1 LA MÚSICA COMO UN MEDIO PARA EVANGELIZAR GERMÁN ELIÉCER RENDÓN ACEVEDO UNIVERSIDAD CATÓLICA POPULAR DEL RISARALDA FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y DE LA EDUCACIÓN PROGRAMA DE EDUCACIÓN RELIGIOSA PEREIRA 2008 2 LA MÚSICA COMO UN MEDIO PARA EVANGELIZAR GERMÁN ELIÉCER RENDÓN ACEVEDO TUTORES: PADRE JHON DALFER SALAZAR PSICÓLOGA ANGÉLICA GARCÍA UNIVERSIDAD CATÓLICA POPULAR DEL RISARALDA FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y DE LA EDUCACIÓN PROGRAMA DE EDUCACIÓN RELIGIOSA PEREIRA 2008 3 DEDICATORIA Quiero dedicar este trabajo a Dios por haberme permitido llegar hasta este momento y haberme dado salud para lograr mis objetivos, además de su infinita bondad y amor. Agradecerle porque me inspiró para hacer este proyecto realidad, para compartir mi experiencia en el ministerio de la música y mi proceso de estudio en la Universidad, con todos mis hermanos servidores en la Iglesia Católica. 4 AGRADECIMIENTOS A Dios por todas sus bendiciones, a mi familia por su apoyo y amor incondicional, a Diana Milena Rendón y su familia por compartir toda su dedicación y amor, al Padre John Dalfer Salazar por su sabiduría, disposición y aportes, a la Psicóloga Angélica García por todas sus orientaciones, a la Universidad Católica por formarme como profesional, y a todas las personas que participaron e hicieron posible este proyecto, gracias por su soporte y enseñanza, porque todos han aportado inmensamente para ofrecer este proyecto a Dios, que Él les bendiga. 5 TABLA DE CONTENIDO PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN OBJETIVO GENERAL OBJETIVOS ESPECÍFICOS INTRODUCCIÓN 1. SURGIMIENTO DE LA MÚSICA 1.1. ORIGEN DE LA MÚSICA 1.2. LA INFLUENCIA DE LA MÚSICA 1.3. LA MÚSICA UNA NECESIDAD DEL SER HUMANO 2. LA LITURGIA 2.1. ETIMOLOGÍA DEL TERMINO 2.1.1. Significado del termino 2.2. LA LITURGIA EN LA TRADICIÓN CRISTIANA 2.3. LA MÚSICA SACRA 2.3.1. Etimología 2.4. EL CANTO GREGORIANO 2.4.1. Origen 2.4.2. Características del canto Gregoriano 2.5. LA MÚSICA Y LA LITURGIA 3. QUÉ ES LA EVANGELIZACIÓN 3.1. CONCEPTO PONTIFICIO SOBRE LA EVANGELIZACIÓN 3.2. LA MÚSICA Y LA EVANGELIZACIÓN 3.3. LA MÚSICA TAMBIÉN PUEDE SER ORACIÓN 3.4. NUESTRO COMPROMISO CON LA ORACIÓN 3.5. LA INSPIRACIÓN EN LA MÚSICA 3.6. LA DIVERSIDAD MUSICAL 3.7. NUESTRA RESPONSABILIDAD DE HOY BIBLIOGRAFÍA ANEXO: CANCIÓN “ES TU MISIÓN” 6 PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN: ¿CÓMO LA MÚSICA PUEDE SER UN MEDIO PARA EVANGELIZAR? OBJETIVO GENERAL Explicar el efecto que tiene la música religiosa como elemento importante para llevar a Dios a los hombres y para dar culto al creador, uniéndose así a la oración en la liturgia, convirtiéndose en alabanza y en medio eficaz para la evangelización. 7 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 1. Analizar el origen de la música y su conformación, además de sus diferentes expresiones y manifestaciones durante la historia. 2. Reconocer el concepto de Liturgia en términos generales, su aplicación, identificándola como expresión celebrativa de la fe en la Iglesia. 3. Sustentar la importancia de la música, en el esfuerzo por hacerla un medio para evangelizar y crear un espacio de acercamiento a Dios. 8 RESUMEN RESUMEN ABSTRACT Busca identificar el efecto que tiene The whole point of this is identifying la música religiosa como elemento the effect that is caused by religious importante para llevar a Dios a los music as an important element that hombres y para dar culto al creador, builds a bridge between God and convirtiéndose en un medio eficaz Man. This is most often seen when para la evangelización. man are in religious cults, as a Planteando el origen de la música y result of this we can conclude this sus the elementos, sus primeras most efficient way to manifestaciones en el ser humano y evangelize. explica cómo el hombre es un ser Going back to the origins of music rítmico que and all of the existent elements that fisiológicamente se relaciona con la conform it, we can notice that the música. first’s Dentro de la Liturgia la música ha beings are since their born with a sido entronizada como un medio de sense of rhythm. Physiologically ambientación y acercamiento a Dios, humans relate to music. pero hay que tener claro que debe With in music Liturgy it has been ser una música bien empleada, en introduced donde los músicos estén totalmente enlacement with God, but at the por naturaleza, manifestations like a in human media of 9 formados como se same time it has to be clear that conviertan en ministros que alaban music has to be used wisely, also en Espíritu y en verdad, haciendo that parte de la Liturgia y no como Christians and eventually ministers simples artistas, el objeto principal es that truly praise the Holy Ghost, this reflejar a Dios, vinculando a todos way they make part on Liturgy not los hermanos que se unen para by simple artists. The principal glorificarlo a Él y a la vez su ser se statement is to reflect God by santifica. making bothers join a praise as one A partir del Concilio Vaticano II se and at the same time their been insistió en la importancia de la sanctifies. Evangelización, siendo la música Since uno de los elementos importantes importance of Evangelizing was para llevar a Dios a los hombres, y remarked, and by music being an que genera una respuesta de fe; por important element to take God to eso el Espíritu debe estar presente men, it generates an act and a para inspirar y dar variedad de response of faith, that’s why the carismas para servir. Holy Ghost has to be present to Es importante acoger y utilizar todos inspire and give variety of charisma los to serve. medios cristianos adecuados y para musicians Vatican are formed Conceal II, as the Evangelizar, y la música es un It’s important to take and use of elemento que no solo tiene la every able media to Evangelize, capacidad a music is an element that not only de expresar Dios 10 nuestra alabanzas, sino que también has the capacity of expressing to puede transformar God our prayers, but it also can corazones; en nuestras manos está evangelize and transform hearts, in esta evangelizar tarea encomendado y que Dios y estamos obligación de hacerlo. nos ha our hands is the task that god sent en la to each and every one of us and we have the obligation to fulfill it. 11 INTRODUCCIÓN La música tiene la capacidad de expresar las ideas y los sentimientos, así como las actitudes y deseos, ya que es un lenguaje universal. Es uno de los signos que el hombre acoge fácilmente, junto a la palabra, el gesto, el movimiento y la danza; utilizándolos para manifestar su dolor o su alegría, su protesta o su triunfo, ya que tiene un poder sorprendente que muchas veces supera las palabras. La música no solamente expresa, sino que profundiza el interior del ser. No es algo que adorna o acompaña la expresión, sino que ella misma, junto con la palabra, aunque a veces sin palabras (porque los instrumentos musicales son como una prolongación de la voz humana); interioriza el sentimiento, lo alimenta y lleva a la contemplación. Por eso también en el campo religioso y cultico se ha empleado la música. El Concilio Vaticano II (1967) sostiene que: En la liturgia, el canto tiene la función de expresar nuestra intención ante Dios (alabanza, petición) y nuestra armonía con la comunidad y con el misterio que celebramos; creando toda una sintonía entre el Espíritu que actúa y el pueblo de Dios manifestando más claramente el Misterio Pascual de Cristo, y mostrando que se unen voces y corazones en comunidad para una sola alabanza. 12 La música contribuye a que la oración sea más plena en la persona que ora, para que viva más su diálogo con Dios, es algo que proviene de lo profundo del Espíritu del que alaba a Dios, que pone todo su empeño para lograr su encuentro con Él. Con la música la oración adopta una expresión más penetrante. La música por sí sola ciertamente no podría traer a alguien a Cristo, pero debe tener una expresión del Evangelio. Debe ser principalmente la expresión de una vida llena del Espíritu Santo. “Es indispensable la necesidad de cantar no sólo con la voz, sino también con los hechos; no sólo con la lengua, sino también con la vida, San Agustín afirmaba: “os exhortamos hermanos a alabar a Dios y esto mismo es lo que hacemos todos cuando decimos “aleluya…” “pero alabad con todo lo que sois”” (ALDAZABAL, 1988) es decir, que no sólo alabe a Dios nuestra lengua y nuestra voz, sino también nuestra conciencia, nuestra vida, nuestras obras. Por tanto no debemos preocuparnos simplemente de la voz cuando alabemos a Dios, lo más importante es vivir ese mensaje que cantamos o interpretamos. De ésta manera es cómo podemos decir con San Agustín: “el que canta bien, ora dos veces” (El Catecismo de la Iglesia Católica: Le atribuyó a San Agustín esta frase). Por esto nuestra proclamación de la fe, nuestro mensaje de Dios, se puede expresar con un canto, una música, un sonido que brota desde lo más 13 profundo del creyente y que tiene como objetivo llevar a las personas la buena noticia del Evangelio. A partir de esto es posible redimensionar el significado de la música, haciéndola aplicable en el campo de la enseñanza de la religión; enseñanza que ha sido presentada de muchas formas y a veces poco motivante (Consulta a docentes del área religiosa de la Diócesis de Pereira) para quienes la estudian; y que en tantas ocasiones ha sido repudiada debido a la metodología empleada, que ha rayado en la monotonía, haciendo que no se evidencie importante en la educación; lo cual es el quehacer de nuestra licenciatura, educando en la fe, pero sobretodo motivando no solo para un proceso académico, sino que además logre sembrar la semilla del evangelio, en la búsqueda de formar cristianos comprometidos, y que su misión está encaminada al igual que la de toda la comunidad universitaria: ¡ser apoyo para llegar a ser gente, gente de bien y profesionalmente capaz!. Algunos autores han intentado mostrar cómo se puede emplear la música en la religión, en la liturgia, hasta cómo hacer música para Dios. Por ejemplo en Madrid España se publicó un libro llamado “Celebrar la salvación” (Madurga 1968), que habla sobre