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Acevedo Salinas José Miguel
Semestre 2. Grupo 2
THE N.Y. TIMES
Un peso mexicano fuerte plantea un desafío para quienes trabajan en el exterior
El alza del peso significa que las remesas de los mexicanos en Estados Unidos no alcanzan para
tanto como antes.
Por J. Edward Moreno
Publicado 31 de julio de 2023
Actualizado 3 de agosto de 2023
Buena parte del dinero que Antonio Solis gana haciendo entregas de comida en su moto en la Ciudad
de Nueva York con el tiempo llega a Monterrey, México, en donde pagará la hipoteca de la casa de
su familia, la colegiatura universitaria de su hija y los gastos diarios para las compras. Pero cubrir
todos esos gastos se está haciendo más difícil. Solis, quien gana alrededor de 3500 dólares al mes
haciendo servicios para aplicaciones como DoorDash, solía mandar unos 1500 dólares mensuales.
Desde la primavera, ha tenido que mandar más de 2000 dólares para cubrir esos mismos gastos,
algo que ha podido hacer al trabajar más horas al día.
La razón detrás de esta situación es la fuerte apreciación del peso mexicano a lo largo del año
pasado, consecuencia de las altas tasas de interés y las inversiones internacionales en México, entre
otros factores. Eso significa que cada dólar que Solis envía, cubre menos presupuesto en su país.
Solis, como cientos de miles de otros mexicanos en el extranjero, ha contribuido con miles de
millones de dólares que se envían a México cada año, dinero del que dependen sus familias para
llegar al final del mes.
México es el segundo país del mundo, después de India, en recibir más remesas. En 2022, quienes
trabajan fuera de sus fronteras, principalmente en Estados Unidos, enviaron más de 61.000 millones
de dólares al país. La mayor parte de esa cantidad se destina a alimentos y ropa, seguida de
asistencia de médica, según el Wilson Center, una organización de investigación con sede en
Washington. Depender de dinero enviado desde Estados Unidos significa que los mexicanos son
particularmente vulnerables a las fluctuaciones significativas de su moneda, como esta. Las remesas
representaron el 4 por ciento del producto interno bruto del país en 2021. Los analistas aseguran
que la caída del poder adquisitivo de cada dólar enviado a México podría desalentar los gastos altos
—como casas o bodas—, debido a que las familias se enfocan en sus necesidades básicas.
El valor del peso ha subido alrededor del 20 por ciento frente al dólar desde el otoño pasado, y en
este momento está en su punto más fuerte en unos siete años. Actualmente, un dólar tiene un tipo
de cambio de aproximadamente 16,7 pesos, menos de los 20 pesos en los que se cotizaba en 2019,
cuando Solis llegó a Estados Unidos. Aunque la cantidad de remesas en mayo aumentó respecto al
año previo, el poder adquisitivo de ese dinero se ha reducido más del 7 por cierto, cuando se ajusta
al aumento del peso y la inflación, según un informe del Grupo Financiero BASE, una firma mexicana
de servicios financieros.
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Las divisas no suelen dar saltos tan bruscos. Varios factores tuvieron que coincidir para que el peso
alcance su posición actual, como la subida de las tasas de interés y el auge de empresas
estadounidenses que decidieron trasladar sus operaciones a México. Países de todo el mundo
intentan controlar la inflación. El valor del peso se ha disparado en parte porque el banco central de
México empezó a subir las tasas de interés más rápido que la Reserva Federal de Estados Unidos.
Tras una serie de subidas en México, la brecha entre las tasas de referencia de ambos países se ha
ampliado. El objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día del banco central mexicano es
del 11,25 por ciento, frente a un rango del 5,25 al 5,5 por ciento en Estados Unidos. Esa es una razón
común por la que una moneda tiende a apreciarse en comparación con otra. El repunte del peso se
debe también a la política comercial.
Debido a la tensa relación de Estados Unidos con China, las inversiones en México se hicieron más
atractivas, por lo que algunas empresas empezaron a trasladar allí la fabricación en una práctica
denominada deslocalización cercana, o nearshoring. Este año, México superó a China como principal
socio comercial de Estados Unidos, y la inversión extranjera directa en México en el primer trimestre
de este año aumentó casi un 50 por ciento respecto al año anterior. Esto también ha fortalecido la
moneda. “Realmente se trata de una tormenta perfecta que apuntaló al peso”, dijo Diego
Marroquín Bitar, experto en comercio entre Estados Unidos y México.
