República Bolivariana de Venezuela. Ministerio del Poder Popular Para la Educación Universitaria Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”. Escuela de Medicina ‘‘Dr. José Gregorio Hernández’’ Área Ciencia de la Salud. Núcleo – Estado Monagas. Cocos Gram Negativos (-) Docente: Bachilleres: Dr. Briceño Oswaldo. García Liceth 32.091.764 López Manuella 31.41.866 Marín Darianna 30.854.276 Morales Ángel 31.236.175 Rodríguez Bárbara 31.465.270 Urbina Valeria 28.508.394 Sección 11 Maturín, abril de 2024. INDICE INTRODUCCION ................................................................................................................................... 3 Cocos Gram negativos. ........................................................................................................................ 4 Neisseria .............................................................................................................................................. 5 Neisseria Gonorrhoeae ..................................................................................................................... 11 Moraxella catarrhalis......................................................................................................................... 19 Veillonella: ......................................................................................................................................... 20 Acinetobacter .................................................................................................................................... 21 Acinetobacter baumannii .................................................................................................................. 22 CONCLUSION. .................................................................................................................................... 28 BIBLIOGRAFIA. ................................................................................................................................... 29 INTRODUCCION Las enfermedades infecciosas del hombre, pueden agruparse siguiendo diversos criterios, uno de ellos sería la forma en que se transmiten o contagian con más frecuencias (por ejemplo, por contacto sexual) y de la puerta de entrada más común de los agentes patógenos en el organismo. No obstante, algunos microorganismos tienen la propiedad de afectar más de una parte del organismo y pueden ingresar en este por diversas vías, siendo este caso con el grupo de cocos Gram negativos (-), es decir, Neisseria como Neisseria gonorrhoeae y Neisseria meningiditis. En nuestro trabajo desarrollaremos temas importantes como definición, morfología, clasificación, enfermedades (patogenia, diagnóstico, tratamiento, prevención), importancia en la vida humana y sus avances de estudios, métodos para identificación y el control de su propagación de los cocos Gram negativos. Cocos Gram negativos. Las bacterias gramnegativos son aquellas que no se tiñen de azul oscuro o de violeta por la tinción de Gram, sino que lo hacen de un color rosado tenue: de ahí el nombre de o también "Gram-negativas”. Esta característica está íntimamente ligada a la estructura di dérmica dada por la envoltura celular, porque presenta doble membrana celular (una externa y la otra citoplasmática), lo que refleja un tipo natural de organización bacteriana. Son uno de los principales supergrupos de bacterias, y cuando se tratan como taxón se utiliza también el nombre Negibacteria o el de Didermata. Las restantes son las bacterias Gram positivas. Las bacterias gramnegativos presentan dos membranas lipídicas entre las que se localiza una fina pared celular de peptidoglicano, mientras que las bacterias Gram positivas presentan solo una membrana lipídica y la pared de peptidoglicano es mucho más gruesa. Al ser la pared fina, las gramnegativos no retienen el colorante durante la tinción de Gram. Morfología de los cocos gran negativos. Pared celular gramnegativo. El segundo tipo de pared celular que se encuentra en las bacterias, es el de la pared gramnegativo. Excepto por la presencia de peptidoglucano, existe poca semejanza química con las paredes celulares de las bacterias Gram positivas y su arquitectura es fundamentalmente diferente. En las células gramnegativos, la cantidad de peptidoglucano es muy reducida y parte de ella forma una vaina de una sola capa alrededor de la célula, mientras que el resto forma una sustancia gelatinosa, el gel periplásmico, con pocos enlaces cruzados. Fuera de este periplasma se encuentra una elaborada membrana externa. Las proteínas en solución en el periplasma que consisten en enzimas con funciones hidrolíticas; a veces son enzimas que inactivan los antibióticos, y diversas proteínas de unión que tienen funciones dentro de la quimiotaxis y transporte activo de solutos dentro del célula. Dentro del periplasma, los oligosacáridos que se secretan en respuesta a las condiciones externas sirven para crear amortiguación contra la presión osmótica. El periplasma es una estructura intermembrana que se encuentra entre la membrana celular y una membrana especial que es única de las bacterias gramnegativos, la membrana externa. Esta última tiene una estructura general parecida a la mayoría de las membranas biológicas con dos hojuelas opuestas de fosfolípido y proteína; sin embargo, en términos de su composición química, la membrana externa es única en toda la biología. Su hojuela interna consiste en fosfolípidos comunes, pero estos se reemplazan en la hojuela externa con una molécula especial llamada lipopolisacárido (LPS), que es en extremo toxica para los humanos y otros animales y que se denomina endotoxina. Incluso en cantidades mínimas, como aquellas que se libera a la circulación durante el curso de una infección por bacterias gramnegativos, esta sustancia puede provocar fiebre y síndrome de choque llamado choque gramnegativo o choque endotóxico. La membrana externa gramnegativo es una bicapa de fosfolipoproteina cuya hojuela (capa) externa es LPS endotoxico. El LPS está formado por un lípido A toxico (un fosfolípido que contiene glucosamina en lugar de glicerol), un polisacárido nuclear (que contiene algunos residuos inusuales de carbohidratos y que es bastante constante en estructura entre las especies relacionadas de bacterias) y las cadenas laterales de polisacárido del antígeno O. El último componente constituye el principal antígeno de superficie de las células gramnegativos. La presencia de la membrana externa produce que las bacterias gramnegativos estén cubiertas por una barrera formidable contra la permeabilidad. Pero sin importar el beneficio que les concede la posesión de una pared con una membrana externa, las bacterias gramnegativos deben tomar medidas para el ingreso de los nutrientes. Proteínas estructurales especiales, denominadas porinas, forman poros a través de la membrana externa que posibilitan que las moléculas hidrofilicas de soluto se difundan a través de ella y lleguen al periplasma. La impermeabilidad de la membrana externa se neutraliza con las Porinas. Al obtener durante su evolución una pared celular con membrana externa, las bacterias gramnegativos han tenido éxito en: (1) crear el periplasma, que acepta las enzimas y proteínas digestivas y protectoras que son importantes en el transporte y quimiotaxis; (2) presentar una superficie externa con fuerte carga negativa, que es importante para evadir la fagocitosis y la acción del complemento, y (3) proporcionar una barrera impermeable que impide la entrada de moléculas peligrosas tales como la lisozima, sales biliares y enzimas digestivas del hospedador, y muchos antibióticos. Neisseria Son diplococos gramnegativos. El género contiene dos especies patogénicas y muchas comensales, la mayoría de las cuales son habitantes inocuos de los tractos respiratorio y alimentario superior. Las especies patogénicas son Neisseria meningitidis, una causa importante de meningitis y bacteriemia, y Neisseria gonorrhoeae, la causa de la gonorrea. Nisseria: características generales Neisseria son cocos gramnegativos que en forma típica aparecen en pares con los lados opuestos achatados, lo que les da una apariencia de “granos de café”. No tienen movilidad, no forman esporas y no son acidorresistentes. Sus paredes celulares son clásicas de las bacterias gramnegativos, con una capa de peptidoglucano y una membrana externa que contiene glucolípido endotóxico combinado con proteínas. Los elementos estructurales de N. meningitidis y N. gonorrhoeae son los mismos, excepto que el meningococo contiene una cápsula polisacárida externa a la pared celular. Los gonococos y los meningococos requieren de una atmósfera aerobia y de un medio enriquecido para un crecimiento óptimo. Los gonococos crecen de forma más lenta y son más difíciles de cultivar que los meningococos, que pueden crecer en agar sangre normal. Todas las especies de Neisseria son oxidasa-positivas. Las especies se definen por medio de sus características de crecimiento y por sus patrones de fermentación de carbohidratos. También hay reactivos disponibles para distinguir entre N. gonorrhoeae y N. meningitidis y las demás Neisseria a través de métodos inmunológicos tales como aglutinación en portaobjetos