POLIBIO HISTORIAS LIBRO S V - X V TRADUCCIÓN Y NOTAS DE MANUEL BALASCH RECORT & EDITORIAL GREDOS BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS, 43 A s e s o r p a r a la s e c c i ó n g r ie g a : C arlos G arcía G ual , Según las normas de la B.C.G., la traducción de esta obra h a s id o r e v is a d a p o r J uan M anuel G u z m á n H e r m id a . O EDITORIAL GREDOS, S. A. Sánchez Pacheco, 81, Madrid. España, 1981. Depósito Legal: M. 36861 -1981. ISBN 84-249-0149-5. Impreso en España. Printed in Spain. Gráficas Cóndor, S. A., Sánchez Pacheco, 81, Madrid, 1981. — 5352. LIBRO V I1 (FRAGMENTOS) 1 Soy muy consciente de que al­ gunos no van a entender cómo ^introducción2^ establecemos aquí3 una solución de continuidad, sin seguir el hilo de la exposición, y situamos en 2 este punto la apología de la constitución4 citada. Pero 1 Para una recta comprensión de este libro VI de Polibio es necesaria una lectura atenta y detenida, teniendo el texto griego delante, del fundamental artículo de C laude N icolet, «Polybe et les institutions romaines», inserto en la obra Polybe. Neuf exposés... Este libro VI sobre la constitución romana es una digresión útil y necesaria. Su descripción responde a la constitución romana entre los años 218-180 a. C, (Pédech, en la discusión del artículo citado de Nicolet, pág. 264.) Pero la expo­ sición de Polibio es fragmentaria, y ello no sabemos si se debe a una intencionalidad del autor o a que el epitomador ha supri­ mido lo que le ha parecido menos importante u oportuno. Véase, en el artículo citado de N icolet, «Les silences de Polybe», pági­ nas 215-222. 2 El libro VI de Polibio es el primero que se conserva sólo en fragmentos, que, sin embargo, dan una visión cabal de lo que era el libro. Parece, sin embargo, que el orden de los capítulos tal como hoy lo disponen los editores no es el originario de la primera redacción polibiana. Pero fue el mismo Polibio quien posteriormente intercaló el tratamiento de temas condicionados por hechos históricos recientes. Véase N icolet, Polybe. Neuf exposés..., passim, pero especialmente en la pág. 193. Por lo LIBRO V I (FRAGM EN TOS) 149 creo que en muchos pasajes de mi obra ha quedado claro, ya desde el principio, que esta parte de mi ex­ posición es algo indispensable en el conjunto. Se ha 3 dicho principalmente en la presentación preliminar5, en el comienzo de mi historia, donde afirmamos que, de nuestra obra, lo más bello y, al mismo tiempo, lo más útil para los lectores en su dedicación sería com­ prender y profundizar cómo pudo suceder y cuál fue la constitución que lo consiguió, que los romanos llega­ ran a dominar casi todo el mundo en menos de cin­ cuenta y tres años6, cosa que no tiene precedentes. Lo a he estado pensando, y no he encontrado lugar más apropiado que el presente para someter a la atención y a la crítica lo que nos disponemos a exponer acerca de la constitución romana. Del mismo modo que quie- 5 nes pretenden emitir un juicio sobre la vida privada de personas negligentes o bien muy activas, si se pro­ ponen que este juicio sea correcto, basarán su análisis no en los períodos tranquilos de su vida, sino en sus peripecias desafortunadas y en los momentos felices de los grandes éxitos, en la convicción de que la prueba 6 demás, W e il- N ic o le t , en su edición Polybe, VI, París, 1977, ante­ ponen a estos primeros fragmentos de la introducción una serie de textos extraídos del mismo Polibio, en los que se hace re­ ferencia al contenido de este libro VI, primordialmente la cons­ titución romana. Pero no todos los textos ofrecen una referencia indudable; cf. la discusión de W albank, Commentary, pág. 636. 3 La batalla de Cannas (216 a. C.). 4 «Constitución» es una traducción cómoda, pero no total­ mente exacta del término griego politeía, o bien politeuma, que también puede significar «estado», «ciudad». Véase N ic o le t , Polybe. Neuf exposés..., pág. 223. s Es el mismo comienzo de la obra de Polibio. 6 Estos años se cuentan desde 220/219 a. C. (inicio de la segunda guerra púnica) y 168/167 (batalla de Pidna, que para Polibio es el inicio del dominio universal de Roma, cf. A n t o n io T o v a r -M a r tin SAnchez R u ip é r e z , Historia de Grecia, Barcelona, 3.a ed., 1972, pág. 339). Cf, W albank, Commentary, I 1, 5. 150 7 2 2 3 3 2 HISTORIAS de la perfección humana consiste únicamente en la capacidad de soportar con nobleza y entereza los cam­ bios de fortuna7, no de otra manera es preciso contemplar una constitución. Yo no veo cambio mayor o más radical que el que han experimentado8 los roma­ nos en nuestra época, y por esto he desplazado hasta este lugar el tratamiento de la constitución citada. La magnitud del cambio se puede ver por lo que sigue. Lo que resulta atrayente y, a la vez, útil para los estudiosos es la contemplación de las causas y la selección, en cada caso, de la más convincente. En todo asunto, y en la suerte o en la fortuna adversa, debemos creer que la causa principal es la estructura de la constitución, ya que de ella brotan, como de una fuente, no sólo las ideas y las iniciativas en las empresas, sino también su cumplimiento. Si una mentira resulta inverosímil, no la pueden de­ fender los que yerran. De aquellos estados griegos que con frecuencia han llegado a ser Las diversas grandes y, con frecuencia tam­ constituciones bién, han experimentado un cam­ b io 9 total en dirección opuesta, resulta fácil la interpretación del pasado y la predicción de su futuro. En efecto: describir lo que ya se sabe no ofrece dificultades, y predecir el futuro no es nada intrincado si nos guiamos por lo que ya ha suce­ 7 Pensamiento claramente estoico. Polibio pensaba posible­ mente en su propio cautiverio tras la batalla de Pidna. 8 En rigor, el verbo griego recubierto por esta palabra puede significar también «han sufrido», pero el contexto no parece admitir este significado. 9 La palabra griega correspondiente (metabolé) es un tér­ mino médico existente aún (en sus derivados) en la medicina actual. Polibio concibe una constitución como un ser viviente. Sobre la culminación y caída de los estados, cf. P latón, Leyes III 676b-c. LIBRO V I (FRAGM EN TOS) 151 dido. Pero en el caso concreto de los romanos no es 3 nada sencillo ni comentar la situación actual, debido a la complejidad de su constitución, ni predecir el fu­ turo, porque ignoramos10 sus instituciones pretéritas, tanto las públicas como las privadas. Se precisa, pues, 4 una atención no vulgar en la investigación si se pretende alcanzar una sinopsis nítida de las cualidades distin­ tivas del régimen romano. La mayoría11 de los que quieren instruirnos acerca 5 del tema de las constituciones, casi todos sostienen la existencia de tres tipos de ellas: llaman a una «rea­ leza», a otra «aristocracia» y a la tercera «democracia». Pero creo que sería muy indicado preguntarles si nos 6 proponen estas constituciones como las únicas posibles, o bien, ¡por Zeus!, solamente como las mejores. Me 7 parece que en ambos casos yerran. En efecto, es evi­ dente que debemos considerar óptima la constitución que se integre de las tres características citadas n. De 8 ella hemos encontrado una experiencia no teórica, sino 10 Polibio olvida aquí intencionadamente las obras de sus predecesores que han descrito la historia de Roma. Sin em­ bargo, más tarde nos dará, en este mismo libro (lia), una arqueología romana que recuerda la de Tucídides. 11 El origen de la división tripartita parece ser de origen sofista: de Hipódamo de Mileto lo recogió Aristóteles, a quien llegó a través de Ion de Quíos o de ciertos pitagóricos. Cf. W albank, Commentary, ad loe. Pero un debate sobre los tipos de constitución se da ya en H erodoto, III 82, 1. 12 La constitución mixta que, en este libro, Polibio cita aquí por primera vez, no era, naturalmente, un descubrimiento suyo. La primera referencia la encontramos en T ucídides , VIII 97, 2. A ristóteles nos recuerda que ya algunos tuvieron por mixta la constitución de Gortina (Política II 12, 1273b, 35), pero la cons­ titución mixta por excelencia entre los griegos es la de Esparta, como Polibio expone más abajo. Con todo, la fuente inmediata de Polibio, en cuanto a la teoría de la constitución mixta, es Dicearco, en una obra hoy perdida. 152 HISTORIAS práctica cuando Licurgo13 estructuró la primera cons­ titución de los espartanos, que presentaba estas pe9 culiaridades. Sin embargo, tampoco se puede admitir que sólo existan estas tres variedades: hemos visto constituciones monárquicas y tiránicas que, aunque di­ fieran grandemente de la realeza, parece que tengan ío cierta afinidad con ella: de ahí que todos los monarcas mientan y usen del nombre «realeza» mientras les es 11 posible. Han existido también muchas constituciones oligárquicas que parecen tener alguna semejanza con las aristocracias, cuando, por así decir, distan mucho 12 de ellas. Y la misma afirmación es válida para la demo­ cracia. 4 La verdad de lo dicho se demuestra por lo siguien2 te: no todo gobierno de una sola persona ha de ser clasificado inmediatamente como realeza, sino sólo aquel que es aceptado libremente y ejercido más por 3 la razón que por el miedo o la violencia. Tampoco de­ bemos creer que es aristocracia cualquier oligarquía; sólo lo es la presidida por hombres muy justos y pru4 dentes, designados por elección. Paralelamente, no de­ bemos declarar que hay democracia allí donde la turba sea dueña de hacer y decretar lo que le venga en gana. s Sólo la hay allí donde es costumbre y tradición ances­ tral venerar a los dioses, honrar a los padres, reveren­ ciar a los ancianos y obedecer las leyes; estos sistemas, cuando se impone la opinión mayoritaria, deben ser 6 llamados democracias. Hay que afirmar, pues, que exis­ ten seis variedades de constituciones: las tres repetidas por todo el mundo, que acabamos de mencionar, y tres que les son afines por naturaleza14: la monarquía15, la 13 Polibio se apoya aquí en Platón y Aristóteles. Cf. W albank, Commentary, ad loe. 14 «Afines por naturaleza», porque cada buena constitución comporta en sí el germen que la hará degenerar. 15 En todo este tratado de las constituciones la palabra «mo- LIBRO V I (FRAGM EN TOS) 153 oligarquía y la demagogia. La primera que se forma por un proceso espontáneo y natural es la monarquía, y de ella deriva, por una preparación y una enmienda, la realeza. Pero se deteriora y cae en un mal que le es congénito, me refiero a la tiranía, de cuya disolución nace la aristocracia. Cuando ésta, por su naturaleza, vira hacia la oligarquía, si las turbas se indignan por las injusticias de sus jefes, nace la democracia. A su vez, la soberbia y el desprecio de las leyes desembocan, con el tiempo, en la demagogia. Se puede constatar clarísimamente la verdad de mis afirmaciones, si nos paramos a pensar en los principios naturales, la génesis y las transformaciones de cada constitución, porque sólo quien considera cómo nace cada una de ellas podrá entender también su desarrollo, su culminación, sus transformaciones, su final y cómo, cuándo y de qué manera acontecen. He creído que esta es la manera más adecuada a mi exposición, principalmente en lo que atañe a la constitución romana, porque explica na­ turalmente, a partir del principio, su estructura y su crecimiento. Quizás la exposición de las transformaciones naturales de una constitución en otra se profundiza más en Platón16 y otros filósofos, pero tales estudios resultan complicados y muy largos, y, consecuentemente, son accesibles a pocos; aquí intentaremos sólo llegar a lo que exige la historia política y el nivel medio de la inte­ ligencia; procuraremos recorrer compendiadamente la 7 8 9 10 11 12 13 3 2 narquía» ha de ser tomada en el sentido estrictamente etimo­ lógico: «gobierno de un solo hombre». Muchas veces este hom­ bre es un tirano. C f. W albank, Commentary, ad loe. y W eil -N icolet, Polybe, VI, París, 1977, pág. 72, en nota. Por lo demás, se ve claro que Polibio distingue inmediatamente entre «monarquía» y «realeza». 16 Pero Polibio no se inspira directamente en Platón, sino en algún discípulo más reciente de la escuela peripatética. 154 HISTORIAS 3 materia. Si la presentación da la impresión de adolecer de deficiencias por el hecho de ser generalizadora, el examen detallado de los temas tratados a continuación compensará sobradamente las dudas que ahora puedan quedar. 4 ¿A qu é17 orígenes me refiero y de dónde afirmo que 5 surgen las primeras comunidades políticas? Cada vez 17 Aquí empieza la famosa anaciclosis de Polibio. En esta sección nuestro historiador describe, en esquema, la secuencia del desarrollo político por el que las formas de Constitución se suceden unas a otras en un proceso cíclico. En la anaciclosis polibiana parecen confluir dos tradiciones separadas: a) una sobre el origen de la cultura, que se remonta a los sofistas y, especialmente, a Protágoras, y b) otra sobre las causas de la corrupción en los estados (7-9). La primera idea germinal de todas estas teorías se encuentra, seguramente, en Solón cuando dice que la anomía (desgobierno) lleva a la tiranía. Pero Platón es el primero en formular explícitamente esta teoría (Rep. VIII 544c). No puedo seguir aquí la detalladísima introducción de W albank, Commentary, ad loe., a esta anaciclosis polibiana; sólo decir que Polibio contempla su exposición íntimamente ligada a la constitución mixta (cf. nota 12) y que la considera un fenó­ meno biológico de origen, crecimiento, culminación y declive. Pero este declive, esta recaída en el estado caótico inicial no dice Polibio que conduzca necesariamente a la reinstauración del ciclo. Puede que el estado óptimo para Polibio sea el de «rey», por oposición a «monarca», que, como vimos en una nota anterior, para Polibio tiene la connotación de tirano. Pero Polibio no deja de tener ante sus ojos la constitución romana, para él difícilmente explicable por su complejidad y por la ignorancia de su pasado. Su espejo son las ciudades griegas, pero, a pesar de todo, la Roma del s. n a. C. debe ser tenida en cuenta. En la consideración de Polibio hay personajes ro­ manos, principalmente Catón el Censor y Escipión Emiliano, como ejemplos positivos. El contraste de la virtud de estos hom­ bres con la juventud romana corrompida por el lujo y el poder de Roma conduce a Polibio al pesimismo: de la realeza se pasó a la tiranía, de ésta a la aristocracia. Posiblemente, Polibio con­ sidera la nación romana ya en declive. Para él, el momento cul­ minante habrían sido las dos primeras guerras púnicas. Con todo, cf. n. 128, la cosa no está muy clara. Como sea, Polibio dedica especial atención a estas dos guerras en su obra. LIBRO V I (FRAGM EN TOS) 155 que por inundaciones, por epidemias, por malas cose­ chas o por otras causas por el estilo se produce un ani­ quilamiento de la raza humana, como los que sabemos que ya se han dado, razón que hace pensar que se repe­ tirán, incluso con frecuencia, en tal caso desaparecen las costumbres y las habilidades de los hombres. Cuan­ do los supervivientes se multiplican de nuevo como una simiente y, a medida que transcurre el tiempo, llegan a ser multitud, entonces ocurre, por descontado, lo mismo que con los seres vivos restantes 18: los hombres se reúnen. Es lógico que lo hagan con sus congéneres, en razón de su debilidad natural. Ineludiblemente el que sobresalga por su vigor corporal o por la audacia de su espíritu dominará y gobernará. En efecto: lo que se comprueba en las otras especies irracionales vivien­ tes, debemos considerarlo como obra rigurosamente au­ téntica de la naturaleza. Y entre los demás seres vivos es notorio que se imponen los más fuertes: así entre los toros, los jabalíes, los gallos y otras bestias seme­ jantes. Es natural que al principio también las vidas de los hombres discurran así, en manadas, como los animales: se sigue a los más fuertes y vigorosos. Su límite en el gobierno es su fuerza; a eso podemos llamarlo «monarquía». Pero cuando, con el tiempo, en estos grupos de hombres la convivencia hace surgir el compañerismo se da el inicio de la realeza, y entonces por primera vez nacen entre los humanos las ideas de belleza y de justicia, e igualmente las de sus contra­ rios 19. 18 La comparación de la sociedad de hombres con grupos de animales era un tópico de la sofística. Pero, en XVIII 15, 16, Polibio señala nítidamente la distinción entre hombres y ani­ males, por lo demás ya insinuada aquí cuando se dice que los hombres siguen al más fuerte, no por ser coaccionados, sino por convicción. 19 Polibio recuerda activamente la máxima aportación de 156 6 HISTORIAS La manera como estas nociones nacen y se des- 2 arrollan es la siguiente: los seres humanos tienden por 3 4 5 6 7 8 naturaleza a la unión sexual, de la que se sigue el naci­ miento de hijos; cada vez que uno de ellos, llegado a la edad adulta, no agradece ni presta ayuda a los que le cuidaron en su crecimiento, sino que, por el contrario, les daña y habla mal de ellos, es lógico y natural que esto desagrade y ofenda a los que lo ven y saben los cuidados de los progenitores, las angustias que pasa­ ron por sus hijos y cómo los alimentaron y se preocuparon de ellos. El linaje humano se distingue de los otros seres vivos en que sólo él puede razonar y calcu­ lar; no sería natural que los hombres no se apercibie­ ran de la diferencia reseñada; los otros seres vivos, ciertamente, la desconocen. Los hombres tienen con­ ciencia de lo sucedido y se indignan al punto, porque prevén el futuro y piensan que también a ellos les puede ocurrir algo parecido. Y así cuando, para poner otro ejemplo, alguien que está apurado recibe de otro una ayuda o un socorro, y no se muestra agradecido a su bienhechor, antes al contrario, procura dañarle: es claro y natural que los que se dan cuenta de ello se enojen contra un hombre así y les repugne, irritados por tal ofensa al prójimo e imaginándose a sí mismos en aquella situación. De todo esto nace en cada hombre una cierta noción20 del deber, de su fuerza y de su razón, cosas que constituyen el principio y la perfección de la jüsticia. De modo semejante, siempre que un hombre de­ fienda a los restantes en un riesgo y se oponga y resista la arremetida de los animales más fuertes, es natural que la masa del pueblo le otorgue distintivos de honor Grecia al mundo occidental: la abstracción como principio de cualquier desarrollo científico e intelectual. 20 Aquí la tradición manuscrita es insegura: quizás deba leerse, en vez de énnoia (noción), theoría (visión), pero, en cual­ quier caso, el sentido varía poco. LIBRO V I (FRAGM EN TOS) 157 y de favor, pero de reprobación y de disgusto, a quien hubiera hecho lo contrario. Y así también es explicable que en las gentes nazca un concepto de lo bueno y de lo malo, así como de la diferencia que hay entre estas dos nociones. La primera será objeto de imitación y de emu­ lación, por las ventajas que comporta; la segunda lo será de repulsa. Cuando, entre estos hombres, el jefe, el que detenta la suprema autoridad, pone su fuerza de acuerdo con las nociones citadas, en armonía con los pareceres de la multitud, de modo que sus súbditos llegan a creer que da a cada uno lo que merece, aquí ya no actúa el miedo a la fuerza bruta; es, más bien, por una adhesión a su juicio por lo que se le obedece y se conviene en conservarle el poder incluso cuando enve­ jece; le protegen y combaten a su favor contra los que conspiran para derrocarlo. De esta manera se pasa inadvertidamente de la monarquía a la realeza21, cuando la supremacía pasa de la ferocidad y de la fuerza bruta a la razón. Así se forma naturalmente entre los hombres la primera noción de justicia y de belleza, y de sus contra­ rios, éste es el principio y la génesis de la realeza au­ téntica. Y el poder es reservado no solamente a estos reyes, sino también a sus descendientes, al menos en la mayoría de casos, pues el pueblo cree que los engen­ drados por tales hombres y educados por ellos tendrán unas disposiciones semejantes. Si eventualmente los descendientes de estos reyes son causa de disgusto, la elec­ ción de nuevos reyes y de gobernantes ya no se hace según el vigor corporal o el coraje, sino según la supe­ rioridad de juicio y de razón, pues las gentes ya tienen experiencia, basada en las mismas obras, de la diferen­ cia existente entre los dos tipos de cualidades. Antigua- 9 10 11 12 ^ 2 3 4 21 La idea implícita es que el crecimiento de los conceptos éticos pasa de la monarquía ( = tiranía) a la realeza. 158 5 ó 7 8 9 8 2 3 HISTORIAS mente, una vez elegidos para la realeza, los que deten­ taban esta potestad envejecían en ella: fortificaban y amurallaban los lugares estratégicos y adquirían tie­ rras, tanto por razones de seguridad como para garan­ tizar abundancia de lo necesario a sus subordinados. Al propio tiempo, el afanarse por esto les libraba de toda calumnia y envidia, porque ni en los vestidos ni en la comida ni en la bebida se distinguían de los demás. Llevaban una vida muy semejante a la de sus conciu­ dadanos, pues en realidad compartían la del pueblo. Pero cuando los que llegaban a la regencia por sucesión y por derecho de familia dispusieron de lo suficiente para su seguridad y de más de lo suficiente para su manutención, entonces tal superabundancia les hizo ceder a sus pasiones y juzgaron indispensable que los gobernantes poseyeran vestidos superiores a los de los súbditos, disfrutaran de placeres y de vajilla distinta y más cara en las comidas y que en el amor, incluso en el ilícito, nadie pudiera oponérseles. De ahí surgió la envidia y la repulsa que, a su vez, causó odio y una irritación maligna. En suma, la realeza degeneró en tiranía, principio de disolución y motivo de conspiraciones entre los gobernados. Los complots, los organi­ zaba no precisamente la chusma, sino hombres magná­ nimos, nobles y valientes, porque eran ellos los que menos podían soportar las insolencias de los tiranos. La masa, cuando recibe caudillos, junta su fuerza a la de ellos por las causas ya citadas y elimina total­ mente el sistema real y el monárquico; entonces empieza y se desarrolla la aristocracia. El pueblo, en efecto, para demostrar al instante su gratitud a los que derri­ baron la monarquía, les convierte en sus gobernantes y acude a ellos para resolver sus problemas. Al prin­ cipio, estas nuevas autoridades se contentaban con la misión recibida y antepusieron a todo el interés de la comunidad; trataban los asuntos del pueblo, los públi- LIBRO V I (FRAGM ENTOS) 159 cos y los privados, con un cuidado prudente. Pero cuando, a su vez, los hijos heredaron el poder de sus padres, por su inexperiencia de desgracias, por su desconoci­ miento total de lo que es la igualdad política y la liber­ tad de expresión, rodeados desde la niñez del poder y la preeminencia de sus progenitores, unos cayeron en la avaricia y en la codicia de riquezas injustas, otros se dieron a comilonas y a la embriaguez y a los excesos que las acompañan, otros violaron mujeres y raptaron adolescentes: en una palabra, convirtieron la democra­ cia en oligarquía. Suscitaron otra vez en la masa sentimientos similares a los descritos más arriba22; la cosa acabó en una revolución idéntica a la que hubo cuando los tiranos cayeron en desgracia. Porque si alguien se apercibe de la envidia y del odio que la masa profesa a los oligarcas y se atreve a decir o a hacer algo contra los gobernantes, encuentra al pueblo siempre dispuesto a colaborar23. Inmediatamente, tras matar a unos oligarcas y desterrar a otros, no se atreven a nombrar un rey, porque temen todavía la injusticia de los pretéritos; no quieren tampoco con­ fiar los asuntos de estado a una minoría selecta, pues es reciente la ignorancia de la anterior. Entonces se entregan a la única confianza que conservan intacta, la radicada en ellos mismos: convierten la oligarquía en democracia y es el pueblo quien atiende cuidadosa­ mente los asuntos de estado. Mientras viven algunos de los que han conocido los excesos oligárquicos^4, el orden de cosas actual resulta satisfactorio y se faenen en el máximo aprecio la igualdad y la libertad de ex­ presión. Pero cuando aparecen los jóvenes y la demo22 A 7, 7 ss. 23 E s ta s m is m a s id e a s v ie n e n e x p u e s ta s p o r P la t ó n a l fin a l d e l l i b r o VIII d e la República. 