Subido por Mayruth Castillo

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LA MÚSICA COMO UN MEDIO PARA EVANGELIZAR
GERMÁN ELIÉCER RENDÓN ACEVEDO
UNIVERSIDAD CATÓLICA POPULAR DEL RISARALDA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y DE LA EDUCACIÓN
PROGRAMA DE EDUCACIÓN RELIGIOSA
PEREIRA
2008
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LA MÚSICA COMO UN MEDIO PARA EVANGELIZAR
GERMÁN ELIÉCER RENDÓN ACEVEDO
TUTORES: PADRE JHON DALFER SALAZAR
PSICÓLOGA ANGÉLICA GARCÍA
UNIVERSIDAD CATÓLICA POPULAR DEL RISARALDA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y DE LA EDUCACIÓN
PROGRAMA DE EDUCACIÓN RELIGIOSA
PEREIRA
2008
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DEDICATORIA
Quiero dedicar este trabajo a Dios por haberme permitido llegar hasta este
momento y haberme dado salud para lograr mis objetivos, además de su infinita
bondad y amor.
Agradecerle porque me inspiró para hacer este proyecto realidad, para
compartir mi experiencia en el ministerio de la música y mi proceso de estudio
en la Universidad, con todos mis hermanos servidores en la Iglesia Católica.
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AGRADECIMIENTOS
A Dios por todas sus bendiciones, a mi familia por su apoyo y amor
incondicional, a Diana Milena Rendón y su familia por compartir toda su
dedicación y amor, al Padre John Dalfer Salazar por su sabiduría, disposición y
aportes, a la Psicóloga Angélica García por todas sus orientaciones, a la
Universidad Católica por formarme como profesional, y a todas las personas
que participaron e hicieron posible este proyecto, gracias por su soporte y
enseñanza, porque todos han aportado inmensamente para ofrecer este
proyecto a Dios, que Él les bendiga.
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TABLA DE CONTENIDO
PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
INTRODUCCIÓN
1. SURGIMIENTO DE LA MÚSICA
1.1. ORIGEN DE LA MÚSICA
1.2. LA INFLUENCIA DE LA MÚSICA
1.3. LA MÚSICA UNA NECESIDAD DEL SER HUMANO
2. LA LITURGIA
2.1. ETIMOLOGÍA DEL TERMINO
2.1.1. Significado del termino
2.2. LA LITURGIA EN LA TRADICIÓN CRISTIANA
2.3. LA MÚSICA SACRA
2.3.1. Etimología
2.4. EL CANTO GREGORIANO
2.4.1. Origen
2.4.2. Características del canto Gregoriano
2.5. LA MÚSICA Y LA LITURGIA
3. QUÉ ES LA EVANGELIZACIÓN
3.1. CONCEPTO PONTIFICIO SOBRE LA EVANGELIZACIÓN
3.2. LA MÚSICA Y LA EVANGELIZACIÓN
3.3. LA MÚSICA TAMBIÉN PUEDE SER ORACIÓN
3.4. NUESTRO COMPROMISO CON LA ORACIÓN
3.5. LA INSPIRACIÓN EN LA MÚSICA
3.6. LA DIVERSIDAD MUSICAL
3.7. NUESTRA RESPONSABILIDAD DE HOY
BIBLIOGRAFÍA
ANEXO: CANCIÓN “ES TU MISIÓN”
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PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN:
¿CÓMO LA MÚSICA PUEDE SER UN MEDIO PARA EVANGELIZAR?
OBJETIVO GENERAL
Explicar el efecto que tiene la música religiosa como elemento importante para
llevar a Dios a los hombres y para dar culto al creador, uniéndose así a la
oración en la liturgia, convirtiéndose en alabanza y en medio eficaz para la
evangelización.
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OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Analizar el origen de la música y su conformación, además de sus
diferentes expresiones y manifestaciones durante la historia.
2. Reconocer el concepto de Liturgia en términos generales, su
aplicación, identificándola como expresión celebrativa de la fe en la
Iglesia.
3. Sustentar la importancia de la música, en el esfuerzo por hacerla un
medio para evangelizar y crear un espacio de acercamiento a Dios.
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RESUMEN
RESUMEN
ABSTRACT
Busca identificar el efecto que tiene
The whole point of this is identifying
la música religiosa como elemento
the effect that is caused by religious
importante para llevar a Dios a los
music as an important element that
hombres y para dar culto al creador,
builds a bridge between God and
convirtiéndose en un medio eficaz
Man. This is most often seen when
para la evangelización.
man are in religious cults, as a
Planteando el origen de la música y
result of this we can conclude this
sus
the
elementos,
sus
primeras
most
efficient
way
to
manifestaciones en el ser humano y
evangelize.
explica cómo el hombre es un ser
Going back to the origins of music
rítmico
que
and all of the existent elements that
fisiológicamente se relaciona con la
conform it, we can notice that the
música.
first’s
Dentro de la Liturgia la música ha
beings are since their born with a
sido entronizada como un medio de
sense of rhythm. Physiologically
ambientación y acercamiento a Dios,
humans relate to music.
pero hay que tener claro que debe
With in music Liturgy it has been
ser una música bien empleada, en
introduced
donde los músicos estén totalmente
enlacement with God, but at the
por
naturaleza,
manifestations
like
a
in
human
media
of
9
formados
como
se
same time it has to be clear that
conviertan en ministros que alaban
music has to be used wisely, also
en Espíritu y en verdad, haciendo
that
parte de la Liturgia y no como
Christians and eventually ministers
simples artistas, el objeto principal es
that truly praise the Holy Ghost, this
reflejar a Dios, vinculando a todos
way they make part on Liturgy not
los hermanos que se unen para
by simple artists. The principal
glorificarlo a Él y a la vez su ser se
statement is to reflect God by
santifica.
making bothers join a praise as one
A partir del Concilio Vaticano II se
and at the same time their been
insistió en la importancia de la
sanctifies.
Evangelización, siendo la música
Since
uno de los elementos importantes
importance of Evangelizing was
para llevar a Dios a los hombres, y
remarked, and by music being an
que genera una respuesta de fe; por
important element to take God to
eso el Espíritu debe estar presente
men, it generates an act and a
para inspirar y dar variedad de
response of faith, that’s why the
carismas para servir.
Holy Ghost has to be present to
Es importante acoger y utilizar todos
inspire and give variety of charisma
los
to serve.
medios
cristianos
adecuados
y
para
musicians
Vatican
are
formed
Conceal
II,
as
the
Evangelizar, y la música es un
It’s important to take and use of
elemento que no solo
tiene la
every able media to Evangelize,
capacidad
a
music is an element that not only
de
expresar
Dios
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nuestra alabanzas, sino que también
has the capacity of expressing to
puede
transformar
God our prayers, but it also can
corazones; en nuestras manos está
evangelize and transform hearts, in
esta
evangelizar
tarea
encomendado
y
que
Dios
y
estamos
obligación de hacerlo.
nos
ha
our hands is the task that god sent
en
la
to each and every one of us and we
have the obligation to fulfill it.
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INTRODUCCIÓN
La música tiene la capacidad de expresar las ideas y los sentimientos, así
como las actitudes y deseos, ya que es un lenguaje universal. Es uno de los
signos que el hombre acoge fácilmente, junto a la palabra, el gesto, el
movimiento y la danza; utilizándolos para manifestar su dolor o su alegría, su
protesta o su triunfo, ya que tiene un poder sorprendente que muchas veces
supera las palabras.
La música no solamente expresa, sino que profundiza el interior del ser. No es
algo que adorna o acompaña la expresión, sino que ella misma, junto con la
palabra, aunque a veces sin palabras (porque los instrumentos musicales son
como una prolongación de la voz humana); interioriza el sentimiento, lo alimenta
y lleva a la contemplación. Por eso también en el campo religioso y cultico se ha
empleado la música.
El Concilio Vaticano II (1967) sostiene que: En la liturgia, el canto tiene la
función de expresar nuestra intención ante Dios (alabanza, petición) y nuestra
armonía con la comunidad y con el misterio que celebramos; creando toda una
sintonía entre el Espíritu que actúa y el pueblo de Dios manifestando más
claramente el Misterio Pascual de Cristo, y mostrando que se unen voces y
corazones en comunidad para una sola alabanza.
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La música contribuye a que la oración sea más plena en la persona que ora,
para que viva más su diálogo con Dios, es algo que proviene de lo profundo del
Espíritu del que alaba a Dios, que pone todo su empeño para lograr su
encuentro con Él. Con la música la oración adopta una expresión más
penetrante.
La música por sí sola ciertamente no podría traer a alguien a Cristo, pero debe
tener una expresión del Evangelio. Debe ser principalmente la expresión de una
vida llena del Espíritu Santo.
“Es indispensable la necesidad de cantar no sólo con la voz, sino también con
los hechos; no sólo con la lengua, sino también con la vida, San Agustín
afirmaba: “os exhortamos hermanos a alabar a Dios y esto mismo es lo que
hacemos todos cuando decimos “aleluya…” “pero alabad con todo lo que sois””
(ALDAZABAL, 1988) es decir, que no sólo alabe a Dios nuestra lengua y
nuestra voz, sino también nuestra conciencia, nuestra vida, nuestras obras. Por
tanto no debemos preocuparnos simplemente de la voz cuando alabemos a
Dios, lo más importante es vivir ese mensaje que cantamos o interpretamos.
De ésta manera es cómo podemos decir con San Agustín: “el que canta bien,
ora dos veces” (El Catecismo de la Iglesia Católica: Le atribuyó a San Agustín
esta frase). Por esto nuestra proclamación de la fe, nuestro mensaje de Dios, se
puede expresar con un canto, una música, un sonido que brota desde lo más
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profundo del creyente y que tiene como objetivo llevar a las personas la buena
noticia del Evangelio.
A partir de esto es posible redimensionar el significado de la música, haciéndola
aplicable en el campo de la enseñanza de la religión; enseñanza que ha sido
presentada de muchas formas y a veces poco motivante (Consulta a docentes
del área religiosa de la Diócesis de Pereira) para quienes la estudian; y que en
tantas ocasiones ha sido repudiada debido a la metodología empleada, que ha
rayado en la monotonía, haciendo que no se evidencie importante en la
educación; lo cual es el quehacer de nuestra licenciatura, educando en la fe,
pero sobretodo motivando no solo para un proceso académico, sino que
además logre sembrar la semilla del evangelio, en la búsqueda de formar
cristianos comprometidos, y que su misión está encaminada al igual que la de
toda la comunidad universitaria: ¡ser apoyo para llegar a ser gente, gente de
bien y profesionalmente capaz!.
