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Pesadilla teorias aprendizaje, Héctor Carrer

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La pesadilla de las teorías de aprendizaje
Héctor Carrer
Para la capacitación de tutores
de Scouts de Argentina (2017)
Todo parecía venir bien en el curso. Fuiste explorando y conociendo la plataforma, tomando
confianza con algunas herramientas tecnológicas, participando de los foros, interactuando con los
otros participantes… ¡Hasta los tutores parecían tener buena onda!
Y de repente. Cuando te estabas relajando un poco, casi a traición y desde un callejón oscuro de la
plataforma de aprendizaje, te encontraste cara a cara con una patota integrada por Piaget, Ausubel,
Bruner, Vigotsky y otros personajes. Acto seguido te toman del brazo y tironeando de vos, y a pesar
de tu resistencia, te internan entre los estrechos pasadizos de la andragogía, los callejones sin salida
del socio-constructivismo o los espejos siniestros del cognitivismo…
¡Tranquilo/a, es sólo un mal sueño!
No es nuestra intención el perdernos en los laberintos de las teorías de aprendizaje. Sólo deseamos
a reflexionar juntos alrededor de las preguntas ¿Cómo ayudar a un adulto en
en proceso de formación a
adquirir algunas competencias por medio de la modalidad a distancia? ¿C
¿Cómo apoyar su proceso de
aprendizaje en la plataforma?
Seguramente vos tendrás tus propias preguntas al respecto. Te invitamos a compartirlas en los
foros, chats y otros espacios de intercambios entre los cursantes y los tutores.
Una estrategia de enseñanza-aprendizaje
Comenzamos por proponerte una acción tutorial, basada en una estrategia de enseñanzaaprendizaje basada en cuatro principios:
Veamos ahora cada una de estos principios de forma individual, analizando algunas de sus
características y cómo aplicarlos en nuestras prácticas como tutores.
1
Una estrategia personalizada
Se trata de esfuerzo consciente, sistemático y permanente por adaptar las estrategias de
enseñanza/aprendizaje a las características y necesidades específicas de cada una de las personas
que participan de un proceso de capacitación a distancia.
Aplicamos una estrategia
personalizada cuando…
En la práctica esto significa que…
Hacemos un esfuerzo sistemático
por conocer a las personas que
participan de nuestras
capacitaciones y su contexto, de
modo que los contenidos y
actividades de formación puedan
relacionarse y adaptarse tanto a sus
características personales como a
las situaciones que deben afrontar
en su tarea específica.
Contamos con estudios sobre el perfil de los voluntarios en
general, sus motivaciones, estudios, tiempo promedio de
dedicación, etc.
Consideramos y respetamos los
saberes previos con que las
personas llegan a las experiencias
de formación
Partimos de los intereses y
motivaciones de los cursantes
También nos tomamos un tiempo para indagar sobre nuestros
cursantes en particular: sus motivaciones, inquietudes, dificultades,
temores, dudas, contexto en el que actúan, etc.
Entendemos que los cursantes asimilan mejor los nuevos
aprendizajes cuando los vinculamos con los saberes existentes.
En ocasiones, las actividades de formación reafirman los
conocimientos y las prácticas con que los cursantes llegan al
sistema, y esto está bien; pero además es necesario que la
formación le aporte competencias que mejoren su práctica.
Los cursantes llegan a nuestras experiencias de formación
desempeñando ya una función. Los nuevos contenidos deben
tener una vinculación con realidad y el contexto de los cursantes.
Nuestra acción tutorial debe orientarse a dar respuestas a sus
inquietudes y necesidades inmediatas.
Nos preguntamos ¿qué sabe y qué ignora el cursante sobre el
tema?
Consideramos los distintos estilos
de aprendizaje.
Presentamos la información a través de distintos canales:
auditivos, visual, escrito… Para esto debemos conocer y usar
adecuadamente distintas herramientas tecnológicas, que nos
permitan enriquecer y diversificar la forma de presentación de los
contenidos.
Destacamos las conductas de
éxito de los cursantes
Se deben estimular los logros antes que reprochar los errores que
puedan cometer. Pero ¡atención!, no todo está bien, tenemos la
obligación de realizar las correcciones necesarias de modo que los
conceptos queden claros.
Hacemos un seguimiento amable,
respetuoso, cercano y oportuno
de cada uno de los cursantes
Estamos atentos al desempeño de cada uno de los cursantes, para
eso hacemos un seguimiento tanto dentro de la plataforma como
utilizando otros medios (Skype, correo electrónico, WathsApp,
teléfono…).
Las respuestas a las inquietudes de los cursantes deben ser
respondidas a la brevedad y de forma clara y precisa.