e inmunofluorescencia. Ambas especies patogénicas poseen pelos y proteínas de membrana externa (PME), que varían en su función y composición antigénica. Durante el estudio de las proteínas meningocócicas y gonocócicas, los investigadores asignaron nombres a estas proteínas, algunas de las cuales, después de estudios adicionales, parecen corresponder a moléculas con funciones similares en la patogénesis. Destacar las semejanzas y diferencias. Debe comprenderse que asignar un mismo nombre (p. ej., Por A) a una proteína que se encuentra en ambas especies no significa que sean idénticas. Lo que sí sugiere es que exhiben semejanzas en cuanto a estructura y función. Esto es similar a la situación de las exotoxinas pirogénicas de Staphylococcus aureus y de los estreptococos del grupo A. La membrana externa de Neisseria patogénica contiene una variante de lipopolisacárido (LPS) en el que las cadenas laterales son más cortas y carecen de las unidades repetidas de polisacáridos que se encuentran en los LPS de la mayoría de las bacterias gramnegativos restantes. Este LPS de cadena corta de Neisseria se denomina lipooligosacárido (LOS). El lípido A y el oligosacárido nuclear son estructural y funcionalmente parecidos a otros LPS gramnegativos. Los pelos, PME y LOS son antigénicos y se han utilizado en esquemas de tipificación. Neisseria Meningitidis Bacteriología Los meningococos producen colonias lisas de tamaño mediano en placas de agar sangre después de incubarse durante la noche. El dióxido de carbono potencia su desarrollo, pero no se requiere. Se han definido 12 serogrupos con base en la especificidad antigénica de su cápsula polisacárida. Los serogrupos productores de enfermedad de mayor importancia son A, B, C, W-135 y Y. Además de los polisacáridos grupales, las cepas individuales de N. meningitidis pueden contener dos clases de pelos y múltiples clases de PME, incluyendo porinas y proteínas de adherencia, algunas de las cuales tienen semejanzas estructurales y funcionales a aquellas que se encuentran en los gonococos. Se desconoce la función de otras PME. Los serogrupos se basan en la cápsula de polisacárido. Algunas PME se asemejan a las de los gonococos. Patogénesis El meningococo es un parásito exclusivamente humano; puede existir ya sea como miembro en apariencia inocuo de la flora normal o bien producir una enfermedad aguda. En la mayoría de los individuos, el estado de portación se asocia con la adquisición de anticuerpos protectores, pero para algunas personas, la diseminación a partir de la nasofaringe que produce bacteriemia, endotoxemia y meningitis sucede con demasiada velocidad para desarrollar la inmunidad. Los meningococos utilizan los pelos para la adhesión inicial a una proteína (CD46) en la superficie del epitelio nasofaríngeo no ciliado. Éste es el preludio de la invasión. Durante el proceso de la invasión, las microvellosidades de estas células entran en contacto cercano con las bacterias, que ingresan al interior de las células en vesículas rodeadas por membranas. Una vez adentro, los meningococos pasan rápidamente a través del citoplasma, salen a la submucosa y, a la larga, al torrente sanguíneo. Durante este proceso, dañan a las células ciliadas, quizá a través de la liberación directa de endotoxinas. Una vez que los meningococos obtienen acceso a la submucosa, su capacidad para producir enfermedad se ve potenciada por varios factores que les permiten capturar nutrientes esenciales y evadir la respuesta inmunitaria del hospedador. Un nutriente crítico, el hierro, es aprovisionado por las proteínas de N. meningitidis, que son capaces de adquirirlo a partir de la proteína humana de transporte de hierro, la transferrina. Como en el caso de otras bacterias encapsuladas, la cápsula de polisacáridos permite que los meningococos resistan la actividad bactericida mediada por el complemento y la fagocitosis subsiguiente por parte de los neutrófilos. El LPS/LOS meningocócico (y gonocócico) también tiene características que facilitan la evasión de las respuestas inmunitarias del hospedador. Su estructura química imita a los esfingolípidos que se encuentran en el cerebro de manera suficiente como para que el sistema inmunológico los reconozca como propios. Además, los meningococos son capaces de incorporar ácido siálico de los sustratos del hospedador como sustituciones terminales para sus cadenas laterales de LOS. Este LOS sialilado puede regular de manera descendente al depósito de complemento al fijar el factor H del suero en una forma para las moléculas de la superficie bacteriana. Al igual que la cápsula de los estreptococos del grupo B, las cápsulas de los meningococos del grupo B y del grupo C son polímeros de ácido siálico. Las manifestaciones más serias de la enfermedad meningocócica se relacionan con su propagación al torrente sanguíneo y con las estructuras que le dan su nombre, las meninges. Aún no queda claro el mecanismo exacto de invasión del SNC, pero es probable que se relacione con el nivel de bacteriemia. Sucede en el plexo coroideo con su tasa excepcionalmente elevada de flujo sanguíneo. Después de la invasión del SNC, se genera una intensa respuesta inflamatoria del espacio subaracnoideo, inducida por la liberación de fragmentos peptidoglucanos de la pared celular, LPS y, posiblemente, otros factores de virulencia que ocasionan la liberación de citosinas inflamatorias. Una característica prominente de la enfermedad meningocócica, con o sin compromiso del SNC, es la potente y diseminada actividad endotóxica. Al desarrollarse por medio de cultivos, N. meningitidis fácilmente libera las flictenas que contienen endotoxinas de su membrana externa a partir de la superficie celular, No se sabe si esto sucede in vivo, pero el modelo del meningococo como hiperproductor de endotoxinas LPS ciertamente se ajusta a sus terriblemente graves manifestaciones patológicas. Inmunidad La inmunidad a las infecciones meningocócicas se relaciona con el anticuerpo antipolisacárido específico del grupo, que es bactericida y facilita la fagocitosis. La actividad bacteriana se debe a la lisis celular mediada por el complemento a través de la vía clásica del mismo. Los individuos con deficiencias en los componentes terminales del complemento tienen un mayor riesgo de enfermedad meningocócica pero no para otros patógenos de cápsula polisacárida, como Haemophilusinfluenzae tipo b. La incidencia pico de infección grave sucede entre los seis meses y los dos años de edad. Esto corresponde con el nadir en la prevalencia del anticuerpo en la población general, que es el momento entre la pérdida del anticuerpo transplacentario y la aparición de anticuerpos de adquisición natural. Al alcanzar la adultez, normalmente se encuentran presentes anticuerpos séricos a uno o más serogrupos de meningococos, pero permanece una deficiencia inmunitaria a otros serogrupos. Las infecciones aparecen cuando se mezclan poblaciones portadoras de cepas virulentas (universidad, campamentos de verano, barracas militares) y los individuos susceptibles adquieren una nueva cepa del serogrupo para el que carecen del anticuerpo grupoespecífico. El anticuerpo protector se estimula a través de la infección y del estado de portación, que produce inmunidad dentro de unas cuantas semanas. La inmunización natural que puede no requerir de la colonización con cada serogrupo o, incluso, con N. meningitidis, ya que es posible que el anticuerpo se produzca en respuesta a polisacáridos de reacción cruzada que poseen otras Neisseria o, incluso, otros géneros. Por ejemplo, las cepas de Escherichia coli de un serotipo particular (K1) tienen una cápsula de polisacárido idéntica a la de los meningococos del grupo B. Estas E. coli también tienen un mayor potencial de producir meningitis en neonatos. Los polisacáridos capsulares purificados son inmunogénicos y generan respuestas inmunitarias independientes de linfocitos T en las que IgG2 es el anticuerpo predominante. Como en el caso de otros inmunógenos polisacáridos, estas respuestas no son poderosas, en particular durante la infancia, cuando hay una deficiencia relativa de IgG2. El polisacárido del grupo B difiere de aquel de otros grupos al no lograr estimular anticuerpos bactericidas en lo absoluto. Se cree que esto se debe a la semejanza de su polímero de ácido siálico con los antígenos cerebrales humanos. Es decir, al igual que los sialilados, es posible que el sistema inmunológico los reconozca como propios. Las proteínas expuestas de la membrana externa están bajo estudio en cuanto a su papel potencial en la inmunidad. Manifestaciones La forma más común de enfermedad meningocócica es la meningitis purulenta aguda, que tiene características clínicas y de laboratorio similares a las de las meningitis por otras causas. Un rasgo prominente de la meningitis meningocócica es la aparición de petequias cutáneas dispersas que pueden convertirse en equimosis o en erupción petequial difusa. Estas manifestaciones cutáneas son signos del síndrome de coagulación intravascular diseminada (CID), que forma parte del choque endotóxico provocado por la bacteriemia meningocócica (meningococemia). En ocasiones, la meningococemia se presenta sin meningitis y puede