la Liturgia como la auténtica fuente de la espiritualidad del cristiano, se trata de celebrar con los hermanos un encuentro con Dios, por el Misterio Pascual de Cristo, en el gozo del Espíritu. Trata de fundamentos básicos sobre la Liturgia, y la música la presenta clasificada como un ministerio 14 de hecho, simplemente aplicado a las celebraciones, pero no profundiza en el hecho mismo de cómo transmitir el mensaje de Dios a través de la música. Otro libro como “Qué hacemos con estos músicos” (Witt, 1995) habla muy abiertamente sobre el carácter de un músico en la iglesia, los problemas que enfrenta la Iglesia con los mismos músicos de este tiempo. Expresa el trabajo que los músicos tienen dentro de la iglesia y la importancia de su formación cristiana, del esfuerzo y el sacrificio de tocar para Dios, y el privilegio que tenemos por tocar un instrumento en la iglesia. Este libro es claro y muy fuerte al hablar sobre la música; pero tampoco responde a la idea de profundizar en la música como medio inspirador para llevar el mensaje de Dios al mundo En la Diócesis de Pereira fue elaborada una tesis sobre “La música como expresión Teológica para hablar al joven de hoy” (Cárdenas 2003), que tiene como objetivo presentar al joven de hoy el mensaje de Dios, audible y vivencial; es decir mostrar a Jesucristo de manera atrayente, novedosa, un Cristo vivo y Resucitado para el hombre actual. Se trata de hacer Teología para hablar al joven de hoy a través de la música, como una nueva expresión de fe del creyente. Pero este trabajo no se centra en el tema que trataremos en esta monografía: la música como un medio para la Evangelización, capaz de impregnar en el ser humano el mensaje de Dios que unido a la Palabra, suscite una respuesta de fe y adhesión a Cristo. 15 Partiendo de estas reflexiones la intención es proponer la música no sólo como un elemento de los músicos y para los jóvenes, sino como una propuesta para todas las gentes, que buscan un encuentro personal con Dios, y que puede ser tenida en cuenta en todos los momentos en que se congregan para tal fin, haciendo que se interprete de manera adecuada y sincronizada , y con el único e inmenso deseo de agradar a Dios, siempre buscando ubicar al oyente en el contexto dentro del acto y la intención con que se celebre. Necesitamos hacer de la música toda una expresión de fe que lleva al oyente, a la comunidad y a la Iglesia en general a encontrarse con Dios a través de las celebraciones Litúrgicas. Un medio que unido a la Palabra evangelice y lleve el mensaje de Dios impregnado en sus letras, acordes e interpretación precisa y sincera de parte de los ministros de la misma, y que a su vez prediquen el Evangelio de Jesús, que es quien hace la obra de conversión en cada persona que quiera recibirlo. 16 1. SURGIMIENTO DE LA MÚSICA 1.1. ORIGEN DE LA MUSICA Es importante conceptualizar la música desde sus primeras manifestaciones, desde la creación, abordando diferentes elementos que hacen parte de ella, como el ritmo, la melodía, los efectos que produce en el ser humano entendiendo que hacen parte de su esencia y su psicología. La palabra música proviene del “arte de las musas". La palabra comenzó a referirse al arte de los sonidos, pero no es el único sentido de la palabra, en la actualidad la música es, “una técnica o conjunto de técnicas expresivas que conciernen a la sintaxis de los sonidos”. Pero desde el punto de vista filosófico la música también es considerada “como revelación al hombre de una realidad privilegiada y divina” (Abbagnano 1995) Al referirse a la música en la filosofía Abbagnano sostiene lo siguiente: Para Pitágoras y sus seguidores, la música era la ciencia de la armonía. La armonía podía ser entendida como el orden de los sonidos y también como el orden divino del cosmos; entre estas dos armonías había una relación. Plotino después consideró a la música como uno de los caminos para llegar a Dios. 17 Después San Agustín habló del paso de la música de la fase de la sensibilidad (en la que se ocupa de los sonidos) a la fase de la razón (en la que resulta ser contemplación de la armonía divina). Harris (Octubre del 2008) sostiene que: Sin duda el sonido además de ser principalmente el medio de imitación por excelencia, es uno de los principales recursos en la comunicación humana. En la antigüedad el hombre primitivo para imitar algún animal; como por ejemplo al león, además de comportarse de acuerdo con las costumbres de la fiera y de esforzarse por conseguir su mismo paso, debía también imitarlo en su rugido, de un modo tan real que podía sembrar la confusión en sus semejantes, y para ello utilizó como medio sonoro su voz. Este concepto iría evolucionando en él, y paulatinamente tendería a complicarse cada vez más el rito de la imitación; partiendo desde lo melódico y hasta llegar a incluir el aspecto rítmico. Igualmente el ser humano por naturaleza puede relacionarse con todo lo rítmico ya que la parte fisiológica se lo permite, adquiriendo como principal característica procesos secuenciales, en donde intervienen tiempos y movimientos. Como ejemplo podríamos remitirnos a la acción de caminar, respirar, parpadear etc., aunque el mejor ejemplo podría ser: la pulsación cardíaca (proceso que hace parte de estas actividades que requieren de una secuencialidad, y continuidad). De esta manera concluimos que la rítmica como fundamento de la música, también se encuentra inmersa en nuestra naturaleza humana, asimismo podríamos decir, que la música no solo hace parte de la 18 humanidad de los seres, sino que de la misma manera los rodea, a través del ecosistema, de donde se han tomado sonidos inspirados en los pájaros, los ríos, los árboles, la lluvia y demás elementos de la naturaleza, de donde puede inspirarse la música, a través de la imitación de sonidos, buscando de manera armónica la conjugación de estos dos elementos, elaborando melodías que mueven sentimientos, en la medida en que el ser humano exterioriza su esencia. Entonces, la iniciativa de desarrollar la parte rítmica, lo conduciría a la creación de todo un estilo y repertorio, que en la medida que se van enriqueciendo con nuevos elementos, se irían organizando en esquemas y fórmulas, cada una de ellas presentando propuestas específicas y una fuerza musical de sonoridades diversas. Hasta este momento no se habla de la aplicación de la música como tal, solo hay un primer acercamiento del hombre con una experiencia clara: el sonido y el ritmo, tales cosas le permiten empezar a crear. 1.2. LA INFLUENCIA DE LA MÚSICA Pero el ser humano respecto a la música, no solo podríamos verlo desde el ámbito biológico, y meramente esquemático, ya que por supuesto la música, también interviene en la psicología de los seres o en el comportamiento de los mismos, puesto que cuando se escucha la música, causa un impacto en la 19 persona, porque es uno de los estímulos mas poderosos para evocar sensaciones en el cuerpo humano gracias a que la audición es predominante dentro de los sentidos humanos (estudio realizado en la “Universidad de Stanford” 22 de enero de 2007), ya que es de los primeros órganos que se busca estimular incluso en el vientre de la madre, a través de la motivación temprana vemos que la música puede ser parte en el desarrollo intrauterino. A través de la música, se pueden transmitir mensajes, que aunque cuando nuestro ser consiente no entiende, nuestro ser interior sí, y reacciona de acuerdo al mensaje recibido. Es decir que aparentemente podemos oír solo los sonidos o una canción como tal; pero si nos detenemos un poco a reflexionar en la letra, en la oración, o incluso en el sonido solamente, descubrimos que nos podemos transportar hacia nuestro interior y tener otra experiencia de manera tan fuerte, que ella misma nos hará capaces de remover sentimientos y recuerdos, para que nuestra mente los evoque y si es necesario sean sanados desde el corazón; e incluso eleva nuestro ser a un estado de adoración en la presencia de Dios. En la Biblia vemos un ejemplo claro del poder de la música como un estímulo potente para provocar reacciones aún contra nuestra voluntad: “Y el pregonero anunciaba en alta voz: A vosotros los pueblos, naciones y lenguas se os hace saber: que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del 20 salterio de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado” (Daniel 3, 4-5). En este pasaje, el rey Nabucodonosor se vale del estímulo de la música para dar una señal que introdujera a la adoración. La evidencia del poder de la música es impresionante. Como cristianos debemos reconocer que la naturaleza de la música es tal que puede afectarnos de muchas maneras. Indudablemente juega un papel importante en la batalla espiritual por las almas; particularmente en los eventos del fin de los tiempos; así como el rey Nabucodonosor utilizó la música para que los pueblos adoraran una imagen de igual forma el anticristo lo haría en el final de los tiempos: “Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase” (Apocalipsis 13,15). Wolfang (1967) sostiene que: Desde la antigüedad se sabe el poder que tiene la música sobre el comportamiento humano, a lo largo de los siglos muchos personajes que han tenido influencia en la historia han sabido esta realidad, así por ejemplo: dos mil años antes de Cristo, en China un emperador llamado Chum monitoreaba la salud de su vasto reino a partir de la música que producía. Años después Platón hizo eco de las palabras del emperador chino al decir: "cuando las formas de la música cambian, las leyes fundamentales del estado cambian con ella", ya en el siglo XX, Lennin, co-fundador del comunismo, añadió: "Una manera fácil de destruir una sociedad es a través de 21 su música" (El poder de la música). Y Aristóteles enseñaba que la música “imita directamente (es decir representa) las pasiones o estados del alma: apacibilidad, enojo, valor, templanza, y sus opuestos y otras cualidades. La música puede tener un impacto en nosotros sin que nos demos cuenta, de manera inconsciente recibimos toda una propuesta, que dependiendo del tipo de música y de ritmo, nos hace experimentar emociones fuertes o serenas, estimulando nuestro cuerpo y