2
Una estrategia activa
La formación de los educadores scouts debe apoyarse en una metodología activa, lo que es
coherente con el Método Scout que invita a los y las jóvenes a ser protagonistas de su proceso de
autoeducación.
El educador scout que se desempeñe como facilitador de una propuesta educativa que propone a
los jóvenes tomar en sus manos su propio proceso formativo, no puede ser capacitado mediante
estrategias educativas que no valoren el involucramiento activo de la persona en su desarrollo.
Por una estrategia activa no nos referimos a andar corriendo de aquí para allá, sino a una modalidad
que motive, involucre y finalmente haga responsable a cada persona de su desarrollo personal y de
la adquisición y renovación de las competencias necesarias para el ejercicio de la tarea.
Aplicamos una estrategia activa
cuando…
En la práctica esto significa que…
Utilizamos procedimientos
vivenciales.
Los contenidos de la capacitación son “pasados por el cuerpo”, o
sea, vividos por los participantes, de manera que la teoría pueda
encarnarse en la práctica, por ejemplo, mediante la resolución de
ejercicios basados en situaciones usuales que pueden presentársele
en el desarrollo de su función.
Utilizamos la práctica de los cursantes como el punto de partida de
un proceso de reflexión que los ayude a abordar los contenidos de la
formación de una manera crítica, para que cada adulto pueda luego
transferirlos y adaptarlos a su realidad.
El método consiste en ir desde la experiencia hacia los conceptos y
desde estos volver a la experiencia para apoyarla y enriquecerla.
Proponemos a los cursantes
reflexionar a partir de sus
prácticas usuales en sus
unidades, grupos, etc., porque
quedarse sólo en lo vivencial
presenta el riesgo de caer en un
activismo sin sentido.
Damos lugar a lo imprevisible
Cuando se parte de la experiencia de los participantes no es posible
planificar hasta el último detalle. Hay temas que nacen sobre la
marcha, conceptos nuevos o emergentes originados en las
reflexiones, en las soluciones de problemáticas, etc. Debemos estar
atentos a estos temas que emergen y no pasarlos por alto o
ignorarlos aduciendo que no fueron previstos en el temario del curso.
Consideramos la dimensión
lúdica en las actividades
Cada vez que podamos debemos dar lugar a lo lúdico, huyendo de
posturas rígidas o acartonadas, con la pretensión de cierto rigor
académico.
Problematizamos los contenidos
de la capacitación
Utilizamos la técnica de estudios de casos y simulaciones.
Les presentamos al grupo situaciones que aparecen usualmente en
la práctica y que son próximas a la realidad de los participantes, a
partir de las cuales se les invita a analizar y elaborar acciones y
soluciones que consideren más apropiadas en cada caso.
Ayudamos a crear hábitos de
autoevaluación, favorecemos la
capacidad de analizar las acciones
realizadas convirtiéndolas en
ocasiones conscientes de
aprendizaje.
Proponemos situaciones en la que cada uno de los cursantes deba
realizar, en forma individual o grupal un proceso de autoevaluación
de sus aprendizajes.
El tutor no actúa como un examinador sino como un coach que
ayuda a que cada uno de los cursantes pueda identificar y valorar
sus avances.
El cursante no debe ir al tutor a dar cuenta de lo aprendido, sino a
encontrar orientación para avanzar en el aprendizaje.
3
Una estrategia dialogal
Diálogo viene del griego diá (a través de) y logos (palabra): A través de la palabra. Y es precisamente
a través de la palabra como se produce un encuentro educativo entre tutores y cursantes.
El diálogo implica un encuentro profundo entre dos adultos: tutor y cursante, un intercambio que
modifica a cada una de las partes intervinientes. El diálogo se da entre dos adultos en una situación
de aprendizaje, de ayuda y de transformación de la realidad.
El diálogo exige una escucha activa de cada una de las partes.
Aplicamos una estrategia dialogal
cuando…
En la práctica esto significa que…
Construimos una relación de
confianza, respeto y
reconocimiento
entre el tutor y cursante
Corresponde a los tutores brindar las condiciones para que el
diálogo surja. Estas condiciones son: seguridad, aceptación y
confianza.
Desde el primer encuentro con los cursantes, nuestra intención es
crear las condiciones enunciadas.
Para ello:
• Utilizamos un lenguaje cordial, cercano y respetuoso.
• Nos ocupamos en conocer a cada uno de forma individual.
• Respondemos a las demandas de los participantes de
modo rápido y eficiente.
• Ofrecemos muestras apoyo de manera explicita en cada
ocasión que podamos.
Quebramos los roles rígidos entre
el tutor que sabe y enseña y el
cursante que no sabe y aprende.
