MARíA VmGL'l!A BERTOLD! DE FouRCADE Dm.ECToRA MANUAL DE DERECHO PRIVADO Parte General PATR!ClA STEIN ÜXlRD!NAllOl<A Córdoba 20]5 La.reproducción de este iibro, ya sea total o pf!Tciai. e."l fonna ldé_mírn ocm: modificaciones, escrita a máquina por el sistema Mulügmph, mimeógrafo, impreso, etc., que no fuera autorizada por esta Editorial, es violatorla de derechos reservados. Toda utiliza.d6n debe ser solicitada con antericrí~ad. PRESENTACION Manual de derecha prtvado, Parte general I Maria Virginia Bertoldl de Fourcade ., ¡et atl ; coortlinru::lón general de Patricia Steir, ; dirigido por Matía Virginia Bertoldi de Foúreade ~ ta sd. Córócba: Advncatus, 2015. 533 p. ; 23 x 16 cm. ISBN 978-987-551-284-9 i. Derecho Civil. l. Bertold¡ da Fourcade. Maria Virg\n!a iL Steln, Pal!ida, coord H1 Berto!dl de Fourcade, Maria Virginia, d'ir. coo 346 Obís.po Trejo 181 - Córdoba editorial@eadvocatus.corn.ar Quc<lt: hecho el depósito que previcni.:: l.a ky i 1.723 Impreso en Argentina Esta propuesta ha sido elaborada con la contribución de docentes que e~idenciaron una preocupación actíva por el proceso de enseífanzaaprendizaje; se sigue una línea de pensamiento que con1partc la necesidad de acercar el derecho a la realidad, Al facilitar a los estudiantes el abordaje de la Parte General, primer escalón en el camino que lleva a conocer el derecho privado 1 se procura dotarlos de una mirada actual, din?lmíca y comprometida, EJ proceso de constitucionalizaClón de este derecho, operado desde que se incorporaran los tratados de derechos humanos con la 1náxima jerarquía al orden jurídico argentino, se ha plasmado en el Código Civil y Comercial, pues!o en vigencia a partir del primero de agosto del año 2015, Este cuerpo normallvo señala. en su Título Preliminar, sus fuentel3 y la forma de aplicar e interpretar las leyes; los operadores del derecho deberán no sólo subsumir !os hechos en las reglas, sino ponderar los principios y valores juridicos que dan coherencia al sistema ( conf. arts, lºy2ºC.C. y C.). Por Jo dicho, las profundas modificaClones ocurridas en io que hn tra.nscurrido dd siglo XXI tornaron imprescindible ajustar los programas y dotar al alumno de 1.m nuevo material de consulta. En efecto, el trabajo que presentamos apunta a integrar el Código Civil y Comercial con las leyes que subsisten vigentes, como microsisternas, de manera que armonicen. Los textos repasados han receptado gran parte de ias posiciones doctrinarias y jurisprudenciaks ya ensayadas; no obstante, el intento queda abierto a los múltiples abordajes que provocará este derecho vivo, Finalmente, destacamos que el objetivo deJ Manual es abarcar ei contenido de los programas exis!entes de la Parle General del derecho 8 Man:1al óe Derecho Privado Parte Genera! privado; ello, sin perjuicio de que se deban profundizar los temas iexpuestos, con la guía y auxílío de los docentes. J1aria, Virginia Berioldi de Fourcade (directora) CAPITULOI Patricia D. Stein {coordinadora) PARTE GENERAL. NOCIONES INTRODUCTORIAS :\furia Virginia Bertoldi de FourcaJe (ll Sumario: L Derecho privado, 1. Noción y diferencias con otros ordenamientos normativos. 2. Evolución de[ derecho privado, II. Derecho civil. i, Noción. 2. Breve reseña histórica. 3. El Código Civil argentino. a, La codificación en la Argentina. b. Perfil de Dalmacio Vélez Sársficld. IIL Derecho mercantil. 1. Noción y caracteres. 2. Breve reseña histórica, 3. Sistemas leglslativos éontcmporimcos. IV. E1 Código Civil y Comercial. 1. Proyectos de Código Civil y Comercial. 2. La Unificación. 3. Método, plan y contenido. 4. Fu-entes del derecho privado. V. El derecho subjetivo. l. Concepto y teorías. 2. Elementos. 3. Clasificación, 4. La relatividad de los derechos. Noción. Vl. Parte general del derecho privado. 1. Objeto y contenido. 2. Relación y situación jurídica. Noción y elementos. 3. El ejercicio de los derechos individuales y de incidencia colectiva. Princlpios. Bibliografía. (l.) Con la!nestímablc colaboración de MarcélaR. Murn!e.:;, Aboguda(UNC), Diplomado en abordaje jurídico del.a violencia \UCC) y Doctoranda en Estudios de Género !CEA-UNC). 1O Manual de !Jerncho Privado ~ Parte GeiJernl l. DERECHO PRIVADO J. Noción y diferencias con otros ordenamientos normativos La carrera de abogacía pretende la formación de un profesional idóneo para que se desempeñe en la sociedad actual en diferentes campos a partir de un enfoque humanista y ético~ por ello~ además de desarrollar ap1itudes cognitivas, se procura que adquiera habilidades operativas y~ fundamentalmente, adhiera a una conducta de compromlso personal y social con el derecho. Se, ha dicho que el derecho es el «ordenamiento autárquico obligatorio fimdado en el sentir de la comunidad que regula la conducta del hombre en sociedad sobre la base de mandatos y concesiones» (L. Enneccerus y H. Nipperdey), A esta noción se 1e agregan otros elementos: así se destaca lo coercible de la normativa (Salvat) y se pone el acento en su fin de justicia y bien común (Llambías y Borda). Otra forma de dar su noción, que integra diversas perspectivas, es señalar que el ((derecho, en general, es un sistema de normas coercibles establecidas por el Estado, que rige la conducta humana en su interji?rencia intersubjetiva con miras a la justicia y el bien común>;. Nos referimos a «sistemat>, en tanto es un ordenamiento cuyos componentes se relacionan; las normas que Jo integran son ((coercibles:.~. puesto que su cumplimiento puede ser exigido coactivamente y son heterónomas, en cuanto se imponen por el Estado y se dirigen a regular ta conducta del hombre en sociedad, mediante mandatos, prohibiciones o autorizaciones para reaHzar valores que se integran en fa comunidad. De todos modos, debe destacarse la dificultad de dar una noción precisa y terminante de derecho en general. EHo no impíde~ conceptualmente, dístinguir et ordenamiento jurídico de otros, que también regulan la conducta humana, pero que no son idénticos aunque existan aspectos en los que confluyan y tengan vinculación, Tales son las reglas morales y }os usos sociales. Las reglas morales son autónomas e interíores y no son coercibles, por lo que su cumplimiento no es exigible. Por ello el Estado debe mantenerse neutral respecto a las morales individuales, en tanto sean autorreferentes, Parte genera!. Nociones 1ntrnduc1orias 11 Los usos sociales son exteriores, en cuanto surgen de fuera del indíviduo. y si bien no son obligatorias, su incumplimiento acarrea una sanción social. Por último, destacamos 1as diferencias con las normas jurídicas guc son exteriores y heterónomas, en tanto se imponen desde fuera del sujeto y son coerciblc.s, por lo que su cumplimiento es exigible y su incumpli~ miento acarren consecuencias previstas e-n el sistema. Sin embargo, es dable advertir que los ordenarnientos citados se vinculan cuando las normas hacen alusión a principios que reflejan verdaderos <<Valores Juridicos.)), tales como 1a libertad, igualdad, buen¡ fe, moral o buenas costumbres, etc. Estos principios generales sirven para interpretar !a iey y también como fuentes integradoras ante lagunas legislativas. 2. Evolución del derecho privado Deutro dd derecho se distinguen gn1pos o conjuntos de n·onnas que por referirse u sectores individualizados de la vida social y apoyarse en principios comunes, que le dan trabazón y coherencia, se consideran ramas autónomas, Es dable destacar que el concepto de autonomía de una determinada rama de] derecho y su correspondiente ciencia. son relativos, Ello pues e! objeto y método de estudio son esenciahnente uniformes tanto en la doctrina como en la jurisprudencia y, en muchos casos; Ia continua relación entre las distintas ramas es ínsoslayable, La tendencia actual, justamente, es 1a de borrar ciertas diferencias mantenidas desde antaño. Tal es !o que pasa con la neta diferenciación entre derecho público y derecbo privado, El derecho público supone el ejercicio del poder del Es1<1do (imperíum) y_sus nonnas se dirigen a ia organización del Estado y la <le-los entes que lo componen así como a la actividad que ies es propia; también regula su vincuio con los partícularcs en una relación en la que éstos le están subordinados. Dentro de su ámbito se encuentran el derecho constitucional, administrativo, internacional pllblico, penal, procesal. entre las ramas reconocidas tradidonalmente; ello sin perjuicio de otras, que inicialme.ntc ajenas a este derecho han í<lo consoHdan<lo sus notas pubticísticas como el derecho agrario D el laboral. Asirn!smo> se presentan nuevas Manual de Derecho Privado - Parte General Parte general. Nociones introductorias perspectivas en el enfoque que se realiza desde e! derecho urbanístico, ambiental y ecológico, registral, del transporte cuya inclusión en esta rama o en el ámbito privatístico ofrece «al menos dudas>; (Rivera). Ahora bien, es importante recordar en este punto que el liberalismo estadounidense, que influyó en la redacción de la Constitución de I 853, enfatizó el derecho de propiedad ( art. 17) y la libertad de comercio (arts. 9°, 10, l l y 12), que eran perspectivas propias del siglo XlX. Por el contrario, el enfoque de la reforma 1994 fue desplazar la atención del aspecto patrimonial y centrarla en la persona y desde allí ocuparse de su actuación en lo social y económico. Lo dicho supone que, en la actualidad, los derechos se deben interpretar desde una mirada pro homine (art. 29 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos); por lo tanto, se debe atender al hombre como ser digno y libre. Estas cualidades lo distancian de ser sólo un «animal racional», al decir de Fernández Sessarego y la perspectiva de los derechos humanos tiene influencia en todo el Derecho; conforman «un nuevo sistema solarn alrededor del cual se pretende que gire el derecho privado, al decir de Lorenzetti. Corolario de lo dicho es que la dicotomía tradicionalmente señalada entre el derecho público y el derecho privado se ha desdíbujado en tanto, siendo el ordenamiento jurídico un todo, los valores y principios constitucionales son de aplicación imprescindible. Ello pues se coincide en que la Constitución es una norma jurídica suprema y como tal tiene jerarquía superior a las restantes por lo que son operativas, siempre cumplen un rol trascendente en la interpretación de las normas inferiores y también determinan la invalidación con relación a la nonnativa que no se adecue a sus postulados. No obstante la innegable influencia generada por la «publicización del derecho privadm>, éste no desaparece como no lo hacen las ramas que lo integran. En efecto, no pueden borrarse las perspectivas desde las que las aborda la ciencia o dogmática jurídica. Esta tiene por objeto el estudio de un determinado ordenamiento jurídico mediante su interpretación, integración y sistematización con miras a su justa aplicación. 12 El derecho privado, por su parte, regula las rel~ciones entre los particulares y las de éstos con el Estado en un pie de igualdad, al menos desde !o jurídico, por lo que no se actúa en ejercicio de poderes especiales sino en una relación de coordinación entre los sujetos. De todas maneras, aunque estas categorías se presentan nítidas en su descripción dogmática, las diferencias entre derecho público y privado se diluyen en ciertas materias por influencia de la operatividad de las normas constitucionales. En efecto, la reforma de la Constitución Nacional (en adelante C.N.) producida en I 994, incorporó los tratados de derechos humanos con igual jerarquía (art. 75 inc. 22 C.N.); ello no modificó el techo ideológico de la Constitución, sino que reforzó el constitucionalismo social y conservó su eje de principios y valores (Bidart Campos). Impuso a la comunidad jurídica un abordaje distinto del que tradicionalmente se realizaba desde la visión privatista. Lo dicho deriva de que se debe mirar la Constitución como al primigenio «derecho común» y redescubrir su vigencia en la relación de sus normas con el derecho privado. En efecto, el «bloque de constitucionalidad» se integra con cuestiones que tradicionalmente fueron materia de la normatíva infraconstitucional privada (persona y sus atributos, familia, infancia, discapacidad, matrimonio, ciertas relaciones patrímoniales, algunos aspectos procesales, etc,). Asimismo, la reforma constitucíonal consagró la protección de nuevos derechos pluripersonales por pertenecer indistinta o alternalivamente a una pluralidad de sujetos, como integrantes de un grupo, categoría, clase o sector sociales. Tales son el derecho a la protección del ambiente, los dereckos de consumidores y usuarios, el derecho a la preservación del patrimonio natural y cultural, a la diversidad biológica, a la defensa contra la discriminación y a la competencia (arts. 41, 42 y 43 C.N,); ellos suelen ser denominados, en general, como derechos de los consumidores y usuarios, derechos étnicos o de los pueblos indígenas y derechos ambientales. Muchos de estos temas encuentran su regulación legal de fondo en un área considerada de derecho privado, según las potestades que corresponden al Congreso Nacional; en efecto, éste es el que dicta los Códigos Civil y Comercial, en cuerpos «unificados o separados)) (art. 75 inc. \2 C.N.). Por ello se ha perfilado lo que se ha dado en llamar la «constitucionalización del derecho privado». 13 ll. DERECHO CIVIL l. Noción El derecho civil es lo troncal del derecho privado; de él se han desprendido las otras ramas del derecho. Por ello se lo considera el derecho privado por antonomasia, general y común, por regular insti- 14 tuciones que dan respuesta a las cuestiones no especialmente reguladas por las demás asignaturas. El Código Civí! y Comercial de la Nación, sancionado por ley 26.994 del 1/1012014, promulgado por decreto del PEN 1795/2014 del 7110/ 2014, publicado el 8/10/2014 y vigente potley 27.077 desde el 1/8/2015, ha mantenido y en algunos casos reformulado, aquellas cuestiones que son comunes a todo el derecho. A modo ejempHficativ0 se menciona: lo relativo a la obligatoriedad y vigencia de las leyes; (arts. 4° y 5r C.C. y C.) y su eficacia temporal (art. 7º C.C. y C.); los modos de contar los intervalos del derecho (art. 6º C.C. y C.); la obligación de los jueces de resolver con razones fundadas (art. 3° C.C. y C.); el efecto del error de derecho (art. 8° e.e. y C.); la capacidad y sus restricciones (art, 22 y ss. e.e. y C.); Jo vinculado con los principios que rigen el sistema: la buena fe ( art. 9" e.e. y C.) y el «nm, amparo del ejercicio abnsí vo de los derechos {art. l O C.C. y C.); la inderogabilidad de las normas de orden público (art, 12 e.e. y C.) y la irrenuneiabi!ídad general de las leyes (art. 13 e.e, y etc. Así, su contenido impacta necesariamente en iodo el derecho por el amplio espectro de las relaciones entre las personas que abarca en general, sin referencia a actividades específicas, las que son considera~ das en otras ramas del derecho. Por ello repetimos con Buteler Cáceres, que: ,,El derecho cívil es el derecho privado común que rige integralmenle ía situación de la persona dentro de la comunidad, ~va mirada en si misma y a través de cuanto le es inherente, ya mirada respecm del nUdco famifiar dentro del cual se integra y completa, ya mirada como titular de un patrimonio, ya proyectada más allá de la muerte a través de la transmisión hereditarim~, Es decir que et derecho civil se ocupa de ía persona humana, desde su inicw hasta su fin, sus atributos y los derechos personalísimos. íncluso en su proyección post moriern; regula lo relativo a las personas jurídicas, organizaciones humanas que tienen fines y patrimonio propio, que actúan conforme sus reglas y contribuyen al bien comlln y las cualidades que les son específicas. Trata la familia, que contiene instituciones de trascendente proyección socfal; aborda lM actividades que dan dinámica al tráfico jurídico de orden patrimonial y sus diferentes causas fuente (obligaciones y contratos, responsabilidad civil, etc.) y lo relativo a los derechos reales; la transmisión de los derechos por causa de muerte; fas disposiciones comunes a los derechos reales y personales y las normas de derecho internacional privado. Partn gen.erai r~or.iorrns intrnductorlas 15 2. Breve reseña histórica Pese a las mutaciones sufridas a lo largo de los siglos, existe coincidencia en entender que el derecho civil corresponde al llamado ius civih\ locución que es «traducción literal de la latina,), según nos ensefiara Butde-r Cácercs; fut el derecho particular del ciudadano rumano ul qw..'. se contraponía el derecho de gentes (ius gentiwn), consídernúo den:cho universal. Por lo tanto, podemos ubicar el origen del de,rcdm civil en la antigur.. Roma, cuyo derecho evolucionó desde la Ley de las XIJ Tablas {años 45¡;449 a.C.) hasta "1 Código de Justiniano (529 a 533 d.C.) (Corpus Juris Civile): Esta obra, que ha sido calificad.a de ,,monumentah), contiene las normas de diversas fuentes y mediante su influencia posterior logró consolidar y transmitir lo sustancfal del derecho romano. A pesar de fo caída del Imperio en occidente-. este d~recho mant.uvo su influencia y fue tomado por los invasores que lo aplicaron con dJVersas modalidades en sus reinos. En la Edad Media~ se produce !.a «recepdóm, en Occidente de la obra de Justiniano, nacida en el Imperio Romano de Oriente. Así el derecho romano se convierte en «derecho comú1rn, especialmente en Alemania v. tarnbíén en Esnafia. Italia y Francia, a través de la lahor de los glosad~res y posgiosadorcs, entre los siglos Xli y XVL El d~rce-ho canónico también recibió la in fluencia del deri:cho romano a partrr de ia conversíón 111 cristianísmo dd emperador Constantino, Posterionnentc. a raíz de las modificaciones políticar.; ocurridas en Europa en el siglo XVfl, las <,j(kmulas de derecho prih!icn cnntenidas en el Corpus luris Civile pierden virtualidad. Sólo las conserwm las {t)rmulas que atañen al derecho privado;; (Buteler Cácts-res), Por lo ·tanto, se impuso la idcntlficaclón dd de,recho civil con e] derecho privR<lo, diferenciOndoselo del derecho público. En este proceso se <lestnta la influenda de dos grandes jurisconsultos: .lean Domat, en primer lugar, Y luego Pothier, cuyri obra tuvo gran influencia en el Código Civíl francés de 1804 1 llamado ,.,Código Napoleón», el que pnsteriormeníemarcada el rumbo de la codlficación europea y americana. 3. El Código Civil argentino Siguiendo al maestro Buteler Cáceres, diremos que un código es «un cuerpo orgdnico y ststemá,·ico de proposiciones jurídica:: que Manual de Derecho Prí'Jat:k · Parte Genera! Parte genera!. Nodor,es lntrcductorlas atañen a 111w determinada rama de! derecho y que se estructura según un método> Es, por tanto, una ley que procurn concentrar todas las normas referidas a la materia qm; trata al momento de su sanción y que se caracteriza por responder a una detenninada sistematización metodológica en el abordaje de su contenido. Esta ambición de contener lodo el Jerecho. cabal en siglos anteriores, ha sufrido importantes modificado-. nes r.:n su perspectiva, ta! como veremo:-. Respecto de la conveniencia o inconveniencia de cristalizar una rnma del derecho en un código, debe recordarse la célebre disputa entre Savigny y Thibaut en el siglo XIX, con posteríoddad a la sanción de1 Código de Napoleón. En aquella oportunidad se discutía fo ventaja de dictar para Alemania un código :simllar ni francés, A ello :se opuso Savigny quien, como representante de 1a escuela histórico dd derecho, entendia que 1a codificación cristalizaba el derecho, Sin embargo. la tendencia codificadora se impuso finalmente y continúa manteniendo su vigencia en nuestros días, atento a la ventaja que representa aun frente al peligro de inmovilizar el derecho, Ello pues~ la materia, regulada exclusivamente en un texto ordenado y sisternatizadu, es más fácilmente conocida, interpretada y apiicaUa brindando seguridad jurídíca, !o que no impide que el derecho se actualice a u·avés de la labor de la doctrina y la jurisprudencia y, en su caso, de la sanción de leyes especiales, como ocurre en nuestros días. Lo dicho es :ün perjuicio de reconocer que 1 corno repasaremos más adelante, las muhu.:iones de la sociedad hayan requerido y requieran introducir modHicacíones en los dlseños originales. lncluso más, ante cambios fundamentales en d pensamiento jurídico. como consecuencia de las profündas lransformaciones sociales del siglo XXI, se tornó necesaria la renovación íntegra[ los textos codificados. No obstante, corno ha dicho Rivera, cun referencia al conienído rle los códigos, hoy ,, , obvio és que ya no pretenden ser perennes ni abarcativos de lodo el derecho privado;;. regulaciones jurídicas se planteó como una forma más de acentuar el alejamiento de Espafia. De esta manera se fue conformando lo que se llamó el ,<derecho patrim1., que surgía de las leyes dictadas por los gobiernos provinciales y coexistía con el derecho hispano. A partir de la necesidad de contar con un derecho propio se producen intentos de concretar la redacción de códigos. El primero se plas1ua en 1852, a instancias de Justo José de Urquiz.a después de Ja batalla de Caseros, pero la vocación separatista de Buenos Aires frustró el proyecto. Es esta provincia la que logra la aprobación del Código de Comercio en 1859, en cuya eiaboracíón participaron d uruguayo Eduardo Acevedo v el cordobés Dalmacio Vélez Sársfield. Este cuerpo de normas come-rciales se extendió a toda la Nación en 1862, después de la integración de Buenos Aires a la Confederación. Con posterioridad, una nueva versión entró en v¡gencia en 1890. En l 864, siendo ya presidente Bartolomé Mitre, interpretando la ley que autorizaba .al Poder Ejecutivo a no1)1brar comisiones para proyectar los códigos de fondo, designó a Dalmaci-0 Vélez Sársfield_, que había sido ministro de Hacienda y había participado-en la redacción del Código de Comercio~ como vimos, para redactar el Código Civil. Parfl este magno trabajo, el codificador sólo contó con amanuenses, encargados de pasar en limpio sus borradores: Victorino de la Plaza (quien llegaría a ser prcsidentet Eduardo Dfaz de Vivar y su prupfa hija, Aurelia. Los borradores se encuentran en !a Blblioteca Ma) 0r de nuestra Universidad en el tiamado «templete» de Vélez Sársfield. Yn en junio de 1865, remitió el proyecto del Libro I, con una interesante nota donde se destacaran aspectos estimados importantes para llevar adelante su labor. Este libro y los restantes fueron pubiicados y distribuidos para consideración de otros juristas a medida que eran entregados. As[, el Libro 11. seceiones primera y segunda, fue publicado en 1866; la sección tercera del mismo Libro II en 1867; el Libro fll en 1868 y el Libro IV en 1869. Es decir que, en cuatro años y cuatro meses, se terminó la obra. Ya presidente Domingo Faustino Sarmiento fue sancionado a <<libro cerrado pero a ojos abiertos» (Llambías) en setiembre de 1869 y entró en vigencia a partir del primero de enero de 1871 (Ley 340). La primera edición del Código Civil, encargada en Nueva York, tuvo numerosos errores~ la nueva edición ,wficial y auténtica>:. es la llamada Edición Pampa, por el nombre de la editorial que la compuso en 1883. 1• a La codificación en la Argentina A partir de la gesta emane-ipadorn, en l 81 O, la leglslución española vigente hasta entonces no podía sostenerse: la búsqueda de nuevas 1 17 Manual de Derecho Privado - Parte General Parte genera!. Nocíones irhJ:Júctorias La magna obra de V élez Sársfield evidencia su erudición y ello maravina si imaginamos las condiciones y dificultades de la época para acceder a las fuentes; su conocimiento y refore-ncía resultan de las notas bien hay una intima relación entre economía y derecho, los objetos los distinguen: el objeto de estudio de la ciencia económica es una conducta humana motivada por el fin de satisfacer determinadas necesidades, En cambio, objeto de la ciencia jurídica es la norma jurídica impuesta por el Estado, a que debe someterse el hombre en su uctuadón con los demás. La unidad del derecho privado. que desde el Corpus )uris Civilis constituía una tradición en la Europa continental, pareció escindirse en la segunda mitad de-l :sigio pasado y cnmíenzos del actual en dOs sistemas parale1os aulnsnficientes: e! derecho civil por un lado y el derecho comercial por el otro, proput'sto como una unidad sistemática indepen~ diente. Según Halperín el derecho comercial no es el rcsuha<lo de una concepción dogmática del derecho privado: es el fruto de circunstancias históricas y económicas que producen su aparielón corno rama separada por insuficiencia del derecho comúnj de-sbor<ladn por las necesidades deJ comercio, por falta de instituciones adecuadas para la regulación de su actividad. En síntesis 1 es una e.alegoría histórica. Para aproximarnos a una noción dé derecho comercíal y de lo que lo caracteriza, comencemos recordando que las normas jurídicas son normas de condncta ímpuestas por el Estado con carácter necesario para las relaciones de !os hombres en su vida sociaL No podemos concebir al ser humano fuera <le una comunidad más o menos organizada. Como noción; podemos decir que el derecho comercial es el conjunto de normas jurídicas que regulan la materia mercantil. Ahora bien, ¿qué es comercio? A! decir de Siburu, es la activídad humana que tiene por objeto mediar entre la oferta y la demanda para promover, realizar o facilitar tos cambios y obtener con ello una ganancia calculadh sobre lo diferencia <le los valores en CHcstión, El derecho comercial ret,rula !as relaciones surgidas de dicha actividad. pero además rige otras actividades que no encuadran dentro de la noción dada y que, sin embargo, la ley declara mercantiles por su .afinidad más o menos estrecha con esas. Algunos autores, a la hora de elaborar un concepto, se han enrolado en una posición suhjt:tivista, propia del derecho alemiln. Von Gie-rke sostiene que el derecho comercial es d dertcho de íos comerciantes. Quienes siguen el modelo del Código de Comercio francés, sostienen que el derecho comercia} es el derecho de lns actos de comerclo. 1B colocadas al pie del articulado del texto del Código. El Código Civil de Vélez (vigente desde enero de 1871 hasta julio de 2015)~ aun con todos los cambios introducidos por vía legislativa, jurispn1dencial y constitucional, reguló la vida de Jos habitantes de la Argentina por más de ciento cuarenta años. Ello amerita conocer el perfil de su autor cuya obra hace a Ja historia jurídica argentina y marcó un hito en el fenómeno de 1a codificación americana, h. Perfil de Da/macia Vélez Sársfield Nació en Amboy, departamento Calamuchíta, provincia de Córdoba, el 18 de febrero de 1800, después de la muerte de su progenitor. Estudió en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Monserrat y siguió la carrera de Leyes en la Universidad Nacional de Córdoba; se instaló en Buenos Aires pero con la toma del poder por Juan Manuel de Rosas debió exiliarse en Montevideo. Tras la caída de Rosas; ocupó sucesivamente los cargos de senador, canciller y negociador diplomá.Lko entre Buenos Aires y la Confederación. Después de ejercer diversas fundo~ nes, fue ministro de Hacienda de Mltre (1863) y ministro del Interior durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento (1868 a 1871). Falleció en Buenos Aires el 30 de marzo de 1875, Sus restos mortales descansan en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio de Justicia de la ciudad de Córdoba. III. DERECHO MERCANTIL '" l. Noción y caracteres Para precisar un concepto de derecho comercial resulta necesario recordar previamente el concepto económico y jurídico del comercio. Si (2) En este punto seguíremos, en general, los [ineamientos planteados por Az.FRRAn nE Votrorr, M.R, «El derecho rnercantih)_, Temas de derecho privado, Advo-:atus, Cba., 2000, con los ajustes q¼e requiere la perspectiva u:'!ificadorn. 19 Manual de Oernct10 Pnvado - Parta Ganera1 Pano genernL Noctones introductcnas Fontanarrosa sostiene que el derecho comerclal aparece tomo el conjunto de normas jurídicas que regulan la materia comcrclaL Y agrega que determinar eJ contenido del derecho comercial suscita dificultades y sostiene junto con Goidschmí<lt que: 1,Todo elemento de hecho perteneciente al comerdo -a sus nego<:1os. objetos y sujetos- se llama materia de ('Omercw». En realidad (,materia de comercim} es una expresión moderna, definida por algunos ,.;orno toda relación directa o indirecta derivada de actus que la ley considera comerciales; para otros, comprende ias personas y los negocios que hacen pasar las mercaderías de quien las produce u quien la,, consume y remontar el precio del consumidor al productor. Otras formas resultan de la concepción del receptum, con la responsabilidad agravada en mateda de transporte y depósíto necesario. Incluso cabe aceptar que no se ignoró un derecho marcario, como resulta del hallazgo de vasijas_ para aceite con los signos distintivos de su elaborador, ni tampoco el cambio a distancia, como lo demuestra la carta de Cicerón para el pago de una suma destinada a la educación de su hijo en Grecia. Mas; dice Halperín, estas regulaciont:s estaban incluidas en ei derecho común debido a que el derecho pretoriano dio al derecho quiritario una flexibilidad extraordinaria para adaptarlo a las relactones con los no ciudadanos, para adecuarlo a las necesidades jurídicas creadas por esas relaciones. La mayorla de los autores relaciona la aparición de! derecho mercantil con la caída de! Imperio de Occidente. Cuando esto ocurrió, se quebró la unidad jurídica de Europa romana por el fraccionamiento (hasta el desmenuzamiento) de la soberanía poHtica, y por la invaslón de los bárbaros que introdujeron su propio sistemajud<lico o, en alguno;s casos~ lo impusieron. En consecuencia, la unifonnidadjurídica,-resultado de la organizacUm de las conquistas romanas, se quebró. " Con esto desapareció la seguridad materíal de personas y bienes, el tráfico se tornó inseguro y hasta se extinguió eJ comercio entre las ciudades próximas, reanuditndose relativamente hacia el siglo XL 20 Podemos concluir que no ha sido logmda todavía una noción jurídica unitaria, por lo que debemos decir que es comercial. en sentido jurídico, todo supuesto al que la ley califica como mercantil. Se han unificado los códigos civil y comercial, (atq>ecto sobre el cual hay ww amplia coincidencta en la doctrina jurídica argentimJ>i (Fundamentos del anteproyecto·¡ pero ello no implica la desaparición de las ramas dei derecho que contiene; eLo se vincuja fundamentalmente a lo patrimonial, en orden al perfil de quienes desarrollan actividades empresarias, a cJertas personas jurídicas y ::i las obligaciones y contratos que por su imbricación han facHitado la inclusión de instituciones afines en un único cuerpo normativo Lo dicho supone reconocer la dínámica del derecho mercantil, ei que se ha destacado por ser consuetudinario; progresivo; universal; fragmentario: dúctil; sustantlvo y expansivo. 2. Breve reseña histórica En d derecho romano, que nos interesa especialmente por su influencia en fa concl!pción de los principios fundamentales de nuestro derecho privado obtigacionai, no existió un derecho comercial tal como lo concebimosactuahnente. Sí existieron instituciones comerciales y una intensa vida económica en la época de apogeo. Ef derecho marítimo de Roma asuníló diversas instituciones de! derecho helénico 0 recibió su influencia; si hien la sociedad tenía una regulación rudimentaria, supo elevarse cuando las exigencias económí~ cas se lo lmpusicron (las ::;ociedadcs de los: argentotii, por ejemp1o, en las que algunos autores creen hallar los primeros elementos de nuestra sociedad anónima), 21 Debido a que los señores feudales necesitaban abastecer a sus súbditos, para acrecentar su poderío, se reanudó el comercio entre Jas diversas ciudades y dominios feudales, Esta época se caracteríz6 por la diversidad d¡; derechos a que estaban sujetos los part¡cipantes en esos negocios. En dicho contexto, a fin de resolver los picitos que se suscitaban, fue necesario crear tribunales especiales, los que estuv .ieron formados sólo por comerciantes. Como corolario surgen normas a reglas jurídicas basadas en las costumbres comerciales y, como lógica consecuencia, ei establecimiento de su jurisprudencia. El régimen corporativo existente hizo que se reguiaran en sus estatutos nomias no sólo de carácter técnico ( de 1a producción) sino también de regulación del tráfico. En ciudades como Milán, Florencia, Génova, Venecia, los funcionarios de las corporaciones., al asumir sus cargos, no sólo publicaban su juramento sino también las decisiones de los consejos. Una vez recopila- 22 Mar.ual de Derec:rn Privado Parte Go:rnra! das estas decisiones, se les dio el nombre de estatutos, y juntamente. con Parte general Nociones lntroductori¡¡::, 23 3. Sistemas legislativos contemporáneo~ las costumbres servían de guía para la resolución de litigios. Quienes aplicaban estos estatutos eran los tri_bunaks consulares integrados por dos o más comerciantes y en raras ocaskmes por un jurisconsulto. Eran decisiones inapelables pero. cuando se admítfo en las causas graves la alzada, era desempeñada por un tribunal de comercian~ tes y en caso de disentir, por una asamblea genemL Como quedó dichoj fue en la Edad Media cuando floreció el comercio (especialmente en Génova; Venecia, Florencia, Pisa). En muchas ciudades, fa dirección de la cosa púbHca quedó en manos de las entidades gremia]es; estas corporaciones organizaron expediciones mercantiles y las ciudades del Mediterráneos.e cornunicaron con el resto de Europa. Es en ese entonces que se afinna e] derecho comercia] como derecho autónomo. Se constituyeron ligas) hermandades; se realizaron actos que dieron lugar a determinados usos y costumbres, siendo necesario reglamentar dichas operaciones, y crear en consccuenda jueces especiales para entender en los litigios surgidos de dichos negocios, Esta legislación se aplicó sólo a los comerciantes, o sea que tuvo caráct~rprofesional. Se aplicaba a comerciantes inscriptos y, según comenta Rocco, por muchos siglos los límites de la autoridad del derecho comercial fueron señalados por los límites de la competencia de los jueces consu]ares. Las contiendas sobre puntos ajenos a fa especialidad profesional quedaban sometidas al derecho común, La comerciaHdad nació con la inscripción, ésta otorgaba 1a calidad de comerciante, y los actos que realizaba se presumían c-omcrciaics. Esta concepción limitada de carácter subjetivo duró poco, Bien pronto hubo que beneficiar con ias ventajas de ese derecho consuetudinario a aqueIIos que realizaban transacciones con esos comerciantes inscriptos. Cuando el Código francés de 1807 enumera los actos de comercio lo hace como activídad aislada, y su repetición habitual convertía a quien lo ejecutaba efl comerciante. Es el sistema llamado objetivo, Los actos del comerciante se presumen comen;iales., pero no toda la actividad mercantil es actividad del e-omerciante. La Influencia del carácter dinámico dei derecho comercial sobre las obligaciones y los contratos se percibe en fonna fomediata y el acto de comercio comprende todas las rc]acioncs económlcas, obligaciones y contratos~ sean civHes o comerciales. Es de destacar que este derecho qu;;; se inició corno un derecho exclusivamente de los comerciantes, llevó a la ampliación de su ámbito a qutenes no son comerciantt:s, en razón de las características del negocio realizndo, Su dclimitnción inicialmente tiene un carrictcr «suhjctivor,. Es dable advertir que, aun aplicado a los comerciantes no ins.criptos, ei <lercch-o comercial siguió sit:ndo <<:mbjetivo», aunque en base a actos de comercio <{objetivos)). Los estudios de Goldschmiút, Lanes. HuVeíín, Rehme, Lastig, ~ntre otros juristas, nos pi;,;nn!ren concluir que la ex pan~ sión dd derecho mercantil iniciada con !os actos de los comerciantes fue ampliamente proseguida con los de comercio aíslados. El aclo y no quien lo ejecutaba dio canicier comercial a la actividad conkmplada, regida y protegida por la ley mercantil. Así, su ámbito se ha ampliado enormemente_ Con et capitalismo y la gran industria aparece el ;;.Téditu, y con dlo lo que hoy se conoce como titulo;<; de crédito - Estos, al independizarse de las cau&as q11e ks dienm origen, se trnnsformflron en valores autónmnos, capaces de generar nuevas operaciones. Tamhlén se crearon ios nuevos tipos dt: sociedades (anónimas, de rcsnonsahilidad hmüada, de economía mixta), con una enorme influencia, sobre la economía, como resuhó asimismo la importancia de los seguros, Todo este hervidero de interest.•s ectmómicox entrelazados, cuya naturaleza no es siempre fácil <le determinar, ha quedado sometido al imperio de la legislación mercantil (Fontanarrosa). Y tales hechos exp1íva11 por que en el campo del derecho de las obligaciones, el derecho civil ced.ió terreno constantetnente al derecho comercial. Y hov se habla del derecho de la economía organizada y de la empresa y ell~ se ha pla~mado en el código unili.ca<lo. Salanowsky reconoció la dificultad para definir o caracterizar el derecho comercial, porque precisamente 1o que se discute es su contenido 1 como ámbito gen6rico de aplicación. Por ello, pues. el derecho comercial no contempla únicamente los actos dt: círculación o intermediación, sino que se extiende a los actos de producción y de consumo, lo que ha permitido incorpornr a su ámbito tani:o la industria como el comercio. 24 Manu.ai ◊e Derecho Privado - Parte Gene,ai rv. EL CODIGO CIVIL y COl\tERClAL l. Proyectos de Cbdigo Civil y Comercial La unificación <lcl dcn:cho privado supU;io un esfuerzo de síntesis para regula: las instituciones que ti..!ncn en común el derecho civil y el cmncrciaL Se ha <lestacndo que ello e~ fruto de fuertes ürfluencias rccíprn::as, lo que se ha descripto como la «comerclalüación del derecho civil;) y la «civilización del derecho comcrciab> (Rivera). La Constitución Nacional, reconoce como facultad dei Congreso de la Nacíón la de z<Dictar los ,,,;ódigos Civil, Cmncrciaí, Penal. de Minería, y del Trabajo y Seguridad So::íal. en cuerpos müficados o separados~ sin que tales códígos alteren las jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación a los tribunales foderales o provinciales, según que las cosas o las personas ::aycrcn bajo sus respedivas jurisdicciones ... }) (art. 75, inc. 12). Por lo tanto, nada impi<lc la unificación di.: los textos en un único cuerpo, au114ue ell-o implique la derogación de uno o ambos códigos. Han existido diversas propuesta::; unificadoras del derecho privado, siguiendo criterios plasmados en jornadas científicas y en el derecho comparado. Repasarernos estas últimas y nos detendrcmo& en la última propuesrn realíza<la en 2012, que dio lugar a la sanción del Código Civil y Comercial de la Nación. A partir de i 986 se adviene una u.•ndencia a plantear la conveniencia de unificar la legislación civil y comercial, lo que habia sido ya anaUza<lo en el ámbito nacional y extranjero y tenía precedentes en la legislación de Sui:ta e ltalia, Ese afw se crea una comisión especial encargada de proyectar ü1 unificación de la legislación, ia que propuso la reforma integral del derecho civil en materia de obligaciont':S y contratos v la derogación del Código de Comercio; su propuesta, en 1991, se c~nvirtió en k; pero fue vetada en su totalidad por el Poder Ejecutivo en dícicmbre del mismo año. Existieron también otros dictllmcnes a cargo de comisiones designa~ das pur la Cámara de Diputados de la Nación para la reforma integral del Código Civil y otra por iniciativa dei Poder Ejecutivo en 1993, cuyos alcances erun <lifercntes pero nJnguna fui: tratada en ambas cámaros" Con posterioridad, e! Po<lcr Ejecutivo de la Nación creó otra Comisión <le Reformas al CótEgn Civil, en ! 995, ponkndo énfasis en el Parte genera!. Nociones introti,.;ctorias 25 impacto que la reforma constitucional de 1994 tendría en el derecho privado a partir de la íncorporacíón de los tratados y convenciones de derechos humanos y en la necesidad de brin{1ar un derecho actualizado que concretó su labor en el Proyecto de Código Civil y Comercial de. 1998, que tampoco fue sancionado. Finalmente, por decreto presidencial N' 19!!2011 del 23 de febrero de 2011, el Poder EjecuLivo Nacional designó la «Comisión para la elaboración del proyecto de ley de reforma, actuaiización y unfficación de los Códigos Civil y Comercia! de la Nacióm;, integrada por los doctores Ricardo Luis Lorenzettí y Elena Highton de Nolasco; au1bos Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y por !a doctora Aída Kemelmajer de Carlucci, prestigiosa jurista de trayectoria nacional e internacional y ex miembro de la Corte Suprema de la Provincia de lvfondoza, quienes redactaron el «Anteproyecto de Códlgo Civil y Comercial de la Nación» y sus Fundamentos; el que con ciertas modificaciones introducidas por el Poder Ejecutivo, fue presentado al Congreso de la Nación con fecha 7 de junio de 2012. La Nota de Elevación del Proyecto de Código Civil y Comercial de !a Nación por parte del Poder Ejecutivo al Congreso de la Nación, destaca que «La codificación es un fenómeno que responde a un sistema coheren!e de ideas políticas, económicas y filosóficas que lo wn:tebran, confiriéndole una unidad interna, considerándose como una ley natural de la evolución juridica» y señala que ese cuerpo normativo debe responder al concepto de Estado constitucional. socia!, democrático y de derecho y que éste debe reflejar los problemas cotídhrnos que tiene la sociedad encauzando las relaciones jurídicas entre los individuos. El planteo de la unificación del derecho civil y comercial ha tenido amplia aceptación en tanto se refiere al aspecto patrimonial, ámbito en el que i<-1s normas de derecho civil siempre han operado como reservorios para la solución de cuestiones no contempladas especialmente por el derecho mercantil; a ello se suma que el Código de Comercio estaba notoriamente restringido en su vigencia pues había sido paulatinamente sustituido por leyes especiales. Esto por resultar inadecuado para las modernas formas de relacionarse en el comercio y por ser, por la círcunstancia histórica de su sanción, reiterativo en materia de obHgacio~ nes y contratos. La necesidad de ajustar <dos códigos>> a los requerimientos del siglo XXJ províene 1 entonces, tanto de las nuevas perspectivas del derecho Manual de D-erecho Privado ~ Parte General Parte genaraL Nocltmos introducto:ias civil a ía luz del derecho constitucional, los cambíos sociales y 1os avances científicos y tecnológicos (revalorización de la libertad, dignidad e igualdad de las personas, identidad de género, capacidad progresiva, lado las propoestas del público general y por el otro la participación de especrnhstas. Sobre este último punto se señala que en su e-laboracíón t~vieron partic~pación ~a través de informe:-- reconocidos juristas argen~ tinos Y extranjeros; destaca que también si.~ tuvieron en cuenta los cambios int:oducidos a través de la labor jurisprudencia! y legislativa, por la que se mtroduJeron nuevas cuestiones y cambios esencial-es en diferentes instituciones. 26 matrimonio igualitario; uniones no matrirnoniales 1 trasplantes de órganos;, técnicas de reproducción humana asistida, etc.), como de las exigencias del tráfico jurídico (contratos de cláusulas predispuestas, relación de consumo; leasing> contratos asociativos, franquí-cia, fideicomi~o. persona jurídica unipersonal, conjuntos inmobiliarios, tiempos compartidos, cementerios privados, superficie, etc.). Por lo dicho, la reformulación se produce en el ámbito del derecho privado en general y aparece como conveniente mantener la unidad de texto con las ventajas que ya hemos referido, tiene la codificación, en tanto la entidad de las modificaciones necesarias exige dar unidad y coherencia al sistema. De todas maneras, aun en los proyectos anteriores, no.se ha previsto la eliminación de toda otra legislación lo que resultaría irrealizable e inconveniente; ello, por cuanto existen cuestíones que re-quieren un tratamiento legislativo propio por su especificidad y dinámica. Siguiendo lo expuesto por Rivera, resulta claro que los Códigos Civil y Comercial han sufrido tantas modificaciones «que les han hecho perder organlcidad, método, claridad» y por tanto la recodificación resultó la única solución posible al problema. 2. La Unificación La recodificación ha permitido organizar <le manera coherente y sistemática un sinfín de leyes que fueron adecuando y actualizando ia materia civil y comercial a la realidad social. Con la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial de la Nación, se derogan específicamente los Códigos Civil y Comercia! y leyes especiales cuya materia fue introducida al articulado del Código y se modifican otras leyes para adecuarlas al nuevo contenido. A diferencia del Código Civil y el Comercial anteriores, que puede decirse «tienen nombre y apellido de autorn, la reforma actual es el resultado de \lll arduo trabajo colectivo, La Comisión fonnada para la redacción del Anteproyecto habilitó la participación de la comunidad para realizar aportes en la elaboración del Código en dos niveles: por un 27 Entr~ ios aspectos valorativos que caracterizan al cuerpo normatho, se mencrnna la recepción del principio de ,,zconstitucionaHzación dd derecho privadm,, Di-cba perspectiva profundiza ía tutela de la pocsona humana Y las diversas forrnas de fatniha, propias de una en una sociedad pluralísta; refuerza el abordaje de los derechos individuales sin descuidar los principios de sociabilidad a panír del paradigma protectorio de las personas en situación de vulnerabilidad (paciente&; consumidort.~s, per~ sonas con capacidad restringida) y de la protección de la vivienda. Se apunt:1; además, a apoyar una igualdad real, la no discriminación y ia segundad de las transacdones, Esto es así porque a partir de la reforma constitucional de l 994 y la incorporación de los tratados internacionales sobre Derecho J.fumanos,. eí derecho priva,do se vio profundamente modificado. Así, de manera inicial, la nueva codifica• cíón establece el deber de aplicar e interpretar su normativa conforme con la Constitución Nacional y los tratados de derechos humanos en los que la Argentina sea parte (arts. l" y 2" C,C, y C.) y luego, a lo largo de su articuJadu, el principio de constitucionalización del derecho privado se ve plasmado en la regulación de diferentes instituciones jurídicas, con normas de orden públíco. . A cont~nuación se destacan -sólo en forma general- algunas de las mcorporactones y cambios del nuevo códign: Recon.ncimiento de los derechos de incidencia colectiva bienes relacionados {arts.. 14 y 240 C,C. y C.), que habían sido incorporados al sistema jurídico por la C.N. en sus arts. 4 J y 43; J' lo-, La persona humana: se introduce este nuevo térrn ino en reemplazo de la f<persona de existencia física o vísíblcm y en base a las nuevas tecnologías reproductivas se distingue la filiación derivada de la procreación natural de ia generada por técnicas de reproducción humana asistida; Derechos y actos personallsimos. con anterioridad tenían rncepción en la C.N,, tratados internacionales, leyes especiales, 28 Manual de- Derecho Privado - Parte Genera! doctrina y jurisprudencia, ahora se ]os regula expresam<:::nte: la irrviolabílidad de la persona humana (art. 51 e.e. y e.), la protección de la dignidad humana y la imagen (arts. 52 y 53 C.C. y e,), También se introduce normativa referente a derechos sobre el propio cuerpo y la protección y derecho de disponer del cuerpo humano (arts.17, 26, 56, 58 y ss. e.e. y e.), La protección del derecho a la identidnd surge de diferentes nonna~ uvas, tanto de instituciones contempladas en el Código (are;. 69, 595, 596, 6 lJ, 629 e.e. y e.J como en leyes especiales (ley de Identidad de Género 26.743; ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes 26,061; ley de Banco Nacional de Datos Genéticos 26.548, Convención Inter• nacional sobre los Derechos del Niño, ley 23.849); Nombre Je las personas humanas: sobre el prenombre se amplía la posibilídad de su elección (art. 63 e.e. y C.}; refürmula el régimen del apellido para los hijos matrimoniales con reglas concordantes a la igualdad que debe haber entre los cónyuges (art. 64 e.e. y e.) y posibilita el uso del apellido del cónyuge apelando a la preposición «de» o sin uso de ella (art. 67 e.e. y e.J; Personas menores de edad: se regula el sistema de la capacidad progresiva (art. 26 e.e. y C.J en consonancia con lo dispuesto por la Convención internacional de los Derechos del Niño (art. 75, inc. 22 e.N.), por la ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes 26.061 y el principm rector del interés superior que debe imperar en las resoluciones en las que estén involucrados sus derechos; Persona,-; jurídicas; se deja sin vlgencia la denominación -:~personas de ~xistencia ideab> y se utiliza exclusivamente el término «personas jurídicas>;,- (art. 141 C.C. y C.); regula los atributos y efectos de la personalidad; establece disposiciones sobre su funcionamiento, disolución y liquidación; introduce normas sobre la constitución, objeto, funcionamiento, disolución y liquidación de las asociaciones civiles; mantiene la figura de las «simples asociaciones» ampliando su regulación específica e incorpora a su articutado las «fundaciones>> (previamente reguladas por ley 19.836), las define y establece todo el régimen legal aplicable desde su creación hasta su disolución, todo ello sin Parte. generaL Nociones intrcductor¡as 29 per:iuicio de reconocer otros tipos regulados por leyes especiales (sociedades, cooperativas, etc.); Hechos y actos jurídicos: se amplia la teoría de los hechos y actos jurídicos a las relaciones o situaciones jurídicas en general; establece la edad de 13 años para e! discernimiento de los actos lícitos y mantiene la de 10 afios para los actos ilícitos (art. 261 C.C. y C.); distingue entre vicíos de la voluntad (arts, 265 v ss. e.e. y e.) y vicios de los actos jurídicos (ar!. 332 y SS. e.e. y e.), destacándose el principio de conservación de los actos (arts. 269 y 384 e.e. y e.); mantiene la distinción entre instnlmentos públicos. privados y particulares. incorporando a estos últimos los medíos informáticos (arts. 287 y 288 e.e. y C.); la ineficacia de los actos jurídicos tiene lugar por nulidad, que se clasifica en absoluta y relativa (art. 386 y ss. e.e. y e.), parcial o total (art. 389 e.e. y e.) o por inoponibilidad (art. 396 e.e. y e.); Relaciones de familia: se respeta el matrimonio entre personas de igual o diferente sexo, ya incorporado al Código Civil por ley 26.618; admite la posibilidad de realizar convenciones matrimoniales (art. 446 y ss. e.e. y e.) y se diseña un doble sistema para el régimen patrimonial del matrimonio: de comunidad o de separacíón de bienes; modifica la posibilidad de contratar entre cónyuges -salvo que estuvieran bajo ei régimen de comunidad de bienes (art. 1002 inc, d, e.e. y e.); en materia de divorcio: desaparece !a separación personal~ el divorcio vincular no requiere plazo mínimo de matrimonio ni causa para su procedencia y puede ser solicitado por uno o ambos cónyuges (arts. 435 y 437 e.e. y e.); regula las uniones conviveneiales (art. 509 y ss. e.e. y e.); incorpora junto a la regulación de la filiación natural y adoptiva, la filiación por medio de técnicas de reproducción asistida (arts. 558 y 560 y ss. e.e. y C.); introduce cambios en la institución de la adopción, en los principios generales que la rigen y en los requisitos formales y procesaies para su procedencia (art. 594 y SS. e.e. y e.); regula la titularídad y ejercicio de la responsabilidad parental ( art. 641 y ss. e.e. y e.) y los deberes y derechos de los progenitores e hijos afines (arts. 672 y ss e.e. y C.) e incorpora principios y nonnas que deben regir en los procesos de familia (arts.705 y ss e.e. y C.); Obligaciones: se unifican sin dístinción entre civiles v comerciales (arts. 724 y ss C.C. y C.): elimina las obligacion~s I 30 Manual de Derecho Privado ~ Parte G-enera! Parte general. N{lcione.s 1ntrocluctorlas 31 naturales; introduce la caducidad de los derechos (arts. 2566 y ss C.C. y C.) y distingue específicamente la prescripción (ley 26.356), el cementerio privado y la superficie en sentido amplio (la superficie forestal ya estaba regulada por ley 25.509); liberatoria de la adquisitiva (arts. 2532 y ss C.C. y C.); Contratos: se unifican los contratos del derecho civil y comer- Los derechos de las comunidades mdigenas en cuanto a la posesión Y propiedad comunitaria ,k las tierras con especial rcmision a lo contemplado por la C.lf (art, 75, inc. 17) cial; incorpora a 1a codificación contratos que estaban regulados por leyes especiales como: el leasing (art.l227 e.e. y C.) y el fideicomiso (art. 1666 e.e. y e.) e introduce la regulación de otros contratos no tipificados como por ejemplo: la franquicia (art. 1512 e.e. y e.); Sociedades: se unifican las sociedades del derecho civil y comercial y se mantiene la vigencia de la ley de sociedades (ley 19.550) con algunas modificaciones; - Actividad mercantil: desaparece el estatuto del comerciante, la noción de comerciante y la enumeración de los actos de comercio y se destacan las categorías de empresarío, empresa y actividad económica organizada; regula la contabilidad obligatoria para todas las personas jurídicas y para aqu_elins personas humanas que se dedican a determinadas actividades económicas, contempla la posibilidad de la contabilidad voluntaria para otras personas registradas a tal fin y excluye de la obligación de la contabtHdad a personas humanas que desarrollan ciertas actividades «no ejecutadas u organizadas en forma de empresa" (art. 320 e.e. y e.), desaparece el Registro Público de Comercio y subsiste como Registro Público; Responsabilidad civil: se la amplía como otra fuente de obligaciones; junto a la función resarcitoria se regula el «deber de prevenir el daño» (arts. 1708, 171 O y ss. e.e. y e.); se extiendela responsabilidad por daño a los derechos de inciden• · cia colectiva (art. 1737 e.e. y C.); la regulación de la responsabilídad colectiva y anónima (arts. 1760 a 1762 e.e. y C.); se establece que la responsabilidad del Estado y de los funcionarios y empleados públicos, se regirá por las normas y principios del derecho administrativo nacional o local según corresponda (arts.1765 y 1766 e.e. y e.) y a lo que se regule en una ley especial (norma de transición art. 9ª; 4m, de la ley 26,994); Derechos reales: Se amplia fa enumeración de los derechos reales (art. 1887 e.e. y C.), incorporando la propiedad horizontal (ley 13.512), los conjuntos inmobiliarios, el tiempo compartido y a lo dispuesto por ley especial (art. 18 C.C. y e. y norma de transición art. 9'; 1~ de la ley 26.994): Transmisión de los derechos par causa de muerte: continúa el sistema que limita la autonomía de Ja voluntad del causante; reduce las porciones de la legítima respecto de ascendieÓtes y descendientes y mantiene la porción del cónyuge (art. 2445 C.C. y C.): incorpora el sistema de mejora a favor del heredero con discapacidad (art. 2448 e.e. y C.) y suprime el derecho hereditario de la nuera viuda sin hijos; Disposiciones comunes a los derechos personales y reales: se regulan disposiciones comunes en materia de prescripción adquisitiva y liberatoria (arts. 2532 y SS e.e. y C.); Disposiciones de derecho internacional.' se amplían las disposiciones de derecho internacional privado tanto en cuánto a la normativa aplicable como a la jurisdicción infernacíonal; incorpora eJ deber de los jueces de «cooperadónjurisdícdonah, en materia civil, comercial y laboral, sin perjuicio de lo dispuesto por convenios internacionales (a,t. 2611 e.e. y e.) y a la asistencia procesal lnternacionaL también sin perjuicio de las obligaciones asumidas por convendoncs jnternadonales (art. 2612 C. e. y e.) y divide una parte especial donde trata la normativa internacional en relación a inslitucíones de familia y de los derechos personales y reales . No existe discusión respecto de la trascendencia que luvo en d siglo XIX la codificación del derecho en materia civil y comercia] para consolidar e] Estado de derecho y la. unida<l nacionaL Sin embargo; los grandes cambios del siglo XX tanto en materla social, cultural, científica y, tecno!ógka hicieron necesaria la adecuaclún del derecho a la realidad y a ias nuevas corrientes de pensamiento que determinaron modificaciones de menor o mayor profundidad en sus instituciones, la incorporación de materias totaimente nuevas como así también que se propiciara ei reemplazo integral de otras, como vimos, Manual de Derecho Privado ~ Parte General Parte general Nocwocs íntrodo.>ctcrlas Astmi:mH\ debe destacarse que importantes instituciones mantienen su regulación füera del texto ordenado del Código pero que_, por supuesto, integran ei ordenamiento privado. Entre ellas podemos mencionar: ley <le Protección de las Niñas, Niños y Adolescentes (ley 26.061, 2005 ); la que regnia el Registro del Estado Civií y Capaci<lad de las Personas (ley 26A l3, 2008); ley de Protección integral a las Mujeres, para prevenir, erradicar y sancionar la violencia (ley 26.485, 2009); ley de Salud Pública, Derechos del Paciente (ley 26.529, 2009); ley de Identidad de Género {ley 26,743, 2012), iey de sociedades (ley 19.550 con las modificaciones introducidas por la ley 26.994 ), Derechos del Consumidor (ley 24.240, 1993 ), etc, Esto es así porque la codificación unificada admite un proceso de ((descodificacióm, iniciado a partir de la regulación de instituciones por medio de leyes especiales, lo que facilita que la n-onnativa vigente se actuaHce a partir de ta actividad legislatíva ordinaria del Estado y así se evita «cristalizarn instituciones que están sujetas a cambios más o menos permanentes. Se reitera que las profundas refonnas producidas en los últimos tiempos responden a la necesidad de adecuar la legislación nacional a los iinearnientos detern:linados por los convenios y tratados internacionales incorporados a la Constitución Nacltmat tul corno io señalamos más arriba,)' otros instrumentos internacionales ratificados por el país~ como la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad incorporada a nuestro sislema por ley 26.378 del año 2008, que ha adquirido nivel constitucional, en los términos del art. 75 inc, 22 CN. vigentes hasta. el momento, este nuevo producto trabaja sobre un eje centratnormativo pero deja subsistente numero.sos sistemas especiales. De allí que no todo el derecho privado está contemplado en el Códieo Civil Y ComerniaL Es más, el propio artícula<lo en algunas institucion;s hace remisión a leyes específicas que ya regulan la materia o que deben ser legisladas para regularlas (v.gr. derechos sobre el cuerpo humano art.17-, derechos de las comunidades indígenas -art.18~; actos de disposición sobre el propio cuerpo -art.56-), 32 No obstante lo dicho, es significativo el número de disposiciones que, aun después de transcurridos casi ciento cíncuenta años -desde la puesta en vigencia del Código Civil, continúan regulando 1as relaciones jurídicas de los argentinos y aun en la reformulación integral, muchas de ellas son conservadas o apenas ajustadas. 3, Método, pian y contenido La nueva forma de codificar en un único cuerpo la materia civil y cum~rcial, como referimos, no desconoce lo que se ha dado a llamar el fenómeno de 1a •A<lescodificadónn, Ello significa que a diferencia del Código vdezano que al momento de su sanción se constituyó como único i:uerpo normativo de la materia cívil derogando todas las normas 33 Asimismo, el nuevo Código incorpora a su texto institutos que estaban contemplados por leyes especiales a las que específicamenle deroga (v.gr. fundaciones.) y mantiene fuera de su articufado otras: algunas de ellas sin lntroducir cambios (v.gr. registro del estado civil y capacidad de las personas) y otras a Jas que modifica -contemporáneamente- para adecuarlas a la nueva codificación (v.gr. sociedades, defensa del consumidor). Además, materias especiaimente sensibles v nmtables; serán objeto de regulaciones especiales., como se prevé qu~ suceda con la ley de protección de embriones no implantados (norma transitoria, art, 9', 2"'· de la ley 26.994) y la ley de responsabilidad del Estado nacionaJ y de sus funcionarios (norma transitoria, art. 9(1, 4m, de la ley 26.994), De esta manera queda claro que la unificación no supone Ja codificación total del de!'echo privado en un soto cuerpo normativo sino por cI contrarío, junt.o con ei Código uhificado subsisten leyes especia]es que regulan materias específicas como «subsistemas>>. Como hemos visto~ un «código» es un cuerpo normativo sistemático que gira alrededor de un método que le da coherencia. Vélez Sársfield tuvo especial preocupación por el aspecto metodolúgíco en la redacción del Código Civil y así lo destacó en el oficio de remisión del Primer Libro a] Poder Ejecutivo. Se advierte la influencia de Freítas, qufon criticara el método de mayor difusión en la época~ que era el del Código Civil francés; éste se inspiró en la división tripartita de Gayo, según el cual todo el derecho trataba: De las personas, De las cosas y De las acciones. Fue criticado pues el tercer libro del Código Napoleón abarcaba las materias más diversas. El jurisconsulto brasileño, por su parte, procuró establecer una distinción de valor trascendente; tal seda la que afirma que todos ios derechos o son absolutos o son relativos. Nos enseña Buteler Cáceres que, proyectados sobre el patrimonio, son absolutos los derechos reales, Manual de Dernctio Privado - Parte Genera! Parte gen>,;:raL Nociortes. íntroductonas y relativos, tos derechos de crédito u ob]Jgaciones. Para ratificar tal eficacia tempornl de las leyes y el principio de ínexcusabilidad ante la ignorancia de las leyes, El Capitulo III ,,Ejercido de los derechos})•. refuerza el principio de buena fe, la protección contra el abuso deÍ derecho )' la posición dominante, el fraude a la ley y !a renuncia a las leyes y reconoce los derechos individuaies y de incidencia co1ectiva. Por úhüno. el Capitulo JV ,,Derechos y bienes" hace especial referencia a la división entre derechos y bienes y su titularídad. 34 afirmación se nos ensefió que tal distinción se plasmaba a lo largo de diversos pasajes del Código CiviL Se cita el art. 497 y su nota con referencia a Ortolán; las notas a los arts. 577 y 578, en las que se critica al Código francés por no distinguir el modo de adquisición de los derechos reales del de los derechos personales; la nota al Título IV del Libro III, donde parafrasea a Demolombe, que señala la clásica distinción entre tos elementos que componían el derecho real (sujeto-objeto) y el personal (acreedor-deudor-prestación); la nota al a1t. 2507 C .C. y finaimente 1 se menciona la nota al art, 4023 in fine, Para respaldar su afirmación, se repasan las designaciones del Libro Il, ,<De los derechos personales en las relaciones civiles»; del Libro 11!, «De Jos derechos reales»; y del Libro IV, «De los derechos reales y personales. Disposiciones comunes>>. La diferencia fundamental eutre la obra de Vélez Sársfield y el Esbozo de Freitas, en este aspecto, radica en que el codificador argentino no incluyó una Parte General; el contenido que le es propio está diseminado en los distintos libros del Código Civil. En cuanto al método hay que des,acar que pese al tiempo transcurrido; el nuevo disefio no se aleja en ío sustancial del criterío utilizado por Vélez, aunque ha superado muchas de las críticas que se le hacían. Principalmente diferenciando una Parte General con principios generales y una Parte Especial con principios específicos. La distribución de las materias se asienta en ia distinción en derechos absolutos y relativos, desde lo no patrimonial y lo patrimonial, en lo que impactan los derechos personales y reales y las disposiciones comunes a todo el ordenamiento; el rediseño supuso un mejoramiento de la ubicación de ]as institucíones fruto de la experiencia ~y como señala~ mos, también de las críticas de los juristas-. Ello resulta de la lectura de la mera composición del cuerpo a través de su Titulo Preliminar y sus libros: Libro 1: «Parte General)); Libro JI: «.Relaciones de Famili a»; Libro III: <"<Derechos Personales», Libro IV: <<Derechos Reales», Libro V: <<Transmisión de Derechos por causa de muerte,>; Libro VI: <,Disposidones Comunes a ]os Derechos Personales y Reales'>>. El Título Preliminar distingue entre derecho y ley. El Capítulo ! «Derecho» trata las normas relativas a las fventes, aplicación e ínterpre-tación como asi también al deber de resolver de los jueces en forma razonada. El Capítulo il «Ley», regu!a sobre el ámbito subjetivo de aplicación, vigencia, modos de contar los intervalos del derecho, la 35 E! Ubro Primero (Parte General), incnrpora los eiementos comunes a las relaciones jurídicas privadaS:. El Titulo l comienza por la -:<Persona humana», el principio y fin 'de su existencia y lodo lo relativo 11 sus a~ributos; los derechos personalísimos; fa Tutela y Curatela que habían sido tratadas por Vélez dentro del Ubrn Primero, Sección segunda: <d)e los derechos personales en las relaciones de familürn. El Título II legisla e.specíficamenie sobre la «Persona Jurídica» en forma general y en forma específica sobre las asociaciones civiles, simples asociaciones v las fundaciones. En e1 Título lU se destaca también, la nueva ubicadó~ que le da a los «bienes y cosas>;, y a los «hechos y actosjurídicosn dentro de esta Parte General. Esto es así porque estas instituciones pueden de. se-r objeto de las situaciones o relaciones jurídkas en generaL El cambio responde a la importancia de la previsión de un enfoque general de la materia, ya que sus disposiciones se aplican a todo e] ordenamiento jurídico. De la misma manera, la condición, el cargo y el plazo que eran tratadas en el código velezano en el Libro segundo, Sección primera, Parte primera: ~<De las obligaciones en general», al considerarse modalidades de los actos jurídicos en general, son Ine-orporadas al Libro Primero (Parte General), Titulo JV, Capitulo 7: «Modalidades de los actos jurídicoirn, No sucedló así con la renuncia, que se mantuvo dentro del régimen de las obligaciones, pese a que de ta redacción de la norma s~rge claramente que no sólo se autoriza a renunciar a las obligaciones smo a los derechos en general (art. 944 C.C. y C.). . En ei ~ibro Segundo, en este nuevo esquema metodológico, se umfican baJo e] título <.<Relaciones de fomílía}; tanto las normas de orden patrimonial como las que no las- son. De esta manera, d régimen económico patrimonial en materia de relaciones de familia ya no se encuentra regutad0 dentro de ,;dos contratos». Además, se destaca el agregado de normas de derecho procesal que tiene. por fin asegurar un piso mínimo de principios que deben imperar en el _proceso. En el Libro Tercero se regulan los «Derechos personaks)) 1 en donde se distinguen las «Obligaciones en generab), con una imroducción de Manual ce Derech-o Pr!vado - Parte General Parte general. Ncciones !ntrndactcrias disposiciones generales; a continuacibn trata sobre los <<Contratos en Código rige deben ser resueltos según las leyes que resulten aplicables, éonforme con la Constitución Nacional y los tratados de derechos humanos en los que la Repúblíca sea parte. A tal efecto, se tendrá en cuenta la finalidad de la norma, Los usas, prácticas y costumbres son vinculantes cuando las leves o los interesados se refieren a ellos o en situaciones no - regladas legalmente, siempre que no sean contrarios a derecho)>. Como señala Lorenzetti, 1,-La caracter{stica principal de este artículo es la admisión de una pluralidad de fuentes dentro del sistema jurídico, lo cual significa que, sieudo la ley la más importante, no es la única y obliga a aplicar todu el derechoH. 36 generah>,también Lson una parte introduz:toria de disposiciones generales, para luego ingresar al tratamiento de los contratos de consumo, los c~ntratos en particular y finalizar con <~Otras fuentes de las obligaciones)), entre las que se incluye a la {<Responsabílidad civil,, de lu. que nos ocupamos en esta materia. El Libro Curirto regula ios (<Derechos reales>> y está organizado en torno a disposiciones generales, la regulación específica de cada derew cho real y las acciones posesorias y reales. En el Libro Quinto se agrupan las disposiciones referentes a la transmisión de derechos por causa de muerte que ei código ve1ezano había tratado dentro del Libro Cuarto «De los derechos reales y personales». El Libro Sexto contempla 1as dísposiciones comunes a los derechos personales y reales en donde se mantienen las instituciones de la prescripción y se trata la caducidad como novedad; los privilegios y derecho de retención ya füeron tratados por el Código de Vélez y se incorpora la norrnativa del régimen de derecho internacional de manera más sistemática. Asimismo, se advierte que la nueva codificación no incluye las <,notas), que Vélez asignó a muchos artículos dei texto original las que tuvieron una función didáctica de gran valor, puessirviernn para explicar y fundar la nom1miva~ cuando no existía doctrina ni jurisprudencia propia. En la actualiJ.ad, se toman innecesarias en cuanto remite a otros criterios para 1a interpretación de ]as normas codificadas. En ia redacción se recurre a definir cuando se trata de nuevas instltudones producto de los cambios ocurridos en la realidad y se procura utilizar un lenguaje claro, formulado de forma positiva para su fácj] lectura y comprensión 1 aun para el lego. 4. Fuentes del derecho privado Se entiende por fuentes del derecho los modos de manifestarse externamente los preceptos jurídicos. Paeden ser formales o materiales en función de si su aplicación resulta obligatoria o no para el juez. Con el nuevo Código, las fuentes del derecho civil y comercial se unifican y resultan de la enunciación del art. 1-0: ((Los casos que este 37 La Constitución Nacional y los tratados de derechos humanos, son ]a Ley Su_prema de la Nación, y todo el sistema jurídico se organiza conforme a sus principios y normas. La ley. siguiendo a Del Vecchío, es conjuntamente pensamiento y voluntad, porque comprende una determinaciún lógica y un acto de imperio. Las leyes, en sentido formal, son las que emanan del Poder Legislativo de conformidad al mecanismo previsto para su sanción. Los usos y prácticas hacen referencia a lo que <<acostumbra a hacer un grupo determinado» y la costumbre· «es una conducta colectiva, es decir que está constítuida por una serie de actos que se ejecutan de modo generalizado con un alto grado de untformidad, identificables y predictibles (elemento objetivo}, que se practican con la conciencia de la obligatoriedad y cuya violación causa una sanción social» (Lorenzetti). La jurisprudencia es fuente material deJ derecho, aunque no esté expresamente mencionada en la norma referida y supone «que hay una serie de decisiones judiciales que interpretan una norma en séntida coincidente,> (Lorenzetti). Los nuevos planteos han modificado esencialmente la tarea de los jueces quienes no pueden limitarse a )a mera exégesis confonne lo indica el art. 2' C.C. y C. La doctrina de los autores puede constituir una fuente del derech:o, pero no dentro del concepto de fuente fonnal sino material. La opinión de los tratadistas podrá ser un valioso elemento auxiliar para la explicación, interpretación y aplicación del derecho, pero de manera alguna importa un modo de manifestación de normas jurídicamente obligatorias, ni sustituye la autoridad de ia ley. En cuanto a los principios generales del derecho y los valores jurídicos sin lugar a duda integran el ordenamiento jurídico pero no 39 Manual de Derecho Privado • Parta General Parte girneraL Nociones introductorias funcionan como fuente del derecho sino, tal como lo dice el art 3" del C.C. y C., sirven para interpretar la ley ya que son guias para el razonamiento legal. poder atribuido a la voluntad con miras a la satisfacción de intereses jurídicamente protegidos,? (Jelhnek, Michoud). Esta es· la noción que ha sido generalmente aceptada. d. Teorías negatorias del derecho subjeLivo. L La primera de estas posiciones niega 1a existen-cia de estos derechos pues. entiende que existen sólo «debereSJ-' stirgidos del ordenamiento juridico, lo que descansa en ia noción de funcíón sociaL por lo que el sujeto se encuentra en la situación, activa o pasíva, que ie atribuye ei derecho objetivo y sólo tiene el deber de obrar y cumplir con su misión social (Duguit), ~ 2, Otra doctrina negatoria parte de un plano puramente lógico e incluye en lo juridico sólo !o normológico; considera que el Estado es un sistema de normas y el derecho objetivo crea deberes y, excepcionalmente, alguna prerrogativa en atención a los deberes que impone. Los aspectos éticos, sociológico, hist6ricos1 son ajenos al derecho o sea <unetajurídkos>> (Ke-lsen). Las dos teorías señaladas prescindieron de vainrar a1 sujeto y de toda consideración axio1ógica; por el contrario la perspectiva· del dere~ cho «humanitario,, de nuestro sistema actual des.taca el protagonismo de la persona, su dignidad y libertad por lo que se realza el rol de los derechos subjetivos. V. EL DERECHO SUB,JETIVO l. Concepto y teorías La voz derecho es muitivoca, pues sirve para ídentificar dístintas perspectivas en su abordaje. En esta oportunidad discriminaremos el <<derecho objetivm> O «derecho posltivm; del <{derecho subjetivo». El derecho objetivo o derecho positivo es el conjunto de normas vigentes que integran el ordenamiento jurídico de un Estado en un momento determinado; enseñaba Butelcr Cáceres que este sentido lo identifica con d «derecho~nonna>}_. con el <<derecho~ lep, {norma agendi) y es a lo que apuntamos ai referirnos a las diferentes <<:ramas del derecho positivo». Desde otro ángulo, la palabra <<derecho>) alude a las prerrogativas, poderes, facuitades que reconoce o atribuye el derecho objetivo al sujeto con diversas finalidades. De allí que se io describa c-omo '-<derecho subjetivm, (facultas agendi), Para explicarlo los estudiosos díseñaron teorías respecto a su naturaleza e incluso, alguna corriente de pensamiento, negó su existencia. Las repasaremos brevemente, a. La teoría de la voluntad, sostiene que «es un poder atribuido por el ordenamiento Jurídico a una voluntadJ) (Savigny, Winscheid). Se destaca la potestad de exigir de otros u otros determinados comportamientos y et poder de la voluntad para generar íos efectos jurídicos previstos por las normas. b, La teoría del interés. Afirma que el derecho subjetivo <<es un interés jurídicamente protegido» (Von Ihering). Así se con .. cluiria que (te! interés es lo que conslih{Ve el principio del derecho, al que se une la acción judicial que es la cubierta proteclora del derecho» (Rivera). c. Posiciones complementarias. Son aquéllas que integran ambas nociones para concluir que el derecho subjetivo «es el 2. Elementos Hemos dicho que el derecho subjetivo, como poder atribuido a la voluntad con miras a obtener la satisfacción de un interés digno de la protección del derecho, aiude a ias prerrogativas, poderes, fac1.1l1ades que reconoce o atribuye ei derecho objetivo al sujeto con diversas finalidades. Las facultades son elementos de los derechos subjetivos que puede o no ejercer ei sujeto e integran el derecho subjetivo; tales son, v.gr. exigir al deudor el cumplimiento de io debido o dejar que el transcurso del tiempo determine la pérdida de fa acción para reclamarlo; usar de Ja cosa propfa o dar su uso y goce a un tercero; o simplemente no usarla, sin que ello perjudique su derecho de dominio. También bajo esta denominación suelen mencionarse los elementos que son esenciales a estos derechos: sujeto, objeto y causa. De eilos nos ocuparemos al referirnos a la relación jurídica. 40 Manual de Derecho Privado - Parto General 3. Clasificación a. Derechos patrimoniales y rw patrimoniales Son derechos patrimoniales los que tutelan intereses económicos o pecuniarios, ya que los derechos y cosas que son susceptibles de ser valorados en dinero integran el patrimonio. Comprenden a los derechos reales y a los personales. Por el contrarío, son no patrimoniales o cxtrapatrimoniales los derechos que protegen intereses que, en sí mismos, no son idóneos para ser valorados en dinero; se vinculan a aspectos propios de la persona, ·en su faz física o moral, y a la disposición-de objetos con valor de utilidad social. Se encuadran, en principio, como derechos de la personalidad o derechos de familia en atención a las funciones que los integrantes cumplen dentro de su seno. En una categoría intermedia encontramos a los derechos intelectua~ les o de autor que tienen un contenido extra patrimonial, que es el fruto de la labor creativa, artística, literaria, etc. y sobre lo que se denomina la propiedad intelectual, industrial, marcas, patentes, etc., y contienen un aspecto patrimonial relativo a la explotación económica de la obra, regulados por la ley 11.723 y otra leyes especiales. b. Derechos absolutos y relativos Esta clasificación ha tenido trascendencia en el método del Código Civil de Vélez Sárslicld y, también se replica en el Código Civil y Comercial unificado. Como vimos, es el criterio adoptado por Freitas y tomado por el codificador para ordenar la materia a desarrollar. Cabe advertir que la perspectiva del derecho civil de la época se centraba en lo patrimonial por lo que la referencia a esta categoría de derechos subjetivos sólo aludía a los derechos reales, como absolutos, y a los derechos personales o de crédito, como relativos. Para caracterizar los derechos absolutos también podemos recurrir a las notas del Código velezano, un tratado de doctrina de la época y aún en nuestros días en muchos aspectos. Así, en la nota al Título IV del Libro Tercero se dice, con cita de Demolombe: «derecho real, es el que crea entre la persona y la cosa una relación dírecta e inmediata, de Parte general. Nociones introductorias 41 tal manera que no se encuentran en ella sino dos elementos, la persona que es el sujeto activo del derecho, y la cosa que es el ol~jeto». El Código Civil y Comercial de la Nación en su art. 1882 lo define como: «El derecho real es el poder juridico, de estructura legal, que se ejerce directamente sobre su objeto, en forma autónoma y que atribuye a su titular las facultades de persecución y preferencia, y las demás previstas en este Código». Estos derechos son de exclusiva creación legal, generan un poder que recae directamente sobre una cosa, que es su objeto, y se oponen erga onmes. El titular del derecho puede excluir a cualquiera que 0bste su ejercicio, perseguir el objeto de quien lo retenga y tiene preferencia sobre otro constituido con posterioridad (ius persecuendi y ius preferendi). Por ello, son absolutos, en tanto sobre toda la comunidad pesa el «deber: jurídicm, de abstenerse de interferir en su ejercicio. Su paradigma es el derecho real de dominio; los derechos reales, como dijimos son creación del legislador, sin posibilidad de que los particulares generen otros fuera de ese numerus c/ausus, tradicionalmente fueron: el dominio, condominio, usufructo, uso y habitación, servidumbres activas, hipoteca y prenda, anticresis, y superficie forestal (ley 25.509). El Código unificado agrega a los citados, la propiedad horizontal, que estaba regulada fuera del texto del C.C.; los conjuntos inmobiliarios, que incluyen el tiempo compartido y los cementerios privados y la superficie en general (art. 1887 del C.C. y C.). Desde la perspectiva no patrimonial son absolutos los derechos personalísimos, en tanto deben ser respetados por toda la comunidad; el poder de decisión del titular, se vincula al ejercicio de la libertad y diseño de su proyecto de vida, tanto en lo somático como en sus otras potencias y facultades; no caben las interferencias en tanto su ejercicio se concrete en actos autorreferentes que no perjudiquen a terceros. Es dable advertir que a la sanción del Código velezano, si bien no se desconocían los que hoy son llamados derechos de la personalidad, no eran considerados «bienes», en sentido jurídico, aunque se reconocía que su violación acarreaba consecuencias para el derecho. Así lo dice el autor del Código en la nota al art. 2312 C.C.: «Hay derechos y los más importantes, que no son bienes, tales son ciertos derechos que tlenen su origen en la existencia del individuo mismo, como la libertad, el honor, el cuerpo de la persona ... ». El desarrollo doctrinario y jurisprudencia! de estos derechos y su trascendencia luego de la reforma constitucional de 1994, ha determina- Manual de Derecho Privado - Parte Genera! Parte general. Nociones introductorias do que el Código Civil y Comercial en su Parte General, en el Título I, dedicado a la Persona Humana, se ocupe especialmente de ellos (Capítulo 3. «Derechos y actos personalísirnos» en los arts. 51 a 61). Los derechos relativos de orden patrimonial, son los derechos personales, de crédito u obligaciones. Para caracterizarlos también podemos partir de la nota del codificador ya citada: «.. es derecho personal aquel que sólo crea una relación entre la persona a la cual el derecho pertenece, otra persona que se obliga hacia ella, por razón de una cosa o de un hecho cualquiera, de modo que en esa relación se encuentran tres elementos, a saber; la persona que es sujeto activo del derecho (el acreedor), la persona que es el sujeto pasivo (el deudor) y la cosa o el hecho que es el objeto». Se advierte entonces que los «derechos relatívos» sólo se hacen valer ante un sujeto determinado. En los «derechos personales o de crédito u obligaciones» el acreedor tiene derecho a exigir del deudor un Comportamiento (prestación) que es su objeto: dar, hacer o no hacer algo. En el ámbito no- patrimonial son «derechos relativos)) los derechos familiares, llamados tradicionalmente «potestativos»; se trata de los derechos y obligaciones que derivan del matrimonio, del parentesco, de la filiación, por lo que vinculan a determinadas personas en relaciones recíprocas. La tutela constitucional no se limita a la familia que tiene origen en el matrimonio, y la libertad de constituirla con diversas modalidades, ha determinado que el Código unificado incluya en su regulación normas referidas a las «uniones convivenciales», y regule los efectos jurídicos que ésta produce (art. 509 y ss. e.e. y e.). Es dable advertir que en esta categoría de derechos subjetivos relativos también pesa sobre la comunidad el <<deber jurídico» de no interferir en su ejercicio. En general, los derechos no patrimoniales no son transmisibles o lo son sólo en determinados casos, mientras que la regla se invierte si se trata de derechos de contenido patrimonial. A partir del enfoque de las instituciones del derecho privado unificadas se destacan los llamados «derechos corporativos» (Rivera). Esta nomenclatura alude a los derechos políticos y patrimoniales de los que son titulares socios o asociados de sociedades y asociaciones (participar de las asambleas, votar, elegir y ser elegidos como miembros de los cuerpos directivos, tener acceso a las cuentas de la persona jurídica, pedir información a sus administradores, percibir dividendos o participar de las ganancias, ejercer el derecho de receso, etc.); su correlación se encuentra en ciertos deheres de lealtad (no realizar actividades en competencia, no votar cuando sus intereses particulares están comprometidos o se evalúa su gestión, etc.). Hemos señalado que frente a los derechos subjetivos surgen obligaciones que pesan sobre determinadas personas, o deberes que deben asumir todos los miembros de la comunidad. En efecto, tradicionalmente se ha dicho que <<derecho y obligación son correlativos,>; o sea, que a cada derecho corresponde una obligación o deber jurídico. 42 43 Esta dependencia es evidente cuando tratamos de derechos r~lativos y, sobre todo cuando lo vinculamos al derecho de crédito. En éste, frente al acreedor siempre se encuentra un deudor «obligadm> al pago; es decir, al cumplimiento de la prestación debida que puede consistir en un hecho positivo (dar o hacer) o en un hecho negativo (no hacer lo que podría haberse actuado de no existir la obligación asumida). También existen {<obligaciones» predicadas de los derechos relativos derivados de las relaciones familiares, En ellas, padres e hijos, esposos y parientes tienen recíprocamente derechos y obligaciones que se plasman en la responsabilidad parental y filial, en el vínculo matrimoníal o el parentesco; en !as nuevas perspectivas, ciertas exigencias mínimas fundadas en la solidaridad familiar, también se predican en las uniones convivenciales (v.gr. cuidado, educación, asistencia, alimentos, comunicación). Es decir, que estamos en presencia de verdaderas obligaciones porque los beneficiarios no pueden exigir el cumplimiento a otras personas que no sean los obligados. En los supuestos derivados de los derechos subjetivos absolutos, por su parte, no existe un obligado en particular sino que se da un deber genérico de abstención; así, por ejemplo, la comunidad debC respetar el derecho de propiedad de los demás o no se debe interferir en las decisiones adoptadas en libertad respecto a la propia persona. Sí bien advertimos gue es en los derechos absolutos donde el «deber jurídico» de abstención se patentiza más claramente, este mandato de no entorpecimiento rige también con relación a todo tipo de derecho subjetivo, aun en los derechos relativos; aunque de manera menos evidente que en los absolutos, en tal caso a la «oblígación», que recae sobre la persona sindicada como obligado, se suma el deber del resto de mantenerse al margen de la relación jurídica que le es ajena. 44 Manual de Derecho Privado - Parte General 4. La relatividad de los derechos. Noción Las ideas propias del liberalismo a ultranza y el racionalismo que reinaban en el siglo XIX, se vieron paulatinamente abandonadas por el advenimiento de nuevas corrientes de pensamiento que desplazaron el centro de gravedad del derecho de lo patrimonial hacia lo extrapatrimonial y profundizaron aspectos antes eludidos por el codificador. La evolución del derecho privado ha llevado a repensar ciertos principíos que eran indiscutibles a la época de sanción del Código Civil, lo que requirió reformularlos a la luz de la doctrina y jurisprudencia. Así sucedió con el principio de la autonomía de la voluntad en aspectos patrimoniales. En efecto, partir de la reforma introducida por la Ley 17.771 en 1968, se relativizó el carácter absoluto de la potestad para contratar mediante la introducción de la figura de la lesión subjetiva objetiva (art. 954 C.C. y art. 332 C.C. y C.) y la teoría de la imprevisión (art. 1198, 2º párrafo e.e. y art. 1091 C.C. y C.), instituciones conocidas pero rechazadas por Vélez Sársfield~ se regularon las astreintes (art. 666 bis C.C. y art. 804 del C.C. y C.); la potestad judicial de morigerar las cláusulas penales excesivas (art. 656 C.C. y art. 794 del C.C. y C.); se limitó el carácter absoluto del dominio estableciendo que «es inherente a la propiedad el derecho del propietario de poseer la cosa, disponer o servirse de ella conforme un ejercicio regular» (arL 2513 C.C.). «El dominio perfecto es el derecho real que otorga todas las facultades de usar, gozar y disponer material y jurídicamente de una cosa, dentro de los límites previstos por la ley» (art.J 94! C.C. y C), por lo que se superó la noción de que el títular, además de usar y gozar de la cosa, podía degradarla y destruirla, según explicitara el codificador en la nota a la norma original. En aspectos familiares, el texto originario no reconoció más matrimonio que el religioso y se desconocieron derechos a los hijos nacidos fuera de él, discriminándolos en legítimos, naturales, adulterinos e incestuosos; tampoco se estimó que era propia de la sociedad de la época, la adopción, por lo que esta institución no fue prevista en el texto orígmano. Por lo dicho. regulaciones legales posteriores debieron dejar de lado tales concepciones; así, se reconocieron derechos civiles, laicos y de ígualdadjurídíca a los hijos como sucedió, también, con los derechos de varones y mujeres; se relativizaron las potestades de los titulares de los derechos subjetivos familiares en miras a la función que cabía desempe- Parte general. Nociones !ntroductorias 45 ñar como integrantes de la familia. Los criterios innovadores se asentaron en principios que resaltan aspectos éticos que deben reinar en las relaciones jurídicas. Elprincipiosdebuenafe(arls.107!, 1179, !198C.C.yart.9"C.C. y C) y los que señalan que los actos jurídicos no pueden contravenir, la ley, la moral y las buenas costumbres (art. 953 C.C y art. 279 C.C. y C.), ya estaban contenidos en el Código velezano; sin embargo se encaran desde una nueva perspectiva cuando se incorpora lo que se ha dado en llamar «el ejercicio abusivo de los derechos» o «teoría del abuso del derecho)) con la reforma de 1968 (art. 1071 C.C.). En el Código Civil y Comercial se dispone: «El ejercicio regular de un derecho propio o del cumplimiento de una obligación legal no puede constituir como ilicito ningún acto. La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos. Se considera tal el que contraría los fines del ordenamiento jurídico o el que excede los limites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas costumbres» (art. 1O C.C. y C.). Estos principios que estaban contemplados en el Código velezano en el Libro de los Derechos personales, en el Código Unificado~se incorporan en el Título Preliminar como reguladores del ejercicio de los derechos (Cap. 3, arts. 9 al 14 C.C. y C). Más adelante veremos cómo estas premisas han continuado su desarrollo en las postrimerías del siglo XX y en lo transcurrido del siglo XXI. VI. PARTE GENERAL DEL DERECHO PRIVADO l. Ohjeto y contenido Tal corno hemos anticipado, el Código Civil diseñado por Vélez Sársfield no previó una Parte General; sin embargo, este problema ha sido superado por el Código Unificado. El Código Civil y Comercial, regula una «Parte general» estructuradora del derecho privado y <<partes generales» como introducción a las diversas instituciones. El contenido de nuestra asignatura procura un abordaje que posibilite que las profundas reformas recientemente producidas y las que se produzcan en un futuro en el derecho privado no afecten su coherencia. 46 Manual de Derecho PrlvadD ~ Palie General Un método racional de ensefianza exige la incorporación de una parte general para evitar reiteraciones pues sistematiza la materia y confonna pedagógicamente un tratamiento progresivo a partir de los elementos esenciales de las instituciones que la integran. Entonces. Ja parte general del derecho privado estudia los elementos comunes a todas las re-ladones jurídicas privadas a fin de que sirvan de introducción y apoyo a la profundízación de las instituciones jurídicas privadas, con miras a un abordaje más complejo. Sus ejes temáticos son: la relación jurídica privada y sus elementos ésenda)es; su vinculación con la economía a partir del tratamiento d<? la actividad mercantil y nuestro programa abarca un conocimíento introductorio de la responsabílídad civil en tanto causa generadora de obligaciones desde lo antijurídico. La aprehensión de estos elementos sustenta et aprendizaje de las restantes ramas de! derecho privado. 2. Relación y situación jurídica. Noción y elementos El primer enfoque se refiere a los nexos que en el mundo jurídico vinculan a las personas; éstos configuran las llamadas <<relaciones jurídícash. Estas consisten en «conexiones intersubjetivas, reguladas por el derecho)). Cuando se advierte una vinculación directa e inmediata con un objeto o se alude a la forma en !a que la persona se encuentra en el mundo jurfdico nos referimos a una <,situación jurfdica» (v.gr. menor de edad, propietarlo, etc.). Se ha dícho que «en los tiempos que corren en lugar de utilizar la común expresión 'derechos y deberes' -como si no estuvieran presentes en toda posición Jurfdiéu- se prefiere aludir a la de «situación juridica su~¡etivaN y que esta expresión pone de man/fiesta el -plexo de derechas .v deberes que supone el que la persona esté situada en una de1erminada posición jurfdica, ya sea como acreedor o deudor, como progenitor o como h(io, por ejemplo» (Femández Sessarego). Para facilitar la comprensión de la noción y contenido de la parte general del derecho privado diremos que en toda reladónjuridica existen tres elementos comunes y esenciales, Estos también pueden designarse como categorías del derecho subjetivo, cuando las focalizamos desde ei punto de vtsta del s.ujeto (Llambias). Tales son: Parte genwaL Nociones intr::iductcrias 47 1. El s1~je10 es la persona, humano o jurídict1, titular del derecho. Según la naturaleza de! derecho de que se trate el sujeto podrá ser el único que goce de prerrogativas sobre d objeto, frente a la comunidad !oda que tiene el deber jurídico de abstención y no interferencia, en cuyo caso se trata de derechos subjetivos absolutos. A este supu!.':sto, por describir unn posición estática del sujeto con relación al objeto, también suele describírselo como «shuadónjurídica,:,, tal como 5.ucede en los derechos reales o los derechos per;;onaHsimos; en estos casos la verdadera <<conextón intersubjetlvan surgirá corno consecuencia de 1a violación o desconocimlento del deber genérico de no interferencia y se plasmará en la obligación de reparar los daños ocasionados 1 lo que estará a cargo del responsable, Cuando las nrerrogativas existen frente a quien debe cumplir, como sujeto pasivo, c~n obligaciones específicas que son correlato del poder reconocído al sujeto activo, nos encontramos ante derechos subjetivos relativos, con relaciones que se dan en materia ohligacional o de derecho de familia. Es dable recordar que estas relac-iones suelen ser recíprocas en tanto los roles de sujeto activo y pasivo~ suelen intercam!Jiarse. Así sucede en las llamadas «obligaciones reciprocas,, en las cuales el acreedor de una prestación es simultáneamente deudor de otra; ejemplo de eHo encontramos en las obligat:iones nacidas del contrato de compraventa, en Jas que el acreedor del precio es deudor <le la entrega de la cosa y el deudor del precio es acreedor de la entrega de la cosa objeto del contrato, 2. El objeto de la relación jurídica se refiere al contenido de ]as prerrogativas del titular (Llambías) que recaen en las cosas y bienes (materíaJes o ínmateriales) con contenido patrimonial o si_n él, las energías susceptibles de .servir al hombre o las conductas debidas individua] o recíprocamente, según el tipo de la relación, Las 11.ue,vas perspectivas incluyen objetos que no tle,nen valor pecuniario sino de utilidad afectiva, terapéutica 1 científica,, humanitada o social. como las decisü.1nes referidas a! cuerpo humano y sus partes (art. 17 y eones. e.e. y e). 