Algunos autores han intentado mostrar cómo se puede emplear la música en la
religión, en la liturgia, hasta cómo hacer música para Dios. Por ejemplo en
Madrid España se publicó un libro llamado “Celebrar la salvación” (Madurga
1968), que habla sobre la Liturgia como la auténtica fuente de la espiritualidad
del cristiano, se trata de celebrar con los hermanos un encuentro con Dios, por
el Misterio Pascual de Cristo, en el gozo del Espíritu. Trata de fundamentos
básicos sobre la Liturgia, y la música la presenta clasificada como un ministerio
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de hecho, simplemente aplicado a las celebraciones, pero no profundiza en el
hecho mismo de cómo transmitir el mensaje de Dios a través de la música.
Otro libro como “Qué hacemos con estos músicos” (Witt, 1995) habla muy
abiertamente sobre el carácter de un músico en la iglesia, los problemas que
enfrenta la Iglesia con los mismos músicos de este tiempo. Expresa el trabajo
que los músicos tienen dentro de la iglesia y la importancia de su formación
cristiana, del esfuerzo y el sacrificio de tocar para Dios, y el privilegio que
tenemos por tocar un instrumento en la iglesia. Este libro es claro y muy fuerte
al hablar sobre la música; pero tampoco responde a la idea de profundizar en la
música como medio inspirador para llevar el mensaje de Dios al mundo
En la Diócesis de Pereira fue elaborada una tesis sobre “La música como
expresión Teológica para hablar al joven de hoy” (Cárdenas 2003), que tiene
como objetivo presentar al joven de hoy el mensaje de Dios, audible y vivencial;
es decir mostrar a Jesucristo de manera atrayente, novedosa, un Cristo vivo y
Resucitado para el hombre actual. Se trata de hacer Teología para hablar al
joven de hoy a través de la música, como una nueva expresión de fe del
creyente. Pero este trabajo no se centra en el tema que trataremos en esta
monografía: la música como un medio para la Evangelización, capaz de
impregnar en el ser humano el mensaje de Dios que unido a la Palabra, suscite
una respuesta de fe y adhesión a Cristo.
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Partiendo de estas reflexiones la intención es proponer la música no sólo como
un elemento de los músicos y para los jóvenes, sino como una propuesta para
todas las gentes, que buscan un encuentro personal con Dios, y que puede ser
tenida en cuenta en todos los momentos en que se congregan para tal fin,
haciendo que se interprete de manera adecuada y sincronizada , y con el único
e inmenso deseo de agradar a Dios, siempre buscando ubicar al oyente en el
contexto dentro del acto y la intención con que se celebre.
Necesitamos hacer de la música toda una expresión de fe que lleva al oyente, a
la comunidad y a la Iglesia en general a encontrarse con Dios a través de las
celebraciones Litúrgicas. Un medio que unido a la Palabra evangelice y lleve el
mensaje de Dios impregnado en sus letras, acordes e interpretación precisa y
sincera de parte de los ministros de la misma, y que a su vez prediquen el
Evangelio de Jesús, que es quien hace la obra de conversión en cada persona
que quiera recibirlo.
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1. SURGIMIENTO DE LA MÚSICA
1.1. ORIGEN DE LA MUSICA
Es importante conceptualizar la música desde sus primeras
manifestaciones, desde la creación, abordando diferentes
elementos que hacen parte de ella, como el ritmo, la melodía,
los efectos que produce en el ser humano entendiendo
que hacen parte de su esencia y su psicología.
La palabra música proviene del “arte de las musas". La palabra comenzó a
referirse al arte de los sonidos, pero no es el único sentido de la palabra, en la
actualidad la música es, “una técnica o conjunto de técnicas expresivas que
conciernen a la sintaxis de los sonidos”. Pero desde el punto de vista filosófico
la música también es considerada “como revelación al hombre de una realidad
privilegiada y divina” (Abbagnano 1995)
Al referirse a la música en la filosofía Abbagnano sostiene lo siguiente:
Para Pitágoras y sus seguidores, la música era la ciencia de la armonía. La
armonía podía ser entendida como el orden de los sonidos y también como el
orden divino del cosmos; entre estas dos armonías había una relación. Plotino
después consideró a la música como uno de los caminos para llegar a Dios.
17
Después San Agustín habló del paso de la música de la fase de la sensibilidad
(en la que se ocupa de los sonidos) a la fase de la razón (en la que resulta ser
contemplación de la armonía divina).
Harris (Octubre del 2008) sostiene que: Sin duda el sonido además de ser
principalmente el medio de imitación por excelencia, es uno de los principales
recursos en la comunicación humana. En la antigüedad el hombre primitivo para
imitar algún animal; como por ejemplo al león, además de comportarse de
acuerdo con las costumbres de la fiera y de esforzarse por conseguir su mismo
paso, debía también imitarlo en su rugido, de un modo tan real que podía
sembrar la confusión en sus semejantes, y para ello utilizó como medio sonoro
su voz. Este concepto iría evolucionando en él, y paulatinamente tendería a
complicarse cada vez más el rito de la imitación; partiendo desde lo melódico y
hasta llegar a incluir el aspecto rítmico.
Igualmente el ser humano por naturaleza puede relacionarse con todo lo rítmico
ya que la parte fisiológica se lo permite, adquiriendo como principal
característica procesos secuenciales, en donde intervienen tiempos y
movimientos. Como ejemplo podríamos remitirnos a la acción de caminar,
respirar, parpadear etc., aunque el mejor ejemplo podría ser: la pulsación
cardíaca (proceso que hace parte de estas actividades que requieren de una
secuencialidad, y continuidad). De esta manera concluimos que la rítmica como
fundamento de la música, también se encuentra inmersa en nuestra naturaleza
humana, asimismo podríamos decir, que la música no solo hace parte de la
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humanidad de los seres, sino que de la misma manera los rodea, a través del
ecosistema, de donde se han tomado sonidos inspirados en los pájaros, los
ríos, los árboles, la lluvia y demás elementos de la naturaleza, de donde puede
inspirarse la música, a través de la imitación de sonidos, buscando de manera
armónica la conjugación de estos dos elementos, elaborando melodías que
mueven sentimientos, en la medida en que el ser humano exterioriza su
esencia.
Entonces, la iniciativa de desarrollar la parte rítmica, lo conduciría a la creación
de todo un estilo y repertorio, que en la medida que se van enriqueciendo con
nuevos elementos, se irían organizando en esquemas y fórmulas, cada una de
ellas presentando propuestas específicas y una fuerza musical de sonoridades
diversas. Hasta este momento no se habla de la aplicación de la música como
tal, solo hay un primer acercamiento del hombre con una experiencia clara: el
sonido y el ritmo, tales cosas le permiten empezar a crear.
1.2. LA INFLUENCIA DE LA MÚSICA
Pero el ser humano respecto a la música, no solo podríamos verlo desde el
ámbito biológico, y meramente esquemático, ya que por supuesto la música,
también interviene en la psicología de los seres o en el comportamiento de los
mismos, puesto que cuando se escucha la música, causa un impacto en la
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persona, porque es uno de los estímulos mas poderosos para evocar
sensaciones en el cuerpo humano gracias a que la audición es predominante
dentro de los sentidos humanos (estudio realizado en la “Universidad de
Stanford” 22 de enero de 2007), ya que es de los primeros órganos que se
busca estimular incluso en el vientre de la madre, a través de la motivación
temprana vemos que la música puede ser parte en el desarrollo intrauterino.
A través de la música, se pueden transmitir mensajes, que aunque cuando
nuestro ser consiente no entiende, nuestro ser interior sí, y reacciona de
acuerdo al mensaje recibido. Es decir que aparentemente podemos oír solo los
sonidos o una canción como tal; pero si nos detenemos un poco a reflexionar
en la letra, en la oración, o incluso en el sonido solamente, descubrimos que
nos podemos transportar hacia nuestro interior y tener otra experiencia de
manera tan fuerte, que ella misma nos hará capaces de remover sentimientos y
recuerdos, para que nuestra mente los evoque y si es necesario sean sanados
desde el corazón; e incluso eleva nuestro ser a un estado de adoración en la
presencia de Dios.
En la Biblia vemos un ejemplo claro del poder de la música como un estímulo
potente para provocar reacciones aún contra nuestra voluntad: “Y el pregonero
anunciaba en alta voz: A vosotros los pueblos, naciones y lenguas se os hace
saber: que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del
20
salterio de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la
estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado” (Daniel 3, 4-5).
En este pasaje, el rey Nabucodonosor se vale del estímulo de la música para
dar una señal que introdujera a la adoración. La evidencia del poder de la
música es impresionante. Como cristianos debemos reconocer que la
naturaleza de la música es tal que puede afectarnos de muchas maneras.
Indudablemente juega un papel importante en la batalla espiritual por las almas;
particularmente en los eventos del fin de los tiempos; así como el rey
Nabucodonosor utilizó la música para que los pueblos adoraran una imagen de
igual forma el anticristo lo haría en el final de los tiempos: “Y se le permitió
infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese
matar a todo el que no la adorase” (Apocalipsis 13,15).
Wolfang (1967) sostiene que: Desde la antigüedad se sabe el poder que tiene la
música sobre el comportamiento humano, a lo largo de los siglos muchos
personajes que han tenido influencia en la historia han sabido esta realidad, así
por ejemplo: dos mil años antes de Cristo, en China un emperador llamado
Chum monitoreaba la salud de su vasto reino a partir de la música que
producía. Años después Platón hizo eco de las palabras del emperador chino al
decir: "cuando las formas de la música cambian, las leyes fundamentales del
estado cambian con ella", ya en el siglo XX, Lennin, co-fundador del
comunismo, añadió: "Una manera fácil de destruir una sociedad es a través de
21
su música" (El poder de la música). Y Aristóteles enseñaba que la música “imita
directamente (es decir representa) las pasiones o estados del alma:
apacibilidad, enojo, valor, templanza, y sus opuestos y otras cualidades.
La música puede tener un impacto en nosotros sin que nos demos cuenta, de
manera inconsciente recibimos toda una propuesta, que dependiendo del tipo
de música y de ritmo, nos hace experimentar emociones fuertes o serenas,
estimulando nuestro cuerpo y nuestra mente, ante una situación cotidiana, que
se manifiesta en un cambio notable de actitud.
