Descubra el poder de la alimentación LºÒµ¡ʼn®ºÌʼn µĂ¡ºÌʼn de las verduras gracias a la lactofermentación Cada vez que come chucrut o pan de masa madre está consumiendo –quizá sin saberlo– alimentos lactofermentados. La fermentación es un proceso natural y ancestral de conservación, pero también es lo que permite mejorar ®ʼnÌy ºÈʼnʼn®ºÌʼny®¡´µÒºÌʼnèʼn´Ö®Ò¡Å®¡yÈʼnÌÖÌʼn µĂ¡ºÌʼnÅyÈyʼn la salud. Descubra los poderes de la lactofermentación y cómo puede hacer, paso a paso, sus propias conservas de fermentados. Nº 3 - Julio 2024 EN ESTE NÚMERO EL GRAN DOSSIER Perder grasa y ganar músculo... ¡Es posible, incluso después de los 60 años! ........ 1 SINERGIAS ALIMENTARIAS Las mejores sinergias para absorber más hierro sin comer carne ........................................ 7 LA PREGUNTA QUE TODO EL MUNDO SE HACE ¿Es mejor el pescado azul o el blanco?...... 9 EL NUTRIENTE DEL MES ĤSºµʼn µĂ¡ºÌºÌʼn®ºÌʼnº´yIJĊʼnʼnºÈ¡µʼn vegetal para la salud? .......................................... 11 BAJO LA LUPA El zumo de remolacha, “dilatador” de arterias.......................................................................... 13 NOTICIAS DE NUTRICIÓN Investigadores descubren cómo bloquear las señales de hambre durante una dieta .................................................. 15 CURIOSIDADES NUTRICIONALES Así es como el insomnio afecta al sobrepeso .......................................................... 16 La fermentación láctica es un proceso por el que la glucosa -u otros azúcaresse convierten en piruvato y luego en ácido láctico, mientras se produce energía celular. Se trata de una reacción de fermentación anaeróbica (sin oxígeno) gracias a ciertas bacterias. Esto ocurre solo con los esfuerzos de resistencia, que se produce localmente en las células musculares sin oxígeno. De ahí la producción de ácido láctico. Este proceso de producción de energía celular también lo tenemos los seres humanos (y los animales). Por ejemplo, cuando al hacer musculación o subir una colina sentimos una quemazón en los músculos. Es el mismo principio: la glucosa de los músculos, en concreto el glucógeno, se convierte en piruvato y luego en ácido láctico. Existen dos métodos principales para fermentar los alimentos: La fermentación de alimentos y bebidas: cómo proceder • • La fermentación se produce espontáneamente gracias a los microorganismos presentes de manera natural en los alimentos crudos o en el entorno de transformación (ej.: chucrut). La fermentación ocurre por la adición de microorganismos denominados “cultivos iniciadores” (ej.: pan con levadura, cerveza, kéfir, kombucha…). patógenos si no se controla. Por ello, para iniciar este proceso y controlarlo eficazmente, se suelen introducir cultivos iniciadores (suele hacerse de manera industrial) que pueden adaptarse a los vegetales elegidos para obtener el producto deseado. En este caso se habla de fermentación controlada. Además, aportan probióticos con beneficios ampliamente reconocidos para la salud, como Lactobacillus plantarum, L. Casei, L. Acidophilus y Streptococcus lactis. Puede encontrar sobres de cultivos iniciadores en comercios especializados. Pero también puede hacer sus propios lactofermentados, siguiendo los pasos que se indican más adelante. 8 efectos de la fermentación en los Aunque la fermentación sea un proce- alimentos y su salud so natural y saludable, puede darse una contaminación por microorganismos La fermentación modifica los alimentos en términos organolépticos: la tex- 2 • El Gran Dossier tura es menos firme, el sabor cambia y se vuelven más ácidos. Pero más allá de los cambios en el sabor, este proceso influye en los componentes del alimento y, sobre todo, en nuestra salud al consumirlo. Veamos sus principales efectos: 1. Mejora la conservación de los alimentos Durante siglos la fermentación ha permitido conservar alimentos sin refrigeración. La fermentación láctica inhibe el crecimiento, la supervivencia y la producción de toxinas por parte de algunas bacterias patógenas. El ácido láctico generado por la lactofermentación tiene un efecto antibacteriano y algunas bacterias producen sustancias denominadas “bacteriocinas”. Esto previene el desarrollo de bacterias dañinas en el alimento, además de en el intestino. Un estudio 1 evaluó la actividad antibacteriana de la fermentación del tomate, la zanahoria y el melón usando varias cepas de Lactobacillus: L. plantarum, L. casei, L. paracasei y L. rhamnosus. Los subproductos obtenidos se probaron en algunas cepas patógenas y fueron especialmente efectivos contra la Salmonella spp., la Listeria monocytogenes, el Staphylococcus aureus y el Bacillus cereus; bacterias muy implicadas en intoxicaciones alimentarias. ĉĜʼnLÖ ®yʼn®yʼnăºÈyʼn¡µÒÌÒ¡µy®ʼnºµʼn buenas bacterias Las preparaciones culinarias lactofermentadas, si no se cocinan, son una fuente de microorganismos vivos denominado probióticos. Algunos estudios2 han señalado que muchos fermentados comercializados contienen entre 100.000 y 10 millones de gérmenes por mililitro o gramo, aunque hay variaciones según el país y el momento del muestreo. En general, los lácteos fermentados contienen niveles más altos: hasta mil millones por mililitro o gramo. Los alimentos fermentados inducen cambios en la composición de la microbiota intestinal. Sin embargo, no es fácil llegar a conclusiones claras por las diferencias entre los alimentos (kimchi, productos lácteos, vino...) y por las causas de estos cambios, ya que pueden deberse a las propias bacterias o al desarrollo de nuevos compuestos a partir de las fibras u otros componentes del alimento. Asimismo, es importante entender que este efecto es temporal, por lo que consumir un alimento fermentado no cambiará permanentemente la microbiota. Por ello se recomienda consumirlos de manera regular, para que su efecto sea duradero. 3. Nutre las bacterias buenas ʼn®yʼnăºÈyʼn¡µÒÌÒ¡µy® Los alimentos fermentados también son fuente de prebióticos: sustancias que alimentan a los probióticos. Se trata de compuestos que, dentro del intestino, no pueden descomponer las enzimas digestivas (por ejemplo, fibras, almidones resistentes y otros azúcares no digeribles) y sirven de alimento a la microbiota. Por otro lado, aunque podría pensarse que la fermentación de un alimento per- mite la completa utilización de los prebióticos por parte de las bacterias hasta que ya no quede ninguno, no es así. En realidad, las bacterias lácticas producen cadenas de azúcares (como glucosa, galactosa, rhamnose, etc.) llamadas exopolisacáridos porque se producen fuera de las células bacterianas. Pero no se trata de una simple cadena de azúcares presente en el alimento y que las bacterias han cortado en trozos más pequeños, sino de un reensamblaje de azúcares que forma una nueva molécula. Por ello los exopolisacáridos son incluso más eficaces a la hora de aumentar las bifidobacterias en el intestino que la inulina, un prebiótico de referencia3. 4. Incluso los probióticos ´ÖÈÒºÌʼnÅÖµʼn µĂ¡yȵºÌʼn Un probiótico puede ser inactivado por el calor y, por tanto, estar muerto. En este caso, se llama parabiótico y, aunque parezca sorprendente, un probiótico no necesita estar vivo para seguir teniendo un impacto en nuestra salud. De este modo, aunque se ha dicho que un probiótico debe sobrevivir a la acidez del estómago o estar microencapsulado (en cápsulas gastro-resistentes) para actuar correctamente en el intestino, lo cierto es que los parabióticos también tienen efectos. En concreto, el efecto parabiótico hace referencia a los beneficios obtenidos de los metabolitos y componentes celulares de los probióticos, incluso cuando las bacterias no están vivas. Este cambio de paradigma no es nuevo, pues hay estudios de hace 15 años que 1. Ricci A. et al., Microorganisms, 2019, doi: 10.3390/microorganisms7120607. 2. Rezac S. et al., Front. Microbiol., 2018, doi: 10.3389/fmicb.2018.01785. 