3, Causa eficíente o generadora. Ante los múltiples significados que el derecho asigna a la voz {{causan, destacarnos que Ia causa de la relación jurídica se vincula a la fuente de la cual emana, Esta consiste en los hechos y actos a los cuales el derecho reconoce apli!ud «jurígemm; es decir que la nonna ohjeüva atribuye o reconoce ia posibHidad de crear, Manual de Derecho Privado ~ Parte General Parte genera!. Nociones introductorias modificar o extinguir relaciones jurídicas. Así sucede con los contratos de los que dimanan relaciones jurídicas obligacionales, o el matrimonio, del que surgen derechos y deberes entre los cónyuges, o resulta del desconocimiento del deber general de no dañar que genera la obligación de reparar el perjuicio resultante. Cabe señalar que ya la ley 24.240 de protección del consumidor prevé la leg~timación de las asociaciones de consumidores, así como las reglas relativas a su registración (arts. 55 y 57). 48 3. El ejercicio de los derechos individuales y de incidencia colectiva. Principios Hasta aquí nos hemos ocupado de derechos subjetivos individuales ya sea que frente al titular, y como su correlato, existan verdaderas obligaciones o resulten deberes jurídicos de pura inercia sobre la comunidad. Sin embargo, existen otros derechos que responden a <dntereses difusos>,, los que se identifican con los llamados «derechos de incidencia colectivm>; en estos supuestos es la comunidad la que tiene interés en que se respeten ciertos derechos colectivos. Esta perspectiva tiene explícita trascendencía a partir de la reforma constitucional de 1994, que consagró la protección de nuevos derechos caracterizados corno pluripersonalcs; es decir que pertenecen indistínta o alternativamente a una pluralidad de sujetos, en tanto integrantes de un grupo, categoría, clase o sector sociales. Entre ellos se destacan el derecho a la protección del ambiente, los derechos de consumidores y usuarios, el derecho a la preservación del patrimonio natural y cultural, a la diversidad biológica, a la defensa contra la discriminación y a la competencia (arts. 41 y 43 C.N.). Las normas co1:stitucionalcs traducen un mandato a los poderes constituidos, para que prevean estructuras legales idóneas para posibilitar el ejercicio de esos derechos. El art. 43 C.N., en su primer párrafo, recoge específicamente la acción de amparo y en su segundo párrafo expresa: «Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y formas de su organización». 49 En este sentido, el Código Civil y Comercial de la Nación enuncia· «Art. 14.- Derechos ifldividuules y de incidencia colectiva'. En est¡ código se reconocen: a) derechos individuales; b) derechos de incidencia colectiva. La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos individuales cuando pueda afectar gravemente al ambiente y a los derechos de incidencia colectiva en general». · También se vincula a estos derechos lo regulado en la sigrtiente norma: «Art. 240.- Límites al ejercicio de los derechos individuales sobre los bienes. El ejercicio de los derechos individuales sobre los bienes mencionados en las Secciones ¡a y 2ª debe ser compatible con los derechos de incidencia colectiva. Debe conformarse a las normas del derecho administrativo nacional y local dictadas en el interés público y no debe afectar el funcionamiento ni la sustentabilidad de los ecosistemas de la flora, la fauna, la biodiversidad, el agua, los valores culturales, el paisaje, entre otros, según los criterios previstos en la ley especial». ~ Existen diversas posiciones respecto a lo que se entiende por derechos de incidencia colectiva; a. Se limita la noción a los supuestos en los que el acto lesivo perjudica a una serie indeterminada o difusa de personas (Sagüés). b. Se afirma que la noción de derechos de incidencia colectiva abarca también a derechos divisibles y mensurables en relación con el objeto materia de su prestación cuando resultan equivalentes entre sí y la afectación que han sufrido tiene su origen en un acto administrativo único (Quiroga Lavié). c. Otra posición entiende que la nota característica de un derecho de incidencia colectiva es que tutela intereses colectivos de naturaleza indivisible (Rivera). El caso "Halabi", resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la ~aCión, es d~ cita obligatoria en esta materia; en efecto, en tal oportunidad se analizó el art. 43 C.N., referido a la acción de amparo. Sostuvo la C.S.J.N. q~e dicha norma implica tres tipos de acción: las que ~rocuran la satisfacción de derechos individuales y son ejercidas por su titular (art. 43, l"r párrafo); las que se refieren a los derechos de incidencia colectiva cuyo objeto son bienes colectivos indivisibles que Manual de Derecho Privad::, Parte Genera! Parte genera!. Nociones introductorias pertenecen a toda la sociedad (an. 43, 2' párrafo) (v.gr. la lesión al medio ambiente) y pueden intentarse por el propio afectado, el defensor del pucbio o asociaciones destinadas a la protección de tales derechos, sin que exista beneficio directo para quíen }rnya accionado~ y, por último, también este segundo párrafo de la norma citada, comprende a los derechos de incidencia colect1va relativos a <<intereses individuales homogéneos)}, casos en los que la lesión a derechos individuales Y divisibles es provocada por una única causa común Y <<homogéne-m,, por lo que la sentencia que se dicte propaga sus efectos a todos los individuos afectados. La Corte también señaló, ante la falta de regulación específica, los requisitos para la procedencia de esta acción de clase. Sin embargo, luego de la modificación introducida por el Poder Ejecutivo al Anteproyecto redactado por la Comisión, que incluía los derechos individuales dañados por una causa común, se ha eHminado toda referencia a las ~<acciones indíviduales homogénea-S)); éstas son relevantes para fad1itar la indemnización de los daños súfridos a esos derechos, superando aspectos 110 resueltos por las leyes 24.240 y 26.361 ( defensa del consumidor) o que lo han hecho con discordancias clarai'uente in.convenientes y, en ocasiones, frustratorias de los derechos (De los Santos). Se advierte, entonces, que estas nuevas formulaciones superan la posición tradicional que só1o se ocupara de los derechos individu.:iíes; se dice que «el paradigma colectivo pone el acento en las relaciones grupales y en los bienes colectivos >_i (Lorenzetti), afectadas de padecimientos mentales~ se fortalece la tutela de las personas vulnerables o en situación de vu!nerabil itlad 1 como los paden~ tes, ancianos y personas con discapacidad; se patrocina la no discriminación por razones de género, a partir dci reconocimiento a la diversidad. Esta revaloración de la aut0nomia personal, favorece la elección.de alternativas para el régimen patrimonial del matrimonio o 1a posibilidad de elegir la convivencia no matrimonial. Sin embargo, el reconocimiento de la libertad para elegir cómo vivir supone, para mantener el cquiiibrio juridico y socíal, la asunción de responsabilidades correlativas en ]o personal y en lo patrimonial, tuics como las contribuciones que deben hacerse durante la convivencia y el apoyo a los hijos comunes o afines y la tutela que la ley dispensa a la vivienda famíHar. También las tendencias legislativas apuntan a receptar las innovaciones tecnológicas en otras áreas; tal como lo relativo a íos distintos soportes informáticos y formas de identificación digital, así como la recepción de fonna& contractuales antes no previstas e instituciones desarroHadas·en el comercio y en las empresas (fide-icomisos, fhmqui~ cías, iea_-<;Jng, etc.). Existe apertura hacia admitir, como sujetos, a personas jurídicas constituídas por un solo sucio o <-mnlpersonalcs>,; la necesidad de dar transparencia a las gestiones que pueden -comprometer derechos de tcrce:rosj- cxti-cndc las obhgaC1oncs referidas a la contabilidad y registros a las personas humanas, salvo supuestos especiales. Los derechos reales no han escapado a estas transformaciones, las que ya instaladas: en Ia realidad, requieren regulación positiva para dar seguridad a las transacciom.>:s (tiempos compartidos} cementerios privados, etc.). 50 51 M Principios para el ejercicio de los derechas suhjetivm;_ Además de los clásicos principios de moralidad y buena fe, las nuevas perspectivas en materia de derecho privado ponen su acento en la revalorización de la persona humana y sus dimensiones somáticas y espirituales. A partir de eHo se propícia 1a regulación sistemática de los derechos de la personalidad, destacando como valor central la libertad en la toma de decisiones referidas a su persona y su proyecto de vida. (Fernández Sessarego); se considera la posibilidad de conformar diversos tipos de familia y de acceder a la procreación recurriendo a los adelantos científicos y tecnológicos; se revitaliza la noción de la capacidad como regla y se traduce esto en el reconocimiento de la capacidad progresiva, tanto para los niños~ nifias y adolescentes como para \as personas Bibliografía AscARELLI. Tulio, Introducción al derecho cumerciaL Parte de las obligociones comerciales, Ediar, Bs, As., 1947, Germán J,, .Manual de la Cunslitución re/armada, Ediar, Bs. As., 2004, t. L BORDA, Guillermo A .. .l\:Jwmal de derecho civil, Parte general; 21n ed. actualizada Lexis Ncxis - Abcledo-Perrol, Bs. As., 2005. BuTELER CACERES, José A., Afanu(J/ de derecho civil. Parte general. Advocatus 1 Cba., 1989, Brni\Rí CAMP0S 1 Manual de Derecho Privado • Parte General Parte general. Nociones Introductorias CiruENTES, Santos, Elementos de derecho civil. Parte general, Astrea, PROYECTO DE CóDIGo C1v11, v COMERCIAL DE LA NACIÓN y nota de elevación Bs. As., 1992. CHANETON, Abe], Historia de Vélez Sársfield, Eudeba, Bs. As., l 969. del Poder Ejecutivo Nacional al Honorable Congreso de la Nación, Buenos Aires, 7 de junio de 2012, disponible en www.infoleg.gov.ar/ wp-content/uploads/20 l 3/1 1/8842012.pdt 52 CORTE SUPREMA DE J usT1C1A DE LA NACIÓN, 24/2/2009, «Halabi, Ernesto v. Estado Nacional», J.A. 2009-Il-fascículo 4 del 22/4/09, con comentarios de Néstor Sagüés y Alberto Dalla Vía. DE LOS SANTOS, Mabel A., «Los procesos colectivos en el Anleproyccto,,, La Ley, 8/6/12, l. ENNECCERUS L. y Ni!'PERDEY, H., Tratado de derecho civil. Parte general, Bosch, Barcelona, 1953, vol. l. 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Nociones y distinciones Es importante destacar, que s1 bien las nociones de <-:hombre}!, «persona» y <<:mjeto de derechos>> se encuentran estrecha e íntimamente vinculadas y relacionadas entre sí. no deben confundirse, ya que cada una de ellas -importa y se relaciona con distintos presupuestos. A continuación se detallan tas simiíitudes y díferencias de cada uno de ellos: l. Persona. El Código Civil y Comercial no recepta una 110ción de <<persona>>, como lo hacía el sistema del Código veiczano, -sinu que se Manual de Derecno Pnvado - Parte General Personas 011 ¡;¡enera:L Atributos limita a regular ios efc-ctosjuridicos patrímoniaks y extraparrimonülles que tienen fuente en esa personalidad (Libro Primero: ~<Parte generafo; Tirulo 1: \(Persona Htwum,m ), Esto es explicado en los fundamentos del Anteproyecto de Código unificado, donde se sostiene 4tte Kse ha tratado de incluir sólo aquellas t!ejJnh:iunes que tienen efecto normativo y 110 meramente didácticu, en cun.sonancia con la opinión de Vélez Sar.,:field, primet cud{ficador, expr,;soda en fa 110/u al artit:ulo 495 del Código Civil,,. Por tal motivo, serán persona, tanto el ser humano {sea éste concebido en el seno materno, como el ser humano ya nacido), ~si como un g_r~po u organización humana (que haya cumplido determinados requrs1tos re~ulados por el. propio ordenamiento jurídico), ya que unos y otros gozaran de esa aptitud para adquirir derechos y para contraer obligaciones. 56 En relación á la noción de <<persona» aseveran en el mismo texto que Código Civil, fa persona 57 Se puede entonces sintetizar que, desde e1 punto de vista del orde~~miento jurídico quien tiene capacídad jurídica -potencialidad de adqumr derechos y contraer obligaciones•, es persona. (<es importante señalar que, dentro de un es regulada t1 las fines de establecer los efectos jurídicas que tienen fuente en esa personalidad, tanto en el orden patrimonial como extrapatrimonial en el ordenamiento civil ... », Sientan así una posición clara en lo que representó una antigua controversia, que se daba entre quienes sostenían que los códigos no debían contener definiciones y conceptuali:1.acíoncs por una parte y otros que las aceptaban (Rivera), Quh:nes rechazaban que los cuerpos jurídicos contuvieran definiciones. entend1an que eHo no era apropiado va que decían, esas conceptuali1,,acíones·correspondJan a la ciencia del derecho, por !o que si nn cuerpo normativo las utilizaba, Ímplicaba caer en una praxis. legislativa poco adecuada, Otros autores, en cambio, sostenían que ~ra posible su inclusión, ya que lás mismas permiten una mejor comprensión de determinadas instituciones y realidades que- son creadas por el s:Jstemu jurídico normado. Por eso, como una primera manera de aproximamos al alcance y contenido de la noción de persona es adecuado recurrir a h1 vieja conceptualización que introdujo Vélez Sarsfield en el arr JO de s11 Código Civil, que siguiendo al Esb0<;0 de Freitas expresaba que <~son personas todos los entes susceptibles de adquirir derechos, u contraer obligaciones>>. Es decir que cuando hacemos referencia a «persona» es ese {<ente}} al que el propio ordenamiento jurídico le reconoce la posibilidad y la potestad de ser titular de derechos subjetivos y sus correlativos deberes. La doctrina afirma que la noción de persona trae consigo un verdadero sentido de ,,poLencíalidad>>: ya que es persona, quien tiene la virtualidad, la posibilidad, de adquirir derechos y contraer obligaciones; en definitiva, de ser sujeto de derechos (Tagle), Debe entenderse, por ende, que quien tiene capacidad jurídica es persona para el ordenamiento jurídico. 2. fiambre. Para algunos autores no puede desligarse la noc1ón de «persona», de la de <<hombre:,, ya que se afirma que todos los hombres son persona y que a partir de la Segunda Guerra Mundial, se ha revitalizado la noción iusnaturalista de persona, identificándol~ con él (Rivera), Estas conCepciones entienden que todo hombre es necesariamente persona, ya que este es un concepto anterior al derecho v el ordenamien~ to jurídico sólo se limita a reconocer esa condición. ~ , , Sin embargo, la palabra «hombre)) deñne a un ser biulógíco, psicol~g1co Y social. En cambio, la noción de persona importa una consecuencia de la c~ltura, ya q~e ~l derecho como producto de la cultura es quien ha deternnnado y delnn1tado esa noción. En este sentido se afirma que la persona es una categoria jurfd¡ca que pertenece al mundo de los objetos culturales y no una realidad de hecho, como lo sería el hombre (Bertoldi-Bergogiio), Si nos ~emitimos a la definición que presenta el Diccionario de fa Real Academia Espafiola, el primer significado de fa palabra ~<hombre>_, es el ser animado r.acional, sea éste varón o mujer. Es decir que refiere a una concepción biosociológica, que se proyecta en difereu$es aspectos de su ser. Má~ a_Uá de que e~tendamos que, a principios del siglo XX(. el reconocomento de la calidad de persona a todos los hombres es ineludible en los ordenamientos jurídicos, esto no siempre fue así en la bístoria <le la h~manida~. V.gr. la esclavitud que estuvo vigente en nuestro pais hasta la mitad del siglo XrX; tenf a como consecuencia que esos seres humanos ( los ~sclavos) no _fueran considerados personas, ya que no tenían la poten~iahdad de ser titulares de derechos y obligaciones. Otro ejemplo de ello se presentó en ei régimen nactonal-socialista del sigio XX, ya que durante su Manual de Derecho Privado Parte General Personas en general. Atributos vigencia quienes eran judíos, homosexuales y gitanos tampoco eran considerados. personas en el esquema jurídico alemán del Tercer Reich. Por otra parte, la noción de persona abarca no sólo al hombre como individualidad, sino también a las organizaciones humanas por lo que ambas nociones no pueden confundirse. i) Las personas humanas que son receptadas en el Título J del Libro Prímero, Corresponde recordar que desde In doctrina antcrio; a In s~~ción del ~ódigo se las denominaba también {<personas de existencia vnnble». t<fís1casY;, imaturulcs>1, «individuales» o «humanas». 58 w 3. Sujeto de derecho. Finalmente, tampoco debe confundirse la noción de persona, ni la de hombre, con la de •<sujeto de derecho,:, más allli rle la íntima e intrínseca vinculación que una tiene con las otras. Vo1viendo a ta noción de persona, recordemos que se tiene esa calidad. cuando se posee la «aptitud)) para adquirir derechos y contraer obligaciones; es decir, reafirmarnos esa nocíón de potencialidad, de posibilidad de ser titular de relaciones jurídicas, tanto en su faz activa (adquirir derechos), como en la pasiva (contraer obligaciones). Pero se es «sujeto de derecho», cuando las personas actúan en una relación jurídica específica y concreta. Por eso se entiende que entre persona y sujeto de derecho se da la diferencia que existe entre potencia y acto (Bertoldi-Bcrgoglio ). h. Persona. Elementos La noCión de persona tiene como ha-se fündante, dos elementos que se complementan y subsumen, uno de tipo materia] y otro de naruraleza formal: a) el primero importa un «ente» 1 que es e! sustrato material, el soporte de la personalidad jurídica, que puede ser el ser humano (persona humana), el concebido (persona por nacer) o una organización humana ya sea a partir del individuo o un grupo organizado (persona jurfdica individual o plural, en ambos supuestos}; b) el segundo, está dado por la personalidad j1'rídica e importa la posibilidad de adquirir derechos o contraer obligaciones y que se relaciona directamente con esa capacidad genérica para ser titular de derechos y obligaciones. 59 Desde la doctrina se ha expresado que, a diferencia del art. 51 Código Civil, <<el nuevn código no comiene una definición, pero de .w. snla designación cmt?o (dmmana;>, entendemos que se llega al mlsmo concepto, pues será tal todo ser humano_ es decir toda aquella persona que presente signos característicos de humanidad, sin distinción de cualidades o accidente.n, (López de ZavaHa): Ellas tienen como sustrato fundamental a1 ser humano v abarca dos etapa., o épocas de su existencia: a) el concebido que no ha ;1acido (arts. 19 Y 20 C.C. Y C.) Y b) las «personas humanas propiamente dichas»: etap~ que comienza con el nacimienío con vida (art. 21 e.e. y C.) y tennma con su fallecimiento (art. 93 e.e. y C.). 2) Las <<personas jurldicas)), que también han sido llamadas «personas de existencia ideab} 1 <<fl'.}oraks>• o «colcctívas)t 1 tienen como base a una organización humana, a partir de un individuo o un gi-upo 1 que confo~man un ~uevo (<enteJ> diferenciado de cada uno de sus integrantes, Y que mtcractua en el mundo jurídico de manera individual. Se encuentran reguladas en eJ Libro primero~ Títlilo IL desta-cnndo el art, l 42 que <<son personas jurídicas todos los emes ~ /os cuales el ordenarrtiento jw·idico les coitfiere aptitud paro adqui1·ir derechos Y ºcontr~er obligaciones para el cumplimiento de su ahje/OA;. Este aruculo ct~b~ s~r analizado juntamente con ci 144 que dispone que <d:a persona JUrtdtcn tiene una penonalid,ul Jistinta de la de sus mtemhros·. Los miembros no responden por las obligaciones de la persona juridica, excepto en los supuestos que expresamente se prevén en este Titulo y lo que disponga la iey espccfol>;. Il. ATRIBUTOS DE LA PERSONA EN GENERAL 1. Concepto e Clasificación de las personas En el Código Civil y Comercial se reconocen dos tipos de personas: Cuando nos referimos a los atributos de ias personas, estamos haciendo alusión a una serie de cualidades juridjcas que !e pertenecen de 60 Manual de Derecllc Privado - Parte Generaí manera necesaria y esencial. y qué se presentan e:n ellos, de manera permanente e intrínseca, Asi, podemus definir }os atributos de ias personas como ias cualida~ des, propiedades, modqs o ,;;aracterísticas, que le son inherente por el sólo hecho de ser persona. Los atributos se encuentran csendalmente vinculados a la noción de pernona y tienen una entidad tal que no puede e-onccbirse a una persona sin que posen cada una de estas cuali<lades jurídicas, Es preciso poner en claro que ios atributos se- diferencian de los derechos snbJetivos, ya que íos primeros no importan facultades, síno que son verdaderas '\(CUahdadesjurídl\,;as», otorgadas a los individuos por el propio ordenamiento, que no permiten que sean renunciados ni por el propio titular. Los atributos de las personas en general son el nombre: la capacidad y el dvmicilio. Por su parte, las personas fisicas tienen como atdbuto propio el estado y las personas juridkas~ el patrimonio. 2. Caracteres Los au·ibutos de las personas tienen las siguientes características: a) Necesidad: Ellos se encuentran inseparablemente vinculados a 1as personas, por lo que no es posibie que se carezca de alguno de ellos. No puede existir una persona que no tenga un domicilio, o que no tenga nombre. En las situaciones particulares en donde pueda presentarse una persona que, por-ejemplo. carezca de domiciho, et propio ordenamiento jurídico arbitra los medios para su otorgamiento, b) UnhiaJ: Cada atributo es único. Cada persona no puede ser titular de más de un atributo de cada úrden en un determinado momento de su cx1stenc-ia. Así, v.gr. no es posible tener más de un nombre. J) Indisponibilidad: Los atributos no pu;;;den ser transferidos) por lo que se encuentran fuera del comercio y además son imprescriptibles. Asimismo, la:, leyes que los regulan son de carácter imperativo y de or<len público. 4) Vitalicios: Se adquieren plenamente con el nacimiento de [as personas y subsisten hasta el fin 'de su existencia. Personas en general. Atributos 61 III. A TRIBUTOS DE LA PERSONA HUMANA l. Los atributos A continuación se desarrollanln cada uno de los atributos de las personas humanas: capacidad, nombre, domicilío y estado. A, Capacidad J_ Noción El primer atributo de la persona que estudiamos es el de la eapaci• dad, ya que como se afirmara en el primer punto de es.te capítulo. la noción de «capacidad» es abso!utamente inescindible de la calidad de persona y no se concibe persona alguna que no cuente con capacidad de ser titular de derechos y deberes, Se puede definir a la capacidad en general como «ta aptttud o el grado de aptitud de la persona para ser titular de derechos v deberesjuridicos>t y, en consecuencia, para el concreto ejercicio de la·~ facultades que emanan de esos derechos del que se es titular o para el cumplimiento de las obligaciones que implican ios correlativos deberes jurídicos (Buteler Cáeeres ), 2. Clases De esta noción se desprenden los dos aspectos o especies que abarca la noción de capacidad: a) La capacidad de derecho: que se rela~iona con la aptitud de la persona para ser titular de derechos y deberes jurídkos; y b) La capacidad de ejercicio: vinculada con la posibilidad de las personas para ejercer por si mismo esos derechos que titulariza. Se analizarán a continuación cada una de ellas. 1. La capacidad dt.,o derecho a. Noción. La idea de persona conlleva de manera ineludible y esencial la posibilidad de ser titular de derechos. Así, el ser ,,persona>;, Manual do Dr,rncho Privado • Parte Genera! Personas en genérnL Atributos importa la viabilidad cierta, actual, eventual o concreta de encabezar l_os derechos que- e-i propio ordenamiento juridico reconoce- y que le permite ~por si mismo o a través de representantes- actuar en el mundo jurídico. social, y sólo puedC'n ser dispnnih!cs pnr su titular cuandú se configure alguno de esos valores y se¿,rún lo dispongan leyes especiale:n>: eH-o evidencia que se es tltular de derechos qnc recaen sobre A ello hace alusión la «capacidad de derecho», o «capacidad juridica}} o .;~ capacidad de goce», que ha sido definida en la doctrina española como «la aptitud que tiene el homhre para mera tenencia, goce o titularidad activa o pasiva dí-: derechos y de nbligacione,rn (Moro Almaraz-Sánchez Cid) y entre los autores nacionales como «el grado de aptitud de cada clase de personas para adquirir derechos y ejercer por sí o por otras personas los actos que no le son prohibidos por la ley» (Buteler Cáceres), El Código Civil y Comercial la consagra de manera clara cuando en el art. 22 que abre el Capítulo 2 del Libro Primero dispone que «toda per:rnna humana goza de la aptitud para ser titular de dcreclms y deberes Jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos, simples actas, a actos jurídicos determinados>}. diversos objetos: 1 con o sin contenido patrimonial. S2 De este articulo se desprenden tres consecuencias centrales; 1) que como principio general, toda persona tiene capacidad para ejercer derechos y contraer obligaciones; 2) que el goce de los derechos que titulariza sólo puede ser limitados por 1a propia ley; y 3) que esa limitación de derechos sólo puede referirse a hechos, simples actos, o actos jurídicos específicos y determinados. Nunca lo podrá ser en relación a todos sus derechos, Como consecuencia de ello podemos afirmar que esta capacidad siempre está presente en la persona, ya que no se e-oncíbe a un sujeto que no tenga algún grado de capacidad de derecho, pues sí ella faltara totalmente no podríamos hablar de (<personar,. Pero al mismo tiempo tampoco se puede tener de manera absoluta, ya que siempre existen limitaciones y todo individuo tiene vedada o limitada por la propia ley ia tltularidad de ciertos derechos para rea1izar actos detenninados. Ese principio general que determina 1a capacidad como demento esencial de la naturaleza de Ja persona se puede ver también en numerosos preceptos del Código Civil y Comercial como es por ejemplo lo dispuesto en el Capítulo 4 del Título preliminar que regula lo relativo a los «derechos y bienes>,. Así, el art 15 estipula que ,rlas personas son tiJulares de los derechos individuales ,,,abre los bienes que integran su patrimonio conforme con lo que se establece en este Código>> y el arL l 7 que <dos derechos sobre el cuerpo humano o sus pm'tes na tienen un valor económico, sino afectivo, terapéutico, cientfjtco. humanitario o 63 Otro ejemplo surge del art 51 (Capítulo 3, Libro Segundo ,:.Derec-hos y actos pt"rsonalísimos»), en tanto dispone que «La persono humana es inviolable y en cualquier circunstancia tiene derecho al reconoci- miento v respeto de 5U dignidad1•. para luego receptar en las normas siguientes los derechos personalfsimos de los que goza ( dignJdad, imagen, a la disposición del propio cuerpo, etc.)- ' Como anticipamos; tamblén las restricciones a la cap;1cidad de derecho surgen de] mismo Código uníficado. Como ejemplos menciona- mos: l) El art. 295 que dispone quiénes se encuentran inhabilitados para ser testigos en un instrumentos pllblico, entre íos que se destacan dos incapacidades de derecho: foc. c. los dependientes del oficial público; inc, d, el cónyuge, el conviviente y los parientes del oficial público, dentro del cuarto grado y segundo de afinidad; 2) E] art 403 que regula los ;mpedimentos matrimoniales, por el cual se restringe el derecho a celebrar matrimonio a personas unidas entre sí por determinados vínculos de parentesco (inc. a, b. c.); 3) El art. ] 08 que dispone prohibiciones para que determinadas personas sean designadas como tutores de un menor de edn.d~ 4) El art. 1341 que prohíbe ai consignatario comprar ni vender para sí las cosas comprendidas en e! contrato de con:signac.i6n~ 5) El art. 1550 que restrmge· a los tutores y curadores su capacidad para recibir donaóones de quienes han estado bajo su tutela o curnteln ames de la rendición de cuentas y del pago de cualquier suma que hayan quedado adeudándo1es; 6) El nrt. 2482 que determina las personas que son incapaces de suceder por testamento, entre !os que se encuentran íos tutores y curadores a sus pupilos 1 el escribano y los testigos ante quienes se haya otorgado el testamento, por el acto en 1."l cual han intervenido o los minístros de cualquier culto y los líderes o conductores espirituales que hnyan asistldo al causante en su última enfermedad; M;Ewal úc Derec'.10 Privado - Par;e General Personas en (Jf!íl&raL Atributos 7) El arL 1002 establece una serie de inhabilida_des especi~les que imporlan incapacidades d.c derecho para realizar determmados ac-tos jurídicos ::i. espcc-íficas pfüsonas. Así se determina que no pueden ;.;,ontratar en inlerés propio: a) los funcion~rios públicos. respecto de bienes de cuya administración o enaJenación están o han estado encargados; b) los jueces, funcionarios y auxiliares de La justicia, los árbitros y mediadores, y sus auxiliares, respecto <le bienes relaciona.dos con proi.:csos en los que intervienen o han intervenido y e) ios abogados y procuradores, respecto de bienes liligiosos en procesos en los que intervienen o han intervenido. b. Cnracteres. La capacidad de derecho goza de los mismos caracteres generales que hemos especificado en relación a los atributos de las personas, pero también se puede afiadir qµe es: 1; Graduable: ya que es susceptible de grados. pues no se concibe sujew alguno que tenga una capacidad de derecho absoluta. es el propio ordenamiento el que limita el ejercicio de ciertos derechos, 2) Principio general: la capacidad de derecho se prcsum.c. To~as las personas son capaces para realizar todos los actos úe la v1da civil, salvo que exista una norma expresa que así lu establezca, se afirma que las incapacida.úes de derecho operan como una excepción (Tag!e ); por ello también nos referimos a ,<incapacidades de derecho,, y no u (<incapaz de derecho,)-. 3) Orden públit:-ü: como consecuencia del principio general anterior1 las normas qm.· reguian la capacidad tienen carácter de orden público, ya que sólo la ley _misma puede limitar 1a capacidad de las personas. 4J Común a todas las clases de personas: se afirma que, como consecuencia de su propia naturaleza de atributo, no puede faltar en ninguna clase de personas, sean estas humanas o jurídicas. humanas para poder actuar por sí mismas en d campo de lo jurídico~ es decir para ejercer por si mismas los actos de la vida civil (Tagle). La capacídad de obrar es esa aptitud o idoneidad para realizar eficazmente actos jurídicos (Diez-Picazo) que implica la capacidad de las personas humanas par.a adquirir o ejercitar por sí mismas. los derechos que el ordenamiento le concede o para asumir correlativas obligaciones, Resumiendo, podemos afirmar que es esa facultad que la persona tiene para ejercer por sí misma esos derechos y deberes jurídicos que goza y titulariza y que no debe ser confundida .;on el «discenümierHm> que, como se verá más adelante, se refiere a la cualidad del individuo para conocer y distinguír lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto, lo conveniente de lo inconveníente. El Código Civil y Comercial al referírse a ella dispone que «toda persona hmnana puede ejercer por sí misma sus derechos, excepto Jas Hmitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia judicial.,:, (art. 23). Es decir que la capacidad de ejercicio aparece como principio general, que sólo puede ser limitada por el propto Código o por una resolución judicial. Coincidimos con la noción que entiende que esta clase de capacidad no es un atributo de la pe-rsona, ya que en algunas personas puede faltar de manera absoluta (el por nacer) y ella no puede predicarse de las personas jurídicas (Bertoldi-Bergoglio ). A diferencia de Jo que sucedía en el Código Civil en el que se establecía un sistema rígido que delimitaba personas co-n incapacidad absoluta de ejercicio ( el por nacer. los menores impúberes, los dementes y ios sordomudos que no sabían darse a entender por escrito ~art. 54 C.C.); los que tenían una incapacidad relativa (los menores adultos aquellos que tenían entre 14 y 18 años de edad- y que sólo tenían capacidad para 1os actos que las ieyes les autorizaban otorgar, segUn lo disponía el art. 55 C.C.), el nuevo sistema que trae el C.C. y C. deja de lado la tradicional cia~ificación entre incapacidad de hecho absoluta y relativa. Como reflejo y expresión de un sistema flexible de capacidad de ejercicio, dispone en el art. 24 que lo serán: 2, La capacidad de ejercicio a. Noción. Se la puede definir expresando que la capacidad de ejen:ício, anteriormente denominada «de hecho:,,~ •-\de obrnn,, es esa aptituti que el mismo ordenamiento jttrídico le brmda a las personas 65 1) La persona por nacer. 2) La que no cuenta con la edad y el grado de madurez suficiente para ej.;rcer por si mismos los actos de la vida civil, Pero esa limitación Manual de Derecho Privado - Parte General 66 sólo tendrá la extensión que el propio sistema le da a esa incapacidad en la Sección 2" del mismo capitulo y libro del Código, en el que se regula lo relativo a las personas menores de edad. 3) La declarada incapaz por sentencia judicial, también limitada a la extensión dispuesta por la resolución del juez que la resuelve. B. Nombre a. Nociones generales. Concepto El nombre es el atributo de la persona que, apoyándose en un elemento central de la cultura humana como es el lenguaje, tiene la función central e indispensable de individualización de las personas. Por ello se afirma que es la forma de identificación de las personas en la sociedad (Rivera). Es lo que le permite a un individuo decir soy «este>) y no soy «aquel». Se presenta entonces como ese conjunto de palabras asignadas a cada persona para distinguirla de las demás. Por ello, es esa forma o manera en que las personas se identifican en la sociedad. En definitiva, importa la designación atribuida a cada individuo a los fines de su diferenciación de los demás y de individualización jurídica. Podemos entonces decir que el nombre es la forma o modo obligatorio de designación que corresponde a cada persona y que la distingue en su individualidad (Buteler Cáceres ), sea ésta una persona humana o jurídica. ·b. Características El nombre goza de las características generales de los atributos de las personas: a) Es necesario: toda persona tiene el deber y el derecho de portar un nombre tal como surge expresamente del art. 62 del C.C. y C. que establece que «La persona humana tiene el derecho y el deber de usar el prenombre y el apellido que le corresponden». Este ai1ículo sigue los mismos lineamientos del art. I' de la derogada ley del nombre 18.248 que disponía que «toda persona natural tiene el derecho y el deber de usar el Personas en general. Atributos 67 nombre y apellido que Ie corresponde de acuerdo con las disposiciones de la presente ley>>. b) Es único: las personas sólo pueden tener un nombre. c) Es inalienable: se encuentra fuera de! comercio. d) Es relativamente inmutable: permanece durante toda In vida de la persona, salvo que existan justos motivos, razón por la cual se puede modificar. De acuerdo con lo dispuesto por el art. 69 del Código Civil y Comercial esa mutación o camhio procede en detenninados supuestos por intervención judicial y en otros directamente por pedido de la p;rte ante el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, En el caso del pedido judicial, para determinar la procedencia del cambio del nombre el juez deberá valorar en cada caso particular una serie de circunstancias. Así, el mismo artículo refiere a modo meramente enunciativo que puede constituir justos motivos «a. el seudónimo, cuando hubiese adquirido notoriedad; b. la raigambre cultural, étnica o religiosa; c. la afectación de la personalidad de la persona interesada, cualquiera sea su causa, siempre que se encuentre acreditada~>. Por su parte no será necesaria 1a acción judicial, ya que se consideran <0ustos motivos» por sí mismos cuando el cambio del prenombre lo sea «por razón de identidad de género y el cambio de prenombre y apellido por haber sido víctima de desaparición forzada, apropiación ilegal o alteración o supresión del estado cívi1 o de la identidad>,. c. Elementos del nombre Cuando se hace alusión a los elementos que constituyen el nombre de las personas, hay que diferenciar sí se trata de personas humanas o jurídicas. En el caso de la persona humana el nombre está compuesto por dos elementos: a) El prenombre: también llamado <<nombre de pila», que es el elemento individual de designación de las personas y que identifica a ese hombre o mujer, dentro de su grupo familiar (arts. 63 y 68 e.e. y c.J. b) El apellido: es la designación común de todos los individuos que pertenecen a una misma familia< Es por e11o que se lo denomina 68 Manual de Derecho Privado ~ Parte General «nombre de la familia;) o «patronímico». Corno principio general se adquiere por la filiación, es decir que cuando una persona es inscripta como ({hijo de>> adquiere <le manera concomitante su apellido. Pero también puede ser impuesta por el oficial del Registro del Estado Civil y Capacidad en caso que se trate de Personas en general. Atributos 69 Finalmente, otros sostienen que el nombre es acabadamentc un «atributo de la persona», con las características especiales que estas cualidades conllevan en sí, por lo que no debe pensarse en una naturaleza diferente (Rivera). una persona menor de c<lad sin filiación determinada, quien «debe ser anotada ... con el apellido que está usando, o en su defecto, con un apemdo común,, (art. 65), o en caso que se trate de una persona con edad y grado de madurez suficiente «que carezca de apellido inscripto puede pedir la inscripción del que está usando» (art. 66). d. .Naturaleza del nombre Desde la doctrina nacional y extranjera se han esbozado diferentes posturas acerca de la naturaleza jurídica que tiene el nombre. Para una parte de la doctrina y jurisprudencia francesa del siglo XIX (Aubry et Rau) el nombre era un derecho a la propiedad, similar al que se tiene sobre una cosa. Esta teoría fue dejada de lado, ya que todos acuerdan que el nombre no se encuentra en el comercio y es imposible su disposición, ya que si nos desprendemos de él, ya no tendríamos más nombre y estaríamos privados de esta atributo lo que no es posible. Más recientemente, parte de la doctrina entendió que el nombre importa un derecho de la personalidad (Josserrand), por ser parte esencial de la individualidad del hombre y porque se relaciona con el derecho a su honor. Se ha criticado esta postura expresando que por una parte vincula ese derecho a un sólo tipo de persona (la humana) y por la otra porque confunde a los atributos de la persona, con los derechos subjetivos que importan los derechos a la personalidad. Otra postura lo rclacíona con una institución de la policía civil (Planiol), ya qu{: se trata de algo impuesto por la ley de manera compulsíva para la identificación de los individuos y que sólo tiene por objeto la identificación de las personas. Se ha expresado que esta postura es rcduccionista ya que entendería que la única función del nombre sería la de clasificar a los individuos. Para otro grupo de autores (Borda-Llambías) se trataría de lo que denominan una -:<institución compleja,> ya que por una parte implica un derecho de la personalidad, pero a la vez importa una institución de policía civil pues protege intereses individuales y también sociales. e. Nombre de las personas humanas 1. El prenombre a. Noción. El prenombre o nombre de pila, llamado también nombre individual o apelativo, es ese elemento del nombre que precede al apellido y que tiene corno función central la identificación de la persona dentro de su grupo familiar (Tagle). Es la designación que los progenitores -como principio generaleligen libremente para sus hijos, salvo ciertas y determinadas limitaciones, y que diferenciará a ese hijo dentro del grupo familiar. Se adquiere por su inscripción en el acta de nacimiento de las personas. b. Elección. De acuerdo con lo ~reglado en el art..63 la elección del prenombre corresponde sea realizada por ambos progenitores «o a las personas a quienes ellos den su autorización para tal fin». Es decir, tanto que sea hijo matrimonial o extramatrimonial, ambos padres -sean estos del mismo o de diverso sexo-, podrán decidir conjuntamente el nombre que llevará su hijo, presumiéndose que el que elige uno, cuenta con la conformidad del otro. No existe ningún tipo de distinción entre ellos, como consecuencia de los principios de igualdad que rigen en materia de responsabilidad parental. Además, el mismo artículo dispone que en caso de «falta o impedimento de uno de los padres, corresponde la elección o dar la autorización al otro». Esto sucederá por ejemplo en caso que uno sólo de ellos haya inscripto al hijo o en e! caso de muerte del otro progenitor. Si ninguno de ellos puede realizar esta elección (fallecimiento o falta de capacidad de ambos) o no lo hacen por cualquier motivo, el Código Civil y Comercial establece que «en defecto de todos, debe hacerse por los guardadores, el Ministerio Público o el funcionario del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Persona». Se pretende así que la toda persona sea portadora de este atributo de su personalidad, en caso de que los progenitores no realicen esa designación. Manual de Derecho Privado - Parto General Personas en general. AtrHrdos e Reglas. En el sistema vigente se amplia el campo de la autonomía de la voluntad de los progenitores para la elección del prenombre de los hijos. que la persona adoptada conservará el prenombre con el que ya era Así se dejan de lado una serie de restricciones que existían en la ley 18.248 derogada que en su art. 3° prohibía !ns nombres «que sean ex:lravagantes, rid[culos, contrarios a nuestras costumbres, que expre~ que ya tiene el niño se encuentra en colísíón can las prohiblciones antes mcndonndas (art. 63 inc. b); 2) cuando el adoprndo se ídentifica y usa otro nombre, con d que se siente identificado. 70 sen o signifiquen tendencias políticas o ideológicas, o que susciten equívocos respecto del sext) de la persona a quien se impone>r o «extranjeros, saivo los castellanizados por el uso o cuando se tratare de los nombres de los padres del inscripto, si fuesen de fácH pronunciación vno tuviere.n traducción en el idioma nacion.ah,. Cabe recordar que ante ~sas limitaciones, se presentaron diversos planteamientos que debían ser resueltos por los jueces ante )a negativa de los registros civiles de inscribir a nifios con determinados nombres) porque presuntamente encuadraban dentro de las prohibiciones de ia norma. En los fundamentos del Anteproyecto se justifica la nueva normativa expresando que «se elimina la prohibición de aplicar prenombres extranjeros entendíéndose que, en definitiva, la elección de1 prenombre es una decisión de los padres en la que la injerencia del Estado debe ser lo menor ·poslble. Se ha establecido de manera expresa la posibilidad de poner nombres indígenas, en consonancia con el respeto por las minorías y la creencia en el carácter pedagógico de ia ley>L El nuevo Código, en cambio, abre ias posibilidades de elección del prenombre de Jos h\josr estableciendo com◊ únicas Hmitaciones que «no pueden inscribirse más de tres prenombres, apellídos como prenombres, primeros prenombres idénticos a primeros prenombres de hennanos vivos; tampoco pueden inscribirse prenombrc-s extravagantes,, ( art 63 ínc. b), En el último supuesto, es decir la elección de un <.<prenombre extravagante\-;, será una facultad del oficiat pl1bl.ico_, la no inscripción, En su caso, quien se resista a esa negativa tendrá abiertos los mecanis~ mos administrativos y judíciales para oponerse. El art. 68 del Código unificado es una norma de remisión que dispone que todo lo relativo a la elección del nombre de los hijos se regirá por lo dispuesto en el Capitulo 5, Título VJ del Libro Segundo del Código, en donde se regula lo atinente a la filiación adoptiva. Así, en esas normas espccíales surge que la elección del prenombre de los hijos adoptivos merece una consideración especial ya que según lo dispuesto por el ar!. 623 debe respetarse el prenombre qué ya tenga el hijo adoptivo ~sea ia adopción simple, plena o de integración-, Es decir 11 conocido antes del proceso por el cuá1 se morga la adopción, Sin embargo esta regla admite excepciones: 1) cuando d nombre En estos dos supuestos, el juez que resuelva !a adopción podrá disponer la modificacjón del pr-enomhre que el adoptado tenía, mutándolo por e-1 peticionado por los adoptantes, En la ley de nombre derogada existía una distinción según si el niño adoptado tenía más o menos de seis años de edad. As!, en el art. l 3 de la I 8.248 se establecfa que si el niño adoptado tenía menos de seis años de edadi los adoptantes podrían pedir ei cambio del nombre con ei que hubiera sido inscripto o fa adición de otro. En cambio si tuviera más de seis años, s61o se le podrá agregar otro nombre después del que anteriormente tenía el adoptado, stempre que- no supere el máximo de tres prenombres. Se puede apreciar cómo hoy esa distinción ya no se puede realizar y solamente en los casos de e-xcepción mencionados podrá mutarse el nombre con que originariamente fue inscripta la persona que luego fue adoptada. 2. El apellido Ei apellido, también llamado nombre de familia, «cognomenr, o patronímico, es el elemento familiar del nomhre; es la designación común a todos los- n1iernbros de una misma familia o estirpe (ButelerCáceres). a. El apellido de los hijos: Antes de la sanción del Código Civil y Comercial se expresaba que «e/ orden de los apellidos de los hUos ha constituido la man{/éstación más evidente de las costumhres, en las distintas sociedades y legislaciones. En nuestro derecho, siempre ha mantenhio la tradición de que !os hijos lleven como primer apellido el del padre. Al respecto. explicaba lLamhías que la adquisición por el h(fo del apellido parerno, es independiente de la voluntad parerna. Por In demás, el apellida no se transmite por vicr hereditaria, sino que es unn cnnsecuencia del carácter legitima de la filiación, e independienre de la voluntad del padre o del hUo. Manüa1 de Oerncflc Privado• Parte Genera! Personas en gcne1aL Atributos Esla voluníad con pn::dominio jlnal de la del hijo sólo cuenta para optar por un apeWdo compuestm) (Solad). apellido de ese progenitor; 2) si su filiación es establecida de manera simullanea por los dos progenitores, se aplicarán las normas relativas al nombre: de los hijos matrimoniales antes expuestas; 3) en ei caso de que las fiiíaciones no se determinen al rnismo tiempo, los progenitores también deberán determinar el orden de los apellidos, pero en caso de falt.:-i de a('.uetdo, ya no se solucionará mediante sorteo como en el supuesto anterior, sino que lo deberá resoivcr un juez, teniendo en cuenta el inte.rés superior dei hijo. 72 Esta clásíca mirada que ya había sufrido un verdadero i:<cimbronazo,, al sancionarse la 1ey 26.618 de matrimonio de personas del mismo sexo, en donde hubo que buscar una solución que contemplara la nueva realidad <le hij-o~ de dos padres o de dos madres. Con el Código unificado termina de cerrar este cambio. haciendo que ln icy itltcrna sea acorde a los postulados constitucionales de 73 igualdad de ambos progenitores, y adaptándol.a a las convenciones internacionales que rígen en nuestro país, en especial a la Convención para la eliminación de toda fonna de discriminación contra la mujer (CEDA W), De esta manera, hoy los progenitores podrán elegir cuál de los npeHidos llevarán los hijos.. La reguláéión tiene basamento directo en los principios de «igualdadH y ííautonomia de In v0Iuntn.dt1 que se encuentran presentes en el sistema constitucional argentino (art, 75 ini:. 22 C.N.), por lo 4-ue ya no es posible hacer subsistir una preferencia por el apellido del linaje paterno. En este aspecto se expresó que <<el régimen actual en materia de apellido de los hijos tiene una fuerte y elocuente deuda pendien~ te en término:; de igualdad y no discriminacíón en razón del género» (Herrera). De esta manera, el art. 64 C.C. y C. establece una dístinción según sea que los hijos sean matrlmonínk-s o extramatrimoniales. Hijos matrimoniales: ei hijo lleYará primer apeHido <le alguno de los cónyuges a elecdón de aqudk,s. En caso de desacuerdo se detenninnrá por sorteo realíza<lo en la sede del Regi~tro del EHta<lo Civil y Capacidad de !as Personas. Se podrí1 tambie'n adicionar el apellido del otro progenitor, ya sea que fuera solicitado por éstos o por el propio hijo «con edad y madurez suficienteit. De acuerdo con ello no existe una edad mínima para que ei propio hijo soHcile se le adhiera el apellido del otro progenitor, sólo que ienga tü:dad y grado de madurez suficientC>i, lo que importa analizar en cada sítuación en concreto acerca de esa solicitud. La norma, además, pone como limitación que tod-os lo::, hijos de un mismo matrimonio, deben !levar el apellido)' la integración compuesta que se lwya dc;:cídido para el primero de los hijos. Se busca que toda la prole cuente con el misn.10 apellído. llijos extrumatrimoniales: en este supuesto deben diferenciarse tres situaciones: l j si el hijo cuenta sólo con un vínculo filial, Hevará el b, El apellido de los hijos en caso de adopción: Las normas' que rigen el apeHí<lo de los hijos adoptivos se encuentran también contempladas en el titulo que regula la adopción y no junto a las normas generales que receptan lo relativo al nombre. Para su estudio debe realizarse una distinción según cuál sea el tipo de adopción; plena, simple o de íntegracíón. En el caso de la adopción plena, el art 626 C,C, y C. dispone que c1 apellido del hijo se regirá por las siguientes reglas: a) si se trata de una adopción unipersonal, el hijo adoptivo lleva el apellido del adoptante; si el adoptante tiene doble apellido, puede solicitar que éste sea mantenido; b) sí se trata de una adopción conjunta, se aplican las reglas generales relativas al apellido de los hijos matrimoniales; e) excepcionalmente, y fundado en el derecho a la identidad del adoptado, a petición de parte interesada, se puede solicitar agregar o anteponer el apellido de origen al apellido del adoptante o al de uno de ellos si la adopción es conjunta; e) en todos los casos, si el adoptado cuenta con la edad y grado de madurez suficiente; el juez debe valornr especialmente su opinión. Es decir que como principio general se asimila a ln dispuesto para los hijos nacido; de filiación biológica, por lo que llevarán el apellido del adoptante o de ios adoptantes. Pero como excepción quien tenga un interés en la cuestión podrá solicitar que el apellido de origen sea adicionado o antepuesto al del adoptante unilateral o al de uno de ellos, en caso de adopción conjunta. Queda claro que, en este según supuesto, el hijo sólo podrá tener el apellido de uno de los padres adoptivos y el otro será el que tiene de su famiHa de origen. 74 Manual de Derecho Privado ~ Parte Genera! En la adopción simple, y según lo establecido en el art 627 inc, d), el apellido de los hijos se rige por las mismas reglas y pautas que lo dispuesto para la adopción plena. Sín embargo se prevé expresamente que tanto el adoptado «que cuenta con la edad y grado de madurez suficiente» o los mismos adoptantes, puedan requerir que el apellido de origen sea adicionado o antepuesto al adoptivo. c. El apellido matrimonial: l. Derecho al uso del apellido del cónyuge: Otro cambio sustancial que trae el Código unificado y que también se encuentra en consonancia con las normas constitucionales que prevén la igualdad y la no discriminación en materia de género, hacen a la posibilidad del uso del apellido del otro cónyuge en todas las configuraciones matrimoniales. Cabe recordar que en el sistema anterior -que mereció una importante adaptación con la sanción de la ley de matrimonio de personas del mismo sexo- se distinguía cuando el matrimonio era heterosexual, del caso del matrimonio homosexual. En el primer caso existía la facultad de la mujer, de usar el apellido del mpido precedido de la preposición «de», opción que no se le brindaba al hombre casado con una mujer. En cambjo cualquier integrante del matrimonio homosexual podía usar el apellido de su cónyuge El Código Civil y Comercial subsana esta desigualdad, estableciendo en su art. 67 que «cualquiera de los cónyuges puede optar por usar el apellido del otro, con la preposición 'de' o sin e11a>t. La nueva legislación importa que: 1) se permite a cualquier cónyuge (hombre o mujer) y en cualquier configuración matrimonial (hombre/ hombre; mujer/mujer; hombre/mujer), optar por usar el apellido de su cónyuge; y 2) la forma del apellido matrimonial podrá estar precedido por la preposición «de» (tal como es habitual en la tradición hispánica) o simplemente añadirlo sin el uso de esa partícula, como sucede en otros países como es el caso de los de raigambre anglosajona ·o en Francia. Limitaciones al uso del apellido matrimonial: El derecho al uso del apellido del o de la cónyuge, que se encuentra plenamente vigente durante la subsistencia del matrimonio, cesa en dos casos, según lo resuelve la segunda parte del art, 67 C,C, y C,: a) Divorcio o nulidad del matrimonio: en ambos casos no se podrá seguir usando el apellido del otro cónyuge. Sin embargo el juez puede otorgar la autorización para conservarlo en caso que Personas en general. Atributos 75 existan motivos razonables (v.gc que sea conocido en una actividad comercial, profesional, con ese apellido) b) Viudez: el sobreviviente podrá seguir usando el apellido del otro cónyuge, pero ese derecho cesará en caso que celebre un nuevo matrimonio o constituya una unión convlvencial. d. El seudónimo: Sí nos remitimos a la definición literal la palabra seudónimo significa: 1<Nombre utilizado por un artista en sus actividades, en vez del suyo propim; (Diccionario de la Real Academia ~-~ . Sin embargo. en el ámbito del derecho podemos decir que hace referencia a esa designación que la persona puede darse a sí mismo de manera voluntaria y que hace las veces de nombre (Bertoldi-Bergoglio ), No obstante, sólo puede relacionarse con algunas de las actividades que realiza esa persona, pero no podrá ser utilizado en sus relaciones con el Estado y en sus relacionesjurfdicas con otras personas, situaciones en las que debe usar su nombre civil. Su utilización es frecuente en ciertos ambientes, como el artístico 0 el deportivo, en los que algunas personas optan por hacerse <<:conocidas» frente a los demás por ese seudónimo, que normalmente ellos mismos han elegido. Se trata, en definitiva, de una crcacíón de tipo artificial, que normalmente se encuentra destinada a marcar una actividad de la persona que le puede generar un provecho económico. Como consecuencia de ese origen podemos afirmar que se aleja de los parámetros generales y características del nombre, en tanto tiene un carácter voluntario -no se adquiere por la filiación-; no es inmutable ya que puede cambiarse libremente o dejarse de usar. No obstante, cuando ese seudónimo autoatribuido ha cobrado notoriedad goza de la misma tutela que el nombre, tal como se desprende de lo establecido en el art 72 del Código Civil y Comercial y en el art, 3º de la ley 11,723 de propiedad intelectual, En este último caso se establece que «los autores que empleen seudónimos podrán registrarlos adquiriendo la propiedad de los mismos~>. e. Acciones de protección del nombre: Con la necesidad de hacer realidad un efectivo amparo de este atributo de la personalidad que es el Manuai de Derecho Privado ~ Parto Genera! Personas en ,;;eneraL AtritJ.utos nombre, e'. art. 7 i del Código estipula e incorpora tres diferentes aci:ione~ destinadas a sn acabada protección y resguardo, Las acdones -que replican con algunas mo<lifica-ciones, los arts. 20 y 2l de la derogada ley 18.248- han sido designadas como acción de reclama-ción y reconocimiento; la de contestación, impugnación o usurpación y finalmente la acción de supresión dei nombre, todas eHas destinadas a qu-c se n:spete y proteja e1 nombre de tas personas. Seguidamente se desarrollará el contenido de cada una de ellas: La, sentencia busca hacer cesar el uso indebido por parte del tercero Y pudra ordenan;e la pubHcación de la resolución. 76 1) Acción de reclamación o recunocimien10: E! art. 71 inc. a) dísponc que es la que se le otorga a (<aquel a quien le es desconocido el uso de su nombre, para que le sea reconocido y se prohíba toda futura impugnación por quien lo niega; se debe ordenar la publicación de la sentencia a costa del demandado;,,, Es decir que ésta le compete a aquella persona a fo que se le desconoce e! derecho a usar su propio nombre, En definitiva~ se desconoce que la persona sea titular de ese nombre y en consecuencia. el titular busca que quien incurre en tales actitudes de desconocimiento, cese en ellas y no rcilere esas conductas en el futuro. La acción será procedente sí-se verifican los siguientes requisitos: a) que el nombre ha sido desconocido o negado por quien es demandado y b) que el demandante acredite la titularidad del nombre. La sentencia deberá expresar que se reconoce el derecho al uso de ese nombre por parte de su títular, prohibiendo al demandado todo futuro desconocimiento y deberá ordenarse la publicación de la sentencia a costn del demandado, 2) Ar:cián de con/estación, impugnación o usurpación del nombre: Está rnceprnda en el art 71 inc. b) que dispone que es la qut:.~ se confiere a «aqueí cuyo nombre es in<lebidrunente usado por otro, para que cese en ese uso». Este supuesto se presenta cuando el nombre es usado por otra persona para su proplu designación; es decir, un sujeto comienza a usar un nombn: perteneciente a otro, haciéndose llamar por ese nombre, Para la procedencia de ia acción no es necesario que exista mala fe deJ tercero. Los requisüos de procedencia son: a) el uso indebido de un nombre por parte de quien no es su titular y consecuentemente carece de derecho para hacerlo; y b) la prueba de la titularidad del nombre por parte del uccionante. 77 3? Acción de supresión del nombre: Esta acción está contempladu en el me, e) del art 7 l que dispone que la posee «aquel cuyo nombre es usado para la designación de cosas o personajes de fantasía, si ~llo le causa perjuicio material o moral, para que. cese ei usm>, Esta acción, también denominada de <<.defensa del buen nombre}), se le otorga a una persona cuyo nombre ha sido utilizado para designar una cosa, producto comercial o industrial o un personaje de fantasía cuando tal uso ocasiona un perjuicio material o moral. , Para su procedencia se requiere acreditar: a} la titularidad del nombre P?t parte del reclamante; b) la utilización del nombre para la desxgnacrnn de cosas: o personajes de fantasía. En el sístema derogado se requería que esa utiHzación fuera maliciosa, requisito que ya no es necesario en el Código Civil y Comercial; e) el perjuicio material o morai' que esta designación le ocasione. De corroborarse los supuestos de procedencia. fa sentencia deberá hacer ces.ar el uso de ese nombre y podrá ordenarse su publicación. En las lres acciones la legitimación activa está-en cabeza exclusiva del ti:u.lar del nombre-. Sólo se habilita a sus descendientes, cónyuge o conv1v1ente, y a falta de éstos, a los ascendientes o hermanos; en el supuesto del fallecirnienro del titular. Además, en todos los súpuestos enumerados se podrá demandar la reparación de los daños que cada una de- esas sítuaciones le haya ocasionado al titular del nombre que inició la acción, f Nombre de las personas jurídicas, Como menctonáramos al comienzo de este desarrollo, el nombre es también ·uno de los atributos de ias pcrs~~asjuridicas, e! que puede ser definido como el conjunto de palabras utilizadas para su desígnación. En <l_cfinifrva, es el modo del lenguaje por el -:u.a! esa personajurí<ljca es conocida en el mundo juridico y con el cual se identifica y actú.a en las relaciones jurídicas. . , El arL 151 C.C. y C. que regula lo relativo al nombre de las personas Jt1nd1cas pnvadas destaca que «la persona jurídica debe tener un nombre que la ldent{fique como tal, con e{ aditamento indlcatfvo de la forma Jurídica adoptada. La persona juridic.a en liquidación debe aclarar esta circunstancia en la utílización de su nombre;>, Personas en garieraL Atribu1os Manual cte Oerectm Privado - Parte Genera! 18 Es decir que el artículo refleja el carácter necesario y obligatorio del nombre de 1a persona jurídica y para el caso de este tipo de persona jurídica privada debe el mismo dar cuenta de la forma jurídica adoptad al es decir si es una fundación, una asociación o una sociedad -y en su caso de que tipo-. Se trata de tma fonna de protección y publicidad en relación a los terceros que entran en vinculaclón con ella. Por ello el artículo expresa también que r(e/ nombre debe satisjhcer recaudos de veracidad, novedad y aptitud distin!iva, tanto respecto de otros nombres, como de marcas, nombre.\' de fantasía u otras formas de referencia a bienes o servicios, se relacionen o no con el Dbjeto de la persona Jurídica». Luego continúa normando que «no puede contener términos o expresiones contrarios 4 la ley, el orden público o las buenas costumbres ni inducir a error sobre la clase u objeto de la persona jurídica. La inclusión en el nombre de la persona Jurídica del nombre de personas humanas requiere la conformidad de éstas, que se presume si son miembros. Sus- herederos pueden oponerse a la continuacíón del uso, si acreditan perjuicios materiales o morales». De esta manera si se trata del nombre cornerclal, tiene un significado amplio, compresivo tanto del patronímico con el que la persona física puede desarrollar su activjdad comercial, así como la designación de fantasía que pueda haber utilizado para desarrollarse en su establecimiento El nombre de la persona jurídica tiene importantes funciones en el mundo de las relaciones patrimoniales y en e1 íntercambio comercial ya que por una parte identifica e lndividualiza al ente en sus relaciones jurídicas y por la otra posibilita que los efectos celebrados por determinados sujetos que lo emplean se imputen a la persona jurídica. C Domicilio a. Concepto, Nociones generales El tercer atributo de las personas que abordaremos es el domicilio, que se encuentra regulado desde los arts. 73 hasta 78 del Capítulo 5, Título [l. Libro primero, del Código Civil y Comercial. Si buscamos en algún diccionario la alocución «domici11m,, es definida con diversos si,b.rnificados, que si bien no son absolutamente similares, todos se re1acionan. 79 El Diccionario de la Real Academia Española lo refiere como .:<l. La morada fUa y permanente; 2. El luxar en que legalmente se considera establecido alguien para el cumplimienra de sus obliga~ clones _Y el ejercicio de sus derechos,· 3. La casa en que alguien habita q se hospeda». Todos los significados, hacen refore-ncia, en definitiva, a un lugar físico en donde se vive 1 se desarrolla la cotídianelda<l, se realizan las actividades y en donde el individuo tiene un centro de referencia. Por su parte, cuarido es estudiado como atributo de la persona 1 el domicilio puede ser conceptualizado como 1a «sedeh de la persona a los efectos jurídicos, como ese lugar que el derecho considera, que )a persona tiene el centro de sus relaciones jurídicas (Ahcrini). Se trata de ese centro territoríal que la persona tiene para el desarrollo de sus relaciones jurídicaR, por 1o que debe entendérselo desde su potencialidadjuridica, más allá que al momento de determinad.a relación esa persona no se encuentre efectivamente en ese lugar o morada, Es preciso sefialar que desde este punto de vista) el domiciUo alcanza una doble dimensión, por una parte hacer referencia a un lugartletenninado, a un espacio físico, pero por otra parte también hace alusión al mundo de lo jurídico, yn que ese Jugar e.s tenido como centro de Imputación de las relaciones jurídicas de esa persona. Este concepto de domicrno. debe distinguirse de las nociones de «residencia>.) y «habitacióm,. La residencia es el lugar donde se encuentra la persona con determinado grado de estabiUdad. Si bien constituyeel eíementomaterial del domicilío real, nn importa siempre un «domicilim> como atributo de la persona. La habitación, en tanto, se relaciona con ta permanencia de un individuo en un lugar de manera transhori<.L accidental; v.gr. [a estadía en un hoteJ durante las vacaciones. En los fundamentos del Anteproyecto se hace referencia a que la nueva legislación pretende simplificar fa regulación legal y que se elimina el anteriormente llamado <•domicilio de orige1rn, ya que el mismo no tenia sentido de .subsistirt corno lo había sefia1ado gran parte de la doctrina. b. Caracteres El domicilío tiene los mismos caracteres de los demás atributos taI como se detaHa a continuación: ' Personas en general. 1\trltwtos so Es único: la lev brinda una serie de bases para elevar una sede, casa O vivicnd~ a la calidad d~ domicilio general de una persona, que puede ser real o legal. Es necesariu: toda p-erspna debe tener un domiciliv, Por ello, en caso de desconocerse el domicilio la legislación determina cuál t:s -el mismo a los fines de la imputación de las reiadones juridicas de las que esa persona puede ser sujeto acti.v~ ~ pasivo. El art. 76 dispone que «la personu cuyo dormcdto no es conocido lo tiene en el Jugar donde se encuentra; y si bre también se ignora en el último domicilio conocido>), E8 inafrenable: ya que nadie puede desprenderse de este atdbuto de la personalidad mediante su transferencia. La c!r~ cunstancia de que una persona tenga varios domicilios espcc1a-}es no desvirtúa la carncteristica de unid.ad. c. Clasi/i,;ación El domi~ilio puede ser dasH1cado en: general o especial. El domicilio general es el que sirve para ia generalidad de las relaciones jurídicas de la persona. El eopecial, eÍl cambio tiene efectos sólo para a·lgunas actividades específicamente determina.d~s por ~o ~u.e pueden constituirse tantos domicilios especiales como relacwnes JUrtdtca.s ]o ameriten, razón por la cua1, ..:sta clase de domicilio no es considerado atributo de la persona. Por su parte, et domicilio genernl puede clasificarse como: domiciJio real y dom1ciiio legaL 81 a) Rige lo relativo a la capacidad de las personas (art. 2616 e.e. y e.) b) Rige lo que respec!a a los atríbu!os de la persona. V.gr. en materia de «nombre}}, el art. 2618 dispone que ,;,:e1 derecho aplicable al nombre es el del domicilio de la persona de quien se trata, al tiempo de su imposición. Su cambio se rige por el derecho del domicilio de ta persona al momento de requerirlo}}. e) Detennina la aplicación de la ley a las cosas muebles sin una situación permanente (art. 2670 e.e. y e.) d) En ciertas situaciones es el que detennína el lugar de curriplimiento de las obligaciones, v.gr. el art. 874 e.e. y C. es!ahlece que para el cumplimiento de las obligaciones, cuando no se ha índkado el lugar de pago, será <<el lugar de pago es el domicilio de! deudor al tiempo del nacimiento de !a obligación. Si e! deudor se muda1 el acreedor tiene derecho a cxígír el pago en el <lomiciHo actual o en el anterior. Igual opción corresponde al deudor, cuando el lugar de pago sea el domicilio del acreedon,. d) Detennina quién es el juez competente: vgr. el juez de- la sucesión es el del último domicilio del causante, el art. 2336 e.e. y C. dispone que ,da competenda para entender en el juicio sucesorio corresponde a) juez del último domicilio del causante>>; el que intervenga en ta declaración de incapacidad o de restricción de la capacidad, será el juez de! domicilio de la persona o el del lugar de su internación (ar!. 34 e.e. y e.) e) En los procesos judiciales es necesario a los fines de ]as notificaciones al demandado. D, Domicilio real. Noción y elementos d. Importancia y funciones del domicilio E1 domkiEo~ corno atributo de las personas cumple una serie .de funciones que tienen trascendencia especial en el mund~ de .i~s relaclOnes jurídicas, que entablan las personas, o para el eJerc1c10 de sus derechos. Entre los efectos del domicfüo puede decirse que: .a) Determina la competencia di,; las autoridadc_s para las.relaciones jurídicas de las que la persona es sujeto activo o pasivo (art 78 e.e. y e.) La noción de domicilio real surge del art. 73 e.e. y e. que dice que da persona humana tiene domicilio real en el lugar de su residencia habitual. Si e:.ferce actividad profesional o económico lo tiene en el lugar donde la desempeña para el cumplimiento de las obligaciones emergentes de dicha actividad» . El Código unificado privi!egü1 el lugar de residencia habitual de ]a persona humana, para determinar su domicilio. Es decir que el domicilio real de la persona queda determinado por esa casa, vivienda, morada 1 82 Personas e, general. fl.!ributos Manual de Dcrncho Privado Parte Genernl 83 w establecimiento en donde reside de manera habitual. Por ende, allí tendrá su asiento, para el desarrollo de la mayor parte de las relaciones jurídicas que emprenda, Ello nos lleva a considerar que los elementos estructurantes del domicilio real son dos: el corpus y e1 animus, E1 pdmero constituye ese elemento material indispensable de esta ciase de domicilio, que es la residencia efectiva clara v concreta de la persona, en un lugar determinado. El animus, ~or otr~ parte, importa un elemento volitivo, ya que hace alusión a la intención de hacer de un lugar el domicilio, No obstante que la residencia habitual detennina el domicilio real de las personas, el mismo artículo establece que aquél puede quedar desplazado a ]os efectos de ciertas relaciones jurídicas de la p_ersona humana. Es que el individuo que ejerce actividades de tipos profes1onales 0 económicas, tiene como domicilio el lugar en donde las desempeña, pero sólo a los efectos del cumplimiento de las obligaciones emergentes de dicha actividad. Así, por ejemplo, Maria vive en la ciudad de Córdoba, y es médica en la ciudad de Oliva. El domicilio real de María será el de Córdoba, lugar en donde podrá ser citada por un juicio por un acc,idente d~ tránsíto en ei que resultó iesíonada una persona, Pero si como consecuencia de una mala praxis en el ejerciclo de su actividad corno médica, produce una lesión a un paciente, et domicilio en el que tendrá que ser demandada será el que tenga en Oliva, a. Caracteres: El domfoí1io real tiene los siguientes caracteres: 1) es voluntario, ya que es fijado por la persona, sólo dependiendo de su libre albedrío; 2) es mutable ya que puede cambiarse libremente Y en cualquier momento conforme lo establecido en el ~rt., 14 C,N.; y 3) es inviofable, ya que nadíe podrá vulnerar ese dom1c1ho, temendo una protección especial ante posibles injerencias extrañas, tal como se desprende del art. 18 CN, b, Constitución y mutación: El domiciHo reai se constituye entonces con la configuración de sus dos elementos estructurantes. el corpus y ei animu.s, sin que sea necesaria la intención de permanecer en e1 ;nisrno para siempre. Es decir que la simple residencia de m~~era habitual estatuve el domicilio de la persona. Es ese elemento vohüvo, sumado ai de f;cto lo que lo determina. Además el cambio de domicilio real no requiere ningún trámite especial, sino que 1a modificación de esos do$ aspectos hace qlle de manera autornálica la persona humana mute su domicilio. En este sentido el art. 77 dispone que r<et domicilio puede cambiarse de un lugar a otro. Esta facultad no puede ser coartada por contrato, ni por disposición de última voluntad El cambio de domicilio se verifira instantáneamenrc por el hecha de trasladar ia residencia de un lugal' a otro con ánimo de permanec<:'r en dlaz). E. Dornicilio legal a. Concepto La noción de domicilio legal resulta de !o que establece el arl. 74 del Código unificado 1 que dice r.(E{ domicilio legal es el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en contra, que una persona reside de manera permanen!e para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento dt; sus ohligacione:n). Podemos ver la sustilncial diferencia que tiene con respecto al domicilio real, ya que el domicilio legal se establece, con prescindencia de Ia concreta o vol untariu residencia de la persona en un lugar determinado, Se ha afirmado, desde fa doctrina, que a1 ser un domicilio que tiene como sustento determinadas situaciones especiales de las personas -como io es. por ejemplo, el ejercicín de la función pública o la situaC1ón de de-pendencia de determinadas personas (v.gr. ejemplo los menores: de edad)~. su finalidad es la de brindar seguridad juridica tanto a las personas a las que se le impone ese tipo de domicilio, como a los terceros que se vincuian con ellos. b. Caracteres Los caracteres del domicilio legal son: a) es forzosot ya que no depende de la voluntad de la persona, sino que le es impuesto, sin atender a su residencia efectiva o habitual en el lugar; b) e¡;; excepcional ya que corresponde a situaciones que la. ley Hmita en fo:rma explícita. Consecuentemente la interpretación de los supuestos que incorpora la !cy es de Manual dn Derecho Privado · Parte Genera! Personas en generaL Atributos carácter restrictivo, no nudicndo ampliarse a otras situaciones por analogía; e) es ficticio, ya.que la ley lo determina con independencia que se condiga con ia concreta residencia. ya que no se dan los requisitos para su establecimiento, por lo que la ley les. otorga un domicilio legal. Se le da entonces a 1a habitación temporaria y transitoría el carácter Je domicilio legal. /ne. d): ~dos incapaces tendrán et domíciiio de sus representantes}}_ Sin perjuicio que habíten o no con ellos, las personas incapaces tendrán el domicilio de quienes sean sus representantes. De esta manera, el menor de edad nu emancipado lo tendrá en el domü,iho de sus progenitores o en el de su tutor {si fattan ]os padres, o en el caso que ambos sean incapaces, están privados de la responsabilidad paterna. o sean suspendidos en su ejercicio~ el tutor que se les designet las personas incapaces por razones tle salud mental. tendrán por domicilio, el del curador que se les nombre. 64 c. Casos de domicílio legal Ei art 74 del C,C, y C. enumera, en sus distintos incisos, cuáles son los supuestos de domiciiio higal, tal corno se detalla a continuación: e:1 Jn1.i. a) «los funcionarios públicos, tienen su domicilio el iug~~ e_n que <leben curnpHr sus funciones, no si_endo_ésta; te.mporanas._pen~d1~ ,.;as, 0 de simpk comisióm,. Corno füncwnanos publtcos deben 1~clmrse tanto a aouellos que tíenl!n potestades de decisión (v.gr. el lvtimstro de Educació.n de la Provincia), como a quienes~ aun siendo empleados, deben estimarse domiciliados donde cumplen con su función (v.gr. un empleado del Ministerio). También lo_s jueces tienen domi?ilio lega!, como los funcionarios y empleados del Juzgado a su cargo. Mas alla que, por ejemplo, el juez resida con su familia en la ciuda.d de Vílla c:arlos Paz, si el tribunal del que es titular está ubicado en ia cmdad de CorJoba> su Uomicilio será de carácter legal y estará situado en esta última. E! indso sólo exceptúa a aquellos funcionarios públicos que tengan una función temporaria o períódica, es decir acotada en el tiempo o que la misma sea una simple comisión. V .gr. una persona designada para trabajar en un juzgado electoral durante el mes anterior a las elecciones de gobernador de la Provincia. En ese caso la persona que cu~p~c esas funciones no tendrá un domicilio legal, sino que tendrá. el dom1c1!w real) de acuerdo adonde sea su residencia. fnc. h) los militares. en servicio activo tienen su domicilio en el lugar en que !o están prestando. Este inciso impone un domicilio legal a todos aquellos militares que prestan de manera activa un servicio en cualquiera de las ft.it:rzas armadas de la Nadón: ejército, marina o aviación. No sóJo se comprenden a 1os que realizan estrictas funciones de milicia sino también a todos íos auxiliare::. de esas fuerzas. como aquellos proft:si~rrnies que prestan alli un servicio con el mismo carácter de permanencia, V .gL, un médico del ejército. )ne_ e). «ios transeúntes o la!t personas de ejercicio ambulante, como tos que no tienen domicilio conocido, lo tienen en ci lugar de su residencia actual>}; T ranseUntes son aquellas personas que deambulan de un lugar a otro y, corno consecuencia de ello, no se les puede asignar un domicilio r-eal, 85 d Duración del domicilio legal: La vigencia del domicilio legal va a depender de la existencia del heeho que lo motiva, por lo que una vez que haya cesado éste, el domicilio comenzará a determinarse por la residencia, es decir que la persona dejará de tener un domidlio -,degal»·, para pasar a tener un domicHio «reah>, De esta manera, si el adolescente cumple 18 años, ai ser un mayor de edad, deja de tener el domlcilio lega!, que era ei de sus padres o el de su tutor, para pasar a tener un -domicilio real, que se constituirá, de acu.zrdo a los requisitos antes señalados. Así, si sigue conviviendo con sus padres. habrá sólo un cambio de domicilio legal por domicilio real Si los funcionarios públicos dejan de cumplir esas fuociones, tamhíén dejarán de tener el domicilio legal que otrora se les asignara. F. Domicilio especial a. Noción El domicilio especial es el que rige para determinadas relaciones jurídicas de las personas que se encuentran específicamente determinadas (Al!erini). Se diferencia del domicilio general (sea éste real o legal) ya que el domicilio especial opera sólo para definidas y concretas relaciones jurídica, especialmente reiatívas a obligaciones que nacen de relaciones contractuales. 86 Manual de Derecho Privado ~ Parte Genera! Personas en general. Atributos 87 b. Caracteres Las notas que diferencian al domicilio especial del domicilio general G. El domicilio de las personas jurídicas l. No es un atributo de la persona, sino que importa una facultad El domicilio de las personas jurídicas es el que ellas fijan en sus estatutos o el que figura en el acto administrativo que les otorgó la necesaria autorización para funcionar (art. 152 C.C. y C.) son: o prerrogativa que puede ser o no usada por la persona en determina circunstancia. 2. No es forzoso, ya que puede que alguna persona nunca tenga un domicilio especial. 3. No es único, ya que la misma persona puede tener varios domicilios especiales. 4. Es transmisible: ya que incluso puede trasmitirse a los herederos o a los cesionarios de un contrato. c. Enunciación Se pueden, en general, enumerar los siguientes domicilios especiales: 1. El domicilio de elección: El art. 75 del C.C.y C. dispone que «las partes de un contrato pueden elegir un domicilio para el ejerócio de los derechos y obligaciones que de él emanan>;_ Es decir que las personas pueden determinar que en un contrato específico, cumplirán las obligaciones que de e11os emanan, en un domicilio especial, que puede ser absolutamente diferente de su domkilio general. Normal y habitualmente ese domicilio especial se constituye en el mismo instrumento en el que consta la obligación, que deba cumplirse, sin perjuicio que el mismo se realice en otro instrumento que las mismas partes suscriben. Si la persona jurídica tuviera también diferentes sedes, mantendrá corno domicilio en el anteriormente citado, pero además tiene domicilios especiales en esos establecimientos, pero sólo para la ejecución o cumplimiento de las obligaciones allí contraídas. Por tal motivo si una fundación tiene su sede principal en Jésús María, tal como fue fijada en su estatuto constitutivo, allí será su domicilio, sin perjuicio de que tenga delegaciones, sedes o establecimientos en Córdoba o Cruz del Eje. Pero para los contratos celebrados por la sede de la ciudad de Córdoba, cualquier cuestión se resolved en ese Jugar. Para el cambio de domicilio es necesario que se modifique el estatuto, es decir que requiere una decisión de acuerdo con las formas establecidas en el mismo estatuto. Por ~u parte, el cambio de sede, si no forma parte del estatuto, puede ser resll.elto por el órgano de administración. H. Estado a. Noción El estado como atributo de la persona, también denominado «estado de familía», o por algunos «estado civil», hace referencia a ese modo de ser de una persona dentro de su grupo familiar. 2. El domicilio procesal: También llamado ad litem es el que las partes designan para determinado proceso judicial. Es de suma importancia ya que será al lugar donde será notificado de todas las cuestiones atinentes a ese juicio. No hay que confundir el estado corno atributo de la person~, con el estado que cada persona tiene en el grupo socíaL Podemos afirmar que la ubicación o emplazamiento que a un individuo le corresponde dentro de un determinado grupo social, le atribuye un «status>, específico. Así, dentro de la organización cívica de un país, por ejemplo, se puede tener la calidad de ciudadano o de extranjero. Habitualmente es el del abogado que lo represente y por lo general, las normas procesales locales establecen que debe estar situado a una determinada distan cía de los tribunales ( art. 88 del Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba). En este sentido el «estado» en general de una persona física puede definirse corno la posiciónjurídica que ocupa dentro de la socledad o de la familia, y de ese estado derivan importantes consecuencias legales (Fanzolato). 88 Manual de Derecho Privado - Parte General Por ello, si reúne determinadas circunstancias, tales como la edad y el pais de nacimiento, el estado de ciudadano, podrá tener específicas prerrogativas, como por ejemplo la posibilidad de votar y elegir a sus representantes en el Poder Ejecutivo o Legislativo. Pero a todo individuo le corresponde también un estado de familia determinado, que como atributo de la persona, se relaciona con los vínculos jurldicos-familiarcs que lo unen con otras personas (v.gr. pa<lres-h¡jos; cónyuge-cónyuge), o aún por la ausencia total de tales vínculos, como ocurre en el estado de soltero. Es en definitiva ese modo de ser dentro de la familia (Bertoldi-Bergoglio ). Corresponde precisar que el emplazamiento en determinado estado de familia, ya sea por la existencia o ausencia de dichos vínculos, implica un conjunto de derechos subjetivos y deberes correlativos atribuidos a las personas que configura su estado de familia. En base a cada una de esas relaciones, se puede tener estado de padre, de madre, de hijo, de hermano, de pariente, de soltero, de casado. Parte de la doctrina se encuentra discutiendo actualmente, si ante la inclusión <le las uniones convivenciales en el Código unificado (Libro Segundo, Título 111), se crea un nuevo estado de familia en la calidad de «conviviente». Para algunos, las uniones convivenciales crean ese estado de familia, mientras que para otros sólo será una situación de hecho, que tendrá determinados efectos jurídicos, pero que no hace nacer un estado de familia. Personas en generaL Atributos tener frente a algunos un estado de soltero y frente a otro de casado. 4. Oponibilidad: El estado de familia puede ser opuesto a cualquier persona y permite la actuación en sede judicial para hacerlo valer, así como para ejercer los derechos que de él derivan, ante guíen pretendiera desconocerlos. 5. Estabilidad o permanencia: La estabilidad del estado de familia no significa que sea inmulable, pues puede modificarse, si se dan las circunstancias legales que determinan la viabilidad de su modificación. Así, el estado de casado puede modificafse, ya sea por un hecho de la naturaleza como es la muerte del cónyuge, pasando a ostentar el estado de viudo/a; o puede cambiarse por una resolución judicial (sentencia de divorcio vincular o de nulidad del matrimonio). 6. Reciprocidad o correlatividad: El estado de familia generalmente tiene su reciprocidad con otra persona. Así, al estado de padre, le corresponde correlativamente un estado de hijo. Al de un cónyuge, le corresponde el del otro cónyuge. Sólo el estado de «soltero» se relaciona con sí mismo, sin existir esa reciprocidad. c. b_ Caracteres El Estado tiene, además de las características comunes a los atributos, otras específicas, que se detalla a continuación: 1. Universalidad: E1 estado de familia abarca todas las relaciones jurídicas familiares, pues no sólo incluye aquellas <leterminadas por la filiación, como erróneamente muchas veces se sostiene, sino que también contiene las relaciones que surgen del matrimonio, de la adopción y del parentesco. 2. Unidad: El estado de familia de una persona comprende la totalidad de los vínculos jurídicos que lo ligan con otras, sin diferenciarse o calificarse en razón de su origen matrimonial o extramatrimonial. 3. Jndivisíbilidad: La persona ostenta el mismo estado de familia «erga omncs,;, es decir, frente a todos. Por ello, v.gr., no puede 89 El estado de familia y el título de estado Cuando se habla de estado de familia es necesario hacer mención a su relación con el título de estado, que permite acreditar y ejercer los derechos que emergen de ese atributo de la persona. a) Título de estado en sentido formal: de manera corriente se alude al «título de estado» como a ese instrumento o conjunto de instrumentos públicos de los cuales emerge el estado de familia de una persona (Azpiri). Se trata del título de estado en sentido formal, que permite identificar como título el documento que hace oponible y prueba el estado de familia. Como ejemplo concreto, podemos decir que para probar y hacer valer un estado de familia el estado de hijo, es necesario presentar la partida de nacimiento emitida por el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas. Para probar la existencia del matrimonio debe presentar 1a partida o la libreta de familia, emitida por el mismo registro; para el de viudo o viuda la partida de matrimonio y la de defunción. Manual de Derecho Privarle • Parte General 90 b \ Título de estado en sentido materia]: También puede aludirse al «titu1~ de estado» en sentido material o sustancial. En este supuesto, el ténnino se utiliza para hacer referencia a la causa1 motivo o raíz, de un determinado emplazamiento en un estado de familia, Como ejemplo podemos decir que la filiación por naturaleza, reconoce como título de estado en sentido material, un presupuesto biológico, es decir. ese vínculo de sangre que una a un hijo con su padre y con su madre. tal motivo 1 en los casos que ese hijo no sea re:conocído por alguno de ellos, podrá iniciar la acción judicial para obtener el empla~amiento probando ei presupuesto bioiógico. Este hijo aún no reconocido pero que afirma judicialmente sedo de determinada pers~n_a,_ podrá hacer valer ía causa o título de un emplazamiento, Ello ie pertmtlra 10grar la sentencia que lo declare y ordene al Registro del Estado civil Y capacidad de las personas otorgar el título de estado en sentido formal; finalmente, la partida de nacimiento con la filíación reconocida. Por Personas en genera!. Atributos 91 nuevo estado de familia. V.gr, !a acción de divorcio vincular, que emplaza a lo:- ex cónyuges en cI estado de «divorciados,,, b) Acciones declarativas de Estado: se tratad~ aquellas en que se declara la existencia o inexistencia de presupuestos preexistentes que son el fundamento del víncuiojuridico famíHar. Vgr. en caso de prosperar una acci6n de filiación que deciara que alguien es hUo d.e otra p\"'.fsonn, la sentencia no hace más que reconocer una situación jurídlcJ pre-cxlstenle. 3) Por la vinculación con el tituio de estado dt": familia: a) Accíones de emplazamiento: Son aqueflas en las que se emplaza a la persona en un nuevo estado de familia: la ad.opción establece un nuevo vinculo jurídi-co paterno/filial entre adoptante/s y adoptado b) Acciones de desplazamiento: Tienden a des1ruir el título de estado de familia ya existente, V.gr. la acción de nulidad del matrimonio. d, Protección del estado de familia El_sistema jurídico articula una serie de acciones para 1a protección del estado de familia que corresponde a una persona, ya porque le es desconocido el que le corresponde (acción de reclamación de estado de hijo), o porque el que tiene no se condice con la realidad (acción de desplazamiento de estado de hijo), o eventualmente para modificar el que tiene (petición de divorcio} o crear un nuevo estado de fam1!ta (accmn de adopción), De- esta manera aquella persona que no se encuentra emplaza.do en e) estado de famiHa que le corresponde, tiene a su alcance la accíón de estado destinada a declarar que existen los presupuestos de ese estado. Se pueden clasificar de diferentes maneras: l) Por el vínculo familiar: a) Acción de estado matrimonial. b) Acción de estado filial: Filiación matcimonial, Filiación extramatrirnoníal. Ffüación adoptiva. 2) Por los efectos de la sentencia: a) Acciones constitutivas de Estado de familia: son aquella::- en ' las que ias sentencias que resuelven h1 acdán, constituye un l. Patrimonio Como se señaló, el patrimonio es un atributo exclusivo de ias personas juridícas. Estas necesitun de bíenes para cumplir con los fines que se han propuesto, y para los cuales han sido creudas. E] patrimonio al ser un atributo de las personas jurídicas, es lnescindible de su personalidad, de modo tal que su desaparición, en general, determina su extinción y es una c-ausal de disolución, Bibliografía ALEM DE MuTTüNl, Isabel Lucia. ((¿Es posible la declaración de capaci- dad parcial?,,, Revista de la Facultad de Derecho, Universidad Nacional de Córdoba, Cba , 2011 • 1. ALTERfNJ, Atilio Aníbal, Derecha privado. 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Nawralczs, caracteres y pdncipios que los rigen. Inviolabihdad de In persona humana y afeccímtc-s a la dignidad. 3. Derechos que tienen por objeto manifes:tacionc:fisicas. a. Derecho a la vida. b. Derecho a ta salud. c. Disposición del propío cue-rpo y de! prnpio cadáver, 4. Dt~re.:hos que tienen por ohjeto rnanifostnciones espirituales. a. Derecho al honor. b. Derecho a 1a lmagcn. c. Derecho a la imimidad. d. Derecho a 110 ser discrimiirndo. e. Derecho a la libertad, f. Dere,;;ho a la identidad personal. lV. Fin de la existencia de las personas humanas, l. Muerte comprnhada, a. Concepto. b. Cuestiones jurídicas planteadas por !os avances cícotiiicos. e, Forma y prueba del Jiagnóstico de muerte. d. Efectos patrimoniales y extrapatrimoniales. 2. Muerte presunta. a. Introducción. h. Régimen lcgaL c. ('asos y términos. d. Efectos patrimoniales y extrapatrimoni,1les, e. Re.aparicíón del presunto muerto, f. Supuestos de ,¡rusencía y desaparición de personas. V. Prnt:ha de la ex:lstenda y atrihutos de las personas: humanas. l. introducción. 2. Registro del Estado Civil y Capacidad de Ias Personas. 3, Prueba del estado civil, nombre y capacidad. Partidas: concepto y requisito~. 4. Prueba supktoria. 5. Prueba de la ldentidad. Registro ~acional d-e las Personns. Bíhliografia, 96 Manual ee Derecho Prívaóo ~ ?arte General l. PERSONAS HUMANAS 1. Principio de la existencia. Distinciones En i,1 existencia de ]as personas humanas, pueden distinguirse dos periodos: uno que se inicia (;OH la concepción y termina con el nacimiento (persona por nacer) y otro que comienza con et nacimiento con vida y culmina .::on la muerte ( D..:'tsona física o humana propiamente dicha). En definitiva, las personas.por nacer y las personas humanas propiamente dichas, constituyen dos etapas en la existencia de las personas humanas. El an, 19 del Código Civil y Comercial establece: "la existencia de la persona humana comienza con la concepchln" Como puede apreciarse, la norma no distingue si la concepción fue corpórea o extracurpórea. A partir de la, prácticas de fertilización humana asistida, se pueden Ji fercnciar dos posturas respecto del principio de existencia de la persona hurnana., que si bien serán tratadas oportunam.ente, corresponde mencionarlas. Una de ellas, soS.ticnc que la existencia de ia persona comienza a partir de la unión de los gametos femenino y masculino sin diferenciar si esto st: produce dentro o fuera del seno materno. La otra posición disüngue según el modo de concebir, pues si es a través de una técnica de fertilización asistida, la existencia de la persona humana se inicia a partir de la implantación del embrión en c1 cuerpo de la mujer. II. !.AS PERSONAS POR NACER l. Concepto La persoua por nacer no ha sido dcfinlda por el Código Civil y Comercial, por lo que resulta provechosa la definición proporcionada por el Código Civil de V\Slcz Sársfícld, según el cual, persona por nacer es la que no habiendo nacido está concebida en el seno materno. Así, el t;üdilka<lur reconoce la personalidad juddica desde la concepción~ apartándose de lo:, có<ligos que sustentaban el crherio del derecho romano, que reconocía la existencia de la persona desde el nacimiento. Personas humanas, Prllicipio y nn de su r:xistencia 97 Para e.stas legislaciones 1a personalídad estaría subordinada a una condición suspensiva, pues los derechos se adquieren con el nacimiento ya que sólo entonces hay persona (Bertoldi-Bergoglio). 2. Cuestiones jurídicas planteadas por los avances científicos Hace tiempo la procreación era parte <ld mero orden biológico natural: concepción intrauterina> embarazo y nacimiento. El panorama hoy es mucho más complejo pues la ciencia abrió la posibilidad de Úna fecundación extrauterina, que puede llevarse a cabo con los componentes genéticos de la pareja, o bien empleando los aportados por un tercero. Hace ya tiempo que se llevan a cabo técnicas de reproducción humana asistida (TRHAt que en la práctica se advierte> consHtuyen un remedlo para superar la infertilidad de parejas o un recurso científico para quienes no resignan ia filíación natural. Dentro de ellas podemos mencionar la inseminación artificial y la fertilización extracorpórea. En la primera, como la unión del gameto femenino y el masculino se produce en el cuerpo de la mujer. hay _persona humana desde la concepción que tuvo lugar intrauterinamente. Es la segunda de ias técnicas mencionadas, ia que piantea cuestiones jurídicas en relación al momento a pártir del cual existiría la persona, ya que la fecundación del óvulo se produce fuera del cuerpo de la mujer, para luego ser implantado en el útero materno. Como se sefialó, las posturas en la materia pueden resumirse en las sigulentes: una, que no establece distinción alguna en cuanto al lugar en el que se produce la unión dei gameto femenino y el masculino, dentro del seno materno, o fuera de él se está frente a un embrión con la calidad de persona humana y por lo tamo dotado de personalidad jurídica. La otra posición sostiene que es a partir de la anidación del óvulo fecundado en el útero materno, que comienza Ja existencia de la persona h:1mana. El embrión no implantado, que es el constituido por el grupo de ce hdas resultantes de la división progresiva del ovocito desde que es fecundado hasta el día 14, no es jurídicamente persona, Sin embargo, está fuera de discusión que en él hay vída humana merecedora de proteccíón, por lo que debe prohibirse su desecho o <lestrucd6n. En nuestro país se ha dictado la ley 26.862 de reproducción médicamente asistida (2013)_ La finalidad de la norma es «garantizar 98 Personas humanas. Principio y fin de su existencia Manual de Derecho Privado - Parto General el acceso integral a los procedimientos y técnicas médico~asistenciales de reproducción médicamente asistida)> {art 1º) y asegurar a 1odos los beneficiarios, el derecho al acceso iguaHtario a estas práctícas (art. 6º inc. 1), Para acceder a estos procedimientos de reproducción médicamente asistida, se exige ser mayor de edad y que se haya expresado el consentimiento informado, el que puede ser revocado hasta antes de producirse la implantación del embrión en ia mujer (art 7º). Se establece Ja cobertura por parte de las obras sociales y entidades prepagas de estos procedimientos y técnicas de reproducción humana asistida~ como así también los servidos de guarda de gametos o tejidos reproductivos ( art. 8º). Por su parte, el decreto reglamentario 95612013 establece en el art. 2' cuáles serán consideradas técnicas de baja y alta complejidad. Las primeras son «aquellas que tienen por objeto la unión entre óvulo y espermatozoide en el interior del sistema repmductor femenino, lograda a través de ia inducción de ovulaciónt esthnulación ovárica controiada, desencadenamiento de la ovulación e inseminación -intrauterina, intracervica1 o inrravaginal, con semen de la pareja o donante>>. Las segundas, «aqueBas donde 1a unión entre óvulo y espermatozoide tiene lugar por fuera del sistema reproductor femenino, incluyendo a la fecundación in vitro; la inyección intracitoplasmática de espermatozoi~ de: la criopreservación de ovocitos y embriones; la donacíón de ovocitos y embriones y la vitrificación de tejidos reproductlvoS}L En los procedi~ mientos de alta o baja complejidad que lo requieran, la donación de gametos y/o embriones deberá ~star incluida y ésta «nunca tendrá carácter lucrativo o comercial}} ( art. 8º). A pesar de estas prescripciones, ni la ley ni el decreto regfamentario se involucran en otras cuestiones relacionadas a 1a reproducción humana asistida, tales como: la naturaleza del embrión in vitro 1 las condiciones de ia crioconservación de los embriones no implantados, la prohíbici&n de «construirn embriones humanos para fines industriales, comerciales, o de mera experimentación, lo relativo a los dadores y sus derechos. Sin embargo, la norma transitoria segunda del nuevo código establece que una ley especial deberá regular la protección del embrión no implantado, por lo cual, la naturaleza, limites y grado de protección que se otorga al embrión in vitro requiere de una normativa especial. 