Hace 200 años los patriotas lucharon para lograr la libertad de Venezuela, sometida a la voluntad de España. La sociedad patriótica y el pueblo, lograron el cambio rechazando al General Vicente Emparan. Los acontecimientos representaron los primeros pasos que nos llevaron a la proclamación de la emancipación. El 5 de julio de 1811. Todo aconteció así: Un grupo de revolucionarios de Caracas como: Capitán General Vicente Emparan Francisco Salías Juan Germán Roscio José Félix Ribas José Félix Sosa Lino de Clemente Nicolás Anzola Francisco Javier Ustáriz Nicolás de Castro Juan de Escalona Juan Pablo Ayala Martin Tovar y Ponte Continuó Juan de Escalona: - Estamos de acuerdo compañeros, hoy se decide el destino de Venezuela. Toma la palabra Francisco Salias y dice: - Me satisface que todos estemos de acuerdo en sacar a Venezuela de esta esclavitud, todos tenemos que ser iguales, negros y blancos, tenemos el mismo derecho de gozar de grandes privilegios. Juan Pablo Ayala manifestó: - No se hable más General Emparan, una vez más le pedimos que deponga su actitud, de nada le servirá querer continuar al mando, el cual no estamos dispuestos a seguir aceptando. En ese momento el Capitán General Vicente Emparan al ver que la situación se estaba escapando de sus manos y que los ánimos estaban alterados y mostrando su desacuerdo con las materias tratadas en ese Cabildo que habría sido convocado ilegalmente, se salió del mismo, para asistir a los oficios religiosos que se celebraban ese día. Martin Tovar Ponte, que se da cuenta de la intención de Emparan, dice: - Compañeros, el General se retira sin llegar a ningún acuerdo. Inmediatamente, Francisco Salias le corta el paso en la entrada de la iglesia, lo toma del brazo y lo obliga a regresar al Ayuntamiento. Emparan, confiado de que los soldados lo iban a respaldar, se negaba a regresar, pero al ver la actitud de ellos, que se quedaron sin hacer nada. ¡El pueblo os llama a cabildo, señor! Ya le dije al cabildo que el consejo de Regencia de Càdiz es la máxima autoridad de la monarquía. No hay más nada que hablar. Desde todos los rincones de Caracas llegaba gente y se paraban frente al Cabildo en la Plaza Mayor, para unirse a la protesta. El pueblo estaba exaltado.