3. Lynch K.M. et al., Annu. Rev. Food Sci. Technol., 2018, doi: 10.1146/annurev-food-030117-012537. Secretos de Nutrición Nº 3 - Julio 2024 El Gran Dossier • 3 ya lo trataban. Y ahora se sabe que los parabióticos actúan en el intestino (y en la salud) de tres maneras4: • Inhiben a los patógenos. Compiten por los sitios de adhesión de las bacterias y actúan contra los ELRƛLOPV (películas de microorganismos). Los patógenos utilizan estos ELRƛLOPV para adherirse a las superficies y formar una barrera protectora que dificulte su eliminación. • Refuerzan la barrera intestinal. Aumentan la presencia de occludinas, proteínas que refuerzan las uniones de las células de la membrana intestinal, evitando así el paso de sustancias patógenas dañinas. • Influyen en el sistema inmunitario. Su ADN interactúa con el sistema inmunitario del huésped y sus componentes modulan la actividad de los macrófagos (células que engullen microbios). Estas interacciones pueden disminuir las citoquinas inflamatorias y aumentar las que son antiinflamatorias. Un estudio5 probó los efectos del chucrut pasteurizado (proceso que permite que no haya bacterias) y no pasteurizado en personas con síndrome del intestino irritable. Y observó que, aunque la flora intestinal de quienes consumieron la versión “viva” se modificó más, ambos grupos experimentaron una mejora en los síntomas intestinales. Esto sugiere un efecto parabiótico en el grupo que tomó la versión pasteurizada. 5. Crea nuevas moléculas µĂ¡ºÌyÌʼn La fermentación genera nuevos compuestos, moléculas que no estaban presentes en el producto inicial, llamados postbióticos. Por ejemplo, se forman ácidos grasos de cadena corta (butirato, propionato...), vitaminas K2 o del grupo B y moléculas derivadas de los flavonoides (como la urolitina en la granada fermentada). Todos estos componentes enriquecen el valor nutricional y las cualidades terapéuticas del alimento. A modo de ejemplo, la fermentación de las crucíferas (se incluyen los repollos, entre muchos otros vegetales) produce moléculas activas. Se trata de compuestos sulfurados llamados glucosinolatos, pero que deben sufrir diferentes transformaciones para convertirse en formas activas desde un punto de vista terapéutico: sulforafano o indol-3-carbinol. Generalmente, estas transformaciones se producen en el tracto digestivo, después de masticar las crucíferas crudas y liberar una enzima que estas contienen: la mirosinasa. Pero la fermentación bacteriana también permite activar estas transformaciones. De este modo, gracias a la lactofermentación, se forma indol-3-carbinol (I3C), diindolilmetano (DIM) y ascorbígeno, una de las moléculas más potentes por su potencial anticancerígeno y desintoxicante6. Dicho de otro modo: la fermentación conlleva la “desaparición” de los glucosinolatos para dar paso a moléculas activas como el I3C, el DIM y el ascorbígeno7. 6. Hace que los alimentos sean más digestibles La fermentación también contribuye a que el alimento se predigiera. Los microorganismos pueden fabricar enzimas que degradan proteínas (a veces formando péptidos bioactivos), lípidos y polisacáridos no digestibles (como el almidón resistente, la celulosa y la hemicelulosa). Y esto aumenta la digestibilidad de los alimentos lactofermentados. En cuanto a los azúcares fermentables (que causan hinchazón) debe entender que, si se fermentan antes de ser ingeridos, serán menos propensos a fermentar en el intestino. De esta manera, la lactofermentación también permite reducir los denominados alimentos FODMAP (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables, por sus siglas en inglés), responsables de diversas afecciones gastrointestinales8. 7. Mejora la asimilación de los nutrientes Los vegetales pueden contener sustancias denominadas “antinutrientes” que limitan la digestión o disminuyen la absorción de los nutrientes. Por ejemplo, el ácido fítico (presente en muchos cereales y leguminosas), pese a ser un antioxidante de propiedades antiosteoporosis9, afecta a la asimilación de minerales. Pues bien, la fermentación serviría de ayuda en esta cuestión10. Varios estudios11 han confirmado que este proceso permite degradar los antinutrientes, aumentando así la biodisponibilidad de los nutrientes del alimento de manera natural. 8. Tiene efectos terapéuticos Los alimentos fermentados, al modificar la matriz del alimento, favorecen la absorción de nutrientes y la formación de moléculas que interactúan con el sistema inmunitario. Y esto produce 4. Ma L. et al., Nutrients, 2023, doi: 10.3390/nu15020291. 5. Nielsen E.S. et al., Food Funct., 2018, doi: 10.1039/c8fo00968f. 6. Wagner A.E., Rimbach G., Clin. Dermatol., 2009, doi: 10.1016/j.clindermatol.2008.01.012. 7. Palani K. et al., Food Chem., 2016, doi: 10.1016/j.foodchem.2015.06.012. 8. Melini F. et al., Nutrients, 2019, doi: 10.3390/nu11051189. 9. Sanchis P. et al., Nutrients, 2021, doi: 10.3390/nu13082859. 10. Nkhata S.G. et al., Food Sci. Nutr., 2018, doi: 10.1002/fsn3.846. 11. Kerezsi A.D. et al., Trends Food Sci. Technol., 2022, doi: 10.1016/j.tifs.2022.02.007. Nº 3 - Julio 2024 Secretos de Nutrición 4 • El Gran Dossier Guía para preparar sus propios vegetales lactofermentados El proceso es muy sencillo y requiere de muy poco material. Tan solo un rallador para los vegetales y varios frascos herméticos de vidrio. Respecto a los vegetales, puede fermentar los que más le gusten, ya sean solos o combinados. Los “clásicos” con los que puede empezar son las zanahorias, las remolachas, las coles y los rábanos (de la familia de las crucíferas). Instrucciones: • Utilice frascos herméticos que permitan liberar el gas que se produce durante la fermentación a través de la junta de goma. • Seleccione vegetales orgánicos sin químicos, ya que estos inhiben el crecimiento bacteriano. • Lávese bien las manos, así como los frascos y los vegetales, para evitar cualquier tipo de contaminación. • L®ʼn®ºÌʼnáÒy®ÌʼnÇÖʼn®ºʼnÈÇÖ¡ÈyµʼnèʼnÈz®®®ºÌʼnõy´µÒĜʼn • Introduzca los vegetales en el frasco, presionando con una cuchara (esto es muy importante), y añadiendo hierbas aromáticas si lo desea. • No llene el frasco hasta el borde. Deje un centímetro libre en la parte superior para evitar desbordamientos cuando comience el proceso de fermentación. • Prepare salmuera (es decir, agua salada), a razón de 30 g de sal por cada litro de agua. Use agua mineral en lugar ʼn®ºÈyyĝʼnÅÖÌʼn®ʼn®ºÈºʼn¡µ ¡ ʼn®ʼnÌyÈȺ®®ºʼn yÒÈ¡yµºĜʼnoʼn®yʼnÌy®ʼnµºʼn ʼnÌÈʼnÈõyyʼnÅyÈyʼná¡ÒyÈʼn®yʼnºµÒy´¡µyción con sustancias químicas. • Vierta la salmuera hasta cubrir los vegetales por completo. Recuerde que se trata de una fermentación anaerobia, por lo que los vegetales no deben estar en contacto con el oxígeno para evitar la formación de moho. • Presione nuevamente con una cuchara antes de cerrar el frasco y consérvelo una semana a temperatura ambiente (20 °C), sin contacto directo con la luz solar. Después, colóquelo en una bodega o lugar fresco de la casa (con una temperatura de entre 12 y 15 °C) durante 2 semanas más. • Coloque el frasco sobre una bandeja, pues la espuma resultante puede desbordarse. • Asegúrese de que del frasco no proviene ningún olor desagradable. Si es así, la preparación no sería apta para el consumo. ¡Los vegetales lactofermentados están listos! Puede conservar el frasco en la bodega durante 1 año pero, una vez abierto, debe guardarlo en la nevera. los siguientes efectos terapéuticos en caso de12: • Hipertensión, gracias a la formación de péptidos bioactivos (especialmente en la leche fermentada) que inhiben la enzima convertidora de angiotensina (ECA). • Envejecimiento prematuro (debido a los radicales libres), por la formación de vitamina C y folatos (vitamina B9) y al aumentar la biodisponibilidad de los polifenoles. • • • • Inflamación, gracias a los probióticos (tanto vivos como muertos). Estrés, por la formación de GABA, neurotransmisor que favorece la relajación. Diabetes. Aunque los mecanismos antidiabéticos no están totalmente esclarecidos, podrían estar relacionados con los antioxidantes y el GABA. Colesterol, gracias a los exopolisacáridos que reducen su absorción. ¡Pasemos a la práctica! En el recuadro se indica cómo puede fermentar todo tipo de verduras. La fermentación también puede emplearse en productos de origen animal, como la leche (kéfir, yogur, quesos), el pescado e incluso la carne (algunas salchichas, salami...). Pero otro ámbito, un poco más terapéutico, puede beneficiarse de este proceso. ¡El de las plantas! 