El peso también se está recuperando de un punto particularmente bajo. Empezó a perder mucho
valor en 2015, cuando Donald Trump, quien aspiraba a la nominación presidencial por el Partido
Republicano, empezó a hablar de acabar con el TLCAN, dijo Alejandro Werner, fundador del Instituto
de las Américas de la Universidad de Georgetown. Luego, la moneda se desplomó en 2020 debido
a la pandemia del coronavirus. En el punto más débil del peso en los últimos años, en abril de 2020,
el tipo de cambio era de alrededor de 25 pesos por un dólar. En ese momento, Solis tenía dificultades
para llegar a fin de mes, al recibir menos trabajo debido a los confinamientos pandémicos. “Cuando
estaba a 25 era una maravilla, pero no había trabajo”, dijo.
Ahora que el peso es más fuerte, los analistas esperan que las remesas se moderen. Aunque los
trabajadores tendrán que enviar más dólares para pagar los mismos gastos esenciales —como, en
el caso de Solis, los pagos de la colegiatura de su hija—, es probable que dejen de lado los gastos
de ocio o las inversiones hasta que sus dólares puedan alcanzar para más. “La gente no invertirá
ahora”, dijo Dilip Ratha, economista especializado en remesas del Banco Mundial. “Esperarán a
que las cosas sean más baratas más adelante”.
Un peso más fuerte podría perjudicar a las exportaciones mexicanas, que desempeñan un papel
importante en la industria automovilística y la agricultura de Estados Unidos. Los productos
mexicanos serían menos competitivos porque serían más caros. Pero “todavía no es un punto de
inflexión” para las exportaciones, dijo Luis Torres, economista del Banco de la Reserva Federal de
Dallas. El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y la deslocalización cercana
mantienen la competitividad de los productos mexicanos. Para personas como Solis, sin embargo,
un dólar con menos poder adquisitivo es la diferencia entre llevar comida a la mesa o no. Y la
rápida inflación en Estados Unidos se ha sumado al desafío de cubrir esos costos. “Es complicado
porque la familia tiene que comer”, dijo Solis. “Si sube más, sería algo catastrófico”.
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SPUTNIK
El 'superpeso' mexicano se fortalece ante el dólar: ¿cómo se explica el fenómeno?
23:03 GMT 05.07.2023 (actualizado: 00:32 GMT 06.07.2023)
Angélica Ferrer
Corresponsal en México
El peso mexicano rompió hacia abajo la barrera de las 17 unidades por dólar este 5 de julio, lo que
reafirma la fortaleza que ha mostrado la moneda desde finales de abril de este año hasta la fecha.
De acuerdo con datos de Bloomberg, la divisa alcanzó las 16,98 unidades frente a la moneda
estadounidense, lo que no se observaba desde 2015.
Si bien la situación del peso del país latinoamericano ha sido un tema que ha celebrado la clase
política, esta vez fue subrayada por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien
indicó en su conferencia de prensa matutina de este miércoles 5 de julio que era una muestra de la
apreciación de la moneda durante su sexenio, la cual llega a 13,2%. "Esto no pasaba en décadas. (…)
Estoy muy contento, eso sí, porque esto tiene efectos", señaló el mandatario.
En entrevista para Sputnik, la subdirectora de análisis económico de la empresa Monex, Janneth
Quiroz, comenta que si bien el peso mexicano llegó a esa cifra, aún hay que analizar su
comportamiento para determinar si seguirá en ese nivel, como ocurrió cuando cotizó por debajo de
las 18 unidades por dólar. "Es un piso importante [llegar a los 16,98 pesos por dólar] porque ha
estado rebotando en las 17 unidades, pero hay que revisar los cierres [de la divisa en el mercado]
para pensar que esta baja podría prolongarse", puntualiza.
Los factores para el fortalecimiento
Existen factores a nivel nacional e internacional que han provocado que la moneda mexicana sea
categorizada como 'superpeso' desde hace más de dos meses. "Por un lado, hemos visto que la
resiliencia que ha mostrado la actividad económica en Estados Unidos ha apoyado a que continúe
ingresando un buen flujo de dólares a México a través de las exportaciones, remesas e inversión
extranjera directa", precisa Quiroz. Otros que están en el listado son el bajo volumen de operaciones
que se realizaron durante el 4 de julio, día de la independencia de Estados Unidos, la cautela ante
el próximo reporte de empleo en ese país y la próxima publicación de la minuta sobre la última
reunión de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés).