Al referirse a la influencia que tiene la música sobre el ser humano Mazie
(Agosto de 1992) sostiene que: A la pregunta ¿el cuerpo físico del hombre, es
influenciado por la música? la búsqueda científica de hoy responde con un “Sí”.
“No hay una sola función del cuerpo que no pueda influenciarse por los tonos
musicales, los arreglos y demás. La música ha demostrado que tiene influencia
sobre la digestión, la secreción de los órganos, de los circuitos nerviosos del
cerebro que son sensibles a los principios armónicos”.
(“El origen y el poder de la música”, 5 de septiembre de 2008) sostiene que: El
doctor John Diamond, ha dirigido una búsqueda exhaustiva en los efectos
médicos causados por la música; (Estudio de las búsquedas médicas que
plantean la moción de la no-neutralidad presunta de la música) él ha notado que
el hombre es un ser rítmico, y que al percibir el ritmo de la música, el cuerpo
responde produciendo un estado de éxtasis, de prontitud, reactiva o de paz
22
según la música escuchada. Esto comprueba la palabra de Dios, que nos dice
que el rey Saúl se calmaba al escuchar la música que David tocaba con arpa.
Sucedía que cuando el espíritu malo venia a Saúl; David tocaba el arpa, la
tocaba con su mano, inspirado por Dios; y Saúl se calmaba y se ponía bien, y el
espíritu malo se apartaba de él
(1 de Samuel 16:23).
Algunos investigadores clínicos en la Escuela de enfermería de la universidad
U.C.L.A. (Los Ángeles) y del Centro Médico Bautista en Atlanta, Georgia (“El
origen y el poder de la música”, 5 de septiembre de 2008), han descubierto que
los acordes consonantes y disonantes, a intervalos diferentes y otras
particularidades de la música, producen un profundo efecto en el pulso y en la
respiración. Se ha descubierto que la tensión de la laringe está influenciada por
la melodía, que algunos estímulos musicales tienen efectos negativos sobre los
músculos del cuerpo así como también el ritmo que se utiliza en el rock puede
llegar a alterar el ritmo cardiaco.
Los efectos que ejerce la música sobre la mente es más difícil de evaluar,
resultan todavía más interesantes, examinando la interrelación de la música y el
comportamiento humano, pues algunas veces se utiliza para ambientación en
la hipnosis; así como también se utiliza para crear un ambiente de
profundización del ser en ritos y ceremonias religiosas de toda índole.
23
Ciertas clases de música como la ambiental tienen efectos calmantes y, por ello
se utilizan de manera dirigida: por ejemplo en los aviones a punto de despegar,
cuando los pasajeros luchan por reprimir su miedo inconsciente de que las alas
de desprendan del avión.
También se transmite música apacible por los altavoces de grandes
supermercados ya que se ha puesto ampliamente de manifiesto que con el tipo
adecuado de música suben las ventas, probablemente por la relajación del
cliente que se olvida de momento otros compromisos financieros que puedan
asediarle.
Las melodías que respaldan los anuncios televisivos y comerciales de diversos
géneros, muy a menudo predisponen el animo inconciente a comprar y
adquieren por ello una importancia, prácticamente mayor que la del texto
transmitido en sí; de tal modo que lo que hace que se inicie ese impulso a
comprar sea ese recuerdo de la melodía, relacionado con la necesidad del
producto. Concluyendo así que el mensaje acompañado de la música, hace que
un producto sea más atrayente y cause un efecto psicológico, bien sea un
comportamiento que lo induzca a tomar una reacción coherente con lo que
desea el influyente.
En el campo de la religiosidad la música se ha utilizado con diferentes fines en
las celebraciones, por ejemplo para crear un ambiente festivo si la celebración
lo exige; pero también se ha usado para las ceremonias de difuntos, donde
24
tiene otro propósito y es manifestar que la muerte es sólo el paso y la
experiencia que todo ser humano tiene que vivir para encontrarse con Dios;
también la podemos usar para adorar a Dios y expresarle nuestras intenciones;
en conclusión podemos decir que siempre se adapta a las diferentes
ceremonias, para acompañar la fe cristiana.
1.3. LA MÚSICA UNA NECESIDAD DEL SER HUMANO
Podemos afirmar que las personas no musicales, entienden algo de música,
según demuestran los últimos estudios científicos.
El neurocientífico Dr. Stefan Kölsch (1968) del Instituto Max-Planck en Leipzig
(Alemania) realizó un estudio sobre la función de la música, sobre cómo la
procesa el cerebro y el efecto emocional de la misma:
Hay diferentes parámetros de la estructura métrica del verso que sobrepasan a
las culturas y con frecuencia se reflejan como parámetros musicales. El cerebro
humano está diseñado para la música y la musicalidad, eso se ve ya en que el
lenguaje no puede existir sin la música, pues de lo contrario hablaríamos de
forma abrupta y en monosílabos. Pero nadie habla así, sino que lo hacemos de
forma muy melodiosa. Utilizamos la música en nuestro lenguaje; la música es
algo universal, no hay ninguna cultura humana sin música, toda la gente hace
música de alguna manera.
25
La música es capaz de comunicarnos cosas y, además, con una gran precisión,
aunque no comprendamos cómo lo hace. Lo que es cierto es que la música es
capaz de transmitir un significado: una pieza musical puede decirnos más de
una historia, he incluso nos lleva a imaginarla y hasta vivirla, que si alguien nos
la cuenta.
Alfred (1991) sostiene que: Al cerebro humano le gusta la música y la necesita,
desde el nacimiento o incluso antes.
La música estimula el cerebro ayudando a que durante los primeros años de
vida las neuronas establezcan más conexiones entre sí. Al parecer, el estudio
de la música se relacionaría con el desarrollo de la inteligencia: esto es lo que
se llama, “efecto Mozart”. También se asocia con la capacidad de percibir
estímulos visuales con mayor precisión y el poder abstraer dichas imágenes.
Esta propiedad de la música tendría influencias antes de que el bebé nazca,
cuando todavía está en el útero materno, por lo que se propone hacer escuchar
música al bebé cuando la mamá está embarazada.
Los bebés se sienten atraídos por los sonidos en general. Toda persona que
establezca con los sonidos un vínculo estrecho tendrá mayor capacidad de
abstracción, de sentir. El ser humano necesita la música, es musical. Así como
el hombre puede amar y su cerebro está equipado para el lenguaje del amor; lo
26
mismo sucede con la música, si el ser humano se alimenta de ella, experimenta
efectos y sensaciones, que lo llevan a expresar sentimientos.
27
2. LA LITURGIA
La profundización en la Liturgia, es fundamental para conocer la aplicación de
elementos que le han aportado a los ritos de la misma un ambiente propicio;
así como el amado al encontrarse con su amada emplea recursos para
expresarle su amor; la Iglesia se ha valido de dones inspirados por Dios,
para hacer este encuentro más cercano como experiencia de fe en la Liturgia.
Por eso para hacer música en la Liturgia es fundamental tener una
formación cristiana, en donde se refleje un verdadero encuentro con Dios,
para mostrarlo a Él, estando apartado de la misma vanidad y el deseo
de aparecer como artistas.
2.1. ETIMOLOGÍA DEL TÉRMINO
“La palabra Liturgia λειτουργια (leitourgía) proviene del griego (érgon): del
pueblo, y está compuesta por (Leiton, adjetivo derivado de láos). Podríamos
decir que la Liturgia es obra del pueblo, obra pública dedicada a Dios. Diríamos
que es el culto espiritual o servicio sagrado a Dios, de cada uno de nosotros
que formamos su pueblo” (Antonio Rivero L. 2008).
28
2.1.1. Significado del término
Se denomina Liturgia a la forma con que se llevan a cabo las ceremonias en
una religión. Hoy ya entendemos la Liturgia como el culto oficial de la Iglesia,
nuevo pueblo de Dios, a la Santísima Trinidad, para adorarle, agradecerle,
implorarle perdón y pedirle gracias y favores.
Las sociedades practican rituales, o conjunto de ritos, con connotaciones de
tipo religioso o ceremonial en las bodas, entierros y demás momentos
importantes de la vida individual o colectiva, y las religiones reglamentan,
aunque en diferente medida, el modo en que se debe efectuar el culto en los
lugares públicos, especialmente en los templos.
Esta palabra comenzó a tener un sentido religioso cuando los traductores del
Antiguo Testamento de lenguas semitas al griego, la utilizaron para referirse al
culto externo (principalmente sacrificios) que los sacerdotes y levitas ofrecen en
el templo; indica un servicio prestado a alguien y se emplea tanto para el
servicio religioso como para el profano.
La liturgia es el culto público aprobado por una iglesia o toda acción pública que
lleva a adorar a Dios (Salvad Editores, pag. 260), es decir que como es una
celebración pública que puede realizarse en comunidad, en consecuencia
podríamos decir que en tal acto público se emplean una serie de ritos, y que
buscan una expresión de comunicación con Dios, estableciendo un diálogo
29
perfecto de manera individual pero que finalmente se hace en comunidad,
unidos con un mismo objetivo: agradar a Dios.
2.2. LA LITURGIA EN LA TRADICIÓN CRISTIANA
En la tradición cristiana,significa que el Pueblo de Dios toma parte en "la obra
de Dios" (cf. Jn 17,4). Por la liturgia, Cristo, nuestro Redentor y Sumo
Sacerdote, continúa en su Iglesia, con ella y por ella, la obra de nuestra
redención. Por eso desde la experiencia de una cultura se retoman ritos y se
adaptan a la liturgia resignificándolos, vinculando de esta forma a todas las
gentes, sin discriminación, pero siempre con el mismo fin: la unión de
corazones en Cristo, por la gracia del Espíritu Santo, en alabanza a Dios Padre.
Basados en el Catecismo de la Iglesia (SC 7, 1963), encontramos en el numeral
1070 que dice que “la palabra "Liturgia" en el Nuevo Testamento es empleada
para designar no solamente la celebración del culto divino (cf. Hch. 13,2; Lc.
1,23), sino también el anuncio del Evangelio (cf. Rm. 15,16; Flp. 2,14-17. 30) y
la caridad en acto (cf. Rm. 15,27; 2Co 9,12; Flp. 2,25). En todas estas
situaciones se trata del servicio de Dios y de los hombres. En la celebración
litúrgica, la Iglesia es servidora, a imagen de su Señor, el único "Liturgo" (cf. Hb.