12. Castellone V. et al., Foods, 2021, doi: 10.3390/foods10112639. Secretos de Nutrición Nº 3 - Julio 2024 El Gran Dossier • 5 Aumente el poder terapéutico de las plantas con la fermentación Las plantas contienen diversos principios activos, como los polifenoles, pero cuya acción puede estar limitada debido a su baja absorción. Ahora bien, la fermentación de esas plantas medicinales permite aumentar su asimilación, crear principios activos más potentes o incluso desactivar moléculas tóxicas, optimizando su potencial terapéutico. No todas las plantas necesitan fermentarse, pero en algunas los beneficios son evidentes. Estas modificaciones también ocurren en el tracto digestivo cuando las consumimos. Aunque no todas las personas tienen el mismo microbioma y, por consiguiente, la misma capacidad para realizar estas transformaciones. Y eso sin mencionar los casos de disbiosis (desequilibrio de la flora). Esto podría explicar los diferentes resultados obtenidos con plantas, dependiendo de la persona. Por todo ello, elegir plantas fermentadas es un medio seguro para obtener mayores beneficios. A continuación, se indican algunas que puede encontrar ya preparadas y disponibles en cápsulas. Ashwagandha para aliviar el estrés crónico sobre todo para hacer frente al estrés crónico. Y como también tiene efectos sobre el eje que comunica el cerebro (hipotálamo, hipófisis...) con las glándulas suprarrenales, también está indicada en caso de agotamiento de estas glándulas. Sus principios activos se denominan “withanólidos”, siendo el withanólido A el más importante. Pues bien, si fermenta esta planta -por lactofermentación de la bacteria Lactobacillus plantarum-, aumenta en un 70% el nivel de withanólido A, mientras que el de witaférina A (una molécula tóxica) se reduce a niveles casi insignificantes. Chlorella para favorecer la desintoxicación La chlorella (Chlorella vulgaris) es un alga verde unicelular que se toma como complemento alimenticio para la desintoxicación. También es muy rica en proteínas (57,5%), pero solo nos llega una cantidad muy baja. Y es que estas proteínas son muy difíciles de digerir porque sus paredes celulares son muy rígidas. Ahora bien, la fermentación de la chlorella hace que sea más biodisponible, especialmente sus proteínas. Cúrcuma para combatir ®yʼn¡µăy´y¡»µ La cúrcuma (Curcuma longa) y su principio activo, la curcumina, poseen numerosas propiedades para la salud: antioxidantes, antiinflamatorias, anti- La ashwagandha, también llamada “ginseng indio”, es una planta adaptógena muy común en el Ayurveda y se utiliza 13. Yong C.C. et al., J. Microbiol. Biotechnol., 2019, doi: 10.4014/jmb.1906.06032. 14. Aggarwal B.B. et al., Molecules, 2014, doi: 10.3390/molecules20010185. cancerígenas, antidiabéticas, neuroprotectoras, etc. Pero el gran inconveniente de la curcumina es que se absorbe muy poco y se elimina rápidamente del organismo. De nuevo, una fermentación, en este caso con Lactobacillus fermentum, aumenta el contenido de curcumina en un 9,76%13. Y la fermentación por Lactobacillus plantarum eleva su absorción en más del 17%. Además, permite que se forme un postbiótico denominado tetrahidrocurcumina, de efecto protector sobre el hígado y con un mayor potencial antioxidante que la curcumina estándar14. La fermentación de la cúrcuma se realiza con polvo de cúrcuma, no con polvo de curcumina concentrada, ya que esta última tendría una acción antibacteriana muy potente que inhibiría la fermentación. De este modo, aunque el nivel de curcuminoides sea bajo, está presente su efecto “totum” (es decir, la sinergia de todos los componentes de la cúrcuma). Jengibre para aliviar los trastornos digestivos El jengibre (=LQJLEHURƛƛLFLQDOH) se utiliza en fitoterapia para las náuseas, las digestiones difíciles, el estreñimiento e incluso las úlceras. También tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antidiabéticas. 6 • El Gran Dossier tobacillus plantarum que aumenta ¡en un 225%! los principios activos del ginseng, denominados ginsenósidos. Entre sus principios activos destacan unos compuestos fenólicos llamados 6-gingerol, y sus derivados 6-shogaol y 6-paradol. Son similares a la capsaicina presente en los chiles y son los responsables de ese sabor picante que también tiene el jengibre, además de todas sus propiedades terapéuticas. Respecto a su fermentación, se realiza con el hongo Aspergillus oryzae, capaz de triplicar el contenido de 6-shogaol. Y también favorece la presencia de 6-paradol, el metabolito con mayor potencial para la salud de los tres compuestos fenólicos. Ginseng para recuperar la energía El ginseng (Panax ginseng C.A. Meyer) es una planta adaptógena utilizada a menudo contra la fatiga, pero también ofrece beneficios para el cerebro, el sistema inmunológico y el metabolismo (combate la diabetes). Además, estos compuestos se pueden convertir en una sustancia llamada “compuesto K” mediante una fermentación dirigida y controlada (bien de manera industrial, bien dentro del intestino, aunque dependerá de cada persona). Este compuesto K es la molécula más potente derivada del metabolismo bacteriano del ginseng, con propiedades anticancerígenas, antidiabéticas, antiinflamatorias, etc. Ahora bien, no está presente en los extractos estandar de ginseng rojo, pues solo se forma gracias a las bacterias. Por ello debe optar por un extracto lactofermentado para garantizar una buena cantidad de compuesto K. Y el potencial de esta papaya fermentada está ampliamente contrastado. Algunos estudios en animales han confirmado acciones anticancerígenas, antiinflamatorias y antienvejecimiento. Y en los realizados en personas ha destacado su potencial antioxidante y su capacidad para hidratar la piel15. Reishi para fortalecer el sistema inmunológico El reishi (Ganoderma lucidum) es un hongo de notables propiedades medicinales: antienvejecimiento, inmunoestimulante y anticancerígeno. Aunque a menudo son sus polisacáridos (cadenas de azúcares) los responsables de estos efectos, el reishi también contiene péptidos: fragmentos de proteínas de propiedades antioxidantes16. Y la fermentación del hongo permite liberar más de estos péptidos. Papaya para retrasar el envejecimiento La papaya es una fruta rica en varios micronutrientes, especialmente carotenoides. Todas las plantas fermentadas indicadas también ofrecen un efecto parabiótico. De hecho, los microorganismos utilizados para su fermentación no desaparecen de la preparación. Tan solo están desactivados durante el proceso de secado para obtener el polvo. El ginseng es originalmente blanco, pero se vuelve rojo después de ser tratado al vapor. Y este ginseng rojo es el que se encuentra en los complementos alimenticios. Pero también existe una versión fermentada con Lactobacillus brevis y LacAsimismo, puede encontrar FPP (producto de papaya fermentada, por sus siglas en inglés) en diferentes complementos alimenticios. Se trata de papaya fermentada con Enterococcus faecalis, seguida de una fermentación con Aspergillus oryzae. 15. Leitão M. et al., Foods, 2022, doi: 10.3390/foods11040563. 16. Sun J. et al., J. Agric. Food Chem., 2004, doi: 10.1021/jf0495136. De ese modo, ofrecen un gran beneficio sobre la salud de las personas que las consumen. En concreto, reforzando la función de barrera de los intestinos y modificando indirectamente el microbioma (efecto antipatógeno). Fabien Piasco Sinergias alimentarias • 7 Las mejores sinergias para absorber más hierro sin comer carne El hierro se encuentra principalmente en productos animales, especialmente en la carne roja y las vísceras. Sin embargo, muchas personas han reducido drásticamente el consumo de estos alimentos o lo han eliminado por completo. En estos casos, es útil saber cómo se puede aumentar la absorción del hierro de los vegetales mediante buenas combinaciones de alimentos y nutrientes. El hierro participa en numerosas funciones del organismo, como el transporte de oxígeno, la inmunidad y el metabolismo energético. Su buena absorción se asegura principalmente por una biodisponibilidad intestinal eficaz. Ahora bien, siguiendo una dieta occidental típica, que contiene 7 mg de hierro por cada 1.000 kcal, solo se absorben de 1 a 2 mg de hierro por día en el sistema intestinal. Asimismo, hay que tener en cuenta que existen dos formas de hierro1: • Hierro hemínico. Presente exclusivamente en alimentos de origen animal (carnes, vísceras, aves, pescados, mariscos, huevos...). Es el hierro que mejor absorben los intestinos, en torno a un 10-30%, dependiendo de la persona. • Hierro no hemínico. Se encuentra en vegetales como algas comestibles, legumbres, oleaginosas, cereales