24 L ite r a lm e n te , d ic e : « e l p o d e r e x c e s iv o » , p e r o se re fie re , e v id e n te m e n te , a l d e lo s o lig a r c a s . 4 5 6 9 2 3 4 s 160 6 7 8 9 10 11 HISTORIAS erada es transmitida a una tercera generación, ésta, habituada ya al vivir democrático, no da ninguna im­ portancia a la igualdad y a la libertad de expresión. Hay algunos que pretenden recibir más honores que otros; caen en esto principalmente los que son más ricos. Al punto que experimentan la ambición de poder, sin lograr satisfacerla por sí mismos ni por sus dotes personales, dilapidan su patrimonio, empleando todos los medios posibles para corromper y engañar al pueblo. En consecuencia, cuando han convertido al vulgo, poseído de una sed insensata de gloria, en parásito y venal, se disuelve la democracia, y aquello se convierte en el gobierno de la fuerza y de la violencia25; porque las gentes, acostumbradas a devorar los bienes ajenos26 y a hacer que su subsistencia dependa del vecino, cuan­ do dan con un cabecilla arrogante y emprendedor, al que, con todo, su pobreza excluye de los honores públieos, desembocan en la violencia. La masa se agrupa en tomo de aquel hombre y promueve degollinas y hui­ das 21. Redistribuye las tierras y, en su ferocidad, vuelve a caer en un régimen monárquico y tiránico. Éste es el ciclo de las constituciones y su orden natural, según se cambian y transforman para retornar a su punto de origen. Quien domine el tema con pro­ fundidad puede que se equivoque en cuanto al tiempo 25 Las dos palabras griegas correspondientes siempre se han tenido por sinónimas y así he traducido yo mismo. Sin embargo, N icolet, Polybe. Neuf exposés..., pág. 221, insinúa que la segunda palabra griega (kheirokratía), que es un hápax, no significa «vio­ lencia, sino «preponderancia de votos». Es curioso que, después, no recoge este matiz en la traducción W eil -N icolet, Polybe, VI, ad loe., que es posterior al libro ginebrino. Detalles de este tipo no faltan en su traducción. 26 Es el «devorador de presentes» de H esíodo (Trabajos y ¡Días 39, 221, 264). 27 Todos los comentaristas aluden aquí a la revolución de Cineta, narrada por Polibio en IV 21, 6. LIBRO V I (FRAGM EN TOS) 161 que durará un régimen político, pero en cuanto al cre­ cimiento de cada uno, a sus transformaciones y a su desaparición es difícil que yerre, a no ser que su juicio resulte viciado por la envidia o por la animosidad. En 12 lo que, particularmente, atañe a la constitución romana, es principalmente a partir de estas consideraciones como llegaremos a entender su formación, su desarrollo y su culminación, y, al propio tiempo, el cambio en direc­ ción inversa que se producirá a partir de este estado. Porque si hace poco tiempo que lo he dicho de otras 1 3 constituciones, la romana posee igualmente un prin­ cipio natural desde sus comienzos, un desarrollo y una culminación, así que experimentará de modo semejante una recesión hacia sus principios, cosa que se podrá 1 4 comprobar por las partes que seguirán a ésta28. De momento trataré brevemente la legislación de 10 Licurgo, tema que no se sale del marco de mis desig­ nios. Él llegó a comprender que todas las evoluciones 2 enumeradas se cumplen natural y fatalmente, y así con­ sideró que cada variedad de constitución simple y ba­ sada en un principio único resulta caduca: degenera muy pronto en la forma viciosa inferior que la sigue naturalmente29. Una comparación: el orín, para el hie- 3 rro, y la carcoma y ciertos gusanos, para la madera, son enfermedades congénitas que llegan a destruir estos materiales incluso cuando no sufren ningún daño exter­ no 30. De modo no distinto, con cada una de las consti- 4 tuciones nace una cierta enfermedad que se sigue de ella naturalmente. Con la realeza nace el desmejora28 Polibio repite ideas ya expuestas (cf. IV 13-14). 29 Polibio supone, anacrónicamente, que Licurgo, el legisla­ dor espartano, conocía ya el tipo de constitución mixta. 30 Aquí hay una reminiscencia clara de P latón, República X 608e-f, precisamente en su demostración de la inmortalidad del alma. Pero hay muchas diferencias de detalle. Cf. W albank, Commentary, ad loe. 162 HISTORIAS miento llamado tiranía; con la aristocracia, el mal lla­ mado oligarquía, y con la democracia germina el salva5 jismo de la fuerza bruta. Y es inevitable que con el tiempo todos los regímenes políticos citados anterior­ mente no degeneren en sus inferiores, según el razona6 miento que acabo de apuntar. Licurgo lo previo y pro­ mulgó una institución no simple ni homogénea, sino que juntó en una las peculiaridades y las virtudes de las 7 constituciones mejores. Así evitaba que alguna de ellas se desarrollara más de lo necesario y derivara hacia su desmejoramiento congénito; neutralizada por las otras la potencia de cada constitución, ninguna tendría un sobrepeso ni prevalecería demasiado, sino que, equili­ brada y sostenida en su nivel, se conservaría en este estado el máximo tiempo posible, según la imagen de la 8 navegación con viento contrario31. La realeza no podía ensoberbecerse por temor al pueblo, porque a éste se le había concedido competencia32 suficiente en la cons9 titución; el pueblo, por su parte, no podía aventurarse a despreciar a los reyes por el miedo que le infundían los ancianos, quienes, elegidos por votación, según sus méritos, se aprestaban siempre a decidir con justicia. 10 Así la parte venida a menos debido a que se mantuvo fiel a sus normas, acabó por convertirse en superior y más fuerte por el soporte que recibía de los ancianos. 31 Aquí los manuscritos griegos presentan la palabra áploia, que en toda la literatura griega sólo sale aquí (hápax legómenon). Su sentido exacto es muy obscuro; Hultsch interpreta: «agua ¡que se mantiene al mismo nivel dentro de un tubo que apunta al horizonte», pero este sentido es muy alambicado. Pöschl propone: «orzar en dirección a». Otros proponen (como Weil-Nicolet) sustituir la palabra por otra, y traducen: «según el principio de compensación» (antipátheia). 32 Tanto Weil-Nicolet com o Patón traducen el término griego merís por «parte», pero el propio N icolet, Polybe. Neuf expo­ sés... en la pág. 226, traduce el término por «competencia», «atribución», que da un sentido más riguroso y adecuado. LIBRO V I (FRAGM EN TOS) 163 Licurgo, pues, estructuró así la constitución espartana 11 y la aseguró entre los espartanos el tiempo más largo que conocemos33. Licurgo promulgó esta constitución de modo pací- 12 fico, porque de alguna manera había previsto el origen y las etapas naturales de cada estatuto: los romanos acabaron por conseguir para su patria una situación idéntica, pero no por alguna previsión, sino con muchas 13 luchas y peligros; una reflexión sobre las peripecias 1 4 que sufrieron les enseñó a escoger lo mejor; así llega­ ron al mismo resultado que Licurgo, al sistema mejor entre las constituciones actuales. Esta ciudad la llaman Palantio35, lía nombre tomado de su propia metróa arqueo ogta p0iis en Arcadia... Dicen algunos hisromana 34 toriadores, entre ellos Polibio de Me­ galopolis, que el nombre deriva de un niño llamado Palantio, que murió en este lugar. Era hijo de Heracles y de Launa, la hija de Evandro; su tío materno le 33 Polibio piensa que la decadencia de Esparta empieza con la derrota de Leuctra (371 a. C.). 34 La obra de Polibio no carece de contradicciones y aquí hay una muy clara: en este mismo libro, en 3, 3, el autor dice que el desconocimiento del pasado de Roma es una de las causas que imposibilitan predecir la evolución futura de su constitu­ ción. Sin embargo, el estado de formación y de crecimiento de la república romana se da en 4, 13 de este libro, y en IX 13-14. La tradición indirecta atestigua sin ambages que Polibio había tratado la fundación de Roma, y Cicerón declara que Polibio investigó con más cuidado que nadie la historia de los reyes romanos primitivos. Es posible que el que, a partir del libro VI, seleccionó los fragmentos polibianos, cada vez más escasos a medida que avanza la obra, se diera cuenta de la contradicción y suprimiera personalmente esta parte. Es seguro que Polibio no escribió de una sola vez y de corrido este libro VI, sino que efectuó en él, tras una primera redacción, intercalaciones posteriores. Pero el problema subsiste: ¿qué sentido tienen entonces sus afirmaciones en cuanto a la ignorancia de la anti­ gua historia romana? La explicación más obvia es que se refiera 164 HISTORIAS amontonó un túmulo en lo alto de un otero y denominó el lugar Palantio, según el nombre del niño ( D i o n i s i o d e H a l ic a r n a so , Antigüedades romanas I 31, 32). 2 Porque yo no he creído suficiente lo que hace Polibio de Megalópolis; se limita a afirmar: «Estoy convencido de que Roma fue fundada en el año segundo de la séptima olimpíada», ni apoyar esta convicción en el solo y único testimonio1, sin veri­ ficación, de la tablilla custodiada por el Pontífice Máximo ( D i o n i s . I 7 4 )3 6 . 3 Cuando tratan de Aristodemo de Elea, dicen algunos his­ toriadores que la inscripción de atletas empezó en la olimpíada veintisiete, de los vencedores naturalmente; en épocas ante­ riores no se inscribía a nadie porque las gentes de antes no lo hacían. El primer vencedor inscrito, Corebo de Elea, vence­ dor de la carrera en el estadio, lo fue en la Olimpíada veintiocho, y ésta es la Olimpíada en la que los griegos establecen el inicio de su cronología; Polibio da la misma versión que Aristódemo ( E u s e b io , Crónica 194)37. a un conocimiento insuficiente, aunque la afirmación de Cice­ rón no cuadraría mucho. Es más, en su amplio comentario, W albank , Commentary, ad loe., afirma que, aun para los histo­ riadores latinos, Polibio ha sido la fuente más importante, y hace de ello una interesante discusión. Pero la contradicción existe: lo que podemos pensar es que Polibio, en este caso con­ creto, no limó lo suficiente su afirmación, que quedó desnivelada. 35 Palantio: la alusión a él se discute. W albank , Commentary, ad loe., cree que se trata directamente de la colina romana del Palatino; véase su discusión que explica la relación del mito con la ciudad arcadia de Palantio. Weil-Nicolet, en cambio, piensan que se trata de la ciudad arcadia, indirectamente relacionada con Roma a través de los protagonistas del mito, Evandro y Launa (la Lavinia de Virgilio). 36 E s t a o p in ió n d e P o lib io sitú a la f u n d a c ió n d e R o m a e n e l a ñ o 773 a. C., p e r o p a r e c e p o c o fu n d a m e n t a d a , y , d e s d e lu e g o , lo s a u to r e s d e l a a n tig ü e d a d n o la a p o y a n . L a fe c h a m á s c o m ú n ­ m e n t e a d m it id a e s la d e l a ñ o 753 a. C. (v é a s e The Oxford Classical Dictionary, O x fo r d , 3.a e d ., 1972, p á g . 926) o , c o n u n a p e q u e ñ a v a ­ r ia c ió n , e l 751 a. C. ( c f . P a u l Pédech, Neuf exposés..., p á g . 53). 37 Es el año 776 a. C., fecha normalmente aceptada como correcta. Véase W albank , Commentary, ad loe. LIBRO V I (FRAGM EN TOS) 165 Entre los romanos, como dice Polibio en el libro sexto, se prohíbe a las mujeres beber vino; ellas beben el llamado «passos», elaborado con pasas, parecido al vino dulce que se bebe en Egóstenes 38 y ai vino de Creta3!); por eso, cuando la sed las abrasa, toman este sucedáneo. Y es imposible que pase desaper­ cibida la mujer que ha tomado vino: en primer lugar, nunca disponen de él, y, además, debe besar a sus padres, a sus sue­ gros y aun a sus sobrinos, y esto cada día, en el mismo instante que los ve por primera vez. Asimismo, al no saber con quién conversará, con quiénes se encontrará, toma sus precauciones, porque la cosa, sólo con que haya probado un poco de vino, no necesita acusación ante el juez (A teneo X 56) “W. Así, Numa Pompilio, después de haber gobernado con gran paz y concordia durante treinta años (seguimos principalmente a nuestro Polibio, pues no ha habido nadie más diligente que él en la investigación de este período) murió (C icerón , De la República II 14, 27 )«. Dice Polibio en el libro sexto: «también fundó la ciudad de Ostia, en la orilla del Tiber» ( E steban de B izan cio ) 42. Ciudad de la región de Mégara. El vino de Creta es dulce y de gran consistencia; todavía hoy el viajero que recorre el centro de la isla puede ver, en verano, los granos de uva cuidadosamente depositados sobre esteras, en el suelo de la propia viña, para que les dé el sol, o bien colgados los racimos en los travesaños de los arriates. El satírico latino Juvenal ya conocía su cualidad: «pingue anti­ quae de littore Cretae». (XIV 270-271.) 40 Esta curiosa noticia de la prohibición de beber vino a las mujeres en Roma la dan, también, otros autores de la antigüe­ dad y debe (de') ser cierta; P l in io , Historia Natural XIV 89, llega a citar el caso de un ciudadano romano que mató a su mujer porque había bebido vino. La única finalidad de Polibio al ex­ poner esta ley es cumplir su propósito (III 3) de dar noticia de las costumbres públicas y privadas. 41 Esta noticia es umversalmente aceptada y puede, además, me parece, sugerir dos cosas: quizás Polibio compusiera este libro V I como una historia completa de la monarquía romana y, en segundo lugar, quizás fuera él, es decir Numa Pompilio, quien prohibiera beber vino a las mujeres. 42 Polibio vivió largamente en Roma; Ostia no está en la orilla del Tiber, sino a unos veinticinco kilómetros del río. Por 38 39 4 5 6 166 7 HISTORIAS Lucio43, el hijo de Demárato el corintio, zarpó hacia Roma fiado de sí mismo y de sus riquezas. Estaba con­ vencido de que alcanzaría el número uno entre los ciu­ dadanos, debido a ciertas circunstancias. Su esposa44 estaba dotada de una habilidad innata y colaboraba en todas las acciones emprendidas por su marido. Llegó a Roma, consiguió la ciudadanía e, inmediatamente, se adaptó a los gustos del rey. Congenió con él muy pronto, por los suministros que le proporcionaba, también por su habilidad connatural y, principalmente, por la educa­ ción recibida desde niño, de manera que gozó de gran aceptación y confianza. Con el tiempo se introdujo de tal modo, que Marcio le asoció a la dirección y a la ad­ ministración de los asuntos. En ello colaboró siempre lo demás, la frase de Polibio, tal como nos ha sido transmitida, carece de sujeto gramatical, pero si fuera Numa, aquí Polibio habría incurrido en un error, pues consta, ciertamente, que el fundador de Ostia fue Anco Marcio. Cf. W albank , Commentary, ad loe. También puede consultarse, en cuanto a la ubicación de Ostia, Weltatlas, I, pág. 40. 43 Lucio Tarquinio. Es el primero de los Tarquinios. El pasaje siguiente refuerza la idea de que Polibio escribió una historia de la monarquía romana. Pero es dudosa la tradición de que Tarquinio fuera de ascendencia griega (hijo de Demá­ rato), con lo cual se querría patentizar que la cultura romana procedía de la griega. El nombre «Tarquinio» recuerda fuerte­ mente el etrusco Tarcón y, además, es más verosímil que un rey de Roma fuera de procedencia etrusca que griega. La idea de que Polibio escribió verdaderamente una historia de la mo­ narquía romana viene corroborada por D o m e n ic o M u s t i , Polibio e la storiografia romana. Neuf exposés..., pág. 132, quien añade que Polibio trata, incluso sistemáticamente, la historia de los primeros siglos de la república romana. Según él, su fuente sería el historiador romano Fabio (que escribió en griego). Cf. la nota 16 del libro I. 44 Parece que el nombre de la mujer era Tanaquil, que des­ pués pasó a significar sistemáticamente «esposa». Cf. J u v e n a l , Sát. VI 566: consulit te Tanaquil tua. Sin embargo, Varrón la llama Caya Cecilia. 167 LIBRO V I (FRAGM ENTOS) y, cuando se presentaban necesidades, siempre organizó algo útil. Al mismo tiempo, en la provisión de subsis­ tencias, actúo en todo caso de manera generosa y acer­ tada. En muchos halló agradecimiento y todos le mos­ traron su adhesión. Por su bondad, gozó de buena fama y, finalmente, llegó a ser rey. Hacía algo propio de un hombre sensato y prudente 8 cuando reconocía, según dice Hesíodo, que es mejor la mitad que el todo45. Aprender a ser sinceros con los dioses es un aguijón que nos incita a decirnos mutuamente la verdad En la mayor parte de los asuntos humanos los hom- 9 bres tienen una tendencia natural a velar por lo que han adquirido y a perder lo que han recibido sin es­ fuerzo. r , . , , , La plenitud, de la República rom ana« A partir de esta fecha, treinta 11 años48 después de la invasión de „ T . , Grecia Por JerJcs’ la organiza­ ción de los diversos elementos del régimen se perfeccionó continua­ m ente49 y alcanzó su culminación, su cúspide en los 45 El verso es de H esíodo , Trabajos y Días 40. 4Í ¿Tras leer esto, se puede negar la creencia religiosa de Polibio? Ya en el primer volumen cité mi artículo sobre el tema. 47 Tras haber expuesto el crecimiento de la constitución mixta, Polibio, en los capítulos 11-18, la examina, diríamos, a pleno rendimiento. También aquí parece haber sido Fabio la fuente de Polibio. Cf. la nota 42. 48 Los editores, hasta Weil-Nicolet exclusive, han supuesto una laguna antes de la expresión griega «treinta años», la cual origina problemas de difícil solución (cf. W albank , Commentary, ad loe.). Pero Nicolet afirma, en las notas suplementarias a su edición, Polybe, VI, pág. 146, que nunca ha habido tal laguna, sino que simplemente hubo una distanciación excesiva de las palabras por parte de un copista en el original griego (cf. apa­ rato crítico de su edición griega), lo que corta de raíz toda discusión; las fechas concuerdan exactamente: treinta años des­ pués del paso de Jerjes a Grecia (480 a. C.), o sea, hacia el 450, 168 HISTORIAS tiempos de Aníbal, en los que hemos iniciado nuestra 2 digresión. Por eso ahora que se ha descrito su origen, 3 4 s 6 7 8 intentaremos exponer la situación50 del tiempo en que, perdida la batalla de Cannas, Roma corría el riesgo de una ruina definitiva. Me doy clara cuenta de que mi explanación parecerá, más bien, deficiente a los na­ cidos ya en la época de plena vigencia de esta constitución, porque omito ciertas particularidades. Éstos la conocen íntegramente (desde su niñez les han sido fa­ miliares tales costumbres y leyes), y no se maravillarán de lo expuesto, sino que buscarán lo que falta; supon­ drán que el autor no ha omitido intencionadamente pequeñas diferencias, sino que no las declara por igno­ rancia; desconoce las causas y conexiones de este régimen. Si yo las hubiera mencionado, no lo habrían admirado, diciendo que son detalles superfluos, pero puesto que las omito, las buscan y las declaran indis­ pensables, porque quieren parecer más sabios que los historiadores. Pero un crítico justo no puede valorar a los autores según sus omisiones, sino según sus afirmaciones. Si en ellas dan con algo falso, pueden concluir que las omisiones se deben a ignorancia, pero si todo empieza la fase de «perfección» de la constitución romana. Es la época del decemvirato, exactamente el 449 a. C., en el con­ sulado de Lucio Valerio Potito y Marco Horacio. La mención al paso de Jerjes se ha hecho en atención a los lectores griegos. 49 El texto de este pasaje ha sido discutido porque la cons­ trucción sintáctica griega aquí no es impecable, debido segura­ mente a un descuido del que hizo la selección. W albank , Com­ mentary, ad loe., traduce: «after the details o f the roman poli­ tical order had, from this time onwards and prior the Hannibalic war, continued to be ever more well arranged», pero propone alternativamente otra traducción: «one of those (details) re­ ceiving particular elucidation». Aquí he aceptado la traducción de Weil-Nicolet. 50 En una constitución, Polibio distingue: sÿstasis (origen) sÿstêma (situación en un tiempo determinado) y ¡catástasis (es­ tabilidad). Cf. N ic o l e t , Polybe. Neuf exposés..., págs. 248-9. LIBRO V I (FRAGM ENTOS) 169 lo que dicen es exacto, han de conceder que las omi­ siones no se deben a ignorancia, sino que se han hecho con toda intención. Esto es lo que yo he pretendido aclarar sobre los que juzgan a los autores interesadamente, y no con jus­ ticia. Un tema examinado oportunamente puede ser aprobado o desaprobado con toda razón, pero si su examen es inoportuno y se hace no en su contexto adecuado, la afirmación más exacta y verdadera hecha por un autor no sólo- parecerá inaceptable, sino incluso absurda. Así, pues, estas tres clases de gobierno que he citado dominaban la constitución y las tres estaban orde­ nadas, se administraban y repartían tan equitativamen­ te, con tanto acierto, que nunca nadie, ni tan siquiera los nativos, hubieran podido afirmar con seguridad si el régimen era totalmente aristocrático, o democrático, o monárquico. Cosa muy natural, pues si nos fijáramos en la potestad de los cónsules, nos parecería una cons­ titución perfectamente monárquica y real, si atendié­ ramos a la del senado, aristocrática, y si consideráramos el poder del pueblo, nos daría la impresión de encon­ trarnos, sin ambages, ante una democracia. Los tipos de competencia que cada parte entonces obtuvo y que, con leves modificaciones, posee todavía en la consti­ tución romana se exponen a continuación. Los cónsules, mientras están en Roma y no salen de campaña con las legiones, tienen competencia sobre todos los negocios públicos. Los magistrados restantes les están subordinados y les obedecen, a excepción de los tribunos; también corresponde a los cónsules pre­ sentar las embajadas al senado. Además de lo dicho, deliberan, asimismo, sobre asuntos urgentes, en caso de presentarse, y son ellos los que ejecutan íntegra­ mente los decretos. Igualmente, las cuestiones concernientes a tareas del estado que hayan de ser tratadas 9 10 11 12 13 12 2 3 4 170 HISTORIAS por el pueblo, corresponde a los cónsules atenderlas, convocar cada vez la asamblea, presentar las proposi­ ciones y ejecutar los decretos votados por la mayoría. s Su potestad es casi absoluta en lo que concierne a preparativos bélicos y a la dirección de las campañas: 6 pueden impartir las órdenes que quieran a las tropas aliadas, nombrar los tribunos militares, alistar solda7 dos y escoger a los más aptos. Además, en campaña, tienen la potestad de infligir cualquier castigo a sus 8 subordinados. Disponen a su arbitrio de los fondos pú­ blicos: les acompaña siempre un cuestor, presto a 9 cumplir las órdenes recibidas. Si se considerara sólo este aspecto, no sería inverosímil decir que esta consío titución es simplemente monárquica o real51. Y si al­ guno de los puntos concretados o que se concretan a continuación se modifica ahora o dentro de algún tiem­ po, esto no podrá ser tenido como argumento contra esta exposición mía actual. 