EL DERECHO COMO ARGUMENTACIÓN A raíz de los tiempos desde la Antigua Grecia con el paso del crecimiento de la civilización occidental el hombre fue cambiando su cosmovisión en su modo de actuar y de ver las cosas, naciendo así la filosofía del mito al logos, donde por muchos años el ser humano se caracterizó por intentar entender y dar sentido a todo lo que le rodeaba mediante la representación mitológica sobre los acontecimientos de la vida, pero no solo bastaba con vivir, sino que había que saber porque se vivía, y es en ese momento donde se abandona la creencia por el uso de la razón y el conocimiento, pasando de una cultura bélica a una científica. Gracias a este gran paso que se da mediante los filósofos griegos surge el derecho natural, el cual sostiene la teoría de que existen principios, normas morales y jurídicas universales, inherentes a la naturaleza humana, el cual fue fundamental en la evolución del pensamiento jurídico y político del hombre, brindándole así entendimiento, razonamiento y sabiduría para poder crear conocimiento en la interpretación de las normas, partiendo de este lo que hoy día en el mundo conocemos como derecho positivo, donde su importancia se centra en explicar la idea de que el conocimiento y la verdad solo pueden obtenerse a través de la observación y la experiencia, y que la ley debía basarse en hechos y no en opiniones o valores. Como estudiante de derecho y futuro abogado se debe tener presente que por medio de la argumentación y la lógica podemos desarrollar habilidades críticas, análisis más profundos, lenguaje con claridad y entendimiento para poder explicar las decisiones judiciales, puesto que la argumentación es reflexión, es razonamiento, inferencia, demostración y fundamentalmente la finalidad es persuadir y convencer, transformar ideas, acciones, conductas, actitudes, remover prejuicios, influir positivamente en el pensamiento y decisiones del interlocutor. De tal manera, el acto de argumentar es un juego del lenguaje y del pensamiento, una práctica lingüística sometida a reglas que se produce en un contexto comunicativo mediante el que pretendemos dar razones ante los demás o ante nosotros mismo de manera clara, coherente, precisa y pertinente las ideas para que los demás las comprendan y acepten las tesis expuestas, mediante el uso de la palabra. En este sentido se puede decir que el derecho como argumentación se convierte en una herramienta de control en un estado democrático de derecho, donde no solo se trata de la aplicación de normas y leyes, sino también de un saber justificar las decisiones y juicios que se toman en el ámbito jurídico. RODRIGO JOSE ALFARO JARABA