nuestra mente, ante una situación cotidiana, que se manifiesta en un cambio notable de actitud. Al referirse a la influencia que tiene la música sobre el ser humano Mazie (Agosto de 1992) sostiene que: A la pregunta ¿el cuerpo físico del hombre, es influenciado por la música? la búsqueda científica de hoy responde con un “Sí”. “No hay una sola función del cuerpo que no pueda influenciarse por los tonos musicales, los arreglos y demás. La música ha demostrado que tiene influencia sobre la digestión, la secreción de los órganos, de los circuitos nerviosos del cerebro que son sensibles a los principios armónicos”. (“El origen y el poder de la música”, 5 de septiembre de 2008) sostiene que: El doctor John Diamond, ha dirigido una búsqueda exhaustiva en los efectos médicos causados por la música; (Estudio de las búsquedas médicas que plantean la moción de la no-neutralidad presunta de la música) él ha notado que el hombre es un ser rítmico, y que al percibir el ritmo de la música, el cuerpo responde produciendo un estado de éxtasis, de prontitud, reactiva o de paz 22 según la música escuchada. Esto comprueba la palabra de Dios, que nos dice que el rey Saúl se calmaba al escuchar la música que David tocaba con arpa. Sucedía que cuando el espíritu malo venia a Saúl; David tocaba el arpa, la tocaba con su mano, inspirado por Dios; y Saúl se calmaba y se ponía bien, y el espíritu malo se apartaba de él (1 de Samuel 16:23). Algunos investigadores clínicos en la Escuela de enfermería de la universidad U.C.L.A. (Los Ángeles) y del Centro Médico Bautista en Atlanta, Georgia (“El origen y el poder de la música”, 5 de septiembre de 2008), han descubierto que los acordes consonantes y disonantes, a intervalos diferentes y otras particularidades de la música, producen un profundo efecto en el pulso y en la respiración. Se ha descubierto que la tensión de la laringe está influenciada por la melodía, que algunos estímulos musicales tienen efectos negativos sobre los músculos del cuerpo así como también el ritmo que se utiliza en el rock puede llegar a alterar el ritmo cardiaco. Los efectos que ejerce la música sobre la mente es más difícil de evaluar, resultan todavía más interesantes, examinando la interrelación de la música y el comportamiento humano, pues algunas veces se utiliza para ambientación en la hipnosis; así como también se utiliza para crear un ambiente de profundización del ser en ritos y ceremonias religiosas de toda índole. 23 Ciertas clases de música como la ambiental tienen efectos calmantes y, por ello se utilizan de manera dirigida: por ejemplo en los aviones a punto de despegar, cuando los pasajeros luchan por reprimir su miedo inconsciente de que las alas de desprendan del avión. También se transmite música apacible por los altavoces de grandes supermercados ya que se ha puesto ampliamente de manifiesto que con el tipo adecuado de música suben las ventas, probablemente por la relajación del cliente que se olvida de momento otros compromisos financieros que puedan asediarle. Las melodías que respaldan los anuncios televisivos y comerciales de diversos géneros, muy a menudo predisponen el animo inconciente a comprar y adquieren por ello una importancia, prácticamente mayor que la del texto transmitido en sí; de tal modo que lo que hace que se inicie ese impulso a comprar sea ese recuerdo de la melodía, relacionado con la necesidad del producto. Concluyendo así que el mensaje acompañado de la música, hace que un producto sea más atrayente y cause un efecto psicológico, bien sea un comportamiento que lo induzca a tomar una reacción coherente con lo que desea el influyente. En el campo de la religiosidad la música se ha utilizado con diferentes fines en las celebraciones, por ejemplo para crear un ambiente festivo si la celebración lo exige; pero también se ha usado para las ceremonias de difuntos, donde 24 tiene otro propósito y es manifestar que la muerte es sólo el paso y la experiencia que todo ser humano tiene que vivir para encontrarse con Dios; también la podemos usar para adorar a Dios y expresarle nuestras intenciones; en conclusión podemos decir que siempre se adapta a las diferentes ceremonias, para acompañar la fe cristiana. 1.3. LA MÚSICA UNA NECESIDAD DEL SER HUMANO Podemos afirmar que las personas no musicales, entienden algo de música, según demuestran los últimos estudios científicos. El neurocientífico Dr. Stefan Kölsch (1968) del Instituto Max-Planck en Leipzig (Alemania) realizó un estudio sobre la función de la música, sobre cómo la procesa el cerebro y el efecto emocional de la misma: Hay diferentes parámetros de la estructura métrica del verso que sobrepasan a las culturas y con frecuencia se reflejan como parámetros musicales. El cerebro humano está diseñado para la música y la musicalidad, eso se ve ya en que el lenguaje no puede existir sin la música, pues de lo contrario hablaríamos de forma abrupta y en monosílabos. Pero nadie habla así, sino que lo hacemos de forma muy melodiosa. Utilizamos la música en nuestro lenguaje; la música es algo universal, no hay ninguna cultura humana sin música, toda la gente hace música de alguna manera. 25 La música es capaz de comunicarnos cosas y, además, con una gran precisión, aunque no comprendamos cómo lo hace. Lo que es cierto es que la música es capaz de transmitir un significado: una pieza musical puede decirnos más de una historia, he incluso nos lleva a imaginarla y hasta vivirla, que si alguien nos la cuenta. Alfred (1991) sostiene que: Al cerebro humano le gusta la música y la necesita, desde el nacimiento o incluso antes. La música estimula el cerebro ayudando a que durante los primeros años de vida las neuronas establezcan más conexiones entre sí. Al parecer, el estudio de la música se relacionaría con el desarrollo de la inteligencia: esto es lo que se llama, “efecto Mozart”. También se asocia con la capacidad de percibir estímulos visuales con mayor precisión y el poder abstraer dichas imágenes. Esta propiedad de la música tendría influencias antes de que el bebé nazca, cuando todavía está en el útero materno, por lo que se propone hacer escuchar música al bebé cuando la mamá está embarazada. Los bebés se sienten atraídos por los sonidos en general. Toda persona que establezca con los sonidos un vínculo estrecho tendrá mayor capacidad de abstracción, de sentir. El ser humano necesita la música, es musical. Así como el hombre puede amar y su cerebro está equipado para el lenguaje del amor; lo 26 mismo sucede con la música, si el ser humano se alimenta de ella, experimenta efectos y sensaciones, que lo llevan a expresar sentimientos. 27 2. LA LITURGIA La profundización en la Liturgia, es fundamental para conocer la aplicación de elementos que le han aportado a los ritos de la misma un ambiente propicio; así como el amado al encontrarse con su amada emplea recursos para expresarle su amor; la Iglesia se ha valido de dones inspirados por Dios, para hacer este encuentro más cercano como experiencia de fe en la Liturgia. Por eso para hacer música en la Liturgia es fundamental tener una formación cristiana, en donde se refleje un verdadero encuentro con Dios, para mostrarlo a Él, estando apartado de la misma vanidad y el deseo de aparecer como artistas. 2.1. ETIMOLOGÍA DEL TÉRMINO “La palabra Liturgia λειτουργια (leitourgía) proviene del griego (érgon): del pueblo, y está compuesta por (Leiton, adjetivo derivado de láos). Podríamos decir que la Liturgia es obra del pueblo, obra pública dedicada a Dios. Diríamos que es el culto espiritual o servicio sagrado a Dios, de cada uno de nosotros que formamos su pueblo” (Antonio Rivero L. 2008). 28 2.1.1. Significado del término Se denomina Liturgia a la forma con que se llevan a cabo las ceremonias en una religión. Hoy ya entendemos la Liturgia como el culto oficial de la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, a la Santísima Trinidad, para adorarle, agradecerle, implorarle perdón y pedirle gracias y favores. Las sociedades practican rituales, o conjunto de ritos, con connotaciones de tipo religioso o ceremonial en las bodas, entierros y demás momentos importantes de la vida individual o colectiva, y las religiones reglamentan, aunque en diferente medida, el modo en que se debe efectuar el culto en los lugares públicos, especialmente en los templos. Esta palabra comenzó a tener un sentido religioso cuando los traductores del Antiguo Testamento de lenguas semitas al griego, la utilizaron para referirse al culto externo (principalmente sacrificios) que los sacerdotes y levitas ofrecen en el templo; indica un servicio prestado a alguien y se emplea tanto para el servicio religioso como para el profano. La liturgia es el culto público aprobado por una iglesia o toda acción pública que lleva a adorar a Dios (Salvad Editores, pag. 260), es decir que como es una celebración pública que puede realizarse en comunidad, en consecuencia podríamos decir que en tal acto público se emplean una serie de ritos, y que buscan una expresión de comunicación con Dios, estableciendo un diálogo 29 perfecto de manera individual pero que finalmente se hace en comunidad, unidos con un mismo objetivo: agradar a Dios. 2.2. LA LITURGIA EN LA TRADICIÓN CRISTIANA En la tradición cristiana,significa que el Pueblo de Dios toma parte en "la obra de Dios" (cf. Jn 17,4). Por la liturgia, Cristo, nuestro Redentor y Sumo Sacerdote, continúa en su Iglesia, con ella y por ella, la obra de nuestra redención. Por eso desde la experiencia de una cultura se retoman ritos y se adaptan a la liturgia resignificándolos, vinculando de esta forma a todas las gentes, sin discriminación, pero siempre con el mismo fin: la unión de corazones en Cristo, por la gracia del Espíritu Santo, en alabanza a Dios Padre. Basados en el Catecismo de la Iglesia (SC 7, 1963), encontramos en el numeral 1070 que dice que “la palabra "Liturgia" en el Nuevo Testamento es empleada para designar no solamente la celebración del culto divino (cf. Hch. 13,2; Lc. 1,23), sino también el anuncio del Evangelio (cf. Rm. 15,16; Flp. 2,14-17. 