13 La atribución principal del senado es el control del erario público, porque ejerce potestad sobre todos los 2 ingresos y sobre la mayor parte de los gastos. Aparte de lo que abonan a los cónsules, los cuestores no pueden disponer de fondos públicos sin autorización del senado. 3 Éste dispone también el dispendio mayor, el más cos­ toso, que ordenan cada cinco años los censores para restaurar y reparar los edificios públicos; los censores 4 deben recabar la autorización del senado. De modo se­ mejante, caen bajo la jurisdicción del senado los delitos cometidos en Italia que exigen una investigación públi­ ca, como son traiciones, perjurios, envenenamientos, 5 asesinatos. También en Italia, si la conducta de un in­ dividuo o de una ciudad reclama un arbitraje, un in­ si R e c u é r d e s e q u e , e n P o l i b i o , « m o n a r q u ía » y « r e a le z a » n o s o n s in ó n im o s y q u e la p r im e r a es u n a f o r m a i n f e r i o r (a v e c e s u n a d e g e n e r a c ió n ) d e la se g u n d a . LIBRO V I (FRAGM EN TOS) 171 forme pericial, una ayuda o una guarnición, de todo esto cuida el senado. Es incumbencia de éste enviar embajadas a países no italianos, cuando se necesita ya sea para lograr una reconciliación, para hacer alguna demanda o, ¡por Zeus!, para intimar una orden, para recibir la rendición de alguien o para declarar la gue­ rra. Cuando llegan embajadores a Roma, el senado decide lo que debe contestárseles y el comportamiento que debe seguirse con cada uno. En todo lo que se ha relacionado hasta ahora, el pueblo no tiene participa­ ción alguna, de modo que a quien llegue a Roma en ausencia de los cónsules, la constitución romana le parecerá perfectamente aristocrática. Esta convicción la tienen muchos griegos, y algunos reyes52, porque han tratado sus asuntos únicamente con el senado. Después de todo esto, nos podremos preguntar, razonablemente, cuáles son las atribuciones reservadas al pueblo en esta constitución y cómo son, ya que el senado tiene jurisdicción sobre todo lo descrito, y prin­ cipalmente dispone los ingresos y los gastos; por su parte, los cónsules tienen un poder autárquico para disponer los preparativos de guerra y, durante las cam­ pañas, detentan la autoridad suprema. Con todo, al pueblo no le falta su parcela, que es precisamente la más pesada. En la constitución romana el pueblo, y sólo el pueblo, es el árbitro que concede honores o inflige castigos53, el único puntal de dinastías y constituciones y, en una palabra, de toda la vida humana. En las naciones en las que estos valores no se diferencian o, aunque sean conocidos, no se aplican cabalmente, es imposible que haya algo administrado con rectitud: 52 De monarquías helenísticas. 53 Sobre el paralelo: honor (timé) y castigo (timoría), puede leerse N ic o le t , Polybe. Neuf exposés..., págs. 236 ss., quien ob­ serva un leve desajuste legal, vista la legislación romana: en rigor no corresponde al pueblo juzgar, sino a los tribunales. 6 7 8 14 2 3 4 5 172 HISTORIAS ¿sería lógico que lo fuera, si buenos y malos gozan de 6 la misma estimación? Con frecuencia el pueblo juzga las multas que se deben imponer para resarcirse de los daños sufridos, lo cual ocurre principalmente cuando la multa es importante y los reos han detentado altos cargos; el pueblo es el único que puede condenar a 7 muerte. En tales ocasiones rige entre ellos una ley con­ suetudinaria muy digna de elogio y de recuerdo: cuando alguien es juzgado y condenado a muerte, la costumbre le permite exiliarse a la vista de todo el mundo e irse a un destierro voluntario, a condición de que, de las tribus que emiten el veredicto, una se abstenga y no 8 vote; los exiliados gozan de seguridad en Nápoles, en Preneste, en Tíbur54 y en otras ciudades confederadas. 9 Además, el pueblo es quien confiere las magistraturas a aquellos que las merecen: es la más hermosa recom10 pensa de la virtud en un estado. El pueblo es soberano cuando se trata de votar las leyes; su máxima atribu­ ción es deliberar sobre la paz y la guerra, y también sobre las alianzas, tratados de paz y pactos; es el pue11 blo quien lo ratifica todo, o lo contrario. De manera que no es un error decir que el pueblo goza de grandes atribuciones en la constitución romana y que ésta es democrática. 15 He aquí, pues, cómo queda distribuido55 el poder político entre las diversas formas de régimen; ahora se tratará de cómo cada una de éstas puede, a voluntad, 2 cooperar, o bien oponerse a las demás56. Los cónsules, 54 Ciudades del Lacio. 55 Este «distribuir» es un término técnico. 50 Las discusiones entre la división de atribuciones entre cónsules, senado y pueblo son enormemente prolijas y serían impropias de este comentario. Cf. W albank, Commentary, ad loe., págs. 673-697, y N i c o l e t Polybe. Neuf exposés..., passim, pero, especialmente, págs. 238-243. El mismo Nicolet tiene una nota muy interesante en la edición de W e il - N i c o l e t , Polybe, VI, pá- LIBRO V I (FRAGM EN TOS) 173 cuando han alcanzado la potestad descrita 51 y salen de campaña, dan la impresión de detentar un poder abso­ luto para el cumplimiento de su misión, pero en reali- 3 dad necesitan del senado y del pueblo, y sin ellos son incapaces de realizar totalmente su cometido. Es evi- 4 dente que las tropas deben recibir suministros continua­ mente, y sin un decreto del senado los campamentos no pueden recibir provisiones ni de trigo, ni de vino, ni de pan, de manera que si el senado se propusiera s ser negligente o entorpecer las cosas, los designios de los generales no podrían cumplirse. Depende también 6 del senado que los planes o las decisiones de los gene­ rales se cumplan o no, porque, transcurrido un año, es él quien envía un segundo general, o bien prorroga el mando del que está en activo. Asimismo, es de su 7 incumbencia celebrar con pompa y esplendor los éxitos de los generales, o, al contrario, quitarles importancia y atenuarlos. Lo que, entre los romanos, se llama el 8 «triunfo», mediante lo cual se pone a la vista de los ciudadanos una imagen clara de las hazañas realizadas por los generales, no se puede organizar con toda su magnificencia y, a veces, ni tan siquiera organizarse, sin el consentimiento del senado, que concede la asigna­ ción correspondiente para tal celebración. A los cón- 9 sules les es imprescindible gozar de popularidad, incluso cuando su ausencia de la ciudad es ya muy prolongada, g in a s 149-150, c u y a t e s is g e n e r a l m e n t e , e l in v e s t ig a d o r it a lia n o d iv is io n e d e l p o t e r e i n R o m a , a e n Studi Grossi, T u r in , p á g s . a p u n to : c o n t r a l o c r e íd o c o m ú n ­ P . C atalan o, e n s u a r t íc u lo «L a p r o p o s i t o d i P o lib io e d i C a to n e » , 667-691, d e m u e s tr a q u e h a y u n a d iv e r g e n c ia e n t r e l a e x p o s i c i ó n p o lib ia n a y l a d e C a tó n , d e c u y a o b r a q u e d a n e s c a s o s fr a g m e n t o s ; P o lib io , e n e s t e a s p e c to , c o ­ in c i d e h a s ta e n l o m á s m ín im o c o n C ic e r ó n . P e r o e s t o n o e s lo q u e p e n s a b a N ic o le t a n te r io r m e n te , q u ie n v e ía e n la e x p o s ic ió n d e P o lib io u n fie l r e fle jo d e la o b r a c a to n ia n a . C f. N i c o l e t , Polybe. Neuf exposés..., p á g . 246. 57 C f., m á s a r r ib a , 12, 5 ss. 174 HISTORIAS porque el pueblo, como dije más arriba, es quien rati10 fica, o no, los tratados de paz y los pactos. Lo más prin­ cipal es que al dejar el cargo deben rendir cuentas de 11 su actuación, de manera que los cónsules no pueden, en ningún caso, confiarse y descuidar la adhesión del pueblo o del senado. 16 Éste, por su parte, por más que disponga de un poder tan vasto, en las cuestiones públicas debe tantear 2 al pueblo y atraérselo: si el pueblo no ratifica sus de­ cisiones, no puede realizar ni aun las investigaciones más graves e importantes concernientes a delitos contra 3 la constitución58 castigados con pena de muerte. Lo mismo pasa con ciertos asuntos que, al senado, le afec­ tan directamente: el pueblo es soberano de proponer, o no, leyes que menoscaben de alguna manera sus po­ testades tradicionales, las precedencias y honores de que los senadores disfrutan e, incluso, ¡por Zeus!, pue4 de cercenar sus propiedades personales. Y lo que es más importante: si un tribuno se opone, el senado no puede ejecutar sus propios decretos y ni tan siquiera constituirse en sesión o reunirse de alguna otra mas ñera. Los tribunos han de atender siempre al parecer del pueblo e inquirir previamente, en cualquier caso, cuál es su voluntad. De manera que, según todo lo dicho, el senado ha de respetar y tener siempre en cuenta al pueblo. 17 De modo no distinto, éste está subordinado al sena­ do y debe explorar cómo piensa éste acerca de los asun2 tos públicos y también de los privados. En efecto, son muchas las obras que los censores adjudican en toda Italia para dotar y restaurar los edificios públicos. La 58 c ió n : E l t e x t o g r ie g o es a lg o a m b ig u o y e s p o s i b l e o t r a t r a d u c ­ « ...la s in v e s t ig a c io n e s m á s g r a v e s e im p o r t a n t e s q u e se p u e d e n lle v a r a c a b o r e fe r e n t e s a a s u n t o s d e e s t a d o » . E llo im ­ p l ic a u n a le v e m o d ific a c ió n e n e l t e x t o g r ie g o , p o s ib ilid a d v is t a y a p o r C a s a u b o n . C o n s ú lte s e u n a e d i c i ó n c r ít ic a d e l t e x t o g r ie g o . 175 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) e n u m e r a c ió n n o e s fá c il: ¡s o n ta n to s lo s r ío s , p u e r t o s , ja r d in e s , m in a s , c a m p o s , e n r e s u m e n , t o d o lo q u e h a p a s a d o a la d o m in a c ió n r o m a n a ! T o d o lo a d m in is t r a 3 e l p u e b lo y s e p o d r ía d e c ir q u e p r á c tic a m e n te t o d o el m u n d o d e p e n d e d e l t r a b a jo y d e lo q u e se g a n a e n e s t o : u n o s a d q u ie r e n e n p e r s o n a la s a d ju d ic a c io n e s , a tr a v é s 4 d e l c e n s o r ; o tr o s s o n s o c io s d e lo s p r im e r o s ; o tr o s sa le n c o m o a v a la d o r e s , y o tr o s , to d a v ía , e n n o m b r e d e é s t o s , d e p o s ita n s u h a c ie n d a en e l e ra rio p ú b lic o . T o d o lo q u e 5 se h a d ic h o c a e b a j o la in c u m b e n c ia d e l se n a d o , p o r q u e p u e d e c o n c e d e r u n a p r ó r r o g a ; si o c u r r e a lg ú n a c c id e n ­ te, p u e d e a lig e r a r a l d e u d o r , y si p a s a a lg o ir r e m e d ia ­ b le , p u e d e r e s c in d ir el con trato. H ay ta m b ié n o tr a s 6 m u c h a s c o s a s e n la s q u e e l s e n a d o fa v o r e c e , o p e r ju d ic a a lo s q u e a d m in is t r a n la h a c ie n d a p ú b lic a , p u e s e l im ­ p u e s to q u e g ra v a la s c o s a s c ita d a s lo p e r c ib e e l se n a d o . S in e m b a r g o , lo m á s im p o r t a n t e e s q u e p a r a la m a y o - 7 r ía d e a s u n to s , ta n to p ú b lic o s c o m o p r iv a d o s , c u a n d o la a c u s a c ió n es d e c ie r ta im p o r t a n c ia , lo s ju e c e s so n se n a d o re s . D e m o d o q u e lo s c iu d a d a n o s , s in e x c e p c ió n , 8 d e p e n d e n d e l b e n e p lá c ito d e l s e n a d o y t e m e n la p o s ib i­ lid a d d e e n c o n tr a r s e en a p u r o s : p o r e so v a n c o n m u c h o tie n to si s e tr a ta d e r e s is tir o d e e n to r p e c e r su s d e c i­ sio n e s . A s im is m o , d ifíc ilm e n te se o p o n e n a la s d e lo s 9 c ó n s u le s , y a q u e , s i se d a e l c a so d e u n a c a m p a ñ a , c a e n b a j o su p o t e s t a d ta n to p a r tic u la r c o m o c o le c tiv a m e n te . É s t e es e l p o d e r d e c a d a u n o d e lo s e le m e n to s d e l 18 s is te m a e n lo q u e s e r e fie re a fa v o r e c e r s e o a p e r ju d i­ c a r s e m u tu a m e n te . E n c u a lq u ie r s itu a c ió n e s ta e s t r u c ­ tu r a s e m a n tie n e d e b id a m e n t e e q u ilib r a d a , ta n to , q u e r e s u lta im p o s ib le e n c o n tr a r u n a c o n s titu c ió n su p e r io r a é sta . S ie m p r e q u e u n a a m e n a z a e x te r io r c o m ú n o b lig a 2 a e s to s tr e s e s t a m e n to s a p o n e r s e d e a c u e r d o , la fu e r z a d e e s ta c o n s titu c ió n es ta n im p o n e n te , su r te ta le s e fe c ­ to s , q u e n o s o la m e n t e n o s e r e tr a s a n a d a d e lo im p r e s - 3 c in d ib le , sin o q u e t o d o e l m u n d o d e lib e r a s o b r e e l a p rie - 176 HISTORIAS to y lo q u e s e d e c id e se r e a liz a a l in s ta n te , p o r q u e lo s c iu d a d a n o s , sin e x c e p c ió n , e n p ú b lic o y en p r iv a d o , a y u 4 d a n a l c u m p lim ie n t o d e lo s d e c r e to s p r o m u lg a d o s . D e a h í q u e lle g u e a s e r in c r e íb le la fu e r z a d e e s ta c o n s ­ t itu c ió n p a r a lle v a r s ie m p r e a b u e n té r m in o lo q u e s e 5 h a y a a c o r d a d o . S in e m b a r g o , c u a n d o lo s r o m a n o s se v e n lib r e s d e a m e n a z a s e x te r io r e s y v iv e n e n e l p la c e r d e la a b u n d a n c ia c o n s e g u id a p o r su s v ic to r ia s , d is fr u ­ ta n d o d e g ra n fe lic id a d , y , v e n c id o s p o r la a d u la c ió n y la m o lic ie , se t o r n a n in s o le n te s y s o b e r b io s , c o s a q u e 6 s u e le o c u r r ir , es c u a n d o se c o m p r e n d e m e jo r la a y u d a 7 q u e p o r sí m is m a le s p r e s t a s u c o n s titu c ió n . E n e fe c to , c u a n d o u n a p a r te e m p ie z a a e n g r e ír s e , a p r o m o v e r a l­ t e r c a d o s y se ir r o g a u n p o d e r s u p e r io r a l q u e le c o r r e s ­ p o n d e , es n o t o r io q u e , a l n o s e r lo s tr e s b r a z o s in d e p e n ­ d ie n te s , c o m o y a s e h a e x p lic a d o , n in g u n o d e e llo s lle g a a v a n a g lo r ia r s e d e m a s ia d o y n o d e s d e ñ a a lo s r e s ta n te s . 8 Dei m o d o q u e t o d o q u e d a e n s u lu g a r , u n a s c o s a s , r e ­ fr e n a d a s e n s u ím p e t u , y la s r e s t a n t e s , p o r q u e d e s d e e l c o m ie n z o t e m e n la in te r fe r e n c ia d e o tr a s p r ó x i m a s 59. 19 P r im e r o , d e s ig n a n a lo s cón­ s u le s y , d e s p u é s , n o m b r a n a lo s El ejército romano60 tr ib u n o s m ilita r e s , c a to r c e , ex­ t r a íd o s d e lo s h o m b r e s q u e h a n c u m p lid o a ñ o s d e s e r v ic io m ilita r , y 2 c u m p lid o d ie z a ñ o s en é l. un m ín im o d ie z m á s , d e lo s E ste ú lt im o es de c in c o que han e l t ie m p o 59 En este último capítulo 18, Polibio culmina su visión, diríamos, «biológica» de la constitución romana: señala su estado de salud, sus peligros de enfermedad e, implícitamente, la posi­ bilidad de su muerte. 60 La exposición se divide claramente en dos secciones: 1926, que describe la organización de la armada, y 2742, el cam­ pamento romano. Es indudable que la exposición de Polibio responde a una experiencia personal, pues acompañó muchas veces a las legiones romanas, pero también se sirvió de fuentes y, además, tuvo múltiples ocasiones de tratar el tema con mili- LIBRO V I (FRAGM ENTOS) 177 que debe servir un soldado de caballería; el de infan­ tería, dieciséis años61; en ambos casos, forzosamente antes de cumplir los cuarenta y seis de edad, con la excepción de los que tienen un censo inferior a cuatro­ cientos dracmas; éstos se alistan todos en la marina62. En casos de emergencia, los soldados de infantería han de servir veinte años. Nadie puede ser investido de cualquier magistratura, si no ha cumplido diez años íntegros de servicio. Cuando los magistrados que deten­ tan el poder consular se aprestan a realizar una leva de soldados, anuncian al pueblo reunido en asamblea el día en que deberán presentarse todos los romanos en edad militar. Esto se hace anualmente. Llegado el día prescrito, todos aquellos que legalmente el ejército pue­ de alistar se dirigen a Roma y se concentran en el Capi­ tolio63. Los tribunos militares más jóvenes se reparten, según el orden en que han sido elegidos por el pueblo o por los cónsules, en cuatro grupos, porque entre los romanos la división primera y principal de sus efectivos militares es en cuatro legiones. Los cuatro tribunos más antiguos vienen asignados a la legión llamada la pritares romanos profesionales. Un buen artículo sobre la materia, pero muy genérico y poco aprovechable para un comentario, es el de E. W. M a r sd e n , «Polybius as a military storian», en Polybe. Neuf exposés..., págs. 269-301. Puede verse también Nicolet en las «Notes complémentaires», págs. 153-154, donde más que nada se da bibliografía útil. Aquí el texto griego es paleográficamente inseguro, lo cual hace variar la indicación de años de servicio. Algunos manus­ critos ponen sólo seis, pero ya Casaubon, en su edición ginebrina del texto griego, vio que la cifra era poco adecuada y puso «diez» delante. 62 Para servir a la vez de infantería de marina y de remeros. 63 Parece que aquí Polibio ha compendiado excesivamente; en todo caso, no era imposible que todos los hombres convoca­ dos se presentaran en un solo día en el Capitolio. Cf. N ic o l e t , «Notes Complémentaires», de la edición W e i l -N ic o le t , Polybe, VI, págs. 155, y W albank , Commentary, ad loe. 178 HISTORIAS m e r a , lo s tre s s ig u ie n te s a la se g u n d a , lo s c u a tr o sig u ien 9 te s a la te r c e r a y lo s tr e s ú lt im o s a la c u a r ta . D e lo s tr ib u n o s m á s a n tig u o s , lo s d o s p r im e r o s s o n a s ig n a d o s a la p r im e r a le g ió n , lo s tr e s sig u ie n te s se s itú a n e n la s e g u n d a , lo s d o s s ig u ie n te s e n la te r c e r a y lo s tre s ú lti­ m o s en la c u a rta . 20 C o n c lu id a la e le c c ió n y la a s ig n a c ió n d e tr ib u n o s , d e m a n e r a q u e c a d a le g ió n te n g a e l m is m o n ú m e r o d e 2 o fic ia le s, é s to s se r e ú n e n e n se g u id a , s e p a r a d a m e n te y a g r u p a d o s s e g ú n la s le g io n e s , p a r a e c h a r su e r te s s o b r e la s tr ib u s y la s lla m a n s e g ú n e l o r d e n q u e h a a r r o ja d o 3 e l s o r te o . D e c a d a t r ib u e s c o g e n c u a tr o jó v e n e s s o ld a ­ d o s q u e te n g a n , m á s o m e n o s , fís ic o y e d a d s im ila r e s . 4 L e s m a n d a n a p r o x im a r s e y , p r im e r o , e s c o g e n lo s o ficia ­ le s d e la le g ió n p r im e r a , d e s p u é s , lo s d e la se g u n d a , a c o n tin u a c ió n , lo s d e la t e r c e r a y , fin a lm e n te , lo s d e la s c u a r ta . P r e s e n ta d o s c u a tr o jó v e n e s m á s , a h o r a s o n lo s o fic ia le s d e la s e g u n d a le g ió n lo s p r im e r o s en se le c c io ­ n a r , y a s í s u c e s iv a m e n te ; lo s ú lt im o s en e le g ir s o n lo s 6 o fic ia le s d e la p r im e r a le g ió n . S e a d e la n ta n o tr o s c u a ­ t r o s o ld a d o s , y a h o r a e lig e n , lo s p r im e r o s , lo s o fic ia le s d e la te r c e r a le g ió n y , e n ú lt im o lu g a r , lo s d e la seg u n d a . 7 H e c h o d e e s ta fo r m a c íc lic a e l e n c u a d r a m ie n to d e lo s s o ld a d o s , c a d a le g ió n r e c ib e u n c o n ju n t o de h om bres 8 m u y s im ila r . C u a n d o se lle g a a l n ú m e r o d e c r e ta d o (q u e es c a s i s ie m p r e c u a tr o m il d o s c ie n to s s o ld a d o s d e in fa n ­ te r ía p o r le g ió n , p e r o a lg u n a v e z c in c o m il, e sto s i e l 9 r ie s g o q u e se c o r r e e s e x c e p c io n a l), a n tig u a m e n te se s e le c c io n a b a la c a b a lle r ía d e s p u é s d e la e le c c ió n d e lo s c u a tr o m il d o s c ie n to s s o ld a d o s , p e r o a h o r a se e m p ie z a p o r a q u í: la e le c c ió n la h a c e e l c e n s o r se g ú n la s fo r ­ tu n a s p e r s o n a le s ; a c a d a le g ió n le v ie n e n a s ig n a d o s tr e s ­ c ie n to s j i n e t e s 64. 64 Si bien, una parte de los jinetes poseía su propio caballo, los demás lo recibían del estado (equites equo publico). 179 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) D e s p u é s d e l a lis ta m ie n to , r e a liz a d o ta l c o m o s e h a 21 d e s c r ito , lo s tr ib u n o s c o r r e s p o n d ie n te s r e ú n e n a lo s e le ­ g id o s p a r a c a d a le g ió n , e s c o g e n a l h o m b r e m á s c a p a z y le t o m a n e l ju r a m e n t o d e q u e o b e d e c e r á a lo s o fic ia le s 2 y c u m p lir á su s ó r d e n e s e n la m e d id a d e lo p o s ib le . E n to n ces, to d o s lo s r e s ta n te s se van a d e la n ta n d o y 3 ju r a n , u n o p o r u n o , d e c la r a n d o q u e h a r á n e x a c ta m e n te lo m i s m o q u e e l p r im e r o . S im u ltá n e a m e n te , lo s m a g is tr a d o s q u e d e te n ta n la 4 p o t e s t a d c o n s u la r p a s a n a v is o a la s a u to r id a d e s d e la s c iu d a d e s c o n fe d e r a d a s d e I t a lia c u y a p a r tic ip a c ió n e n la c a m p a ñ a s e h a d e te r m in a d o : se le s se ñ a la e l n ú m e r o , e l d ía y e l lu g a r a l q u e h a n d e a c u d ir lo s se le c c io n a d o s . L a s c iu d a d e s r e a liz a n u n a lis ta m ie n to n o m u y d is tin to 5 a l q u e se h a d e s c r ito , se t o m a el ju r a m e n t o , s e n o m b r a u n g e n e r a l y u n c u e s t o r y s e en v ía la tro p a . E n R o m a , m ie n t r a s ta n t o , d e s p u é s d e l ju r a m e n t o , 6 lo s tr ib u n o s m ilita r e s in d ic a n a c a d a le g ió n la fe c h a y e l lu g a r en q u e d e b e r á n p r e s e n ta r s e lo s h o m b r e s arm a s; in m e d ia ta m e n te le s m a n d a n sin a su s c a sa s. L o s 7 h o m b r e s s e p r e s e n ta n e n e l d ía fija d o y lo s t r ib u n o s e lig e n d e e n tr e e llo s lo s m á s jó v e n e s y lo s m á s p o b r e s p a r a fo r m a r lo s velites, lo s s ig u ie n te s p a r a lo s lla m a d o s hastati, lo s h o m b r e s m á s v ig o r o s o s f o r m a n e l c u e r p o d e principes·, lo s d e m á s e d a d e l d e lo s triarii. E n tr e lo s r o m a n o s , é s to s s o n lo s n o m b r e s d e la s c u a tr o c la s e s d e tr o p a d e c a d a le g ió n , d is tin to s e n e d a d y en e q u ip o . S u d is tr ib u c ió n e s c o m o s ig u e : lo s d e m á s ed ad , lo s lla m a d o s triarii, s o n s e is c ie n to s , lo s príncipes m il d o s ­ c ie n to s , y t a m b ié n m i l d o s c ie n to s lo s hastati; lo s r e s ­ ta n te s , q u e s o n lo s m á s jó v e n e s , s o n lo s velites. S i la le g ió n su p e r a lo s c u a tr o m i l h o m b r e s 65 se h a c e tina d is - 65 Exactamente, los cuatro mil doscientos. Cf. 20, 8. 180 HISTORIAS tr ib u c ió n p r o p o r c io n a l, a e x c e p c ió n d e lo s triarii, c u y o n ú m e r o es s ie m p r e i n v a r i a b le 66. 