecen o que quienes se van no son reemplazados. Fenómenos que se dan en la inexistencia de redes sociales de contención que hacen que este miedo esté bien fundado. La desocupación tecnológica genera una reducción de los puestos de trabajo sorprendente, y la precarización de las condiciones de trabajo agrava la situación del empleo. En muchas organizaciones bien intencionadas existe una significativa impotencia por no poder satisfacer las necesidades elementales de la gente y en otras organizaciones hay un aprovechamiento indiscriminado de este estado de necesidad de la gente. Todas las organizaciones se ven obligadas a revisar sus objetivos. A pensar que el contexto cambió y que no puede seguir haciéndose lo que se venía haciendo hace 40 años. Hay que encontrar nuevas maneras de hacer las cosas y el cambio es tan fuerte que el esfuerzo de adaptación que debe hacerse es realmente muy importante. Algunas organizaciones no se dan cuenta que cambió el contexto: no todas tienen la lucidez, la capacidad en sus dirigentes que les permita advertir este cambio de condiciones. No advertir o no poder incorporar las nuevas ofertas tecnológicas, no advertir las nuevas demandas de su personal, sus cambios de valores o de expectativas, sus nuevos modos de relacionarse o de formular su contrato psicológico -especialmente los miembros de la nueva generación- pueden afectar seriamente su efectividad. Decimos que hay cambios, no que los cambios son justos ni buenos. Los fenómenos de cambio se han acelerado muchísimo y cada uno de nosotros tiene su opinión sobre la bondad y la justicia, la necesidad, la gratuidad, la transparencia o la corrupción de estos cambios. La idea es que los cambios están. Obligan a reformular el proyecto de la organización, cambian las condiciones y muy posiblemente no todas las organizaciones tengan la misma capacidad para ver los cambios, enfrentarlos y adaptarse. 137 UNIDAD 3 Adaptación es un concepto íntimamente vinculado a la idea de salud. Desde el punto de vista personal un sujeto que busca la adaptación a su entorno es una persona sana. Del mismo modo -valiéndonos de una analogía dudosa- una organización que tiene la capacidad de ver los cambios, adaptarse creativamente, es una organización saludable. Una organización que no pueda percibir los cambios, que captándolos no pueda transformar sus procesos productivos o su esquema organizacional, corre más riesgo de desaparecer. Situémosnos ahora en el enfoque socio-técnico. Este enfoque sostiene que la organización puede ser vista como un sistema socio-técnico estructurado, abierto a su entorno. Y es propio de los sistemas abiertos la necesidad constante de adaptación a su entorno, para asegurar su viabilidad y su crecimiento. Adaptación significa cambios en la organización que permitan asimilar los cambios en el contexto. Para organizaciones productivas o de servicios, no advertir cambios en el mercado, no reaccionar ante ellos, supone su desaparición o al menos su declinación. De estos temas nos hemos ocupado parcialmente en el Dossier Nº 1. En ese artículo, se presentan dos ideas de organización de las que derivan dos concepciones de cambio y dos maneras de ver el conflicto organizacional. El artículo incluye el acercamiento a dos tópicos que resultan de suma actualidad: el problema de la emergencia de un nuevo modelo de organización y el problema de la introducción de cambios en las organizaciones de nuestro medio. Realice una lectura comprensiva del Dossier “Cambio Organizacional: Dos modelos presentes en un mismo tiempo histórico”. Desarrolle un cuadro comparativo del modelo tradicional y el modelo naciente, tomando las dimensiones que usted considere comparables. Algunas dimensiones pueden ser: visión de sociedad y/o ambiente externo de la empresa..., visión del cambio, objetivos del cambio..., concepción del conflicto, del desequilibrio o desvío..., modalidad de introducción del cambio..., concepción de la administración del cambio, ideas de racionalidad predominantes en la sociedad... Integre otras dimensiones comparativas que considere relevantes. 138 UNIDAD 3 En el estudio de la relación entre cambio organizacional y contexto social, el papel de la globalización cultural también cumple un papel fundamental. Es importante destacar que existe una importante tendencia al estudio comparado de las organizaciones en el marco de la sociedad global, y en particular la influencia cultural en el comportamiento grupal e individual. Se denomina gestión intercultural a la descripción del comportamiento de una organización en su contexto y más allá de sus fronteras, con el fin de proveer de conocimientos a los responsables de conducir organizaciones fuera de su medio cultural. La idea de globalización cultural, es la contraparte del concepto de globalización económica. Si denominamos globalización económica al fenómeno de internacionalización de la economía, a la apertura de los mercados y a la expansión de las economías -incluidos los fenomenos de regionalización como el Mercosur-, llamamos globalización cultural a los fenómenos de difusión de los saberes, de la ciencia y la tecnología, de las artes, y de las costumbres. Hemos tratado ya el tema de la tecnología, focalizando en la importancia que adquiere en la vida de las organizaciones. No podemos entonces, omitir la génesis social de este impacto. Históricamente reinaba en las comunidades campesinas una cultura tradicional, local y bastante homogénea, con signos propios y particulares adquiridos en una fuerte ligazón con la geografía y la historia local. Luego, por contrapartida, la trama urbana ofreció y ofrece una producción cultural heterogénea, permanentemente renovada por redes de comunicación nacional y transnacional, invadiendo el terreno de la vida íntima de los actores. “Las identidades colectivas encuentran cada vez menos en la ciudad y en su historia, lejana o reciente, su escenario constitutivo. La información sobre las peripecias sociales se reciben en la casa, se comenta en familia o con los amigos cercanos. Casi toda la sociabilidad, y la reflexión sobre ella, se concentra en intercambios íntimos. Como la información de los aumentos de precios, lo que hizo el gobernante y hasta los accidentes del día anterior en nuestra propia ciudad nos llegan por los medios, éstos se vuelven los constituyentes dominantes del sentido público de la ciudad, los que simulan integrar un imaginario urbano disgregado”. 1 En este panorama, el ciudadano “se vuelve cliente, público consumidor”, o como afirma Eliseo Verón 2 , “al usarse más los medios que las marchas y los actos para expresarse y recibir información, se instala una “democracia audiovisual” con la sola excepción de la emisión del voto. Con frecuencia los 1 GARCIA CANCLINI, Néstor. Culturas Híbridas: Estrategias para entrar y salir de la modernidad. Edit. Grijalbo. 1990. 2 VERÓN, Eliseo. Discurso político y estrategia de la imagen. Revista Espacios. UBA. 1995. 139 UNIDAD 3 sujetos viven en la ciudad pero ya no la usan; como si la radio, el cine, la televisión, que eran antes el lenguaje de la ciudad, se hubiesen transformado en escenarios para huir de ella. Se produce un desplazamiento de la vida cultural, de los espacios públicos (teatros, cines, plazas, clubes) a los equipamientos privados (radio, televisión, videos).” El mapa de las redes electrónicas se superpone al mapa urbano o rural y tiene efectos fundamentales en la participación del individuo en el colectivo social y en la construcción del conocimiento de la realidad. Una nueva cultura es compartida por una gran mayoría de la población mundial, aún cuando muchos -perplejos o indiferentes- solo tienen acceso a ella a través de la televisión o la publicidad: los productos light, la ropa de lycra, los gimnasios, las fibras naturales y los compuestos vitamínicos, los shoppings, las drogas, los recitales de rock, las motos, la onda new age, los horóscopos orientales, el turismo de aventura, las disco, las videocasseteras, video-games y computadoras. No creemos estar contandole ninguna novedad. Seguramente usted es un atento observador de la realidad y habrá notado estos fenómenos de orden social. Como hemos visto, las organizaciones no son extrañas a estos cambios, muy por el contrario son las que los canalizan. En el marco de la globalización económica, la multiplicación de las corporaciones multinacionales sirve de canal para la globalización cultural. En muchas organizaciones argentinas los funcionarios y gerentes son extranjeros y se radican aquí con sus familias, a la vez que muchos argentinos son destinados al exterior para cumplir funciones en las organizaciones en que trabajan. Ya hemos visto los efectos culturales de las transferencias de tecnología y no ignoramos que cuando una empresa extranjera se radica en nuestro país, se produce un encuentro entre culturas, entre modos de hacer y de pensar diferentes. Si bien pareciera que la tendencia es a la homogeinización cultural -de ahí la idea de globalización- cierto es que existen choques culturales, que esta integración es muy compleja, que nos exige severos esfuerzos adaptativos. Lo invitamos a reflexionar sobre el tema. 140 UNIDAD 3 Realice las siguientes actividades Haga un listado de las tendencias de la sociedad global y de las tendencias en el lugar de trabajo que según Ud. afectarán la conducta de la gente en las organizaciones en el futuro. Señales cuáles serán, según usted las implicancias para las organizaciones. Responda: ¿Qué aspectos resultan relevantes para prepararse como dirigente en una sociedad globalizada, de modo de poder enfrentar los choques culturales? Ubique en la bibliografía obligatoria -en el capítulo sobre globalización e influencia cultural-, el caso “Empresas japonesas en EEUU”. Además de las preguntas propuestas por los autores, responda: ¿qué reflexiones le produce el análisis del caso respecto de las experiencias de empresas extranjeras en nuestro país? Para responder este interrogante, puede ayudarse realizando entrevistas en alguna empresa o informándose a través de alguna revista de negocios. Las reflexiones que hemos compartido sobre la relación cambio organizacionalcambio social, vertebran los desarrollos que siguen. De alguna manera constituyen el marco general de análisis que proponemos para la problemática. En la lectura del Dossier, usted habrá advertido la importancia que adquiere la búsqueda de cierta coherencia en la selección de una estrategia para la implementación del cambio. Profundizaremos entonces sobre los aspectos teóricos y metodológicos del cambio. 141 UNIDAD 3 DOSSIER Nº 1 CAMBIO ORGANIZACIONAL: DOS MODELOS PRESENTES EN UN MISMO TIEMPO HISTÓRICO. Lic. Néstor Carola Se intenta aquí exponer algunas ideas relativas al cambio organizacional, al menos en lo que atañe a algunos de sus aspectos, elegidos éstos entre muchos otros posibles. Entiendo que cambiar organizaciones es producir cambios en el comportamiento de las personas, lograr que la gente de la organización piense de otra manera las relaciones que establece con su tarea, con sus pares, con la organización, con el cliente, con el proveedor. El énfasis que se otorga a este aspecto remite claramente al lugar profesional desde el que se plantea el tema. Hablo del cambio desde las posibilidades y limitaciones de mi formación como psicólogo social de las organizaciones, desde la práctica de consultoría ayudando a las empresas en sus intentos de cambio, desde la docencia universitaria. Se privilegia entonces el impacto de los cambios en la gente y se pretende no sin cierta osadía- traspasar los límites de nuestra disciplina de origen, convencidos de que la problemática del cambio es tan compleja que abordarla desde una sola disciplina sería un intento condenado al fracaso. 142 ¿De qué cambios hablamos? Hacemos referencia a aquellos cambios que adquieren cierta relevancia en el desarrollo de la organización. A los cambios que se planifican o que debieran planificarse en función de transformaciones importantes en el contexto social o en la realidad interna de la organización. En esta perspectiva se dejan de lado cambios de menor impacto, que en el día a día de las organizaciones se producen advertida o inadvertidamente. Nos referimos aquí a los cambios que se vinculan sobre todo con una forma distinta de hacer las cosas, con un modo distinto de encararlas; cambios que involucran modificaciones en algunos aspectos de la cultura de la organización. Paradojalmente, no nos asombra que el cambio haya devenido una constante en la vida de las organizaciones, sino la emergencia de ciertos fenómenos que dan cuenta de la difusión que adquiere la problemática del cambio entre profesionales, empresarios y gerentes; y las características que adquiere dicha difusión. En principio, se observa una sustantiva proliferación de enfoques, marcos teóricos y metodologías para UNIDAD 3 abordar el cambio. Oferta que se caracteriza por su heterogeneidad, con enfoques construidos desde distintas disciplinas y experiencias diversas, lo que les otorga acentuaciones particulares. Sin embargo, cuando responden al paradigma tradicional, tanto la historia como la antropología y la sociología también suelen quedarse sin respuestas ante los cambios organizacionales. En este marco, cabe preguntarse: ¿de quién viene esta oferta de metodologías, de recomendaciones, de recetas? ¿quienes saben de cambio? Los sociólogos se han ocupado de brindar explicaciones acerca de porqué se dieron o no determinados cambios, de porqué ocurren o no actualmente ciertos cambios. Pero mirando hacia atrás y en la actualidad, la mayoría de ellos no se preocupan por el futuro y quienes lo hacen son denominados futurólogos, y suelen ser denostados por la corrientes tradicionales de esta disciplina. Por otra parte, quienes se dedican a la prospectiva en general explican pero no ofrecen salidas, justificándose en que las soluciones deben provenir del campo de la política. Desde el campo de la práctica, saben del cambio quienes lo hacen, aunque no puedan explicarlo: algunos políticos -mejor llamados estadistas-, algunos dirigentes de empresas líderes, algunos gerentes profesionales que han logrado serias transformaciones de algunas empresas, algunos gurúes de algunas sectas seudo-religiosas. Desde la teoría, cabe preguntarse: ¿quién debería saber del cambio?, ¿desde qué disciplinas se aborda el tema?, ¿qué disciplina tiene como función aportar conocimientos acerca del cambio? El cambio en la organizaciones es una vertiente, una manifestación menor de fenómenos de cambio social más amplios o el reflejo de éstos en las organizaciones. Este es y ha sido el campo de disciplinas tales como la sociología, la antropología y la historia: el marco conceptual desde el cual operan resulta irremplazable para cualquier interesado en el tema. En este sentido, no es precisamente la administración la disciplina que más puede ofrecer. También saben mucho del cambio los antropólogos culturales, especialmente aquellos que se abocan al estudio de las sociedades complejas. Sin embargo, la gran mayoría estuvieron o están todavía ocupados de los cambios en las culturas tradicionales y su presencia en las empresas es muy poco frecuente. Lo mismo cabe decir de los historiadores. Aún con estas particularidades, estas disciplinas siguen teniendo una importancia fundamental en la manera en que se piensan los cambios en las organizaciones. En este sentido, todos reconocemos que el estudio de las organizaciones 143 UNIDAD 3 no es privativo de un solo campo disciplinario. La organización es un fenómeno muy complejo que necesita del aporte de quien pueda decir algo acerca de los fenómenos que allí ocurren. Vemos hoy que el cambio es objeto de atención de distintas disciplinas que se ocupan del campo de la organizaciones: los administradores, los sociólogos, los ingenieros, los psicólogos sociales, algunos comunica-dores sociales, cuyo conocimiento y cuyas habilidades son más o menos pertinentes para atender a las necesidades de un mercado creciente y ávido de respuestas que no se fija demasiado en cuál es el origen disciplinario de quien dice saber algo acerca del cambio. Generalmente un gerente un empresario no le pregunta a un profesional de qué disciplina viene sino qué sabe hacer, qué hizo, cuántos cambios ayudó a generar dentro de las empresas, con qué cuota de fracaso con que cuota de éxito. Un poco perplejos ante semejante cantidad y heterogeneidad de propuestas, los gerentes, los empresarios, los consultores, todos aquellos que quieren impulsar un cambio echan mano a lo que pueden: a su sentido común, a su experiencia, a lo que pueden rescatar como valioso de cada uno de estos aportes, aún mezclando a veces lo que quizás no convenga mezclar. Nos dirigimos a esos gestores de cambio intentando iluminar el salto 144 que ha dado la comunidad científica y profesional en la concepción del cambio organizacional y que ha dado origen a tanta proliferación de ofertas técnicas o pseudo-técnicas. Salto que es motivado por el cambio social y que en definitiva instala nuevos paradigmas. Buscamos también -a partir de nuestra experiencia en el tema-, esbozar un panorama de cómo este nuevo paradigma viene a instalarse en un país en transición, de como operan en un mismo tiempo viejas y nuevas ideas, de cómo prevenirse de algunas de las contradicciones que generan. Dos modelos de organización, dos concepciones del cambio. En principio, es posible caracterizar -a modo de dos polos de un continuo- dos formas de concebir el cambio, dos modelos de concepción de las organizaciones o dos formas de pensar las organizaciones en proceso de cambio. Esta caracterización es un intento de ofrecer un marco interpretativo