8,2 y 6), del cual ella participa en su sacerdocio, es decir, en el culto, anuncio y
servicio de la caridad: con razón se considera la liturgia como el ejercicio de la
30
función sacerdotal de Jesucristo en la que, mediante signos sensibles, tiene
significado y se realiza, según el modo propio de cada uno (la santificación del
hombre) y, así el Cuerpo místico de Cristo (la Cabeza y sus miembros) ejerce el
culto público. Por ello, toda celebración litúrgica, como obra de Cristo sacerdote
y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia cuya
eficacia, con el mismo título y en el mismo grado, no la iguala ninguna otra
acción de la Iglesia”.
La Liturgia es la Glorificación de Dios, por la cual el ser del hombre se santifica,
aunque todos podemos asistir a una liturgia, no siempre estamos con la
adecuada preparación, perdiendo así la oportunidad de un encuentro pleno con
Dios; ya que la liturgia debería ser el final de todo un proceso Kerigmático,
vivido de manera personal en donde el cristiano tiene la oportunidad de
experimentar los signos sensibles que en ella misma se contienen, y que le dan
las garantías de tener un dilogo perfecto con Dios, un encuentro que hace parte
de la respuesta al plan que Dios nos tiene preparado.
En (SC 11, 1963), en el numeral 1071 del Catecismo: La Liturgia, obra de
Cristo, es también una acción de su Iglesia. Realiza y manifiesta la Iglesia como
signo visible de la comunión entre Dios y de los hombres por Cristo. Introduce a
los fieles en la Vida nueva de la comunidad. Implica una participación
"consciente, activa y fructífera" de todos.
31
Por lo tanto es tan importante hacer que cada rito empleado en la liturgia se
realice de una manera clara, es importante que cada miembro de la comunidad
se sienta parte de ella. Si se desea hacer ambientación con música, debe ser
con melodías apropiadas y cantos con mensajes, que lleven a una
sincronización del momento y un acercamiento a Dios, acorde a la intención
misma de cada Liturgia. Con una adecuada preparación por parte de los fieles,
para que sean consientes que cada una de las partes de la liturgia, son de vital
importancia para la fe cristiana.
He aquí la importancia de la participación de todos los fieles que asisten a las
celebraciones de la Iglesia Católica, en donde es primordial evidenciar la
preparación catequética de las comunidades cristianas, y no asistir por cumplir
una obligación cristiana, familiar o personal. Esta intención debe nacer del amor
hacia Dios, con quien de verdad debemos encontrarnos en cada Liturgia vivida,
pero es necesario prepararnos con el proceso debido, para poder compartir en
comunidad como miembros activos de la misma, y así motivar a quienes no
asisten por apatía o incredulidad; o incluso a quienes asisten de manera
inconsciente, con el fin de educarlos en la fe.
32
2.3. LA MÚSICA SACRA
Cuando hablamos de ambientación, nos referimos a que la música puede ser
uno de los medios apropiados, que nos lleva a un estado propicio para el
encuentro con Dios; y en esta búsqueda de tal sintonía podríamos remontarnos
al inicio de la música sacra.
“La música sacra corresponde a la forma de expresión musical nacida en
Europa hacia la alta edad media (periodo que se extiende desde la caída del
Imperio Romano de Occidente hasta aproximadamente el año 1000, época de
resurgimiento económico y cultural), hacia el Siglo V D.C. se desarrolló e hizo
parte de los ritos cristianos de la época” (Enciclopedia Católica de la música,
1999).
Más que un género musical era una forma de adornar los ritos, donde a través
de sonidos primeramente Monódicos y fuerte presencia vocal, se relataba un
pasaje bíblico o se destacaban virtudes y valores cristianos. Este fue uno de los
primeros medios utilizados en la liturgia y una forma de encontrarse con Dios a
través de la música, una idea capaz de crear un ambiente de contemplación
para todo aquel que la escuchaba.
33
2.3.1. Etimología
E, Jaschinski (1990) sostiene que: El término sacra proviene del Latín: Sacer,
Sacra, Sacrum, que significa sagrado.
La música sagrada (Sacrare o consagrar) que a su vez deriva de sacratus
(sagrado, consagrado) es de uso primordial en el cristianismo. Aunque por
extensión puede ser aplicable a las diferentes manifestaciones músicoreligiosas de otros pueblos, ya sean de origen indio, árabe, judío, u oriental; en
el pensamiento occidental se suele reservar su uso para la música cristiana. Por
lo tanto la música sacra es un servicio religioso para muchas iglesias y es una
parte importante en su liturgia.
Por otra parte, las iglesias algunas veces cantan a cappella, es decir sin
instrumentación, para adorar a Dios. Ocasionalmente, los instrumentos
musicales también se utilizan para expresar alabanza hacia la presencia de
Dios.
Todas estas maneras o estilos son utilizados por diversas religiones. En la
música más antigua de la iglesia católica, como es el caso de algunos capítulos
de textos del Antiguo Testamento, son probablemente himnos, por ejemplo los
salmos atribuidos a David.
34
Si revisamos algunos pasajes de la Biblia encontraremos que desde los
Evangelios que narran la vida de Jesús, se utilizaron los himnos, salmos y
canciones en una forma de alabanza para Dios.
Los Evangelios de Mateo 26,30, y Marcos 14,26 narran que Jesús y sus
discípulos entonaron un himno antes de que se entregara, para ser crucificado.
El apóstol Pablo en la Carta a los Efesios 5,19 exhorta a la iglesia de Éfeso a
entonar salmos, himnos y canciones espirituales al Señor. En la Epístola a los
colosenses 3,16 el mismo Pablo urge a la iglesia de Colosas para enseñar y
amonestarse
unos
a
otros,
con
himnos
y
cantos
espirituales.
Los himnos son entonces, expresiones formales de alabanza o declaraciones
de las verdades de Dios, es la forma que utilizamos los cristianos para exaltar al
verdadero Rey, rendirle todo honor y honra.
2.4. EL CANTO GREGORIANO
El canto gregoriano, también conocido como canto llano; se dice que su origen
lo dio el Papa San Gregorio Magno, siendo una evolución de la música sacra.
Desde su nacimiento, la música cristiana fue una oración cantada, que debía
realizarse no de manera puramente material, sino con devoción, cantando a
Dios con el corazón.
35
El canto gregoriano jamás podrá entenderse sin el texto, el cual tiene prelación
sobre la melodía y es el que le da sentido a ésta. Por lo tanto, al interpretarlo,
los cantores deben haber entendido muy bien el sentido del texto.
En consecuencia, se debe evitar cualquier impostación de voz de tipo operístico
en que se intente el lucimiento del intérprete, es decir que la Gloria siempre se
le da a Dios y no a quien lo interpreta.
Del canto gregoriano es de donde proceden los modos mayor y menor, que le
dan base a la música occidental, y otros cinco menos conocidos, que le dan la
intención específica a la inspiración para cantar, o la intención que tenga el
autor para componer. De modo que esta música se utilizaba para despertar
variados sentimientos, como recogimiento, alegría, tristeza, serenidad, etc.
2.4.1. Origen
Desde el comienzo del cristianismo la música fue empleada en las alabanzas
que se hacían a Dios, en lugares apartados y, casi siempre de noche;
transcurrían entre lecturas, rezos y cantos, (no hay que olvidar que el pueblo
judío estaba bajo el dominio del Imperio romano) aunque habían persecuciones,
nunca les prohibieron reunirse para alabar a Dios; aunque era muy pequeño el
repertorio de canciones y pocos los intérpretes.
36
En un comienzo se utilizó la música hebrea y greco-romana. Se puede asegurar
que emplearon ante todo la salmodia o declamación melódica de los salmos,
que eran los antiguos poemas atribuidos al Rey David y Asaf. Voceaban el
antiguo grito: aleluya, que significa, alabad a Dios; o cantaban el amén, que
significa "así sea".
El Documento el canto gregoriano (2002) sostiene que: Los papas de los siglos
V y VI desempeñaron un papel importantísimo en el desarrollo del arte y la
música. Pero a finales del siglo 6°, el 7 de septiembre del año 592 cuando, con
el ascenso al papado de Gregorio I llamado Magno, el canto romano alcanzó su
más perfecta expresión. Una vez en el pontificado inició una obra que puede
resumirse en dos aspectos: en primer lugar la compilación y selección de las
melodías, para que fueran copiadas y coleccionadas en un libro llamado
antifonario. En segundo lugar dedicó gran parte de su esfuerzo a la formación
de músicos, organizando en cada iglesia un grupo de cantores que se conoció
con el nombre de Schola Cantorum.
2.4.2. Características del canto Gregoriano
Es música vocal, esto significa que se canta sin acompañamiento de
instrumentos.
37
Se canta al unísono, o sea que todos los cantores entonan la misma
melodía. A esta manera de canto se le llama monodia.
Se canta con ritmo libre según el desarrollo de texto literario y no con
esquemas medidos, como podrían ser los de una marcha, una danza,
una sinfonía, etc.
Es una música modal escrita en unas escalas de sonidos muy
particulares, que sirven para despertar variados sentimientos, como
recogimiento, alegría, tristeza, serenidad, etc.
Su melodía es silábica si a cada sílaba del texto corresponde un sonido y
es melismática cuando a una sílaba corresponden varios sonidos. Hay
melismas que contienen más de 50 de ellos.
La intención de cantar con el corazón constituye la finalidad misma de este
canto, razón por la cual casi toda la música gregoriana es de autor
desconocido. Solo de unos poquísimos trozos se conoce el autor, y ello porque
no son composiciones de las más antiguas, sino de los siglos XI y XII en
adelante.
38
2.5. LA MÚSICA Y LA LITURGIA
Si nuestra oración tiene que ser algo más que rutina o cumplimiento de un
deber, si quiere ser palabra expresiva de la fe o de la alegría cristiana, es
connatural que muchas veces cuando su género lo pida se convierta en canto.
Un valor de la música es también el de crear un clima más festivo y solemne: ya
sea expresando con mayor delicadeza la oración o fomentando la unidad, ya
sea enriqueciendo con mayor solemnidad los ritos sagrados empleados en la
liturgia.