30) y la caridad en acto (cf. Rm. 15,27; 2Co 9,12; Flp. 2,25). En todas estas situaciones se trata del servicio de Dios y de los hombres. En la celebración litúrgica, la Iglesia es servidora, a imagen de su Señor, el único "Liturgo" (cf. Hb. 8,2 y 6), del cual ella participa en su sacerdocio, es decir, en el culto, anuncio y servicio de la caridad: con razón se considera la liturgia como el ejercicio de la 30 función sacerdotal de Jesucristo en la que, mediante signos sensibles, tiene significado y se realiza, según el modo propio de cada uno (la santificación del hombre) y, así el Cuerpo místico de Cristo (la Cabeza y sus miembros) ejerce el culto público. Por ello, toda celebración litúrgica, como obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia cuya eficacia, con el mismo título y en el mismo grado, no la iguala ninguna otra acción de la Iglesia”. La Liturgia es la Glorificación de Dios, por la cual el ser del hombre se santifica, aunque todos podemos asistir a una liturgia, no siempre estamos con la adecuada preparación, perdiendo así la oportunidad de un encuentro pleno con Dios; ya que la liturgia debería ser el final de todo un proceso Kerigmático, vivido de manera personal en donde el cristiano tiene la oportunidad de experimentar los signos sensibles que en ella misma se contienen, y que le dan las garantías de tener un dilogo perfecto con Dios, un encuentro que hace parte de la respuesta al plan que Dios nos tiene preparado. En (SC 11, 1963), en el numeral 1071 del Catecismo: La Liturgia, obra de Cristo, es también una acción de su Iglesia. Realiza y manifiesta la Iglesia como signo visible de la comunión entre Dios y de los hombres por Cristo. Introduce a los fieles en la Vida nueva de la comunidad. Implica una participación "consciente, activa y fructífera" de todos. 31 Por lo tanto es tan importante hacer que cada rito empleado en la liturgia se realice de una manera clara, es importante que cada miembro de la comunidad se sienta parte de ella. Si se desea hacer ambientación con música, debe ser con melodías apropiadas y cantos con mensajes, que lleven a una sincronización del momento y un acercamiento a Dios, acorde a la intención misma de cada Liturgia. Con una adecuada preparación por parte de los fieles, para que sean consientes que cada una de las partes de la liturgia, son de vital importancia para la fe cristiana. He aquí la importancia de la participación de todos los fieles que asisten a las celebraciones de la Iglesia Católica, en donde es primordial evidenciar la preparación catequética de las comunidades cristianas, y no asistir por cumplir una obligación cristiana, familiar o personal. Esta intención debe nacer del amor hacia Dios, con quien de verdad debemos encontrarnos en cada Liturgia vivida, pero es necesario prepararnos con el proceso debido, para poder compartir en comunidad como miembros activos de la misma, y así motivar a quienes no asisten por apatía o incredulidad; o incluso a quienes asisten de manera inconsciente, con el fin de educarlos en la fe. 32 2.3. LA MÚSICA SACRA Cuando hablamos de ambientación, nos referimos a que la música puede ser uno de los medios apropiados, que nos lleva a un estado propicio para el encuentro con Dios; y en esta búsqueda de tal sintonía podríamos remontarnos al inicio de la música sacra. “La música sacra corresponde a la forma de expresión musical nacida en Europa hacia la alta edad media (periodo que se extiende desde la caída del Imperio Romano de Occidente hasta aproximadamente el año 1000, época de resurgimiento económico y cultural), hacia el Siglo V D.C. se desarrolló e hizo parte de los ritos cristianos de la época” (Enciclopedia Católica de la música, 1999). Más que un género musical era una forma de adornar los ritos, donde a través de sonidos primeramente Monódicos y fuerte presencia vocal, se relataba un pasaje bíblico o se destacaban virtudes y valores cristianos. Este fue uno de los primeros medios utilizados en la liturgia y una forma de encontrarse con Dios a través de la música, una idea capaz de crear un ambiente de contemplación para todo aquel que la escuchaba. 33 2.3.1. Etimología E, Jaschinski (1990) sostiene que: El término sacra proviene del Latín: Sacer, Sacra, Sacrum, que significa sagrado. La música sagrada (Sacrare o consagrar) que a su vez deriva de sacratus (sagrado, consagrado) es de uso primordial en el cristianismo. Aunque por extensión puede ser aplicable a las diferentes manifestaciones músicoreligiosas de otros pueblos, ya sean de origen indio, árabe, judío, u oriental; en el pensamiento occidental se suele reservar su uso para la música cristiana. Por lo tanto la música sacra es un servicio religioso para muchas iglesias y es una parte importante en su liturgia. Por otra parte, las iglesias algunas veces cantan a cappella, es decir sin instrumentación, para adorar a Dios. Ocasionalmente, los instrumentos musicales también se utilizan para expresar alabanza hacia la presencia de Dios. Todas estas maneras o estilos son utilizados por diversas religiones. En la música más antigua de la iglesia católica, como es el caso de algunos capítulos de textos del Antiguo Testamento, son probablemente himnos, por ejemplo los salmos atribuidos a David. 34 Si revisamos algunos pasajes de la Biblia encontraremos que desde los Evangelios que narran la vida de Jesús, se utilizaron los himnos, salmos y canciones en una forma de alabanza para Dios. Los Evangelios de Mateo 26,30, y Marcos 14,26 narran que Jesús y sus discípulos entonaron un himno antes de que se entregara, para ser crucificado. El apóstol Pablo en la Carta a los Efesios 5,19 exhorta a la iglesia de Éfeso a entonar salmos, himnos y canciones espirituales al Señor. En la Epístola a los colosenses 3,16 el mismo Pablo urge a la iglesia de Colosas para enseñar y amonestarse unos a otros, con himnos y cantos espirituales. Los himnos son entonces, expresiones formales de alabanza o declaraciones de las verdades de Dios, es la forma que utilizamos los cristianos para exaltar al verdadero Rey, rendirle todo honor y honra. 2.4. EL CANTO GREGORIANO El canto gregoriano, también conocido como canto llano; se dice que su origen lo dio el Papa San Gregorio Magno, siendo una evolución de la música sacra. Desde su nacimiento, la música cristiana fue una oración cantada, que debía realizarse no de manera puramente material, sino con devoción, cantando a Dios con el corazón. 35 El canto gregoriano jamás podrá entenderse sin el texto, el cual tiene prelación sobre la melodía y es el que le da sentido a ésta. Por lo tanto, al interpretarlo, los cantores deben haber entendido muy bien el sentido del texto. En consecuencia, se debe evitar cualquier impostación de voz de tipo operístico en que se intente el lucimiento del intérprete, es decir que la Gloria siempre se le da a Dios y no a quien lo interpreta. Del canto gregoriano es de donde proceden los modos mayor y menor, que le dan base a la música occidental, y otros cinco menos conocidos, que le dan la intención específica a la inspiración para cantar, o la intención que tenga el autor para componer. De modo que esta música se utilizaba para despertar variados sentimientos, como recogimiento, alegría, tristeza, serenidad, etc. 2.4.1. Origen Desde el comienzo del cristianismo la música fue empleada en las alabanzas que se hacían a Dios, en lugares apartados y, casi siempre de noche; transcurrían entre lecturas, rezos y cantos, (no hay que olvidar que el pueblo judío estaba bajo el dominio del Imperio romano) aunque habían persecuciones, nunca les prohibieron reunirse para alabar a Dios; aunque era muy pequeño el repertorio de canciones y pocos los intérpretes. 36 En un comienzo se utilizó la música hebrea y greco-romana. Se puede asegurar que emplearon ante todo la salmodia o declamación melódica de los salmos, que eran los antiguos poemas atribuidos al Rey David y Asaf. Voceaban el antiguo grito: aleluya, que significa, alabad a Dios; o cantaban el amén, que significa "así sea". El Documento el canto gregoriano (2002) sostiene que: Los papas de los siglos V y VI desempeñaron un papel importantísimo en el desarrollo del arte y la música. Pero a finales del siglo 6°, el 7 de septiembre del año 592 cuando, con el ascenso al papado de Gregorio I llamado Magno, el canto romano alcanzó su más perfecta expresión. Una vez en el pontificado inició una obra que puede resumirse en dos aspectos: en primer lugar la compilación y selección de las melodías, para que fueran copiadas y coleccionadas en un libro llamado antifonario. En segundo lugar dedicó gran parte de su esfuerzo a la formación de músicos, organizando en cada iglesia un grupo de cantores que se conoció con el nombre de Schola Cantorum. 2.4.2. Características del canto Gregoriano Es música vocal, esto significa que se canta sin acompañamiento de instrumentos. 37 Se canta al unísono, o sea que todos los cantores entonan la misma melodía. A esta manera de canto se le llama monodia. Se canta con ritmo libre según el desarrollo de texto literario y no con esquemas medidos, como podrían ser los de una marcha, una danza, una sinfonía, etc. Es una música modal escrita en unas escalas de sonidos muy particulares, que sirven para despertar variados sentimientos, como recogimiento, alegría, tristeza, serenidad, etc. Su melodía es silábica si a cada sílaba del texto corresponde un sonido y es melismática cuando a una sílaba corresponden varios sonidos. Hay melismas que contienen más de 50 de ellos. La intención de cantar con el corazón constituye la finalidad misma de este canto, razón por la cual casi toda la música gregoriana es de autor desconocido. Solo de unos poquísimos trozos se conoce el autor, y ello porque no son composiciones de las más antiguas, sino de los siglos XI y XII en adelante. 