99 Status jurfdico del embrión En lo que respecta a ia naturaleza jurídica del embrión, la respuesta variará según cuál <le las posturas sefialadas precedentemente se adopte, Así. para una de ellasi hay persona desde ei momento rnísrno de la unión del g_ameto femenh10 y masculino, sin importar dónde ocurríó la fecundación; _por lo tanto, será persona humana tanto el embrión intrauterino como el extracorpóreo. que será titular de todos los derechos inherentes a su calidad de tal y estará sujeto a la representación legal <l-e la persona por nacer (art. 101 inc. a C.C. y C.). Para la otra posición, deben distinguirse dos etapas. En la primera, al no estar implantado alln el embrión, no hay persona, pero debe tutelarse por existir en él vida humana; en este sentido v como medio de protección; debe evitarse su destrucción y manipulación, cuidando su preservación y destino. Por lo tanto, por no tratarse de una «pernona.H en sentido técnico al no estar implantado, no cabria Ia representación del embrión in vitro, ni podría recibir bienes por donación, herencia o legado, ni ser designado beneficiario de un seguro, ni retrotraerse a la época de 1a fecundación in vífro la adquisición de derecho patrimoníal alguno; en relación con 1a fiHación, no correspondería hacer indagaciones a su respecto, En la etapa que se inicia con la anidación en el útero materno, el embrión sí tiene la calidad de persona y los derechos que le correspondan le serían reconocidos a partir de ese instante conforme las regfos que rigen los derechos de las personas por nacer en general. Recientemente la Corte Interamericana de Derechos Humanos sostuvo: <L, la Corte entiende que e! término 'concepción' no puede ser corni?rendido como un momento o proceso excluyente del cue-rpo de ia mujer, dado que un embrión no tiene posibilidad alguna de supervivencia si ia implantación no sucede>} m. Corno puede aprecíarse, «la máxima instancia Judiciai de la región en materia de derechos humanos se ha expedido acerca de la naturaleza furfdica del embrión no implantado. Esto allana de manera considerable y esenctai el camino interpretativo acerca de (1) Corte Interamericana Ge Derechos Humanos, vArtavb Murillo y otros (1<fecunóa~ ción in vitroi,) e/ Costa Ric<w, 228/l 1/12" Manual 00 Oerncho Privado - Parte Gen1;ral Personas twmanas. Principio y fin de su existencia que se entiende por concepción en el marco de las técnicas de reproducción asistida,., En definitiva, para la Corte Jnteramericana, la existencia de fa persona humana comienza con la implantación del embrión y por ende, el embrión no implantado, no es de la demanda de divorcio, tiene por padre al ex marido de la mujer O al mando .muerto. Esas presunciones, a1 ser relativas, admiten prueba en contrarrn a través de las pruebas biológicas (ADN). 100 per:.:ona hunuuw_,; (Herrera). En este sentido, reiteramos que el hecho de no reconocer personalidad jurídíca al embrión in vitro 1 no implica que no sen merecedor de tuteia jurídica como ya se h.a señalado, y para ello será necesario el dictadu de una ley especial, tal comn prescribe la nom1a transitoria segunda del Código Civil y Comercial. 101 , . En el supue~to, en que hubieran sido aplicadas técnicas de rcproducc:m1, humana asistida; el art. 562 estab1ece que «Los nacidos por las tecmcas de reproducción humana asistida son hijos de quien dio a luz Y del hombre a de la mujer que también ha prestado su consentimiento previo_. it¡formudo y libre en los términos de los ar/Ículos 560 y- 56!,, debidamente inscripto en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, con independencía de quién ~aya ap~n-tado los gametos». P.or lo tanto, no se aplicarían fas presunciones scnaladas, ya que fa determmación de la filiación deriva del consentimiento 3. Importancia jurídica de la concepción+ Formas de determinación Es dt: importancia determinar la época de la concepción pues fija el momento a partir del cual existe la persona humana (art, 19 e.e. y e.); además, determina d emplazamiento filial que lendrá el nacido y el destino de los derechos que hubiera adquirido estando concebido. A fin de fijar la época de la concepción, cuando ésta tiene un origen no asistido, se deben tener en cuenta los plazos mínimo y máximo de duración del embarazo. El término minimo se presume que es de 180 días y el máximo se estima que es de 300 dias, Esta presunción admite prueba en contra (arL 20 C.C. y e,), La época de la concepción queda fijada entre el plazo máximo y el mínimo mencíonados. A tal fin 1 se computan trescientos d-ías hacia atrás desde el día anterior al nacimiento y se cuentan los ciento ochenta días del plazo mínimo de modo que la concepción debió prodllcirse dentro de Jos: primeros ciento veinte días que son la diferencia entre el máximo y el mínimo del embarazo. Por Jo tanto, para la ley, la concepción ha podido ocurrir en un momento cualquiera de los 120 días de los 300 que precedieron al nacimiento. En el Códigl1 Civil y Comercial se distinguen tres tipos de filiación: por naturaleza, por técnicas de repro<lucción humana asistida y por adopción. En la filiación por naturaleza, conforme lo establece el art. 566, se presume que el niño nacido después de fo celebración del matrimonio tiene por padre .ai marido de la mujer, y que e1 niño nacido dentro de los 300 días de disuelto el matrimonio, separación de hecho o interposición previo, libre e infomiado prestado de conformidad con la ley (art. 575}, La HVoluntad procreacional» debidamente acreditada, constítuye el elemento fundante para la determinación de fa filiación en los casos de fertHízación asistida, sea que se emplee material genético de }a pareja 0 de terceros. D~ ~ste modo, la voluntad de quienes quieren ser padre y madre es decisiva para 1a determinación de in. maternidad y de la paternidad. 4. Capacidad de derecho e Incapacidad de ejercicio. Representación La person~ _POr nacer goza de capacidad de derechoj pudiendo por ~o tanto, adqumr derechos y contraer obligaciones, los que quedarán 1rrevocable.men~e adquiridos si e1 concebido o implantado en la mujer, ttace,c~n v,da. ,(art, 21 e.e. y C.), Entonces, es requisito para que la adgmstc1ón se~ trrevocable; que el nacimiento ocurra con vida y que haya estado concebido a la época de la adquisición del derecho, En cuanto a los derechos de los que puede ser titular, en el orden extrapatrimoníal se destaca el derecho que corresponde a todo ser humano a ser respetado en su propia dignidad, corno así también el derecho a la salud. En el orden patrimonial, puede adquirir donaciones. herencia, indemnizaciones, reclamar alimentos, ser benefictarío de un~ pensión. En cuanto a la posibilidad de contraer obligaciones, ésta se encuentra acotada a los derechos que hubiera adquirido. _Respecto a la capacidad de ejercicio, es una persona incapaz (arL 24 me.! C.C. y C.) y actúa a lravés de sus representantes, que son los padres (art 101 inc, a e.e. y C.) 102 Manual de Derecho Privado - Parte Genera! Personas humanas. Principio y fü1 de su existencia 103 5. Importancia y prueba del hecho del nacimiento HI. DERECHOS HUMANOS El hecho del nacimiento con vida reviste importancia porque la persona humana inicia un nuevo perirido en su existencia que finalizará l. Importancia. Tutela constitucional con la muerte. Además, determina la adquisición irrevocable de los ~os derechos humanos constituyen un complejo integrai 1 interd:epen.d1ente e indlvisíblc de los derechos ctvHes, poHtkos, económicos, soc1a]es Yculturales deí hombre. Sólo el reconocimiento 1ntegra1 de todos estos derechos permitirá asegurar la efectividad en el goce de éstos (Bertoldi, Bergog!ío). derechos adquiridos por e] por nacec Si el nacimiento hubiera ocurrido sin vida, por imperio del art. 21, se considerará como si nunca hubiera existido y operará la resolución de los derechos que haya adquirido estando concebido. No interesa si ei alumbramiento ocurrió de modo natura1 o quirúrgico para que se desencadenen los efectos, basta que haya sido con vida, aunque sea unos instantes después de separado del cuerpo de la madre, aunque no se haya cortado aún el cord6n umbílicaL Siguiendo el Código de Vélez, el Código Civil y Comercial, no exige la viabilidad del recién nacido; es decir, la aptitud del concebido para prolongar su vida fuera del cuerpo de la madre. Otros ordenamientos sí la exigen, como el español que requiere una viabilidad de 24 hs, En caso de duda, la presunción es que el nacimiento fue con vida, (art.21 ), y corresponderá a quien intente destruir esta presunción, acreditar que el niño nació muerto. La prueba dél hecho del nacimiento se realiza por medio del certificado extendido por el profesional que atendió a la mujer en el parto (art, 565) y la ficha de identificación o impresión plantar derecha ( art. 33 iuc, b, ley 26.413 de Registro Civil) extendida por el establecimiento en el que se produjo el alumbramiento. Los nacimientos ocurridos sin atención médica, se probarán con certificado médico emitido por un establecimiento médico asistencial público con determinación de edad presunta y sexo, y además, la declaración de dos testigos que acrediten el lugar de nacimiento en la jurisdicción de que se trate, el estado de gravidez de la madre y haber visto con vida al recién nacido, debiendo suscribir el acta de nacimiento respectiva (art. 32 inc, e ley 26.413). La prueba del nacimiento, se lleva a cabo por medio de la partida correspondiente. Dkho reconocimlento se encuentra pfasmudo en los tratado; de derechos humanos que integran el bloque de constitucionalidad (art, 75 inc. 22 C.N.); por ejemplo, pueden mencionarse, la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos Humanos (llamada tambien Pacto de San José de Costa Rica); el Pacto internacional de Derechos Políticos, Económicos y Sociales; !a Convención de los Derechos del Níño; 1a Convendón sobre eHminación de toda forma de discriminación contra la mujer. También se han inc.orporndos otros, a nuestro sistema jurídico, como la Convención sobre personas con discapacidad, que han inspirado lmportantes reformas legislativas. Los derechos personalísimos, por su parte. ;duden a los derechos. humanos desde la órbita del derecho privado, pero no deben confundirse con eHos'. Y_ª que estos Uitlmos se refieren a prerrogativas que corresponden al SUJeto tanto en su posición en la sociedad como frente at Estado; v.gr. eJ derc~ho a un medio ambiente sano y equiiíbrado, al acceso a una vivienda digna, a la educación (Tagle). 2. Derecho.s de la personalidad a. Concepto _Los derechos de 1a personalidad son íos- derechos subjetivos privados tnnatos y vitalicios, que tíencn por objeto las manifestaciones de la pernona.lidad humana y que por ser inherentes, extrapatrirnoniaJes y necesarios, no pueden transmitirse ni disponerse en forma absoluta (Cifuentes). )04 Manual de Derecho Privado * Parte. General Pers-onas humanas. Principio y fin de •SU existencia h. Naturaleza, caracteres y principios que los rigen, Inviolabilidad de la persona humana y afecciones a la dignidad En cuanto a sus caracteres. éstos son innatos, ya que nacen con la persona humana; son vitalicios. la acompañan durante toda su existencia; son absolutos porque se dan contra todos; necesarios porque nadie pueden carecer de ellos; relativamente indisponibles en tanto su titular lendrá un margen de disponibilidad de éstos, siempre que no se afecte e1 orden público; son extrapatrimoniales, pues están fuera del comercio. En el :imbito de !os derechos personalísimos cobra plena vigencia el principio de inviolabilidad de la persona humana y el respeto por la dignidad personal, el que ha sldo receptado expresamente en el Código Civil y Comercial (art, 51). La inviolabilidad de la persona humana presupone el derecho que corresponde a todo ser humano a ser respetado en su propia dignidad~ funcionando este concepto como marc·o abarcativo de las diferentes manifestaciones de la personalidad humana tanto físicas {la vida, e-l cuerpo y la salud) corno espirituales (el honor, íntimidad, imagen e identidad). Todos ios derechos personalísímos se fundan en el recono~ cimiento de una dignidad que corresponde a cada ser humano por el solo hecho de serlo (Saux). La Constinición de Córdoba contiene un reconocimiento expreso a la inviolabilidad de la persona humana en su art. 4° que prescribe: «La vida desde su coneepción, la dignidad y la integridad fisiea y moral de la persona son inviolables. Su respeto y protección es deber de la comuni~ dad y, en especial, de los poderes públicos)), En cuanto a ia recepción legislativa que han tenido estos derechos. nos parece importante señalar. que si bien Vélez Sársfield no reguló los derechos de la personalidad en e! Código Civil, esto no significó que desconociera su existencia, pues a dios se refirió en la nota al art. 2312, cuando expresó: ,._Hay derechos y los más importantes que no son bienes) tales son ciertos derechos que tienen su origen en la existencia del individuo mismo 3 que pertenecen, como la libertad, el honor, el cuerpo de fo persona, etc.,;, El codificador estimó que al tiempo de sanción del Código Civil, estos derechos tenían adecuado resguardo i:n el art. 33 C.N. Sin embargo, con el correr deI tiempo se fue vislumbrando que fos avances científicos, médicos, tecno1ógícos, traían aparejado medios cada vez más sofisticados de ataque a los bíenes de la personalidad humana1 lo que llevó al dictado de regulaciones específicas corno la ley 105 11,723 sobre derecho a la imagen}' derecho de autor, la Jev.r 21 ,11 · ,3 que • , incorporo e! an. 107 l bis al C.C. sobre derecho a la intít~idad· la lev 24.193 sobre trasplantes de órganos; la ley 23.592 sobre actos di;crimin~tonos; la ley 26.529 de derechos del paciente modificada por ley 26.742 de muerte digna; la ley 26.743 sobre identidad de género. La mcorporac~ó~ en el código de un régimen sistemático de Jos ~e~ec,hos pe~sonahs1n:os>. era :e_claniada desde hace tiempo por Ja oo_ctrma nacwn_aL EJ Código Civil y Comercial_, los regula en el Libro Primero: Parte General, Título 1: Persona Humana, Capítulo 3: Derechos Y .Actos }'ersonalísimos. En los fundamentos del Anteproyecto ,de Cod,go Ctv,J Y Comercial. se señala que "se han tornado muy en cuenta los tratados de derechos humanos, y los derechos reconocidos en el bloque de constitucionalidad, fenómeno que se irradía claramente en el campo de la protección de la persona humana a través de los derechos fundamentales", 3. Derechos que tienen por objeto manifestaciones físicas a. Derecho a la vida La vid.a constituye el bien jurf-ctico que debe ser protegido por el Estado, de modo tal que se garamíce a las personas el disfrute de una ~Id~ digna. Dimanan de este derecho las facultades de defender la propia vtda de ataques, conservarla y gozarla (Cifuentes), Et derecho personalis:imo a la vida tiene reconocimiento constitucio~ n:l. en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en cuyo art. 4 1 l se e?tablece qne toda persona. tiene derecho a que se respete su a partir del momento de la concepción. El Código Penal protege vida a través del delíto de homicidio, reprimiendo al que matare a ot;o (art 79), ~º: Ja ':da ~i~y.cuestiooes relacionadas e-on este derecho, tales como el aborto. el suic1d10, Ia eutanasia y el derecho a morir dignamente. - Aborto _ El aborto c~nsiste en ia interrupción del embarazo y conforme Jo e5 labl~ce el C6d1go ~enal, será reprimjdo quien causare este delíto (arL 85). Sm embargo. existen dos supuestos en los cuales no será punible el Manual cte Derecho Privado Parto General Personas humanas, Principio y fin dr su existencia aborto: en el llamado aborto terapéutico (art. 86 inc. !), que se da cuando existiere peligro para la vida o salud de la mujer, y el llamado aborto sentimental (art. 86 inc. 2), cuando el embarazo provenga de unu que prolongar la agonía y sufrimiento del enfcnno que se encuentra en un estado terminal. violación de una muier idiota o demente. Sin embargo, en relación con régírnen legal prevé que ((C[ paciente que padezca una enfe;medad irreversible, incurable, o cuando se encuentre en estado· terminal, o haya sufrido lesiones que lo coloquen en igual situación, y esté debídamente infhrmado, tendrá el derecho de re,:hazm· nroccdimientos quirúrgicos, de hidratación, alímentación, de rea~imacfón art{ficia! o al retiro de medidas de soporte vital, cuando sean extraordinarfos o despropnrcionados en relación a las persper;tivas ~e .mejoría. o produzcan sufrimiento desmesurado, o tengan por umco efecto la prolongación en el tiempo de ese estadio terminal irreversible e incurable;,). 106 este último supuest¿, debe mencionarse el falto dictado por 1a Corte Suprema de Justicia de 1a Nación ( <<F ,, A.L. s/ medída autosatísfactiva>>, 13/3112), que consideró que «no es punible toda interrupción de un embarazo que sea consecuencia de una violación con independencia de la capacidad mental de su víctima,,. Suicidio El suicidio se da cuando una persona se quita la vida. La tentativa de suicidio no es punible; pero sí será reprimido quien instigue o ayude a otro a llevarlo a cabo, proporcionándole los medios para elto (art 83 C.P.) Eutanasia La eutanasia consiste en provocar la muerte de una persona para aliviar el sufrimiento que está padeciendo a causa de una enfermedad terminal. Se puede distinguir la eutanasia activa de la pasiva. La primera «supone la intervencióf1 directa de alguien que, a pedido di?/ enfermo, le provoca la muerte para lograr, de ese moda, dar fin a los sufrimientos ocasionados por su agonía». La segunda se ha definido «como la ausencia de actitud terapéutica ante un entorno grave, susceptible de ser tratado al menos, remoramenle» (BertoldiBergoglio) y se causa el deceso por omisión; así, se ha dicho que esta situación debe distinguirse de la «ortotanasia>l que supone dar una respuesta proporcionada a la posibilidad del e-nfermo, sin causar fa muerte y sin incurrir en «distanasiru> que es. como veremos, el encarni~ zamiento terapéutico. La eutanasia, permitida en países como Holanda y Bélgica, no está autorizada en el nuestro, por lo que quien la Hevea cabo, será reprimido como autor de homicidio en los términos del art. 79 C.P. Muerte digna En cuanto a] derecho a morir dignamente, podemos afirmar que así como toda persona tiene derecho a vivir con dignidad, también Je asiste el derecho a morir dignamente; es decír evitando lo que mécticamente- se conoce como «el encarnizamiento terapéutico)), cuyo efecto no es otro 107 Este derecho ha sido receptado en el art. 56 inc, g del C.C.v C. El La negativa o el rechazo de estos procedimientos, no significará la íntcrrupción de aquellas medidas y acciones para el adecuado control v alivio del sufrimiento del paciente (cuidados paliativos art. 56 inc hl. • Cabe señalar q_ue la ley provincial l 0.058 de muerte digna, en lo ~ne resp~ct~ a la negativa o rechazo de las medidas de soporte vital, es mas restnct1va ya que admite !a posibilídUd de rechazar sólo las extraor<línarias, más no las medldas mínimas ordinarias,. como la. hidratación y mrtrición. b. Derecho a la salud La Organización Mundial de la Salud (OMS) na definido a la salud como ,xel estado general de bienestar fisico, menta! y social v no la mera ausencia de entermedades ». ~ En este sentido, eI derecho a la salud tiene p{)r objeto la protección de !a integridad fisica y síquica del individuo. Este derecho personalísimo tiene tutela legal en fa Convención Americana sobre Derechos Humanos, que en su art 511 inc. 1 establece: personn tiene derecho a que se respete su integridad física, ps1qu1ca y morab,. <~1:º~ . En el Código Penal se reprime a quien causare a otra persona lesiones graves, leveR y Jcvfsimas que afecten la integridad física (art 89 Yss. C.P.) y en el ámbito del derecho privado. los arts. 56 a 60 deí e.e. Y C. c-onstituyen el marco de protección del derecho a la salud. 108 Manual de Derecho Privado ~ Parte Genera! A continuación mencionaremos brevemente ias cuestiones relacionadas con este derecho, Actos de disposición sobre el propia cuerpo. Limitaciones E! art. 56 del C.C. y C., establece limitaciones al ejercicio de los actos de disposición dei propio cuerpo, prohibiendo la realización de actos que- ocasionen una disminución permanente de lu integridad fisica de la persona o resulten contrarios a la ley, la moral o las buenas costumbres (ablación de un órgano para su comercialización, autorrmtilaciones), excepto que sean rcquerídos para el mejoramiento de la salud de la persona, y exc1;pcionalmcnte de otra persona, como en el caso de la ablación de un órgano para serle implantado a ésta. En estos dos supuestos, se exíge como requisíto contar con el consentimiento previo, libre e informado dt:1 paciente. Prácticas prohibidas E] arL 57 del C.C. y C. establece: «Están prohibidas las prácticas destinadas a producir una alteración genética del embrión que se trasmita a su descendencia», Se trata de las llamadas prácticas eugenésicas que son aquellas tendientes a la selección de genes, sexo o caracteres físicos o raciales de seres humanos, y que han sido denominadas \<prácticas destinadas a alterar la constitución genétie-a de la descendencia» por la comunidad científica. Los avances en la medicina y la ingeníeria genética, han abierto las perspectivas de incidir artificialmente en ia confom1aci6n genética de la persona humana en gestación. La norma sienta la prohibición de la realización de actos operados sobre material genético de la persona que puedan tener incidencia en su descendencia, por lo tanto~ está prohibido encomendar. contratar, planificar o realizar manipulaciones que tengan por objeto la mutación de los elementos gestantes de la persona humana (Saux). Investigaciones e11 seres human.os Los requisitos estrictos que deben observarse para Hevar a cabo ínvestigaciones en salud humana están previstos en el art. 58 del C.C. y C., y son: a) presentación del protocolo de investigación debidamente fündumentado; b) ser realizada por personas con acreditadas calificaciones científicas; e) contar con la aprobación previa de un comité de evaluación ética en 1a investigación, d} contar con la autorización previa Personas humanas_ Princlµío y fin de su existencia 109 del organismo público correspondiente; e) estar sustentada en una comparación de los riesgos y las cargas en relacíón con los ben ¡¡ · · "bl e e1os pr:v1s1 ~s~ ~ ,contar c_on ei consentimiento informado del participante en 1a mv~st~gacmn, a qmen se le debe explicar en lérminos comprensibles los ob}e.ttvos .Y la meto<lol?gía de 1a investigación sus riesgos y posibles bene!Jc1_os; dicho consentimiento es revocable; g) respetar el crilerio de proporc10nahdad de riesgos y molestias en relación con los beneficios que _s~ espera obtener de la investigación; h) res.guardar la intimidad del partrctpant~ ~ la ~~nfidencialidad de su información persolli1J; i) asegurar que la pa7~1c1p_a~ton de los suj~t?s: de la investigación sea gratuita;..y f) po~ter a ~1~p~s1c1ón de los partw1pantes el acceso a los tratamientos que la mvest1gac16n haya demostrado beneficiosos. En términos generales, la disposición normativa sigue el Decálogo de Nüremberg de 1948, la Declaración de Helsinkv de la Asociación Médica 11undial sobre principios éticos para las inve;tigaciones médicas :n. seres h~~anos, la que ha sufrido varias modificaciones, con una u~tima vers1on del afio 2008 y que sentó como principio esencial que: el ?1enesta:r de la persona participante debe tener primacía sobre otros mteres~s. Tambi~n Ja Guía para investigaciones con seres .humanos resolución 1480/201 l del Ministerio de Salud de la Nación constituyó un antecedente Según los objetivos perseguidos por las investigaciones médicas en seres h~manos, pue_den tratarse de las llamadas «investigaciones O experi~ mentac1ón terapéuticas}) que procuran un beneficio para el paciente sobre e: cual se reahzan, y cuyos resultados pueden beneficiar a más personas. o bien puede~ tratarse de investigaciones y experimentos no terapéuticos 0 puros, des1mados al solo adelanto de la ciencia médica (Saux). Resulta razonable que los médicos puedan utilizar nuevas técnicas tratamientos~ procedimientos, siempre que ellos sean recomendable; para restabl~cer la s~lud del paciente y no existan ya, otras terapéuticas que sean mas aproprndas. Con los requisitos estrictos contenidos en la norma en análisis, para llevar a cabo investigaciones en seres humanos. «se _trata ~e e:,:·1ar la utilización del paciente como un elemento pur~ de mvesttgacwn o desanollo de nuevas técnicas» (Hnot). Tratamientos médicos y quirúrgicos. Consentimiento informado El_ art. 59 del C.C. y C. establece que nadie puede ser sometido a tratamientos médicos o quirúrgicos sin su consentimiento informado. Esta una regla básica tiene excepciones, corno cuando existe una 110 Manua: de Derecho Privado - Parte General disposición legal en conrraflo1 como sería en e] caso de exámenes. médicos prescriptos con carácter obligatorio como 1 por ejemplo, el exigido para obtener el certificado prcnupeial. o el que deben cumplir los interesados en acceder a empleos públicos (Rivera), Se lo define como la declaración de voluntad expresada por el paciente, luego de recibir «información ciara, precisa y adecuada», respecto a diversos aspectos relacionados con su salud, el tratamiento, los riesgos, beneficiost los. procedimientos alternativos, consecuencias de la no realización de la terapéutica indicada. Previamente informado. el paciente puede aceptar o rechazar estos tratamientos, lo que en función del principio de autonomía de la voluntad, debe ser respetado por el médico. En el supuesto de incapacidad del paciente, o cuando haya imposi, bilidad de darlo a cansa de su estado fisico o psíquico, podrá dar el consentimiento el representante legal> el apoyo, el cónyuge, el conviviente, el pariente o el allegado que acompañe al paciente, siempre que medie situación de emergencia con riesgo cierto e inminente de un mal grave para su vída o su salud. El consentimiento infonnado es libremente revocable, siendo éste una regla básica en materia bioélica y el profesional médico podn\ prescindir de él sólo en caso de urgencia y cuando no se encuentre presente algunas de las personas señaladas en el párrafo anterior. En cuanto a la forma del consentimiento informado~ el art. 7° de la ley 26.529, de Derechos del paciente, establece que será verbal, salvo que se trate de procedimíentos médicos de mayor complejidad, como intervenciones quirúrgicas, ínternacione.s, tratamientos invasivos, Directivas anticipadas En el art. 60 del e.e. y e. se prevé la faculta,) de la persona capaz mayor de edad para disponer directivas anticipadas en dos dlreccíones. Por un lado, respecto de su salud, pudiendo consentir o rechazar detenninados tratamientos médicos, haciéndolo de modo directo o designando a quien o quienes lo harán por ella, cuando no esté en condiciones de hacerlo personalmente. Estas directivas deberán ser aceptadas por el médico tratante, salvo las que impliquen desarrollar prácticas eutanásicas 1 las que se tendrán como inexistentes. Personas humanas. Principie y fin de su existencia 111 . Por_ otro lado, la persona puede anticipar directivas para su propia 1~capac1dad, des1gnando qmen asumirá su curatela; elfo, en concordancia con lo previsto por el arL 139 l"'párr. del C.C. y e. que establece: «Ja pers~na capaz P_uede designar mediante una directiva anticipada a qwen ha de e1ercer su curatela_ Esta designación deberá ser aprobada judicialmente>>. En cuanto a la fonna de la declaración de volonrad, ésta deberá ~acerse. por escrito ante escribano púbJico o _juzgados de primera mstancrn. para lo cual se requerirá la presencia <le dos tes1ieos. Esta declaración podrá ser revocada en todo momento por quien la ~anifestó ¡art l I ley 26.529, de derechos del paciente modificada por ley 26.472). Operaciones de camhio de se.r.o La ley 26. 743 de identidad de género reconoce el derecho a acceder a íos_ trata:1;ientos_integrales hormonales y a la ínte-rvención quirúrgica de reasi!,rnacwn gemtai tota] o parcial, requiriendo para ello ser mayor de edad y dar el consentimiento infonnado. . En e~, caso de las personas menores de edaQ será necCSarfa la mtervencmn_ de sus representantes legales, b expresa conformidaú del menor, Y,la amorízaci~njudiciat. Será ei juez quien, conforme al principio de capacidad progrestva e interés superior del menor, evaluará sí cuenta ~on la m~durez Y de-sarrüUo necesario para dar cí consentimiento a ta mtervenc1ón quirúrgica. e_ Disposición del propio cuerpo y del propio caddver fo . . En que respecta a la disposición del propio cuerpo en vida, deben dtstmgmrse los órganos renovables (tales como el cabelJo, leche máterna, la sa~gt:e, con 1a salvedad de que esta Ultima está regida por una iey especial, la 22.990), de los no renovables. La ablación de estus últimos con ~nes terapéuticos está regulada por la ley 24.193 de trasplante~ de organos. Para que proceda la dación de órganos en vida. la ley es estricta v estabkcc requisitos: ellos son: que ((d dador sea mayor de edad, que' ;l receptor sea su panente consanguíneo o por adopción hasta el cuarto grado) o su cónyuge_, o una persona que, sin ser su cónyuge, conviva con 112 Manua! de Oer<rtho Privado ~ Parte General el donante en relación de tipo conyugnJ no menos antigua de tres años_, en forma inmediata, continua e ininterrumpida. Este lapso se reducirá a dos años si de dicha relación hubieren nacido hijos}> (art. ?5 lfi párr.). No obstante, la jurisprudencia ha ido amphando este margen permitiendo -daciones entre personas no relacionarlas con fundamento en la solidaridad y la afectividad que sustentare la vinculación entre dador y receptor. Si la dai:ión fuera de méduia ósea, las límitacione!:,; sefiaJadas, no rigen, ya que en tal caso cualquier persona plenamente capaz puede disponer ser dador sin las limitaciones de parentesco establecidas ( art. ! 5 2º párr.). También Jos menores de 18 años! prevfa autorización de su representante legal, podrán ser dadores cuando los vincule al receptor el parente~co exigido en la primera parte de la norma citada. En relación con la disposición de! propio cadáver, se debe señalar además que está fuera del comcrdo, que la persona plenamente capaz, tiene la facultad de disponer io relativo a sus exequias e inhumación 1 o bien fa dación de todo o parte <leí cadáver con fines terapéuticos, científicos, pedagógicos o de índoic sirnilar (art. 61 C.C. y C.). Se trata de un acto de disposición de voluntad unilateral y por cierto revocable. La norma contempla la posibilidad de que el cónyuge, el conviviente y en su defecto los _parientes según el orden sucesorio, asuman la disposición de los restos, con la salvedad que no pueden dar al cadáver un destino diferente del que habría dado el difünto de haber podido expresar su voluntad. En cuanto a la forma de exteriorizar la voluntad, la norma es flexible ya que adrn ite «cualquier formá>), asi podrá ser por escrito o verbalmente, con las dificultades probatorias de esla última, como también ser presumida de hechos que pennitan conocerla con certidumbre, rara el caso específico de la ablación de órganos para después de !a muerte. si el sujeto ha expresado su consentimiento al respecto~ tal decisión debe ser respetada. Si la persona no lo ha expresado, si bien la ley de trasplante de órganos establece el principio del consentimiento _presunto, según el cual ,<toda persona capaz, mayor de díeciocho años que; no hubiera manifestado su voluntad en forma negativa se presume que ha conferido en forma tácita la autorización para la ablación de sus órganos para después de su m.uerte,, (art. 62 ); sin embargo, cabe sefialar que esto t1ü es absoluto y se In considera un sistema atenuado en la medida qne se recaba e1 asentimiento de los familiares en el orden establecido por el art. 2 l, por estimarse qué son intérprclcs de la voluntad silenciatla del fallecido Personas humanas. P1ínci¡,¡lo y fin de su existen¡;¡¡¡ 113 4. Derechos que tienen por objeto manifestaciones espirituales En materia de derechos personalísimos a la integridad espiritual, el Código Civil Y Comercíal, salvo lo inherente a la propia imagen, en general, se limita a enunciarlos (urt. 52) dejando a la doctrina su sistematización. E[ Capitulo 3 (derechos y actos personaffsimos) como va se señaló se inicia con una declaración acerca de la dignidad d~' )a pers~na humana: n:c:onocíendo explícitamente su inviolabilidad (a.rt. 51). Asimismo, se tutelan los derechos a la intimidad personal y familiar, a la hon~a 0 reputación, a la imagen e identidad, consagrando la facultad de reclamar 1a prevención Y reparación de los daños que ia vulneración de los mismos hubiera ocasionado, conforme a lo dispuesto en el Líbro Tercero, Título 5, Capítulo 1 (art. 52). Debe señalarse que la tutela preventiva y resarcitoria que la norma establece, no es sólo inherente a los derechos a 1a integridad espiritual en eHa mencionados, sino que puede proyectarse a eventuales afectaciones de otros derechos personalísimos, más allá de los atH enunciados (Saux). ' Además, se reconoce expresamente el derecho a disponer de estos derechos; siempre que el consentimiento dado nara ello no sea contrario a la ley, la moral o las buenas costumbres.' Como regla general se establece, que este consentimiento no se presume~ es de interpretación restrictiva y libremente revocable (art. 55). a. Derecho al honor El honor de las personas puede percibirse desde una faz subjetiva como la autova)oración personal, la mirada que eI sujeto tiene de si mismo. Desde una faz objetiv~ se refiere a la valoración que tos terceros hacen de la persona, lo que se traduce en la fama, buen nombre, honra o reputación del sujeto (Bertoldi-Bergoglio ). La tutela constitucional del honor está presente en el are l I inc. 1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos al establecer: •<Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad». Manual de Derecho Pr•vado ~ Parte General Personas humanas Principio y fin de su existimcl:1 En el Código Penal se tutela al honor_ a través d_e los delitos. de calumnias e injurias (arts. 109 y 110). El pnmero consiste en atnbmr a ahmien un dcÚto que no ha cometido, y el segundo. consiste en difamar, d~acreditar o deshonrar al sujeto. En el Código Civil y Comercial, conforme al art. 1771, podrá reclamarse la índemn1zación de los daños causados al honor de las personas por acusación calumniosa, sólo si se ~bró,con culpa grave o dolo. A su vez, si se prueba que no tenia razones Just1ficables para cree.r que el damnificado estaba implicado, deberá responder por los daños derivados de la falsedad de la denuncia. de-be ser sustraído de injerencias externas que lo perturben, existen algunas Iímitae-iones como las que tienen su of!gen en Ja seguridad pública y necesídadcs sociales supuestos estos en los que la perturbadón a la intimídad no será considerada arbitraria. lntegran el ámbito de privacidad de las personas. entre otros, las relaciones famí1farcs, laborales, la salud, el domicilio, los. papeles privados, la correspondencia (tanto epistolar como el correo electrónico), el secreto profesional. En el orden constitucional, la Convendón Amencana sobre Derechos: Humanos en su arL 11 inc. 2 establece que «Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada) en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencürn, En el derecho interno el nrt. 1770 del e.e. y C. eon un texto casi ídéntico al art. 1-071 del C.C. regula este derecho personaHsimo estableciendo: l'<Protección de la vida privada. El que arbitrariamente se entromete en la vida ajena y publica retratos, difunde correspon- 114 b. Derecho a la imagen La imavcn es la representación ftsica de la persona y su difusión a través de fo~ografias, videos en medíos gráficos. televisivos e incluso en la web, debe tener lugar con el consentimiento de1 interesado. La voz constituye también una emanación de la personalidad humana, ya que una persona pµede ser reconocida a través de su propia vo~. Por lo tanto, goza de _protección en los mismos térmi~os que fa 1m~g:n} Y en consecuencia para su difusión debe requenrse el consent1m1ento del interesado y ;sí los establece el art. 53 del C.C. Y C. La norma citada prescribe que la difusión de la imagen o la voz será libre en los siguientes casos: «a. que la persona partícipe en actos públicos; b. q:C exista un interés científic~, cultural o ~ducacion:,l prioritario, y se tornen las p.recauciones suficientes. para evitar. un dano innecesario; c. que se trate del ejercicio regular del derecho de mf-ormar sobre acontecimientos de interés generab;. Habiendo fallecido la persona, quienes están.autorizados a dar el consentímiento para la difüsión del retrato, son sus herederos o el designado por el causante en una disposición de última voluntad. Cuando hayan transcurrido veinte años desde la muerte. la repro• ducción es Hbre siempre y cuando dicha reproducción no sea ofensiva. c. Derecho a la intimidad La intimidad constituye el ámbito de reserva privada necesario para el pleno desenvolvimiento de la personalidad hwnana. Sí bien este ámbito 115 dencia, mortifica a otros en sus costumbres o st:ntimientos, o perturba de cualquier modo su intimidad, debe ser obligado a cesar en tales actividades, si antes no cesaron, y a pagar una iud~mnización que debe JI/ar el juez, de acuerdo con h1s circunstnncias. Además, a pedirla del agraviado, puede ordenarse la publicación de la sentencia en un diario o periódico del fugar, si esta medida es procedente para una adecuada reparación>> Del análisis de la regulación surge en primer término que la intromisión para constituir una violación a la inümidad d~be ser arbitraría o sea contraria a derecho, La enunciación que se realiza. de !as conductas lesívas, es meramente declarativa, más aun teniendo en cuenta que én la actualidad los medíos de ataque al ámbito privado de las personas, se han diversificado debjdo a la tecnología: por casoj las escuchas telefónicas llevadas a cabo con equipos altamente sofisticados, El procesamiento informático de los datos sensibles de las personas, puede también constituir un medio para vulnerar la intimidad, por lo que debe asegurarse al sujeto ta facultad de conocer los datos registrados en bancos de datos ya sean estos públicos o privados; la posibilidad de rec-tificar las im;orrecciones y de- actualizar los datos registrados; la facultad de impedir la utilización de los datos con una finalidad distinta de aquella para ln cual fueron recabados (Cifuentes). En cuanta al derecho que ]e asiste al lesionado, éste podrá solicitar el cese de la conducta lesiva_, s1 no hubiera cesado aún, la indemnización de los perjuicios sufridos y iu publicación de la sentencia. 11 € Manual de Derecho Privado - Parle General Derecho de rectificadún -O respuesta Dentro de los remedios jurídicos que la ley prevé para hacer efectiva la protección de los derechos de í.a personalidad, se encuentra el de 1a rectificación o respuesta. Este derecho tiene reconocimiento constitu~ cional en el art. 14 de i.a Convención Americana sobre Derechos Humanos que establece: 1,<Dcrecho de rectificación o respuesta. 1 º. Toda persona afectada por informaciones inexactas o agraviantes emitidas en su perjuicio a través de medios de difusión legalmente reg.iamentados y que se dirijan al público en genera!, tiene derecho a efectuar por el misñw órgano de difusión su rectificación o respuesta en las condiciones que establezca la ley. 2°. En ningún caso la rectificación o la respuesta eximirán de otras responsabilidades legales en que se hubiese incurrido. 3º. Para la efectiva protección de la honra y la reputación, toda publicación o empresa periodística, cínematográfica, de radio o televisión tendrá una persona responsable que no esté proteglda por inmunidades ni disponga de fuero especial». Como vemos~ ei derecho de rectificación o respuesta, es una herramienta que permite al sujeto cuyo derecho ha sido vulnerado, ((Obtener del medio que sirvió de vehícuio a la conculcación, sin cargo económico alguno y en las mismas condiciones, a dar su opinión sobre los hechos». Constituye el instrumento jurídico adecuado para que los datos, aspectos o cuestiones falsas o injuriantes, que fueron dadas a conocer por algún medio de comunicac¡ón, sean corregidos (CórdobaSanchez Torres} d. Derecho a no ser discriminado La discriminación, entendida cOmo fa acción y cfec10 de discriminar sude por lo general ser interpretada con un sentido negativo; esto es Personas humanas. P~lncip!o y fin de su existencia 1 i7 condición social o 0aracteres fisicos (art. 1u ley 23.592 de actos discriminatorios), La regulación establece que quien ilegítimament~ menoscabe «el pleno ejercicio sobre bases igualitarias de los dtrechos Y garantías fundamentules reconocidos en la Constituci~Jn Nacional, será obligado, a pedido del damfitjlcado, a dejar sin efecto el acto discriminatorio o cesar en su realización y a reparar el daño 1noral y materia/ ocasionados:, {art, 1'l e. Derecho a la libertad La libertad es la facultad del sujeto de elegir entre diversas opciones, y actuar conforme a la elección realizada. Dos facetas se Jntegran en el derecho a la libertad: a) la libertad llsica y b) la libertad moral. En la primera se co~prcnde 1a libertad de movimiento ( entrar, salir, permanecer) Y de acciones (hacer o no hacer). En la segunda, la libertad de conciencia y en el modo de vida (Tagle). El reconocimiento constitucíona1 de la Hbertad se encuentra en el art. 14 de la C.N. y en fa Convención Americana sobre Derechos Humanos, arts. 7º incs. 1 y 2, 12 y 13, en donde se tutela la libertad en sus diversos aspectos: acciones; estado y conciencia. L~ libertad de acciones, es la faculiad del sujeto para entrar y salir del pais:. o para permanecer o cambiar de domicilio. La libertad de estado ~s la facultad de la persona para casarse o no hacerlo, o divorciarse. La hb~~~d de conciencia es la facultad que tiene el sujeto de profesar una rehgwn o no hacerlo, o cambiar de religión. j Derecho a la identidad perso11al como discriminación injusta. La ínjusticia de ía <liscrimínación se reveía cuan<lo se coloca a la persona en una situación de inferioridad. lesiva de su <lignidad, Sin embargo, también es necesario estarse a la otra acepción, la positiva; es decir la discriminaciónjm;ta que se basa en el respeto hacia las razonables diferencias personales. Es injusLa la discriminación, cuando se da trato de inforioddad a una persona o colectividad por motivos tales como raza, religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial. sexo, posición económica, El derecho a la identidad personal ha sido definido como "la .fc~~ult~d de exigir la fiel representación de la persona, sin deformaL'tvn ae sus cualidades o caracteres y sin atribución de caracteres inexistentes o diversos de aquellos reales del sujeto'' (Rivera). . ~a ide1:tidad personal alude al patrimonio cultural, político. social, reh_~1oso e 1~eológico del sujeto. Este derecho persigue que la representac10n extenor que se haga de ese patrimonio espiritual, sea acorde con la realidad. 118 Manual de Derecho Privado .Parte General w Como un aspecto del derecho a la ídentidad se reconoce el derecho a conocer el propio origen biológico. Jurisprudencialmente se ha reconocido la «existencia de un derecho de toda persona a conocer su propia génesis, su procedencia, en lo cual está comprometida la dignidad personal» {Zi. Desde otra perspectiva, se reconoce el derecho a !a identidad de género. La ley 26.743 (20i2) en su art. 1º establece que: Toda pcrs~na tiene derecho: a) Al reconocimiento de su identidad de género; b) Al libre desarroHo des~ persona conforme a su identidad de género; e} A ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser identjffoada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los nombrels de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada». Personas humanas, Principie y Hn do s-u existen-da 119 En el caso de la muerte encefálica, esta certificación se hace por un cq,iipo de dos médicos independienres del de trasplantes, después de constatarse las condiciones previstas en el art. 23 de la ley 24.193 !as cuales pueden resumirse en: a. electroencefalograma plano, b. pupilas fijas y no reacdvas 1 c . .auscncin de respiración autónoma, Transcurridas 6 hs. de ia constatación se verifica si persisten estos signos, en cuyo caso se extiende el certificado de defunc¡ón. Por su parte, la prueba de la muerte se- realiza mediante la corres~ pondiente partida. Dentro del supuesto de muerte comprobada, debe mencionarse'la hipótesis de los conrnorientes (art. 95 C.C y C,). Esta se presenta cuando dos o más personas mueren en un desastre común o en cualquier otra circunstancia, en la que no pueda determinarse quien murió primero, entonces se presume que todos murieron al mismo tiempo, sin que haya transmisión hereditaria aiguna entre ellos. IV. FIN DE LA EXISTENCIA DE LAS PERSONAS HUMANAS 1, Muerte comprobada. a. ~oncepto. b. Cuestiones planteadas p_or los avances científicos al derecho. c. Forma y prueba del diagnos• tico de muerte. d~ Efectos patrimoniales y cxtrapatrimoniales La existencia de la persona humana termina con la muerte ( art. 93 C. C. y C.). Este hecho biológico consiste en el cese total e im:versible de las funciones vitales del individuo. Los avances científicos han introducido en esta materia nuevos aspectos, como la muerte encefálica, que tiene lugar cuando cesa de mo-do irreversible la función cerebral y la respiración autónoma, ruante~ niéndose la función cardiaca y respiratoria con apoyos externos. · y a sea que se trate de muerte total o encefálica, los efectos que se desencadenan son la extinción de los derechos extrapatrimoniales Y la transmisión de los derechos patrimoniales, salvo que se trate de obliga~ ciones ínherentes a ia persona. las que se extinguen con ella, La prueba del hecho de la muerte se hace mediante el certificado extendido por el médico que constata el deceso del individuo. (2) CSJN. !31ll/90. L.L. 1991-B-470. 2. Muerte presunta. a. Introducción. b. Régimen legal. c. Casos y términos Además de la hipótesis de muerte comprobada analizada, encontramos el supuesto de la muerte presunta, en el que la persona se ausenta de su domicilio sin que de eUa se tengan noticias. Debe aclararse que no basta la mera ausencia, sino que ésta debe estar calificada por la falta de noticias. Con buena técnica el C6digo CivH y Comercial regula en el Capitulo 7,-la <<presunción de faHecimiento», pues lo que se declara no es la ausencia de la persona, sino su muerte presunta (Pereira). Pueden distinguirse dos casos de muerte presunta) uno el ordinario (art. 85) y mro el exrraordínario, dentro del cual están la hipóle•is genéricn y la específica (art. 86). El supuesto ordhrnno se da cuando la persona desaparece de su domicilio sin que de eHa se tengan noticias por el término de tres afios, contados éstos desde que se tuvo la última noticia. E1 caso extraordinario genérico (arL 86 1 párr.) se da cuando la persona se encontraba en una circunstancia ricsgosa para su vida (terremoto~ incendio, acción de guerra. etc,) y desaparece sin que de ella Mam.1ai cte Derechc Pnvado ~ Parte Genera! Personas tmmanas, Príncipio y fín de su existencia se tengan notkias por el término de dos 3!1-0S, contados desde eJ dfa en que el suceso ocurrió o pudo haber ocurrido. Et supuestr, extraordinario espedfico (art. 86 2º párr.) se da cuando la persona se encontraba en un buque o aeronave naufr~gados o perdidos, y de d!a no se tienen noticias po_r, el lapso de sets me_ses, contados desde ei día en que ei suceso ocurno o pudo haber u-curndo. En el juicio de presunción de fallecimiento, el juez una vez colectaOas las pruebas que lo Heven a la convicción de darse los p;esupuestos legales, fijara el día presuntivo del fallecimiento y orden~ra la ~pertura de ta sucesión. La fijación del dia presuntivo se reahz~rn. cot~fo~me lo · to por,..,"l art. 90·, m'i ordinario este dia prescnp """ - en el '✓-aso "' , , se fi¡ara . . ,en. el Tanto en w10 como otro periodo, los herederos tíenen tan sólo un dominio revocable) ya que ante la reaparición del presunto muerto~ queda sin efecto la declaración de fallecimiento, y debe procederse a ia restitución de los bienes a petición del interesado (art. 91 2•par.). Si éste reaparece en el período de prenotaci6n 1 éstos deben ser devueltos en el estado en que fueron redbidos; si por el contrario, la reaparición s.e produce en el segundo periodo, los bienes deben restituirse en el estado en que se encuentran, tos adquiridos con el valor de los faltan, el precio adeudado de los enajenados y los frutos no consumidos (art. 92) Los efectos de la presunción de fallecimiento respecto al matrimo~ nio están previstos en el art. 435 inc. b. La nonna establece qne encontrándose firme la sentencia judicial que declara la muerte presunta. el matrimonio se disuelve. En relación a la sociedad conyugal, el Código Civil y Cotnc'Tcial ha omitido ia. consideración de las cuestiones relativas a su conclusión y liquidación, como 1o hacia el régimen anterior. Ello pues la dísoiucíón del vínculo producido con la sentencia coloca a los bienes en la misma sítuación de la muerte real. 120 último día del primer año y medio desde que se tuvo la ult1_11:ª noucia, en cí extraordinario genérico se fijará en el día del suceso, y s1 este~,º puede deterniinarse, el día del término medio de fa época~ que ocur:m, o pu~-º haber ocurrido; en el extraordinario específico, s~ fiJará en ei ulnm~ d1a en que se tuvo la noticia del buque o aeronave naufragado_ o perdido. se establece que si es posible, en 1a sentencia se determmará la ~ora presuntiva -de la rnuer1e, Si dio no fuera posible., se tiene P?r ~ucedtda a la. expiración del día declarado como prcsuntt'Vo del fallectrn1e~to, 121 l Supuestos de ausencia y desaparición de personas d. Efectos patrimoniales y extrapatrímoniales. e. Reaparición del presunto muerto En re ladón con los bienes del presunto muerto, los efectos son los siguientes: declarado el dia presuntivo del fallcci1:'iento, i~s ~ue fuer~n herederos a esa fecha entran en posesión de los bienes, baJo lff~•entano y en calidad de propietarios, y el derecho de domin_io habra de. ~er ·inscripto en et registro correspondiente, con la respecuva prenotacwn. Durante este período que se extiende por cinco años u ochenta contados desde- ei nadmiento del_ ausente, los here~eros entran en posesión de los bienes en calidad de dueños, pe.r~ ,soio gozan _de la b1en.es, f.acu ltad de administrar, .y hasta podrán hacer paracwn. de •esos •· · l pero para enajenarlos o gravarlos necesit~ran autorizamónJud.1c1~ (a~L 91). Culminado el periodo de prenotac,ó_n,, los hcre~i;ros gozan sm reslriccíón alguna de la facultad de admm,strar y disponer de esos bienes: podrán enajenarlos y gravados {art. 92), Se puede distinguir la ausencia con domicilío ignorado y la ausencia simple. El primero se trata del caso en que se desconoce el domicilio de ia persona que debe ser notificada, por lo que se procede a notificarla a través de edictos judiciales. El segundo supuesto se da cuando la persona se ausentó de su lugar de residencia sin que de ella se tengan noticias, y ha dejado bienes. En el régimen anterior de la ley I 4,394 derogada, este supuesto se denomí• naba «ausencia con bienes en estado de abandono)}, siendo tal vez esta la denominación adecuada, ya que la figura no tiene por finalidad la protección de la persona ausente, sino la designación de tm curador a los bienes para que los administre, mientras dure el estado de ausencia (Pereira). El art. 79 C.C. y C. establece que «Si una persona ha desaparecido de su domicilio 1 sin tenerse noticias de ella, y sin haber dejado apoderado, puede designarse un curador a sus bienes si el cuidado de estos lo exige. La misma regla se debe aplicar si existe apoderado, pero 122 Manual de Oarnctio Privado - Parte General Personas human.as, Prira;ipio y fin de su ,existencia 123 sus poderes son insuficientes o no desempeña convenientemente el mandato». En cuanto a las facultades del curador designado, este podrá 2. Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas nevar a cabo los actos de conservación y administración ordinaria de los bienes, mas para disponer de ellos 1 se requerirá la autorización judícíal correspondiente ( art. 83 ). Asimismo, debe señalarse que es imprescindible en los procesos vinculados a la simple ausencia (arts. 79 a 84 e.e. y e.) la intervención del Ministerio Público. Otro supuesto de desaparición lo constituye el regulado por la ley 24.321 ( 1994) de desaparición forzosa de personas. Aquí nos remontamos al tan lamentable periodo de la dictadura militar (1976-1983). Según el texto legal, podía declararse la desaparición forzosa de las personas que hubieran desaparecido involuntariamente de su domicilio o residencia en el periodo comprendido entre el año 1976 y to de diciembre de 1983 (fecha en que se restaura la democracia) sin que se haya tenido noticias y hubiera sido privada de su libertad personal o se hubiera encontrado en algún centro clandestino de detención. Esta ley es coherente con la Convención Interamericana sobre desaparición forzosa de personas que integra el bloque de constitucionalidad (Borda). . Lale126.4!3 _del afio 2008, derogó el decreto-ley 8204 gue le había ~ado cara~ter ~ac:~naI a la organización dei Registro Civil. Esta ley tmpon~ 1a tnscr1pc1on de todos los actos o hechos que den origen, alteren o rnod1,fiquen el estado civil y capacidad de las personas en los corres~ pondientes registros de las provincias~ de la Nación o de ia Ciudad Autónoma de Buenos Aires (arL l º). Por último, la hipótesis de desaparición de personas puede distinguirse de la de desaparición de cadáver; la que se da en el caso en que el cadáver no fuese hallado o no hubiese sido posible identificarlo, supuesto en el que el juez podrá tener por comprobada la muerte, siempre que la desaparición haya ocurrido en circunstandas tales que deba ser tenida por cierta, en cuyo caso ordenará la inscripción respectiva ( art. 98 2º párr. e.e. y e.). V. PRUEBA DE LA EXISTENCIA Y ATRIBUTOS DE LAS PERSONAS HUMANAS l. Introducción Ciertos hechos y actos jurídicos, como el nacimiento, la muerte y el matrimonio, son de tal ímportancia en la vida de las personas, que se torna necesario su prueba, constituyendo las partidas del Registro Civil el medio probatorio por antonomasia de los mismos. La finalidad de ia norma es establecer una pauta única de modo tal que haya uniformidad en toda la materia de registración. Los libros-que ~eben ~levarse son de nacimíentos, matrimonios, defunciones e rncapacidades. Los reconocimientos se regístrurán en un acta en un libro especial llevado a tal efecto. ' 3. Prueba del estado civíl, nombre y capacidad. Partidas: concepto y requisitos _ Los instrumentos idóneos para la prueba, tanlo de los hechos y actos sen~lados como de los atnbutos nombre. capacidad y estado, son las partidas. Estas pueden ser de nacimiento, defunción o matrímonio. Las p~d~s son los _asientos que constan en los libros del Registro del Estado C1v1I y Capacidad de las Personas y sus copias auténticas. Se trnta de mstrnmcntos públicos que hacen plena fe de su contenido hasta gue_ sean argüidos de falsos; por lo tanto, gozan del carácter de autentl:cos. El art. 96 C.C. ye. establece que tanto el nacimiento como la muerte ocurrida en la República se prueba por las partidas del Registro Civil. Sí ~stos hechos hubieran ocurrído en el extranjero 1 se prueban con los instrumentos otorgados según las leyes del lugar donde se producen, debidamente legalizados o por medio de certificados de los asientos practicados en los registros consulares argentinos, los que son suficientes tanto para probar el nacimiento de los hijos de argentinos, como para acreditar la muerte de los crndadanos argentinos (art. 97 C. c. y C.) . El art. 27 de la ley de registro establece que se inscribirán en los hbros de nacimientos: a) !'odos los que ocurran en el terrítorio de la Nación. Dicha mscripcíón deberá registrarse ante el oficial público que corresponda a[ lugar de nacimiento; 124 Manual de Derecho Privado ü Parte General b) Aquellos cuyo registro sea ordenado por juez competente; e) Los que ocurran en buques o aeronaves de bandera argentina ante el oficial público del primer puerto o aeropuerto argentino d-e arribo. Los que oct1;rran en lugares bajo jurisdicción nacional; d) Las nuevas inscripciones dispuestas como consecuencia de una adopción plena; e) Los reconocimientos. Una novedad la constituye la obligación que tienen de notificar el hecho del nacimiento, remitiendo al registro civil que conesponda el certificado médico de nacimiento: a) Los directores, administradores, o persona designada por autori~ dad competente del establecimiento asistencial, hospicios, cár~ celes u otros estabiecimientos análogos de gestión pública o privada, respecto de los nacimientos ocurridos en ellos; b) La autoridad encargada de llevar el registro de los hechos acaecidos a bordo, ya sea que el nacimiento haya ocurrido en naves o aeronaves ( art. 30) En cuanto a !os requisitos de las partidas de nacimiento, el art. 36 establece que éstas deberán contener: ~ a) El nombre, apellido y sexo del recién nacido; b) Localidad y provincia, hora, dla, mes y año en que haya ocurrido el nadmíento; c) El nombre y apellido de! padre y de la madre o, en el caso de hijos de matrimonios dei mismo sexo, el nombre y apellido de la madre y su cónyuge, y tipo y número de los respectivos documentos de identidad. En caso de que carecieren de estos últimos, se dejará constancia de edad y nacionalidad, circunstancia que deberá acreditarse con la declaración de dos (2) de los testigos de conocimiento, debidamente identificados, quienes suscribirán el acta. d) Nombre, apellido, documento y domicilio del declarante; e) Marginalmente se consig,_'"lará el número del documento nacional de identidad del inscripto. Por su parte, el acta de defunción deberá contener, en !o posible: «a) Nombre, apellido, sexo, nacionalidad, domicilio real, tlpo y número de documento de identidad del fallecido. A falta de !a presentación de este documento, .se procederá en la forma prevista en el artículo 46 de la ley Personas humanas. Prfrtcipio y fin áe su existencia 125 17.671.; b) Lngar, día, hora, mes y afio en que hubiere ocurrido la defunción Y la causa de fallecimiento; c) Nombre y apellido de los padres; d) Lugar Yfecha del nacimiento; e) Nombre y apellido vnúmero de matrícula del profesional que extendió el certificado de de"función» (art. 63 ley de registro). 4. Prueba supletoria Si bien, como se mencionó, Jas partidas son el medio idóneó de prueba, pu~de suceder que no haya registros o bien en los libros corresp~ndientes no constare el asiento) o que ellos no estén asentados en ?ebi~a fonn~. En estos casos es menester recurrir a la prueba supietona, acreditando de modo suficiente que existe imposibilidad de presentar la partida pertinente. E~ forma simplificada el art. 98 C. C. y C., establece que ante la falta de re?istro o nuhdad del asiento, el nacimiento y la muerte pueden acreditarse por otros medios de prueba. Cómo se .ªP7ecia, en cuanto a los medios probatorios para acreditar, Y~ sea e: nac1m1ento o la muerte, no existe limitación legal, y podrán acompanarse todos 1os documentos que contribuyan a la demostración de tal~s ~echos. Así, pasaporte, D.N.!., las actas parroquialesJ certíficad_o medico que probó el hecho, la declaración de testigos, y aun las s1mples presunc10nes, acompañadas de otros medios de prueba {Borda). S. Prueba de la Identidad, Registro Nacional de las Personas _La organización del Registro Civil señalada, se completa con la del Registro Nacional d':' las Personas (RENAPER), que según ley¡ 7.671, ~s el ?rgan:~mo nac10nal que tiene por fina1idad realizar el registro e 1dent1ficac1on de todas !as personas físicas que se domicilien en el terntor~o argentino o en jurisdicción argentina y de todos los argentinos cuah.1u1era sea el lugar de su domicilio. «Este Registro abre a cada ~ersona un legajo con un número inmutable y tiene la exclusiva facultad de emitir el Documento Nacional de Identidad» (BertoldiBergoglio). Manual de Durechó Privado " Parte General 126 Bibliografía Guillermo, Manual de derecho civil. Parte general, Lexis Nexis-Abeledo Perro!, Bs. As., 2005. CIFUENTES; Santos~ Elementos de derecho civil. Parte generál, Astrea, Bs.As., 1992, Los derechos personalísimos, Astrea, Bs.As., 1986. «El embrión humano, Principio de existencia de la persona», en Abuso del derecho y otros estudios en Homenaje a Abe/ F/eitas, Abeledo-Perrot, Bs. As., 1992, CóRDOBA, Jorge. SÁNCHF2 TORRES, Julio, Derechos personal!simos ( o de la personalidad o inra in persona ípsa), Alveroni, Cba,, 1996 BORDA FUNDAMENTOS DEL ANTEPROYECTO DE (()DIGO CIVIL Y COMERCIAL DE LA NAClóN, Código Civil y Comercial, Zavalía, Bs.As., 2014. GALVEZ, Hemán Gonzalo, «Notas sobre el estatuto de la persona humana en el nuevo Código Civil y Comercíal», Rubinzal Online, RCD 360/ 2015 Marisa, «Comentario al artículo 20,, en Código Civil y Comercial de la Nación Comentado, director: Ricardo Lorenzetti. Rubinzal-Culzoni Editores, Santa Fe, 2014, t. L HooF, Irene, en Código Civil y Comercial de la Nación comentado, t. l, Directores: Rivera, Julio César y Medina, Graciela. La Ley, Bs. As, 2014. LLOVERAS DE R.EsK, María Emilia; BERTOLDJ OE FouRCADE, Maria Virginia; BERGOGLIO, Maria Teresa, Lecciones de derecho civil. Personas naturales y jurídicas, 2ª ed. y 7' reimp,, Advoeatus, Cba., 2005. PERElRA, María Victoria, en Código Civil y Comercial de fa Nación Comentado. Directores: Riverat Julío César y Medina, Graciela, La Ley, Bs. As., 2014, t. l. RIVERA, Julio César, Instituciones de derecho civil. Parte general, 5ª ed., Abeledo-Perrot, Bs. As., 2010, t. l. «La constitucionalización de derecho privado en el Proyecto de Código Civil y Comercia])), en Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, Abe!edo-Perrot, Bs. As., 2012. R1v1rn.A, Julio César - MsP!NA, Graciela (directores), Código Civil y Comercial de la Nación Comentado, La Ley, Bs. As, 2014. HERRERA, Personas humanas. Principio y Hn de su ex!stencia 127 Edgardo Ignadoi en Código Civil y Comercial de la Nfrión Comentado. Directores: LorenzettL Ricardo L.., Rubinzal-Culz~oní SAUX, SantaFc,2014,t.L · ' TAGtE, Victoria Maria. Derecho privado. Parte general, Alveroni, Cba., 2002, t. L CAPITULOIV RESTRICCl01''ESALACAPACIDAD María Beatriz Krede Sumario: J. Capacidad, 1, Noción. 2. Clas.ificación, a. Capacidad de derecho. b, Capacidad de ejercicio. 3. Incapacidad de derecho. a. Concepto. b. Caracteres. c. Enunciación de supuestos. 4, Capacidad restringida e incapacidad de ejercicio, a. Concepto, Ca~ racteres. b, Relativizacíón del concepto, Reformas legislativas, ·c. Código Civil y Comercial: Principio general y limitaciones a la capacidad de ejercicio. d. Supuestos es'peciales. IL Protección legaL l. Finalidad. Medios de protección y apoyo. Nociones. 2, Representación necesaria: responsabíiidad parental, tutela y curatela. Caracteres de la representacíón. Representantes. a. Responsabilidad parental. Concepto, Titularidad y ejercicio. Proge~ nitores adolescentes. Delegación. Guarda otorgada a un tercero. RCgimen patrimonial de la responsabilidad parental. b. Tutela. c. Asistencia y curatela, 3. Actuación del Ministerio Público. III. Infancia y adolescencia: l. Sítuación jurídica del menor en el derecho argentino, Ley 26.061, Capacidad progresiva. 2. Mayoría de eda<l. Antecedentes. Régimen jurídico en el Código CiviJ·y Comercial. 3. Actos que pueden realizar los menores. Actos que requieren el consentimiento de ambos progenitwcs. Derechos del nifio a ser oídos, distintos supuestos. Discernimiento. Debe~ res de los h~ios, IV. Emancipación por matrimonio. Concepto. Requisitos. Efectos. Umitaciones. Biblíografia. El Código Civil y Comercial establece, como principio general, tanto la capacidad de derecho como la capacidad de ejercicio, que se restringlnin o limitarán excepcionalmente cuando la ley así ]o determine. El Restricciones a la capacidad 131 Manual de Derecho Prlvatio - Parte General 130 que: «Toda persona humana goza de la aptitud para ser titular de tratamiento de la temática se encuentra en eJ Libro Primero -Parte General- Título L Persona Humana, Capítulo 2- Capacidad (art. 22 Y ss.). I, CAPAClDAD l. Noción Antes de ocupamos de la «inca~acidad>1, pa1:iremos des~ contracara: el concepto de capacidad; ésta ha sido caractenzada como el gra~~ de aptitud de /a persona para ser titular de derechos y deberes ¡uridwos y para el ejercicio de las facultades que e1~an~n de esos der~chos o el cumplimiento de /as obligaciones que tmphcan los mencwnados deberes" (Rivera). Se debe distinguir entre dos clases de capacidad: la capacidad de derecho, que es Ja aptitud de las personas para ser t1tu'.ares de derechos y obligaciones; y la capacidad de ejercicio'. qu_e ~• la apt~tud de la per~-º~ª · humana para otorgar por si mismas actos Jund1cos v.ahdos. El p:m~1p10 general es la capacidad, la excepción es la incapacidad. Esto s~gmfi~• que todas las personas humanas son capaces de derecho y de eJer~1c10 en tanto la ley no establezca expresamente una limitación o incapacidad, confonne lo dispuesto por los arts. 22 y 23 e.e. Y e. 2. Clasiflcación a. Capaddad de derecho La capacidad de derecho es la aptitud q11e tiene una persona para ser titular de derechos y de obligaciones. Por ello, la capacidad de derecho se suele también designar como capacidad de goce, de t!tulandad, de adquiriro simplemente capacidad jurídica. Freitas -citado por Vélez Sársfield en la nota al art. 949 e.e., define Ja capacidad de derecho como «el grado de aptitud de ~ada clase de personas para adquirir derechos. o para ejercer actos por s1, o por otros, que no le sean prohibidos». Cómo va se ha señalado en capítulos anteriores. el an. 22 del e.e. y e. brind;c\ principio general sobre capacidad de derecho al establecer derechos y deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos, simples actos, o actos jurídicos determinado.Pi, Es así que queda consagrado que hi capacidad es la regla y la incapacidad la excepción. Esta capacidad de derecho resulta esencial para apreciar la· persona humana desde el punto de vista d_cl derecho, por cuanto no se la concibe totalmente pnvada de la titularidad de derechos u obHgaciones, ya que esto equívaldría a la muerte civil. La norma en comentario establece que las. restricciones se imponen a una persona en relación con ciertos hechos, simples actos o actos jurídicos. Para comprender las diferencias entre estos últimos conceptos debe recurrirse a la regulación sobre los hechos y actos jurídicos que se establece a partir del art. 257 y ss. del e.e. y C. Así, e! hecho jurídico es un acontecimiento que, conforme el ordenamiento, produce el nacímiento1 modificación o extinción de reiaciones o situaciones jurídicas, El simple acto licito, en tanto, es una acción voluntaria no prohibida por la ley, que no tiene por fin ínmediato producir efectos jurídicos pero por dlsposicíón legaL produce consecuencias jurídicas; es decir, alguna adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídí~ cas (art 258). Y. por.último, eJ acto jurídico es el acto voluntario licito que tiene por fin inmediato la adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas (a.rt. 259), La capacidad de derecho no puede faltar de manera absoluta pero tampoco puede reconocerse sin Hmitacio-nes. No se puede carecer totalmente porque esta institución constituye el núcleo central de la personalidad jurídica; e-s un atributo de cada das.e de persona. Todas las personas son titulares de ciertos derechos que no se limitan a la celebración de actos jurídicos para establecer relaciones jurídicas. Así, todas las personas (niños> ancianos, discapacitados, aborígenes, mujeres, hombres, sin excepciones) gozan de ]os derechos que hacen al respeto de su dignidad personal y pueden hacer valer esos derechos frente a otros particulares y frente al Estado 1 quien asume íncluso obligaciones para hacer eficaces las declaraciones programáticas del ordenamiento jurídico. b. Capacidad de e:fercicío La persona humana no sólo es titular de derechos, síno que también puede ejercerlos por sí misma. La capacidad de ejcrcício, conocida como Manual de Derecho Privado - Parta General Restricciones a la capacidad capacidad de obrar o de hecho, es la facultad que tiene la persona humana para ejercer por sí esos derechos y deberos jurídicos de los cuales es titular. Es propia de todos los seres humanos, ya que no puede predicarse de las personas jurídicas. La capacidad de ejercicio o de obrar es la aptitud de la persona humana, ~(personas de existencia visible}} o -.dlsicas» (en la terminología <le Vélez Sársfield), para otorgar por sí misinas actos jurídicos válidos. El a1t. 23 del e.e. y C, sienta como principio general la capacidad de ejercicio: «Toda persona humana puede ejercer por sí misma sus determinada relación jurídica, fuera de la cua1 se mantiene c1 princí~ pio general de capacidad. 132 derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia judicial». Esto significa que la capacidad puede presentarse de modo pleno, o también de manera restringida, y sólo se predica de la persona humana. Esta norma implica el reconocimlcnto expreso como regla general de la capacidad de obrar de la persona huma.na1 medíando limitaciones que resultan de la propia ley o de una sentencia judicial razonablemente fundada, según lo dispone el arL 3" del C.C. y e. Es la aptitud que la persona adquiere durante su desarrollo para ejercer el derecho que le es propio conforme a su capacidad jurídica o de goce (Lorenzetti), La capacidad de ejercicio también reconoce raices constttucíonales en cuanto todas las personas están autorizadas para realizar aquello que la ley no prohíbe, conforme el art. l 9 de la e.N ., salvo las personas incapaces de ese ejercicio propio. enumeradas en el art. 24 del e.e. y C. (Cobas), 3. Incapacidad de derecho a. Concepto La incapacidad de derecho consiste en la falta de aptitud de ciertas personas para ser titulares de un derecho u obligación, o para realizar por sí o por otras personas) ciertos actos jurídicos, es entonces, la falta de aptitud para ser titular de determinada relación jurídica. Son prohibiciones que se imponen a un individuo para ser titular <le ciertas relaciones jurídicas. Esta incapacidad se presenta como una prohibición legal para realizar un acto jurídico o para adquirir aígún derecho en particular; falla la aptitud para ser titular de 133 Este concepto es aplícable a todo típo de personas, tanto a la persona humana e.orno a _las personas jurídicas. Es siempre relativa} porque hablar de mcapac1dad absoluta de derecho implicaría negar la personalidad jurídica, siendo la capacidad de derecho un atributo inseparable dei concepto de persona, La capacidad de derecho o de goce refleja un atributo que sólo reconoce limitaciones impuestas o derivadas estricta~ mente de la ley y que admite gradaciones en supuestos específicos que resultan de la norma y cuya interpretación es restrictiva, no pudiendo suplirse por representación. Dichas límitaciones o gradaciones sólo pueden ser relativas v en modo alguno revestir el carácter de de absolutas o determin¡r la existencia de una incapacidad absoluta de derecho, como ha ocurrido en los supuestos de esclavitud o muerte civil. Las limitaciones a la capacidad de derecho son ímpuestas por la lev por razones graves. No son dispuestas en razón de las personas~ sin~ de los hechos, simples actos o actos jurídicos determinados y por razones. de orden público o interés general, moral o comunitario que atienden a la función. El fundamento de la incapacidad de derecho es proteger un interés ajeno a la persona que padece la incapacidad. Ko hay incapaces de derecho, sino incapacidades de derecho en relación a ciertos hechos o actos (Rivera). La incapacidad de derecho, se da entonces, en contra de la persona a quien se le prohíbe el acto, puesto que el interés protegido no es el suyo, sino otro diferente. Así, v.gr., el art. 689 e.e. y C. prohíbe a los padres hacer contrato alguno con el hijo que está bajo su responsabilidad; el art. 1002 C.C. y C. establece qoe no pueden contratar en interés propio: a) los funcionarios públicos, respecto de bienes de cuya administración o enajenación están o han estado encargados; b) los jueces, funcionarios Y auxilíares de la justicia. 1os árbitros y mediadores, y sus auxiHares, respecto de bienes relacionados con procesos en los que intervienen o h~n intervenido; los esposos bajo régimen de comunidad respecto de ciertos contratos, etc. Las incapacidades de derecho, a diferencia de fa incapacidad de ejercicio, no son susceptibles de remedio o subsanación. Los actos prohibidos no pueden celebrarse válidamente ni por el propio sujeto ni por otra persona en su nombre. Manual de Derecho Privado - P?rtll General Rostricc!one.s a la capacidad Precisamente, porque la capacidad de derecho no puede desaparecer totalmente, es que el ordenamiento ha debido preve: s1tuac10nes en las que tampoco puede admitirse la plena y total capacidad. Las prohibiciones legales o incapacidades de derecho se establecen en abstracto en relación a ciertas categodas de personas, ,en ra.~on des~ investidura (v.gr.:juez), su función (v.gr.: los padres), sus1tua~mn (v.gr .. albacea del testador). o su estado (v.gr.: esposo/a), del obJeto de su creación (personas jurídicas) y siempre con prescindencia de la persona habremos de sistematizar con relación a las personas que intervienen como parres y -finalmente~ con relación al prnpio acto, pasando previamente por las cosas involucradas en él, 134 concreta en sí misma. 135 a. Con relación a las personas: El arL 689 C.C. y e. establece la prohibición a los padres por sí o por interpósita persona. de hacer contrato alguno con el hijo que está bajo su responsabilidad parental. La norma referida establece: «Los progenitores no pueden hacer contrato alguno con el h(.io que está bajo su responsabilidad No pueden, ni aitn con autorización judicial, comprar por si ni por persóna b. Caracteres Entre sus caracteres encontramos que: se sustentan, generalmente, en razones de orden público, ético y moral; son siempre relativas, no son susceptibles de remedio o subsanación, pues seda contradictorio de ta prohibición kgal que se previera algún modo de eludirla; se instituyen no para favorecer a la persona que la padece; sino en su contra; dan Jugar a la nulidad del acto {Llambfas). En principio, es~ nulidad habrá de ser absoluta, de fonna tal que el acto n~ podra ser confirmado a fin de preservar el fundamento y la finalidad en que se asienta esta incapacidad (Rivera). , en cuanto a la ley aplicable, las incapacidades de derecho estan sujetas a ia ley teriitorial. _ no se encuentran sistematizadas en uno o más artículos, sino que se hallan dispersas en diferentes normas del Y C. e.e. c. Enunciación de supuestos Como ya se señaló, no hay propiamente lncapac~~ de d7recho, slno personas que tienen incapacidad de derecho con ~elac10n a c1~r_tos actos, Ahora bien, esa incapacidad deviene de. determmadas condicwnes que interpuesta, bíenes de su hijo ni constítuirse en cesionarios de créditos. derechos o acciones contra su h(io, ni hacer partición privada con su hUo de la herencia del progenitor pr1:fallecido, ni de la herencia en que sean con él coherederos o colegataríos; ni obligar a su hi¡o como fiadores de ellos o de lercero.rn. Tales prohibiciones se hacen extensivas al tutor en relación a su tutelado (nrt 120) y a los curadores en relación a las personas con capacidad restringida que están bajo su cuidado (arL 138). También en materia de donaciones, el art. 1550 e.e. y C., proh!be a los tutores y curadores recibir donaciones de quienes han estado bajo su tutela o curatela antes de la rendición de cuentas y el pago de cualquier suma que hayan quedado adeudándoles. Los arts. 2482 y 2483 e.e. y C. establecen prohibiciones para suceder por testamento por sí o por interpósíta persona a los tutores y curadores. sí los pupilos muereo durante la tutela o curatcla o antes de ser aprobadas las cuentas definitivas de la administración; a1 escribano y los testigos ante quíenes se haya otorgado el testamento, por el acto en e1 cual han intervenido; a los ministros de cualqu!Cr culto y los líderes o conductores espirituales que hayan asistido al causante en su última enfermedad. El art. 1001 del e.e. y C. establece: «Inhabilidades para comratar, No pueden contratarJ en interés propio o ajeno~ según sea el caso, los que están impedidos para hacerlo conforme a disposiciones. especiales. Los contratos cuya celebración está prohibida a determinados sujetos tampoco pueden ser otorgados por interpósita persona,,. Así, v.gr. el art. 1002 inc. d) veda la posibilidad de contratar en interés propio a <<." Los eón.ruges hqjo el régimen de cmmmida<l entre sí,. :11_; ello ha sido objeto de criticas por no ser totahnente coherente con el valor que se ha asignado a }a autonomía de la voluntad en estos aspectos en el derecho familíaL Sin embargo, el iegislador ha entendido que habida Manual de Derecho Privado ~ Parte Genera\ Restríccionas a !a capacidad cuenta de ia comunidad de intereses materiales o inmateriales que implica suspendidas en el ejercicio de la responsabilidad parental, etc. Sujetos que pueden realizar válidamente otros actos. El Código unificado elimina la prohíbicíón de contratar a los religiosos profesos (que estaba prevista en e! art 1160 del Código Civil) al igual que lo habían hecho los anteriores proyectos de unificación. En relación a las personas jurídicas, en el Título 2 de la Parte general. se establece tamhlén1 como prindpio general~ su capacidad de derecho limitada por el principio de especialidad, así se sefiala en el art, 141: «Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento juridico tes confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para ei cumplimiento de su objeto y los fines de su creación}►, Esto implica que las personas jurídicas sólo poseen capacidad de derecho para alcanzar los fines propios de su instítución 136 e! matrimonio, si los cónyuges optaron por ei régimen de comunidad de bienes, se torna desaconsejablc -para su propia preservación- la pugna de intereses económicos que supone la celebración de contratos entre ellos. Razones similares son las que sustentan las prohibiciones fijadas en los arts. 279 y 450, en cuanto hace a la contratación entre padres e hijos menores 1 o entre tutores y pupilos. b. Con relación a ias cosas: Cuando se las víncuia con la calidad de la persona a la que se le prohíbe el acto. No se trata en la espeCie de una prohibición en razón de la cosa en sí misma, supuesto en que nos encontraríamos ante un objeto prohibido, sino en razón de la persona a quien pertenece la cosa objeto del acto. Así se establece en ei art. 1002: <~No pueden contratar en interés propio: a) Los funcionarios públicos, respecto de bienes de cuya administración o enajenación están o han estado encargados; b) Los jueces, funcionarios y auxHiares de la justicia. los árbitros Y mediadores, y sus .auxiliares. respecto de bienes relacionados con procesos en los que intervienen o han intervenído; e) Los abogados y procuradores, respecto de bienes litigiosos en procesos en los que intervienen o han intervenido. d) Los cónyuges bajo el régimen de comunidad, entre sí. Los albaceas que no son herederos no pueden celebrar contrato de compraventa sobre ios bienes. de las testamentarias que estén a su cargm), De ell.) se desprende que la incapacidad de derecho se establece en razón de pertenecer tos bienes a los hijos menores, pupilos, mandantes, etc., lo que obstaculiza la libre disposición de éstos por sus padres5 tutore:: o curadores. e, Con relación a ciertos actos: En estos supuestos se prohíbe a un sujeto ta realización de determinado acto o ei ejercicio de una fünción1 de tal modo que sa]vo el que resuitn vedado, puede libremente realizar otros. Por ejemplo el caso del art. l08 del C.C. y C, que establece las prohibici~nes para ser tutor y el art. ll O que _detaila las p'."sonas excluidús para ser tutores, entre días las que no tienen dom1c1ho en la república. las quebradas no rehabilitadas, las que han sido privados o 137 4. Capacidad restringida e incapacidad de ejercicio a. Concepto La incapaCidad de ejercicio como ya se señaló, consiste en la falta de aptitud de ciertas personas humanas para otorgar por sí mismas actos válidos de la vida civil. Esta incapacidad es una categoría jurídica que solamente alcanza a las personas humanas, por ser las únicas que poseen voluntad. Por ello no puede predicarse de las personas jurídicas. La ley civil declara incapaces de ejercicio o con capacidad restringida a las personas que carecen de voluntad o que. poseyéndola, carecen de madurez suficiente o se trata de quienes se encuentran impedidos de expresarla. Así. entre otros supuestos encontramos. a las personas por nacer, )os menores, las personas con alteraciones. en su salud fnental, etc. El fundamento de )a incapacidad de ejercicio radica en la imposibilidad física o moral de obrar y de ejercer por si actos de la vida civil. A través de la declaración de incapacidad de hecho el orden jurídico tiende a proteger a la persona que se encuentra en una situación de inferioridad en las relaciones jurídicas, por las razones expresadas. Caracteres A diferencia de lo que ocurre con las incapacidades de derecho, entre los caracteres de la íncapacídad de ejercicio encontramos que: 138 Manua! de Derechu Privado - .Parte General Se instituye en razón de una ineptitud psíquica del sujeto para el pleno y libre ejercicio de sus derechos. - Se suple por el representante, o con íntervención de un asistente o un sistema de apoyosJ subsanándose así el impedimento. Es decir, tiene remedio legal. , Persigue un fin tuitivo de la persona sobre quien recae: es una medida de protección. No obstante esa diferenciación, es dable destacar que las incapacidades de ejercicio también deben interpretarse en forma restrictiva, ya que en caso de duda se estará a favor de la capacidad. Es susceptible de gradación. Sanción: da lugar a una nulidad relativa del acto, ya que se ptotege un interés particular o privado, el de la propia persona considerada incapaz o con capacidad restringida, b, Re/ativizacíón del concepto, Reformas legislativas El concepto de incapacidad de ejercicio ha ido variando en nuestro derecho por la influencia del derecho constitucional y los tratados internacionales, que tienen jerarquía constitucional (art. 75 inc. 22 C.N.); ello exige la adecuación del derecho interno a los postulados constitucionales. Así, en consonancia con los postulados de la Convención sobre los Derechos del Niño, se deben superar las fronteras rígidas y estáticas que caracterizaban el antiguo sistema, que clasificaba a los personas menores de edad en impúberes y adultos; o incapaces -capaces, por un régimen más flexible y dinámico. La faz dinámica consiste en otorgar al nifio y al ado1escente, intervención activa en toda cuestión que atañe a su persona y en algunos aspectos referidos a sus bienes, de acuerdo con su madurez y desarroHo; de modo que esa voluntad sea tenida en cuenta e incluso, en ciertas oportunidadesr resolver conforme a dicha voluntad. En eHo radica el principio de capacidad progresiva, re-ceptado expresamente en arts. 19, 24, 27 y ss. de la ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, que pone en práctica la C.D.N. En su art. 3° incs, b y d establece que se debe Restricciones a la capacldad 139 respetar ~<el derecho de las niñas, niños y adolescentes a ser oídos y que su opinión sea tenida en cuenta;;, sirviendo como pauta de ponderación •<la edad, grado de madurez, cavacido.d de disccrni~ miento y demás condicíomss persmw.le:n,. • De esta manera, se abandona el esquema clásico de «:incapacidad;,, y <<capacidad» como Hnea divisoria absoluta; esto es que se consagra la ponderación de "progresivídad» de la aptitud; se escucha y da participación al niño y al adolesc~nte en ciertos actos, no obstante su incapacidad general. Como el -desarrollo y la evolución del sujeto son graduales y progresivos -y no abruptos e instantáneos~, constitucionalmente debe aceptarse que el menor, por debajo de los dieciocho años de edad, pueda ejercer, efectivamentet los derechos que se le reconocen en la convención internacional citada. La ley 26.579 {2009) de mayoría de edad, modificó la edad en la que se adquiere la plena capacidad, disminuyéndola de 21 a 18 años. Se procuró así, adecuar nuestra kgisJación a íos tratados internacionales y a ta mayoría de las legislaciones contemporáneas, No obstante, mantuvo la distinción entre incapaces absolutos y relativos de hecho v también ia de menores impúberes y adultos. lo que recibió erltkas de algunos juristas. E! Código Civil y Comercial recepta expresamente Ios nuevos paradigmas constitucionaies y elimina laclasificadón entre incapacidad de hecho absoluta y relativa y la dístincióo entre menor impuber ( art. 54 C.C. incapaz absoluto) y menor adulto (art. 55 C,C. incapaz relativo); suprime también ]a situación jurídica general de los dementes y sordomudos como incapaces de hecho absolutos (art. 54 C.C.), También se ha ido relativizando el concepto en materia de incapacidad o capacidad restringida por razones de salud mental. Se advierte que la tendencia de la legislación contemporánea es preservar, en lo posible 1 Ia autodetenninación de las personas con disca~ pacidad. Ello conduce a la sustitución de los regímenes de compartlmentos estancos, capaces-incapaces, por otros que administren graduaciones, de modo que la persona con discapacidad pueda mantener cierto grado de autodetenninación; dependiendo de la situación personal en ia que se encuentre y de la naturaleza del acto de que se trate. Tal criterio se plasma en soluciones flexibles o graduables, en busca de un mayor equiHbrio entre las exigencias de la libertad y protección de las personas, modalidad enderezada a garantizar al minorado psíquico toda la libertad posible, otorgándole, a la par, la necesaria protección. El Manual de Oerncho Privado - Parte Gem:rn! Restricciones a !a caµacidact e.e, v c. recepta este nuevo paradigma en lo co.nc~miente a personas La norma bajo análisis, sin embargo, determina quienes son las -personas incapaces de obrar o de ejercício. a) Las personas por nacer -desde la concepción hasta su nacímíento- (art. 19) aotes comprendidas en el Código de Vélezen el art. 54. Dada la incapacidad de obrar de las personas por nacer, el ejercicio de sus derechos corresponde a sus representantes, en este caso, sus padres (art. 101 inc, a). A falta de los padres o sí ambos fueren incapaces o están privados de la responsabilidad parental o suspendido su ejercicio, corresponderá la representación al tutor que se les designe, por aplica~ ción analógica de lo dispuesto en el art. 101, inc. b. b) La persona que no cuenta con la edad y el grado de madurez suficiente, con el alcance dispuesto en la Sección 2rr de este Capitulo. En lo que concierne a las personas menores de edad, son consideradas incapaces de ejercicio y, por ende, sujetas a Ia represen~ tación legal de sus padres (art. 101 inc. a) o el tutor que se les nombren (art 101 inc, b), Son personas menores de edad aquellas que no han cumplido dieciocho años ( art. 25). Ahora bien, el ordenamiento jurídico prevé, según pautas de edad y grado de madurez, que podrá haber actos que realicen a través de sus representantes legales, otros que ejerzan por sí mismas bajo un régimen de asistencia y otros que podrán ejercer libremente en virtud de la capacidad de ejercicio que el propio Código Civil y Comercial les reconoce (arts. 26 y eones.). e) La persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa decisión. Este inciso se refiere a personas a las que se declaró la incapacidad por padecimiento mental (art. 32 párr. 4º); se le restringió su capacidad (art. 32 párr. l°) y a las que se inhabilitó por prodigalidad (art. 48). Es importante en este punto f0rmu1ar algunas aclaraciones ·para distinguir entre personas incapaces y personas con incapacidad para ciertos actos. Las personas declaradas incapaces judicialmente ejerce~ rán .sus derechos a través de sus representantes legales bajo el régimen dela euratela (arts. 32 párr. 4º y 101 inc. c). En cambio, las personas con capacidad restringida e inhabilitadas ejercen su capacidad jurídica con un sistema de apoyos (arts. 32 párr. 2º, 34 y 49), según los alcances establecidos en la sentencia. De este modo, a diferencia de lo que ocurre con las personas por nacer, menores de edad y declaradas incapaces a quienes se les asigna un representante legal, en los supuestos de capacidad restringida o inhabilitación las personas serán «capaces" y, consecuentemente, no tendrán un representante legal; y si bien el 140 con c·apacidad restringida por razones de_ padec.1m1entos me~tales, de conformidad con la Convención sobre los Derechos de las Per::;onas con Discapacidad (iey 26.378) y la ley 26.657 de salud mental. e Código Civil y Comercial: principio general y limitaciones a la capacidad de ejercicio El Código unificado en el art. 23 dispone: «Toda persona_ humana puede ejercer por sí misma sus ...,~e~echos, excepto las lz:711t_ac1_0,1_1es expresamente previstas en este Codzgo y en una. sentencw .1u~1c_wl, estableciendo como principio general la capac1dad de ~¡e~clcw». Se sienta así expresamente como regla general ta ca~ac1dad de ejercicio de las personas humanas .~ª que, como se ~eñ~l?: ~o es un concepto que se predique con relacion a la,s person~s J~r~dtc~sSi bien el principio general es ia capacidad de cJerc1c10 1 esta puede sufrir limitaciones: las expresamente previstas en el C.C. Y C.: (~rt., 2_4) a ¡0 que agregamos: en otras leyes 1 o bien surgir de llna sentencuiJudtctal larts. 38 y 49). . .. · Mientras el arL 24 enumera las personas incapaces de eJe~c1c10, por su parte el arL ¡ 00 establece que ellas ejercen por medro de, sus representantes, cuya enumeración surge del art. 101 los derechos que no pueden ejercer por sL El art 24 reza: (<Personas incapaces de ejercido, Son incapaces de ejercicio: a) Las personas por nacer~ b) La persona que no cuenta ~on la edad y grad~. de ;iadurez suficiente, con el alcance dispuesto en la SeccJOn 2 de este Capitulo; e) La persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la , extensíón dispuesta en esa decisión». Se abandona eí esquema clásico de «incapacidad-;., y «.ca?acid~~>1 como linea divisoria absoluta; esto es que se consagra ta con~•d~ra~l~n de ,<progresivldadn <le la aptitud al incorporar exp~esamente e. pnnc1pw de autonomía O capacidad progresiva que permne valorar en el _caso concreto si el menor cuenta con la edad y grado de madurez suficiente para ejercer por si sus derechos fundamentales, Hí Manual de Oerectio Privado -_Parte General Restricclones a la capacidad art. 1O1 inc. e_) habilitaría a que en cíertas ocasiones 1os apoyos que se les designen cumplan funciones de representación, tal representación se ejercerá únicamente con relación a determinados actos. Por ende, cabe aclarar que las personas con capacidad reslringida y las inhabilitadas no son «incapaces»~ sino que son por regla capaces, aun-que con incapacidad para celebrar los actos especificados en la sentencia, de donde también surgirá el régimen para su ejercicio (Rivera). Son lnteresanLes los fundamentos que expresara la Comisión Re~ dactora del Anteproyecto de C.C. y C. al referirse al Capítulo 2 relativo a la capacidad: "El Anteproyecto distingue la capacidad de derecho de la capacidad de ejercicio. Las modificaciones importantes se produ- T~mbién s~ re~epta el nuevo paradigma en materia de personas con capa~1dad restrmg1da por razones de padecimientos mentales, de conform1dad ~on la l~y 26.6:7 de salud mentaL En primer lugar, se señala que la noción d,e mcapac1dad, en la que juega mayormente la figura de la representacmn, se reserva para casos extremadamente excepcionales, configura~os p~r aquellos supuestos en los que la persona se encuentra en sttuac10n de absoluta falta de habiHdad para dirirrir su p~rsona o administrar sus bienes (estado de coma pennanente, p;dedm1entos mentales profundos que impiden tomar decisión alguna, etc.). 