Un aspecto más profundo que también repercute en la cotización del peso mexicano es el
incremento en la inversión extranjera en valores gubernamentales. Esta se ha elevado gracias al
nivel de la tasa de interés del Banco de México (Banxico), que es de 11,25%, mientras que la Fed
tiene una tasa que oscila entre 5 y 5,5%.
"Como es tanta la diferencia [entre ambas tasas de referencia], es mucho mayor que la primera de
riesgo, por lo que muchos invierten en Cetes o bonos mexicanos más que en los que ofrece el Tesoro
estadounidense. La cuestión es que, cuando invierten, lo hacen en pesos mexicanos, lo que sube la
demanda [de la divisa mexicana]", dice en entrevista para Sputnik el maestro en economía por el
Colegio de México (Colmex) Francisco Rueda, profesor en el Tecnológico de Monterrey.
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El especialista también hace énfasis en que el incremento de las remesas que se mandan de Estado
Unidos a México también provoca esta fluctuación en el tipo de cambio.
Lo bueno y lo malo
Tanto Quiroz como Rueda destacan que hay ganadores y perdedores en la situación actual del peso
mexicano. En el lado de quienes se benefician por esta situación, el docente del Tec de Monterrey
identifica a los mexicanos que desean viajar al extranjero, ya que, debido a la variación de la moneda
nacional, pueden adquirir mayores bienes y servicios en otras naciones. "También impulsa a toda
aquella empresa o personas que compren bienes de Estados Unidos o cuyos productos se paguen
en dólares, porque son más baratos", destaca. Otro rubro es para quienes invierten en Cetes, ya
que, en la actualidad, la tasa va en línea con la ofrecida por Banxico, es decir, genera ganancias de
más de 10%.
La subdirectora de análisis económico de Monex expone que uno de los grandes ganadores es el
Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), mejor conocido como inflación. "Ha presentado
menores presiones por el lado de bienes importados porque, al tener este efecto cambiario donde
tenemos que pagar menos pesos por cada dólar, se abaratan los costos. Eso apoya a que la inflación
continúe descendiendo", abunda.
En el aspecto negativo, la experta ubica a quienes reciben pagos en dólares o remesas, así como el
pago de rentas y sueldos por parte de extranjeros en México. En este mismo apartado, Rueda indica
que rubros como el turismo y las exportaciones son los que más afectaciones tienen a razón del
'superpeso'. "Si varias empresas mexicanas que exportan, venden sus productos y reciben dólares,
esos dólares, a su vez, les van a alcanzar para menos (...); para sus actividades, contratar gente y
comprar insumos usan pesos, lo que es un problema (...)", expone.
Los efectos a largo plazo
Quiroz estima que el peso mexicano podría cerrar el 2023 entre las 18 y 18,50 unidades por dólar,
debido a una posible desaceleración de la actividad económica en Estados Unidos. "Ante ello, lo que
estaríamos observando es que las exportaciones y remesas podrían frenarse lentamente, además
de incertidumbre en los mercados. Esto podría propiciar que también veamos más volatilidad en
activos de países emergentes, como es el caso del peso mexicano", ahonda.
Además, ambos expertos coinciden en que es poco probable que la divisa mexicana continúe
fortaleciéndose durante un largo plazo como lo ha hecho en los últimos meses. "No se espera que
esta apreciación se prolongue más allá de un par de meses (...), precisamente porque, en parte,
influye que Banxico ya empezó a frenar la etapa de incrementar la tasa de interés", agrega Rueda.
No obstante, si esa situación continuase durante años, el maestro en economía por el Colmex
vaticina problemas graves para México. "Las exportaciones caerían invariablemente y esto afecta al
Producto Interno Bruto [PIB], porque depende en buena medida de lo que se exporte. Eso golpearía
a la economía nacional, la demanda externa y puede reducir el crecimiento o convertirse en una
amenaza. En general, una apreciación desincentiva el avance de los países", concluye.
Acevedo Salinas José Miguel
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Enfoque Normativo (opinión)
Conclusión
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