38 2.5. LA MÚSICA Y LA LITURGIA Si nuestra oración tiene que ser algo más que rutina o cumplimiento de un deber, si quiere ser palabra expresiva de la fe o de la alegría cristiana, es connatural que muchas veces cuando su género lo pida se convierta en canto. Un valor de la música es también el de crear un clima más festivo y solemne: ya sea expresando con mayor delicadeza la oración o fomentando la unidad, ya sea enriqueciendo con mayor solemnidad los ritos sagrados empleados en la liturgia. Algunos creen que la música es un invento humano; podemos analizar un poco algunos textos bíblicos, y haciendo una interpretación de acuerdo a nuestro análisis del origen de la música, nos damos cuenta de que aún antes de que Dios formara la tierra, ya había creado la música, esta idea la encontramos en algunos salmos: De Ti viene mi alabanza en la gran asamblea; mis votos cumpliré delante de los que lo temen. (Salmo 22, 25). Puso en mi boca un cántico nuevo, un canto de alabanza a nuestro Dios; muchos verán esto, y temerán, y confiarán en el Señor (Salmo 40,3). Dios es el creador de todo, y creó la música, en (Job 38,4-7), Dios le está preguntando a Job dónde estaba cuando fue fundada la tierra, y cantaban y exultaban las estrellas del alba. Aún antes de que la tierra fuera formada ya se entonaban cánticos. 39 La escritura nos enseña que Dios es eterno, y que su trono es por todos los siglos, también nos revela en Isaías que existen seres delante de su trono con la función de alabarle en todo tiempo (Isaías 6,2-3), y en el Apocalipsis vemos como toda la creación redimida alabará a Dios al final de los tiempos (Apocalipsis 7,9-12). K. G, Fellerer (1972) sostiene que: Para hablar de la música en la liturgia es importante deducirla sencillamente de un dato; la palabra cantar (junto a sus derivados correspondientes; canto, etc.) es una de las más utilizadas en la Biblia. En el Antiguo Testamento aparece en 309 ocasiones, en el Nuevo Testamento 36. Cuando el hombre entra en contacto con Dios, las palabras se hacen insuficientes. Se despiertan esos ámbitos de la existencia que se convierten espontáneamente en canto. El propio ser del hombre se queda corto para lo que quiere expresar, a tal punto que invita a toda la creación a unirse a él en un cántico: “¡Despierta, gloria mía!, ¡despertad, cítara y arpa!, ¡despertaré a la aurora! Te daré gracias ante los pueblos, Señor; tocaré para ti ante las naciones: por tu bondad, que es más grande que los cielos; por tu fidelidad, que alcanza las nubes” (Sal 57, 9-11). De esta manera es como se expresa no solamente con palabras el amor infinito que brota desde el corazón del hombre, sino que en ese deseo inmenso de unirse a la creación en una sola alabanza, se acude a la belleza de la música 40 como un medio para agradar a Dios; una manera hermosa de expresar nuestras intenciones, de reconocer el poder divino y glorioso del Padre y la inmensidad de su ser. La primera mención del canto la encontramos, en la Biblia, después del paso del Mar Rojo. En ese momento, Israel ha sido definitivamente liberado de la esclavitud, ha experimentado de forma imponente el poder salvador de Dios en una situación desesperada. Al igual que Moisés de niño fue salvado de las aguas del Nilo y, por esto mismo, podemos decir que fue devuelto a la vida, también Israel se siente, en cierto modo, salvado del agua, libre, devuelto a sí mismo por la mano poderosa de Dios. La reacción del pueblo ante el acontecimiento fundamental de la salvación se describe en el relato bíblico con la siguiente expresión: “Creyeron en Yahvéh y en Moisés, su siervo” (Ex 14,31). Pero le sigue otra reacción que se añade a la primera con una naturalidad desbordante: “Entonces Moisés y los israelitas cantaron este cántico a Yahvéh...” (Ex 15,1). En la celebración de la noche de Pascua los cristianos, año tras año, unen su voz a este cántico, lo cantan de nuevo como cántico propio, porque también ellos se “saben salvados del agua” por el poder de Dios, se saben liberados por Dios para la vida verdadera. Por lo tanto la Palabra de Dios acompañada con la música de algunos himnos, también nos lleva a conmemorar acontecimientos importantes y decisivos en la historia del pueblo de Israel, en donde todos no paraban de reconocer el poder 41 inmenso de Dios, dando gracias por una de las primeras acciones para salvar al hombre y liberarlo. Si analizamos el Libro del Cantar de los cantares, encontramos también la presencia de la música, utilizada para expresar la calma después del invierno y la belleza que se contempla en la amada: “Porque ya pasó el invierno, cesaron y se fueron las lluvias. Aparecieron las flores sobre la tierra, llegó el tiempo de las canciones, y se oye en nuestra tierra el arrullo de la tórtola. La higuera dio sus primeros frutos y las viñas en flor exhalan su perfume. ¡Levántate, amada mía, y ven, hermosa mía! Paloma mía, que anidas en las grietas de las rocas, en lugares escarpados, muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz; porque tu voz es suave y es hermoso tu semblante"(2, 11-14). El libro de los jueces es un canto de liberación. En el “Canto de Débora” (Jue 5,1 ss.) se celebra la victoria de Débora sobre Sísara, un jefe del ejército cananeo de Jasor, y en él se dan gracias a Dios y se alaba a las tribus que han acudido a convocatoria para la batalla a la vez que se reprocha a las que no han acudido a la cita. “La salmodia también fue importante para los primeros cristianos que copiaron de los hebreos la costumbre de cantar los salmos; este canto se realizaba en forma casi recitada y alternada entre un solista y el coro, o a dos coros” (Martínez, 1943). 42 Ellos vieron la figura de Cristo dibujada en muchos salmos: como descendiente del rey David, como el Mesías esperado, como el hombre que sufre llevando sobre sí los pecados de la humanidad, como el verdadero justo inocente perseguido, pero, sobre todo, como el Hijo amado de Dios. Los 150 salmos del salterio han sido considerados por los cristianos a través de los siglos como un compendio de oraciones y meditaciones que acompañan la fe del cristiano. Los Salmos, Palabra de Dios, son composiciones líricas destinadas a ser cantadas, constituyen el libro de los cantos del pueblo de Israel. Muchos de ellos contienen indicaciones musicales, del instrumento con que han de ser acompañados, de cómo han de ser interpretados, al maestro del coro, al solista, etc. Jesús como buen judío, asiste regularmente al culto en la sinagoga (Lc. 4,16). Es indudable que Jesús cantó los salmos con su voz, con su doctrina y con su vida ya que hizo de ella el mejor y más perfecto salmo de alabanza. "El cantor admirable de los salmos", le llama San Agustín (Método de canto gregoriano). Tenemos testimonios concretos de que Jesús cantó los salmos, por ejemplo, el 132. Forma parte de la liturgia en la sinagoga. Es el salmo de la comunidad que canta la alegría de reunirse y estar los hermanos unidos. Jesús salmodió este salmo todas las veces que Él estuvo con su pueblo en la sinagoga. 43 Recordemos en los pasajes bíblicos cuando Jesús y los apóstoles cantaban, el culto judío incluía el canto de los salmos que no era otra cosa que orar de manera bíblica pero además con una alabanza hecha canto. En Mateo 26,30, encontramos que luego de cantar los salmos partieron para el monte de los olivos. Al referirse al Apocalipsis E. Schick (1974) afirma que: El Apocalipsis de San Juan abre un poco más el abanico. Después de que los últimos enemigos de Dios han subido al escenario de la historia, todo parece perdido para el santo Israel de Dios, pero el vidente recibe la visión del vencedor: “Estaban de pie junto al mar de cristal, llevando las cítaras de Dios. Y cantan el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero...” (Ap 15,2.3). “La paradoja de entonces se hace aún más inmensa: no vencen las gigantescas bestias feroces, con su poder mediático y su capacidad técnica; vence el Cordero degollado. Y así vuelve a sonar, una vez más, y de forma ya definitiva, el cántico del siervo de Dios, Moisés, que ahora se convierte en el cántico del Cordero”. En esta parte se comprende que desde el comienzo de la historia de la salvación hasta la visión de Juan en el último libro de la Biblia no cesan de entonarse cánticos de alabanza a Dios reconociendo el triunfo del cordero. El canto litúrgico se sitúa en el marco de esta gran tensión histórica. Para Israel el acontecimiento de salvación que tuvo lugar con el paso del Mar Rojo, quedaría siempre como fundamento de la alabanza a Dios, este es el 44 tema principal de los cánticos dirigidos a Dios. Para los cristianos el verdadero éxodo es la resurrección de Cristo, que había atravesado el “Mar Rojo” de la muerte, que había descendido al mundo de las tinieblas, y había abierto las puertas del abismo, por tanto este es el motivo de Glorificar el poder y la majestad de Dios, único vencedor de la muerte. E. Schick (1974) sostiene que: Un día después de la alegría del éxodo, los israelitas descubrieron que se encontraban expuestos al desierto y sus peligros, y que el camino hacia la Tierra Prometida no estaba exento de amenazas. Pero también se pusieron de manifiesto las obras, siempre nuevas, de Dios, que permitían volver a cantar el cántico de Moisés, y mostraban que Dios no era un Dios del pasado, sino del presente y del futuro. En cada cántico nuevo, estaba presente, sin duda alguna, la conciencia de su carácter provisional, y el anhelo de un cántico definitivo, el anhelo de una salvación que no trajera consigo ni un sólo instante de miedo, tan sólo cánticos de alabanza. Quien creía en la resurrección de Cristo reconocía la salvación definitiva y sabía que los cristianos, que se encontraban ahora en la “nueva alianza”, cantaban ahora el cántico nuevo, que era definitivo y realmente “nuevo”, en vista de lo completamente otro que había sucedido con la resurrección de Cristo. Cada libro de la escritura tenía su propia entonación, por ejemplo no era lo mismo entonar un salmo que un capítulo de Isaías. Y si miramos Colosenses 3,16, encontramos “canten a Dios con gratitud y de todo corazón salmos, 45 himnos y salmos inspirados”; en Efesios 5,19, se dice también “cuando se reúnan, reciten salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y celebrando al Señor de todo corazón”. El mandato de san Pablo es claro se ha de hacer uso del canto para acompañar las oraciones de las asambleas y reuniones en las sinagogas. Pero también advierte que debe ser con un corazón sincero, es decir inspirados por el espíritu. Podríamos seleccionar los cuatro o cinco cantos más específicos y representativos para cada tiempo litúrgico de entre todo lo que se ha compuesto en nuestra etapa postconciliar. Al escucharlos de nuevo cada año, estos cantos evocarían a la asamblea el tiempo en que estamos y la ambientarían en el espíritu de ese tiempo. Una vez terminado el tiempo, esos cantos seleccionados ya no se cantan más hasta el año siguiente. “En la música sagrada debemos distinguir la música litúrgica, ritual, de otras músicas religiosas que tienen su empleo preferencial en conciertos, recitales o en otros actos religiosos (reuniones espirituales, actos devocionales, catequesis, convivencias, etc.) fuera de la liturgia, es decir, con palabras de J. Baburés (2008): debemos distinguir la música para cantar la fe en la liturgia, de la música para cantar la fe en otro lugar y en otros momentos” (ALDAZABAL 1989). 