progresar a CID y choque fulminantes con destrucción hemorrágica bilateral de las glándulas suprarrenales (síndrome de Waterhouse-Friderichsen). No obstante, la enfermedad no siempre es fulminante y algunos pacientes únicamente exhiben febrícula, artritis y lesiones cutáneas que se desarrollan con lentitud a lo largo de un periodo de días a semanas. Los meningococos son causa inusual de otras infecciones tales como neumonía, pero es notable que las infecciones localizadas casi nunca se reconocen antes de la enfermedad sistémica. Diagnostico Los frotis Gram directos de líquido cefalorraquídeo (LCR) en la meningitis normalmente demuestran los diplococos gramnegativos en forma de granos de café. El diagnóstico definitivo se lleva a cabo mediante cultivo de LCR, sangre o lesiones cutáneas. Aunque supuestamente N. meningitidis es algo frágil, no requiere de manejo especial para aislarlo a partir de sitios presumiblemente estériles como sangre y LCR. El desarrollo es adecuado en agar sangre o agar chocolate después de 18 horas de incubación. La diferenciación entre especies se basa en los patrones de fermentación de carbohidratos o pruebas inmunológicas. La determinación del serogrupo se puede llevar a cabo mediante métodos de aglutinación en porta objetos, pero carece de importancia clínica inmediata. Tratamiento Desde hace tiempo, la penicilina ha sido el tratamiento de elección para las infecciones meningocócicas debido a su elevada actividad en contra de los meningococos y su buena penetración en el LCR. Aunque se ha informado de resistencia mediada tanto por betalactamasa como por la alteración de las proteínas fijadoras de penicilina (PBP), sigue siendo en extremo inusual. Las cefalosporinas de tercera generación como ceftriaxona y cefotaxima también son eficaces y representan tratamientos de elección para la meningitis aguda hasta que se comprueba una etiología meningocócica. En países en que la resistencia a la penicilina es significativa, las cefalosporinas se convierten en el tratamiento de primera línea. Aún es inusual la resistencia a la penicilina Prevención Hasta el desarrollo y difusión de la resistencia a la sulfonamida en la década de 1960-1969, la quimioprofilaxis con estos fármacos era el medio principal para detener la propagación de las infecciones meningocócicas. En la actualidad, la rifampicina es el medicamento quimioprofiláctico principal, aunque el ciprofloxacino también ha resultado eficaz. La penicilina no es efectiva, probablemente por su inadecuada penetración en la mucosa nasofaríngea no inflamada. La selección de casos que han de recibir profilaxis se basa en una evaluación epidemiológica. El riesgo máximo es para los hermanos del caso índice y disminuye al aumentar la edad. La cercanía y duración del contacto con el caso índice también son importantes. Por ejemplo, un lactante hermano de una persona con infección meningocócica y que comparte una habitación con la misma se encontraría en el riesgo más elevado. Típicamente, los miembros de la familia reciben tratamiento profiláctico, pero no otros adultos. Las excepciones de sentido común, como compañeros de juego o trabajadores de la salud con contacto muy cercano (p. ej., reanimación deboca a boca), se hacen a discreción del médico o del epidemiólogo. La presencia o ausencia de portación nasofaríngea de N. meningitidis no representa un papel en esta decisión porque no predice el riesgo de enfermedad de manera precisa. La rifampicina es el antibiótico principal para la quimioprofilaxis El contacto cercano con el caso es una indicación para la profilaxis Las vacunas meningocócicas de polisacáridos purificados se desarrollaron por primera vez en el Walter Reed Army Institute of Research (Instituto Militar de Investigación Walter Reed) a causa de los brotes en campos de reclutas ocasionados por cepas resistentes a la sulfonamida. Se mostró que estimulaban al antibiótico grupo específico y que prevenían la enfermedad en poblaciones adultas tanto militares como civiles. En EUA se autorizó el uso de una vacuna que contenía polisacáridos A, C, Y y W-135, pero resultó deficientemente inmunogénica para lactantes, el mayor grupo de riesgo. Ahora se sabe que las vacunas de polisacáridos sólo estimulan las respuestas independientes de linfocitos T que se desarrollan más tarde en la vida. Como en el caso de las vacunas de polisacáridos para Haemophilus influenzae y neumococos, el problema se superó mediante la conjugación del polisacárido con un portador proteico (toxoide diftérico). Esta vacuna antimeningocócica conjugada tetravalente (MCV4) estimula las respuestas dependientes de los linfocitos T, que son a la vez más fuertes y presentes a una edad más temprana. Inicialmente recomendada para individuos entre los 11 y los 18 años de edad, la edad para recibir la vacuna se redujo a los dos años de edad a finales de 2007 y casi sin duda se aplicará a edades menores a medida que aumenta la experiencia con la misma. Respuestas dependientes e independientes de linfocitos T. La vacuna MCV4 estimula la inmunidad dependiente de linfocitos TEl enfoque de conjugación proteica se enfrenta a una dificultadúnica en el caso del meningococo; la deficiencia absoluta de inmunogenicidad del polisacárido del grupo B. Si esto se debe a su semejanza con una molécula de adhesión neuronal humana, como se sospecha, es posible que no se supere sencillamente mediante la conjugación proteica. El grupo B es responsable de hasta un tercio de todas las enfermedades, de modo que ninguna vacuna que lo omita tiene probabilidades de ser exitosa por completo. Por esta razón se están explorando otros abordajes, como el uso de las PME (p. ej., Por A) o de las proteínas fijadoras del factor sérico H. Las vacunas genéticamente diseñadas que se basan en la secuencia completa del genoma meningocócico del grupo B ofrecen la promesa de definir las proteínas que inmunizarían en contra de todos los serogrupos de N. meningitidis. fijación del factor H. Neisseria Gonorrhoeae Bacteriología Neisseria gonorrhoeae se desarrolla de manera adecuada únicamente en agar chocolate y en medios especializados enriquecidos que garantizan su crecimiento. Requiere de complementación con dióxido de carbono. Después de 18 a 24 horas aparecen colonias pequeñas lisas no pigmentadas que se desarrollan por completo (2 a 4 mm) después de 48 horas. Los gonococos contienen numerosos pelos que se extienden a través y más allá de la membrana externa y que desde el punto de vista estructural son similares a los de los meningococos. Se requiere agar chocolate y CO2 Los aislados frescos contienen pelos La membrana externa de los gonococos se compone de fosfolípidos, LPS, LOS y varias PME distintivas. Las PME incluyen porinas (PorA y PorB) y proteínas de adherencia conocidas como Opa. Las proteínas Opa son un conjunto de al menos 12 proteínas que obtienen su nombre de la apariencia opaca que les brindan a las colonias a causa de la adhesión entre las células gonocócicas. Un número variable de proteínas Opa puede expresarse en cualquier momento dado. Se encuentran LPS, LOS y PME en la membrana externa Las proteínas Opa son PME de adherencia Variación Antigénica N. gonorrhoeae y N. meningitidis se encuentran entre los diversos microorganismos conocidos por el cambio antigénico que presentan sus estructuras superficiales de generación en generación durante el desarrollo de una sola cepa. Los mecanismos involucrados se han estudiado de manera más exhaustiva en los gonococos, pero parecen ser similares en ambas especies. La estructura principal que se sabe que pasa por una variación antigénica son los pelos, las proteínas Opa y los LOS. Los pelos, PME y LOS varían en los gonococos y meningococos Los pelos gonocócicos son antigénicamente variables en un grado extraordinario. Existen múltiples mecanismos genéticos, pero el más importante parece ser un intercambio recombinante entre los diversos genes de pilina presentes en el cromosoma de cada cepa. Algunos de estos genes son completos y pueden expresar la pilina (pilE). Otros no lo son a causa de la falta de un promotor efectivo, por lo que son silenciosos (pilS). Cuando la recombinación entre los loci de expresión y silenciosos resulta en la donación de nuevas secuencias a un locus de expresión, la consecuencia puede ser la expresión de una pilina con cambios en su composición de aminoácidos y, por ende, en su antigenicidad. También es posible que la recombinación involucre DNA exógeno de otra célula o cepa, porque los gonococos naturalmente captan el DNA específico de la especie mediante la transformación. El proceso es complejo e implica a otros genes que representan un papel en el ensamblaje de los pelos y de sus características funcionales, como la adhesión celular. Los numerosos resultados posibles incluyen ausencia de subunidades de pilina, subunidades de pilina incapaces de ensamblarse, pelos maduros con características funcionales alteradas y pelos totalmente funcionales con una nueva composición antigénica genética de la pilina. Los genes para las subunidades de pilina pueden expresarse o ser silenciosos Sucede la recombinación entre múltiples genes. El resultado quizá no sea funcional o sean pelos antigénicamente