CONGRESO NACIONAL CAMARA DE SENADORES SESIONES ORDINARIAS DE 2009 ORDEN DEL DIA Nº 191 Impreso el día 26 de mayo de 2009 SUMARIO COMISION DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Dictamen en el proyecto de declaración de la señora senadora Osuna adhiriendo al aniversario del triunfo de la Revolución Cubana.(S4392/08) DICTAMEN DE COMISION Honorable Senado: Vuestra Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, ha considerado el proyecto de declaración, de la señora senadora Osuna, ADHIRIENDO A LA CONMEMORACIÓN DEL 50º ANIVERSARIO DEL TRIUNFO DE LA REVOLUCION CUBANA PRODUCIDA EL 1º DE ENERO DE 1959 ; y, por las razones que dará el miembro informante os aconseja su aprobación. De acuerdo con las disposiciones pertinentes del Reglamento del H. Senado, este dictamen pasa directamente al Orden del Día. Sala de la Comisión, 13 de mayo de 2009 Daniel F. Filmus.- Guillermo R. Jenefes.- Rubén H. Giustiniani.- Sonia M. Escudero.- Horacio Lores.- Liliana T. Negre de Alonso.- María C. Perceval.- Emilio A. Rached.- Adolfo Rodríguez Saa.- Proyecto de declaración El Senado de la Nación DECLARA: Su adhesión a la conmemoración del 50° aniversario del Triunfo de la Revolución Cubana, producida el 1 de enero de 1959. Blanca I. Osuna.- FUNDAMENTOS Señor Presidente: La Revolución Cubana es el término con el cual se designa al movimiento revolucionario que comenzó con la insurgencia que se opuso a la dictadura de Fulgencio Batista. Posteriormente este nombre ha pasado a definir un período histórico tras su triunfo el 01 de enero de 1959, por varias fuerzas insurgentes, entre las que predominaba ampliamente el Ejército Rebelde, brazo armado del Movimiento 26 de Julio comandado por Fidel Castro. Haciendo una breve reseña histórica encontramos que el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, que derribó a Carlos Prío Socarrás (1948-1952) e impuso la dictadura de Fulgencio Batista, fue el germen sobre el que habría de tener lugar la Revolución Cubana. A partir de estos acontecimientos, el descontento del pueblo cubano fue en aumento y no concluyó hasta el triunfo definitivo de los revolucionarios. El 26 de julio de 1953, con el asalto al cuartel de Moncada, comenzó la insurrección contra la dictadura de Batista. El ataque, dirigido por Fidel Castro al mando de unos 200 hombres, fracasó y su jefe fue condenado a 15 años de prisión en la isla de Pinos (renombrada en 1978 como isla de la Juventud). Amnistiado en 1955, Castro se exilió en México, creó el Movimiento 26 de Julio, reorganizó a los insurgentes y entró en contacto con el revolucionario argentino Ernesto Che Guevara. En diciembre de 1956, a bordo del yate Granma, Castro desembarcó en la playa de las Coloradas, situada en la ensenada del Turquino (en el extremo suroccidental de Cuba), y se adentró en sierra Maestra. Allí recibió el apoyo de buena parte del campesinado y comenzó una guerra contra el gobierno que duró dos años. La isla estaba, en este periodo, completamente entregada al capitalismo estadounidense, que controlaba el 90% de las minas y de las haciendas, el 40% de la industria azucarera, el 80% de los servicios públicos y el 50% de los ferrocarriles y de la industria petrolera. A fines de 1958, la guerrilla asentada en su base principal de sierra Maestra, así como el denominado II Frente Oriental, había acabado prácticamente con la resistencia del Ejército de Batista. Entrado 1959, Castro entró en La Habana, de donde ya había huido el dictador Batista a Santo Domingo, y se designó presidente a Manuel Urrutia Lleó, aunque el poder efectivo estaba en manos del principal dirigente revolucionario, que pronto se convirtió en primer ministro. Vemos entonces como un grupo reducido de jóvenes idealistas, con medios precarios, armados más que nada con su inquebrantable anhelo de libertad, dio por tierra con una de las dictaduras más crueles y sangrientas que asolaban la América Latina. Los aún sobrevivientes de aquellos jóvenes idealistas, hoy en el ocaso de sus vidas, conservan intacta su aversión a los poderosos y su búsqueda de la igualdad entre los hombres, sin excluidos ni favorecidos. Aún hoy están pagando, con el bloqueo impuesto por el poderoso del Norte, un duro precio por su oposición a toda dominación. El obstinado bloqueo todavía existe pese a los millones de voces que han reclamado su abolición en todo el planeta, condenando casi unánimemente el oprobio y la prepotencia del más fuerte hacia el más débil. Como la heroica resistencia pudo darse porque la aparente debilidad está sustentada en las fuerzas que acompañan a las causas nobles y justas, es que solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto. Blanca I. Osuna.-