“2011. AÑO DEL CAUDILLO VICENTE GUERRERO” PROFR. JESÚS PAULINO AKÉ KOB*

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“2011. AÑO DEL CAUDILLO VICENTE GUERRERO”
“PRIMER ENCUENTRO ESTATAL DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA”
PONENCIA: SER O NO SER: COMO CUESTIÓN FILOSÓFICA EN LA
INTERSECCIÓN ORIENTACIÓN EDUCATIVA Y TUTORÍA ACADÉMICA
PROFR. JESÚS PAULINO AKÉ KOB*
LÍNEA TEMÁTICA 2: ENCUENTROS Y DESENCUENTROS ENTRE LA
ORIENTACIÓN EDUCATIVA Y LA TUTORÍA ACADÉMICA
*Orientador Educativo en la Escuela Preparatoria Oficial No. 22, Turno Vespertino, ubicada en
San Pedro Atzompa, Tecámac, Estado de México.
Licenciado en Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México
Maestría en Orientación Educativa y Asesoría Profesional, Escuela Normal Superior del
Estado de México
Doctorado en Educación, Universidad Pedagógica Nacional
akekob@hotmail.com
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SER O NO SER: COMO CUESTIÓN FILOSÓFICA EN LA INTERSECCIÓN
ORIENTACIÓN EDUCATIVA Y TUTORÍA ACADÉMICA
PROFR. JESÚS PAULINO AKÉ KOB
Resumen. Se muestra la tutoría académica como instrumento pedagógico
coadyuvante de Orientación Educativa para alcanzar las metas del desarrollo
académico en competencias de la Reforma Integral de la Educación Media
Superior, sus aciertos y contradicciones en el marco de la cotidianidad escolar.
INTRODUCCIÓN
En el proceso histórico de instauración de representaciones y concreciones de
la realidad educativa, en el Estado de México la Orientación Educativa llega al
Bachillerato General a principios de los años 90 del siglo pasado (GEM, 1995).
Sus principios rectores podían resumirse brevemente en el siguiente párrafo:
“Disciplina que tiene como fin facilitar y promover los procesos cognitivos y de
aprendizaje significativo de los estudiantes como entidades únicas y
diferenciables”, mismo que rescata sustancialmente los aportes realizados en
1908 por Frank Parsons y Clifford Beers (Tyler, 1986).
Estos maestros estadounidenses, creadores del concepto Orientación
Vocacional, respondieron a las necesidades apremiantes de un país bajo un
clima de crecimiento continuo y desarrollo vertiginoso que en conclusión los
llega a ubicar como el segundo país más desarrollado del mundo (Después de
Canadá). No obstante, la preocupación por subsanar las necesidades de vida y
de libertad de los seres humanos no surgió de ese país, sino de la Francia de
las postrimerías del siglo XVIII, cuando se emite la “Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano”, documento que sirve de base a todas
las declaraciones y constituciones de los siglos XIX y XX (Aké Kob, 2007).
De aquí, lo que nos es útil para el centro de discusión de esta ponencia son
las bases de la libre elección de la profesión por parte de los individuos, que se
vertebran en cuatro direcciones a saber:
1. Una base de orientación
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2. Profesiones existen para elegir (por lo menos en su medio)
3. Seguimiento y/o observación de las condiciones bajo las cuales se ha
de
desarrollar la profesión
4. El desconocimiento de las aptitudes necesarias para el desarrollo
adecuado de una profesión.
Medularmente, lo que se pretendía con esta política era que todos los
ciudadanos gozaran de los
mismos derechos y oportunidades a cargos y
empleos públicos según su capacidad e interés, permitiendo que las grandes
mayorías sociales pudieran elegir libremente una ocupación o profesión,
condición que llevaría implícita la posibilidad de mejores condiciones de vida o
de ascenso social (Serrano y Esteban, 2005).
De modo que a doscientos años del germen de la orientación, a cien años
del nacimiento de la orientación vocacional, a más de cincuenta de su llegada a
México con la instauración de la primera Oficina de Orientación Educativa y
Vocacional dependiente de la Secretaría de Educación Pública y dirigida por el
Maestro Luis Herrera Montes y, finalmente, a 20 años de su llegada a las aulas
del Bachillerato General del Estado de México considerando, además, el arribo
de nuevos programas de apoyo (entre ellos el Programa Estatal de Tutorías),
podemos preguntar, ¿qué se vive en Orientación Educativa, si cómo sostiene
Primero Rivas (1999), la vida cotidiana es terreno de importancia central para la
comprensión de los modos de reacción más elevados y complicados, porque el
comportamiento cotidiano del hombre es comienzo y final de toda actividad
humana?
