Subido por isagarciaperez.98

Tema-2

Anuncio
TEMA 2
LAS BIBLIOTECAS UNIVERSITARIAS:
CONCEPTO Y FUNCIONES. LAS BIBLIOTECAS
UNIVERSITARIAS EN ESPAÑA.
1. - BIBLIOTECAS UNIVERSITARIAS.
La biblioteca universitaria es uno de los puntos esenciales en la investigación
de un país, al facilitar un servicio fundamental que afecta al conjunto de la
universidad.
La biblioteca universitaria debe encaminarse a favorecer el desarrollo de los
objetivos de la institución de la que depende, convirtiéndose en un sistema de
información abierto y activo, capas de evolucionar y adaptarse a su entorno.
1.1. - Definición.
La biblioteca universitaria debe reunir, organizar y difundir la
documentación precisa para las tareas siguientes: docencia e
investigación. La biblioteca sirve pues a la comunidad universitaria en la
que se integra.
Las bibliotecas universitarias se definen como una combinación
orgánica de personas, colecciones y edificios con el objetivo de asistir a
la comunidad universitaria en el proceso de transformar la información
en conocimiento.
1.2. - Funciones y objetivos.
La IFLA (International Federation Library Association) en su programa
a medio plazo (1992-1997) sobre bibliotecas universitarias, destaca el
papel y la misión de la biblioteca universitaria y servicios, particularmente
en lo que se refiere a las nuevas demandas de investigación y
educación.
Complementariamente, la biblioteca universitaria procurara la
formación integral de la comunidad universitaria prestando la ayuda
precisa para la formación y perfeccionamiento de los profesionales.
En consecuencia, son funciones de la biblioteca universitaria:
•
•
•
Proveer de textos y fuentes de consultas suficientes en relación con
los programas de los cursos impartidos en los centros.
Proporcionar los medios básicos para la investigación, tanto para
profesores como para graduados.
Preparar a los alumnos para la investigación en cuanto al uso del
libro y de la biblioteca mediante la formación de usuarios.
9
•
•
Difundir la información mediante la realización de catálogos, boletines
de sumarios, de nuevas adquisiciones, todo ello incluido en los
servicios de referencia e información.
Acercar a sus usuarios a las fuentes externas de información
(utilización de repertorios, base de datos, catálogos de otras
bibliotecas, préstamo interbibliotecario, etc.)
Para el cumplimiento de estas funciones en la biblioteca universitaria
deberán darse las siguientes condiciones:
a) Constitución y conservación de un fondo documental suficiente.
b) Integración con los recursos bibliográficos con otros centros
(préstamo, catalogación centralizada, cooperación bibliotecaria).
c) Integración de la biblioteca universitaria en la política administrativa y
educacional de la universidad en el marco de una adecuada
reglamentación.
Para lo cual es necesario contar con los medios suficientes por lo que
respecta a:
•
•
•
•
•
•
Estructura.
Fondos bibliográficos.
Servicios.
Personal cualificado.
Espacio y equipos adecuados.
Recursos económicos.
1.3. - Estructura.
El lugar de la biblioteca universitaria dentro de la estructura
administrativa y de gobierno de la universidad deberá estar claramente
identificado. Para ello deberá establecerse los instrumentos legales y
consultivos necesarios que posibilite la comunicación entre la institución
y la biblioteca.
El principal instrumento legal suceso es, sin duda, los estatutos o
cartas fundacionales de cada universidad, dado que en la mayoría de los
países las universidades son organismos autónomos con competencia
para su propia organización. Sin embargo, también casi todos los países
tienen organismos con ciertas competencias en la organización
universitaria (en España, el Ministerio de Educación y las comunidades
autónomas) que pueden o deben implicarse jurídicamente en la
definición de objetivos y funciones de la biblioteca universitaria.
Como órganos constructivos están los "comités consultivos" o
"comisiones de biblioteca”, en los que participan todos los estamentos
implicados: administradores, docentes, bibliotecarios, estudiantes,
consejos asesores,... etc.
10
Por último, la propia estructura administrativa y de gobierno de la
biblioteca universitaria está claramente especificada y será consecuente
tanto con la estructura de gobierno de la universidad como con las
necesidades y requisitos de la biblioteca. La definición formal de esta
estructura aparece jurídicamente desarrollada en los reglamentos
internos de cada biblioteca universitaria.
Hablando de estructura, no podemos dejar de mencionar uno de los
principales problemas con el que enfrentan las bibliotecas universitarias:
centralización versus descentralización.