Reconocer que somos aprendices de aquello que vamos a
enseñar, que no lo sabemos todo, asumimos nuestras debilidades
y fortalezas intelectuales y humanas y nos reconocemos como
sujetos de aprendizaje.
Proponemos una relación horizontal con el cursante, nunca una
relación vertical entre el que tiene un saber y el que no lo tiene.
Consideramos la dimensión social
del aprendizaje
Facilitamos la formación de grupos de aprendizaje y propiciamos
el trabajo colaborativo en el que existe un gran flujo de intercambio
de información entre pares y con los tutores.
No corremos detrás del temario del
curso
Nos tomamos el tiempo para compartir y reflexionar. Nunca
debemos correr detrás de brindar información a velocidad para
cumplir con un temario.
Los cursantes tienen la
oportunidad de tomar la palabra y
no sólo ser receptores pasivos de
nuestra propuesta.
Utilizamos los foros para incentivar el intercambio, la pregunta, la
confrontación de puntos de vistas, la oportunidad de que cada
participante ofrezca su parecer sobre un tema.
Mantenemos una actitud de escucha activa.
4
Una estrategia crítica
Una estrategia de aprendizaje que promueva la autonomía de los educadores scouts, de manera
que estén en condiciones de analizar el contexto en el que les toca actuar y brindar respuestas
adecuadas desde sus competencias.
Un proceso que promueva tomar en sus propias manos su proceso formativo, aprendiendo y
desaprendiendo todas las veces que sea necesario con el objeto de actualizar sus competencias.
Aplicamos una estrategia crítica
cuando…
En la práctica esto significa que…
Estimulamos la capacidad de
pensar, de apropiarse críticamente
de la información que recibe de las
personas y materiales de estudio,
confrontándola con su realidad.
El tutor no facilita el contenido como una “papilla ya digerida”,
sino más bien promoviendo la pregunta y la indagación que lleva
a nuevos conocimientos y nuevos interrogantes.
Proponemos que la realidad de los
cursantes y sus prácticas
educativas sean objetos de
análisis.
Utilizamos el díalogo, la indagación y la pregunta como un medio
para analizar y reflexionar sobre la realidad y las prácticas
educativas de los cursantes.
Consideramos que la persona no
sólo recibe información sino
también la construye y es en esa
construcción dónde se realiza el
aprendizaje, donde aprende y no solo
conoce.
El tutor motiva a los cursantes a indagar en su realidad y a
elaborar juicios a partir de sus experiencias.
Esto no se logra con relaciones autoritarias con los participantes
y dogmáticas con el contenido, sino con tutores muy atentos a
sus propios procesos de aprendizaje.
El tutor debe ser también un investigador crítico de la realidad y
no un mero transmisor de textos, normas y conocimientos
producidos por otros.
A modo de conclusión:
Tal vez, parafraseando la memorable escena de la película “El secreto de sus ojos” en el que Darín y
Franchella dialogan en un bar, podríamos decir:
Te das cuenta Benjamín, el tutor puede aprender de todo: teorías de enseñanza-aprendizaje,
técnicas grupales en la virtualidad, procedimientos de evaluación … pero todo eso sirve de muy poco
si no lo anima algo: la pasión. Pasión por ayudar a otros a ser un poco mejores educadores scout.
5
Bibliografía utilizada
Asinsten, G, Espiro, M. S. y Asinsten J. (2012). Construyendo la clase virtual. Métodos, estrategias y
recursos tecnológicos para buenas prácticas docentes. Ediciones Novedades Educativas. Buenos
Aires. Argentina.
Gadotti, M.; Gomez M.; Mafra, J y Fernandes de Alencar, A. (Comp.) (2007). Paulo Freire.
Contribuciones para la Pedagogía. CLACSO Libros. Buenos Aires. Argentina.
García Areito, Lorenzo (2006). La educación a distancia. De la teoría a la práctica. Ariel Educación.
Barcelona. España
Gutiérrez Pérez, F y Prieto Castillo, D. (2007). La mediación Pedagógica. Apuntes para una educación
a distancia alternativa. La Crujía Ediciones. Buenos Aires. Argentina
Lamata Cotanda, R, Dominguez Aranda, R. y otros (2003). La construcción de procesos formativos en
educación no formal. Narcea. Madrid. España.
Litwin, E. (Comp.) (2003). La educación a distancia. Temas para el debate en una nueva agenda
educativa. Amorrortu editores. Buenos Aires. Argentina.
Pulgar Burgos, J. L (2005). Evaluación del aprendizaje en educación no formal. Recursos prácticos
para el profesorado. Narcea. Madrid. España
Oficina Scout Mundial, Región Interamericana (2006). Guía del sistema de formación. Estrategia de
gestión de los recursos humanos. Santiago. Chile.
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