Alterados. Las diversas proteínas Opa gonocócicas se codifican individualmente por genes separados dispersos en el genoma. Diversas combinaciones de estos genes pueden estar encendidas” o “apagadas” en cualquier momento dado. El interruptor se fi ja durante la transcripción de cada gen Opa para la siguiente generación de células. A causa de un proceso denominado deslizamiento replicativo, puede variar el número de repeticiones de una secuencia genética particular. Cuando llega el momento de la traducción, el número de repeticiones determina si el gen se encontrará dentro o fuera del marco de lectura a fin de traducir su proteína Opa. Si se encuentra dentro del marco de lectura, el gen se encuentra “encendido”; de lo contrario, el interruptor se encuentra “apagado”. Se ha observado variación en los LOS gonocócicos en voluntarios con N. gonorrhoeae intrauretral, pero se desconoce el mecanismo genético. Diversos genes Opa pueden estar “encendidos” o “apagados” El cambio en el marco durante la traducción controla el interruptor. Los LOS también varían antigénicamente Estos cambios en la superficie gonocócica son sucesos aleatorios que pueden o no tener un valor para la supervivencia, según las circunstancias. Durante las primeras etapas de la infección, podría haber una selección positiva para la expresión de los pelos y las Opas que median la adherencia. Si el hospedador tuviese anticuerpos en contra de una o más de estas proteínas, se eliminarían y la población infectante cambiaría a células que expresaran pelos u Opas para los cuales no existiera experiencia inmunológica. Un ejemplo de cómo se podrían seleccionar estas variantes antigénicas. En conjunto, estas variaciones antigénicas multifactoriales de la superficie gonocócica pueden servir para el propósito dual de escapar de la vigilancia inmunológica y de proveer de manera oportuna los ligandos requeridos para adherirse a los receptores celulares humanos. Patogenesis Adherencia e invasión Los gonococos no son habitantes normales de la flora respiratoria o genital. Cuando se introducen en una superficie mucosa por medio del contacto sexual con un individuo infectado, los ligandos de adherencia como pelos y proteínas Opa permiten la adhesión inicial de las bacterias a los receptores (CD46, CD66, integrinas) que se encuentran sobre las células epiteliales no ciliadas. La adherencia inicial se encuentra mediada por los pelos, que se ha mostrado generan una fuerza activa mediante el movimiento de las microcolonias a lo largo de la superficie celular. Esto se sigue de una fijación más cercana a causa de las proteínas Opa. Esta adherencia estrecha permite que otras PME (PorA) desencadenen cascadas de señalización que activan múltiples sistemas enzimáticos dentro de la célula hospedadora. Estas reacciones conducen a la inducción de la fagocitosis de los gonococos en un proceso que involucra los microfilamentos y microtúbulos de la célula invadida. Las microvellosidades rodean a la bacteria y parecen atraerla al interior de la célula hospedadora de la misma manera que los meningococos. Así, después de la fijación inicial, el gonococo parece inducir a la célula hospedadora a que la incorpore en su interior de manera activa. Una vez adentro, la bacteria realiza la transcitosis de la célula y sale de la misma a través de la membrana basal para ingresar en la submucosa adherencia. Los pelos y las proteínas Opa median la fijación al epitelio no ciliado Los gonococos inducen su propia fagocitosis Las bacterias rápidamente pasan a la submucosa Supervivencia en la submucosa Una vez dentro de la submucosa, la bacteria debe sobrevivir y resistir las defensas innatas del hospedador, así como las defensas que éste puede haber adquirido de una infección anterior. Como en el caso de los meningococos, los receptores sobre la superficie gonocócica permiten que el organismo capture el hierro que necesita para crecer a partir de las proteínas humanas de transporte de hierro, transferrina y lactoferrina. Aunque los gonococos carecen de la cápsula de polisacárido de los meningococos, siguen contando con diversos mecanismos que los protegen en contra del complemento y los anticuerpos en el suero. Uno de éstos es la sialilación de LOS en que el gonococo es capaz de incorporar el ácido siálico del hospedador en su propia superficie. Esto proporciona un mecanismo para bloquear el depósito de C3b en la superficie, que es igual al de la bacteria encapsulada. En cierto sentido, los gonococos crean su propia “cápsula” durante la infección mediante la fijación del ácido siálico del hospedador a sus LOS. Los receptores secuestran el hierro, Los LOS actúan como cápsula Aun cuando los fagocitos encuentran a los gonococos, los factores de la superficie, como los pelos y proteínas Opa, interfieren con la fagocitosis efectiva. Los organismos también pueden defenderse de la muerte por oxidación dentro del fagocito al estimular la producción de catalasa y de un efectivo sistema de defensa antioxidante. En conjunto, estos factores proporcionan evidencia amplia de que la destrucción por parte de los neutrófilos se retrasa lo suficiente como para permitir la supervivencia prolongada de los gonococos en localizaciones mucosas y submucosas. Propagación y diseminación En contraste con los meningococos, las bacterias de N. gonorrhoeae tienden a permanecer localizadas en las estructuras genitales, ocasionando inflamación y daños locales, lo que, sin duda, facilita su continua transmisión venérea. La unidad infecciosa principal podría ser la secreción purulenta que contiene agrupaciones “pegajosas”de gonococos unidos por proteínas Opa. Es posible que la infección se disemine a estructuras más profundas mediante la extensión progresiva a las células mucosas y epiteliales glandulares adyacentes. Esto incluye la próstata y el epidídimo en los varones y las glándulas paracervicales y las trompas de Falopio en las mujeres. La propagación a las trompas de Falopio se ve facilitada por la fijación mediada por los pelos a los espermatozoides y después a las microvellosidades de las células no ciliadas en las trompas. El daño al epitelio de las trompas de Falopio se encuentra mediado por el efecto local de los LPS/LOS sobre las paredes celulares. También se sabe que los gonococos recambian su peptidoglucano con rapidez durante el crecimiento, liberando fragmentos de peptidoglucano que también son tóxicos para el epitelio ciliado de las trompas de Falopio. Diseminación local al epidídimo y a las trompas de Falopio La liberación de LPS/LOS y peptidoglucanos ocasiona daños locales En una pequeña proporción de infecciones, los organismos llegan al torrente sanguíneo y ocasionan una infección gonocócica diseminada (IGD). Cuando esto sucede, los hallazgos sistémicos tienen un patrón propio (vea Manifestaciones) y rara vez presentan el cuadro de choque endotóxico de la meningococemia. Aunque se han señalado diferencias entre las cepas de N. gonorrhoeae que permanecen localizadas y aquellas que producen IGD, se desconoce su conexión con la patogénesis. Tanto la IGD como la salpingitis tienden a iniciarse durante o poco después del final de la menstruación. Es posible que esto se relacione con los cambios en la mucosa cervical y el reflujo al interior de las trompas de Falopio que se presenta durante la menstruación. Regulación genética de la virulencia Durante todas las etapas de la gonorrea, los gonococos pueden utilizar una variedad particularmente amplia de mecanismos genéticos para el despliegue puntual de los factores de virulencia antes descritos. Algunos son respuestas reguladoras ante señales ambientales, como el hierro en relación con las proteínas fijadoras de hierro, mientras que otros implican cambios en el genoma. Se han demostrado cambios antigénicos tanto en los pelos como en las proteínas Opa en la infección humana, incluyendo el aislamiento de variantes antigénicas de distintas localizaciones en un mismo paciente. En teoría, éstos se llevan a cabo mediante los mecanismos de recombinación y traducción, a medida que el organismo se replica dentro del paciente. Inmunidad Desde hace mucho tiempo, la aparente falta de inmunidad a la infección gonocócica ha permanecido en misterio. Entre las personas sexualmente activas con múltiples parejas, las infecciones repetidas son la regla más que la excepción. Durante la infección natural se generan anticuerpos tanto séricos como secretorios, pero casi siempre sus niveles son bajos, incluso después de infecciones repetidas. Otro aspecto es que aun cuando se forman anticuerpos, la variación antigénica anula su efectividad y permite que el gonococo escape a la vigilancia inmunitaria. La variación antigénica de los pelos, proteínas Opa y LOS tiene altas probabilidades de ser significativa. Se han rastreado brotes a una sola cepa que demostraba múltiples variaciones de pilina y tipos Opa en aislados repetidos del mismo individuo o parejas sexuales. En los modelos experimentales, la administración pasiva de anticuerpos dirigidos en contra de un tipo de pilina se ha seguido de la emergencia de nuevas variantes de pilina presumiblemente a través de la secuencia. Parecería que, aunque hay cierta inmunidad a la infección