22 A lo s m á s jó v e n e s lo s o r d e n a n a r m a r s e d e e sp a d a , 2 ja b a lin a s y d e u n e s c u d o lig e r o , d e c o n s tr u c c ió n m u y s ó lid a y d e ta m a ñ o su fic ie n te p a r a u n a d e fe n s a e fic a z; es 3 d e fo r m a a b o m b a d a y p i e s 67. L o s tie n e u n velites u s a n u n c a s c o d iá m e t r o d e tre s s in p e n a c h o , p e r o r e ­ c u b ie r to p o r u n a p ie l d e lo b o o d e u n a b e s t ia s e m e ja n t e , ta n to p a r a s u d e fe n s a c o m o p a r a s e r v ir d e d istin tiv o : a s í c a d a j e f e d e l í n e a 68 p u e d e c o m p r o b a r c la r a m e n te 4 lo s q u e s e a rr ie s g a n c o n v a lo r y lo s q u e n o . L a p a r te d e m a d e r a d e la ja b a lin a tie n e , a p r o x im a d a m e n te , u n a lo n g itu d d e d o s c o d o s , u n d e d o d e e s p e s o r y s u p u n ta m i d e u n p a lm o ; e s t a p u n t a e s ta n a fila d a y a g u za d a , q u e a l p r im e r c h o q u e s e t u e r c e y e l e n e m ig o n o p u e d e d is p a r a r la ; sin e s t o , la ja b a lin a s e r v ir ía a lo s d o s e jé r ­ c ito s . A lo s q u e s ig u e n en e d a d , lo s lla m a d o s hastati, se 23 2 le s ord en a c o n s t a , en lle v a r un e q u ip o c o m p l e t o 69. p r im e r lu g a r , d e u n escu d o de El rom ano su p e rfic ie c o n v e x a , d e d o s p ie s y m e d io d e lo n g itu d y d e c u a tr o 66 Tito Livio hace una descripción en VIII 8, 1-7. Excepto el de velites ( grosphómakhoi), los nombres son transcripciones del latín: hastati, los que combaten con hasta (= lanza), prin­ cipes ( = los que van en primera línea). Pero aquí sí que la ter­ minología no refleja la situación de la época de Polibio, pues en ella los principes ocupaban la segunda línea, y eran los triarii los que, armados de hasta, ocupaban la retaguardia. Poli­ bio se limita a transmitimos la nomenclatura sin precisar más. Ciertamente, en su época el orden de las tropas en la batalla se condicionaba por su edad y vigor, a la vez que por su arma­ mento; los triarii, los combatientes de edad más avanzada, cons­ tituían una especie de reserva que no siempre entraba en com­ bate. Cf. W a lb a n k , Commentary, ad loe. 67 Algo menos de treinta centímetros. 68 O bien, oficial subalterno, subordinado. 69 Una descripción completa de todo este armamento, en W a lb a n k , Commentary, ad loe. 181 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) d e a n c h u r a . E l e s p e s o r d e s u r e b o r d e e s, m á s o m e n o s , 3 d e u n p a l m o 70. E s t á c o n s t r u id o p o r d o s p la n c h a s c ir c u ­ la r e s e n c o la d a s c o n p e z d e b u e y ; la su p e rfic ie e x te r io r e s tá r e c u b ie r ta p o r u n a c a p a d e lin o y , p o r d e b a jo d e é s ta , p o r o tr a d e c u e r o d e t e r n e r a . E n lo s b o r d e s s u p e - 4 r io r e in fe r io r , e s t e e s c u d o tie n e u n a o rla d e h ie r ro q u e d e fien d e c o n tr a g o lp e s m is m a p a ra q u e n o sobre el s u e lo . de esp ad a y s e d e te r io r e T ie n e a ju s ta d a p r o te g e e l a r m a cuando una se concha d e p o s ita m e t á lic a s ( u m bo ) q u e lo s a lv a g u a r d a c o n t r a p ie d r a s , la n za s y , e n g e n e r a l, c o n t r a c h o q u e s v io le n t o s d e p r o y e c tile s . A e s t e 6 e s c u d o le a c o m p a ñ a la e sp a d a , q u e lle v a n c o lg a d a s o b r e la c a d e r a d e r e c h a y q u e s e lla m a « e s p a ñ o la » . T ie n e u n a 7 p u n ta p o te n te y h ie r e c o n efic a c ia p o r a m b o s filos, y a q u e s u h o j a e s s o lid a y fu e r t e . H a y q u e a ñ a d ir d o s v e - 8 n a b lo s (pila), u n c a s c o d e b r o n c e y u n a s to b ille r a s . H a y d o s c la s e s d e v e n a b lo s , lo s d e lg a d o s y lo s g r u e s o s . 9 D e lo s p e s a d o s , u n o s s o n r e d o n d o s y tie n en u n d iá m e ­ tr o d e u n p a lm o ; o tr o s tie n e n u n a s e c c ió n c u a d ra n g u - la r d e u n p a lm o d e la d o . L o s d e lg a d o s , q u e se lle v a n a d e m á s d e lo s o tr o s , s o n c o m o e s p a d a s d e c a z a , d e u n a lo n g itu d m e d ia . T o d o s e s t o s v e n a b lo s tie n e n u n a s t a 10 q u e m id e a p r o x im a d a m e n te tr e s c o d o s ; a c a d a u n o se le a ju s ta u n h ie r r o e n fo r m a d e a n z u e lo , d e la m is m a lo n g itu d d e l a s ta . S u in s e r c ió n y s u u s o v ie n e ta n a se - n g u r a d o p o r e l h e c h o d e ir a ta d o h a s t a m e d ia a s ta y fija d o p o r u n a ta l c a n tid a d d e c la v o s , q u e , e n el c o m ­ b a t e , a n te s d e q u e c e d a la ju n t u r a s e r o m p e e l h ie r r o , a u n q u e é s te , e n s u b a s e , p o r d o n d e s e im p la n ta e n la ™ Aquí el texto griego es de lectura difícil por lo borroso del único manuscrito, pero se trata, en definitiva, de un escudo (scutum) mayor que el escudo de los velites (parma). El texto griego, tal como se puede adivinar, indicaría dos clases de es­ cudos de este tipo, pero Büttner-Wobst modificó la lectura, en el sentido de la traducción dada aquí. Cf. W albank , Commentary, ad loe. HISTORIAS 182 m a d e r a , tie n e u n g r o s o r d e u n d e d o y m e d io ; t a l e s el 12 c u id a d o q u e p o n e n lo s r o m a n o s e n e sta in se r c ió n . A d e ­ m á s , lo s hastati s e a d o r n a n c o n u n a c o r o n a d e p lu m a s 7l, c o n tr e s p lu m a s r o ja s o n e g r a s , d e u n c o d o c a d a u n a . 13 C u a n d o se la p o n e n en la c a b e z a y e m p u ñ a n la s a r m a s , d a n la im p r e s ió n d e se r e l d o b le d e a lto s , su fig u ra e s 14 a rr o g a n te e in fu n d e p á n ic o a l e n e m ig o . L a m a y o r ía d e e s to s s o ld a d o s c o m p le t a n s u a r m a m e n to c o n u n a p la n ­ c h a r e c ta n g u la r d e b r o n c e , d e u n p a lm o d e la d o , q u e se c o lo c a n a la a ltu r a d e l c o r a z ó n ; « p e c to r a l» , con la cu al c o m p le t a n e sta p ie z a se lla m a su e q u ip a m ie n to . 15 P e ro lo s q u e tie n e n u n c e n s o s u p e r io r a lo s d iez m i l d r a c m a s n o a ñ a d e n e ste p e c to r a l a l r e s to d e su s a r m a s , s in o q u e s e r e v is te n d e u n a c o r a z a fija d a p o r c a d e n a s. 16 Y u n a r m a m e n to ig u a l a é s te e s e l d e lo s principes y d e lo s triarii, s ó lo q u e e s t o s ú lt im o s u tiliz a n la n za s e n v e z d e v e n a b lo s . 24 D e c a d a u n a d e la s c la s e s y a c ita d a s d e s o ld a d o s s e e s c o g e n d ie z t a x i a r c o s 72 e n o r d e n a su s m é r ito s . D e s ­ p u é s s e lle v a a c a b o u n a s e g u n d a e le c c ió n , d e d iez m á s . 2 T a x ia r c o , e fe c tiv a m e n te , e s e l t ít u lo q u e s e le s d a ; el q u e h a s id o e le g id o en p r im e r lu g a r tie n e e l d e r e c h o d e a s is t ir a lo s c o n s e jo s . L o s ta x ia r c o s se a d ju d ic a n , a c o n tin u a c ió n , u n n ú m e r o ig u a l d e o fic ia le s d e r e ta g u a r 3 d i a 73 (optiones). S e g u id a m e n t e c a d a c a te g o r ía d e s o l­ d a d o s v ie n e d iv id id a e n d ie z s e c c io n e s c o r r e s p o n d ie n ­ te s a lo s d ie z ta x ia r c o s p r im e r o s . D e e s ta d iv isió n se e x c e p tú a n lo s velites. A c a d a s e c c ió n se le a sig n a n d o s 4 ta x ia r c o s y d o s o fic ia le s d e r e ta g u a r d ia . E n c u a n to a lo s velites, s o n d is tr ib u id o s a p a r te s ig u a le s e n tr e t o d o s lo s g r u p o s , h a b ié n d o s e e fe c t u a d o p r e v ia m e n t e s u divi- 71 Para distinguirlos de los velites. 72 Es el equivalente exacto a centurión. 73 El optio era un centurión sin funciones administrativas, es decir, sólo militares. 183 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) E s t o s g r u p o s s o n lla m a d o s « c o m p a ñ ía s » (ordi- 5 nes), « m a n íp u lo s » ( manipuli) o b ie n « e s ta n d a r te s » ( ve­ xilla) , y s u s c o m a n d a n t e s , « c e n tu r io n e s » ( ordinum ductores). E s t o s ú lt im o s , e n c a d a se c c ió n , e sc o g e n lo s 6 sió n . d o s h o m b r e s m á s v ig o r o s o s y lo s n o m b r a n « p o r ta e s t a n ­ d a r te s » ( vexillarii). Es m uy ló g ic o que sean dos lo s 7 c o m a n d a n te s n o m b r a d o s , p o r q u e lo q u e v a a h a c e r u n c o m a n d a n t e o lo q u e l e v a a s u c e d e r e s im p r e v is ib le ; la s o p e r a c io n e s b é lic a s no a d m ite n e x c u sa s y no se q u ie re , a b s o lu t a m e n t e n u n c a , q u e u n a s e c c ió n se q u e d e sin e l je f e c o r r e s p o n d ie n te . C u a n d o lo s d o s c e n tu r io n e s 8 e s tá n e n su lu g a r , e l e le g id o e n p r i m e r té r m in o m a n d a e l a la d e re c h a d e la s e c c ió n ; el m ando d e lo s h om bres c o r r e s p o n d e a l se g u n d o d e l a la izq u ie r d a . Cuando fa lt a u n o , e l r e s t a n t e t o m a e l m a n d o d e la u n id a d ín ­ teg ra . E s d e s e a b le q u e lo s c e n t u r io n e s , m á s q u e o s a d o s 9 y t e m e r a r io s , s e a n b u e n o s c o n o c e d o r e s d e l a r te d e m a n ­ d a r , q u e te n g a n p r e s e n c ia d e á n im o y q u e se a n fir m e s n o s ó lo p a r a a ta c a r c o n su s t r o p a s a ú n in ta c ta s, o b ie n a l p r in c ip io del co m b a te, sin o t a m b ié n p a r a r e s is tir c u a n d o e s tá n e n in fe r io r id a d d e c o n d ic io n e s o en u n a p r ie to y p a r a m o r ir s in a b a n d o n a r s u p u e s to . D e m a n e r a s e m e ja n t e se h a b ía n d is tr ib u id o lo s jin e - 25 te s en d iez escu ad ron es {turmae)·, tre s h om bres de c a d a u n o s o n e le g id o s d e c u r io n e s , q u e se e sc o g e n , e llo s p e r s o n a lm e n te , tr e s s u b a lt e r n o s . E l d e c u r ió n eleg id o e n 2 p r im e r lu g a r m a n d a t o d a la u n id a d ; lo s o tr o s d os e j e r ­ c e n la s fu n c io n e s d e je f e d e d e c e n a ; s in e m b a r g o , a lo s tr e s s e le s lla m a « d e c u r io n e s » . S i fa lt a el p r im e r o , e l se g u n d o le r e le v a en s u s fu n c io n e s d e j e f e d e la u n id a d . E l a r m a m e n to d e lo s jin e t e s s e m e ja n t e a l d e lo s rom anos es a h o r a m u y 3 g r ie g o s. P e ro a q u é llo s , a n te s, n o u s a b a n c o r a za y e n tr a b a n e n c o m b a t e s im p le m e n te c o n su s v e s tid o s . E s t o le s fa c ilita b a d e sc a b a lg a r c o n r a p id e z 4 y d e s tr e z a y v o lv e r a m o n t a r , p e r o e n lo s c h o q u e s e n fo r m a c ió n c e r r a d a se v e ía n e n in fe r io r id a d d e c o n d ic io - 184 nes HISTORIAS por el h ech o de c o m b a t ir a pecho d e s c u b ie r to . 5 A d e m á s , su s la n z a s e r a n in e fic a c e s p o r d o s m o t iv o s : p r im e r o , p o r q u e la s fa b r ic a b a n m u y d e lg a d a s y , fr á g i­ le s c o m o e r a n , n u n c a a lc a n z a b a n e l b la n c o p r o p u e s t o ; a n te s d e c la v a r s u p u n t a e n lo q u e fu e r a , lo s m o v im ie n ­ t o s b r u s c o s d e l c a b a llo b a s t a b a n la s m á s d e la s v e c e s 6 p a r a r o m p e r la s . A d e m á s , lo s r o m a n o s n o a g u za b a n la s p u n ta s d e e sta s la n z a s, p o r lo q u e se r v ía n s ó lo p a r a la p r im e r a a r r e m e tid a , d e s p u é s d e la c u a l, r o ta s , s e le s 7 c o n v e r tía n e n in ú tile s y v a n a s . L o s jin e t e s r o m a n o s u s a ­ b a n t a m b ié n a n te s u n o s escu d os c o n fe c c io n a d o s con p ie l d e t o r o , m u y s e m e ja n t e s a la s to r ta s e n fo r m a d e o m b lig o q u e se o fr e c e n e n lo s s a c r ific io s. P e ro e s t o s e s c u d o s e r a n c a s i in s e r v ib le s e n c a s o d e a ta q u e , p o r ­ q u e n o te n ía n n in g u n a s o lid e z ; c u a n d o la s llu v ia s h a n e n m o h e c id o la p ie l y é s ta s e d e s tr o z a , p ie r d e n la p o c a 8 u tilid a d q u e a n te s te n ía n . P o r e s o , p o r q u e la ex p e rie n ­ c ia n o le s r e c o m e n d ó a q u e lla s a r m a s , lo s jin e t e s r o m a 9 n o s a d o p ta r o n m u y p r o n t o e l e q u ip o g rie g o , e n e l c u a l la p r im e r a h e r id a d e la p u n t a d e la s la n za s r e s u lta r e c ta y eficaz, d e b id o a s u fa c t u r a ; la la n z a e s e s ta b le y r e ­ s is te n te ; a d e m á s , e l h ie r r o d e s u b a s e p e r m it e in v e r tir ίο e l a r m a y u s a r la c o n fir m e z a y c o n fu e r z a . L o m i s m o c a b e d e c ir d e lo s escu d os g r ie g o s : r e s is te n b ie n lo s g o lp e s q u e v ie n e n d e l e j o s 74 y lo s a s e s ta d o s d e c e r c a ; i i s o n e s c u d o s c o n lo s q u e s e p u e d e c o n ta r . L o s r o m a n o s lo c o m p r o b a r o n y lo im it a r o n a l p u n t o . E l lo s , m á s q u e c u a lq u ie r o tr o p u e b lo , c a m b ia n fá c ilm e n t e su s c o s t u m ­ b r e s e im it a n lo q u e es m e j o r q u e lo su y o . 26 L is ta e s ta d is t r ib u c ió n e im p a r t id a s la s ó r d e n e s re­ fe r e n te s a la s a r m a s , lo s t r ib u n o s d e s p id e n a lo s s o ld a - 2 d o s p a r a q u e s e d ir ija n a su s c a s a s . L le g a d o e l d ía e n q u e ju r a r o n c o n g r e g a r se t o d o s e n e l lu g a r d e sig n a d o 3 p o r lo s c ó n s u le s (c a d a c ó n s u l o r d e n a u n lu g a r d is tin to 74 Son los impactos de los proyectiles. 185 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) a s u s le g io n e s ; a c a d a u n o d e e llo s le c o r r e s p o n d e n d o s , y u n a p a r te d e lo s a lia d o s ), to d o s lo s a lista d o s se p r e - 4 s e n ta n sin e x c u s a q u e v a lg a ; la ú n ic a c a u sa e x im e n te es u n m a l a g ü e r o o u n a i m p o s ib ilid a d fís ic a . C u a n d o y a 5 s e h a n r e u n id o t o d o s , r o m a n o s y a lia d o s , lo s t o m a n a s u c a r g o y lo s o r g a n iz a n u n o s o fic ia le s n o m b r a d o s p o r lo s c ó n s u le s , lo s lla m a d o s praefecti sociorum, d o c e en t o t a l 75. E s t o s p r e fe c t o s e m p ie z a n p o r e le g ir p a r a lo s 0 c ó n s u le s , d e e n tr e to d o s lo s a lia d o s p r e s e n te s , lo s ji n e ­ te s y lo s s o ld a d o s d e in fa n te r ía m á s a p to s p a r a e l se r ­ v ic io a c tiv o ; s e le s lla m a extraordinarii, té r m in o q u e e n n u e s tr a le n g u a sig n ific a « e s c o g id o s » . E l n ú m e r o d e a lia - 7 d o s , e n to t a l, r e s u lt a c a s i id é n tic o a l d e lo s r o m a n o s , e n la in fa n te r ía , p e r o e n la c a b a lle r ía é s to s a c o s t u m b r a n a s e r tr ip lic a d o s p o r a q u é llo s . D e t o d o se e s c o g e c o m o e s te c o n ju n t o 8 extraordinarii, d e lo s jin e t e s , a p r o x i­ m a d a m e n t e la t e r c e r a p a r te , y d e lo s s o ld a d o s d e in fa n ­ te r ía , la q u in ta . T o d o e l c o n ju n t o v ie n e d istr ib u id o e n 9 dos g r u p o s , lla m a d o s , u n o , « a la derech a» y, el o tro , « a la iz q u ie r d a » . C u a n d o h a c o n c lu id o t o d o d e b id a m e n te , lo s t r ib u n o s 10 t o m a n a lo s r o m a n o s y a lo s a lia d o s y e m p ie z a n a i n s ­ ta la r e l c a m p a m e n t o . P a ra e s t a in sta la c ió n , lo s r o m a n o s d is p o n e n d e u n e s q u e m a ú n ic o y s im p le , q u e a p lic a n e n t o d o t ie m p o y lu g a r . P o r e s t o m e p a r e c e c o n v e n ie n - 11 te , en e s t e p u n to , e n la m e d id a en q u e la s p a la b r a s lo h a g a n c la r o , h a c e r c o m p r e n s ib le a m i s le c to r e s la d is ­ p o s ic ió n d e la s fu e r z a s en m arch a, acam padas y en o r d e n d e c o m b a t e 76. P o r q u e , ¿ q u ié n m o s t r a r ía ta n p o c o 12 75 Doce para el conjunto de las cuatro legiones: cada una dis­ pone de tres prefectos para mandar a los aliados que le son asignados. Estos prefectos eran ciudadanos romanos y no deben confundirse con los oficiales y pagadores ya mencionados en 21, 5 . 76 Este orden de combate no se nos ha conservado como descripción genérica en los extractos del libro VI, pero Polibio 186 HISTORIAS in te ré s h a c ia la s o b r a s b e lla s y p r e c la r a s , q u e n o d e ­ se a r a c o n o c e r u n p o c o m á s p r o fu n d a m e n te c o s a s ta le s q u e , u n a v e z a s im ila d a s , le h a c e n s a b e d o r d e u n a d e la s m a te r ia s m á s d ig n a s d e m e n c ió n y c o n o c im ie n t o ? 27 El c a m p a m en to de n o s 77 es c o m o sig u e : lo s rom a­ se elig e u n E l campamento romano lu g a r p a r a a c a m p a r y , e n e l sitio m ás adecuado c ió n y para para la observa­ t r a n s m it ir ó r d e n e s, 2 s e p la n ta la tie n d a d e l g e n e r a l ( praetorium ). E n e l sitio d o n d e se v a a p la n ta r se c la v a s u b a n d e r ín y , en to r n o a él, se m a r c a u n e s p a c io r e c ta n g u la r cu y o c e n tro e s e l b a n d e r ín c ita d o , lo s la d o s e q u id is t a n d e é l; m id e n u n o s c ie n p ie s ; e l á re a to t a l r e s u lt a d e u n o s c u a tr o p le tr o s . 3 L a s le g io n e s r o m a n a s s e e s ta b le c e n s ie m p r e p o r e l la d o e x te r io r d e e s ta fig u ra y e n la d ir e c c ió n q u e p a r e c e la m á s in d ic a d a p a r a a p r o v is io n a r s e d e a g u a y d e fo r r a 4 j e ; e l o r d e n e s e l s ig u ie n te . H e d ic h o u n p o c o m á s a r r ib a q u e c a d a le g ió n tie n e se is t r ib u n o s . C a d a c ó n s u l e s tá a l m a n d o d e d o s le g io n e s ; 5 t r ib u n o s q u e s a le n e v id e n te m e n te , se r á n d o c e lo s a cam p aña con cada c ó n s u l. L a s tie n d a s d e é s to s s e p la n ta n e n lín e a r e c ta , p a r a le la a l la d o e le g id o d e l r e c tá n g u lo , a c in c u e n ta p ie s d e é l: a sí q u e d a u n e s p a c io s u fic ie n te p a r a lo s c a b a llo s , la s m u ía s 6 y t o d o e l b a g a je r e s t a n t e 78 d e lo s tr ib u n o s . E s t a s tie n d a s s e p la n ta n c o n s u p a r te tr a s e r a e n c a r a d a h a c ia e l re c ­ tá n g u lo en c u e s tió n y m ir a n h a c ia e l e x te r io r , p a r te q u e nos narra dispositivos de combate de diversas batallas en las que intervinieron los romanos. 77 Esta descripción del campamento romano es la más clásica y completa de que disponemos, aunque no deja de presentar algún problema. 78 Como antes no se ha hablado de bagaje, no se puede saber en qué ha consistido «el bagaje restante», pero se debe de tratar de lo que no son las tiendas en sí y todo lo que se cobija en ellas. 187 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) el lector debe considerar como anterior, el frontal de toda la figura, que es así como lo llamaremos siempre. Las tiendas de los tribunos están plantadas a la misma 7 distancia unas de otras y de forma tal que abarcan toda la anchura de las legiones romanas. A p a r tir d e la lín e a fr o n t a l d e e s ta s tie n d a s, a c ie n 28 p ie s d e d is ta n c ia s e tr a z a u n a r e c ta p a r a le la a e lla s , q u e m a r c a e l p r in c ip io d e la a c a m p a d a , q u e s e h a c e d e la m a n e r a sig u ie n te : s e d iv id e en d o s p a r te s la r e c t a 2 e n c u e s tió n y , a lo la r g o d e u n a p e r p e n d ic u la r a e s t a lín e a , tra za d a d e s d e s u p u n to c e n tr a l, s e in sta la la c a b a ­ lle r ía d e la s d o s le g io n e s , fr e n t e a fr e n t e y se p a r a d a s p o r u n in te rv a lo d e c in c u e n ta p ie s ; la m e d ia n a p e r p e n ­ d ic u la r p a s a p o r e l p u n t o m e d io d e e s t e in te rv a lo . E l 3 c a m p a m e n t o d e la c a b a lle r ía y e l d e la in fa n te ría s o n a n á lo g o s ; ta n to p a r a u n e s ta n d a r te c o m o p a r a u n e s ­ c u a d r ó n , e l c o n ju n t o fo r m a u n r e c tá n g u lo . E s t o s r e c - 4 tá n g u lo s e s tá n s ie m p r e o r ie n ta d o s d e c a r a a la s c a lle s ( viae ) y tie n e n u n a lo n g itu d d e c ie n p ie s ; c a s i s ie m p r e p r o c u r a n q u e s u a n c h u r a s e a la m is m a , p e r o n o en lo s a lia d o s . C u a n d o la s le g io n e s s u p e r a n la c ifr a m á s h a b i- 5 tu a l, lo s je f e s a m p lía n p r o p o r c io n a lm e n t e la a n c h u r a y la lo n g itu d . E l e s p a c io d e la c a b a lle r ía fo r m a , p u e s , a la a ltu r a 29 d e l p u n t o m e d io d e la s tie n d a s d e lo s tr ib u n o s , u n a e s ­ p e c ie d e p e r p e n d ic u la r a la r e c t a in d i c a d a 79 a h o r a m i s ­ m o y a la su p e rfic ie q u e se e x tie n d e d e la n te d e lo s tr i­ b u n o s , p o r q u e r e a lm e n te , la a p a r ie n c ia d e t o d o s e s to s 2 p a s illo s e s la d e u n a c a l l e 80, y a q u e la s c o m p a ñ ía s y lo s e sc u a d r o n e s han e s ta b le c id o su acam p ada a am bos la d o s y sig u ie n d o la lín e a . D e t r á s d e la c a b a lle ría , q u e 3 y a h e m o s c ita d o y , o fr e c ié n d o le la e sp a ld a , s e sitú a n lo s triarii d e c a d a u n a d e la s le g io n e s , e n u n a d is p o s ic ió n » Cf. 28, 1. 80 El nombre técnico romano es via. 188 HISTORIAS s im ila r ; a cada escu ad rón s itu a d o s e n u n a fig u ra id é n tic a , p e r o correspon de u n é s to s m a n íp u lo , se t o c a n e n tr e sí, o r ie n ta d o s a m b o s d e c a r a a l e s p a c io o c u p a d o 4 p o r la c a b a lle ría . L a a n c h u r a d e c a d a m a n íp u lo es s ó lo la m ita d d e su lo n g itu d , d e b id o a q u e lo s triarii e n n ú 5 m e r o s o n la m ita d d e la s o tr a s c la s e s . A u n q u e e l n ú m e r o d e h o m b r e s n o es s ie m p r e e l m i s m o , la lo n g itu d d e l c a m p a m e n t o n o v a r ía , d e b id o a la d ife r e n c ia d e p r o - 6 fu n d id a d . S e g u id a m e n te , a c in c u e n ta p ie s d e d is ta n c ia d e lo s triarii y d e c a r a a e llo s , a c a m p a n lo s principes. 7 C o m o ta m b ié n é s to s e s tá n o r ie n ta d o s h a c ia lo s e sp a c io s in te r m e d io s q u e h e m o s c ita d o , d e n u e v o se fo r m a n d o s c a lle s q u e p a r te n d e l m i s m o o r ig e n q u e la s d e la c a b a lle ­ r ía y d e s e m b o c a n , p a r a le la m e n te , e n a q u e l e s p a c io lib r e d e c ie n p ie s d e la n te d e la s tie n d a s d e lo s t r ib u n o s ; a c a b a n e n a q u e l la d o fo r tific a d o o p u e s t o a e sta s tie n ­ d a s , q u e a l p r in c ip io e x p liq u é q u e e ra e l fr o n ta l d e l 8 p la n o , en su c o n j u n t o 81. A c o n t in u a c ió n d e lo s principes, d e tr á s d e e llo s y d á n d o le s la e s p a ld a , sin d e ja r e s p a c io e n tr e lo s r e c tá n g u lo s , se in s ta la n d e la m i s m a m a n e r a 9 lo s hastati. P u e s to q u e h a y d ie z m a n íp u lo s e n to d a s la s c la s e s , en v ir tu d d e la r e p a r tic ió n in ic ia l, e l r e s u lta d o es q u e to d a s la s c a lle s s o n d e ig u a l lo n g itu d y d e s e m ­ b o c a n d e la m i s m a m a n e r a e n e l la d o fo r tific a d o q u e e s t á e n fr e n te ; lo s m a n íp u lo s d e e s t a e x tr e m id a d e s tá n o r ie n ta d o s h a c ia e s te la d o c u a n d o se p la n ta e l c a m p a ­ m e n to . 