Jeyda Palsyordan Santa Cruz Medina Código de estudiante: 69504 Sinusitis en Pediatría 1. Definición Es una patología inflamatoria de la mucosa de los senos paranasales, misma que presenta una gran prevalencia e incidencia en la población general, con particularidad en pacientes pediátricos. 2. Etiología El Streptococcus pneumoniae, destaca dentro de las sinusitis agudas con un 30%; seguido de, Haemophilus influenzae no tipifícable en un 20%, siendo este frecuente en sinusopatía crónica pediatríca, y Moraxella catarrhalis 20%. El staphylococus aureus, en las sinusitis crónicas y en las formas graves de la infección. 3. Epidemiología La sinusitis bacteriana aguda puede desarrollarse a cualquier edad, mientras la vírica se entrelaza a la recurrencia de ambientes específicos, como guarderías o a que el niño tenga hermanos en edad escolar. Ambos tipos convergen al incremento de morbilidad aguda y crónica significativa y a desarrollo de posibles complicaciones graves. Se valora que preescolares y escolares en su mayoría tienen de tres a ocho patologías respiratoria superior de tipo virales agudas al año, y que la sinusitis bacteriana es predisponente a complicar estos en un 0.5% a 5.0%. 4. Patogenia Resulta por la disfunción de los senos paranasales que trae como resultado la inflamación e infección. Los factores predisponentes son, la permeabilidad de los orificios de drenaje; la función ciliar y la calidad de las secreciones. La inflamación en la sinusitis no infecciosa es similar a la patogenia del asma. La sinusitis infecciosa se produce a consecuencia de la obstrucción del complejo de drenaje osteomeatal. Resultado de la inflamación, se da la obstrucción de la ostia sinusal y atrapamiento de líquido en las cavidades sinusales, no drenar, provoca que las bacterias queden atrapadas y proliferen la vía respiratoria. 5. Manifestaciones clínicas Congestión nasal, rinorrea generalmente purulenta durante 3 o más días (unilateral o bilateral), fiebre ≥39 °C y tos diurna durante ≥10 días sin mejoría. Síntomas infrecuentes: halitosis, hiposmia y edema periorbitario. Cefaleas retroorbitarias o supraorbitarias (rara vez). Síntomas adicionales: molestias en los dientes del maxilar y dolor o presión que se agudiza al inclinarse hacia delante. Al examen físico: eritema con tumefacción de la mucosa nasal y rinorrea purulenta. En adolescentes se puede detectar dolor a la presión en los senos. 6. Diagnóstico Mediante anamnesis, y la clínica que presente el paciente pediátrico. Cultivo del fluido que será aspirado de los senos afectados (Gold Standard) pero tener cuidado en pacientes inmunocomprometidos, ayuda en el descarte o confirmación de sinusitis nicótica. Radiología simple de los senos, donde se visualiza opacificación, engrosamiento de la mucosa por lo menos 5mm y presencia de niveles hidroaéreos, tener en cuenta que su valor diagnostico no es total. La radiología ayuda a confirmar el diagnóstico en pacientes sintomáticos. En niños mayores de 6 años se deberán analizar los senos maxilares y los etmoidales. La proyección de Caldwell y la de Waters son los más adecuados para evidenciar los signos. Usar TAC en casos de pacientes con celulitis orbitaria o periorbitaria y de huéspedes inmunocomprometidos, o RM en senos paranasales, donde se evidencia engrosamiento, edema, inflamación de la mucosa. 7. Tratamiento Paciente sin factores de riesgo para infección por neumococo resistente y cuadro leve o moderado, tratamiento inicial con amoxicilina 45 mg/kg/día dividido en dos dosis iguales es adecuado en sinusitis aguda bacteriana no complicada, tratamiento de elección. Tratamientos alternativos en alergia pediátrica, azitromicina o claritromicina (actualizaciones descontinúan el uso de azitromicina, evaluar riesgo/beneficio), cefdinir, cefuroxima, axetilo, cefpodoxima o cefixima. En niños mayores el levofloxacino es un antibiótico alternativo. En sinusitis grave, amoxicilina más ácido clavulánico 80-90 mg/kg/día. Se puede administrar ceftriaxona 50 mg/kg EV o IM, cuando no hay buena recepción por vía oral. 8. Complicaciones Orbitarias, destacando, celulitis orbitaria y periorbitaria, como resultado de etmoiditis bacteriana aguda, que progresa rápidamente. Consecuentemente produce eritema y tumefacción de los tejidos que rodean al globo ocular, la celulitis orbitaria afecta estructuras infraorbitarias causando proptosis, quemosis, disminución de la agudeza visual, diplopía, trastornos de los movimientos oculares y dolor ocular. Intracraneales, de igual manera progresa rápidamente, genera absceso epidural, meningitis, trombosis del seno cavernoso, empiema subdural y absceso cerebral. En déficit del estado mental, rigidez de nuca, cefalea intensa, signos neurológicos focales o signos de hipertensión intracraneal como cefalea, vómitos. 9. Prevención Lavado de manos frecuente y evitar el contacto con las personas resfriadas. Administración de la vacuna contra influenza, anualmente con el objetivo de reducir el número de infecciones respiratorias de origen viral. La inmunización y la quimioprofilaxis contra el virus gripal con oseltamivir o zanamivir podrían ser de utilidad. No usar profilaxis antibiótica en los pacientes con infección crónica o recurrente, genera resistencia medicamentosa.