gonocócica, su efectividad se ve comprometida por la capacidad del organismo para cambiar estructuras clave durante el curso de la infección. Manifestaciones Gonorrea genital. El espectro clínico de la gonorrea difiere de manera sustancial entre varones y mujeres. En los varones, el sitio primario de infección es la uretra. Los síntomas inician de 2 a 7 días después de la infección y consisten principalmente en secreción uretral y disuria. Aunque es poco común, la extensión local puede conducir a epididimitis o prostatitis. En las mujeres, el endocérvix es el sitio principal y los síntomas incluyen secreción vaginal, frecuencia urinaria, disuria, dolores abdominales y anormalidades en la menstruación. Como se mencionó antes, los síntomas pueden ser leves o estar ausentes en ambos sexos, en particular en las mujeres. Otras infecciones locales La gonorrea rectal se presenta después del coito rectal o, en el caso de las mujeres, después de la contaminación con las secreciones vaginales. Este padecimiento suele ser asintomático, pero puede ocasionar tenesmo, supuración y sangrados rectales. La gonorrea faríngea se transmite a través del sexo oral-genital y, de nuevo, suele ser asintomática. Pueden presentarse irritación faríngea y adenitis cervical. La infección de otras estructuras cercanas a los sitios primarios de infección, como las glándulas de Bartholin en las mujeres, puede llevar a la formación de abscesos. Las infecciones rectales y faríngeas se relacionan con las prácticas sexuales. La inoculación de gonococos en la conjuntiva produce conjuntivitis grave, aguda y purulenta. Aunque esta infección puede ocurrira cualquier edad, la forma más seria es la oftalmía neonatal gonocócica, enfermedad adquirida por el recién nacido a partir de la madre infectada. Antes, esta enfermedad era causa común de ceguera, pero ahora se previene mediante el uso profiláctico de gotas o ungüentos oftalmológicos tópicos (nitrato de plata, eritromicina o tetraciclina) al momento del nacimiento. La transmisión durante el parto provoca oftalmía neonatal. Enfermedad inflamatoria pélvica (PID) El síndrome clínico de la PID se desarrolla en 10 a 20% de las mujeres con gonorrea. Los signos incluyen fiebre, dolor del bajo vientre (normalmente bilateral), sensibilidad anexial y leucocitosis con o sin signos de infección local. Estas características son el producto de la propagación del organismo a lo largo de las trompas de Falopio, donde produce salpingitis, y a la cavidad pélvica, donde produce peritonitis y abscesos pélvicos. También se sabe que la PID se desarrolla cuando otros patógenos genitales ascienden por la misma ruta. Estos organismos incluyen anaerobios y Chlamydia trachomatis, que puede aparecer por sí sola o mezclada con gonococos. Las complicaciones más serias de la PID son la infertilidad y el embarazo ectópico secundario a la cicatrización de las trompas de Falopio. Infección gonocócica diseminada (DGI) Cualquiera de las formas locales de gonorrea o sus extensiones, como DGI, pueden conducir a una bacteriemia. En la fase bacteriémica, las características principales son fiebre; poliartralgia migratoria; y una erupción cutánea petequial, maculopapular o pustular. Algunas de estas características pueden estar inmunológicamente mediadas; rara vez se aíslan gonococos a partir de la piel o las articulaciones durante esta etapa a pesar de su presencia en la sangre. La bacteriemia puede conducir a infecciones metastáticas tales como endocarditis y meningitis, pero la más común es la artritis purulenta. Por lo normal, la artritis sucede a la bacteriemia y compromete a las articulaciones de mayor tamaño, como los codos y las rodillas. Los gonococos se cultivan con facilidad a partir del pus. Las erupciones cutáneas, la artralgia y la artritis se asocian con la bacteriemia. La artritis purulenta afecta a las articulaciones de gran tamaño Diagnostico Frotis de Gram La presencia de pares múltiples de diplococos gramnegativos en forma de granos de café dentro de un neutrófilo es característica de la gonorrea cuando el frotis se toma de un sitio genital. El frotis directo de Gram es más de 95% sensible y específico en varones sintomáticos. Por desgracia, sólo es 50 a 70% sensible en mujeres y su especificidad se ve complicada por la presencia de otras bacterias en la flora genital femenina que pueden tener una morfología similar. Se requiere de experiencia en la interpretación de los frotis, en especial en el caso de aquellos provenientes de pacientes femeninas. Un frotis de Gram positivo suele aceptarse como diagnóstico para los varones. No se debería utilizar como fuente única para el diagnóstico en mujeres o cuando los hallazgos tienen implicaciones sociales (divorcio) o legales (violación, abuso infantil). Cultivo Se necesita prestar atención a los detalles para el aislamiento del gonococo porque es un organismo frágil que a menudo se mezcla con miembros más resistentes de la flora normal. El éxito requiere de la adecuada selección de sitios de cultivo, de la protección de las muestras de la exposición al ambiente, del cultivo en medios apropiados y de una identificación definitiva por parte del laboratorio. En los varones, la mejor muestra es el exudado uretral o el raspado uretral (obtenido con un asa o hisopo especial). En el caso de las mujeres, se prefieren los frotis cervicales a las muestras uretrales o vaginales. El mejor resultado diagnóstico en las mujeres se obtiene a partir de una combinación de cultivos del cuello uterino y del ano: esto se debe a que algunas pacientes con gonorrea rectal arrojan cultivos cervicales negativos. Los cultivos rectales o faríngeos en los varones únicamente se necesitan cuando así lo indican sus prácticas sexuales. La uretra y el cuello de la matriz son los sitios preferidos para el cultivo. Los frotis pueden sembrarse directamente sobre el medio de cultivo o trasladarse de manera puntual (en menos de cuatro horas) laboratorio en un medio de transporte adecuado. Las órdenes al laboratorio deben incluir la sospecha de gonorrea a fin de que puedan utilizarse los medios que satisfagan las necesidades nutricionales de los gonococos y que inhiban a la flora normal que compite con los mismos. El medio selectivo (p. ej., agar Martin-Lewis) es un agar chocolate enriquecido selectivo que contiene antibióticos. La formulación exacta ha cambiado al paso de los años, pero incluye sustancias activas en contra tanto de bacterias Gram positivas (vancomicina), como gramnegativos (colistina, trimetoprim) y antifúngicas (nistatina, anisomicina) en concentraciones que no inhiben el crecimiento de N. gonorrhoeae. Se requieren medios de transporte a menos que la siembra sea inmediata. El medio selectivo inhibe la flora competidora Las colonias aparecen después de 1 a 2 días de incubación en dióxido de carbono a 35 °C. Se pueden identificar como Neisseria mediante la demostración de la morfología característica en tinción de Gram y por un resultado positivo de la prueba de oxidasa. Desde el punto de vista clásico, la diferenciación entre especies se lleva a cabo mediante el patrón de degradación de carbohidratos, pero este abordaje se ha visto sustituido por procedimientos inmunológicos (inmunofluorescencia, coaglutinación, inmunoensayo enzimático) mediante el uso de anticuerpos monoclonales contra antígenos únicos. Las especies de Neisseria distintas de N. gonorrhoeae son inusuales en las muestras genitales, pero la diferenciación entre especies es la única manera de tener un diagnóstico certero. Los aislados se identifican por medio de fermentación o inmunoensayo. Detección directa Se han hecho grandes esfuerzos por desarrollar métodos de inmunoensayo e hibridación de ácidos nucleicos que detectan gonococos en muestras genitales y de orina sin la necesidad de un cultivo. Tales métodos han sido de especial importancia para el diagnóstico sistemático en poblaciones en las que es impráctico llevar a cabo los cultivos. De éstos, sólo los métodos de amplificación de ácidos nucleicos cuentan con la sensibilidad necesaria para sustituir a los cultivos y ahora se utilizan ampliamente en los laboratorios de salud pública. La proporción costo-beneficio de estos análisis se ha mejorado al combinarlos con la detección de Chlamydia, que afecta a la misma población clínica. Los métodos de amplificación del DNA se combinan con la detección de Chlamydia. Serología Los intentos por desarrollar una prueba serológica para la gonorrea aún no han logrado la sensibilidad y especificidad necesarias. Una prueba que detectara la enfermedad en pacientes asintomáticos sería de gran utilidad para controlarla. No existen pruebas serológicas Tratamiento El tratamiento de la gonorrea, como en el caso de otras enfermedades de transmisión sexual, incluye cuestiones relacionadas con el paciente individual y con la salud pública. Los pacientes que no terminan su curso de tratamiento una vez que empiezan a sentir una mejoría, representan un riesgo de transmisión continua y de la selección de cepas resistentes. Por esta razón, el tratamiento definitivo al momento de la visita inicial se ha convertido en el abordaje preferido. Por décadas, esto se lograba con facilidad mediante una inyección