La Revolución Cubana fue un proceso revolucionario que se inició el 26 de julio de 1953 con el asalto al Cuartel Moncada, liderado por un grupo de jóvenes revolucionarios encabezados por Fidel Castro. Este asalto, aunque fallido, marcó el comienzo de un movimiento que buscaba derrocar el régimen autoritario de Fulgencio Batista. Tras su captura y posterior liberación en 1955, Castro se exilió en México, donde junto a otros exiliados cubanos, planificó una invasión a Cuba. En diciembre de 1956, Castro y 81 revolucionarios, incluido Ernesto "Che" Guevara, zarparon hacia Cuba en el yate Granma. A pesar de ser emboscados por el ejército cubano, los sobrevivientes se refugiaron en la Sierra Maestra, donde comenzaron una campaña guerrillera que eventualmente conduciría al derrocamiento de Batista en 1959. Fidel Castro, como líder indiscutible del movimiento revolucionario, jugó un papel central en la organización y ejecución de la guerrilla que derrocó a Batista. Junto a él, Ernesto "Che" Guevara, un médico argentino, se destacó no solo por sus habilidades en combate sino también por su capacidad de liderazgo y su compromiso con los ideales revolucionarios. Otro figura clave fue Camilo Cienfuegos, conocido por su carisma y valentía, quien se convirtió en uno de los comandantes más respetados de la revolución. Estos líderes no sólo dirigieron las operaciones militares sino que también inspiraron a muchos cubanos a unirse al movimiento. Entre los eventos más significativos de la Revolución Cubana destacan el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, que aunque fallido, marcó el inicio del movimiento. En diciembre de 1956, la llegada del yate Granma y la subsiguiente emboscada, donde solo 12 de los 82 revolucionarios sobrevivieron, fue crucial para establecer una base guerrillera en la Sierra Maestra. Las ofensivas en la Sierra Maestra, culminando en la Batalla de Santa Clara en diciembre de 1958, fueron decisivas para el triunfo revolucionario. El 1 de enero de 1959, Batista huyó del país, marcando el éxito definitivo de la revolución. El triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959 fue recibido con júbilo por gran parte del pueblo cubano, que veía en la caída de Batista el fin de años de corrupción, represión y desigualdad. La revolución logró importantes reformas en áreas como la educación y la salud, mejorando significativamente la calidad de vida de muchos cubanos. La nacionalización de industrias y la reforma agraria buscaban redistribuir la riqueza y reducir la dependencia económica de Estados Unidos, promoviendo una mayor autonomía para Cuba. A pesar de los logros, la Revolución Cubana también tuvo consecuencias negativas. La centralización del poder en manos de Fidel Castro y la represión de la oposición política condujeron a la instauración de un régimen autoritario. La nacionalización de propiedades y la ruptura de relaciones con Estados Unidos provocaron un embargo económico que afectó severamente la economía cubana, resultando en escasez de bienes y deterioro de infraestructuras. Además, la emigración masiva de cubanos, especialmente de las clases medias y altas, reflejó el descontento con las políticas revolucionarias y el nuevo orden establecido. La Revolución Cubana, por tanto, sigue siendo un símbolo de lucha y resistencia, pero también un recordatorio de los complejos equilibrios entre ideología, gobernanza y calidad de vida.