integrales y verduras de hoja verde. Este tipo de hierro se absorbe mucho menos, del orden de un 2 a un 10% (a veces 15%). Añada alimentos ricos en vitamina C Numerosos estudios2 han demostrado que la adición de vitamina C (ácido ascórbico) mejora la absorción intestinal del hierro de los vegetales. Además, otro beneficio de la vitamina C es que reduce la capacidad del ácido fítico (un antinutriente encontrado en los vegetales) a la hora de bloquear la absorción del hierro. Por ejemplo, una investigación3 que contó con 63 hombres que tomaron preparados que incluían 4,1 mg de hierro y vitamina C mostró que la tasa de absorción aumentaba un 0,8% si se añadían 25 mg de vitamina C, y hasta un 7,1% con 1.000 mg de vitamina C. Otro estudio4 realizado con un grupo de mujeres durante ocho semanas demostró que la combinación de 200 ml de zumo de naranja (fuente de vitamina C) con copos de avena enriquecidos en hierro también incrementó la absorción del hierro. El efecto de la vitamina C depende de la dosis, pero los investigadores han señalado que la absorción de hierro solo aumenta si se consumen ambos juntos. De este modo, si añadir 500 mg de vitamina C multiplica por seis la absorción de hierro durante una comida, consumir la misma dosis de vitamina C, pero entre 4 y 8 horas antes, resulta mucho menos efectivo. Y es que la vitamina C es frágil al oxidarse rápidamente y no soportar el calor. Por eso se deben evitar las coccio- nes. Además, una vez ingerida, no se almacena en el organismo y se elimina rápidamente (a través de la orina), por lo que es necesario consumirla diariamente a través de la alimentación. Así, aportes diarios de 100 a 200 mg permiten mantener una buena concentración. En la tabla de la página siguiente se indican las mejores fuentes de hierro no hemínico y vitamina C que debe priorizar y combinar en las comidas5. Las hierbas y las especias, aun siendo excelentes fuentes de hierro y vitamina C, no se mencionan porque, en la práctica, consumir 100 g es una cantidad demasiado grande. Sin embargo, es muy recomendable añadirlas a menudo a los platos. Combine vitamina A y zinc La presencia de vitamina A sola o de esta vitamina junto con zinc puede reducir la prevalencia de la anemia, según un estudio realizado con 290 niños en edad preescolar6. La vitamina A se encuentra principalmente en productos de origen animal. Pero también puede consumir vegetales ricos en betacaroteno (provitamina A, que en el organismo se convierte en vitamina A). Por ejemplo, la presencia de betacaroteno en harinas enriquecidas aumenta la 1. Piskin E. et al., ACS Omega, 2022, doi: 10.1021/acsomega.2c01833. 2. Heffernan A. et al., Proceedings of the Nutrition Society, 2017, doi: https://doi.org/10.1017/S0029665117003445. 3. Cf réf. 1, op. cit. 4. Dominika Skolmowska et al., Int. J. Environ. Res. Public Health, 2022, doi: 10.3390/ijerph191911877. 5. Ciqual ANSES, Table de composition nutritionnelle des aliments. 6. Li Chen et al., Asia Pac. J. Clin. Nutr., 2012, PMID: 22374555. Nº 3 - Julio 2024 Secretos de Nutrición 8 • Sinergias alimentarias Tres consejos para mejorar la absorción del hierro 1. No tome té o café durante las comidas (bébalos fuera de ellas). ĉĜʼn O´º«ʼn ®ºÌʼn y®¡´µÒºÌʼn È¡ºÌʼn µʼn ĂÒyÒºÌʼn ĬyµÒ¡µÖÒÈ¡µÒÌʼn ÅÈ̵ÒÌʼn µʼn legumbres, cereales o frutos secos) durante la noche, en un recipiente grande con agua, antes de cocinarlos. 3. La cocción de vegetales a menudo ayuda a que mejore la absorción del hierro que contienen. Por ejemplo, el cuerpo absorbe un 6% de hierro con el brócoli crudo, que pasa a ser del 30% si se cuece. Ahora bien, también se pierde vitamina C. absorción del hierro más de tres veces para el arroz y 1,8 veces más en el trigo y el maíz (lo que es más efectivo que con vitamina A)7. El betacaroteno es un pigmento rojo-naranja presente en frutas y verduras. Las mejores fuentes son la zanahoria, la batata, la calabaza, el pimiento rojo, las Fuentes de vitamina C (valores por 100 g) Valores de hierro no hemínico (100 g) Cassis (grosella negra): 181 mg Alga nori: 234 mg Kale (col rizada) cruda: 145 mg Soja en granos: 16 mg Pimiento rojo salteado: 144 mg Chocolate negro al 70%: 10 mg Pimientos rojos y amarillos crudos: 121 mg Aceitunas negras en salmuera: 8,5 mg Brócoli crudo: 106 mg Judías blancas: 8 mg Tomates secos: 102 mg Lentejas rubias y judías rojas: 7 mg Frutos rojos: 87 mg Lentejas coral y verdes: 6 mg Kiwi: 82 mg Anacardos tostados: 6 mg Naranja: 50 mg Garbanzos: 5 mg espinacas, el kale, el melón, el albaricoque, la naranja y el melocotón. Por su parte, el zinc vegetal se encuentra principalmente en el germen del trigo (para espolvorear), las semillas de sésamo y de calabaza tostadas, las semillas de amapola, los hongos shiitake y las legumbres. Incorpore vegetales lactofermentados a la dieta la absorción del hierro, benefician a la microbiota intestinal por sus cualidades prebióticas: compuestos, principalmente fibras, que sirven de alimento a las bacterias intestinales. Un estudio9 realizado en mujeres sanas de entre 35 y 45 años mostró que la biodisponibilidad del hierro aumenta un 56% tras la toma de prebióticos. Y los probióticos (bacterias específicas que se ingieren como complementos para corregir un desequilibrio en el organismo) también tienen un efecto beneficioso. De hecho, las mujeres que consumieron durante 4 días zumo de frutas enriquecido en hierro -con una cepa de probióticos Lactobacillus plantarum- aumentaron su tasa de absorción de hierro en un 50%10. Cómo mejorar la absorción del hierro en la Un estudio8 demostró que la lactofer- práctica mentación de los vegetales permite duplicar la absorción del hierro. En concreto, el proceso de fermentación hace que disminuya el pH del colon, lo que favorece la absorción de ese mineral. La lactofermentación es una fermentación de vegetales preparada con salmuera. Se realiza en un frasco sin oxígeno, lo que crea el ambiente ideal para el desarrollo de bacterias lácticas, que son buenas para el organismo. Entre las fermentaciones lácticas más conocidas se encuentran el chucrut, el kimchi, los pepinillos, las alcaparras y las aceitunas. Y además de mejorar En el día a día, si no consume carne u otros productos de origen animal, su plato debe contar con una fuente de hierro no hemínico además de una fuente de vitamina C, betacaroteno y zinc. Y a ello debe añadir vegetales lactofermentados. Por ejemplo, en la práctica podría conseguirlo siguiendo este menú: • Entrante: tartar de algas. • Plato principal: ensalada de lentejas con verduras y una porción de zanahorias lactofermentadas. • Postre: una naranja con un trocito de chocolate negro con un 70% de cacao. Remí Moha 7. García-Casal M.N. et al., J. Nutr., 1998, doi: 10.1093/jn/128.3.646. 8. Scheers et al., Eur. J. Nutr., 2016, doi: 10.1007/s00394-015-0857-6. 9. Cf. réf. 1, op. cit. 10. Hoppe M. et al., Br. J. Nutr., 2015, doi: 10.1017/S000711451500241X. Secretos de Nutrición Nº 3 - Julio 2024 La pregunta que todo el mundo se hace • 9 ¿Es mejor el pescado azul o el blanco? El pescado es una fuente nutricional esencial en la dieta mediterránea y, por tanto, en una ¡ÒyʼnÇÖ¡®¡ ÈyyĜʼnLȺĝʼnĤ yÌÒyʼnÇÖʼnÅÖµÒºʼn¡µăÖèʼnÌ¡ʼnÌʼnÒÈyÒyʼnʼnÅÌyºʼn ®yµºʼnºʼnyîÖ®ģ Podemos diferenciar el pescado según sus características físicas, atendiendo al lugar donde habita el pez, su color o la forma de su cola. De este modo, mientras que el pescado azul nada cerca de la superficie y recorre largas distancias, el blanco suele hacerlo en capas cercanas al fondo marino y es más sedentario. Y, por ello, la cola en forma de flecha ayuda a los pescados azules a recorrer largas distancias, mientras que el borde de la cola de los blancos es más recto, plano o redondeado. Pero lo que nos atañe en este caso es conocer sus diferencias nutricionales. Porque no, no da igual comer uno que otro. Y aquí es donde entra en juego el porcentaje graso. De hecho, la cantidad de grasa que contiene cada tipo de pescado influye en su color. En la grasa está la clave Algunas especies de peces acumulan más grasas en su cuerpo que otras por pura supervivencia. Las que tienen más grasas necesitan más energía en momentos específicos de su ciclo de vida, como ocurre durante las largas migraciones. El pescado azul viaja mucho y por eso necesita acumular grasa en sus músculos, mientras que el blanco encuentra