intramuscular de penicilina G. La falta de cumplimiento obliga que el tratamiento se lleve a cabo en la primera visita. La penicilina, que alguna vez fue activa en contra de todos los gonococos conocidos a concentraciones extremadamente bajas (menos de 0.1 μg/ml), ya no se utiliza. Esto se debe al desarrollo de múltiples mecanismos de resistencia. Las primeras en reconocerse fueron las mutaciones que alteraron la afinidad de la penicilina por su transpeptidasa (o proteína fijadora de la penicilina [PBP]) blanco. También se han descubierto otras mutaciones en las porinas que o bien limitan el transporte de la penicilina al interior de la célula o utilizan sistemas efluentes que la bombean fuera, ya sea solas o en combinación con alteraciones en las transpeptidasas. Al paso de las décadas, poco a poco surgió una subpoblación de gonococos que requería concentraciones mínimas inhibitorias aún mayores (hasta 8.0 μg/ml). Durante un tiempo esto se manejó mediante el aumento de las dosis de penicilina, que para el tratamiento de inyección única se acercaba al volumen máximo posible que podía administrarse (aun inyectando ambas nalgas). Por último, el mecanismo de resistencia más poderoso, la producción de penicilinasa, apareció durante la Guerra de Vietnam y se difundió por el mundo entero. Estas cepas producen una betalactamasa codificada por plásmidos que es idéntica a la de miembros de Enterobacteriaceae y son resistentes a un nivel que excede, con mucho, los niveles terapéuticos que pueden alcanzarse. Éste fue el fi n de la penicilina como solución para la gonorrea. alteración de PBP; Betalactamasa. Las alteraciones en PBP ocasionaron resistencia creciente Las cepas productoras de betalactamasa son altamente resistentes. Esta situación ha causado un cambio en el tratamiento de la gonorrea genital a cefalosporinas de tercera generación a causa de su resistencia a las betalactamasas presentes en los gonococos. Los medicamentos que se recomiendan tienen una actividad lo suficientemente elevada como para que se sigan utilizando para tratamientos de dosis única, ya sea por vía intramuscular (ceftriaxona) u oral (cefixime). Otros medicamentos que se recomiendan para el tratamiento primario incluyen fluoroquinolonas (ciprofloxacino u ofloxacino) y azitromicina. La doxiciclina también es eficaz perodebe administrarse por vía oral durante siete días. La doxiciclina y la azitromicina tienen la ventaja adicional de que también son efectivas en contra de Chlamydia, que también puede estar presente en hasta un tercio de los casos de gonorrea. La resistencia a las quinolonas es lo bastante frecuente como para limitar su uso en algunas partes del mundo. La resistencia a la azitromicina apenas se empieza a informar. Prevención Los condones proporcionan un alto grado de protección tanto en contra de infecciones por N. gonorrhoeae como en contra de la transmisión a una pareja sexual. Los espermicidas y otras espumas y lavados vaginales no son confiables como protección. Los métodos clásicos de salud pública del rastreo de casos-contactos y tratamiento son importantes, pero resultan difíciles a causa de la magnitud de la población infectada. La disponibilidad de una buena prueba serológica sería de gran utilidad para el control de la enfermedad, como lo ha sido en el caso de la sífilis. El desarrollo de una vacuna es una meta elevada, pero distante. Lograrlo requiere de una mayor comprensión de la inmunidad y de su relación con el blanco móvil que representa el gonococo. Moraxella catarrhalis Moraxella catarrhalis (antes conocida como Branhamella catarrhalis) es una bacteria gram negativa, aeróbica, oxidasa positiva con forma de diplococos que puede colonizar y causar infección del tracto respiratorio en humanos. Moraxella catarrhalis fue inicialmente ubicada en un género separado llamado Branhamella. La razón para ello fue que los demás miembros del género Moraxella son baciliformes y raramente causan infección en humanos. Sin embargo resultados de estudios de hibridación de DNA y comparación de secuencias de RNA ribosomal 16S fueron usados para justificar la inclusión de la especie catarrhalis en el género Moraxella. El nombre Moraxella fue dado en honor a Victor Morax, un oftalmólogo suizo quien fue el primero en describir el género. Catarrhalis es derivado de katarrhein, palabra griega que originalmente significaba 'escurrir', describiendo el flujo profuso de nariz y ojos asociado típicamente con inflamación severa en resfriados. Importancia clínica Clínicamente estas bacterias son conocidas por causar otitis media, bronquitis, sinusitis, y laringitis. En pacientes ancianos fumadores pesados crónicos con EPOC la M. catarrhalis está asociada con bronconeumonía, también como exacerbaciones del EPOC subyacente. La frecuencia más alta de colonización por M. catarrhalis parece ocurrir aproximadamente a los 2 años de edad, con una sorprendente diferencia en las tasas de colonización entre niños y adultos (muy alta a muy baja). La prioridad de las investigaciones actuales incluyen ensayos para encontrar una vacuna eficaz3 para este organismo genotípicamente diverso, también para determinar los factores envueltos en la virulencia, e.g, resistencia El lipooligosacarido es considerado un posible factor de virulencia. al complemento. Tratamiento Las opciones de tratamiento incluyen tratamiento antibiótico o el abordaje mediante tratamiento expectante. La gran mayoría de los aislamiento de casos clínicos de este organismo producen beta-lactamasas y son resistentes a penicilina. Se ha reportado resistencia a trimetoprima, Trimetoprim-sulfametoxazol (TMP-SMZ) y tetraciclina. Es susceptible a quinolonas, la mayoría de las cefalosporinas, de 2.ª y 3.ª generación, eritromicina y amoxicilina-clavulanato. Veillonella: Los microorganismos del Género Veillonella se caracterizan por presentar forma de cocos dispuestos en pares (diplococos), son anaerobios estrictos, Gram negativos que forman parte de la microbiota normal de cavidad bucal, colon y vagina. Bajo algunas circunstancias se comportan como patógenos oportunistas que pueden producir abscesos en senos, amígdalas, cerebro, e infecciones mixtas causadas por anaerobios (1, 2, 3). Se han podido aislar de saliva y lengua con una frecuencia que oscila entre 5 y 10% de los casos, y de muestras de placa dental en el 28% de los casos. Estas bacterias también se han podido aislar a partir de muestras provenientes de caries dental en niños, al igual que otras especies como Streptococcus mutans y Streptococcus oralis, lo cual hace que la proporción de este microorganismo en los diferentes ecosistemas de la boca sea variable. Entre las especies aisladas en cavidad bucal se encuentran: Veillonella criceti, Veillonella ratti, Veillonella rodentium y Veillonella caviae en roedores y Veillonella dispar, Veillonella parvula, Veillonella atypica, Veillonella montpellierensis, Veillonella denticariosi en seres humanos y, más recientemente se ha aislado de placa dental humana a Veillonella rogosae (4,5,6). La distribución de los microorganismos de este Género en cavidad bucal está relacionada con la distribución de otras especies y con la presencia de ácidos grasos. Los microorganismos pertenecientes al Género Veillonella metabolizan lactato y succinato, reducen la cisteina, cistina, tiosulfato y dan lugar a la formación de radicales sulfihidrilos (SH2) (1,2,3, 7,8). Para su desarrollo utilizan ciertos metabolitos intermedios como el piruvato, lactato, malato, fumarato, y oxaloacetato, junto con el dióxido de carbono esencial. El metabolismo del lactato puede definir el grado de acidez de la placa dental y por su afinidad por el mismo, se ha sugerido que los cocos del Género Veillonella podrían contrarrestar la formación de caries dental (2,3). NUEVAS ESPECIES DEL GÉNERO Veillonella Veillonella rogosae. Células Gram negativas, anaerobias estrictas, no poseen movilidad, no forman esporas, presentan forma de cocos dispuestos en parejas, de 0,3-0,5 micras de diámetro, pudiendo formar también cadenas cortas. Las colonias de esta especie en Agar Veillonella miden aproximadamente de 2 a 4 mm de diámetro y se observan con bordes enteros. V. rogosae reduce el nitrato, no hidroliza la esculina ni la arginina, es oxidasa negativo, no produce ácidos a partir del metabolismo de los carbohidratos, produce piroglutámato a partir de la actividad de la arilamidasa y presenta actividad enzimática glucosídica. La producción de fosfatasa es variable y como productos finales principales del metabolismo producen acetato y propionato. Presenta diferencias con otras especies de Veillonella basadas en la secuencia del gen rpoB del ARNr 16S de estas bacterias. Este microorganismo fue aislado de muestras de placa dental y su nombre fue colocado en honor al microbiólogo Morrinson Rogosa, por su contribución a la microbiología y al Género Veillonella. Veillonella denticariosi. Byun y col. sembraron en un medio de cultivo selectivo para Veillonella muestras provenientes de caries de dentina, y pudieron aislar dos cepas de bacterias Gram negativas que presentaban forma de coco, las cuales no habían sido descritas anterioremente. Posterior a la comparación de la secuencia del ARNr 16s y del