142 cen en esta última¡ a fin de adecuar el derecho positivo a la Convención Internacional de los derechos del niño y a la Convenw ción Internacional de las personas con discapacidad>-}, De allí la flexibilidad de las normas, las pennanentes referencias a nociones como <<edad y grado de madurez», la necesidad de que las restríccíones a la capacidad estén legalmente previstas, las facultades judiciales para la determinación de esas restricciones, la obligación del juez de ofr, tener en cuenta y valorar las opinione;5 de estas personas, etc. En este contexto, se incorpora «el adolescente>1 y se elimina la categoría de menor adulto o púber, adecuando la edad a la modificación operada en materia de mayoría de edad. También se mantiene la noción de incapacidad, especialmente para los actos patrimoniales, en protección de estas personas. El Código unificado regula expresamente la capacidad de ejercicio de la persona menor de edad en lo relativo al cuidado de su propio cuerpo, siguiendo reglas generales aceptadas en el ámhíto de la bíoética y en el derecho comparado, que han desarrollado en fo!Tila exhaustiva la noción de autonomía progresiva, diferenciándosela de la capacidad civil tradicional. La figura de la emancipación por matrimonio se mantiene eu el Código CivH y Comercial para una situación excepcional, que es la de ía persona menor de edad que ceiebra matrimonio con autorización judldal. De este modo, se elíminan las dudas generadas en la doctrina nacional después de la sanción de la leyes 26.449 y 26.579, y se suprime la posibilidad de que personas menores de edad contraigan matrimonio sólo con la autorización de los padres, requiriéndose como lo hacia e1 Código velezano la dispensa judicial. 143 d. Supuestos especiales El Código Civil y Comercial elimina los !Jamados por la doctrina hasta el momento como «supuestos especiales» referidos a los fallidos y religiosos profesos que estuvieran contemplados en el art 1160 del Código Civil. Queda vigente el supuesto especial de la interdicción civil del condenado por causas penales. El art, 12 del Código Penal establece: «La reclusión y la prisión por más de tres años llevan como inherente fa inhabilitación absoluta. por el tiempo de la condena, /a que podrá durar hasta tres años más, si asilo resuelve el tribunal. de acuerdo con la inda/e del delito, lm_portan además la privación, mientras dure la pena~ de la patria potestad, de la administración de los bienes Y del derecho de disponer de ellos por actos entre vivos, El penado quedará sujeto a la curate/a establecida por el Código Civil para los incapaces/;,, . La norma en cuestión, que estimamos deberá adecuarse al e ódigo unificado, 1mpone una incapacidad al condenado a más de tres años de reclusión Y prisión. Sin embargo, salvo en aqueHos aspectos previstos por la norma sobre I:s que se hará efectiva ,.en forma taxativa- la incapaciw dad en ella pr~v,sta, el penado posee capacidad de ejercicio. Así podrá co~t~a:r ma11:momo~ reconocer h1Jos extramatrimoníales, testar, estar enJu1c10 de divorcio. etc. Nuestra doctrina civilista considera que tal situación tiene como ~undamento la necesidad de proveer a la protección del penado y su ~tfta, tanto en el maneJo de sus bienes como en las reJaciones paternofihales, frente a la imposibilidad material en que se encuentra para atenderlo en forma personal y adecuada (Orgaz). 144 Manual de Den;.cho Privado - Parte Gene:a! La mavoría de la doctrina actual, entiende que estamos frente a una lncapacida.,d de hecho o de ejercicio, habida cuenta de la representación que -para suplida- prevé la norma penal en examen a través de su remisión a las normas civiies sobre ia curatela de los incapaces. En virtud del carácter de ia incapacidad. los actos que eventualmente el penado pueda realizar transgrediéndola serán de nulidad relativa (Rivera). Restricciones a ía capacida;J 145 a) Ser tutor o curador a quienes hayan sido privados de ejercer la responsabilidad parental o sean condenados a pena infamante (arts. l 10, iuc. e y 138). b) Ser testigos en lnstmmcntos públicos a quienes por sentencia estén privados de serlo (art. 295, inc. a). e) Contraer matrimonio con quíen haya sido autor, cómplice o instigador del homicidio doloso de uno de los cónyuges ( art. 403 inc. e), entre otros supuestos. Limitaciones a la capacidad de ejercicio La incapacidad prevista en el art. 12 C.P., alcanza solamente los aspectos en ella contemplados: aJ Privaciún de la responsabilidúd parental: Esta privación · subsiste mientras dure ia condena. No implica la pérdida (art. 700) sino sólo 1a suspensión transitoria de su ejercicjo (art. 702 inc. b). En este caso, el ejercicio de 1a responsabilidad parental corresponde al otro progenitor (art. 703). Si ambos padres son incapaces o están suspendidos o privados del ejercicio, lo~ hijos menores quedan sujetos a tutela (art. 703); en este caso, el curador del incapaz es tutor de sus hijos menores (art. 140). b) Privación de la admiu;stracián de sus bienes: Esta es una medida de protección del penado, por lo que ante la imposibilidad material del recluso, es razonable que la admínistraF ción de sus bienes pase al curador; tal como en la curatela de otros incapaces. Lógicamente, el curador se encuentra obligado a rendir cuentas de su gestión. r.,') Privación del derecho a disponer de sus bienes por actos entre vivos." La incapacidad que importa la norma en cuestión se limita só)o a los actos de disposición entre vivos. Por lo tanto, el penado conserva intacta su capacídad para disponer de ellos mortis causae a través del testamento. Limitaciones a la capucidad de derecho El Código Civil y Comercial establece además algunas incapacidades de derecho del penado. Así establece la incapacidad para: H. PROTECCION LEGAL 1. Finalidad. Medios de protección y apoyo. Nociones La falta de una plena capacidad de obrar implica que el ordenamiento jurídico se debe ocupar de fa protección de los. intereses y derechos del que 1a sufre. Se establecen, a tal efecto, normas apropiadas instituyendo ia representación legal del incapadtado o exigiendo un comple• mento de su capacidad. En definitiva, las incapacidades están previstas para proteger a sus destinatarios, La forma de protección empleada para los incapaces 1 en el sistema vigente. depende de ia extensión de su incapacidad y puede existir en dos grados diferentes, Sobre algunas personas pesa una incapacidad tal que no pueden hacer nada por sí mismas. Están totalmente privadas de la facultad de actuar jurídicamente. Es pues necesario que los actos que les incumben sean realizados en su nombre y por su cuenta, por una persona capaz que las represente, sín que sean llamadas a intervenir. Para otras personas la incapacidad es menos extensa< Existen personas con capacidad restringida que, en alguna medida, pueden comprender el alcance de sus actos y que no tienen necesidad de ser representados. Pueden actuar por sí mismos, y solamente deben ser autorizados por alguien que los asista. La falta o disminución de la capacidad se suple con la representación o con [a asístenciaf esta última a través de 1os «apoyos_)/, La representación implica sustituir al representado en el otorgamiento del acto. La asistencia; tornada esa palabra en eI sentido de asistencia jurídica, es una distinta fonna de proteger a las personas con capacidad restringida, respecto de 146 Manual de Derecho Privado • Parte General las consecuencias perjudiciales que podrían resultar de su inmadurez, con ocasión del otorgamiento de los actos jurídicos que deba celebrar. En los casos de representación hay una sustitución de personas. En el acto que se otorga es <<parte>> el representado, porque es el titular del interés o derecho que el acto_ moviliza, pero en virtud de aquella sustitución, quien formula la declaración de voluntad es el representante. En ]os casos de apoyo o asistencia se configura una ({adición}} de voluntades. Se trata de un acto complejo que se integra con la voluntad sustancial del principal interesado ( el restringido en su capacidad) y la voluntad confirmativa de1 apoyo, que actúa corno su asistente. 2. Representación necesaria: responsabilidad parental, tutela Y curatela Dentro del sistema la regla general es que las personas incapaces ejercen los derechos que no pueden ejercer por sí por medio de sus representantes ( art. l 00 C,C. y C). Recordemos que, conforme el art, 24 C.C. y C., son incapaces de ejercicio: a) Las personas por nacer~ b) La persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance dispuesto en el Código e) La persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa decisión, Dado que el principío general es la capacidad conforme lo prescrito en el art, 23 del e.e. y C., existen derechos que las personas incapaces pueden ejercer por sí mismos.. Se refleja la influencia de los cambios de paradigmas mencionados ut supra. La capacídad de ejercicio se presume en plenitud para todos los sujetos en igualdad de condiciones. Las limítadones a] ejercicio de la capacidad son, por tanto, excepcionales y establecidas en favor de la persona, El Código unificado prevé distintas formas de compensación a dichas limitaciones a través de la figura del representante, cuyas funciones son. asimismo, establecidas en favor de la persona representada. La representación, como función; es proporcional, adecuada y flexíble a la extensión de la limitación a la capacidad en cada caso en Restricciones a !a capacídad 147 particulaL El actuar del representante debe ser exclusivamente «para» los intereses y la persona del representado. Por tanto, la voluntad del representado pasa a tener una importancia primordial, el sistema de ia represent.ación no 1a excluye ni la reemplaza. Y a mayor autonomía del sujeto, menor será la representación. Los principios para la capacidad de obrar de los niños; niñas y adolescentes se encuentran comprendidos en el arL 26, Así. ei principio general es que las personas menores de edad ejerzan sus derechos a través de sus representantes lega!es. Sin embar~ go, aquellos que cuentan con edad y grado de madurez suficiente pueden ejercer por si los actos que le son pennitidos por el ordenamiento jurídico. Asimismo, pueden intervenir con asistencia letrada en aquellas situacio~ nes en las quemedle algún conflicto de intereses con sus representantes. Se reconoce el princlpio de la capacidad progresiva de tos niños, niñas y adolescentes, según su edad y grado de madurez (Ba!íero de Bunmdarena). Caracteres de fa representación La representadón de los incapaces en ei sistema vlgente es legal, necesaria, dual (ya que se complementa con la actuación del Ministerio PúbHco, conf. art. l 03) y controlada ( existen actos que requieren controJ judicial, como tos previstos en arts, 105 y 678), Representantes El art. 101 enumera de manera taxativa quiénes son los representantes: (<Son representantes: a) de las personas por nacer, sus padres; b) de las personas menores de edad no eman~ipadas, sus padres. Si faltan los padres, o ambos son incapaces, o están privados de la responsabiHdad parental. o suspendidos en su ejercicio, el tutor que se les designe; e) de Jas personas con capacidad restríngída, el o Ios apoyos designados cuando, conforme a la sentencia, éstos tengan representación para determinados actos; de Ias perso~as incapaces en los términos del último párrafo del articulo 32, el curador que se le~ nombre~-' Manual ile Derecho Pr\vaáo ~ Parte Genera! i48 Restricciot1es a /a capacidad 149 a. Responsabilidad parenial. Concepto des Y obligaciones -~on_iunes e iguales en lo que respecta al cuidado, desarrollo y e,ducac10n integral de sus hjjos,,. El Código unificado, en el Título Vil, del Libro Il, Relaciones de familia, adopta la denominación «responsabilidad parental;;, dejando de lado la expresión «patria potesradJ;. que aludía a una situación de dominación o poder, y adecua así esta instilución a los nuevos paradigmas de protección del niño, nlfla y adolescente, por ser sujetos de derecho, responder al principio de interés superior del menor de edad y a su autonomía prngresíva. La incorporación de ios tratados de derechos hwnanos en el bloque constitucional argentino en 1994 (art. 75 inc. 22, CN) ha tenido también un fuerte impacto en la conceptualización y regalación de las relaciones entre padres e hijos, estos principios de derechos humanos son los que inspiran la regulación de 1a responsabilidad parentaL A esta insti.tudón ya no se la observa como un poder de los progenitores sobre los hijos, sino que la noción de responsabiHdad parental permite visualizar a esta figura como una función de colabora~ dón, orientación, acompañamiento e, incluso contención> instaurada en beneficio de ia persona menor de edad en desarrollo para su formación y protección integral. Paralelamente. también en beneficio de los hijos y de su interés superior, el Código unificado iguala la jerarquía de proge• nitores e.n el invoiucramiento sobre la vida de sus hijos, revalorizando el principio de co-parentalidad~ pues en el sistema anterior se defendía la idea de padre principal -aquel que tenía la tenencia• por sobre el otro progeniror secundario o visitante. El ejercicio unilateral que preveía el Código Civil sobredimensionaba al progenitoi conviviente y desdibujaba ai no conviviente frente a los hijos. Actualmente se estipula expresamen~ le que ambos padres o madres tienen obhgaclones comunes en lo que respecta a ia crianza y el desarrollo del niño. Se brinda concepto de responsabilidad parental en eI art 638 que reza- ((La responsabilidad parental es el conjunto de deberes y derechos que corresponden a los prugenüores sabre la persona y bienes del hijo, para su protet.:ción, desarrollo y formación integral mientras s.ea menor de edad y no se haya emancipada>;. Este articulo tiene como fuente el art. 264 del Código Civil que regulaba el institmo de la patria potestad en forma compartida para ambos progenitores. El artículo bajo análisis debe integrarse con la C.D.N., en especial el arr, 18 y con fo previsto en et art. 7º de Ia ley 26.061, en tanto dispone que «el padre y la madre tienen responsabilida• . En el art 63 9 C.C, Y C. se establecen los principios generales que ngen, la respo'.',_sah,hdad parental, donde se da prioridad al interés supenor del ntno, se recepta eJ prfncipío de autonomía progresiva conforme a su~ características psicotlsicas, aptitudes y desarrollo. s~ estable~e que a mayor autonomía disminuye la representación de los progemtores en el ejercicio de los derechos. de los hijos. ei La finalidad de la responsabilidad parental es el desarrollo integral del mflo en todas sus potencialidades. Para lograr este objetivo, los padre~ deben escu~harlot tener en cuenta sus elecciones y otorgarle una capacidad progres¡va de acuerdo a su grado de madurez, L~ obligación parental de dirigir y orientar a los hijos, debe estar encammada a dotarlos de fas herramientas para que éstos, en la medida de su desarrollo, Yde sus potencialidades puedan ir ejerciendo de manera ~rogres1va l_os derechos respecto de los cuales son los verdaderos titulares. Gmarlos será, en definitiva, acompañados en el camino que los · lleva de la dependencia (cuando son muy pequeños) a la total autonomía, por eUo es de absoluta importancia por una parte escuchar al ffiLtnor y entenderlo y por otra reconocer su capacidad progresiva (Medina). Obligación alímentaria de los progenitores ,. Ambos progenitores tienen la obligación y el derecho de criar a sus huos, .alunentarlos y educarlos conforme a su condición y fortuna, aunque el cuidado personal esté a cargo de uno de ellos (art 658). Esta ~bliga~10n ahment.aria se extiende hasta los 21 afios de edad, excepto que el obhgado acredite que el hijo mayor de edad cuenta con recursos s~fic1entes para proveérselos por sí mismo, Se mantiene entonces ¡0 dispuesto por 265 del Código Civil, pero se elimina la posibilidad de qu: sea el propio hijo el que pida el cese, por poseer recursos propios por es'.1marse que este supuesto es muy poco probable, por ¡0 que recibió cnttcas de la doctrina, an. .. Otra novedad deJ código que nos ocupa se da en relación con eI <,lu;o. mayor que se capacita,); es decir, el que continúa con sus estud_10s de for,mac_i~n profesional, arte u oficio; en tales casos se mantrnne I~a obhgac1on de los progenitores de- proveer recursos al hijo hast~ que este alca.nce la edad, de 25 años~ si esa capacitación le impide pro,,eerse de medws necesanos parn sostenerse independientemente, 150 Manual tle Derecho Privado - Parte General · ¡eg1t1mac10n ·· · · aet,·"ª para reclamar esos alimentos tanto el hijo Tienen ~ como el progenitor con el cual convive. Timlaridad y ejercicio de la responsabilidad parental La fonna de eiercicio de la responsabilidad parental tanto para hij.os matrimoniales, c;mo para hijos nacidos fuera del matrimonio de pareJas que conviven y que no lo hacen, está determinada en el art. 641 C.C. Y e que expresa: «El ejercicio de la responsab,hdad pare_ntal corresponde. a) en caso dé convivencia con ambos progemtores, a éstos. Se presume que los actos realizados por uno cuentan con la e rmi'dad del otro , con excepción de los supuestos.. conconio , templados en el artículo 645, o que medie expresa opos1c1on; b) en caso de cese de la convivencia, divorcio o nulidad de matrimonio a ambos progenitores. Se presume que los actos realizados ~or uno cuentan con la conformidad del otro, con las excepciones del inciso ante~or. Po~ voluntad ~~ los progenilores o por decisión judicial, en mterés del_ h1JO, el ejercicio se puede a~ribuir a sólo uno de ellos, o estaolecerse distintas modalidades; e) en caso de muerte. ausencia con presunción de fal1eci1:1_iento, privación de la responsabilidad parental o suspension del ejercicio de un progenitor. al otro; , . d. en caso de hijo extramatrimonial con un solo v,nculo fihal,-al único progenitor; . . e) en caso de hijo extramatrimonia1 con doble vínculo film~, si uno se establecí6 por declaración judicial, al otro progenitor: En interés del hijo~ los progenitores de co~ún acuerdo o ,el :uez pueden decidir el ejercicio conjunto o establecer d1stmtas modalidades». El Código unificado mantiene la estructura del texto anterior, según las modificaciones que en su momento introdujo la ley 23 .264 de pama potestad. ¡,ero introduce modificaciones derivadas de la perspecnv~ constitucional-intemacíonaL En pnmer lugar se menc10na tan.to la tttu laridad como el ejercicio de la responsabilidad parental. Mientras l_a titularidad se refiere al conjunto de deberes y derechos que l~s p~o~emtores tienen en su carácter de representantes legales, el eJerc1cw se traduce en la puesta en práctica de aquel conjunto. Restricciones a la capacidad 151 De esta norma se desprende claramente que ambos progenitores son los títulares de un cúmulo de deberes que la ley les impone y de derechos que cHa les reconoce, para la consecución de los fines de ]a responsabilidad parental_, esto es ln formación, desarrollo y protección integral del hijo, Cu.ando el menor tiene doble vinculo filial y ambos progenitores conviven, titularidad y ejercicio es conjunto. La ley presume que el accionar de uno cuenta con la conformidad del otro! salvo oposición o que se trate de ac-tos que requieren el consentimiento de ambo:}. Cuandn se produce la ruptura de la convivencía se puede llegar a desmembraría titularidad del ejercicio, quedando siempre en cab~za de ambos progenitores la titularidad, salvo fallecimiento de alguno o causas graves que traigan consigo la privación de la responsabiHdad parental Por su parte, e) ejercicio de la responsabilidad parental corresponde a ambos progenitores comuntamente convrvan o no, presumiendo que los actos realizados por uno cuentan con la conformidad del otro, Esta es una de Jas novedades que trae consigo el Código unificado, ya que en el régimen del Código Civil, el ejercicio de la palria potestad de los hijos de padres que no convivían la tenia aquel de los progenltores que tenía la guarda del niño. E! paradigma ha cambíado y en estos casos el principio general síguc siendo el ejercicio conjunto con la presunción del asentimíellto del otro padre para el acto ejercido por uno solo de ellos~ salvo los casOs en que se requiera asentimiento conjunto o que haya mediado oposición. en cuyo caso hace faJta una decisión judicial supletoria. Lo importante es destacar que aun cuando los padres estén separados, la responsabilidad corresponde a ambos y se presume que cada uno de ellos tiene el consentimiento del otro para la realización de cualquier acto jurídico relativo a la vida del menor. Esta disposición es importante para los terceros, ya que les da la seguridad que cualquiera de los padres representa al menor y puede accionar por él aun cuando estén separa~ dos, Así v.gr., los directores de escuelas, los médicos, los centros deportivos, deben tener la certeza de que es valido el trámite realizado por uno solo de los padres aunque estuvieran ellos divorciados, separados o su matrimonio hubiera sido anulado, Todos los terceros deben acceder a! pedido de los padres mientras no reciban una dara comuni .. cación de la oposición del otro (Medina). Asi) se ha dícho que el divorcio pone fin a la relación conyugal, ya no serán esposos, pero siguen siendo los progenitores de sus hijos y esto es asi porque el divorcio pone fin a un matrimonio pero no a una familia. Cada niño o adolescente tendrá dos hogares y dos famfüas, una con cada uno de sus padres. No hay progenitor renedor y otro visitante. Son dos M2111ual de Derecho Privado • Parte Gcnara! 152 hogares reales que se deben construir con seguridad y continuidad, sin duda una meta heroíca. pero indispensable- para que e11~~ puedan terminar lo que aigUn día empezaron juntos: la crianza de sus h1Jos, de los hijos de los dos (Wagmaister), En caso de muerte, ausenc.ia con pres1m.ción de faHecimiento, priva~ dón o suspensión de la responsabilidad parental, el eje:~icio t:o:resp~ndc al otro progenitor (conf. art.703 C.C, y C.J. Lu restituc1on del eJerc1c10 se torna poslbie. al restablecerse la responsabiHda~ parental en los casos det arts. 701, supuesto de rehabilitación en ben.eficto del menor. En el supuesto que el hijo extramatdmoniai fuern reco~~cido por un só:o progenitor a éste corresponde el ejercicio de la responsab1hdad parental, En principio, la tiene quien reconoció al hijo voluntariamente, pero ~ello no o~sUl a que ambos padres acuerden otro tipo de ejen.:-.ic~o. Es:e a~~mo ~ebera ser homologado, Por otra parte, el juez puede dernlir el, ';Je;c':'° conJunto aun cuando el vínculo filial se haya obtenido por declaracwnJud1cml, lo que debe primar es siempre el interés superior del menor. En caso de desacuerdo entre los progenitores, cuaiquiera de ellos puede acudir ai juez competente, quien deb~reso1.ver~or e1 p:ocedimi_ent-0 más breve previsto por 1a ley local, previa audiencia de los progemto~ res con intervención del i\1iuisterío Público (art. 642). Progenitore\· adolescentes Otra novedad en la materia y como reconocimiento a la autonomía progresiva, es que los progenitores adolescen:_es,, esté~ o no ca~a~os, ejercen la responsabilidad parental de sus h1JOS pud'.endo decidir ,Y realizar por sí mismos las tareas necesarias para su cu1aado, educacwn y salud. Los padre;, de un progenitor adolescente pueden oponerse a 1a ;ealízación de actos que pudieran perjudicar al niño; también pueden intervenir cuando el progenitor omita realízar las acciones necesarias para preservar su adecuado desarrollo. El co~sentimiento del_progenitor adolescente debe integrarse con el asent1m1ento de c-ualqmera de sus propios. progenitores si se trata de actos trascendente~ para la_v~da, del niño, como su entrega con fines de adopción. intervencwnes qmrur~1cas que ponen en peligro su vida, u olros ª?tos qu,e puedan les~o~ar gravemente sus derechos. En caso de conflicto, ei JUCZ debe dcc1du a través del procedimíento más breve previsto por la ley iocul. La plena capacidad de uno de íos progenitores no modifica este régimen (art. 644 C,C, y C,), Restricciones a la capacidad 153 Se ha dejado, entonces, sin efecto la figura de la tutela por parte de un abuelo o abuela sobre su nieto por ser los progenitores menores de edad, lo que concuerda con la autonomía progresiva reconocida. Delegación de la responsabilidad parental El Código Civil y Comercial contempla de manera novedosa la posibilidad de delegar el ejercicio de la responsabilidad parental en un pariente, cuando el interés del nifto o adolescente así lo exige, mediante un convenio celebrado entre los progenitores y el pariente, y que debe ser homologado judicialmente, previo cumplimiento del deber del juez 'cte escuchar a la persona menor de edad (art, 643), Esta figura también es aplicable a los hijos que sólo cuenten con un vínculo filial establecido, y puede darse en relación a) progenítor afín, esto es el cónyuge o conviviente que vive con quien tiene a su cargo el cuidado personal del nífio o adolescente, Así, el art 674 C.C, y C, pemute que el progenitor a cargo del hijo pueda delegar a su cónyuge o conviviente el ejercicio de la responsabilidad parental cuando no estuvie~ raen Gondiciones de cumplir Ja función en forma plena, Esta posibilidad requiere también 1a homologación judicial, excepto que el otro progenitor exprese su acuerdo de modo fehaciente. Guarda otorgada a un tercero El Código que nos ocupa incorpora la guarda como tercera figura legal dentro del amplío campo de la responsabilidad parental, La guarda está expresamente prevista en el art. 657, que habilita al juez a separar al niño de su familia nuclear de manera excepcional y temporal, cuando se verifica que su permanencia en ese medio resulta contrario a su interés superior y faculta al guardador, durante ese periodo a tomar decisiones relativas a la vida cotidiana, sin perjuicio de los derechos y obligaciones emergente de la titularidad y ejercicio de la responsabilidad parental, que tienen los progenitores. Armoniza así el texto legal con la ley 26,061, Régimen patrimonial de la responsabilidad parental En to que respecta a actos de contenido patrimonial, los progenitores tienen la administración de los bienes de sus híjos menores pero necesitan autorizaciónjudicíal para realizar actos de disposición sobre Manual de Derecho Privadc - Parte Gemual 154 los mismos. Los actos realizados sin autorización pueden ser declarados nulos si perjudican al hijo, conforme Jo establece el art. 692, cuyo antecedente se encuentra en los arts, 297 y 298 del Código Civil. El legitimado para solicitar la nulidad será el híjo, acreditando el perjukio, Se trata de bienes que el hijo menor haya recibido por herencia o donación, ya que los adquiridos con el fruto de su trabajo son adminis• trados por el mismo. Subyace en estas disposiciones la idea de mantener intangible el patrimonio del hijo, mientras dura su administración. Los progenitores pueden ser privados de la administración de los bienes de los hijos menores, cuando ella sea ruinosa} o se pruebe su ineptitud para administrarlos (art. 694 C.C y C), El Código unificado deroga el régimen patrimonial de la responsa• bilidad parental la figura del usufructo de los progenitores sobre los bienes de los hijos menores que contemplaba el Código velezano, Como se señaló en los Fundamentos del anteproyecto <e" si los hijos son sujetos de derecho diferentes a su padres, los frutos de sus bienes no deben ingresar al patrimonio de sus progenitores, sino que deben ser conserva• dos v reservados para ellos ... »·. Código Civil y Comercial estipula en su art, 697: « Rentas, Las rentas de lo.~, bienes del hijo corresponden a éste. Lox progenitores El están obligados a preservarlas cuidando de que no se confundan con sus propios bienes. Sólo pueden disponer de las rentas de los bienes del hijo con autorización judicial y por razones fundadas_. en beneficio de los hijos. Los progenitores pueden rendir cuentas a pedido del hijo, presumiéndose su madurez>>. El hijo es el sujeto titular del derecho a percibir las rentas que conforman su derecho de propiedad Esas rentas pueden ser utilizadas por ios progenitores, sin autorización judicial para solventar los gastos de subsistencia y educación, cuando los padres no puedan afrontado, para gastos de enfermedad del hijo y de la persona que instituyó como heredero al hijo y para conservación del capital; con la obligación de rendir cuentas (arL 698 CC y C,), Se establece que los progenitores pueden celebrar contratos con terceros en nombre de su hijo en io.s límites de su administración, debiendo informar al bija que cuenta con la edad y grado de madurez suficiente (art 690 C.C y C,). En clara aplicación del principio de capacidad progresiva. Restricciones a la capacidad 155 b, Tutela Dentro dei paradigma protectorio que. caracteriza at Códürn uníficado con relación a los más débiles se mantiene ia tuteia como institución subsidiaria dirigida a brindar protección al nú1o, niña o adolescente (N,N,A,) que carece de un adulto responsable que asuma su crianza (sean padres o guardadores), Con un enfoque de derechos humanos, a partir de la. C.D,N., cobra re1ev~ncia la función de la tutela atravesada por príncipios generales que contnbuyen a su desarrollo integraL El Código regula la institución ( arL 104 y ss.) Y destaca el carácter subsidiario ya que cobra virtualidad ante et faHecünientt: ~e los progenitores o cuando estos hayan sido privados de la responsah,hdad parentaL Son sus fines: a) Protección integral y de los bienes de! N.N.A,; e) Representación legal del N,N,A. con los alcances previstos en la ley, Entre los caracteres de la tutela podernos mencionar: a) Puede ser unipersonal o conjunta: es decirt puede ser eiercida por una o más personas, conforme al interés superior d~I niño, b) Fimcíón sujeta al control estatal y es discernida por el juez, quien deberá controlar y dirimir fas diferencias que se susci~ ten en el ejercicio conjunto o con el menor, con Jlltervención del Ministerio Público, e) Es intransferible y personal: el cargo no se trasmite a los h ererleros, d) Intervención del Ministerio Público en los términos previstos en el art, 103 CC, y C, e) Carácter gratuito, ya que el tutor cumple una función de protección y asistencia del tutelado que no es esencialmente onerosa, Excepcionalmente, si se han realizado actos de adminístración de un patrimonio que ha devengado frutos, rentas o productos en beneficio del tutelado, se reconoce retribución en favor del tutor. La tutela puede ser otorgada por los progenitores como una de las r:ianifestacíones de sus deberes-derechos emanados de la responsabfüoad parental, actuaUzándose la decisión después de 1a muerte de los padres (art, 106 C.C. y C.); puede ser otorgada por el juez- tutela dativa{art 107 C,C, y C) a la persona que resulte más idónea para brindar protecci~n al N.N.A, ante la ausencia de designación paterna o ante la excusación~ rechazo o i-mposíbilidad de ejercicio de los designados. 1 56 Res!ri'cciones a !a ca¡:m.-ldaC Manua! do Oerecrio Privado • Parle General e, Asistencia y curatela, Remisión Estos temas serán tratados en d capitulo correspondiente a situa~ ·ión ;·urídica de las personas con capacidad restringida o incapa~ e ., cidad; no obstante se brinda una breve nocwn. En el cuerpo normativo que tratamos (Capituio 2, de Panc Ge_:1e.ral~ e .,' · 3' Restricciones a la capacídad) se expresa: <tArt. 32,-Ef.¡ue... ,,ecct0n , . ( 1 3) odrá restringir la capacidml de una persona mayur ae trece ,. :ñas qnt: padece una adicción o una alteración pe,rmanente prolongada, de suficiente gravedad, siempre que eshme"' que ~et ejercicio de su plena capacidad puede resultar un dan.o a sus personas o a sus bienes. Cuandv por causa de enfermedad mental una persona mayor de trece años ,k edad se encuentra en situación de f~lta abso~uta de aptitud ¡;ara dirigir su persona o administrar .sus bienes, el Juez puede declarar su incapacidad. En ambos casos el juez puede designar un curador o los apoyos que resulten necesarios y ,fi)ar sus funciones ... ». , m artículo 102 establece: «Asülencia. Las personas con capacidad restringida y las tnhabilltadas son asistidas por los ª?oyos designados en la sentencia respectiva y en otras leyes es~~cwles». Es decir introduce como novedad, respecto a la protecc10n d~ las personas co~ capacidad restringida, que serán asistidos por los :,Srnte~ mas de apoyo al ejercicio de 1a capacidad». Asi, e} art. 43 d1spone: <{Concepto. FunciOn. Designación.- Se entiende por ªPº(~ cualde carácter judicial o extrajudicial que /aclitte a la ¡·er mºdida ~· • d .. persona que fo necesite la toma de decisione:;~ p~~a 1ngtr su . ad11¡¡·ntstrar sus bienes y celebrar actos JU'rtdtcos en genel ral. Las medidas de apoyo tienen como fimcwn la ~e promove: a autonomía y filcilitar la comunicución1 la comprensian y la manifes~ tación de voluntad de la persona para el ejercido de sus derecho~. El interesado puede proponer al juez la designación de u1:a o mas personas Je su confianza para que le presten apoyo. El 1ue~ ,debe evaluar Jus alcances de la designación y procurar la prot~ccwn ~e Ja perstma respecto de eventuales conflictos de i~.t.e;es~s o ~nJI-.ue~cr~ · d b•d, me t u . fa ., resolución debe esiab/ecer la cond1c10n} la calidad . de las medidas áe apoyo y, de ser necesario, ser inscripta en el Regrstro de Estado Civil y Capacidad de las Personas1>. º. ~= .. 157 Se establece también la posibílidad de que el juez que interviene en el proceso pueda, entre otras medidas cautelares tendientes a garantizar los derechos personales y patrimoniales de la persona, designar redes de apoyo y personas que actúen con funciones específicas según el caso, 3. Actuación del Ministerio Público En virtud de íos derechos humanos incorporados p-ara la protección de la persona desde una dimt.."11sión ética y social, se impuso una readecuacióo de la función o roles del Ministerio Público en relación al que regulaba el Código velezano en su art. 59. Respecto al cambio de denominación, podemos decir que se menciona al instituto como ~1ínísterio Público, en lugar de Ministerio de tv1enores, o Ministerio Público de Menores o Defensor oficial de menores tarts. 59, 491/494 C.C.). Se ha entendido que la designación elegida es abarcadora del ámbíto en que actúa dicho Ministerio;,sea que se trate de persona menor de edad, incapaz o cnn capacidad re;5tringida o ausentes. Se abandona el concepto de «representación promiscua» rempiazándola por la más precisa «actuación complementaria>>. En el Código unificado se mantiene la doble representación como garantía de protección para Jas personas que lo necesitan. La primera corresponde a los progenitores (art. 639 e.e, y C.), tutores (art. 104 C.C. y C), guardadores (arts. l 04, 643, 657 y 674 e.e. y C), curadores (art. 138 C.C. y e.), o apoyos para la toma de decisiones con facultad representativa (arts. 43 y 101, inc. e e.e. y C). La segunda representación es la del Ministerio Público, ya sea «princípah; o ~<complementaria,), según el caso, enmarcada en un proceso judicial. El art. 103 dispone expresamente que la actuación del Ministerio Público pueda ser en el ámbito judicial: complementaría o principal. Complementaria: En el ámbito judicial en todos fos procesos en el que estén involucrados intereses de personas menores de edad, incapa~ ces y con capacídad restringida. La intervenciún del Ministerio Público es complementaria a la de los progenitores, tutores, guardadores o curadores, o apoyos de las personas con capacidad restringida con facuhades representativas. 15B Manual de Oerncho Privado ~ Parte General La falta de intervención del Ministerio Público causa la nulidad relativa del acto ello_, en razón de que puede ser confirmada. La intervención complementa.ria es necesaria, representativa, de orden legal, y requiere de control judicial. Principal: Cuando los derechos de- los representados están compro~ melidos y existe inacción de ios representantes> cuando el objeto del proceso es exigir el cumpllmiento de los deberes a cargo de l~s representantes y cuando carecen de representación legal y es nccesano proveerla (vinculado con la obligación de denunciar que existen personas menores sin adulto responsable; art. 111 C.C. y C) Así, por ejemplo, el Ministerio Público deberá promover el cumplimiento de los deberes a cargo de los progenitores o interponer recursos y ofrecer prueba sí dentro de una causa judicial el niño/a está indefenso; si se trata de la inacción del tutor/es, debe responsabilizarlo por los dailos que cat1se al tutelado y debe solicitar las medidas necesarias ( art. 118 e.e. y e); solicitar la remoción del tutor (art. 136 e.e. y C); si existen diferencias de criterio entre los tutores, debe intervenir (art. !OS e.e. Y C.}. Además, tiene la obligación de exigir los alimentos a los progenitores cuando éstos incumplieran con dicho deber y de requerírles que cumplan con cualquier otro deber que les competa (art. 646 e.e. y C.). Asimismo su intervencíón es imprescindihle en los procesos Restricciones a !a tapacidad 159 HI. INJ;'ANCIA Y ADOLESCENCIA l. Situación jurídica del menor en el derecho argentino La protección de 1os. menores y su régimen legal debe, necesaria~ mente, complementarse con las normas constitucionales que impactan en el derecho privado, La Convención sobre los Derechos del Niño equivale a 1a formalización, a nivel intemacional, de un nuevo paradigma para la consideración de la ínfancía y la adolescencia desde el punto de vísta de las politicas ptl:bhcas; asimismo, tendrán que ser asumldas }Jor e1 derecho interno ai concebir a los niños como sujetos de derecho v no como simples destinatarios de acciones asistenciaies o de control s<;ciaf ejecutadas por el Estado y por los mayores (Highton). El Pact.o de San José de Costa Rica también establece en su art. 19: «Todo nífio tien-c derecho a las medidas de protección que su condición de menor requieren por parte de su familia, de la sociedad y del Estado)). A su vez, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (arL 24.l) dispone: «Todo niüo tiene derecho a ias medidas de protección que su condición de me.nor requiere-, tanto por parte de su famfüa como de la sociedad y del Estado». Así, las normas de rango constitucional protegen al menor de edad, usando una terminología distinta: el «niño:,,, la «niña>)> vinculados a la simple ausencia (arts, 79/84 C. C, y CJ; en la el <{adolescente¡;,_ declaración del fallecimiento presunto puede designarse defensor oficial al ausente (arts. 88 C. C. y C.). En el ámbito extrajudicial el art. 103 dispone expresamente que el Ministerio Público debe actuar cuando concurran dos presupuestos: - Debe estarse ante un caso de ausencia, carenda o inacción de los Es que eJ diferente patrón que surge de la Convención reemplaza los derechos de los progenitores sobre la persona de] hijo por una conciencia de responsabilidad en la dirección de las accíones del niño o niña de conformidad a sus aptltudes; y el concepto de niño utilizado en la Convención, responde a una noción sociológica~ biológica y psicológica, más que a un concepto jurídico (Highton). representantes legales. - Deben encontrarse comprometidos los derechos sociales, económicos y culturales de los niños/as y adolescentes~ las personas incapaces y con capacidad restringida. Siendo estos derechos de segunda generación (salud; educación, vivienda) vitales en el desarrollo integral del N.N .A., resulta importante toda medida de protección que asegure la efectividad de esos derechos, Ley 26.061 La ley 26.06 ! de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Nifios y Adolescentes, (2006), que derogó la ley l O. 903 de Patronato de 160 Maílual de Dernchc Privado - Parte General Menores y todo su sistema, establece que la C.D,N, es de apli~~:ión obligatoria en las condiciones de su vigen~ia en todo acto, de~1s1on o medida administrativa 1 judiciaI o de cualquier nuturaleza que se adopte respecto tlc las personas hasta los 18 años de edad, Capociáad progresiva La nonnativa citada es un gran avance en e1 camino de protección ~e ia infancia v adolescencia y una importante herramienta legal para produclT cambios e~ las prácticas socio-jurídicas en lo relativo a sus derechos. Esta lev reafim1a la autonomía progresiva de las personas menores de edad~, ~¡ d~ber del Estado de garantizar esas prerrogativas; al prop~gn~da partic•• padón en ciertos actos jurídicos amplía su capacidad de eJerc1c10. . Cómo ya se seflaló, el principio de capacidad o m.:tonm:1ia pr~gr~s1va significa reconocer que este sujeto de derecho ~dqmerc dtscer~1m1ento a medida que crece para comprender el sentido de sus. acc10nes. El elercicio progresivo de los derechos fundamental.es constituye un d:r:~ c~ho en sí mismo. el de autodeterminación; es dec1r, cJ derecho~ ~ec1dir autónomamente respecto de cuestiones que lo afectan. ~ara efect1v1zarlo, se establece que el N,N.A. puede participar (-<act1vamente}} en el procedimiento judicial en el que se discutan sus derechos) c~n la ga:antía de estar asistido con un abogado que lo represente o p~t~ocm~: pudiendo recurrir por si las decisiones que lo afecten. Esta leg1t1mac1ón no es la que determina su reconocimiento como ,,sujetos de derecho,:~ como se ha sostenido, pues las personas menores de edad ya lo son desde su concepción, pero impone a los jueces la obligación de escu~harlos_ Y lomar en cuenta sus peticiones en los procesos a ellos refendo_s. 1 al actuación tm supone soslaya,: la representación legal de los progemtores, tutores O curadores, ni la intervención del Ministerio público. Como la ley no distingue en cuanto a 1a naturaleza de los procedimientos en los que esos derechos y garantías deben inexcusablemente ob~en:a~se; se entiende que incluye tanto a los administrativos como a los Judiciales, Y dentro de éstos~ tanto a los cíviles (lato sensu} como a los penales. La novedad fundamental de la normativa impulsada por la Convencíón es este derecho a la participación del niño, en sus distintas manifestaciones; superándose el viejo modelo del sistema tutelar, plena~ mente vigente en ias leyes internas! en el cual su voluntad ~w e:a tomada en cuenta, sino a través de sus representantes legales (Crovi). 2. Mayoría de edad Antecedentes legislativos El Código Civil, luego de la reforma de ley 17.711, consideraba menores a las personas que no hubieran cumplido la edad de veintiún años (art. !26 C.C., texto según ley !7.71 l). Entre las personas menores de edad se distinguían los menores impúberes desde eI nacimiento hasta los catorce años ~incapaces absolutos de hecho, art. 54 C.CT- y los menores adultos desde los calorce hasta los veintiún afios de edad -incapa<;;es relativos de hecho, art. 55 e.e.- (art. 127 e.e., según ley 17.711). En diciembre del 2009 el Congreso de la Nación sancionó la ley 26.579 que reformó el Código Civil en lo atinente a la mayoria de edad. Se modificó el art. 126 e.e., el cual quedó redactado as[: «Son menores las personas que no hubieren cumplido la edad de dieciocho (l 8) años». Se siguió el criterio receptado en casi la totalidad de las legislaciones de otros países; además, se compatibilizó el límite etario de la mayoría de edad con el bloque de constitucionalidad. Lo esencial de la reforma fue la disminución de la edad para alcanzar la mayoría, pero mantuvo la distinción entre menores impúberes y menores adultos conforme lo establecía el art. 127 C.C. según ley 26.579. La doctrina criticó la existencia de. tai dasificaciónJ ya que en ambos casos se trataba de personas incapaces de ejercicio que sólo podían realizar por sí los actos que el ordenamiento jurídico les permitiera. El discernilniento para los actos lícitos se ·adquiría a los catorce años (menores adultos) y para los actos ilícitos a los diez años. La edad en la que se alcanza la mayoría de edad es una pauta objetiva que tiene en mira tanto el des.arrollo físico como intelectual de la persona y que es objeto de tratamiento diverso por las legíslacíones. Sin embargQ, pese que a la edad en la que se arriba a la plena capacidad es ia de 18 años~ la obligación alimentaria derivada de la responsabilidad parental subsiste hasta los veintiún años y puede extenderse hasta los veinticínco. si se está en etapa de capadtación, taI como dijimos, Régimen juridfr:o en el Código Civil y Comercial m nuevo Código Hama personas menores de edad a las personas desde su nacimiento hasta los dieciocho afios, manten)endo asi lo dispuesto por ley 26.579 citada. l'. 152 Restricciones a ia capacidad Manual de Derecho Privado - Parte General Dice el art. 25 C.C. y e: «Menor de ednd y adolescente. ,'vfeno,· de edad es la persona que no h<1 cumplido dieciocho afíos. Es.t~ Código_denomina adolescente a la persona menor de edad que cumpl10 rrece anos», De-ntro de esta categoría de personas menores de edad se encuentran los adolescentes: desde los trece. años hasta la mayoría de edad. Es decir que existen dos categorías: <<niños» -aunque no los mencíonc así en esta nonna~ desde el nacimiento hasta los trece años y í<adolescentes.» desde los trece hasta los dieciocho años, La mayoría de edad se adquiere de pleno derecho el dia en que la persona cumple esa edad. A partir de allí, la persona adquiere la plena capacidad de ejercicio por haber cesad? el presu~uest~, la menor edad, del que deriva la incapacidad. Se extmgue la tttulandad de la responsabilidad parental (ar\s. 638 y 699 íne. e C,C, Y e.) y. con ello, la representación legal que ~jercian sus padres (art. 101 inc. be.e, Y C.). Asimismo, es causal de cese de la tutela (ar\s. 104 y 135 e.e, y e.). El discernimiento para los actos voluntarios lícitos se adquiere, en eeneral, a partir de los trece años (arts. 260 Y 261 inc. e C.C. Y C.); en ;anto el discernimiento para los actos voluntarios ilicitos se sigue adquiriendo a los diez años (art. 261 inc. be.e. YC.). El Código unificado, como se señaló, elimina la distinción entre menores impúberes y menores adultos y entre incapaces abs.ol~tos .Y relativos, abandona así las categorías rígidas y abstractas que dístm~u~a entre capaces-incapaces. Por el contrario, establece como princ1p10 general la capacidad de ejercicio de toda persona humana~ excepto las !imitaciones expresamente previstas {art, 23). La adolescencia comienza a íos 13 años y es esencialmente una época de cambios. Es la etapa que marca el proceso de transformación del ~<:niño» en adulto; es un período de transición que tiene características peculíares. Se llama adolescencia, porque sus pr~t__agonistas son jóvenes que aún no son adultos pero que ya no son mnos. Es una •:zt~Pª. d,e descubrimiento de la propia identidad así como de la autonomia md1v1duaL Los jóvenes experimentan un gran interés por cosas nuevas, el conocimiento y la búsqueda de independencia (Highton). El art. 26 C,C. y e. dispone: «E,iercicio de los derechos por la persona menor de edad, La persona 'menor de edad ejerce sus derechos a través de sus representantes legales. No obstante, la que cuenta con edad y grado de madurez suficiente puede ejercer por sí los actos que le son permitidos por el ordenamiento jurídico. En situaciones de conflicto de- intereses con sus representantes legales, puede intervenir con asistencia letrada. í63 La persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo proceso judicial que le concierne asi como a participar en las decisiones. sobre su persona. Se presume que et adolescente entre trcct y dieciséis años tiene aptitud para decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su estado de saiud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física. Sí se trata de tratamientos invasivos que comprometen su estado de salud o está en riesgo la integridad o Ia vida 1 rl adolescente d12be prestar su consentimiento c.on ]a asistencia de sus progenitores; el conilicío entre ambos se resuelve teniendo en cuenta su interés superior, sobre la base de la opimón médica respecto a las consecuencías de ta realización o no del acto médico. A partir de los dieciséís años el adolescente es considerado como un adulto para las decíslones atinentes al cuidado de su propio cuerpm;. El principio general impone la representación para el ejercicío de íos derechos de las personas menores a dieciocho años. Es decir, los menores no emancipados ejercen sus derechos a través de sus representantes 1egales: sus progenitores o en su defecto el tutor que se les designe. Este principio general, reiterado en el art 1Ol, inc. b C,C, y C., admite excepciones, debiendo el menor ser oído en todo proceso judicial o decisión que fo concierna. al recoger el principio de capacidad o autorwmfa progresiva de conformidad con la evolución de sus facultades: se dejan de- lado parámetros abstractos para valorar a }a persona en el caso concreto, En caso de conflicto con sus representantes legales. el menor puede intervenir en los procesos judiciales con asistencia letrada. Similar a lo que establece el arr. 27 de ley 26.061. El requisito normativo es míxto: la edad y la madurez suficiente. El calificativo {<~mficientet) guarda relación con el acto de que se trata: asi~ fa suficiencia puede existir para ejercer un acto y tal vez estar a11sente en relación a otros; v.gr. es diversa la aptitud que se exige para el ejercicio de actos personales y pan·imoniales. El sistema presenta entonces un tinte más subjetivo, requiriendo la evaluación del caso concreto para determinar la aptitud, La referencia a ln presencia de una cierta «edad y madurez suficiente>, da cuenta de que el sistema se aleja de conceptos más rígidos como el de capacidad civil tradkional, al tiempo que emparenta mayormente con la noción bioética de «compt:tencia»1 que refiere a la existencia de ciertas condiciones personales que 164 Manual de Derecho Privado • Parle Generai Resthcd'.Jntis a la c.apacídaí.l 165 pcnniten entt:nder configurada unr~ ~etei:min~~a aptitud, suficiente para el acto de cuyo ejercicio se trata (fernande:z.J, 3. Actos que pueden realizar los menores Ea el tercer párrafo de ]a non:na, se reconoce expresamente e~ derech~ del menor de edad :a ser oído en todo proceso judicial que le concierna., as1 como su -derecho a participar en las decisiones sobre su pers.on~. Esto se vincula con lo dispuesto en art. 639 ínc, e, del C.C. y C. en r~iac16n co~ la Como vimos, el principio general es que los menores de edad ejercen sus derechos a través de sus. representantes legales (art. 24, inc. b; art. 26 primer párrafo). Como contrapartidt,, las personas que cuenten e.un responsabilida<l parental donde se establece e-1 derecho del ntfm a ser 01do y que su opinión sea tenida en cuenta, según su ~dad y grado d-c madurez. Adecuándose así a lo dispuesto pm la C.D.N. Y 1ey 26.061. A partir del 4() párrafo del arL 26 ei Có~i_go reg~la en forma.e~presa lo relativo al ejercicio de derechos personahs1mrn, atinentes al cutd~do de la salud y et p~opio cuerpo por las personas menores de edad. El s1stema se estructura a partir de presunciones: _ Se presume que el menor entre trec_e y dieci~(;H_s años tiene d~re~ho a decidir por sí mismo sobre los tratamientos med1cos que reqrnera su estado de salud, si no resultan invasivos ni com~rome:an su e.stado de salud O puedan provocar un riesgo grave de vida o mtegn'dad fiswa (y ,gr. los aspectos rdacionados con et ejercicio del derecho a la salud sexual y reprod1,ctiva). ~ . . _ Frente a lrntamientos invasivos que sí comprometen la mtegndad~ salud O vida dei adolescente, se exige la. asistencia de sus progenit?rcs, con ci consentimiento de la persona menor de edad (v ,gr. un tra~am1~nto oncológico O de diálisis), No se está hablando de represcntac16n m de sustitución, sino de asistencía: es el adolescente el que p:~sta el consentimiento, asistido por sus representantes. Siendo prev1stbk la generación de coníl.íctos entre las opiniones de quien con~i~~te Yq~íenes asienten, ello se resuelve judicía.lmenle 7 debiendo ia decis10n cons1~e:~r dos p3utas.: por un lado, el inte-rés superior del nifl~1 y,~orel otro la oprn10n médica respecto a ias consecuencias de ta reahz.ac16n del acto, _ A partir de los l 6 afios el adolescente es considerado como un adulto para las dccisíones atinentes ai cuid~do de ~u propio cuerpo. ~l sistema se independiza de las previsiones, mcapac1~ad Y ~~mpet~n~ta, considerándose corno un mayor de edad al efecto de rn decisión m~d1ca, Ello, con excepción de lo dispuesto para algunos supuestos espec1fic~s en la legislación especial, v.gr. art. !5 de la ley 24.193 (trasplantes ae órganos y materiales anatómicos), art. 26 de la ley 26.657 (salud m;ntal), art. 5º de la ley 26.743 (identidad de género}, la edad y grado de madurez sufidcnte podrán ejercer por sí aque11os actos de acuerdo con los términos en que les sean permitidos por el ordenamiento jurídico, Por lo tanto, a mayor autonomía, dismlnuye la representación de los progenitores en el ejercicio de los derechos de los hijos (art. 639 inc. b C,C, y C.). El Código bajo estudio establece distintos supuestos en que el menor de edad puede actuar por sí mísmo: Puede ejercer por cuenta propia su profesión sin necesidad de autorización previa, cuando d menor ha obtenido título habilitante (art. 30), entendi6ndose por éste al otorgado por una inst1tución adscripta a la enseñanza oficiaL Tienen la administración de los bienes adquiridos mediante trabajo, empleo, profesión o industria (arts. 30; 686 inc, a). Puede estar enjuicio civil o penal por cuestiones vinculadas a su actividad laboral (art. 30). Puede ser representante en la representación voluntaria (art. 364), para lo cual debe tener la capacidad requerida para el acto de que se trate. - Consentir su adopción a partir de los diez años. (art, 595 inc. t} Solicitar se mantenga el apeHido de origen en la adopción simple (art. 627, inc. rl). Puede ejercer !a responsabilidad parental, pudiendo decidir y realizar por si mismos las tareaí:i necesarias para su cuidado, educación y salud, bajo la supervisión de sus progenitores (art 644). El hijo adolescente no precisa autorización de sus progenitores para estar en juicio cuando sea acusado criminalmente (art. 680). - El menor adolescente puede reconocet hijos, sin necesidad de autorización de sus representantes legales (art, 680), En relación al apellido: cuando los menores gocen de edad y grado de madurez suficiente, pueden solicitar se le agregue el 166 Restricciones a la capac!dact Manual de Derecho PMaóo - Par\e General apellido del otro progenitor ( art 64) y cuando carezca de apellido inscripto puede pedir la inscripción del que está usando (art 66). Habiendo conflicto de intereses con sus representantes )egales, ios hijos podrán intervenir por de~echo propio y con asistencia letrada (art. 26, segundo párrafo; art. 109 inc. a). También se les reconoce expresamente su actuación con asistencia letrada en supuestos específicos: - El adolescente puede conocer sus orígenes en la adopción, mediante una acción autónoma y con asistencia letrada (art. 596). Intervenir con carácter de parte en el proceso donde se resuelve la situación de adoptabiiidad (art. 608, inc. a). En el proceso de adopción (art. 617, inc. a). Demandar a sus progenitores por alimentos (art. 661 inc. b). Estar enjuicio como actor o demandado:((_,,. Se presume que el hijo adolescente cuenta con suficiente autonomía pa_ra intervenir en un proceso conjuntamente con los progenitores, o de manera autónoma con asistencia letrada» (art. 677). En caso de oposición de sus progenitores al inído de acción civil contra terceros (art. 678). Para reclamar a sus progenitores por sus propios intereses ( art. 679). Actos que requieren el consentimiento de ambos progenitores El art. 645 C.C. y C., establece: «Actos que requieren el consentimiento de ambos progenitores. Si el hijo tiene doble- vinculo filial se requiere el consentimiento expreso de ambos progenit<wes para los siguientes supuestos: a) autorizar a los hijos adolescentes entre dieciséis y dieciocho años para contraer matrimonio; b) autorizarlo para ingresar a comunidades religiosas, fuerzas armadas o de seguridad; e) autorizarlo para salir de ta República o para el cambio de residencia permanente en el extranjero; d) autorizarlo para estar en juicío; en ios supuestos en que no _puede actuar por sí; 167 e) administrar los bienes de los hijos. excepto que se haya .dcíegado la administración de conformidad con lo previs10 en este Capitulo. En todos estos casos, sí uno de Jos progenhores no da su consentimiento o media imposibilidad parn prestarlo., debe resolver el juez teniendo en míras el interés familiar. Cuando el acto involucra a hijos adolescentes1 es necesario su consentimient.:rn. En los supuestos mencionados por el artícuio transcripto, la autorización de los progenitores debe s:er conjunta y expresa; en general, por instrumento públícú. ' Hay otros supuestos en donde se presume fo autorizacíón de los padres 1 entre otros: - Se presume que el hijo mayor de dieciséis años que ejerce algún empleo, profesión o industria. está autorizado por sus progenitores para todos los actos y contratos concernientes ar empleo, profesión o industria .. ·" (art. 683 C.C. y C.). Sin distinción de edad, los contratos de escasa cuantía de ia vida cotidiana que celebren se presumen realizados con la conformi~ dad de los progenítores (art 684 C.C. y C.). Por su parte el art. 681 C,C. y C, dispone: «Contratos por servicios del h{fo menor de dieciséis aifos. El hijo menor de dieciséis años no puede ejercer oficio, profesión o industria, ni obhgar a su persona de otra manera sin autorización de sus progenitores; en todo caso, debe cumplirse con las disposiciones de este Códígo y de leyes especiales.)L Esta norma tiene su antecedente en el art :!75 párrafo segundo del Código Civil derogado. La normativa vigente impone que los padres en ejercicio de la patria potestad den su consentimiento.al hijo de menos de 16 años cuando pretenda ejercer tales actividades 1 sin que sea necesario que el consentimiento se preste en forma expresa; sin embargo, ante el desacuerdo, correspondería la intervención judicial por aplicación del art. 642 C.C. y C. En consonancia con la normativa espeClal queda prohibido el trabajo de menores de 16 años en todas sus formas (art. 2º ley 26.390 de. prohibición de trabajo infrmtfl y adolescente); eHo, salvo entre 14 y 16 años, en los casos de trabajos no perjudiciales en empresa famíliar con jornada limitada y con autorización de autoridad administracivn laboral (art. 17 de la ley citada). 188 Manual de Derecho Privado ~ Partu General Derecho del niño a ser oido. Distintos supuestos En consonancia coe el derecho a participar en las decisiones sobre su persona (art. 26 C,C. y C.) díversus artículos de!. Código unificado reconocen el derecho del menor a ser oido y que sus opiniones sean tenidas en cuenta según su grado de madurez Y desarrollo; así. por ejemplo: Para ei discernimiento de la tutela, y para cualquier otra decisión relativa a la persona menor <le edad {arL 113), Para solicitar dispensa ju<licial para contraer matrimonio, sí el menor tiene menos de 16 años ( art. 404 y su correlato en art. 425 inc. a), En el juicio de adopción es obligatorio requerir el consentimiento del menor de más de diez. años de edad (art. 595, inc. f). Los descendientes del adoptante: deben ser oídos por el juez, valorándose su opinión de conformidad con su edad y gradu de madures (art. 598). En el proceso de adopción, e! juez debe dtar al nifio, niña o adolescente cuya opinión debe ser tenida en cuenta según su edad y grado de madurez (arts. 613 y 617 inc. b). Apellido del adoptado, art. 626 inc. d, «. en todos los casos, sí et adoptado cuenta con la edad y grodo de madurez suficiente, el juez debe valorar especiaimente su opinióm). Como principio general en el ejercicio de la responsabilidad parental de sus progenitores «... el derecho del niño a ser oído y a que su opinión sea tenida ~n cuenta según su edad y grado de madurez>► , (arL 639, inc. c.) Tienen derecho a ser oidus en todos los procesos que los afectan directamente. Su ooinión dehe ser tenida en cuenta y valorada según su grado de disccnümlento y la cuestión debatida en el proceso (art. 70í). Contratos por servicios del hijo mayor de dieciséis años; Los prngcnitores no pueden ha~t:r contratos por servicios a prestar por su hijo adolescente o para que aprenda algún oficio sin su consentimiento y di; conformidad con los requisitos previstos en leyes especiales (art. 682 ). Restricciones a la capacidad 169 Si cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, los progenitores deben informar a su hijo de los contratos que celebren en nombre del hilo con terceros dentro de los Hmltes de la administración de sus bienes (art. 690). Discernimiento Como ya se señaló, el discernimiento, entendido como la aptitud general de conocer~ para los actos voluntarios lícitos se adquiere a partir de íos trece años; sin perjuicio de lo establecido en las disposiciones especiales (arts. 260 y 261, inc. e C.C. y C.). En cambio, el discernimiento para los actos voluntarios ilícitos se adquiers, a partir de los diez años (art. 261, inc, bHal como se estabiecía en el código velez.ano, , Deberes de los hijos El artículo 671 e.e. y C. dispone. «E1111meracián. Son deberes de los hijos: a) respetar a sus progenitores; b) cumplir con Jas decisiones de los progenitores que n'o sean contrarías a su interés superior; e) prestar a los progenitores colaboración propia de su edad y desarrollo y cuidar de ellos u otros ascendientes en todas las circunstancias de la vida en que su ayuda sea necesaria». Esía 1_meva norma se relaciona con ei art. 266 del Código CivHt modifica su estructura incorporando una enumeración con acápites pero reítern sus principales conceptos~ y aparece como novedad la mención al lnterés superior del hijo proveniente de la Convención Internacional de los Derechos del Nifio (Medina). El 1exto de! art. 266 del e.e. señalaba que estos deberes respecto de sus progenltores existían aun cuando los hijos se encontraran emancipados y se hada referencia a cuidarlos en la ancianidad; lo que hacía suponer la subsistencia del deber en la mayor edad. ílt: Manual de Derecho Privado ~ Parle General En la nueva nonna aquellas menciones a los hijos emancipados y ta ancianidad de los padres han desaparecido. Por el contrario, la alusión a colaboración de los hijos ~<propia de su edadp (inc. e) y al <<interés superior>) (inc. b) y su ubicación dentro del título referido a responsabilidad parental} hace suponer que esta nueva norma sólo se refiere a deberes propios de los hijos menores de edad en el marco de la responsabilidad parental. Medina opina que debió mantenerse expresamente la existencia de estos deberes filiales aun en la mayoría de edad y en especial, refercnciando la ancianidad de los progenitores y ascendientes, sentando las bases para estructurar un derecho de la ancianidad que no comienza aún a surgir en nuestro sistema jurídico. El deber de obediencia se relativiza: el hijo obedecerá lo resuelto por sus padres en tanto no contradiga su interés superior, El interés superior del niño es un principio central de la C.D.N, que otorga una jerarquía superior a este principio rector y que por ende está por encima de los intereses de los adultos de la familia. Esta innovación del art. 671 y de otras normas del e.e. y C. que citan este principio., aparece como una modificación muy trascendente porque otorgan operatividad concreta al celebrado principio del interés supe~ rior del niño, <<Cabe preguntarse a la luz de este nuevo articulo, si el h{ío podrá hacer por sí mismo el juicio valorativo donde concluya que la orden de sus padres contradice su interés superior o bien deberá recurrir a un juez o a un tercero que establezca esta contradicción. En ese sentido cabría plantearse como se hará efectiva la oposición del hijo a una decisión de sus progenitores que es considerada objetivamente beneficiosa para el hijo y que éste interpreta que no se condice con su interés, En este pumo habrá que desarrollar una práctica profesional interdísciplinaria de apoyo a los hijos, que deberán llevar a cabo operadores familiares que puedan orientar a los niños para interpretar los alcances de su interés superior. La misma figuro del abogodo del niño puede polenciarse con este tipo de normas» (Medina), Restricciones a ta capacidíHi í 71 IV. EMANCIPACION POR MATRIMONIO 1. Concepto. Requisitos . , El instituto de la emancipación importa la extinclón de la responsabilidad parental y la adquisición de la plena capacidad de e/ercicio de la persona hum~na, con cxc~pción de algunas limitaciones q~e se mantie~ nen ~n reJac16n a determmados actos jurldicos. Esta institución, que P;?v1ene del derecho r~mano, estaba regulada también en el Código de \ elez _b•J~ _dos modahdad,e_s: la emancipación por matrimonio y,Ja emanc1pae10n por habihtac,on de edad (art. 131 y ss. del C.C.). de L~ego de la refom1a introducida por la ley 26.579, a través la cual se baJ~ la.may~ría de edad de 21 al 8 años, quedó sólo ta cmancipadón por matnmomo -ya que la emancipación dativa se acordaba a los menores que hubi,eran cumplido los 18 años de edad-. En el Código un_if;cado se mantiene el entena de la ley citada (art. 27 C.C. y C.) y extsLe una umca formn de- emancipacíón. , _ La em~cipacíón consecuencia del matrimonio, es causal de extin~ ew:i d,Ja lltu!aridad de h1 responsabilidad parental (arts. 638 y 699 e.e. Y C.) Y~ ~on ello, cesa la representación legal que ejercían los padres (art. 101 me. b) o la tutela (arts, 104 y 135 ínc. a). El fundam~nto de esta t..mt.mcipación radica en ia incompatibilidad del estado_d_c conyuge con la sujeción de éste a la patria potestad, ahora responsabihdad parental o tutela (Llambías). En el C.C. y C. el arL 27 estipula: :<A~t. 27: Emancipación. La cekbración del matrimoni-o antes de los dtecrncho (J 8) afios con autorización judicfal emancipa a la persona menor de edad, . . La persona ei:iancípada goza de plena caPaddad de ejercicio con las hmttac10nes previstas en este Códirro ~ . La emancípadón es Irrevocable. La nulidad del matrimonio no deja sm efe~to la emancipación, excepto respecto de! cónvugc de mala fe para ~Uien cesa a partir del dfa en que Ia sentencia pas; e-n autoridad de. cosa Juzgada, Si nlg~ :s debido a In persona menor de edad con cláusula de no poder p_e_rc1b_1rlo _hasta la mayoría de edad, la emancipación no altera la ob!igacton ru el tiempo de su exigibilidad>i. Manual de Derecho Prlva:io - Pa1te Genera! 172 Restricciones a la capacidad Por su parte, el art. 403 inc. f estipula como uno de los impedJmentos para contraer matrimonio. tener menos de l g años. Es decir que la edad nupcial ( edad núbil) se adquiere a partir de los 18 años. El art. 404 C.P.C. formula la siguiente distinción: ~ .Si el menor tiene menos de i 6 años, podrá contraer matrimonio, previa dispensa judiciaL La dispensa es la gracia otorgada por el juez, por excepción y en interés del menor. El juez debe mantener una ent.rcvista personal con !os futuros contrayentes y con sus reprnsentantcs legales. L:c decisión judicial Jebe tener en cuenta la edad y grado de madurez alcanza-dos por la persona, referidos especialmente a la comprensión de las consecuencias jurídicas del acto matrimonial; también debe evaluar la oplnión de los representantes, si la hubiesen expresado. - El menor que haya cumplido la edad de 16 años puede contraer matrimonio con autorización de sus representantes ]ega1es. A falta de ésta, puede hacerlo previo dispensa judicial. Es decir, ert este segundo supth:sto, cuando el menor tiene de 16 años ya cumplidos, bastará con la autorización expresa de sus representantes legales, adLmás obvia- 173 todos los efectos del matrimonio válido pero sólo respecto al cónyuge de buena fe Y hasta el día de la sentencia que declare la nulidad, además de concederle los efectos mencionados en el art. 429 C.C. y C. En cambio si ambos cónyuges lo fueron de mala fe no produce efecto alguno (art. 430). Baj~ ,el régimen del Código Civil se plantearon ciertos interrogantes en relacrnn con Ia c~pacidad civil del emancipado. Así, por ejemplo, respecto de la capacidad para testar del menor de edad que no alcanzó los 18 afios. El art 2464 e.e. y C. establece que «pueden testar las per~n~~s mayore~ .de edad al tiempo dei acto»~ lo cual despeja ·Ia pos1b1hdad de habilitar el testamento a un emancipado menor de l 8 años. En la esfera personal, el progenitor adolescente, sin interesar si está casado por ende, emancipado o no lo está, ejercen la responsabfüdad parental sobre su, hijos tal como anticipamos f art. 644 e.e. v e). El mismo cuerpo legal establece que si se debe alg~ H la persona n;en~r de edad con cláusula de no poder percibirlo hasta la mavoría de edad la emancipación no altera la obligación ni el tiempo de su e~igibilidad: h~sla los 18 rufos la situación jurídica no se modifica (art. 137 y C.). e.e. mente del const.'.ntirniento deí propio menor. Cabe tnencionar que se eHminan: Ja sanción para las personas 2. Efectos La celebración dei matrimonio emancipa de pleno derecho a la persona menor de edad, adquiriendo capacidad de ejercicio con las únicas limitaciones previstas expresamente en la ley (arts. 28 y 29) Una vez adquirida la capacidad fi:uto de la emancipación, eUa es írrevocable. Aun el caso de nulidad del matrimonio no afecta la eman~ cípación y efectos adquiridos, La única excepción la constituye el supuesto del cónyuge de mala cuya emancipación cesa a partir dei día en que 1a sentencia de nulidad pase en autoridad de cosa juzgada. La nulidad por falta de dispensa judicial constituye un supuesto de nulidad relativa, por cuanto se establece en beneficio del cónyuge que no menores de edad que hubieren contraidci matrimonio sin aulorízación (art. 131 del Código Civil) y el requisito de alcanzar la mavoría de edad para recuperar la aptitud nupcial en caso de disolución del ~vínculo en la menor edad (art. 133 in fine del Código Civil). 3. Limitaciones Si bien como dijimos, ia celebración de matrimonio produce de pleno ~erccho l~ emancipación del menor de edad, adquiriendo éste capacidad ue obrar, esta no es absoluta, sino que presenta restricciones que tienden a proteger al menor emancipado. Estas limitaciones pueden ser absoiu~ tas o relatlvas: contaba con la edad nupcíalj ostentando legitimación para _planteada Son limitaciones absolutas ]as descriptas en el Código unificado en tanto este como ias personas que, en su representación, podrían haberse opuesto a la celebración del matrimonio (art. 425 ínc. a su art, 28. ~-.Actos prohibidos a la persona emancipada. La persona e.e. y e.¡. Si el matrimonio fue celebrado de buena fe por ambos cónyuges, produce todos los efectos del matrimonio válido hasta et día en que se declare su nulidad. Si sólo uno de los cónyuges;;;:::; de buena fe, e! matrimonio produce emanc1pada no puede, ni con autorización judicial: a) aprobar las cuentas de sus tutores y darles finiquito; b) hacer donación de bienes que hu bies e recibido a título gratuito; e) afianzar obligaciones>L Maaual de Derecho Privado " Parte Genera! Restrtcciones a la capacidad 'En el primer inciso se refiere al supuesto en que el menor antes de contraer matrimonio estaba sometido a tutela, (art. 104). Quien ejerce la tutela está obligado a rendir cuentas judicialmente con intervención del Ministerio Público de su gestión, conforme lo disponen los arts. 130 y 13 t C.C. y C.; dichas cuentas no pueden ser aprobadas por el menor emancípado ni darlas por finiquitadas, aprobadas, hasta la mayoría de edad, en razón de la naturaleza y significado del acto de aprobación. Tampoco puede el emancipado hacer donación de los bienes que hubiere recibido a titulo gratuito, mediante herencia, legado o donación, dada la necesidad de protección del patrimonio del menor. También le prohíbe la norma al emancipado ser fiador~ es decir garante de obligaciones de terceros; dado que este es un contrato unilateral de carácter gratuito, que sólo implica obligaciones para el fiador, poniendo en riesgo su patrimonio. El art. 29 establece las llamadas limitaciones relativas, ya el menor emancipado puede otorgar el acto con autorización judicial. Articulo 29.~ «Actos sujetos a autorización judicial. El emanci~ pado reqniere autorización judicial para disponer de los bienes recibidos a titulo gratuito. La autorización debe ser otorgada cuando el acto sea de toda necesidad o de ventaja evidente>>, Se trata de actos de disposición a título oneroso de los bienes recibidos a título gratuito, lo que requiere autorización judicial que se otorgara en caso de necesidad o de ventaja evidente para el emancipado. HERRERA, Marisa, CARAMELO, Gustavo, P!CAsso, Scbastian (directores), 174 Bibliografía Código Civj/ Y Comerciai de la Nación Argentina comemado Infojus, Bs. As., 2015, t. J. ' l-!JGHTON, Elena l.. «Los jóvenes o adoleseemes en el Código Civil y Comerciah,. La Ley, 13/4/15. KEMELMAJER DE CARLUccr, Aída, «El derecho del menor a su propio cuerpm), en La pcrsonl! humana, Guillermo Antonio Borda (di~,). 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As., 2004. · ' RIVERA, Comentarios -al Proyecto de Código Civ;f y Comercia! de Ja l'lación, Abeledo-Perrot, Bs. As,, 2013, Julio César; MEDINA, Gracicla (directores), Código C,vi/ y Comercial de la Nación comentado, La Lcr, Bs. As., 2014. SAux, Edgardo L, «Mayoría de edad a los 18 año~». L.L. 2010-B, 794. Souuu, Néstor E.1 <(La capacidad progresiva en la nueva ley de mavorfa de edad», L.L. 2011-C, 1000. , RIVERA, <<La nueva mayoría de edad", L.L. 20] 0-A.• J240. BELLuSc10, Claudío A., ~<Los alimentos deb_idos a los hijos confonne la 175 CAPITULOV SITUACION JURIDICA DE LAS PERSONAS CON CAPACIDAD RESTRINGIDA O INCAPACIDAD Si/vana Chalhub Frau Sumario: L Introducción, l. Situación jurídica de las personas con c-apacidad restringida o incapacidad. Nuevas perspectivas y princi- pios. H. Enfermedad menta1.1. Noción, 2.Dcdaraciónjudidal prevía. a. Presupuestos fácticos y jurídicos. b. Procedimiento. Juicio de declaración de restricción a la capacidad o incapacidad, b.1, Legiti~ mución activa. b.2. Medidas cautelare:L-0.3. Entrevista personal. b.4. Dictamen del eqtúpo interdiscíplirurrio. m. Otros supuestos de restricciones a la capacidad. 1, Régímen de los ínllab.ílitados Enunciación. NocJones. 2. Presupuestos fácticos y jurídicos. 3. Procedimiento. iV. Sentencia, i, Requisitos. 2. Alcances y Registracíón de la sentencia 3. Efectos de la sentencia que restringe la capacidad. 4. Revisión de la sentencia. V, Sistemas de Apoyo y Curatela. 1. Apoyos. Concepto. 2. Función de ios apoyos. 3. Curatela. VI. Nulidad. l. Concepto. 2. Actos anteriores y posteriores a la inscripción de !a senteru:::ia... 3. Efectos de la declaración de incapacidad y capacidad restringida en materia de responsabHidad, VIL Internación y extemación de personas. Bíbliografia. l. INTRODUCClON 1. Situación jurídica de las personas con capacidad restringida o incapacidad. Nuevas perspectivas y principios En materia de salud mental si bien contábamos con ]a legislación especial sobre restricciones a la capacidad con !a ley 26.657 de salud Manual de Derecno Privarlo • Parte General Situación Jurídica de las personas con canacldad restringlcta o incapacidad mental y su reglamentación. el Código CivH y Comercial viene a am1onizar finalmente, }a legislación interna con los tratados internaciona• les regulando los lineamientos de la Convención sobre Derechos de las Personas con Discapacidad (2006). Esta fue incorporada a nuestro sistema jurídico por ley 26.378 (2008) y la ley 27.044 del año 2014 le otorgó jerarquía constitucional en los términos del art. 7 5 inc. 22 CN El Códígo Civil y Comercial, se caracteriza por responder a principios reiacíonados a la constítucionalización de! derecho privado, Tales principios ya habían sido expresados en la ley 26.657, cuyo objeto es: art. ] ": « ... asegurar el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas, y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas con padecimiento mental que se encuentran en el territorio nacional, recono~ cidos en los instrumentos internacionales de derechos humanos, con jerarquía constitucional, sin perjuicio de las regulaciones más beneficio~ sas que para la protección de estos derechos puedan establecer las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)). En el marco de ley citada, el art 3º (<reconoce ala salud mental como un proceso determinado por componentes históricos, socío-económicos. culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción socia] vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona». Lo dicho, evidencia un cambio de paradigma y a una clinámica de construcción social, Se apunta al reconocimiento de la dignidad y a la promoción de la autonomía de la persona y ello requiere la implementación de ciertas medidas por parte del Estado que se asientan en tratados internacionales que han servido de antecedente a la ley mencionada. Son citados en su texto la Declaración de Caracas de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud para la Reestructuración de la A tendón Psiquiátrica dentro de los Sistemas Locales de Salud, del 14 de noviembre de 1990 y los Principios de Brasilia para el Desarrollo de la Atención en Salud Mental en las Américas, del 9 de noviembre del 990. De los Princinios de Naciones Unidas para la Protección de los Enfermos Mentale; y pam el Mejoramiento de la Atención de Salud Mental, adoptado por la Asamblea General en su resolución 46/119 del 17 de diciembre de 1991, como así también la Convención sobre Derechos de las Personas con Discapacidad del 2006, ratificada por la ley 26.378 de mayo del 2008, se desprende que los regímenes internos de los estados firmantes deben reformarse a fin de determinar el alcance, la compatibilidad y la coherencia con las normativas internacionales. Ei fin primordial de ley 26.657 y de la nueva legislación es. entonces. asegurar el derecho a la protección de la salud de todas las personas que se encuentran afectadas por alguna enfermedad mental o adícciones v el pleno goce de los derechos humanos reconuddos en los instrumento..s internacionales de derechos humanos, con jerarquía constltucionai. 178 179 .. Es d~ble ad:,-er!ir que, aunque la regulación contenida en el Código CIVll Y Comercial se ocupa de la materia, como ya lo hada el Código velez~no, en tanto s~ afecta t.m atributo de la persona humana, las Jcyes espec-rn!~s no han sido derogadas pues su especificidad impone una regulac1on detallada que excede el marco del Código unificado. , En esa dirección, la ley especial regula la situación de personas que pueden, por estar afectadas en su salud mental o por sus adicciones. ser restri.ngidas en su cap_a_cidad y, excepcionalmente1 declaradas incapaces en muas a su protecc1on. La regulación legal ya abandonaba el término demente presente en el Código de Véfoz se refiere a «versonas con padecimiento mentah1, Dicha terminología se ajusta a l¿s criterios de flexibilidad y gradualidad que rigen en lo referido a capacidad de e1erc1c10. Se destacan en la ley de salud mental los principios de: l. R~speto a ios derechos humanos de las personas con padecimrnntos mentales, 2. No discriminación. 3. Reconocimiento de la autonomía de las personas. 4. Abordaje multidisciplinario en la atención de la salud mental. 5. La capacidad de las personas como regla general . Además, se reconoce a las personas con padecimiento mental una sene de ~er:chos enumerados en ci art. 71.) de la ley que han de servir e?mo. ~nteno de interpretación de las normas que contemplen su srtuac1on, Tales son: «Articulo 7".- El Estado reconoce a las personas con padecimiento mental los siguientes derechos: a) Derec~o a recibí~ atención sanitaria y soda! integra[ y ~umamzada, a p~rtu del acceso gratuito, igualitario y equhativo a las presfac1ones e insumos necesarios, con el objeto de asegurar la recuperación y preservación de su salud; b) Derecho a conocer y preservar su identidad, sus grupos de pertenencia, su genealogía y su historia; Ma1:úal de Derncho P(,vadu ~ Parte G.tmeral 180 e) Derecho a recibir una atención basada en fundamentos científicos ajustados a principio:. éticos; d) Derecho a recibir tratamiento y a ser tratado con, l~ ahern~tiva terapéutica más conveniente, que menos restnnJa sus aere~ -chos y libertades. promovíendo la integración familiar, laboral v comunitaria; e) WDerecho a ser acompañado antes, durante y lueg.o del tratamiento por sus famHtares, otros afectos o a qmen la persona con padecimiento mental designe; · f) Derecho a recibir o rechazar asistencia o auxilio espiriLual o religioso; g) Derecho del asistido 1 su abogado, un famili:r, º. ~llegado que éste designe, a acceder a sus antecedentes 1am1harcs, fichas e historias clínicas; hJ Derecho a que en el caso de internación involuntaria o voluntaria prolongada, las condiciones de 1~ misma sean supervisadas periódicamente por el órgano de revisión; i) Derecho a no ser identificado ni dis.::rimlnado por un padecimiento mentai actual o pasado; j) Derecho a ser informado de manera adecu~da y comprensible de los derechos que lo asíste111 y de todo lo mherente a su salud v tTatamiento,, según las normas del consentimiento informaF incluvendo las alternativas para su atención, que en el ca;o de n~ ser comprendidas por el pacíente se comunicarán a los familiares, tutores o representantes legales; k) Derecho a poder tomar decisiones relacjonadas con su atención v su tratamiento dentro de sus posibilidades; 1) Derecho a,,recfüir un tratamicnt~ personaHzado en un ~mbi.ente apto con resguardo de su intimidad) siendo reconocido s1e~pre como sujeto de derecho, con el pleno respeto de su vida privada y libertad de comunicación; m.) Derecho a no ser objeto de investigaciones clinicas ni tratamientos experimentales sin un consentimiento fehaciente; nl Derecho a que el padecimiento mental no sea considerado un estado inmodificable: o) Derecho a no ser sometido a trabajos forzados; p) Derecho a recibir una justa compensación por su tarea -en c_aso de participar dt: actividades encuadradas como laborterapia o do Situación iurfd1c..:. óe !as personas con caoacldad restringida o Incapacidad 'ISi trabajos comunitarios, que impliquen producción de objetos, obras o servicios que luego sean comercializados;>. La pres1mción de la capacidad de las personas humanas se sostiene aún en estos supuestos, y se implementan una serie dt criterios que flexibiHzan el sistema para su limitación por razones de salud niental o adicciones, cuyo grado y modo de suplirla resultan de la mayor o menor gravedad del estado de cada individuo. La ley de salud mental se adecua a la búsqueda de un sistema de apoyos para lograr una síLuación de igualdad a fin de la integración social de ias personas con padecimiento mcntrü, o adicciones recortando Su capacidad de !a menor medida posible. II. ENFERMEDAD MENTAL 1. Noción La noción de «enfermedad mental» a ia que hace referencia el art, 3º de la ley 26.657, ya citado, refleja el cambio de paradigma respecto de la mirada patrimonialista ypatemalísta del Código de Vélez, por una de carácter integral teniendo en c11enta los aspectos personales como tos patrimoniales, basados en un sistema de apoyos. El Código Civil y Comercial, en el arL 31, profundiza este abordaje y establece la capacidad como regla, lo que va a influir sobre todo el tratamiento de sus restricciones. <(Artículo 31.~ Reglas generales. La restricción al ejercicio de la capacidad jurídica se rige por las siguientes reglas generales: a) la capacidad general de ejercicio de la persona humana se presume, aun cuando se encuentre internada en un establecimiento asistencial; b) las limitaciones a la capacidad son de carácter excepcional y se imponen :,;iempre en beneficio de 1a persona; e) la intervención estatal tiene siempre carácter intcrdisciplinado, tanto en el tratamiento como en ei proceso judicial; d) la persona tiene derecho a recibir información a través de medios y tecnologías .adecuarlas para su comprensión: Manual de Derncht, Privado ~ Parle General 182 e) la persona tiene derecho a participar en el proceso judicíal con asistencia letrada, que debe ser proporcionada por el estado si carece de medios: t) deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos y libertades». Sítuaclón Jurídl;::a de las !Hirsonas con capacldao restrinyida o incapacioad 183 2. Declaración judicial previa Sin que exista una dcdaraclón judicial que establezca fa restricción a_ la c_a~acidad o incapa~ídad, toda persona goza de plena capad dad de eJerc1crn. Si analizamos el articulo transcripto podemos observar que en el apartado a) establece que la regia de <<capacidad>t no se modifica aunque se carezca de salud mental y solo es excepcional la restrkción. Por lo tanto, no toda pérdida de aptitud mental importa !a pérdida de la a, Pre:mpuesws fácticos y Jurídicos capacidad jurídica. En el apartado b) se establece que las limitaciones deberán ser de carácter excepcional~ dándole los apoyos necesarios para que la persona pueda actuar en condiciones de igualdad, buscando la capacidad residual del sujeto a fin de reconocerle su autonomía. El apartado e) refleja el cambio de paradigma respecto de la problemática de la salud mental, no solamente teniendo en cuenta eí aspecto biológico psiquiátrico sino además la asistencia terapéutica multidisciplinaria que coadyuva al tratamiento de la enfermedad mental o adicdones. El apaiiado d) remite a lo establecido p,or la Convención sobre Derechos de las Personas con Discapacidad y las Reglas de Brasilia respecto del efectivo acceso a la justicia para la defensa de los derechos; esto es así, por lo que deben promoverse las condiciones necesarias para que la tuteia judicial de los derechos reconocidos por e1 ordenamiento jurídico sea efectiva y se adopten medidas que protejan y aseguren la igualdad. Esto se traduce en la utilización de un lenguaje senciU0 1 sistema braHle, macrotipos, dispositivos multimedia, voz digitalimda u otros medios o fonnatos alternativos, íncluyendo la tecnología de la información, A diferencia del Código Civil que enumeraba a los «íncapaces absolutos» en el art. 54 (las personas por nacer; los menores jmpúberes; los dem~nt-es;, l?s sordomudos que no saben darse a entender por escrito) Y a los mhab1l1tados en el art. 152 bis ( embriaguez habitual O uso de e~tupefacientes o dísminuidos en sus facultades y los pródigos) como diver~os supuestos de restrkción a la capacidad, el art 32 deJ C.C, v c. agiutma como presupuesto de hecho a las eufermedades mentales v; las adicciones._ Esta n~rma esta~lece: <(Persona con capacidad resÍringida Y c?n mcapacufad El Juez puede restringir ia capacidad para determ1_~~~?s actos d~ una ~;rsona mayor de trece años que padece una ~dtC-(.ton o una a,rerac10n mental permanente o prolon7.ada_, de sztfic,:nte gravedad, siempre que estime que del ejercido de su pJcna capacidad puede resultar un daño a su persona o a sus bienes,,.>'>, ~s .entonces, .requisito primario para declarar la íncapaddad o restnngir la capacidad de una persona, el que se encuentre afectada 1nor una alteración mental o adicción permanente y grave. pueda desenvolverse de acuerdo al grado de su capacidad residual conforme un sistema de apoyos. Se adhiere a lo que se ha dado en llamar criterio biológico-jurídico pero introduce un nuevo aspecto que se vincula En cuanto al carácter de permanente requerida en la afección significa ~ue sea constante, duradera. Respecto de la gravedad, s; a)ude- ~ la 1mpo~tanda del padecimiento cuando de! ejercicio de su pk:na capac1dad pueon resultar un daño a su persona o s1rn bten~s. Otra condición es que no se trate de una persona menor de 13 años; esto es en r~zón de que importaría superponer dos incapacidades y, en su casoi seran sus padres o 1utores quienes deben vc]ar oor su salud , Par~ que proceda la declaración de restricción a la c,apacidad o ~e 1ncapac1dad, se deb-en reunir los siguientes presupuestos intrínsecos y extrínsecos. a la interdisciplina, por io que se impone una perspectiva <<de ia persona sítuada y contextuada}) (Kraut-Palacios), a.l. Presupuestos intrínsecos: La existencia de una adicción o alteración mental prolongada. permanente y grave. El apartado e) se refiere a la asisteneia técnica que debe tener la persona y que, en el caso de carecer de medios. debe ser proporcionada por el Estado. Por último en el apartado t) se señala que deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictiva,s a fin de que la persona Manual Ue Derecho ? ivado ., Paite Genera! 0 o.t Presupuestos extrfm,ecos. Se exige que del ejercicio de su pl:;na capacidad pueda resultar daño a su persona o bienes (art.33). Conforme la formulación del Código unificado resulta imprescindible et informe interdisciplinarío a fin tener conocimiento del diagnóstico, pronóstico y tiempo en que hubiera aparecido la enfermedad antes de la resolución judicial, b. Procedimi'ento. Juicio de declaración de restricción a la capacidad o incapacidad El Código Civil y Comerciat al igual que lo hiciera el Có_d~g~ de Vélez, contiene una serie de normas procesales a fin de dtrtgtr el procedimiento de la declaración; ello en razón de que la materia ~xi~eun tratamiento adjetivo que asegure iguales garantías en todo el terntono de la Nación a la hora de reducir la capacídad de ejercicio de una persona, a fin de resguardar la autonomía personal. El Código unificado establece requisitos que se enumeran a conti~ nuación: b, l. Legiilmadón activa Del mismo modo que lo disponía el Código Civil, la declaración procede sólo u pedido de parte, manteniendo la imposibilidad de la declara..:ión de oficio. Respecio a quienes pueden pedir la deduración, el art. 33 dispone: <<.Legitimados, Están legitimados para solicitar la declaración de incapaddad y de capaddad restringida: a) el propio Interesado b) el cónyuge no separado de hecho y el conviviente mientras la convivencia no haya cesado; e) los parientes dentro del cuarto grado; si fueran por afinidad, dentro de! segundo grado; d) el Ministerio PúbHt:oH. Conforme a la disposición normativa, podrán solicitada: u) d propio interesado; esto es una novedad en la legislación que apunta a garantizar su participación e intervenc\ón como parte en el proceso pudiendo aportar toda ciase de pruebas. Situación jurídica de las personas cor capadda,j rnsldngicta o incapacidad 185 b) el cónyuge no separado de hecho y d conviviente, lo que se armoniza con 1a regulación de las uniones convivenciaíes en el nuevo cuerpo normativo. e) los parientes dentro del cuarto grado y del segundo sí fueran por afinidad; cabe señalar que este límite resulta de la labor jurisprudencia!. d) el '1\-Hnistcrio Público, cuya presencia es ineludible en estos procesos. La enumeración es taxativa. b.2. A-fedidas cautelares Durante d proceso el juez debe ordenar ias medidas que considere necesarias para garantizar los derechos personales y patrimoniales de la persona cuya declaración de incapacidad o restricción de la capacidad se solicita, Esto se realiza mediante la designación de uno o varios apoyos. se úetennimm los actos que requieren asistencia, o se señalan los actos que requieren la intervendón de un representante, Asi to establece el art. 34: v /viedidas cautelares. Durante el proceso, el juez debe ordenar las medidas necesarias pura garantizar los deretltos personales y patrimoniales de la persona. En tal caso, la decisión debe determinar qué actos requieren la osistencia de uno o varios apoyos, y cuáles la representat:ión de un curador. También puede designar redes de apoyo y personas que actúen con funciones especificas según e{ casm>. b.3. Entrevista personal La necesidad de ajustarse a lo establecido en las «100 reglas de Brasilia», sobre el acceso a ]ajusticia de las personas vulne.rables, y las pautas señaladas en la Convención sobre Derechos de las Personas con Discapacídad ya mencionada. imponen la entrevista personal que debe mantener el juez con la persona afectada, mediante el art. 35, que garantiza la inmediatez, Este principio procesal supone el contacto del juzgador con los involuc.rados en un conocimiento directo de la situación, KÁrtícuio 35. «Entrt!vista per::-:o;w/. El Juez debe garanti::::ar la inmediatez con el interesado durante el proceso y entrevistarlo personalmente antes de dicrar resolución alguna, asegurando la accesihilidad y los ajustes ra:::;onabh:s del procedimiento de acuerdo a la situación de aquel. El ministerio público v a! menos un letrado que o preste asistencia al interesadn, deben esiar presentes en !as audiencias». Manual de Derecho Privado - Parte Genera\ Situación h:ríd1ca de las paarsonas con capaciaafl rnslring!da. n incapacidad Esta exigencia se impone cu el Código unificado en materias que comprometen 1a situación de la persona; a.si ocu:r~ en el de:echo de familia (Libro II) e11 el que especialmente se explicita la oralidad Y la inmediatez como principios (Titulo Vlll). En el Códie:o de Procedimiento de la provincia de Córdoba se prevé la entrevista Personal con el juez antes dt: dictar la sentencia de interdicción (art. 839 C de P.C). Con }a actual redacción del derecho de fondo se garantiza este presupuesto a fin de que el contacto del magistrado con el involu~rado no sea solamente un requisito fonnal sino que siempre pueda ser mdo Y atendido en sus expresiones, Además los «ajustes razonables» mencionados por la norma aluden a modificaciones adecuadas al caso. a fin de asegurar a la persona con discapacidad el goce de su derecho en igualdad de conrlicíones que con otras personas sin su padecimiento, Concretamente se refiere a que el Poder Judicial debe dotar a los órganos jurisdiccionales de los sistemas técnicos necesario_s (macrot,1pos, dispositivos multímedia Braille, lenguaje de señas u. Otros medios o formatos) para que se recepten los intereses, preferencias Yvoluntad de la persona afectada en su salud mental. " La intervención del J\1inisterio Público Pupilar, como asf también la presencia de un letrado que preste asistencia~! interesado, posibiiitan el <wcceso a justicia>> prevlsto en ia Convenc10n sobre Derechos de las Personas con Discapacidad. A este respecto será competente el juez del domicilio d~ la pers~na afectada en su salud mental o con a.die-e-iones. salvo que haya mtervemdo otro juez en el lugar de su internación (principio de prevención). La persona en cuyo interés se lleva a cabo el proceso . puede comparecer con asistencia letrada; en caso de que comparezca sm ella, se le nombrará un letrado para que lo asista en e1 proceso. En efecto, deberá tenerse en cuenta e! aspecto socio-cuíturatfamiliar, que resultará del informe multidiscipHnario, ya que además de) padecimiento de una enfermedad, la persona afectada en su salud mental, debe carecer de una adeuiada integración para dirigir su persona y administrar ;,us bienes (Benoldi de Fourcadc). 186 b.4. Dictamen del equipo interdiscíplinario De la misma manera que el dictamen perícial, era esencial en· proceso descripto en el Código de Vélez, ei Código uni~c:do, sl~~e los lineamientos del art. 152 terC.C. incorporado por ley 26.65 1, requmcndo que las declaraciones judiciales se funden en evaluaciones de equipos interdisciplinarios (art. 37 in fine C.C. y C.). Estos se conformarán por profesionales de las áreas de psicología, psiquiatría, trabajo. socialt enfermería, terapia ocupacional y otras disciplinas o campos pertmentes. 