Por lo tanto La diversidad cultural, a menudo se ve amenazada por prácticas discriminatorias y estereotipos. El universitario Sebastián Amaro pone de manifiesto la necesidad de abordar críticamente la expresión libre en el entorno universitario y sus límites éticos, considerando la importancia de respetar y proteger la diversidad cultural. En el Informe sobre la discriminación en medios de comunicación en el Perú, con especial énfasis en la discriminación étnico-racial, de la CONACOD. “La diversidad cultural y lingüística, antes que enaltecerlos como grupo social que es heredero de una cultura milenaria en la que conviven una diversidad de etnias, tradiciones y conocimientos, con frecuencia es materia de tratamiento discriminatorio y racista por algunos medios y/o programas.” CONACOD (2019) pag9 La libertad de expresión en el entorno académico es esencial para fomentar el intercambio de ideas y el desarrollo intelectual. Sin embargo, esta libertad no debe convertirse en una excusa para la expresión de discursos discriminatorios que perpetúan estereotipos y contribuyen a la marginalización de grupos culturales. El comportamiento de Amaro generó controversia luego de que expuso estereotipos racistas sobre los ciudadanos de la sierra mientras asistía a la Universidad de Lima. Los comentarios en las redes sociales criticaron sus acciones como racistas y culturalmente sensibles. Revelando una falta de conciencia sobre el impacto de sus acciones. Y La falta de pronunciamiento inmediato por parte de la Universidad de Lima genera preocupaciones sobre su compromiso con la protección de la diversidad cultural. Las instituciones académicas tienen la responsabilidad de crear un entorno educativo que promueva el respeto y la inclusión, y esto implica tomar medidas rápidas y decisivas frente a comportamientos discriminatorios. Ante lo cual, es importante establecer límites éticos para evitar que la libertad de expresión se convierta en una herramienta para la discriminación. Las instituciones académicas deben desempeñar un papel activo en la protección y promoción de la diversidad cultural, asegurando que la libre expresión no debilite los principios éticos en los que se basa la educación superior. Conclusiones Establecer límites a la expresión libre no implica coartar la libertad académica, sino más bien garantizar que dicha libertad se ejerza con responsabilidad ética.