alimento a su alrededor, por lo que no necesita moverse y tiene menos grasa. De esta forma, si el pescado blanco posee de un 2 a un 5% de grasa (por ejemplo, el bacalao y el lenguado), el semigraso posee entre un 5 y un 6% (merluza y lubina) y el graso entre un 6 y un 25% de grasa (anchoas, arenque, sardinas, caballa, atún y salmón)1. El pescado en general (tanto blanco como azul) y el marisco destacan por ser una importante fuente dietética de ácidos grasos poliinsaturados omega-3. Entre ellos, los más beneficiosos son el ácido eicosapentaenoico (o EPA) y el docosahexaenoico (o DHA). Varios estudios(1) han demostrado una estrecha relación entre su consumo y los beneficios para la salud. También reducen el riesgo de enfermedades coronarias y cardiovasculares y ayudan a prevenir el cáncer, la diabetes y otras enfermedades inflamatorias y autoinmunes. Además, los ácidos grasos omega 3 son esenciales en todas las etapas del desarrollo humano. Y también reducen el riesgo de que personas mayores sufran trastornos de demencia o síntomas de alzhéimer. ¿Cuál interesa más a nivel nutricional? Al ser más graso, el pescado azul tiene más cantidad de vitaminas liposolubles y, por tanto, es más rico en vitaminas A, E y D que el blanco. El déficit de vitamina D es la gran pandemia latente en los países desarrollados. Esta vitamina promueve la absorción de calcio en el intestino y mantiene las concentraciones séricas de calcio y fosfato, vital para la salud ósea. Además, varias revisiones2 han demostrado asociaciones entre un déficit de vitamina D e infecciones del tracto respiratorio, osteoporosis y otras enfermedades crónicas y metabólicas. También interviene en el curso de enfermedades infecciosas y otras afecciones agudas. Sobre todo, infecciones bacterianas respiratorias, tuberculosis e infecciones virales (por ejemplo, el de la inmunodeficiencia humana o el SARS- CoV-2). Esto sucede porque la vitamina D es clave en el sistema inmune, reduciendo significativamente la inflamación. Por tanto, a simple vista, parece que interesa más consumir pescado azul. Sobre todo, en el caso de personas que tienen déficit de vitamina D o con predisposición a padecer enfermedades cardiovasculares. Pero se nos escapan otros rasgos nutricionales de gran interés. Por proporción, el pescado blanco es más rico en proteínas y minerales (sodio, fósforo, calcio y potasio), además de vitaminas del complejo B, especialmente B12, necesaria para el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso central, la formación de glóbulos rojos y la síntesis del ADN3. Y tiene menos calorías al ser menos graso. Entonces ¿cuál elegir? Sin duda, lo mejor es la variedad. Recomendaciones para un consumo seguro Hasta hace bien poco se recomendaba comer pescado al menos cuatro veces a la semana, de las que al menos dos raciones debían ser de pescado azul (cuatro en caso de sufrir problemas cardíacos). No obstante, no podemos pasar por alto los perjuicios de un consumo frecuente de pescado a la semana. Esto es, ignorar el impacto de la contaminación ambiental en nuestros mares y ríos. Principalmente de metales pesados (plomo, cadmio, mercurio...), que son muy tóxicos y se transfieren a través de las grasas de los pescados. ĈĜʼn<yáyʼnhʼnÒʼny®ĜʼnĹÒÈ´¡µyÒ¡ºµʼnºʼn"yÒÒèʼn¡ʼnLÈºĂ®ʼn¡µʼnLȺÌÌʼn"¡Ì ʼnyµʼnS ®®ĂÌ ʼn"ººÌĺĜʼn"ººÌĜʼnĉćĉĊĜʼn 2. Álvarez-Mercado AI et al. Vitamin D: Role in chronic and acute diseases. Encyclopedia of Human Nutrition. 2023: 535–544. ĊĜʼn<yÒ¡ºµy®ʼn(µÌÒ¡ÒÖÒÌʼnºʼn'y®Ò ʼnĬ<('ĭĜʼnAĂʼnºʼn¡ÒyÈèʼnSÖÅÅ®´µÒÌĜʼnh¡Òy´¡µʼn ĈĉĜʼn"yÒʼnS ÒʼnºÈʼnºµÌÖ´ÈÌĜʼn ÒÒÅÌĞĩĩºÌĜºĜµ¡ ĜºáĩyÒÌ ÒÌĩá¡Òy´¡µ ĈĉIJ y®Ò ÅȺÌÌ¡ºµy®Ĝʼn Nº 3 - Julio 2024 Secretos de Nutrición 10 • La pregunta que todo el mundo se hace Desde las últimas recomendaciones publicadas por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN)4, nuevos datos y estudios han venido señalando que las concentraciones de mercurio en la población española son más altas que en las referenciadas en otros países europeos. Además, algunos estudios de seguimiento han demostrado los beneficios de seguir una dieta con especies de pescado que tienen un bajo contenido en mercurio, observándose una disminución de los niveles detectados. Por otro lado, se ha constatado una disminución significativa en la exposición al mercurio cuando el consumo de pescado no incluye las especies que presentan una mayor concentración: pez espada, emperador, tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera), atún rojo y lucio. De este modo, para compatibilizar el beneficio de consumir pescado, minimizando al máximo el riesgo de una exposición al mercurio, las nuevas recomendaciones son: Para la población en general se aconseja comer hasta 3-4 raciones de pescado por semana, procurando variar las especies entre pescados blancos y azules. Para la población más vulnerable las recomendaciones son más estrictas, sobre todo para las especies que tienen una mayor concentración de mercurio: • Las mujeres embarazadas, que quieran estarlo o que estén en período de lactancia, y los niños de hasta 10 años deben evitar el consumo de esas especies. • Los niños de entre 10 y 14 años deben limitar su consumo a 120 g al mes. Ahora bien, dentro de esta realidad entra en juego la incógnita que pueden presentar los pescados procedentes de piscifactorías. Durante mucho tiempo han estado en el punto de mira porque su contenido en omega 3, por lógica, estaría comprometido. Y es que el omega 3 de los pescados procede del fitoplancton que consumen a través de la cadena trófica, inexistente en las piscifactorías. Lo llamativo de este asunto es que, si bien los cambios de ubicación y ambientales afectan a la composición del pescado, en muchas ocasiones esto depende del tipo de alimentación. Y a menudo los piscicultores alimentan a los peces jóvenes con gránulos a base de fuentes vegetales y animales y luego añaden gránulos enriquecidos con pescado y aceite de pescado. Un estudio realizado en 2014 midió los ácidos grasos de 76 especies y se encontraron grandes variaciones en el contenido de omega-3 de las cinco especies de salmón analizadas; especialmente las dos variedades criadas en granjas. En concreto, había oscilaciones de entre 717 y 1.533 mg por cada 100 g de pescado (porción “estándar”). 5 En comparación con las variedades silvestres, el pescado de piscifactoría tendía a unos niveles más altos de omega-3, pero también de grasas saturadas y poliinsaturadas. Por otro lado, la mayoría de los peces criados en granjas tienen un bajo contenido en mercurio porque este tipo de peces tienen una vida más corta. Y los problemas con el mercurio surgen con los depredadores de larga vida, ya que se comen otros peces en los que ya existe una concentración de mercurio, por lo que el nivel se ve incrementado. ¿Cómo evitar el mercurio a través del pescado? En este sentido, conviene dar prioridad al consumo de peces de los niveles inferiores de la cadena alimentaria. Especialmente en el caso de poblaciones de riesgo, como las mujeres embarazadas. Por otro lado, los complementos alimenticios son los grandes aliados para proporcionar nutrientes de interés procedentes del pescado y de la forma más eficiente. Es el caso de los suplementos de vitamina D y B12, y de omega-3. Y también son populares las perlas de aceite de krill, interesantes por las cantidades de DHA y EPA que proporcionan y por su contenido en astaxantina, un potentísimo antioxidante. Además, el aceite de krill tiene la ventaja de que no contiene niveles detectables de toxinas como el mercurio debido a su posición en la cadena alimentaria marina (en la parte inferior). Estas diminutas criaturas se alimentan solo de fitoplancton, que no contiene mercurio, por lo que el omega-3 que ofrecen es considerado el más puro6. Por tanto, el consumo de este complemento alimenticio es interesante para todo aquel que no consuma pescado de forma habitual, pero quiera beneficiarse de todas sus ventajas. La mejor decisión que podemos tomar al respecto es, teniendo en cuenta toda esta información, personalizar nuestro consumo de acuerdo a nuestras necesidades y posibilidades. Y si es de la mano de un profesional de la nutrición que le pueda aconsejar de forma individualizada, mucho mejor. Belén Miralles 4. Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Recomendaciones de consumo de pescado por presencia de mercurio. https://www.aesan.gob.es/ AECOSAN. ČĜʼn®y¡ÌʼnLʼnÒʼny®ĜʼnĹ"yÒÒèʼny¡ʼnÅÈºĂ®Ìʼnºʼnº´´È¡y®®èʼnyáy¡®y ®ʼnõĂÌ ʼnĂ®®ÒÌʼn¡µʼnÒ ʼn]µ¡ÒʼnSÒyÒÌĺĜʼn5¡Å¡ÌĜʼnĉćĈċĜ 6. Bengston Nash SM et al. “A Nutritional-Toxicological Assessment of Antarctic Krill Oil versus Fish Oil Dietary Supplements”. Nutrients. 2014. Secretos de Nutrición Nº 3 - Julio 2024 El nutriente del mes • 11 ĤSºµʼn µĂ¡ºÌºÌʼn®ºÌʼnº´yIJĊʼn de origen vegetal para la salud? Los omega-3 son ácidos grasos esenciales que el organismo no puede fabricar y, por tanto, solo se obtienen a través de la alimentación. Los más conocidos son los presentes en pescados, pero también existe omega-3 de origen vegetal. Ahora bien: ¿también es inteÈÌyµÒʼnÅyÈyʼn®yʼnÌy®ÖģʼnĤ®ʼnÖÈźʼn®ºʼnÖÒ¡®¡îyʼnºµʼn®yʼn´¡Ì´yʼnĂy¡yģʼnÌÖ ÈyʼnÌÖÌʼn µĂ¡ºÌĝʼn pero también sus limitaciones y el potencial de varios suplementos de omega-3 vegetales. Para muchas personas, los omega-3 no son más que un tipo de grasa particular. Pero en realidad se trata de toda una familia de ácidos grasos. Solemos simplificar diciendo que hay tres omega-3: el ácido alfa-linolénico (ALA) contenido en los vegetales, el EPA y el DHA (ácido eicosapentaenoico y docosahexaenoico, respectivamente, las formas activas de cadena larga) presentes en los productos del mar, especialmente en los pescados grasos. EPA puede convertirse en ácido docosapentaenoico (DPA) mediante la elongación de la cadena. Y, finalmente, el DPA se convierte en ácido docosahexaenoico (DHA), otra forma activa de omega-3, a través de un proceso de desaturación y elongación. Pero esto no es del todo cierto, pues existen otros como el SDA, el ETA, el DPA… ¡Ocho en total! Estos últimos son formas intermedias en la cadena de transformación de los omega-3. El ácido alfa-linolénico y la salud del corazón Proceso de conversión de los Omega-3 La conversión de los omega-3 en el cuerpo es un proceso que implica varios pasos enzimáticos. Comenzamos con el ácido alfa-linolénico (ALA), el precursor principal, que se encuentra en los vegetales. El ALA se convierte primero en ácido esteárico (SDA), a través de la acción de la enzima desaturasa, y después en ácido eicosatetraenoico (ETA), mediante la elongación de la cadena de carbono. Posteriormente, el ETA se convierte en ácido eicosapentaenoico (EPA), una de las formas activas de omega-3, a través de otra acción enzimática. A su vez, el Cada uno de estos ácidos grasos tiene roles específicos en el cuerpo y conocerlos es clave para comprender su efecto sobre la salud. • • • Reduce la inflamación, al aumentar los niveles de EPA y DPA en las membranas de los glóbulos blancos. Esto favorece la producción de compuestos que ayudan a frenar la respuesta inflamatoria. Reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y coronarias. Por último, se ha observado en ratones que el consumo de ALA modifica el microbioma y refuerza la barrera intestinal5. Los veganos deben El ácido alfa-linolénico (ALA) se en- consumir más ALA cuentra en abundancia en los aceites de linaza (54%) y camelina (34%) y, en cantidades menores, en los de cáñamo (16%), nuez (12%) y colza (8%). Ya hemos visto que a partir de este precursor se pueden formar omega-3 más complejos, como son el EPA y el DHA. Se trata de una biotransformación muy limitada. Y, aun así, el aporte de ALA está asociado a múltiples beneficios para la salud1,2,3: • Disminuye el nivel de colesterol total, particularmente el LDL (o “colesterol malo”) y el de los triglicéridos. • Fluidifica la sangre al reducir la agregación de plaquetas. En concreto, aumenta los niveles de EPA4 y DPA en las plaquetas. Las recomendaciones oficiales sugieren consumir ácido alfa-linolénico en un 1% de las calorías totales ingeridas. Para una dieta de 2.000 kcal, esto representa 2,2 g de ALA por día (por ejemplo, aportados por 1 cucharada de aceite de colza y 8 g de semillas de linaza). Por su parte, como las personas que siguen una dieta vegana no consumen EPA ni DHA preformados, deben ser particularmente cuidadosas con sus aportes de ALA. Por “preformados” nos referimos a las formas de EPA y DHA presentes en alimentos de origen animal, como el pescado y los huevos. Estos ácidos grasos ya están listos para que el organismo los utilice, sin necesidad de conversión. 1. Burdge G.C., Calder P.C., Nutr. Res. Rev., 2006, doi: 10.1079/NRR2005113. 2. Yue H. et al., Crit. Rev. Food Sci. Nutr., 2021, doi: 10.1080/10408398.2020.1790496. 3. Naghshi S. et al., BMJ, 2021, doi: 10.1136/bmj.n2213. 4. Il y a quatre étapes pour passer de l’EPA au DHA. Le DPA en est l’étape juste après l’EPA. 5. Todorov H. et al., Nutrients, 2020, doi: 10.3390/nu12030732. Nº 3 - Julio 2024 Secretos de Nutrición 12 • El nutriente del mes En cambio, como los veganos dependen del ALA, presente en vegetales como las semillas de linaza o el aceite de colza, el cuerpo debe convertir primero el ALA en EPA y DHA. Un proceso no muy eficiente. Por ello es crucial que los veganos consuman cantidades adecuadas de ALA para así poder obtener suficiente EPA y DHA a través de esta conversión. omega-3 a base de aceite de ahiflower (Buglossoides arvensis), que son ricas en ALA y en SDA. en el caso de la formación de DHA, como requiere de varios pasos enzimáticos, sigue siendo muy baja(8). Como el aceite de ahiflower contiene un 20% de SDA, que se convierte fácilmente en EPA, permite una biosíntesis de EPA tres a cuatro veces mayor que el aceite de linaza. ¡Aunque todavía queda una solución! El DHA preformado, que también existe en el mundo vegetal. Las mujeres convierten mejor el ALA en DHA También está el aceite de echium (Echium plantagineum), una buena fuente de SDA, aunque es más difícil de encontrar. Desde 2015 está autorizada, en la composición de suplementos alimentarios, la presencia de aceite de microalga Schizochytrium sp. Se trata de un alga microscópica que produce DHA. Y a este respecto hay que señalar que en los mares y océanos es el fitoplancton el que produce DHA, presente en todo el ecosistema marino y su cadena alimentaria. En los hombres adultos, la conversión del ALA en EPA es limitada (aproximadamente 8%) y la conversión en DHA es extremadamente baja (< 0,1%). En cambios, en las mujeres, la conversión en DHA parece ser significativamente superior6. Esto se debe a que ellas utilizan menos el ALA como fuente de energía, y, además, sus estrógenos impulsan la conversión hasta el DHA, que es la forma de omega-3 crucial para el desarrollo de un eventual bebé y su lactancia. La suplementación de omega-3 vegetal Podemos distinguir dos tipos de suplementos de omega-3 de origen vegetal: los precursores de las formas activas y las formas activas vegetales. Precursores de las formas activas Dentro de esta categoría podemos encontrar las siguientes fuentes: Fuentes de ALA únicamente Las cápsulas de aceite de linaza. Asimismo, puede encontrar cápsulas de aceite de camelina, de sacha inchi o de perilla. Sus ventajas son similares. Fuentes de ALA y de SDA Son más interesantes que las otras, aunque su conversión hasta DHA sigue siendo baja. Por ejemplo, pueden encontrarse en el mercado cápsulas de En todos estos casos se trata de aceites que facilitan la formación de EPA. Pero Las formas activas vegetales (DHA y EPA) Pero para las microalgas que forman parte de los suplementos alimentarios la cosa cambia, ya que se cultivan en tubos dentro de los laboratorios. Este entrenamiento mejora la conversión del ALA en DHA El entrenamiento HIIT (entrenamiento en intervalos de alta intensidad, por sus siglas en inglés) permite reforzar la condición física y acelera la quema de grasas. Consiste en alternar esfuerzos muy intensos durante tiempos muy cortos (de 6 a 10 repeticiones de un ejercicio explosivo), con períodos de descanso equivalentes. Por ejemplo, alternar 20 segundos de esfuerzo intenso y 20 segundos de descanso, con una secuencia de ejercicios diferentes. Se trata de un entrenamiento cardiovascular muy intenso que, según un grupo de investigadores (en estudio realizado con animales) optimiza la conversión del ALA en DHA7. Por lo tanto, no se recolectan en los mares y océanos y están libres de contaminantes (aunque su producción consume mucha energía). Pues bien, las cápsulas de aceite de Schizochytrium sp. son mucho más ricas en DHA que en EPA, a diferencia del aceite de pescado estándar, que tiene el perfil inverso. Muchos suplementos presentes en el mercado señalan que cada cápsula contiene 250 mg de DHA. Por tanto, pueden ser útiles para aquellas personas que tengan una mayor necesidad de DHA: mujeres embarazadas y lactantes, personas mayores y veganos que no cuenten con esta forma de omega-3 dentro de su alimentación. Fabien Piasco 6. Williams C.M., Burdge G., Proc. Nutr. Soc., 2006, doi: 10.1079/pns2005473. 