Cruzando Umbrales: Hacia un Crecimiento Mayor Gabriella Kortsch, Ph.D. Aventurándose a lo Desconocido Solo unas palabras hoy sobre el tema de cambio, novedad y lo desconocido. Solemos temer todo aquello. Solemos pensar que porque hay cambios en nuestra vida, cambios que implican algo diferente (trabajo, nuevos retos, nueva ciudad, país, relación de pareja, cualquier tipo de ambiente diferente a aquel que conocemos, o haciendo algo nuevo, o moviéndonos hacia algún tipo de elemento desconocido en nuestra vida comparado con lo que hemos hecho hasta la fecha), tendremos dificultades en ello, o incluso pensamos que vamos a fracasar. La cosa nueva también puede ser algo como el cambio de un comportamiento, intercambiando una manera nueva de hacer algo por otra porque hemos llegado a reconocer que es mejor, como cuando las personas aprenden a poner límites sanos (ve también ¿Hay Falta de Límites en tu Relación de Pareja?). Por lo tanto, cuando les pasa esto, la mayoría suele sentir algún tipo de miedo al comienzo de poner ese nuevo comportamiento en práctica, porque aunque ven su valor con respecto a la salud psicológica propia, así como la de cualquiera de sus relaciones, realmente poniendo en práctica lo necesario para que se empiece a tener límites sanos puede imponer temor cuando no se tiene la costumbre de hacerlo. Pero el tema real del artículo de hoy es él del miedo. Las Múltiples Caras del Miedo Miedo a lo desconocido. Miedo a lo no probado. Miedo a sobrepasar los umbrales de nuestra zona de comodidad (ve también Saliendo de Tu Zona de Comodidad: Miedo a la Expresión Emotiva.) ¿Exactamente qué podemos aprender de ese miedo? Ante todo, dale la bienvenida. Reconoce que es un indicador de crecimiento que está al punto de llegar. Miedo de ese tipo señala que según vayas cruzando un umbral a un campo nuevo, estarás aprendiendo algo que puede llegar a alzar el proceso de tu crecimiento, de tu desarrollo personal a lo largo de tu vida. (Ve también Usando el Miedo a lo Desconocido Para Crecer y Enriquecer tu Vida). En segundo lugar, reconoce que ya has estado en ese lugar muchas veces, con todas las otras cosas que has hecho y vivido por primera vez en tu vida hasta la fecha, y ahora, sin embargo, al ya no ser nuevas, te encuentras bastante cómodo y a gusto con ellas. Pasaste por el umbral cuando hiciste aquello por primera vez y ese pasar por el umbral te llevó a algo totalmente nuevo. Pero dado que ya te encuentras bien con aquello, que en su momento te provocó temor, ya no lo ves como algo amenazante y atemorizante. Usa esa experiencia que aprobaste con “éxito” (los alemanes lo llaman Erfolgserlebniss) para ayudarte a cruzar el nuevo umbral. Ahora sabes que aquello, que hace tiempo estaba tan lejos de tu zona de comodidad, ha llegado a convertirse en tu nueva zona de comodidad. Te anima a que reconozcas que el temor que sientes indica que estás en el proceso de expandir y ampliar una vez más esa zona de comodidad, y que eso te aportará nuevo crecimiento En otras palabras: cabe la posibilidad de que miedo que se siente antes de comenzar algo nuevo podría de hecho ser una buena señal, dado que significa que de nuevo te encuentras encaminado hacia nuevo crecimiento. Tu vida y tu mundo se están expandiendo. En tal caso, el miedo se podría definir como tu aliado. El Mayor Crecimiento Toma Lugar en las Fronteras Entre el Caos y el Orden Hace no mucho escuché una entrevista breve con John DeMartini. Dijo algo más o menos como que el mayor crecimiento toma lugar en las fronteras entre el caos y el orden. Es una teoría fascinante. Te lleva a Hegel, filósofo alemán (e incluso a Marx) y el concepto del razonamiento dialéctico (tesis, antítesis y síntesis), donde la transición del pensamiento se mueve desde una convicción inicial sobre cualquier asunto (la tesis), a su idea opuesta (la antítesis), y luego a un concepto nuevo, más elevado (la síntesis), que involucra – pero también trasciende - a los dos. El concepto de orden se podría equiparar al aspecto de tesis de la filosofía Hegeliana, el caos a la antítesis, y finalmente, el nuevo orden que se establece ahora en ese nivel más elevado, es decir, el lugar donde ha dado lugar algún tipo de crecimiento, y donde se ha asimilado dicho crecimiento y es visible en la manifestación de la personalidad, es la síntesis. Una vez que el nuevo pensamiento o la nueva convicción sobre algún tema ha llegado a establecerse durante algún tiempo como ese nuevo orden, y por tanto, ha llegado a convertirse en la nueva tesis, todo este proceso se vuelve a repetir, porque sin ello no hay crecimiento. Se podría decir que cuando el caos es el factor determinante, cuando ya no existe el orden, no hay homeostasis o equilibrio en la personalidad, y mientras que no se vuelva a encontrar algún equilibrio – aunque sea a un nivel más elevado – es el caos que domina. Sin embargo, cuando se vuelve a cobrar el equilibrio, se establece una nueva síntesis, dando lugar una vez más, a la homeostasis. Crecimiento Requiere Algún Tipo de Fricción Dicho en otras palabras, como indicado más arriba: para que el crecimiento tome lugar, se requiere algún tipo de fricción (miedo, dolor, sufrimiento, etc.), o dicho en otras palabras: caos, antítesis y falta de equilibrio, para que la personalidad busque un nuevo orden, un nuevo equilibrio y una nueva síntesis a niveles de desarrollo más elevados. Incluso he oído comentarios sobre este tema desde el punto de vista de una re-estructuración cerebral, donde el cerebro encuentra y de hecho, promueve esa nueva estructuración a niveles más altos que los anteriores, después de un vaguear inicial dentro del caos en la búsqueda de ese nuevo equilibrio. Los neurocientíficos harían referencia a los nuevos caminos neurales que se han ido formando en la corteza prefrontal, y dichos caminos neurales nuevos son los que llevan a la persona a un nivel de funcionamiento superior. (Ve también Creating New Neural Pathways (And Getting a Better Life in the Process) – sólo en inglés). Por lo tanto, y viéndolo de esa manera, sugiero que des la bienvenida a situaciones que aparecen en tu vida que antes quizás hayas mirado como difíciles o duras, épocas llenas de estrés, períodos de la vida saturados de problema tras problema, como momentos cuando puede tomar lugar tu mayor crecimiento. Obsérvate a ti mismo según vas resolviendo la situación, observa cómo buscas y finalmente encuentras soluciones, observa cómo las aplicas y cómo, entonces, empiezan a formar parte de tu vida diaria, y finalmente, observa la expansión de tus parámetros, el crecimiento de tu zona de comodidad, y cómo te has enriquecido llegando a convertirte en un ser humano con un nuevo orden y un nuevo equilibrio que a su vez debe – en el futuro – si va a tomar lugar incluso más crecimiento – dar lugar aun a otra reestructuración nueva.