global que ayude a entender y a ordenar la diversidad de la oferta actual de modelos de abordaje del cambio que llega a manos de los administradores y de otros profesionales. En este sentido, se pretende ayudar en la elección de criterios para analizar esta oferta de modelos, facilitando también la comprensión de algunos fracasos en su implementación. Dos modelos distintos a partir de UNIDAD 3 imaginar dos sociedades globales distintas donde se originan los cambios, que dan pie a contextos organizativos diferentes, que describen prácticas de gestión diferentes, que señalan momentos distintos de la tarea de la organización y que -en definitiva- también son avalados en distintos momentos de la ciencia. Recurrimos a modelos en el sentido de tipos ideales, sabiendo que en la realidad concreta nunca se dan en su pureza absoluta. En este sentido, los modelos son siempre simplificaciones imperfectas de la realidad; no son verdaderos y conllevan siempre una cuota de falsedad. Su utilización se justifica si cumplen la función que pretendemos: ayudar a entender la problemática del cambio en las organizaciones, ayudar a caracterizarla. Sus limitaciones, la hipersimplificación, la ultrageneralización, deben tenerse en cuenta a la hora de discutir su validez. No dan cuenta de la totalidad de la realidad, sólo tratan de esbozarla a pinceladas muy gruesas. Posiblemente, demasiado gruesas para el gusto de algunos. Un modelo tradicional de organizaciones y de cambio llegaría desde principios de siglo, con el surgimiento de las grandes organizaciones tal como hoy las conocemos y se extendería aproximadamente hasta los años 50 ó 60. Este modelo de organización, precedió los inicios de la Teoría de la Administración y se vio realimentado por su desarrollo. Un modelo naciente surge lenta- mente desde esos años y podemos verlo desarrollarse fuertemente en estos días. El modelo tradicional surge a partir de una sociedad global relativamente estable. Una sociedad de cambios incrementales, en equilibrio dinámico, relativamente predecible en función de proyecciones de tendencias anteriores, representaba para las empresas un ambiente externo estable, que favorecía una mirada sobre todo dirigida hacia adentro. En dicho contexto, la Teoría de la Organización daba predominio a enfoques explicativos propios de una concepción de la organización como sistema cerrado. Esta sociedad global se caracterizaba por una visión dual del cambio. La ideología del progreso, la convicción de que la humanidad iba camino hacia la realización de mejores posibilidades, la confianza en la ciencia, en la tecnología, en los logros del esfuerzo humano, cimentaron la visión del cambio como progreso. Progreso entre otras cosas hacia un standard de vida siempre creciente. El cambio, en este sentido, era sinónimo de progreso. Este progreso admitía sin embargo algunas interrupciones, algunos retrocesos en esta escala ascendente: guerras, desórdenes, conflictos. En este sentido, el cambio estaba connotado por una visión negativa: la idea de retroceso, de desvío de cierta natural tendencia a mejorar, a progresar. De este modo, muchos cam145 UNIDAD 3 bios eran considerados como rupturas de un equilibrio celosamente guardado, valorado positivamente, que tenía rápidamente que ser subsanado, restablecido. En las empresas, el progreso -asociado al crecimiento- se piensa, se planea y se logra, desde la dirección. Fundamentalmente a partir de la innovación tecnológica. Se hace a grandes saltos: cada innovación tecnológica supone una posibilidad de acelerar procesos productivos, de bajar costos, de lograr mejores estándares de calidad, etc. Al cambio como desvío, como desequilibrio, se lo concibe como un atentado al orden, a la seguridad, a la productividad. En este sentido el cambio que se introduce voluntariamente en las organizaciones, apunta a restablecer el equilibrio perdido. Se necesita de la estabilidad para el crecimiento, para el progreso. Estos son los valores deseados: la estabilidad y el equilibrio. Se administra la estabilidad que permite el crecimiento y se administran los desvíos tratando de volver todo a la normalidad, tratando de volver a poner las cosas en orden. La idea del administrador tradicional es la de tener todo bajo control. Si algo se ha salido de su cauce, es preciso poner orden rápidamente, restablecer el equilibrio. Cuando es necesario restablecer el equilibrio perdido los mecanismos normales de gestión, los modos normales de gestión son el uso del poder, la presión 146 y eventualmente la manipulación de la información. En el modo normal de gestión se enfatiza el control de la persona y la obediencia. El acento puesto sobre la idea de organización está inextricablemente unido a la idea de conseguir orden y predecibilidad en el comportamiento de las personas. La idea es estabilizar los procesos y buscar normas. Y en este sentido, la diversidad, el disenso, la divergencia, se viven como algo que debe eliminarse para asegurar el orden. Hasta ese momento, la teoría de la organización -aún con los cambios que introdujo la escuela de las Relaciones Humanas y los neo clásicos entre otros-, concibe al cambio como reactivo, como adaptativo. Se supera el esquema de sistema cerrado y se pasa a la metáfora de la organización como organismo vivo, aún cuando el organismo no transforma a su ambiente, sino que se esfuerza por adaptarse al éste. No pone el acento en los cambios del contexto, pone el acento en los cambios cuando algo no funciona bien en la organización enfatizando el origen interno del cambio. Hay un desvío entre lo que la organización ha previsto y lo que la organización ha podido realizar, hay algo que está planificado, no se ha hecho o no se ha conseguido el objetivo, por lo que es necesario tomar alguna medida de corrección para recuperar el control, para corregir el desvío. Desde este modelo, en esta época o UNIDAD 3 desde la práctica de las organizaciones: ¿cuáles son las maneras habituales de enfocar el cambio?. Econtramos tres principales, que aún ahora no han perdido vigencia: · Cambiar personas: quizás el recurso más utilizado. Si el directorio de una empresa está insatisfecho con los resultados, decide cambiar a su gerente general. Si es el gerente general el insatisfecho con un área, cambia al gerente respectivo, y así siguiendo. El supuesto que hay detrás de esto es que una persona con empuje, con ganas, con ideas nuevas, tendrá la fuerza suficiente para cambiar el rumbo de una organización. A veces la terapia es acertada. A veces se encuentra la persona con las condiciones adecuadas, con el poder, con la tenacidad suficiente y logra -por así decirlo-, quebrar el rumbo de una organización. Pero también asistimos a otros casos donde esta persona termina absorbida por la organización. Hoy diríamos que en vez de transformar la cultura de la organización, termina socializado en ella. Que a veces, cambiar un sistema social, es demasiada tarea para una sola persona. · Cambiar el organigrama: se suprime un departamento, se agrega una gerencia, se separan tareas, se agrupan de modo distinto las funciones, secretarías pasan a ser subsecretarías: racionalización. A veces éxitos, muchas veces fracasos. Hoy, desde una visión sistémica, los explicaríamos diciendo que se ha cambiado la estructura pero no se ha trabajado suficientemente con la cultura. Las personas tienen distintas atribuciones y tareas, pero siguen viéndolas desde los mismos supuestos, desde los mismos marcos perceptivos. · Incorporar tecnología: Basta de lidiar con procesos manuales lentos, erráticos, demasiados variables. Se pretende modificar el funcionamiento de la organización a partir de la tecnología. De nuevo aquí encontramos algunos éxitos y algunos fracasos, entendiendo como fracaso un rendimiento muy por debajo de las posibilidades de los equipos o de las máquinas. Hoy, desde una concepción de la organización como sistema sociotécnico, lo explicaríamos por un desbalance entre el sistema técnico y el social. En estos ejemplos, insinuamos la necesidad de ver el cambio desde una perspectiva de sistemas sociales y de sistemas socio-técnicos. En estos ejemplos se ponen en juego enfoques parciales en los cuales se interviene en un solo subsistema o se abordan algunos de los efectos del funcionamiento concatenado del subsistema y no se dispone de una visión de conjunto. Lo que enfatizo es una concepción sistémica de las organizaciones, es la idea de interrelación e interdependencia entre todos los 147 UNIDAD 3 subsistemas, de allí que pensemos que para emprender un cambio deberían contemplarse los efectos deseados e indeseados que pueden originarse al intervenir en sólo algunos de los subsistemas. Uno de los modos de tener presente esta concepción sistémica es incorporarla en el proceso de planificación. Por otra parte, hay otra manera de vivir el cambio, ligada a un modelo de organización naciente. El cambio es solo cambio, y no necesariamente progreso. A veces el cambio es positivo, otras negativo. Se vive o se puede ver el cambio como una oportunidad o como una amenaza. El gran desafío para la organizaciones -y también para las personas-, es ver si se puede convertir una amenaza en una oportunidad. En este sentido, ya no se habla de crecimiento de la organización entendida como crecimiento de facturación, crecimiento en volumen, en complejidad. Se derrumba el estado de bienestar, se desprestigian las organizaciones grandes. Parece que lo pequeño es hermoso, hay un nuevo paradigma de organización, las organizaciones se viven como demasiado pesadas, demasiado lentas, hay que dividirlas para alcanzar un tamaño razonable. Las organizaciones ya no entienden la estrategia de la integración y se implanta con fuerza la idea de “hagamos bien lo que sabemos hacer”, la idea de Outsurcing, los fenómenos de tercerización y varias ideas 148 japonesas que occidente trata con mayor o menor éxito de introducir. No se piensa el crecimiento si no hay desarrollo, y desarrollo se entiende como la capacidad de sobrevivir y crecer en un ambiente competitivo, cambiante. Crecimiento es la capacidad de la organización para leer la realidad, para imaginar formas, alternativas de enfrentar la realidad. Desarrollo es la capacidad de una organización para ver no solo la realidad externa sino realidad interna, de anticipar fenómenos de envejecimiento u obsolescencia gerencial, de envejecimiento u obsolescencia del conocimiento de sus miembros. El desarrollo entendido como agilidad de respuesta se hace o se piensa no solamente desde la cúspide de la organización sino desde la contribución de todos los niveles. Por mejoramiento de procesos y también siguiendo la idea japonesa de Kaizen, por pequeños pasos constantes. No se apuesta solo a cambios tecnológicos importantes, sino a los pequeños y a los grandes cambios. A los pequeños cambios que no provienen de los violentos golpes de timón de la dirección, sino de la creatividad y el compromiso de toda la gente. En este marco, hay otra concepción de lo que es el desvío y el desequilibrio. El desvío se entiende como una señal de la necesidad de aprender, como el desafío de lograr un ajuste nuevo para lograr un equilibrio distinto, al que se lo vive como dinámico y precario. Se administra UNIDAD 3 en el cambio, se introducen los cambios de forma participativa con negociación y consenso. Se enfatiza la idea de construir entre todos una visión compartida, se enfatiza el grupo, la contribución a las personas, el compromiso. Las organizaciones maduran la idea de que para poder enfrentar un medio cambiante, las competencias de su gente deben ser distintas. Y es precisamente la diversidad de competencias, la diversidad de ideas entre su gente la que operará como fuente de innovación y de creatividad; aspectos esenciales para la supervivencia y el desarrollo. En este marco, la diversidad, el disenso y la divergencia se valoran positivamente y se vivencian como apoyaturas. A esta altura, la teoría de la organización ya no piensa en un cambio reactivo, adaptativo. Se piensa un cambio proactivo y generativo. Desde este enfoque, ya no puede decirse que exista un sólo método de implementación del cambio. La teoría de la organización incorpora enfoques situacionales o contingentes recuperando el principio sistémico de la equifinalidad, es decir, que distintos sistemas pueden alcanzar el mismo estado final a partir de distintos estados iniciales. Entonces es necesario reconocer cuáles son los estados iniciales para elegir la estrategia que mejor se adecua a una organización particular. El enfoque es multicausal y sistémico. Obviamente, queda excluida la idea de una única racionalidad. Se admite la convivencia de racionalidades distintas que tienen que negociar entre sí. Es desde la confrontación de racionalidades diversas de donde surgiría un esquema superador. Los aportes de la teoría del caos, por ejemplo, posibilitan relativizar la valoración exclusivamente positiva del equilibrio. Surgen otras metáforas para entender -aunque sólo sea parcialmente- a las organizaciones: la metáfora de la organización como cerebro, de la organización como cultura, de la organización como contradicción entre estabilidad y cambio. En una concepción que asigna a los resultados de la actividad científica un carácter provisional, la verdad es consenso y el control de la verdad es control intersubjetivo. De ahí la convivencia de distintas interpretaciones de la realidad, siempre en estado de confrontación. Se abandona la idea de un modelo único de ciencia y se asimila la necesidad de comprender la complejidad a través de modelos complejos. La complejidad se aborda desde enfoques que se reconocen como parciales, como útiles para explicar determinadas cuestiones, determinados aspectos, con las ventajas y las desventajas que esto conlleva. Las ventajas en el sentido de la tolerancia a lo distinto, a lo diferente, a la convivencia de lógicas opuestas; y las desventajas del carácter efímero de algunos valores, de algunas afirmaciones. Es esta emergencia de lo efímero aquello que da lugar al sur149 UNIDAD 3 gimiento de las modas. En este movimiento, la administración en tanto ciencia corre el riesgo de perder rigurosidad. Los modelos que hemos presentado, pueden ser vistos -por contraste- como dilemáticos y mutuamente excluyentes. Si se interpretan como polos de un contínuo, es posible admitir la necesidad de integración de sus elementos en función de la situación de que se trate. La transición en Argentina: coexistencia de modelos. En el modelo tradicional se administraba en la estabilidad. Incluso en nuestro medio, donde la administración no se asocia al management americano, el concepto de administrador se asocia generalmente con mantener, con conservar, con un uso racional y prudente de los recursos. Hoy hay que gerenciar el cambio y gerenciar en el cambio. Para muchos, gerenciar el cambio no tiene sentido, porque el cambio -más bien en su forma acelerada actualya está instalado, y parece que ha llegado para quedarse. Con él hay que gerenciar. Hay que gerenciar en el cambio permanente. Con la utilización de la expresión modelo naciente se advierte de la necesidad de una cuidadosa búsqueda de las palabras más adecuadas. No podríamos convalidar la presencia de un nuevo modelo y la palabra “naciente” permite dar cuenta de que no se trata de un modelo totalmente 150 afianzado. Conocemos muy pocos casos de otras latitudes, en los que este modelo se haya implementado ciento por ciento. Esta nueva idea de la organización, de la gestión y del cambio, puede verse en funcionamiento en muy pocas organizaciones. La idea central que intentamos desarrollar es que muchas organizaciones en la Argentina -a partir de la apertura de la economía y de la estabilidad monetaria-, tuvieron que hacer un enorme esfuerzo para aggiornarse y hacer en poco tiempo lo que en otras partes del mundo se fue haciendo en un proceso mucho más gradual. Muchos de los fracasos del cambio radican en la naturaleza de este proceso. ¿Cuáles son -en nuestro contexto- las principales dificultades del pasaje del modelo tradicional al modelo naciente? La más grave dificultad es la falta de precisión en lo relativo a la escena de llegada. No se puede planificar bien el acceso a un modelo que no se conoce. El modelo naciente no está afirmado. Esto plantea, entre otros inconvenientes, que no se pueda copiar: no se puede transmitir una cultura que no se ha vivido. Los psicólogos dirían que no hay modelaje de comportamiento. Todos sabemos que el modelo que mejor se transmite es el que se practica y hoy se practican modelos en transición, modelos en crisis en muchos casos contradictorios. Otra dificultad específica de la Ar- UNIDAD 3 gentina, es que este pasaje se tiene que hacer casi al mismo tiempo con muchos ajustes y recortes, con una exigencia de aumentar competitividad en muy escaso tiempo. Las empresas tienen muy poco tiempo para transformarse sin quedar afuera del mercado. Existe una particular confluencia de procesos distintos: hay fusiones de empresas, adquisiciones o absorciones de empresas. En empresas familiares se dan traspasos generacionales, introducción de tecnologías informática de alto impacto en el diseño de los puestos de trabajo y en la conformación de la estructura de la organización, introducción de tecnologías de automatización que también tiene una fuerte implicancia en la organización -tanto en su estructura como en su cultura-. Se introducen sistemas de remuneración variable, de trabajo en celdas, y -aunque no en todas las empresas ni todos los procesos-, se introducen dos o tres procesos al mismo tiempo; lo que hace difícil su administración, su gerenciamiento. En la mayor parte de las