7. Plissonneau C. et al., Nutrients, 2021, doi: 10.3390/nu13030788. 8. Lane K.E. et al., Crit. Rev. Food Sci. Nutr., 2022, 62 (18) : 4982-4997. Secretos de Nutrición Nº 3 - Julio 2024 Bajo la lupa • 13 El zumo de remolacha, “dilatador” de arterias El zumo de remolacha es capaz de dilatar los vasos sanguíneos, favorecer la oxigenación de los órganos y mejorar el rendimiento deportivo. Descubra todo lo que puede aportar a su salud y la cantidad que debe consumir, según los efectos deseados. La remolacha, al igual que su zumo, es rica en vitamina B9, potasio y manganeso, pero su principal característica reside en los nitratos que contiene. En el organismo los nitratos se transforman en nitritos y luego en óxido nítrico. Y el óxido nítrico permite que los vasos sanguíneos se dilaten (vasodilatación), lo que aumenta el flujo sanguíneo y favorece una mayor oxigenación de los órganos que lo necesitan. Por ejemplo, el cerebro o los músculos cuando se realiza alguna actividad física. De ahí que el zumo de remolacha ofrezca numerosos beneficios para la salud y el rendimiento deportivo. 1. Baja la presión arterial Beber 500 ml de zumo de remolacha al día permite reducir la presión arterial. Así lo demostró un estudio1 realizado en hombres y mujeres sanos que debieron tomar este jugo durante dos semanas. Pasado ese tiempo los investigadores constataron que, a diferencia de la be- bida placebo, la de remolacha reducía significativamente la presión sanguínea 6 horas después de su toma. del cerebro, lo que contribuye a frenar la progresión de la demencia, sobre todo en las personas mayores. Otro estudio2, esta vez con personas hipertensas, también evidenció una menor presión arterial gracias a la ingesta de 250 ml diarios de zumo de remolacha durante 4 semanas. Pacientes de 70 años que consumían a diario 450 ml de zumo de remolacha, durante 40 días, se midieron diariamente el flujo sanguíneo (mediante imagen por resonancia magnética -IRM-) y el nivel de nitratos en sangre. Los especialistas han afirmado que una suplementación a base de este zumo es una manera sencilla y segura de reducir la presión arterial. De hecho, la relación coste-efectividad es muy atractiva y beneficia especialmente a las personas hipertensas (o prehipertensas) que no están siguiendo un tratamiento farmacológico3. Ahora bien, aunque el óxido nítrico es el principal responsable de estos efectos, la remolacha también es rica en otros compuestos bioactivos sinérgicos. En particular destacan las betalaínas, los flavonoides y los polifenoles, que optimizan la función endotelial (lo que favorece la relajación de los músculos vasculares lisos) y reducen la presión arterial por vías diferentes a las que emplea el óxido nítrico4. En este sentido también juega un importante papel su riqueza en potasio. 2. Estimula las funciones cognitivas Beber zumo de remolacha ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y la oxigenación De este modo los investigadores constataron que había aumentado el flujo sanguíneo en los lóbulos frontales del cerebro, que son regiones asociadas a enfermedades cognitivas y a demencias. 3. Mejora el rendimiento deportivo Consumir zumo de remolacha antes de una competición deportiva ayuda a mejorar el rendimiento del deportista, gracias a sus nitratos. Asimismo, la vasodilatación que estos provocan y la mayor oxigenación de los músculos durante el esfuerzo estimulan la función muscular y el sistema cardiorrespiratorio. Varios estudios han evidenciado estos efectos sobre el rendimiento deportivo independientemente del deporte practicado, así como de la edad y condición física de la persona. Por ejemplo, en comparación con un placebo, el zumo de remolacha aumentó un 16%5 la resistencia de un grupo de ciclistas y les ayudó a mantener una velocidad de carrera más alta (12,3 km/h 1. Leah T. Coles et al., Nutr. J., 2012 doi: 10.1186/1475-2891-11-106. 2. Vikas Kapil et al., Hypertension, 2015, doi.org/10.1161/HYPERTENSIONAHA.114.04675. 3. Diego A. Bonilla Ocampo et al., Biomolecules, 2018, doi: 10.3390/biom8040134. 4. Cicero Jonas R. Benjamim et al., Front. Nutr., 2022, doi: 10.3389/fnut.2022.823039. 5. University of Exeter, August 7 2009 : « Beetroot Juice Boosts Stamina, New Study Shows », www.sciencedaily.com. Nº 3 - Julio 2024 Secretos de Nutrición 14 • Bajo la lupa frente a 11,9 km/h) durante una prueba de 5 km. Esto también se ha observado en personas que sufren enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o problemas cardíacos. En el caso de los velocistas, la suplementación con zumo de remolacha aumentó su potencia, sobre todo en los primeros 15 segundos de un sprint6. Finalmente, los miembros de equipos de rugby, hockey y fútbol que tomaron zumo de remolacha antes de la prueba deportiva mejoraron su rendimiento en sprints (3,5%) y la velocidad a la hora de tomar decisiones (3%)7. 4. Proporciona al organismo potentes antioxidantes protectores La remolacha tiene un índice ORAC (índice que determina el poder antioxidante de un alimento) elevado. Del orGHQGHDŽPRO7(J A modo de comparación, una dieta estándar aporta solo 2.000 unidades ORAC por día. Para mitigar el estrés oxidativo que se desencadena en el cuerpo y protegerse de las enfermedades consecuentes, se recomienda tomar entre 3.000 y 5.000 unidades ORAC al día a través de la alimentación. Algunos antioxidantes de la remolacha son las betalaínas, pigmentos vegetales responsables de su color rojo-violeta y de sus propiedades anticancerígenas. Y también están los flavonoides, polifenoles que ayudan a prevenir diversas enfermedades crónicas (diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares, etc.). Un estudio8 in vitro concluyó que tomar 70 ml de zumo de remolacha puede multiplicar la capacidad antioxidante y el contenido total de polifenoles por 3 y 5, respectivamente. Y a nivel del duodeno el contenido total de polifenoles se mantuvo 3,3 veces más elevado. Beber zumo de remolacha es, por tanto, una manera muy sencilla y práctica de fortalecer las defensas antioxidantes del cuerpo. 5. Regula la glucemia después de las comidas Si es diabético tipo 2 y necesita controlar su nivel de azúcar en sangre, también le interesa beber zumo de remolacha. Varios estudios9 han demostrado que beber entre 225 y 270 ml después de la comida retrasa la respuesta insulínica y puede reducir la glucemia hasta en un 34,5%. Eso sí, estos efectos se observan tras tomarlo durante un período de cuatro semanas. Además, el ácido alfa-lipoico presente en la remolacha también ayuda a reducir la glucemia y a aumentar la sensibilidad a la insulina, al mismo tiempo que limita el estrés oxidativo en pacientes diabéticos. Cuánto debe tomar según los efectos deseados Según la literatura científica, estas son las cantidades de zumo de remolacha que debe tomar, dependiendo del objetivo que busque. • Bajar la presión arterial: entre 250 y 500 ml por día, durante al • • • menos 2 semanas y hasta un máximo de 4 meses. Reducir la glucemia y la respuesta insulínica: entre 225 y 270 ml después de una comida durante 4 semanas. Mitigar los trastornos cognitivos: 450 ml diarios durante 40 días. Mejorar el rendimiento deportivo, especialmente en deportes de resistencia: en los 6 días previos a la competición hay que tomar 500 ml de zumo, mientras que el día de la competición deberá beber un vaso de zumo unas 2 horas y media antes de que comience la prueba. Asimismo, para aprovechar todos sus beneficios, se recomienda seguir esta misma pauta durante 6-7 días, con entre 1 y 2 semanas de descanso antes de comenzar de nuevo. Y es que, para evitar posibles problemas gástricos (debidos a los nitritos responsables del efecto vasodilatador del zumo de remolacha), el sistema digestivo debe adaptarse y acostumbrarse a esta bebida en los períodos en los que no haya competición. Por ello se recomienda tomarlo de manera gradual. Si compra zumo de remolacha, verifique su composición. Debe asegurarse de que está compuesto exclusivamente de remolacha, pues a menudo se añade una cantidad considerable de zumo de frutas, bien para mitigar el peculiar sabor de la remolacha, bien para economizar el coste del producto final. Y aunque algunas marcas añaden una proporción de entre 0,5 y 1% de ese zumo de frutas, lo que es aceptable, otras agregan hasta un 10%. Finalmente, opte por un producto procedente de la agricultura ecológica. Rémi Moha 6. Eduardo Cuenca et al., Nutrients, 2018, https://doi.org/10.3390/nu10091222. 