187 III. OTROS SUPUESTOS DE RESTRICCIONES A LA CAPACIDAD l. Régimen de los inhabilitados En el derecho vigente la figura de los inhabilitados se ha reservado únicamente para el supuesto de prodigalidad. De la misma manera que en el régimen del Código velezano, esta lnstitución tiene como fundamento la protección del patrimonio familiar. Enunciación. Nociones Dice el art. 48; «Pródigos. Pueden ser inhabiliiados quienes por la prodlgalidad en la gestión de sus bienes expongan a su cónyuge, conviviente o ll sus hijos menores de edad n con discapocidad a la pérdida del patrimonio. A estos fines, se considera persona cnn disrapacidad, a toda per,wmo que padece una alteración _ti-mcional permanente o prolongada, .J1sica n mental. que en relación o su edad y medio social implica desvent~jas considerables para su integración familiar, social, educacional o laborar La acción sólo corres~ ponde al cónyuge, conviviente y a los ascendientes y descendicnte,i; >>. Las normas siguientes se ocupan de ios efectos de la dedarnción y de su cesación. «Art. 49, «Efectos. La declaración de inhabilitación importn la designació_n de un apoyo, que debe asistir al inhabilitado en el otorgamiento de actos de disposición entre vivos y en los demás actos que el fije en la sentencia,i,,, ic4rt. 50. Cese de la inhabilitación. El cese de la inhabilitación se decreta por el juez que la declaró, previo examen interdisciplinario que dicwmine sobre el restahlt!címiento de la persona, 186 Manual de Derecho Pnvado • Parte General Si el resiablecimienw no es totul, el juez puede ampliar la nómino de actos que la persona puede realizar por si o con apoyo», Situación /uridica de las persmuis con capaddac: restringida o iílGapacidad 189 rv. SENTENCIA l. Requisitos 1. Presupuestos fácticos y jurídicos Por ¡0 expuesto, la inhabiliiación se refier~ a ~uienes s? conoce como «pródigos)>; e8 decir, quicne;:; malgastar. o dila¡mfan sus _b1~11e~ con graves consecuencias sobre su patrimonio. En e1 cas_o de I_a prod.t~uhda<l_, especHtcamcntc, se pretende la protección dd patnmomo familiar ante la conducta desarreglada~ ello siempre que se ten~an a cargo p~r~onas que: en la extensión mencionada por la norma (conyug_i;1:i conv1v1ente, hijos n.i~nores O con discapacidad), dependan de quien no _cum~.le adccua<lamente con sus: responsabilidades. Se trata de una s1tua~10n objetiva que, en la detcnninaci~n de lo~ ga~tos y exces:,s se prescmde de valoraciones subjetivas y de ias mot1vacwnes del SUJ-eto. Si bfon los inhabilitados conservan su aptitud general para realizar actos jurídicos, se designa un apoyo, el que debe asistir.lo en e,l otor.g~~ miento de actos de disposición entre vivos y en los demas actos que fiJe la sentencia en general o partkuh1r. 3, Procedimiento En cuanto al procedimiento del juicio <le inhabilitación, los úni_cos legitimados para iniciar h1 acción son el cónyuge, convívienle, ascend1~~~ tes v descendientes ya que, como dijimos anteriormente, es una accton qui:, está dirigida a la protcccíón dd pat~imon.i~ famil~ar. E~ de notar que las restricciones a la capacidad de este mhabtl1tado :mio ex1ste~ para los actos de contenido patrimonial que se efoduaren entre vtvos. Por consiguiente, no se extiende a fa órbita dei derecho de familia, ni altera la capacidad para disponer por testamento. Las normas aplicables al pedido de restricción a la capacidad o <le incapad<l.ad son aplicables para el pedido de ínhabilitación, con la sola limitación de ios legitimados para iníciada. La sentencia que determine in incapacidad o restricción a la capacidad debe contener los siguientes requisitos: <<Art. 3 Sentencia. La sentencia se debe pronunciar sobre los siguientes aspectos vínculados a la persona en cuyo interés se sigue el proceso: a) diagnóstícu y pronóstico~ b) época en que la situación se manifestó; e) recursos personales, familiares y sociales existentes; d) régimen de la protección, asistencia y promoción de la mayor autonomía posible. Para expedirse es ineludible et dictamen de equipo interdisciplinario». Dei repaso de la norma resulta. que es necesario que el juez recurra a un dictamen interdísciplinario a fin dictar la sentencia (art. 31, inc. e); en et'ecto, ello ~s imprescindible para poderpronundarse sobre el diagnóstico, el pronóstico y época en la que se manifestó inicialmente la enfennedad, así como sus efectos en lo personal, familiar y social. Todo ello permitirá encontrar el régimen de protección más adecuado a cada situación. Es de vital importancia determinar cuál fue la época en que aparece !a -enfermedad a fin de valorar la eficacia de los actos anteriores y posteriores a la sentencía y sus condiciones de validez. Asimismo sun fundamentale5 los recursos con los que se cuente para asegurar que se atienda a la situación contextual de la persona. Finalmente el sistema pone su acento en que la protección que se dispensa afecte la autonomía personal de la menor forma posible ( en el contexto de armonización con los tratados internacionales de derechos humanos). r TI 2. Alcance y registración de fa sentencia La sentencia debe ser coherente con el sisteina díseñado por lo que, como dijimos, sin descuidar su función tuiüva, las Hmitaciones a la capacidad de ejercicio deben preservar, dentro de cada caso, la autono~ 190 Manual de Derecho Pr\vado Parte General mía propia de la persona humana, Para ello debe hacerse un e~fuerzo de deslinde señalando los actos sujetos a restricClón y 1a modalidad de su actuación. Dicen las normas: pertinentes: «Art, 38,. A le anees de la sentencia, La sentencia debe determinar la extensión v alcance de la restricción y espec(ficar las funciones y actos que se limitan, procurando que la afectación de ·la autonomía personal sea la menor posible. Asimismo, debe desig- nar una o más personas de apoyo o curadores de acuerdo ~ _lo establecido en el articulo 32 de este código y señalar las condzcw~ nes de validez de los actos específicos sujetos a la restricción con indicación de la o las personas intervinientes y la modalidad de su actuaciónr>. «Art, 39: Registración de la sentencia, La sentencia debe ser inscripta en el registra de estado civil y capacidad de las personas y se debe dejar constancia al margeu del acta de nacimiento, Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 45. los actos mencionados en este capitulo producen efectos contra terceros recién a partir de la fecha de inscripción en el registro. Desapa~-~cfrlas las restricciones, se procede a la inmediata cancelacwn registra/». Es trascendente detenninar en la sentencia qué actos puede realizar libremente; qué actos se permiten realizar e-on apoyos~ la condicíón de vaHdez de los actos que se celebre con los apoyos designados, Esto es así ya que cada sentencia va a constituír un estatuto propio de la perso~a con capacidad restringida o incapaz, de lo que va a depender la eficacia de los actos por ella celebrados. Si bien no había una norma simílar en e! Código de Vélez las sentencías que determinaban la lncapacidad se inscribían en un~ nota marginal en la partida de nacimiento, Esta foni:a no presentaba mconvenientes ya que los efectos surgían de la proprn ley, Pero si tenemos en cuenta que hay que atender al contenido de cada sentencia, de forma graduaHsta y flexible, se requiere un sistema de publicidad y registración adecuado ya que, :orno díji:°'o~ ant~-S, es un estatuto particular de cada persona con capac1dad restrmg1da o mcapaz, Por esta razóri deberán adecuarse los registros a fin de atender a las resoluciones judiciales que afecten la capacidad, La regist~ación requerida responde a la protección de los derechos patrimoniales: de los terceros de buena fe. Situación Julidica de !as pr:rsonas r,on capacidad restringida o incapacidad 191 Finalmente se introducen modificaciones respecw a quien puede ejercer la función de apoyo y admite que la propía persona puede designar, mediante direct?vas anticipadas, a Ia persona o personas que ejercerim su representación ante una eventual afectación de su salud mental <c4rt. 60.~ Directivas médicas antinj,adas, La pcrf.ona plenamente capaz puede anticipar directivas y conferir mandato re,.,per:to de su salud y en previsión de su propia incapacidad Puede también designar a fa persona o personas que han de expresar el consentimiento para los actos médicos y para su curatela,,,. 3. Efectos de la sentencia de incapacidad o que restringe fa capacidad Una vez dictada la sentencia que comprueba la exístencia de una adicción o padecimiento que afecte la salud mental, produce 1os siguientes efectos: l. Restringe fa autonomía en eJ ámbito de actuación jurídica ya que establece un régimen de uno o mas apoyos especificando sus funciones con los ajustes necesarios. 2, Excepcionalmente., cuando la persona se encuentra absolutamente imposíbilitada y el sistema de apoyos resulte incficaz 1 el juez puede declarar la incapacidad y designar un curador. 3. Establece la nlllidad de los actos posteriores a fa inscrípción de ta sentencia de declaración de íncapacüfad o la nulidad de los actos que contrarien lo dispuesto en la sentencia. Los actos celebrados por la persona una vez inscripta ia sentencia que declara la restrkción a la capacidad son nulos siempr:e que dichos actos esten expresamente limitados por la sentencia judicial. Excepcionnlmentc1 si la afección que se padec1: es invaHdante de manera total, se hará constar en la sentencia que el jncapaz deberá otorgar los actos sólo por medio de un representante. 4. Revisión de la sentencia Ya con el art. 152 ter del Código Civil se imponía a la decisión un limite temporal, estableciendo que la declaración de incapacidad e Hl2 ínhabiiüación no podía extenderse por más de tres afios, dehténdos.e espcdficarse las funciones y actos que se límitaban; pero el art. 40 del Código Civil y Comcrdal ha mejorado su redacción al establecer: «Arr 40.- Revisión. La rcvisiún de la sentencia declat(Jtiva puede tener lugar en cualquier mume.nw, a inswncias del interesado. En el supues!t: ¡;rei.isto en el articulo 32, la sentencia debe ser revisada por el juez en un pluzu JIV superior a tres añu:;, sobre ia base de nuevos diuámcnes inJerdisciplinario,:i y mediando la audiencia personal con d interesado Es debef del A-1inistcrio Público fiscalizar el cu.mplinúento tfec!l\'o de la revisión judicial a que refiere el párrtifO prímero e inswr, en su caso, a que ésta se lleve a cabo si ei juez no la hubiere efectuado en el plaz.o allí estab!ecido,J, Como surge de la lectura de la norma se reguarda al interesado con la posibilidad de- que se rl!vise la sentencia t:n cualquier momento por haberse modificado ia situación de hecho. En los supuestos <ld mt, 32, cuantlo las personas padecen adicciones o una alteración mental, permanente y prolongadaj se exige necesaria• mente un nuevo examen inlerdisciplinario y una nueva entrevista pernonal a }os fines Je ratificar> rectificar o dejar sin efecto io originariamente dispuesto. De es.la manera el juzgador puede observar si las condiciones o la situación de hecho del incapaz se mantiene o se han modificado, mejorado o agravado. Para eilo realizará los ajustes razonables a trnvt:s de los medios técnicos sitanpre en un plazo que no supere ins tres afios. En el caso <le verificarse mejoras, el juez podrá atenuar el régimen de limitación a \a-capac.idud o ampliar, dentro del mismo régimen_. la lista de actos quí.! la persona puede celebrar por sí o mediando un régimen <le asistencia. Si el grado de recuperación irnpíicara el cese de la situación fü.ctíca que dio lugar ·a la aplicación de las restricciones a ja capacidad, e! juez debcrú decretar el t:ese de todas la.s restricciones a la -capacidad. El ~·linlsterio Público cumple una función fundamenta), con su intervenc-ión, ya que es eí g:.irame del cumplimiento cfoctívo de las disposiciones respecto de la rcvisiúnjudicial. Hast.u d momento, en la práctica judicial cordobesa, cuando se nprnxima lu fecha establ.::cida de los tres años, se remite a servicios judiciales un oficio, para que se dcsign{'. un i:Ucrpo inlerdisciplinario -pstquiatra, psicólogo y asistente sücia.l- para que verifique la situación del enfermo y sobre la base de eso se Luman las mt.:didas que correspondan. S!Hiación ¡urídica de las personas Cvfl capacídad restringida o incapaddad 193 . Al respec:o podemos referirnos a un fallo pronunciado por un Juzgado_ d_c_la cmd~d- de Villa María, en mayo de20l 5 en el que se dispuso una rev1s10n perrnd1ca del estado mental de ia causante. con base en Ia Convenci~n s?bre ~er~cl~os ~e las Personas con Discapacidad, a cargo de un eqrnpo :uter~1sc1plmano. En ef caso se declaró ta <dncapacidad absoluta por msama)) (en la designación del Código Civil) pero se dispuso también una revisión perí6dica del estado de salud mental de Ja enferma -aunque la enfennedad era crónica e irreversible- siendo dicha rev~síón una consecuencia dei examen hecho por el equipo loterdisciplinano. A su v:z, se 1e requirió expresamente a la progenitora, que-resultó e.mador~ de~:gn?da, y a su grupo familiar, que brindaran a la incapaz ia ststemat1zac10n ai;: sus controles cHnicos y psiquiátricos; y que promovie• ran ~u participación e~ acti-vidades recreativas y/o educativas que ampirnran sus lazos socrnles y su vida de relación, Y, SISTEMAS DE APOYO Y CURATELA l, Apoyos, Concepto E! novedoso art 43 define a los llamados «apoyos». «Art. 43. Concepto. Función. Designación, Se entiende por ~Pº(.º cualquier medida de carácter judicial o extrajudicial que J~<;:f!~e a la persona que lo necesite la toma de decisiones para d1ng1r H1 persona, administrar sus bienes y celebrar actos jurídicos en general, - Lus medidas de apoyo tienen como fimción la de promover la aut~;wmia y facilitar la comunicación, la compreflsión y fa man(fesracwn de voluntad de la persona pa,:a el ejercicio de sus derechos. , El interesado puede proponer al juez la designación de una 0 '7ª"' personas de su confianza petra que le presten apoyo. El juez a~be evaluar los alcances de la designación y procurar la protecc_1ón de la persona respecto de eventuales conflictos de intereses o mfluencia indebida, La resolución debe establecer la condición v la calidad. de las medidas de apoyo y, de ser necesario, ser inscript~ en el Regzstra de Estado Civil y Capacidad de las Personas». A díforencia del modelo tutelar que proponía e! Código de Vé!ez, que colocaba a la persona con capacjdad restringida o íncapaz en un rol pasivo, se establece un sistema de apoyos que tienen por fin acompafí.arJa y asistirla 194 Manual de Derecho Privado ~ Parte Genera! Situactón iurfd!ca de las personas con capacidad resirlngioa o incapacidad en la toma de sus propias decisiones; se construye con los recursos propios Los apoyos pueden consistir en: 1, asesoramiento 2. interpretación 3. contención 4. decisión y los del entorno y se debe colaborar para generar las condiciones necesarias para e! desarrollo de su proyecto de vida, promoviendo su autonomía. Apoyo significa desarrollar una relación y formas de trabajar con otra u otras personas, hacer posible que una persona se exprese por sí misma y comunique sus deseost en el marco de un acuerdo de confianza y respeto de la voluntad de esa persona. Puede el juez idear innumerables ahernativas en el annado de un sistema de apoyos, lo que abre un abanico infinito que deberá apuntar a la igualdad de oportunidades, promulgada por el modelo social. Este sistema contribuye a que la persona siga ejercitando e! uso de sus capacidades conservadas y evitar ese rol pasivo que al final de cuenta no hace más que agravar su cuadro y socavar su dignidad al invalidarlo. Los apoyos son definidos como cualquier medida judicial o extrajudicial que facilite la toma de decisiones respecto de su persona o de su patrimonio; pueden ser judiciales o extrajudiciales, plurales o individuales, y hasta una persona jurídica, o una institución, 195 5, co-decisión (como ei asistente en el art. 152 bis del Código de Vélez) 6. repr~sentación (de carácter excepciona} en donde la voluntad del mteresado es sostituída) , Además t.~1 juez deberá evaluar al momento de designar el sistema ?e apoyos, que no existan situaciones de abusos por conflicto de intereses y que se respete la voluntad y preferencias de Ja persona, Todos los sistemas que se impongan de protecdón, asistencia v tutela .deben están concebidos de confonnidad con la capa c1'd a d res1·ctua"¡ de l su1eto. Asimismo, es posible establecer un sistema de apoyos míxtos dependiendo de la persona y de los actos en particular que se pretendan realizar. 3, Curatela 2. Función de los apoyos Los sistemas de apoyo de acuerdo con los tratados internadonales ratificados por nuestro país promueven 1a autonomía de las personas con capacidad restringida o incapacidad. para promover, proteger y asegurar el goce pleno y condiciones de igualdad en su participación efectiva y plena en la sociedad. El sistema de apoyos debe allanar el ejercicio de los derechos. Debe funcionar operativamente en la vida cotidiana y orientada al desarrollo de la autonomía. Se debe indagar el contexto . E~c.e~cionalrncnte, cuando la persona se encuentre absolutamente 1mpos1~11ltada de ínternccionar con su entorno y expresar su voluntad por ~ualqmer m_odo~ medio o formato adecuado y el sistema de apoyos resulte t~eficaz, e1Juezpuede declarar la incapacidad y designar un curador (art. 3,, C.C. y C.). ~ ~s.ta retres,en~ación es d~ carácter legal 1 necesaria, y controlada por el M11ustenu Pubhco , por el .¡uez ,v por el organismo.a ct mmwrat1vo , · · que correspon d a. familiar, social~ económico cu)tural. De esta forma se resguardan las garantías mínimas como el acceso a 1a justicia, que sean oídos y el acceso Vl. NULIDAD a los medios técnicos necesarios. Se trata de un paradlgma integrador de diversas discipiinas como la psiquiatría, la psicología, el trabajo social, la terapia ocupacional. Además se tiene en cuenta el trabajo solidario 1 participativo y territorial. De esta forma, se facíHta la comunicación 1 comprensión y la manifestación de las personas afectadas e-n su salud mentaL l. Concepto ,_E_n. lo qu·e~ respe~ta_ a los actos otorgados por personas cuya ~apac1dad h~ s100 rcstrmg¡,da'. o declurtl~o incapaz; deben distinguirse los actos posterrnres y los antenores a !a mscripción de 1a sentencia. Man~al de Oerecilc Pdvaúc - ?arte General 196 Ahora bien, de fü.:uerdo con los principios que ya hemos mencionad.o, ia capacidad constim:ye la regla debiendo ser el juez quien establezca sus limites a fin de que la persona siga ejercitando sus capacidades conservadas, Los actos celebrados por la persona una vez inscripta la sentencia que decíara la restricción a la capacidad o incapacidad son nul?s ,sie~1?re que dichos actos estén expresamente limhadm; por la sentencia JUd1cmL Esto es así en función de la protecdón d-e !Os derechos de terceros de buena fe" hacen a la ononibBidad de la resolución. . . Siluaclón juridlca de las personas con capacidad restrrngida o incapacidad 197 l) la e~fermedad _mental resulte del mismo acto (ya sea por sus rncoherencias, cláusulas insólitas> precio vil, injustJfi. cado, etc.); 2) que la muerte haya acontecido después de promovida la acción· para la declaración de incapacidad o capacidad res~ tringida; 3) que el acto sea a título gratuito; 4) que se pruebe que quien contrató con ella actuó de mala fe (que quien contrató con el insano fallecido tenía conocimiento de su enfermedad mental). 2. Actos anteriores y posteriores a la inscripción de la sentencia Se sistematizan las normas sobre validez y nulidad de los actos celebrados por estas personas, según sean realizados con anterioridad o posterioridad a la inscripción de la sentencia, Si los actos son celebrados con posterioridad a ta inscripción de la sentencia, son nulos. Se expresa al respecto: <,Art. 44.- Actos vostedores a la inscripción de la sentencia. Son nulos los a~tos de la -persona incapaz }' con capacidad restringida que contrarían lo dispuesto en ia sentencia realizados con posterioridad a su inscripción en ei Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas>>. Si los actos son anteriores: «Art 45.~ Actas anteriores a la inscripción. Los actos anteriores a la inscripción de ia sentencia pueden ser declarados nulos, si perjudican a la persona incapaz o con capae-idad restringida, y se cumple alguno de los siguientes extremos: a) la enfermedad mentat era üstensibk a la época de la celebra~ ción del acto; b) quien contrató con él era de mala fe; e) e! acto es a títuio gra.tuitm>. Por lo tanto, los actos que no e'.)t.én enunciados en la sentenda deben ser vaiorndos según sus circunstancias y los anteriores serán nulificados si perjudican a la persona y :si cumplen con al menos uno de los requerimientos de fa última nonna. De acuerdo con lo reglado por el art. 46, si la persona ha faHecido, los actos entre vivos ameriores a la inscripción no pueden impugnarse; ello sólo es posible si: Nul.idad del testamento y disposiciones testamentarias. Intervalos lúcidos En el caso de fas disposiciones testamentarias que hubieran sido otorgadas por persona privada de fa razón en el momento de testar) éstas son nulas. La falta de razón debe ser demostrada por~ quien ímpugna eI acto, De la misma forma son nu!as aquellas disposiciones testamentarias otorg~rlas por persona judicialmente declarada incapaz. Sin cmba.rgo, esta pue~e otorgar testamento en intervalos lúcidos que sean suficientemente ciertos como para asegurar que la enfermedad ha cesado por entonces. Entendemos por intervalo lúcido a un período de relativa claridad mental entre períodos de irracionalidad. E~to~ intervalos lúcidos son paréntesis más o menos prolongados de m:Jon~-- Las enfem1edades mentales en muchos casos presentan esa s1tuac1on, que en psiquiatría se considera curación completa aunque sea transítoria. Para el derecho se está frente a un intervalo lúcido, que viene a ser una interrupción de la enfermedad, con la cer~cza de. ~ué el paciente volvería recaer en sus anomalías~ pues no esta defimt1varnente curado (Cifuentes). En este caso et juez convalidará las dísposiciones testamentarias siempre que tenga el convencimiento de que aI otorgarlas el testador estaba en pleno uso de de su razón, es decir que Jo fu~damental a tene; en cuenta por el juzgador es que el otorgante al momento de redactar el testamenio estaba capacitado mentalmente (art. 2467 incs. e y d) Situacl(m jurid1ca de !as personas con capaciúad rnstlinglt!a o incapacidad Manual de Derecho Privado • Parte General 198 Procedimiento para el cese de la incapacidad y de las restricciones a la capacidad El cese de la incapacidad o de la restricción a la capacidad d:be "' t· or el juez que la declaró) previo examen de un equipo d ccre arse p l tas d 1 rt •7 e C v C interdisciplínario integrado confonne a as pau e a ,J , • ., ' que dictamine sobre el restablecimiento de la persona, , , , Si e! restablecimiento no es total, el juez puede a_mphar la nomina de actos que la persona puede realizar po~ si o con la asistencia de su apoyo siempre en resguardo de su autonomia. 3. Efectos de la declaración de incapacidad y capacidad restringí• da en materia de responsabilidad En materia de responsabilidad civil, debe~os señalar que la ímp~ta: bilidad determina la responsabilidad del Sl(Jeto agente del acto, y st artimos del principio que la capacidad se presume, la pers~na con ~apacidad restringida, es responsa?t~, en los casos en que ocaswne un dañn injustificado por acción u om1s10n (a~. 1749), , , En el caso de las personas declaradas incapaces) sujetas a C\1ratela, se regirán por el art. 1756 del C. C. Y· C. «Art. 1756.- Otras personas encargadas. Los delegados en el ejercicío de la responsabilidad parental, los tutores y los c~radores ,son responsables corno los padres por el daño causado por qmenes estan a su cargo. , . . . Sin embargo~ se liberan si acreditan que les ha_ s1do 1mpo~1ble evitar el daño; tal imposibilidad no resultaµ~ la mera circunstancia de haber sucedido el hecho fuera de su presencia. El establecimiento que tiene a su cargo personas !nt~adas responde por la negligencia en el cuidado~~ qui~nes, transitona o permanentemente, han sido puestas bajo su vigdancia y controh>. VII. INTERNACION Y EXTERNACION DE PERSONAS Al iniciar el presente trabajo hicimos referencia a los nuevos criterios O directrices que están plasmados en la ley 26.657 de salud 199 mental, que se refieren a flexibilidad y gradualidad, destacándose los principios ya mencionados y que, desde los tratados incorporados a la Constitución NacionnJ se impregnan las nuevas disposidt1 nes. Los repasamos: a. Respeto a lús derech-os humanos de las personas con padecimientos mentales, b, No discriminación, c. Reconocimiento de la autonomia de las personas, d. Abordaje multidisciplinario en la atención de la saiud ment,al, e. Modelo de desmanicomialización o desistitucionalización oponiéndolo al modelo hospitalario. Dentro de los prfrtcipios que informan la legislación especial ya mencionados, debe destacarse en-este punto el de desmanícomlalización o desinstitucionalización contraponiéndolo al modelo hospitalario (Mayo). Este abordaje ha sido consagrado en el ar1. 7' inc, d, de la ley citada que establece: «el derecho a recibir tratamiento y a ser tratado con la alternativa terapéutica más c01weniente, que menos restrinja sus derechos y libertades, promoviendo la integración famíliar, laboral y comunitaria;.,.». La ley de salud mental prohíbe expresamente (an. 27) la creación de nuevos «manicomios neurosiquíátricos o instituciones monovalentes ya sea de carácter público o privado, y las existentes deberán adaptarse a los objetivos y principios expuestos en la foy hasta su sustitución definitiva,,. En consonancia con lo establecido, determina que las íntemacíoncs deberán hacerse en hospitales generales. Para esto establece que los hospitales públicos deben contar con los recursos necesarios ya que eI rechazo en la atención o internación será considerado como un acto de discríminaci ón. Se destaca en el enfoque de la sa!ud mental; el respeto a los derechos humanos a través de ia intervención de equipos lnterdisciplinarios formados por 11rofesionales y no profesionales los que tienen la obligación de informar al órgano de revisión y al juez sobre cualquier irregularidad que pueda impJicar un trato indigno a la persona propugnando ia no discriminación. Si articulamos lo establecido en los arts. 9 y 14 de la ley, vemos que el objetivo está explícitamente planteado ya que toma como un recurso de carácter excepciona) a la internación. 200 Sítuación jurkHca de las personas con capacidad restringida o incapacidad Manua: de Derecho Pnvaüo ~ Parte General En este sentido, podemos decir que s.e recono(.:en dos tipos de interna:::ión: una voluntaria y otra involuntaria, . ., En e1 primer caso, es decir cuando se trat~ de un~ interna~10n . . se estac1•ec• de la internac10n debera ser, el. m...nor vo 1untana, u ,., que e1 nlazo , . 'bl . y cuando aporte mavores benefictos terapeutlcos. post e v :nempre ~ . travJ." d» -sta normativa qu.: aquella persona Se pro-mueve a ,..,., .., "' . d l d me•1tal mantenga contacto con sus afectos y no afecta a en su sa u ~ pierda sus vincuios familiares. . . . ·o· ,1 de internación de.be cumplir dentro de las cuarenta y , _ La d tS.pOSiCl ocho horas con los siguientes requts1tos: . . . . 1. Evaluación, diagnóstico interdiscip1inar10 y motivos que 3ustt- fique11 la medida. ., 2, Búsqueda de datos sobre identidad y familiares. 3, Consentimiento informado de la persona o su n:-presentante 1egal si corresponde. De acuerdo con lo establecido por e! art. 18, de ]a ley 26.651 la , drá decidir el abandono de ta 1ntcrnac10n. oc1sona po , d , l . No obstante io dicho~ ninguna internación voluntana po ra pro ongarsé por más d-e 60 días corrjdos, ., . . , ,·. n con el segundo tipo, la intemac1on mvoluntana deberá E n re lacw , . - ,¡ ue no se ·¡· . recurso terapeut1co excepcrnn.i )' s1emp,e q ut, ,zarse como . , 26 657) pueda recurrir a un tratamiento ambulatono l_art. 20 le~ , . .' ."" En ei Código CivH y Comercial se re~1eja la adecuac1on de ios kxtos nomrnüvos nacionaics con los supranacwnaies. . .. El nuevo cuerpo nonnativo incorpora expresamente d1~pos1c10nes sobre la tntemación para evitar abusos o extralimitaciones no mfrecuentes 1 - , .. , en la practica. . . _ . . ~ . .. La interna"1ón sm ..:onsentunientll de una (<.4.rt 41.~ l n-ternacton, t i "' , ersona ten a o no restringida su capacida<l) procede sólo st se cump1en p .· t "en •a legislación especial y las re2las generales de los recau, d osgprev1s o::. • . ,., esrn secdón. En particular: , . . a} debe estar fundada en una evaluación de un eq~1po m~rd1s: · 1·mano · dª.,, ,~·-uerdo a lo dispuesto en el articulo, 3d1 t qu cip m,.. señale los motivos que la justifican y la _ausencia e una ahemallva eficaz menos restrictiva de su hhert~d;. b) sólo procede ante la existencia di: riesgo ci~no e mmmente d~ un daño de entidad para 1a persona protegida o para terceros, 201 e) es considerada un recurso terapéutico de carácter restrictivo y por el tiempo más breve posible; debe ser supervisada periódicamente; d) debe garantizarse el debido proceso, el control judicial inmediato y el derecho de defensa mediante asistencia juridica; e) la sentencia que aprueba la internación debe especificar su finalidad, duración y periodicidad de la revisión. Toda persona con padecimientos mentalesi- se encuentre o no internada, goza de los derechos fundamentales y sus extensiones». En consonancia, el art. 21 de la iey de salud mental impone qué Ja internación involuntaria. debidamente. fundada, debe notificarse obligatoriamente en un plazo de I O horas al juez competente y al órgano de revisión. A su vez, ei juez, en un plazo de tres días, corridos debe: l, Autorizar la internación si están dadas las condiciones, 2. Requerir informes ampiiatorios 1 3. Denegar la internación y asegurar la externación en forma inmediata. El juez puede ordenar por sí mismo la internación invoÍUntarJa cuando se hubieren cumplido los requisitos del art. 20. · La persona internada ínvoluntaríamente tiene derecho a la designación de un abogado; si no lo hiciere el Estado debe proporcionarle uno desde el momento de la internación. En ese caso el defensor podrá solicitar )a externación en cualquier momento. El juez debe solicitar informes periódicos que no excedan el plazo de 30 días corridos. Si transcurren 90 días, luego del tercer informe, el juez debcra pedir al órgano de revisión que designe un nuevo equipo interdisciplinario que no haya intervenido a fin de que realicen una nueva evaluación E] órgano de revisíón al que se refiere es el creado por el art. 38 de. la ley referida, cuyo objeto es la protección de los derechos humanos de los usuarios de los servicios de salud mental. Este órgano debe ser de una conformación multidisciplinaria y estará integrado por representantes-del Ministerio de Saiud de la Nación, de la S-ccretaría de Derechos Humanos de Ja Nación, del tvfinisteriv Público de la Defensa. de asociaciones de usuarios y familiares del sistema de salud, de los profesionales y otros trabajadores de la salud y de organizaciones no gubernamentales abocadas a la defensa de los derechos humanos (art. 39 ley 26,657). Sus funciones son: 202 Manual de DerecM Privado • Parte General SitUilCÍÓ ·, '<f • n i:m ica d8 1as pe,sonas con capaclrlad restrlngltia o mcapacidad a) Requerir información a instituciones públicas-o privadas. b) Supenrísar de oficio o por denuncias las condiciones de internación. centro de salud para ,rn eval , · ' E11 este caso, s1· fúese admitidu . ,_, · uauon. la u~ternacwn_, debe cumplirse con los plazos r modalidades establecidos · · especwr · · Las fuerzas · . . en, la /egiz/ , acwn de seguridad y servu:ws publicas de salud deben prestar auxilio inmedialm; e) Evaluar las internaciones involuntarias que estén justificadas y no se prolonguen más tiempo del necesario. d) Controlar las derivaciones e) J11fom1ar a la autoridad de aplicación periódicamente sobre las evaluaciones realizadas y proponer las modificaciones pertinentes. f) Requerir la íntervención judicíal ante situaciones irregulares. g) Hacer presentaciones ante el Consejo de la Magistratura o el organismo que en cada jurisdicción evalúe y sancione Ja conducta de los jueces en las situaciones en que hubiera irregularidades, h) Realizar recomendaciones a la autoridad de aplicación, i) Realizar propuestas de modificación a la legislación en salud mental tendientes a garantizar los derechos humanos. j) Promov.er y colaborar para la creación de órganos de revjsión en cada una de las juríSdicciones, sosteniendo espacios de intercambio, capacitación y coordinaci6n 1 a efectos del cum~ plimiento eficiente de sus funciones. k) Controlar el cumplimiento de la presente ley, en particular en lo atinente al resguardo de los derechos humanos de los usuarios del sistema de salud mentaL J) Velar por e! cumplimiento de los derechos de las personas en procesos de declaración de inhabilidad y durante la vigencia de dichas sentencias. En el Código Civil y Comercial se incorpora uná norma especial referida a la intervención de la autoridad pública, pero no olvida la protección que la persona con padecimiento mental o adicciones en estos aspectos merece desde lo procesal. En efecto, de admitirse la internación deberá cumplirse con la ley especial en lo referido a plazos y modalidades, As[ se expresa: «Art, 42.- Traslado dispuesto por autoridad pública, Evaluación e internación. La autoridad pública puede disponer el traslado de una persona cuyn estado no admita dilaciones y se encuentre en riesgo cierto e inminente de daño para sí o para terceros, a un 203 Como corolario 1 podemos decir que la nueva regulación in•plica ~m avance en l," legislación respecto de la problemática de la salud rne;,tal ya que h_:1b1a~ quedado cuestiones pendientes a partir del dictado de la ley 26,6)7 de1 año 20!0, Resultan significativos los camblos en algunos aspectos v vienen a dar ~a respues~a superadora, sobre todo cuandn puede obs~rvarse el cambm deparad1grna y una regulación en donde se prioriza fa autonomía de la voluntad. Bibliografía BEJnotni DE FouRCADE, fviaría Virginia (dir.), Clases de derecho civil. Persona, acto jurídico, responsabilidad civil Advocatus Cb 1996, ' ' a,, ~ Temas de derecho privado, Advocatus, Cba,, 2000 BORDA ~uiHerr_no A., Manual de derecho civil. Parte general, 2 pi ed Lex,s Nexts Abeledo•Perrot. 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'' ' 204 Manual oe Derncho Pr\11ado H Parte Genera¡ Alfredo J., PALACiOS, Agustina1 <.::Comentarios arts. 31 a 50)_>, · c(Hligo Civil v Cornercial de {a Nación Cumentado, LoRCNZETlL, Ricardo L ( director), Rubinzal-Culzoni Santa Fe, 2014. t. 1 .. , . R. cardo L. (director). Código Civil y Comercial de la ¡~ORLNZETil, l \4 ¡ Nación Curnentado, Rubinzal-Culzon.i Santa Fe, 20 , t, . LLuVERA.s otREsK, Jvlaria Emilia; BERTOLD1 o.E Fulm.c.AüS,_'rv:aría Virginia; Bergoglio, María Teresa 1 Lecciones de derecno crnl, Advocatus, K~\UT CAPITULOVI Cba .. 1999. LLAMBlAS, Jorge. J•• Tratado de derecho civil. Parte general, Abeledo- PERSONASJURIDICAS Perrot, Bs. As., 1982, ts. l y H. MAYO, Jotgt!: A. y ToniM>, José W ., i<La nu:v~ ley ~6~657 de salud m~ntaL Dos poco afonunadas reformas a! Cod,go ClVll», L.L. 14•!!•-011. Maria Ester Azerrad de Vo/coff l ¡l ¡ ¡ ; i Sumado: L Personas jurídicas, Intrnducdón. L Noción. 2. Antecedentes históricos e importancia actuaL 3, Naturaleza jurídica de las personas. jurídicas. a. Teorías. b, Concepcione:- actuales acerca de la personalidad de las personas jurídicas. 4. Caracteres. 5. Elementos. II. Clases. l. Personas jurídicas públicas. Clases y caracteres. Las personas jurídicas públicas no estatales: sus caracleres, 2. Personas juddkas privadas: clases y enunciación, a. Asociaciones, fundaciones: noción y caracteres. D. Simples asociaciones o asociaciones simples. Concepto y distinciones c. tv1utuaks y cooperativas: noción y caracteres. IIL Atributos de las personas jurídicas. l. El nombre. 2. E1 domicilio. Domkilio y sede de las sociedades comerciales, 3. El patrimonio, 4. Capaci~ dad. a. Prim:ipio general y limita1;,iom:s. b, Mo<los <le actuación de ta persona jurídica: teorías del órgano y de la representación. c. Obligacíones de las personas jurídicas. fV. Responsabilidad civil y penaL 1, Responsabilidad contractual. 2. ResponsabJHdad extracontraéluaL 3, Responsabilidad penaL V. Principio y fin de las personas jurídicas priva.das. L Comienzo de su existencia, 2. Fin de la existencfo de las personas jurídicas, Bibliografía. l. PERSONAS JUR!DICAS, INTRODUCCION De los tres elementos de la relación jurídica privada: sujeto, objeto y causa eficiente, en esta oportunidad, continuaremos con el estudio del <<siy'etot), condición que recae sobre Ja persona, 20,; Mam.ml de Derecho Privado Parte Genern1 w De la distinción de las dos clases de personas reconocidas por nuestro ordenamiento jurídico: las humanas y las personas jurídicas, centraremos nuestra atención en estas últimas, tratando brevemente las distintas teorías elaboradas en torno de su naturaleza jurídica; su importancia, capacidad, responsabihdad, cómo comienza su existencia, cómo finaliza, las disposiciones en torno de dicha temática y las reformas introducidas a la luz de la ley 26,994, que sancionara el Código Civil y Comercial. Siguiendo con la estructura del Código unificado 1 el Libro Primero tiene una Parte Genera] en la que las personas juúdicas están tratadas en el Título 2; éste es titulado «Persona jurídicm,. La terminología usada por Vélez Sarsfield en el Código Civil es la de «personas de existencia ideab,, tomada de Freitas, pero se las ha llamado también: «personas ficticias, personas civiles, personas colectivas, personas morales, o personas jtirídicas», siendo esta última la más corriente en nuestro derecho. Personas jurídicas 207 Presupuestos . En primer término, persona jurídica es nna organización humana, siendo op~rh:no en este punto, destacar que ta persona jurídica puede estarconstltmda por un so Jo miembro conformando un ente uni membct. . La ~ey general de so<'iedades 19.550 (con Ja.s modificaciones mtroduc1das por la ley 26.994). proporciona el concepto de sociedad expresando: <<Habrá ,'lodedad si una o mfÍs persona., en forma orn:anizada confonne a ~no de ios tipos previstos en esta ley, se obliga a reali,zar aportes para aplicarlos a la producción o intercambio de bienes 0 servicios, participando de los beneficios y soportando las pérdidas». En segundo lugar, la persona jurídica, indefectiblemente debe tener un/in que mire al bien común pudiendo tener o no propósito de lucro. , ~n terce~ lugar deberá tener un patrimonio propio y una represen~ tacwn a traves de la cual actuará en el mundo jurídíco. Se ]es reconoce a i~s personas jurídicas facultades para adquirir derechos. y contraer obhgaciones. l. Noción Se ha dicho que la persona jurídica es «una absJracción del pensamiento jurídico. fundada en la realidad social, en virtud de la cual los grupos humanos organizados en atención a sus fines gozan de personalidad Jurídica y están dotadas de capacidad para ádquirir derechos y contraer obligaciones» (Buteler Cáceres). A diferencia del Código Civil, el nuevo Código no define a las personas jurídicas por exclusión, como io hace el art. 32 al establecer que <<Todos los entes susceptihles de adquirir derechos, o contraer obligaciones que no son personas de existencia visible, son perso~ nas de existencia ideal, o personas juridicas>•, ~n consonancia con el art. 39 del C.C. que establece que: ,«Serán , co~s1derad~s como enteramente distintas de sus míernbros;,. e1 Código umficado dispone que la persona jurídica tleue una personaHdad distinta del~ de su~ ~iembros (art. l 43l Por lo tanto, podrán ser demandadas por acc10n~s c1~·tfes y h~cerse ejecución de sus bienes en cumplimiento de sus ob!tgac1ones de igual modo que las personas humanas. Dijimos que el C.C. y C., en el Libro Primero, Título 2, trata las ((Personas Jurfdica:o;,. Este título se compone de tres capftuios: El Capítulo l: Parte generaL El Capituló 2: Asociaciones civiles, El Capítulo 3: Fundaciones, En tanto, el Código Civil y Comercial las define en el art. 141 expresando: f< San personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento .furídiro les confiere aptitud para adquirír dere- chos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación». 2. Antecedentes históricos e importancia actual La deno~ína~i6n Hpersonas jurídicasH füe acuñada por Savigny, sin em?argo su h1stona se remonta a la época del Imperio Romano. Fueron delmeadas cuando a las ciudades vencidas se las privó de su soberanía Y fueron reducidas al derecho de los particulares para ia gestión de ]os 208 Personas juridicas Man:.,at cte Derecho Prívado - Parte General hienes que quedaban; o sen que se recurre a un ente colectivo que actuaba en el derech(l u la par de los ciudadanos. Lueuo aparecieron los colegios sacerdotales, sociedades constituidas para,..rccaudar impuestos o para explotación d: mi~as, e~tre, otras. El cristianismo aportó también en la toma de conc1encia del fenomeno jurídico que presentaba la actívidad de estos entes. En el siglo XlX d capitalismo moderno las usó como el resorte principal de su expansión y predominio. , Pero la explicacíón y desarrollo de las personas jurídicas~ comen~aron a perder la simpleza de su enfoque prlmítivo cuando se }uzo preciso exolicar la naturaleza de ciertos sujetos uo ya humanos, a los que la ley pc~mltió la titularidad de derechos y obligaciones, Asi, el concepto de persona en ei derecho comprende no sólo 1,a noción Je hombre sino también la de ciertos grupos huma~os u ,ºr~a~1zaciones sociales a las que la ley atribuye una persunahdad Jund1.ca distinta de la de los miembros que la componen. La trascendencia de las personas jurídicas se advierte en el campo de las relaciones comerciales nacionales e internacionales, en la prestadón de servicios de toda clase, en los medios de cpmunicación; en tas ofertas educativas generales, en fa trasccndenc.ia que ha alcanzado! por t.al motivo, el factor objctlvo de atribución de responsabilidad civiL EH o deriva de que los emprendimienlos más significativos en la sociedad de nuestros días están en cabeza de organizaciones plasmadas como personas jurídicas y es excepcional que la~ actividades emp_res.arias que ímpactan en la sociedad y su economia tengan como titular exclusivo a la persona humana. 3. N,1trtraleza jurídica de las personas jurídicas Es uno de \os temas que más interés ha provocado entre los trarndistas. Las teorías modernas parten de un concepto genérico de sujeto de derecho que es todú aquél a quien el orden jurídico reconoce aptitud para ser titular de rdacion¡;:s jufldicas, íos que, a su vczt pueden ser sujetos ind1viduales o colectivos. Es de fundamental importancia a la hora de interpretar las normas sobre las personas jurídicas, ei estudio de las principales teorías elaboradas en torno de la naturaleza de las personas jurídicas. 209 a, Teorias El análisis de la esencia de los derechos subjetivos, unido a la idea de que sóio el hombre es persona, abre paso a la fonnación de tres grupos de 1eorias: a. Teoría de la ficción: parn la cual las únicas personas que realmente existen son los seres humanos, sícndo las persona,;; de existencía ideal meras creaciones del legislador que por una ficción jurídica se asimilan a ia persona indivíduaL Fue insinuada por Savignt y parte <le considerar al derecho subjetivo como «poder atribuido a una voluntad>L Sostiene: «Sólo los seres dotados de voluntad pueden ser personus,1. Pero el derecho positivo puede modificar este principio, ya sea negando la capacidad natural a algunos hombres (como en la esclavitud), ya sea extendiéndola a entes que no son hombres, personas jurídicas. Se recurre a una ficción consistente en admitir que tales entes piensan y quieren, aunque en verdad sean ineptos para eHo. Crítica a esta teoría: Se ha dicho que esquiva las dificultades sin resolvedas. Se la ha caracterizado como una «mentira_ técnica» y que no puede explicar la personalidad del Estado, Y, se pregunta Bel!uscio, ,,Si el Estado es persona ficticia. ¿Quién le confiere su personalidad?», Aquí ias personas jurídicas quedan asimiladas a los incapaces. Se sostiene que esta teoría conduce a la irresponsabilidad de las personas jurídicas por las consecuencias de la actividad ilícita de sus gestores. b, Las teorlas negatorias: Niegan ía existencia del sujeto de derecho colectivo, considerándolas patrimonios de afectación, bienes sin dueño, o sin sujeto, o de la propiedad colectiva, teorías que han sido re.batidas y superadas. Para los que sostienen que son un patrimonio de afectación, los pertenecientes a personas detenninadas y lo::; pertenecientes a un fin o destino especial. Quienes entienden que se trata de bienes sin sujeto, sostienen que las persunas jur(dicas no son stijetos: de derecho, simplemente porque el sujeto de derecho no existe. Otros opinan que la persona jurídica no es un sujeto rea! sino aparente. Hay quienes hablan de la propiedad colectiva. Estas teorías negatorias han sido critica<las y no han prosperado. e Teorías realistas: Son las que, negando también la ficción legal, encuentran la base real en que se asienta la eXistencia de las personas jurídicas en los miembros que la componen (Bclluscio). Para ellas las Manual de Derecho Privado ~ Parte Genura! Personas jurfOicas personas jurídicas son verdaderos sujetos de derecho, reconociendo como reales la existencia de éstas. Dentro de éstas se han desarrollado: c. J, Teoría organicista. Prevalece el realismo; Ja persona jurídica responde a la realidad de los fenómenos sociaies que indica una vida de la entidad> diversa de la de sus miembros. Y fundamentalmente se ha centrado en la voluntad y en el interés. c.2. Teoría de Michoud. Sostiene este autor que el derecho debe garantizar y llevar a la dignidad del derecho subjetivo no sólo los intereses individuales sino también los colectivos, porque el hombre es un ser social cuyo destino no puede cumplirse si nú asocia sus esfuerzos a los de sus semejantes y esta protección deber ser similar a la del interé:s individual, o sea, reconociéndole personalidad jurídica. Para ello, agrega, es necesario que exista un interés distinto al de los individuales, que tenga una organización capaz de representar la voluntad colectiva. c.3. Teoría de Saleilles: Este autor, refiriéndose al sujeto de derecho, expresa que «el hecho de que todo derecho requiera un presentan en 1a vida del derecho, es la configuraci:ón legui que reciben para particípar en el comercio juridko, por lo que bajo toda entidad hay un sustrato o soporte humano. Sostiene que el derecho objetivo nada invt'nta. Transforma esa figura en jurídica, transfonna la unidad sintética en unidad juridica. Las personas Juríd1cas son pues, entes ideales que sirven como formas jurídicas de unificación y concentración de derechos, obligaciones y potestades para fo procuración de intereses humanos. 210 sujeto no ha de concluirse que ese St{ieto deba ser exclusivamente la persona humana. Toda entidad autónoma Y productora de actividades jurídicas se convierte en sujeto de dérecho de:tde el momento en" que ella tenga una voluntad que le sea afectada para ejercer los poderes que le son atribuidos a tirulo de derecho». Para actuar en el orden jurídico la entidad requiere: 1) Perseguir un interés concordante con el interés socíal; 2) Tener una voluntad unifica~ da representativa del grupo; 3) Que esa voluntad actúe adaptándose físicamente a los individuos y constituya para la entidad, una voluntad función o una voluntad órgano de la personalídad. d. La teoría de la institución: Esta doctrina fue expuesta por Hauriou, jurista franris, desarrollada posteriormente por Renard. Para eHos <-1La Jnstrtución es una idea de obra o de empresa que se realiza v dura jurídicamente en un medio social .V que s1~jeta a su servicio ·volunu;des indefinidamente renovadas». Siguiendo este pensamiento se ha sostenido que «Toda institución debe estar dotada de órganos que gobiernan, la 'idea' a realizar debe ir acompañada de un )Joder' que, con su autoridad ordene la actividad de los individuos que actúan al servicio de la idean (Belluscio). e. Teoria de Ferrara: Para este autor, la persona jurídica es la vestimenta jurídica con que íos grupos de hombres o establecimientos se f Teorías jurídicas.' Para algunos autores el concepto de persona es un concepto solamente jurídico y debe ser extraído del derecho mismo, Alfredo Orgnz ve en la persona el «ser el término de impuración de derechos y deberes, el centro ideal <ie un conjrmro de relaciones Jurídicas actuales o solamente posibles>,. Es de advertir que para las teorías puramente jurídicas las soluciones referidas a capacidad y responsabilidad, se resuelven en el marco del derecho positivo y no de las teorías sobre su naturaleza juridíca. As{, esta persona es el ente capaz de derechos y deberes juridicos y la postura respecto a los interrogantes referidos. a su personaHdad dependerá de las necesidades sociales propias del momento valóradas l)or el legislador y por ende variarán en el tiempo y en el espacio (Orgaz). b. Concepciones (ICtua!es acerca de la personalidad de !as personas jurídicas Vélez Sarsfield, en el Código Civil, ha seguido a Savígny, principalmente cuando legisla sobre la representaciónt fi'.osteniendo que la.s personas jurídicas actúan por medio de sus representantes y que éstos lo hacen fuera de la persona juridica·. y cuando desecha la responsabilidad civil de la persona jurídica (art 43 C.C.). Sin erobargoi la perspe.ctiva actual se centra en las consecuencias más importantes que derivan de las teorías realistas de la personalidad jurídica; estas son: 1) Existe independencia entre la persona jurídica y su o sus miembros) ya que aquella nace como algo superior a éstos. 2) La actlvidad de 1a persona jurídica depende de la actuación en su nombre de las personas físicas que consütuyen sus órganos de acniación, y cuya actividad no constituye algo 212 Manual de Derecho Privado - Parle Genera! exterior y distinto, sino propio del ente colectivo. Esta es 1a llamada ,tteoria del órgano1> en materia de actuación del ente colectivo. 3'l La persona jurídica es responsable de 1a actuación lícíta e ilícita de sus órganos; tanto en el campo contrnctua] como en el cxtracontractuat y lo es de manera directa+ pues se entienden hechos personales de ia persona jurídica )os de sus órganos, y no de las personas humanas que actúan por ella (Lioverns). En este sentido, el Código Civil y Comercial t.11 el arL 1763, dice: {{La persona jurídica responde por íos daños que causaren quienes las dirigen o administran en i:jcrcicio o con ocasión de sus funciones>,, Como vemos, en el Código unificado ei princlpio general es e1 de la responsabilidad de la persona jurídica frente a terceros; no obstante~ hay normas expresas por las que sus <<-administradores responden en forma ilimitada v solidaria frente a la personajuridicá, sus miembros y terceros, por !os d~llos causados por su culpa en ei ejercicio o con ocasión de sus funciones por acción u omisíón» {arL l60 del C. C. y C.). El c_c_ y C. se acerca más a la;;, teorias de la realidad. Para ellas: las personas jurídicas son verdaderos sujetos de derecho y reconoce como real su ex.istenda en el mundo del derecho, El art. 143 del C. C, y C. expresa: {<Lü persona jurídica tiene una personalidad distinta de la de sus miembros. Los miembros no responden por .las obligaciones de las personas jurídicas, excepto en io.s supuestos que expresamente se prevén en este Títulv y l.o que disponga ]a ley especial». No obstant!;!, ia separación cm.re los miembros y el ente mismo no es absolula; tiene conw Hmíte lo que se Barna Hinoponibilidad de la personalidadjuridicm¡ que lleva a su <leseslimadún, E1 art. 144 C.C. y C. dispone: «La actuación que esté destinada a la consecución de fines ajenos a la persona jurídica, constituya un recurso para víolü.1· la ley, el orden públko o la buena fe_. o para frustrar derechos de cualquier persona, se impuw a quienes_ a titulo de socíos, a::iociados, miembros o controlantes directos o indirectos, la hicieron posible quienes rej,ponJcrán solidaria e ilimitadamente por !os perjuicio:; causados>>. (,Lo dispuesto se ap!icu sin a_feclar los derechos de los terceros de buena fi: y sin petjuiciu de tus responsabilidades personales de que puedan ser pasibles los partic1j>antes en lus hechos por los pe1juicios causados;,. Personas judditas 4. Caracteres Se ha dkho qu-c persona jurídica es una organización humana conformada por un sus_t:ato complejo (de uno o varios individuos) y de bienes a la ,que, e? a~enc10n a sus fines. se le reconoce la capacidad de derecho y as1 se la mv1sre de personalidadjurJdfoa (Bertoldi de Fourcade- Rubio). Es posible determinar elemenros esenciales comunes a todas las personas jurídicas. Tales son: 1) U,nidad: Es una conjunción de uno o varios individuos y bt~nes con un fin y objeto propio que es personificado, 0 umficado legalmente. Se caracteriza como la {<identidad>> de :a per~ona jurídica. Se tiene o no se tiene personalidad y es 1tnpos1ble concebir una persona a medias. 2) Autonomia: Tiene capacidad de ser titular de derechos distinta de ta de sus constituyentes, y se- le imputan lo~ derechos y obligaciones que le son propios (an. 143 e.e. y C.). No obstante esta capacidad se dirige al cumplimiento de su objeto y a los fines de su creadón. 3) ~e~a;ación pátrimvníal: El patrimonio de las personas JUndtcas constituye un patrimonio separado deJ de quienes la constituyen o integran. Esta separación patrímonial entre el sujeto y sus componentes puede darse más o menos nítidamente, pero es imprescindible para su existencia, Puede ser absoluta o más tenue. 4) Organización· En la persona jurídica existe siempre un grado de organizacíón; una estructura a través de la cual puede actuar como titular de derechos y obligaciones. Esta o_rganizac!ón se manifiesta externamente en !os estatutos que rigen la vida del ente ideal (arts. 157 y 158 e.e. v C.l. 5) Reconor:imiento estatal: El Estado rccon'oce la ~alídad de persona confbnne las reglas fijadas de antemano (genéricas o específicas) lo que además dará publicidad a su exi.stencfa (arts. 145 y 146 C.C. y C.). 5. Elementos . ~especto de los elementos se ha dicho que «en fa persona it1d1vtdual (hoy persona humana) su conformación esrá dada por 214 Manual de Oerncho PrlvaOo • Parte General un demento material o real v un elemento formal ú normativo. Esta doble conformación es comÍ,artída por las personas jurfdicas, pues ambas responden al concepto de persona» (Bertoldi de FourcadeRubio). J, Elemento material a real. El e]emento material está relacionado con el supuesto fáctico. Así como en la persona humana es el feto o el hombre va nacido, en este tipo de personas, generalmente su realidad se relacion; con la agrupación humana, Es decir, un sustrato un complejo organizado de individuos con una finalidad y un patrimonio propios a los que de-ben sumarse los requisitos específicos de cada ciase de persona jurídica. 1.1. Existencia de una o varias personas humanas. Las personas individuales están siempre presentes en las personas jurídicas, ya sea que se trate de una o varias. conformando su sustrato; es la llamada por los romanos universitas personarum. Ellos se manifiestan como fundadores y beneficiarios ert )as fundaciones, como los mlembros, socios o asociados en las asociaciones o sociedades y como operadores o representantes en todos estos entes. La complejidad de la organización humana puede ser mayor o menor, según el tipo de sociedad de que se trate. No debe confundírse 1a imprescindibil.idad de su existencia con la pluralidad de sus miembros. En efecto, una fundación no 1.a tiene ya ~ue puede nacer de la voluntad de un fundador, y se destina a realizar actividades para sus beneficiarios y estos no integran su estructura. Por su parte la ley general de sociedades) como ya se señaló, recepta la sociedad de un solo socio estableciendo en et art. lª que «... La sociedad unipersonal sólo se podrá constituir como sociedad anónima. La sociedad unipersonal no puede constituirse por una sociedad unipersonab>. Pueden mencionarse ias empresas unipersonales de responsabilidad limitadas a las que palses corno Japón, Alemania y Uruguay han reconocido, pero en nuestro país sólo podrán constituirse como sociedades anónimas (S.A.U.). J.2. Elemento patrimonial. El patrimonio de ia persona jurídica le es propio y por !o tanto separado del que corresponde a sus integrantes, y está destinado a la consecución del fin que persígue. La necesidad de que las personas jurídicas cuenten impresClndiblemente con un patrimo~ nio propio resulta de la )ey y la pérdida de éste la coloca en causal de disolución (L.G.S. 19.550). En materia de fundaciones al definirlas el art. Persona:. jurídicas 215 193 de! e.e. y e.. la exigencia de un patrimonio es evidente. Establece la disposición normativa <<Las fundaciones son personas jurídicas que se constituyen con una finalidad de bien común, sin propósito de lucro, mediante el aporte pntrimonia! de una o más personas, destinado a hacer posible ,~usfines)1_ Para la mayoría de la doctrina el patrimonio es uno de los atributos de ia persona jurídica. 1.3. Finalidad. Otro de los aspectos del elemento material es el fin. Esto responde al llamado <<principio de especiaiidad»; justifica y da razón a la persona jurídica que debe procurar alcanzar ei hien común que se identifica con la utilidad o bienestar social general, logrado mediata o inmediatamente, y con o sin fines de lucro, Este es por Jo tanto un elemento esencial. y la ímposibilidatl sobreviniente de lograr su objeto o su obtención constituyen una causal de disoluClón, Se ha dicho que el fin debe perseguir el bien común y tener utilidad sociaL En este sentido. debe entenderse como lo hacen Llambías v Borda que ta persecución del bíen común se logra de diferentes forrna·s según las modalidades que adquieran las personas jurídicas. Ellas varían desde las más altruistas perseguidas por las fundaciones y asociaciones que benefician a terceros, hasta las de las sociedades que se traducen en fines de. lucro. Procuran obtener un resultado provechoso en beriefi~ cio directo de sus miembros. pero indirectamente, contribuyen al desarrollo y al bienestar general. El prlncipio de la especialidad determina el límite de la capacidad y también se vincula con los fines perseguidos. 2. Elementofonna! o normativo. El elemento formal se vincuia con el aspecto normativo, es decir con la personalización ya que la ley es quien reconoce ]a capacidad de ser titular de derecho al sustrato material y Je acuerda autonomía, Así, las normas deben estab]ecer los requisitos y procedimientos que han de seguirse para lograr la ((Subjctlvizacíóm) jurídica de su elemento material. 2.1 Creación. El principio de la existencia de las personas jurídicas se prodnce en un acto de creación por impulso de voluntad privada. Este acto constitutivo puede revestir forma unilateral o piurilaternl de organización. Tales instrumentos traen aparejada potencia jurigena, producen el nacimiento de la persona jurídica y el Estado la reconoce,, ya sea por laconce.sión legal, por las disposiciones normativas de libre constitución o por un acto de autorización estatal. Podemos distinguir dos etapas en fa constitución de las personas jurídicas.: uno es el acto jurídico unilateral (en las fundaciones y en las 216 Manual de Derecho Privado " Parte GMera: S,A.U.) o plurilateraí de organización ~asociaciones o sociedades~ que contiene además de la voluntad co11.'1'ltitutiva, los atributos (nombre domicilio, patrimonio) la finalidad u objeto y hts pautas para el actuar de sus órganos y las nom;a& que han de regir la vida de la sociedad (estatutos). Tanto en los casos de tas asociaciones civiles (art. 169) como de las fundaciones (art. 193), el acto constimtivo debí! ser otorgado en instrumento público y obtener autorización del Estado para funcionar, Esta es declarativa de la personalidad jurídica con carácter retroactivo al momento mismo del acto constitutivo y es meramente complementario (Rivera), En otros casos, el contrato por d cual se constítuya o modifique una sociedad. :,e otorgará por instrumento público o privado y se inscribirá en el Registro Público; se impone el control de legalidad previo a la inscripción (art. 5" ley 19.550), 2.2. Capacidud de derecho. Se trata de un atributo que comparten las personas humanas con las personas jurídicas. Rige et principio deque la capacidad es la regla y la íncapacidad es la excepción. Parte de la doctrina sostiene que sí tendrían derechos de naturaleza extrapatrimonlal; se menciona el «derecho al buen nombre>> equiparado con el honor de las personas humanas, pero sólo para las que persiguen fines altruistas como las asociaciones y las fundaci01ms (Gierke, IVfid10ud); a la intimidad, en una posición francamente minoritaria (Ferreyra~Rubfo) o al dere,;ho a la libertad de prensa o de 1ibre asociación, pero nunca los propios de la persona humana (Crovi). Hemos anticipado que la capacidad de tas personas. jurídicas tiene sus parücularidades. Las limilaciones a ia capacidad dt: derecho de las personas jurídicas pueden resultar de ia ley I como en el supuesto de ia constitución de un usufruclo que no pueden ser por más de cíncuenta añps, limitación temporal que no tiene la persona humana. íínc. b) del art. 2152 del C.C. y C.). El principio de la especialidad ya referido, constituye otra Hmitación y consiste en que las personas jurídicas sólo poseen capacidad para alcanzar íos Cines propios. d.e la institudón. Al definir personas jurídicas, el ordenamiento juridico le confiere aptitud parn adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y Iosfines de su creación (,art. 141 del C.C, y C.). Por el principio de la naturaleza de las cosas, no podrían ejercer derechos derivados de las relaciones de familia. Pers,0nas jurídicas 217 II. CLASES Las personas J,ur~di~~s pueden ser de carácter público o prlvado. El problema de la_ distmc10n entre personas públicas y privadas no se pr~senta en Jos tipo~ de personas jurídicas que pueden llamarse exÚernos o tlpos p~rf:ctos, smo en fos típos intermedios, así, nadie duda que el Esta~o N:tcwnal es persona jurídica pública y sin embargo, cuesta trabaJt.: ~btcar a una empresa pública del Estado que comercializa bienes o serv1c10s~ como puede ser, AeroHneas Argentinas (Lloveras). , ~a con_se~uencia ~e esta distinción radica en que las personas ;uddtcas pubheas se rigen por o! derecho público, en tanto que las ~nvadas por el derecho privado. Esta afirmación sin embargo~ no importa desconocer que las personas jurídicas públicas pueden desa?'ºllar en parte su actividad en el campo del derecho privado y, a la mversa, las personas jurídicas privadas en el campo del derecho públic~. Como ej~mplo puede pensarse en la compra de una partida de automov1les reahzada por la Municipalidad, quien a pesar de ser persona jurídica_ pública, se somete en esa compra a las normas de la compraventa privada. El Códi~o CivH Y Comercial al realizar la clasificación de ]as pers.~nas Jur1d1cas, sigue el criterio del Código vefezano, y también considera que son públicas o privadas (art. 145). 1. Personas jurídicas públicas. Clases y caracteres Las personas jurídicas públicas, a su vez, se díviden en estatales y no estataJeg, 1<Como consecuencia del distinto régimen juridico a que se hallan sometidas resulta que: las personas jurídicas públicas se. ~ncuentran sujetas cuando son estatales a las leyes de contabthdad, obras públicas, y de procedimiento administrativos sus agentes son fimcionarios públicos, sus bienes son públicos ~ ~lgunos e~tran en la categoría de bienes de dominio público; s.,;s orga~os dicta ~ctos administrativos, y sus cuestiones se entienden en i·ta contencwso administrativo» (lJoveras). En la ~ómina de personas jurídicas públicas enunciadas en el art. l 4 ~, ademas dd Estado nacíonal, las provincias, los municipios y las ent,dades autárquicas, agrega: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y Manual de Derecho Prívado - Parte General Personas jurídlcas las demás organizaciones constituidas en la República a las que el ordenamiento jurídico atribuye ese carácter, Se mantiene el criterio que sostiene que es el derecho el que atribuye la personalidad jurídica con el carácter de públicas. Incluye en esta clasificación a fos Estados extranjeros, y continúa: carácter de tal se establece o resulta de su finalidad y nonnas de funcionamiento. 218 «Las organizaciones a las que el derecho internacional público reconozca personalidad jurídica y toda otra persona jurídica constituida en el extranjero cuyo carácter público resulte de su derecho aplicable». Y en el inciso e) nombra a la Iglesia Católica, Las personas juridicas públicas no estatales. Sus caracteres Su creación puede ser estatal o de origen privado, pero siempre está ligada al Estado por una relación de derecho público, poseen una personalidad jurídica propia, un patrimonio no estatal. al menos mayorí~ tariamente, pueden poseer asignación legal de recursos- como la facultad de cobrar tasas, tarifas- están sujetas a fiscalización de la actividad que desarrollan- y que les ha sido transferida pot el Estado- y los daños y perjuicios que ocasionen sus órganos o agentes no acarrean la responsabilidad del Estado, porque no son estatales y sus funcionarios no son empleados públicos, salvo que nna ley disponga lo contrarío. Ejemplo de ellas son la Iglesia Católica, los colegios profesionales que poseen el gobierno de la matrícula, las cajas de jubilaciones, la Universidad Católica de Córdoba, los sindicatos, etc. 219 , En cuanto al ré~imen aplicable, el art 150 establece que «se rigen a; por norm~1s unperativas de la ley especial, o en su defecto de t:'"'. este. Cod~go. bj por las normas del acto constitutivo con sus modificacwnes y de fo_ s rea/amento, · e. ~, r·¡1rava1'ecen . ,, , 1·a,·, pr . !meras en raso de divergench~) el por las normas supletorias de leyes especiales, o en ,su defecto por farde e~te r,·1ut,, • fa- ,, ¡,e•,·,n · · ·¡·teas que . , ,. ,,, e as1uru se consfttuyan en el extranjero, se rigen por la lev General de Sociedades>>. 0 V Por_ lo tanto puede afirmarse que en el Código unificado se mantiene elpnnc1p10 _de!ª llbert_a~ corporativ~; se agrega el tratamiento integral de la~ asociacwnes c1v1les, y las jundaciones y. como se ha dicho, menciona pero no regula a las mutuales. las cooperativas y el consorcio de propiedad horizontal. •· En los Fu.ndamentos del Anteproyecto se expresa que sí bien existen nonn:" especificas para las mutuales (ley 20.321) y las cooperativas (lev 20,33 !). se _mduye su mención con un criterio general para favorec~r que los ~ar~1culares puedan asociarse sohdariamente y coparticipen en ~l c_u~1plmmmto de ios fines, dándole singul.ar importancia a ]a !{Seguridad 1und1ca,1 en esta regulación. , Las comunida_de~ indígenas, previstas en c1 Anteproyecto con este caract~r, fueron ehmmadas y su regulación se remite a una ley especial (C:ov1J. No obstante, están contempladas en el art. 18 del Código umficado, reconociéndoles derecho a ia <<posesión v propiedad comunitaria de la tierra ... ». · 2. Personas jurídicas privadas: clases y enunciación Las personas jurídicas privadas están enunciadas en el art, 148 del C.C. y C. y las enumera en nueve incisos: a) Las sociedades; b) las asociaciones civiles; e) las simples asociaciones, llamadas también .:<asociación simple>)); d) las fundaCiones; e) las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas; f) las mutuales (ley 20.321); g) las cooperativas (ley 20.337); h) el consorcio de propiedad horizontal (las menciona, y utiliza el ténnlno <<propiedad» y no <.(copropiedad>> como la ley 13.512, mas no trae el nuevo Código normativa específica); i) toda otra contemplada en disposiciones de este Código o en otras leyes y cuyo a. Asociaciones, fundaciones: noción y caracteres La asociación es la personificación de un conjunto de individuos agrupados con miras a conseguir un fin común (Ennecerus) . En sentido estricto es la unión de personas con fines no- lucrativos Así, las «asociaciones civiles» reguladas por el Código Civil y Comercial: a part1r del art: 168, <<no pueden perseguir el lucro como fin principaln, est~ ~s reparnr b~nefidos entre sus asociados; pero pue.den realizar ac11v1dades fucrat1vas para su normal desenvolvimiento, 220 Personas Júrídli;as Mantia! de Derectio Privado ~ Parte General Las asociaciones civile:i y las fundaciones tienen ~equisit~s comunes, ellos son: 1) un acto constitutivo; 2) un objeto de b1en cm1:un; 3) un patrimonio propio; 4) un estatuto que establezca ~u capacidad para adoulrir bienes y 5) la autorización estatal para func10nar. , · Respecto del objeto de las asociaciones civiles, el art .. 168 ~liado, establee~ que <<deben tener un objeto que no sea cont~ano ,ªi mterés general O al bien comúm;, y da un~ idea acabada de mteres ~eneral estableciendo que {;.se interpreta dentro del respeto ~ .las dwe:~~s identidades, creencías y tradiciones, sean culturales, rehg10sas, artlistlcas. literarias, sociales, políticas o étnicas, que no vulneren tos valores constituciona¡es)), 1Jna vez más obsl';rvamos cómo el Código wlificado pone el acento en valores constitucionales, tales como la igu~ida~, e1 res~eto de la dignidad de la persona humana, la no discrimmac1ón, la hbertad, la tolerancia, etc. Al respecto se ha sostenido: «El nuevo Código inco.rpor~do la doctrina de la Corte 1',iaciunal en el caso «ALl~» (}a{/os 329~ 5266j, quien apoyándose en una opinión cu~1sulto:a de, la Cor:e Jnter,mnericcma de Derechos .}Jummws, recordo que (<el tuen connm debe interpretarse como integ1-ante del orden público de los Estados democráticos, y que es posible enrenderlv como un ~once.pro referente a las condiciones de la vida social que permlfe ª_ los i~tegrantes de la comunidad, alcanzar el mayor gra~~ de_ desarr~l!o personal y la mayor vigeucia de valores democrat~cos~ (~ro~1): Como se señaló, no pueden perseguir el lucro como fm pnn~1~a1, m para sus miembros O terceros. Esto último se ha inte~pretado d1c1endo que el fin principal no debe ser el lucro pero, eso no sigmfi,ca ~ue.no pueda realizar actividades lucrativas, parn su normal desenvo.lv1.m1ento. ~n rigor de verdad, es lo qu.e hacen. pues de lo contrano no podnan füncíonar para cumplir sus fines, El acto constitutivo, cuyo contenido está previsto en el art 17?; d7~e ser otorgado por instmmcnto público y w1a vez ot.orgada la autonz~c1on estatal para funcionar, ser inscripto en e1 reg1~tro corres~o~~iente. Hasta ta inscripdón se aplican las normas de la simple asociac10n, Respecto de la administración) entre otras cuest1on~s, exige que lo: miembros de la Comisí6n Directiva deben ser asociados, Y estara constituida pm un Presídente, Secretario y Tesorero, el resto de los integrantes tienen el carácter de vocales (art. 171). ?ª 22í Se regula la fiscalización, y se establece que ésta puede recaer en personas no asociadas. Estará a cargo de uno o más revisores de cuentas, y será obHgatoría en las asociaciones con más de cíen asociados, Se fijan algunas incompatibilidades para integrar el órgano de fiscaHzacióni v.gr.: no pueden ser integrantes del órgano de fiscalización y al mismo tiempo integrar ia comisión directiva 1 ni ser certificantes de estado& contables, Estas incompatibilidades se extienden a los cónyuges, cmwivientes, parientes aún por afinidad en línea recta en todos los grados, y colaterales dentro del cuarto grado (art. I 72). Se trata, además del contralor del Estado (art.174), la participación en los actos de gobierno (art. 175) y cesación en el cargo. El art. 176 impone que los directivos tengan plena capacidad para funcionar como tales: establece que cesan en sus funciones además <le por causa de muerte, dedaración de incapacidad, o capacidad restringida1 inhabilitación 1 vencimiento del lapso, renuncia, remoción; y cualquier otra establecida en el estatuto. El art. 177 ~ trata de los supuestos de 1a extinción de la responsabilidad. Se regulan, asimismo, la participación en las asambleas, renuncia, exclusión~ responsabiliM dad e intransmisibilidad de la calidad de asociado. La disolución, liquidación, su procedimiento, y las normas supletorias, se abordan desde el art. 178 al art, 186 inclusive. Las fundaciones La <<fundación» es entendida como «toda afectación de un fondo o de ciertos recursos a una obra de interé,.s social» (Salvat). En sentido estricto sólo hay «fundacióm> cuando se crea, para dicha obra de interés social~ una persona jurídica en ]a que se afecta un patrimonio para la realización de fines altruistas. (Llambías). Si en ías asociaciones el elemento caracteristicc,son los miembros, en las fundaciones lo es el patrímonio. Por ello estas últimas no tienen miembros, sino beneficiarios. Tiene su sustento en la voluntad del fundador que señala el fin de bien común que constituirá el objeto de ésta y aporta los bienes necesarios para alcanzarlo, Pero, una vez constituida, el fundador queda totalmente apartado de ella, no es miembro, aunque puede reservarse un cargo en su organismo administrativo. Sólo puede tener fines exclusivamente altruistas, de modo que su actuación se desarrolla con relación a terceros. denominados beneficia~ rios, que son los destinados a gozar de los servicios que ésta preste. Manual de Derecho Privado • Parta General Personas jurídicas El Código unificado legisla extensamente este tema en el Capítulo 3 que consta de siete secciones y abarca desde el art. 193 al art. 224. En cambio, 1a fimdación es heterónoma porque la voiuntnd es del o los fundadores que es extraña a ellas; es decir, la voluntad es del fundador Y el interés de los beneficiarios; éstos están fuera dei ente· realiza un interés ajeno; la finalidad deviene del fundador; hav u~ patrimonio inicial suministrado por éste. quien le da una vida preestable~ida; 222 Es clara la noción de fundación que brinda el art. 193 que expresa: «Las fundaciones san personas Jurídicas que se constituyen con una finalidad de bien común, sin propósito de lucro, mediante el aporte patrimonial de una o mds personas, destinado a hacer posible sus fines>'. Por lo tanto, observamos que las fündacíones no pueden existir sin patrimonio dado que no podrían cumplir con su objetivo. Deben constituirse necesariamente por instrumento público y solicitar y obtener autorización del Estado para funcionar. Aunque también podrán constituirse por disposición de última voluntad. El acto de constitución es el instrumento público, noción más amplia que la de escritura pública, Establece los requisitos que debe contener el instrumento, se pronuncia sobre los aportes, la irrevocabilidad de las promesas de donación y su cumplimiento. Se ocupa del gobierno Y administración, Los fundadores pueden ocupar cargos en la administración y sus integrantes pueden ser permanentes o temporarios; se destaca que éstos no pueden recibir retribuciones, sino que su cometido es de carácter honorario. Legisla sobre acefalía y los derechos y obligaciones de los integrantes del Consejo de Administración. Se ocupa de las reuniones ordínarias y extraordinarias de éste o del Comité Ejecutivo si es pluripcrsonal, del quórum y mayoría para resolver y de la remoción de los miembros del Consejo. Establece el deber de información a la autoridad de contralor y regula la reforma de los estatutos y la disolución del ente. El Capítulo Seis se ocupa de las fundaciones creadas por disposición testamentaria y el Capítulo Siete trata de la autoridad de contralor. Se advierte que~ además de contemplar aspectos ya -contenidos en la ley 19.836 derogada, que constituía el mareo legal de estas instituciones, ,se da solución a cuestiones que se debatían en la doctrina y en ia jurisprudencia respecto a la dinámica de las fundaciones. Si quisiéramos hacer un parangón entre asociaciones y fimdacio~ nes diriamos que las primeras son autónomas, la voluntad y el interés residen en sus miembros; hav un núcleo de interesados; realizan un fin propio, ei patrimonio es pr~visto por sus miembros. En cuanto a la voluntad, se mueve libremente y tiende a un fin; tiene órganos dominan~ ies y el elemento típico son sus «miembros». 223 el elemento típico son <dos fondos o recursos>). Como se ha señalado, ambas formas de personas jurídicas tien:n en común que s1.1s fines no son lucrativos; es decir, persiguen el bien común y no reparten las ganancias que obtengan de su activídad entre sus miembros o beneficiarios sino que éstas 'se aplican al logro del objeto. b. Simples asociaciones o asociaciones s·imples. Concepto y distin- ciones Están legisladas en el nuevo Código Civil y Comercial en la Sección 2' del Capítulo 2, del Título II, del Libro Primero, desde el art.l 87 al art. ! 92 inclusive. Ef hecho de que exista libertad de asociación no implica necesariamente el otorgamiento de la personería jurídica, :t¿uc~?s grupos humano;; ~asociaciones~ füncionan sin requerír autonzacrnn estatal. Su actividad tiene similares características a ¡a asociación que ha obtenldo reconocimlento estatal. Por ejemplo: diversas asociaciones reiigfosas 1 deportivas, culturales, etc. A diferencia de-las asociaciones civiles, en las simples asociaciones. llamadas también «asociación simple.» por el Código unificado, el ac/o cn.nstitutivo <<debe ser otorgado por instrumento púbHco o por instrumento privado, con firma certificada por escribano público. Al nombre debe agregárse]e <<simple asodacióm, o asocfoción simpleH (art.187}. , S~ ~igen por lo dispuesto para las asociaciones civiles. y fas d1spos1e10nes especiales~ y pueden prescindir de] órgano de fiscalización las asociaciones con menos de veinte.asociados. En este último caso todos los miembros pueden ejercer directamente el derecho de fiscalización y consulta de libros (art ] 90}. En caso de insolvencia, esto es la insuficiencia de los bienes de ta asociación para hacer frente a las deudas, el administrador es solidaria- 224 Manual de Derecho P;ivado - Pa1te Genernl mente responsable, mas {dos bienes personales de cada una de esas personas no pueden ser afectados al pago de fas deudas. de la asociac1ón, sino despues de haber salisfecho a sus acreedores individuales» (art 191 ). Quienes obren en -su nombre y representaciPn debe'rán acreditar su leg1timación, v.gr. en caso de un acto de venta de un inmueble por parte de la asociación simple, o simple asociación, deberán exhibir los estatutos, v mínimamente, la realización de una asamblea con firma certificada· por escfJbano público, para acreditar dicha legitimación. Respecto de la capacidad, estas entídades; a partir del acto constitutivo, tienen aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación (surge del art. 141 que define persona j ur1dica) y del art. 148 que expresa: «son personas jurídicas privadas: ... inciso e) las simples asociaciones;:. Estos entes se rigen en cuanto a su acto constitutivo, gobierno~ administración, s.odos, órganos de fiscalización y funcionamiento, por lo dispuesto para las asociaciones civiles y las {<disposiciones especiales de este Capitulm,, dice el art. 188 (se refiere al Capitulo 2), Recordemos que el Capítulo 2, en su Sección 11\ legisla sobre las Asociaciones civiles, y en el art. 169 exige la inscripción en el registro respectivo y agrega: «Hasta la inscripción (se refiere a las asociaciones civiies) se aplican las normas de la simple asociación». Deben tener un objeto Hcito y no se requiere un objeto de bien común como para las asociaciones que han de obtener autorización del Estado para funcionar. En cuanto a la responsabilidad, sus asociados y fundadores no serán responsables por !as deudas de la entidad, estando sólo obligados al pago de !as contribuciones prometidas o las cuotas sociales. El fundador o asociado que no intervino en la administración no está obligado por las deudas de la entidad, sino hasta la concurrencia de la contribución prometída o de tas cuotas impagas {art 192), Como se advierte, el Código unificado pone fin a una disputa respecto a si debían o no ser consideradas personas jurídicas~ al establecer en el art. 189, que su existencia como persona jurídica c.;:omienza desde ta fecha de] acto constitutivo, Son personas jurídicas y por tanto se conforma el centro de imputación normativo. Personas Juridicas 225 c. Las mutuales Y cooperativas: nociones y caracteres Las m uruales Es~~n regidas por Ia ley 20.321 y de los artículos: siguientes surgen su noc1on y caracteres: <(Son asociaciones mutuales las e t·+ ·d l'b · fi ons hUl as 1 remen~e sm me~ de lucro por personas inspiradas en Ja solidari<lad con el obJeto ~e brmdarse ayuda reciproca frente a riesgos eventuale; o de concurnr a. su bienestar material y espiritual medt' t ,, peno "d'H.::a>> {art. 2º}. , an e una contri'buc10n Ei art, 4º trata de las ~restaciones y expresa: «Son prestacioñes mutuales aqu~llas que, mediante la contribución o ahorro de sus asociados o .cualquier otro recurso lícito, tiene por objeto ]a satisfacción de ~ecesidades d~ los socios ya sea mediante asistencia médica; fannacéut1ca, otorgam1ent~ ?e subsidios, préstamos, seguros, construcción y co~p_raventa de ~1v1endas; _p:om~ción cultural. educativa, deportiva y tur1sttca, prestaclon ~e serv1c10s funebres, como asi también cualquiera otra que tenga por ob3eto alcanzarles bienestar material y espiritual, Los ahorr~s de los aso.ciados pueden gozar de un beneficio que estimule la capacidad ahorrativa. de los mismos>,. -~n su art. 7º trata de las c~ndiciones que deben reunir las personas p~r~ mgr.esar a 1a mutual, relac10nada_s con su profesión, oficio, empJeo, na.crn_n~ltda~, .edad. sexo u otras c1rcunstancias que no afecten los pnnc1p10s bas1cos del mutualismo. No podrán establecerse diferencia~ de credos, razas o ideologías. 2! En s~ art. r~gula el patrimonio de las asociaciones mutuales, eJ que estara const,mudo: a) por las cuotas y demás aportes sociales; b) por lus bwnes adqumdos y sus frutos; e) por las contribuciones, legados y subs1dms y d) por todo otro recurso lícito, Las cooperativas J J 1 l S~gún Alfredo AJthaus, eJ concepto de cooperativa dista mucho de ser umfonne en La doctrina que se ha ocupado del tema ha infl ·d el! '¡ l d' 'd d , m o en o nos~,º a 1vers1 a de concepciones acerca de Ia naturaleza de 1a cooperac10n y el papel que está llamada a cumplir en la sociedad sino t~mb1én l~s peculi_aridades de los sistemas legislativos. que dificult~n las fornmlucrnnes universalmente válidas. ] La Alianza Cooperativa Internacional 1 según sus estatutos reformados en el Congreso de Praga en 1948, considera cooperativa, cualquiera l 226 Manual de Oerncho Privado Parte General M Personas jutfdicas sea su constitución legal, a toda asociación de personas que tiene por Número mínimo de i O asociado.s en ias cooperatlvas de prímer grado, salvo las excepciones admitidas por 1a autoridad de aplicación. fin el mejoramiento económico y social de sus miembros por la explotación de una empresa sobre la base de la ayuda reciproca Y que se conforma a los principios de Rochdale. Dichos principios, en su formulación dada por el XXV Congreso <le la Alianza Cooperativa Internacional, celebrado en Viena en septiembre de 1966, a grandes rasgos, fueron enunciados de la siguiente manera: l. La adhesión a una cooperativa debe ser voluntaria y abierta a todas las personas que puedan hacer uso de sus servicios y acepten las responsabilidades inherentes a su afiliación; no debe haber restricciones artificíales ni discriminaciones sociales, politicas y religiosas. 2. Son organizaciones democráticas. 3. El capital accionario debe ser con tasa de interés limitada. 4. Los excedentes o ahorros producidos por las operaciones de una cooperativa, pertenecen a los asociados. 5. Todas las cooperativas deben tomar providencias para la educación de sus miembros, empleados, dirigentes y público en general. 6. las cooperativas deben colaborar en los distintos niveles nacional, provincia], municipal, con otras cooperativas. Se encuentran reguladas por la ley 20.337, y sus caracteres más relevantes son: Gestión de servicio constitutiva de su causa y objeto enderezada a la satisfacción de necesidades de sus usuarios. Mutualidad prevaleciente, en cuya virtud las cooperativas sólo pueden prestar servicios a sus asociados, con las excepciones establecidas por la autoridad de aplicación. Variabilidad de personas y capital. Duración ilimitada. Gestión democrática. Neutralidad polílíca y religiosa. No pudiendo la propaganda de ideas referidas a esta materia erigirse en fin principal ni acce~ sorío de la cooperativa. Fomento de la educación cooperativa, Previsión de la integración cooperativa. 227 La responsabilidad de los asociados está limitada al monto de las cuotas de capital suscriptas. Personalismo, en razón de poder adquirirse la calidad de asocia~ do por la participación en el acto constitutrvo, y con posterioridad mediante soHcitud dirJgida al consejo de administración, El capital está dividido en cuotas sociales indivisibles y de igual valor. • Organicismo diferenciado. - La denominación social no debe inducir a suponer un campo de operaciones distinto del previsto por el estatuto o la existencia de ?n propósito contrario a fa prohibición legal de la propaganda de tdeas políticas, religiosas, religión o ra;r,a, debiendo inciufr los términos «cooperativa}> y (<limitada>;,, o sus abreviaturas. III. ATRIBUTOS DE LAS. PERSONAS JURIDICAS Los atributos de las personas jurídicas, como calidades propias de esta clase d~ ?~rsonás ~onforme se anticipara, son los siguientes; nombre, dom1c1ho, capacidad y patrimonio. l. El nombre Se trata de un atributo de las personas en general, por ]o que t;nto fas personas humanas como las jurídicas deben tenerlo. La importancia del nombre en las personas jurldicas resulta de sus funci01~es1 ya que las identifica e individuaUza en sus relaciones jurídicas Ype~ute que los efectos de los actos celebrados por quienes lo emplean se le imputen. Nombre es el ténnino genérico que puede revestir Ja forma de una (<razón social» o una «denominación>>. La razón social se fonna con el nombre de alguno, algunos o todo$ los socios debiendo contener las pafobras «y compafüm) o su abreviatura si en ella no figuran fos nombres 22P. Manual de Oe,echo Privado - Parte Genera! de túdos íos socios (art. 126 L.G,S,), Llevan razón social las sociedades en las que los socios responden solidaría e ilimitada.mente aunque en fomrn subsidiaria, por ias obligaciones socfales, v.gr. sociedades colee... ti vas o capttai u industria o en comandita, La denominación 1..~s el nombre social (arts, 147, 164 LG.S.) y puede consistir en un nombre de fantasía o bien contener el nombre de uno, o más socios o de alguna persona fls.i.::-a aunque no socio y debe contener la .indicación <,socieda<l <le responsabilidad limitada>,, su abreviatura o la sigla S.R.L. o la expresión {<Sociedad anónima», su abreviatura o la sigla S.A. en su caso, Las normas que regulan el nombre de }as personas jurídicas se encuentran en los distintos cuerpos normativos que las rígen. Así, tas personas jurídicas de carácter privado tienen una forma de designación sometidas a regimenes jurídicos variables., pues todos ios ordenamientos reft:ridos a su funcionamiento establecen directa o indirectamente la necesidad de incluir su forma de d-esignacíón en lo~ instrumentos de constitución. El arL 151 del e.e. y e., establece respecto del nombre: «La persona juridíca debe tener un nombre que la identifique conw tal, con e! aditamento indicativo de ia forma jurídica adoptada. La persona jurídica en Uquidación debe aclarar esta circunstancia en la utilización di: su nombre_•), Y conrinúa: «m nombre debe satisfacer recaudos de veracidad, novedad y aptitud distintiva, tanto respecto de otros nombres, como de marcas, nombres de fantasía u otras formas de referencia a bienes o servicios, se relacionen o no con el objelo de la persona jurídica. No puede contener términos o expresíones contrarios a Ia ley, el orden pUb1ico o las buenas costwnbres ni inducir a error sobre la clase u objeto de la persona jurídica. La inclusión en e! nombre de la persona jurídica del nombre de personas humanas requiere la conformidad de éstas, que se presume si son miembros. Sus herederos pueden oponerse a la continuación del uso, si acreditan perjuicios materiales o morales>->. Una vez más deja plasmado en una norma la necesidad del respeto a la ley; el ordt:n púbJico y las buenas costumbres. Respecto deJ nombre de las fwuiaciones, el art. 195 establece que: «el instrumento debe ser presentado por la autoridad de contralor para su aprobación y contener: nombre y domicilio de la fundaciómt. El arL l 70 en relación con el nombre de ias asociaciones establece qu~ el acto constitutivo debe contener: el nombre de la asociación con el aditarnento: «Asociación civ¡b, antepuesto o pospuesto, Personas jurídicas 229 R~specto de las simples asociaciones 1 aI nombre también debe agreg~rse_I~, a~tepuesto o pospuesto el aditamento <(simple asociacióm> o asoc1ac1011 simple» (art. 187). J' . ~o~perativas mutuales: La ley 20.337 de cooperativas requiere la elección de una \<denominación» en su art , 8º me, · , ¡. En tanto que la !ey 20.231, de mutuales, expresa en su art 6º ínc. a) que d estatuto deberá contener el nombre de la mutual, La Ley General_ de Sociedades, establece la necesidad de que la ~orma de denornmacmn figure en el instrumento de constitución ( ar/ J 1 me. 2). · , En to~os los supuest?~~ l~ omísión de la mención que identifica el tipo social hara ilnmtada v" solidariame 11te a ¡os representantes , res:ponsabie . de la_ s?ciedad Juntamente con ésta, por los actos que celebren en esas condicmnes, 2. El domicilio , ~s otro d~. íos atributos de fa persona, podemos decir que es una c~::dtdad p,ropta de las persona humanas y de las jurídicas y supone una vmcu1ac1ón con el espacio. El domicilio es la sede legal de una persona, su asiento jurídico. Es et iugar donde el derecho la sitúa para la generalidad de sus relaciones Las person~s jurídicas deben poseer necesariamente un domicilio~ fin de poder ub1carlas en el terrítorio. El domicilio de las personas jurídicas privaqas se detennina gene:~lmente ~n el acto de ~reacíón o fundación Y~ aigunas veces, ;n su cS t atut~, ~1_n perder de v1sta que en algunos casos se puede determinar el don_uctlw en el acto de autorización cuando ésta es necesaria 0 requer~da por!ª iey, Este domicilio es, entonces, siempre legal aunque no este , enunciado . . . expresamente en el art . 74 , e .e , y· e . L a norma t·1va ~rev~ _la, p~s1bll_1~ad de tener dorniciH_o. social para las obligaciones ontratdas 1dent1~1cado de manera gene-nea mientras que la sede es el luga~ ~~nde funcw~a la administración; se legista sobre el cambio de dom1c1ho, qu.e requtere modificación del estatuto lo que no es necesario pata el cambrn de la sede so<:iaL 230 Pt!fsonas jurídicas Mar,ua\ de Derecho Privado • Parte General W: La exigencia de la determinación de un domicilio, por se: a_tributo, requiere e.star detenninado en todas las fonnas de persona iur1d1ca. Po: ejemplo, en la asociación civil (art. 170 inc, d), en la~fündacmnes .(art. 19, inc. b), ley 19.550 (art. 11 ínc, 2) que exige la fijacion del dom1c1ho de la sociedad en el instrumento constitutivo, Por su parte, la ley 20.33 7 (art. 8º inc, J) de cooperativas exige que el estatuto contenga el domicilio del ente. En la ley 20.321 (art. 6ª inc. b) de asocíadones mutuales se expresa que <<el estatuto social deberá. contener el domicilio de la mutual», . Finalmente cuando la persona jurídica de que se trate posee vanos establecimíent;s o sucursales; tiene en cada uno de éstos, un domicilio especial para el ejercicio de sus derechos y cumplimiento de }as obiigaciones que allí se contraigan 231 Agencia: Es una mera oficina administrativa sin atribuciones para celebrar negocios directame.nte, sino que se establece para administrar los ya celebrndos (v.gr. entregar mercaderías~ cobrar etc.) o tambi¿u para facilitar su celebración; v.gr. recibir pedidos etc. Establecimiento: La expresión tiene varios significados: 1) La ley l l .867 de transferencia de fondo de comercio, la utiliza como sinónimo de fondo de comercio, 2) Parte de ia doctrina, como lugar geográfico en que se halla la sede de la empresa; 3) En la organización de la empresa, le cabe el concepto a una unidad económica o técnica de producción. Con este último concepto se qulere señalar que en esta unidad, quien se halle a su cargo no tiene autonomía juridica para celebrar negocios con los terceros ~supuesto en el L-1-tal se trataría de una sucursal- aun cuando se acepta que pueda contratar empleados y obreros para el establecimiento, o hacer adquisiciones secundarias. (v.gr. gastos menores). Domicilio y sede de las sociedades Según reza el art. 2' de la L.G.S., el domicilio de, la sociedad comercial debe estar indicado en el instrumento const1tutwo (v.gr, estatuto de la S.A.; contrato social de la S.R.L.) y es el asiento jmídico del ente socia\. Es donde la ley sitúa a dicha entidad para el cumphm1ento de sus obligaciones y para el ejercicio de sus derechos. A esto se refiere la ley cuando se habla de domicilio, pues éste determina la competencia judicial, Es la localidad o la provincia en que se establece o asienta, Tal como anticipamos, el lugar en que se encuentra la administración se llama «sede social». La sociedad debe inscribir un domicilio, Este domicilio inscripto determína la competencia judicial, salvu que haya sido constituido ~r la soc_iedad, sin motivo en un lugar diferente de aquél en que la entidad reabza su actividad. Esto hace presumir que lo ha hecho para entorpecer o defraudar a sus acreedores o para eludir la competencia de ciertos tribunales. Dice Halperin que es importante distinguir diferentes conceptos: Sucursal: Es la dependencia con limitada autonomía jurídica para celebrar negocios a cuyo frente se halla un gerente y debe ser inscripta debidamente. Lleva su propia contabilidad -aunque luego se vuelque en la de la administración central- y tiene domicilio especial para ia ejecución de las obligaciones allí contraídas, Filial: La filial plantea problemas jurídicos especiales, porque mientras la sucunrnl, la agencia y el establecimiento aparecen ante los terceros ímegrando jurídicamente la sociedad, de la que só_lo son expresiones di; descentralización, la filial se constituye con in dependen~ cia jurídica. Aparece como una persona jurídica autónon,a 1 con un ;~apital propio, una organizacíón para si misma, con el agregado de que tiene un objeto propio cuando actúa en la sede de la entidad madre (comercialización de la producción) y uno común en todo o en parte, cuando lo hace en otra sede, generalmente en el extranjero o en un co1onia, índependencia formal más acentuada cuando se la hace funcío~ nar como una sociedad. Conc1uye HaJperín: «La personalidad jurídica no es wwfiJrmula mágica qué permita transformar la realidad y hacer de lo blanco, negro y de lo negro blanco; no es más que a-n remedio técnico por el cual la ley permite que un grupo de personas persiga el jin licito común que los reúne, actuando como una unidad. De ahi sus limitaciones y que sea licito apartarla cuando sea instrumemo pan" violar la ley, o de íraude, o para pC!rjudicar a terceros, o para disfrazar la realidad económica con fines lorcidos, etc.;;. Y agrega: <<El tópico adquiere importancia cuando cualquiera de las .wciedadcs del grupo cae en estado de quiebra,- si la de la matriz provoca la de la filial o si la matriz es responsable por las obligaciones de la filio! o si la matriz responsable por las obligaciones de la jilía!, 233 Manual de l)erncho Pí!vado - Parte General Personas ju1ldícas pn1hiemas que deben contestarse afirmativamente, acorde con la solución consagrada poi· lo jurisprudencia y doctrinas francesas. como una aplicación lógica {ÍC la concepción fundamental de la que se les asigna. Los aportes se consideran transferidos en propiedad, si no consta expresamente su aporte de uso y goce>,. Con respecto a las Jlmdaciones, el C.C, y C. cuando proporciona el concepto; dispone en el i::i,rt. 193: «.Concepto. Las fundaciones son personas juridicas que se constituyen con una finalidad de blen común sin propósito de lucro, mediante el aporte patrimonial de una o más personas, destinado a hacer posible sus fines ... >>. La ley 19.550, al establecer los requisitos que debe contener el i11strumentú de constitución, señala al capital social, que deberá ser expresado en moneda argentina, y la mencíón del aporte de cada socio. En el caso de las sociedades unipersonales, el capital deberá ser integrado totalmente en el acto constitutivo (art. 11 inc. 4). 