organizaciones del mundo “se camina hacia” un nuevo modelo de organización. En la Argentina la necesidad de resultados casi inmediatos se contrapone con la idea del consenso, de la negociación, de la maduración. La objeción a la idea de proceso gradual es fuerte: “No tenemos tiempo”. Las demandas del mercado, de la competencia, las exigencias de certificación de calidad, etc., plan- tean la necesidad de hacer un cambio rápido y en esta urgencia se recurre a métodos autoritarios para introducir modelos participativos. Se recurre a los métodos tradicionales para implementar nuevos enfoques, se cae en contradicciones, se alargan los procesos, las transformaciones pierden fuerza, se pierde fe en los procesos de cambio y las intenciones quedan en promesas. A esto se suma que la transición se da en medio de una situación de desempleo importante. Un dicho popular dice que el hambre agudiza el ingenio, pero el miedo o la bronca no son condiciones organizacionales que faciliten el compromiso. Se sigue obteniendo obediencia y no se consigue colaboración. Las organizaciones que en Argentina funcionaron de un modo tradicional, mucho más allá de los años sesenta e incluso hasta hace tres o cuatro años, con un modelo autoritario clásico, con un modelo organizacional clásico, no pueden de un día para el otro empezar a funcionar con otra filosofía. La aplicación simultánea de enfoques contradictorios, o potencialmente contradictorios, es bastante frecuente. Al introducir nuevas técnicas de gestión, por ejemplo, la mayoría de las organizaciones se vieron obligadas a hacer un fuerte Downsizing. A partir de allí, comenzaron a introducir métodos participativos, luego quisieron -necesitaron- acortar pasos en la implementación de nuevas formas de tecnología. Pero el 151 UNIDAD 3 Downsizing supone una concepción del cambio que en muchos aspectos se apoya en el modelo tradicional, por lo que no es posible, una vez terminado el Downsizing, comenzar al otro día con la gestión de modelos participativos. El temor de la gente no se pasa de un día para otro. Un día se inicia un cambio desde un modelo autoritario y al otro día comienza a implementarse un modelo participativo. Como decía un empleado en una empresa: “Si la empresa me dice que el cambio va para ese lado, yo voy para ese lado. Yo, subordinación y valor. En recuerdo de todos los compañeros que están en la calle.” La mitad de los actos de la organización están inspirados en el modelo tradicional y -en el mejor de los casos-, el cincuenta por ciento restante inspirados en el modelo naciente. Esto lleva -entre otras cosas-, a la desnaturalización de ciertos elementos absolutamente válidos. Un ejemplo lo constituye el proceso de certificación del sistema de aseguramiento de la calidad. En algunas organizaciones, procesos y procedimientos se describen con una mentalidad Tayloriana. En otras no: se concilia la idea de procesos standarizados con la idea del empowerment, con la idea de la descentralización. Técnicas nuevas leídas y aplicadas desde paradigmas viejos. Otra razón que contribuye al fracaso de algunos cambios, radica en que se pretende introducir modelos que 152 suponen un cambio en los procesos, un tiempo de maduración de la gente para pensar las cosas de una manera distinta, en un tiempo standard o predeterminado. Es decir que se pretende introducir un enfoque naciente con el modelo de gestión anterior y a través de la receta o la fórmula universal: cómo certificar en seis meses como introducir la calidad total en diez pasos. La mayoría de los conductores del cambio no están convencidos del cambio. En términos de los operarios o los empleados “borran con el codo lo que han escrito con la mano”: acaban de firmar la política de calidad de la compañía y la desautorizan con los gestos que emiten a continuación, no hay gestión simbólica de los cambios, no hay convicción. No son malas personas: en Argentina todos hemos sido educados en organizaciones autoritarias que han vivido procesos autoritarios muy importantes, y que alguna huella a nivel de la sociedad global tienen que haber dejado. Los modelos de gestión participativos, los modelos de introducción del cambio participativos que se desarrollan en nuestra sociedad, tendrían que ser adaptados a nuestra propia realidad y a nuestra historia. En una economía globalizada, no podemos darnos el lujo de ser diferentes en cuanto a ganar competitividad. Para ello tenemos poco tiempo. Más vale suplantar su escasez con inteligencia, con planifi- UNIDAD 3 cación, con análisis; y sí ser diferentes en el modo de implementar el modelo naciente: reconociendo nuestras particularidades, nuestra historia y nuestra cultura. La opor- tunidad está en ser diferentes en el modo de llegar a ser competitivos, siendo originales en la construcción de los caminos ya que no podemos ser diferentes en el punto de llegada. 2. La introducción del cambio en las organizaciones. Aspectos teóricos y metodológicos. Desde el enfoque sistémico, diríamos que, procurando el mejor cumplimiento de los fines y objetivos, procurando su logro con la mayor efectividad, o procurando su modificación en función de nuevas restricciones o de nuevas oportunidades que presenta el contexto, el subsistema gerencial o la dirección de la organización, introduce modificaciones en el subsistema tecnológico o en el subsistema estructura. Pero suele suceder que estos cambios en el subsistema tecnológico, en el subsistema estructura, producen cambios no deseados en el subsistema psicosocial, por lo que no terminan de asentarse en el sistema total. Esto explicaría las resistencias, cuando no se logra un equilibrio entre la tecnología y el sistema social que se genera alrededor de ella, o cuando la modificación en la estructura no cambia las actitudes ni la conducta de la gente. El proceso de emergencia de conflictos, es uno de los que potencialmente más puede contribuir al cambio o a la modificación de la organización, al cambio o a la modificación positiva o negativa, dependiendo de su gravedad y del modo como sean enfrentados. Si bien el conflicto puede provocar cambios, generalmente no es deliberadamente provocado por los responsables de la organización. Estos sí muchas veces introducen cambios intencionales en la organización, con el fin de mejorar su efectividad. Pero no siempre dan resultado, ni siempre son fáciles de implementar, porque aparecen resistencias humanas que los retardan o los imposibilitan. De este modo, en el cambio organizacional queda involucrada la cuestión del ambiente y el clima organizacional en relación a los momentos de conflicto. ¿Cómo y por qué surge el conflicto? ¿qué se puede hacer ante él? ¿resulta razonable eliminar el conflicto a la mayor brevedad posible, o puede suceder que el conflicto sea benéfico para la organización? Contestar estos interrogantes nos lleva a distinguir entre conflictos funcionales y disfuncionales. Al analizar la problemática del conflicto intergrupal, hemos visto que existen 153 UNIDAD 3 conflictos típicos bien conocidos. Por ejemplo, conflictos verticales, del cual el conflicto obrero-patronal es el paradigma, o conflictos horizontales, entre distintos departamentos. Existen otros, bastante discutidos en la literatura especializada de menos acceso al gran público, como son el caso de los conflictos entre el personal de línea y el de staff y el de los profesionales y la organización. En todos ellos hay una nota en común: no se les reduce a simples dificultades interpersonales o a la presencia de personalidades conflictivas. El psicólogo Nevitt Stanford coloca este punto dentro de una perspectiva histórica cuando declara: «Hasta hace unos años era fácil responder a los conflictos organizacionales culpando al comportamiento problemático de los individuos. Pero la fórmula simple «el pleito se debe a los buscapleitos», resulta desafortunadamente inadecuada a la luz de nuestro conocimiento actual del proceso social.» Lo inadecuado del enfoque que busca solamente las causas del conflicto en el individuo, radica en nuestro actual conocimiento de cómo en las organizaciones, al dividirse el trabajo en forma horizontal y al dividirse la jerarquía en forma vertical -aún existiendo modelos alternativos de hacer las cosas- se van creando, en la misma naturaleza de las organizaciones, situaciones potenciales de conflicto. Se han examinado en esta asignatura, distintas formas de conflicto individual y entre grupos. Y en la asignatura Ciencias del Comportamiento I, hemos sentado las bases para entender mejor las causas potenciales del conflicto. Aquí volveremos sobre el tema, para cerrarlo desde una perspectiva diferente: ¿no puede devenir también el conflicto de una inadecuada conducción de los procesos de cambio? En el problema del cambio organizacional tienen tanto peso los aspectos teóricos como los metodológicos. La teoría y la acción, apoyándose mutuamente han producido algunas certezas: en principio, que la intervención en los procesos de cambio en las organizaciones no depende de la confianza en la “buena voluntad” y en “el sentido común”, en el espontaneísmo y en ensayos salvajes “para ver qué pasa”. Por el contrario, unas sólidas bases teóricas y metodológicas son la garantía más segura de un método reflexivo, crítico y no manipulador en la intervención. Utilizamos la palabra intervención en la medida en que abre interrogantes sobre el enfoque desde el cual se puede realizar la tarea. Intervención puede significar: 154 UNIDAD 3 1. la toma de la palabra, la intervención de un orador 2. la intromisión, la injerencia, la instrusión 3. la acción de un factor que influencia y explica tal o cual fenómeno. 4. la mediación, la intercesión, los buenos oficios, la ayuda el apoyo. En este último sentido, intervenir es “venir entre” la organización y sus problemas como co-pensor o facilitador de las soluciones. Los cuatro significados involucran la presencia de un tercero en una relación social, aunque desde distintas perspectivas. En las tres primeras acepciones, se acentúa su presencia, su protagonismo. En el cuarto sentido -el que preferimos- esta tercera persona aparece como colaborador desde una relación más simétrica, sea éste un especialista externo o interno a la organización. La utilización del término intervención es propia de las ciencias del comportamiento. Desde las ciencias del comportamiento se ha tratado de aportar conocimientos, métodos y técnicas para contribuir a que las organizaciones mejoren el proceso a través del cual examinan su entorno y el proceso de introducir cambios internos que mejoren su efectividad y su desarrollo. El conjunto de valores, métodos y técnicas que aportan a este proceso ha recibido el nombre de Desarrollo Organizacional. Esta corriente es la elegida por los autores de la bibliografía obligatoria para enfocar el desarrollo del tema que nos ocupa. El desarrollo organizacional D.O.- es una escuela o corriente tradicional de las ciencias del comportamiento. El D.O. no designa a una técnica única, como podría ser la Dirección por Objetivos o el Enriquecimiento de Tareas -que para muchos podrían ser instrumentos o técnicas útiles en un proceso de D.O.-. Es el nombre genérico que un conjunto de teóricos provenientes de las ciencias del comportamiento han dado a un conjunto de técnicas y métodos para lograr una mayor integración y efectividad de una parte o de toda una organización. Evidentemente, no es el único modo de lograr estos resultados. Tampoco es una metodología firmemente consolidada ni terminada. Entendemos que el D.O. fue novedad y promesa cuando surgió en los EE.UU. en la década de los sesenta, fue objeto de duras críticas en los setenta -especialmente por partir de valores de corte humanístico propios de sus científicos gestores, pero no necesariamente compartidos por los directores y las organizaciones- y fue encontrando en los años ochenta la madurez, que atempera tanto el deslumbramiento inicial como la desvalorización que le siguió. A diferencia de otros métodos de cambio que ponen el acento en la reforma de 155 UNIDAD 3 la estructura o en la introducción de tecnología, el D.O. -tal es la sigla con que se lo conoce- pone el acento, claro que no exclusivamente, en el subsistema psico-social, como lógicamente cabe suponer dado su origen. Para ello, el D.O. se apoya en el concepto de ambiente organizacional: el ambiente organizacional es el «el conjunto de características del lugar de trabajo, percibidas por los individuos que laboran en ese lugar, y sirven como fuerza primordial para influir en su conducta en el trabajo.» Muchos autores hacen una distinción entre ambiente y clima, llamando ambiente a las características objetivas de la organización -sus fines, su estructura, su tecnología, su cultura- y llamando clima organizacional a la cualidad o propiedad del ambiente organizacional que: a) perciben o experimentan los miembros de la organización y b) influyen sobre la conducta de estos. Esta pequeña diferencia ayuda a distinguir entre los factores objetivos que determinan el ambiente organizacional -tamaño, grado de formalización, presión por la realización de las tareas, etc.- y la forma en que son percibidos por los miembros de la organización. Así entendido el clima organizacional, el concepto tiene un lejano parentesco con lo que antiguamente se conocía por moral de un grupo, moral de una tropa, o de una industria. Lejano parentesco decimos porque el término moral sería más restringido, abarcando menos factores. Moral de un grupo fue un concepto que se utilizó o se utiliza para describir una condición de un grupo de personas, que, si es elevada, le permite un espíritu de equipo, un esfuerzo sostenido, entusiasmo y resistencia frente a los contratiempos. Generalmente se considera que las condiciones de un grupo que afectan a su moral son, por lo menos, tres: - el grado en que los miembros de un grupo tienen un objetivo en común. - el grado en que el objetivo se considera valioso. - el grado en que los miembros sienten que el objetivo puede ser alcanzado. Si así se entiende moral de un grupo, se ve claramente que el término clima organizacional es más amplio, lo incluye, y se considera que está afectado por muchos más factores. Para el D.O. el cambio organizacional es un conjunto de intervenciones reeducativas que apuntan a modificar el ambiente organizacional. A diferencia del enfoque socio-técnico, el D.O. es un modelo fuertemente centrado en el subsistema psico-social. En este sentido, existen ocasiones donde el esfuerzo del cambio no está puesto en la introducción de nueva tecnología o en la modificación de la estructura, sino que se pone el acento en la modifi156 UNIDAD 3 cación del subsistema psico-social. Los esfuerzos del D.O. representan el modo más actualizado y completo en que los conocimientos de las Ciencias del Comportamiento son puestos al servicio del mejoramiento de la conducta de individuos, de grupos y de toda la organización. Actualmente existen muchas escuelas en psicología de las organizaciones que proponen, cada una de ellas, una manera particular de analizar el cambio, una metodología y técnicas específicas. Sería imposible abordar en este espacio toda la producción teórica y metodológica que existe sobre el cambio organizacional. Nuestra mirada otorga al enfoque socio-técnico un carácter más central. Desde la perspectiva que hemos adoptado, en la medida en que la organización es concebida como sistema socio-técnico no hay cambio que no involucre lo técnico y lo social de modo simultáneo. Todo cambio tecnológico tiene algún grado de impacto en las relaciones sociales y toda modificación en los aspectos informales del comportamiento alteran la acción del hombre sobre el sistema técnico. En el desarrollo del segundo dossier, incorporamos una mirada crítica sobre cómo se implementan actualmente los procesos de cambio. A partir de un análisis de los errores más frecuentes, analizamos el papel que juegan algunos factores clave en la implementación del cambio: La elección de estrategias, los factores que inciden en el proceso, la importancia del diagnóstico y la planificación, las claves de la conducción del cambio. Realice una lectura comprensiva del Dossier "Cambio organizacional: reflexiones y sugerencias para no especialistas”. Enumere los aportes que le ofrece el escrito para enriquecer su comprensión sobre los procesos de cambio organizacional. Fundamente el inventario que ha realizado. Identifique los aspectos del cambio organizacional que, según el autor, son habitualmente descuidados por quienes lo conducen. ¿Conoce usted ejemplos de procesos de cambio organizacional que hayan tenido algunas de estas fallas? Sintetice algunos ejemplos. 157 UNIDAD 3 También tratamos en el dossier algunos aspectos de la resistencia al cambio. Hemos intentado simplificar nuestra exposición desde la idea de que sus aprendizajes previos le facilitan apropiarse de estas ideas. Sin embargo, tome en cuenta que los diversos autores coinciden en muchos aspectos, pero: · Explican de distinto modo la resistencia al cambio. · Caracterizan de distinto modo y priorizan de distinta manera diferentes estrategias de introducción del cambio. · No dan la misma importancia ni asignan la misma viabilidad a las técnicas participativas de introducción de cambios. En función de la importancia de este tema, le proponemos un ejercicio que le permita analizar de modo particular el problema de la resistencia al cambio. Relate un caso observado por usted en el que se haya producido un cambio y que haya originado alguna resistencia. Describa el cambio y la resistencia observada. Teniendo en cuenta los conceptos desarrollados, explique por qué se dio esta resistencia y luego relate qué se hizo en la realidad frente a ella, y lo que usted habría hecho. Recuerde la recomendación de reserva y la cautela necesaria para no mencionar nombres o circunstancias que hagan fácilmente reconocible el caso, o el pedido expreso de autorización a los actores del caso si usted decide utilizar nombres propios. El autor del dossier, utiliza con frecuencia metáforas y analogías. Tanto para describir los procesos de cambio como los de resistencia. Reemplace cada metáfora y/o analogía utilizada por el autor por alguna elaborada por usted. Utilice el recurso de las metáforas y analogías para explicar otros temas que le resulten significativos Hasta aquí hemos intentado ofrecerle la información necesaria para: a) ubicar la problemática del cambio organizacional en un marco socio-histórico, b) acercarse al problema de los procesos de cambio organizacional desde una perspectiva teórica y práctica. 