adnK, se observó la similitud entre ellas, quedando incluidas en el Género Veillonella. En principio, se estableció la relación filogenética de las dos cepas obtenidas con Veillonella rodentium y la técnica de hibridación de ADN-ADN estableció que estas presentan secuencias similares, aún cuando difieren de otras especies del Género Veillonella. De igual forma, los principales ácidos grasos que producen las cepas (C13:0 y C17:1-8), son similares a los producidos por otras especies de este Género. En base a estas observaciones, los autores antes referidos propusieron que las cepas obtenidas fueran consideradas como una nueva especie denominada Veillonella denticariosi. Veillonella montpellierensis. Son bacterias Gram negativas con forma de cocos dispuestos en pares (diplococos) o en cadenas cortas. El tamaño de cada célula oscila entre 0,3 y 0,5 micras de diámetro, son microorganismos anaerobios estrictos, no poseen movilidad, no forman esporas y presentan una superficie en forma de espiral. Las colonias de esta especie que crecen en el medio Agar Sangre Columbia miden aproximadamente de 1 a 3 mm de diámetro, son de superficie lisa, opacas, de color blanco grisáceo y son oxidasa negativa. Esta especie produce gas, reduce el nitrato y, como productos finales principales del metabolismo produce lactato y propionato. Además, puede diferenciarse de otras especies del Género Veillonella a través del ADNr 16S y por la secuencia del adnK. El nombre de esta especie se debe al lugar de donde fue aislada la misma (montepellierensis hace referencia a Montepellier, ciudad ubicada al sur de Francia). Cabe destacar además que este microorganismo se encontró en muestras clínicas provenientes de humanos. Acinetobacter Acinetobacter es un género de bacterias Gram-negativas que pertenece al filo Proteobacteria. Las especies de Acinetobacter son bacilos, aerobios estrictos, no fermentadores, no móviles, oxidasa-negativos que se presentan en pares al microscopio. Se distribuyen ampliamente en la naturaleza, son importantes en el suelo y contribuyen a su mineralización. Acinetobacter es también una importante fuente de infección en los hospitales para los pacientes debilitados. Son capaces de sobrevivir en diversas superficies (tanto húmedas como secas) en el ámbito hospitalario. Ocasionalmente son aislados de los productos alimenticios y algunas cepas son capaces de sobrevivir sobre diversos equipos médicos e incluso sobre la piel humana sana. Muchas cepas de A. baumannii son multiresistentes a antibióticos, contenidos en su pequeño genoma, aislando islas de ADN extraño (significa transmisión genética desde otros organismos) y de otros materiales citoplasmáticos y genéticos; todo motiva su mayor virulencia. Acinetobacter no tiene flagelos; su nombre en griego significa 'sin motilidad'. Microbiología general Las especies del género Acinetobacter presentan predominantemente una morfología de tipo cocobacilo. Los bacilos predominan en los medios fluidos, especialmente durante el inicio del crecimiento. Sin embargo, la morfología puede ser variable en los especímenes teñidos en el laboratorio, por lo que no se puede usar para identificar Acinetobacter de las otras causas de infección. La mayoría de las cepas de Acinetobacter, excepto algunas de A. lwoffii, crecen bien sobre el agar MacConkey (sin sal). No fermenta la lactosa, su fuerte reacción de oxidación de lactosa es la responsable de que "parezca" que pueda fermentar parcialmente la lactosa cuando crecen sobre el agar MacConkey. Las diferentes especies de este género se pueden identificar usando FLN (Desnitrificación Fluorescente de la Lactosa) para determinar la cantidad de ácido producido por el metabolismo de la glucosa. Taxonomía El género Acinetobacter comprende 17 especies validadas y 14 sin validar (genómicas). Algunas especies no validadas tienen denominaciones populares, mientras que otras tienen varias distintas lo que causa confusión. Todavía es bastante limitado el conocimiento de la biología y ecología de las acinetobacterias a nivel de especies, debido a la dificultad de su diferenciación. Aunque se han empleado métodos fenotípicos para la identificación de las especies, se espera que los métodos basados en secuenciación de nucleótidos sean el método estándar de identificación en el futuro. Sin embargo, puesto que no es posible la identificación rutinaria en los laboratorios clínicos, el género se divide y agrupa en tres complejos: Acinetobacter calcoaceticus-baumaniix: complejo oxidante de la glucosa no hemolítico (A. baumannii puede identificarse por OXA-51). Acinetobacter lwoffii: negativo a la glucosa, no hemolítico. Acinetobacter haemolyticus: hemolítico. Acinetobacter baumannii En pocas palabras, la clasificación taxonómica de Acinetobacter es desconcertante. Sin adentrarnos en este laberinto, el género se subdivide en dos grupos: especies oxidadoras de glucosa (entre las que A. baumannii es la especie más frecuente) y especies no oxidadoras de glucosa (entre las que destaca A. lwoffli). Las acinetobacterias son cocobacilos anchos gramnegativos oxidasa-negativos que se desarrollan como aerobios estrictos. Crecen como saprofitos ubicuos en la naturaleza y en el entorno hospitalario. Sobreviven en las superficies húmedas, como los equipos de terapia respiratoria, y en las superficies secas como la piel del ser humano (esta última característica es rara en los bacilos gramnegativos). Estas bacterias forman también parte de la microbiota bucofaríngea normal de un pequeño número de individuos sanos, y pueden crecer hasta alcanzar un número elevado durante la hospitalización. Las acinetobacterias son patógenos oportunistas que pueden producir infecciones de los aparatos respiratorio y urinario, y de las heridas; también pueden causar septicemia. Los sujetos con riesgo de contraer una infección por estas bacterias son los que reciben antibióticos de amplio espectro, los que se encuentran en fase postoperatoria quirúrgica, o los sometidos a ventilación mecánica. El tratamiento de las infecciones por Acinetobacter es problemático, porque estos microorganismos, especialmente A. baumannii, son a menudo resistentes a los antibióticos. El tratamiento específico debe orientarse por las pruebas de sensibilidad in vitro, pero el tratamiento empírico frente a las infecciones graves sería un b-lactámico (p. ej., ceftacidima, imipenem) y un aminoglucósido. Transmisión y prevalencia. Acinetobacter entra al cuerpo por heridas abiertas, cateteres, tubos de respiración. Usualmente infecta a los comprometidos inmunodeprimidos, como los heridos, ancianos, niños con enfermedades del sistema inmune, trasplantados. Su colonización no representa ninguna amenaza para los sanos, aunque trabajadores de atención de la salud colonizados y visitantes de hospital pueden llevar la bacteria a barrios vecinos y a otras instalaciones médicas. El número de infecciones hospitalarias causadas por A. baumannii se ha incrementado en años recientes; al igual que la mayoría de los patógenos nosocomiales (MRSA, VRSA, VRE, etc.). Los primeros brotes militares graves de infecciones de A. baumannii ocurrieron en abril de 2003 en soldados estadounidenses de retorno de Irak. Los primeros reportes atribuían las infecciones al suelo iraquí. Más tarde las pruebas bioquímicas demostraron una amplísima contaminación de hospitales de campaña, vía el transporte de personal y de equipo desde previo hospitales europeos contaminados, como el más plausible vector. Importancia clínica Las especies de Acinetobacter se consideran en general no patogénicas para los individuos sanos. Sin embargo, varias especies persisten en los entornos hospitalarios y causan infecciones graves que ponen en peligro la vida de los pacientes inmuncomprometidos. El espectro de resistencia a los antibióticos de estos organismos, junto con sus capacidades de supervivencia las hacen que sea una amenaza seria para los hospitales, tal como se documenta por los brotes recurrentes incluso en los países desarrollados. La mayoría de las infecciones ocurren en individuos inmunocomprometidos, siendo la cepa A. baumannii la segunda bacteria no fermentante más frecuentemente aislada en muestras humanas. Un factor importante para su potencial patógeno es, probablemente, una eficiente transferencia horizontal de genes, aunque este mecanismo de momento solo ha sido observada y analizada en Acinetobacter baylyi, una especie que vive en el suelo que nunca se ha asociado con infecciones. Acinetobacter es frecuentemente aislado en infecciones nosocomiales y es especialmente frecuente en las unidades de cuidados intensivos, donde tanto los casos esporádicos como los epidémicos y endémicos son comunes. A baumannii es una causa frecuente de neumonía nosocomial, sobre todo asociada a la ventilación mecánica. Puede causar otras infecciones incluidas infecciones de la piel y de las heridas, bacteriemia y meningitis, pero A. lwoffi es el principalmente responsable de este última. A. baumannii puede sobrevivir en la piel humana o superficies secas por semanas. Se ha descubierto que el etanol estimula la virulencia de A. baumannii en los estudios del modelo del huésped meiofaunal. Se ha comprobado en gusanos nemátodos