Conversión de Aylin Conocí a Aylin cuando recién llegaba a Taiwán. Tenía muy pocos meses, creo que dos o tres meses. La conocí a través de una religiosa de otra congregación que pidió ayuda para enseñarle portugués. Esta joven la había contactado porque tenía que viajar a Brasil y quería aprender portugués. Como yo sabía portugués porque había estado misionando allí me pidieron que la ayudara. Ella solo hablaba el chino mandarín y, apenas unas palabras de portugués. Yo no hablaba casi nada mandarín (había tenido sólo 2 meses de clases; un poco de inglés y portugués. Entonces, la situación era complicada, ya que no teníamos una lengua en común, pero intentamos. Cuando le pregunté a qué religión pertenecía me dijo que debería considerarse taoísta, ya que sus padres eran taoístas La primera vez que vino a casa ya percibió algo distinto que fue lo que la motivó a venir todas las semanas. Nos decía: Ustedes son muy alegres, parecen felices. Era muy poco lo que ella podría aprender de portugués, pues era difícil enseñarle y ella me hablaba todo el tiempo en chino…. Me daba mucha pena porque no le podía entender. Entonces, nos reíamos. Se compró un par de diccionarios y cada palabra la buscaba. Primero, del portugués al inglés, y luego del inglés al chino. Demorábamos un poco. Todas las veces que venía a casa me traía algún postre o bebida típico de Taiwán. Siempre algo distinto. Comenzábamos la clase, y después de un momento, ella cortaba y decía, dejemos la clase y hablemos de otra cosa, y come lo que traje hoy. Como podía trataba de responderle sus preguntas sobre nuestra vida, diferencias culturales y así. Un día me preguntó: Cuando le rezas a tu Dios cómo te sientes. La verdad que no me esperaba esa pregunta. Le respondí que cuando rezaba sentía tranquilidad, paz, confianza; que me sentía bien. Entonces, ella me dijo: cuando yo rezo no me siento bien. Siento mucho miedo, no tengo paz. Le dije: si quieres puedes comenzar a rezar a mi Dios. Te puedo enseñar el Padre Nuestro en portugués y su traducción en chino, así entiendes lo que está rezando. Me respondió que sí. Le aclaré que, para rezarle, debía primero saber que era sólo un Dios - ellos creen en varios dioses- y que tenía que renunciar a creer en varios dioses. Me dijo que lo iba a hacer. Comenzó a rezar. Por un tiempito no vino. Al regresar - después de un par de meses- me contó que había buscado una Iglesia católica porque quería conocer más y estaba ya escuchando el Catecismo porque había pedido el Bautismo. No pudo bautizarse en Taiwán ya que tuvo que viajar a Brasil. La puse en contacto con nuestras hermanas; pero, yo perdí todo contacto.