Esta dicotomía no es radical y, dado que la diversificación total no
existe, podemos decir que los dos modelos reales de estructura de
biblioteca universitaria son:
1. La centralización.
2. La descentralización coordinada.
En principio parece que la centralización es el modelo ideal aunque
raras veces haya podido ser puesto en práctica. El modelo de
descentralización coordinada, sin embargo, nos introduce en la realidad
más habitual de las bibliotecas de todo el mundo y en ella incide
fundamentalmente la dispersión de edificios en campus muy extensos.
En este tipo de sistema bibliotecario, la acción y coordinación se
distribuye en tres niveles de coordinación
• En el primero se encuentra una dirección común.
• Un segundo nivel se compone de biblioteca general,
de
hemeroteca
general y todos los servicios bibliotecarios
comunes.
• Un tercer nivel comprende a las bibliotecas dependientes de los
centros.
• Dependiendo de la universidad, procesos como catalogación o
adquisiciones pueden estar en el segundo o tercer nivel. Este
sistema tiene ventajas como la mayor comodidad para el
usuario o la mejor integración de la biblioteca en los centros, y
tiene claras desventajas que podrían resumirse, en problemas
de comunicación inevitables entre distintas unidades, problemas
de duplicación y problemas relacionados con los límites de cada
materia.
1. 4
Fondo bibliográfico.
La colección de una biblioteca universitaria debe tener el tamaño y
materiales suficientes para apoyar las necesidades de instrucción total
de las universidades y facilitar los programas de investigación de la
misma.
Los fondos de una biblioteca universitaria se pueden clasificar de
acuerdo con su función:
11
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
Función de enseñanza.
Función de investigación.
Función de referencia.
Función general.
Así, la biblioteca facilita materiales de estudio y aprendizaje para los
alumnos de primer ciclo y segundo ciclo y materiales de investigación
para el resto de la universidad.
La función de referencia es esencial como en cualquier otra biblioteca.
Se pondrá especial interés en las obras de referencia, de consulta,
bibliográficas y documentos secundarios como boletines de resúmenes
de índices y revistas especializadas.
La novedad es la cuarta función que se fundamenta en que la
universidad tiene una responsabilidad cultural y educativa y unos
intereses que van más allá de sus muchos y diversos estudios
especializados.
Por ello, la biblioteca universitaria también tiene un papel que jugar
como parte de su comunidad local, donde se la verá inevitablemente
como un importante centro de cultura general y de estudio.
Capítulo esencial en el desarrollo de la colección de la biblioteca
universitaria es el de la planificación de políticas explícitas que guíen la
selección y adquisición de los materiales que estén de acuerdo con
objetivos y prioridades académicas además de dentro de los límites de
los recursos disponibles. Esta política deberá ser diseñada y realizada a
partir de una estrecha colaboración entre el profesorado y los
bibliotecarios.
Es necesario compartir recursos y realizar planes de cooperación:
préstamo interbibliotecario, acuerdo sobre adquisición de materiales, etc.
Finalmente, y según establece las normas de la A.L.A. (American
Library Association), de 1988 para bibliotecas universitarias, el criterio de
acceso ha ido adquiriendo prioridad sobre el criterio de propiedad, y la
tendencia actual en la formación de las colecciones de las bibliotecas
universitarias, es hacia un desarrollo de la colección en la que la máxima
es la calidad frente a la cantidad, y seguir en cualquier caso las
directrices generales que se establezcan por los órganos competentes
para fijar políticas adecuadas a la función que tiene encomendada la
biblioteca universitaria.
1.5
Servicios.
Los objetivos básicos
fundamentalmente:
de
una
biblioteca
universitaria
son
12
1. Acceso a la información.
2. Acceso al documento.
3. Formación de usuarios.
El acceso a la información se canaliza a través del servicio de
información bibliográfica y referencia, que debe prestarse en puntos
identificables adecuadamente y con un horario de servicio establecido.
Por supuesto, en este servicio está incluido el acceso la información
externa a la propia biblioteca a través de la consulta de las bases de
datos automatizadas.
El acceso al documento se trata desde una doble vertiente: el acceso a
las propias colecciones y el acceso a colecciones externas. El primero
se canaliza a través de servicios como los de lectura en sala,
fundamentalmente, con el sistema de libre acceso. El préstamo está en
función del tipo de material y del número de usuarios. En cuanto a los
horarios de apertura varían desde las 12 horas diarias ininterrumpidas,
hasta bibliotecas de campus americanas donde también abren festivos
e incluso por la noche.