infectados por A. baumannii que la aplicación de etanol reduce su tiempo de vida y disminuye el número de huevos. Desde el comienzo de la guerra de Irak, más de 700 soldados de EE. UU. han sido infectados por A. baumannii. Tratamiento Las especies de Acinetobacter son resistentes naturalmente a muchos tipos de antibióticos, incluida la penicilina, cloranfenicol y a menudo los aminoglucósidos. Se ha informado de la resistencia a fluoroquinolonas durante la terapia y esto también ha dado lugar a un aumento de resistencia a otras clases de drogas a través del reflujo activo. El CDC ha informado de un aumento espectacular de la resistencia a los antibióticos en cepas de Acinetobacter y los carbapenem son reconocidos como el último recurso. Más preocupante es el aumento de la resistencia a los carbapenem, que deja muy pocas opciones de tratamiento si bien se han conseguido algunos éxitos con polimixina B, así como el uso de nuevas combinaciones de antibióticos. Las especies de Acinetobacter son inusuales en el sentido de que son sensibles al sulbactam. Esta sustancia se usa normalmente para inhibir la lactamasa bacteriana, pero este es un ejemplo de la propiedades antibacterianas del sulbactam. Algunos informes sugieren que esta bacteria es susceptible a la terapia con fagos. Fagos dirigidos contra Acinetobacter mostraron una notable actividad lítica tanto in vitro como in vivo: tan sólo 100 ufp de fagos protegieron a los ratones frente a Acinetobacter. También pueden ser atacados con Tigeciclina, Colistina o Linezolid, aunque no se garantiza su funcionamiento. La institución de medidas estrictas de control general de infecciones, como el monitoreo bacteriológico de la higiene de manos, puede bajar la tasa de infecciones hospitalarias. El monitoreo terapéutico (TDM por sus siglas en inglés: Therapeutic Drug Monitoring) de los aminoglucósidos (por ej. amikacina y gentamicina) puede ser una herramienta importante para individualizar y así optimizar los tratamientos farmacológicos. Sobre la base de la aplicación adecuada del TDM y criterios farmacocinético clínicos sería posible disminuir la probabilidad de aparición de eventos adversos y aumentar la probabilidad de obtener los efectos clínicos - infectológicos deseados. Las bacterias Haemophilus influenzae son bacterias gramnegativas que pueden causar una infección de las vías respiratorias, que a su vez puede extenderse a otros órganos. La infección se extiende a través de estornudos, tos o contacto físico. La bacteria puede causar infecciones del oído medio, sinusitis y otras infecciones más graves, como meningitis y epiglotitis, además de infecciones respiratorias. La identificación de bacterias en una muestra de sangre o de tejido infectado confirma el diagnóstico. A los niños se les administra de forma sistemática una vacuna que previene eficazmente las infecciones por Haemophilus influenzae tipo b. Las infecciones se tratan con antibióticos administrados por vía oral o, para las infecciones graves, por vía intravenosa. Muchas especies de Haemophilus residen habitualmente en las vías respiratorias altas de niños y adultos, y rara vez causan enfermedades. Una de las especie provoca el chancroide, una enfermedad de transmisión sexual. Otras especies causan infecciones de las válvulas del corazón (endocarditis) y, rara vez, acúmulos de pus (abscesos) en el cerebro, los pulmones y el hígado. La especie responsable de la mayoría de las infecciones es el Haemophilus influenzae. Haemophilus influenzae causa infecciones en los niños y a veces en los adultos. El riesgo de contraer una infección por Haemophilus influenzae aumenta en los casos siguientes: Niños (especialmente varones) Personas de ascendencia africana Nativos americanos Personas que asisten o trabajan en un centro de día Personas que viven en condiciones de hacinamiento Personas con un trastorno de inmunodeficiencia, ausencia de bazo o enfermedad de células falciformes La infección se transmite al estornudar, al toser o al tocar a una persona infectada. Un tipo de Haemophilus influenzae, llamada tipo b, presenta mayor probabilidad de causar infecciones graves. En los niños, Haemophilus influenzae tipo b (Hib) puede propagarse a través del torrente sanguíneo (causando bacteriemia) e infectar las articulaciones, los huesos, los pulmones, la piel de la cara y el cuello, los ojos, las vías urinarias y otros órganos. La bacteria causa dos infecciones graves, y a menudo mortales: Meningitis Epiglotitis (infección del tejido que cubre la entrada de la laringe) Algunas cepas pueden causar infecciones del oído medio en los niños, de los senos paranasales en niños y adultos y de los pulmones en adultos, especialmente en afectados por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o sida. Los síntomas varían según cuál sea la parte del organismo afectada. Diagnóstico de las infecciones por H. influenzae Cultivo de una muestra de sangre u otros líquidos corporales A veces, examen de una muestra de líquido cefalorraquídeo (obtenido por punción lumbar) Para diagnosticar la infección, los médicos toman una muestra de sangre, pus u otros líquidos corporales y la envían al laboratorio para realizar un cultivo bacteriano. Si aparecen síntomas de meningitis, los médicos realizan una punción lumbar para obtener una muestra líquido cefalorraquídeo. La identificación de la bacteria en una muestra confirma el diagnóstico. Prueba de cultivo de bacterias. Una vez identificadas las bacterias, se examinan para ver qué antibióticos son efectivos (un proceso denominado prueba de sensibilidad). Prevención de la infección por H. influenzae Los niños son sistemáticamente vacunados contra Haemophilus influenzae tipo b ( ver Calendarios de vacunación infantil). La vacuna ha reducido de forma considerable el número de infecciones graves por Haemophilus influenzae tipo b, como la meningitis, la epiglotitis y la bacteriemia. Si en el hogar de una persona con una infección grave por Haemophilus influenzae tipo b reside un niño menor de 4 años de edad no totalmente inmunizado contra esta bacteria (Haemophilus influenzae), debe ser vacunado. Además, todos los miembros de la familia, excepto las mujeres embarazadas, deben recibir rifampicina, un antibiótico, para evitar la infección. Si dos o más niños de una guardería o centro de cuidado diurno sufren infección por Haemophilus influenzae de tipo b en un periodo de tiempo inferior a 60 días, a los adultos y a los niños que han estado en contacto con ellos se les debe administrar un antibiótico. Tratamiento de las infecciones por H. influenzae Antibióticos Las infecciones por Haemophilus influenzae se tratan con antibióticos. La decisión acerca de qué antibióticos utilizar depende de la gravedad y la localización de la infección y de los resultados de las pruebas de sensibilidad. Si los niños sufren una infección grave, son ingresados en el hospital y mantenidos en aislamiento para evitar que otras personas se expongan a las gotitas infectadas presentes en el aire (lo que se conoce como aislamiento respiratorio) durante 24 horas después del inicio del tratamiento con antibióticos. La meningitis debe tratarse tan pronto como sea posible. Se administra por vía intravenosa un antibiótico, por lo general, ceftriaxona o cefotaxima. Los corticoesteroides ayudan a evitar el daño cerebral. La epiglotitis también debe ser tratada tan pronto como sea posible. Las personas afectadas pueden necesitar ayuda para respirar. Se recurre en estos casos a una vía aérea artificial, como puede ser una sonda respiratoria o, en casos poco frecuentes, se practica una abertura en la tráquea (un procedimiento llamado traqueotomía). Se administra un antibiótico, como ceftriaxona, cefotaxima o cefuroxima. Otras infecciones por Haemophilus administrados por vía oral. Entre estos se incluyen amoxicilina/clavulanato azitromicina, cefalosporinas, fluoroquinolonas, omadaciclina, lefamulina claritromicina. influenzae se tratan con diversos antibióticos CONCLUSION. Las bacterias son muy comunes y están presentes en cualquier ambiente, lo cual muchas de ellas logran adaptarse a diferentes factores o condiciones en que viven, al igual que los virus. Muchas especies de bacterias Gram negativas causan enfermedades. Ya mencionamos que los cocos Gram negativos causan la gonorrea (Neisseria gonorrhoeae), meningitis (Neisseria meningiditis), y síntomas respiratorios (Moraxella catarrhalis) entre otros. Es importante la prevención en la vida cotidiana; el uso adecuado de la higiene, como por ejemplo, el consumo de los alimentos en buen estado y el lavado correcto, el uso del agua potable, o en su defecto hervirla antes de su consumo. Tambien el aseo personal e higiene del hogar, esto nos conlleva a la disminución de estas enfermedades. BIBLIOGRAFIA. CASAGRANDE, S.T., VICENTE, E.J., LANDGRAF, I.M. et al. Antimicrobial resistance patterns of Haemophilus influenzae isolated from patients with meningitis in São Paulo, Brazil. Braz J Med Biol Res [online]. 2000, vol. 33, no. 3 [cited 2007-11-03], pp. 295-300. Carpenter, Philip (1979). MICROBIOLOGIA. Editorial Interamericana. 4ta edición, pp. 131-132. Jawetz, Melnick y Adelberg (2010). 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