Algunos creen que la música es un invento humano; podemos analizar un poco
algunos textos bíblicos, y haciendo una interpretación de acuerdo a nuestro
análisis del origen de la música, nos damos cuenta de que aún antes de que
Dios formara la tierra, ya había creado la música, esta idea la encontramos en
algunos salmos: De Ti viene mi alabanza en la gran asamblea; mis votos
cumpliré delante de los que lo temen. (Salmo 22, 25). Puso en mi boca un
cántico nuevo, un canto de alabanza a nuestro Dios; muchos verán esto, y
temerán, y confiarán en el Señor (Salmo 40,3).
Dios es el creador de todo, y creó la música, en (Job 38,4-7), Dios le está
preguntando a Job dónde estaba cuando fue fundada la tierra, y cantaban y
exultaban las estrellas del alba. Aún antes de que la tierra fuera formada ya se
entonaban cánticos.
39
La escritura nos enseña que Dios es eterno, y que su trono es por todos los
siglos, también nos revela en Isaías que existen seres delante de su trono con
la función de alabarle en todo tiempo (Isaías 6,2-3), y en el Apocalipsis vemos
como toda la creación redimida alabará a Dios al final de los tiempos
(Apocalipsis 7,9-12).
K. G, Fellerer (1972) sostiene que: Para hablar de la música en la liturgia es
importante deducirla sencillamente de un dato; la palabra cantar (junto a sus
derivados correspondientes; canto, etc.) es una de las más utilizadas en la
Biblia. En el Antiguo Testamento aparece en 309 ocasiones, en el Nuevo
Testamento 36. Cuando el hombre entra en contacto con Dios, las palabras se
hacen insuficientes. Se despiertan esos ámbitos de la existencia que se
convierten espontáneamente en canto.
El propio ser del hombre se queda corto para lo que quiere expresar, a tal punto
que invita a toda la creación a unirse a él en un cántico: “¡Despierta, gloria mía!,
¡despertad, cítara y arpa!, ¡despertaré a la aurora! Te daré gracias ante los
pueblos, Señor; tocaré para ti ante las naciones: por tu bondad, que es más
grande que los cielos; por tu fidelidad, que alcanza las nubes” (Sal 57, 9-11).
De esta manera es como se expresa no solamente con palabras el amor infinito
que brota desde el corazón del hombre, sino que en ese deseo inmenso de
unirse a la creación en una sola alabanza, se acude a la belleza de la música
40
como un medio para agradar a Dios; una manera hermosa de expresar
nuestras intenciones, de reconocer el poder divino y glorioso del Padre y la
inmensidad de su ser.
La primera mención del canto la encontramos, en la Biblia, después del paso
del Mar Rojo. En ese momento, Israel ha sido definitivamente liberado de la
esclavitud, ha experimentado de forma imponente el poder salvador de Dios en
una situación desesperada. Al igual que Moisés de niño fue salvado de las
aguas del Nilo y, por esto mismo, podemos decir que fue devuelto a la vida,
también Israel se siente, en cierto modo, salvado del agua, libre, devuelto a sí
mismo por la mano poderosa de Dios. La reacción del pueblo ante el
acontecimiento fundamental de la salvación se describe en el relato bíblico con
la siguiente expresión: “Creyeron en Yahvéh y en Moisés, su siervo” (Ex 14,31).
Pero le sigue otra reacción que se añade a la primera con una naturalidad
desbordante: “Entonces Moisés y los israelitas cantaron este cántico a
Yahvéh...” (Ex 15,1). En la celebración de la noche de Pascua los cristianos,
año tras año, unen su voz a este cántico, lo cantan de nuevo como cántico
propio, porque también ellos se “saben salvados del agua” por el poder de Dios,
se saben liberados por Dios para la vida verdadera.
Por lo tanto la Palabra de Dios acompañada con la música de algunos himnos,
también nos lleva a conmemorar acontecimientos importantes y decisivos en la
historia del pueblo de Israel, en donde todos no paraban de reconocer el poder
41
inmenso de Dios, dando gracias por una de las primeras acciones para salvar al
hombre y liberarlo.
Si analizamos el Libro del Cantar de los cantares, encontramos también la
presencia de la música, utilizada para expresar la calma después del invierno y
la belleza que se contempla en la amada: “Porque ya pasó el invierno, cesaron
y se fueron las lluvias. Aparecieron las flores sobre la tierra, llegó el tiempo de
las canciones, y se oye en nuestra tierra el arrullo de la tórtola. La higuera dio
sus primeros frutos y las viñas en flor exhalan su perfume. ¡Levántate, amada
mía, y ven, hermosa mía! Paloma mía, que anidas en las grietas de las rocas,
en lugares escarpados, muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz; porque tu voz
es suave y es hermoso tu semblante"(2, 11-14).
El libro de los jueces es un canto de liberación. En el “Canto de Débora”
(Jue 5,1 ss.) se celebra la victoria de Débora sobre Sísara, un jefe del ejército
cananeo de Jasor, y en él se dan gracias a Dios y se alaba a las tribus que han
acudido a convocatoria para la batalla a la vez que se reprocha a las que no
han acudido a la cita.
“La salmodia también fue importante para los primeros cristianos que copiaron
de los hebreos la costumbre de cantar los salmos; este canto se realizaba en
forma casi recitada y alternada entre un solista y el coro, o a dos coros”
(Martínez, 1943).
42
Ellos vieron la figura de Cristo dibujada en muchos salmos: como descendiente
del rey David, como el Mesías esperado, como el hombre que sufre llevando
sobre sí los pecados de la humanidad, como el verdadero justo inocente
perseguido, pero, sobre todo, como el Hijo amado de Dios.
Los 150 salmos del salterio han sido considerados por los cristianos a través de
los siglos como un compendio de oraciones y meditaciones que acompañan la
fe del cristiano.
Los Salmos, Palabra de Dios, son composiciones líricas destinadas a ser
cantadas, constituyen el libro de los cantos del pueblo de Israel. Muchos de
ellos contienen indicaciones musicales, del instrumento con que han de ser
acompañados, de cómo han de ser interpretados, al maestro del coro, al solista,
etc.
Jesús como buen judío, asiste regularmente al culto en la sinagoga (Lc. 4,16).
Es indudable que Jesús cantó los salmos con su voz, con su doctrina y con su
vida ya que hizo de ella el mejor y más perfecto salmo de alabanza. "El cantor
admirable de los salmos", le llama San Agustín (Método de canto gregoriano).
Tenemos testimonios concretos de que Jesús cantó los salmos, por ejemplo, el
132. Forma parte de la liturgia en la sinagoga. Es el salmo de la comunidad que
canta la alegría de reunirse y estar los hermanos unidos. Jesús salmodió este
salmo todas las veces que Él estuvo con su pueblo en la sinagoga.
43
Recordemos en los pasajes bíblicos cuando Jesús y los apóstoles cantaban, el
culto judío incluía el canto de los salmos que no era otra cosa que orar de
manera bíblica pero además con una alabanza hecha canto. En Mateo 26,30,
encontramos que luego de cantar los salmos partieron para el monte de los
olivos.
Al referirse al Apocalipsis E. Schick (1974) afirma que: El Apocalipsis de San
Juan abre un poco más el abanico. Después de que los últimos enemigos de
Dios han subido al escenario de la historia, todo parece perdido para el santo
Israel de Dios, pero el vidente recibe la visión del vencedor: “Estaban de pie
junto al mar de cristal, llevando las cítaras de Dios. Y cantan el cántico de
Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero...” (Ap 15,2.3). “La paradoja de
entonces se hace aún más inmensa: no vencen las gigantescas bestias feroces,
con su poder mediático y su capacidad técnica; vence el Cordero degollado. Y
así vuelve a sonar, una vez más, y de forma ya definitiva, el cántico del siervo
de Dios, Moisés, que ahora se convierte en el cántico del Cordero”.
En esta parte se comprende que desde el comienzo de la historia de la
salvación hasta la visión de Juan en el último libro de la Biblia no cesan de
entonarse cánticos de alabanza a Dios reconociendo el triunfo del cordero. El
canto litúrgico se sitúa en el marco de esta gran tensión histórica.
Para Israel el acontecimiento de salvación que tuvo lugar con el paso del Mar
Rojo, quedaría siempre como fundamento de la alabanza a Dios, este es el
44
tema principal de los cánticos dirigidos a Dios. Para los cristianos el verdadero
éxodo es la resurrección de Cristo, que había atravesado el “Mar Rojo” de la
muerte, que había descendido al mundo de las tinieblas, y había abierto las
puertas del abismo, por tanto este es el motivo de Glorificar el poder y la
majestad de Dios, único vencedor de la muerte.
E. Schick (1974) sostiene que: Un día después de la alegría del éxodo, los
israelitas descubrieron que se encontraban expuestos al desierto y sus peligros,
y que el camino hacia la Tierra Prometida no estaba exento de amenazas. Pero
también se pusieron de manifiesto las obras, siempre nuevas, de Dios, que
permitían volver a cantar el cántico de Moisés, y mostraban que Dios no era un
Dios del pasado, sino del presente y del futuro. En cada cántico nuevo, estaba
presente, sin duda alguna, la conciencia de su carácter provisional, y el anhelo
de un cántico definitivo, el anhelo de una salvación que no trajera consigo ni un
sólo instante de miedo, tan sólo cánticos de alabanza. Quien creía en la
resurrección de Cristo reconocía la salvación definitiva y sabía que los
cristianos, que se encontraban ahora en la “nueva alianza”, cantaban ahora el
cántico nuevo, que era definitivo y realmente “nuevo”, en vista de lo
completamente otro que había sucedido con la resurrección de Cristo.
Cada libro de la escritura tenía su propia entonación, por ejemplo no era lo
mismo entonar un salmo que un capítulo de Isaías. Y si miramos Colosenses
3,16, encontramos “canten a Dios con gratitud y de todo corazón salmos,
45
himnos y salmos inspirados”; en Efesios 5,19, se dice también “cuando se
reúnan, reciten salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y celebrando al
Señor de todo corazón”. El mandato de san Pablo es claro se ha de hacer uso
del canto para acompañar las oraciones de las asambleas y reuniones en las
sinagogas. Pero también advierte que debe ser con un corazón sincero, es
decir inspirados por el espíritu.