46 Es de gran importancia diferenciar la intención de la música en cada momento, en cada lugar y para quienes va dirigida. No podemos mezclar la música litúrgica en cualquier concierto, cualquier presentación de tipo parroquial (como recolectar fondos económicos) en donde la música religiosa pierde su real sentido y se convierte en cualquier canto tradicional o artístico, que no cumple con la verdadera función de Glorificar a Dios, sino de darle la gloria al artista y a los músicos que de momento la interpretan. La música en la Liturgia tiene que ser tan precisa, preparada y sincronizada, que es imposible reemplazar un canto, que está diseñado para un momento determinado en la misma, y en esto incurren muchas personas que de manera inconsciente, aunque en otros casos consciente, pareciera que su único objetivo es animar o simplemente acompañar musicalmente un acto litúrgico, por diversas razones; sin tener un sentido profundo del previo conocimiento de lo que es ser ministro de la música para la alabanza a Dios, y de incluirse como parte de la Liturgia, para no estar como un acompañante disonante fuera de la armonía de la celebración. Porque así como en la música tiene que haber una armonía lógica, y cada instrumento tiene que estar conectado con la misma, en forma secuencial, lo mismo dentro de la Liturgia cada momento y cada rito tiene su integración y participación relevante, para que no pierda su sentido e intención con el misterio que se celebra. 47 La música es la prolongación de la voz humana, es como si un instrumento estuviera imitando la voz, por eso también en el terreno religioso y cultico se va a emplear siempre, y en concreto en nuestras celebraciones litúrgicas. Nuestra liturgia tiene la necesidad de mejorar su talante festivo, pero no hace falta que parezca o se convierta en una parranda o misoteca donde la gente solo va a divertirse o por curiosidad, aunque tampoco tiene que parecer un velorio, donde la tristeza y lo rutinario predominen. Necesitamos de una celebración más oxigenada y variada, y esto lo puede dar la música, pero una música bien realizada, una música con sentido, mensaje y con unción, capaz de aportar a la liturgia y no por el contrario cambiarle el sentido a la misma. 48 3. QUÉ ES LA EVANGELIZACIÓN A partir del Concilio Vaticano II, el Papa Juan XXIII y luego Pablo VI, insistieron en la renovación de la Iglesia, siendo la Evangelización uno de los temas fundamentales, desde el principio básico para reencontrarnos con Cristo, recibido en el bautismo; esto provocó un vuelco total en los laicos comprometidos con expandir el Reino de Dios, por lo que la música ha sido uno de los elementos fundamentales en este proceso, una opción para mostrar un Dios vivo, atrayente, y cercano a la vida del ser humano, buscando que tenga una experiencia personal con Él. Etimología: Del Latín Evangelium. Del Griego Euangelion, buena noticia, Eu- buena. Angelos: Mensajero (García 2008). El término Evangelizar se remite a anunciar la Buena Noticia del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. En específico, llevar la revelación cristiana a personas y culturas que aún no han recibido el Evangelio. Juan Pablo II proclamó la necesidad de una Nueva Evangelización dirigida hacia los cristianos. La verdad del Evangelio no cambia porque es la verdad. La novedad es en cuanto al ardor, los métodos y la expresión, de manera que la 49 verdad eterna pueda penetrar con poder y traer la vida de Cristo al mundo moderno. La propuesta de Cristo se ha de hacer a todos con confianza. Se ha de dirigir a los adultos, a las familias, a los jóvenes, a los niños, sin esconder nunca las exigencias más radicales del mensaje evangélico (Juan Pablo II, 2001). La Evangelización es la proclamación del Evangelio con el fin de atraer a todos a Cristo y a su Iglesia. Para evangelizar hay que vivir el Evangelio. Esto es posible por la obra del Espíritu Santo y nuestro compromiso. Todo bautizado ha de ser un evangelizador. Evangelio: "Vosotros sois la luz del mundo. No se puede esconder una ciudad edificada sobre un cerro. No se enciende una lámpara para ocultarla, sino para ponerla en un candelero a fin de que alumbre a todos los de la casa. Por eso que vuestra luz brille ante los hombres para que vean sus buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos" (Mt 5,14-16). Una parte importante de la Evangelización es dar testimonio con nuestras buenas obras, es a través de la vida misma manifestar que Dios es nuestro dueño y Señor, y que nosotros somos sus hijos, dispuestos a vivir como Él nos enseñó en la persona de Jesús, y entregarle todo lo que somos para hacer su voluntad, sin límites y con un corazón sincero. Que practicando el amor y la caridad con nuestros hermanos seamos testimonio vivo de su presencia, para 50 que otros hermanos viendo nuestras obras den Gloria a Dios y lo testifiquen con su fe, compromiso y entrega. 3.1. CONCEPTO PONTIFICIO SOBRE LA EVANGELIZACIÓN Pablo VI, en su exhortación apostólica (Evangelii Nuntiandi 18), nos enseña sobre la evangelización: Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad: "He aquí que hago nuevas todas las cosas" (E.N. 46). Pero la verdad es que no hay humanidad nueva si no hay en primer lugar hombres nuevos con la novedad del bautismo (E.N.47) y de la vida según el Evangelio (E.N. 48). La finalidad de la evangelización es por consiguiente este cambio interior, podríamos decir que la Iglesia evangeliza cuando, por la sola fuerza divina del Mensaje que proclama (E.V. 49), trata de convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres, la actividad en la que ellos están comprometidos, su vida y ambiente concretos... y de sectores de la humanidad. 51 La evangelización auténtica no se conforma con ayudar a las personas a sentirse bien sino que lleva a la conversión interior a Cristo y a su Iglesia, a una vida nueva que da frutos y comunica la fe a otros. Juan Pablo II, al comenzar el Tercer Milenio nos hizo una invitación, a "remar mar adentro" y comprometernos en una "Nueva Evangelización". "Nueva en su ardor, en sus métodos y en su expresión". Se debe evangelizar a todas las gentes, utilizando nuevos medios (Jornada mundial por las vocaciones 2005). El Papa Benedicto XVI (2007), afirma que algunas iglesias tienen afortunadamente muchos sacerdotes y consagrados, muchos de ellos, a pesar de las necesidades locales, son invitados a desempeñar su ministerio pastoral y su servicio apostólico en otro lugar, incluso en las tierras de antigua evangelización. De este modo, se asiste a un providencial “intercambio de dones” que redunda en beneficio de todo el Cuerpo místico de Cristo. Deseo vivamente que la cooperación misionera se intensifique. Ya no se trata sólo de colaborar en la actividad evangelizadora, sino de sentirse protagonistas y corresponsables de la misión de la Iglesia. Esta corresponsabilidad implica crecer en comunión entre las comunidades y el aumento de la ayuda recíproca en lo que afecta tanto al personal (sacerdotes, 52 religiosos, religiosas, y laicos voluntarios) como a la utilización de los medios que hoy son necesarios para evangelizar. 3.2. LA MÚSICA Y LA EVANGELIZACIÓN En todas las épocas y culturas la religión y creencias populares han sido tema predilecto para la expresión artística en todas sus modalidades. El cristianismo no escapa a esta norma, y por ello encontramos a lo largo de los dos mil años de existencia toda clase de muestras de devoción plasmada en la expresión artística. Pinturas con escenas bíblicas, esculturas de personajes devotos o composiciones musicales relacionadas con la espiritualidad fue algo importante durante siglos, expresado a través de las artes. Más allá del propio sentido artístico, podemos indicar que las artes han sacado el Evangelio de las iglesias para llevarlo a lugares públicos y ser contemplado por muchos testigos. Podemos reflexionar, que la expresión artística fue y es idónea para ser usada con fines evangelísticos por la capacidad que tiene de atraer, siendo una herramienta apta para canalizar hacia cualquier sociedad una declaración eficaz del Evangelio. De modo que la música es un medio de expresión artística, que saca a relucir lo que lleva el ser humano en su interior, es también una manera de llevar a Cristo 53 y dar testimonio de su obra y compromiso con su plan salvífico, que no es otra cosa que comunicar el amor que Dios nos tiene y la nueva vida que nos ofrece siempre y cuando lo aceptemos. El cristiano comprometido a quien Dios le ha dado un don como el de la música, siente la necesidad y la obligación de proclamar a Cristo de manera que aquellos que escuchen su canto o su interpretación en un instrumento, en una obra musical o simplemente en un fragmento de la letra de una canción, puedan sentir el llamado que Dios está haciendo, para que Él haga su obra. Nosotros solo somos instrumentos e intermediarios, y ponemos un tanto, pero Dios suple las necesidades que nuestra parte humana no alcanza a lograr, es decir, Él mueve corazones y transforma vidas, siempre y cuando el mensaje sea bien llevado y genere una respuesta en el oyente, que lo lleve a hacer una opción radical por Cristo. Es también importante tener un espíritu evangelizador, capaz de vencer cualquier obstáculo que se presente, debemos ser consientes de que no siempre vamos a ser escuchados con la misma devoción, que en algunos momentos seremos criticados y acusados; pero si queremos servir a Dios, debemos prepararnos para la prueba (Ecles 2,1). Lo más importante es mantenerse firme, por el contrario insistir con el testimonio de vida, mostrando que Cristo es el verdadero camino y que estamos totalmente convencidos de que nuestra música es una manera de llevar a Cristo en el corazón, y que si 54 nosotros callamos las piedras gritarán (Lucas 19,40), porque la Gloria de Dios nunca se agotará, Él siempre resplandecerá, por tanto nuestras alabanzas han de ser escuchadas siempre, aunque imaginemos que no están haciendo la obra esperada. 