JOSÉ CADALSO. CARTAS MARRUECAS • GENERALIDADES José Cadalso vivió durante el reinado de Carlos III, época en que un grupo de españoles ilustres intentaron resolver los problemas políticos, económicos, culturales y morales por medio de la aplicación e interpretación de las teorías de los pensadores franceses del Siglo de las Luces. Fue considerado introductor del romanticismo en España. Sus dos mejores obras son Cartas marruecas y Noches Lúgrubes. Cartas marruecas es un libro en el que Cadalso finge una correspondencia entre dos amigos marroquíes, uno se encuentra en España y el otro en Marruecos, y el supuesto viajero, al que el autor le ha dotado de un gran sentido común, cuenta a su amigo lo que ve en España, por supuesto desde el relativismo de la diferencia de culturas. Cadalso aprovecha para dar su visión crítica sobre el carácter español, la política del momento y la historia de España. 2. LA OBRA LITERARIA. CARTAS MARRUECAS José Cadalso cultivó diferentes géneros literarios siempre con una finalidad didáctica. Su obra Cartas Marruecas es la expresión de una conciencia que no sólo refleja críticamente la sociedad española del Setecientos, sino también muestra una gran voluntad artística. Fueron compuestas durante la estancia de Cadalso en Salamanca, en el año 1774 fueron entregadas al Consejo de Castilla para conseguir la licencia de publicación. Aprobadas en un principio, los trámites de publicación se paralizaron después, al existir una ley que prohibía cualquier escrito que tuviese relación con África y sus presidios. En el año 1789, El Correo de Madrid las publicó por entregas, aunque la primera edición en libro no apareció hasta 1793. Fueron valoradas por los hombres de la Generación del 98, vieron en Cadalso un precursor de sus pensamientos y de sus actitudes frente al problema de España. El dramatismo de su obra se debe a la época de transición que fue la segunda mitad del siglo XVIII. 3. EL GÉNERO: LA FORMA EPISTOLAR Las Cartas Marruecas están compuestas por noventa cartas precedidas de una <<introducción>> y concluidas por una <<Nota>> y una <<Protesta literaria del escritor>>. La forma epistolar no fue adoptada por Cadalso de forma arbitraria ya que existían precedentes extranjeros que el autor conocía. Uno de los problemas que más preocuparon a Cadalso en la redacción de las Cartas fue conseguir su verosimilitud de acuerdo con las teorías del siglo XVIII fundamentadas en el Art Poétique, de Boileau, que propugnaba que toda creación poética tenía que estar subordinada a la razón. La literatura debía hacer pensar a los hombres y debía estar escrita de modo racional. La disposición de las Cartas no aparece de forma sistemática. 4. LOS PERSONAJES 1 Para conseguir dicho objetivo, Cadalso elige tres corresponsales: dos extranjeros y uno español que actúan como remitentes (emisores) y destinatarios (receptores). De este modo cualquier tema es analizado y contrastado desde perspectivas diferentes. Cadalso utiliza el artificio de emplear tres corresponsales, Gazel, Nuño Núnez y Ben−Beley en su búsqueda objetiva de la verdad y para lograr la imparcialidad. Estos tres corresponsales establecen relaciones cruzadas de acuerdo con el siguiente esquema: Gazel Nuño Núñez Ben−Beley Gazel es un joven marroquí que vino a España en la comitiva del Embajador de Marruecos y decidió quedarse para poder <<viajar con utilidad >>. En la Carta I nos ofrece datos de su adaptación en España donde ya nos explica su amistad con Nuño Núñez, éste le explicará su visión de la sociedad española así como el carácter y costumbres de los españoles. Gazel, a su vez, comunicará sus impresiones a Ben−Beley que vive en Marruecos y fue su tutor cuando se quedó huérfano, le reconoce como maestro. Ben−Beley, desde su <<vejez sana y alegre>>, juzgará con carácter universal el comportamiento ético de los hombres. 5. LOS TEMAS Es difícil hacer una clasificación sistemática de los temas por la técnica epistolar empleada y por su gran variedad. Destacaremos los temas principales: El concepto del hombre. La decadencia española: analiza el siglo XVIII español. Trata sobre la conquista de América. Describe una ciudad de la España antigua. Se pronuncia a favor del siglo XVI y nos da una visión negativa del siglo XVIII. Gazel critica la pasividad y el masoquismo patriótico. Defiende a Fernando el Católico. Denuncia las persecuciones a los hombres de letras y cómo la fama póstuma puede ser el consuelo a los rigores de las persecuciones. El carácter nacional: Ben−Beley agradece a Nuño la tutela que ha ejercido sobre Gazel (aconsejar e informar al joven sobre la realidad española). Respuesta de Nuño a Ben−Beley sobre la opinión de éste acerca de la falta de carácter propio de los españoles. El autor estudia las diferencias de las múltiples regiones españolas. La visión social y la nobleza hereditaria: Se critica a la nobleza por su carácter hereditario, y por su anquilosamiento e inutilidad social. Nuño tiene en proyecto escribir una <<Historia heroica de España>> en la que analizaría las causas de la decadencia española. La conclusión, <<Ya no hay patriotismo porque ya no hay patria>>, es importante para comprender el pensamiento social y político de Cadalso. Se comparan dos actitudes contrapuestas: la hombría de bien y la picaresca de la población española. La fama póstuma: la desarrolla a través de Gazel. El deseo de la fama póstuma se considera una consecuencia del carácter vanidoso de los españoles. Cadalso llega a una conclusión negativa: <<Con estos y otros iguales delirios se aniquila el hombre>>. La corrupción estilística: Cadalso nos revela su aprendizaje estilístico. También analiza las causas de la degradación de la lengua española; debida a los escritores del S. XVIII, por su <<poca economía en figuras y 2 frases>> y por su <<abuso>> de la supuesta flexibilidad natural del idioma. 6. EL ESTILO El objetivo primordial del autor es conseguir la máxima claridad expositiva, en un estilo llano, elegante y sin afectación. Reacciona contra las ingeniosidades de la última etapa del barroco. Busca un estilo íntimamente relacionado con su conciencia moral y crítica. Los rasgos más definidos son: Alternancia de la descripción, la narración y el diálogo. Vivaz descripción de las tertulias. Moderado uso de vocablos y arcaísmos. Utilización de un vocabulario no especializado. Crítica de tópicos y vacías ingeniosidades. Defensa de los significados auténticos de las palabras. A veces, utiliza frases de carácter sentencioso. 5 5 3