7. University of Exeter, 18 September 2015 : « Beetroot juice improves sprinting and decision-making during exercise » www.exeter.ac.uk. 8. P.C. Wootton-Beard, L. Ryan, Journal of Functional Foods, doi: 10.1016/j.jff.2011.05.007. 9. Parvin Mirmiran et al., Nutr. Metab. (Lond.), 2020, doi: 10.1186/s12986-019-0421-0. Secretos de Nutrición Nº 3 - Julio 2024 Noticias de Nutrición • 15 Descubren cómo bloquear las señales de hambre durante una dieta Para perder peso, en muchos casos las dietas fracasan y los kilos perdidos regresan rápidamente. Si ya ha experimentado esto, puede que le interese un nuevo descubrimiento sobre las causas del “efecto yo-yo”. Los resultados de una reciente investigación fueron publicados por científicos de la Harvard Medical School y del Max Planck Institute for Metabolism Research1. Ambos grupos habían realizado un estudio con ratones para comprender los cambios que se producen en el cerebro mientras siguen una dieta restrictiva. Y constataron que cuando los ratones son sometidos a una dieta, los circuitos neuronales responsables del hambre (neuronas AgRP) envían señales más fuertes. Esto significa que la dieta hace que los ratones tengan más hambre. Pues bien, los investigadores consiguieron limitar significativamente el aumento de peso de los ratones al inhibir las vías que activan esas neuronas AgRP. Y aún hay más, pues se están planteando utilizar estos resultados para desarrollar tratamientos (para personas) capaces de bloquear los mecanismos responsables del efecto yo-yo. De este modo, ayudarían a mantener el peso perdido después de una dieta. ¿Estamos pasando por alto el verdadero Aunque lo más curioso es que, incluso problema? tras finalizar la dieta, la hiperactivación de las neuronas del hambre continúa. Esto podría explicar por qué, pese a nuestra voluntad, resulta muy difícil mantener una restricción calórica a largo plazo y no recuperar el peso perdido. A pesar de ser investigaciones alentadoras, no podemos olvidar que están centradas únicamente en la consecuencia del problema, en lugar de abordar su causa más profunda. Y esta es la alimentación moderna, compuesta esencialmente de alimentos ultra- procesados ricos en azúcares, grasas y sal, pero pobres en nutrientes esenciales. Además, estos alimentos sacian poco y, lo que es peor, son “hiperpalatables”. Esto significa que resultan especialmente gratos al paladar, por lo que llevan a comer por placer (y no por hambre) por lo que en consecuencia hacen que se coma de más y se gane peso. Por ello, en lugar de intentar suprimir las señales de hambre, sería más sensato centrarse en el consumo de alimentos de calidad naturales, ricos en nutrientes y en fibras. Está más que demostrado que el simple hecho de privilegiar estos alimentos en el día a día permite perder peso. Y sin necesidad de pasar hambre. De este modo se evitan las frustraciones, así como las consecuencias indeseables de una dieta restrictiva. La Redacción 1. Grzelka K. et al., Cell Metabolism, 2023, doi: 10.1016/j.cmet.2023.03.002. Publicación mensual Empresa editorial: Ediciones de Salud, Nutrición y Bienestar S.L. Corazón de María 80, 28002 Madrid Teléfono: + 34 912 194 721 www.saludnutricionbienestar.com Depósito Legal: M-11620-2024 © TSA Publications De la presente edición: ©2024 Salud, Nutrición y Bienestar, S.L. Nº 3 - Julio 2024 Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización del titular del copyright, la reproducción total o parcial de esta publicación. El material contenido en esta publicación se ofrece a título informativo y no se puede interpretar como consejo o indicación médicos. La información y las opiniones vertidas en esta publicación se consideran precisas y seguras sobre la base del mejor juicio para el autor, pero no se debe adoptar ninguna medida basada únicamente en el contenido de esta publicación. Los lectores deben consultar a profesionales sanitarios capacitados sobre cualquier asunto relacionado con su salud y bienestar y si no lo hacen asumir su propia responsabilidad. 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Esto significa que para poder comer debían cazar y, para ello, necesitaban reaccionar de manera rápida para alcanzar al animal o, si la cosa no iba bien, huir de él para no convertirse en su presa. Pues bien, en ambos casos era clave el estrés, ya que gracias a él el organismo puede responder en cuestión de segundos. Lo que ocurre en la actualidad es que muchas personas, por su estilo de vida, están siempre en estado de alerta; como si el león les estuviera persiguiendo constantemente. Ello hace que el organismo no pueda diferenciar entre un peligro real y uno creado por nosotros, por lo que esa respuesta rápida (y corta) se convierte en estrés crónico, constante, lo que repercute en el nivel de las hormonas y en nuestro organismo en general. El cortisol se genera por la mañana para que podamos realizar nuestra actividad diaria y al atardecer va disminuyendo para dar paso a las hormonas necesarias para descansar: la serotonina y la melatonina. Pero si se está sometido a un estrés crónico este proceso no se realiza de manera adecuada, al haber niveles elevados de cortisol. Y esta es la razón por la que no conseguimos adelgazar y acabamos engordando. Una revisión publicada en 2022 concluyó que niveles elevados de cortisol promueven la generación de grasa abdominal y hacen que aumente la sensación de hambre y, específicamente, el deseo de comer alimentos ricos en azúcares y grasas, debido a su poder reconfortante a nivel emocional. Y, a su vez, esto también provoca insomnio1. ¿Por qué aumentamos de peso si no dormimos bien? El hambre y la saciedad se regulan a través de dos hormonas que genera el organismo: la leptina, que indica que ya estamos saciados, y la grelina, que da señales de hambre. Cuando no dormimos bien, estas hormonas se alteran y eso provoca una mayor sensación de hambre. En un estudio realizado con más de 1.000 personas se observó que quienes duermen 5 horas, frente a las que duer- men 8, tienen niveles de leptina más bajos, mientras que los niveles de grelina son más altos, independientemente del peso de la persona. Esto significa que quienes duermen menos tienen más apetito, comen más y tienen más sobrepeso2. Asimismo, en un estudio realizado entre la población adulta estadounidense se comprobó que, entre aquellas personas que duermen menos de 7 horas, la tasa de sobrepeso y obesidad ¡llega a duplicarse!, en comparación con quienes duermen entre 7 y 9 horas3. La clave: gestionar las emociones En conclusión, el estrés y la obesidad van de la mano. Uno lleva al otro y viceversa. El insomnio provoca desajustes a nivel hormonal que también hacen que tengamos más apetito. Además, si aumenta el cortisol (la hormona del estrés), ese mayor apetito se dirigirá hacia alimentos ricos en azúcares y grasas, que favorecen el sobrepeso. De ahí que gestionar las emociones, además de llevar una dieta saludable, sea vital para reducir el estrés y poder bajar los kilos de más. Susagna Muns 1. Obesity and Stress: A Contingent Paralysis - PMC [Internet]. [cited 2024 Jun 11]. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9362746/ 2. Association between sleep disorders, obesity, and exercise: a review - PMC [Internet]. [cited 2024 Jun 11]. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/ PMC3630986/ 3. Li Q. The association between sleep duration and excess body weight of the American adult population: a cross-sectional study of the national health and nutrition examination survey 2015–2016. BMC Public Health [Internet]. 2021 Dec 1 [cited 2024 Jun 11];21(1):1–9. Available from: https://bmcpublichealth.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12889-021-10369-9 Secretos de Nutrición Nº 3 - Julio 2024