Con el servicio de acceso al documento o préstamo interbibliotecario
se ponen al alcance el usuario colecciones externas. El máximo acceso
al documento implica además servicios de reprografía, transmisión por
fax o correo electrónico.
Por último, en las bibliotecas universitarias son esenciales los servicios
de formación de usuarios en su doble vertiente de orientación y
adiestramiento sobre el uso de las bibliotecas y el desarrollo de
metodología para la investigación.
1.6.- Personal.
Toda universidad debe garantizar que sus servicios bibliotecarios
cuenten con personal suficiente para atender las demandas de sus
usuarios.
En este capítulo podemos hablar de dos aspectos: el cuantitativo y el
cualitativo. La cantidad de personal de una biblioteca universitaria está
determinada por muchos factores, entre los que se incluyen: número de
puntos de servicios, número de horas de servicio que se proporciona,
número características de los títulos que se procesan anualmente,
naturaleza y calidad del proceso, tamaño de las colecciones y el grado de
vinculación de las mismas.
Los niveles profesionales son:
•
Personal directivo: se encargara de la planificación y gestión de
recursos, dirección del personal y puesta en marcha de nuevos
servicios.
13
•
•
Personal técnico: proceso técnico, referencia e información
bibliográfica y servicio de información científica.
Personal auxiliar: atención a la sala, préstamo, apoyó a tareas
técnicas, colocación y ordenación.
1.7.- Espacio y equipamiento.
El edificio deberá tener el tamaño y calidad suficiente para albergar
colecciones y proporcionar espacio suficiente para que puedan ser
utilizadas por estudiantes, profesores y otros usuarios. Además habrá
espacio adecuado para todos los procesos de gestión de la biblioteca.
Constará al menos de:
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
Área de información bibliográfica (catálogos, repertorios,
diccionarios, enciclopedias, etc.)
Sala de lectura: el número de puestos de lectura será al menos del
10% de total de los alumnos. La colección bibliográfica de uso más
frecuente será de libre acceso. Se preverán salas de lectura para
grupos.
Hemeroteca.
Zona de investigadores.
Área de préstamo.
Servicios de reprografía.
Depósito, que reunirá las debidas condiciones de superficie,
humedad, aireación, altura, protección contra el fuego, iluminación,
etc.
1.8.- Presupuesto.
Según recomendaciones de la American Library Association, se debe
destinar a la biblioteca entre un 5% y un 6% del presupuesto total de la
Universidad. Estas recomendaciones, planteadas en principio según un
concepto cuantitativo, actualmente se perfilan con un carácter más
cualitativo hablándose de presupuesto suficiente para cumplir las misiones
que la biblioteca tiene encomendadas. Así la IFLA nos recuerda que los
recursos financieros de la biblioteca deben ser suficientes para desarrollar
colecciones y servicios apropiados, personal adecuado y satisfacer las
necesidades de los usuarios.
Para la fijación de las necesidades presupuestarias se pueden señalar
una serie de variables:
i.
Alcance, naturaleza y nivel del <<currículum>> (asignaturas, plan
de estudios).
ii. El sistema de enseñanza utilizado (si se promociona el estudio
autónomo).
iii. Pertinencia de la colección y el nivel de edición en las diferentes
materias.
iv. Número previsible de alumnos y profesores.
14
v.
vi.
Acceso y suficiencia de otras bibliotecas del entorno.
Servicios ofrecidos por la biblioteca en cuanto al número de
puestos de servicio o número de horas de atención.
La suma de estas variables y de los objetivos definidos deben dar como
resultado la fijación de un presupuesto que distinga entre gastos de capital
principal, tales como nuevos edificios, renovaciones o automatización, y
los presupuestos de explotación anual que permiten el continuo
mantenimiento recursos y servicios.
1.9.- Cooperación.
El aumento constante de la información hace que ninguna biblioteca
disponga de toda la información que sus usuarios demandan, por lo que
una biblioteca universitaria debe fomentar actividades cooperativas para
aumentar sus recursos.
Hay que destacar la tendencia actual a la automatización de servicios y
funciones en las bibliotecas universitarias. El tratamiento electrónico de los
datos proporciona el máximo aprovechamiento de sus recursos humanos
y materiales, favoreciendo especialmente la cooperación bibliotecaria en
sus diferentes vertientes: catálogos colectivos, adquisiciones compartidas,
catalogación compartida, préstamo interbibliotecario...
2. - Las bibliotecas universitarias en España.
