LA BIBLIA NOS ENFOCA HACIA ARRIBA Colosenses 3:2-3 Este es el tema que Sociedad Bíblica ha tomado este año para celebración del Mes de la Biblia. Aquí vemos como Dios se preocupa en como miramos las cosas, cual es nuestra opinión, y cuál es nuestra aptitud, cómo están nuestros ojos, hacia dónde los enfocamos, hacia dónde los dirigimos, qué miramos. La Biblia nos habla de que los ojos son las ventanas del alma, es importante poder observar a las personas y vamos a distinguir cosas que tal vez no nos damos cuenta dependiendo de donde ponemos nuestra mirada. La mirada de cada persona es diferente y distinta, cada persona se puede identificar con incluso con su mirada. Una canción dice: tus ojos revelan que yo, nada puedo esconder, pues tu mirada puesta en mi me llena de tu paz, la mirada de Dios puesta sobre nosotros. Dios conoce nuestros caminos, conoce nuestros corazones, la Biblia dice que los escudriña, que Dios puede ver nuestros corazones, Dios puede entender nuestras mentes también. Entiende lo que sentimos, lo que miramos, lo que vemos, lo que pensamos, y hasta las intenciones de nuestro corazón. La Biblia en diferentes pasajes nos recuerdan como Dios mira distinto a como miramos nosotros, por eso es tan importante comprender este pequeño texto de Colosenses, pongan la mira en las cosas de arriba, en Hebreos, nos recomienda que pongamos los ojos en Jesús, autor y consumador de la fe, ¿por qué?, porque es tan fácil defraudar, tan fácil ofender, tan fácil desilusionar, las personas que admiramos son las mas sujetas a crear desilusiones y decepciones en nosotros porque ponemos nuestra mirada en los hombres, eso es normal, es nuestra vista natural, pero Dios quiere que miremos más allá. Desde el libro de Genesis encontramos la importancia que Dios le da a como miramos, ahí encontramos esa conversación entre la serpiente y Eva: con que Dios les ha dicho que no pueden comer de ningún árbol, pero cuando lo analizamos hay una parte donde la serpiente le dice: lo que pasa es que Dios no quieren que coman de ese árbol, porque cuando coman de ese árbol se le van a abrir sus ojos y entonces van a ser como Dios, interesante eh, la tentación era esa, la serpiente estaba envolviéndolos en una palabras que Dios no había dicho con la intención de que ellos ambicionaran ser como Dios. Dios desea que participemos de su naturaleza, Dios quiere hacernos como El, que podamos tener bondad, sabiduría que viene de Dios, por eso es que nos invita a que pongamos nuestra mirada en las cosas de arriba, que pongamos nuestra mirada en El. Desde ese momento, desde el Genesis, Dios inicia ese proceso en nuestros ojos, recorremos cada libro de la Biblia y llegamos hasta el Apocalipsis, cuyo nombre es Revelación, tiene que ver con eso, lo que frente a nuestros ojos se descubre, Dios quiere revelarse a nosotros, Dios quiere trabajar en nuestra mirada de tal manera que con nuestra mirada podamos hablar y decir cosas, y aun más, que podamos ver como Dios mira, distinguir las cosas que Dios ve. Cuando se estaba buscando un sucesor para el rey Saul, Dios está buscando al rey David, y le ordena a Samuel que vaya a la casa de Isaí y le dice que ahí está el que será el nuevo rey. Samuel muy obediente va donde Isaí, le da la noticia de que entre sus hijos esta el elegido por Dios y comienza un Mister Universo, presentándole a todos sus hijos. Samuel comienza a poner la mirada en la apariencia de estos muchachos, fuertes, guerreros, grande, y Dios lo para en seco y le dice detente, porque Dios no ve las apariencias, sino el corazón. Samuel queda sorprendido con esta enseñanza y resultó que el menos probable a los ojos humanos era el elegido por Dios. Y esta es una gran historia, pues este que era solo un pequeño pastor de ovejas es quien vence al gigante y termina convirtiéndose en el héroe nacional, famoso hasta el sol de hoy, tanto así que en la bandera de Israel vemos la estrella de David. Lo importante de todo esto es dónde ponemos nuestra mirada. Hay una diferencia entre ver y mirar; Ver es percibir por los ojos los objetos mediante la acción de la luz, una acción mecánica, pero mirar viene de la palabra admirarse, es fijar la vista sobre un objeto aplicando la atención, involucrar mi corazón, la Biblia nos habla de mirar las cosas de arriba, y no las de la tierra, nos habla de la mirada que tenemos. Eso es lo que Dios quiere, quiere que aprendamos no solo a ver como El ve, sino a mirar como El mira, porque todo el tiempo estamos mirando y siendo mirados, y aquellos que logramos mirar de verdad, podemos distinguir hasta el estado de animo de una persona, aquel