158 UNIDAD 3 DOSSIER Nº 2 CAMBIO ORGANIZACIONAL: REFLEXIONES Y SUGERENCIAS PARA NO ESPECIALISTAS. Lic. Néstor Carola · La intención Después de muchos años de economía cerrada, el advenimiento de la apertura y la globalización, la necesidad de competitividad, impuso e impone a las organizaciones cambiar en muchísimos aspectos. Nuestro interés se centra en los modos en que se administran los procesos de cambio en nuestro medio, fundamentalmente en aquellos que implican -advertida o inadvertidamente-, un cambio en la cultura, en la manera de pensar y de hacer de la gente en las organizaciones. Estamos hablando de distintos tipos de cambio: de reorganizaciones, absorciones o fusiones, de introducción masiva de nuevas tecnologías, de implantación de modalidades de trabajo en células o celdas, de ideas y de técnicas de calidad de servicios, de proyectos de calidad total, de certificación de sistemas de aseguramiento de calidad, de renovación del management organizacional, etc., que tienen en común -apreciamostratar de incidir en las conductas de la gente. Desde nuestada óptica de consultores, desde la práctica colaborando con organizaciones que comienzan procesos de cambio importantes o se ven obligadas a relanzar, vigorizar proyectos de cambio debilitados o agónicos; aprendemos en los éxitos y los fracasos y nos preguntamos por sus causas, en un intento de reflexión teórica. Desde nuestra práctica profesional como consultores, nos asombra también la cantidad de fracasos en las organizaciones cuando se intentan implementar cambios y la relativa liviandad con que se aceptan o para examinar las causas de estos fracasos. En lo relativo a la implementación, también resulta curiosa la liviandad de la planificación, la sobresimplificación en el abordaje de un fenómeno social complejo con apenas una actitud y una estrategia voluntarista. Asombra también la poca predicción existente acerca de cómo un cambio puede afectar al resto de las áreas o a las maneras de hacer y modos de ser de las organizaciones. En una ingenua explicación de los fracasos del cambio, todo es achacado a la tan mentada resistencia al cambio como un fenómeno natural de tipo emocional, aún cuando determinados cambios fracasan porque efectivamente la gente pierde ante el cambio: pierde libertad, seguridad, remunera159 UNIDAD 3 ción o -directamente- pierde el empleo. De allí que a veces resulten no solo insuficientes sino absolutamente inadecuadas las clásicas soluciones recomendadas de capacitación e información, al menos en los casos en que la gente no solamente tiene resistencia al cambio sino “pavura” al cambio. Decimos entonces que nos preocupan y nos ocupan los fracasos, los resultados magros, el alargamiento de los plazos previstos, las marchas y contramarchas, los abandonos y los «falsos arranques» que enfrentan directivos y consultores de algunas organizaciones, quienes deben conseguir resultados en tanto en el éxito o fracaso de estos procesos está en juego la competitividad, la posibilidad de supervivencia de la organización, sea en el corto o en el mediano plazo. Nuestro propósito es compartir algunas ideas con esos responsables, algunas reflexiones que pudieran ser útiles a la hora de pensar el modo de implementar este tipo de cambios. · El Enfoque Nos proponemos realizar esta tarea contraponiendo dos concepciones de base, estrechamente relacionadas: un enfoque sistémico de las organizaciones en oposición a enfoques parciales y un modelo contingentesituacional del cambio, en oposición a un enfoque prescriptivo. Repasemos algunas ideas del enfo160 que socio-técnico. La organización como sistema socio-técnico integrado, supone la identificación de cinco subsistemas. Por un lado el proyecto, los fines , los objetivos , la razón de ser que así misma se da la organización; por otro lado la estructura, la cultura, la tecnología. El subsistema gestión, es el encargado de coordinar y de lograr la integración y sinergía en todo el subsistema. También es el encargado de tener censores que permitan captar los cambios que ocurren en el contexto, como así también observar las modificaciones que se están produciendo en su medio interno. La noción de sistema sirve para subrayar dos ideas fundamentales: la idea de interrelación y de interdependencia. Esta conceptualización de la organización también sirve para hacer presente a quienes tienen que dirigir o planificar un proceso de cambio, que de lo que se trata es de cambiar un sistema social. Desde la segunda perspectiva que adoptamos, el enfoque prescriptivo le dice a todas las organizaciones qué es lo que hay que hacer para cambiar, a la manera de una solución estandarizada de aplicación universal. Un enfoque contingente o situacional supone que hay algunos criterios que llegarían a formular no ya una forma de aplicación universal sino un enfoque diagnóstico, supone interrogarse acerca de cómo conviene elegir un enfoque de cambio UNIDAD 3 para ésta y determinada organización, para ésta y determinada circunstancia. El enfoque contingente o situacional está ganando terreno en el campo de la teoría de la organizaciones y despierta algunas resistencias por parte de quienes consideran que es la teoría del depende. En cierta medida es así: la estrategia que más le conviene a esta organización depende -excluyendo el relativismo absoluto- de la identificación de aquellos factores que conviene tener en cuenta para decidir qué tipo de estrategia se ajustará a las particularidades de la organización. Pensemos por ejemplo, en algunas consideraciones de quienes introducen -o intentan introducir- cambios relativos al tratamiento de la problemática de la calidad, ya sea en productos o en servicios. Nos referimos a los procesos de calidad total, e incluso a algunos cambios menos ambiciosos como los procesos de certificación. La planificación de estos procesos aparece a veces concebida desde una visión muy lineal, a tal punto que no es extraño escuchar afirmaciones tales como que para certificar según normas ISO son necesario seis meses u ocho meses de trabajo. Dicho esto como algo prescriptivo, como un tiempo que se puede fijar sin conocer una organización, sin tener idea de cuál es el grado de avance del tratamiento de la calidad en esa organización determinada. Algo así como un tiempo estándar para implementar un cambio que -como fácilmente podemos suponer- también implica cambios en la cultura de la organización, y no solamente cambios en su sistema de gestión o en su estructura. Vale la metáfora del ingeniero constructor, quien para levantar un edificio toma algunos recaudos para pensar el tiempo de ejecución, tales como -por ejemplo- prever algunos días de lluvia, días de paro, días con faltante de materiales. Aún con estas previsiones, en su planificación, se permite poner un límite de tiempo al proyecto, un límite de tiempo para un proyecto estándar. Lo hace sin ver la situación particular, el tipo de suelo en el que va a construir, en qué lugar geográfico. Pienso que debe haber enormes diferencias entre levantar un edificio en un terreno con base de piedra o en un terreno arenoso, en el que no tenemos mucha seguridad. Pienso que debe ser difícil planificar la obra sin saber siquiera si tenemos que empezar por asegurar los cimientos, si el terreno está ubicado en el Aconcagua o si queda en el medio de la zona donde están los materiales, la gente y todos los insumos a mano. Realmente asombra la capacidad de alguna gente para prever, sin conocer la organización, cuánto tiempo se necesita para implementar un cambio. Quizás sería mucho más útil fijarse los plazos una vez que conocemos las condiciones del terreno en el que tenemos que construir ese proyecto de calidad total, una vez que conocemos los antecedentes de la 161 UNIDAD 3 cultura de la organización, qué tan avanzada está la estandarización de sus procesos, la formalización de sus procedimientos, los intentos anteriores. Con todo esto estoy tratando de introducir la idea de que, el cambio tiene mucho que ver con las condiciones muy específicas y muy concretas de una organización determinada. Y con sus necesidades: No puedo poner énfasis en el mejoramiento continuo, cuando en esta organización primero hace falta un fuerte sacudón tecnológico u organizativo. · Dos posibilidades peligrosas: la receta universal y el universo de recetas. «Si lo único que usted sabe manejar es un martillo, a todo le verá forma de clavo.» No sabemos a quien atribuir esta frase, pero nos parece muy significativa cuando queremos aludir a algunos gerentes y/o consultores que solo parecen conocer el uso del «martillo»: un solo modelo, una sola herramienta para dar solución a todos los problemas. Ese modelo, esa herramienta, puede ser reingeniería, calidad total, empowerment, la teoría de las restricciones, o cualquier otra. No necesariamente la más útil en función de esta tarea: utilizo la que yo conozco, la última que salió al mercado, la que me dio resultado en otra empresa. Es que no es fácil orientarse en el 162 mercado de las herramientas-concepciones, no es posible aprender a manejar todas las herramientas-técnicas. En el mercado editorial existe una prolífica y seductora oferta de distintas herramientas que se presentan como de segura efectividad y alcance ilimitado en sus aplicaciones. Estas propuestas salen al encuentro de una demanda ávida de simplificar lo complejo, de la necesidad de conseguir resultados rápidamente; confundiendo, vulgarizando a las Ciencias de la Administración y logrando que pierdan seriedad y nivel. Otra nota llamativa se vincula al modo de presentación de esas ofertas. Nos referimos al éxito editorial de determinados best-seller, al complejo marketing de interpenetración multimedial; es decir: libros, artículos de diarios y revistas, conferencias, presentaciones, seminarios, cursos, videos...que de alguna manera incitan al consumo acrítico de discursos y que preocupan a docentes e investigadores. Desde cierta perspectiva, no tendría porqué resultar sugestivo que la problemática del cambio aparezca en el centro de la escena. ¿No es acaso normal que el negocio editorial se ocupe de lo que está pasando en las empresas? ¿No es acaso un tema importante, donde pocos saben y muchos necesitan saber?. Lo paradójico se relaciona a la liviandad y la hipersimplificación con que esta problemática del cambio organizacional es presentada. Asom- UNIDAD 3 bran los títulos de algunos libros del tipo: “Cómo implementar la calidad total en 12 pasos”, “Las 4 claves de la reingeniería”, “La certificación de normas ISO en tres meses”. Asombra la proliferación de recetas estandarizadas: Cómo introducir la calidad total en diez meses -o en ocho pasos-; Cómo certificar según normas XX en veintidós procedimientos, Las etapas ineludibles de la reingeniería, El cambio comienza por usted. Por otra parte, llama la atención también, lo poco que parecen durar cada una de estas ofertas. Cada vez más, la ciencia de la administración tiende a hipersimplificarse con la presentación de algunas modas que resultan efímeras. Hablando de ello Schvarstein1 dice que pareciera que en estos temas se impone lo que alguien denomina el imperio de lo efímero, fenómeno típico de nuestra fragmentada pos-modernidad. Por supuesto que también hay propuestas serias, a veces presentadas bajo títulos vendedores. No solo es negocio editorial. Entre las propias empresas, también el benchmarking ofrece soluciones seductoras que no siempre dan resultado cuando son aplicadas en contextos culturales o en condiciones organizacionales diferentes. Nuestro intento es dar algunos criterios para evaluar la oferta, nues1 SCHSVARSTEIN, L. Cómo cambiar conductas en la organización. El Cronista. Buenos Aires. Mayo de 1995. tra idea es la de ampliar, para algunos, el conocimiento del instrumental disponible para enfrentar el cambio. Ayudar a otros a reconocer que no todas las herramientas sirven igual en todos los problemas, que distintos procesos dicen de la conveniencia de emplear distintas herramientas, distintos enfoques. Reconociendo siempre que una persona -con habilidadces especiales- que sólo maneja herramientas bastante elementales, puede lograr resultados asombrosos. Recordemos lo que es capaz de lograr un artista de la talla en madera, con dos simples gubias y un martillo. También en lograr el cambio, hay algo de ciencia, algo de técnica, y algo de arte. La existencia de modelos, métodos y técnicas, por sí solas, no garantizan resultados. Una manera, quizás, de poner un poco de orden en esto de la proliferación de ofertas en el mercado de las ideas está en reconocer los distintos propósitos y acentuaciones de la oferta. · Propuestas que apuntan a diseñar, imaginar, proponer un tipo de organización. Una estructura organizacional que haga que la empresa que la adopte pueda vivir en el cambio constante. Es un tipo de estructura empresaria, y sobre todo un tipo de gestión, que posibilita a las organizaciones la flexibilidad necesaria en un mundo cambiante. Esto es lo que llamamos en algún momento modelos nacientes, por ejemplo la organi163 UNIDAD 3 zación que aprende, la empresa virtual, la empresa agencia. · Propuestas de cambio que apuntan fundamentalmente a la estrategia, a la reformulación de la estructura, turnaround, reposicionamiento, migración de valor, reestructuración de valor. · Propuestas relacionadas con un cambio de estructuras: resizing, rightsizing, downsizing, reingeniería... y una serie de propuestas que apuntan fundamentalmente a crear ciertos valores en la organización, a la cultura de la organización, como el caso el caso del modelo de empresas excelentes, etc. · Propuestas que tienen que ver con la introducción de mejoras, partiendo de un estado de relativo equilibrio y con la idea de desarrollo, de mejorar en algunos aspectos. En este marco, se proponen modelos de cambio constante y de nivel micro, del tipo de kaizen, mejoramiento continuo, programas de calidad, programas de mejora de productividad, de reducción de costos, análisis de valor. · Herramienta aisladas: empowerment, salario variable, aspectos que hacen a una forma de gestión o algún aspecto de gestión de las empresas. No demasiados vinculados, creo que esto tendría que ver con cambios en el modelo de gestión. · ¿Qué elementos tener en cuenta para seleccionar una estrategia de cambio? 