Su esperanza está en el mar DICIEMBRE 2013 Por: Gerardo Ramos Minor En Matamoros están ilusionados de que finalmente el progreso llegará a la olvidada zona pesquera de la Laguna Madre, pues aunque tuvieron que pasar más de 20 años para que el gobierno mexicano se decidiera ir por el tesoro petrolero que está en aguas al norte del Golfo de México, en unos días llegará a la región la plataforma de sexta generación West Pegasus, con lo que iniciará formalmente la actividad petrolera en esta región. Para las autoridades de este municipio fronterizo, la llegada de Petróleos Mexicanos (Pemex) a la zona, específicamente a la comunidad de Las Higuerillas y puerto El Mezquital, representa una enorme posibilidad de desarrollo, pues hay planes de que aquí se instale el embarcadero desde donde partirán las cuadrillas de trabajadores petroleros que laborarán en la plataforma, misma que será instalada a aproximadamente 70 kilómetros mar adentro. La apuesta no es descabellada considerando las cifras que se manejan para la perforación de pozos petroleros en aguas ultra profundas del Golfo de México. Tan sólo por la renta de West Pegasus, se espera que la empresa noruega Seadrill Management AS (propietaria del equipo), obtenga un contrato de 850 millones de dólares duradero por los próximos cinco años. Además está la inversión (inicial) de mil millones de dólares que se requieren tan sólo para confirmar la existencia de reservas petroleras en el área, ya que si esto logra verificarse, entonces se requerirían otros 10 mil millones en un periodo de cinco años. Incluso hay quienes esperan que en este punto costero de la Laguna Madre se repita el fenómeno de Ciudad del Carmen, Campeche, una pequeña isla en el Golfo de México que en la década de los setentas se dedicaba exclusivamente a la pesca de camarón, pero tras la llegada de Pemex no sólo se transformó en una ciudad dedicada exclusivamente a atender las necesidades de los trabajadores petroleros, sino también en el municipio económicamente más importante de aquella entidad sureña del país. Sin embargo, para los residentes de este humilde poblado de Tamaulipas, ubicado ahí donde las aguas de la laguna se convierten en el Golfo de México, el arribo de los petroleros y sus plataformas representan casi nada, pues no saben cómo se verán beneficiados del desarrollo que, les han dicho, está a la vuelta de la esquina. En esta comunidad de míseros tejabanes, donde la energía eléctrica y el agua potable llegaron apenas hace unos años, nadie sabe lo que significan las palabras Cinturón Plegado de Perdido, como se le conoce al yacimiento transfronterizo de petróleo que desde hace dos años ya le está dando 130 mil barriles de crudo al día a la empresa norteamericana Shell y sus socios, quienes usufructúan los derechos de perforar el lado norteamericano de esta zona. Para los pescadores de Las Higuerillas y puerto El Mezquital, quienes sobreviven de lo que puedan obtener por la venta de ostiones, pescado y camarón (cuando no hay veda), su única esperanza es que la llegada de la actividad petrolera no vaya a afectarles en su actividad diaria, que muy apenas les da para mal comer. Y es que nadie en estas costas puede verse con botas y cascos de seguridad, pues después de todo lo único que saben hacer es tirar sus redes al mar. LA ZONA DE PERDIDO La existencia de importantes yacimientos de petróleo en aguas ultra profundas del Golfo de México (de más de tres mil metros) no es una sorpresa para quienes se encargan de la extracción de hidrocarburos. El conocimiento sobre la existencia de este tesoro subterráneo se conoció por primera vez en la edición número 287 de Hora Cero, correspondiente a la primera quincena del mes de febrero de 2010. En esa edición se informó que en el año de 1995, el Servicio de Administración de Minerales de Estados Unidos (MMS por sus siglas en inglés), creó un programa para alentar a las compañías petroleras a perforar en aguas profundas en el Golfo de México. Este proyecto fue denominado Ley de Alivio para Aguas Profundas en el Exterior de la Plataforma Continental (DWRRA por sus siglas en inglés), que básicamente consiste en que el gobierno condona de manera temporal el pago de regalías a las empresas petroleras que están trabajando frente a las cosas de Texas, Louisiana y Mississippi. Empresas petroleras como Mariner, Chevron, Walter Oiy & Gas, BHP Billiton, Noble Energy, British Petroleum y LLOG, entre otras, desarrollaron trabajos de exploración y perforación