rey distinguió en Nehemías que su semblante no era el mismo de siempre, la mirada tiene mucho poder, en algunas conferencias de parejas se les pide que se pongan de frente y que se miren a los ojos, y muchas veces eso no es tan fácil como decirlo, así mismo, en esa etapa de la adolescencia si una chica te miraba a los ojos, hasta te sonrojabas, y muchos matrimonios iniciaron con una mirada, los ojos hablan. Así mismo debemos distinguir que vemos todo lo que miramos, pero no miramos todo lo que vemos, ¿se entiende la idea? La acción mecánica, ver, cualquiera la hace, al menos que este ciego, pero la acción de mirar, de enfocar, prestar atención, conectar el corazón es lo que Dios desea, que miremos las cosas de arriba. La Biblia nos sirve de brújula para que nuestros ojos no se pongan donde no se tienen que poner. En este tiempo tan difícil, de tanta incertidumbre que nos ha tocado vivir, no podemos poner los ojos en las cosas de la tierra, que la pandemia, que esta vacuna no, que los precios, que estos benditos políticos, poner la vista en el miedo, en la incertidumbre, un mundo de confusión, pánico, crisis, pero si ponemos la mira en las cosas de arriba vamos a entender que Dios esta con nosotros a pesar de toda esta situación, que esto va a pasar, que Dios nos va a ayudar, que aunque suene la tormenta Dios es nuestro amparo y fortaleza, que aunque estemos en una situación difícil, el Señor es nuestro Pastor, y nada nos faltará, que aunque andemos en valle de sombra y de muerte no temeremos porque Dios está conmigo, Dios está contigo, Dios esta con cada persona que se atreve a creerle, que se atreve a abrir la Biblia y aplicarle fe a lo que está leyendo. Leemos en Marcos 8 la historia de la multiplicación de los panes y los peces, como Dios hace de unos panes y unos peces una multiplicación para 4000 personas, como se miran las cosas, la mirada de las cosas de arriba es que si yo soy agradecido y bendigo las cosas que tengo, Dios va a multiplicarlas, estoy seguro que muchos de ustedes tienen testimonio de que en medio de la escasez, al elevar nuestra mirada al cielo, hemos visto la multiplicación de parte de Dios a nuestro favor, eso es fe, cuando nosotros hacemos lo posible, Dios hace lo imposible. ¿Cómo miramos? Jesús vio estos panes y peces y vio comida para una multitud de 4000 personas. Mas adelante, en el 14 leemos… y ellos pensando, eso fue porque no trajimos pan, pero Jesús se refería a la hipocresía, les decía no debe un cristiano, un discípulo de Jesús ser un hipócrita, Jesús se da cuenta que hay una confusión, El le habla de otro pan, (leer 17 y 18), Jesús les da su boche y les dice lo que les estoy diciendo es que no me estoy refiriendo al pan, deben abrir sus ojos para no solamente ver sino para mirar y distinguir que yo no miro solamente lo físico, sino una aptitud del corazón que arruina toda la masa y eso tiene que ver con la hipocresía, cuídense de ella. Los que tenemos el sentido de la vista, pensamos que muchas veces vemos y realmente no vemos. Tenemos una ceguera a causa de la tristeza, de la angustia, del estrés, de la ansiedad. Después de esto viene la historia de un ciego, cuya necesidad era que Jesús lo mirara, todos tenemos necesidad de que nos miren, porque es la forma de sentirnos humanos, de sentirnos apreciados, la esperanza está en poner los ojos en Jesús. Jesús sana al ciego, y después vemos que Jesús les pregunta a sus discípulos, quienes dicen ustedes que soy, y Pedro responde Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente y Jesús le responde bienaventurado eres tú, esto no te lo reveló, esto no lo lograste mirar porque alguien te lo mostrara, sino por la revelación de Dios y esta revelación de Dios sucede cuando ponemos nuestra mirada en las cosas de arriba. Que Dios nos ayude mis hermano a mirar las cosas de arriba, las cosas que Dios quiere que miremos, que a veces nos sentimos solos, pero como le dijeron a aquel siervo del profeta Eliseo, en 1 Reyes, que estaba abrumado porque había un ejército que los quería capturar, entonces el profeta Eliseo dice: “Señor, abre los ojos de este hombre para que vea que mas son los que están con nosotros, que los que están en nuestra contra, y cuando este siervo abre sus ojos dice que habían hombres y carros de fuego que eran mucho mas que los del ejercito enemigo. Mas son los que están con nosotros, así que cero estrés, cero desanimo, y miremos las cosas de arriba. Y para ayudarnos, Salmo 119:18 (leer). Yo les invito a que juntos, en este mes de la Biblia, le pidamos al Señor, abre mis ojos y déjame ver las maravillas de tus palabras.