30 A u n a d is ta n c ia d e c in c u e n ta p ie s d e lo s hastati y d e c a r a a e llo s , v ie n e situ a d a la c a b a lle r ía d e lo s a lia d o s, q u e e m p ie z a y a c a b a e n la s m is m a s lín e a s q u e lo s has- 2 tati. Y a h e d ic h o a n t e s 82 q u e e l n ú m e r o d e s o ld a d o s d e in fa n te r ía a lia d o s es s im ila r a l d e la s le g io n e s r o m a n a s , p e r o h a y q u e d e d u c ir d e s u n ú m e r o a lo s « e s c o g id o s » ; si Cf. 27, 6. « Cf. 26, 7. 189 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) e l n ú m e r o d e jin e t e s e s d o b le , a u n d e sp u é s d e d e d u c ir a lo s « e s c o g id o s » , q u e s o n a q u í u n a te r c e r a p a r te . P o r e s to , c u a n d o fo r m a n su 3 c a m p o , a u m e n ta n p r o p o r c io ­ n a lm e n te la p r o fu n d id a d a s ig n a d a a la c a b a lle ría a lia ­ d a , p o r q u e 83 in te n ta n s ie m p r e q u e la lo n g itu d sea la m i s m a q u e la d e la s le g io n e s r o m a n a s . P ero c u a n d o s e 4 h a n c o m p le t a d o la s c in c o c a lle s , s itú a n e n to n c e s lo s m a n íp u lo s d e la in fa n te r ía a lia d a , a l ig u a l q u e lo s ji n e ­ te s , e n fo r m a q u e a u m e n ta la p r o fu n d id a d p r o p o r c io ­ n a lm e n te a su n ú m e r o , o r ie n ta d o s h a c ia la lín e a p r in ­ c ip a l y h a c ia lo s d o s fla n c o s d e l c a m p a m e n t o . E n c a d a 5 m a n íp u lo , la p r im e r a tie n d a d e c a d a u n o de a m b o s c o s ­ ta d o s e s la d e lo s c e n tu r io n e s . A c a m p a d o s d e la fo r m a q u e se h a d e s c r ito , a lo s d o s la d o s e l e s c u a d r ó n se x to e s tá situ a d o a u n a d is ta n c ia d e c in c u e n ta p ie s d e l q u in ­ t o , y la s fila s d e la in fa n te r ía a d ista n c ia s s im ila r e s, d e 6 m a n e r a q u e a ú n se fo r m a o t r a c a lle e n m e d io d e l c a m ­ p a m e n t o , p a r a le la a la s tie n d a s d e lo s t r ib u n o s . E s la v ía lla m a d a q u in t a n a 84, p o r q u e d is c u r r e en tr e la s q u in ­ ta s d is tr ib u c io n e s . E l e s p a c io d e d e tr á s d e la s tie n d a s d e lo s tr ib u n o s , 31 e l q u e q u e d a a a m b a s p a r te s d e la tie n d a d e l c ó n s u l, sirv e , u n o , p a r a fo r o , y e l o t r o lo o c u p a el c u e s to r c o n to d a s u im p e d im e n ta . Y d e s d e la ú lt im a tie n d a de lo s 2 t r ib u n o s , p o r c a d a la d o , en fo r m a c ió n d iv e r g e n te y o r ie n ­ ta d a h a c ia la s tie n d a s , a c a m p a n lo s « e s c o g id o s » de lo s jin e t e s y a lg u n o s d e lo s v o lu n ta r io s q u e v an a c o m b a t ir 83 Patón interpreta: «para hacer su espacio en el campo igual al que ocupan las legiones romanas», pero es poco concebible que una parte de los aliados ocupe tanta superficie como la que ocupa la fuerza principal del campamento. 84 Esta palabra existe en castellano y, precisamente, con esta acepción. Véase el Diccionario de la Real Academia de la Len­ gua. Parece que algunas lenguas románicas carecen del término en cuestión. 190 HISTORIAS por amistad con el cónsul85. Todos éstos acampan a los dos lados del campamento y están orientados, una parte, hacia el espacio reservado al cuestor y, los restantes, hacia el foro. Se trata de que no se limiten a acampar en las proximidades del cónsul, sino que, además, du­ rante las marchas o cuando se emprende cualquier otra operación, atiendan a sus órdenes, o a las del cuestor. Dando la espalda a éstos y de cara a la estacada, vienen situados los soldados de infantería que tienen un come­ tido similar al de los jinetes mencionados. A continua­ ción queda un pasaje de cien pies de ancho, paralelo a las tiendas de los tribunos, pero al otro lado del foro, del cuartel general y de los servicios del cuestor; se ex­ tiende a lo largo de todas estas partes del campo que he mencionado. En la parte superior de este pasaje acampan los jinetes «escogidos»86 de los aliados, orien­ tados hacia el foro, la tienda del general y la del cues­ tor. En la mitad de la acampada de estos jinetes, a la altura del emplazamiento del cuartel general, se deja un pasaje de unos cincuenta pies, que conduce hasta el extremo inferior del campamento y que forma ángulo recto con el pasaje más ancho mencionado ahora mis­ mo. Por su parte, los soldados «escogidos» de la in­ fantería aliada vienen situados detrás de los jinetes ci­ tados, de cara a la estacada, el extremo posterior de todo el campamento. El espacio que queda a derecha y a izquierda de estas tropas se reserva a los extran­ jeros y a aliados que, eventualmente, puedan acudir como refuerzo. Todo es cual se ha dicho y la figura del campamento resulta cuadrada; su distribución, sus calles y su es­ 85 En el texto conservado, Polibio no ha mencionado ante­ riormente para nada a estos hombres. 86 Estos «escogidos» (en latín extraordinarii) son los que nó han sido seleccionados (31, 2): acampan delante de la infantería también «escogida». 191 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) tr u c tu r a le h a c e n p a r e c e r u n a c iu d a d . E n tr e la e s ta c a d a 1-1 y la s tie n d a s h a y , e n to d a s d ir e c c io n e s , u n e sp a c io c o n s ­ ta n te d e d o s c ie n to s p a s o s . E s t e e s p a c io v a c ío es m u y im p o r ta n te y m u y ú til. S e p r e s t a v e n ta jo s a m e n t e a la 12 e n tr a d a y a la s a lid a d e lo s e jé r c it o s ; c a d a u n id a d d e s ­ e m b o c a en e s te e s p a c io p o r su s p r o p ia s c a lle s, y a s í n o s e d ir ig e n to d o s a la m i s m a v ía y n o se p isa n lo s u n o s a lo s o tr o s . S itú a n en e s te lu g a r lo s a n im a le s d e l 13 c a m p a m e n to y tod o e l b o t ín a r r e b a ta d o al e n e m ig o , g u a r d a d o a q u í c o n s e g u r id a d d u r a n te la n o c h e . P ero lo 14 m á s im p o r ta n te e s q u e si s e d a u n a ta q u e n o c tu r n o , n o h a y p r o y e c til, in fla m a d o o n o , q u e a lc a n c e a la s t r o p a s ; la s e x c e p c io n e s s o n r a r a s y , s i a lg u n a v ez la s a lc a n za , lo s d a ñ o s s u fr id o s s o n n u lo s , d e b id o a la g ra n d ista n c ia y a l c o n t o r n o 87 d e la s tie n d a s. D a d o s lo s e fe c tiv o s d e in fa n te r ía y d e c a b a lle ría e n 32 la s d o s h ip ó te s is , s e g ú n q u e c a d a le g ió n te n g a c u a tr o o c in c o m i l h o m b r e s , d a d a s ig u a lm e n t e la p r o fu n d id a d , la lo n g itu d y e l n ú m e r o d e e s ta n d a r te s , d a d a s a d e m á s la s d im e n s io n e s d e la s v ía s y d e lo s e s p a c io s lib r e s e, ig u a lm e n te , tod os lo s dem ás e le m e n to s n e c e s a r io s , b a s t a c o n r e fle x io n a r p a r a s a b e r la s m e d id a s d el á r e a 2 d e l te r re n o y de s u p e r ím e t r o . P u e d e d a r se e l c a so d e 3 q u e lo s e fe c tiv o s d e lo s a lia d o s se a n su p e r io r e s en n ú ­ m e r o , ta n to si se tr a ta d e a lia d o s q u e fo r m a n p a r te d e l e jé r c it o d e s d e e l p r in c ip io d e la c a m p a ñ a o d e o t r o s q u e la s c ir c u n s ta n c ia s h a c e n c o m p a r e c e r c o m o r e fu e r ­ z o . P a ra e s to s a lia d o s a ñ a d id o s p o r la s c ir c u n s ta n c ia s 4 se lle n a , a d e m á s d e lo s e m p la z a m ie n t o s m e n c io n a d o s , e l e s p a c io q u e q u e d a a a m b o s la d o s d e l c u a r te l g e n e r a l, r e d u c ie n d o e l fo r o y la in s ta la c ió n d e l c u e s to r a la s 87 La palabra griega correspondiente (perístasis) indica o el emplazamiento mismo de las tiendas, o, quizás, la estacada, a distancia considerable de ellas, que prácticamente las preserva de efectos de un ataque enemigo. 192 HISTORIAS d im e n s io n e s e s t r ic t a m e n te n e c e s a r ia s p a r a e l s e r v ic io ; s p a r a lo s a lia d o s q u e p a r tic ip a n e n la e x p e d ic ió n d e s d e e l p r in c ip io , c u a n d o s u n ú m e r o e s c o n s id e r a b le , s e a ñ a ­ d e n d o s c a lle s , u n a a c a d a la d o d e la s le g io n e s r o m a n a s , a l o la r g o d e s u s lín e a s la te r a le s. 6 C u a n d o la s c u a tr o le g io n e s y lo s dos c ó n s u le s se e n c ie r r a n e n u n m i s m o a tr in c h e r a m ie n to , n o se p u e d e p e n s a r o tr a c o s a s in o q u e h a y d o s e jé r c it o s a c a m p a d o s d e la fo r m a d e s c r ita , p e r o q u e s e d a n la e s p a ld a ; la c o n ju n c ió n d e a m b o s se e fe c t ú a a lo la rg o d e la in sta la ­ c ió n d e lo s « e s c o g id o s » r e s p e c tiv o s , o r ie n ta d o s , ta l c o m o s e h a in d ic a d o y a , h a c ia la p a r te p o s t e r io r d e l c o n ju n t o 7 d e la a c a m p a d a . D e s d e e n to n c e s la fo r m a d e u n r e c tá n g u lo ; el d is p o s itiv o fic ie d o b le d e l p r e c e d e n te y e l p e r ím e t r o 8 e n u n a m ita d . D e m o d o to m a e l te r r e n o tie n e u n a s u p e r ­ se a u m e n ta q u e c u a n d o lo s d o s c ó n s u le s a c a m p a n ju n t o s , e l c a m p a m e n t o s ie m p r e es a s í; si a c a m ­ p a n s e p a r a d a m e n te , lo h a c e n d e m a n e r a n o d is tin ta ; la ú n ic a p a r tic u la r id a d es q u e e l f o r o , lo s se r v ic io s d e l c u e s t o r y e l c u a r te l g e n e r a l e stá n situ a d o s e n tr e lo s d o s cam p am en tos. 33 L is ta y a la a c a m p a d a 88, lo s t o d o s lo s h o m b r e s , ta n to t r ib u n o s com o con gregan a e s c la v o s , y le s 2 t o m a n ju r a m e n t o , u n o p o r u n o . E l ju r a m e n t o e s : no r o b a r n a d a d e n tr o lib r e s d e l c a m p a m e n t o , al c o n tr a r io , e n ­ tr e g a r a lo s tr ib u n o s c u a lq u ie r c o s a q u e e n c u e n tr e n . 3 In m e d ia t a m e n t e d e s p u é s , o r d e n a n a d o s m a n íp u lo s d e lo s príncipes y d e lo s hastati d e c a d a le g ió n q u e t o m e n a su c u id a d o lo s lu g a r e s d e d e la n te d e la s tie n d a s d e 4 lo s t r ib u n o s , p o r q u e la m a y o r p a r t e d e lo s rom anos p a s a n e l d ía en e s te e s p a c io : d e a h í q u e lo c u id e n m u c h o 5 y lo rie g u e n y lo e m b e lle z c a n s o líc ita m e n te . D e lo s d ie­ c io c h o m a n íp u lo s r e s ta n te s , c a d a tr ib u n o o b tie n e tr e s ^ p o r s o r t e o ; s e g ú n m i d e s c r ip c ió n a n te r io r , e n c a d a c a m - 88 Aquí se empieza a tratar de la disciplina en el campo. 193 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) p a m e n to s o n d ie c io c h o lo s m a n íp u lo s d e lo s hastati y d e lo s principes, y lo s tr ib u n o s s o n se is. C a d a u n o d e 6 e s to s m a n íp u lo s , p o r t u m o , p r e s t a n a l tr ib u n o lo s s e r ­ v ic io s s ig u ie n te s : c u a n d o h a n a c a m p a d o , le m o n t a n la tie n d a y a lis a n la tie r r a q u e la r o d e a . S i, p o r r a z o n e s d e se g u rid a d , se d e b e c o n s t r u ir u n c e r c o p a r a u n a p a r t e d e l b a g a je , s o n e llo s lo s q u e l o d is p o n e n . T a m b ié n h a c e n 7 d o s g u a r d i a s 89 (u n a g u a r d ia c o n s ta d e c u a tr o h o m b r e s , d o s d e lo s c u a le s e s t á n a p o s t a d o s e n la p u e r ta d e la tie n d a y d o s d e tr á s , d o n d e e s tá n lo s c a b a llo s ). P u e sto 8 que cada tr ib u n o tie n e a su m ando tr e s m a n íp u lo s , c a d a u n o d e lo s c u a le s c o n s t a d e m á s d e c ie n h o m b r e s , in c lu s o d e s c o n ta n d o lo s triarii y lo s velites, q u e n o p r e s ­ ta n s e r v ic io s , e s te t r a b a jo n o r e s u lta p e s a d o ; s ó lo c a d a 9 tr e s d ía s c o r r e s p o n d e a u n m a n íp u lo e s ta r d e tu r n o ; lo s t r ib u n o s lo n e c e s ita n n o ú n ic a m e n t e p o r la c o m o d id a d q u e o fr e c e , sin o t a m b ié n p a r a c o n fe r ir p r e s tig io y a u ­ to r id a d , se g ú n lo q u e s e h a d e s c r ito , a l lu g a r d e h o n o r q u e d e te n ta n . L o s m a n íp u lo s d e lo s triarii e s tá n e x e n to s 10 d e l s e r v ic io a lo s lo s escu a d ron es t r ib u n o s : son e llo s d e c a b a lle r ía , y lo s q u e v ig ila n c a d a m a n íp u lo h a c e u n a g u a r d ia d ia ria d e l e s c u a d r ó n q u e tie n e e n fr e n te . S u q u e h a c e r p r in c ip a l, d e ja n d o a p a r te o tr o s , es te n e r n c u id a d o d e lo s c a b a llo s , q u e n o s e e n r e d e n c o n su s a ta ­ d u ra s y q u e n o s e h a g a n d a ñ o , c o n lo c u a l q u e d a r ía n in ú tile s ; que no d e b e n p r o c u r a r t a m b ié n q u e n o se d e sa te n y se a ta q u e n m u tu a m e n te : lle n a r ía n e l cam pa­ m e n t o d e a lb o r o t o y c o n fu s ió n . C a d a u n o d e lo s m a n í- 12 p u lo s , p o r tu r n o , h a c e u n d ía d e g u a r d ia a l c ó n s u l: g a r a n tiza s u s e g u r id a d c o n tr a p o s ib le s a te n ta d o s y, a l m is m o t ie m p o , co n fie r e e s p le n d o r a la m a je s t a d del m ando. 89 Había guardias diurnas (excubiae) y nocturnas (vigiliae). Polibio trata exclusivamente de las nocturnas. 194 34 HISTORIAS A lo s a lia d o s q u e a c a m p a n a lo s d o s la d o s le s c o r r e s ­ p o n d e la c o n s t r u c c ió n d e la fo s a y la e s ta c a d a d e s u la d o c o r r e s p o n d ie n te , y lo s d o s r e s ta n te s , a lo s r o m a - 2 n o s m is m o s , u n o a c a d a le g ió n . C a d a la d o v ie n e d is ­ tr ib u id o en s e c to r e s , uno para cad a m a n íp u lo ; lo s c e n tu r io n e s lo in s p e c c io n a n t o d o p e r s o n a lm e n te . L a su ­ p e r v is ió n g e n e r a l d e t o d o u n la d o la h a c e n d o s t r ib u n o s . 3 A c a r g o d e e llo s c o r r e t a m b ié n la in s p e c c ió n d e t o d o lo r e s ta n te d e l c a m p a m e n t o . S e d iv id e n p o r p a r e ja s , q u e e s tá n d e tu r n o d o s m e s e s c a d a s e m e s tr e ; a lo s q u e lo e s tá n in c u m b e a te n d e r a t o d o lo q u e p a s a e n e l c a m 4 p a m e n t o . L o s p r e fe c t o s d e lo s a lia d o s e je r c e n su c a r g o 5 d e la m i s m a m a n e r a . L o s jin e t e s y lo s c e n tu r io n e s se p r e s e n ta n a p r im e r a h o r a d e la m a ñ a n a en la s tie n d a s d e lo s tr ib u n o s , y é s to s c o m p a r e c e n d e la n te d e l c ó n s u l, 6 q u ie n d a a lo s tr ib u n o s la s c o n s ig n a s u r g e n te s ; ésto s, a s u v e z, p a s a n la s ó r d e n e s a la c a b a lle r ía . É s t a tr a n s ­ m i t e la s ó r d e n e s a la t r o p a , a m e d id a q u e v a lle g a n d o e l m o m e n t o o p o r tu n o d e c a d a c o sa . 7 L a tr a n s m is ió n c o r r e c ta d e la c o n tr a s e ñ a n o c tu r n a , la a s e g u r a n c o m o s ig u e : d e c a d a c la s e d e tro p a , ta n t o d e in fa n te r ía c o m o d e c a b a lle r ía se escoge a u n h o m ­ b r e d e l m a n íp u lo d é c im o , q u e es e l a c a m p a d o a l fin a l 8 d e la c a lle c o r r e s p o n d ie n te . E s t e h o m b r e , q u e d u r a n te la g u a r d ia q u e d a lib r e d e c u a lq u ie r o tr o s e r v ic io , se p r e s e n ta c a d a d ía a l a n o c h e c e r e n la tie n d a d e l tr ib u n o , r e c ib e d e é l la c o n tr a s e ñ a (q u e e s u n a t a b lilla d e m a ­ se El texto es aquí conjetural y ofrece cierta dificultad. Véase una edición crítica griega. De todos modos, al hablar de «clase de tropa», tanto se puede entender lo relativo a su divi­ sión específica, hastati, triarii, etc. como su clasificación por edades. La dificultad que ofrece el texto griego se refiere a si se trata del manípulo décimo, acampado al final de la vía corres­ pondiente. ¡En cuanto a la división de la clase de tropa, cf. W albank , Commentary, ad loe., se decide sin vacilar por la pri­ mera posibilidad citada. 195 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) d e ra , e s c r ita ) y s e re tir a . R e g r e s a a s u p r o p io m a n íp u lo , 9 d o n d e , e n p r e s e n c ia d e t e s t ig o s , e n tr e g a la t a b lilla y o tr o tr o c ito de m ad era a l c o m a n d a n t e d e l m a n íp u lo sig u ie n te ; é s t e h a c e lo p r o p io c o n e l q u e le e s p r ó x im o . T o d o s h a c e n lo m i s m o , h a s t a q u e s e lle g a a la s p r im e r a s 10 tie n d a s d e l c a m p a m e n t o , q u e e s tá n a c o n tin u a c ió n d e la s d e lo s tr ib u n o s . E s t e m a n íp u lo d e b e d e v o lv e r la s t a b lilla s a l tr ib u n o c u a n d o to d a v ía h a y a lg o d e lu z . S i 11 lo d e v u e lto es t o d o lo q u e f u e e n tr e g a d o , e l tr ib u n o c o n s ­ t a ta q u e la c o n tr a s e ñ a h a s id o t r a n s m it id a a t o d o s y q u e , a tra v é s d e t o d o s , r e g r e s a a é l. S i fa lt a a lg u n a 12 ta b lilla , s e p u e d e in v e s tig a r lo s u c e d id o , p o r q u e p o r la m a d e r a p e q u e ñ a s e s a b e la s e c c ió n q u e n o h a lib r a d o la ta b lilla . A q u e l q u e h a s id o e n c o n tr a d o c u lp a b le d e la r e te n c ió n e s c a s tig a d o c o n la s a n c ió n c o r r e s p o n d ie n te . L o s r o m a n o s o r g a n iz a n la s g u a r d ia s n o c tu r n a s c o m o 35 s ig u e : e l c ó n s u l y s u tie n d a s o n v ig ila d o s p o r e l m a n í­ p u lo m á s p r ó x im o , y la s tie n d a s d e lo s t r ib u n o s y lo s 2 e sc u a d r o n e s d e c a b a lle r ía , p o r lo s hom bres de cad a m a n íp u lo o r d e n a d o s ta l c o m o se a p u n tó . P e ro t a m b ié n 3 c a d a c o m p a ñ ía o rg a n iz a s u p r o p ia g u a r d ia ; la s r e s ta n ­ t e s , la s d is p o n e p e r s o n a lm e n te e l c ó n s u l. P a ra la c u s - 4 t o d ia d e l c u e s to r se d e s ig n a n n o r m a lm e n t e tre s g u a r ­ d ia s, y p a r a c a d a u n o d e lo s c o n s e je r o s y l e g a d o s 91, d o s . L o s velites92 v ig ila n la p a r te e x te r io r d e l c a m p a m e n t o ; s e p a s a n t o d o e l d ía e n la e s ta c a d a . É s t e e s e l se r v ic io 91 Sobre estos legados, véase X XX V 4, 5. El consejo com­ prendía a todos los que habían alcanzado la dignidad consular y al primer centurión de cada legión (24, 2). 92 Los velites no deben acampar aquí, pero lo cierto es que Polibio no ha señalado dónde acampan. Hay una variante tex­ tual griega que dice, ciertamente, «acampan», pero parece que el espacio asignado es demasiado angosto, y algunos estudiosos distinguen entre estos velites que ejercen una función pasajera de vigilantes y el resto del cuerpo de ellos. Amplia discusión del tema, en W albank , Commentary, ad loe. 5 196 HISTORIAS q u e tie n e n a s ig n a d o ; d ie z d e e llo s h a c e n g u a r d ia e n 6 c a d a p o r ta l. D e lo s h o m b r e s a p o s t a d o s p a r a la g u a r d ia , e n c a d a sitio , a l a n o c h e c e r u n o fic ia l c o n d u c e a l s o ld a d o d e l m a n íp u lo q u e d e b e e fe c t u a r la p r im e r a a la p r e se n 7 c ia d e l tr ib u n o ; é s te e n tr e g a , p a r a c a d a g u a r d ia , la c o n ­ tr a s e ñ a , q u e es p e q u e ñ a , c o n u n g r a b a d o . L o s c e n tin e la s la to m a n y s e d irig e n a lo s lu g a r e s q u e le s h a n sid o a sig ­ n ad os. 8 L a r e s p o n s a b ilid a d d e la s r o n d a s la t o m a la c a b a lle ­ ría . E l p r im e r d e c u r ió n d e c a d a le g ió n d e b e d a r a u n o d e su s su b o fic ia le s , y a d e m a ñ a n a , la o r d e n d e q u e d e ­ sig n e , a n te s d e l d e s a y u n o , c u a tr o s o ld a d o s d e su esc u a - 9 d r ó n , a lo s q u e c o r r e s p o n d e r á h a c e r la r o n d a . E l m i s m o d e c u r ió n debe a d v e r tir a l c o m a n d a n t e del escu ad rón p r ó x im o , a l a n o c h e c e r , q u e e s é l a q u ie n le c o r r e s p o n ­ d e rá o rg a n iz a r la s r o n d a s a la m a ñ a n a d e l d ía sig u ie n te . 10 E s t e se g u n d o d e c u r ió n , a l r e c ib ir e l c o m u n ic a d o , h a d e h a c e r , a l d ía s ig u ie n te , lo q u e y a s e h a d e s c r ito . Y de ig u a l m o d o lo s d e c u r io n e s d e lo s e s c u a d r o n e s r e sta n 11 t e s . L o s c u a tr o h o m b r e s e s c o g id o s p o r lo s su b o fic ia le s d e l p r im e r e s c u a d r ó n s e so r te a n , e n tr e e llo s , lo s tu r n o s d e r o n d a y a c u d e n , lu e g o , a la tie n d a d e l tr ib u n o , q u ie n le s e n tr e g a , p o r e s c r ito , el tu r n o q u e c o r r e s p o n d e a c a d a 12 u n o , es d e c ir , lo s lu g a r e s q u e d e b e r e c o r r e r . T r a s lo c u a l, lo s c u a tr o s e r e tir a n a d e s c a n s a r en e l lu g a r d e l p r im e r m a n íp u lo d e lo s triarii, p o r q u e e s s u c e n tu rió n e l q u e , a l s o n d e la t r o m p e t a , d e b e in d ic a r lo s t u r n o s . 36 L le g a d o e l m o m e n t o , e l h o m b r e a q u ie n h a c o r r e s ­ p o n d id o e l p r im e r tu r n o h a c e e l r e c o r r id o q u e le c o r r e s ­ p o n d e y se lle v a a lg u n o s a m ig o s q u e e v e n tu a lm e n te le 2 s e r v ir á n d e t e s tig o s . R e c o r r e lo s lu g a r e s in d ic a d o s , n o s o la m e n t e lo s q u e h a y a l p ie d e la e s ta c a d a , t a m b ié n la s p u e r ta s y lo s g u a r d ia s q u e h a y e n c a d a m a n íp u lo 3 y e n c a d a e s c u a d r ó n . S i e n c u e n tr a a lo s c e n tin e la s d e l a p r im e r a v e la d e s p ie r to s , r e c o g e d e e llo s e l tr o c it o d e m a d e r a c ita d o , p e r o si e n c u e n tr a a lg ú n h o m b r e d o r - 197 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) m id o o q u e h a a b a n d o n a d o e l lu g a r , t o m a p o r te s tig o s a s u s a c o m p a ñ a n te s , y se v a . E x a c ta m e n te ig u a l s u c e d e 4 c o n e l r e s to d e lo s h o m b r e s q u e h a c e n la s ro n d a s. Y a 5 h e se ñ a la d o q u e la in d ic a c ió n , a l s o n d e la tr o m p e t a , d e c a d a tu r n o , p a r a q u e lo s q u e h a n d e h a c e r la r o n d a in sp e c c io n e n lo s p u e s to s e n e l m o m e n t o o p o r tu n o , c o ­ r r e s p o n d e a l c e n tu r ió n d e l p r im e r m a n íp u lo d e triarii d e c a d a u n a d e la s d o s le g io n e s , a d ía s a lte rn o s. C a d a u n o d e lo s h o m b r e s d e la r o n d a d e v u e lv e , a l 6 d e s p u n ta r el d ía , la s c o n tr a s e ñ a s a l t r ib u n o . S i é s ta s c o in c id e n , en n ú m e r o c o n la s q u e h a b ía n sid o d is t r i­ b u id a s , lo s h o m b r e s se r e tir a n sin m á s . P e ro si u n o d e 7 e llo s d e v u e lv e u n n ú m e r o d e c o n tr a se ñ a s m e n o r a l d e lo s p u e s to s in s p e c c io n a d o s , p o r la s m a d e r a s s e in v e stig a c u á l e s la d e l p u e s t o q u e fa lt a . E fe c t u a d a la c o r r e s p o n - 8 d ie n te c o m p r o b a c ió n , e l tr ib u n o c o n v o c a a l c e n tu rió n y é s te a cu d e c o n lo s c e n tin e la s d e l tu rn o correspon ­ d ie n te , y se e fe c tú a u n c a r e o ju d ic ia l c o n lo s q u e h ic ie ­ r o n la r o n d a . E l t e s t im o n io a d u c id o p o r lo s a c o m p a - 9 fia n te s d e l q u e h a c ía la r o n d a c o n s ta ta in m e d ia ta m e n te si la c u lp a b ilid a d r e c a e e n lo s q u e h a c ía n la g u a r d ia , p u e s e s tá n o b lig a d o s a d e c la r a r lo . S i n o es a sí, la c u lp a r e c a e s o b r e el q u e h a c ía la r o n d a . S e c o n v o c a a l p u n t o e l c o n s e jo d e t r ib u n o s , se c e le - 37 b r a e l ju ic io y , si e l h o m b r e es d e c la r a d o c u lp a b le , se le a p a le a . E l p r o c e d i m i e n t o 93 e s e l s ig u ie n te : e l t r ib u n o , 2 p r o v is t o d e u n a v a r a , r o z a s u a v e m e n te a l c o n d e n a d o . P e ro in m e d ia ta m e n te t o d o s lo s m ie m b r o s d e la le g ió n 3 le a p a le a n y le a p e d r e a n ; e n la m a y o r ía d e lo s c a s o s e l r e o m u e r e a llí m i s m o . Y a u n q u e s o b r e v iv a , e sto n o r e - 4 p r e s e n ta p a r a é l g a r a n tía a lg u n a . ¿ P o r q u é , c ó m o se p o ­ d r ía n s a lv a r ? N o le s e s tá p e r m it id o r e p a tr ia r s e y n in g ú n p a r ie n te su y o se a tr e v e r ía a d a r c o b i jo a u n in d iv id u o a sí. D e m o d o q u e lo s q u e h a n c a íd o u n a v e z en e s t a 93 Es el castigo llamado, entre los romanos, fustuarium. 