¡Alabado sea el Verbo Encarnado! 4 de Abril de 2015 SÁBADO SANTO Silencio, luto y esperanza, con María. La Iglesia aguarda. El Oficio de Lectura nos mantiene con la mirada fija en la verdad del Credo: “descendió a los infiernos”. La segunda lectura adelanta de alguna manera la alegría de la Vigilia Pascual. A las 10:00 hrs., nuestra primera charla. ORACIÓN Y REDENCIÓN El Padre Zatyrka habló de los diferentes tipos de oración y de manera especial en la oración meditativa, ahondando en la Lectio Divina, como método por excelencia para orar con la Biblia. Así mismo, nos introdujo en la importancia de la oración verdaderamente contemplativa, para lo cual se requiere un gran estado de quietud corporal, buscando los lugares y momentos adecuados, para evitar distracciones y lograr así que nuestra oración llegue a ser un holocausto: quemar nuestro tiempo para Dios y de este modo, llegar al encuentro íntimo con Él. Esta es la oración propia que presenta el libro: Relatos de un peregrino ruso, llamada oración del corazón: “Señor Jesucristo, Hijo del Dios vivo, ten compasión de mí, un pecador”. En esta oración dejamos que Dios nos cure y nos descubra su rostro. En la segunda charla el Padre Alex nos brindó, como parte de los criterios de discernimiento, preparando la elección, el tema de las dos banderas, una capitaneada por Cristo y la otra por Lucifer, mortal enemigo. CRISTO NOS SANA A veces, hasta las situaciones de pecado son ocasión de vida. Nos encontramos dispersos, divididos. Le queremos “hacer trucos” al Señor, pero Él ve más allá de nuestra miopía. Pidamos la gracia de conocer los dos caminos y sintamos la inmensa alegría de ir a casa. A las 16:15 hrs., el tema de la Resurrección nos preparó para vivir nuestra Vigilia Pascual. RESURRECCIÓN Nuestro ideal es estar cada vez más “muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús”. Con y por Cristo accedemos al misterio del amor divino. La victoria es nuestra, gracias a Aquél que nos amó. El triunfo sobre la muerte lo vivimos aquí y ahora. Los relatos de la Resurrección se dividen en dos tradiciones: - El sepulcro vacío: se nos invita a no buscarlo entre los muertos. - Y las apariciones del Resucitado: donde se dan cuatro rasgos comunes: ¡Alabado sea el Verbo Encarnado! a) b) c) d) Se parte del miedo, tristeza e incredulidad. Jesús no es reconocido. Se produce la revelación de Cristo, lo reconocen. Jesús encomienda una misión. Jn 20, 11-18 Aparición a María Magdalena - Jesús le pregunta: “¿Por qué lloras?”, “¿A quién buscas?”. Esto nos invita a pensar: ¿no nos sentimos más contentos con un Dios muerto que nosotros podemos manejar? - Ella contesta: “No sé quién se llevó a mi Señor”. Esto denota un crecimiento espiritual de ella: no me hace falta ya ni poder, ni imagen, ni banalidades, lo único que me falta eres Tú, Señor. Nos podemos preguntar: ¿he perdido el rostro del Señor en mí, y por lo tanto tampoco lo reconozco en mis hermanos? - Jesús la llama por su nombre: “¡María!”. El nombre para los orientales es el resumen de la persona, la manera como cada una está llamada a dar vida. ¿Qué significa tu nombre en labios de Jesús? - “No me toques”. Jesús desaparece no para no estar, sino para ser parte de ella. - Jesús le da una misión: “¡Ve y diles a mis hermanos…!” JESÚS Y MARÍA Aunque no se diga en la Escritura, se tiene por hecho que Jesús se apareció resucitado a su Madre. Contemplemos el encuentro de Jesús con Ella. La tarde la dedicamos a preparar la Vigilia Pascual con mucha alegría en el corazón. A las 21:00 hrs., iniciamos la primera parte en el jardín, entramos en procesión a la capilla, presidiendo el Cirio Pascual. Nuestra hermana Margarita María entonó el Pregón Pascual y luego recorrimos junto con toda la Iglesia en esta Noche Santa, la Historia de la Salvación a través de cada una de las lecturas. Nos alegramos con toda la Iglesia y a una sola voz proclamamos: ¡Resucitó de veras mi Amor y mi Esperanza! ¡Aleluya! Compartimos la alegría de la Resurrección del Señor con un brindis, animado por los bailes y cantos de nuestras hermanas de Kenya.