232 personalidad juridica>>Comu síntesis, el Código Cívil y Comercíal expresa en su art. 152: (;Domicilio v sede social_ El domicilio de la persona jurídica es el Jijado en s~,s estatutos o en fo autori::,nción que se le d!o .para funcionar. La persona jurídica c¡ue posee muchos establec1mt~n.tos sucursales tiene su domidlio especial en el lugar de dtcnos 0 establecimientos sólo para la ejecución de las obligaciones allí contraídas. Ef cumbia de domicilio requiere modificación del estaff tuto. El cambio de sede, si no forma parte del estatuto, puede ser resuelto por ei órgano de administraciónk El Código unificado resueive un tema canfüctivo que se ha presentado con ias notificaciones de las demandas ju<liciaíes a bs personas jurídicas, estableciendo en el arL 153 que se t~ndrim por válidas Y vinculantes para la personajuridica, las notificac10nes efectuadas en la sede inscripta (Crovl). 3. F,l patrimonio El patrimonio es un atributo propio de la persuna jurídica ya que necesita de un conjunto de bienes para cumplir con los fines que se ha propuesto y para los cuales ha sido creada; esto, a diferencia de las personas humanas. El patrimonio es un atributo de las personas jurídicas, que es ínescindible de su personalidad de modo tal que su desaparición, en general determina su extinción y es una causal de disolución, El e.e. v C. expresa en su art. l 54: «La persona jurídica debe tener un patrimon~io'>>. Y agrega: {<La persona jurídica en formación puede inscribir preventivamente :a su nombre los bienes registrables>L Al respecto hay quienes opinan que el término no sería <<preventivamente», porque dicen: No es una anotación preventiva como la que efectúan los Registros de la Propiedad por 180 días. Respecto de las a.-,ociacioncs civiles, el mismo cuerpo legal disoone en su art. !70. cuando enumera lo que debe contener el acto co¿stituüvo: «El acto constitutivo debe contener: ... g) Las contribucin~ nes que conforman el patrimonio inicial de la asociación civil y el valor 4. Capacidad a. Principio general y limitaciones Como se señaló antes, la capacidad de derecho es el grado de aptitud del ente para ser titular de derechos y obligaciones, atributo esencial de su condición de persona, por ello es común a toda clase de persona y se identifica cun el elemento formal del concepto. En esta materia, el principio general es el de !a capacidad y las personas jurídicas pueden adquirir todos los derechos necesarios para la realización de sus fines en tanto la ley o la naturaleza de las cosas no se lo impidan. De esta regla general se excluyen los derechos que no le pueden corresponder por ser propios del ser humano ( derechos perso~ naHsimos, o los que derivan de relaciones de familia) con las salvedades )'a señaladas en doctrina, La capacidad de hecho, de obrar o de ejercicio no se predica de las personas jurídícas. El Código unificado, en la definición ya citada de persona jurídica; refiere expresamente a la aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones que le confiere el ordenamiento jurídico /art. 141). El Código velezano adopta el principio de la amplilud de la capacidad de derecho de la persona jurídica, con las limltaciones establecidas por !a naturaleza de las cosas, por la especialidad y por la ley, los que se mantienen en el Código Civil y Comercial Manual úe Oerncho Privado ~ Parte Genera! Personas jurídicas b. Modos de actuación de la persona jurídica: teorías del órgano y de la representación La voluntad que expresa 1a persona fisíca en nombre de la persona jurídica es ]a voluntad del ente colectivo que es un ente real que expresa su voluntad jurídica por medio de sus agentes u órganos no existiendo dualismo entre éstos y la persona juridica como existe en la relación de mandato, La teoría del órgano es sostenída por los partidarios de la teoria de la realidad como así también por algunos partidarios de la teoría de la institución y en la actualidad es aceptada por el derecho societario administrativo- etc. Se hn. sostenido que ({Cualquiera sea la doctrina que se adopte 234 f Teoría de la representación: Para esta doctrina la persona jurídica actúa por medio de sus representantes legaies y entre la perso~a_jurídica y éstos existe una relación de representantc~repre~entado~ aphca~dos~1e a esa relación las normas del mandato; es sostenida por los part1darrns de ta doctrina de la ficción; síendo la persona jurídica un ente ficticio creado por la ley, carente de voluntad, no puede actuar por si en la vida civil y es un incapaz absoluto de hecho. En consecuencia, so1amente puede actuar por medio de las personas físicas que son los repres~ntantes legales que le acuerda la ley; los actos jurldicos que reahcen u otorguen los representantes en los límites de su representación o poder obligan y comprometen a la persona jurídica representada, tal como sucede en los supuestos ordinarios del mandato. Esta teoría conduce a la irresponsabilidad de la persona jurídica por los actos ilícitos de sus representantes, puesto que el mandato se otorga solamente para 1.os actos lícitos, y éste es solamente atribuíbie a la persona del mandat~r,10, por lo q~ ia persona jurídica no responde ya que ios daños Y pcrjmcrns no le son imputables. Teoría del órgano: Para esta doctrina, la persona jurídica actúa por medí o de sus órganos -las personas físicas~ que son parte integrante de ta entidad~ existe entre la persona jurídica y sus órganos una relación institucional, rigiéndose esta relación por las normas de constítución Y organización de la persona jurídica. La teoría de la representación mantiene una posición dualista: ella supone dos sujetos de derecho (representante y representado) y un vínculo externo; en tanto que la teoría del órgano adopta una posición monista: el órgano en su carácter de tal, forma parte integrante de la persona jurídica1 estando vincul~do a ella por una relación interna. Constituyen entre ambos un solo SUJeto de derecho, La calidad de representante emana de la ley o de un acto jurídico en tanto que la calidad de órgano, proviene de la constitución de ta persona jurídica. Finalmente, se argumenta que el órgano, en contraposición al representante, encarna toda 1a voluntad de la persona jurídica, Se descarta entonces la aplicación de las normas del mandato que supone que la persona que actúa en nombre de la persona jurídica lo hace con su propia voluntad y en virtud de un vínculo contractual. 235 en relación a la naturaleza jurídica de la persona jurídica, 'no puede desconocerse un dato- de la realidad La acmación de las personas jurídicas, solamente se realiza par intermedio de las personas jlsicas. Esta realidad plantea el problema de establecer cuál es la relación jurídica de la persona jurídica con la. .'i personas mdividuales que actúan en su nombre y por su cuenta, como asimismo determinar cuáles son los actos de las personas .fisica:. que pueden imputarse a la persona jurídica y por consiguiente comprometen la responsahílidad de ella. Las respw:stas varían según sea la teoría que se adopte, y flmdamentalmente podemos citar das en relación a este tema: la teorfa de la representación y la teoría del árganoi; (Lloveras). El sistema vigente encuentra coherencia en la teoría del órgano. c. Obligaciones de las personas jurídicas Como resultado de la adopción del sistema de ia representación, eJ Código Civil reputó actos de la persona jurídica a los celebrados por sus representantes legales siempre que no excedan los límites de su mandato. Los actos que impliquen extralimitación no serian atribuibles a la persona jurídica. Sin embargo, el derecho ha evolucionado en este aspecto y debemos distinguir la responsabilidad derivada de las obligaciones contractuales o preexistentes, de fas obHgacioncs derivadas de la necesidad de reparar los daños injustamente causados o sufridos por los terceros, aspectos en los que el trvtamíento de la persona jurídica privada no varia con relación a la situación de ia persona humana. Manual de De.recho Privado • Parle Germa! Personas jl,rídicas Es oportuno remarcar que no debemos confundir incapaddad~s ~e la persona jurídica con las reglas que rigen la con~~cta d~ los adm1mstradores, quienes deben actuar i:.on lealtad y_ dthgencrn Y no tener ínteres-es .:-ontrnrios a los de ia persona jurídica \arL 159 del C.C. Y C.). Por caso. el an. 173 del C.C. y C. que iegisla sobre los integrantes del órgano d~ fiscalizaci\Jn <le las asociaciones civiles, habla de ~nco_~M patíbilidades cuando dice: <d,os integrantes <lcl__órg~r~o de ?sca!1zac10n Es decir que si lo que perjudica guarda una relación razonable con la función atrib~ida al órgano, la persona jurídica queda comprometida; ello u.unque qmen obrara como agente de daño se haya excedido en la precisión de su cometido. Igualmente, no caben discriminaciones cuando quienes daBan son los dependientes o bíen las cosas de las que se sirve o tiene a su cuidado pues rigen las reglas ordinarias de esa materia, El art. l 763 del C.C. y C. dice: «Las p~;rsonas jurídicas. responden por los daños que causen quienes las dirigen y administran en ejercicio o en ocasión de sus funcíones». 236 no pueden ser al mlsmo tiempo integrantes de ia Com1s16n, m ccrtrficantes de los estados contables de la asociacióm>, IV, RESPONSABILIDAD CIVIL Y PENAL 1. Responsabilidad contractual Las personas jurídicas son plenamente responsables d~ l~s obligaciones que surjan de los contratos celebrados por sus adrmmstradores o representantes en tanto actúen dentro de Jos límites de su ministerio, 237 En las normas de la Parte General de las personas jurídicas, además de establecer que tus administradores deben obrar con lealtad y diligencia (art 159) le atribuye responsabilidad a los administradores en forma fümitada y solidaria frente a la persona jurídica 1 sus miembros y terceros, por los daños causados por su culpa en el ejercício o con ocasión de sus funciones, por acción u omisión (art. 160). 2. Responsabilidad cxtracontractual Responsabilidad del Estado: El art. 1764, expresa: «Las disposíciones del Capítulo l de este título, no son aplicables a la responsabilidad dd Estado de manera directa ní subsidiaria». E] artículo siguíente expresa'. <(La responsabilidad del Estado se rige por normas y principios del derecho administrativo nacional o local, según corresponda» (Sección 9" del Título 5: ((Supuestos especiales de responsabilidad,,.} Et derecho rc¡;;onoce responsabilidad civH de la persona jurídica por íos daños y perjuicios que ocasionen en tres supuestos: Para ubicarnos en el tema responsabilidad del Estado en el marco de la nueva legislación, diremos qué se entiende por «normas y principios del derecho administrativm,. - Quienes la dirijan o administren. - Sus dependientes (art. 1113 C.C). ~ tas cosas de que se sirYa o tenga a su cuídado. Se abarcan tos dafíos cau3ados por el hecho de los directores o administradores, lo que se sustenta en la teoría del órgano. apoyada en la realidad de ia persona jurídlí:a; éstos actúan por ella como su instrumento operatívo, y la consecuencia dañosa se atribuye directa~ mente a aquella e-n virtud de un factor objetjvo de responsabilidad, Se reconoce amplitud a la responsabilidad extracontractual de las personas jurídicas en rnnto responden <le ins hechos dañosos producidos por q~ienes las dirijan y administren en tiCjercício y con ocasióm> de sus funciones. En un sentido amplio, Garrido Falla lo ha definido como ,wquel/a parle del derecho público interno que determina la organización y comportamiento de la adminfatración, disciplinando sus relaciones jurídicas con el administrado», Es el conjunto de normas de derecho público y de derecho privado que- se aplican a la administración en su gestión de los servicios públícos )' en sus relaciones con los particulares. En un sentido más restringido, son nonnas generalmente aplicables por las jurisdicciones administrativas. Esto nos hace inferir que es la jurisdicción administrativa la que ha de entender e11 casos de responsa~ bilidad civil del Estado nacional o local, según corresponda. Esto con respecto a la responsabilidad cívil. 238 Manual de Derecho Privado - Parte General Persorrns Juridicas 239 3. Responsabilidad penal excepto disposición en contrario, la personalidad jHrídica nace con e/ acuerdo de voluntades. Diremos con Rivera que en la sociedad actual suele suceder que los delitos cometidos por empleados y administradores de personas juridi .. cas, benefician a ésta, la que si bien actúa por medio de personas físicas, obtiene, directamente o indirectamente, un provecho del delito cometido. En el derecho penal argentino, el princípío general es que las personas jurídicas no son responsables por los delitos del derecho criminal penal que cometan sus agentes, Sin embargo, se está abriendo una brecha en determinados tipos de delitos que las comprometen, Especialmente en el área fiscal; aduanera o comercial~ imponiendo sanciones de orden pecuniario, determinando la caducidad de las concesiones del Estado, o las autorizaciones para funcionar~ etc. La responsabilidad penal de las personas jurídicas quedaría excluida si su atribución se funda en factores subjetivos (culpa o dolo). Sin embargo, en el derecho penal actual se propugna su responsabílídad en determinadas situaciones: ello cuando la actividad ilícita de los miembros se convierte en una operatoria inseparable de las actividades de la persona jurídica (infracciones cambiarías, aduaneras, fraudes fiscales); la sanción será de carácter pecuniario o determinará su disolución por utilización abusiva de la personalidad (Rivera). Se nos dice que el C.C. y C. expresa que «cada persona jurídica podrá adecuar las normas de sus estatutos a la necesidad de la ~ntidad respetando las pautas mínimas estabJccidas po.r ley, De tal modo, eÍ estatuto o contrato social podrá establecer disposiciones sobre el gobierno, administración y representación, pero en ausencia de previsiones especificas, se sientan dos reglas básicas: la primera establece que se podrá participar de la asamblea o del órgano de gobierno utilizando medios que les permitan a sus integrantes comunicarse simultáneamenlC entre ellos, es decir, previendo la realizacíón de reuniones no presencía/es, La segunda pennite fa autoconvocatoria del órgano de gübíerno sin necesidad de citación previa, siempre que el temario a tratar sea aprobado por unanimidad y concurriesen todos los miembros del cuer~ pm>, Y agrega: .:<ambas disposklones implican un enorme paso para agilizar la actuación de los órganos de gobierno y administración de las personas jurídicas!}, 2. Fin de la existencia de las personas jurídicas El Código CivH y Come-rcial se ocupa expresamente de 1a extinción de estos entes. V. PRINCIPIO Y FIN DE LAS PERSONAS JURIDICAS PRIVADAS l. Comienzo de .su existenéía El Ct)digo unificado, luego de establecer que las personas jurídicas son públicas o privadas, refiriéndose a estas últimas (art. 142) expresa que la existencia de la persona jurídica privada comienza desde su constitución. Agrega que no necesita autorización legal para funcionar, excepto disposición legal en contrario, En los casos en que se requiere autorización estatal, ia persona jurídica no puede fUncionar antes de obtenerla, En los fundamentos del anteproyecto se ha dicho que la fuerza jurígena de ia voluntad en la creación de las personas juridicas privadas dentro del marco de las formas admitidas, adopta como principio que, Regula las causales de !a disolución de las nersonas jurídicas en ta Parte General, art. 163, Son diez ias· causales; a} por decisión sus miembros. adoptada por unanimidad o por la mayoría establecida por e] estatuto o dis.posiclón especial, b) el cumplimiento de la condición resolutoria a la que el acto constitutivo subordinó su existencia: e) la consecución del a~feto para el cual la persona jurfdica se formó, o ]a i~rposibilida1 sobrevinie-nte de cumplido; d_) el vencimlento del plazo; e) la declaración de qulebra; la disolución queda sin efecto si ta qulebrn concluye por avenimiento o se dispone la conversión del trámite en concurso preventivo, o si la ley especial prevé un régimen dislínto; f) Ja fusión respecto de las personas jurídicas que se fusionan o la persona ~ p~rsonas jurídicas cuyo patrimonio es absorbido y la escisión respecto ue la persona jurídica que se divide y destina todo su patrimonio; g) la reducción u uno del nUmero de miembros, si la ley especial exige pluralidad de ellos y ésta no es restablecida dentro de los tres meses; h) de Personas juríd:cas Ja denegatoria o rcvocac.ión finnes de la autori~ción estatal .para funcionar cuando ésta sea requerida; 1) el agotamiento de fos bienes destinados a sostenerla~ j) cualquier ótra causa prevista en el estatuto u en otras disposiciones de este Título o de ley especíal. Tm11b1én se menciona la revocación de la autorizacíón dada· para funcionar, sefiahmdo sus graves motivos y la apelabilidad de la decisión (art 164 e.e. y e.J. Se legisla además sobre la reconducción (art. 166 e.e. y C); ello nosibi1ita la remoción de las causales de disolución-con determmados requÍsitos (art. l 66 del cuerpo legal citado). Se abordan asimismo, la !iquidac1ón y las responsabilidades derivadas (art. 167 e.e. YC.). Este texto. fillilque general, regula la disoiudón, como así l?m?iénsc ~.upa del liquidador y ei procedimiento de liquidación de las .~soc~~ctones c1v_1ies, completnndo el capítulo con el art 186 que est~blece 1a a~ncacm~ supletona de las dis_pos¡ciunes sobre sociedades, en lo pertmente a esta cuestión. Algunas consideraciones Como vemos, la Parte General del Có,digo Civii y Comercial de 1.a Nación constituve una razonable reglamentación de la garantía constl~ tucionai de aso¿,iarse con fines útiles. ,idera que la personalidad jurídica es conferida por el legislador como un recurso técnico, según drcunstancia de conveniencia o necesidad y, por ~onsiguiente, otras normas legales pueden crear figuras que amplíen el catúlogo de las existentes Ademas, deia St,'Titado expresamente que la personajurtdica tiene una personalidad di;tinta de la de sus miembros. y que éstos no responden por las obligaciones de aquella excepto en los supuestos que expres~mente se preven en el titulo respectivo y en lo que disponga la ley especial. Asimismo en el Código Civil y Comercial, rige la desestimacíón, prescindencia, inoponibilidad de la pcr~onalida~juridi~a,_~omo inst!tuto de excepción al criterio de separación o d1fercnc1ac10n Y lo nace extensivo a cualquier personajurí<líca privada, i.:si11 afectar los derechos de !os terceros de buena fe y sin perjuicio de las responsabilidades personales de que puedan ser pasibles, !os participantes en los hechos por ios perjuicios causadosh Es decir; estos <<enleS>> considerados personas jurídicas, enumerados en la Parte General, se encuentran aharca<los y e-omprendidos en la ley. «respondiendo solidaria e ilimitadamente por los pe1juicios causados». 241 La nueva ley exige el deber de lealtad y diligencia, y se prohibe favorecer intereses contrarios a los de la persona jurídica. Prevé procedimientos para <~salvar obstáculos que impidan adoptar decisiones». Su importancia tampoco puede ser desconocida en el plano sociológico; ya que es común la creencia en el medio social de que lo que ha sido inscripto en un Registro PúbHco es válido y por eso se lo inscribió. Ei control de legalidad debe ser separado de aquél de oportunidad, mérito o conveniencia, que puede ser ejercido en la creación, y fundo~ namíento de determinadas personas jurídicas, cuyo objeto o forma de operar \por ejemplo, recurriendo al ahorro público), tienen repercusión sobre intereses públícos o generales de la comunidad (Fundamentos del Anteproyecto). Por último, habiendo podido prescindir de las personas jurldicas públicas. hace referencia a ellas en forma bastante detallada; contempla las empresas del Estado y las personas jurídicas no estatales ..partidos polfücos)as asociaciones sindicaies, y díversas entidades profesionalesregidas por le.yes especiales. Bibliografla e- .. M.V. (dir.), Clases de derecho civil. Parte general. Persona, Acto jurídico. Responsabilidad civil, tema, BERTOLDI DE Fmm.CADE. <<Pcrsonalídad de las personas jurídicas" Maria} V. BERTOLDI DE FocscADE - Gabriel A. Rumo, Advocatus, Cba., 1996. Bu n~LER CACERES, José A., Manual de derecho civil. Parte general, Advocatus, Cba., 1989. C1F1JEN '!Es, Santos, Elementos de derecho civil. Parte general, 3ª ed. 1 ampliada y actualizada, Astrea, Bs. As,, l 992. CRovt, Daniel, Codigo Civil y Comercial comentado, director: Ricardo Lorenzetti, Rubinzal-Culzoni, Bs. As.-Santa Fe, 2014, t. l. Douso,, Juan M., El abuso de la personalidad jurídica, Depalma, Bs. As., 1985. Rodolfo O .• Derecho c01nercial argentino. Parte general, 9" ed .. Zavalía, Bs.As., 1999. HALPElUN, Isaac, Curso de derecho comercial. Parte general. Sociedades en general, Depalma, Bs. As., 1977, vol. l. FoNTANARROSA, 242 Manual de Derecha- Privado ~ Parte General LLAMBiAS, Jorge Joaquín, Tratado de derecho civil. Parte general, ts. I y H, Nociones fundamentales, Person~s: Abeledo~Perrot, Bs. As.,' actualizada con la ley 23 .264 por Patnc10 Raffo Benegas, Perrot, Bs., As., 1985, . LLOVERAS DERESK, María EmiHa; BERTOLDfDE FoURCADE, Maria Virginia; BmwoGLIO, María Teresa, Lecciones de derecho civil, Personas naturales y jurídicas, 2ª ed. y 7ª reimp., Advocatus, Cba,, 2005. RIVERA, Julio César; Instituciones de derecho civil. Parte general, 5n ed., Abeledo"Perrot, Bs. As., 2010. TAGLE, María Victoría, Derecho privado. Parte general, A\veroni, Cba., 2002, ts. 1 y IL CAPITULO VII EL OBJETO DE LA RELACION JURIDTCA Maria Victoria Jalií Manfroni Sumario: I Introducción II. El objeto de ht relación juridica. l, Concepto. 2. Ciasificadón de los derechos suhjetivos y su objeto. !H. Patrimonio, L Concepto. Caracteres. 2. Teorías sobre su uaturalczajurfdica. Concepción dinámica y patrimonios especiales, 3. Funciones. 4. Composición. a. Derechos personales u obligaciones, b. Derechos reales. c. Los derechos intelectuales. fV. Cosas y bienes. i. Concepto. 2. Diversas categorias de e-osas. Tratamiento juridfco. 3" Clasificación de los bienes. Concepto. Caracteres y consecuencias jurídicas. a. Inmuebles y mueble~. Consecuencias jurídicas derivadas de la clasificación de lascosas en muebles e imnuehlcs. b. Bienes registrab!es y noregistrables. c. Cosas fungibles y no fungibles, d, Cosas consumibles y no consumibles. e. Cosa..s; divisibles e indivisibles. f. Principales y accesorias. h. Frutos y productos. h, Dentro y fuera del comercio. 4, Clasificación de fo~ bienes con relación a las personas. a. Bienes del Estado. b Biep.es de. la tglcsla Catóhca. c. Bienes particulares. 4, La protección de In vivienda en ei Código Civil y ComerciaL Nociones. 5. Los bienes -con rdación a lo:- dere:;;hos. de incidencia colectiva. Bfü!iografia, l. INTRODUCCION El Código Civi1 y Comercial de In Nación modífica los paradigmas que hasta el momento de su puesta en vigencia se venían aplicando, e introduce parámetros derivados de las convenciones y pactos interna~ Manual de Derecho Privado ~ Parte General E! l')l)jeto Ge la relación jurídica ciunalcs que ia Argentina ha suscnpto ante la comunidad internacional y, en consecuencia, se ha obligado a cumplir. Recordemos que a este proceso se lo ha denominado «la constitucionalización del derecho privado»; utiliza el pluralismo uc fuentes (arts. lº y 2º C.C. y C.) por lo cual debe atenderse no sólo a ia ley s.ino al sistema en el que se encuentra para generar \a comunicahiHdad de principios juridicus. En esr~ cap~tulo abordaremos algunas cuestiones que hacen a los derechos patrunomales y, a través del principio de (tSOciabihda<l en el ejercicio de los derechos);, se destaca que }os derechos individuales son importantes pero en una relación armónica con el bien común. Una de las incorporaciones destacables es la de los bienes con relación a 1os derechos de incidencia colectiva, que son indivisibles y de uso común, los que ya se encontraban tratados en el art 43 CN., bajo la denominación de derechos difusos. Además, se íntroduce un capítulo específico donde se regula la vivienda, la que anteriormente se encontraba tratada en forma díspersa y algunas precisim1es sobre su ejecutodedad habían sido de creación pretoriana. La parte que nos ocupa, se encuentra tratada en el Título Preliminar y específicamente en el Libro Primero (Parte General), Título llI -De los bienes- Capítulo i -B lenes con relación a tas personas y ]os derechos de incidencia colectiva, Sección¡•. Conceptos (arts. 225 al 234)-Sección 2º- Bie: <;;s con relación a las personas (arts. 235 a 239) y Sección 3~ Bienes ~on relación a los derechos de incidencia colectiva (arts. 240 a 241), También en el Capí111/o JI, Función de garantía (arts. 242 y 243) y Capitulo /ll, Vivienda (arts. 244 a 256), El objeto puede definfrse como [a tnaieria sobre la que recae Ia re!adónjurídica y así pueden ser cosas, bienes. hechos, manifestaciones de la personalidad humana o bien la obra del intelecto humano. Es decir que. el objeto variará según el derecho subjetivo de que se trate. Recordemos que los derechos patrimoniales tutelan intereses eco~ nómicos o pecuniarios, ya que los derechos y cosas que son susceptibles de ser valorados en dinero integran el patrimonio. Los derechos extrapatrimoniales o no patrimoniales protegen inte~ reses que, en sí mismos, no son idóneos para ser valorados en dinero; Se encaminan a Henar intereses morales e ideales que no son susceptibles de una valoración económica y se vinculan con aspectos propios de la persona, en su faz física o moral, y a la disposicíón de objetos con valor de utilidad social; es decir, su objeto no puede ser valuado económicamente, aunque su violación implique una indemnización por los daños y perjuicios irrogados. 244 2. Clasificación de los derechos subjetivos y su objeto H. EL OBJETO DE LA RELACION JURIDICA l. Concepto Hemos dicho uue el derecho subjetivo, como poder atribuido a la voluntad con mira; a obtener la satisfacción de un interés digno de la protección del derecho, alude a las prerrogativas, poderes, facultades que reconoce o atribuye el derecho objetivo al sujeto con diversas finalidades. Las categorías de los. derechos subjetivos y elementos esenciales. de las relaciones juridicas son sujeto, objeto y causa eficiente. 245 l Dentro de los derechos pátrimoniale-s encontramos una subdiY'.sión: a, Derechos personales. crediticios u obligaciones: Son aq :los que establecen relacíones entre personas determínadas en razón de las cuales el titular (acreedor) puede exigir de alguien determinado (deudor) la prestación debida. El objeto de estos derechos es, entonces, la actividad del deudor; es decir, la prestación que el deudor debe satisfacer en favor del acreedor. Las modificaciones legislativas serán abordadas en el aparta.do que trata 1a composición del patrimonio. b. Derechos reales.· Son los que establecen una relación directa e inmediata entre la persona y la cosat dándole a su titular un seflorio sobre esta última y se oponen erga onmes en tanto sobre toda la comunidad pesa el <(deber jurídico>, de abstenerse de interferir en su ejercicio. Ei objeto es 1a cosa misma sobre la cuai recae el derecho. Con respecto a los derechos reales 1 el nuevo Código ha introducido modificaciones importantes que trataremos al ver el tema de la composición del patrimonio. Dentro de los derechos extra.patrimoniales o no patrimoniales también encontramos una subdivisión: 246 Manual de Derecho P~ivado , Parte General a. Los derechos personalisimos: S011 las facultades inherentes a la persona humana. que tienen por objeto las manifestaciones físicas y espirituales de la personalidad. En relación con estos derechos el C.C. y C.Jneorpora un capítulo completo que regula los derechos y los actos personalísimos que en la legjsladón anterior se encontraban diSeminados por todo ei Códígo e indusive regulados por leyes especiales. En la nueva legislación se incorpora la inviolabilidad de la persona humana, afectaciones a la dignidad, derecho a la imagen, actos de afectacíón del prnpío cuerpo y el consentimiento informado entre las modificaciones más relevantes. h. Los derechos derivados de las relaciones de familia, llamados tradicionalmente <t.pO/estatívos,,: Son aquéllos cuyos titulares son los integrantes de una familia y los pueden hacer valer con respecto de los otros miembros del grupo familiar; se trata de los derechos y obligacio• nes derivados del matrimonio, del parentesco~ de la filiación, que vinculan a determinadas. personas en relaciones recíprm:::as) por lo que su objeto apunta al cumplimiento de la función. V.gr. la responsabilidad parental que es el deber-derecho que le cabe a los padres respecto de sus hijos mientras no hayan adquirido la mayoría de edad. Como categoría intermedia entre los derechos puramente patrimo- niales y no patrimoniales se encuentran: a. Los derechos intelectuales: Estos incluyen en el patrimonio el derecho que tiene el autor de una obra científica, literaria o artística para disponer y aprovechar el producto de su intelecto. Su doble carácter reside en que, por un lado, aluden a un derecho personalísimo, que es el derecho que tiene el autor a que su obra se mantenga inalterada por los terceros y, por eJ otro, se refiere a un aspecto patrimonial que es la facultad que tiene el autor y sus herederos de cobrar los ganancias que resulten de la explotación de dicha obra. El objeto de los derechos intelectuales es la obra del intelecto humano. b. Los derechos corporati'vos: Son aqueHos que tiene una persona por formar parte de una corporación, que alude a también a un doble aspecto: los derechos políticos ( elegir y ser elegidos, etc.) y patrimoniales (participar de las utilidades, tener derecho a ciertos servicios, etc.) de los que son titulares socios o asociados y su correlación se encuentra en ciertos deberes de lealtad (no realizar actividades en competencia, etc.). Su objeto dependerá del aspecto al que se vincule el derecho. Como hemos señalado, se incorpora otra categoría dentro del objeto de la relaciónjurídicaj la de ]os derechos de incidencia colectiva. Estos El obieto de la relación juridlca 247 son indivisibles Y de uso común, sobre los cuales no hav derechos subjetivos en sentido estricto. Estos bienes no pertenecen ~a la esfera indlvidual sino social y no son divísibles en modo alguno como el ambiente, la competencia, ei usuario o, el consumidor. IH. PATRIMONIO l. Concepto, Caracteres El p~tri~onio es el conjunto de derechos de una persona~ susceptible de aprecrnc-ion pecuniaria. Está entonces claro que ({el patrimonio se halla integrado por derechos y no por cosas. Estas constituven sólo mediatamente el contenido del patrimonim> (Rivera,}. · Podemos afirmar que el patrimonio es una masa de bienes -es decir de derechos- que se considera como una entidad abstracta independiente de los elementos que la componen, los cuales pueden cambiar 0 disminuir_ sin que se altere el conjunto como taL Para la doctrina cJásk~ el patr:í~onio tiene los slguientes caracteres: Es una universalidad jurídica, ya que la unidad se encuentra integrada por una pluralidad de elementos que ía componen v está determinada por la ley. ' Es necesario, porque todo patrimonio pertenece a un titular v correlativamente, a toda persona le eorresponde un pa1rimoni¿ general. ~s inalienahlef porque pueden enajenarse los bienes que lo mtegran pero nunca la totalidad del patrimonio, ni siquiera una parte alícuota de éste, · Es idéntico a sf mismo! porque es una unidad distinta v separada de cada uno de los ckmentos que la componen. ~ Los autores discrepan en lo referente a si las deudas del titular del patrimonio forman parte de éL Una corriente doctrinaria significativa (Salvat. Llambías, Arauz Caslex) da una respuesta afirmativa; otros, consideran que las obligaCJones son cargas que gravan el patrimoni~ pero no forman parre de él (Borda). El Código Civil y Comercial se refiere al patrimonio, en su Título Preliminari en el art 15 que establece: (,;Las personas sou titulares de los 248 Manual dt Derecho ?rivado ~ Parte General derechos individuales sobre ios bienes que integral su patrimonio conforme con lo qm'" se estabiezca en este CódigmL No existe norrnu sirnilar en el CódigD vele:zano y con esta disposición normativa S(; reconoce o ratifica el derecho de propiedad que las personas tierien sobre los bienes que integran su patrimonio 1 en concordanda a lo dispuesto por el art. l 4 de la Constitución Nacional. 2. Teorías sobre su naturaleza jurídica. Concepción dinámica y patrimonios especiales Para la doctrina Clásica -sustentada por Aubry et Rau- e1 patrimonio es un atributo de la personaHdad y, como consecuencia de ello, tuda persona tiene necesariamente un patrimonio aunque no posea bien alguno, siendo éste -además~ único e inseparable de ellai no conclbién~ dose su transmísihi!idud in totum. La doctrina moderna por su parte. sostiene que es un error afirmar que el patrimonio es un atributo de lu personalidad y que tod& persona tiene un patrimonio necesariamente, ya que hay personas que carecen de todo patrimonio; esto queda plasmado en que el individuo puede 110 ser propiet~:·JO de las ropas que lleva puestas. Se sostiene que concebir al patrimonio como una universalidad de derecho, es decir como una unidad abstracta con existencia propia e independiente de cada uno de los objetos que ta componen, es falso ya que un patrimonio sin contenido concebido a través de la unidad del sujeto, es una -idea sin sentido. Tampoco es exacto, sostener que el patrimonio es ínalienable puesto que ia enajenación de uno de sus bienes supone la de una parte de aquél; es el caso de una persona que profesa y hace donación de todo sus bienes .a !a orden religiosa a la cual ingresa. Según esta postura no se puede afinnar que ei patrimonio sea único e indivisible ya que hay casos en que una persona es titular de más de un patrimonio (Borda). La docJrina alemana, por su parte, postula la. concepción finalista del patrimonio, considerando la existencia de un patrimonio general. junto al que admite la coexistencia de patrimonios especiales, Por lo ·tanto, el patrimonio resulta ser un conjunto de derechos que reciben tratamiento unitario por pertenecer a un m1smo $Ujeto: de esta unidad se deriva que los hechos jurídicos y las relaciones que atailen al titular produc1:;n sus efectos sobre todos los derechos que integran ei parrimonio. El objete de la relación jurídica 249 En este sentido encontramos dos clases de patrimonio: L El general que es aquel formado por la masa de bienes de las que dispone el titular para obtener cualquier fin que se proponga. 2, El especial que es constituido por los bienes afectados a un fin determ.inado. Esto explica que una persona puede tener un sofo patrimonio general y varios patrimonios especíales. Es compatible con nuestro sistema legal ci reconocimiento de un único patrimonio general con diversos patrimonios especiales cuvo titular es el mismo sujeto. Los patrimonios especiales son un conjunto bienes afectados a un fin determinado y sometido a un régimen jurídico especial y esto ha sído reconocido expresamente en el Códígo unificado en su arL 242 último párrafo, que dispone: «Los patrimonios especiales ~utorizados por la ley sólo tienen por garantía los bienes que los integran», de Ello sucede en determinados supuestos, por ejemplo: L Aceptación de ta herencia con beneficio de inventario (que en el sistema actual es la regla); en este caso ei heredero es titular de su propio patrimonio que se distingue del patrimonio del causante Y con esta escisión se logra que el heredero no tenga que solventar con su propios bienes las deudas del causante y los acreedores de este ultimo sólo pueden ir contra tos bienes hereditarios. 2. El heredero del declarado muerto presunto, es titular del patrimonio propio y del patrimonio de aquél que se mantienen sin confundirse. 3. El déudor desapoderado de sus bienes también denominado <<fallido»~ es titular de los bienes cuya administración Conserva Y los demás de los que ha sido desapoderado, no los puede adminístrar ni disponer, ya que lo hace el sindico. 4. En el caso del fideicomiso, el art. 1685 C.C. y C. expresa que «Los bienes fideicomitidos constituyen un patrimonio separado del patrimonio del fiduciario, del fiducíante, del beneficiario y del fideicomisario ... ». Es importante destacar en este punto que en los supuestos mencionados, la separación de los patrimonios no está originada en la voluntad de las partes, sino que en todos los casos, son de expresa creación legal. 250 Manuai Oe Derecho Privado • Parte General 3, Funciones Una función primordial de! patrimonio es que todos los bienes de una persona, actuales o futuros, se encuentran afectados al cumplimiento de sus obligaciones y, corno consecuencia de ello, los acreedores tienen derecho a ejecutar los bienes del deudor para poder satisfacer sus créditos. EJ principio que reza «el patrimonio es la prenda común de los acreedores» no fue receptado expresamente por Vélez Sarsfield, pues no lo consideró indispensable, ya que éste se desprendía del contexto y de los principios que emanaban del Código Civil. Por su parte, el Código Civil y Comercial recepta expresamente esta función de garantía del patrimonio en e! en el art 242 que reza; «Todos los bienes del deudor están afectados al cumplimiento de sus obligacio• nes y constituyen garantía común de los acreedores con excepción de aquellos que este código y leyes especiales declaran inembargables o inejecutables. Los patrimonios especiales autorizados por la ley solo tienen por garantía ios bienes que los integran}). Sin embargo, se ha impuesto un límite a la acción de los acreedores sobre aquellos bienes de propiedad privada que tienen la función de satisfacer necesidades de interés general. Se establece que en el caso de que los bienes de ]os partkulares estén afectados directamente a la prestación de un servicio público 1 ei poder de agresión de los acreedores no puede perjudicarlo ya que debe seguir prestándose con normalidad (art. 243 C.C. y C.); ello pues los servicios públicos tienen una función cuy.a afectación incidiría de manera negativa sobre un gran sector de la sociedad. Por lo tanto, prima lo general sobre lo individual o particular) en miras_ de la función social que tienen cíertos bienes, En relación con ]os bienes que constituyen esa garantía, se mencionan, además de los actuales, los bienes futuros del deudor, cuya venta judicial puede exigir el acreedor, más sólo en la medida necesarfa para satisfacer su crédito (conf. art. 743 C.C. y C.) El último párrafo del art. 743 al establecer que « .. Todos los acreedores pueden ejecutar estos bienes en posición igualitaria, excepto que exista una causa legal de preferencia>1 1 se refiere a aquellos bienes que escapan a la garantía colectiva en razón de encontrarse afectados al cumplimiento de detenninados créditos cuyos titulares gozan de un privilegio, v.gr., una hipoteca. E! objeto rle la nHación jurídica 251 El principio de que todos los bienes del deudor están afectados a garantía de los acreedores admite excepciones, Ja0 que encontramos reguladas en el art. 744 C. C. y C .. a saber; «a) las ropas y muebles de uso indispensable del deudor. de su cónyuge o conviviente. y de sus hijos; , b) los instrumentos necesados para el ejercicm personal de Ia profesión, arte u oficio del deudor; e) los sepulcros afectados a .su destino~ excepto que se reclame su precio de ventat construcción o reparación; d) los bienes afectados a cualquier religión reconocida por' el Estado; e) los derechos de usufructo, uso y habitación, así como las servidumbres predialcs, que sólo pueden ejecutarse en los ténninos de los articulas 2144, 2157 y 2178; f) las indemnizaciones que corres_ponden al deudor por daño moral y por daño material derivado de ie.siones a su integridad psicofisica; g) la indemnización por alimentos qoe corresponde al cónyuge, al convrv1ente Y a los hijos con derecho alirnentariot en caso de homicidio; h) los demás bienes declarados inembargables o excluidos por otras leyes)), , Este ultimo in~iso deja abierto el límite de los acreedores a aquellos bienes '-JUe detennmen las Jeyes especiales, por lo tan lo podemos decir que ~st~ enumeración es meramente declarativa y no taxativa. Algunas :est.ric~rones se encuentran reguladas en ei derecho laboral, v.gr., las Jtibdac~ones Y pensiones o los sueldos, los salarlos hasta un porcentaje determmado y las indemnizaciones por accidentes de trabajo, despido. 0 falta de prca,,iso. Clasificación de los acreedores Basados en l.a función de garanlín que detenta el patrímonlo y porque Ios ac~eedores H~i:~en derecho a cobrar de fos bienes del deudor para garantizar su.e; cred1tosi es que surgen distintos tipos de acreedores, Ios que se encuentran posicionados de manera distintas respecto deJ pa- 252 Man:.ml de Derecho Privado ~ Parte General trimomo del deudor. Por elio los acreedores pueden clasificarse según la posición en que s.e encuentren respecto a Ia preferencia de pago, de la siguiente manera: J. Acreedores privilegiados: Son aquellos a los que la ley les acuerda un derecho de preferencia con relación a otros, por lo que gozan de "privilegio». Este sólo puede resultar de la ley (art. 2574 C.C. y C.) y se trasmiten con el crédito (art. 2576 C.C. y C.). El Código unificado recepta una definición de privilegio expresando en ei art. 2573 que: «es la calidad que le corresponde a un crédito de ser pagado con preferencia .a otro. Puede ejercitarse mientras la cosa afectada al privilegio penna~ neceen el patrimonio del deudor, excepto disposición legal en contrario. El privilegio no puede ser ejercido sobre cosa:. inembargables declaradas tale-s por la ley,,. Como se observa, se considera al privilegio una cualidad del crédito con independencia del sujeto, E1 nuevo plexo normativo establece- una distinción entre privílegios generales y especiales. Los primeros son los que pueden ser invocados en procesos universales rigiéndose por la ley de concursos y quiebras y al expresar el término <<generales» se refiere a la totalidad de bienes muebles e inmuebles del deudor. En cambio los segundos son aquellos que exclusivamente se pueden hacer valer en los procesos indivlduales. Son ejemplos de privilegus generales, los créditos nacidos de las relaciones ]aborales; y de privilegios especíales, los créditos que surgen de los gastos hechos para la construcción, mejora o conservación de una cosa. Los acreedores con derecho real de garantía sobre un bien mueble {prenda) o inmueble determinado (hipoteca), se encuentran tratados dentro de los supuestos de privilegio$ espedaies. en el inc, e del art 2582. Estos derechos reales de garantía son accesorios del crédito~ permiten perseguir !a cosa de manos de quien se encuentre y cobrar su crédito excluyendo a los restantes acreedores (Tagle). 2. Acreedores quírogr(~/Orfos o comunes: No gozan de preferencia alguna: son desplazados por los acreedores privilegiados o con gar.nmía real, a ellos se refiere el art. 2581 C.C. y C. que dispone: (<Los acreedores sin privilcgiü concurren .a prorrata entre sí. exceplo disposición expre-sa en comrario de este Código». A fin de impedir que los bienes del deudor sean sustraídos de sil función de garantía colectiva de los CTéditos, los acreedores pueden rccurrír a diversas acciones para asegurar la integridad del patrimonio, Estas son: El objeto de la relación jurídica 253 a) Acci~J;: directa: Es aquella que compete af acreedor para perc1_b1r lo q~e .un tercero debe a su deudor, hasta el importe prop1_0 del_ credito. ~l ~creedor ejerce por derecho propio y en ~u exchtst~o benef1c10. Tiene carácter excepcional, es de mterpretac1ón restrictlva y sóio procede en los casos previstos por la ley (art. 736 C.C. y C.), Se encuentra definida por !a doctrina como <<.Íu facultad del acreedor de eiercer ciertas acciones de su deudor por derecho propio ~ a su pro,vecho;J, Las condiciones de su ejercicio y los ~fectos estan reguladas en los arts. 737 y 738 C.C. v C. b) ¿cc_ió11 subrogatoria: Esta acción es también nominada mdnecta, oblicua o refleja ha sido definida por la doctrina como <<lu faculiad del acreedor de ges1ionar los derechos que su deudor ha dejado abandonados,!)_ S-e encuentra prevista en el art. 739 C.C. y C. que dispone: «El acreedor de un crédito cierto) exigible o no, puede ejercer judicialmente los derechos patrimoniales de su deudor, si éste es remiso á hacerlo Y esa omisión afecta al cobro de su acreenciru>. e) Acción de simulación. La simu.ladón tien-e lugar cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo ia apariencia de otro, o cuando el acto contiene cláusulas que no son sinceras, o fechas que no son verdaderas, o cuando por él se constituyen o trasmiten derechos a personas interpuestas que no son aqueu~: para quienes en re-ali dad se constituyen o trasmiten. ~a accton que surge de este instituto se denomina acción de simulación y es ejercida por ios acreedores a fin de demostrar ,que <:ie,rtos bienes qlle aparecen como dispuestos, en realidad contmuan formando parte del patrimonio del deudor por ¡0 que ben~fi~ta al acreedor que. la ejerce y también a Jos demás. El P;oposito que persigue el acreedor que interpone esta acc10n es que se descubra el acto simulado y salga a In iuz et acto real que las parres efectuaron pudiendo de este modo cobrarse su crédito. (art. 333 y ss. C.C. y C.). d).,Acciún de fraude: Tiende a la reconstitución de fa garantía del acreedn: que ha sido disminuida por la disposición fraudu~ lenta Ypersigue la ejecución de un bien que, aunque ha salido ~el patnmomo <lel deudor, continúa integrando aquella garan~ tta a su, respecto¡ dado que et crédito es anterior a la enajenación (art. 338 y ss. C. C. y C.), Manual Oe Derecho Privado ~ Parte Genera! E! objeto do !a relac!ón jurídica El Código Civil y Comercial introduce un aspecto novedoso en la nonnativa pero no en la práctica judicial~ tai es la llamada {<pfloridad del impuestas por ia moral y las: buenas costumbres o lo prohibido expresamente por !as leyes. primer embargante». Esto significa que aquel acreedor que obtuvo el embargo de bienes de su deudor tiene derecho a cobrar su crédito, intereses y costas con preferencia a otros acreedores que no lo hicieron. Si varios acreedores embargan el mismo bien del deudor, el rango emre ellos se determina por la fecha de la traba de la medida cautelar. Los embargos posteriores deben afectar únicamente el sobrante que quede después de pagados los créditos que hayan obtenido embargos anteriores. No existe en el Código velezano una norma similar; esta disposición reafirma el principio que enuncia <,;primero en el tiempo, primero en el derecho,>. La i~acci_ón del titular del derecho personal por un lapso expres.ameote fiJado por la íey produce la extinción de las ace-iones para lograr el reclamo de la prestación a menos que por disposición legal sean imprescriptibles, lo que es excepcional. Esto quiere decir que si el obligado las paga espontáneamente cuando se encuentren prcscriptas no puede solicitar su reembolso porque en definitiva era una prestación que debia; simult.incamente, el acreedor satisfecho parcialmente tampoco podrá exigir el saldo (conf. art. 2538 C.C. y C.) 254 4, Composición Integran el patrimonio los derechos de contenido económico, ya referidos. A continuación se establecerán los caracteres más relevan~ tes; ampliando conocimientos ya trata.dos en la ciasificacíón de los derechos subjetivos, a, Derechos personales u obligaciones integrados por el sujeto activo de la relación iurídica llamado acreedor, que es quien goza de la facultad de exigir eÍ cumplimiento de la prestación debida; e! sujeto pasivo, llamado deudor, que es quien está obligado a cumplir con la prestación; e! objeto, que es la prestación que el deudor debe satisfacer a favor del acreedor, fa que puede consistir en la entrega de una cosa ( ob1igación de dar: entregar una suma de dinero o una cosa); la realización de un hecho o prestación de un servicio (obligación de hacer: construir una casa o asesorar a una persona jurídicamente)~ abstenerse de hacer algo ( obligación de no hacer: si una persona vende a otra un negocio puede por contrato comprometerse a no poner un negocio de] mismo rubro en la zona cercana a donde está ubicado el primero a los fines de evitar la competencia). Estos derechos se caracterizan por ser relativos, porque se dan contra un sujeto individualmente de.terminado. Por lo tanto, las acciones personales sólo pueden promoverse en contra del deudor. Los derechos personales no son de creación legal, slno que dependen de la voluntad de las partes y la materia queda sujeta a la autonomía de 1a voluntad de los contratantes, con las Hmitacioncs 255 Es dable recordar, como ya se ha mencionado, al tratar el tema de la ciasificacióu de íos dere-chos en general, que también en el ámbito de las obligaciones pesa sobre toda la comunhlad el deber de respetar estos derechos y mantenerse alejado de toda injerencia. El nuevo cuerpo normativo insena modificaciones importantes en las obligaciones y los contratos ya que unifica la materia cívH y 1a comercial. Por eje1nplo, se redefine el concepto de obligación a través del art, 724 y se regulan las obligaciones de dar suma de dinero en moneda que no tiene curso legal. Respecto de los contratos se introduce el contrato de adhesión a cláusulas predispuestas y el contrato de consumo que complementan la ley de defensa al consumidor. En la parte especial de los contratos se unifica en el Código el tratamiento de 1os contraLos de compraventa 1 permuta, suministro, locació11) mandato, mutuo, comodato, etc.; se incorporan e! leasing (aiquilcr con opción a compra), el fideicomiso y se renHza una regulación mínima de otros como la franquicia, arbitraje, contrato de- agencia y la conc-esión. los que eran típicos y exclusivos del derecho comerciaL h. Derechos reales: se caracterizan como un-a situación jurídica en la que el :itular del derecho tiene facultades que ejerce sobre I; cosa, 4 ,w es su obJeto. Están definidos en el art. 1882 C.C y C. que expresa: «Concepto, El derecho real es el poder jurídico. dt• estructura legal, que se ejerce directamente sobn: su objeto, en forma autónoma y que atribuye a su titular 1as facultades de persecución y preferencia, y las demás previstas en este Códigm>. Tíenen el carácter de absolutos, en cuanto se ejercen erga omnes, es decir contra quien quiera perturbar al titular en el goce de la cosa, en tanto sobre toda la comunidad pesa el <<deber juridicrm de abstenerse de interferir en su ejercicío. Las acciones reales se ejercen contra quien sea poseedor actual de la cosa. Son de creación legal y numenrs clausus, por lo que no existen más derechos Manual dB Derecho 'Privado - Par.te General E! objeto de la rn\ación jurídic;; reales que aqueilos regulados por ley, Pueden adquirirse por el transcur~ del tiempo en virtud de la prescripción adqui::;itiva, que _le otorga al 50 poseedor de una cosa su propiedad por la posesión co~t~nua por ~l lap_so fiiado por ley, sí empre que no haya reclamo de su leg1t11no 1-,rop1etano, S~1 titular goza dd ius persequendt es decir, si el d~eño de una cosa.es cíentífica, literaria o artística para disponer y aprovechar el producto de su intelecto en la faz económica; es eI derecho que asiste al autor de percibir 1as ganancias que resulten de la comercíalización de la obra: constituyen una categoría intermedia de derechos subjetivos, como v; señalamos, pues también protegen la labor creativa. El Código Civii y Comercial, se refiere a ellos cuando regula Ios bienes propios de los cónyuges ya que en el art. 464 in .fine reza: HEl derecho moral sobre la obra intelectual es siempre personal del autorn. 256 despojado de ella puede recuperarlo de manos de qmen la ten_ga_r el ms prefCrendi, o derecho de preferencia ::mbre ~odo ~~o consmu_1do. c_on posterioridad. Se establece una .serie de d1spos1c1ones Y pn~:1~10s cQmuncs a todos !os derechos reales, a las reglas sobre a<lqu1s1c16n, transmisión v ext1nción y los requisitos de oponibilidad (arL l883 Y ss.), En cuanto ; su enumeración, el arL 1887 C.C. y C. expresa: <~Son derechos reales en este Código: a) el dominio; b) el condominio; e) ia propiedad horizontal~ d) tos conjuntos inmobiliarios~ e) el tiempo_compar~ ti<lo: f) el cerneuterio privado; g) la superfh:ie; h) eJ usufruc.to; t)_ el uso; j) la habJtación; k) la servidumbre; l) la hipoteca; m) la antte;es1s; n) la prenda>1. Se incorporan expresamente como novedad en er texto ~el Código los mencionados en los incs, d); e) y!} El derecho de superficie, sólo ern regulado por la ley en su versión forestal. Algunos autores critican la separación del dominio con el condominio como si fueran dos figuras diStintas, ya que entienden que en definitiva son dos caras de la misma moneda, Respecto de ia propiedad horizontal se encontraba regulada en una ley especial y con la nuev~l normati~·a se incorpora dentro de la nomina de derechos reales propiamente dichos. No podemos dejar de menciomir que el art 18 C C Y C, regulad denominado (<derecho de la propiedad indígena>) que establece la prop1cdad comunitaria de íos pueblos originarios, el cu.al reza: (<Las conn.mida~ des indígenas con personería juridica reconocida tienen .d~recho a la poscsiDn y propledad comunitaria de las tierras que trad1c10naJmente ocupan y de aquellas otras aptas y sufi_cientes para ~l desarrollo humano según lo establezca la !cy, de confonmdad con lo dispuesto por el art 75 inc. 17 de la Constitución Nacional». Es necesario destacar que ta ley 26,994, entre ias disposiciones transitorias de aplicación del Código civil y comercial. establece en su art. 9'", cláusula primera, que <<Los derechos de los pueblos indígenas, en panicular ia propiedad tomunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan y aquellas otras aptas y suficientes para el desarrollo humano, serán obleto de una iey especiah>. c. L~s derechos intelectuales: En nuestro régimen legal se incluyen en el patrimonio los derechos que tiene el autor de una obra 257 IV, COSAS Y BIENES L Concepto En primer lugar debemos mencionar que en e! Código de Vélez Sarsfield el tratamiento de las cosas y bienes estaba en el Libro fil: De 1os derechos reales, pasando en el Código Civil y Comercial, a integrar el Capítulo 1, Titulo 3, del Libro I: Parte GeneraL E! arL 16 del C,C, y C establece que los derechos índivid,mles pueden recaer sobre bienes susceptibles de valor económko. «Los bienes materiales se Haman cosas. Las disposiciones referentes a fas cosas son aplicables a la energía y a las fuerzas naturales susceptibles de ser puestas al servicio del hombre}>. Este artículo tiene un texto simHar al del art, 2311 del Código Civil, pero realiza una corrección lingüística ya que establece la definición de cosa adecuándola al género al cual pertenecen. 2, Diversas categorías de cosas. Tratamiento jurídico La norma citada establece en su .segundo párrafo lo que antes se denominaban «nuevas categorías de cosas>:•, como son la energía y las: fuerzas de la naturaleza, dejando abierto el avance de la ciencia y la tecnología cuando habla de fuerzas naturales susceptibles de ser puestas al servicio del hombre~ y en definitiva de apropiación por aquél, como es la energía sotar, eólica, hidráulica, magnética, atómica o nuclear que ante los daños ocasionados, puede atribuirse responsabilidad civil a: sus 258 Manual de Derecho Privado Parte General El objete de !a relación j¡;rfdica dueños o también pueden ser objeto de delitos como contra la propiedad y en consecuencia acarrear una responsabilidad de índole penal; v.gr., cuando una persona a través de una concxlón clandestina se apropia ilegítimamente de la sefial de cable. 3. Clasificación de los bienes. Concepto, Caracteres y consecuencias jurídicas a. inmuebles y muebles Los inmuebles son aquellas cosas que se encuentran fijas e inmovrnzadas en un lugar. mientras que los muebles pueden trasladarse de un lugar a otro, ya sea por sus propios medios como los semovientes (o animales) o por una fuerza externa como los locomóviles (autos, motos_. lanchas). Esta clasificación reviste importancia desde los tiempos del derecho romano. En la antigüedad, la tierra tenía una relevancia fundamental frente a los va1ores mobiliarios, ya que era la base de la riqueza individual, y el centro de cohesión de la famrna. En 1a sociedad feudal poseer bienes inmuebles no sólo confería fortuna y riqueza sino también poder político. En cambio, los bienes muebles tenían un valor prácticamente desprecia~ ble, respecto a los inmuebles. Pero el desarrollo de la industria y del comercio dio lugar a la creacíón de inmensas riquezas mobiliarias (v.gr. automóviles de alta gama, joyas o piezas de colección, Htu1os valores, acciones, etc., cuyo monto y valor pueden superar en la actualidad a las inmobiliarias (Tagle). Según el Código Civil y Comercial los bienes inmuebles pueden ser clasificados en: J_ Por su naturaleza: Comprenden el suelo, las cosas incorporadas a él de manera orgánica y las que se encuentran bajo el suelo sin el hecho del hombre. ( art 225) La modificación que se opera en relación al Código velczano es que sólo se trata de las cosas sólidas y deja fuera las fluidas que contemplara el art. 2314 C.C. También excluye del concepto a la extensión del subsuefo~profundidad y al espacio aéreo ~superficie. Como ejemplos de esta clase de inmuebles podemos mencionar los yacimümtos minerales, los árboles adheridos al sueio, etc. 259 2. Por accesión: Según el art, 226, los inmuebles por accesión son las cosas muebles que se encuentran inmovfüzadas por su adhesión fisica al suelo, con carácter perdurable. En este caso los muebles forman un todo con el inmueble y no pueden ser objeto de un derecho separado sin la voluntad del propietario. No se consideran inmueble por accesión las cosas afectadas a la explotación dei inmueble o actlvidad del propietario. La norma C!tada ha redefinido la dasificación de inmuebles pür accesi~n._ Ha transfonnadü el adjetivo fh:r1Jetuidadpor perdurab/4, y se han ehmmado las categorías de inmueble por .accesión moraJ (el que ern puesto en el fundo para su explotación), y los inmuebles por su caráeter representativo (instrumentos públicos que contenían derechos reales sobre bienes inrnuebk v,gr. escritura pública}, existentes en el Código velezano. Como ejemplos de inmuebles por accesión podemos mencionar los edificios_ o cualquier típo de construcción hecha sobre pílares 0 arma:ones de hrnrro, ~as cañerías de una casa. No son inmuebles por accesión ias construcc1ones provisionales como tinglado-s, obradores, 0 galpones armados para ocasiones detcrmmadas o por un Japso, por faltarles perdurabfüdad. , Tampoco ing:esan en esta categoría las cosas muebles puestas en ei mmueble en miras de la profesión del propietario o de una manera temporada aun~,ue estén físfoamente adheridas al inmueble; v.gr. los equipos del radrologo o de tomografía computada. . Las cosas muebles son aqueHas qu~ pueden desplazarse por sí m1.smas o P?t una fue:za externa (art. 227). Dentro de esta categoría se encuentran rns semovientes; es decir~ los animales, siendo, para algunos de ?llos Ypor su valor, obligatoria su inscripción en un registro especial. As1 ocurre con los caballos de pura sangre de carrera o Ios perros de pedigrí (ley 22.939¡. Tamblt!n los automóviles tienen un régimen especial instrnmt'I1tado por la ley 14.467 Y sus modificaciones; se consideran incluidos como automotores: los. automóviles, camiones, camionetas rurales, furgones de reparto, ómníbus, micro ómnibus y colectjvos, entre otros. La transmísión del dominio de los automotores debe formalizarse por instrumento público o privado y sólo producirá efectos entre las partes y con relación a los terceros desde la fecha de su inscripción en e] Reeistro de la Propiedad Automotor. ~ Desaparece la clasificación de muebles por su naturaleza y muebles p~r su carácter representatl\'o {son todos los instrumentos _públicos o pnvados donde constare la adquisición de derechos personales, v,gr. un 1 El o!J.jeto de !a relación jurfd;ca Manual de Oernctio Privado - Parte Ge;1eral 260 pagaré O chct¡ue~ los instrumentos públicos o privados que comprueben la existencia de derechos personales o reales sobre cosas muebles, v.gr. la prenda). Consecmmcias juridicas derivadas de la -clasificación de las cosas en muebies e inmuebles.· . . ~ Los inmuebles se rigen por la ley del lugar en que estan situados . 7]'·3 2"',4 v 2667 e.e. v c.). Respecto de las cosas muebles 0, 43 , -· ( ,irls. -" v , vv , , . , hay que distinguir, si éstas tienen una situación perm~nente, se reg1:an por la lcv del lugar donde se encucntn:m, mientras que s11as Ueva co~s:~o el propi~tario O son de su uso personal, se rigen por la ley del dom1c1ho del dueño (art. 2670J Este te~a se trala en el Titulo IV bajo e\ nombre «Disposiciones de derecho internacional prívadoú y hace una <lisün_ción entre l~s de~:chos reales constituidos sobre bienes muebles. que tienen una s1tuac1on de pemt~nencia y que se conservan sin ia intención de tr~ns~ortar1os, que · en el se ngcn eorno lo""' ·,nmuebles, por el lugar donde estan..situados , d"fi momento de los hechos sobre 1os que se piantcá la adquuac~ón, 1~ ··ó vt1·0 c·, 0• n del derecho real sobre ese bien. En cambio, s1 el bien caCI no e,.._ . h · ·' d mueble i.:arece de situación -pcrmanentc 1 es _dec1:r ay mte~c10~ e transportarlo de on lugar a otro p,,rque el prop,etar'.o lo lleva consigo o es de su usu personal, siempre se ríge por el dom1c1ho del dueíi.o, aunque 261 Se sigue el principio de que la posesión de una cosa mueble presume lu propiedad de quien la tiene en su poder~ es decir que la persona que tenga en su poder una cosa mueble que no sea robada ni perdida se presume su duefto. El dominio sobre las cosas muebles se adquiere por simple posesión de buena fe, salvo que se trate de cosas muebles robadas o perdidas, en cuyo caso la propiedad se adquiere por la posesión continuada y de buena fo durante dos años, en cambio si la cosa mueble es registrable ei plazo de dos años se cuenta a partir de la registración del justo titulo (art. 1898 in fine). Los derechos reales de hipoteca y anticresis sólo pueden recaer sobre bienes inmuebles mientras que la prenda puede constituírse sobre bienes muebles. Para entender en las acciones reales sobre bienes inmuebles es competente el juez del lugar donde está situada la cosa. En cambio, en acciones que se refieren a cosas muebles es competente el juez del lugar donde la cosa se encuentra o el domicilío del dueño a elección del demandante, ?1º : el bien no se encuentre fisicamenle allí. _ Ln transmisión de bienes inmuebles o la constitución de derech~s reales sobre ellos requiere del títu\o (escritura pública), el modo (tradición de la cDsa) y para su perfeccionamfonto fr~nte a terce~o_s, .la correspondiente- registración en el Registro de la Propiedad fru:no~tl_iana, Por el contrario._ la transmisión de cosas muebles, e1: prmc1p10 no requiere formalidad alguna, salvo que se_ trate de bienes_ rnuebl~: regístrables comn los mencionados supra (automotores, ammales raza. etc.). _ .. _ La adquisición de inmuebks por presc~ipci?n ad~ms1hva brev~ esta, regu l a(j·a e n aj -. art• 1898 C ·C · v ., C· y reqmereJUStO ntulo, buena . . ,le .. contmua · d" ·El ar•.. 1899 v' una poscsion ,t. d',ez• anos. . regula la p1escnpc1on _. ;dquisitiva larga que es cuando ~e adqu~ere ~n inm~eble pasad~s vem;e años de posesión continuada s1 no exiSlc justo titulo o buena fe. En relación ~on los bienes muebles sí la cosa es m~eble hurtada o perd1d~ d plazo de prescripción es de dos años según lo dispuesto por el art. l 898. b. Bienes registrahlcs y no registrables El dominio de inmuebles debe siempre registrarse a los fines de darle publicidad ante los terceros y también el Estado tiene intereses impositivos y de controL Todos los inmuebles son cosas registrables, puesto que necesariamente deben matdcu¡arse; esto es inscribirse en el Hamado Registro de Propiedad Inmueble, salvo que pertenezcan al dominio público. En materia inmobiliaria, estamos en el sistema denominado del título y modo imperfecto; es decir que~ para que opere la transmisión det dominio sobre inmuebles, es necesario título suficiente, tradición y registración~ aunque ésta no es constitutiva, sino puramente declara.ti va pues no hace ai perfeccionamiento del derecho real sino a su oponfüilidad frente a terceros (Rivera). De manera concordante con lo expresado, el art 1893 C.C. y C., con palmaria claridad establece la relación existente entre la registraeión y la publicidad al disponer: «La adquisición o transmisión de derechos reales constituidos de conformidad a las disposiciones de este Código no son oponibles a terceros interesados y de buena fe mientras no tengan publicidad suficíenle. Se consídcra publicidad suficiente la inscripción 1 ¡ 262 Manual de Derecho Privado ~ Parte General registral o 1a poseslón, según el caso. Si el modo consiste en una inscripe-ión constitutiva, la registración es presupuesto necesario y suficiente para la oponibilidad del derecho reaL No pueden prevalerse de la falta de publicidad quienes participaron en los actos, ni aquellos que conocían o debían conocer la existencia del titulo del derecho reah1. Las cosas muebles se dividen en aquellas cuya registración es El objeto de la relación jurídico 263 266~ ~~ando regula la jurisdiccí6n en relación a los bienes no registrabfes remltJendonos a su lectura en honor a la hrcvcdad. e Cnsas /imgibles y no jltngibles obligatoria (v.gr.. buque.s, cabaiios de pura sangre de carrerat aeronaves; automóviles) ya que por su valor económico se ha dispuesto su registro obligatorio respondiendo a criterios de protección y publicidad; y aquellas cuyo registro no es posible, como todas las otras cosas muebles de escaso vaior que no revisten interés ni para los terceros, ni para el Estado o no es legalmente obligatorio. También existen otros registros como el de propiedad intelectual, el de marcas y señales y el de marca de comercio e industria, etc. Lo expuesto revela la importancia que los registros han adquirido en orden a la exteriorización de derechos sobre las cosas muebles y aun sobre bienes que no son cosas. Esto es a los fines de la publicidad de estos derechos ante terceros y, en consecuencia. a obtener una adecuada protección jurídica, La registración de los automotores es obligatoria. ya que se impone un sistema de registro constitutivo sin lo cual no existe el derecho ni su transmisión. Este sistema se encuentra regulado por el dec'tcto- ley 6582/58 que crea el Registro de la Propiedad Automotor. En la ley 22.939 de marcas y señales se dispone que todo propietario de ganado mayor o menor debe tener reglStrado a su nombre el diseño que emplea para marcar o señalar, presumiéndose, salvo prneba en contrario, que el ganado mayor marcado y el ganado menor seña1ado, pertene~ cen a quien tiene registrado a su nombre el diseño de la marca o señal aplicada al anímaL En cuanto a la propiedad de los ejemplares de pura raza se probará por certificado de ins:cri pción en los registros genealógicos y selectivos reconocidos. Respecto de la adquisición y transmisión de derechos reales sobre aeronaves y buques, el Código Aeronáutico y la ley General de Navegación contemplan el marco legislativo (Rivera). Si bien el Código Civil y Comercial no contiene un capítulo especifico de los bienes reglstrables, su mención se encuentra dispersa en el articulado al regular distintas instituciones; por ejemplo, en el régimen de comunidad del matrimonio (arts, 466, 470 inc. a); en la cesión (arL 1620); en el fideicomiso (art. 1684); en el proceso sucesorio (art, 2334) y específicamente en los art. 2665 cuando trata la jurisdicción competente con respecto de las acciones reales .sobre bienes registrab)es o en el art. aquellas eu que todn lndivjduo de 1rna , , · ' <<Son l cosas •fungíbles • . · especie equ1va e a otro md1v1duo de la misma espede y que pueden sustitu!rse tm~s por _las _otras de fa misma calidad y en igual cantidad,,> (arL 232 e.e,. Y C.t S1gmendo e,l Código veíezano. se definen las l'.OSas que son fung1bles, v.gr. el tngoi el vino 1 el dinero. Son e-osas no fungibles las que no pueden remplazarse por otras de igual calidad y especie; v.gr.. un libro a~tografiado :or su autor, un~ obra <le arte, En principio. la fungíbilídad depende de la natur~l~z~ mJSma de la cosa, sin embargo las partes pueden pa..::tar Ia fung1b1hdad de cosas que naturalmelllc no ¡0 son, Sólo las cosas muebles pueden ser fungibles , Cons~cuencia.s jz~ridi~·as de la distinción: Esta clasificación tiene t~portancia en l_as o?hgac10n~s de dar, ya que si la co.sa no fuera fungib1e solo, ~edará extmg~1da la obligación con Ja entrega de la cosa misma Ocon l_~ perdida no cul~abte de ella (obligaciones de dar cosas ciertas; en cambio 51 la c?sa es :ungtble el ?bligado puede entregar cualquier cosa de la mism~ e~pe~1e, cal!dad y canttdad; el deudor no se libera de la obligación por la ~erdid~ de las cosas .has:a que no hayan sido elegidas, contadas, pesadas Y medi~,as} op~Jrtu~1daa en la que se opera la ,,concentracíóm; de la prestacwn ( obhgacrnncs de género y de dar can tí dad es de cosat.} d. Cosas consumibles y no consumibles . Son cosas consumibles aqueHa cuya existencia 1ermina con el pr:mer uso. Son cosas no consumibles las que no dejan de existír con el pnmer 1:150 que de ellas se ha.ce, aunque sean susci:ptibles de consumirse Y dete:10rarse .después de algún tiempo (art 23 J ce y C). Esta defimc¡~n es comct~e;mte con 1a contenida en ef art. 2325 del Código CivíJ, pero ~n este se ,refcrian dos. categorías de cosas consumibles·, la pri mera, . s . que ._igue un cnteno m_aten~l más que jurídico, son cosas cuya e:xístencfa termu~a para su pro~1etar10 con el primer uso, porque se destruyen matenalmente (los alimentos o las bebidas), se mantiene en el Código Manual Ue Derncho P(wado - Parte Gmrnra! 264 unificado. La segunda categoría, que ha desaparecido en el ~ódi~o Civil y Come-n.:iaL es un criterio más jurídico ya que ln cosa no deJa físicamente d~ existir, pero si lo hace para quien deja de posee~la porque sale del patrünunio de aquel a quien pertenecen. v.gr,i el dmero que se gasta {Rívera). . Com,ccuendas jurhlfras de /a (!istindón: Las cosas consumibles pueden ser objeto del Hamado contrato de préstam.o de c_onsu~o, ya_que se debe devolver en el tiempo pactado una cosa de 1guul espec1e c.antidad v calidad. En cambio, ias co;>us no consumibles pueden ser ohJeto del Préstamo de uso, ya que debe devolverse la misma cosa que se prestó en c1 tiempo pactado. e, Cosas divisibles e indivisibles El art. 228 del C.C. v C. define las cosas divisibles establedendo que: ,:,(Son cosas divisible; :.1.quellas que pueden serdi:,'ididas en porciones reales, tanto a las otras partes como a la cosa. m1srna, L~s cos,as .no ~ue<len ser divididas si su fraccionamiento conv1erle en antieconom:~o ~u uso y aprovechamiento. En materia de inmueble, la _reglamentacton del fra¿cionamiento parcelario corresponde a las autond~~e~ 1oc~.ie~:,) .. Esta definición es la misma que- contenta ei art. 2326 d~l Co~1g:) C1v1l )' mantiene 1-a indivisión de la cnsa cuando ésia resulte anl!econo-tmca, v.gr. una piedra preciosa que al dividirse puede perder su valor. Esta clasificación tiene interés sobre todo en lo que r_e~pecta a la partición de la herencia, ya que só_1o puede e,xigirse la parttc1ón_ re~l de las .:osas divisibles. Tambien tiene nnportanc1a respect? al cumrtrnuento de la prestación, pues tiene influencia cuando ei obJeto de esta recae E! objeto de fa rnlac¡ón jurídica 265 principal, excepto disposición legal en contrario. Si las cosas muebles se adhieren entre si para formar un todo sin que sea posible distinguir la accesoria de la principal~ es principal la de mayor valor. Si son del mismo valor no hay cosa principal ni accesoria; v,gr.r el engarce de una piedra en un anílio o el marco de un cuadro, la rueda de auxiHo del automotor, etc. Entonces, si es un fin en si misma es principal 1 si es en función de otrn será accesoria, Por ello se deduce que las cosas meramente ornamentales serán siempre accesorias. En materia <le inmuebles no hay dudas que lo principal es el suelo y funciona el llamado principio de accesión ya sefialado (art. 226 C.C. y C.) Para que proceda esta clasificación debe tratarse de cosas com~ puestas; es decir~ es necesario que nos encontremos en presencia de dos o más cosas unidas con el mismo fin. Es importante señalar que la accesoriedad se manifiesta <le dos maneras: una por la accesión física. por lo cual las cosas que están adheridas al suelo son accesorias de éste, Jo mismo que las cosas que están adheridas a las cosas adherentes al sucio; y otra por 1a dependencia, v.gr. el teclado de una computadora es una cosa accesoria de la máquina ya que por sí solo no tiene existencia propia sino en tanto y en cuanto esté conectado al ordenador (Rivera). La consecuencia jurídica de la distinción~ radica en que, como debe haber una relación de dependencia o de subordinación de una para con la otra, la cosa accesoria sigue la suerte de la principal. También importa la finalidad o el valor de las cosas para determinar lo accesorio y lo principal. Se entiende que la propie-dad de una cosa comprende símultá~ neamentc la_ de los accesorios que se encuentran en ella natural o artificialmente unidos, v.gr., en un anillo la piedra y el engarce. g. Frutos y productos sobre .:osas. ¡: Princtpaies y accesorias Las cosas principales son aqu1~1las que tienen una existencia propia can prescindencia de otra, es decir las cosas simples (art. 229 C.C. YC.) v.gr. un caballo. Son cosas accesoria~ según el an. 230, t~quella~ cuy~ existencín y naturaleza_ son delermmada~ por. ot:a. cosa de la cu dependen O a ta cual están adheridas. Su régnncmJund1co es el de la cosa Se Haman frutos .a los objetos que un bien produce, de modo renovable, sin que se altere o disminuya su sustancia. No se exige )a periodicidad de su producción y pueden ser periódicas o eventuales. Se Clasifican en: frutos naturales que son las producciones espontáneas de la naturaleza, v.gr., la leche de la vaca; frutos industriales que son los que producen por la industria del hombre o el cultivo de la tierra; v.gr., la cosecha de soja. las verduras de fa quinta; y los frutos civiles que son las rentas que ia cosa produce; v.gr., el alquiler que se percíbe de la locación de una propiedad, las remuneraciones del trabajo. 266 Manual ne oarecho Privado ~ Parte Genera! Productos son los objetos no renovables que separados o sacados de la cosa alteran o disminuyen su sustancia, v.gr., el mineral o las piedras extraídas de una cantera o el petróleo que surge del yacimiento, Los frutos naturales e industriales y íos productos forman un todo con la cosa si no son separados. Tanto los frutos como productos, están previstos en el art. 233 C.C. y C. y no son diferentes a las categorlas que establecía el Código Civil. Consecuencias jurídicas de la distinción: Los efectos se advierten en la forma de adquisición y en materia de posesión, pues el poseedor de buena fe hace suyos los frutos si los hubiese percíbído, pero en cambio debe restituir los pendientes y productos que siempre se restituyen (arts. l 934, 1935 y 1936 C.C. y C.). En relación con el matrimonio, si se hubiera optado por el régimen patrimonial de comunidad de bienes, los frutos de los bienes propios son gananciales (art. 465 incs. e y d); no así, los productos que conservan la calidrul de propios con excepción de los de las canteras y minas (art. 464 inc. e). · h. Dentro y faera del cornercio Los bienes están en eI comercio o fuera de éi según puedan o no ser objeto de las relaciones jurídico patrimoniales. El art. 234 C. C. y C. establece que están fuera del cmnercio los bienes cuya trasmisión está expresamente prohibida, ya sea por la ley o por actos jurídicos~ siempre y cuando el Código permita esas prohibiciones. Los bienes dentro del comercio siguen siendo todos aquellos no prohibidos, y si bien desaparece la categoría de <<bienes relativamente inenajcmables», sigue existiendo ya que para disponer de esos bienes se necesita previa autorización; v.gr. los bienes privados del Estado cuya venta requiere autorización legal; los bienes de ]os nifios, nifias o adoíescentes (art. 122), o de las personas restringidas en su capacidad por enfonnedad mental o declaradas incapaces o la partición de bienes del presunto fallecido ( art. 9 l ). En cambio los bienes absolutamente inenajenables son aquellos.cuya venta se encuentra totalmente prohibida; v.gr .. un órgano humano. Consecuencias jurídicas de la distinción: Los efectos jurídicos dependerán entonces de su disponibilidad, que afecta su posibilidad de ser objeto de los actos jurídicos (art. 279 C.C. y C.) E! objeto cte la rn!ación jurídica 4. Clasificación de los bienes 267 con relación a las personas a. Bienes del Estado El Estado sea Nacional p · · • .. ,) , . , ,' • - , , rovinciai o Mumcipal, posee bienes de C1c1nimo publico que esfan enumerados en el ar!. 235 del C C C saber: · ·Y ,a . <<a, ~I mar_territori~I ha.s_ta la distancia-que determinen los tratados mternlacwnales .y la leg1slacrnn especial, sin pe1:juicio del poder1urisAicc10na sobre fa zona ~ontigua 'a . . " . -, ,., '' zona econmmca exclusiva y ia platafor:~s::~:1.nental. Se entiende por mar territorial e] agua, e] Jecho y el ' b, las ag~as int~.r~ores, bahía~, golfos, ensenadas; puenosi andade- ros ! las play as manhmas; se entiende por playas marítimas la porción de.tierra que las mareas bafian y desocupan durante las más altas y más baJas marcas norm.alcs, y su continuación hasta la distancia que corres~ pi o~dla dl~ conformidad con la legislación especial de orden nacional o oca ap 1cable en cnda caso; c. los rios~ estuarfos. arroyos y demás aguas que corren por cauces naturales, los lagos v lagunas navegal,le I . . · I , .s, os g Jacrnrcs Y el ambtente pengdacr.al y t.oda otra agua que tenga o adquíera la aptitud de satisfacer usos. . e, mteres gene""al · d ose las aguas subterráne· · ._ ' com pren d'ten ' 5 perJu 1c10 del ejercicio reguíar del derecho del propietario del ~~ extrae~ las ª.g~as subterráneas en la medida de su interés Y con . . . a las d1spos,c10nes locales. Se _entiende por río, el agua, Ías pi::!::º.~ techo p~r donde corre, deltmnado por la línea de ribera u; ff, 1 prn.med10 de las máximas crecidas ordinarias. Por lago o qlag Ja e entiende el . una se . agua, sus p 1ayas y su lecho, respectlvamente de!imllado de la m1sma manera que los ríos; ' w ... • fu,::~ ~· l~s islas formadas o que se formen en el mar territoríaJ Ia zo econo~mca exclusiva5 la platafonna continental o en toda clas; de ·, na estuarios arrovo J nos, • .; s~ o en os 1agos o lagunas navegables, excepto las que pertenecen a parnculares; . eÍ el espacio aéreo suprayacente al territorjo va fas aguas jurisdi ~~ ~rnna ,es..de 1a Nación. Ar~entina, de confonntdact con los tratad~·s mternac1onales y la legrnlac1ón especial; , :'· las caHes, plazas, caminos~ canales, puentes v cualquier otra obra publica construida pata utilida-d o comodidad com"Ón; 266 Mamrnl de Derecha Privado ~ Parte Genernl g, los documentos oficíales del Estado; h, las ruinas y yadmientos arqueológicos y paleontológicos,;. Lo que caracteriza al dominio público del Estado es ia posibilidad de aprovechamiento y goce directo de estus bienes por todos los cíudada~ nos. Respecto de el1os 1 el Estado es un administrador y reglamenta su uso por parte de los particulares. Los carnctcres de estos bienes es que son inalienables, imprescriptibles y de uso gratuito para todos los miembros de la comunidad. No hay en la enunciacíón de bienes de dqminio público del Estado, modificaciones sustanciales sino que se incorporan nuevos en dicha enumeración como 1 por ejemplo, los glaciares. En la norma subyace 1a idea de interés común, de interés gene.ral y utilidad o comodidad común estableciendo, como ya lo hemos dicho antes, una idea de sustentabiJidad en miras del interés social o de toda la comunidad, Afectarlos o desafoctados como bienes dd dominio público resulta de la decisión del Poder Ejecutivo o por el Poder Legislativo, según el caso. El Estado también puede poseer bienes de dominio privado, respecto de los cual~s ejerce un verdadero derecho de propiedad, Está.n regulados Cll el art. 236 e.e. y c. y son: mt, los~inmuebies que carecen de duefio; b, las minas de oro, p1ata, cobrt\ piedras prcciosasi sustancias fósiles y toda otra de interés similar, según lo nonnadoporel Código de Mineria; c. los lagos no navegables que carecen de dueño; d. las cosas muebles de dueño desconocido que no sean abandonadas, excepto los tesoros; e, los bienes adquiridos por el Estado nacional, provincíal o municipal por cm1{quie-r título». En estos casos et Estado actúa como sujeto di= derecho privado. Es necesario realizar una distinción, y es que: aqueUos que están afectados directamente a un servicio público, como los ferrocarriles o lüs edificios públicos, no son embargables pero ei Estado puede venderlos o arrendarlos; y los que no están afectados al :-Jervicio público y cuya utilidad general es solo mediata, como las tierras sin dueño o bienes vacantes~ son embargables, pueden venderse, grabarse, e inclusive pueden adquirirse por prescripción por los particulares que los hubieren poseído. Por otra parte el art. 237 C.C. y C. establece las características de los bienes públicos de[ Estado disponiendo que son fo.enajenables, inembargables e imprescriptibles y que las personas tienen su uso y goce, sujeto a las disposiciones generales y locales. Pero puede suceder que €! objeto de !a relacfón jurídica 269 Estad.o otorgue el _uso exclusivo a personas determjuadas a partir de penrnsos o concestones. , " La Constitución Na~ional, la I_egislación federal y el derecho público ,i:cal determinan el caracter nac10nal, provincial O municipal de los bienes enumerados en los artículos 23 5 y 236 mencionados. h. Bienes de la Iglesia Católica Desapar~ce esta clasificación en el nuevo ordenamiento jurídico. ;e trata de los bienes que pertenecían a la Jgles1·a Cato·¡·tea. E ste punto era resuelto por el art: 2345 del C.C. de Vélez Sarsfield y la solución adoptada p~r el legislador consagraba la independencia entre los bienes de. la_s Iglesias (general o locales), la separación de sus patrimonios. los cred1tos Y las deudas, también eran independientes y la foJesia no responderá por ellos. También se distinguían en bienes d ~d · · 'bl' e ommto P~ 1co :orno fo eran todos aqueHos afectados aI culto; y en -consecuenct~ eran inembargables e imprescriptibles mientras durara fa afectación (Rivera, Tagle). La lglesia Católica conlÍnúa siendo persona jurídica pública no estatal (arl. 1_46 me. e y 147 del C.C. y C.) y su situación se rige por el derecho canontco ~v las relaciones entre aquella y el Est · ¡ , a d o nac1ona resultan de un concordato. e, Bienes particulares CC. . El art 238 Y C. regula los bienes de los particulares cuando di_spone «Lo~ bienes que no son del Estado nacional, provincial, de la Crn~ad Auto~om~ ~e ~,uenos Aires o municipal, son bíenes de los particulares sm d1stmc1on de las personas que tengan derecho sobre ellos, salvo aquellas establecidas por leyes especiales)). _ De acuerdo con l~ definición que surge de la norma, esta categoría ec1 de_naturaleza <<res1duah); es decir que son de fos particulares todos ~-~bi;~s que no son del Estado, enumerados en los arts. 235 y 236 270 Manual -ae Derecho Prlvado ~ Parte General d. Aguas de los particulares El uso de las aguas de los particulares se .encuentra previsto en el art. 239 que establece: <í.Las aguas que surgen en 1os terrenos de los particulares pertenecen a sus dueños, quienes pueden usar libremente de ellas, siempre que no formen cauce naturaL Las aguas de 1os particulares quedan sujetas al control y a las restricciones que en interés público establezca la autoridad de aplicación. Nadie puede usar de aguas privadas en perjuicio de terceros ni en mayor medida de su derecho. Pertenecen al dominio público si constituyen cursos de agua por cauces naturales. Los particulares no deben alterar esos curso~ de agua. El uso por cualquier título de aguas públicas, u obras construidas para utilidad o comodidad común, no les hace perder el carácter de bienes públicos del Estado, inalienables e imprescriptibles. El hecho de correr los cursos de agua por los terrenos inferiores no da a los dueños de éstos derecho alguno)). La norma dispone expresamente que la formación de un cauce natural convierte el agua que brota del mismo es un bien del dominio público del Estado~ aunque nazca y muera en el mismo terreno. En relación con los lagos no navegables que carecen <le dueño, son en principio de dominio privado del Estado excepto que no sean aptos para satisfacer usos de-interés general, por lo que en esas condiciones podrán pertenecer al dominio de los particulares. Bienes susceptibles de apropiación.' las cosas sin dueño Las cosas sin duefio que cualquiera puede tomar para sí, por medio de la apropiación, se encontraban reguladas en el art. 2343 del Código velezano. El Código Civil y Comercial, a diferencia del C.C., recepta este modo de adquirir el dominio cuando se trate de cosas muebles no registrables y sin dueño, pero limitándolo a tres casos; así en el art. 1947 dispone qoe son susceptibles de apropiación: a) las cosas abandonadas; b) los animales que son el objeto de la caza y de la pesca y e) el agua pluvial que caiga en lugares públicos o corra por ellos. El articulo expresamente establece cuáles no son susceptibles de ser apropiadas: a) tas cosas perdidas, Si la cosa es de algún valor, se presume que es El objeto de !a relación jurídica 271 perdida, excepto prueba en contrario: b) los anímales doméstícos, aunque escapen e ingresen en inmueble ajeno; e) los animales domcslicad?s: mient·ra·s el dueñ~ no desista de perseguirlos. Si emigran y se habttuan a v1v1r en otro mmucble, pertenecen al dueño de éste 1 sí no empleó artificios para atraerlos; <l) los tesoros. 4, La protección de la vivienda en el Código · ¡ . c,·v,·l ,, . C.omercm. Nociones La vivienda única se encuentra regulada en nuestro ordenamiento provincial por el art. 58 de la Constitución de la Proviucia de Córdoba que dispone: <<Todos los habitantes tienen derecho a disfrutar un~ vivienda digna la que junto a los servicios con ella conexos. y la tierra necesaria para su asentamiento tienen un valor social fundan'ientaI. La vivienda única es inembargable en las condiciones que fije la ley .... }) Esta norma fue mcorporada a la Constitución de Córdoba en J987 dictando en su consecuencia la ley 8067, modificada por la 8998. En año 2002, la C.S.J,N, ~s~ntó e1 criterio en autos .;<Banco del Suqufa S,A. el Juan Cados Tomassm, s!P.V.E. - Ejecutivo)) (l 913/02). donde declaró mconstituc1~na! dicho arL 58 por considerar ~entre otros- argumentosque la materia que regula es de competencia exclusiva del Congreso de :a ~ac:_16n Y ~po: ende- no puede ser objeto de una nonna provincial y por 1 0,ianto, revoco un fallo emanado del Tribunal Superior de Justicia de Cordoba. De tal forma, la C.S..l,N. dejó sentado que el tema reglado en el a,rt. 58 citado «no constituye ~nateria correspondiente a la seguridad soc1ab~, a fa vez ~uc es t<resulta improcedente una interpretación literal del arllculo 14 bts de la Conslítución Nacional en cuanto establece 'la defensa del bien de familia', ya que las normas constítucionales se encue?tran sujetas a la debida reglamentación legal, ta cual indica en la ~uestton debatrda en autos est~ formulada en el articulado de la ley 14.394, Y constttuye competencia Jegislativa exclusivamente federal (Comercio y Justicia ínfo, 2 de julio de 2009)» . el . El diseño del Código Civil y Comercial incorpora específicamente un capitulo que regula la vivienda) reconociendo su acceso como un derecho humano, y sustituyendo el régimen del bien de famiha que establecía ia ley 14..394. El arL 244 establece que ,<puede afectarse al régimen previsto en este capítulo, un inmueble destinado a vivienda, por su totalidad O por una 272 E' objeto de la relación Jurídica Manual de Derecho P!lvado - Parte General parte de su valor. Esta protección~:) excl~ye a _Ias concedidá·s. por ◊:ras disposiciones iegaies. La aJt:ctac1on se mscnbe en el registro di; la propiedad inmueble según las formas previstas en. las reglas 1oca1e~: Y la prioridad temporal se rige por las normas contem_das en la.ley ~acmna~ del registro inmobiliario. No puede afoctur~e mas de un mmuebie, S1 alguien resulta ser propietario de uno o más 1~mueblcs afectad~s, debe optar por la subsistencia ~e u?~ solo _en ese c~t~ct~r dentro d.el. P,~azo que fije la autoridad de aphcac10n, baJo apen::1b1m1cnto de co~1s1derarse afectado el constituido en prímcr términm). El legitimado para solicitar la afectación, es ~i .titular registr~l Y si el inmueble estuviera en condominio, deberá ser solicitada por tod~;:-. l?s cutitulares de manera eonjunta (arL 245 e.e. y C.). Los benefic1~n_os de la afectación son: el propietario constituyente, su cónyuge, conv1v.1ente, ascendientes o descendientes y en defecto de ello:;, sus p~nentes colaterales dentro del tercer grado que convivan con el constituyente (art. 246). Es requisito paru solicitar ia afectacíón, que al menos de los beneficiarios habite el inmueble, y basta para que los efectos subsistan que al menos uno de ellos permanezca en eí inmueble {art. 247). El texto legal introduce una innovación importante deno:11inada suhrogación legal, que se da cuando la afectaci~n s~ trasm1te a la vivienda adquirida en sust~tución ,:1 la -~foctada ~a.los 1~~ortcs que la sustituyen en concepto de mdemmzac1on o precio tart. _48). , Los efectos de la afectación como vivienda única de .un b1en inmueble es la inoponibiHdad a los acreedores de causa anterwr a esa afectación. Establece el art. 249 que la vivienda afectada no es suscep· ti ble de ejecución por deudas posteriores a su inscripción) excepto: ,rn) obligaciones por expensas comunes y por_ impuestos; tasas o contribuciones que gravan directamente a1 mmueble; b) obligadoiles con garantía real sobre el inmueble, constituida de conformidad a lo previsto en el artículo 250; e) obligaciones que tienen origen \':n construcciones u otras mejoras realizadas en la vivienda; d) obligaciones alimentarias a cargo del titul~r a favor ~e ~us hijos menores de edad, incapaces1 o con capacidad restrmg1da. Los acreedores sin derecho a requerir la ejecución no pueden cobrar sus créditos sobre el inmueble afectado, ní sobre los importes que la sustituyen en concepto de indemnización o precio, au~que ~~a obteaido en :-mbasta judidali sea ésta ordenada en una eJecucion individual o colectiva>,. u:10 273 De modo que si el inmueble se subasta y queda remanente, éste se entrega al propietario del Inmueble El inmueble afectado no puede ser objeto de legados o mejoras testamentarias, excepto que fa,iorezca a los bencficiaríos de la afecta~ cíón prevista en este Capítulo. Si e] constituyente está casado o vive en unión convlvencial inscripta, el inmueble no puede ser transmitido ni gravado sin la confonnidad del cónyuge! o del conviviente; si este se opone, falta o tiene capacidad restringida, fa trasmisión o gravamen deben ser autorizados judicialmente, Respecto de los frutos que produce e! inmueble v.gr. un alquiler, son embargables y ejecutables mientras no sean indispensables para satisfacer las necesidades de los beneficiarios (art. 251 ). El inmueble constituido como vivienda única se encuentra exento del impuesto a la transmisión gratuita pnr causa de muerte en todo el territorio de la República~ mientras que dicha transmisión sea realizada a favor de los beneficiarios, y no es desafecta.da en los cinco años posteriores a la trasmisión. Todos los trámites y los actos vinculados a la constitución e inscripción de la afectación, están exentos de impuestos y tasas ( a[!.. 252) . , Tambié~ se determinan las obligaciones de la autoridad de aplicaeion, es dec1r el Registro de la Propiedad Inmueble que debe prestar asesoramiento y colaboración gratuitos a los interesados a fin de concretar Jos trámites relacionados con la afectación (constitución inscripción y cancelación). Asimismo se establece que s{ en el trámit~ han intervenido profesionales los honorarios de éstos a solicitud de los mismos no pueden exceder al 1% de la valuación fiscal. ( arts. 253 y 254) Así como se regula la constitución del inmueble como vivienda úníca también se prevé, tal como ocurría en la legislación anterior, la desafectación y cancelación de la inscripción (arL 255). Se incluye en este apartado el inmueble ruraI siendo aplicable respecto del mismo las normas que venimos analizando siempre ql1e no exceda de ta unidad económica ( cantidad de metros cuadrados o hectáreas) que determinen las reglamentaciones locales, es decir de cada provincia (art. 256). No se deben confundir estas nonnas con aquellas que el Código Civil Y Comerciai prescribe respecto del uso de la vivienda familiar en caso ~e divorcio de los cónyuges, ya que se establecen una serie de pautas que tienen neto corte asistencial o protectorio (ante problemas de salud, Manual de Derecho Prlvado ~ Parte Genera! Eí objeto de!