164 Desde la tradición el desarrollo organizacional, lo recomendable en principio es que exista un diagnóstico sistemático del sistema, de las personas o de la estructura a cambiar. En segundo término, cabe realizar un análisis de las posibilidades y limitaciones para el cambio. Es necesaria una instancia de exploración de la necesidad de cambio, analizar con qué fuerzas de apoyo y con qué recursos se cuenta para el cambio y cuál es la mejor vía para implementar el cambio. Luego, la elaboración de un plan de acción para iniciar y mantener el cambio. En cuarto lugar, resulta imprescindible la evaluación continua y la replanificación, a medida que se desarrolla la implementación del cambio. Al último paso preferimos llamarlo consolidación o estandarización, e implica asegurarse de que los cambios introducidos se estabilicen y consoliden. En términos de Kurt Lewin, este último paso apuntaría a lograr el nuevo congelamiento, un nuevo punto de relativa estabilidad. Hay mucha coincidencia al rededor de estos procesos lógicos, si los recordamos es porque me llama la atención su repetida ausencia en materia de impulsar cambio. En síntesis... ¿qué es necesario para definir la estrategia? · Saber dónde se quiere o se necesita ir. · Saber dónde se está, y si es posible, porqué. UNIDAD 3 · Determinar con qué recursos se cuentan para ir. · Cuáles las dificultades previsibles a sortear. · · Cuáles son los estados intermedios a conseguir. Cuáles son los indicadores que se tomarán en cuenta para medir el avance. De todo esto se desprende la estrategia de cambio. · ¿Qué factores operan en la elección de la estrategia? Factores que operan sobre la situación, tales como el tipo de cambio requerido en términos de sus alcances y profundidad: incremental o radical, drástico o gradual, revolución o evolución. Estas posibilidades, entre otras, están dadas por la gravedad de la situación diagnosticada, sea esta referida a cuestiones económico-financieras, de pérdida de competitividad o de crisis interna. En analogía con la medicina, hablamos de que puede haber pacientes mucho más graves que otros, enfermos que serán pasibles de un tratamiento de tipo clínico y otros que necesitarán cirugía o cirugía mayor. Valga esta analogía para acentuar la idea de que no hay -ni es pensable-, una única estrategia de cambio. La cantidad de tiempo de que se dispone o la gravedad de la situación, quizás obliguen a un replanteo estratégico importante, posiblemente a un turnaround, a una reducción significativa del tiempo o a mayor cantidad de presión. La pregunta clave es: ¿cuánto tiempo tenemos para lograr el cambio ? Esta pregunta se vincula a la situación económico-financiera de la empresa, al margen de que dispone para seguir operando, a cuán grave sea la situación. La gravedad puede provenir de la situación financiera, de la pérdida de competitividad, del el deterioro del clima humano o del éxodo de gente valiosa para la empresa. ¿La situación es desesperada? ¿es urgente? ¿hay que efectuar sólo correcciones o ajustes?. El problema del tiempo permite advertir si se necesita un salvataje, una reconversión, una reingeniería, una revitalización. Cuánto más grave es la situación y cuánto menos tiempo se tiene, más fácilmente se deberá acceder a formas drásticas. Posiblemente la respuesta no trabaje sobre el cambio cultural si no tenemos la necesidad de una reingeniería del negocio. De acuerdo al tipo de cambio necesario, se podrá «comprar» -en el mercado de modelos disponibles- el más adecuado a la situación de la oferta. Otro factor a considerar es la detección de los subsitemas críticos: ¿toca fundamentalmente a la tecnología, a la cultura, a las relaciones de poder...? Factores que operan desde el propio actor social, que pretende pro- 165 UNIDAD 3 vocar el cambio, sea éste un agente interna o externa -como el caso de un consultor-, y ya sea un sujeto singular o un colectivo. La pregunta fundamental es: ¿cuánto poder se tiene?, ¿cuánta autonomía ?, ¿de qué capacidad se dispone para tomar decisiones?, ¿qué tipo de decisiones puede tomar y cuáles no?, ¿cuánto del cambio depende de mi y cuánto depende de otros? Desde posiciones de escaso poder es impensable recurrir al cambio por vía de la presión. Quizás la primera tarea que emerge de las respuestas a las preguntas que planteamos, sea ir creando -en tanto primer estrategia- una base de poder, de influencia, de consenso, que permita la acción. A veces solo se trata de buscar los medios para convencer de la necesidad del cambio a quien tenga poder suficiente. Otra pregunta: ¿cuánto know how?, ¿cuánta tecnología de cambio tengo?, ¿que cantidad de información?, ¿cuán generales o específicos son mis saberes respecto del cambio?, ¿cuánto sabemos del tipo de cambio que se quiere hacer? Factores que operan en la gente, que se descubre desde preguntas tales como: ¿quién gana y quién pierde con el cambio?, ¿qué gana el que gana?, ¿qué pierde el que pierde?, ¿cómo vamos a tratar a los perdedores? Armar el mapa de las relaciones, detectar a quién se afectará y de qué manera, de quién se necesita la aprobación, el consentimien166 to, quién se necesita que no interfiera, qué se comprometa, que apoye, que se juegue. Indagar qué significaciones asignan los distintos actores al cambio, no solamente cómo los afecta sino cómo perciben que los afecta. Nos permitimos aquí dos palabras sobre el alcance de la noción de resistencia al cambio como factor explicativo de las dificultades del cambio. En relación a este tema se ha exagerado mucho o no se ha precisado lo suficiente el alcance del fenómeno. Generalmente se afirma que todo lo desconocido provoca temor y suscita resistencia. Se sostiene que cualquier reestructuración podría provocar inseguridad en el personal sobre la preservación de su fuente de trabajo, o se invoca como explicación que todo cambio puede significar una pérdida, recortes de atribuciones o pérdida de una cuota de poder. En el dictado de cursos, pregunto a los participantes: ¿si a ustedes les cambian la computadora que actualmente están utilizando por la que hace meses vienen pidiendo...ustedes se resisten al cambio? ¿usted se resiste mucho al cambio que supone un aumento del 20% en su salario?. La sonrisa de la gente confirma que no todos los cambios producen resistencia. Está claro que cuando el cambio es percibido como una ventaja, como una mejora, ni siquiera lo llamamos cambio: lo llamamos mejora, logro o realización. ¿A qué cambio se resiste la gente? UNIDAD 3 La gente se resiste a los cambios que no le convienen, a los que le disgustan, a aquellos que no sabe cómo les afectarán, a aquellos que les implican un esfuerzo importante de adaptación, de capacitación, o a los cambios que les hacen perder algo: seguridades, certezas convicciones; que obligan a la movilización afectiva. Tomando una imagen de la física : Si es preciso mover este cuerpo sobre alguna base horizontal, puede aplicarse la presión. Se trata de mover el cuerpo, pero me aparece el fenómeno que llamamos resistencia al cambio, que a la manera de un obstáculo impide que el cuerpo se desplace. Ante esta situación -siempre en términos de metáfora- hay dos posibilidades. Por un lado, aumentar la presión. Si la presión es realmente muy importante el cuerpo la va a trasladar a la resistencia. Posiblemente la quiebre, pero cuando la resistencia se abre, el cuerpo pasa con deformaciones. Deformaciones que significan el desgano de la gente, la desmotivación, la apatía, la indiferencia, la indignación, el ausentismo, el maltrato del cliente o de los materiales, etc. Usar la metodología de la presión, la mayoría de las veces, tiene un costo demasiado alto. Otra vía es tomar una especie de lima para tratar de debilitar la resistencia. ¿Cómo puedo hacer para limar esa resistencia, para disminuirla? Hay varias estrategias: una de las primeras, muy elemental, es explicar las razones del cambio. En muchos casos, cuando la gente comprende el porqué y el para qué del cambio, baja sus barreras defensivas. También es necesario explicitar las ventajas del cambio y promover la gestación de un proyecto compartido. En la medida en el cambio pueda ser influenciado por la gente, en la medida en que se otorgue participación, hay muchas más posibilidades de conseguir el compromiso y la implicación. El compromiso asoma y la resistencia comienza a debilitarse cuando el cambio no es un proyecto ajeno sino algo compartido con la gente, cuando los actores sociales contribuyen a mejorar la calidad de las decisiones que se toman en la implementación de un cambio. Sin embargo, no siempre es posible dar participación. No siempre es posible señalar ventajas, por que a veces no hay ventajas: efectivamente la gente pierde. Entonces, otra estrategia puede ser la negociación. Compensando las pérdidas -aunque sea en parte-, con otras cosas, al estilo de las indemnizaciones por despido, las renuncias negociadas, el cambio de ta167 UNIDAD 3 reas, etc. de manera que exista un sentimiento, no sé si de justicia, sino al menos de compensación. A veces tampoco se puede utilizar esta vía, pero se puede utilizar la estrategia de dejar pasar el tiempo, de acompañar a la gente en la habituación a las nuevas condiciones. Hablo del tiempo porque muchas veces las organizaciones cuando advierten resistencia aumentan la presión sobre todo el sistema, sin atender a esperar el reacomodamiento de la gente. Quizás no haya que optar por una o por otra estrategia, sino por una combinación adecuada. Antes que incrementar la presión, quizá lo conveniente sea trabajar la resistencia apostando al compromiso, al convencimiento yo apuesto solo al convencimiento, al compromiso; aún cuando estos procesos sean demasiado largos y no se obtenga el resultado esperado en todos los casos. Quizás valga la pena aplicar presión sobre los rezagados, luego, más tarde; una vez que se haya logrado lo que algunos llaman una especie de “masa crítica” y un número importante de gente pueda operar como multiplicador del proceso. Lo importante es empezar con el tratamiento de la resistencia, continuar con un poco de presión y proseguir con ambas cosas: poniendo presión y disminuyendo la resistencia, para que las “deformaciones” del cuerpo sean las menos posibles. En otro lenguaje, la diferencia radica en si se 168 opta por hacer un cambio contra la gente o por hacer un cambio con la gente. Desde esta perspectiva, hay dos estrategias centrales para enfrentar el cambio: la primera pone el acento en la presión, y la segunda pone el acento en la convicción, las dos se apoyan sobre un continuo de conductas de cambio. Elegir no es en este caso optar, sino encontrar la manera de combinar el tratamiento de la resistencia con la cuota de presión necesaria y suficiente. · ¿Cuánto cambio tolera esta organización? El cambio tiene que darse simultáneamente con la operación: mantener la tienda funcionando, vivir con los albañiles en casa... Desde la teoría, las organizaciones tienen la necesidad de estabilidad, de predecibilidad y de control de las acciones de su gente. Se pretende un funcionamiento armónico, coordinado y para eso es fundamental de la predicción y el control. Por otro lado, también tienen necesidad de cambio. Compatibilizar la necesidad de estabilidad con la necesidad de cambio es un tema interesante. Vemos incluso en algunas organizaciones cómo la multiplicidad de proyectos coexistentes en el mismo tiempo, a cargo de distintas personas, somete a los integrantes de la organización a distintos tironeos. Hay que certificar, hay que seguir produciendo, hay que atender las quejas de los clientes, hay que seguir haciendo la UNIDAD 3 cosas de todos los días... y esto hace que valga interrogarse: ¿cuál es la tasa de cambio que puede soportar una organización? Haciendo una analogía con el individuo, diríamos que hay factores de stress que algunos teóricos de la conducta se han encargado de cualificar: la pérdida de un ser querido, un divorcio, un traslado, un cambio de trabajo, son factores de determinado puntaje de stress. También podría pensarse que en las organizaciones también hay factores estresores y que tienen relación con los procesos de cambio. Situaciones que pueden darse cuando los cambios comienzan a ser poco efectivos, cuando son demasiados al mismo tiempo, cuando hay tironeo entre prioridades, cuando todo es prioritario al mismo tiempo. Esto desconcierta y estresa a las personas, y sitúa a la organización en una suerte de desequilibrio. Si bien las organizaciones tienen que cambiar para adaptarse, encontrar el equilibrio entre cambio y estabilidad es todo un problema. Una alta tasa de cambio acarrea también problemas de identidad. Las personas cambian, pero en algún sentido siguen siendo las mismas. Mantienen su identidad a pesar de sus profundas transformaciones. Esto -sabiendo del riesgo de una traspolación- es interesante pensarlo en relación a las organizaciones. Es muy frecuente observar que la identidad organizacional comience a alterarse. Esta situación se da bas- tante en procesos de absorción o de fusión de empresas: cuando se fusionan empresas con culturas diferentes, la pregunta de quiénes somos subyace en todos los comportamientos. · La planificación y las preguntas elementales para una estrategia. En algunos gerentes, hombres de acción, es llamativa la escasa importancia que se asigna a la planificación del cambio. Y no precisamente porque no se disponga de dicha capacidad, la que de hecho es su oficio, su tarea. Administradores expertos planifican con mucho detalle aspectos importantes y problemáticos en su gestión cotidiana: la logística de la producción, del transporte, de la distribución, la ingeniería de las finanzas, las estrategias de comercialización, etc. Pero a la hora de pensar cambios que implican a la gente, a lo sumo se dan por satisfechos con un cronograma que diga cuándo se dictarán cursos de capacitación, en qué momento se instalarán los componentes del nuevo sistema informático o cuando debe estar finalizada la reingeniería de tal departamento. Por supuesto, un cronograma es un instrumento necesario, pero absolutamente insuficiente a la hora de encarar fenómenos enmarañados y complejos como lo son los cambios sociales en las organizaciones, de los cuales todavía sabemos poco. Algunos fracasos se explican porque 169 UNIDAD 3 se sobresimplifica lo complejo; el voluntarismo reemplaza a las preparación de las condiciones adecuadas, la planificación se limita a la acción de fijar plazos, dando por demasiado sobreentendidos los qué y los cómo: la operacionalización de los objetivos, el despliegue de las estrategias y de las tácticas. Una explicación posible sería que el cambio organizacional es una materia soft, una tecnología «blanda». Planificar la distribución de productos o de alguna otra cuestión técnica u operativa es algo más hard, es más tangible, hay más experiencia, hay más metodología. Si bien sabemos poco del cambio social en las organizaciones, tampoco podemos afirmar que no sabemos nada. Hay cada vez más literatura seria al respecto, que se debería consultar. Incluso estos gerentes, no necesariamente expertos en cambio, parecen olvidar o no explotar suficientemente las nociones fundamentales y las herramientas clásicas de la administración, cuyo solo empleo puede ser de enorme contribución a la hora de administrar un cambio -como de administrar cualquier otra cosa-. Mencionemos por ejemplo las clásicas funciones administrativas: planificar, organizar, dirigir, controlar. Su empleo sistemático obligaría a clarificar el cambio a conseguir, precisar el horizonte hacia el cual se dirigen, analizar caminos alternativos que puedan conducir al objetivo, ele170 gir las vías de acción, determinar los plazos, los medios, los recursos existentes y faltantes y los modos de conseguirlos -ya sean estos saberes, habilidades o influencias-. También contribuiría a clarificar la asignación de responsables, la utilización de estructuras organizativas ya existentes o la conveniencia de crear estructuras temporales para hacer efectivo este cambio; solo por mencionar algunas posibilidades que se abren al pensar sistemáticamente, al dedicar tiempo e inteligencia a este proceso. La complejidad de los cambios de orden social global no se nos escapa. Todos sabemos de la dificultad de producir o predecir un fenómeno político, económico o cultural. Algo de esta complejidad está presente en las organizaciones, consideradas a la manera de micro-sociedades. Nos asombra entonces que algunos consultores, quizás obligados a «vender intangibles», se animan a simplificar en un proyect, la secuencia y complejidad de dinámicos procesos sociales. Respecto de la planificación, es posible remarcar dos ideas centrales: que tiene que haber planificación y que esta planificación tiene que ser flexible. La importancia de la planificación parecería ser algo que no requiere ser enfatizado. Sin embargo, se advierte en la práctica cotidiana que muchas organizaciones se embarcan en un proceso de cambio voluntarista, en una exigencia, en un aumento de la presión, sin tener demasiado en cla- UNIDAD 3 ro en qué se están embarcando y hacia dónde se están encaminando. Cuando la planificación es rígida, no contempla -ni tiene margen- para ir incorporando nuevos elementos: resistencias no previstas, aceleramientos que pudiera tener el proceso. A modo de metáfora, es posible pensar la tarea de quien administra un cambio con la que desarrolla el director de una campaña proselitista de un partido político: seguramente ha planificado su campaña, ha elegido los temas centrales de su discurso, los slogans, los públicos a los que debe dirigirse... Seguramente se ha preocupado por analizar a quién tiene que seducir, tentar, afirmar. Pero a la vez, seguramente estará dispuesto a cambiar el rumbo de la campaña de acuerdo a la marcha de las encuestas, a cómo se mueva la opinión pública -a la que tratará de seguir muy de cerca-, a cómo operen los partidos adversarios, al efecto que vaya produciendo el discurso de sus líderes, al tratamiento que los medios de información pública hagan los ejes centrales de la campaña. Es decir que esta muy dispuesto a olvidar algunos temas, a incorporar otros, a enfatizar algún aspecto como primordial que al principio quizás fue pensado como secundario; y es esta flexibilidad la que postulo se necesita para llevar adelante un proceso de cambio en la organización . Escrutando un poco más la analogía, habrá que ver si el discurso que preparamos era el que mejor se re- cibió, si tenemos que reforzar algunas cosas, olvidar algunas otras que están haciendo los «adversarios», interrogarnos acerca de quiénes adhieren rápidamente al cambio y quienes aparecen como más reticentes, ponderar que algunos procesos pueden hacerse más largos de lo previsto, y tiempos que pueden acortarse. Esta idea de flexibilidad me parece sumamente importante. Damos por supuesto que la planificación adecuada es un elemento necesario en el proceso. Pero no reemplaza a otras condiciones que deben darse. Entre ellas, a la voluntad política para hacer los cambios y la tenacidad en el esfuerzo para lograrlos. · Finalmente... ¿qué es conducir un proceso de cambio? Quiero enfatizar la idea de que no se puede, al comenzar un proceso de cambio, olvidar que van a ocurrir muchas cosas que no estaban previstas. Que además de cambiar, la organizaciones tienen que seguir produciendo, tiene que enfrentar circunstancias económico-financieras que quizá no les son favorables, que en algún momento pueden caer las ventas, que en algún momento se pueden caer algunos pedidos importantes... y que tiene que haber capacidad de reacción para hacer frente a esta circunstancia. Insistimos: lo más frecuente es que se deba cambiar, «con la tienda fun171 UNIDAD 3 cionando»... o que se deba “seguir cocinando, limpiando, viviendo; con los albañiles dentro de la casa». Para algunos teóricos -e incluso para algunos prácticos-, de los procesos de cambio, poner en marcha el cambio en una organización sería como tratar de atravesar un río bastante ancho con una lancha a motor. Como si la tarea fuera muy sencilla: pasar de un lugar a otro a través de un proceso bastante lineal: elegir el rumbo, apuntar al puerto elegido e ir lo más directamente posible. Encaminándose directamente al objetivo, orientado por aquello de que la recta es la menor distancia entre dos puntos. De acuerdo a nuestra experiencia, esta imagen tampoco refleja lo que sucede con los cambios de la organización. Una metáfora posible sería pensar el cambio como conducir un bote a vela: navegar un bote a vela supone desafíos menos lineales. A veces habrá viento favorable, a veces habrá viento en contra, a veces no habrá viento. Muy difícilmente podremos ir directamente al objetivo: nuestro camino será un camino en zigzag. No solamente nos las tendremos que ver con la dirección del viento, sino con su potencia y con corrientes marinas que nos pueden desviar del objetivo. Habrá que maniobrar para tratar de sacarle provecho al viento, venga éste de donde venga y con la fuerza que venga. Será necesario saber mantener la ruta, aprovechar los vientos favorables, e incluso en algún mo172 mento disminuir la velocidad o arriar la vela cuando el bote -impulsado por una fuerza superior a su propia resistencia- tienda a volcarse. Habrá que conocer el “bote organización” para saber cuánto esfuerzo es capaz de realizar, cuánto puede resistir. Será preciso tener paciencia, esperar que el viento sople más suavemente y rijan nuevas condiciones. Esto, sin perder de vista el objetivo: sabiendo esperar, sabiendo de que a la manera de vientos- hay momentos y juegos políticos en la organización que retrasan o aceleran proyectos, que pueden desnaturalizar la filosofía que ha dado origen a un proyecto. Navegar supone tener un destino claro, cambiar supone una idea lo más clara posible de adonde se quiere llegar. Navegar supone disponer de señales que indiquen en qué punto de nuestro territorio estamos: lo mismo ocurre con el proceso de cambio, en el que necesitamos contar con algunos indicadores que nos permitan advertir si estamos avanzando o si estamos paralizados, Para poder navegar necesitamos un conocimiento claro de las capacidades y de las debilidades del bote y de la tripulación. Para liderar o administrar un cambio, necesitamos conocer las características peculiares e idiosincrá-ticas de la organización y su gente. UNIDAD 3 3. Cambio organizacional, eficacia y salud En Ciencias del Comportamiento I, con la ayuda de la bibliografía, usted ha realizado una aproximación conceptual a los fundamentos del estudio del comportamiento en las organizaciones y al análisis de los criterios de eficacia organizacional. Sin lugar a dudas, los aportes del enfoque socio-técnico y el análisis de las características de la estructura, la cultura y la tecnología organizacional, le han permitido revalorizar aquellas lecturas. Del mismo modo, el análisis de los procesos organizacionales -y en particular el análisis del cambio- le han permitido ampliar la información de que disponía sobre la importancia que adquiere el comportamiento humano en la vida de las organizaciones y en el logro de eficacia y eficiencia. Podemos sostener sin riesgo de error, que la conducta de la gente en la organización, no transcurre en un vacío, sino en un ambiente organizacional, y que la calidad de dicho ambiente influirá de modo determinante en la eficacia organizacional. En los primeros dos capítulos, los autores desarrollan una fundamentación acabada de la importancia de las ciencias del comportamiento en la gestión de las organizaciones y profundizan sobre las ideas de eficacia y gestión, como pilares para el análisis de la vida organizacional. ¡Busque el material de Ciencias I! Revise sus apuntes de trabajo y repase los dos primeros temas de la primera unidad. Escriba cuatro afirmaciones que sinteticen y fundamenten la importancia de los términos eficacia y gestión en el análisis del comportamiento organizacional. Los autores consideran que la eficacia organizacional “es la relación óptima entre producción, calidad, eficiencia, flexibilidad, satisfacción, competitividad y desarrollo”, mientras que la eficiencia sería la medición cuantitativa del nivel de resultados obtenidos respecto de un objetivo determinado. 173 UNIDAD 3 Edgar Schein1 otorga importancia al hecho de que en las organizaciones pueden plantearse fines inalcanzables -es decir que no siempre actúan racionalmente-, que pueden coexistir en su seno múltiples fines y que las prioridades cambian constantemente. En función de ello, sostiene que “seleccionar las prioridades correctas entre esos fines y asegurarse que las funciones centrales de la organización se desempeñen, es un proceso complejo que se acerca al concepto de efectividad”. La efectividad se define en función de criterios sistémicos: “Si se reconoce que todo sistema tiene múltiples funciones y que existe en un medio impredecible, la efectividad del sistema se puede definir como su capacidad para sobrevivir, adaptarse, mantenerse y crecer, independientemente de las funciones que desempeñe”. Desde esta postura, poca distancia existe entre el concepto de efectividad organizacional y el concepto de salud que se utiliza en el campo de la psicología individual. Integramos estos aportes porque consideramos importante concluir el tratamiento de la problemática del cambio, ampliando los aportes trabajados en Ciencias I. Nuestra intención es integrar una mirada particular sobre el tema desde la perspectiva de la salud organizacional. ¿Qué relación existe entre cambio organizacional y salud organizacional? Todo profesional que interviene en una organización, dispone de parámetros sobre lo que es la salud y lo que es la salud en la organización. ¿Qué quiere decir esto? En el campo de las ciencias del comportamiento, algunos profesionales se autodenominan agentes de cambio o promotores del cambio social. Aquí aparece un dilema entre dos objetivos bien contrapuestos: por un lado la necesidad de la organización de mayor eficiencia y por otro el imperativo de la búsqueda de la promoción de la salud en las personas, de la que particularmente los psicólogos no podemos renegar. ¿Hasta dónde son compatibles estas necesidades? En principio, sostenemos que no se debe trabajar en favor de la eficiencia si eso implica perturbación de la salud. Pero generalmente hay bastante margen para trabajar en función de los dos objetivos. Es preciso disponer de una concepción de lo que es una organización saludable en un doble aspecto: como un continente de salud de la gente que trabaja dentro de la organización y como un espacio posibilitador del desarrollo social a partir de la eficiencia y la efectividad. Y esta concepción está cabalmente sujeta a lo histórico-social. La búsqueda de esta concepción en la situación social presente, en el aquí y ahora de un país en cambio, es compleja. Los juicios sobre la salud organizacional Shein, E. Phsicología de la organización. Prentice Hall. Mexico. 1982 174 UNIDAD 3 que pueda emitir un profesional están muy condicionados por su lectura de lo que pasa en la realidad. Lo cierto es que todo profesional necesita tener una concepción de lo que es la salud de la gente trabajando, de lo que es la salud de la organización y de lo que son las condiciones requeridas por una organización para la gente. Cuando hablamos de organización social requerida hacemos referencia a un conjunto de condiciones organizacionales que permiten el desarrollo personal y social. Por ejemplo: es propio de una persona madura gozar de un cierto grado de autonomía de poder, tomar sus propias decisiones, evaluar sus propias alternativas, correr sus propios riesgos. Esa persona ingresa en una organización y hay un principio elemental que hay que respetar que es el principio de la autoridad: cedemos parte de nuestra autonomía en función de obtener ciertos beneficios. Tal como los planteamos en la segunda unidad, ciertas perspectivas teóricas sostienen que las personas depositan en la organización -inconscientemente e indiscriminadamente-, algunos aspectos inmaduros de su personalidad. Por ello existen grandes organizaciones que -a modo de grandes madres contenedoras-, le dicen al sujeto cómo hacer, cómo pensar, cómo vestirse, lo que está bien y lo que está mal. ¿Se les ocurre pensar en algún tipo de organización que sostenga este discurso? Dos organizaciones de las más antiguas son fácilmente identificables: una es la iglesia y la otra el ejército. A su manera y a su modo, hay instituciones que imponen una manera de pensar y detrás de esto un sistema simbólico que lleva al sujeto a mantenerse en ese molde. Ahora pensemos en otro ejemplo: alguien ingresa a trabajar a una empresa más o menos pequeña, en la que hay un Jefe que dice qué hacer y cómo hacerlo. En alguna gente es toda una lesión a su autoestima que le impide desarrollar la capacidad de pensar. Otros aceptan muy bien la idea de trabajar bajo las ideas de su Jefe, porque es este otro quien tiene que asumir las responsabilidades de las decisiones y quien corre el riesgo en la toma de decisiones. Decimos con esto que existen organizaciones que facilitan que el sujeto asuma la responsabilidad de pensar y actuar por su cuenta, y otro tipo de organizaciones que favorecen un desarrollo más dependiente, más inmaduro, más infantil; en la medida en que la persona -por lo menos dentro de las ocho horas que permanecer allí-, debe adoptar un comportamiento de tipo infantil. Esto no significa que la organización se proponga deliberadamente mantener al sujeto infantilizado: muchas personas, por inseguridad o por búsqueda de compensaciones, se sienten absolutamente cómodos en algunas de estas organizaciones que los liberan de responsabilidad. Desde nuestra perspectiva, es muy importante que la organización tienda a 175 UNIDAD 3 preservar la autonomía del sujeto y que ofrezca condiciones para que el sujeto desarrolle plenamente sus potencialidades. Ahora bien: ¿cuál es el margen de autonomía de la gente que resulta compatible con un funcionamiento ordenado, organizado y eficiente? Si la cuota de libertad es exagerada aparece el problema de la organización, de la eficacia y la eficiencia: ¿cómo compatibilizar la necesidad de homogeneizar el comportamiento de la gente, de tornar previsible el comportamiento de la gente y preservar la autonomía del personal? Cómo favorecer el desarrollo de la responsabilidad, la capacidad de crear, de decidir, sin afectar la eficacia organizacional? Estas no son cuestiones sencillas y deben ser analizadas en cada situación concreta. ¿Qué quiere decir esto de condiciones requeridas? Aldo Schlemenson2 , sostiene que una Organización Social Requerida, sería aquella que permite a los individuos desplegar sus potencialidades y vincularse con el contexto y con los otros de una manera adulta. Por un lado postula algunas características básicas de lo que es una persona normal o una persona sana, y por otro lado postula ciertas características que debe tener la organización para permitir la satisfacción de una persona sana, del sujeto que dispone de una personalidad madura. El modelo de organización social requerida constituye un tipo ideal. Difícilmente hallemos una organización así en la realidad cotidiana, pero este modelo permite orientar nuestra intervención en las organizaciones, permite disponer de un parámetro para evaluar los fenómenos que allí se dan y permite al profesional posicionarse frente a la realidad organizativa. Nos hemos permitido reproducir dos cuadros comparativos que ofrece este autor, en la medida en que ilustran con claridad (cuadro 1) cuáles son los efectos de condiciones organizacionales antirrequeridas en la conducta, y (cuadro 2) una síntesis en la que se relacionan las características de la personalidad madura con lo que sería un contexto ideal para el desarrollo del comportamiento humano. 2 Schlemenson, A. La organización como objeto: Realidad ontológica. Paidós. Buenos Aires. 1992. 176 UNIDAD 3 LA EMPRESA COMO CONTEXTO DE LA CONDUCTA Situación antirrequerida Efectos en la conducta 1. Relación superior-subordinado Jefes no capaces Falta de distancia óptima Dependencias no claras Responsabilidad no respaldada por autoridad 1. Sentimiento de inseguridad. Dependencia, sometimiento. 2. Poder Puja sectorial por imponer intereses: directorio, clientes, empleados. Anarquía interna. Falta de sistemas representativos oficializados. 2. Irrupción de conflictos. Desconfianza generalizada. Imposiciones y arbitrariedades. 3. Retribuciones Sistemas no equitativos Falta de posibilidades de carrera. 3. Sentimiento de inequidad e injusticia. Avidez, envidia. Omnipotencia o desvalorización. 4. Jerarquías Ejecutivas Mal estructuradas Proliferación de niveles: burocratización. Roles poco claros Ambigüedades Relaciones de rol poco discriminadas 4. Incertidumbre. Confusión o dilución de responsabilidades. Expectativas conflictivas de roles. 5. Comunicaciones Falta de oportunidades de comunicación y diálogo. Ausencia de reuniones Falta de participación 5. Rumores. Mensajes paradojales. Desinformación. Aislamiento y anomia. Debilitamiento de lazos de colaboración y pertenencia. Incremento de ansiedades Conflictos, tensiones Barreras para el cambio. 177 UNIDAD 3 PERSONALIDAD - ORGANIZACION Capacidad Capaz de resolver problemas y de utilizar a pleno potenciales físicos y psíquicos. Plena utilización de capacidad Plena ocupación Sistemas de valuación de desempeño. Posibilidad de carrera. Independencia Capaz de involucrarse en opiniones grupales, tomar decisiones consensuales, determinar o rechazar objetivos. Autonomía No se somete a autoridad única. Exige y acata la ley. Sistemas de autoridad, respaldo por méritos. Líneas de dependencia clara. Distancia mínima. Estratificación ejecutiva correcta. Distancia óptima entre roles. Niveles ejecutivos acotados. Niveles de autonomía bien delimitados. Apelación Posibilidad de reconsideración de medidas. Equidad Posee sentimientos de equidad y justicia. Retribución equitativa Acorde con diferenciales de responsabilidad y capacidad. Colaboración Es capaz de interacción colaborativa Identidad Posee conciencia de sí y de otros, y es capaz de comunicarse. Pertenencia Tiene sentimientos de solidaridad Trabajo en equipo Reuniones para el intercambio Participación Consejos de trabajo. Sistemas de representación Sistemas de negociación gremial. Paritarias. Discursión conjunta de políticas, objetivos, condiciones de trabajo. Comunicación Comunicaciones abiertas, francas, directas. Canales oficiales. Reuniones de comando ampliado. Sistemas de red de comunicación Impulso vital Desea vivir y preservar la especie. Ansiedad Está libre de desconfianza y sospecha Autoridad y organización filogénica. 178 UNIDAD 3 Otros autores, sostienen que la salud de la organización se vincula a cierto sentido de identidad que permanece a pesar de todos los cambios. Una identidad que permite que distinta gente, de distintas áreas de la organización puedan definir más o menos de la misma manera el propósito fundamental de la organización, sus principales objetivos, su manera de hacer las cosas. Esto implica que en la medida en que distintos miembros tengan una visualización muy distinta del proyecto de la organización, menos posibilidad tiene la organización de funcionar adecuadamente. Por ejemplo: si en el Hospital Nacional de Clínicas se le pregunta a las enfermeras y a los médicos sobre cuál es la misión del hospital, y se obtienen respuestas tales cómo: “atender a la gente que viene, brindar salud pública a la comunidad”, “como Hospital Universitario el objetivo principal es la tarea docente”, “la investigación científica que hace imprescindible medir su eficacia no en términos de pacientes atendidos sino en términos de las publicaciones obtenidas”... etc. La organización con pluralidad de fines como es el caso del Hospital Universitario, tiene una finalidad asistencial, de docencia y de investigación. Posiblemente en esta organización se encuentre gente mucho más satisfecha, porque algunos se inclinan hacia algunos fines y otros hacia otros. Hay lugar para responder a distintas expectativas personales. Pero si las acentuaciones de los diversos fines son muy distintas, la organización tiene problemas. Aquí no estamos hablando ya de las condiciones de la organización para mantener a la gente sino de las condiciones de la organización para funcionar eficientemente. En el ejemplo que tomamos, podemos ver también cómo influye la diferenciación de funciones. Algunos se ocupan de la economía de la organización, otros de las compras y otros de que haya comida para los pacientes, etc. Pero más allá de esta diferenciación marcada en las funciones, es preciso que la gente disponga de una definición común de lo que es el Hospital y alguna idea de cómo contribuye su tarea particular al proyecto general de la organización. Para que exista salud organizacional, debe existir cierto grado de integración entre los distintos sectores que la componen. Entonces quienes compran, quienes producen, quienes contabilizan deben articularse bajo algún elemento aglutinador y a través de algún mecanismo de integración. Esto es complejo: la división del trabajo y la autoridad es intrínsecamente un elemento generador de conflicto. Un ejemplo típico, pueden constituirlo las relaciones entre el área de finanzas y el área de producción. Producción compra mucho material y finanzas se opone sosteniendo que hay que producir con la menor cantidad de stock posible, sin acumular material y comprando estrictamente lo necesario. El área de producción quiere comodidad en el trabajo: esto de comprar todos los días un poquito es insoportable. A su vez, quiere producir cosas más o menos stan179 UNIDAD 3 dard. El área comercial, por el contrario, sostiene: “que produzca todas cosas diferentes para satisfacer a todos