198 HISTORIAS 5 d e s g r a c ia , en r e a lid a d n o tie n e n s a lv a c ió n . U n c a s tig o ig u a l a l d e s c r ito e s in flig id o a l su b o fic ia l o a l je f e d e e s c u a d r ó n d e c a b a lle ría , si n o tr a n s m it e n la s c o n sig n a s c o r r e s p o n d ie n te s e n e l m o m e n t o o p o r t u n o : e l p r im e r o , a lo s q u e h a c e n la r o n d a , y e l s e g u n d o , a l d e c u r ió n d e l 6 e s c u a d r ó n s ig u ie n te . E l h e c h o d e q u e e l c a stig o sea ta n fu e r t e e in e x o r a b le lo g r a q u e , e n tr e lo s r o m a n o s , la s g u a r d ia s n o c tu r n a s se h a g a n d e la m a n e r a d e b id a . 7 Los soldados están subordinados a los tribunos y 8 é s t o s , a lo s c ó n s u le s . E l tr ib u n o tie n e la p o t e s t a d d e im p o n e r m u lt a s , d e t o m a r c o s a s e n p r e n d a y d e m a n d a r a z o ta r ; s o b r e lo s a lia d o s tie n e s u p o t e s t a d e l p r e fe c t o . 9 S e a zo ta , c o m o se d e s c r ib ió , a lo s q u e r o b a n a lg o d e n tr o d e l c a m p a m e n t o 94, a lo s qu e deponen u n te s t im o n io fa ls o , a lo s jó v e n e s q u e , e n la flo r d e s u e d a d , s o n s o r ­ p r e n d id o s h a c ie n d o u n m a l u s o d e s u c u e r p o y ta m b ié n a l h o m b r e a l q u e , p o r e l m o t iv o q u e se a , se le im p o n e í o t r e s v e c e s el m i s m o c a s tig o . T o d o e s t o , p u e s , lo c a s tig a n e n c a lid a d d e c r ím e n e s , p e r o s e c o n s id e r a n c o m o la x itu d c o n tr a r ia a l h o n o r m ilita r la s fa lt a s s ig u ie n te s: a n u n c ia r m e n t ir o s a m e n t e a lo s t r ib u n o s u n a h e r o ic id a d p r o p ia 11 p a r a r e c ib ir h o n o r e s , q u e lo s a p o s t a d o s en a lg u n a e m ­ b o s c a d a a b a n d o n e n p o r m ie d o s u lu g a r , o si a lg u ie n tir a 12 c o b a r d e m e n t e la s a r m a s e n p le n o c o m b a t e . P o r e so h a h a b id o e m b o s c a d o s q u e h a n m u e r to n o b le m e n t e , a ta c a ­ d o s p o r u n e n e m ig o s u p e r io r e n n ú m e r o : h a n p r e fe r id o n o a b a n d o n a r su p u e s to p o r t e m o r a l c a s tig o h a b itu a l. 13 A lg u n o s q u e d u r a n te la lu c h a tir a r o n e l e s c u d o , la e s ­ p a d a o e l a r m a q u e sea s e m e t e n e n lo q u e c id o s e n tr e la s filas e n e m ig a s c o n la e sp e r a n z a d e r e c o b r a r lo q u e tir a r o n , o b ie n d e e sc a p a r , p o r la m u e r te , a u n a v e r­ g ü e n za se g u ra y a l o d io d e lo s s u y o s . 38 S i a lg u n a v ez u n a fa lt a a sí es c o m e tid a p o r m u c h o s,, y m a n íp u lo s e n te r o s , a l v e r s e e n u n a p r ie to , h a n a b a n - M C f. 33, 2. 199 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) d o n a d o s u lu g a r , e n to n c e s lo s r o m a n o s c reen im p r u d e n te a z o ta r o e je c u ta r a la s u n id a d e s ín te g r a s y , p a ra e ste d e lito , h a n id e a d o u n c a s tig o q u e e s a la v ez eficaz e im p r e s io n a n te . E l tr ib u n o c o n g r e g a a la le g ió n , m a n d a 2 a v a n z a r a lo s q u e h u y e r o n , le s r e c r im in a d u r a m e n te y, a l fin a l, d e en tr e to d o s e llo s e sc o g e u n o d e c a d a c in c o , o d e c a d a o c h o , o in c lu s o d e c a d a v e in te , c a lc u la n d o s ie m p r e q u e r e s u lte , c o m o m á x im o , la d é c im a p a r te de lo s q u e c o m e tie r o n la fa lt a . E s t o s e le g id o s a l a zar s o n a z o ta d o s ta l c o m o se d ijo , in e x o r a b le m e n te ; 3 a lo s r e s ­ ta n te s se le s s u m in is tr a n r a c io n e s d e c e b a d a en v e z de trig o y se le s m a n d a a c a m p a r fu e r a d e l a tr in c h e r a m ie n ­ t o , e n u n lu g a r y a in s e g u r o . D e m o d o q u e e l r ie sg o y 4 e l t e m o r a e s te s o r t e o a fe c ta n a t o d o s , p o r q u e es in c ie rto s o b r e q u ié n e s v a n a r e c a e r. T a m b ié n e l o p r o b io de te n e r q u e c o m e r h a r in a d e c e b a d a r e tie n e a to d o e l m u n d o ; d e to d a s la s p r á c t ic a s , lo s r o m a n o s h a n id e a d o é sta s p a r a in s p ir a r h o r r o r y r e p a r a r lo s d a ñ o s. P e ro ta m b ié n e x h o r ta n a d m ir a b le m e n t e a la ju v e n tu d 39 a a fr o n ta r lo s r ie s g o s . S ie m p r e q u e se h a lib r a d o u n 2 c o m b a t e en e l q u e a lg u n o s jó v e n e s s e h a n b a tid o b r a v a ­ m e n te , e l g e n e r a l c o n g r e g a la le g ió n e n a s a m b le a y h a c e a d e la n ta r a lo s q u e se h a n s e ñ a la d o p o r a lg u n a g e sta n o ta b le . P r im e r o h a c e e l e lo g io d e c a d a u n o , y d e su c o r a je , y d e la s c o s a s d e s u v id a q u e r e s u lte n d ig n as d e m e m o r ia p o r s u b u e n a c o n d u c ta . A tr ib u y e la s r e c o m p e n s a s : c o n tin u a c ió n d is- 3 a l h o m b r e q u e h a h e r id o a u n e n e m ig o , u n a la n za , a l q u e le h a d a d o m u e r te y d e s ­ p o ja d o , si e s s o ld a d o d e in fa n te r ía , se le d a u n a c o p a y si es u n jin e t e , u n a f á l e r a 95. (P r im e r o s ó lo se le d a b a 95 La fálera era un escudo con una pintura de una escena guerrera o de un guerrero. Asi, W albank , Commentary, ad loe., aunque dos textos del satírico latino J u v e n a l parecen indicar que se trata de adornos de caballos, Sdt. X I 103: ut phaleris gau­ deret ecus, y XVI 60: ut laeti phaleris, donde se trata, posible­ mente, de jinetes contentos por el adorno de sus caballos, sin HISTORIAS 200 4 u n a la n z a .) E s t a s r e c o m p e n s a s n o s e o to r g a n a l q u e h a h e r id o o d e s p o ja d o a u n e n e m ig o e n u n a b a t a lla e n t o d a r e g la , o e n e l a s a lto d e u n a c iu d a d , sin o a l q u e e n u n a e s c a r a m u z a o e n o c a s ió n s e m e ja n t e , sin v e r s e fo r z a d o s a la lu c h a c u e r p o a c u e r p o , se a r r ie sg a a e lla v o lu n ta 5 ñ á m e n t e y p o r p r o p ia d e c is ió n . A q u e llo s q u e en e l a s a lto d e u n a c iu d a d h a n s id o lo s p r im e r o s q u e h a n e s c a la d o 6 lo s m u r o s , r e c ib e n u n a c o r o n a d e o r o 96. T a m b ié n lo s q u e c o n su e s c u d o h a n p r o te g id o y s a lv a d o a a lg ú n c iu ­ d a d a n o o b ie n a a lg ú n a lia d o s o n d is tin g u id o s p o r e l g e n e r a l c o n u n a r e c o m p e n s a , y lo s t r ib u n o s in d ic a n a lo s s a lv a d o s q u e c o r o n e n a su s sa lv a d o r e s ; si é s to s se n e g a r a n , lo s t r ib u n o s le s fo r z a r ía n a e llo e n v ir tu d d e 7 u n a se n te n c ia . Y e l sa lv a d o d ebe h on ra r y a p o r to d a la v id a , c o m o a u n p a d r e , a s u s a lv a d o r y d e b e h a c e r 8 p o r é l t o d o lo q u e u n h i jo h a c e p o r s u p r o g e n ito r . N o ú n ic a m e n te lo s q u e e stá n p r e s e n te s y lo e sc u c h a n , sin o ta m b ié n lo s q u e q u e d a r o n e n su s c a s a s r e s u lta n e s t im u ­ la d o s a riv a liza r c o n h o m b r e s a sí y a e m u la r le s e n lo s 9 p e lig r o s , e s p o le a d o s d e e s t a m a n e r a . L o s q u e h a n a l­ c a n z a d o ta le s r e c o m p e n s a s , a d e m á s d e s u fa m a e n e l c a m p a m e n t o y d e s u p r e d ic a m e n t o e n la fa m ilia , c u a n d o r e g r e s a n a s u p a ís tie n e n lu g a r d e p r e fe r e n c ia e n lo s c o r t e jo s . S ó lo e llo s , d e b id o a s u c o r a je , p u e d e n u s a r lo lo s v e s tid o s q u e lo s g e n e r a le s le s h a y a n p e r m itid o . E n s u s c a sa s c u e lg a n e l b o t ín e n e l lu g a r d e m á s h o n o r , y íi a s í se c o n v ie r te e n se ñ a l y t e s t im o n io d e s u a r r o jo . D e ta le s a fa n e s y c u id a d o s p o r lo q u e se r efie re a h o n o r e s y c a s tig o s m ilita r e s , es n a tu r a l q u e a lo s r o m a n o s e l r e s u lta d o d e su s e m p r e s a s b é lic a s se a s ie m p r e a fo r tu n a ­ d o y b r illa n te . 12 E l e s tip e n d io d ia rio d e u n s o ld a d o d e in fa n te r ía e s d e d o s ó b o lo s ; e l d e lo s c e n tu r io n e s es e l d o b le , y e l que se pueda precisar, porque precisamente aquí se acaba el texto de Juvenal. 96 Es la llamada corona muralis; cf. T it o L i v i o , X 46, 3. 201 LIBRO V I (FRAGM ENTOS) d e lo s jin e t e s , u n d r a c m a . L a r a c ió n d e v ív e r e s d e u n 13 s o ld a d o d e in fa n te r ía es d e d o s te r c e r a s p a r te s d e u n m e d im n o á t i c o 97, y la d e u n jin e t e , d e sie te m e d im n o s m e n s u a le s d e c e b a d a y d o s d e tr ig o . L a r a c ió n d e la in - 14 fa n te r ía a lia d a es la m i s m a , la d e lo s jin e t e s , d e u n m e ­ d im n o y u n te r c io d e t r ig o y c in c o d e c e b a d a . L o s a lia - 15 d o s r e c ib e n s u s r a c io n e s g r a tu ita m e n te , p e r o a lo s r o ­ m a n o s e l c u e s to r le s d e d u c e la s u m a e sta b le c id a p a r a c o m e r y v e s tir , y e v e n tu a lm e n te p a r a la r e p a r a c ió n de a lg u n a a rm a . P a ra le v a n ta r e l c a m p o s e p r o c e d e d e la m a n e r a si- 40 g u íe n te : c u a n d o se d a la se ñ a l d e s m o n t a n la s tie n d a s 2 y to d o s h a c e n s u e q u ip a je . S in e m b a r g o , n a d ie p u e d e d e s m o n t a r n i m o n t a r su t ie n d a a n te s d e q u e lo h a y a n s id o la s d e lo s tr ib u n o s y la d e l c ó n su l. Cuando se 3 d a la se g u n d a s e ñ a l, c o lo c a n lo s b a g a je s s o b r e la s b e s ­ t ia s d e carga; c u a n d o se d a la te r c e r a , lo s p r im e r o s d e b e n p o n e r s e e n m a r c h a , y s e h a n d e p o n e r en m o v i ­ m ie n t o to d a s la s fu e r z a s . A b r e n la fo r m a c ió n c a si s ie m p r e lo s « e s c o g id o s » ; 4 d e tr á s d e e llo s m a r c h a e l a la d e­ r e c h a d e lo s a lia d o s y , a c o n tin u a c ió n , s u s a c é m ila s. E s t a c o lu m n a v ie n e s e g u id a p o r la p r im e r a le g ió n ro - 5 m a n a , q u e lle v a d e tr á s s u y o s u b a g a je . A c o n tin u a c ió n 6 a v a n za la le g ió n se g u n d a , s e g u id a t a m b ié n d e su im p e ­ d im e n ta y d e la s b e s t ia s d e c a r g a d e lo s a lia d o s, q u e c a m in a n e n fila a l fin a l d e la c o lu m n a , p o r q u e e l ala iz q u ie r d a a lia d a c ie r r a s ie m p r e e s te d isp o sitiv o . Los 7 jin e t e s , a v e c e s , s ig u e n a l c u e r p o d e in fa n te r ía q u e le s c o r r e s p o n d e y , o tr a s v e c e s , c a b a lg a n fla n q u e a n d o la s a c é m ila s , p a r a c o n te n e r la s y c o n se rv a r la s e n se g u rid a d . S i e s p e r a n u n a ta q u e a r e ta g u a r d ia , lo s « e s c o g id o s » d e 8 lo s a lia d o s a b a n d o n a n s u p o s ic ió n d e la n te r a y se s itú a n 97 V é a s e , e n c o n c r e t o , la n o t a 44 d e l l i b r o II, y p a r a la v a lo r a ­ c i ó n d e lo s e s t ip e n d io s y d e la s r a c io n e s e n g e n e r a l, W albank Commentary, a d lo e . 202 9 HISTORIAS a l fin a l; la s d e m á s p a r te s s ig u e n in v a r ia b le s. C ad a u n a d e la s le g io n e s v a d e la n te a d ía s a lte r n o s , y t a m b ié n la s a la s , y la s o tr a s , d e tr á s : a s í t o d o s p a r tic ip a n p o r ig u a l d e l a p r o v is io n a m ie n to in ta c to de agua y de v i­ t u a lla s , p o r e s te c a m b io p o r tu r n o e n e l o r d e n d e lo s q u e a b r e n la m a r c h a 98. 10 P e ro h a y o tr a fo r m a c ió n c u a n d o la s itu a c ió n e s in - 11 c ie r ta y se m a r c h a p o r lu g a r e s p la n o s : a v a n z a n e n p a r a ­ le lo la s tr e s fa la n g e s d e lo s hastati, d e lo s principes y d e lo s triarii, p r e c e d id a s p o r la s a c é m ila s d e lo s m a n í­ p u lo s q u e v a n en p r im e r a p o s ic ió n , la s q u e p r e c e d e n a lo s s e g u n d o s m a n íp u lo s v a n d e tr á s d e lo s p r im e r o s , y a s í s u c e s iv a m e n te , a lte r n a n d o s ie m p r e a c é m ila s y m a n í12 p u lo s . E n e s te o r d e n d e m a r c h a , si s o n a ta c a d o s , g ir a n a la d e r e c h a o a la iz q u ie r d a y h a c e n a v a n z a r lo s m a n í­ p u lo s , d e ja n d o a tr á s la s a c é m ila s , e n d ir e c c ió n h a c ia 13 e l lu g a r p o r d o n d e h a s a lid o e l e n e m ig o . A s í, e n m u y p o c o t ie m p o y c o n u n s o lo m o v im ie n t o , t o d a la in fa n ­ te r ía se e n c u e n tr a e n o r d e n d e c o m b a t e , e llo cuando n o e s p r e c is o q u e lo s hastati h a g a n u n m o v im ie n to d e 14 r o ta c ió n . L a s a c é m ila s y la m a s a d e h o m b r e s q u e le s a c o m p a ñ a n , s itu a d o s d e tr á s d e la s fila s d e lo s c o m b a ­ tie n te s , o c u p a n u n lu g a r a d e c u a d o , fu e r a d e la lu c h a . 41 C u a n d o , en la m a r c h a , s e a c e r c a n a l lu g a r e n e l q u e s e d e b e a c a m p a r , e l tr ib u n o y lo s c e n tu r io n e s a lo s q u e 2 p o r tu rn o c o r r e s p o n d e e sta ta r e a s e a d e la n ta n . D e s p u é s d e in s p e c c io n a r e l t e r r e n o , p r im e r o d e te r m in a n e l lu g a r e n q u e se p la n ta r á la tie n d a d e l c ó n s u l, se g ú n a n te s se e x p u s o , y ta m b ié n , a lr e d e d o r d e e s t a tie n d a , e l la d o d e l 98 La marcha normal era en columna de a uno (iré viritim). Pero cuando se sospechaba algún peligro, o se acercaban al enemigo, los cónsules ordenaban marchar en tres filas (acíe triplici instituta): la columna central la ocupaban los triarii, y los hastati la tropa considerada más potente, se colocaba del lado en que se esperaba el peligro; del otro se colocaban los principes. 203 LIBRO V I (FRAGM ENTOS) p e r ím e t r o a lo la r g o d e l c u a l se in sta la r á n la s le g io n e s ; e s ta b le c id o e s t o , s e ñ a la n e l p e r ím e t r o d e la tie n d a , d e s- 3 p u é s la lín e a r e c ta e n la q u e se c o lo c a n la s tie n d a s d e lo s t r ib u n o s e, in m e d ia ta m e n te , la p a r a le la a p a r tir d e la q u e se in ic ia la in s ta la c ió n d e la s le g io n e s. D e l m i s m o 4 m o d o tra za n la s lín e a s a l o t r o la d o d e la tie n d a d e l c ó n ­ su l, s e g ú n s e h a e x p u e s to m á s a r r ib a p r o lija m e n te y c o n d e ta lle . T o d o e s to s e h a c e e n m u y p o c o t ie m p o , p o r q u e 5 e l t r a b a jo d e m e d ic ió n es fá c il, y a q u e lo s e s p a c io s in ­ te r m e d io s s o n c o n s ta n te s y fa m ilia r e s . E n to n c e s p la n - 6 ta n e n el su e lo u n p r im e r e s ta n d a r te , en e l lu g a r d o n d e s e a lza rá la tie n d a d e l c ó n s u l, u n s e g u n d o en e l la d o d e te r m in a d o , u n te r c e r o e n e l p u n t o m e d io d e la lín e a s o b r e la c u a l le v a n ta n la s tie n d a s d e lo s t r ib u n o s y u n c u a r to en e l lu g a r d o n d e a c a m p a r á n la s le g io n e s. L o s 7 e s ta n d a r te s s o n d e c o lo r r o jo , a e x c e p c ió n d el e s ta n ­ d a r te d e l c ó n s u l, q u e es b la n c o . A l o tr o la d o d e la tie n ­ d a d e l c ó n s u l fija n e s ta c a s d e s n u d a s y , a lg u n a v e z, e s ta n ­ d a r te s d e c o lo r e s d iv e r s o s . H e c h o e s t o , m id e n en s e g u id a 8 la s c a lle s y p la n ta n la s e s ta c a s c o r r e s p o n d ie n te s a c a d a c a lle . E s n a tu r a l q u e c u a n d o lle g a n la s le g io n e s, d e s- 9 p u é s d e la m a r c h a , y v e n e l lu g a r d e la a c a m p a d a , t o d o e l m u n d o se p a e l lu g a r q u e le c o r r e s p o n d e : lo d e d u c e fijá n d o s e e n e l e s ta n d a r te d e l c ó n s u l. T o d o s e x a c ta m e n te s u c a lle y e l lu g a r d e c o n o c e n to e lla d o n d e d e b e n p la n ta r s u tie n d a , p o r q u e s ie m p r e le s c o r r e s p o n d e el m i s m o lu g a r en la a c a m p a d a , p o r lo q u e e l c o n ju n t o da la im p r e s ió n d e u n e jé r c it o q u e r e t o m a a su c iu d a d n a tiv a . E n e s te s u p u e s to t o d o s , d e s d e la p u e r ta d e la n c iu d a d , s e v a n r á p id a m e n t e e n d ir e c c ió n a su s p r o p io s h o g a r e s , p u e s t o d o s lo s s o ld a d o s c o n o c e n , n a tu r a lm e n te , e l lu g a r d e la c iu d a d d o n d e tie n e n s u resid e n cia . P u e s 12 a lg o m u y s e m e ja n t e a e s to e s lo q u e o c u r r e e n la s a c a m ­ p a d a s d e lo s r o m a n o s . É s t o s , e n e l e s t a b le c im ie n to d e su s c a m p a m e n t o s , 42 b u s c a n la fa c ilid a d y , e n e s t o , m e p a r e c e q u e s ig u e n u n 204 HISTORIAS 2 c r ite r io to t a lm e n te o p u e s t o a l d e lo s g r ie g o s , q u ie n e s c r e e n q u e lo m á s im p o r t a n t e e n a c a m p a r e s a d a p ta r s e a lo s a c c id e n te s d e l te r r e n o , ta n to p o r q u e e s t o a h o r r a lo s t r a b a jo s d e a tr in c h e r a m ie n to , c o m o p o r q u e c o n s i­ d e ra n q u e n o s o n c o m p a r a b le s la s s e g u rid a d e s c r e a d a s a r tific ia lm e n te c o n la s q u e o fr e c e la n a tu r a le z a c o n lo s 3 a c c id e n te s p r o p io s d e l lu g a r . P o r e s to , c u a n d o e s tr u c ­ tu r a n u n c a m p a m e n t o se v e n s ie m p r e fo r z a d o s a v a r ia r s u p la n o , a a d a p ta r lo a l te r r e n o , y a m o d ific a r la d istr i­ b u c ió n d e su s p a r te s , a v e c e s e n lu g a r e s p o c o a d e c u a 4 d o s . E l r e s u lta d o e s q u e n a d ie tie n e n u n c a se g u ro e l lu g a r y t a m p o c o e s fijo e l q u e c o r r e s p o n d e a la s d iv e r sa s 5 p a r te s d e l c a m p a m e n t o . L o s r o m a n o s , en g ra c ia a la fa c ilid a d , p r e fie r e n la fa t ig a d e h a c e r lo s a tr in c h e ra ­ m ie n t o s y lo q u e e llo c o m p o r ta , p o r q u e a s í e l c a m p a ­ m e n t o le s r e s u lta s ie m p r e id é n tic o y c o n o c id o . 6 Y e s to e s lo m á s im p o r t a n t e s o b r e e l e jé r c it o r o m a ­ n o y , p r in c ip a lm e n te , s o b r e la te o r ía d e lo s c a m p a m e n ­ tos " . 43 Comparación de la constitución romana con otras, principalmente con la espartana y la cartaginesa C a si to d o s a u t o r e s 1(0 n o s lo s h a n t r a n s m it id o la fa m a d e la ex- , . , ... c e le n c la d e c o n s titu c io n e s la s com o d e lo s la c e d e m o n io s , c re te n - s e s, m a n tin e e n s e s e, in c lu s o , d e la c o n s titu c ió n c a r ta g in e sa . A lg u n o s m e n c io n a n ta m b ié n 2 la s c o n s titu c io n e s d e A te n a s y d e T e b a s . P e ro e sta s ú lti­ m a s y o v o y a o m it ir la s ; e s t o y c o n v e n c id o d e q u e n o p u e d e n e x ig ir u n a d is q u is ic ió n m u y la rg a , p o r q u e n o h a n te n id o n i u n d e s a r r o llo ló g ic o , n i u n flo r e c im ie n to 99 Aquí traduzco según Schweighäuser y Weil-Nicolet, pero ad loe., interpreta en sentido más gené­ rico: «sobre la ciencia militar». 100 Los más importantes son Platón y Aristóteles, pero no faltan otros de menor categoría, como Diágoras de Melos, que trató de la constitución de Mantinea; Isócrates trató, aunque brevemente, de Cartago {Nie. 24), Eratóstenes, etc. W a lb a n k , Commentary, 205 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) p r o lo n g a d o , n i s u s e v o lu c io n e s s e h a n d a d o c o n m o­ d e r a c ió n , s in o q u e , d e s p u é s d e h a b e r b r illa d o p o r c o y u n tu r a d e u n a p r o s p e r id a d m e n t e s e d ic e — , c u a n d o que de to d a v ía buena Los fa m a , te b a n o s v a lie n te s flo r e c ía n y c r e e n c ia por e x p e r im e n ta r o n a d q u ir ie r o n porque la que, lo s p r u d e n te s y p o r q u e e n tr e p o p u la r e so , una e ra d e b ía n s u e r te a d v e rsa . g r ie g o s fa m a la c e d e m o n io s fu e r o n m uy m is m o s a lia d o s le s de gozar lo s su s la 3 s ú b it a — c o m o v u lg a r ­ de 4 im ­ o d ia b a n , p e r o fu e r o n s ó lo u n o o d o s te b a n o s q u ie n e s se d ie r o n c u e n ta d e lo d ic h o y le s g a n a r o n e n tr e lo s g rie g o s e s ta r e p u ta c ió n d e v a lo r . Q u e n o fu e la e str u c tu r a d e su 5 c o n s titu c ió n , sin o e l v a lo r d e su s g o b e r n a n te s la c a u s a d e lo s é x ito s t e b a n o s , lo h iz o p a t e n te la fo r tu n a que sig u ió a t o d o s a q u e llo s a c o n te c im ie n t o s , y a q u e e l flo r e - 6 c im ie n to , la c u lm in a c ió n y e l fr a c a s o d e la s h a z a ñ a s d e lo s te b a n o s s e c o r r e s p o n d e n e x a c ta m e n te c o n la v id a d e P e lo p id a s y d e E p a m i n o n d a s 101. H a y fo r z o s a m e n t e q u e 7 p e n s a r q u e e l e s p le n d o r d e q u e g o z ó la c iu d a d d e T e b a s tu v o p o r c a u s a n o la c o n s t itu c ió n te b a n a , s in o la p e r s ­ p ic a c ia d e lo s d o s h o m b r e s c ita d o s . Y lo m i s m o c a b e c r e e r d e la c o n s t itu c ió n d e lo s a te- 44 n ie n s e s , q u e tu v o , s in d u d a a lg u n a , m u c h o s m o m e n t o s 2 d e e s p le n d o r — el m á s a lto s e d e b ió a l v a lo r d e T e m ís to c le s — , p e r o p o r la in c o h e r e n c ia d e su e s t r u c t u r a 102 e x p e r im e n tó r á p id a m e n t e u n a s u e r te d e s fa v o r a b le . A l 3 p u e b lo a te n ie n s e le o c u r r e s ie m p r e lo q u e a u n a n a v e sin c a p itá n . E n e f e c t o : e n la s n a v e s , m ie n tr a s lo s m a r i- 4 101 Aunque triunfó en la batalla de Leuctra, Epaminondas murió en ella (371 a. C.); Pelópidas había muerto asesinado en 364. Con ello, acababa la hegemonía de Tebas, el llamado «me­ teoro tebano». i® W albank , Commentary, ad loe., interpreta el texto griego de una manera algo distinta: «por la inconstancia de los ate­ nienses». Un lector partidario de Demóstenes corroboraría esta interpretación. 