Podríamos seleccionar los cuatro o cinco cantos más específicos y
representativos para cada tiempo litúrgico de entre todo lo que se ha compuesto
en nuestra etapa postconciliar. Al escucharlos de nuevo cada año, estos cantos
evocarían a la asamblea el tiempo en que estamos y la ambientarían en el
espíritu de ese tiempo. Una vez terminado el tiempo, esos cantos seleccionados
ya no se cantan más hasta el año siguiente.
“En la música sagrada debemos distinguir la música litúrgica, ritual, de otras
músicas religiosas que tienen su empleo preferencial en conciertos, recitales o
en
otros
actos
religiosos
(reuniones
espirituales,
actos
devocionales,
catequesis, convivencias, etc.) fuera de la liturgia, es decir, con palabras de J.
Baburés (2008): debemos distinguir la música para cantar la fe en la liturgia, de
la música para cantar la fe en otro lugar y en otros momentos” (ALDAZABAL
1989).
46
Es de gran importancia diferenciar la intención de la música en cada momento,
en cada lugar y para quienes va dirigida. No podemos mezclar la música
litúrgica en cualquier concierto, cualquier presentación de tipo parroquial (como
recolectar fondos económicos) en donde la música religiosa pierde su real
sentido y se convierte en cualquier canto tradicional o artístico, que no cumple
con la verdadera función de Glorificar a Dios, sino de darle la gloria al artista y a
los músicos que de momento la interpretan.
La música en la Liturgia tiene que ser tan precisa, preparada y sincronizada,
que es imposible reemplazar un canto, que está diseñado para un momento
determinado en la misma, y en esto incurren muchas personas que de manera
inconsciente, aunque en otros casos
consciente, pareciera que su único
objetivo es animar o simplemente acompañar musicalmente un acto litúrgico,
por diversas razones; sin tener un sentido profundo del previo conocimiento de
lo que es ser ministro de la música para la alabanza a Dios, y de incluirse como
parte de la Liturgia, para no estar como un acompañante disonante fuera de la
armonía de la celebración. Porque así como en la música tiene que haber una
armonía lógica, y cada instrumento tiene que estar conectado con la misma, en
forma secuencial, lo mismo dentro de la Liturgia cada momento y cada rito tiene
su integración y participación relevante, para que no pierda su sentido e
intención con el misterio que se celebra.
47
La música es la prolongación de la voz humana, es como si un instrumento
estuviera imitando la voz, por eso también en el terreno religioso y cultico se va
a emplear siempre, y en concreto en nuestras celebraciones litúrgicas.
Nuestra liturgia tiene la necesidad de mejorar su talante festivo, pero no hace
falta que parezca o se convierta en una parranda o misoteca donde la gente
solo va a divertirse o por curiosidad, aunque tampoco tiene que parecer un
velorio, donde la tristeza y lo rutinario predominen. Necesitamos de una
celebración más oxigenada y variada, y esto lo puede dar la música, pero una
música bien realizada, una música con sentido, mensaje y con unción, capaz de
aportar a la liturgia y no por el contrario cambiarle el sentido a la misma.
48
3. QUÉ ES LA EVANGELIZACIÓN
A partir del Concilio Vaticano II, el Papa Juan XXIII y
luego Pablo VI, insistieron en la renovación de la
Iglesia, siendo la Evangelización uno de los temas
fundamentales, desde el principio básico para reencontrarnos
con Cristo, recibido en el bautismo; esto provocó un
vuelco total en los laicos comprometidos con expandir el Reino
de Dios, por lo que la música ha sido uno de los elementos
fundamentales en este proceso, una opción para mostrar
un Dios vivo, atrayente, y cercano a la vida del ser humano,
buscando que tenga una experiencia personal con Él.
Etimología: Del Latín Evangelium. Del Griego Euangelion, buena noticia,
Eu- buena. Angelos: Mensajero (García 2008).
El término Evangelizar se remite a anunciar la Buena Noticia del Evangelio de
Nuestro Señor Jesucristo. En específico, llevar la revelación cristiana a
personas y culturas que aún no han recibido el Evangelio.
Juan Pablo II proclamó la necesidad de una Nueva Evangelización dirigida
hacia los cristianos. La verdad del Evangelio no cambia porque es la verdad. La
novedad es en cuanto al ardor, los métodos y la expresión, de manera que la
49
verdad eterna pueda penetrar con poder y traer la vida de Cristo al mundo
moderno.
La propuesta de Cristo se ha de hacer a todos con confianza. Se ha de dirigir a
los adultos, a las familias, a los jóvenes, a los niños, sin esconder nunca las
exigencias más radicales del mensaje evangélico (Juan Pablo II, 2001).
La Evangelización es la proclamación del Evangelio con el fin de atraer a todos
a Cristo y a su Iglesia. Para evangelizar hay que vivir el Evangelio. Esto es
posible por la obra del Espíritu Santo y nuestro compromiso. Todo bautizado ha
de ser un evangelizador.
Evangelio: "Vosotros sois la luz del mundo. No se puede esconder una ciudad
edificada sobre un cerro. No se enciende una lámpara para ocultarla, sino para
ponerla en un candelero a fin de que alumbre a todos los de la casa. Por eso
que vuestra luz brille ante los hombres para que vean sus buenas obras y den
gloria a vuestro Padre que está en los cielos" (Mt 5,14-16).
Una parte importante de la Evangelización es dar testimonio con nuestras
buenas obras, es a través de la vida misma manifestar que Dios es nuestro
dueño y Señor, y que nosotros somos sus hijos, dispuestos a vivir como Él nos
enseñó en la persona de Jesús, y entregarle todo lo que somos para hacer su
voluntad, sin límites y con un corazón sincero. Que practicando el amor y la
caridad con nuestros hermanos seamos testimonio vivo de su presencia, para
50
que otros hermanos viendo nuestras obras den Gloria a Dios y lo testifiquen con
su fe, compromiso y entrega.
3.1. CONCEPTO PONTIFICIO SOBRE LA EVANGELIZACIÓN
Pablo VI, en su exhortación apostólica (Evangelii Nuntiandi 18), nos enseña
sobre la evangelización:
Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los
ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar
a la misma humanidad: "He aquí que hago nuevas todas las cosas" (E.N. 46).
Pero la verdad es que no hay humanidad nueva si no hay en primer lugar
hombres nuevos con la novedad del bautismo (E.N.47) y de la vida según el
Evangelio (E.N. 48). La finalidad de la evangelización es por consiguiente este
cambio interior, podríamos decir que la Iglesia evangeliza cuando, por la sola
fuerza divina del Mensaje que proclama (E.V. 49), trata de convertir al mismo
tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres, la actividad en la que
ellos están comprometidos, su vida y ambiente concretos... y de sectores de la
humanidad.
51
La evangelización auténtica no se conforma con ayudar a las personas a
sentirse bien sino que lleva a la conversión interior a Cristo y a su Iglesia, a una
vida nueva que da frutos y comunica la fe a otros.
Juan Pablo II, al comenzar el Tercer Milenio nos hizo una invitación, a "remar
mar adentro" y comprometernos en una "Nueva Evangelización". "Nueva en su
ardor, en sus métodos y en su expresión". Se debe evangelizar a todas las
gentes, utilizando nuevos medios (Jornada mundial por las vocaciones 2005).
El
Papa
Benedicto
XVI
(2007),
afirma
que
algunas
iglesias
tienen
afortunadamente muchos sacerdotes y consagrados, muchos de ellos, a pesar
de las necesidades locales, son invitados a desempeñar su ministerio pastoral y
su servicio apostólico en otro lugar, incluso en las tierras de antigua
evangelización.
De este modo, se asiste a un providencial “intercambio de dones” que redunda
en beneficio de todo el Cuerpo místico de Cristo. Deseo vivamente que la
cooperación misionera se intensifique.
Ya no se trata sólo de colaborar en la actividad evangelizadora, sino de sentirse
protagonistas y corresponsables de la misión de la Iglesia.
Esta corresponsabilidad implica crecer en comunión entre las comunidades y el
aumento de la ayuda recíproca en lo que afecta tanto al personal (sacerdotes,
52
religiosos, religiosas, y laicos voluntarios) como a la utilización de los medios
que hoy son necesarios para evangelizar.
3.2. LA MÚSICA Y LA EVANGELIZACIÓN
En todas las épocas y culturas la religión y creencias populares han sido tema
predilecto para la expresión artística en todas sus modalidades. El cristianismo
no escapa a esta norma, y por ello encontramos a lo largo de los dos mil años
de existencia toda clase de muestras de devoción plasmada en la expresión
artística. Pinturas con escenas bíblicas, esculturas de personajes devotos o
composiciones musicales relacionadas con la espiritualidad fue algo importante
durante siglos, expresado a través de las artes. Más allá del propio sentido
artístico, podemos indicar que las artes han sacado el Evangelio de las iglesias
para llevarlo a lugares públicos y ser contemplado por muchos testigos.
Podemos reflexionar, que la expresión artística fue y es idónea para ser usada
con fines evangelísticos por la capacidad que tiene de atraer, siendo una
herramienta apta para canalizar hacia cualquier sociedad una declaración eficaz
del Evangelio.
De modo que la música es un medio de expresión artística, que saca a relucir lo
que lleva el ser humano en su interior, es también una manera de llevar a Cristo
53
y dar testimonio de su obra y compromiso con su plan salvífico, que no es otra
cosa que comunicar el amor que Dios nos tiene y la nueva vida que nos ofrece
siempre y cuando lo aceptemos.
El cristiano comprometido a quien Dios le ha dado un don como el de la música,
siente la necesidad y la obligación de proclamar a Cristo de manera que
aquellos que escuchen su canto o su interpretación en un instrumento, en una
obra musical o simplemente en un fragmento de la letra de una canción, puedan
sentir el llamado que Dios está haciendo, para que Él haga su obra. Nosotros
solo somos instrumentos e intermediarios, y ponemos un tanto, pero Dios suple
las necesidades que nuestra parte humana no alcanza a lograr, es decir, Él
mueve corazones y transforma vidas, siempre y cuando el mensaje sea bien
llevado y genere una respuesta en el oyente, que lo lleve a hacer una opción
radical por Cristo.
Es también importante tener un espíritu evangelizador, capaz de vencer
cualquier obstáculo que se presente, debemos ser consientes de que no
siempre vamos a ser escuchados con la misma devoción, que en algunos
momentos seremos criticados y acusados; pero si queremos servir a Dios,
debemos prepararnos para la prueba (Ecles 2,1). Lo más importante es
mantenerse firme, por el contrario insistir con el testimonio de vida, mostrando
que Cristo es el verdadero camino y que estamos totalmente convencidos de
que nuestra música es una manera de llevar a Cristo en el corazón, y que si
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nosotros callamos las piedras gritarán (Lucas 19,40), porque la Gloria de Dios
nunca se agotará, Él siempre resplandecerá, por tanto nuestras alabanzas han
de ser escuchadas siempre, aunque imaginemos que no están haciendo la obra
esperada.