Durante muchos años, la biblioteca ha vivido un largo periodo de
marginación y olvido en el que apenas contó ni tuvo peso específico alguno en
la universidad española. Los profesionales que llevan prestando servicio en
bibliotecas universitarias veinte o veinticinco años, saben bien de aquella
situación y de lo que fue trabajar en condiciones adversas, en medio del
desinterés de las autoridades académicas, con deficientes instalaciones y
carencia de medios económicos y de personal.
Habría que remontarse a la época de la República para encontrar una
normativa legal (Decreto de 1932 sobre Organización de las Bibliotecas
Universitarias), donde se hablaba de la biblioteca como parte integrante de la
universidad y se preceptuaba que el director debía ser vocal nato de la junta de
gobierno de su respectiva universidad. Así, la Ley de Ordenación Universitaria
de 1943, no sólo dedicaba muy escasas referencias a la biblioteca universitaria,
sino que eliminaba a su director del gobierno de la universidad; la Ley General
de Educación de 1970 ni siquiera la menciona en la estructura de la
universidad; por último, la vigente Ley de Reforma Universitaria de 1983, volvía
a ignorarla, no obstante las enmiendas que presentaron algunas universidades
para corregir el olvido permitieron que en los estatutos respectivos de cada
universidad apareciese en una normativa legal que definiera sus funciones,
estructura y competencias como parte integrante de la universidad. Así también
en el Real Decreto sobre Creación y Reconocimiento de Universidades y
15
Centros Universitarios de 1991, se determinan unos requisitos indispensables
para el servicio de bibliotecas.
Este panorama anteriormente expuesto condujo a que la biblioteca
universitaria fuese siempre sujeto pasivo de decisiones tomadas al margen de
su parecer y, en no pocos casos, la víctima de tales decisiones. Como muestra
nos referíamos a las instalaciones bibliotecarias en lugares inadecuados o
también el caso de no existir ni dicho lugar.
La carencia de una infraestructura legal de la biblioteca dentro del marco
universitario y la ausencia de sus representantes en los órganos rectores de la
universidad tuvo también otras repercusiones. En el aspecto económico, en los
presupuestos generales universitarios el no figurar específicamente mención
alguna para la biblioteca, con la consecuente repercusión en su normal
funcionamiento y planificación futura. Las adquisiciones de fondos
bibliográficos se llevaron con total descontrol y de forma anárquica. De ello se
derivó una innecesaria repetición de libros, falta de un tratamiento técnico
adecuado y la imposibilidad de disponer de un catálogo colectivo de los fondos
bibliográficos.
Otro de los problemas endémicos de nuestras bibliotecas universitarias ha
sido la falta de personal. La plantilla óptima que permitiría afrontar con
desahogo el volumen de actividad diaria y la planificación de nuevas tareas, es
un logro por el que todavía se debe luchar.
En su mayor parte las bibliotecas universitarias españolas responden al
modelo descentralizado, en el que el proceso técnico, las adquisiciones, los
fondos bibliográficos y los presupuestos se gestionan en cada punto de
servicio.
Constituyen una excepción, como bibliotecas centralizadas las bibliotecas de
las universidades privadas, algunas de nueva creación y algunas tradicionales.
Las directrices de la UNESCO contemplan en la estructura bibliotecaria: una
biblioteca general que puede denominarse en algunos casos central y otras
bibliotecas denominadas de centros y departamentos. Otras bibliotecas de
ámbito menor, como podrían ser las de seminarios, cátedras, etc., no son
aconsejables. Se podría hablar de una descentralización coordinada.
2.1. - Nuevas tecnologías y cooperación.
Las bibliotecas universitarias españolas han consolidado el proceso
de informatización necesario para poder cumplir sus objetivos. Las
situaciones que en un momento dado fueron diferentes en cada
universidad, optando cada una de ellas por sistemas integrados,
basados en el formato MARC: Libertas, Dobis/Libis, VTLS, Absys, etc.
Ha desembocado en que dichos sistemas tienen un mismo lenguaje
para comunicarse. A día de hoy no se pude hablar de catalogación
retrospectiva de los fondos de las bibliotecas universitarias puesto que
dicha fase fue superada. Los distintos módulos, como el de préstamo,
16
adquisiciones,
desarrollados.
publicaciones
periódicas
están
en
plenamente
Es común que las bibliotecas universitarias utilicen bases datos
recuperables por ordenador a través de interfaces como la Z39.50. El
uso de soportes ópticos como el CD-ROM, DVD-ROM está muy
extendido, igual que otros soportes como videos, microfichas, discos,
etc.