206 HISTORIAS ñeros se incitan a no promover discordias y a obedecer al piloto, ya sea por el miedo que les infunda el estado de la mar o la proximidad del enemigo, todo el mundo 5 cumple su deber estupendamente; pero, cuando toman confianza y empiezan a desdeñar a los que ejercen el mando y a disputar defendiendo opiniones contrapues6 tas, en tal caso unos marineros prefieren proseguir la navegación, otros instan al piloto que fondee la nave, otros pretenden desplegar las velas, otros quieren im7 pedirlo a brazo partido y les mandan dejarlas. El es­ pectáculo es vergonzoso para los que lo contemplan desde fuera, por las diferencias y disputas surgidas entre los marineros, que, además, convierten en arries­ gada la navegación para todos aquellos navegantes. 8 Más de una vez unos que han superado los mares más vastos y los temporales más formidables naufragan 9 cerca de la costa o en la misma bocana del puerto. Esto es lo que con frecuencia ha ocurrido al estado atenien­ se 103: después de haber vencido las más grandes y terri­ bles peripecias por la bravura del pueblo y la de sus jefes, en los intervalos pacíficos se ha hundido, al azar, io incomprensiblemente. He aquí el motivo por el cual no se debe tratar ni esta constitución ni la de los tebanos. En ellas lo maneja todo a su antojo el pueblo, que, en el primer caso, se distingue por su viveza y su acritud, mientras que los tebanos han sido educados en la ira y en la violencia104. 45 Pasemos ahora a la constitución de los cretenses105. Merece la pena considerarla por dos características, tal 103 Polibio piensa, sin duda alguna, en la constitución ate­ niense de los siglos v /iv a. C. $ 1<M Polibio piensa en la Tebas de su época; cf. W e i l -N ic o l e t , Polybe, VI, págs. 42 ss. 105 Según la leyenda más antigua, las constituciones de Es­ parta y de Creta fueron un regalo de Zeus a Radamanto: el legislador consideró que el máximo bien era la libertad y que 207 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) c o m o n o s lo h a n t r a n s m it id o lo s a u to r e s a n tig u o s m á s e r u d ito s , É f o r o , J e n o fo n te , C a líste n e s y P la tó n . C o m ie n - 2 za n p o r a firm a r q u e e s ta c o n s t itu c ió n es s im ila r a la d e lo s la c e d e m o n io s ; d ic e n , a d e m á s , q u e es d ig n a de a la b a n z a . M i o p in ió n e s q u e e n t o d o e llo n o h a y n a d a d e v e r d a d , lo c u a l s e p u e d e c o n s t a t a r p o r lo q u e sig u e . E n p r im e r lu g a r , n o se p a r e c e e n n a d a a la c o n s titu - 3 c ió n e s p a r ta n a . E n e fe c t o , la p a r tic u la r id a d m á s o rig in a l d e é s t a e s la d e lo s lo te s d e tie r r a : t o d o s lo s c iu d a d a n o s c u ltiv a n u n o e x a c ta m e n te ig u a l a l d e lo s d e m á s , p e r o la s tie rr a s s o n p r o p ie d a d d e l e s t a d o ; a n a d ie es líc ito d is p o n e r d e u n lo t e m a y o r . E n s e g u n d o lu g a r , e l a p r e - 4 c ió d e l d in e r o , q u e e n tr e lo s la c e d e m o n io s a ca b ó p o r te n e r u n v a lo r n u lo ; e s t o h iz o q u e e n e l r é g im e n e s p a r ­ ta n o d e s a p a r e c ie r a n la s e n v id ia s por p oseer m ás o m e n o s . C ite m o s , e n te r c e r lu g a r , q u e e n tr e lo s la c e d e - 5 m o n io s lo s d e te n ta n u n p o d e r h e r e d ita r io ; lo s c o m p o n e n te s d e la g e r u sía lo s o n a títu lo v ita lic io ; su s m ie m b r o s re y e s a d m in is t r a n s o b e r a n a m e n t e lo s a su n to s de e sta d o . E n t r e lo s c r e te n s e s , t o d o lo c o n tr a r io ; su s le y e s le s 46 p e r m it e n , e x p r e s a m e n te , a d q u ir ir tie r r a s d e la b r a n z a en c a n tid a d in fin ita , c o m o s e d ic e , y e l d in e r o en tre e llo s 2 t ie n e ta n ta im p o r ta n c ia , q u e su a d q u is ic ió n le s p a r e c e n o y a n e c e s a r ia , s in o la a c tiv id a d m á s b e lla . E n e fe c t o , 3 e n e s te p a ís e l lu c r o in m o r a l y la e s t a fa h a n a rr a ig a d o t a n to , q u e d e t o d o s lo s h o m b r e s s ó lo e n tr e lo s c r e te n ­ s e s n o h a y g a n a n c ia q u e r e s u lte in fa m e . E n t r e e llo s la s 4 m a g is tr a tu r a s son a n u a le s y d e m o c r á tic a s . A sí que 5 m u c h a s v e c e s n o h e a c a b a d o d e e n te n d e r c ó m o se p r e ­ sólo se podía mantener por la concordia y el coraje, cualidades establecidas por la convivencia (seguramente, en sentido homo­ sexual) entre hombres y jóvenes, que debían practicar vida en común, y por el entrenamiento militar. Parece que estos usos pasaron de Creta a Esparta. Cf. W albank, Commentary, ad loe., con una exposición y discusión muy detalladas. 208 HISTORIAS c la m a la s im ilitu d d e a m b a s c o n s titu c io n e s y su afini6 d a d , c u a n d o su s ín d o le s s o n ta n o p u e s ta s . S e p a s a n p o r a lto d ife r e n c ia s ta n sig n ific a tiv a s, y lu e g o lo s q u e p r o ­ p u g n a n e s ta t e s is se e x tie n d e n p r o lija m e n t e e n c o n s id e ­ r a c io n e s y c o n c lu y e n q u e L ic u r g o e s e l ú n ic o m o r t a l q u e ha 7 e n te n d id o lo que es v e r d a d e r a m e n te im p o r ta n te . D o s s o n lo s p r e s u p u e s t o s n e c e s a r io s p a r a sa lv a r c u a l­ q u ie r c iu d a d : e l c o r a je c o n t r a e v e n tu a le s e n e m ig o s y la c o n c o r d ia c iu d a d a n a ; L ic u r g o , a firm a n , c u a n d o eli­ m in ó la a v a ric ia , c o n e lla s u p r im ió ta m b ié n , n a tu r a l- 8 m e n t e , c u a lq u ie r d is c o r d ia y r e v o lu c ió n . P o r e s to , lo s la c e d e m o n io s , e x e n to s d e e s t o s m a le s , se g o b ie r n a n a sí m is m o s 9 e s tá n con u n h erm oso d e m u tu o a cu erd o. e n te n d im ie n to y T a le s a u to r e s s ie m p r e e fe c tú a n la s a s e v e ra c io n e s a p u n ta d a s y , a p e s a r d e q u e , p o r la c o m ­ p a r a c ió n , c o m p r u e b a n q u e lo s c r e te n s e s , p o r u n a ta c a ­ ñ e r ía in n a ta , se v e n a r r a s tr a d o s a p e le a s e n p r iv a d o y e n p ú b lic o , a a s e s in a to s y a c o n tie n d a s c iv ile s, c r e e n p o d e r h a c e r c a s o o m is o d e e s to s e x t r e m o s y se a tr e v e n a a fir m a r que la s dos c o n s titu c io n e s son sim ila r e s . í o É f o r o u s a u n a te r m in o lo g ía d is tin ta , p e r o a fin d e c u e n ­ ta s c u a n d o d e s c r ib e a m b a s c o n s titu c io n e s v ie n e a d e c ir lo m i s m o ; s i p r e s c in d ié r a m o s d e lo s n o m b r e s p r o p io s , n o p o d r ía m o s a d iv in a r d e q u é c o n s t itu c ió n tra ta . ii H e e x p u e s to la s r a z o n e s p o r la s c u a le s la s d o s c o n s ­ titu c io n e s n o m e p a r e c e n id é n t ic a s ; a h o r a v a m o s a e x ­ p lic a r e l m o t iv o p o r e l c u a l la c o n s t itu c ió n c r e te n se n o n o s p a r e c e n i la u d a b le n i e n v id ia b le . 47 C r e o q u e to d a c o n s t itu c ió n p o s e e d o s e le m e n to s q u e la c o n v ie r te n en p r e fe r ib le o r e c h a z a b le e n su s c u a lid a ­ d e s y su e s tr u c tu r a : e s t o s e le m e n t o s s o n la s c o s t u m - 2 b r e s y la s le y e s. D e ella s s e d e b e a d m itir t o d o a q u e llo q u e c o n v ie r te la v id a d e lo s h o m b r e s en v ir tu o s a y p r u ­ d e n te , y c a m b ia lo s u s o s d e la c iu d a d en h u m a n ita r io s 3 y e q u ita tiv o s ; se d e b e r e h u s a r t o d o lo c o n tr a r io . D e l m i s m o m o d o q u e , c u a n d o v e m o s e n u n p u e b lo c o s t u m - 209 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) b r e s y le y e s la u d a b le s , d e d u c im o s s in t e m o r a e q u iv o ­ c a m o s q u e s u s c iu d a d a n o s y su c o n s titu c ió n ta m b ié n h a n d e s e r la u d a b le s , c u a n d o a d v e r tim o s q u e la v id a 4 p r iv a d a e s tá lle n a d e r u in d a d y lo s a su n to s p ú b lic o s r e b o s a n in ju s tic ia , a s e g u r a r e m o s , ló g ic a m e n te , q u e la s le y e s y la s c o s t u m b r e s p r iv a d a s d e l p u e b lo en c u e s tió n , su c o n s titu c ió n ín te g r a , es perversa. D ifíc ilm e n te se 5 e n c o n tr a r á n h á b it o s p r iv a d o s m á s m a lig n o s q u e lo s d e lo s c r e te n s e s , e x c e p tu a n d o a m u y p o c o s , n i, p o r c o n s i­ g u ie n te , m á s in ju s t ic ia en la s a c tiv id a d e s d e l e s ta d o m . E s t a a p r e c ia c ió n n o s p e r m it e d e d u c ir q u e la c o n s titu - 6 c ió n d e lo s c r e te n s e s n o e s e n v id ia b le n i p r e fe r ib le y , a d e m á s , q u e n o s e p a r e c e e n n a d a a la d e lo s la c e d e m o n io s . S in e m b a r g o , n o s e r ía j u s t o , t a m p o c o , a d u c ir la re- 7 p ú b lic a p la tó n ic a , a u n q u e a lg u n o s filó s o fo s la a la b a n . E n t r e lo s a r te s a n o s o lo s a tle ta s , n o se a d m ite e n la s 8 c o m p e tic io n e s a lo s q u e n o s e h a n in s c r ito , o n o se h a n e n tr e n a d o ; t a m p o c o p o d e m o s a d m itir e sta c o n s titu c ió n a c o n c u r s o c o n la s d e m á s a n te s d e q u e e x h ib a a lg u n a r e a liz a c ió n p a l p a b l e 107 d e s u s o b r a s . P o r a h o r a , u n a ex - 9 p o s ic ió n s o b r e e lla , c o m p a r á n d o la la c e d e m o n ia o c o n la r o m a n a , la la c a r ta g in e s a , p a r e c e r ía la e x h ib ic ió n d e u n a e s ta tu a c o t e ja d a c o n h o m b r e s v iv o s , q u e se m u e ­ v en . P u e d e q u e la c o n s t itu c ió n p la t ó n ic a a r tís tic a m e n te 10 r e s u lt e la u d a b le , p e r o la c o m p a r a c ió n d e se r e s in a n im a ­ d o s c o n o tr o s a n im a d o s es ló g ic o q u e r e s u lte d e ficien te y t o t a lm e n te in a d e c u a d a p a r a lo s e s p e c ta d o r e s . P o r e s to a h o r a , p r e s c in d ie n d o d e a m b a s , p a s a m o s a 48 la c o n s titu c ió n e s p a r ta n a . M e d a la im p r e s ió n d e q u e , 2 106 La inmoralidad de los cretenses era proverbial y llega a salir, incluso, en el Nuevo Testamento, en la carta paulina a Tito, 1, 11, que cita al poeta Epimenides: «Dijo uno de ellos, su propio profeta: los cretenses, siempre embusteros, malas bestias, panzas holgazanas.» 107 Esto remite, en cierto modo, al lugar 5, 8. HISTORIAS 210 en lo q u e a ta ñ e a la c o n c o r d ia c iu d a d a n a , a la se g u rid a d d e l te r r ito r io e s p a r ta n o y a la p r e s e r v a c ió n d e la lib e r ­ ta d d e lo s la c e d e m o n io s , la le g is la c ió n d e L ic u r g o y la p r e v is ió n q u e d e m o s t r ó fu e r o n ta n fa s c in a n t e s , q u e c a s i m e v e o fo r z a d o a a d m ir a r e s ta s in s titu c io n e s c o m o d e o rig e n d iv in o m á s q u e h u m a n o . L a ig u a ld a d d e p r o p ie ­ d a d e s y la s c o m id a s e n c o m ú n , m u y fr u g a le s , h a c ía n n e c e s a r ia m e n te m o d e r a d o s a a q u e llo s h o m b r e s e n su s v id a s p r iv a d a s y p r e s e r v a b a n d e t u r b u le n c ia s la v id a p ú b lic a ; e l e n tr e n a m ie n to fís ic o y la s p e n a lid a d e s f o r ­ m a b a n h o m b r e s n o b le s y v a lie n te s . L a c o n c u r r e n c ia d e e s ta s d o s m is m o v ir tu d e s , la m o d e r a c ió n y e l c o r a je , e n u n á n im o y en u n a m i s m a c iu d a d , d ific u lta b a en t o d o s lo s c iu d a d a n o s e l n a c im ie n t o d e la r u in d a d ; i m ­ p e d ía t a m b ié n que su s v e c in o s le s d o m in a r a n fá c il­ m e n te . L ic u r g o , c u a n d o e s t r u c t u r ó a sí y d o tó d e ta le s m e d io s a l r é g im e n e s p a r ta n o , p r o p o r c io n ó a t o d a L a ­ c o n ia u n a s e g u r id a d n a d a fr á g il y d e jó e n h e r e n c ia a lo s la c e d e m o n io s u n a lib e r ta d p e r d u r a b le 108. P e ro , e n lo q u e a ta ñ e a a p r o p ia r s e d e p o s e s io n e s a je n a s , a la h e g e m o n ía y , en g e n e r a l, a la s a m b ic io n e s im p e r ia le s , m i o p in ió n e s q u e , e n c u a n t o a e s t o , L ic u r g o n o p r e v io a b s o lu ta m e n te n a d a n i e n lo s s e c to r e s p r iv a d o s n i e n la o rg a n iza c ió n g e n e r a l. L e fa lt ó le g a r a su s c o n c iu d a ­ d a n o s u n p r o y e c to 109 o u n a c o n t e n c ió n q u e p r o p o r c io ­ n a r a a s u é tic a p ú b lic a a la v e z m o d e r a c ió n y a u ta r ­ q u ía , del m is m o m odo q u e h iz o a lo s la c e d e m o n io s lib r e s y m o d e r a d o s e n su v id a p r iv a d a . P e ro si, p r iv a ­ d a m e n te , lo s e s p a r ta n o s fu e r o n p o c o a m b ic io s o s y m u y p r u d e n te s , in c lu s o e n la le g is la c ió n in te r n a d e l e s ta d o , s in e m b a r g o , e n lo q u e se r efie re a lo s d e m á s g r ie g o s, 108 Cf. lo; 11, y nota 105. ad loe., interpreta, con algo más de vigor: «principio ya establecido». Yo me atengo aquí a Weil-Nicolet y a Schweighäuser. 109 W a lb a n k , Commentary, 211 LIBRO V I (FRAGM ENTOS) L ic u r g o h iz o d e lo s la c e d e m o n io s lo s h o m b r e s m á s a m b i­ c io s o s y á v id o s d e p o d e r y d e riq u e z a . ¿ Q u ié n ig n o r a , e n e f e c t o , q u e fu e r o n e llo s lo s p r i- 49 m eros g rie g o s v e c in o s que d e c la r a r o n e sc la v iz a r o n ? p o r c o d ic ia la g u e r r a d e la s tie rr a s d e a lo s m e s e n i o s 110 y su s lo s ¿ Q u ié n n o h a le íd o e n lo s h is to r ia d o r e s 2 q u e su o b s tin a c ió n fu e ta l q u e se ju r a m e n t a r o n a n o le v a n ta r e l a s e d io d e M e s e n ia sin t o m a r p o r la fu e r z a e s ta p la z a ? T a m b ié n e s d e d o m in io p ú b lic o q u e la a m b i- 3 c ió n d e d o m in a r a to d o s lo s g r ie g o s h iz o q u e se a v in ie ­ r a n a e je c u ta r lo s d e s ig n io s d e a q u e llo s m is m o s a q u ie ­ n e s h a b ía n v e n c id o e n la g u e r r a 111. S a lie r o n e n c a m p a ñ a 4 c o n tr a lo s p e r s a s , le s d e r r o ta r o n e n u n a g u e rr a en q u e se v e n tila b a la lib e r ta d d e to d o s lo s g rie g o s, p e ro p o r 5 la p a z lla m a d a d e A n t á lc id a s e n tr e g a r o n tr a id o r a m e n te a lo s in v a s o r e s v e n c id o s la s c iu d a d e s g rie g a s. C o n e llo se h ic ie r o n c o n e l d in e r o n e c e s a r io p a r a s o ju z g a r G r e c ia en te r a . E s t o p r e c is a m e n te e s lo q u e p a te n tiz a lo s fa llo s 6 d e s u c o n s titu c ió n . E n e fe c t o , m ie n tr a s se lim ita r o n a 7 a m b ic io n a r lo s d o m in io s d e su s v e c in o s o , c o m o m á x i­ m o , d e l P e lo p o n e s o , le s b a s t a b a n lo s s u m in is tr o s y c o n ­ tr ib u c io n e s p e r c ib id a s en la p r o p ia E s p a r ta , p o r q u e te n ía n s ie m p r e a l a lc a n c e d e la m a n o e l e q u ip o n e c e s a ­ r io y p o d ía n e fe c tu a r d e s p la z a m ie n to s r á p id o s a su p r o ­ p io p a ís p a r a a b a s te c e r s e . P e ro c u a n d o e m p e z a r o n , p o r 8 m a r , a e n v ia r flo ta s , a sa lir c o n c u e r p o s d e e jé r c it o fu e r a d e l P e lo p o n e s o , e v id e n te m e n te , s u m o n e d a , d e h ie r r o , n o le s b a s t ó , n i la p e r m u t a q u e c o n ella h a c ía n p a r a a d q u ir ir la s c o s e c h a s a n u a le s , c o s a p e r m it id a p o r la 110 En la segunda mitad del s. vm a. C., pero los años exactos se discuten. Cf. G. B e n g s t o n , Griechische Geschichte, Munich, 1950, pág. 74, quien la sitúa muy a fines de siglo. Las guerras mesenias son las cantadas por el poeta ateniense que escribió en Esparta, Tirteo. 111 La referencia es a la paz de Antálcidas. Cf. nota 20 del libro I. 212 HISTORIAS 9 le g is la c ió n d e L ic u r g o . D e s d e e n to n c e s , p a r a su s o p e r a ­ c io n e s p r e c is a r o n u n a m o n e d a c o m ú n y r e c u r s o s ex- 10 tr a n je r o s . E l r e s u lta d o f u e q u e s e v ie r o n o b lig a d o s a lla m a r a la p u e r ta d e lo s p e r s a s , a im p o n e r t r ib u to s a la s is la s y c o n tr ib u c io n e s a t o d o s lo s g rie g o s. E n t o n c e s r e c o n o c ie r o n que con la le g is la c ió n d e L ic u r g o eran in c a p a c e s n o y a d e im p o n e r s u h e g e m o n ía s o b r e G re c ia , s in o in c lu s o d e a fr o n t a r s u s p r o p io s p r o b le m a s . 50 ¿ A q u é v ie n e e s ta d ig r e s ió n ? P a ra q u e lo s m i s m o s h e c h o s h a g a n e v id e n te que la le g is la c ió n d e L ic u r g o s e b a s t a p o r sí m i s m a p a r a c o n s e r v a r en se g u r id a d lo s 2 b ie n e s p r o p io s y p a r a m a n t e n e r la lib e r ta d . A lo s q u e a fir m a n q u e é s ta e s la ú n ic a fin a lid a d d e u n a c o n s titu ­ c ió n , d e b e m o s c o n c e d e r le s q u e n o e x iste n i h a e x is tid o o tr a s u p e r io r e n o r d e n a c ió n y e s t r u c t u r a a la d e lo s 3 la c e d e m o n io s . P e ro si n o s p r o p o n e m o s fin e s m á s a m ­ p lio s , s i v e m o s q u e r e s u lt a a tr a y e n te y d e m á s p r e s t ig io g o b e r n a r a m u c h a s g e n te s , d o m in a r y e je r c e r u n s e ñ o ­ r ío s o b r e m u c h o s h o m b r e s , se r e l b la n c o d e la s m ir a d a s 4 d e t o d o s , q u e n o s r in d a n a c a ta m ie n to , e n t a l c a so d e­ b e m o s c o n fe s a r q u e la c o n s t itu c ió n e sp a r ta n a e s defi­ c ie n t e y q u e la d e lo s r o m a n o s le e s su p e r io r , p o r q u e 5 tie n e u n a e s tr u c tu r a m á s d in á m ic a m . T a m b ié n e s to lo d e m o s t r a r o n lo s m is m o s h e c h o s . C u a n d o s e d is p u s ie r o n a im p o n e r s u h e g e m o n ía s o b r e t o d o s lo s g rie g o s, lo s la c e d e m o n io s v ie r o n p e lig r a r a l p u n t o s u p r o p ia in d e6 p e n d e n c ia . L o s r o m a n o s , e n c a m b io , lo g r a r o n d o m in a r a to d o s lo s ita lia n o s y , en, £ o c o t ie m p o , se e n s e ñ o r e a r o n d e l u n iv e r s o e n te r o ; c o a d y u v ó n o p o c o a q u e lle v a r a n a b u e n t é r m in o s u s p r o p ó s it o s la fa c ilid a d c o n q u e r e ­ c ib ía n a b u n d a n te s s u m in is t r o s 113. 112 Aquí hay una contradicción parcial de Polibio consigo mismo: en 10, 14 había equiparado totalmente las constitucio­ nes espartana y romana. 113 Llegados a este punto, creo que puede decirse que, a 213 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) L a c o n s titu c ió n d e lo s c a r t a g i n e s e s 114 m e p a r e c e q u e 51 o rig in a r ia m e n te tu v o u n a e s t r u c t u r a a c e rta d a p r e c is a ­ m e n te e n s u s a s p e c to s m á s c a r a c te r ís tic o s . E n tr e lo s 2 c a r ta g in e s e s h a b ía r e y e s , u n c o n s e jo d e a n c ia n o s d o ta d o d e p o te sta d a r is to c r á tic a , y e l p u e b lo d e c id ía en lo s a s u n to s q u e le a fe c t a b a n ; e n c o n ju n t o se p a r e c ía m u c h o a la d e lo s r o m a n o s y a la d e lo s la c e d e m o n io s . P e ro 3 e n la é p o c a d e la g u e r r a a n ib á lic a se m o s t r ó s u p e r io r la c o n s titu c ió n r o m a n a e in fe r io r la c a r ta g in e sa . T a n to e n 4 u n c u e r p o c o m o e n u n a c o n s t itu c ió n , c u a n d o h a y u n c r e c im ie n to n a tu r a l d e la s a c tiv id a d e s y sig u e u n p e r ío ­ d o d e c u lm in a c ió n , tr a s e l c u a l v ie n e u n a d e c a d e n c ia , lo m á s im p o r t a n t e d e t o d o e l c ic lo es el p e r ío d o c u lm in a c ió n . Y c o n c r e t a m e n t e en de é l se d ife r e n c ia r o n la s c o n s titu c io n e s d e C a r ta g o y d e R o m a . L a c o n s titu - 5 c ió n c a r ta g in e s a flo r e c ió a n te s q u e la r o m a n a , a lc a n zó a n te s q u e é s ta s u p e r ío d o c u lm in a n t e e in ic ió su d e c a ­ d e n c ia c u a n d o la d e R o m a , y c o n e lla la c iu d a d lle g a b a a u n p e r ío d o d e p le n itu d p r e c is a m e n te p o r s u e s tr u c tu ­ ra. P o r e n to n c e s e ra e l p u e b lo q u ie n e n C a rta g o d e c id ía 6 e n la s d e lib e r a c io n e s ; e n R o m a e r a e l s e n a d o el q u e d e te n ta b a la a u to r id a d s u p r e m a 115. E n C a rta g o , p u e s , 7 e r a e l p u e b lo e l q u e d e lib e r a b a , y e n tr e lo s r o m a n o s la a r is to c r a c ia ; en la s ú lt im a . E n e fe c t o : d is p u ta s m u tu a s p r e v a le c ió esta R o m a s u fr ió u n d e s a s tr e m i l i t a r 116 8 to t a l, p e r o a c a b ó g a n a n d o la g u e rr a a lo s c a r ta g in e se s pesar de ver sus aspectos negativos, la valoración que Polibio hace de la constitución espartana es, más bien, positiva. 114 Junto con los textos de A r i s t ó t e l e s : Pol. II 11, 1272b 37, y VII 12, 1316b 5, la fuente principal para el conocimiento de la constitución cartaginesa es este lugar de Polibio. 115 Aquí el texto griego es susceptible de otra interpreta­ ción: «el senado (romano) estaba en la cumbre, en la madurez de su poder...». 116 La tantas veces mencionada batalla de Cannas. 