3.3. LA MÚSICA TAMBIÉN PUEDE SER ORACIÓN
“Sucedió que, yendo de camino, cuando estaban cerca de Damasco, de
repente le rodeó una luz venida del cielo, cayó en tierra y oyó una voz que le
decía "Saúl, Saúl ¿por qué me persigues? El respondió ¿Quién eres, Señor?"
Yo soy Jesús a quien tú persigues? Pero levántate entra en la ciudad y se te
dirá lo que debes hacer" Hechos 9, 3-6.
La conversión es un encuentro que CAMBIA el corazón del hombre, lo
RENUEVA de modo insospechado por el Espíritu de Dios. Espíritu que ilumina
la Palabra, fortalece, anima, limpia; esta es la primera característica de este
encuentro.
Se cree que la oración es comunicación con Dios; sin embargo la conclusión es
que la oración no es solamente un diálogo de amor, sino un encuentro, un estar
juntos. Así contemplar un cuadro de Cristo crucificado es oración en tanto que
este se convierte en un símbolo sagrado, que permite el encuentro con el
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amado (nos eleva hacia Él), no nos hacen falta las palabras. Basta el silencio,
estar juntos, contemplando.
Cuando un enamorado está con su pareja a veces no se cruzan palabras, lo
importante no son ellas, lo esencial es que están juntos. En las palabras a
veces ahogamos nuestros sentimientos, desarrollamos nuestra superficialidad,
pero el interior se queda corto para expresar los verdaderos sentimientos.
Nos parece que perdemos el tiempo cuando estamos en silencio haciendo
oración, no lo vemos útil, práctico, es como si la oración no tuviera sentido,
pues al "perder el tiempo", no se obtienen resultados tangibles. Pero frente a
esta mentalidad resumida en “ES VALIOSO LO QUE SIRVE” nos encontramos
con el AMOR, éste es un sentimiento que es gratuito, capaz de expresar algo
más allá que los conceptos. Busca el encuentro con el amado simplemente por
eso, por amor quiero estar junto a Él como fin en sí mismo. El encuentro del ser
humano con Dios. "Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien
pierda su vida por mí, ése la salvará" (Lc. 9,24). Perder la vida en el encuentro
con el Padre en su Palabra y, a través de esta, en el compromiso, es salvar
verdaderamente la vida, es realmente encontrar la VIDA. "Y he aquí que yo
estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28,20).
Siempre estamos junto a Dios, porque somos templos de Dios. Vivimos en
Cristo. Con los momentos íntimos de soledad frente al Padre, podemos decir
que la vida se vuelve oración, que en cada instante estamos orando; sin estos
56
momentos especiales de escucha serena de la Palabra, la oración continua se
pierde en la actividad, cae en la superficialidad. Así la vida orante no crece, se
estanca, va hacia atrás.
El proceso es inverso desde el encuentro íntimo donde la vida esté presente
llegamos a hacer que la vida sea una oración.
“Si supiéramos escuchar a Dios...
Si supiéramos contemplar la vida...
Toda la vida se nos convertiría en oración porque toda la vida se desarrolla bajo
la mirada de Dios y no deberíamos vivir ni un sólo suceso sin ofrecérselo”
(Quoist 2001).
Desde el encuentro íntimo llegamos a la oración continua. "Velando medito en ti
porque fuiste mi auxilio" (Liturgia de las horas 2003).
¿Por qué nos aburrimos y distraemos en la oración?
Porque no metemos en la oración nuestra vida: de esos intereses o
preocupaciones, de esos planes que tenemos entre manos, debemos estar en
sintonía constante con el Padre. "Cuando oréis, decid: Padre, santificado..."
(Lc. 11,2).
Jesús nos enseña a quien debemos orar; a la primera persona de la Trinidad, al
Padre, mejor dicho a “ABBA” que significa PAPÁ. Este es el Dios que nos ha
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revelado su Hijo amado Jesús de Nazaret. El contenido de la palabra Abba, es
en sí mismo motivo de oración.
"Este es mi Hijo, mi Elegido, escuchadle" (Lc. 9,35).
"No solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de
Dios" (Mt. 4,4).
"El cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán" (Mc 13, 31).
"Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará y vendremos a Él
y haremos morada en Él" (Jn. 14,23).
Quien no medita en la Palabra de Dios se encuentra con frecuencia estéril en
su encuentro. Es Dios quien nos habla y espera una respuesta.
Por tanto hay dos realidades:
a) La necesidad de ESCUCHA de la Palabra como necesidad de
PROFUNDIZACIÓN, de CRECER en el conocimiento de Dios, de su voluntad
en el hoy.
b) La Palabra EXIGE respuesta: HACER LA VOLUNTAD DE DIOS (praxis). He
aquí el momento decisivo de la oración, sin este nada tiene sentido.
"porque me llamáis: Señor, Señor y no hacéis lo que os digo" (Lc. 6, 46).
"no todo el que diga Señor, Señor entrará en el Reino de los Cielos"
(Marcos 7, 21).
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La música sirve como un medio, (que desde la Iglesia se ofrece hacia todas las
gentes) para comunicar el mensaje de Jesús y dar testimonio de su amor,
haciéndola Evangelización.
Pero es importante antes de compartir la música, mirar hacia adentro de la
Iglesia, de nuestras comunidades e incluso en nosotros mismos, cuando
servimos como ministros de la música o simplemente cuando participamos de
ella en la Liturgia.
Existen todo tipo de cantos para alabar a Dios, podemos imaginarnos los cantos
de Alabanza, festivos, con ritmos alegres; pero también hay otro clima y otro
tono para cantar cuando estamos en la presencia del Señor. Nos postramos de
rodillas en lo más íntimo de nuestro ser, en profundidad o contemplación.
Logramos hacer melodías y ritmos suaves que se cantan adorando al Padre por
medio del Espíritu, para así contemplar su rostro; a esto frecuentemente lo
llamamos adoración.
El que canta dirige la oración y no puede llevar a los demás a un lugar al que él
no conoce, no ha vivido y mucho menos que no experimente en el momento de
ministrar. Aunque sea todo un artista con su música y hasta pueda fingir su
unción, la obra de Dios puede que se realice en los demás, pero no está siendo
productiva en él, porque no lo hace con un corazón sincero y, es indispensable
contar con la presencia del Espíritu de Dios.
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Existen muchos instrumentos en cada cultura para adorar a Dios y tocar en la
Liturgia, pero Él siempre va a preferir el instrumento al que da sus dones: “el
músico, el cantante”, pero el que le adora en Espíritu y en verdad, haciendo la
obra de Dios en cada persona; en donde desaparece el ministro y aparece la
figura del Padre, quien transforma el corazón de todo aquel que quiera recibirlo.
3.4. NUESTRO COMPROMISO CON LA ORACIÓN
Como cristianos católicos tenemos el compromiso de orar constantemente, con
todas nuestras intenciones, en un diálogo dirigido con la Palabra de Dios y por
qué no acompañado de salmos y cantos inspirados. Debemos orar para que el
Espíritu inspire nuestra música, para poder cumplir la misión que tenemos de
compartir y llevar el mensaje de Dios. Con la oración renovamos nuestro
compromiso con Él, la experiencia de Dios nos lleva de forma unívoca a
anunciar la Buena Nueva, el Reino de Dios "Pero vosotros sois linaje escogido,
sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido para anunciar las alabanzas de
Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz" (1Pe 2,9).
Muchos dicen que en la oración no se les ocurre nada, no saben qué decir...
La oración no es un discurso nuestro, es un encuentro con Dios en su Palabra,
una respuesta a Dios. No solo podemos referirnos a la oración con palabras o la
contemplación, sino que existe la música como un don que el Espíritu ofrece,
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para entrar en la presencia de su Divinidad y Majestad, un medio para cantar
las maravillas del creador, la hermosura de su amor, y que genera una
respuesta a Dios, de parte de quien lo hace de manera consciente, con un
corazón sincero, como un verdadero adorador, buscando el encuentro con Él.
Dios nos ha hecho un llamado al regalarnos este don tal especial y de manera
concreta haciéndolo mediador en el mensaje que se hace respuesta ante su
llamado, así es como afirmamos que Él nos ha dado un talento para que lo
multipliquemos y compartamos con nuestros hermanos, quienes esperan
escuchar a Dios por medio de nuestra música, y tendríamos que decir: “ay de
mí si no lo hago” (1 Corintios 9, 16).
Ay de mí si no evangelizo entregando los dones para el servicio de la
comunidad, haciendo de éstos un medio para un encuentro íntimo con Dios.
Que aunque muchas veces sin palabras, es capaz de transportar al ser humano
a un estado personal de contemplación y de adoración con el único que merece
toda nuestra Gloria y Honra.
3.5. LA INSPIRACIÓN EN LA MÚSICA
La inspiración en la música depende totalmente de la docilidad del Espíritu,
puesto que es fundamental dejarse guiar por Él, para hacer las cosas como se
61
deben hacer, para que sean agradables a Dios. La música sagrada es oración
ya que el Espíritu de Dios acude a nuestra ayuda para suplir las necesidades
del corazón humano, susceptible al pecado, pero que en su intención de
comunicarse con Dios, aprovecha un don que lo hace más cercano a la
presencia divina.
Un don que deja de ser meramente artístico, para convertirse en toda una
expresión de fe, capaz de dar respuesta a Dios. La música movida por la
inspiración del Espíritu santo y como medio de evangelización tiene un objetivo
principal: hacer vivir más profundamente las verdades reveladas, a través de las
escrituras o cualquier experiencia de Dios particular. Esto implica al mismo
tiempo la disponibilidad y preparación que deben tener los músicos para lograr
esta inspiración, en donde desaparece el artista, para que aparezca la
presencia real de Cristo. En este ambiente propicio es donde surgen letras y
acordes inspirados por el Espíritu, que actúa en nuestra intención de hacer una
música agradable a Dios, pero además que genere una respuesta completa en
quien la escucha.