¡¡ relación turídica vivienda o falta de recursos) que apuntan evitar la desprotección de los integrantes del grupo familiar (Manuel J. Ferro). Ello aunque respondan a la misma concepción de que la vivienda encuadra en la tutela que requieren los derechos humanos, dda flora, la fauna, la biodiversídad, el agua, los valores culturales, el pa1sa_1e, entre otros, según los crüerios previstos en la ley especial;,. El art. 241. re~ul_a 1~ ;eJaüvo a la jurisdicción, cstabledendo que_<(Cualquíera sea la J.unsd1cc10n en que se ejerzan los derechos, debe respetarse la normativa sobre presupuestos mínimos que resulte aplicable>:.. 274 s. Los bienes con relación a los derechos de incidencia colectiva En este punto nos remitimos a lo dicho respecto del ejercicio de los derechos ya tratado al considerar que, además de los derechos individua~ ies, existen otros derechos que responden a «intereses difusos>), los que se identifican con )os Hamados <<derechos de incidencia co)ectivan, En estos supuestos es la comunidad la tiene interés en que se respeten ciertos derechos colectivos caracterizados como pluripers~nales; es decir que pertenecen indistinta o alternativamente a una p!urahdad de sujetos 1 en tanto integrantes de un grupo, categoría, ciase o sector sociales, Estos derechos fueron reconocidos constitucionalmente en la reforma de 1994, y alguno de ellos fueron regulados especialmente en el art. 43 C.N., el cual dispone que: «Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo. contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, alter~ o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos Ygarannas reconocídos por esta Constitucíón, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstituciona1ídad de la norma en que se funde el acto u omisión iesiva. Podrán interponer esta acción contra cualquíer forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los dere-chos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, reaistradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos Y formas de su organización ... >). ~ Estos derechos se encuentran reguiados. en el art. 2401 que dispone expresamente: ,,El ejercicio de los derechos individuales sobre los bienes mencionados en las Secciones l • y 2• debe ser compatible con los derechos de incidencia colectiva. Debe conformarse a 1as normas del derecho administrativo nacional y local dictadas en el interés público Y no debe afectar el funcionamiento ni la sustentabilidad de los ecosistemas. 275 R~tos derechos fueron inícialmente introducidos en )a jurisprudencia argentrna a través de ía C_orte Suprema de Justicia en eJ precedente ,,Halabi,, (Buenos Aires, 24 de febrero de 2009 in re «Halabi, Ernesto e/ P.E.N. • ley 25,873 ·dto, l 563104 si amparo ley 16.986» ). En el caso la C~rte realiza la diferenci~ción de los derechos individuales y aquello; considerados de 1nc1dencta colectiva. La Corte se manifestó de- la si~uient~ manera: <~Los derechos de incidencia colectiva tienen por obJeto _bienes colechvos (art. 43 Constitución Nacional) son ejercidos por_ el d~fensor de_l Pueblo de la Nación, las asociaciones que concentren el mte-res colectivo y el afectado. En estos supuestos existen dos ele~~~Hos de caíificació~ que resultan prevalentes, En primer lugar la petrc1on del,e tener por ob¡eto la tutela de un bien colectivo, Jo que ocurre cuan~~ este pcrten~~e a toda la comunidad siendo indivisible y no permitiendo excluston alguna. Por esta razón sólo se concede una legitim~ción extraordinaría para reforzar su protección, pero en ningún caso ex1ste ~n derecho de apropiación individual sobre el bien ya que no se hallan en Juego derechos- subjetivos>>. Es decir, son aquellos derechos que pertenecen a todos, el titular del interés le pertenece al grupo afectado por ello puede existir una Jegiümaci.ón dj fusa en cabeza de uno de los sujetos que_i~tegra el grupo (interés difuso) de una asociación que ttene representatrv1dad en el tema (interés coJectivo) o del Estado (interés público). En ,definitiva. la decisión del máxjrno tribunal permite que una se~tencrn tenga efectos para todos los ciudadanos que padecen un m1smo probl~ma, sin n.ecesidad de tener que iniciar un juicio, creando con e~ta sentencrn la acción de cfase como garantía de los derechos de duncnsión cokcttva. Bibliografla BORDA, Guillermo A.i A1anual de derecho civil. Parte general, 2P ed, actualizada, Lexís Nexis, Bs.As., 2005. Manual Ue D1:tecM Privado - Parte GeMra! 276 BuERES, Albc-rto ] ., Código Civil y Comercial de la Nación. Analizado, comparado y concordado, Hammurabi, Bs. As., 2015. BL:TGLER CAcERES, José A., Jicmual de derecho civil. Parte general, Abaco, Bs, As,, 1979, CrrnE~TES, Santos, Elementos del derecho civil. Parte general, Astrea, Bs, As"' l 993, f'ER!W, Manuel J., Práctica derecho de fámilia, CAPITULO VIII Ediciones Jurídicas. Bs, As., 2015. Fundamentos del Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, Código Civil y Comercial, Zavalía, Bs. As., 2014. GoNzALEZ CAS;TRü, Manuei A.) Normas procesales y procedimentales de impacro en ei nuevo Código Civil y Comercial de la Nación Argemina. Advocatus, Cba., 2015. LLAM&iAS, Jorge J., Tratodo de derecho civií, Abeledo-Perrot, Bs.As., 1973, L L LoRENZEITI, Ricardo Luis (director), Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado, Rubinza1-Culzonl, Santa Fe. 2014, t. L Rlvrn.A, Julio César, Jnslituciones de derecho civil. Parte general, 5ª ed., Abeledo-Perrot, Bs.As., 2010, t. JI. TAGLE~ Victoria María, Derecho privado l. Parte-general, Alveroni, Cba., 2002, t. ll-A. HECHOS YACTOS JURIDICOS Mario Sársfieid Novillo Sumario: 1. Los hechos juridicos. l. Concepto. 2. Importancia. J. Definiciones. 4. Clasificación de los hechos jurídicos, 5, Acepciones de la voz Ht;UUS!l)}, II. TeoríA general dd acto voluntario. L Voluntad Jurídica. a. Concepto. b. Imponancia. c. Elementos: enunciación, lll. Elementos internos, l. Disccmim¡ento. 2. Intención. 3. Libertad, IV v: Elementos externos. l. Modos de manifestación de la voluntad. Exclusión y vicios de- la voluntad, VL El áCto jurídico. l. Concepto y caracteres. 2. Ubicación del tema. 3. Hechos y hechos jurídicos. 4. Hechos como objeto de la relación jurídica. 5. Cualidad del hecho J~idico para producir un efecto. 6. Concepto de acto jurldic.o 7. Difcrcndas t!ntre <meto jurídit;oh y ,megodo iurídko». Denomina~ cíón. VIL Elementos i;senciales. Condicion~s de validez respecto del: l. Sajctu. 2. Objt:to. 3. Causa. 4. fmma. VHL Elementos accidentaies. Modalidades. IX. Consecuenci/.1s de los hechos y actos juridi~ cos, X. Autonomía de ia voluntad. Limitaciones, XI. Efectos· de los actos juritlicos. L Objetivos. 2. Subjetivos: principio generaL XIJ. Representación. XIll. Clusificadón de los actos jurídicos. 1. Distintos cntcríos. XIV. lnterpretación de los actosjurldicos. Bfüliografia. l. LOS HECHOS JURIDICOS J. Concepto Concluido el anáHsis del objeto, segundo de los elementos de:: la relación jurídica. corresponde dedicarnos at estudio de los hechos como causa generadora de los derechos. Manual de Derecho Privatío - P¡i:rte General Hechos y actos juríd!•:::os El abordaje del tema relacionado con los hechos se hace desde dos puntos de vista: en primer lugar, el hecho se observa como obJeto de la relación jurídica; esto es la conducta o comportamiento, v.gr. realiza: tal n cual adcíón o no realizarla; llevar a cabo una acción positiva o negativa; gestión ~) abstención, etc. 1 proceder éste que debe seguirse de acuerdo a Ja prestación comprometida (art. 279 y ss. e.e. y e.). En s~gund_o lug~r, se aprehende al hecho como causa generadora de una relac.10n o s1tuac1~n juridica, v.gr. el transcurso del tiempo, el nacímient~; la muert.ei l.a :11-ayona de edad, etc. (art. 257) y tiene especial trascendencia el act~ ¡undico pues tiene por fin específico-inmediato- el comienzo, la vanac10n o la termmación de una relación o situación jurídica, arts, 259 y 28 i Y ss., C,C. Y C, Desde luego, no puede perderse de vista que el legislador debió echar mano a una fórmula de desaprobación de ciertos hechos para aceptar todos aquellos que pudiesen resultar idóneos para produci,r el efecto deseado. Por tal razón, es que se dice que el hecho como obJeto del acto jurídico no debe ser un hecho imposible o prohibido por la ley, contrari~ a la moral, a las buenas costumbres, al orden público o les~vo de los derechos ajenos o de la dignidad humana, Asi es cómo el art. ~ 79 indica qué cosas y qué hechos no son apto§, eficaces, útiles, para llevar a concretar un acto jurídico válido. impresión material provocada en nuestros sentidos; sonidos, imágenes, olores, etc .. lo que percibimos. En esta perspectiva, se debe entender que también 4ucdan comprendidos en el concepto de acoutecllnientos con efectos jurídicos, otros hechos o circunstanchs que no son necesariamente materiales. Eso ocurre cunndo se aiude, por caso, a los vicíos de la vohmtad -el error, el temor o el dolo*; o a estados espirituales, o a otros supuestos que dependiendo del paso del tiempo) acarrean consecuencias en derecho (v.gr, ser menor o mayor de edad). A esos eventos, si b norma íegai los considera relevantes/ los enuncia como supuestos fácticos y les asigna una consecuencia, un efecto. Asi, fa ausencia de una persona, apareja dt::rivacioncs que pueden tener que ver con el cuidado y destino de sus bienes o la presunción de su fallecimiento; ]a compra de una obra de arte creyendo por error que es autémica, puede dar lugar a la nulidad del acto, etc. Resumiendo, los hechos juridicos son de capital importancia pür tratarse de <<los acomecimientos en virtud de los cunles las relm.:iones de derecho nacen y rerminan>; (Moisset de Espanés). 278 279 3. Definiciones 2, Importancia El interés en el análisis de los hechos y actos juridfoos, finca en que según la ley determine en forma previa, ~a ~si~nación de algún ~fecto conforme a determinados supuestos o h1potes1s, aqueBos podran ser considerados jurídicos. Se entiende, entonces, que no todos los hechos generan o extinguen derechos, en otras palabras, no todos l_os hechos son jurídicos. Para que partfoipen de esa categoría es 1mpre~~md1bic que se les adjudique un efecto, una consecuencia, una denvacwn, En efecto, existen acontecimientos o sucesos que resultan intrascendentes para et fin propuesto por el derecho: causar o provoc.ar un efecto jurídico. Es sólo la ley la que puede determinar las consecuencias que genera un hecho en este campo, A modo de aproximación, podemos sostener que el hecho es) ?n princípio~ todo fenómeno que cambia_ la r~alidad de las cosas; e~ dectr, aqueiio que se manifiesta en la conciencia de cada uno a traves de la El Título IV del Libro Primero, en nueve capítulos, se ocupa de los hechos y actos jurídicos proporcionando, en el primen1 de ellos -Disposiciones generales~, sus definiciones, elementos y clasificación. Los arts. 257 a 261 de! C,C. y e., precisan las nociones de cada una de ]as categorías que nos interesan; «Art. 257.- Hecho jurídico. El hecho jurídico es e! acontecimiento que, conforme al ordenamiento jurfdico, produce d nacimiento, modifi~ cación o extinción de rdaciones o sítuacioncs jurídicas>), «Art 258.~ Simple acto lícito. El simpie acto Hcitn es 1a acción voluntaria no prohibida por la ley, de la que rcsult:c alguna adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas>,. HArt. 259.~ Acto jurldfcc. El acto jurídico es el acto voluntario Hdto que tiene por fin inmediato la adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas::-;. «Art 260,• Acto voluntario. El acto voluntario es el ejecutado con discernimiento, intención y Hbertadi que se manifiesta por un hecho exteriorn, 2EO Manuai de Derecho Privado • P_arte Genera1 «ArL 260.~ Acto invufuntariu. Es involuntario por falta de díscer~ nimíento: u) El acto de quien, al momento de realizarlo, esta prívado de la razón b) El acto ilícito de la persona menor de edad que no hll cumplido l ü años: -e) El acto Íicho de la persona menor de edad que no ha cumplido trece años, sin perjuicio de fo establecido en disposiciones especiaiesH. Estos preceptos deben relacionarse con las reglas, del ,capítulo 5, Actos jurídicos, y además con las de éste que.en la Secc10? 1 ~: rc?eren al Objeto del acto jurídico (arts, 279 y 280, obJeto y convahdac1on), ias de la Sccc,ón2' que se ocupan de !a Causa del acto jurídko (arts, 28,l al,283, causa, presunción de la causa y acto abstracto) y a las de la Secc10n 3 que sistematizan la forma y prueba del acto jurídico (arts. 284 a 288). En cuanto a las definiciones propuestas y en lo que hace a las expresiones alguna adquisición, mod(ficación o extinL~iJn de rela_c~anes O situaciones jurídicas, decimos que en el caso del stmple- acto hc1to (arL 258) Ja fórmula utilizada merece algún reparo pues el l~xto alude al simple ac..,'to como lícito y advierte\ al mismo tlemp?: que l~ ac~1on voluntana no puede estar prohibida por la ley. La reprobac1on se JU~tt?ca porque ~s excesivo inJ.icar en la regla que es licito lo que no es proh1b1do por la le), Cerrado el paréntesis en ese aspecto, una breve refer~ncia en cuanto a las acciones que describen las distintas normas mencionadas. Se especifica a la acción, como el ejercicio de In posibilidad de hacer, en el i;aso, nacer, adquirir, modificar u extinguir. Nacimiento es la acción y efecto de nacer; nacer puede significar: salir, aparecer, empezar, tomar princípio, inforirst\ iniciar. A~í,, es correcto decit que por ¡;J hecho jurídico puede nacer una rclacwn o situación jurídica. Del acto jurídico, no sólo nace ~en el alcance de la expresi~n~, una relación n una situación jurídica. Por ei acto jurídico se persigue un propósito que trascií:mde el hecho <leí nadmiento, va más allá P_~rque se pretende un efecto t:on prolongación en el tiempo, 1a proyc_ccrnn en e] tiempo de una relación o una situación y eso se logra, precisamente, a tnwés de la adquisición, Adquirir, en el lenguaje jurídico, es hacer pr~pio un derecho_ o cosa que a nadie pertenece, o se transmite a titulo gratuJto (el que proviene de Hecl:os y actas jurídicos 281 un acto de 1ibera.lidad, como la donación o e[ legado, sin conmutación recíproca) u oneroso, o por prescripción-. La norma asigna igual efecto ~la adquisición- al simple acto lícito, sin que se persiga un fin inmediato en esa dirección {art. 258). Los ténnínos utilizados, aparecen como semánticamente correctos y superan las diferencias que resultan de 1a comparación de las definiciones de !os arts. 896 y 944 del Código de Vélez Sársfield; recordemos lo que se planteaba, respecto de adquirir o crear o extinguir o aniquilar. Los efectos que producen, aparte de la distinción apuntada, son i<lt:nt!Cos: modifican o extinguen relaciones o situaciones jurídicas.' Se introduce, respecto de los hechos y de los actos, la noción de la «situación jurídica», misente en las redacciones de los arts. 896 y 944 del Código velezano. Relación es hl. conexión de una cosa con otra. la correspondencia d.e algo con otra cosa; situación es la disposición de una cosa respecto del lugar que ocupa; una ubicación. ¿Qué debe interpretarse por <rnituación jurídica»? En cuanto u Ja expresión comentada; eJ art. 7º del C.C. y C., al díspon~r acerca de la eficacia temporal de la ley, dice que: «A partir de su entrada en vigencía, las leyes se aplican a las consecuencias de las relaciones y situacione-s jurídícas existentes». A raíz de la modificación de la antigua legislación (arL 3º C.C,) en lo que ooce a la írretroactividad de la ley civil, explica Moisset de Espanés que fue necesario, buscar una noción distinta y, entonces,, se adoptó la propuesta por Roubier en Francia, Se utilizó la idea de la {tSÍtuaciónjurídíca,1 1 que es más amplia que la de relación;, pues brinda idea de permanencia, que la hace trnis apropiada para comprender los problemas que originan los cambios en la legisladón que rige fas ((relaciones» o <<situaciones;;, jurídicas>>. La expresión situación jurídica, en cuanto a los efectos de la ley con relación al tiempo, es expuesta por Borda -al analizar el art. 3[> dei Código CívH recién mencionado~, de la siguiente manera: <<Dos hipótesis son aludidas y quedan cubiertas por esta norma: u) En primer lugar, las llamadas situaciones jurídicas generales, e.s decir, aquellos derechos que son regulados por la ley (y no por la VQ]untad de las partes) y que son unifom1es para todos, Como ejemplos más importantes podemos citar Jos derechos reales, los derechos de familia) las Jeyes adrninistratívas. En su contenido, el derecho de propiedad, el Manual de Derecho Privado - Parte Genera! Hechos y actos jurídicos derecho de patria potestad, los derechos conyugales, son iguales para 1947 a) ii, 1948, 1949); el hallazgo de un tesoro \art. 1952); la construcción, siembra y plantación (art. 1962;,: la invasión de inmuéb!e colindante (art. 1963), etc. 282 todos, La nueva ley se aplica a todos esos derechos y a todos los modifica desde su entrada en vigencia, b) En segundu lugar, las relaciones paniculares derivadas de los contratos. La regla general, sentada en el primer pá.r"rrifo del articulo 3;:,, es que también los contratos caen bajo el imperio de la nueva ley, desde su entrada en vigencia ... >;. Estas reflexiones son aplicables a ia normativa vigente en virtud de que el art, 7° del C.C y C. se apoya en similares criterios. El acto jurídico es. en síntesis, una voluntad dirigida a un fin y. en tal supuesto, esa voluntad no es suficiente para el nacimiento, adquisición, modificación o extinción de situaciones jurídicas, si no tiene reconocimiento legal. En suma, el acto jurídico puede tener esos efectos sólo respecto de las relaciones jurídicas. No puede ser de otro modo desde que carece de aptitud para alterar una situación jurídica general u objetiva, cuando sus condiciones s~n fijadas por la ley: Asíi por ejemplo, la situación del cónyuge o del socio, no se puede mod~ficar en Jo que esté reglado por la ley. Hay aspectos de las relaciones familiares o sociales que resultan 1mpuestas por la norma y la voluntad determinó que se ocupara o se colocara en la situación jurídica, pe~o no la crea o modifica, shw que la situación jurídica es la consecuencia de la regla legal, si así se lo declara. 4. Clasificación de los hechos jurídicos En apretada síntesis, decimos que son actos humanos volunta:io~, los ejecutados con discernimiento, intención y libertad que se extenonzan por un hecho exterior (art. 260). Son involuntarios por falta de discernimiento, los que se producen con ausencia de razón o por no haber alcanzado el agente la edad fijada por la ley, diez años para !os actos ilícitos y trece para !os lícitos (art. 26 l}. Son simples actos lícitos, aquellos de los que resulta alguna adquis.ición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas, Y actos jurídicos los que tíenen por fin inmediato la adquisición, modificación o extinción de relaciones o situac-íones jurídicas (art. 258). Sirven de ejemplos de siml)1es actos, la gestión de negocios ajenos (art, J 781); la apropiación por medio de la caza o de la pesca (arts, 283 Los actos contrarios a derecho son los que contradicen el orden jurídico y pueden responder subjetivamente a la culpa o al dolo. La culpa consiste en la omisión de la dfügencia debida segú.n la namruleza de la obligación y ias circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar, Comprende la imprudencia, la negligencia y la impericía en el arte o profesión. El dolo se configura por ta producción de un daño de man-en.1 intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos (art 1724). 5. Acepciones de la voz causa La palabra causa significa el fundamento u origen de algo, lo que constituye su razón de ser, el motivo o razón para obrar. Según Bute!er Cáceres, la expresión «causirn puede referirse a tres ideas distintas: a) causa fuente de donde nacen las relaciones jurídicas; la causa fuente o causa eficiente, de donde deriva fa adquisíción, transformación, conservación o extinción de las relaciones jurídicas; b) causa fin, considerada en un doble sentido; o~jetivo, que se confünde o identifica con la función jurídica-económica del contrato, con el resultado jurídico característlco que_ la 1ey adscribe a cada clase de acto jurídico; su~jetivo, que es la voluntad de cada una de las panes en el caso concreto; y e) causa impulsiva, como el motivo determinante de 1a voluntad, Entendida como causa fin en sus dos aspectos, constituye un demento esencial de] acto o negocio juridíco. Cifüentes, opina de idéntica manera diciendo, que: a) causa eficiente: es la producrora o fuente de derechos; h) causa final: es el fin determinam:e o aspecto te!eoióglco deJ obrar jurídico~ y e) causa impulsiva, es según los móviles o rnotivos del acto. Para Borda, <(CimSa>} tiene dos acepciones, advirtiendo que ei príiuer significado es ajeno a la tcorfa del acto jurídico; 284 Manual de Derecho Privado - Parte Genera! con ia dirección de la Inteligencia. Por su parte, la voiumad juridíca presenta un elemento interno, compuesto por el discernimiento, Ja intención y la libertad, y otro externo, que es modo o la manera a través del cual ese elemento interno se manifiesta, se exterioriza. Para Aguiar 1 el propósito es !a causa final, el hecho jurídico se transforma en acto jurídico por su contenido cspirítuai, el ánimo det agente, En la exteriorización de la vuiuntad interna, el sujeto expresa directamente el objeto de su querer 1 consistente en la regulación de su interés en las relaciones con otras personas, es decir, una autorregulación de sus íntereses en las relaciones privadas. Para Rivera y Bueres, es dcdr, la razón de ser jurídica del negocio. cnmo m~l fin inmediato autorizado por el ordenamiento jurídico que ha sido determinante de la voluntadH (art. 281). Se señala también que integran la ctmsa, los motivos exteriorízados cuando sean lícitas Y havan sida incorporados al acto en ji,rma expresa, o tádtamente si so~ esenciales para ambas partes. Aun cuando no este expresada en el acto, se presume ta existencfa de la causa, y por fo tanto éste es válido La existencia de la causa se presume aunque no esté expresada en ei acto y, consecuentemente. éste i.:s válido aun e11 el supuesto en que la causa expresada sea falsa si se funda en otra causa verdadera (art. 282). Agregamos que la causa debe ser legllima, (arts. 727, i014). En materia de contratos, el arL l O13 prevé que --:,Ja causa debe existir en la formación del contrato y durante !-.U celebración y subsistir durante su ejecución y que la falta de causa da lugar. según 1os casos. a la nulidad, adecuación o extinción del contralm>. ll. TEORIA GENERAL DEL ACTO VOLUNTARIO 1 En el acto jurídico, es preponderante la voluntad a punto tal, que estando dirigida a realizar un interés, un fin, un objetivo -al que 'el ordenamiento jurídico considere merecedor de tutela y prote'Cciónalcanza la misma entidad que la ley, tal como lo prevé el art. 958 en relación a las convenciones al establecer que <das partes son Hbres para celebrar un contrato y determinar su contenido! dentro de los limites impuestos por la ley, el orden público) la moral y las buenas costumbres». Por es.o, en el acto jurídico la voluntad y la norma jurídica, merecen el mismo rtspeto. La voluntariedad del acto requiere que éste provenga de un obrar inteligente y Iibre, que eníane de una autodeterminación de su autor, que se lleve a cabo con discernimiento, intención y libertad y, por fin, que se exteriorice (art, 260). III. ELEMENTOS INTERNOS l. Discernimiento. 2. Intención. 3. Libertad E1 discernimiento es aquel medio que permite que, previo conocim¡ento, se pueda distinguir algo de otra cosa: señalando la díit'rencia que 1j: 1 ! 285 a) causafUente, designa la fuente de las obligaciones; es decir, los presupuestos de los que resultan las obligaciones legales, contratos, cuasicontratos, delitos, cua.sideHLos Yla ley: b) i:aw:afinaL el fin que las partes se propusíeron al contratar. En todo sistema jurídico no hay obligación sin causa, es decir, sin que derive ik algún hecho idóneo para producida de acuerdo con el ordena~ miento jurídico y así lo estabiece el arL 756. El hecho jurídico, tal como lo señala el art. 257, <<es el que produce el nacimiento, modificación o extindón de relaciones o situaciones juridi~ cus»; por lo tanto, los hechos son causa fuente de reiaciones jurídicas. Por otra parte, la <-<causa fim, es propia del acto jurídico y se define i¡ Hect.os y actos [urídícos L La voluntad jurídica. A. Concepto. B. Importancia. C~ Elementos: enunciación. Puede definirse la voluntad como una facultad del espíritu que le pcrmile al sujeto decidir, miciary dcsarroHar sus actividades de acuerdo hay .entre ellas, Jo que puede hacerse de acuerdo a un estado de conciencia que se vincula, en forma directa, con el desarrollo intelectual del individuo o una situación particular de1 mismo, tal como se evidencia en el texto del arL 26 L Para Aguiar; el discernimiento es una aptitud que en último análisis se confunde con al fucuhad de razonar del agente, que se traduce en la comprensión por e} sujeto de 1a reaiidad en que opera y constituye ia base misma del acto volunrnrio porque; como es evidente, no se puede querer 286 Manual de Derecho Privado - .Parte General aigo sin conocerlo previamente: y de alH que fa .falta de esta condición tome involuntario el acto. La intención es el propósito del sujeto para obtener, mediante su accionar, el resultado que persigue y que el discernimiento le suministra. Dice Aguiar que «basta, para que exista, que queriendo realizar w1 acto que se ha conocido, se tenga conciencia de sus consecuen- cias en el momento de su realización». Se ha sel1alado que no debe confundirse intención con propósito o fin; se afirma que se trata del propósito dei actuar del sujeto en orden a la obtención del resultado que se propone alcanzar, y que el discernimiento y la intención son estados de presentación sucesiva, de ahi que la ausencia del discernimiento excluya la mera posibilidad de la intención, y ]a presencia de ésta presuponga e1 díscern.imiento, porque (da intención no es más que una aplícación especifica de la aptitud de discernir» (Cifüentes). La intención, entonces, supone la coincidencia entre lo que se pretende hacer y lo que en realidad se hace. La libertad en sentido estrictamente jurídico, es la posibilidad del sujeto de determinarse a la realización del acto obedeciendo a sus propías motivaciones, sin indebida coacción extcrna 1 o sea, como ensefia Aguiar: la libertad de la resolución, Se distinguen dos aspectos de la libertad: moral y materiaL El primero es la espontaneidad de la determinación adoptada por la persona; el segundo, es el poder materia! de realizar lo que se ha decidido llevar a cabo o abstenerse de hacerlo (Buteler Cáceres ), Estos componentes de la voluntad deben estar presentes para !a vahdez del acto. Si ocurriera la ausencia del discernimiento. o la ignon.incfa o el error constrifteran 1a intención, o ia fuerza o 'la intimida~ ción violentaran la libertad, el acto jurídico seria pasible de nulidad. Resumiendo; la voiuntad debe ser sana, es decir, que no carezca de alguno de sus elementos o esté contaminada por algún vicio o defecto. Es imprescindible que la expresión de la voluntad sea trasladada al mundo exterior; si e}fo no ocurre, no puede ser percibida y. entonces, no constituirá un hecho. La exteriorización, por cualquiera de sus modos ~oralmente, por escrito, por signos inequívocos o por la ejecución de un hecho material (art 262 y ss,), perfecciona el proceso volitivo. Hechos y actos jurfd!cos 287 Ambos aspectos de la voluntad, el interno y el externo, deben correspo~ders~ ya que su discordancia también puede acarrear consecuenciasJurid1cas, v.gr. la nulidad del acto. JV, ELEMENTOS EXTERNOS L Modos de manifestación de la voluntad El art, 262 establece que ]a voluntad puede exteriorizarse ora!m;11 _ te, por escrito, por signos inequívocos o por fa ejecución de un hecho material. . ?etermina después que el silencio opuesto a actos o a una interro- gac10n no e: considerado como una manifestación de voluntad conforme al act~ o la mterrogación, excepto en los casos en que haya un deber de expcd1rsc que,p~ede resultar de la ley. de la voluntad de las partes_, de Jos usos. Y practicas, o de una relación entre el sllenClo actual v las: dcclarac10nes precedentes (arL 263J En el campo de !o juridiC;;, no puede ser de Nro m.odo desde que el que calla nada dice. Por lo tanto, e~ 1mpre-scind1ble una 1mposición legal para que el silencio tenga relevancia como contestación. Establece, al final, que la manifestación tácita de la voluntad, resulta de l~s actos por los cuales se fa puede conocer con c.ertidumbre, toda vez que ía ley o la convención no exUan, en el caso; un modo de manifestación expresa (art 264). De tal ~u~rte, 1a expresión de 1a voluntad se da a conocer de forma expresa o ~actt~. por presunción de la ley o por la virtualidad que se Je as1gna al silencrn, La manifestación de la voluntad puede llevarse a caho mediante la ~orma que los agentes consideren más conveniente o de acuerdo a 1a impuesta por la ley (art. 284), . En lo que hace a fa expresión escrita, se regula lo relativo a los mstrurnen!os púbiícos y particulares, llamando a éstos, cuando estlln firmad?s} ~nstrumentos privados; también regula Jo relativo a las escrituras. pubhcas Y actas~ a la contabilidad y u los estados contables 1arts 289,299,310,313 y 320). ' , Las partes gozan de absoluta libertad para decidir la fonna de sus actos jurídicos, con )a sola excepción de los. casos en que ésta es 288 Manual de Derecho Privado ~ Parte General impuesta por la ley y la prueba de éstos. La forma puede llevarse a cabo según el acto de que se trate, v.gr. el matrimonio se prueba con el acta de su celebración, su testimonio, copia o certificado, o con la libreta de familia expedidos por el Regístro de Estado Civil y Capacidad de las Personas (art. 423). Exíste la libertad probatoria. La prueba de los contratos formales puede llevarse a cabo por cualquier medio y así lo establecen los arts. 1019 y 1020. Sobre la manifestación de la voluntad, vienen a colación algunas disposiciones que se encuentran en el Libro Tercero que lleva por encabezamiento (<De los derechos personales>> (art. 724 y ss.). Este, contiene cuatro títulos; el primero alude a las obligaciones en general y, a continuación, se distinguen otros tres que tratan los contratos en general, los contratos de consumo y, el último, los contratos en particular. En la materia atendida, específicamente en relación a lo nonnado en el Título II, Capítulo HI, Sección Ia, vale reiterar lo expuesto en los Fundamentos del Anteproyecto, para tener idea clara de lo que hace a la manifestación de la voluntad. En la Sección J ª se trata del consentimiento, la oferta y la aceptación. «La regla general es que los contratos se perfeccionan con la aceptación de una oferta o por una conducta de las partes que sea suficiente para demostrar la existencia de un acuerdo ... ... Las particularidades que surgen de los contratos por adhesión y de consumo, son reguladas separadamente y no se confunden con esta normativa general. La oferta es una manifestación unilateral de voluntad, lo que es más que la mera declaración, comprendiendo aquellos cas<?s en que es expresa o tácita, recepticia o no, dirigida a persona determinada o indeterminada y se describen sus requisitos. Se regula la invitación a ofertar, la conclusión de la vigencia de la oferta, la fuerza obligatoria Y la revocación ... . Para que el contrato se concluya, la aceptación debe expresar la plena conformidad con la oferta. Cualquier modificación a la oferta que su destinatario hace al manifestar su aceptación, no vale como tal, sino que importa la propuesta de un nuevo contratoi pero las modificaciones pueden ser admitidas por el oferente si lo comunica de inmediato al aceptante ... Hechos y actos jurídicos 289 ·. ";l contrato se considera concluido con base en la teoría de la receJJ_~Wn, que es la ~ás seguida en el derecho comparado. Se dispone, tamb1~~• que se considera que la manifestación de voluntad de una parte es recibida por la otra cuando ésta la conoce, o hubo de haberla conocido ~rátesc de comu~icación verbal, de recepción en su domicilio de u~ mstrumento pertinente, o de otro modo útil». La manifestación tácita de la voluntad, carece de eficacia cuando la ley o la convención exigen una manifestación expresa (art. 264). Existe ~n el ~upuesto de los actos realizados por el cónyuge en ausencia 0 impedimento del otro; cuando un heredero administra la herencia reálizando actos ordinarios sin oposición de los restantes (arts 13 I 9 2º : y 2325). · ' parr. Hay presunci~n de la ley y se considera remitida la deuda, excepto prueba en contrario, cuando el acreedor entrega voluntariamente al deudor el documento original en que consta la deuda (art. 950). E~ algunas ocasiones, es la ley la que hace que debamos explicarnos. ~1 no hay una 1mposíción legal, no existe la exigencia de pronunciarse. Solo cuando hay un deber de hacerlo. Hay 0 b!igación de declarar sobre la pertenencia de la firma, cuando se presenta un mstrumento cuya signatura se atribuye (art 314) H t b" bl' ·, . . • • ay, am rnn, 0 tga~i~n de as1st1T Ydeclarar ante la citación a la audiencia de absolución de pos1c10nes de la prueba confesional, prevista en las leyes procesales locales, vrg. art._222, C.P.C.C. Cba., art. 409, C.P.C.C.Nac., entre otras. En otras oportumdades, debe hacerse en virtud de las relaciones de familia Pº,' casos, la negativa judicialmente del vínculo filial, art. 591 0 la impugna'. c10n del reconocumento, art. 593, ambos del e.e. y c. V. EXCLUSION Y VICIOS DE LA VOLUNTAD Detemünados factores producen la exclusión o un defecto de la voluntad. Puede ocurrir que el primero de los elementos internos de ésta se encue~trc ausente o que algún vicio la contamine, acarreando su falta de capacidad de lograr el efecto que se desea O se espera. . El inicial ~omponente no está presente o, en otras palabras, el acto es mvolunta;10 po~ fa~!~ de discernimiento en tres casos que se ~~u~eran asi: a) pr~vacwn de razón; b) falta de edad para /os actos 1hc1tos (menos de diez años) y c)falta de edad para los actos lícitos - 1 290 Man'.lal de Derecho Privado - Parte General (menos de trece años) y así lo establece el art. 261 e.e. y e. La edad fijada por la ley para determinar la capacidad, reiteramos. es la de diez años para los actos ilícitos y trece para los licitos. El último de los incisos de este precepto, determina qué disposiciones especiales pueden establecer la presunción de la existencia de discernimiento en las personas que no han cumplído trece años de edad y realizan un acto licito. Recordemos que la plena capacidad de ejercicio de los derechos . se adquiere a partir de los dieciocho años, según el arl. 25 del e.e. y e. Entre esas disposiciones espee-íales que recién mencionábamos, y que han sido sefialadas en capítulos anteriores, podemos indicar 1a del art. 684 que otorga al hijo menor de edad la pasibilidad de realizar los contratos de escasa cuantía de la vida cotidiana, con la presunción de la confonnídad de los progenitores. A modo de ejemplo, pueden mencionarse otros supuestos como: a) El hecho del pago en una compraventa. El pago es válido, ya que la persona menor de trece aí'los puede cumplir con la obligación de comprador, pagar el precio, recibir la cosa y hacerse cargo de la misma concluyendo, de tal modo, el contrato (art. l 141). b) Los arts. 1280 y ss., regulan el contrato de transporte. No se encuentran en ellos disposiciones especiales, pero no puede negarse la validez del contrato de transporte realizado por un menor de trece años, pensemos en el adolescente que concurre al e.stablecimíento educativo habitualmente en un medio de transporte público, realiza un contrato de escasa cuantía de la vida cotídiana. e) La ley es contundente en materia de relaciones de poder del sujeto con la cosa -posesión y tenencia-, a] disponer que la adquisición de esa relación, puede hacerla un menor de diez años cumplidos (art. 1922). d) Las normas que regulan lo relativo al consumo, v.gr.: la adqui• sición de programas de televisión por parte de un menor de trece años, mediante el uso del control remoto o la utílización de un teléfono celular. Los casos de personas de capacidad restringida, se refieren a quien ya cumplió trece años. De acuerdo con el art 32 del C.C. y e., son dos las hipótesis por las que se limita la capacidad y hasta puede desaparecer: 291 a) por una adic:ció~ o una alteración menta! permanente o prolong~da: ~e suficiente gravedad, siempre que estime que del eJerctcrn de su P'.ena capacidad puede resultar un daño a su persona o a sus brenes} puede restringirse fa canacidad y b_) por causa de enfermedad rnental. · ' Ahora, si este último supuesto se encuentra en situación de faha ~bsoluta de aptitud para dirigir su persona o administrar sus bienes el ;uez puede declarar la incapacidad. ' De ~cuerdo con lo reglado por el art. 44: «Son nulos los actos de la pcrson~ mcap~z Y co~ capacidad restringida que contrarian lo dispu~sto e: l~ :'.)entencrn reah~a-~os con posterioridad a su inscripción en e] Registro de Estado C1vu y Capacidad de las Personas». 1. Vicíos de la intención En lo que atalie a! elemento "intención», los vicios que pueden ~fectarlo ~?n el error de he.cho esencial, e1 error de cálculo y ef dolo Yi como se dtJO~ causan Ja nuhda_d del acto jurídico. Las disposiciones que regulan esta cuestión, son aphcables al error en fa declaración arts "'.>65 a 270 dei e.e. y c. , ,· L El error Fren,tc a 1a realización de un negocio o 1.ma transacción, con mucha ~ecuencta nos _desenvolvemos en forma compelida por las circunstancias. La urgencia o la necesidad, son ejemplos claros de Io que nos ocurre Y esos estados nos lleva~ ~muchas veces sin damos cuenta-, 8 actuar de un modo tal ~ue no consideramos, no valoramos con la profundidad que el caso req~iere, las consecuencias de los que vamos a realizar y esas consecuencias pueden, tal vez. resultamos perjudiciaJes, Cuando actuamos de esa manera íneurrimos en error. es decir caemos en º.~ conoci:11iento equivocado de lo que nos encaminamos ~ emprender. Ese desacierto puede vincularse con las situaciones de hecho o de derecho que corresponden al acto voluntario que vamos a practicaL El. error de hecho, _es el que recae sobre el acto mismo y su cont~md? .. Podemos eqmvocarnos en fo que atañe a la naturaleza del acto lrec1bu algo en préstamo creyendo que nos ha sido donado, por lo Manua! de Derecho Píi-1ado • Parte General Hechos y actos júrít:llcos que no tenemos obligación de. devolver), o en cuanto al objeto de: acto (en una compraventa, alguien vende trigo y el co-contratante entiende que es maíz), o en lo que hace a la persona c~n quien contr_ato ( encomendar ta realización de una obra de arte a qmcn no es el artista que creíamos), o bien resp~cto de su causa (el col~ccionist~ que quiere comprar una pintura famosa y ie venden una coprn), por citar algunos ejemplos <le las hipótesis que plantea el art. 267, En ese precepto, se desarrollan los distintos supuestos de error esencial y s.c introduce un criterio de ponderación objetivo para evaluar su procedencia. Pero taiubién se incorpora la posibilidad de que e1 error de hecho Y esencial recaiga sobre los motivos personales relevantes, siempre que éstos hayan sldo incorporados al acto en forma expresa o tácita. El en-or de hecho debe ser alegado por el receptor de la declaración; así lo establecen el art. 265 al expresar que "el error de hecho esencial vicia fa voluntad y causa la nulidad deí acto, Si el acto es bilateral o unilateral recepllcio, el error debe, además, ser reconocible por el destina• tario para causar la nulidad,, y el art. 266 al señalar que (,;el error es reconocible cuando el destinatario de ta declaración lo pudo conocer según ia naturaleza del acto, las circunstancrn.s de persona, tiempo Y lugar>>. Para entender adecuadamente la cuestión, vale ade1antar que en materia de contratos, éstos se consideran concluidos a1 momento de operarse la recepción de la propuesta; es decir, _cuando se ~orna conocimiento de e Ha o cuando debió conocerse. por eJernplo, mediante una comunicación verbal o el recibo en el domicilio de un instrumento que la comenía, Llamamos «recepticias,> a las declaraciones de voluntad que se emiten hacia una persona que es su destinataria y que va dirigida a ella sido determínante de la voluntad, en cuyo caso constituirá un error esencial y tendrá las mismas consecuencias. 292 por su propio interés. Así es que ahora, quien pretende anular un acto juridico invocando su propio error. tendrá que probar que el error es esencial Y, que el destinatado de !adeciaración pudo conocer. según 1a naturaleza oel acto~ circunstancia de persona, tiempo y lugar) que se estaba equivocando o incurriendo en error, De este modo se preservan la buena fe y 1a seguridad en el tráfico jurídico. El art. 268 e.e. y C, regula un nuevo supuesto de error al preseríbír que <-<el error de cálculo no da lugar u la invalidez del acto, sino ~ol~~ente u su rectificación, excepto que s.ea determinante de ia voluntad3und1ca,~. Este tipo de error no invalida el acto, este es el principio, salvo que haya 293 En el art 269, se consagra el principio de conservación del acto en e! supuesto de que la parte distinta a la que ha padecido el vicio de la voluntad, ofrezca ejecutarlo con las modaHdades v el contenido en que entendió celebrarlo. ~ Hay error de derecho, cuando el equivoco recae sobre la no1'ma jurídica qu-e re~uita de ap_iicación al acto. Puede ser que entendamos que esa regla no existe; que tiene un contenido distinto, un alcance mavor 0 menor al que le asignamos o le damos una Interpretación diforent~e.T Por supuesto, alegar w1 error de esta naturaleza para eximirnos de una resp~nsabilidad no puede ser admisible desde que las leyes son obhgatonas Yse presumen conocidas por todos a partir de su publícacíón (arts, 4º, 5' Y 7' C.C. y C.) y que una razón de seguridad jurídica debe nnped1r que el pretexto del desconocimiento, permita que sean burladas. El arL 8" C.C. YC. tiene como antecedente el art. 20 del eódigovelezano Yrecepta el_principio de la inexcusabilidad del error de derecho al dispo• ner que <da tgnorancm de las leyes no sirve de excusa para su cumplimiento, si la excepción no está autorizada por e] ordenamiento jurídico». Pueden encontrarse supuestos de error de derecho-excusable ~citados en doctrina e incorporados a fa normativa propuesta-, en el caso del pago indebido de alimentos, art. 549, en el supuesto de la nulidad de la transacción, art. l 647, inc. b ), o en e! del heredero aparente, art. 2315. El dolo La acción Y la omisión dolos.a, consistentes en toda aserción de Io fa!so .º d~~imuiación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o ma~urnac10n que se emplee para la celebración del acto, provocan la nullda~ del acto jurídico si es esencial; es decir si es grave, si es det~nnmante de la voluntad, si causa un dafio importante y, en tanto, no hubiere dolo por ambas partes (arts, 271 y 272). Cuando el dolo es incidental, no es determinante de la voluntad y en consecuencia no afecta la validez del acto (art. 273}. ' Puede ser provocado por las partes o un tercero y ambos responden por los daiios causados sí se tiene conocimiento (arts, 274 y 275). Cabe distinguir otra acepción a la expresión «dolm,. También hav dolo en la causación intencional del dafio o con manifiesta ind.iferencí; por los intereses .ajenos, a través del delito (art. ] 724). 294 Manual de Oerec'no Pnvadc - Parte General 2. Vicios de la libertad Por su parte, la libertad, en su faz física y moral, puede estar viciada por la fuerza irresistible y las amenazas que son las que generan el temor de sufrir un mal grave e inminente que no se puede contrarrestar o evitar en la persona o bienes de fa parte o de un tercero, aparejando la nulidad del acto jurídico. La entidad de las amenazas debe ser juzgada teniendo en cuenta la situación del amenazado y las demás circunstancias de) caso, generando responsabilidad en sus autores dicen los arts. 276 a 278. La acción para reclamar la nulidad del acto por vicios de la voluntad 1 prescribe a los dos años (arts. 2562 y 2563). VI. ACTO JURIDICO 1. Concepto y caracteres Desde tiempos remotos se ha procurado encontrar el elemento común vinculante de las diversas instituciones del derecho privado, labor ardua y dificil si se considera que las diferencias entre ellas parecen ser más notorias que una eventual o hipotética semejanza. En efecto ¿qué podría tener en común el testamento con el pago de una oblígación, si ei primero es un acto por el cual una persona dispone de sus bienes para que tenga pleno efecto después de sus días, y el segundo es el cumplimiento de la prestación debida? ¿O el acto por el cual un hombre y una mujer se unen en matrimonio con el contrato de compraventa? A primera vísta, lo único que relaciona a los actos mencionados es que surºgen corno consecuencia de la voluntad del hombre; conclusión tan amplia y vaga que mal podría justificar una construcción jurídica sobre la base de este único elemento como vinculante. Sin embargo, partiendo de dicho elemento común es posible encontrar otros: en primer lugar 1 tales actos surgen de una manifestación de voluntad hecha con un propósito determinado -disposición de bienes en el testamento; extinción de una obligación en el pago; necesidad de fonnar una familia en el matrimonio; intención de intercambiar bienes en la compraventa- propósito que inspira a la parte o partes que intervienen en su celebración; y en segundo lugar, dichos actos producen efectos jurídicos 1 pues crean, modifican o extinguen una re1aciónjuridica. Hachos y actos Jurídicos 295 ~ estos actos ~ol~ntarios que realiza el hombre con un propúsito defin:do y caractenst1eo y que producen efectos de dere h d doctrm· ¡ d · · e o, se a en a a enommac16n de <<actos iuddicos». Todas las institu;ciones del derecho privado ~. . .. . . que ne1hos mencwnado como eJemplos, presentan la circunstancia comUn de ser acto1'-jurídicos, Sobre ~a ~a~e de lo anterior, los juristas han tratado de establecer las reglas o prmc1p1os generales aplicables a todos los actos J·ur,•d· ., cual fue • · . · 1cos, sea re su espec1ei surg1endo así la Teoría General del Acto Jurídico, 2. Ubicación del tema _Advertimos que pa:a ini~i~r el estudio de los actos jurídicos hay que llevar a cabo una recap1tuiac10n. pues (( ,., del mismo modo como me he ~~evado de l~s contratos y testamentos hasta los actos jurídicos. ha 51do · · ·d· h ¡ . necesano . . remontar derpué~· ' ' · de•·r./e ·~ ,;; ¡0,,. 0 e1os ;un 1cns asta o.s actos ltcrtos en genéral de /o., actos ¡ ·c ·, • ¡ ¡ 1 1 , . , , ' · ,os a os actos vo untartos, cn~ontrando ~lit los actos ilícitos, y finalmente de los actos voluntartos " d . ,, d ·d hasta · tos hechos en general· De· ni•t ,;., agra ua ¡ asocwcmn e l eas ha resultado la síntesis completa de / t . J I h ¡ a eona ue os ec tos como uno de los elemetttos de íos derechos como fa causa creadora ,, en f ' · ¡ ' .' J • e siguiente or, en: Hechos en general' Hecl volunt~rJOS/ AcJosjuridicos; Actos ilícitos... v {conf August~ Tei.xeJi~; de FreJtas, nota al art, 43 J del Esbaro) de aht' q . " ,. , -, ue para mgresar al tema q~e n~s corresponde abordar; se haga ímprescindible realizar una breve s1n1e,s,1s de lo que ~asta aquí se ha visto respecto del hecho iuridico v su functon en la relación jurídica. ·.., En_ º?'ªs palabras. adelantamos que para la cabal comprensi<m de este acaptte, resulta indispensable retomar conceptos ya vertidos. 3. Hechos y hechos juridícos El hecho, suceso, acontecimiento, ocurrencia acción obra e t d d' . · ,, ,soo ~enomeno, que se hace presente a ,,a , , ·, és ecir. , - toda mamfe"-tación ,, conc1enc1a. de un su3cto y aparece como ob¡·. eto de su percepcrnn · · por medio · d e cualqmera de sus sentidos. El fenómeno se produce v camb· d'fi ., 1a, mo t.1ca, !:' 296 Esos hechos pueden reflejar un comportamiento positivo o negativo, de acción u omisión, de gestión o de abstención; como tales, pueden ser e1 objeto de Ja prestac.ión. Entregar, recibir, impedir o no impedir que alguien pase por mi propíedad, esperar, etc. Ahora, en cambio; nos ocupamos del estudio de los hechos, en general, y del acto jurídico, en particular, como los sucesos o aconte• cimientos que tienen la virtualidad de producir un efecto Jurídico como los que más arrlba mencionábamos, adquirir, modificar o cxtin~ guir un derecho. --Ld d-, la• cosas Eso acontece frente a los sonidos, altera la realtua e }..1 11 ) , ,v: es niorcs etc .. que percibimos (AguiarJ lDeartGasperH ore o , . 257 del c_c_ Y e_, ,o> llllaoCil - ' • «Hechos ¡urídicosn u los que se refiere e , · •• . . . 'd' w;;on lns aco~tecimientos que, conforme al ordenam1c_nto JUrt, ico, . . .. to modíficación o extinción de relacwnes o situaproduce el nacnnicn , ciones iurídicas>). . E; este sentido, entendemos qué también qued~n compre~d1dos en el concepto otros acontecimientos, otros hechos o cucunstanc1a~ que _no ". . ente materiales·, e-so ocurre cuandu se alude a s1tuac10son neccsarrnm . . _ verifican en el interior de nes que terceros no pueden percibu porque se .,. t d la ersona nos referimos, a modo de ejemplo y en el campo ,.,oncre o e i - ph chos 'Jurídicos, a los vicios U.e la voluntad ~~l error, el ~e:nor o el dolo, ~s e l ~ento del acto ilícito-; o a estados fístcos o espmt~l-e:s -alterla salud, los efectos dei alcohol o di;) los estupe~~c1entesb o al ;:~;1de1 tiempo (ser menor o mayor edad), o a la presunc1on de laF u~na fe (asl: López Olacíregui, Orgaz, Brebbia, Boffí Boggero, arma, 5, Cualid•d del hecho jurídico para producir un efecto ~~:º :: Este ~el ,.,hecho jurídico»-, es el suceso o acontecimiento que según la previsión normativa del art. 257 produe-c efectos jurídicos: nacimíento, modificación, o extinción de relacíones o situaciones jurídicas, tal como ya lo señaiamos, El efecto o consecuencia que origina, da la caracteri~ zación del hecho, es lo que le da la condición de jurídico. Por supuesto 1 Cifüentes, Rivera). . . " !'ando más el concepto, Cste abarca supuestos prev~stos p~r , amp ' . ¡ f por c,erto sm la ley como presunciones, aquellos que 1a ey iene ese efecto o consecuencia tiene que estar determinado por el ordenamiento jurídico en forma prevía a la ocurrencia del suceso, para que una necesidad de que sean probados. Obviamente un simple reconocimiento de lo que nos sucede o pasa a nuestro alrededor, nos coloca en presencia o frente_a un hecho. "u~hos de los que ocurren. carecen de importancia en el campo de ,vi .; t nada más que lo jurídico. Los que nos interesan) a_l ~n .Propues o, son aqueHos que denominamos ,;(hechosJund;cos)>. vez producido concluya generando cualquiera de ias acciones que expone el artículo recién citado. Se trata dd planteamiento de una hipótesis que de acuerdo a que se produzca un hecho, acarreará un resultado. Un ejemplo para explicar cómo funciona en la práctica en la vida diaria, el aspecto legal de fa cuestión. En lo cotidiano, en lo común, sucede todos los días que una persona compra un litro de leche o un remedio, sin pensar que rea.liza un contrato de compraventa, o toma un colectivo para trasladarse de un lugar a otro, sin considerar que lleva a cabo un contrato de transporte a título oneroso porque pagó el boleto. Sin embargo" todas esas acciones pueden tener consecuencias jurídicas. Esos hechos son susceptibles de producír el efecto Jurídico, por ejemplo cuando el alimento o la medicina están vencidos o hay un accidente en el viaje Y> en ambos casos, resulta un perjuicio que genera el derecho a pedir la reparación, Cfaro que si no hay daño, tal vez hasta olvidemos ei incidente. 5 4_ Hechos como objeto de la relación jurídica En la relación jurídica. ya hemos estudíudo los he~h_o~ desd~ ot~a perspectiva, razón por la cual podemos decir que su anahsts se a or a el de dos ópticas: como objeto y como causa del derecho_ es La relación jurídica está integrada por el sujeto, el objeto y la causa genen1<lora. 297 Hechos y actos jurídlcos Manual óe Derecho Privado ~ Parte General l . . s que obJ. eto de la relación jurídica, sobre lo que recae e D ecnno ¡ h l t ados estos e·er-icio del derecho, pueden ser los bienes y os. ec 10s, om .. , !om...o conductas que hacen a la obligación, convenida o impuesta por la ley. En los hechos jurídicos si se produce tal acontecimiento hay tal consecuencia, Por lo que ei hecho, asi entendido, actúa como la causa eficiente de !os derechos. El primer principio productivo de ese efecto. i 298 Manual Oe Derecho Privado - Parte General «Hecho juridíco es 1111 acontecimiento engendrado por la actividad humana o puramente material, tomado en consideración por el derecho para derivar de él, en contra o en provecho de una o de varias personus, un estado, es decir, una situación jurídica general y permanente o por el contrario, un efecto jurídico limitado,, (Julián Bonnecase). Por eso, hecho jurídico «es todo acontecimiento que, de acuerdo con una regla de derecho es apto para generar, rnod{ficar, transformar o extinguir derechos u obligacionesJ>. 6. Concepto de acto jurídico lui De la definición que proporciona el ar!. 259, podemos decir que es el acto previsto por la norma y adecuado al supuesto hipotético que ésta contiene, es un comportamiento humano, voluntario, licito, querido por quien lo produce con el propósito de establecer una relación jurídica. Se trata de un acto emanado del hombre que debe- ser obrado con discernitniento, intencíón y libertad, sin contrariar el ordenamiento juridico 1 para lograr el nacimiento, la modificación o la extinción de derechos y obligaciones. Discernimiento como aptitud general de conocer, intención como el conocimiento general aplicado al caso concreto y libertad como posibilidad de asumír la determinación sin condicionamiento alguno. En la exteriorización de la voluntad interna, el sujeto expresa directamente el objeto de su querer, consistente en la regulación de su interés en las relaciones con otras personas. es decir, una autorregula~ ción de sus intereses en las relaciones privadas. Esa conducta humana genera una consecuencia jurídica. Por tratar~ se de un hecho, es la causa generadora y extintiva de las relaciones jurídicas cualquiera sea la naturaleza de éstas. El supuesto jurídico, no tiene realidad fuera del simple enonciado normativo, es decir pertenece al ámbito de las signlficac-iones ideales, Ese supuesto jurídico se realiza a través de un hecho o de un actojuridico que constituye un supuesto fáctico. De ahí que se deha contemplar un supuesto objetivo, la hipótesis, y otro subjetivo, eJ actQ. Ambos, juntos, producirán el resuhado, v.gr.: Hechos y actos juríd!Cos 299 a) To.do contr~to legalmente celebrado debe ser legalmente cumplido. Hipotes1s: la exIStencia real de un contrato celeb d _conforme a la ley, Consecuencia: su fiel cumplimiento. ra o b) fodo aquel que falte al cumplimiento de una obligación será responsabi~ de-l pago de daños y perjuicios, Hipótesls· ue una persona deJe de cumplir con la obligación impuesta~~; la lev. Consecuencia. debera afrontar los costos de la indemnizació~ e) En el campo del derecho criminal comete e! delito de h . 'd' e] q · d i .d ' 0IU1c1 10 ue ~nva e a~! a a otro. !--lipótesls; que una persona prive d~ la vida a otra. Consecuc-ncta: la imposición de la pena .. d l En l_a idead~ dar un c~ncepto de <<acto jurídicm), como consecuencia e camino segmdo en la mtroducción que acabamos de reaHzar ode~ mos marcar que se trata de la exteriorización de una voluntad dír'í pida a lograr un fin que la ley reconoce y protege. g de un hecho dirigido a un fin mme . d., •¡Por tratarse ¡ iato. reconocemos en e a a causa de !as relaciones iurídicas causa en la f preponderancia la voluntad del individuo dirig'1·da que icne 1¡ , a provocar un efecto que a ey, antenormente, previó. ' l En el acto jurídico, cobra preponderancia la importancia de la '.º untad, a punto tal que estando dirigida a rea11·zar un,· t , fin b· · 1 n eres un d '~no Jctivn, a que el ordenamiento juridico considere mer~ce or e tutela y protección; alcanza fa misma entidad que la lev.., tal como, lo señala el arL 958 del Ce· . . a las . ' , ·· .~',' C •· en rclacrnn convencrnncs de tas partes. '· 7. Diferencias entre <<acto jurídico}) y <<negocio jurídico>;. Denomín~ción ~s- así que de a~ue~d,o con 1a afinalidad>>i los actos Jkitos se subd1v1den en <.-actos_¡undu..·os)1 (que corresponden a !o que l d l . europea deno · . . ,, a oc nna ,· , . rnma «negocms .mnaicnsN), y <<simples actos voht11ratt0s hclfos1; (a1os cuales esas corrientes doctrinaría~ da el b d (WC!os jurídicos»). ;:; n nom re e fi . Elª:? jurídico, ~ara nosotros, tiene la caracterlstica de perseguir un ~n :~1me rnto, u~,obJeto (fin o intento a que se dirige o encamina una a .. c1on u operacrnn; como lo .:fama Freitas en la nota al art. 501 deJ Esboro, 1<Cuando 1as actos ilcitos tm•ieren p,, 1• (1.0 ¡~¡eto · · d.wto» mme Manual de Derecho Privado - Paite Genera! Hecllos y actos jurídicos alguna adquisición, modificación o extinción de derechos, serán relaciones jurídicas, crear, modificar, transferir, conservar o aniquilar derechos», (art. 944). 300 designados bajo la denominación de actos jurídicos», propósito, designio o un destino (como se consigna en el derecho peruano). .En síntesis, la teoría del acto jurídico aparece en el siglo XIX y es un concepto elaborado por la doctrina francesa posterior a la promulgación <lel Código Civil de 1804, y que consiste en toda manifestación exterior de la voluntad con la finalidad de producir efectos jurídicos (crear, modificar o extinguir derechos). Por su parte, el negocio jurídico es un concepto de· la doctrina alemana a partir del Códígo Civil de 1900, seguido por la doctrina italiana y española, en la cual el acto jurídico abarca todo hecho jurídico voluntario realizado con o sin declaración de la voluntad. Definición Se ha dicho que no es conveniente que en una norma jurídica, se proponga una definición pues esa tarea corresponde a los doctrinarios o científicos, Podemos ir un poco más aÜá y agregar que hasta puede ser inconveniente esa técnica cuando lo que se quiere definir es tan amplio. Conocemos las características y elementos del acto jurídico y sabemos que se han intentado varias tesis, lo que de por sí demuestra que no existe una única definición. En conclusión, nos limitarnos a enunciar qué es el acto jurídico. El art. 501 del Esho~'O de Freitas, proponía las características del acto jurídico aludiendo al sujeto, al objeto, a la voluntad y a la forma, como elementos que lo integran, de este modo: «Ningún hecho tendrá el carácter de acto jurídico: 1º) Sin la capacidad civil de los agentes. 2°) Sin un objeto, materia principal del acto jurídico o de su disposición, que no sea prohibido. 3º) Sin un modo de expresión de voluntad, que tampoco sea prohibido. 4°) Sin la forma, que en este Código, en el Código de Comercio o en el Código de Procedimientos fuere decretada con la pena de nulidad>,. Vélez Sársfield siguió el criterío de Freitas, legislando en forma general sobre los hechos y actos jurídicos. El Código velezano contenía una definición que no ha sido objeto de críticas particulares. Decía: «Son actos jurídicos los actos voluntarios lícitos, que tengan por fin inmediato, establecer entre las personas 301 En general, la legislación latinoamericana mantiene la tradición de ocuparse de los hechos y actos jurídicos como la causa generadora de las relaciones jurídicas, conservado la denominación de «acto jurídiCl))> para caracterizar al acto voluntario con el cual se procura obtener de manera inmediata un determinado «fin jurídico», identificando así lo que en otros sistemas se Barna «negocio», y contraponiéndolo a los actos voluntarios que no persiguen ese fin inmediato, aunque produzcan ,<consecuencias)), pero no ya porque las partes se lo propemgan, sino porque la ley así lo determina. En suma, las distintas regulaciones nos permiten enunciar cuáles son los elementos característicos del acto jurídico, pero no afirmar qué es el «acto jurídico;; y de ahí que podemos sostener que el acto jurídico es una manifestación de voluntad dirigida a un fin que es reconocido y protegido por el ordenamiento legal. Caracterización El acto jurídico se caracteriza por emanar del hombre, como exteriorización de una voluntad sana y responsable, conforme a derecho con el propósito de establecer una relación jurídica. La teoría del acto jurídico como un concepto lógico, fue desarrollada por autores italianos y alemanes, adoptó otro enfoque y percibió al acto jurídico desde una concepción lógico formal y afirmó que la existencia del acto tenia una intima vinculación con el supuesto de hecho que la norma tenia previsto para ese tipo de acto. Es por eso que los juristas han tratado de establecer los principios generales aplicables a todos los actos jurídicos, sea cual fuere su especie, surgiendo así la Teoría General del Acto Jurídico. La teoría del acto jurídíco comprende el estudio de todos los elementos que son comunes a las relaciones jurídicas: sujeto, objeto y la causa generadora; en este último aspecto, los hechos y actos jurídicos. 302 Manual de Derecho Privado - P?rte General VII. ELEMENTOS ESENCIALES Condiciones de validez respecto del: l. Sujeto. 2. Objeto. 3. Causa. 4. Forma E]cmento es aqueBo que intebrra una cosa o un conjunto de cosas o seres; aquello que lo conforma. La estmctura de todo acto jurídico se integra con elementos que los autorns también llaman presupuestos; requisitos o condiciones. Esos elementos pueden ser clasificados en esenciales, naturales y accidentales. Los esenciales son aquellos que necesariamente deben concurrir a la formación dei acro por que la ausencia de uno, o de todos, obsta a ta existencia del acto. Estos son necesarios y suficientes para la conforma~ ción del acto jurídico: necesarios porque la falta de cualquiera de ellos excluve la existencia del negocio, y suficientes porque ellos se bastan para darle esa existencia. De ahí que la falta de cualquiera de estos elementos acarrea la invalidez o ineficacia del acto juridico. Los elementos naturales son aquellos que conforman específicamente cada acto jurídico; v, gr.: el pago del precio cierto en dinero de la compravent~ la responsabilidad por los vicios redhibitoríos o la evicción en el mismo contrato. la entrega de. la cosa en el arrendamiento o el depósito. Hay otros elementos que participan del acto jurfdíco pero que no son esenciales ni naturales y que pueden incorporarse a éste en cláusulas accesorias, por voluntad de los agentes que produzcan los actos, Son los elementos accidenta.les En la doctrina se conocen como modalidades de los actos jurídicos; se mencionan como actos jurídicos modales los que tienen esa característica. De estos nos ocuparemos más adelante. Los elementos e.senciales del acto jurídico, de acuerdo con ei criteiio mayoritario de la doctrina actual, son: el sujeto~ la voluntad, el objeto, la causa final y la forma. Para algunos autores, esos elementos varían ya que hay quienes consideran que aludir a la voluntad implica referirse al suJeto o que la causa no es un elemento, pues se confunde con ei objeto) o que lo relevante es la formalidad para la vaHdez o la prueba del acto. etc. Lo que interesa, en realidad, es saber cuáles con las condiciones que debe reunír cada uno de ellos para que el acto jurídico sea válido y produzca los efectos que está destinado a producir. Hechos y actos jmfdicos 303 En esa dirección nos circunscribimos a relacionar el tema con las disposiciones del Código CivH y Comercial, En relación con el sujeto, 1as condicione-s de validez son: la capaci~ dad y voluntariedad, El sujeto interviene en h1 relaciónjuridica,jugando el papei fundamental de ser cJ emisor de la voluntad. Reiteramos que la voluntad, es. fa fac.uhad del espíritu que permite conocer, ponderar, decidir y actuar. Como facultad del cspirítu, sólo puede predicarse de la persona humana. La voluntad es, precisamente, 1a que establecerá. defínirát caHfi~ cará cuáí es la naturaleza del acto llevado a cabo. El fin tenido en miras acarreará el efecto jurídico perseguido, es decir la creación, modifica· ción o extinción de una relación jurídica; efectos que se producirán en cuanto fueron queridos por el agente y anteriormente reconocidos por el ordenamiento, La voluntariedad del acto requiere que éste provenga de- un obrar inteligente y libre y que emane de una auto<leterminadón de ½U autor. Entonces, la expresión' de la vo1untad debe provenir de una persona que sea capaz, tanto de derecho como de ejercicio; de emitir una Voluntad sana, Hbre de cualquier vicio o deJecto, que cuente con sus eJementos internos (discernimiento, intención y libertt,d') en es.a calidad. Recordemos que e] discernimiento es aquel que permite que previo conocimiento, se pueda distinguir algo de otra cosa, se-ñ.alando la diferencia que hay entre ellas, lo que puede hacerse de acuerdo a un estado de conciencia que se vincula~ en forma directa, con el desarrollo intelectual del individuo o una situación particular de él. La intención es el propósito dei sujeto, mediante su accionar, para obtener el resultado que persigue y que el discernimiento le suministra. La libertad en sentido estrictamente jurídico, es la posibilidad del sujeto de detem1inarse a la realización del acto obedeciendo a sus propias motivaciones, sin indebida coacción externa Estos componentes de ]a voluntad deben estar presentes, pues si ocurriera la ausencia <leí discernimiento, o la ignorancia o el error constriñeran la intención, o la fuerza o la intimidación violentaran la libertad, el acto jurídico sería pasible de nulidad. Resumiendoi para la valid.;;z del acto jurídico se requiere en el sujeto tenga capacidad, tanto de derecho corno de ejercicio, y voluntad, ía que debe ser sana y manifestada, es decir, que no tenga vicios y que la expresión de la vo!uutad sea trasladada al mundo exterior; si ello no 304 Manu.a:1 de Derecho Privado ~ Parte General ocurre, no puede ser percibida y, entonces, constituirá un hecho. La exteriorización, por cualquiera de sus modos perfecciona el proceso volitivo. Ambos aspectos de b voluntad,. ei interno y e:i externo, deben t:orrespondersc ya q_ue su discordancia también puede acarrear consec-ucncius jurídicas, v.gr. la nuHda<l del acto. Ei ol~jeto lo constituye su materia -aquello sobre lo que recae el ejercicio de-l derecho~, los bienes ~cosas y derechos-y los hechos. como conductas. Debe ser material y jurídicamente posible y, además, lícito (art 279). Se- trata de establecer que lo que ha de ser motivo de la prestación -dar, hacer o no hacer- sea materialmente factible; nadie puede obligarse a tocar el cielo con la mano o a cruzar el océano a nado. La imposibilidad debe ser originaria (coetánea ai acto) y absoluta {que afecte a cualquier persona y no sulo al deudor. así, quien carece de cualidades artísticas para pintar un cuadro, no puede alegar la imposibilidad de cumplir la tarea a la que se obligó). Por supuesüJ} debe ser de acuerdo a derecho ya que todo objeto contrario a la ley, invalida la obligación. La imposibilidad jurídica se da cuando la ley impide gravar conhipotc-ca un bien mueble o con prenda un bien inmueble. Existe imposibiltdad jurídica cuando alguien se compromete a transferir eJ dominio de un bien que pertenece al Estado, v.gr. una calle, una plaza; o a adquirir el dominio de algo que ya le pertenece. E! objeto debe ser detemlinado o determinable (art. 1005). Es determinado cuando al momento de la celebración del acto, se precisa con exactitud evitarido duda ·alguna sobre lo que es la materia concreta de la reiación~ v.gr, un automóvil o un equino con tales y cuales caracterísli~as, modelo o edad, color o pelaje, etc. Es determinable cuando la convención o la ley. fijan d mecanismo que ha de seguirse para establecerlo a! momento del cumphmíento de la obiigaCtón, o sea, cuando se establecen los criterios suficientes para su individualización, vgr. la cría de tai vaca, la cosecha de trigo d-c ia próxima temporadat etc. La determinación puede quedar a cargo de un tercero, pero en el caso de eme éste no realice la elección, o sea imposible o no haya observado los crit~rios expresamente establecidos por las partes o por los usos y costumbres, puede recurrirse a Ia detcrminacíóujudicial (art 1006). En la remisión que realiza el art. 1003 sobre el objeto de los contratos, se estable-ce qu,:; ésk debe ser susceptible de vaioración económk:.a y debe corresponder a un interés patrimonial o extrapatrimor1ia! de las partes. Hechos y actos jurídicos 305 La condidón de ser susceptible de valoración económica se cumple cuando el objeto tiene una cuantía dada po: su valor de uso, es decir,-por su utilidad o, bien, por su valor de cambio que lo haga apto para ser sustituido por otro. La apreciación económica que es, en definitiva, e[ reflejo del interés, estará determinada por la aptitud del objeto para satisfacer las necesidades económicas o espirituales de ia persona. Establece el art. 1004 que «no pueden ser objeto de- los contratos ]os hechos que son imposibles o están prohibidos por las leyes, son contra~ rios u la moral, al orden público. a la dignidad de la persona humana, o lesivos de Jos derechos ajenos; ni los bienes que por un motivo especial se prohíbe que lo sean. Cuando tengan por objeto derechos sobre el cuerpo humano se aplican ]os artículos 17 y 56». Viene a cuento~ para explicar la nom1a, lo recién dicho respecto de la posibilidad del objeto (cosa o bien) para entender lo de la factibilidad del acontecimiento, también deber ser materialmente posible su existencia. La prohibición que contiene la regla, se revela evidente por su iHcitud, Son también prohibidos los actos de disposición del propio cuerpo que resulten perjudiciales, razón por la cual no se excluyen aquellos <<que s~an requeridos para el mejoramiento de la salud de la persona, y excepcionalmente de otra persona, de conformidad a lo dispuesto en el ordenamiento jurídico)) (art. 56), La palabra causa fin como elemento esencial del acto jurídíco, significa e) fundamento u origen de algo; lo que constituye su razón de ser, el motivo o razón para obrar. El Código unificado le asigna, expresamente, a la causa de los actos jurídicos el significado de ser el fin inmediato autorizado por el ordenamientu. jurídico que ha sido determinante de !a voluntad, agregando que también integran la causa los motivos exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido incorporados al acto en fof-ma expresa, o tácitamente si son esenciales para ambas partes (art 281). Por su parte, el art. 1O13 establece que la causa debe existir en la formación del contrato y durante su celebración y subsistir durante su ejecución. La falta de causa da lugar, según los casos, a la nulidad, adl.':cuadón o extinción del contrato. Como condición de validez se exige que esa causa sea lícita, detcnnínado el art 1014 que no lo es cuando contraría a ia moral 1 al orden público o a las buenas costumbres. en cuyo caso el contrato es nulo. Obviamente, el contrato es nulo cuando ambas partes lo han conduido 306 Manual Oe Oereclm Privado ~ Parte General porun motivo fücíto o inmoral común, pero en este caso prevé la ley que cuando una sola de las partes obró de ese modo, la otra -la que no tuvo un motivo fücito o inmoral- puede reclamar lo que ha dado, sin obligación de cumplir lo que ha ofrecido, La forma es la manera o modo en que la voluntad se manifiesta, cómo s~ exterioriza, cómo se muestra o se da a conocer el proceso intelectual que en su interior ha seguido el hombre para relacionarse con el objeto, Como ya dijimos los arts, 284 y ss del CC, y C,, disciplinan los distintos modos de manifestación de la voluntad que puede ser expresa, tácita, presumida por la ley o derivada del silencio Y, en ocasiones, sujeta a una formalidad. El precepto recién citado establece el principio de libertad de formas, al sefialar que «si la ley no designa una forma determinada para la exteriorización de la voluntad, las partes pueden utilizar la que estimen conveniente. Las partes pueden convenir una forma más exigente que la impuesta por ia ley>). Cuando es la nórma laque impone, bajo pena de nulidad, la forma en que debe realizarse el acto jurídico, su ínob$.ervancia acarreará; por lo tanto, su invalidez, VII!. ELEMENTOS ACCIDENTALES. MODALIDADES El Código unificado, presenta en la parte general de los hechos Y actos jurídicos, lo atinente a las modalidades; lo hace a partir del art, 343, Las modalidades, son cláusuJas accesorias que como tales pueden o no insertarse en los actos jurídicos con e1 objeto de modificar los efectos naturales que cada acto jurídico está destinado a producir. Estas modalidades son la condición, el plazo y el cargo. La condición es la cláusula de los actos jurídicos por la cual las partes subordinan su plena eficacia o resolución a un hecho futuro e incierto o presente o pasado, pero ignorado (art 343), Esta modalidad no hace depender la existencia del acto jurídico sino, por el contrario, la producción o no de sus consecuencias. En otras palabras, la plena eficacia, es decir, la completa producción de los efectos que el acto realizado estaba destinado a produdr o, bien. su conclusión, la extinción de las resultas del acto, se sujetan a la eve~tualidad .. hecho o circunstancia de realización incierta o conjetural- Hechos y actos jurídicos 307 que reúna las características recién señaladas. Ese acontecimiento, puede o no suceder. De lo rlkho se de-sprend-e que ]a condición puede ser susptnsivn o resolutoria, tal como expresa el arL 348, Ejemplo de la primero pueden ser: te regalaré un automóvil si obtienes el titulo de abogado; podrás trabajar conmigo si ingresas a fo universicta·d. De la segunda, tc: dono mí biblioteca si obtienes: tu título en el curso del año que viene. En !os supuestos de 1os beneficiarios de cualquiera de las dos clases de condición que esté aún pendiente, la ley autoriza al titular de ~un derecho supeditado a condíc1ón suspensiva a solicitar medidas conservatorias de su derecho y al adquirente de un derecho sujeto a condición resolutoria, a cjercerfo, autorizando a la otra parte a solicitar, también, medidas conservatorias (art. 347), Por el art. 344 se prohíbe imponer como condiCión un hecho imposible. contrario a la morai y a las buenas costumbres, prohibido por el ordenamiento jurídico, que sea potestativo, es decir, dependa exclusivamente de la voluntad del obligado, o atente contra la libertad de la persona, lo que de por sí lo hace ilícito, En cuanto al no cumphrniento de la condición suspensiva, establece el art. 349 que «si el acto celebrndo bajo condición suspensiva se hubiese ejecutado antes del cumplimiento de la condición, y ésta no se cumple, debe restituirse el objeto con sus accesorios pero no los frutos percibidos ►>, En materia de con<licíón, la innovación más importante que contiene el Código Civil y Comercial es que no opera retroactívamente, salvo dlsposición en contrario ( art, 346 ). La disposición es apíicahic tanto a la condición suspensiva como a la resolutoria, Para hablar del plazo, es necesaria una introducción. El tiempo es la magnitud fisica que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro. Su unidad en el Sistema Internacional es el segundo, El plazo es el tiempo sel\alado para algo, El plazo o término, es la determinación en el tiempo deun momento, el lapso más o menos largo que se singulariza por cualquier circunstancia. El plazo, como modalidad de los actos jurídicos, es el que pennite que la cxigibilidad o la extinción de un acto jurídico puedan quedar diferidas asu vencimiento; (art, 350 C.C. y C.) En el primer supuesto, estamos en presencia de- un piazo suspensivo; en el segundo, de uno resolutorio, Como ejemplo, piénsese en la celebración de un contrato de locación en Manual de Derm:ho Privado 306 w Parte General el que se difiere el cjercício del derecho, ia exigfüiHdad, al mm Y goce de fa cüsa para el momcnlD en que ia misma sea entregada, estableciéndose que ese derecho se extingue al cabo de un término en el cual la cosa locada, debe ser restituida. El plazo puede ser cierto o incierto. Si el plazo está fijado en retación al tiempo (dia. mes, año) o a la producción de un suceso que debe ocurrir, decimos que se trata de un plazo cierto. También cuando no se lo establece con precisión aunque se sabe que ocurrirá! v.gr. la Hechos y actos jurídicos 309 En el arL 353, se ordenan las distintas hipótesis de caducidad del plazo estableciéndose que: ,~El obligado a cumplir no puede invocar la pendencia del plazo si se ha declarado su quiebra, si disminuye por acto propio las seguridades otorgadas a] acreedor para el cumplimiento de la oblígacíón, o si no ha constituido las garnntias prometidas, entre otros supuestos relevantes. La apertura del concurso del obligado al pago no hace caducar muerte d-e una per.5otrn; o hasta que e1 beneficiario failezca; este es un el plazo1 sin perjuicio del derecho del acreedor a verificar su crédito, y a todas las consecuencias previstas en la legislación concursabJ. E[ cargo es una obligación accesoria impuesta ai adquirente de un plazo incierto. derecho. Et plazo a su vez puede ser determinado o indeterminado. Es tlelerminado cu.ando estuviera fijado el momento en el que la obligación debe efectivizarse, e indeterminado. cuando no se ha explicitado d momento en el que debe cumplirse la obligación o cuando el acontecimiento señalado para su determinación no se verificare. Si e! plazo está indeterminado, el crédito es exigible a partir de su determinación, (art. 2559 C',C. Y C.) Aquí 1 podemos recordar las disposíciones que rigen respecto del pago. El pago debe hacerse: a) si la obligación es de exigibilidad inmediata, en el momento de su nacimiento; b) si hay un plazo determinado, cierto o incierto, el día de su vencimiento~ e) si el plazo es tllcito, en el tiempo en que, según la naturaleza Y circunstancias de la obligación. debe cumplirse; d) sí e! plazo es indeterminado, en el tiempo que fije el juez, a solicitud de cualquiera de las partes, mediante el prncedimiento más breve que prevea la ley local, (arL 871). Hay plazo tácito cuando se asume el compromiso de entregar cosas para ser comercializadas, por ejemplo, en la época de verano. La preBtación deberá hacerse en la fe-cha que confor1ne a los usos y a la buena fe, debe cumplirse. Ei plazo se presume establecido en beneficio del obligado a cumplir a resütuir a. su vencimiento, a no ser que 1 por la naturaleza del acto, o 0 por otras circunstancias, resulte que ha sido previsto a favor del acreedor o de ambas partes, (art. 351 C.C. y C.) El plazo puede ser legal si está ordenado por la ley, convencional si resulta del acuerdo de voluntades o judicial sí es dispuesto por el juez. Esa obligación a.;cesuria, por lo general va- anexa a un acto de liberalidad. Se explica que a.sí sea pues de lo contrario tornaría más onerosa la prestación. El incumplimiento <leí cargo, no impide lus efectos del acto, excepto que su cumplimiento se haya previsto eomo condición suspensiva, ni ios resuelve, excepto que su cumplimientos.e haya estipulado como condi~ ción resolutoria, y así lo establece el art. 354 C.C. y C.. El cumplimiento del cargo, puede ser exigido por el beneficiario de la liberalidad y su incumplimiento, puede provocar la revocación por parte de quien lo dispuso o sus herederos) art. 1552, 2º párr., v,gr. en una donación un tercero puede ser el destinatario de la subvención de sus estudios universitarios, En caso de inejecución del ~rgo puede reclamar su curnpíi~ miento. El donante o sus herederos pueden dejar sin efecto el contrato. El cargo debe ejecutarse conforme a las previsiones contenidas en el art. 350 y concordantes que regulan el plazo, En el arL 356 se regala lo atinente a la transmísibilidad del derecho derivado del cargo; la norma prevé: ,<El derecho adquirido es transmisi~ ble por actos entre vivos o por causa de muerte y con él se traspasa la obligación de cumplir el cargo, excepto que sófo pueda ser ejecutado por quien se obligó inidaimente a cumplido. Si el cumplimiento del cargo es inherente a la persona y ésta muere sin cumplirlo, la adquisición dei dere¡;ho principal queda sin efecto, volviendo los bienes al titular origínario o a sus herederos. La reversión no afecta a los terceros sino en cuanto pudiese afectarlos la condición resolutoria». En el art, 1563 del mismo cuerpo legal se establece que: «El donatario sólo responde por el cumplimiento de los ,.;;argos con !a cosa donada, y hasta su valor si la ha enajenado o ha perecido por hecho suyo. Queda liberado sí ta cosa ha perecido sin su culpa, Puede también sustraerse a esa responsabilidad restituyendo la cosa donada, o su valor si ello es imposible», 310 Manual dÜ Derecho Privado ~ parte Genera! Los hechos que no pueden ser impuestos como condición; no pueden ser impuestos como cargo. La diferencia de ambas situaciones estriba en que, en esta Ultima hipótesis, la estipulación se tiene por no escrita pero no apareja la nulidad del acto ( art 3 57). Hechos y actos jurídicos 311 que se pueden provocar. De las mismas, podrá extraerse el nexo de causalidad que pueda existir entre un hecho v un resultado v determinar a quien se atribuye la responsabiíidad civiL , Es necesario que ese nexo de causalidad sea adecuado; es decir, que efectivamente se verifique !U vinculación entre caus,.t y efecto, IX. CONSECUENCIAS DE LOS HECHOS Y ACTOS JURiDICOS En cuanto a las acciones que describen las distintas normas mencio~ nadas, resaltamos que se especifica a ]a acción, como ei ejercicío de la posibilidad de hacer, En el caso, nacer, adquirir o extinguir. Nacimiento es la acción y efecto de nacer; nacer puede significar: salir, aparecer, empezar. tomar principio~ inferirse, iniciar. Así, es correcto decir que por et hecho jurídico puede nacer una relación o situación jurídica. Del acto jurídico, no sólo nace ~en el alcance de la expresión-, una relación o una situación jurídica. Por ~1 acto jurídico se persigue un propósito que trasciende el hecho del nacimiellto, va más allá porque se pi:etende un efecto con prolongación en el tiempo, un mantenimiento de una relación o una situación y eso se logra; precisamente, a través de la adquisición, Adquirir) en el lenguaje jurídico~ es hacer propio un derecho o cosa que a nadie pertenece, o se transmite a titulo lucrativo (el que proviene de un acto de ltberalidad1 como la donación o el legado, sin conmutación recíproca) u oneroso, o por prescripción. La nonna asigna igual efecto ~la adquisición- al simple acto lícito, sin que se persíga un fin inmediato en esa dirección. Los términos utilizados, aparecen como semánticamente c.orrectos. y superan las diferencias que resultan de la comparación de las defini~ ciones de los arts. 896 y 944 del Código Civil derogado; recordemos lo que se planteaba, respecto de adquirir o crear o extinguir o aniquilar. También hay que recordar que los hechos o actos jurídicos que Uevamos a cabo, acarrean consecuencias que muchas veces se relacio~ nan con la obJigación de indemnizar por los daflos o perjuicios que provoquemos. La cuestión se relaciona en forma intima con la responsabilidad civil. El Código Civil y Comercial mantiene el sistema original del Código de Vélez Sársfieid estableciendo las distintas clases de consecuencias El art 1727 C.C. y C, enuncia los distintns tipos de consecuencias que derivan de los hechoti, indicando que las que acostumbran a suceder según el curso natural y ordinario de ias cosas, se llaman en este Código «consecuencias inmediatas,:,, Las consecuencias que resultan snlamcn• te de la conexión de un hecho con un acontecimiento distimo, se Hamán ((Consecuencias mediatas>L Las consecuencias mediatas que no pueden preverse se llaman «consecuencias casnalez-:.1. Como principío, se indemnizan las consecuencías inmediatas v las mediatas previsibles. Puede exlstfr disposición lega! en contrario· que admita, tambiénr la reparnción por las consecuencias casuales ( arL 1726 e.e. Y C.) , El nexo adecuado de causalidad puede fracturarse por el hecho del damníficado. En tal hipótesis, la responsabilidad puede ser exchilda n limitada por la incidencia del hecho del damnificado en la producción del daño (art. 1729, primera parte). Lo mismo ocurre en el caso dd hecho de un tercero, pero es necesario que ese hecho del tercero -por quien no se debe responder- ret'ma los caracteres del caso fortuito. Se responde por los hechos de los terceros, en el caso en que estas sean las personas que están bajo nuestra dependencia, o de las cuales nos servimos para el cumplimienlo de las obligaciones (art. 1753 e.e. y C,'¡ El caso fortuito o fuerza mayor exime de responsabilidad, excepto disposición en cmitrado. Se consídera caso fortuíto o fuerza mav.1r aJ hecho que no ha podido ser previsto o que, habiendo sidn previsto,~no ha podido ser evitado, El Código emplea los términos «caso fon;ito» y <<fuerza mayor:,, como sinónimos (art l 73WL Prevé el art. 1736 que la carga de la prueba de la relación de causalídad corresponde a quien la alega, excepto que la ley ia impute o la presum_a. La carga de la prueba de la causa ajena. o de la imposibi]idad de cumphmiento, recae sobre quien 1a invoca. En los contratos, se responde por las consecuencias que lns partes previeron o pudieron haber previsto al momento de su celebra~ ción (art. 1728), 312 1- Ma~ual cte Derecho Prívacto ~ Parte Benernl Hechos y actos Jurídicos X. AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD. LIMITACIONES XI. EFECTOS DE LOS ACTOS JURÍDICOS Prevé el art. 958 del e.e. y C. la libertad de contratación, al disponer que idas partes son libres para celebrar un contq1to y Ueterminar su contenido, dentro de los límites impuestos por la ley, el orden público, la moral y las buenas costumbre», Este precepto establece el principio que ~e denomina de la <.<auto!Wmia Je fa voluntad:,). Por él, las estipulaciones de las partes .ldquíeren piena fuerza obligatotia y, por consiguiente, salvo casos anormales, no son pasibles de revisión por una de lus partes o por el juez a pedido de ella. En doctrina, se ha señalado que el principio de 1a «autonomía de la voluntadh tiene los siguientes alcances: a) los acuerdos que contiene ei contrato) dejando de lado las excepciones expresas, deben prevalecer sobre las disposiciones. de la ley y, -con mayor razón, de íos usos o costumbres en los casos en que ellos tengan valor legal; b) los jueces deben hacer respetar y cumplir esas convenciones y estipulaciones; cf los jueces tienen la facultad dt.: interpretar y determinar sus a!can(;cs, en la misma forma en que lo hacen con ]a ley; y d) tos jueces deben. pronunciarse, cuando son llamados, sobre todo lo concerniente al cumplimiento o ejecución de] contrato. Tal es la relevancia de este principio que la nueva legislación l. Objetivos. 2. Subjetivos: principio general El Código Civil y Comercia! dett-'1111ina, además, la prelación nonnativa ordenando que cuando concurren disposiciones del Código y de alguna iey especial, las normas ;;;e aplican con el siguiente orden de prelación: a) normas índisponíbles de la ley especial y de este Código; b) normas particulares dcJ contra-to; e) normas supletorias de la 1ey especial; d) normas supletorias de este Código (art. 963). 313 Los actos jurídicos producen los efectos que la normativa ha previsto con anterioridad. Cada_ acto jurídico tiene sus propios efec-tos. Así, en fa comprnvcnta lo que se producirá es la transmisión del derecho de dominio; en la locación, la transmisión del uso y goce de )a cosa. Estos son los efectos objetivos que provoca cada acto. Ai mismo tiempo, en cada relación jurkiica, los efectos recaen sobre los sujetos que intef'Vienen originando distintas derivaciones, de tal suerte que el vendedor O el inquilino se ven obligados a pagar un precio cierto en dinero o, en el caso de! donante, entregar la cosa. Para dctenninar entre quiénes se producen los efectos de los actos jurídicos, una norma práctica es la contenida en el art. !02 l e.e. y e. que establece que el contrato sólo tiene efecto entre las partes contratantes y no lo tiene con respecto a terceros, excepto en los casos previstos por la ley. Un tercero es toda persona que no es parte en un acto. Entre los ~ tercerosi deben ser considerados los sucesores a título singular y los terceros propiamente dichos que son aquellos que no tienen con las personas que han celebrado el acto~ ninguna relación obHgatoria. Cuadra aclarar que en matería de actos jurídicos unilaterales, los efectos se producen directamente sobre terceros, v.gr. por un testamento, los designados como herederos o legatarios tienen derecho a los bienes del causante. Corresponde citar, por ejemplo, otro caso de efectos directos sobre un tercero; el supuesto del seguro de vida en el que se designa un beneficiario para cuando ocurra eI faUecirniento, Indirectamente. también pueden provocarse efectos respecto de terceros, como sucede cuando se enajena un inmueble dado en alguíler. El acreedor es ahora el nuevo propietario a quien hay que abonarle la merced locativa. Por supuesto, el nuevo dueño queda obligado con el arrendatario como si éste hubiera celebrado el contrato, Ahora bien, volviendo al principio, es parte del contrato aquel que dispone de su derecho o por quien se dispone, según lo previsto por el art. 1023 del e.e. y c. Los contratos sólo tienen efectos vinculantes entre las- partes contratantes (art. 959 e.e. y e.) y se transmiten a los sucesores Manual de Derecho Prtvacto • Parte Genera! Hechos y actos íurid!cos universales salvo que las obligaciones que de él nacen sean inherentes a la persona, o que la transmisión sea incompatible con la naturaleza de Ja obligación, o esté prohibida por una cláusula del contrato o la ley (art. . El actual ordenamientos( lo hace, regulándola de maner-a índepend1en,te.al mandato. E~ ~os Fundamentos del Anteproyecto se afirma que «la umca representac1 on verdadera y propia exige la manifestación 0 la con:c1en~1a, tanto para el representante como para el tercero con quien rea]1za c1 acto de que el negocio no es del representante. sino de Ja persona por quien él ~cttía'. y de_que, por tanto, éste obra sólo en concepto de tal YSin que en pnnc1p10 qmera quedar vinculado y responder de ese acto; E_n consecuencia, queda fuera de lugar la denominada «represen- 314 1024 e.e. y e.¡. Sucesor universal es el que recibe todo n una parte indivisa de! patrimonio de otro; sucesor singular el que recibe un derecho en particular (art. 400 e.e. y C.). Se pueden transmitir todos ios derechos) en tar,to no exista una limitación por voluntad o por la ley (arl. 398 C.C. y C.). Desde luego, nadie puede transmitir un derecho más extenso que el que tiene, según el art. 399 C.C. y C. Se sienta así, como principio general en el Código unificado que los efectos de los actos jurídicos se producen entre acreedor y deudor, facultando a aquel a «exigir del deudor una prestación destinada a satisfacer un interés licito y, ante el incumplimiento, a obtener forzadamente la satisfacción de dicho interés y a este a obtener la liberación y el de rechazar las acciones del acreedon, (art 724) y, a este otro a obtener la liberación y el derecho de rechazar las acciones del acreedor (art. 731). En lo que concierne a los efectos que pueden producirse respecto de o.tras personas, ajenas al acuerdo convencional, se regula la contratación por un tercero ~al que se obliga si se ejerce su representación~, la situación de la promesa del hecho de tercerot 1a estipulación en favor de un tercero beneficiario y las relaciones entre las partes en el caso, el contrato para persona a designar y el contrato por cuenta de quien corresponda (arts. 1026 a 1030 del e.e. y C.). Así es que el tercero puede tener intervención en e) contrato si de él se ejerce su representación, o cuando de él se promete la realización de un hecho, o cuando se estipula asu favorla recepción de un beneficio. Terceras personas ~ajenas al acto~ pueden tener un interés que se vincule a sus derechos. A ellos se los Hama terceros interesados y ei interés debe resultar de la afectación que pueda tener, respecto de ellos, un bien jurídicamente protegido de carácter patrimonial o extrapatrimonial. XII, REPRESENT ACION En relación con la representación, hay que acordar que el Código de VéJez Sársfield, ai igual que otros de su época, no contiene una teoría general de la'represcntacíón. 315 tacwn mdirectrui., . ,En el Cód,go Civil Y Comercial se distinguen tres tipos de representaeion: voluntana, legal y orgánica. La representación voluntaria es la que «comprende sólo los actos que el representado puede otorgar por sí mísmo. Los límites de la representación, su extinción, y las instrucciones que el representado din a su :epresentante, son oponibles a terceros si éstos han tomado conocn~1erno de tales círcunstancias 1 o debieron conocerlas obrando con cmdado y previsiórn, (art, 362), y el «apoderamiento debe ser otor_gado en la forma prcscripta para el acto que el representante debe realizan, (art. 363), debiendo ·el representado tener capacidad para otorgar el acto al mo.mento del apoderamiento; mientras que para el represenlanle es ~ufic1ente el discernimiento (art. 364). En este caso la forma Y fo capac1dad están vlnc-uladas al tipo de acto a celebrar. y Íos actos llevados a cabo por ei representante, producen efectos directamente para el representado. 0 fo , La r~presentación legal ':,s ejercida por los progenitores, tutores y ~uradores, ~ues como se senalo en capítulos anteriores, fas personas mcapace~ eJercen po_r medio de sus representantes los derechos que 110 pueden e¡crcer por s, (art. 100). L~ representación orgánica se refiere a ias diferentes maneras de actua:ión_deLYfinisterin Público, sea de modo principal y complementario, en el amb,to 3ud1cial y extrajudicial (art. ¡ 03). · . La_ repre~entación del Ministerio Público puede llevarse a cabo en e! ~mb11o¡ud1cial o extrajudicial. En el primero, puede ser complemen~ana ,~ prmcipal. En el segundo, actúa ante la ausencia 1 carencia 0 inacc1on de l~s representan~es legales~ cuando están comprometidos los derechos sociales, ecooóm1cos y culturales (art. J 03). La falta de intervención del Ministerio Público, en su actuación complememaria, causa la nulidad de! acto. 316 Manual de Derecho Privado - Parte General xm. CLAS!FJCACION DE LOS ACTOS JURIDICOS La variedad de actos jurídicos hace ne..:csario que se fijen distintas pautas o criterios para poder clasificarlos a los fines <le ordenarlos. Esas pautas o criterio!)