los clientes”. La gerencia comercial sostiene un enfoque de la producción artesanal. Producción un enfoque más en serie. Supongamos que también hay una gerencia de calidad: va a exigir a producción para que lo haga con calidad, a la vez que el área de producción va a ser evaluada función de la cantidad de piezas o productos que realice. Qué hacer: ¿cantidad o calidad? Es frecuente observar que cada una de las gerencias tiende a maximizar sus propios resultados y no a maximizar la eficiencia del conjunto. La gente termina compitiendo entre sí por los puestos, por el presupuesto, por el espacio, por la información, etc. Por todo esto, deben existir mecanismos de integración más o menos aceitados, que preserven la identidad de la organización, y que aún con una cuota inevitable de conflicto posibiliten el desarrollo de un ambiente saludable para el conjunto. Otra característica importante de la salud de una organización es su capacidad para leer la realidad. Una organización sana es aquella que es capaz de leer la realidad. Hemos hablado ya de esto: hay organizaciones que se van muriendo sin saberlo. Se van volviendo viejas sin saberlo. Hay organizaciones que viven muy metidas hacia adentro, sin mirar el contexto, sin darse cuenta de que están envejeciendo y que las demandas del ambiente son distintas, que las respuestas que ellos están acostumbrados a dar ya no tienen vigencia. Todos conocemos el caso de la llegada de los supermercados. El vecino que tenía una despensa transformó algunas cosas. Si no pudo competir en precio compitió en servicio: alargó el horario de atención y ante las emergencias de los clientes la despensa del barrio estaba abierta todo el día. Cuando se instalaron los hipermercados cambiaron las reglas de juego de los supermercados. Poco podían competir en precio con el hipermercado, por lo que tuvieron que cambiar los horarios de atención: atiende las 24 horas y los fines de semana. Los que no pudieron hacer cambios quedaron en el camino. Es relativamente obvio leer la realidad cuando la organización tiene que generar su propio presupuesto. El caso de las instituciones públicas estatales es distinto. Cualquiera sea su naturaleza, si tienen un presupuesto asegurado y su supervivencia económica más o menos bien cuidada, es posible que no puedan ver con la celeridad que tienen que ver los cambios que el contexto obliga una respuesta diferente. La organización pública debe adquirir hoy mayor capacidad para leer la realidad externa a su propia organización y fundamentalmente la realidad cultural interna que le impide desarrollar esa capacidad. Las organizaciones con mercados cautivos son mucho más proclives a funcionar en el marco de su lógica interna que en función de la lógica del contexto. 180 UNIDAD 3 Lo cierto es que lo trabajado hasta aquí nos conduce a resaltar la importancia del análisis de los contextos sociales para comprender la dinámica de las organizaciones. Los cambios que se dan en las organizaciones derivan casi siempre de la dinámica social y es en la relación organización-contexto en donde hallaremos las claves para comprender el cambio y el grado de salud de dichos cambios. Realice un cuadro sinóptico que refleje las distintas concepciones aprendidas hasta aquí sobre qué es salud organizacional. Considere los aportes de la guía y de los dossiers. Posiciónese respecto a dichas concepciones: ¿Cuál le parece más adecuada? ¿Por qué? Finalmente...¿Cuál es la utilidad de las ciencias del comportamiento para quienes actúan en organizaciones? Intentaremos facilitarle una integración de los abordajes realizados hasta aquí. 4. Las ciencias del comportamiento en las organizaciones Nos ha parecido conveniente, finalizando esta segunda asignatura de Ciencias del Comportamiento, un cierre parcial de lo visto hasta aquí antes de entrar a la tercera materia, que abordará otra problemática, relacionada, pero diferente. Hasta aquí, tanto en la primera como en la segunda asignatura, hemos historiado el nacimiento de las Ciencias del Comportamiento, y hemos estudiado sus aportes. Nos falta ahora preguntarnos acerca de la validez y aplicabilidad de los conocimientos aportados por las Ciencias del Comportamiento. Preguntarnos por la validez y aplicabilidad de los conocimientos originados en las Ciencias del Comportamiento supone reflexionar críticamente sobre los contenidos impartidos. Sólo se puede criticar fundadamente lo que se conoce, y ya tenemos ahora los suficientes conocimientos como para tomar distancia y apreciar, juzgar, criticar, y en definitiva, adoptar posturas personales criteriosas. En este punto, a modo de integración, intentamos promover la reflexión sobre una cuestión central: ¿por qué, habiéndose desarrollado las Ciencias del Comportamiento tan considerablemente en los últimos años, poco han hecho mu181 UNIDAD 3 chas organizaciones para incorporar sus conocimientos? También nos interesa examinar si este fenómeno continuará en el futuro. Seguramente son muchos los factores que contribuyen a explicar la brecha entre la generación de conocimientos y la aplicación de los mismos. Algunos de estos factores podrían ser la juventud de estas disciplinas, el rechazo que generan algunas de sus afirmaciones, especialmente las que ponen en tela de juicio ciertas «verdades» clásicas de viejas escuelas y tradiciones administrativas y organizativas, los prejuicios, los temores, etc. Para algunos, una razón importante es que, al menos los primitivos autores de esta disciplina -al tipo de Elton Mayo- pretendían «vender» a los responsables de las organizaciones sus propias necesidades, principios o valores de corte humanísticos, «disfrazados» de descubrimientos científicos, lo que provocaba un instintivo o intuitivo rechazo de parte de quienes no se decidían a aplicarlos. Nadie dudó de la honestidad intelectual de estos autores, sí de los procedimientos de validación y generalización de sus conclusiones. En la actualidad, existe una marcada tendencia a revalorizar lo que se da en llamar “el factor humano”. Como hemos visto, esta tendencia se expresa en la proliferación de material bibliográfico, videos, revistas y congresos sobre temas relacionados a las ciencias del comportamiento. Esta tendencia se expresa en algunos fenómenos poco saludables -que hemos dado en llamar “las recetas y las modas”, pero también va marcando el camino, sensibilizando, predisponiendo a las organizaciones a un mayor acercamiento a las problemáticas del comportamiento humano. Creemos oportuno conocer su opinión. En el recorrido que marcaron estas dos primeras asignaturas, sus aprendizajes seguramente le han permitido tornarse más sensible al mirar la realidad social de las organizaciones y a posicionarse respecto a lo que estas ciencias pueden aportar. Le ofrecemos además como información adicional, el dossier en el que trabajamos parcialmente los posicionamientos más frecuentes de las empresas y de la gente frente al cambio. Usted seguramente ya tiene una valoración técnica del aporte de estas asignaturas a su práctica profesional. En dicho artículo se desarrollan algunos conceptos que le permitirán evaluar el papel de estas disciplinas desde una perspectiva ética. Realice una lectura comprensiva del dossier “Empresas y gente en tiempos de crisis” y resuelva la actividad integradora que le proponemos. 182 UNIDAD 3 DOSSIER Nº 3 EMPRESAS Y GENTE EN TIEMPOS DE CRISIS1 Voy a tratar de centrar mi exposición en las diversas actitudes con que enfrentan esta crisis sus principales protagonistas, al menos, para este foro: las empresas y la gente de las empresas. Excluyendo, por razones de tiempo y de debilidades de formación para abordarlo, el tema de las posiciones de los actores sociales mayores: los Sindicatos, las Cámaras o Asociaciones empresarias y -por supuesto-, los Organismos del Estado. ¿Desde dónde hablo? No desde el Gobierno ni desde una empresa en particular, como lo hicieron los expositores anteriores. Hablo desde la Universidad, el lugar o ámbito de reflexión que se supone adecuado para que teóricos y científicos elaboren orientaciones, pautas, guías, eventualmente útiles para los pragmáticos, los prácticos, los que se mueven en el mundo de la acción. Hablo desde mi experiencia profesional, como psicólogo laboral, como consultor especialista en Recursos Humanos, colaborando con algunas empresas en la introducción de nuevas tecnologías gerenciales. Pero no hablo desde alguna pretendida neutralidad ideológica. Mi postura, que respetuosamente puede o no ser coincidente con la de Ustedes, quiere ser clara: no concibo el desarrollo económico sin desarrollo humano. No acepto la antinomia entre estos factores: desarrollo económico o desarrollo humano. Antinomia que en nuestros días algunos mentados comunicadores sociales se encargan de presentar como: “¿Está usted. a favor o en contra de la estabilidad y de la transformación? Si está usted. a favor, entonces no proteste, no se queje, no interfiera”. En nuestros términos: ¿Está usted a favor o en contra del desarrollo económico? Pues bien, creo en la muchas veces difícil conjunción: desarrollo económico y desarrollo humano. No sólo por lo ideológico, por considerar a la economía al servicio del hombre. También por lo práctico: creo que sin desarrollo humano no hay desarrollo económico. Para que se vaya entendiendo: especialmente en el caso particular de la industria, no creo que se pueda superar el difícil desafío de transformación que le imponen las circunstancias, sin gente capacitada y comprometida. 1 Disertación del Lic. NÉSTOR CAROLA en la reunión empresarial convocada por la Asociación de Dirigentes Industriales (ADRI) el 7 de Setiembre de 1995, con motivo de la celebración del Día de la Industria, en torno al tema: “Perspectivas de Desarrollo Económico y su impacto en el nivel de empleo”. 183 UNIDAD 3 Lo que a veces se presenta como antagónico, o desarrollo económico o desarrollo humano, resulta que a la postre y a la luz de las cifras es complementario; más, es interactivo. En estadísticas de la ONU, los países de industrias de más alta productividad, son los países que más y mejor invierten en salud y en educación, en esos países las industrias complementan la acción educativa del estado con amplios planes de capacitación: desarrollo humano para conseguir desarrollo económico. ¿En qué sentido hablamos de crisis? Más allá de las importantes circunstancias de la Argentina de hoy, de la recesión que todos queremos suponer coyuntural de los últimos meses; yo los invito a considerar la crisis en un contexto mayor, en un marco más global, de transformación de un determinado estado de cosas, del advenimiento de un nuevo orden mundial. Me estoy refiriendo al marco de las economías globalizadas, de las desregulaciones, de la incertidumbre y de la turbulencia, de la revolución tecnológica, de la búsqueda de la competitividad y, -especialmente y no sólo en el campo de la industria-, del cambio del modelo productivo. El cambio del modelo productivo se expresa en la idea de la empresa flexible, chata, ágil, interactiva, separada por unidades de negocio, formando cadenas de valor agregado con proveedores u otras empresas, generando lo que ha dado en llamar la empresa ampliada. En este modelo, se 184 busca la rapidez de respuesta, se valorizan las series cortas, se buscan nichos de mercado, los esfuerzos se concentran, simultáneamente, en bajar costos, aumentar calidad, disminuir plazos de entrega, posicionarse muy cerca del cliente. Este cambio del modelo productivo, que ya han realizado los países desarrollados, y otros menos desarrollados -los nuevos tigres de la Malasiay que no todos entre nosotros visualizan, ha sido posible por la combinación, entre otros factores, de dos que consideramos fundamentales. En primer lugar, la “aceleración tecnológica”, que permite “bajar” las altas tecnologías informáticas, y las vuelve accesibles para la pequeña y mediana empresa para mejorar la tecnología de sus productos y de sus procesos. Durante mucho tiempo se entendió que esto era tecnología: la de los productos y la de los procesos. Hoy se agrega otro tipo de tecnología, la que nosotros llamamos tecnología gerencial, que es el segundo factor fundamental. Llamamos nueva tecnología gerencial a un nuevo paradigma de gestión, materializado en el cúmulo de técnicas y de herramientas que hacen a esta nueva concepción del modelo organizativo del aparato productivo: organización no piramidal sino en redes circulares, kan-ban, justin time, calidad total, mantenimiento total productivo, trabajo en equipo, empowerment, UNIDAD 3 reingeniería: los nombres son muchos, el propósito es común: ganar agilidad, conseguir eficiencia. Este cambio del modelo productivo ya se instaló o se está instalando en el mundo. Nosotros empezamos, estamos en un período de transición. Esta transición, estos cambios, tienen costos, son dolorosos en más de un sentido: pérdidas de seguridades anteriores, pérdida de puestos de trabajo, necesidad de mayores esfuerzos. Más dolorosos aún porque los estamos viviendo en medio de nuestra propia crisis local: recesión, asfixia del crédito, etcétera. Estamos frente a una crisis, y esta palabra puede tener distintos significados. Puede significar la denominación de un conjunto de indicadores que señalarían el estado terminal de un determinado ordenamiento social: político, económico o cultural; que tiende a vivirse como tragedia caótica. En el plano personal, una respuesta, generalmente no adaptada, frente a sucesos peligrosos, que se experimenta como un estado doloroso. Puede significar un estado de transición, de tránsito, de una etapa a otra. cómo la mira, de la actitud conque la enfrenta, y también, claro está, de los recursos internos que pueda movilizar, y de los apoyos externos que pueda recibir. Creo que todos conocemos la anécdota de aquellos dos vendedores enviados a algún lugar de África, a explorar allí el mercado de zapatos. Luego de visitar su zona, uno mandó un telegrama diciendo: “Aquí nadie usa zapatos, regreso inmediatamente”. El otro telegrafió: “Aquí nadie usa zapatos. Oportunidad extraordinaria. Manden todo el stock disponible.” Y aquel dicho: “Un optimista ve una oportunidad en cada calamidad; un pesimista, ve una calamidad en cada oportunidad.” Estoy tratando de decir que nuestras distintas actitudes frente a la crisis, y las circunstancias conque las enfrentemos, condicionarán nuestra acción frente a ella. Los invito entonces a ver cómo impactan en la gente, en los trabajadores, en los mandos medios, en los gerentes, en los empresarios, las circunstancias de crisis que estamos atravesando. Acorde a estos distintos significados, las crisis pueden vivirse de distinta manera. Pensando que, en toda crisis, en todo tránsito, pueden haber, hipersimplificadamente, dos tipos de posturas: más saludables y menos saludables. Vamos a afirmar, un poco temerariamente, que la calificación de la crisis, la valoración afectiva de la crisis, corre por cuenta de quién la mira, Más saludables serían las que permiten tomar conciencia del cambio, asumirlo, asimilarlo, trabajarlo; ela185 UNIDAD 3 borar las pérdidas que pueda ocasionar, prepararse para salir con un nuevo proyecto: renovado, constructivo, posible, realista, esperanzado. A veces las crisis llevan a la renovación y al fortalecimiento. A veces las crisis movilizan poderosas fuerzas que desencadenan procesos adaptativos que superan creativamente las circunstancias adversas, y preparan para enfrentar mejor las crisis siguientes. Menos saludables serían las posturas que sólo se quedan en el miedo, que llevan a la parálisis, a la inacción, a la impotencia, a la regresión, a darse por vencido sin luchar, a la depresión; a soñar que ésto es solo pasajero, a esperar que vuelva mágicamente un estado de cosas que ya se terminó. También serían poco saludables las posturas que se centran en la negación del miedo, que es la negación del cambio o de sus consecuencias: no es para tanto, a mí no me va a tocar, esto les va a pasar a otros, no hay problema, lo estamos haciendo bien, hagamos “como si” nos estuviéramos adaptando. Podría ejemplificar, desde crisis típicas de maduración personal, y sólo como analogías, lo que pretendo decir. En el caso de la crisis del adolescente, no es infrecuente el caso del chico que llevado por el miedo a enfrentar situaciones y a tomar decisiones para las que no se siente capacitado, se vuelve repitente en los últimos años del secundario, o no ter186 mina nunca sus últimas materias. Tampoco es infrecuente el caso del chico que hace “como si” no pasara nada, no manifiesta síntomas de crisis, y a los dos años de carrera universitaria se paraliza, se confunde, y debe afrontar ahora lo que no se atrevió, o no pudo, ver antes. En el caso de la crisis de la edad media de la vida, el adulto que con síntomas de depresión, ya se cree viejo, vencido, postergado, incapaz de competir o de servir. O el adulto con síntomas de regresión, que compite con su hijo, o se viste o actúa como adolescente. O el que niega su desazón, que quiere asegurarse ante sí mismo que no pasa nada, que quiere demostrar y demostrarse que todavía es fuerte, y su sobre-esfuerzo lo saca en camilla de la cancha de tenis, de su escritorio, o de la máquina que maneja. O el adulto que hace “como si” no le pasara nada, que se niega a la aceptación y a la revisión de su crisis, para derrumbarse casi estrepitosamente más adelante. Estas crisis de maduración son relativamente previsibles, son causadas por cambios biológicos naturales y por cambios en el posicionamiento social, y son resueltas según los recursos de cada quien. Se sale a veces fortalecido, a veces debilitado. Su utilización aquí sólo se justifica como