La automatización ocurrida en la década de los ochenta y noventa del
siglo XX dio lugar a la creación de redes de bibliotecas universitarias con
el fin de aunar esfuerzos y conseguir una mayor rentabilidad de los
recursos. Estas redes funcionaban o funcionan en lo que se refiere a
catalogación compartida, cooperación en las adquisiciones y circulación
documentos mediante el acceso a las bases datos bibliográficas más
comunes. Estas son:
a) Red Libertas, formada por las bibliotecas universitarias que trabajan
con dicho programa. Actualmente integrada en Rebiun.
b) Red Ruedo. En la que participaban las bibliotecas universitarias que
trabajan con el programa Dobis/Libis. El principal punto en común de
los socios era la formación y mantenimiento de un catálogo colectivo a
partir del uso del mismo sistema de gestión bibliotecaria,
DOBIS/LIBIS. A partir de los cambios de sistema de gestión
bibliotecaria de la mayoría de las Universidades que integraban la
Red a diferentes programas, RUEDO dejó de tener razón de ser.
Además, en esta nueva situación, sus objetivos coincidían con los de
REBIUN, proyecto común a todas las Universidades españolas. Por
esta razón, los socios acordaron la disolución de la red y la
desconexión del catálogo colectivo. Los fondos automatizados de las
bibliotecas participantes en RUEDO, así como del resto de
Universidades españolas, están accesibles ahora en el catálogo
colectivo de REBIUN.
c) Red VTLS, las bibliotecas que trabajan con el programa VTLS.
Integradas actualmente en Rebiun
d) Red Rueca, las bibliotecas universitarias que trabajan con el
programa Absys. Actualmente está integrada en Rebiun.
e) Red Documat, es una red especializada en bibliotecas de
matemáticas.
( http://wzar.unizar.es/documat/quees.html )
g) El catalogo nacional C17, que recibe una subvención del Instituto de
Salud Carlos III, a través de la Biblioteca Nacional de Ciencias de la
Salud, destinada al mantenimiento actualizado de los datos y a su
difusión gratuita en Internet.
( http://isciii.c17.net )
h) Red Rebiun, integrada en la CRUE (Conferencia de Rectores de
Universidades españolas)
que está formada por bibliotecas
universitarias que empezaron editando un catálogo colectivo en CDROM y que hoy en día está en línea.
( http://rebiun.crue.org/cgi-bin/abnetop/X16462/ID119330112?ACC=101 )
17
Los orígenes de Rebiun se remontan a 1983 - 1987. Directores de
bibliotecas universitarias se coordinan con el objetivo de influir en los
procesos de redacción de los estatutos de las universidades, haciendo
que estos dotaran a la biblioteca universitaria de una organización
moderna con recursos presupuestarios específicos. Este movimiento
informal fue el embrión de futuras actividades cooperativas y,
concretamente, de REBIUN (REd de BIbliotecas UNiversitarias). En
1988, REBIUN se constituye formalmente. En un principio fueron nueve
las bibliotecas universitarias fundadoras aunque su número creció a lo
largo de los años sucesivos. Las actividades cooperativas se centraron y
tuvieron importantes resultados en ámbitos como: la formación, la
mejora del préstamo interbibliotecario y en la edición en CD-ROM de los
registros bibliográficos de las bibliotecas participantes. En 1993, en el
marco del Congreso de la IFLA en Barcelona, se celebra una reunión
entre bibliotecas de diferentes universidades. A finales de ese mismo
año, se celebra la 1ª Conferencia de Directores de Bibliotecas
Universitarias v Científicas Españolas (CODIBUCE). CODIBUCE ha
impulsado diversos tipos de actividades: formación, elaboración de un
anuario estadístico, inicio de procesos de mejora del préstamo
interbibliotecario y, también, la redacción de normas y directrices para
bibliotecas universitarias. En 1996, REBIUN i CODIBUCE inician un
proceso de confluencia con el propósito de concentrar todos los
esfuerzos de cooperación en un solo organismo. Este proceso es
aprobado por REBIUN y Codibuce, en mayo del mismo año y al mismo
tiempo, se aprueba el nuevo Reglamento de REBIUN.
Según el Art. 3 del Reglamento de REBIUN se especifica su objetivo y
finalidades de la forma siguiente: REBIUN tiene como objetivo básico ser
un organismo estable en el que estén representadas todas las
bibliotecas universitarias españolas, para conseguir:
a) Elevar el nivel de los servicios y de la infraestructura bibliotecaria
mediante la cooperación.
b) Llevar a cabo las acciones cooperativas que supongan un
beneficio para los usuarios de las bibliotecas universitarias
Españolas.
c) Representación ante organismos públicos y privados.
d) Intercambio y formación del personal.
18
Descargar