1. INTRODUCCIÓN AL IRPF 1.1. Características del IRPF La Normativa más importante respecto al IRPF es: 1. La Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio. 2. El Real Decreto 439/2007, de 30 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. El IRPF es un tributo de carácter directo y naturaleza personal, algunas de sus características son: 1. Grava la renta de las personas físicas en los términos previstos en la ley, según los principios de igualdad, generalidad y progresividad, y de acuerdo con las circunstancias personales y familiares de las mismas. 2. El objeto del impuesto está constituido por la totalidad de la renta, esto es, la totalidad de los rendimientos, ganancias y pérdidas patrimoniales, así como las imputaciones de renta que se establecen por la ley. 3. Pero, el impuesto no grava la totalidad de la renta del contribuyente, sino sólo su renta disponible que es el resultado de disminuir la renta en la cuantía del mínimo personal y familiar. 4. El mínimo personal y familiar constituye la parte de la base liquidable que, por destinarse a cubrir las necesidades vitales del contribuyente y de las personas que de él dependen, no se somete a tributación. 5. Una vez determinados los rendimientos, las ganancias o pérdidas patrimoniales, y las imputaciones de bases imponibles, todos ellos se integran y compensan para el cálculo de las bases imponibles. 6. El IRPF es un impuesto progresivo, basado en una tarifa con tipos crecientes en función de la base liquidable del contribuyente. 7. Se rige por el sistema de autoliquidación, proceso a través del cual el contribuyente tras realizar los cálculos correspondientes, cuantificará el impuesto a pagar y presentará dicha autoliquidación documentalmente a la Hacienda Pública. 8. El IRPF se aplica en todo el territorio español, con las especialidades previstas para Canarias, Ceuta y Melilla y sin perjuicio de los regímenes tributarios forales de concierto y convenio económico en vigor, respectivamente, en los Territorios Históricos del País Vasco y en la Comunidad Foral de Navarra. 9. El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es un impuesto cedido parcialmente a las Comunidades Autónomas, que disponen de capacidad normativa. 1.2. Contribuyentes Se consideran contribuyentes del IRPF las personas físicas que tienen su residencia habitual en territorio español, quienes no teniendo residencia en territorio español, obtengan rentas en España (presentan el Impuesto sobre la Renta de no Residentes) y las personas físicas de nacionalidad española que acrediten su nueva residencia fiscal en un país o territorio calificado reglamentariamente como paraíso fiscal, que no perderán su condición de contribuyentes por el IRPF en el período impositivo en que se produzca el cambio de residencia y en los cuatro períodos impositivos siguientes. Se entiende que el contribuyente tiene su residencia habitual en España cuando concurra cualquiera de las circunstancias siguientes: Que permanezca más de 183 días, durante un año natural, en territorio español. A la hora de determinar este periodo se computarán las ausencias esporádicas, salvo que el contribuyente acredite su residencia fiscal en otro país. Que radique en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses económicos, de forma directa o indirecta. Se presumirá, conforme a los dos criterios anteriores, que el contribuyente tiene su residencia habitual en territorio español cuando residan habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos menores de edad que dependan de aquél, salvo prueba en contra. Residentes en España según su Comunidad Autónoma Hay que distinguir dos situaciones: Residentes en País Vasco y Navarra. Deben tributar de acuerdo a la normativa foral, aunque respetando las normas de armonización. El criterio que decide la residencia en territorio común o foral es la permanencia por más de 183 días durante el año natural. Residentes en las restantes CCAA. Será de aplicación la normativa estatal que será la básica y, dependiendo de la CCAA en la que tengan su residencia, la normativa sobre tarifas y deducciones que apruebe su CCAA. Tres criterios determinan que las personas físicas residentes en España lo sean en el territorio de una u otra CCAA: Criterio de permanencia. La permanencia por más días del período impositivo. Criterio del principal centro de intereses. En defecto del anterior, se consideran fiscalmente residentes donde obtenga la mayor parte de las siguientes rentas: rendimientos de trabajo, de capital inmobiliario, ganancias patrimoniales derivadas de inmuebles y rendimientos de actividades económicas. Criterio de la última residencia declarada a efectos del IRPF. En defecto de los anteriores, se considera residente en el lugar de su última residencia declarada a efectos del Impuesto de las Retenciones de las Personas Físicas. Sociedades Civiles Como consecuencia de la modificación del Código de Comercio respecto de determinadas actividades ahora con objeto mercantil, se actualizaron tanto la Ley del Impuesto sobre la Renta, como la Ley del Impuesto sobre Sociedades, debido a que las sociedades civiles con objeto mercantil pasan a estar sujetas al Impuesto de Sociedades desde el 1 de enero de 2016, y por tanto ya no van a tributar como entidades en atribución por el IRPF. Por ello el artículo 8.3 de la Ley 35/2006 del IRPF nos dice que no tienen la consideración de contribuyentes por el IRPF las sociedades civiles no sujetas al Impuesto sobre Sociedades, herencias yacentes, comunidades de bienes y demás entidades referidas en la Ley General Tributaria. Las rentas correspondientes a las mismas se atribuirán a los socios, herederos, comuneros o partícipes, respectivamente, de acuerdo con lo establecido en los artículos 86 a 90 de la Ley 35/2006 del IRPF. 1.3. Obligados Tributarios Con carácter general, están obligados a presentar la declaración del IRPF todos los contribuyentes que hayan obtenido en dicho ejercicio rentas sujetas al impuesto. Por excepción, no están obligados a presentar declaración los siguientes contribuyentes: 1. Los contribuyentes cuyas rentas procedan exclusivamente de las siguientes fuentes, siempre que no superen ninguno de los límites que en cada caso se señalan, en tributación individual o conjunta: o Rendimientos íntegros del trabajo (incluidas, entre otras, las pensiones y haberes pasivos, así como las pensiones compensatorias recibidas del cónyuge y las anualidades por alimentos no exentas) cuyo importe no supere la cantidad de: 22.000 euros anuales, con carácter general. 12.000 euros anuales, en los siguientes casos: 1. Cuando los rendimientos del trabajo procedan de más de un pagador. No obstante, el límite será de 22.000 euros anuales en los siguientes supuestos: Cuando la suma de las cantidades percibidas del segundo y restantes pagadores, por orden de cuantía, no superen en su conjunto la cantidad de 1.500€ anuales