ANEXO Sus principios del Shiatshu remontan en las raíces de la medicina oriental. Se trata de un sistema que incorpora ejercicios de automasajes y de terapia de presión auto aplicados para facilitar la desintoxicación y rejuvenecimiento. Hacia el Siglo X la medicina fue introducida en Japón, y a partir de entonces una amalgama de Curación Vibratoria con las Palmas de las Manos, Presión sobre Puntos y Masajes se habrían combinado para asemejarse al Shiatsu actual. El Shiatsu acabó siendo reconocido como forma legítima de terapia por el gobierno japonés a mediados de los años cincuenta. El reconocimiento oficial del Shiatsu en Japón se puede atribuir a los esfuerzos de Tokujiro Namikoshi. La técnica del Shiatsu incluye estiramientos, sujeción e inclinación del peso del cuerpo hacia varias partes del cuerpo receptor para mejorar el flujo de la energía, la circulación sanguínea, flexibilidad y las posturas. La presión y el contacto se aplican con las, los antebrazos, las rodillas y los pies. El tratamiento se concentra junto con canales de energías llamada KI. El Ki es la fuerza vital que sostiene todas las actividades vitales del cuerpo, la mente y del espíritu. Existen varias modalidades de Shiatsu, aunque todas utilizan los meridianos de la medicina tradicional china para restablecer la energía. Por un lado, está el Shiatsu japonés, que se basa en ejercer presiones más o menos fuertes con el dedo pulgar en una determinada línea de puntos preestablecidos. Por otro lado, se encuentra el Shiatsu Zen que es más dinámico que el anterior. Introduce más maniobras, movilizaciones y estiramientos, así como presiones con toda la mano, con la palma, el antebrazo o la rodilla del profesional en el paciente. Según la teoría del Shiatsu, el cuerpo está atravesado por una red de meridianos que transportan la energía vital o Qi. Estos meridianos están conectados con los órganos y sistemas del cuerpo, y el Shiatsu busca equilibrar el flujo de energía a lo largo de ellos para promover la salud y el bienestar. El Método Shiatsu no posee límites de edad, por lo que está destinado a utilizarse en personas de todas las edades, desde los niños a los ancianos. Aunque originalmente se desarrolló en Japón, hoy en día se practica en todo el mundo y ha ganado popularidad en diversos ámbitos de la sociedad. El Shiatsu puede beneficiar a personas de diferentes edades, géneros y condiciones físicas. Individuos que experimentan estrés Personas con tensiones musculares y dolores corporales Individuos que buscan promover su bienestar general Personas con condiciones específicas Si bien, las sesiones de Shiatsu, están compuestas por un terapeuta y un paciente, no debemos pensarlas como una relación de un sujeto activo (terapeuta) y un sujeto pasivo (paciente) sino, más bien, debemos imaginarlas como una danza ejecutada por dos personas donde el terapeuta emplea todo el cuerpo para afianzarse, apoyarse y ejercer presión sobre el receptor, el cual, en vez de estar todo el tiempo boca abajo e inerte, es una fuente continua de movimientos sutiles a los que el terapeuta debe adaptarse. Los cinco principios del Shiatsu son: Relajarse. Penetración, no presión. Penetración perpendicular estacionaria. Conexión entre las dos manos. Continuidad de los meridianos. El movimiento básico de esta disciplina se denomina “gateo” que no es otra cosa que la transmisión del peso corporal por los brazos y manos estirados y relajados mediante el soporte que proporcionan las piernas, las caderas y el hara. Las herramientas que se utilizan son: Palmas de la mano. Los pulgares. Yema de los dedos. Boca del Dragón. Codos. Pies. Estiramientos. Rotaciones. Se ha podido comprobar que hay un gran número de enfermedades que responden positivamente para su recuperación ante una terapia de SHIATSU. A continuación, se mencionará algunas enfermedades (emocionales o generadas por estrés, y músculo esqueléticas), que responden positivamente ante las técnicas del shiatsu: Insomnio Ansiedad y depresión Tención muscular Cefaleas Trastornos digestivos Disfunciones menstruales Defensas bajas ante infecciones Congestiones sinusales Retención de líquidos en los tejidos Problemas circulatorios