de pozos que descubrieron que las reservas petroleras en la zona podrían alcanzar los 1.8 millones de barriles de petróleo al día para el año 2013, mismos que representan el 70 por ciento del total de la producción de Estados Unidos. Ante la oportunidad, las más importantes compañías del ramo se abalanzaron sobre estos yacimientos conocidos como transfronterizos, pues se encuentran en los límites del territorio norteamericano y mexicano, por lo que se iniciaron una gran cantidad de proyectos. Sin embargo, donde se están concentrando los planes más ambiciosos es en la zona conocida como el Cinturón Plegado de Perdido, un área en alta mar con un radio de 48 kilómetros, donde el conglomerado Shell ya perfora los pozos Greath White, Tobago y Silvertrip, ubicados a dos mil 438 metros de profundidad. Buscando no quedarse atrás, Petróleos Mexicanos inició su propio proyecto de perforación y para ello se hizo de los servicios de tres plataformas de sexta generación: la Bicentenario, Centenario y West Pegasus, mismas que son las únicas que pueden trabajar de manera segura en estas áreas y con las que perforará alrededor de 22 yacimientos de crudo y gas. En el caso de las plataformas Bicentenario y Centenario, éstas se encuentran laborando en aguas ultra profundas de los Estados de Veracruz y Campeche (Hora Cero edición 321), mientras que la West Pegasus ya se traslada con rumbo a costas tamaulipecas. La expectativa es que en esta zona se encuentre el yacimiento de crudo y gas más importante de las últimas décadas, con un potencial de tres mil millones de barriles de petróleo, equivalentes al 21 por ciento de las actuales reservas probadas. Buscando confirmar estas cifras, en los próximos años Pemex, a través de West Pegasus, perforará los pozos Supremus-1 Maximino-1 y Trión-1. Si todo sale conforme a lo planeado, en el año 2017 se podría registrar la primer producción de crudo proveniente de aguas profundas. ENTUSIASMO POR EL FUTURO Para las autoridades del Ayuntamiento de Matamoros la instalación de una plataforma petrolera frente a sus costas, específicamente a unos kilómetros del puerto El Mezquital, es una gran noticia. Manuel García Garza, secretario de Desarrollo Económico en la ciudad, expresó que las mayores expectativas se tienen para el área del ejido Las Higuerillas y puerto El Mezquital y donde se espera se construya un embarcadero de Pemex. Explicó que en esta comunidad ubicada en las cosas de la Laguna Madre, puerta de entrada al Golfo de México, se pueden instalar todo tipo de comercios y proveedores de servicios para los trabajadores petroleros que seguramente van a llegar a la zona. El funcionario indicó que la intención de las autoridades es conseguir que los residentes de esta comunidad pesquera puedan acceder a créditos y esquemas de financiamiento por medio de franquicias que les permita contar con los recursos para instalar este tipo de negocios. Y aunque en estos momentos aún no hay empresarios que se han acercado a las autoridades para conocer las oportunidades de negocio que podría haber en Las Higuerillas, en Matamoros se ha contactado a restauranteros, hoteleros y otros prestadores de servicio para que se preparen ante el inminente arribo de los trabajadores petroleros. Además se buscará un acercamiento con Petróleos Mexicanos para saber qué es lo que Matamoros puede ofrecerles. García Garza reconoció que en estos momentos tanto en Las Higuerillas como en el puerto El Mezquital no existe la infraestructura necesaria para recibir la actividad económica que llegaría con las plataformas petroleras. Por ello, consideró necesario revisar los proyectos que mantienen el gobierno municipal y estatal para esta zona, entre los que se encuentran la ampliación a por lo menos carril y medio de la carretera que comunica al poblado, el reforzamiento de las escolleras, la ampliación a 900 metros de la salida al mar de la Laguna Madre y el dragado de este cuerpo de agua que permitirá la navegación de botes de ocho metros de calado, en una primera etapa y de 16 en un futuro cercano. Además, están los planes de conectar el puerto El Mezquital con el puente internacional ferroviario que ya se construye en Matamoros. El funcionario dijo que estas obras no sólo ayudarán a la actividad petrolera, sino que convertirán a esta área en una de las zonas de mayor crecimiento en la ciudad. PREPARARSE PARA CRECER Por su parte, Juan Guillermo Laguna Ortiz, secretario de Desarrollo Urbano y Ecología de Matamoros, informó