Javier Rodríguez (1980) sostiene que: El viento del Espíritu Santo, cuando toca
las cuerdas del alma y sus potencias, se convierte en música interior y en
melodía de Dios para nosotros. "Su sonido, nos dice San Juan de la Cruz en su
Cántico Espiritual: “excede todos los sonidos del mundo". Pero esta música es
secreta e interior.
62
Cuando esta música interior se exterioriza en letras inspiradas y en canciones
ungidas, brota una música nueva y espiritual, que lleva a la oración y a la
alabanza de Dios, que sana y santifica al que la canta, y se hace
evangelizadora de los que la oyen.
Esto resalta la importancia y la grandeza que tiene la música cuando hay unción
en el Espíritu, y la oración se hace vida, puesto que no fuimos nosotros los
primeros en utilizarla, buscando dar respuesta a Él, sino que ha sido Dios quien
primero la usó, para hacer un vínculo de amor entre los hombres, quienes
tienen la misión de anunciar su mensaje, haciendo uso de ella.
El Concilio Vaticano II (SC 121) afirmaba en su Constitución sobre la Sagrada
Liturgia que "la finalidad de la música sagrada es la gloria de Dios y la
santificación de las almas" (SC 112). Mal se podría glorificar a Dios y santificar
a los hombres si la música y sus textos no estuviesen ungidos por el Espíritu
Santo y acordes con la doctrina de la Iglesia, con las fuentes litúrgicas y las
letras de la Biblia.
Dentro de la música religiosa, el canto gregoriano obtuvo en la liturgia romana
un lugar privilegiado, pues sus letras estaban hechas acordes con el sentido e
intención de la Liturgia. La polifonía sacra llenó horas gloriosas de las Misas
solemnes y del canto litúrgico. A su lado, la Iglesia también admitió los demás
géneros de música sacra, que expresaban la oración con mayor delicadeza y
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fomentaban la unanimidad de los fieles (Cfr. SC 116) y la participación activa de
toda la asamblea (Cfr. SC 121).
La música se debe convertir en oración personal y compartida, en respuesta del
hombre a Dios, en gozo de su presencia y en alabanza de su Gloria, en camino
hacia Dios y compartir con Él.
3.6. LA DIVERSIDAD MÚSICAL
En el siglo XX podemos afirmar que hay una gran diversidad musical, ya que en
este momento han surgido muchos compositores cristianos, católicos y de
diferentes confesiones de fe, con gran variedad de música para Dios. Como por
ejemplo Marcos Witt, Martín Valverde, Jesús Adrián Romero, Ministerio 4x7,
Maranatha de México, entre muchos otros. Han sido compositores Latinos que
han dedicado parte de su vida a proclamar el Evangelio a través de la música,
valiéndose de todo tipo de ritmos y estilos propios de diferentes culturas,
apoyados en instrumentos electrónicos, que de algún modo han hecho que la
música para adorar a Dios, sea compuesta e interpretada de manera actual en
diferentes culturas. De esta manera está demostrado que no hay un genero
definido para la música de alabanza a Dios, como en algún momento de la
historia era, cuando solo se utilizaba la música sacra o gregoriana. Sin embargo
este tipo de música ha entrado de manera muy tímida, ya que ha tenido algunos
64
limitantes que han partido desde la misma Iglesia Católica, que exige que los
cantos sean totalmente Litúrgicos y acordes a cada momento de las
celebraciones, pues ha sido temerosa porque puede ser susceptible a
confusiones en los fieles, ya que puede evocar sentimientos distintos a los de
estar en sintonía con Dios, o dejar a un lado la importancia del Misterio que se
celebra, para dar paso a pensar en otras situaciones, que cambian la intención
del encuentro con Dios.
Sin embargo y aunque la Palabra de Dios siga siendo la misma, el mensaje
siempre es vigente y se actualiza en la experiencia de fe de cada individuo. Por
lo tanto cómo no utilizar estos ritmos e instrumentos modernos que son un
medio propicio para que la Palabra sea más asequible para el hombre de hoy;
porque en ésto podríamos concluir que la Iglesia es actual y actuante para cada
época de su existencia. Ahora bien en el caso de las personas no oyentes y no
hablantes existen otros medios, como el lenguaje por señas, o simplemente
interpretan la Palabra de Dios por contagio, o por nuestro mismo testimonio de
vida, que hace que todos nos unamos para Glorificar a Dios, no solo con
nuestra voz y nuestros instrumentos, sino también con nuestro cuerpo al
danzarle, o en oración, o en meditación; cada cual con lo que Dios mismo le ha
regalado, con los dones que Él nos ha bendecido.
Es posible que lo que no se ha entendido es que la multitud de estilos
musicales utilizados por autores cristianos, permitiría conectar con muchas
personas y en especial aquellas que están más alejadas de la religiosidad.
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Puede traer más beneficios para un encuentro dominical en la Eucaristía,
permitiendo la penetración del Evangelio, con el fin de “ganar a Cristo al mayor
número posible de personas”, tal como escribiera el apóstol Pablo en
(1ª de Corintios 9, 19-23).
Es importante aclarar que los primeros cristianos no poseían tantos medios
como en la actualidad, y sin embargo les siguieron muchísimas personas que
aceptaron la propuesta de salvación; pero el secreto está en nuestra convicción
para anunciar el Evangelio, siendo testigos de su amor, con nuestra vida, con
nuestros carismas.
Aunque la música por sí sola no puede atraer a Cristo todo aquel que no cree,
(porque es imposible si no se tiene un corazón abierto a Él y una decisión
radical) al menos muchas personas detrás de esta propuesta y con la acción del
Espíritu en algún momento pueden llegar a experimentar a Dios y recibirlo, para
así iniciar un proceso de conversión, de respuesta a Él. Nuestra misión es
constante, se necesita tirar las redes y predicar a todo el mundo, en todo
momento, con valentía y compromiso, un Jesús vivo y cercano a nosotros.
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3.7. NUESTRA RESPONSABILIDAD DE HOY
En la actualidad poseemos diversas estrategias, que han sido utilizadas con
efectividad para la evangelización, además de nuevos métodos como lo es la
utilización de la música en todos sus ritmos y expresiones; que tienen un efecto
de adhesión activo y se muestran más atrayentes, pero si además tiene un
mensaje (La Palabra de Dios que actúa) vigente de amor, de paz, de caridad,
de misericordia, sería todo un plan para evangelizar, que tendría un efecto más
eficaz, para dar una respuesta de fe a Dios; por lo tanto es incoherente ver
cuántas de éstas opciones para anunciar a Jesús
se nos presentan en
nuestros días, que lamentablemente no se utilizan. Aquellos primeros cristianos
que nos precedieron en la predicación del Evangelio, tuvieron que superar
muchas dificultades que en la actualidad no se presentan y sin embargo su
testimonio fue mayor y más valiente.
Por encima de todo hemos sido encomendados urgentemente a proclamar al
mundo el mensaje de Salvación que ofrece Cristo por eso nos dotó de dones y
carismas, nos dio una Iglesia para que seamos nosotros quienes estemos al
servicio de ella, dispuestos como instrumentos para hacer resonar ese mensaje
y que tenga eco de manera efectiva. Esto nos hace responsables de llevar con
energía y entusiasmo a Cristo vivo con todo tipo de métodos legítimos,
buscando que el resultado final sea como ya lo había mencionado antes “ganar
a Cristo al mayor número posible de personas” (1ª de Corintios 9, 19-23), y
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nosotros como proclamadores del Evangelio con nuestros dones, seamos sal y
luz del mundo (Mt. 5,13s).
Reflexionemos:
¿Seremos tan necios para rechazar tantas posibilidades reales y limitar la
proclamación del Evangelio a nuestra finita y personal visión de las cosas?.
Para aquel que no ve la música como un medio, va esta pregunta: ¿Debo
oponerme a la evangelización a través de nuevos métodos cuando con ellos se
predica a Cristo ante tanta gente?.
Esta otra para los que no dedican ni un segundo al testimonio personal:
¿Tienes algún talento para ponerlo al servicio de Dios y de la Evangelización?.
Y esta para quienes interpretan la música religiosa: ¿Si te consideras ministro
de la música, crees que lo estás haciendo de la mejor manera?.
Evangelizar con la música en la Iglesia, es una gran opción para realizar la
misión que Dios nos ha encomendado como profetas, si bien Él nos ha
bendecido con sus dones, es porque nos escogió para hacerlo; no hay nada
que pensar, la obra de Dios está en nuestras manos y debemos
comprometernos, con amor, entrega y fidelidad al Evangelio, como testigos que
no cesan de proclamar: un Dios vivo y cercano para todo aquel que quiera
aceptarlo.
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74
ANEXO: CANCIÓN “ES TU MISIÓN”
Esta canción es una composición inédita, que nació de la intención de hacer
una propuesta Evangelizadora a través de la música; para anunciar a los
oyentes el mensaje de Dios; y de igual manera animar a los cristianos
comprometidos con los diferentes ministerios de la Iglesia, que han de anunciar
a Dios como testigos fieles de su amor.
ES TU MISIÓN
Me encontraba en el silencio cuando él a mi me habló,
con palabras tan profundas y con infinito amor.
No entendí aquel llamado porque ciego estaba yo,
pues me ahogaba en el pecado en la duda y el temor.
Con su Espíritu de vida él toco en mi interior,
me enseñó que cada día hay que amar y ser mejor.
La tarea más sencilla en mis manos puso hoy,
dejarás en cada vida mi mensaje redentor.
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CORO:
Es el tiempo de vivir en el amor,
de que cambies hoy tu vida y la entregues al señor.
Él te llama por tu nombre sin mirar tu condición
a que sirvas y proclames su palabra sin temor.
Es el tiempo de vivir en el amor,
de que cambies hoy tu vida y la entregues al señor.
Como a ejemplo de María ábrele tu corazón,
vive siempre su alegría, su prudencia y decisión.
Aunque no tengas palabras y no entiendas el porqué,
Dios su espíritu te envía y te ofrece su poder.
Solo deja que él actué, te iluminé, te de fe,
soplará todos sus dones, engrandecerá tu ser.
Anunciar por todo el mundo su evangelio Dios mando,
hoy tu eres instrumento de justicia y salvación.
Grita fuerte que eres siervo, mensajero de su amor,
que en la Iglesia todos sientan su presencia y su vigor.
CORO…
Es tu misión, Él te eligió, recíbelo.
Autor: Germán Rendón Acevedo
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