3.3. LA MÚSICA TAMBIÉN PUEDE SER ORACIÓN “Sucedió que, yendo de camino, cuando estaban cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo, cayó en tierra y oyó una voz que le decía "Saúl, Saúl ¿por qué me persigues? El respondió ¿Quién eres, Señor?" Yo soy Jesús a quien tú persigues? Pero levántate entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer" Hechos 9, 3-6. La conversión es un encuentro que CAMBIA el corazón del hombre, lo RENUEVA de modo insospechado por el Espíritu de Dios. Espíritu que ilumina la Palabra, fortalece, anima, limpia; esta es la primera característica de este encuentro. Se cree que la oración es comunicación con Dios; sin embargo la conclusión es que la oración no es solamente un diálogo de amor, sino un encuentro, un estar juntos. Así contemplar un cuadro de Cristo crucificado es oración en tanto que este se convierte en un símbolo sagrado, que permite el encuentro con el 55 amado (nos eleva hacia Él), no nos hacen falta las palabras. Basta el silencio, estar juntos, contemplando. Cuando un enamorado está con su pareja a veces no se cruzan palabras, lo importante no son ellas, lo esencial es que están juntos. En las palabras a veces ahogamos nuestros sentimientos, desarrollamos nuestra superficialidad, pero el interior se queda corto para expresar los verdaderos sentimientos. Nos parece que perdemos el tiempo cuando estamos en silencio haciendo oración, no lo vemos útil, práctico, es como si la oración no tuviera sentido, pues al "perder el tiempo", no se obtienen resultados tangibles. Pero frente a esta mentalidad resumida en “ES VALIOSO LO QUE SIRVE” nos encontramos con el AMOR, éste es un sentimiento que es gratuito, capaz de expresar algo más allá que los conceptos. Busca el encuentro con el amado simplemente por eso, por amor quiero estar junto a Él como fin en sí mismo. El encuentro del ser humano con Dios. "Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará" (Lc. 9,24). Perder la vida en el encuentro con el Padre en su Palabra y, a través de esta, en el compromiso, es salvar verdaderamente la vida, es realmente encontrar la VIDA. "Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28,20). Siempre estamos junto a Dios, porque somos templos de Dios. Vivimos en Cristo. Con los momentos íntimos de soledad frente al Padre, podemos decir que la vida se vuelve oración, que en cada instante estamos orando; sin estos 56 momentos especiales de escucha serena de la Palabra, la oración continua se pierde en la actividad, cae en la superficialidad. Así la vida orante no crece, se estanca, va hacia atrás. El proceso es inverso desde el encuentro íntimo donde la vida esté presente llegamos a hacer que la vida sea una oración. “Si supiéramos escuchar a Dios... Si supiéramos contemplar la vida... Toda la vida se nos convertiría en oración porque toda la vida se desarrolla bajo la mirada de Dios y no deberíamos vivir ni un sólo suceso sin ofrecérselo” (Quoist 2001). Desde el encuentro íntimo llegamos a la oración continua. "Velando medito en ti porque fuiste mi auxilio" (Liturgia de las horas 2003). ¿Por qué nos aburrimos y distraemos en la oración? Porque no metemos en la oración nuestra vida: de esos intereses o preocupaciones, de esos planes que tenemos entre manos, debemos estar en sintonía constante con el Padre. "Cuando oréis, decid: Padre, santificado..." (Lc. 11,2). Jesús nos enseña a quien debemos orar; a la primera persona de la Trinidad, al Padre, mejor dicho a “ABBA” que significa PAPÁ. Este es el Dios que nos ha 57 revelado su Hijo amado Jesús de Nazaret. El contenido de la palabra Abba, es en sí mismo motivo de oración. "Este es mi Hijo, mi Elegido, escuchadle" (Lc. 9,35). "No solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mt. 4,4). "El cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán" (Mc 13, 31). "Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará y vendremos a Él y haremos morada en Él" (Jn. 14,23). Quien no medita en la Palabra de Dios se encuentra con frecuencia estéril en su encuentro. Es Dios quien nos habla y espera una respuesta. Por tanto hay dos realidades: a) La necesidad de ESCUCHA de la Palabra como necesidad de PROFUNDIZACIÓN, de CRECER en el conocimiento de Dios, de su voluntad en el hoy. b) La Palabra EXIGE respuesta: HACER LA VOLUNTAD DE DIOS (praxis). He aquí el momento decisivo de la oración, sin este nada tiene sentido. "porque me llamáis: Señor, Señor y no hacéis lo que os digo" (Lc. 6, 46). "no todo el que diga Señor, Señor entrará en el Reino de los Cielos" (Marcos 7, 21). 58 La música sirve como un medio, (que desde la Iglesia se ofrece hacia todas las gentes) para comunicar el mensaje de Jesús y dar testimonio de su amor, haciéndola Evangelización. Pero es importante antes de compartir la música, mirar hacia adentro de la Iglesia, de nuestras comunidades e incluso en nosotros mismos, cuando servimos como ministros de la música o simplemente cuando participamos de ella en la Liturgia. Existen todo tipo de cantos para alabar a Dios, podemos imaginarnos los cantos de Alabanza, festivos, con ritmos alegres; pero también hay otro clima y otro tono para cantar cuando estamos en la presencia del Señor. Nos postramos de rodillas en lo más íntimo de nuestro ser, en profundidad o contemplación. Logramos hacer melodías y ritmos suaves que se cantan adorando al Padre por medio del Espíritu, para así contemplar su rostro; a esto frecuentemente lo llamamos adoración. El que canta dirige la oración y no puede llevar a los demás a un lugar al que él no conoce, no ha vivido y mucho menos que no experimente en el momento de ministrar. Aunque sea todo un artista con su música y hasta pueda fingir su unción, la obra de Dios puede que se realice en los demás, pero no está siendo productiva en él, porque no lo hace con un corazón sincero y, es indispensable contar con la presencia del Espíritu de Dios. 59 Existen muchos instrumentos en cada cultura para adorar a Dios y tocar en la Liturgia, pero Él siempre va a preferir el instrumento al que da sus dones: “el músico, el cantante”, pero el que le adora en Espíritu y en verdad, haciendo la obra de Dios en cada persona; en donde desaparece el ministro y aparece la figura del Padre, quien transforma el corazón de todo aquel que quiera recibirlo. 3.4. NUESTRO COMPROMISO CON LA ORACIÓN Como cristianos católicos tenemos el compromiso de orar constantemente, con todas nuestras intenciones, en un diálogo dirigido con la Palabra de Dios y por qué no acompañado de salmos y cantos inspirados. Debemos orar para que el Espíritu inspire nuestra música, para poder cumplir la misión que tenemos de compartir y llevar el mensaje de Dios. Con la oración renovamos nuestro compromiso con Él, la experiencia de Dios nos lleva de forma unívoca a anunciar la Buena Nueva, el Reino de Dios "Pero vosotros sois linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz" (1Pe 2,9). Muchos dicen que en la oración no se les ocurre nada, no saben qué decir... La oración no es un discurso nuestro, es un encuentro con Dios en su Palabra, una respuesta a Dios. No solo podemos referirnos a la oración con palabras o la contemplación, sino que existe la música como un don que el Espíritu ofrece, 60 para entrar en la presencia de su Divinidad y Majestad, un medio para cantar las maravillas del creador, la hermosura de su amor, y que genera una respuesta a Dios, de parte de quien lo hace de manera consciente, con un corazón sincero, como un verdadero adorador, buscando el encuentro con Él. Dios nos ha hecho un llamado al regalarnos este don tal especial y de manera concreta haciéndolo mediador en el mensaje que se hace respuesta ante su llamado, así es como afirmamos que Él nos ha dado un talento para que lo multipliquemos y compartamos con nuestros hermanos, quienes esperan escuchar a Dios por medio de nuestra música, y tendríamos que decir: “ay de mí si no lo hago” (1 Corintios 9, 16). Ay de mí si no evangelizo entregando los dones para el servicio de la comunidad, haciendo de éstos un medio para un encuentro íntimo con Dios. Que aunque muchas veces sin palabras, es capaz de transportar al ser humano a un estado personal de contemplación y de adoración con el único que merece toda nuestra Gloria y Honra. 3.5. LA INSPIRACIÓN EN LA MÚSICA La inspiración en la música depende totalmente de la docilidad del Espíritu, puesto que es fundamental dejarse guiar por Él, para hacer las cosas como se 61 deben hacer, para que sean agradables a Dios. La música sagrada es oración ya que el Espíritu de Dios acude a nuestra ayuda para suplir las necesidades del corazón humano, susceptible al pecado, pero que en su intención de comunicarse con Dios, aprovecha un don que lo hace más cercano a la presencia divina. Un don que deja de ser meramente artístico, para convertirse en toda una expresión de fe, capaz de dar respuesta a Dios. La música movida por la inspiración del Espíritu santo y como medio de evangelización tiene un objetivo principal: hacer vivir más profundamente las verdades reveladas, a través de las escrituras o cualquier experiencia de Dios particular. Esto implica al mismo tiempo la disponibilidad y preparación que deben tener los músicos para lograr esta inspiración, en donde desaparece el artista, para que aparezca la presencia real de Cristo. En este ambiente propicio es donde surgen letras y acordes inspirados por el Espíritu, que actúa en nuestra intención de hacer una música agradable a Dios, pero además que genere una respuesta completa en quien la escucha. Javier Rodríguez (1980) sostiene que: El viento del Espíritu Santo, cuando toca las cuerdas del alma y sus potencias, se convierte en música interior y en melodía de Dios para nosotros. "Su sonido, nos dice San Juan de la Cruz en su Cántico Espiritual: “excede todos los sonidos del mundo". Pero esta música es secreta e interior. 