Desarrollo
En la cotidianidad de la Orientación Educativa, en la vida que transcurre día
con día en los espacios de la escuela preparatoria, los orientadores y
orientadoras caminan por los diferentes pasillos y espacios escolares. Buscan,
observan, se acercan a los adolescentes, hablan con ellos, asienten o
conminan a entrar a clases.
En ocasiones, se ven obligados-as a realizar reportes por aquellos que,
continuamente llegan tarde, los que no cumplen con las tareas o los que faltan
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regularmente. Este panorama se torna difícil cuando el adolescente acude con
aliento alcohólico, con síntomas de haber ingerido estupefacientes o que se
encuentra involucrado en comportamientos delictivos.
No escapan a su mirada los casos de adolescentes embarazadas, jóvenes
en busca de trabajo y el margen de población en condición de vulnerabilidad
económica.
Aunque
más
complejo
en
su
recursividad
cotidiana,
esporádicamente el orientador y la orientadora se cuestionan sobre su papel en
la vida de los adolescentes que orientan. Se preguntan sobre la importancia o
relevancia de su personalidad, el efecto de sus actitudes o patrones culturales
en la realidad conjugada de la escuela preparatoria y en los jóvenes que los
escuchan, observan y valoran continuamente.
Porque la representación mutua es un elemento más de la realidad que se
escribe día con día: los y las bachilleres valoran y evalúan el acontecer
orientador:
En este semestre y con la nueva orientadora puedo observar que realmente
el ser orientador es un gran trabajo, eso no se duda, pero ahora, en este
semestre, es mejor. Veo la importancia de la orientación en toda la extensión de la
palabra. Creo que uno como persona y como alumno necesita de una persona
capaz, responsable y, sobre todo, de confianza. Que tengan y den tiempo para el
alumno, que se preocupe por el desarrollo y crecimiento tanto grupal, como el de
cada uno de los alumnos en lo individual. Ahora, se nos proporciona un espacio
de tiempo para cada uno de nosotros, o al menos al que quiera porque no todos
vienen ni a todos les gusta. A mí sí… estoy más centrada, me voy acercando a lo
que quiero en la vida, claro soy mayor también. Pero, sí tiene que ver con que la
gente haga su trabajo con gusto, que sonría, que venga arreglada, bien
vestida, que huela bien y que se vea que se informa, de otra manera ni ganas
dan de acercarse. La orientadora, por lo que veo con sus libros, lee, se informa,
trata de mantenerse al día sobre temas de adolescentes (AA).
Este trazo etnográfico permite recuperar el sentido humano de la
práctica orientadora, la práctica que se acerca al compromiso social: la
formación de seres humanos creativos, inteligentes y, de ser posible,
transformadores de la realidad.
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Pero para transformar la realidad, la formación en competencias en el marco
de la Reforma Integral de la Educación Media Superior requiere de una
educación que conjugue conocimientos, valores y actitudes aplicados al
modelo y momento social que se vive. Es decir, la regularidad de aplicabilidad
de repertorios académicos aplicados a la vida diaria en el espectro productivo.
Para esto se inscribe en el marco escolar y de la Reforma reciente (2007), el
Programa Estatal de Tutorías, principalmente, que señala.
1. Integrar a los alumnos a un entorno escolar, ya sea que inicie sus estudios
de bachillerato o que se hayan transferido a una nueva institución.
2. Facilitar el desarrollo personal de los estudiantes en el marco de sus
necesidades y posibilidades como individuos, teniendo en cuenta las
circunstancias.
3. Dar seguimiento y apoyo a los alumnos en relación con sus procesos de
aprendizaje y con la realización de su trabajo académico.
4. Propiciar un clima escolar favorable al aprendizaje, que estimule y motive
a los estudiantes y crear espacios ubicados más allá del salón de clases
destinados a apoyar el desarrollo de los jóvenes.
Estos cuatro puntos, no obstante, concentran la idea básica de Orientación
Educativa como lo presentamos en la Introducción de esta ponencia, y se
resumen desde la lectura del Documento Rector de Orientación Educativa de
1995. Están además en la sustancia de los Planes y Programas más
recientes referentes a Orientación Educativa.