recurso didáctico, sólo analogías, no traspolaciones teóricas. Las crisis sociales no son tan previsibles: son arbitrarios culturales ve- UNIDAD 3 nidos desde fuera. Los actores principales son colectivos, las causas son mucho más complejas, los tiempos de resolución imprevisibles, los resultados menos estudiados. Pero lo anterior nos sirve para pensar en lo que tengan de parecido. Veamos como impacta, en los operarios, en los trabajadores, cualquiera sea su condición, el cambio del modelo productivo que antes describimos. Primero, lo veamos en el mundo. Este cambio del modelo productivo elimina puestos de trabajo. En el pasado, el trabajador era despedido. A veces, luego de un tiempo, se lo volvía a contratar, o se llamaba a otro. Hoy, es el puesto de trabajo el que desaparece y no vuelve nunca más. Con la automación se eliminan puestos de operarios, de secretarias, de auxiliares. Con la nuevas estructuras se eliminan puestos de mandos medios, y de gerentes. Se le dice a todo tipo de trabajador -operario, técnico, profesional- que hay que olvidarse del empleo de por vida, como lo soñaron o lo vivieron nuestros padres. Esto ya no será posible en la sociedad de los cambios. Alguien vaticina que en el año 2000, el 60% de los trabajadores del mundo desarrollado serán temporarios, free-lance o autoempleados. Que todo individuo tendrá, como promedio, 3 carreras y 9 empleos en su vida laboral. Otro asegura que hoy, en los Estados Unidos, el principal empleador, en número de gen- te, no es el Estado, ni alguna importante industria: es una renombrada agencia de personal temporario. Al trabajador se le dice que la lealtad no es un valor agregado, que se remunere o que aparezca numéricamente expresada a la hora de reducir costos. La expectativa de que: “Como yo trabajé lealmente durante tantos años, con los cambios me darán otro puesto”, ya no encuentra posibilidades de realización. Ese otro puesto no existe. Se le dice que está más o menos solo en su problema, en su tarea, de reorientarse y de reaprender. Existiendo en los países desarrollados, una diversa gama de estrategias, a cargo de las empresas (servicios de out placement, indemnizaciones, subcontrataciones), del Estado (seguros de desempleo, capacitación paga, subsidios a determinadas actividades), y de los propios sindicatos (extensión de obras sociales, generación de otros empleos) que tratan de formar una red social de contención, mientras se encuentra -se encontrará?alguna solución estructural al problema del desempleo. Esto, en los países desarrollados. Veamos cómo se da este fenómeno en la Argentina. Encontramos un panorama similar, pero con color local: recesión, ahogo financiero, altísimo índice de desocupación. No hay red social de contención, o si la hay es muy débil e incipiente, para 187 UNIDAD 3 contener a quienes caen de un puesto fijo, especialmente gente de más edad, o para respaldar a jóvenes que no tienen acceso a su primer empleo, como todos sabemos. Hay una flexibilización laboral entendida muy unitaleralmente. En otros países se la entendió como un medio de adecuar un sistema de categorías útil para una tecnología hoy caduca o desactualizada, que impedía la implementación de nuevas tecnologías de producción. Entre nosotros, algunos la interpretan así, pero para otros, flexibilización parece entenderse sólo o principalmente como medio de bajar costos, o de precarizar el empleo. Otra particularidad. En la Argentina se da el fenómeno de la sobreocupación de los que quedan dentro de las empresas. En algunos países del mundo, Alemania entre ellos, se decidió que más gente trabajara menos horas, para dar empleo a los que no lo tienen. Entre nosotros, los que quedan en las empresas, tienen que trabajar más. Es sencillo: dado el necesario avance de las exigencias de competitividad, de calidad y de productividad, menos gente tiene que hacer más cosas, mejor que antes, en menos tiempo. Alguien podría decir: claro, tenemos que recuperar el tiempo perdido. La inflación y la economía cerrada tapaban todo. Puede ser. Lo cierto es que en las últimas estadísticas oficiales -las mismas que 188 cantaron el fatídico 18,6 de desocupación en mayo de este año- el número de los “sobreocupados” , como las categorías del INDEC llaman a los que trabajan más de 45 horas semanales, superó, por primera vez, al de “ocupados plenos” -aquellos que trabajan entre 35 y 45 horas semanales-. Los sobreocupados representan ahora más del 42% de las personas que tienen trabajo, y su semana laboral consta, en promedio, de 60 horas. Un tercio de ellos son autónomos, y el resto, empleados y ejecutivos de diversos rubros, generalmente del sector servicios, y muy pocos del sector manufacturero y de la construcción. Sólo alrededor del 7% recibe pago de horas extras, a pesar de que la mayoría realiza jornadas extendidas. Números que quizás justifiquen al periodista de “Clarín” que cierra la nota donde presenta estas estadísticas diciendo: “Entre los que no consiguen empleo y aquellos que no pueden parar de trabajar, bien podrían cantar a dos voces aquel viejo poema de Nicolás Guillén: Me matan si no trabajo, y si trabajo me matan.” En muchos casos, la sobreocupación afecta más a los niveles intermedios y a los mandos superiores que al nivel de los empleados. Parecen tolerarlo mejor, pero entre nosotros todavía es una materia pendiente estudiar el tema de la productividad de alguien que trabaja más de 10 horas diarias, tomando decisiones que afectan a otros. UNIDAD 3 Otro tipo de números merecen ser considerados. En el caso de la industria, la productividad, entre 1990 y 1994, subió el 40%, repartido en partes casi iguales entre el aumento de las horas de trabajo, y de la productividad por hora. Más recientemente, desde febrero hasta ahora, el ausentismo, en todas las empresas y actividades, ha disminuido drásticamente. - Con agresividad y competencia mal encaminada: el “serrucho”, el codazo o el empujón artero y desleal. - Con negación: “A mí no me va a tocar. La onda no llega a este sector, a este nivel”. - Con auto-reproche: “Qué habré hecho yo?” -Sin ver que un despido o una suspensión no siempre tiene, o puede tener, asociación con el desempeño-. Algunos empresarios concluyen: el miedo es negocio. ¿Cómo sería una postura más saludable, madura, creativa, adaptativa? Pero no es esa la Argentina ni la Industria que queremos. - Aceptar esta realidad; dolorosa; que sacude rutinas tranquili-zadoras, vuelve viejas algunas capacidades, obliga a desarrollar otras nuevas, trae aparejada seguramente algunas pérdidas, y quizás, algunos desafíos, quizás, algunas oportunidades. No se llega a ser competitivo a nivel del mundo, no se edifica un proyecto constructivo, superador, sostenible a largo plazo, sobre la bronca de la gente. La bronca sólo sirve para un proyecto destructivo. O regresivo. ¿Cómo reacciona la gente de las empresas, en medio de estas presiones, de estas transformaciones? Con posturas menos saludables: - Con miedo, que según sus dosis, puede estimular, o por lo contrario paralizar, obnubilar, inhibir, una respuesta adaptada, flexible, adecuada. - Prepararse para convivir, dentro de las humanas posibilidades, con la ambigüedad y la incertidumbre. - Hacer de la capacidad de aprendizaje, y de la adaptabilidad, los activos más valiosos. - Reciclar las propias habilidades y capacidades. - Con impotencia. - Responsabilizarse por los resultados, y no por el mero cumplimiento de las tareas. - Con ira. Muchas veces enmascarada por un tiempo detrás de la “mufa” o de la depresión. - Responsabilizarse por el propio estado de ánimo, y no esperar sino dar, estimulación positiva. - Con omnipotencia: “En realidad quedamos los mejores. Había razones que justificaban esos despidos”. - Posicionarse de otra manera frente a la empresa o frente al mercado laboral, así como las empresas se ven 189 UNIDAD 3 obligadas a posicionarse de otra manera frente al mercado y a la competencia. Revisar las propias expectativas frente al empleo. Quedarse con las que tienen posibilidades reales de concreción. El problema es que no hay muchos lugares donde se pueda hablar, ponerle -entre varios- nombre a las cosas que pasan, sin tono plañidero ni reivindicativo. Un ambiente relativamente sereno, reflexivo, donde crear cordura, realismo, y proyección esperanzada. Claro, dándole un cierto valor a la palabra esperanza. Y cómo reaccionan las empresas? Algunas, con lo que juzgamos o nos parece, posturas menos favorables, menos saludables, regresivas, escasamente creativas: - Incrementando el miedo. Amenazando. No buscando la colaboración de la gente para enfrentar la crisis. Sólo su obediencia. Y creemos que la sola obediencia miedosa, no basada en conciencia responsable, no suma; sobre todo en momentos donde es necesario el aporte de todos. - Intentando bajar los costos por la sola vía de la reducción del famoso y nunca bien discriminado “costo laboral”. A veces, desconociendo los costos ocultos de la disminución salarial, a veces, olvidando el sentido común, la proporción de las cosas. Algo así como un downsizing indiscriminado y por las dudas. No un resizing, ni menos un rightsizing, o alguna aplicación de reingeniería. 190 - En algunos casos los despidos, ese downsizing - entre nosotros conocido como “achique” o ajuste- nunca termina, fruto de la dificultad objetiva para establecer el dimensionamiento correcto de la organización, o fruto de la impericia gerencial para realizarlo. En frase de un gerente de personal: “Actúan como el señor que tenía un perro al que quería mucho y al que tenía que cortarle la cola, entonces todos los días le cortaba un poquito, para que no sufriera”. - Aprovechándose de la disminución del poder sindical, de la desregulación, de la flexibilidad, para avanzar sobre la gente. Abuso; y creación de la casi previsible reacción futura de la gente. - Volviendo a un modelo productivo anterior, tipo Taylor o fordismo periférico. El trabajador no piensa, es sólo “mano” de obra. Es un costo a ser controlado . No un activo a ser desarrollado. Como se espera poco de él, es objetivamente fácil reemplazarlo. Pero se corre el riesgo de especializarse en procesos productivos de baja calidad y escasa formación de la fuerza laboral. Es decir, convertirse en una empresa de segunda, que hace productos de segunda. - También encontramos a empresas que hacen “como si” se estuvieran adaptando, hacen “como si” estuvieran aplicando el nuevo modelo productivo, pero es una aplicación mecánica -especialmente en lo que a técnicas de gestión participativas se refiere- sin convicción y sin ganas, UNIDAD 3 en algunos casos para satisfacer las exigencias de alguna matriz distante, en otros a regañadientes para tranquilizar las exigencias de su principal cliente, que se lo pone como condición para seguir siendo proveedor. Pero por suerte encontramos también algunas empresas con un planteo que consideramos más maduro, mas saludable, que permite una transición con menos costo y con mayor proyección en el tiempo. Algunos ejemplos: - Empresas que ayudan a su propia gente a orientarse, a posicionarse, a reacomodarse, todo lo maduramente que se pueda, a la nueva situación. Por vía de compartir información, compartir el examen de amenazas y de oportunidades, compartir un proyecto de empresa, en definitiva. Que muchas veces es un proyecto de supervivencia. - Tareas de sensibilización ante las nuevas circunstancias, tareas de concientización generalizada de las nuevas exigencias de competitividad, dirigida a obtener la cooperación de la gente, indispensable, según creemos, para superarlas. Muchas veces los empresarios o los gerentes no se dan cuenta que ellos tienen mucho más oportunidad de acceso a la información que sus colaboradores, más oportunidad para ordenarla con sentido, más oportunidad y rapidez para hacerse un panorama global, y no lo transmiten, o consideran innecesario hacerlo. Pero en los casos que referimos, por in- tuición, por razonamiento o por adecuado asesoramiento, las empresas de las que hablamos se han dado cuenta de la importancia de hacer algo extra o no acostumbrado para crear las bases de la cooperación. Por lo menos a nivel de empresa, a nivel microsocial, ya que está ausente en el marco global a nivel país, a nivel macrosocial, un acuerdo explícito, un pacto social, o como se lo denomine. - Empresas que tuvieron que realizar un necesario, bien planeado y siempre doloroso proceso de rightsizing, pero que una vez logrado -en un solo corte de cola- el adecuado dimensionamiento, logrado el sacarse la grasa y los puestos que sobraban, le ofrecieron a los que quedaron, condiciones mínimas de estabilidad con compromiso de esfuerzo: un desafío compartido. - Empresas que avanzan en la aplicación de las nuevas tecnologías gerenciales, y son conscientes que esto implica contar con personas, en todos los niveles, capacitadas, comprometidas, con necesidades mínimas cubiertas, flexibles, y abiertas al aprendizaje permanente y al uso de nuevas tecnologías. Este planteo supone una estrategia competitiva centrada en la incorporación de tecnología y en el aumento de la productividad por inversión en el desarrollo de los recursos humanos, que son los conocimientos, las habilidades y las actitudes de la personas, que éstas pueden o no poner 191 UNIDAD 3 al servicio de la empresa, aparte de su tiempo, en función de las condiciones que se le ofrezcan, en función de las condiciones que faciliten el compromiso. Y no es, claramente, una estrategia de aumento de la productividad basada en la extensión de la jornada laboral, o en el miedo que genera la precarización del empleo. Mis conclusiones son obvias, se desprenden del análisis anterior. Una misma problemática global, nacional, puede ser encarada por distintas personas y por distintas empresas de un modo diferente. En forma más saludable, o menos saludable; en modos favorecedores o no de que la gente que por suerte o por anticipación tiene trabajo, de que las em- 192 presas que por anticipación o por suerte tienen mercado, atraviesen esta dolorosa época de transición con menos costo. Y un convencimiento personal: el correcto dimensionamiento, la reingeniería, o el cambio cultural que muchas empresas necesitan hacer para enfrentar con éxito las nuevas condiciones de competitividad, no dan resultado si se los piensa o se los hace en contra de la gente, o sin la gente. Hay posibilidades de que sean efectivos, de que sus efectos perduren en el tiempo, si se los hace con la gente. UNIDAD ACTIVIDADES DE AUTOEVALUACIÓN Como actividad de autoevaluación, le sugerimos intentar responder a los objetivos de la unidad. 3 Puede transformarlos en preguntas... ¿A qué refiere la expresión “cambio organizacional? ¿Qué factores determinan el cambio? ¿Qué modelos orientan actualmente el cambio? ¿Qué es la efectividad organizacional? ¿De qué otro modo puede ser entendida? ¿En qué conceptos se asientan las distintas perspectivas sobre la efectividad? ¿Qué problemas presenta el desarrollo de programas de cambio organizacional? ¿Qué aspectos es preciso tener en cuenta para un proceso de cambio exitoso? ¿Qué relación existe entre cambio y conflicto? ¿Porqué la gente se resiste a los cambios? ¿Cómo puede vencerse la resistencia al cambio? ¿Qué relaciones encuentra entre el comportamiento de los individuos y los grupos con el comportamiento organizacional? O realizar breves ensayos sobre cada uno de ellos... · CAMBIO SOCIAL Y CAMBIO ORGANIZACIONAL: MODELOS ORIENTADORES. · LA EFECTIVIDAD ORGANIZACIONAL. · ESTRATEGIAS PARA CONDUCIR EL CAMBIO. · CONFLICTO Y RESISTENCIA AL CAMBIO. · COMPORTAMIENTO INDIVIDUAL, GRUPAL Y ORGANIZACIONAL. O esquemas conceptuales integradores... 193 UNIDAD 3 CRITERIOS DE EVALUACIÓN PARA LA ACTIVIDAD OBLIGATORIA Nº2 Este es el momento en que consideramos oportuno evaluar parcialmente el proceso de aprendizaje. Realice la actividad obligatoria y envíela al Instituto para que sea evaluada y calificada por el tutor. Si la actividad no responde adecuadamente a lo solicitado, usted tendrá la oportunidad de rehacerla y enviarla nuevamente para su corrección. Tome en cuenta las siguientes consideraciones para facilitar su trabajo y el nuestro. Para evaluar su producción, tendremos en cuenta los siguientes CRITERIOS DE EVALUACION: A. Su capacidad para comprender las consignas que le plantea la actividad. B. Su capacidad para identificar y definir con precisión los conceptos que debe integrar en la resolución de la tarea, relacionándolos lógicamente. C. Su capacidad para fundamentar teóricamente las apreciaciones que realice sobre la información presentada o consultada. D. Su capacidad de aplicar procedimientos lógicos en el análisis y resolución de las consignas. E. Su posibilidad de expresar en la resolución de las consignas, actitudes coherentes con el enfoque propuesto para el abordaje de la asignatura. F. Su capacidad de exponer conocimientos e ideas de manera lógica y ordenada, a través de un lenguaje técnico preciso. Para facilitar la gestión administrativa tome en cuenta las siguientes RECOMENDACIONES: ! ! ! ! 194 Utilice la carátula de presentación para que sea posible identificar con claridad su envío, consignando todos los datos que se le solicitan. Si envía más de una actividad o es el segundo envío de la misma actividad, aclárelo en el casillero correspondiente de la planilla de presentación. Si entrega la actividad personalmente, hágalo en administración y no directamente al tutor. No olvide que el ingreso de la actividad debe estar registrado en la administración. Si tiene previsto presentarse a examen en breve...envíe sus actividades con tiempo, ya que su aprobación es indispensable para que usted pueda inscribirse en el turno correspondiente.