62 Cuando esta música interior se exterioriza en letras inspiradas y en canciones ungidas, brota una música nueva y espiritual, que lleva a la oración y a la alabanza de Dios, que sana y santifica al que la canta, y se hace evangelizadora de los que la oyen. Esto resalta la importancia y la grandeza que tiene la música cuando hay unción en el Espíritu, y la oración se hace vida, puesto que no fuimos nosotros los primeros en utilizarla, buscando dar respuesta a Él, sino que ha sido Dios quien primero la usó, para hacer un vínculo de amor entre los hombres, quienes tienen la misión de anunciar su mensaje, haciendo uso de ella. El Concilio Vaticano II (SC 121) afirmaba en su Constitución sobre la Sagrada Liturgia que "la finalidad de la música sagrada es la gloria de Dios y la santificación de las almas" (SC 112). Mal se podría glorificar a Dios y santificar a los hombres si la música y sus textos no estuviesen ungidos por el Espíritu Santo y acordes con la doctrina de la Iglesia, con las fuentes litúrgicas y las letras de la Biblia. Dentro de la música religiosa, el canto gregoriano obtuvo en la liturgia romana un lugar privilegiado, pues sus letras estaban hechas acordes con el sentido e intención de la Liturgia. La polifonía sacra llenó horas gloriosas de las Misas solemnes y del canto litúrgico. A su lado, la Iglesia también admitió los demás géneros de música sacra, que expresaban la oración con mayor delicadeza y 63 fomentaban la unanimidad de los fieles (Cfr. SC 116) y la participación activa de toda la asamblea (Cfr. SC 121). La música se debe convertir en oración personal y compartida, en respuesta del hombre a Dios, en gozo de su presencia y en alabanza de su Gloria, en camino hacia Dios y compartir con Él. 3.6. LA DIVERSIDAD MÚSICAL En el siglo XX podemos afirmar que hay una gran diversidad musical, ya que en este momento han surgido muchos compositores cristianos, católicos y de diferentes confesiones de fe, con gran variedad de música para Dios. Como por ejemplo Marcos Witt, Martín Valverde, Jesús Adrián Romero, Ministerio 4x7, Maranatha de México, entre muchos otros. Han sido compositores Latinos que han dedicado parte de su vida a proclamar el Evangelio a través de la música, valiéndose de todo tipo de ritmos y estilos propios de diferentes culturas, apoyados en instrumentos electrónicos, que de algún modo han hecho que la música para adorar a Dios, sea compuesta e interpretada de manera actual en diferentes culturas. De esta manera está demostrado que no hay un genero definido para la música de alabanza a Dios, como en algún momento de la historia era, cuando solo se utilizaba la música sacra o gregoriana. Sin embargo este tipo de música ha entrado de manera muy tímida, ya que ha tenido algunos 64 limitantes que han partido desde la misma Iglesia Católica, que exige que los cantos sean totalmente Litúrgicos y acordes a cada momento de las celebraciones, pues ha sido temerosa porque puede ser susceptible a confusiones en los fieles, ya que puede evocar sentimientos distintos a los de estar en sintonía con Dios, o dejar a un lado la importancia del Misterio que se celebra, para dar paso a pensar en otras situaciones, que cambian la intención del encuentro con Dios. Sin embargo y aunque la Palabra de Dios siga siendo la misma, el mensaje siempre es vigente y se actualiza en la experiencia de fe de cada individuo. Por lo tanto cómo no utilizar estos ritmos e instrumentos modernos que son un medio propicio para que la Palabra sea más asequible para el hombre de hoy; porque en ésto podríamos concluir que la Iglesia es actual y actuante para cada época de su existencia. Ahora bien en el caso de las personas no oyentes y no hablantes existen otros medios, como el lenguaje por señas, o simplemente interpretan la Palabra de Dios por contagio, o por nuestro mismo testimonio de vida, que hace que todos nos unamos para Glorificar a Dios, no solo con nuestra voz y nuestros instrumentos, sino también con nuestro cuerpo al danzarle, o en oración, o en meditación; cada cual con lo que Dios mismo le ha regalado, con los dones que Él nos ha bendecido. Es posible que lo que no se ha entendido es que la multitud de estilos musicales utilizados por autores cristianos, permitiría conectar con muchas personas y en especial aquellas que están más alejadas de la religiosidad. 65 Puede traer más beneficios para un encuentro dominical en la Eucaristía, permitiendo la penetración del Evangelio, con el fin de “ganar a Cristo al mayor número posible de personas”, tal como escribiera el apóstol Pablo en (1ª de Corintios 9, 19-23). Es importante aclarar que los primeros cristianos no poseían tantos medios como en la actualidad, y sin embargo les siguieron muchísimas personas que aceptaron la propuesta de salvación; pero el secreto está en nuestra convicción para anunciar el Evangelio, siendo testigos de su amor, con nuestra vida, con nuestros carismas. Aunque la música por sí sola no puede atraer a Cristo todo aquel que no cree, (porque es imposible si no se tiene un corazón abierto a Él y una decisión radical) al menos muchas personas detrás de esta propuesta y con la acción del Espíritu en algún momento pueden llegar a experimentar a Dios y recibirlo, para así iniciar un proceso de conversión, de respuesta a Él. Nuestra misión es constante, se necesita tirar las redes y predicar a todo el mundo, en todo momento, con valentía y compromiso, un Jesús vivo y cercano a nosotros. 66 3.7. NUESTRA RESPONSABILIDAD DE HOY En la actualidad poseemos diversas estrategias, que han sido utilizadas con efectividad para la evangelización, además de nuevos métodos como lo es la utilización de la música en todos sus ritmos y expresiones; que tienen un efecto de adhesión activo y se muestran más atrayentes, pero si además tiene un mensaje (La Palabra de Dios que actúa) vigente de amor, de paz, de caridad, de misericordia, sería todo un plan para evangelizar, que tendría un efecto más eficaz, para dar una respuesta de fe a Dios; por lo tanto es incoherente ver cuántas de éstas opciones para anunciar a Jesús se nos presentan en nuestros días, que lamentablemente no se utilizan. Aquellos primeros cristianos que nos precedieron en la predicación del Evangelio, tuvieron que superar muchas dificultades que en la actualidad no se presentan y sin embargo su testimonio fue mayor y más valiente. Por encima de todo hemos sido encomendados urgentemente a proclamar al mundo el mensaje de Salvación que ofrece Cristo por eso nos dotó de dones y carismas, nos dio una Iglesia para que seamos nosotros quienes estemos al servicio de ella, dispuestos como instrumentos para hacer resonar ese mensaje y que tenga eco de manera efectiva. Esto nos hace responsables de llevar con energía y entusiasmo a Cristo vivo con todo tipo de métodos legítimos, buscando que el resultado final sea como ya lo había mencionado antes “ganar a Cristo al mayor número posible de personas” (1ª de Corintios 9, 19-23), y 67 nosotros como proclamadores del Evangelio con nuestros dones, seamos sal y luz del mundo (Mt. 5,13s). Reflexionemos: ¿Seremos tan necios para rechazar tantas posibilidades reales y limitar la proclamación del Evangelio a nuestra finita y personal visión de las cosas?. Para aquel que no ve la música como un medio, va esta pregunta: ¿Debo oponerme a la evangelización a través de nuevos métodos cuando con ellos se predica a Cristo ante tanta gente?. Esta otra para los que no dedican ni un segundo al testimonio personal: ¿Tienes algún talento para ponerlo al servicio de Dios y de la Evangelización?. Y esta para quienes interpretan la música religiosa: ¿Si te consideras ministro de la música, crees que lo estás haciendo de la mejor manera?. Evangelizar con la música en la Iglesia, es una gran opción para realizar la misión que Dios nos ha encomendado como profetas, si bien Él nos ha bendecido con sus dones, es porque nos escogió para hacerlo; no hay nada que pensar, la obra de Dios está en nuestras manos y debemos comprometernos, con amor, entrega y fidelidad al Evangelio, como testigos que no cesan de proclamar: un Dios vivo y cercano para todo aquel que quiera aceptarlo. 68 BIBLIOGRAFÍA 1. ABBAGNANO, Nicola. 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Recuperado Mayo 23 de 2008. 74 ANEXO: CANCIÓN “ES TU MISIÓN” Esta canción es una composición inédita, que nació de la intención de hacer una propuesta Evangelizadora a través de la música; para anunciar a los oyentes el mensaje de Dios; y de igual manera animar a los cristianos comprometidos con los diferentes ministerios de la Iglesia, que han de anunciar a Dios como testigos fieles de su amor. ES TU MISIÓN Me encontraba en el silencio cuando él a mi me habló, con palabras tan profundas y con infinito amor. No entendí aquel llamado porque ciego estaba yo, pues me ahogaba en el pecado en la duda y el temor. Con su Espíritu de vida él toco en mi interior, me enseñó que cada día hay que amar y ser mejor. La tarea más sencilla en mis manos puso hoy, dejarás en cada vida mi mensaje redentor. 75 CORO: Es el tiempo de vivir en el amor, de que cambies hoy tu vida y la entregues al señor. Él te llama por tu nombre sin mirar tu condición a que sirvas y proclames su palabra sin temor. Es el tiempo de vivir en el amor, de que cambies hoy tu vida y la entregues al señor. Como a ejemplo de María ábrele tu corazón, vive siempre su alegría, su prudencia y decisión. Aunque no tengas palabras y no entiendas el porqué, Dios su espíritu te envía y te ofrece su poder. Solo deja que él actué, te iluminé, te de fe, soplará todos sus dones, engrandecerá tu ser. Anunciar por todo el mundo su evangelio Dios mando, hoy tu eres instrumento de justicia y salvación. Grita fuerte que eres siervo, mensajero de su amor, que en la Iglesia todos sientan su presencia y su vigor. CORO… Es tu misión, Él te eligió, recíbelo. Autor: Germán Rendón Acevedo