que la primer acción que se llevará a cabo en Las Higuerillas será el reordenamiento territorial del poblado. Explicó que desafortunadamente durante años ha existido un desorden en este sentido, por lo que las autoridades prepararon un plan rector que pretende delimitar con exactitud el trazado de calles, las áreas industriales, comerciales y para la vivienda. Este trabajo contempla verificar la legal posesión de los predios por parte de las personas que los ocupan y en los casos donde esto no se pueda comprobar, entonces sería necesario aplicar procesos de reubicación. El funcionario explicó que esta labor es urgente pues sólo con ella se puede planear un crecimiento ordenado en el poblado y se ofrece a los inversionistas la seguridad jurídica que requieren para poder invertir. Al mismo tiempo se apoya a los residentes del poblado a contar con la documentación que ampara la propiedad de los predios que utilizan, con lo que pueden aprovechar el crecimiento que puede darse. Sobre las obras de infraestructura que se tienen que realizar, Laguna Ortiz recordó que el Ayuntamiento y el Gobierno del Estado trabajan muy de cerca para poder contar con los recursos necesarios para realizarlas. La experiencia de Ciudad del Carmen La llega de las plataformas petroleras a las costas de Tamaulipas, podría provocar que se repitiera en esta región el fenómeno que se vive en Ciudad del Carmen, Campeche, la isla más poblada del territorio mexicano que sirve como embarcadero de los trabajadores petroleros que laboran en las plataformas de alta mar en el yacimiento de Cantarell. Hasta antes de 1976, cuando iniciaron los trabajos de producción de esta zona petrolera, una de las más importantes del país; Ciudad del Carmen era una apacible isla de 28 mil metros cuadrados y una extensión de siete kilómetros de largo por cuatro de ancho donde la pesca del camarón era la actividad primaria. De hecho, en esta comunidad existían 19 cooperativas pesqueras que controlaban a más de 400 barcos camaroneros, mismos que eran el sostén de la economía local. Sin embargo, con la llegada de los trabajadores petroleros las cosas cambiaron y la gente comenzó a instalar restaurantes, tiendas, hoteles y otro tipo de servicios que fueron dándole un rostro distinto a la isla. De pronto colocó a Ciudad del Carmen con un crecimiento anual del 4.6 por ciento, más de 100 colonias (de las cuales muchas no cuentan con los crecimientos básicos) y el enorme problema de contar con más de 18 mil vehículos intentando circular en pequeñas calles de un solo sentido. Eduardo Martínez, quien ha ocupado diversos cargos dentro de la administración municipal en Ciudad del Carmen, expresó que la llegada de Pemex ha acarreado tanto problemas como beneficios. “El crecimiento demográfico nos ha traído una serie de problemas como la falta de satisfactores para la población como los servicios urbanos básicos, la inflación, el encarecimiento de los servicios y demás condiciones que han dejado a las diferentes administraciones municipales en un verdadero estado de indefensión”, dijo. Pero no todo han sido problemas. Alfredo Domínguez, director de la Cámara de Comercio local expresó que la actividad petrolera sostiene el 80 por ciento de toda la actividad económica de la ciudad, lo que le ha permitido a muchas personas a contar con un empleo. Señaló que el sector servicios es el que se ha visto más beneficiado con la llegada de las plataformas hace más de 20 años. El representante empresarial añadió que otro de los apoyos que se tienen son los convenios de colaboración con Pemex, que participa con recursos económicos para la pavimentación de calles, introducción de agua potable y otros servicios básicos. Al mismo tiempo está el crecimiento en la matrícula de estudiantes técnicos y universitarios, que buscan cursar carreras relacionadas con la actividad petrolera con la esperanza de conseguir un empleo en Pemex. Para muchos en Matamoros, Tamaulipas, la posibilidad de que Las Higuerillas viva un proceso de crecimiento económico similar al de Ciudad del Carmen los tienen más emocionados que si alguien hubiera colocado una plataforma petrolera en el centro de la plaza principal de esta frontera. Sin embargo, hay quienes prefieren tomar las cosas con calma, pues saben que lo que sea que vaya a suceder con Pemex, el Cinturón Plegado de Perdido y las plataformas, no va a ofrecer resultados palpables sino hasta muchos años más. http://www.horacerotam.com/noticia/?id=NHCT75139