Una de las estrategias verbales indispensables en el contexto de la entrevista es la de hacer preguntas: indagar sobre el entrevistado. Como ya se ha visto, se considera que hay dos grandes categorías de preguntas, las abiertas y las cerradas. Preguntas abiertas: Requieren una respuesta de más de una palabra. Facilitan la respuesta del entrevistado al darle la oportunidad de que comente el problema o situación con sus propias palabras. Preguntas cerradas: Admiten únicamente respuestas específicas (por ejemplo, tipo sí o no, un dato concreto). Empiezan por adverbios interrogativos: «cómo», «cuándo», «quién», o «dónde», pero con expresiones que acotan la respuesta. Es una intervención verbal a través de la cual se identifican, desde el punto de vista del entrevistador, conductas, patrones, objetivos, deseos y sentimientos que se han sugerido o estaban implícitos en el mensaje del entrevistado o que no son conscientes. Objetivos: (1) contribuir al desarrollo de una relación positiva reforzando la autorrevelación del entrevistado y la credibilidad del entrevistador (terapeuta); (2) identificar patrones entre los mensajes y conductas del entrevistado; (3) hacer los mensajes implícitos del entrevistado más explícitos. Se considera una técnica relacionada con la interpretación, en la que el entrevistador trata de que el entrevistado vea el mundo de modo diferente, desde una perspectiva más adaptativa, pero sin hacer explícitos procesos implícitos o no conscientes. Esta técnica, que se emplea en entrevistas terapéuticas, proporciona al entrevistado (cliente) nuevos modos de enfocar su problema, abre nuevas posibilidades y soluciones potenciales y supone un desafío al significado que el entrevistado ha dado a una situación dada. Objetivos: (1) motivar al paciente para que permanezca en la situación de entrevista o inicie un determinado tratamiento; (2) ayudarle para que comprenda los objetivos del tratamiento, (3) ayudar a entender la conducta de otra persona y responder de modo diferente. Esta técnica consiste en poner de manifiesto alguna contradicción en el discurso y/o conductas del entrevistado. Se considera que la incongruencia puede darse en diferentes áreas. Objetivos: (1) ayudar a explorar modos diferentes de percibir algún aspecto o (2) contribuir a hacer a la persona más consciente de las discrepancias o incongruencias en sus pensamientos, sentimientos o conductas. A través de esta técnica, el entrevistador comunica al entrevistado su capacidad habitual para realizar una determinada actividad. Objetivos: (1) animar al entrevistado a realizar una determinada actividad; (2) ayudar a la toma de conciencia de su propia capacidad, y (3) enfatizar los beneficios para el entrevistado de implicarse en la actividad. Esta técnica consiste en presentar información durante la entrevista sobre algún aspecto relevante para el entrevistado. Los contenidos de la información que se trasmite son diversos. Objetivos: (1) ayudar al entrevistado a identificar alternativas ante una determinada situación (por ejemplo, alternativas para la búsqueda de empleo; qué hacer en caso de abuso laboral); (2) evaluar las consecuencias o implicaciones de cada una de las alternativas o decisiones que se adopten (por ejemplo, si una persona decide no hacerse una determinada intervención quirúrgica); (3) corregir información no exacta o disipar mitos. Esta técnica se puede considerar una variante de la información que consiste en dar las pautas sobre cómo realizar algo. En el ámbito de la salud, frecuentemente se aplica para explicar cómo se realiza una técnica terapéutica durante la sesión o en casa, por ejemplo, cómo completar un registro de pensamientos, realizar una práctica de relajación o una tarea de exposición en casa. Objetivos: Está centrado en enseñar (proporcionar la información necesaria) al entrevistado a realizar (o dejar de realizar) una determinada tarea o conducta.