214 HISTORIAS p o r q u e la s d e lib e r a c io n e s del senado rom ano fu e r o n m u y a tin a d a s. 82 P a s e m o s a t r a ta r a lg u n o s p u n t o s p a r tic u la r e s , p o r e je m p lo , la s cosas de la g u e rr a . E m pecem os por la g u e rr a n a v a l. E n e lla lo s c a r ta g in e se s se e je r c ita n y se e n tr e n a n m e jo r , p o r q u e d e t ie m p o in m e m o r ia l s e tr a n s ­ m it e n d e p a d r e s a h ijo s e s t a té c n ic a y , a d e m á s , s e d e ­ d ic a n m á s q u e lo s d e m á s h o m b r e s a la v id a d e l m a r ; 2 e n la in fa n te ría , e n c a m b io , se e n tr e n a n m u c h o m e jo r 3 lo s r o m a n o s q u e lo s c a r ta g in e s e s . A q u é llo s p o n e n t o d o s u in te ré s en la in fa n te r ía , q u e é s t o s d e sc u id a n to t a l­ m en te; s e p r e o c u p a n t a m b ié n m u y p o c o d e la c a b a lle - 4 ría . L a c a u s a d e t o d o e s t o r a d ic a e n q u e lo s c a r ta g in e ­ s e s e c h a n m a n o d e tr o p a s m e r c e n a r ia s , a s u e ld o ; lo s r o m a n o s , d e c iu d a d a n o s y d e s o ld a d o s p r o c e d e n te s d e 5 su s c a m p iñ a s . D e s d e e s ta p e r s p e c tiv a , s u c o n s titu c ió n e s p r e fe r ib le a la c a r ta g in e s a : é s t o s d e p o s ita n s ie m p r e s u e s p e r a n z a d e lib e r ta d e n e l c o r a je d e su s m e r c e n a ­ r io s ; lo s r o m a n o s , en e l s u y o p r o p io y en la a y u d a q u e 6 le s p r e s ta n lo s a lia d o s . A s í, a u n q u e a l p r in c ip io su fra n , a lg ú n d e s c a la b r o , lo s rom anos in s is te n en la g u e rr a c a s i s ie m p r e c o n e jé r c it o s e n t e r o s , a l c o n tr a r io d e lo s 7 c a r ta g in e s e s . C u a n d o lu c h a n p o r s u p a t r ia y p o r su s h i jo s , lo s r o m a n o s c a si n u n c a c e d e n e n c o r a je ; n o r m a l­ m e n t e m a n tie n e n s u e s p ír itu b e lic o s o h a s t a h a b e r de8 r r o ta d o a s u s a d v e r s a r io s . I n c lu s o en la s o p e r a c io n e s n a v a le s , en la s q u e , c o m o h e a d v e r tid o , tie n e n u n a p r e ­ p a r a c ió n in fe r io r , a c a b a n p o r t r iu n fa r d e b id o a l v a lo r 9 de su s h o m b r e s . En lo s co m b a tes n a v a le s ayuda no p o c o , c ie r ta m e n te , la e x p e r ie n c ia n á u tic a , p e r o e n v is ­ ta s a la v ic to r ia e l m á x im o p e s o r e c a e en lo s s o ld a d o s 10 d e c u b ie r ta . P o r s u p r o p ia n a tu r a le z a t o d o s lo s ita lia n o s a v e n ta ja n a lo s fe n ic io s y a lo s a fr ic a n o s ta n t o en fu e r z a c o r p o r a l c o m o e n in tr e p id e z d e e s p ír itu , p e r o t a m b ié n la c o n s titu c ió n r o m a n a c o a d y u v a e n o r m e m e n te a e s t a 11 v a le n tía d e lo s jó v e n e s . U n s o lo e je m p lo b a s t a r á p a r a 215 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) se ñ a la r e l c u id a d o q u e p o n e e l e s ta d o r o m a n o p a r a q u e su s jó v e n e s se c o n v ie r ta n e n h o m b r e s a sí, d is p u e s to s a su fr ir lo to d o p a r a a lc a n z a r, e n s u p r o p io p a ís , fa m a d e v a lie n te s. C u a n d o , e n tr e lo s r o m a n o s , m u e r e u n h o m b r e ilu s tr e , 33 a la h o r a d e lle v a r s e d e s u r e s id e n c ia el c a d á v e r, lo c o n d u c e n a l á g o r a c o n g ra n p o m p a 117 y lo c o lo c a n e n e l lla m a d o f o r o ; c a s i s ie m p r e lo p o n e n d e p ie , a la v is ta d e t o d o s , a u n q u e a lg u n a v e z lo c o lo c a n r e c lin a d o . E l p u e b lo e n te r o s e a g lo m e r a en t o r n o d e l d ifu n to y , 2 e n to n c e s , si a é s te le q u e d a a lg ú n h i jo a d u lt o y r e s i­ d e n te e n R o m a , é s te , o en s u d e fe c to a lg ú n o tr o p a r ie n ­ te , s u b e a la tr ib u n a y d is e r ta a c e r c a d e la s v ir tu d e s d e l q u e h a m u e r to 118, d e la s g e sta s q u e en v id a lle v ó a c a b o . E l r e s u lta d o es q u e , c o n la e v o c a c ió n y la m e m o - 3 r ia d e e s to s h e c h o s , q u e s e p o n e n a la v ista d e l p u e b lo — n o s ó lo a la d e lo s q u e t o m a r o n p a r te e n e llo s , s in o a la d e lo s d e m á s — , to d o e l m u n d o e x p e r im e n ta u n a e m o c ió n ta l, q u e e l d u e lo d e ja d e p a r e c e r lim ita d o a la fa m ilia y p a s a a s e r d e l p u e b lo e n te r o . L u eg o s e p r o c e d e 4 a l e n te r r a m ie n to y , c e le b r a d o s lo s r ito s o p o r tu n o s , se c o lo c a u n a e s ta tu a d e l d ifu n to e n e l lu g a r p r e fe r e n te d e la c a sa , en u n a h o r n a c in a d e m a d e r a . L a e sc u ltu r a e s 5 117 El sentido es extraño y difícil y, además, el texto griego ofrece dificultades críticas; una variante textual, en vez de «pompa», permite traducir «muy adornado». Lo que parece ex­ traño es su manifestación en posición vertical. W a lb a n k , Com ­ mentary, ad loe., estima que hay paralelos, en los que no es el cuerpo del difunto lo que se expone, sino su reproducción en cera ( H e r o d i a n o , IV 2, 19). Sin embargo, insiste en que Polibio parece hablar del cadáver mismo, ya que hay, más abajo, una men­ ción explícita de su imagen, corroborada por el satírico latino J u v e n a l, Sát. VIII 2-3, que, en un tono burlesco, dice: «ad cuius effigiem non tantum meiere fas est», a lo que el escoliasta añade sarcásticamente: «sed etiam cacare». 118 Es la laudatio funebris, institución típicamente romana. 216 HISTORIAS u n a m á s c a r a q u e s o b r e s a le p o r s u t r a b a jo ; en la p lá s ­ t ic a y e l c o lo r id o tie n e u n a g ra n s e m e ja n z a c o n e l di6 fu n t o . E n o c a s ió n d e sa c r ific io s p ú b lic o s se a b r e n la s h o r n a c in a s y la s im á g e n e s se a d o r n a n p r o fu s a m e n te . C u a n d o fa lle c e o tr o m i e m b r o ilu s t r e d e la fa m ilia , e sta s im á g e n e s s o n c o n d u c id a s t a m b ié n a l a c to d e l se p e lio , p o r ta d a s p o r h o m b r e s q u e , p o r s u ta lla y su a s p e c to , 7 s e p a r e c e n m á s a l q u e r e p r o d u c e la e sta tu a . É s t o s , lla ­ m é m o s le s r e p r e s e n ta n te s , lu c e n v e s tid o s con fr a n ja s r o ja s si e l d ifu n to h a b ía s id o c ó n s u l o g e n e r a l, v e s tid o s r o jo s si e l m u e r to h a b ía s id o c e n s o r , y si h a b ía e n tr a d o e n R o m a en tr iu n fo o , a l m e n o s , lo h a b ía m e r e c id o ; el 8 a tu e n d o es d o r a d o . L a c o n d u c c ió n se e fe c tú a c o n c a r r o s p r e c e d id o s d e h a c e s , d e h a c h a s y d e la s o tr a s in sig n ia s q u e a c o s t u m b r a n a a c o m p a ñ a r a lo s d is tin to s m a g is tr a ­ d o s , d e a c u e rd o c o n la d ig n id a d in h e r e n te a l c a rg o q u e 9 c a d a u n o d e s e m p e ñ ó en la r e p ú b lic a . C u a n d o lle g a n a l fo r o , se sie n ta n to d o s e n fila e n s illa s d e m a r fil; n o e s fá c il q u e lo s q u e a p r e c ia n la g lo r ia y e l b ie n c o n t e m p le n ío u n e s p e c tá c u lo m á s h e r m o s o . ¿A q u ié n n o e sp o le a r ía v e r e s te c o n ju n t o d e im á g e n e s d e h o m b r e s g lo r ific a d o s p o r s u v a lo r , q u e p a r e c e n v iv a s y a n im a d a s ? ¿ Q u é e s­ p e c tá c u lo h a y m á s b e llo ? 54 A d e m á s , e l q u e p e r o r a s o b r e e l q u e v a n a e n te r r a r , c u a n d o , e n su d is c u r s o , h a acabado d e t r a ta r d e él, e n to n c e s h a b la d e lo s d e m á s r e p r e s e n ta d o s , c o m e n z a n ­ d o p o r e l m á s v ie jo , y e x p lic a su s g e sta s y su s é x ito s . 2 A s í s e r e n u e v a s ie m p r e la fa m a d e lo s h o m b r e s ó p t im o s p o r s u v a lo r , se in m o r ta liz a la d e lo s q u e r e a liz a r o n n o b le s h a z a ñ a s , e l p u e b lo n o la o lv id a y s e t r a n s m it e a la s g e n e r a c io n e s fu tu r a s la g lo r ia d e lo s b ie n h e c h o r e s 3 d e la p a tria . Y lo q u e es m á s im p o r t a n t e , e s to e m p u ja a lo s jó v e n e s a s o p o r t a r c u a lq u ie r c o s a e n e l se r v ic io d e l e s ta d o p a r a a lc a n z a r la fa m a q u e o b tie n e n lo s h o m 4 b r e s v a le r o s o s . E s t a a fir m a c ió n la c o n fir m a n lo s h e c h o s : m u c h o s r o m a n o s se b a t ie r o n v o lu n t a r ia m e n t e e n d u e lo 217 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) p a r a d e c id ir u n a b a t a lla ; n o p o c o s e s c o g ie r o n u n a m u e r ­ t e s e g u ra , u n o s e n t ie m p o s d e g u e rr a , p a r a sa lv a r a su s c a m a r a d a s , y o tr o s e n t ie m p o d e p a z , p a r a a se g u r a r e l in te ré s d e la c o m u n id a d . H ubo m a g is tr a d o s que, c o n tr a to d a c o s t u m b r e y le y , m a n d a r o n e je c u ta r a su s p r o p io s h ijo s p o r q u e e s t im a b a n e n m á s la s c o n v e n ie n ­ c ia s d e la p a tr ia q u e e l a m o r n a tu r a l a lo s a lle g a d o s m á s p r ó x im o s . L a h is to r ia d e R o m a n a r r a m u c h a s g e sta s a sí r e a liza d a s p o r c iu d a d a n o s , p e r o a q u í se r á su fic ien te a d u c ir u n s o lo c a s o q u e , a g u is a d e e je m p lo , m e h a r á d ig n o d e c r é d ito . S e c u e n ta q u e H o r a c io , d e s o b r e n o m b r e C o c le s m , lu c h a b a c o n tr a d o s e n e m ig o s e n e l e x tr e m o u lte r io r d e l p u e n te te n d id o s o b r e e l r ío T ib e r , d e la n te d e R o m a . O b s e r v ó q u e p o r a llí se a c e r c a b a u n g ru p o n u m e r o s o d e e n e m ig o s p a r a a p o y a r a a q u e llo s d o s ; te m ió u n a d e r r o ta y q u e e l e n e m ig o ir r u m p ie r a en la c iu d a d . S e v o lv ió a lo s s u y o s y le s m a n d ó h u n d ir e l p u e n te c u a n d o e llo s m is m o s lo h u b ie r a n p asad o. Fue o b e d e c id o y, m ie n tr a s e l p u e n te e r a d e s tr o z a d o , é l m a n tu v o a r a y a a l a d v e rs a r io , a c o s t a d e m u c h a s h e r id a s . L o g r ó r e p e le r e l a ta q u e d e l e n e m ig o , p a s m a d o n o ta n to d e su v ig o r c o r p o r a l c o m o d e s u a u d a c ia y su e m p e ñ o . L a d e s tr u c ­ c ió n d e l p u e n te C o c le s se a r r o jó v o lu n ta r ia m e n te ; d e s b a r a tó con su s el a ta q u e arm as al de r ío lo s y r iv a le s ; se ahogó d io p r e fe r e n c ia a la se g u rid a d d e la p a tr ia y a la g lo r ia q u e s e se g u iría d e su g e sta , p o s p o ­ n ie n d o s u e x is te n c ia a c tu a l y e l t ie m p o q u e le q u e d a b a d e v id a . É s t e e s , si n o m e e q u iv o c o , e l a n h e lo y la a v id e z d e h o n o r q u e en lo s jó v e n e s rom anos e n g e n d r a n la s in s titu c io n e s d e R o m a . 119 La gesta de Horacio Cocles era proverbial entre los ro­ manos, aunque los distintos autores la ofrecen con ciertas va­ riantes: D i o n i s i o d e H a l i c a r n a s o , V 23; T i t o L i v i o , II 10. Véase el amplio comentario de W a lb a n k , Commentary, ad loe. 218 56 HISTORIAS T a m b ié n en tre lo s r o m a n o s lo s u s o s y c o s t u m b r e s r e fe r id o s a l d in e r o s o n su p e r io r e s a lo s d e lo s ca rta g i- 2 n e s e s . E n t r e é s to s n a d a h a y v e r g o n z o s o s i p r o d u c e u n lu c r o ; e n tr e a q u é llo s n a d a h a y m á s a fr e n to s o q u e la 3 v e n a lid a d o e l h a c e r s e c o n g a n a n c ia s ilíc ita s. L o s r o ­ m a n o s a la b a n ta n to la r iq u e z a a d q u ir id a h o n r a d a m e n te c o m o d e s p r e c ia n e l p r o v e c h o e x tr a íd o p o r m e d io s in 4 c o n fe s a b le s . P r u e b a d e e s to es e l h e c h o d e q u e e n tr e lo s c a r ta g in e se s se lle v a n la s m a g is tr a tu r a s lo s q u e d is ­ tr ib u y e n s o b o r n o s s in d is im u lo s ; e s t o , e n tr e lo s r o m a - 5 n o s e s tá c a s tig a d o c o n p e n a d e m u e r te . D e d o n d e r e ­ s u lta q u e , s i e n lo s d o s p u e b lo s s e p r o p o n e n p r e m io s o p u e s t o s p a r a la v ir tu d , h a n d e se r d e sig u a le s t a m b ié n lo s m e d io s p a r a lle g a r a e lla . 6 P e ro la d ife r e n c ia p o s itiv a m a y o r q u e tie n e la c o n s ­ t itu c ió n r o m a n a e s , a m i ju ic io , la d e la s c o n v ic c io n e s 7 r e lig io s a s . Y m e parece t a m b ié n que ha s o s te n id o R o m a u n a c o s a q u e e n tr e lo s d e m á s p u e b lo s h a 8 o b je t o d e m o f a : a s id o m e r e fie ro a la r e l i g i ó n 120. E n tr e lo s r o m a n o s e s te e le m e n t o e s t á p r e s e n te h a s ta ta l p u n t o y c o n ta n to d r a m a tis m o , e n la v id a p r iv a d a y en lo s a s u n to s p ú b lic o s d e la c iu d a d , q u e e s y a im p o s ib le ir 9 m á s a llá . E s t o e x tra ñ a r á a m u c h o s , p e r o y o c r e o q u e 10 lo h a n h e c h o p e n s a n d o en la s m a s a s . S i fu e r a p o s ib le c o n s titu ir u n a c iu d a d h a b it a d a s ó lo p o r p e r s o n a s in te 11 lig e n te s , e llo n o se ría n e c e s a r io . P e ro la m a s a e s v e r sá ­ t il y lle n a d e p a s io n e s i n ju s t a s , d e r a b ia ir r a c io n a l y d e c o r a je v io le n t o ; la ú n ic a s o lu c ió n p o s ib le es c o n ­ te n e r la c o n e l m ie d o d e c o s a s d e s c o n o c id a s y c o n fic- 120 Aquí los traductores y, también, Walbank en su comen­ tario traducen unánimemente por «superstición» la palabra grie­ ga correspondiente, pero este sentido no es el único posible. La palabra griega deisidaimonía, la usa S a n P a b lo , dirigida pre­ cisamente a los atenienses (H echos 7, 22), y su traducción exacta en el texto bíblico es «religión». Cf. F e r d in a n d P r a t , La Teología de San Pablo, vol. I, México, 1947, pág. 72. 219 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) d o n e s d e e s te t ip o . P o r e s o , c r e o y o , lo s a n tig u o s n o 12 in c u lc a r o n a la s m a s a s p o r c a s u a lid a d o p o r a za r la s im a g in a c io n e s d e d io s e s y la s n a r r a c io n e s d e la s c o s a s del H ad es; lo s d e a h o r a c o m e te n u n a te m e r id a d ir r a ­ c io n a l c u a n d o p r e te n d e n s u p r im ir e s t o s e le m e n to s . P a r a 13 n o e x p lic a r o tr a s c o s a s : e n tr e lo s g r ie g o s, a lo s q u e t ie n e n la a d m in is tr a c ió n , s i r e c ib e n u n ta le n to en d e p ó ­ s ito , e n p r e s e n c ia d e d iez e s c r ib a n o s , s e lla d o c o n d ie z s e llo s y d e la n te d e v e in te t e s tig o s , a p e s a r d e t o d o , n o s e le s p u e d e n e x ig ir g a r a n tía s ; e n R o m a , p o r el c o n - 14 tr a r io , e s to s m is m o s d e p o s ita r io s p u e d e n e n tr e g a r u n a su m a m u c h o m á s fu e r t e d e d in e r o a lo s m a g is tr a d o s o a u n o s le g a d o s y , p o r la s o la fu e r z a d e l c o r r e s p o n ­ d ie n te ju r a m e n t o , e l d e p ó s it o s e c o n s e r v a in ta c to . E n t r e 15 lo s d e m á s p u e b lo s e s d ifíc il e n c o n tr a r u n h o m b r e p o lí ­ tic o q u e se h a y a m a n t e n id o a le ja d o d e l d in e r o p ú b lic o y e s té lim p io d e d e lito s d e e s t e t ip o , p e r o en tre lo s r o m a n o s es d ifíc il h a lla r u n p o lít ic o q u e n o h a y a o b s e r ­ v a d o u n a c o n d u c ta así. No p r e c is a in s is tir en la d e - 57 Conclusión de la m o s t r a c ió n d e l h e c h o d e q u e to d a s exposición sobre la la s c o s a s s u fr e n c a m b io s y lle g a n constitución romana a d ecaer; ]a m is m a n a tu r a le za , en e f e c t o , n o s im p o n e esta c o n ­ v ic c ió n . A h o r a b ie n : la s c o n s titu c io n e s p e re c e n , a lte r - 2 n a tiv a m e n te , p o r d o s p r o c e s o s , u n o in h e r e n te y o tr o a je n o a e lla s . E s t e ú lt im o es d ifíc ilm e n te d e te r m in a b le , p e r o e l in h e r e n te es u n p r o c e s o r e g u la r . E l p r im e r t ip o 3 d e c o n s titu c ió n q u e s e o r ig in a , e l se g u n d o y e l p a so d e u n o a o tr o y a lo s h e m o s e x p u e s to m , d e m a n e r a q u e lo s 4 q u e s e a n c a p a c e s d e c o n e c ta r e l p r in c ip io y e l fin al d e la e x p o s ic ió n p o d r á n in d ic a r t a m b ié n e l fu t u r o ; de e s t o n o c a b e la m e n o r d u d a . S ie m p r e q u e u n a c o n s t itu c ió n 5 h a s u p e ra d o m u c h o s y g r a n d e s p e lig r o s y a lc a n za u n a 121 E s e l c i c l o d e l o s c a p í t u l o s 4-9. 220 HISTORIAS s u p r e m a c ía y u n a p u ja n z a in c o n te s ta d a s , es c la r o q u e s e p r o d u c e u n a g ra n p r o s p e r id a d q u e c o n v ie r te a lo s c iu d a d a n o s en e n a m o r a d o s d e l lu jo y e n p e n d e n c ie r o s fu e r a d e lo c o m ú n , p o r su a fá n d e d e s e m p e ñ a r c a r g o s 6 y d e o tr a s v e n ta ja s . E s t o s d e fe c to s ir á n e n a u g e y e m ­ p e z a r á la in v o lu c ió n h a c ia u n e s ta d io in fe r io r , p o r la a p e te n c ia d e m a g is tr a tu r a s , p o r la v e r g ü e n za d e n o se r fa m o s o y, ad em ás, p o r la s o b e r b ia y el d e s p ilfa r r o . 7 S in e m b a r g o , e l q u e h a r á c u lm in a r la e v o lu c ió n se r á e l p u e b lo , c u a n d o o p in e q u e h a y q u ie n g a n a in ju s t a ­ m e n t e y le h in c h e la a d u la c ió n d e o tr o s q u e a sp ir a n a 8 o b te n e r sin e c u r a s m . E n fu r e c id o , e n to n c e s , y en su r a b ia c o d ic io s o d e to d o , e l p u e b lo c r e e r á q u e lo s g o b e r n a n te s n o e stá n a s u a ltu r a , se n e g a r á a o b e d e c e r , s e te n d r á a sí 9 m i s m o p o r e l t o d o , d u e ñ o d e l p o d e r so b e r a n o . E l e s ta d io sig u ie n te r e c ib ir á e l n o m b r e m á s b e llo d e to d o s , lib e r ­ t a d y d e m o c r a c ia , p e r o la d e n o m in a c ió n d e la r e a lid a d s e r á lo p e o r , la d e m a g o g ia . ío D a m o s p o r e x p u e sto s e l d e s a r r o llo y la e s tr u c tu r a d e la c o n s titu c ió n r o m a n a , s u d is p o s ic ió n e n su p e r ío d o c u lm in a n te y , lu e g o , su s d ife r e n c ia s , p o s itiv a s y n e g a ­ t iv a s , r e s p e c to a la s dem ás c o n s titu c io n e s , de m odo q u e a q u í c e r r a m o s e l e s tu d io d e e s ta te m á tic a . 58 S in e m b a r g o , v a m o s a m e n c io n a r b r e v e y r e s u m id a ­ m e n t e u n s u c e s o 123, o c u r r id o en e s t e t ie m p o , p e r te n e ­ c ie n te a la h is to r ia in m e d ia ta m e n te h e c h o s q u e h a n m o t iv a d o p o s t e r io r a lo s e s ta d ig r e s ió n , p a r a p o n e r e n c la r o , n o s ó lo d e p a la b r a , sin o t a m b ié n d e h e c h o , a l m o d o c o m a d e e n tr e la s o b r a s d e u n a rte sa n o p r e se n ­ t a r ía m o s u n a a g u is a d e e je m p lo , la fu e r z a d e la c o n s ­ t itu c ió n r o m a n a e n s u p e r ío d o c u lm in a n te , q u e s e d io 122 Este capítulo parece confirmar la creencia polibiana de que la constitución romana está todavía en fase de auge. 123 En la batalla de Cannas habían quedado diez mil soldados romanos para proteger el campamento: no llegaron a combatir y cayeron prisioneros. 221 LIBRO V I (FRAGM EN TOS) e n a q u e lla é p o c a . A n íb a l, v e n c e d o r d e lo s r o m a n o s e n 2 la b a ta lla d e C a n n a s, a p r e s ó a lo s o c h o m i l h o m b r e s q u e s e h a b ía n q u e d a d o e n e l c a m p a m e n t o p a r a d e fe n d e r lo . L e s p e r d o n ó la v id a e, in c lu s o , le s p e r m it ió q u e e n v ia ­ r a n d e m a n d a a su s fa m ilia s d e u n r e s c a te p a r a sa lv a r se . E s t o s p r is io n e r o s e lig ie r o n d e e n tr e e llo s a d ie z d e lo s 3 h o m b r e s m á s n o t a b le s ; A n íb a l le s t o m ó ju r a m e n t o d e q u e r e g re s a r ía n y le s m a n d ó . U n o d e lo s d e le g a d o s, c u a n - 4 do ya h a b ía n abandonado el cam p a m en to , d ijo que h a b ía o lv id a d o a lg o y r e g r e s ó p a r a r e c o g e r lo , tra s lo c u a l s e fu e , c o n v e n c id o d e q u e c o n a q u e l r e to r n o y a h a b ía c u m p lid o la p a la b r a d a d a y d e q u e e l ju r a m e n t o y a n o le o b lig a b a . L o s e n v ia d o s lle g a r o n a R o m a y r o - 5 g a r o n e im p lo r a r o n d e l s e n a d o q u e n o d e n eg a ra la s a l­ v a c ió n a lo s p r is io n e r o s , a n te s b ie n , p e r m itie r a q u e su s p a r ie n te s le s s a lv a r a n a l p r e c io d e tr e s m in a s p o r p r i­ sio n e ro . E x p u s ie r o n q u e A n íb a l se a v en ía a e llo y q u e 6 lo s s o ld a d o s e n c u e s tió n m e r e c ía n sa lv a r se , y a q u e n o h a b ía n s id o c o b a r d e s en u n a b a t a lla n i h a b ía n h e c h o n a d a in d ig n o d e R o m a ; se le s h a b ía d e ja d o p a ra p r o ­ te g e r e l c a m p a m e n t o . S i lo s d e m á s h a b ía n m u e r to e n la b a ta lla , e llo s h a b ía n s o b r e v iv id o g ra c ia s a ta l c ir c u n s ­ ta n c ia , p e r o h a b ía n c a íd o rom anos e s ta b a n e n p o d e r d e l e n e m ig o . L o s m a ltr e c h o s por d e rr o ta s 7 m ilita r e s e n o r m e s , h a b ía n d e s e r ta d o d e e llo s c a s i t o d o s sus a lia ­ d o s , y e s p e r a b a n d e b e r a fr o n t a r m u y p r o n t o el r ie sg o s u p r e m o d e la p a tr ia . P e se a t o d o , o y e r o n la s p a la b r a s 8 d e lo s e n v ia d o s s in c e d e r a s u d e s g r a c ia n i m a n c h a r su d e c o r o ; en su s c á lc u lo s n o d e s c u id a r o n n a d a q u e fu e r a c o n v e n ie n te . C o m p r e n d ie r o n la s in te n c io n e s d e A n íb a l, 9 q u e p r e te n d ía c o n e llo m e jo r a r su e c o n o m ía y d e b ilita r el ard or d e l e n e m ig o en a q u e lla s c ir c u n sta n c ia s, de­ m o s t r a n d o q u e lo s v e n c id o s p o d ía n a ú n e sp e r a r su s a l­ v a c ió n . P o r e s to , e l se n a d o d is tó ta n t o d e a c c e d e r a 10 a q u e lla s p e tic io n e s , q u e n o se a p ia d ó d e lo s p a r ie n te s n i c o n c e d ió im p o r ta n c ia a la c r ític a situ a c ió n en q u e 222 HISTORIAS 11 s e e n c o n tr a b a n a q u e llo s c a p tu r a d o s . E l s e n a d o r o m a n o d e m o stró q u e e r a n in fu n d a d o s ta n t o lo s c á lc u lo s de A n íb a l c o m o la s e s p e r a n z a s d e p o s ita d a s e n e llo s . N e g ó e l r e s c a te a a q u e llo s h o m b r e s y le g is ló p a r a lo s s o ld a d o s q u e q u e d a b a n e n R o m a o v e n c e r o m o r ir , p u e s to q u e , 12 d e r e s u lta r v e n c id o s , n o le s q u e d a b a y a e sp e r a n z a . T r a s h a b e r to m a d o e s t a d e c is ió n , p e r m it ie r o n r e g r e s a r v o ­ lu n ta r ia m e n te a l c a m p a m e n t o d e A n íb a l a lo s nueve le g a d o s q u e lo h a b ía n ju r a d o , p e r o a l q u e h a b ía id e a d o e l tr u c o p a r a n o c u m p lir e l ju r a m e n t o , a é s te , le a ta r o n 13 y le e x p u s ie r o n a l e n e m ig o , d e m a n e r a q u e A n íb a l n o s e a le g ró ta n to d e s u v ic t o r ia s o b r e su s r iv a le s c o m o le p a s m ó y a d m ir ó la fo r ta le z a y la g ra n d e z a d e á n im o d e a q u e llo s h o m b r e s en su s r e s o lu c io n e s . 59 Es preciso que los que se ejercitan cual se debe en las virtudes lo hagan Fragmentos de ya desde la infancia, principalmente situación incierta si se trata del valor militar ( C ó d ic e T u r o n e n s e , fol. 109v). Holquio 124, ciudad del mar Tirreno, dice Polibio en el libro sexto ( E s t e b a n d e B i z a n c i o ) . Y este lugar se llama Rinco, cerca de Estrato, en Etolia, según dice Polibio en el libro sexto 125 de su Historia ( A t e n e o , III 48). 124 Esta palabra no consta en el nomenclátor del Weltatlas, I. Lo mismo cabe decir de la ciudad de Rinco, citada a continua­ ción. 123 No es seguro que la mención sea del libro VI; el texto griego en este lugar está muy deteriorado.