Es por ello, que, ¿quién es el orientador? ¿El tutor es orientador? ¿El
orientador es tutor? Ante los ojos de los alumnos y en la representación social
el papel del orientador no ha cambiado, pues la figura conocida es la de un
profesional involucrado en una serie de tareas, a veces no tan pequeñas, pero
que son distractoras de su función ideal: “facilitar y promover procesos
cognitivos…” tendiente a la construcción de un conocimiento autónomo.
Conclusiones
Con la intención de implementar mejoras en los logros académicos de los
bachilleres, la Reforma Integral de la Educación Media Superior en el Estado
de México ha traído al escenario docente una serie de propuestas entre las
cuales se encuentra el Plan Estatal de Tutorías.
Este plan rescata momentos de intersección (propósitos) con la labor de los
orientadores quienes, en caso de no tener bien delimitadas las acciones
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concretas de su perfil profesional podrían invadir los espacios de acción de
los Docentes Tutores o ellos mismos, vivir la sensación de que sus límites
están siendo rebasados por las acciones de los tutores; el riesgo: a la
representación nada halagadora del orientador de muchas y pequeñas tareas,
se puede agregar el de la inacción.
Propuestas
El Plan Estatal de Tutorías, de manera específica, tiene efectos directos en
la práctica orientadora en tanto comparte puntos e ideas medulares en la
formación de los adolescentes. Esto más que un síntoma distractor, podría
fungir con efectos coadyuvantes si la asignación de tareas sigue el
lineamiento de un proyecto interno, institucional, que obligue al control,
seguimiento y evaluación de las diferentes variables que pueden afectar el
funcionamiento y los efectos de dicho programa.
La asignación de tareas también tendrá que seguir el patrón propio de la
premisa germinal orientadora: “seguimiento y observación de las condiciones
en que se labora…”, pues bien sabemos de las limitantes que existen en
nuestros espacios laborales, no sólo en lo que respecta a las condiciones
materiales, sino, incluso, de las humanas. Pues, los nuevos programas
deberán ser conducidos por el mismo personal docente y orientador de cada
institución, lo que pone en el espectro cognitivo de los actores docentes: ¿ser
o no ser? O, ¿quién ser?
Todavía más, y como lo dicta la experiencia, en el caso de ser comisionado
como Coordinador Institucional del Plan de Tutorías, ¿hasta qué punto se
puede contar con la facilitación de los implementos que permitan una
conducción dúctil del programa? Porque no se ve fácil un panorama en el que
se tiene un promedio de ochenta adolescentes con diferentes problemáticas,
además de las académicas, que demandan atención, a quienes se tiene que
escuchar de manera puntual porque más tarde puede ser… muy tarde.
Es claro, comprensible, y me uno al sentir y el decir del filósofo Primero
Rivas cuando señala que la vida cotidiana es el centro de reacciones
complejas, principio y fin de toda actividad humana. La escuela preparatoria,
los adolescentes, jóvenes y señoritas, que inundan sus espacios en diferentes
momentos del horario escolar es punto central universal de la formación de
seres humanos que requieren de acciones responsables, comprometidas y
constructivas que tiendan a la creación de nuevos escenarios sociales.
Por tanto, que la intersección de correspondencias no sean la oportunidad
de seguir engañando nuestra realidad, llenando necesidades primarias y
alejándonos cada vez más de las necesidades sustanciales del ser humano:
autorrealización o construcción del conocimiento autónomo.
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Bibliografía
1. Aké Kob, J. P. (2007). Pensar, proyectar, construir en la cotidianidad. Manual
de Orientación Educativa desde la práctica constructivista. México, Primero
Editores.
2. Gobierno del Estado de México (1995). Documento Rector de Orientación
Educativa (DOROE). Bachillerato Propedéutico Estatal. México: GEM.
3. Primero Rivas, L. E. (1999). Emergencia de la Pedagogía de lo Cotidiano.
México: AC Editores- Primero Editores.
4. Gobierno del Estado de México (2008). Reforma Integral de la Educación
Media Superior (RIEMS). México: GEM.
5. Serrano, J. y Esteban, J. (2005). Orientación Vocacional. México: UAEM.
6. Tyler, L. (1986). La función del orientador. México: Trillas.
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