., pueden referirse al modo o manera de cómo el acto se Hev-: a cabo, a la cantidad de voluntades que concurran a formarlos, a la producción de efectos sujeta a 1a condición del fallecimiento del agente que lo origina; a que contengan o no d cumplimlento de una obligación, a que deban practicarse de acuerdo a determinada formali~ dad o no, a que tengan o no un contenido patrimonial o que mantengan o no la integridad del patrimonio, De tal suerte, encontramos los actos jurídicos positivos o negativos_, según se trate de una acción o de una omisión su objeto. La entrega de la cosa o la no concurrencia del propietario a la vivienda que dio en aJquiler~ sirven de ejemplo a e-ada caso. Hay actosjuddicos que emanan de una sola voluntad, como sucede con el testamento -actos jurídicos unilaterales-, o de varias como ocurre en los contratos ~actos jurídícos bilaterales-. Los actos jurídicos que producen efectos con posterioridad al fallecimiento de la persona, como es d caso det testamento, han sJdo denominados {<actos jurídicos de última voluntad>,t distinguiéndose éstos de !os actos entre vivos, Si en el acto jurídico se asume una obligación, el cumplimiento de una contraprestación. estamos en presencia de un acto «onerosm:.; si eso no se da porque se es beneficiario de una liberalidad, el acto jurídico se denomina <(gratuito,,, Los actos jurídicos son formales cuando la ley i-es impone una forma determinada para su realización. Son no formales cuando los interesados tttilizan la forma que estimen conveniente para llevarlos a cabo. Hay actos jurídicos de carácter patrímonial cuando tienen un contenido e1..:onómico -por ejemplo, un préstamo de dinero-y de carácter extra.patrimonial cuando su objeto carece de ese contenido lo que ocurrt\ v ,gr, cuando están en juego los derechos inherentes a las personas humanas, como en los actos de disposición del propio cuerpo. Los actos jurídicos son de disposición cuando se produce w1 egreso de una porción del patrimonio, más allá de la compensación que le Hechos y actos Jurfdicos 317 corresponda. De lo que se trata, en fin, es de Ja modificación sustancial que, se produce en el patrimonio, En los actos de administración, ese ~enomeno no se da pu~s se mantienen los bienes que lo integran aunque estos ~ueda~ ser camb1~dos, Así, por ejemplo, una explotación ganadera lleva uup!!c1ta la rotación de los integrantes de los rodeos. Ajustánd_onos a la normativa vigente, podemos decir que en el C\C. Y e.'. füe deJada de lado. la clasificación de actos jurídicos como «pos1t1vos;J o «negativos,;, y «entre vivos» y «disposiciones de última voluntad,>, Sín embargo, estas últimas expresiones son utiHzadas en muchas normas que se citan más abajo. ~ Son. a~tos jurídicos unilaterales, v.gr. la revocación en general; el reconoc1m1ento de la paternidad, arL 570; el testamento, art. 2462, y actos b1latc:alc~, v.gr. el matrimonio, arts. 416,418 y conc. en el que se asumen obhgac10nes y se adquíeren derechos y los contratos en general, . Los_a~tosjurídicos entre vivos~ son, v.gr. los actos de disposición que el .'nbab,htado debe realizar con asistencia del cumdor, art 49; transmis10n del derecho a la renta, art. 1603; transmisión del derecho del beneficiario del fideicomiso, arL t67L Actos de última voluntad. son v,gr., !a afecta'Ción del inmueble destinado a vivienda art. 255 en la hipótesis del apartado b ); el reconocimiento de la pate,;,idad, art. 57 l, apartado e) e.e. y C, Los contratos, que son actos jurídicos bilateralest se clasifican en onerosos o gratuitos (art. 967), respondiendo a los criterios clásicos ya refendos; los contratos onerosos son conmutativos cuando Jas ventajas p~a .los contratantes son ciertas y son aleatorios cuando las ventajas o perdidas dependen de acontecimientos inciertos ( art. 968); son fonnales cuando_ Ja ley exige una forma para su validez siendo nulos si la solemmdad no ha sido satisfecha o son no formales (art 9'9) v ·1· , • o ,.,,por u hmt\ 1os c?ntratos son nominados e innominados según que la ley los regule especialmente o no (art. 970 e.e. y e.). Digamos también respecto del contrato plw·Hateral que si éste ha de ser ce,I~b~ado por varias partes, y la oferta emana de distintas personas 1 o es d1ng1da a varios destinatarios, no hay contrato sin el consentimiento de lodos los interesados, excepto que la convención 0 fa ley autoricen a ia m~y~r_ía d~ eHos para celebrado en nombre de todos o permitan su conc,us,on solo entre quienes lo han consentido (arL 977 e.e. y e.J. Manual de Derecho Privado Parte General Hechos y actos jurídicos XIV. LA JNTERPRETACION DE LOS ACTOS JURIDICOS testado~ quiso darles un sentido técnico, Se aplican, en cuanto compaubies, las demás regias de interpretación de los contratosH. sean En el Código que nos ocupa la exigencia de la buena fe en lo que hace a los contratos está prevista en el art. 961 que dispone: «!os conlratos La ~uen~ f~. :orno regla de conducta exigible) se genera en ias expectat1:as J_usd,JCadas de la otra parte, fundadas en la confianza que se depos.l~a en el actuar del otro a partir de la naturaleza de la c~ntrat.ac10~, las negociaciones que preceden al contrato ei comporta~ miento seguido hasta. la celebración de! acto , l"'"' c,,mu'n Jn · 'tenc1on .. d e ¡os co-contrntantes, la Situación personal }' part,·cula d d . . , r e ca a una de hrn 318 deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe. Obligan no sólo a Jo que está formalmente expresado, sino a todas las consecuencias que puedan considerarse comprendidas en eHost con los alcances en que razonablemente se habría obligado un contratante cuidadoso y previsorn. A esta específica regla, deben sumarse a aquellas medidas insertas en el Titulo preliminar que imponen: la actuación de acuerdo al principio de la buena fe para el ejercicio de los derechos ( art. 9º); la condena al ejercicio abusivo de los derechos (art.1 O) y la reprobación del abuso de una posición dominante en el mercado (art.l l). Por otro lado, se regula que el contenido del contrato se integra con: a) las normas indisponibles, que se aplican en sustitución de !as cláusulas incompatibles con ellas; b) las normas supletorias~ e) los usos y prácticas del lugar de celebración, en cuanto sean aplicables porque hayan sido declarados obligatorios por las partes o porque sean ampliamente conocidos y regularmente observados en el ámbito en que se celebra el contrato, excepto que su aplicación sea irrazonable (arts. 963 y 964). Como pauta, puede servir a los fines de Ja interpretación de los actos jurídicos, la previsión del art. 2º que establece que «La ley debe ser interpretada teniendo en cuenta sus palabras, sus finalidades, las leyes análogas, las disposiciones que surgen de los tratados sobre derechos humanos, los principios y los valores jurídicos, de modo coherente con todo el ordenamiento en lo que dispone respecto de la interpretación de la ley». Cuadra agregar lo normado en el Capitulo X, del Título II del Libro ·Ill, que lleva por titulo «interpretación», donde se refunden los preceptos que se refieren a las reglas de interpretación de los contratos: a) intención común; b) interpretación restrictiva; e) significado de las palabras; d) interpretación contextual; e) fuentes de interpretación; f) principio de conservación; g) protección de la confianza y. h) expresio~ nes oscuras (arts. 1061 a 1068). Hay que señalar también, que en materia de testamentos, el art. 2470 proporciona algunas pautas interpretativas previendo que <(Las disposicio... nes testamentarias deben interpretarse adecuándolas a la voluntad real del causante según el contexto total del acto. Las palabras empleadas deben ser entendjdas en el sentido corriente, excepto que surja claro que el 319 partes)' por su¡mesto, ta equivalencia de las prestaciones. Bibliografía BERTOLDJ DE FDURCADE, 1\·faría Virginia, •<La causa eficiente de los ~erechos: hecho y acto jurídico (Diagrama conceptual)» en Tema~ e der~cho privado l Parte general, Advocatus, Cba., 2002. BrrnDA, Gu11lermo A., Tratado de derecho civil, Parte general 13ª ed La Ley, Bs. As., 2008, t. L ' ·, lttanual civil' Parre· general · • de G ·11 de derecho , · · 21 • "d ,., ., ac t ua ¡·1zac10n B . . u, erm~ Jul,o Bo;da• Lexis Nexis - Aheledo Perrnt, Bs.As., 2005. LTELER CAf'EREs, lose A., 1\Janual de derech,, ·¡. p 1 ?" d t1rtc general, - e ., Jano Ediciones, Córdoba, J989. · c,·,, CIFUENTES,OS~n~o~, Código Cil'il. Comentado y anotado; La Ley, Bs. As,, 2 O.. , .. ,. C!FliENTEs. s,amos (director), SAGARNA Femando A. (coordinador), Códi- go C1vz/ comentado, La Ley, Bs. As., 2005 . Fundamentos del Anteproyecto de Código ·¡ . v-- .,·, , . ,.. · ~ .;w } .omercwl de fa ' auon, Cad1go Clvtl y Comercia!J ZnvaHa, Bs. As., 2014. 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L Concepto y distinción. 2. Formalísmo en el derecho. 3. Clasificación de los actos según la forma. 4. Principio y excepciones. 5. Documento e instrumento: concep~ to y distinción. 6. Clasificación ·de ios instrumentos. IL Instrumento público. l. Concepto y caracteres. 2. Enumeración. 3. Requisitos de vaHdez subjetivos y ühjetívos. 4. Fuerza probatoria:~ presunción de autenticidad. 5, Contenido del instrumento: clases de ertuncü1ciones. 6. Impugnación del instrumento público. 7. Instrumentos públicos usuales. IIL Instrumentos particulares. I. Concepto y clases. 2. Instrumento privado. a, Requisitos de validez: firma. b. Efectos enlre partes y frente a tercetos. Cartas nllsivas. c. Valor probatorio e ímpugnación del instrumento privado. 3. Documentos no finnados. a. Efectos entre )as partes y terceros. 4. Documento electrónico, Valor probatoflo. 5. Fitma digital~ nociones. Bi:bliografia. L FO!Ll\1A Y PRUEBA J. Concepto y distinción E! concepto de fonna es susceptible de un doble enfoque: uno genérico. como traducción al mundo exterior de la voluntad del sujeto, y otro restringido, como fonnalidad requerida por la ley para algunos negocios. Así la forma, como exteriorización de la voluntad, es elemento estructural de los negocios jurídicos ya que sin el hecho sensible de la 322 Manual de Derecho Privado ~ Parte Ge-nera! manifestación de la voluntad interna. ésta qued~ría desconocíd.a y carente de relevancia jurídica; vgr. en los contratos sm ¡~ corresp~nd1en. ·zac1·o·n de las voluntades ' éstas quedarían aisladas, sm traste exter10n cendencia jurídica. . La forma configura el medio revelador del dato psicológico desd~ la perspectiva de su vi;ibiHdad, el acto de autonomía en su aspecto exte~10r; d . ó o ha de presentarse y como será socialmente reconoc1ble. es ectr• e m f¡ ¡ todo acto p~r lo tanto, la forma es un elemento que no puede a tar ya que , . , para ser considerado tal debe ser revelado. Así lo establecía el Cod1go Civil en el art. 913, ningún acto tendrá el carácter de voluntano « ... Sm un hecho exterior por el cual la voluntad se manifiesre». , , . En otro sentido. ya no estructural o como elemento del acto JUn~co, la fonna es entendida como la solemnidad con que la ley reviste determinado acto. En estos supuestos ya no es un modo cual_q~1era de revelar la voJuntad sino; específicamente, un requerimiento ex1g1d~ para emitírla, El modo de hacer una declaración para que produzca efectos se vuelve «formalidad». . La maníftstacíón será vincu1ante, sólo si está revestida de l~s formalidades impuestas y manifestadas del modo que la ley lo detenmne. Desde este concepto la forma es siempre un_ :<plus;) añad1do a la voluntad como vehículo necesario para su expres1on. P?r ello la fon_na l l ha de entenderse como las solemnidades que segun las pr~scr,pc:~~es legales han de observarse para la formación de determmados actos jurídicos. Hade diferenciarse la fonna de la prueba de los actosjuridicos. Para ello rec-ordemos que la forma en sentido esencíal, es e.l,molde ~n et cua1 cía el contenído de vo]untad del sujeto en refac10n al obJeto y en se va 1 · ·t va de la consecución a un fin jurídico propues:o;_ es ~, tn:n_si .º que intimidad subjetiva de la idea a la extenor,wcwn obJel!va del acto. En t ·do formal es un conjunto de prescripcwnes observables para ~a sen' de un acto ' determinado, dado que de ser om1'fd validez 1 a el ac t o qu edana privado de sus efectos propios. . , . , Esta no ha de ser confundida con la prueb~ de los actos Jtmd1cos,) a que probar implica verificar los hechos sostemdos. La fonna es contemporánea al acto, mientras que la prueba puede o no ser coetánea y son conceptos independientes. La prueba puede ser ext~rna y postenor al acto, corn O lo es la prueba confesional .o el reconoctmtento, ello pues, probar es demostrar íos hechos que se mvocan, Forma y prueha de los actos jmídlcos 323 2. Formalismo en el derecho Los sistemas jurídícos primitivos se caracterizaron por un forrnalis~ mo severo y rígido, Los actos estaban unidos a su forma de inancra inseparable de modo tal que Ja desviación en su cumplimiento traía corno consecuencia la nulidad del acto. El consentimiento de las partes nada podía hacer al respecto. Aunque se tratase de un hecho probado e inequívoCo, si la formalidad impuesta por }a norma. entendida como modo o manera en que el acto debía ser llevado a cabo, no era cumplida, el acto caía indefectiblemente, La forma, en todos los casos, no era un medio de prueba sino que integraba el acto mismo. Frente a estas concepciones, Jos vicios de la voluntad perdían trascendencia, ]a voluntad interna era prescíndible cuando resultaba opuesta a la manifestada por el medio jurídico apto. Lo trascendente, era lo externo, a fin de impregnar con simboHsmo los sentidos, puede sostenerse que Ja forma exigida distinguia al acto jurídico del que no era ta!, Con el correr del tiempo se füe logrando una mayor independencia entre la forma y el acto en sf mismo. Con mayor abstracción cultural, otros principios como los que imponen la buena fo y el cumplimiento de la palabra pactada, fueron morigerando este rigorismo, Por otro lado; el derecho comercial se hizo más dinámico, resultando necesario acelerar las transacciones y limitar todo obstáculo que pesara sobre ellas. Ei viejo formalismo fue progresivamente en retirada para dar lugar a nuevas concepciones que entendían que el principio de lu libertad de fonnas en los actos jurídicos era una solución más apropiada como principio general. Si bien el requisito de la forma es una excepción, veremos muchos actos a los cuales la ley reviste de ciertos requisitos 1 pero este formalis~ mo es distinto de aquél al que nos hemos referido, ya que tiene por fin optimizar la instrumentación y la publicidad de los mismos pero no tiene que ver con la entidad del acto. Podemos sefiaiar como ventajas de la forma, Ja de proteger a las partes de la falta de meditación frente a la complejidad de determinados negocios jurídicos en los que es menester resguardar a 1os otorgantes del apresuramiento o fa irreflexión, particularmente cuando se trata de actos trascendenta!es como los testamentos o el matrimonio, pues la so!ernni~ dad agrega reflexión; asimismo penniten distinguir al acto jurídico de .aquellos otros actos que son meramente preparatorios no vinculantes; puede decirse también que es un modo de dar ftjeza a la conclusión del Manüal de Derecho Prlvaác ~ Pane General Forma y prueba de les actos )úrldk:os negocio permitiendo mayor seguridad para los terceros en cuyo resguardo se ordena Ju inscripción en registros para que el acto se lorne púbiico y ostensible y por otra parte, aparecen ventajas para el Estado en tanto se facilita la percepción de impuestos y tasas ya que el oficial púbJico interviniente opera como ageme de retención. Respecto de tas desventajas que presentu el formalismo podemos señalar que hacen menos ágiles los transacciones, motivo por el cual el derecho comercial se ha idü <lesprendien-do de ellas; además suman oneroúdad al acto pues la mayoría de eHas obliga a tas partes a irnpnrtantes cfosembolsos de dinero extra, v.gr. la instrumentación por escritura púbhca; asimismo pueden incluso traer aparejada la nulidad cuando la ley así lo dispone ante su ínobservancia, El incumplimiento de la formalidad en los actos formales de solemnidad absoluta trae aparejada su nulidad y los priva de cualquier otro efecto civil, vbg. el matrimonio celt:brado sin las exigencias ünpues~ tas por }a ley no valdrá como tal ni tampoco tendrá otros efectos, Los acta:, formales de solemnidad relath;a, en cambio, tienen la virtualidad de que, de omitirse fa forma, el acto nn producirá los efectos propios que estaba destinado a producir pero sí podrá tener otros efectos re&iduaies si la ley asi lo permitJera. La efectiva realización del acto puede acreditarse por otros medios y el interesado podrá obligar a la contraparte a cumplir con 1a formalidad impuesta por la ley. Los a¼tos jurídicos formales de solemnidad relativa muestran ]a aparidón de cierto fenómeno jurídico que suele presentarse en el funcionarnícnto de la teoria de las nulidades y que se denomina \(Conversión de los actos jurídicos». A estos actos se refiere el Código Civíl y Comercial cuando establece, en su art. 285; «Forma Impuesta. El acto que no se otorga en la Jórma exigida por la ley no queda concluido como tal mientras no se haya otorgado el instrumento previsto, pero vale como acto en el que las partes se han obligado a cumplir con la expresada formalidad, excepto que ella se exija baJo sanción de nulídadN En resumen y según establece la disposición normativa) el acto no vale como tal si no se satisface Ia forma pero podrá perfeccionarse dando cumplimiento a la misma. Así. en la compraventa de inmuebles, la tey exige que sea he-cha por escritura pública (art, 1017 inc:. a C.C. y C.), pero nadie ígnora que en la práctica de los negocios se utiliza generalmente el boleto de compraventa. Este no da derecho a exigir la entrega del inmueble ni implica transferencia del derecho de propiedad, ya que no se cumplimenta con la fonna exigida por la ley, pero si da derecho a reclamar del vendedor su escritura~íón (art. 1018 C.C. y C.) 324 3. Clasificación de los actos según la forma La dasificación más difundida es aquélla que divídea los actos en formales y twfOrmales, según la ley exija o no una determlnii.d~ manera de presentarse el acto. Ello no impiíca que existan actos jurídicos sin <<forma alguna>, ya que corno se señaló, la «fonna>; es un elemento esencial de todo acto jurídico en tanto traduce la voluntad ínterna. Son formales aquellos actos cuya validez depende de que su celebración se realice bajo la forma impuesta por la ley. Los actos no formales, en cambio, no requieren formalidad específica. En relación a los contratos y de modo correlativo et art.1 O15 C.C. y C. expresa que sóio serán fonnaies los contratos a los cuales la ley les impone una forma determinada. E! principio entonces, en el sistema del Código Civil y Comerciai, es el de la libertad de formas y sólo cuando la ley expresamente lo establezca se exigirá el cumplimiento de determinadas formalidades (art. 284 C.C. y C.). Como consecuencia podemos señalar que la fuerza jurídica de las convenciones no emana del cumplimiento de formaHdades sino que emerge de la voluntad individual. En relación a los actos formales (Cifuentes) pueden distinguirse: a. Formales de solemnidad absoluta, b. Formales <le .solemnidad rdatlva c. Formales no solemnes 5 325 En Jos actos formales no solemnes la forma es irrelevante para la existencia del acto pero no para su prueba, se trata de los actos formales ad probutionen qu~ pueden ce1ebrarse con cualquier fonna, pero sólo podrán probarse por un medio determinado {Rivera) 4. Principio y excepciones Cómo se señaló, en el derecho moderno eI criterio genera] es d de libertad de formas salvo cusos de excepción donde por critt:rios tras~ Manual óe Derecho Prívado ~ Parte General Forma y prueba de los actos jurídicos cendentes se imponen solemnidades. Esta es la postura sustentada por el Código Civil y Comercial c-n el arL 284 que establece: «Si la ley no designa una forma determinada para la e..weriorización de la voluntad, las partes pueden utilizar la que estimen conveniente .Las partes pueden convenir una fórma más exigente que la impuesta por la ley». Este principio es conocido como de libertad de formas y resultaba en el Códígo Civil del art 974 que expresaba: «Cuando por este código o par las leyes especiales no se designe forma para algún acto furídico, flas, mapas, que es 1o que -puede ofrecerse como prueba documental_, incluso vídeos y grabaciones< 326 los interesados pueden usar de las formas que juzgaren convenien~ tes}>, en concordancia con el mismo el art.284 del C.C. y C. citado. Este principio consolida el paradigma de la autonomia de voluntad como fuerza vinculante del acto por sobre todo formalismo, Se refuerza !a prevalencia de la autonomía de la voluntad con excepción de aquellos supuestos especiales que en razón de distintos motivos exijan e1 cumplí~ miento de formalidades, v.gr. el matrimonio ( ar!. 418 C.C. y C.), y el testamento (art. 2462 C.C. y C.). E] legislador regulará la exigencia de forma según la trascendencia que le asigne al acto de que se trate como excepciones al principio general. La consagración del principio de libertad de formas es "el triunfo del consensualismo~', ya que son 1os interesados directos los que pueden elevar las exigencias de fonna (Borda). Esta novedad aparece reforzando el principio, en tanto será la propia autonomía de la voluntad la que imponga formalidades más estrictas que las exigidas por la ley e incluso las consecuencias derivadas del incumplimiento. 5. Documento e instrumento: concepto y distinción Documento e instrumento aparecen como voces que denotan concep~ tos sinónimos 1 mas tienen entre ellas w1a relación de género y especie~ ambas son demostrativas de 1a existencia de hechos o negocios jurídicos. Por documento se entiende «toda cosa que sea producto de un acto humano perceptible con los sentidos de la vista y el tacto, que sirve de prueba histórica indirecta y representativa de un hecho cualquiera» {Devis Echandía). Esto no es más que una representaff ción objetiva de un pensamiento, la que puede ser material o literal; como por ejemplo, las marcas, signos; contraseñas~ los planos. fotogra- 327 El instrumento abarca un ámbito más restringido, que es el escrito. De tal manera que no hay sinonimia entre los términos, porque el documento es ei género, y el instrumento una de- sus especies. · El instrumento es una cosa mueble que representa un hecho unívoco, y como anticipamos} es exclusivamente escrito. El sopone sobre el cual :,e asienta ha tdo variando con el tiempo~ así se pasó del papiro al perg;Jmino y luego al papel. Cabe decir que el papel dejó de ser el único soporte válido de los instrumentos, ni es lu cscrHura el único modo de transmitir la voluntad. Los avances te-enológicos otorgan mayor tmportancía a la finalidad que se pretende satisfacer. que a s.u existencia corpórea. Al respecto, el art. 286 C.C. y C. establece: uLa expresión escrita puede tener lugar por instrumentos públicos, o por instrumentos particulares firmados o no firmados, excepto en !ns casos en que determinada instrumentación sea impuesta. Puede hacerse constar en cualquier soporte, slempre que su contenido sea representado con rex:to inteligible aunque su lectura exija medios técnicos», 6. Clasificación de los instrumentos Tradicionalmente se afinna la existencia de una clasificación hipartita en relación con los instrumentos según que sean públicos o privados, Siguiendo la exposición de Leiva Fernández, la clasificación seria más adecuada si se distingue entre instrumentos púhlicos y particulares. y estos a su vez en firmados y no firmados; ello pues los ínstrumrntos particulares firmados son los reconocidos por el ordenamiento jurídico como instrumentos privados.· El criterio de la distinción entre los instrumentos particulares y los públicos es que en los primeros, no se requiere de la intervención del oficial púbíico y rige a su respecto el principio de la libertad de formas Este principio autoriza a que ia voluntad pueda ser manifestada verbalmente~ por escrito o por signos inequívocos En relación a los instrumentos particulares, e-l art, 287 del C .C. y C. establece: {<Í,Os instrumentos particulares pueden estar flrmad¿s o na. Si lo están, se llaman instrumentos pr(vados, Si no lo están, se los denomina instrumentos parth:ulur no firmados; esta categoria comprende todo escrito no firmado entre 328 Manual de Derecho Prívado - Parle General otros , los impresos, los registros visuales o auditivos de cosas o hechos y, cualquiera que sea el medio empleado, los registros de la palabra y de úformución)). Como se puede observar, se amplía notablemente la categoría de los particulares incorporando los registros visuaies y auditivos de cosas o hechos. II. INSTRUMENTO PUBLICO Forma y prueba de los actos jurídicos 329 a. Las escrituras públicas y sus copias o testimonios; b. Los instrumento que extienden los escribanos o los funcionarios públicos con los requisitos que establecen las leyes; c. Los títulos emitidos por el Estado Nacional, provincial, o la ciudad autónoma de Buenos Aires, conforme a las leyes que autorizan su emisión; Del cotejo de esta norma.con la enunciación que traía el art. 979 del Código Civil, se observa que se ha simplificando notablemente la enumeración, manteniéndose el carácter enunciativo conforme lo establecido en el artículo citado. 1. Concepto y caracteres Tradicionalmente se ha definido al instrumento público como aquel otorgado con las formalidades que la ley establece, en presencia de un oficial público (agente administrativo o funcionario), a quien la ley le confiere las facultad de autorizarlos (Salva!, Llambías, Borda), y a los que otorga plena fe sin necesidad de posteriores pruebas o verificaciones (Arauz Castex). Ello es así dado que emana de persona que según derecho, es idónea y competente para dar fe de los actos en los cuales interviene en razón de la materia de que se trata y de la jurisdicción en la que actúa. El Código Civil establecía, en general, la presencia del oficial público como requisito esencial. Esta presencia dominante agrega su autoridad al documento dándole un carácter propio que es el de la autenticidad. En virtud de ésta, dichos instrumento se prueban per se, sin necesidad de reconocimiento de la firma como ocurre con el instrumento privado. Por ser fedatarios, su presencia da una seguridad muy superior a la de los instrumentos privados) ya que se les reconoce autenticidad entre las partes y fr,ente a terceros, poseen fuerza ejecutiva, su fecha es considerada cierta y la copia, adecuadamente extraída, tiene el mismo valor que e! original. 2. Enumeración El Código Civil y Comercial menciona supuestos de instrumentos pllblícos en los tres incisos dd art.289 en el que se prescribe: «Enuncia- ción. Son instrumentos públicos: 3. Requisitos de validez subjetivos y objetivos Para que el instrumento público sea válido y eficaz, produciendo p!ena prueb~ .respecto de su contenido, la ley exige que se satisfagan ciertos reqms1tos. Estos son subjetivos, cuando se refieren a la capacidad y competencia que debe reunir el oficial público que interviene en el acto, y objetivos si se refieren al cumplimiento de las exigencias determinadas por la ley en relación con el acto de que se trate. A ellos se refiere el art. 290 C.C. y C.: «Requisitos del instrumento público. Son requisitos de validez del instrumento público: a. La actuación del oficial público en los límites de sus atribuciones Y de su competencia territorial, excepto que el lugar sea generalmente tenido como comprendido en ella b. las firmas del oficial público, de las partes y en su caso de sus representantes,· si alguno de ellos no firma por si mismo o a ruego, el instrumento carece de validez para todos». 3. I. Requisitos subjetivos En primer lugar se exige que sea otorgado por un oficial público en los límites de sus atribuciones y de su competencia territorial y material, salvo que el lugar sea generalmente comprendido como parte de ella. La primera exigencia que se dispone para la eficacia del instrumento público, es que actúe en los límites de sus atribuciones y esto surge del nombramiento que va atribuir a una persona una labor en la administra- 330 Maílual de Derecho Prlvado w Parte General ción pública, la cual será eficaz sólo si se e-orresponde con el acto administrativo por el que fue investído corno taL La capacidad implica la habilidad para llenar la función, la cual proviene de la investidura que corresponde al cargo. El oficial público debe estar legalmente nombrado y en el ejercido efectivo de 1a fünción que ha de desempefiar. Dicho nombramiento debe provenir de 1a antorldad que corresponda según la ley. El art. 983 del Código Civil, establecía que «Los actos que autorizase un oficial público suspendido, destituido o reemplazado después que se le ha hecho saber la suspensión, destitución o reemplazo. serán de ningún valor, pero son válidos los actos anteriores a la noticia de la cesación de sus funciones,,. En igual sentido se pronuncia el Código Civil y Comercial disponiendo en ei art. 292: «Es presupuesto para la validez del instrumento que el oficial se encuentre efectivamente en sus funciones, .. >>. Y agrega que «son válidos [os actos instrumentados y autorizados por él antes de la notificación de la suspensión o cesación de sus funciones hechos conforme a la ley o reglamento que regula la función de que se trata ... ». Una prohibición especial pesa sobre el oficial público con el fin de que no autorice actos en los que tenga un interés personal o io tengan sus parientes dentro del cuarto grado inclusive. Esto hace a su inhabilidad para intervenir. Si así lo hiciera el acto es nulo, La ley ha querido asegurar de este modo la imparcialidad de b'U participación evitando que llevado por sus afectos o intereses personales pierda ia ecuanimidad. Esta prohibición estaba presente en art. 985 del Código Civil y se reitera en el art. 291 C.C. y C., ampliando el ámbito de la restricción en los slguientes términos: «Prohibiciones, Es de ningún valor el instrumento autorizado por un funcionario público en asunto en que él, su cónyuge, su conviviente o un pariente suyo dentro del cuarto grado o segundo de afinidad sean personalmente in(eresado:m. Se protege sin dudas el principio de la imparcialidad. La competencia del oficial público abarca un doble aspecto: en razón de la materia y en razón del lugar. En primer lugar, debe obrar en los límites de sus atribuciones respecto a la naturaleza del acto. Esto supone que cada funcionario tiene idoneidad para ci acto en el que interviene según la ley que lo invistió de la función; v.gr. un actuario de tribunales no puede otorgar actas de defunción o nacimientos, así como no puede celebrar matrimonios. La función que se desempefie debe responder a la específica para la cual fue investido, forma y prueba do los attos jurídicos. 331 Además, será indispensable que obre en la jurisdicción o distrito señalado para su ejercício. En este tema recordemos que el error común respecto a la pertenencia del lugar donde se otorgad acto lo convalida: siempre que el lugar sea tenido como comprendido dentro de la judsdic.• dón del oficial que a-ctún se lo se tendrá pm vilHdo. Por lo tanto, los instrumentos públicos otorgados de conformidad con las prescripciones legales, gozaran de entera fe y producen lns mismos efectos en todo el territorio de la República. cualqniera sea la jurisdicción donde se hayan otorgado (arL 293 C.C,. y C,). 3.2. Requisitos objetivos La competencia y la idoneidad del oficial público deben además, ser complementadas con la observancia de las formalidades que para cada acto en particular la ley ha dispuesto Las formalidades legales que se agregan a las generales varían según cada instrumento públjco en particular, salvo la firma de todos los interesados que aparecen como partes o sus representantes, la del oficial público interviniente, la presencia de testigos, cuando el acto así 1o requiriera, y que se hayan salvado tachaduras, enmiendas o alteraciones si las hubiera. La falta de los requisitos determinará la nulidad del instrumento púbHco. 4. Fuerza probatoria: presunción de autenticidad Los instrumentos públicos dan ,<fe pública>, 1 es decir que goi:an de autenticidad. se prneban por sí mismos sin necesidad de que haya un reconocimiento prevío. Cuando el instrumento aparece como regular en cuanto a sus formas, se presume auténtico. Este privilegio singular se justifica ya que emana de persona que. según dijimos> es idónea y competente para dar fe por si de los actos en los que íntervíene, además de estar revestido de las formalidades impuestas por ley por ello. E1 art. 296 del C.C. y C, respecto de la eficacia prnbatoria del instrumento público establece: ~<Eficacia probatoria. El instrumento público hace plena fe: r b l 332 Manua! de Derecho Prívadv ~ Parte General a) en cuanto n que se ha realizado el acto, la Jt!cha, el lugar y los hechos que el oficial público cnwtda como cumplidos por él o ante él hasta que sea dcdarado falso en juido civil o criminal b) en cuanto al contenido de las declaraciones sobre convenciones; disposiciones, pagos, reconocimientos y enunciaciones de hechos direc., tamenti: relacionados con el objeto principal del acto instrumentado, hasta que se produzca prueba cu contrario.,; 5. Contenido del instrumento: clases de enunciaciones En primer lugar, hemos de analizar los hechos cumplidos por el oficial público o pasados ante su presencia en los que tuvo una participación forma y prueba de los adus iurídk:os 333 relacionados con el o~jeto principal del acto instrumentado, ha5fa que se produzca prueba en contrario>>, Las enunciaciones incidentales, que no guardan relación directa con el objeto del acto tienen sólo el valor de principio de prueba por escrito, v.gr. en una compraventa el hecho de referir ia parte que la compra, que se efectúa con el dinero obtenido en una rifa, Es lógico que esta manifestación no pueda tener el mismo valor probatorio que illla cláusula dispositiva, pues no ha sido materia del negocio jurídico. La acción de impugnación de falsedad es de graves consecuencias ya que, en la mayoría de los casos, implica ímputar al funcionario público interviniente de un delito, como lo es el de la falsificación del instrumento. El fin que persigue la acción e.s desvirtuar la eficacia probatoria del instrumento, atacando el mismo por su falsedad material o ideológica. directa. Estos gozan de plena fe mJentras no prospere una querella judicial La falsedad es material cuando el instrumento ha sido fomialmcnte de falsedad en sede civil o penaL E1 instrumento público hace plena fe hasta que sea argüido de falso, por acción civil o criminal, de la existencia material de los hechos, que e1 ofidal público hubiese anunciado como cumplídus por él, ü que han pasado en su presencia Por lo tanto, se da el mismo trntamiento a los hechos que constata ei oficial público y a los que han pasado en su presencia. Son ejemplos de los primeros ia focha, el lugar, la constitución del escribano en un determinado domiciliú, que ha dado lectura del instrumento; de los segundos, la presencia de las partes o la de los testigos si los hubiera en el acto, etc. El instrumento público, dijimos~ hace plena fe hasta que sea argüido de falso, por acción civil o criminal contestando la existencia materiai de los hechos que el oficial púbHco hubiese enunciado como cumphdos por él mismo o que hubieran pasado en su presencia. En principio, enlonces, tales circunstancias, por comprometer la fe del funcionario, tienen una fuerza casi irrefragabie que sólo es posible desvirtuar por la querella de falsedad En cambio, en lo que se refiere a 1as manifestaciones de ias partes adu1temdo, como en los supuestos de lalsificactón, alteración o supresión; v,gr. la imitación de un verdadero documento, su modificación del original. La falsedad ideológica, en cambio, se determina por in falta de veracidad en su contenido, siendo el ínstrumento formalmente válido, La falacia está en lo que el oficial dice ñaber presenciado cuando nunca ocurrió. Por vía civil, la querella de falsedad puede ser interpuesta por acción, como pretensión principal del proceso, o a tnodo de defensa> alegando la fa]sedad de instrumento público que se opone al demandado. Para que la fe del instrumento caiga, será necesario que se dicte sentencia ya que hasta tanto esto suceda el instrumento conserva todu su fuerza probatoria, en relación con la celebración del negocio o sus dichos en cuanto al pago~ íos modos de cumpiimiento o demás cualidades del acto, hacen fe pero res.pecto de su contenido, basta prueba en contrario. Este es el régimen que se sigue en el an. 296 C.C. y C, que establece <c., b) en cuanto al contenido de las declaraciones sobre convenciones, disposiciones, pagos, reconocimientos y enunciaciones de hechos directamente 6. Instrumentos públicos usuales Se consideran instrumentos públicos usuales. los extendidos por e] Registro Nacional de las Personas tales como el documento nacional de identidad, informes y certificaciones emanados de sus dependencias como por ejemplo actas de nacimiento, así como las de defunción, o dematrimon\o, deI registro nacional de reincidencias. o de la propiedad, etc.; los extendidos por notarios, llamados actas notariales, vgr. las actas de protocolización de testamentos,, ias actas <le realización de inventario para aceptar la herencia bajo ese beneficio; las actas de exámenes así Manual de Derecho Prlvado -- Parte Genera! Forma y prueba de los actos jurídicos como las que constatan infracciones públicas; las sentencias} re~olucio~ nes, las Acordadas de la Corte Suprema de J ustícia, las Resoluc10nes de los juzgados de paz, tríbunales arbitrales, juntas electora.les; los as1,e~tos determinar obligaciones, El art. 101'.2 Código Civil la establecía corno requisito esencial de validez del instrumento privado. La mera transcripción literal del nombre y apellido de la persona no constituye la firma, en tanto que se entiende por tal, !a manera en que la persona acostumbra signar declaraciones de voluntad con el objeto de asumir las re~ponsabiHdades inherentes al documento que suscribe. AJ decir de Rivera, es la forma habitual de expresar la voluntad; se agrega; <<Nada importa si es !egible o no, si .es que constituye la forma habitual en la que el sujero e.,presa su cmflormidad con el escrito,), Las iniciales o signos que no tengan e] valor de visado sino que pretendan tener ei valor de firma, podrán serlo en tanto se demuestre que es de .:sa manera como habitualmente se manifiestan las <leclaracioncs. de volun- 334 Uc los matrimonios en lo-s libros parroquiales o en los registros mumc1pales y las copias sacadas de esos libros o registros; podemos c?nsiderar asimismo como instrumentos públicos los decretos o resoiuc1ones del presidente de la República, los ministros o gobernadores. JII. Instrumentos particulares 1. Concepto y clases 335 tad de su emisor. Los particulares son instrumentos comprensivos de dos_ sub- tipos slendo en los privados la nota característica la firma. Los particulares en sentido estrkto, son los que se refieren a todo documento que por carecer de firma no eran catalogados como instrumento, vgr. docnmentos electrónicos,. registros de la palabra y de información como e-mails de manera de admítír supuestos nuevos incorporados por la tecnología y contemplados expresamente por el articulo mencionado. La fundón de la firma, claramente es la imputación de la autoría del acto y la demostración de una voluntad que concuerda con lo que está instrumentado, siempre con la e:x igencia de su reconocimiento y pudiendo la misma consistir, en trazos, gráficas si es e1 modo habitual que de puño y letra se signan manifestaciones de su voluntad, El Código Civil y Comercial suprimió el requisito de validez <lel ejemplar múhiple para los contratos sinalagmáticos perfectos ya que aen rigor es una exigencia a lo,v fines probat.orios>> (Saucedo). Subsisten como requisitos de tos instrumentos privados la finna y ei tratamiento de las enmiendas (arts. 288, 313 y 316 del C.C. y C.). Respecto de estas Ultimas se destaca que, a semejanza de lo preceptuado para ]os instrumentos públicos y las escrituras públi-casi las correcciones que afecten partes esencínlcs del documento, deben ser salvadas con la firma de los interesados; en caso de no hacérselo, quedan libradas a la apreciación judicial las consecuencias de tal irregularidad formal en la fuerza probatoria del írntrumentn (conf. art. 316 del C.C. y C.). 2. Instrumento privado b. Efecto entre partes y frente a terceros El art. 287 del C. C. y C. introduce los instrumentos particulares clarificando una cuestión que babia sido motivo de controversia doctrinaria ya que si bien íos instrumentos particulares estaban m,cncí~nad~s .en l~s art. 978 y 1190 del Código Civil, gran parte de la doctrma solo d1stmgma entre in;trumentos públicos y privados. El art. 287 dirime toda cuestión reconociendo expresamente esta categoría de instrumentos que son comprensivos de los que estén firmados, los que ~e seguirán llamando instrumentos privados y la de los instrumentos particulares no firmados. a, Requisitos Lle validez: ,firma La firma es la condición esencial para la existencia del acto bajo forma privada y constituye la identificación gráfica de la persona que sirve, dentro de nuestro derecho positivo, para establecer derechos Y Entre partes A diferencia de los instrumentos públicos que gozan de una presunción de autentkidad, los instrumentos privados no la tienen~ carecen de valor probatorio en tanto 1a fim1a que los rubrica no hay-a sido reconocida por el ínteresado o declarada debidamente reconocida por juez com- Manual tte Derecho Privado 336 Parte Genera! petente. Para las partes y !os sucesores a título universal, establecida la uutentiddad de la firma, el instrumento privado tiene efecto y no puede ser desconocido, excepto por vicios en el acto del reconocimiento. E! rec-onocimlento de la firma implica el del cuerpo del documento, lo cual le da el valor l)robatorio entre las partes y sus sucesores a título univo;;•rsaL La autenticidad del ínstrumcnto privado se determina por la verificación de que \a firma corresponde a quien lo suscribió pues ésta es el requisito esencial de! instrumento privado. La verificación de autenticidad de la finna se puede llevar a cabo mediante el reconocimiento de] finnante o en su defecto por la declara- ción judicial de autenticidad. El arL 314 del Código Civi! y Comercial establece al respecto: {<Recmwcimien!O de Ja firma, Todo aquel contra quien se presente un instrumento cuya ~firma ;;e le aJribuye debe man?festar .si ésta le pertenece los herederos pueden limitarse a mat1ifestar que igno~ nm si la ,firma es o no de su cau.wnte, La aurenticidad de la firma puede probarse de cualquier medio. El reconocimiento de la firma imporh1 el reconocimümto del cuerpo del instrumento privado. El instrumenw privado reconocido, declarado auténtico por sentencia. o '--uya firma estd ccr!{(icada por escribano. no puede ser impugnado por quienes lo ha.van reconocida, excepto por vicios en el acto def reconocimiento. La prueba resultante es indivisible. El documento signado con ta impresiVn digital vale como principio de prueba por escrito y puede su impugnado en su contenídrmFrente a terceros La eficacia probatoria de los instrumentos privados debidamente reconocidos se cxtíendc a terceros cuando adquieren fecha cierta. Por fecha clerta se entiende aquella que otorga certeza de que el instrumento pdvado ya estaba finnado al momento de su producción y no pudo ser firmado después de su acaecimiento (Rivera) El art. 314 del Código Civil y Comercial. omite enunciar ios supues~ tos en virtu<l de los cuales el instrumentn privado adquiere fe-cha cierta, ta! como lo enunciaba el Código Civil 1 así como la de su exhibición en juu.:io o en una repartición pública, ta deI fallecimiento de la parte que la firmó, etc. Forma y prueba de tos actos jurídicos 337 El supuesto actual plantea que los instrumentos privados adquieren fecha cierta toda vez que acontece un hecho del que resulta corno una consecuencia ine1udible que el docwnento ya estaba firmado, siendo cualquier enumeración meramente enunciativa El documento privado que no tiene fecha cierta no es oponible a terceros, quienes pueden obrar como si el instrumento no existiere. Pero a partir del momento de su adquisición es posible oponérselos. La exigencia tiene como fin evitar que se logren fraguar documentos para burlar derechos de terceros. Por io tanto, respecto de terceros, la eficacia del instrume:tJ.to prívadu sólo existe a partir del momento en que adquiere fecha cierta. Cartas misivas Carta misiva es toda comunicación escrita a modo de correspondencía entre personas con-un lazo de relación sean esquelas, postales, cartas propiamente dichas, etc. donde la principal cuestión es quién es su dueño y qué facultades tiene sobre ella. La prohibición que traía el art. 1036 del Código Civil'respecto al reconocimiento de las cartas mísivas, tenia por objeto preservar justa111cme el secreto de la correspondencia privada cuando se trataban cuestiones íntimas, las más de las veces, para ser mantenidas en secreto. Prohibición que 110 era de carácter absoluto pues resultaba inaplicable si ésta era Ja prueba de un acuerdo come-rcial o profesional. La admisibilidad actual de las cartas dirigidas a terceros como medio de prueba encuentra su iimitación en el orden constitucional dado la inviolabiHdad de la correspondencia privadn y por el ordenamiento privado en el ar!. 318 C.C. y C. aí expresar que: <..d,a correspondencia, cualquiera sea el medio empleado para crearla o transmitir/a, puede presentarse como prueba por el destinatario, pero la que es confidencial no puede ser utilizada sin consentimiento del remitente. Los terceros no pueden w.derse de la currespondencia sin asentimiento del destinatario y del remitente si es conjidencíal». El art. 318 citado, admile que la correspondencia en genera] pueda ser presentada como m-edío de prueba~ salvo 1a confidencial ya que sería víolatorio del derecho a la intimidad. Tampoco podrían haccr!o los terceros, salvo consentimiento del destinatario y del remitente~¡ es de naturaleza confidencial. 338 c. Valar probatorio e impugnación del instrumenlO privado Ei examen de 1a fuerza probatoria de los instrumentos privados nos Heva a distinguir lo atinente al instrumento considerado en sí mismo y luego lo relativo a su contenido. En cuanto al primer aspecto, como venimos señalando, el instrumento privado no se prueba per se, a diferencia de los instrumentos públicos que están revestidos de autenti~ cidad; por el contrario. el instrumento otorgado entre ios particulares torna necesario saber sí emana realmente de las personas a las que se les atribuye, de allí la relevancia que cobra la verificación de las firrnas. M ¡ I Al carecer el mismo de fe pública es necesario generar un procedimiento que perrnita probar su autenticidad; es por ello que la norrna impone el deber legal de reconocer la firma (art.314 C.C. y C.). El reconocimiento puede ser espontáneo o legal mas una vez tenida por reconocida la firma 1 se considera reconocido el cuerpo del documento y las partes no podrán ser quienes 1o impugnen. La verdad material del instrumento autenticado hace plena fe entre las partes y sucesores, por lo que si se pretende demostrar la falsedad de la realización de los hechos habrá que acreditar la adulteración del documento o probar e] abuso de confianza si se trata de documento firmado en blanco mediante la acción civil o penal de falsedad. (Rivera) La sinceridad de lo expresado por las partes, en cambio, puede ser desvirtuada por cualquier medio de prueba; principalmente por el contradocumento, que es la prueba constituida para desvirtuarlo, de relevante aplicación en los casos de simulación, Los terceros ajenos al acto pueden a los fines de quebrar la presunción /uris tantun de veracidad del contenido ideológico dd documento> utHizar cualquier medio de prueba. t 11 3. Documentos no firmados !! li Forma Y prueba de los actos jurídicos Manual de Derecho Privado - Parte General Diariamente se celebran cientos de actos cuyos soportes no son el papel; se alude en estos supuestos a la «Hbe-ración del papel», lo que significa que el mate-rial sobre el cual se transmite la comunicación es otro, v.gr. los soportes informáticos ópticos y auditivos. En éstos la autoría se determina mediante-la identificación de quien recibe y emite el mensaje. También negocios o transferencias bancarias que se efectivizan 339 a través de ~ajeros au:omáticos donde la clave numenca personal reconoce al tttutar mediante la lectura del password Parece entonces' que el obj~tiv~ q~e se obtuviern mediante la firma se obtícnc hoy por otros medios distintos de los señaiados, . A~arec~n actos inequívocos de voluntad sin que pueda-tergiversarse el s1g111?cacto de tos hechos que nn son firmados, por caso ias compras con tlli]etas de crédito efectuadas en la red que procesan de manera inmediata la transacción en una cuenta corriente bancaria~ los tickets de avión; tickets de cajeros automáticos, cte. , Como puede apreciarse, tenemos hoy un elevado número de opera- c10ncs que pertenecen al derecho de consumo, en el ámbito de relaciones jurí~cas masivas, que se documentan sin firma. Parecería que ]as funciones que ésta cumple pueden quedar satisfechas por otros medios que otorgan similar certeza en cuanto a la anuencia del celebrante del acto. La utilización de- instrumentos privados no firmados es cada vez mayor Y abarca desde el pasaje en colectivo hasta contrataciones interna~ cíonaies. El art. 319 del Código Civil y Comercial de¡a a la apreciación JU~1c1al el valor probatorío de los ínstrumentos particulares, y son ios jueces qmenes deberán ponderar, entre otras _pautas, fa congruencia entre Jo sucedido Y lo narrado, la precisión y claridad técnica del texto los usos v prácticas del tráfico, las relaciones precedentes y la confiabilidad de lo~ sofortes Yprocedimientos técnicos utilizados. El citado artículo establece: «f,alor probatorio, El valor probatorio de los instrumentos particulares debe ser apreciado por el juez ponderando, entre otras pautas c<:ngruencia entre lo sucedido y narrado, fa precisión y clarldad tecmca del te,;r;to, los usos y prácticas del tráfico, las relaciones precedemes y la conjlahilidad de los soportes utilizados v de los procedimientos técnícos que se apliquen;>. · tc: Por últímo, frente al interrogante de fa impresión digital. entendemos que la_ impresió~ digital es un modo de determinación de identidad ya que no existen dos 1mpresiones d.igitales idénticas; sin embargo, puede no responder a un acto voluntario, ya que puede haber sido tomada a un suj~to inconsciente o incluso después de su faHecirniento por Jo cual no sattsfac~ el requisito de la firma en el instrumento privado pudiendo sólo ser e-ons1derado como partícular. A ella se refiere expresamente el art. 314 C. C. Y C. cuando establece:•-••··· El documento signado con fa impr:sión digital vale como prmripio de prueba por escrito y puede ser impugnado en su contenido1;, 340 Forma y prueba de los actos jurídicos Manual de Derecho Privado * Parte General a. Efectos entre las partes y terceros Quien se vale o utiliza este tipo de instrumentos, debe hacerse cargo de su autenticidad y contenido. Las más de las veces, tal corno lo hemos expuesto, estaremos en presencia de principios de prueba por escrito. En otros casos, podrían tener la peculiaridad de acreditar hechos de modo tal que por las condiciones que lo rodean, marcan un grado de certidumbre que en ciertos supuestos equivalen a plena prueba. Sobre este punto las Segundas Jornadas Bonaerenses de Derecho Civil Comercial y Procesal establecieron que {<La prueba resultante de registros informáticos puede ser tenida como prueba por escrito y debe ser admitida de conformidad con el principio de amplitud y libres convicciones». Tales documentos suelen ofrecer grados de seguridad, fiabilidad y lo que es más importante, rapidez que supera al papel, por lo que habiéndose comprobado su autenticidad, será el juez quien determine el valor probatorio. 4. Documento electrónico. Valor probatorio Existen en nuestro derecho diversos ámbitos en los cuales se ha difundído la utilización de documentos electrónicos a la vez que han surgido expresiones normativas que reconocen su valor jurídico. Como ya hemos señalado, el documento es la cosa mueble de carácter representativo que lleva en sí la virtualidad de hacer conocer un hecho o manifestación de pensamiento. Tradicionalmente, el soporte donde se vertían esas manifestaciones era el papel; sucede así en el documento escrito. Sin embargo, la evolución tecnológica nos permite hoy conocer de la transmisión y manifestación en otros apoyos, tales como documentos electrónicos. Entendemos por tal a «la representación informática de actos, hechos, datos jurídicamente relevantes que pueden ser recuperados en forma comprensible, como contenidos en la memoria de un ordenador o en soportes externos como los discos, que tienen la característica de que no son leídos por el hombre sino aprehendidos por las máquinas» (Aparicio). El documento electrónico es equiparado, en realidad, a lo que genéricamente se ha denominado como instrumento particular. Así, 341 el art. 6º in fine de la ley 25.506 de firma digital, reza: «Un documento digital también safi:,,face el requerimiento de la escritura». El valor jurídico del documento depende de la posibilidad de considérarlo auténtico y seguro pudiendo, en definitiva, identificar su autoría ya que esto ~os p~rmite atribuir su contenido a la voluntad del suscriptor. La te~nolog_rn bnnda actualmente los medios para asegurar la autenticidad e mtegndad de un documento electrónico con un grado de seguridad que excede la función que se asigna a la firma en el soporte papel. ~¡ Código Civil Y Comercial señala al respecto que la expresión escnta « ... puede hacerse constar en cualquier soporte, siempre que su contenido sea representado con texto inteligible, aunque su lectura exija medios técnicos» ( art. 286). ?el _tex~o surge claramente que la expresión escrita puede incluir med10s tecmcos que traen aparejadas las nuevas tecnologías electrónicas. Pero aunque los documentos electrónicos sean verdaderos documentos no por ello dejan de presentar una serie de peculiaridades que los separan. de lo~ documentos en soporte papel. No es menor la posibilidad d.e la ex_1s~~ncta del mismo documento en distintos soportes electrónicos sm pos1b1hdad de di_stinguir entre original y copias, ni la grafía que es bman~ Y no alfabetica. Los documentos electrónicos presentan en la actualidad algunos problemas de custodia y de autenticidad que están lejos de resolverse. 5. Firma digital: nociones Utilizamos la expresión de firma digital para individualizar tanto los procedimientos como los métodos destinados a identificar al autor de un documento transmitido por medios electrónicos, así como que esa persona aprueba su contenido. La ley 25.506 de firma digital establece en su art. 2º: «Se entiende por Jir~a. digítal al resultado de aplicar a un documento digital un procedunzento matemático que requiere información de exclusivo conocimiento del firmante, encontrándose ésta bajo su absoluto control. La firma digital debe ser susceptible de verificación por ~erce~as partes, tal que dicha verificación simultáneamente permita identificar al firmante y detectar cualquier alteración del documento digital posterior a su firma ... ». En su art. 3º agrega que: «Cuando 341 Forma y prueba de los actos jurfdlcos Manual de Derecho Privado ~ Parte Gen-era! la ley requiera una firma manuscrita esa exigencia también queda satisfecha por una firma digital», Lo importante es señalar que un documento digital, firmado digitalmente tiene los efectos de un instrumento particu1ar firmado~ es decir, de un instrumento privado. Se produce asi una equlva1encfa funcional entre la firma digital y la firma manuscrita. Esto es así salvo en los supuestos del art. 4" de la ley 25.506, donde quedan excluidas las siguientes hipótesis: a) Las disposiciones por causa de muerte. 343 Bibliografía APARICIO, Juan ~fanuel, Contratos 3. Parte general. Hammurabi, Bs. As., 2012. BORDA, Guillenno A., ./Jfanual de derecho civil. Parte general actualizada por Gui!!ermo Julio Borda, Abclcdo-Pern,t, As.,'2004. Bs. Tratado de derecho civil argenNno, Parte general, Perrot, Bs. As., 1965, t. 111. BREBBIA, Roberto H., Hechos y actnsjurldicos. Astrea, Bs.As., 1995. b) Los actos jurídicos del derecho de familia. e) Los actos personalisimos en general. BtTTELER CÁCERJ:S., José A,, A1anuaf de derecho civil. d) Los actos que deban ser instrumentados bajo exigencias o FoNTANARROSA, fom1alídades incompatibles con la utilización de la firma digital, ya sea como consecuencia de disposiciones legales o acuerdo de partes. Al decir de Rivera, muchas son las cuestiones que surgen de ia lectura del precepto. En primer término aparece claro que los testamentos no pueden ser otorgados en documento digital ni firmados digitalmente. Pero la expresión <<disposiciones por causa de mue}Je» comprende mucho más que.el testamento; así, por ejemplo, no podría establecerse por este medio el destino del cadáver, )a dación de órganos o disposiciones referidas a las honras fúnebres. En la mención a los «actos jurídicos del derecho de familia)), quedarían incluidos el matrimonio, el reconocimiento de hijos, el discernimiento de 1a tutela o curatela. En los <<derechos personalíslmos» se abarcan, además de los expuestos, los referidos a la personalídad espiritual, los tratamíentos médicos y quirúrgicos, las directivas anticipadas, etc. Finalmente., el cuarto supuesto, excluye )os actos cuyas formalida~ des legales o consensuadas por las partes (forma convencional) así lo establecieran. El art. 288 del C,C. y C. en cuanto a la firma digital, señala: en su segundo párrafo <<. .. en los instrumentos generados por medios electrónicos, el requisito de la firma de una persona queda sarísfew cho si se utiliza una fírma digital que asegure indubitablemente la autoría e integridad del instrumento». Parte gene'ral, Advocatus, Cba.,. 1989. Rodolfo O., Derecho comercial argentino J. Parte general, Za valía, Bs. As., 1997. LEIVA FERKÁNDEZ, Luís F, 1 <<Hacia una nueva concepción de ta forma a través del Código Civil", L.L. 1987-D-943. Ensayos de derecho civil y técnica legislativa, La Ley, Bs. As.~ 2007 LórEz DE ZAVAUA, Fernando J., Teoría de los contratos, Parte general, Zavalfa Bs. As., 2006, t. J. · LórEZ MESA, Marcelo J., Código Civil anotado con Jurisprudencia, Abeledo-Perrot. Bs.As., 2011. Ricardo L., Comercio electrónico Abeledo~Perrot? Bs. As., 2001. LoRENZETir, 1 Tratado de los rontratns. Parte general, Rubinzal-Cuizoni, Santa Fe. 2004. LLAi\mlAS, Jorge Joaquín, Tratado de derecho civir Parte general, Perro1, Bs. As., 1993, t. n. Li ovERAS o;:~ RESK, M., «La responsabiHdad dvii en la transferencia e!ectróníca de fondos", L.L. 12/4/91. ÜRGAZ, Alfredo, <<La impresión digitai en ]os documentos privados;,, Rev. Colegio de Abog. mar/abril 1936. JuHo César, Instrtucioncs de derecho civil. Parte general, Abelcdo-Perrot, Bs. As., 20!0. RiVER/,, RlVERA) Julio César - MEDINA, Graciela, Comentarios al Código Civil y Comercia/ de la Nación 2012, Abeledo-Perrot, Bs. As., 2012. Código Civil y Comercial de la Nación Comentado, La Ley, Bs. As., 2015. l SALVAT, Raymundo, Tratado de derecho civil argentino, La Ley, Bs. As., 1947. SroTA, Alberto, Tratado de derecho civil. Parte general, Depalma. Bs.As., !957, t. L ZINNI Mario A., Instituciones de Derecho privado, Ad,Hoc, Bs. As., 2008. CAPITULOX INEFICACIAD.E LOS ACTOS JURIDICOS Andrea Fornagueira Sumario; L Ineficacia de los actos jurídicos. 1. lntroducción. 2. Concepto. 3. Tnefícacia funcional y estructural: supuestos. a. Revocación. b. Rescisión. c. Resolución. 4. Inoponfüilidad. a. Noción y efectos. Il. Nulidad. L Concepto. 2. Caracteres. 3. Fundamento. 4. Clasificación de las nulidades. Sistema. 5, Criterios de clasificación: a. Nulidadrdativa y absoluta.Comparación. b. Nulidad total y pardal. III. Efectos de Ianulidad. 1. Principio general. 2. Entre partes. 3. Con relación a terceros, IV, Confirma~ ción de los actos jurídicos inválidos. 1, Concepto, Diferencias con otras figuras, 2. Actos confinnables, 3. Clases. 4. Efectos entre partes y frente a terceros, V. La conversión de tos actos jurídicos. 1. Concepto. 2. Actos a los que se aplica. 3, Efectos. VI. Actos indirectos. l. Concepto. Caracterización. Biblíografia. l. INEFICACIA DE LOS ACTOS JURIDICOS L Introducción. 2. Concepto. 3. ineficacia funcional y estructural: supuestos Para lograr el pleno cumplimiento de los efectos perseguidos por un acto jurídico deben llenarse satisfactoriamente sus condiciones de validez en cuanto a cada uno de sus elementos esenciales. Así, respecto del sujeto: capacidad, idoneidad y voluntariedad; del objeto: idoneidad y licitud; y de la causa fin; iicitud; en tales casos el acto será eficaz. Por JJ Manual de Oerncho Privado - Parte General !neficacla de los actos furfdicos el contrario, si no se cumplen dichas exigencias el acto carecerá de Asimismo se omite regular a la <<inexistencía,, como categoría de ineficacia autónoma, Iu que no tenía tampoco regulación expresa en el código anterior y cuya aceptación dividía a doctrina y jurisprudencia: se sigue en esté: punto la posición mayoritaria por entenderse que la invalidez es adecuada para privar de efectos a todos los actos con defectos en su nacimiento. 346 validez y ello determinará su ineficacia; es decir que no producirá el resultado perseguido. Sin embargo, puede ocunir que, pese a estar satisfechos los requerimientos de validez en el momento de la génesis del acto estructuralmente válido, se presenten circunstancias posteriores y extrfnsecas que obsten a la consecución del efecto perseguido. En este caso los obstáculos afectan no a la estructura del acto sino a su funcionalidad. En ambos supuestos nos encontramos frente a un acto jurídícamente ineficaz por lo que la ineficacia, en sentido amplio, es la privación de los efectos normales de los actos jurídicos por algún acontecimiento que se suscita al momento de la creación del negocio o con posterioridad. Existen diversas formas de abordar la ineficacia. Tales son; la ;,<ineficacía simple o en sentido estricto», tal ocurre cuando el acto puede adquirir eficacia o perderla definitivamente (v,gr. acto sometido a condición suspensiva que no se produce); la <<ineficacia relativm): supuesto en que el acto es válído y eficaz entre las partes pero no produce efectos respecto a ciertos terceros o no es eficaz entre partes pero lo es frente a terceros (supuestos de inoponibilidad positiva: acto en fraude a los acreedores que venéieron en la acción de fraude, art. 342 C.C. y C); o inoponibilidad negativa: acto inválido entre partes pero inoponible a terceros de buena fe y a título oneroso (art. 392 C.C. y C.); la << ineficacia eventual, sucesiva o sobreviniente11: estos son los casos en los que encuadran la rescisión, revocación y resolución {Benavente) ya que los actos nacen validos pero por motivos externos píerden su aptitud para producir efectos con posterioridad. Desde la perspectiva de la ineficacia en sentido amplio podemos considerar dos supuestos: a. La ineficacia funcional o dinámica; también denominada <<inejlCacia en sentido estrícfm?, extrínseca o sobrevenida; se ha señalado que se trata de actos jurídicos extintivos (Llambías). b. La ineficacia estructural o estática, que alude a la invalidez o nulidad del acto jurídico por lo que es intrínseca o inicial (Rivera), El Código Civil y Comercial de la Nación distingue entre dos categorías de ineficacia: la nulidad y la inoponibílídad respecto de determinadas personas. Pese a elloj como vimos, se encuentran comprendidos en la noción amplia de ineficacia otros institutos cuyos efectos son abordados en diversas partes del Código~ como veremos. 347 Comenzaremos analizando la inejkacia jimcional,- ésta se presenta cuando al momento de su constitución, el acio nace «sanot>, es decir, sin ningún defecto constitutivo.¡ pero en su ejecución, sobreviene una causal que lo torna ineficaz, Algunos supuestos de ineficacia funcional son: revocación. rescisión y resolución. Estos supuestos están consagrados expresamente, aunque sólo referidos a los contratos. La regla aplicable a la decisión individual de terminar con los efectos de un acto resulta de lo dispuesto en el art. l 077 C.C. y que establece: «El contrato puede ser extinguido total o parcialmente por la declaración de una de fas panes, medí ante rescisión unilaterat revocación o resolución, en los casos en que el mismo contrato, o la iey ie atribuyen esn facultad». Además, el art. 1078 del mismo cuerpo legal fija disposiciones generales para que opere la extinción por deciarnción de una de las parí.es: «a) el derecho se ejerce mediante comunicación a la otra parte. La comunicación debe ser dirigida por todos los sujetos que integran una parte contra todos ios sujetos que integran la otra; b) la extinción del contrato puede declararse extrajudicialmente o demandarse ante un juez. La demanda puede iniciarse aunque no se haya cursado e) requerimiento previo que pudo correspon~ der; en ta! situ~ción se aplica el inciso D; e) la otra parte puede oponerse a la extinción si al tiempo de la declaración, el declarante no ha cumplido. o no está en situación de cumplir, la prestación que debía realizar para poder ejercerla facultad de extinguir e! contrato; d) !a extinción del contrato no queda afectada por la imposibilidad de restituir que tenga Ja parte que no la declaró; e) la parte que tiene derecho a extinguir el contrato puede optar por requerir su cumpJimiento y la reparación de daños, E:-ta demanda no impide deducír ulteriormente una pretensión extintiva; Manual de Derecho Privado - Parte General 348 f) la comunicación de la declaración extintiva del contrato produce su extinción de pleno derecho, y posteriormente no puede exigirse el cumplimiento ni subsiste el derecho de cumplir. Pero, en los casos en que es menester un requerimiento previo, si se promueve la demanda por extinción sin haber intimado, el demandado tiene derecho de cumplir hasta el vencimiento del plazo de emplazamiento; g) la demanda ante un tribunal por extinción del contrato impide deducir ulteriormente una pretensión de cumplimiento; h) la extinción del contrato deja subsistentes las estipulaciones referidas a las restituciones, a la reparación de daños, a la solución de las controversias y a cualquiera otra que regule los derechos y obligaciones de las partes tras la extinción». a. Revocación Es un acto jurídico unilateral por el cual se deja sin cfeclo otro acto (este último puede ser bilateral o unilateral). La posibilidad de revocar un acto debe estar autorizada legalmente. Sus efectos operan para el futuro (art. 1079, inc. a); es decir, los ya concluidos quedan firmes. A continuación, se establecen aquellos actos que el Código Civil y Comercial autoriza a su revocación: El consentimiento para la disposición de derechos personalísimos (arts. 55, 56, 58 y 60). La autorización estatal para el funcionamiento de ciertas personas jurídicas (art. 164). En la representación voluntaria: El tercero que no haya requerido la ratificación que suple el defecto de representación, puede revocar el consentimiento antes de que opere su vencimiento (quince días) (art. 370). El poder otorgado por varias personas para un objeto de interés común puede ser revocado por cualquiera de ellas sín dependencia de las otras (art. 379). Siempre puede ser efectuada por el representado, si no se hubiera conferido de modo irrevocable, con las limitaciones Ineficacia de los actos jurídicos 349 establecidas en la ley -para actos especialmente determinados, en un plazo cierto y en razón de un interés legítimo (art. 3 80, inc. e), aunque también en este caso puede revocarse si media justa causa. En la nulidad de matrimonio: autoriza al cónyuge de buena fe a revocar las donaciones realizadas al de mala fe (art. 429, inc. b ), Se puede revocar la oferta de donación hecha por terceros a uno de los novios o a ambos (art. 453). El mandato entre cónyuges, puede revocarse sin limitaciones (art. 459). , En la filiación por técnicas de reproducción humana asistida: El consentimiento es libremente revocable mientras no se haya producido la concepción en la persona o la implantación del embrión (art. 561). La adopción simple es revocable: a) por haber incurrido el adoptado o el adoptante en las causales de indignidad -art. 2281-, b) por petición justificada del adoptado mayor de edad y c) por acuerdo de adoptante y adoptado mayor de edad manifestado judicialmente (art. 629). La adopción por integración, que se produce cuando se adopta el hijo del cónyuge o del conviviente, es revocable por las mismas causales previstas para la adopción simple, cualquiera sea el carácter con el que se haya otorgado (art. 633). En los contratos: En general: si contiene una estipulación a favor de un tercero beneficiario, el estipulante puede revocarla mientras no reciba la aceptación de aquél (art. 1027). En los contratos de consumo: ·en los celebrados fuera de los establecimientos comerciales y a distancia, el consumidor tiene el derecho irrenunciable de revocar la aceptación dentro de los diez días computados a partir de la celebración del contrato, salvo los casos enumerados en el art. 1116; a) los referidos a productos confeccionados conforme a las especificaciones suministradas por el consumidor o claramente personalizados o que, por su naturaleza, no pueden ser devueltos o puedan deteriorarse con rapidez; b) los de suministro de grabaciones sonoras o de video, de discos y de programas informáticos que han sido decodificados por el consumidor, así como de ficheros Mallual Oe Derecho Privado - Parte Gmmral 35-D Ineficacia óe los actos ju~fdicos informáticos, suministrados por vía electrónica~ susceptibles de -ser descargados o reproducidos con carácter inmediato para su uso permanente, y e) los de swninistrn de prensa diaria, publica~ clones periódicas y revistas\ Es una causa de extinción del mandato (art. 1329, inc. e) salvo que la irrevocabilidad hubiera sido convenida expresamente en los casos de los íncs. by e del art. 380 (muerte del representante o del representado y supuesto de irrevocabilidad de representa~ ción consignado más arriba). En las uniones transitorlast la designación del representante puede revocarse sólo por justa causa~ salvo decisión unánime de los participantes (art. 1465). Contrato de donación: el art 1569 establece las causas: inejecución de los cargos, por ingratitud del donatario y, en caso de haberse estipulado expresamente, por supernacencia de hijos del donan~ te, También se hace referencía a la revocación de las donaciones en los arts. 1547 (oferta conjunta), 1562 (donaciones con cargo) y 2420 (partición hereditaria por donación). En ei fideicomiso, es causas de extincíón la revocación del fiduciante si se ha reservado expresamente esa facultad~ salvo lo establecido para los fideicomisos financieros ( art. 1697, inc. b). La promesa pública de recompensa sin plazo puede ser retractada \revocada) en todo tiempo por el promitente. Sí tiene plazo, sólo puede revocarse. antes del vencimiento, con justa causa (ar!. 1805). Ei testamento es revocabie a voluntad del testador y no confiere a los instituidos derecho alguno hasta la apertura de la sucesión (arL 2511 y ss.). . En primer l~gar se prevé la rescisión bilateral, El instituto, espi:c1alme~te a:e-nd1do en el art 1076 C .C. y C., exceptP estipulación en contrario, solo produce efectos para el futuro y no afecta a derechos de t~rceros.. Es lo. que se denomina distrae/o, aun cuando el art. 1352 :,ne b , pareciera drntinguir]o de la rescisión, al estipular que. <(concluido el contrato, Ja comís.ión se debe aunque,., b) el contrato no :,.e cumpla, se resuelva, se rescmda o medie distractm>. Puede ser bilateral, o unilateral, según haya o no acuerdo de volu~tades para privar de efectos al actr, jurídi.co o ia ley Jo hava aurnn ado Y está regulada en los arts. 1076 (bilateral) y 1077 (onilaíer;;l) del Cod,go unificado. El acuerdo de voluntades para rescindir debe exrntlr ai momento de la creación del ac10 jurídico, aun cuando dicha facultad sea ejercida unilateralmente, También puede estar prevista en la ley ~como lo establece genéricamente ei art. !077 e.e. v c. v específicamente ~n el caso del art. 1203 del mismo cuerpo legal qu~ ~stabl:ce que: ~<St por caso fortuito o fuerza mayor, el locatario se ve impedido de u~ar o gozar de la cosa, o éste no puede servir para e1 objeto de la convenc1ón; puede pedir la rescisión del contrato.,,». En e} arL 1078 se establecen las regias para poder reaHzar 1a resolución unHatern! (ver supra). 7 Sus efectos operan para el futuro (arr. 1079, inc. a). Algunos supuestos en los que se consagra explichamente la facuflad de rescindir en el Código Civil y Comercial: En los pactos de convivencia: por acuerdo de ambos e-onv!vicn~ tes (art. 516). En·et contrato de corretaje: el art 1352 dispone que la comisión se debe aunque el con1rato se rescinda. - b. Rescisión Esta causa! de ineficacia es un modo de extinción de actos jurídicos de larga duración nominación según art. l 011, que establece que en ellos el tiempo es esencial para el cumplimiento del objeto, de modo que se produzcan los efectos queridos por las partes o se satisfaga la necesidad que 1as indujo a contratar; es decir aquéllos que mantienen una vinculación duradera entre las partes mediante el cumplimiento de prestaciones prolongadas o reiteradas (Llambías ). 351 En los con.tratos hanca.rios en general, el cliente tiene derecho$ ~n cualq~1er momento, a rescindir un contrato pm tiempo mdetermma?o sin penalidad ni gastos, excepto los devengados antes del ejercicio de este derecho (arL 1383). lo que se reproduce en el art. 1432, específicamente para el 1.-.,ontrato de cuenta corriente_ En los contratos de agencia (arts. 1492 y 1493); concesión (art. 1508, ~ue ~emite a .los enunciados anteriormenk J; franquicia (art, 1 )21, me. d); tiempo compartido (art. 2099, inc. b) etc. 352 Manual de Derecho Privado - Parte General c. Resolución En esta causal de ineficacia, la privación de los efectos del acto jurídico responde a la producción de hechos sobrevinientes que pueden o no ser imputables a una de las partes. Un primer supuesto es el acaecimiento de una condición o de un plazo resolutorios, como por ejemplo, como causa de disolución de la persona jurídica (art. 163, inc. b); impide la novación de las obligaciones (art. 938, inc. by 939); en la venta condicional (art. 1168); extingue el mandato (art. 1329), etc. El otro caso obedece al incumplimiento de una de las partes de la prestación debida, en contratos bilaterales onerosos. Este supuesto es el llamado pacto comísorio y se encuentra regulado en los arts. 1086 y ss .. El art. 1086 regula la cláusula resolutoria expresa y el 1087 la implícita; en el art. 1088 se establecen los presupuestos de la segunda: a) incumplimiento; b) mora del deudor y c) emplazamiento por parte del acreedor; el art. 1089 dispone que este último requerimiento no es necesario en los casos en que la ley faculta a la parte para declarar unilateralmente la extinción del contrato, sin perjuicio de disposiciones especiales. A diferencia de las anteriores causales, ésta opera retroactivamente entre las partes y no afecta el derecho adquirido a título oneroso por terceros de buena fe (art. 1079, inc. b). Existirían dos casos, que a pesar de utilizar otros términos, configurarían supuestos de resolución: 1) El art. 218 no pueden revocarse las donaciones realizadas a una fundación ... a menos que en el acto de celebración de tales actos jurídicos se haya establecido expresamente como condición resolutoria el cambio de objeto. Se estima que, a pesar de hablar de revocación, debe entenderse como resolución, ya que, precisamente en este caso, la donación se encuentra sujeta a una condición resolutoria. 2) El supuesto del dominio revocable, establecido en el art 1965, determina que es el sometido a condición o plazo resolutorios, a cuyo cumplimiento el dueño debe restituir la cosa a quien la transmitió. También en este caso, lo que se determina es una verdadera resolución del derecho de dominio. lneficacia de los actos jurídícos 353 4. Inoponibilidad a. Nodón y efectos A esta forma de ineficacia se la puede definir como «una ineficacia relativa, congénita o sobrevenida del negocio jurídie<~, en ~·onsideración a determinados sujetos a los cuales éste puede interesar, pero que mantiene su eficacia entre los que lo celebraron Y también en algunos casos, respecto de otros ten:eros)! (Cifüentes). Se presenta, como anticipamos, de dos formas: , a) ~noponibilidad positiva: El acto es válido entre partes pero es meficaz con relación a los terceros. Hemos visto algunos de estos casos, v.gr. la transmisión del dominio de una cosa inmueble hecha por tradición y escritura pública pero no inscripta en el Registro de la Propiedad (arts. 1892 y eones., e.e. y C.); o el acto jurídico realizado bajo la forma de instrumento privado que no tiene fecha cierta (art. 317); o cuando el acto es otorgado ~n fraude ~de los acreedores, el acto no le es oponible al que mienta la acción de fraude (art. 338 y ss.). b) lnoponibilidad negativa: El acto sólo es eficaz para ciertos terceros. Es el supuesto de los terceros que adquieren de buena fe y a título oneroso en caso de simulación con relación a un inmueble (art. 392). El art. 396 e.e. y e. determina que el acto inoponible no tiene efecto con respecto a terceros, salvo en los casos previstos por la ley. Difiere de la ineficacia simple porque en ésta, el acto no produce sus efectos propios por causa de un impedimento externo -v.gr. la caducidad del testamento cuando el heredero muere antes que su autor (art. 2518) (Benavente). La oportunidad para invocarla puede ser cualquier momento sin perjuicio de la prescripción y la caducidad (art. 397 e.e. y e.). ' U. NULIDAD Como se señaló, la ineficacia estructural se da cuando al momento de su constitución, el acto jurídico adolece de un vicio que afecta algún Maf!uai cte Derechc Píivado ~ Parte General 354 o algunos de sus elementos esenciaies 1 tomándolo inválido. La ineficacia estructural se denomina en nuestro sistema nulidad y será analizada a continuación. l. Concepto 1 Es la «sanción legai que priva de sus efectos normales a un acto Jurfdico, en virtud de una causa originaria, es decir, existente en el momento de su celebración» (Cifuentes). También ha sido definida como «la sanción de invalidez prescripta por ley por adolecer el acto jurídico de un defecto constitutivo,,) (Buteler Cáceres). 2. Caracteres - Sanción: Que consistiría en la privación de los efectos del acto (Buteíer Cáccres, Lloveras). Otros mitorcs, en cambio. entienden que se trata del paso previo a la aplicación de la sanción que radícada en la reparación de los daños y en restituir lo recibido (Rivera). Invalidez: Se priva al acto jurídico de los efectos propios que fueron los perseguidos por las partes al otorgarlo pero dan lugar. en su caso 1 a las consecuencias de los hechos en general y a las reparaciones que correspondan (arL 39! C.C. y C.). Declarada judicialmente (ar/ 390 C.C. y C.}: No pueden ser determinadas por la voluntad de las partes del negocio jurídico. Defecto constitutivo_· Significa que se trata de un vicio «congé~ nito» que se produce en el momento del nacimiento del acto; por ello es originario y no debe confundirse con los motivos de ineficacia sobreviniente o funcional. De un acto o negocio jurídico: La nulidad sólo se predica de los actos jurídicos: no se presenta en los hechos jurídicos ni en los simples actos voluntarios ni en los actos ilícitos. Tiene efecto retroactivo: Las cosas deben volver al estado en que se encontraban antes del otorgamiento del negocio inválido (art. 390 citado). lmiñcar.!a de !es actos iurfdlcos 355 3. Fundamento Frente a un acto que tiene un defecto c.onstitutívo 1 el sistema iurídico reacclona a los fines de evitar consecuencias perjudiciales, san..,cionándolo con la qllíta de sus efectos por haber comprometido o vulnerado intereses de orden público o de carácter particular tutelados por d derecho objetivo. 4. Clasificación de las nulidades. Sistema El Código Civil y Comercial ha abandonado la categoría de actos nulos y anulables, presente en el Código veiezano, Se ha considerado que no exísten motivos serios para defender h.1 relevancia ontológica de la clasificación. Al respecto se afünrn, en los Fundamentos del Anteproyecto, que la invalidez siempre requiere el pronunciamiento judicial si las partes o un tercero pretenden prevalerse del acto y declarada la invalidez, sea el acto nulo o anulable, vuelven las cosas al estado en que se hallaban untes del acto anulado, con el corolario para las partes dél deber de restitución, entre otras razones. En consecuencia, solamente se regula la nulidad absoluta o relativa, categoría ya existente en e] Códiuo Civil, clasificación que se funda en el interés predominante-meitle protegido> según sea general -dado por el orden público, la moral o fas buenas costumbres- o particular, es decir en protección <ld interés de clertas personas. 5. Criterios de cl•sificación a. Nulidad rdativa y absoluta. Comparación Esta distinción responde a los intereses que se protege con esta sanción de invalidez y al decir de Buteler Cáceres, se trata de «un verdadero criterio de entidad jurfdicw>. Es decir~ depende de la transgresión en tanto tiene en cuenta la índole de los intereses tutelados: si los intereses son de orden púbhco, incluyendo a la moral y las buenas costumbres, la nulidad será absoluta, ya que está de por: medio el interés Manua! de De-rectw Privado~ Patlc Gcneí:Jl 356 de ta ley y los valores que sustentan el sistema; d dcfocto es sustancial en el sentido de que el fundamento y la finalidad de la norma lo dctermlnarim. En cambio, si solamente respond0 a intereses de particulares renunciables, la nulidad será rclaliva (art 386). Esta distincíón trae importantes consecuencias, las que se expHdtan a continuación conforme las disposiciones del Código tmificado. En el caso de ía nulidad ab»·oluta (arL 3-87 C.C. J C.): El juez puede declarar ta nulidad, aun sin mediar petición de parte, si es manifiesta en el rnumento de dictar sentencia. Puede alegarse por el ~'1inisterio .PúbHco en resguardo del orden público. Cualquier inter~sado puede a.Jegada si demuestra un interés iegitirno, salvo por ía parte que invoque la propia torpeza para lograr uu provecho. No es confirmable. Es imprescriptible, pues de lo contrario habría una confirmat:ión tácita, No puede renunciarse a la acción. Si se trata de unn nulidiul relativa (art. 388 C.C, y C): No puede ser declarada de oficio. Puede ser declarada sólo a pedido de parte. Solamente 1a parte en cuyo beneficio se establece puede invocar la nulidad («nulidad de pro,ección», Llambías). Excepcionalmente puede invocarla la otra parte, si es de buena fe y ha experimentado un perjuicio importante: esta es una novedad dentro de este régimen de las nulidades del Código unificado. no contemplada en el texto anterior. No puede Ser pedlda por el lvlinísterio Público, salvo que esté también comprometido el orden público; asimismo se entiende que si se trata dt'" personas menores de edad o con limitaciones en su capacidad podrá hacérselo en defensa de sus intereses Y en ejercido de la!) fu.ne-iones previstas en el art. 130 C,C, y C. (Benavcnlc) fo; confirmable. Es prcseriptíbic y el plazo es de dos años (art. 2562, inc. a). - Puede renuncisrse a la acdón.. llt&ficacía de tos actos jurídicos 357 b Nulidad total y parcial El art. 389 del C.C. y C. dispone que: «Nulidad total es la que se extiende a.todo el acto. Nulidad parcial cs. la que afecta a una o varias de sus disposiciones . .,>>. Esta clasificación se funda en la extensión de la sanción de nulidad. En .!freto, la.nulidad t:s completa (o total), cuando comprende a todo el acto jurídko; en cambio, es parcial cuando abarca una parte del negocio o alguna de sus cláusulas. En caso de nulidad parcia!, el mismo art. 389 establece que <da nulidad de una disposición no afecta a las otras disposiciones válidas,' si son separabtes. Sí no son separables porque el acto no puede subsistir sin cumplir su finalidad, se declara la nulidad total». El problema es determinar si la cláusula sujeta a nulidad puede ser disgregada sin afectar la economía del negocio jurídico en su esencia (Cífoentes}; es decir, que el acto tenga la posibilidad d-e subsistír aun cuando se anule alguna o a)gunas de sus disposiciones, En el criterio de <'l'.separabilída<l>, no existe acuerdo en !a doctrina ni en la jurispruclcncía, debiendo la solución tener presente de manera muy especial el principio de conservación del negocio jurídico (Bueres-Híghton). Además, en la nulidad parcial; en caso de ser necesario, el juez debe integrar el acto de acuerdo a su naturaleza y los intereses que razonablemente puedan considerarse persr.:guidos por las partes. Esta integración judicial no persigue que el juez subsane los matos negocios y sustítuya ~como regla- la voluntad negocial, sino que su integración ha de proceder cuando la índole de] negocio lo requiera para salvar su validez y no romper la economía interna del acto (Benavcnte). 111. EFECTOS DE LA NULIDAD 1. Principio general Corno principio general, b declaración de nulidad trae aparejada la ineficacia del acto jurídico con efectos retroactivos, Esto significa que ías cosas deben volver ai estado en que se haHaban antes del otorgamien~ to ac!o declarado nulo (art. 390 e.e. y C.). El principal efecto de la declaración de nulidad es la extinción de todos los derechos reales o personales causados por el negocio y Manual de Onrecho Privado • Parlo Genera! 358 determina el deber de restituir lo que se hubiese transmitido por causa del negocio invalidado (Rivera). P;ivado el acto invalidado de sus efectos normales, puede producir otros en tanto subsiste como hecho jurídico simple (art. 391 C.C. Y C.). 2. Entre partes Los efectos de la declaración de nulidad se producen entre partes y con relación a terceros. Entre partes: Las partes deben restituirse todo !o que hubieran entregado -cosas, dinero. etc.- en virtud del acto nulo (att. 390 C.C. y C J. Ahora bien, la procedencia y modalidad de la restitución dependerá de si el poseedor es de buena o de mala fe. . Así, en relación a losfrutos, el art. 1935 del Código bajo estudio dispone que la buena fe del poseedor debe existir en cada hecho de percepción de frutos. El poseedor de .bue~a fe, que es aquel que desconocía el vicio que afectaba al acto Jurídico, hace suyos los frutos percibidos y los naturales devengados no perci~idos. El ~e ~1ala fe debe restituir los percibidos y los que por su culpa deJa de pcrc1b.tr. ~os frutos pendientes corresponden a quien tiene derecho a la rest1tuc1ón de la l \ cosa. Los productos, en cambio se restituyen siempre, sea el poseedor de buena o mala fe (art. 1935 C.C. y Ca), Como el acto nulo subsiste como hecho ilícito puede dar lugar a la reparación de los daños causados si se dan los presupuestos de la responsabilidad civil (art. 391 C.C. y C.). 1 i 1 3. Con relación a terceros Aun cuando c:1 acto tenga un defecto consHtutivo que lo haga susceptible de ser invalidado, el bien puede haberse transmitido por sucesivos negocios jurídicos a terceras personas.¿ Qué sucede entonces con ]as cosas que no se encuentran ya tm poder de las partes~ sino_que han sido adquiridas por terceros? lneficacla de los actos juddicos 359 En función del principio general, las cosas deben restituirse <le quien sea el poseedor actual. por lo tanto, este principio también alcanza a {;Uaíquier tercero. Esto se funda, además, en la regla que establece que nadie puede transtnitir un derecho mejor que el que tiene. Por ello es que la nulidad pennite perseguir la cosa o el derecho en contra de los terceros. Esto es lo que dispone la primera parte del art. 392 al estipular que «Todos los derechos reales o personales transmiüdos a rerceros sobre un inmueble o mueble registrable, por una persona que ha resultado adquirente en virtud de 1.m acto nuio, quedan sin ningún valor, y pueden ser reclamados directamente dei tercero.,,>,, Sin embargo, a conünuació11; este mismo .articulo consagra una limitación, cuando dispone: (<.,. excepto contra el subadquirente de derechos re-a1es o personales de buena fe y a título oneroso ... >>. Esta excepción, entonces, no se aplica a ios actos a titulo gratuito, ni a los realizados sin la intervención del titular del derecho ( conocida corno enajenación a non domino). En definitiva, los requerimientos para que opere esta protección dd subadquirente son: a} que sea invocada por un 1.ercero de buena fe y a título oneroso; b) que haya adquirido derechos reales o personales sobre inmueble o mueble registrabfo -categoría de cosas que no estaba prevista en el Código Civil- de un sujeto que, a su vez, ln adquirió en razón de un aclo declarado nulo, , IV. CONFIRMAClON DE LOS ACTOS JURIDlCOS INVALIDOS l. Concepto. Diferencias con otras figuras. 2. Actos confirmables. 3. Clases El art. 393 del C.C. y C. define a la confirmación estipu!ando que 1<Hay confirmacíón cuando la parte que puede articular la nulidad relatíva manifiesta expresa o tácitamente su voluntad de rener al acto por válido, después de haber desaparecido la causa de nulidad. El acto de confirmación no requiere !a conformidad de la otra parteH. Es, entonces; un medio para que la parte interesada renueve su voluntad de hacer eficaz el negocio, una vez desaparecido el vicio que lo hacía íneficaz o inválido (Cifuentes). 360 Manual de Derecho Privado - Parte Genera! Este instituto debe distinguirse de otras figuras. Así, es distinta de la ratificación que supone que una persona asume com~ _Pro?ios actos otorgados por otra sin mandato o poder suficicn~e; ,tamb1en difiere de la conversión que determina, segUn veremos, que s1 bien el acto no cumple con !a finalidad perseguida originariamente, puede valer como un acto que requiera menores ;ecaudos; asimismo es distinta de la prescripción liberatoria, que supone la extinción de la acción por el transc~r~o del tiempo y la inactividad del acreedor, por lo que no puede ex1g1rse el cumplimiento de la obligación (Rivera). Sólo pueden ser confirmados los actos viciados, de nulidad r~lati~a (art. 393 e.e. y e), el fundamento radica en que esta afectado el mteres particular, por ello pueden ser convalidados; en camb10, en la nulidad absoluta al haberse afectado, además de los intereses de las partes, los de la co~unidad, las partes no pueden tener facultad para borrar el vicio según su voluntad y dar vida o fuerza nueva a un negocio repudiado por los intereses generales (eifuenles). La confirmación es un acto jurídico unilateral y puede ser expresa o tácita. Para ambas se requiere: a) La manifestación de voluntad de subsanar el vicio por parte de~ titular del derecho a reclamar la nulidad. No pueden hacerlo m la otra parte ni los terceros. b) Que haya cesado la causa que dio lugar a la nulidad del acto. e) Que el acto de confirmación no tenga un vicio que lo haga susceptible de ser invalidado. La t:onfirmación expresa debe ser escrita y ha de tener las siguientes características (art. 394 e.e. y e.): a) Se debe hacer referencia al acto viciado que se quiere confirmar. No se pueden confirmar, en general, todos los actos que la parte ha realizado con vicios, auri cuando sea el mismo defecto. b) Debe contener la mención expresa de la causa de la nulidad, de su desaparición y de la voluntad de confirmar el acto. e) El instrumento en donde conste la confirmación d~bc reu~ir las formas exigidas para el acto que se sanea. A diferencia del Código anterior, no se exige que el documento sea del mismo tenor que el del acto viciado, sino que debe reunir las formalidades requeridas por el tipo de acto a confirmar. La confirmación tácita, según lo normado por el mismo art. 394 resulta de: Ineficacia de !os actos jurídicos 361 a) El cumplimiento, total o parcial del acto que padece la nulidad realizado con conocimíento de la causa de nulidad. b) Otro acto del que se deriva la voluntad inequívoca de sanear el vicio del acto. Es decir, la confirmación tácita está conformada por actos que realiza la persona que puede pedir la nulidad demostrando, de forma indubitable, que su voluntad es que el acto sea válido y produzca sus efectos; v.gr., cuando un menor realiza una compra y al cumplir la mayoría de edad alquila el bien a un tercero ya no podría pedir la nulidad del contrato alegando la minoridad al celebrarlo. El Código exige que la manifestación tácita de la voluntad de confirmar sea inequívoca. Ello quiere decir que en caso de duda, debe aplicarse un criterio estricto y, por ende, corresponde interpretar que no ha existido voluntad de confirmar (Benavente). 4. Efectos entre partes y frente a terceros La confirmación tiene efectos retroactivos; el art. 395 e.e. y C. distingue según que el acto sea entre vivos o de disposición de última voluntad, de la siguiente manera: a) En los actos entre vivos originalmente nulos la confirmación tiene efecto retroactivo a la fecha en que se celebró. b) En las disposiciones de última voluntad, la retroactividad opera desde la muerte del causante, En ambos casos, se dejan salvo, claro está, los derechos de los terceros de buena fe. V, LA CONVERSION DE LOS ACTOS JURIDICOS NULOS l. Concepto. 2. Actos a los que se aplica. 3. Efectos Se dice que <<hay conversión cuando un negocio jurídico viciado de nulidad produce o puede producir los efectos jurídicos de un negocio distinto si éste reúne las condiciones exigidas por la ley y siempre que, atento el Jin perseguido por las partes, haya de Manual d-e Derecho Privado ~ P..trte G1;neral Ineficacia de !os actos ltrrfdicos entenderse presumihlernente que éstas habrían querido, si hubiesen tenido conocimiento de la nulidad,!} (Buteler Ciceres). S-e escog~, entonces, una vía transversal para lograr -el propósito busca1º· Un eJemplo _es cuando el deudor otorga mandato irrevocable a su acreecor par que perciba el pago de lo que le es debido a él. E! acto jurídico -mandato_- es real, pero está destinado a cumplir un fm diferente de esta clase de negocms: ya que el verdadero propósito es que el mandatario-acreedor cobre la acreencia debida por el mandante-deudor (Benavente ). . Esta figurajurídic~ no estaba contemplada en el Código vclezano, y 362 Existen dos clases de conversión de actos juridicos sujetos a nulidad: la formal y la sustancial. La conversión formal se da cuando un acto no es apto para producir sus efectos normales por carecer de las formalidades estipuladas por la ley; sin embargo, si el negocio jurídico es susceptible de ser otorgado por otra forma y se cumplen todas las prescripciones para esta nu\!Va formalidad, el acto será válido; solamente ha sido creado con una forma diferente: por ejemplo, la compraventa de cosas muebles por nn instrumento público que no cumple los requisitos para este tipo de documento, pero sí los cumple con relación al instrumento privado. 363 a r7sar de que la doctnnn no es pacifica sobre esta figura, la Comisión Reformadora se inclinó por su inclusión legislativa, aunque con fa salv~d~~ ?e que solamente fuera válida sl no se otorga para eludir una proh1b1c10n de la ley o para perjudicar a un tercero, La conversión material se da en el supuesto de actos formales de solemnidad relativa, en los cuales, cuando no se cumple con las fonnalídades Bibliografía contenidas en la ley, el acto no produce sus efectos propios, pero produce otros, por lo que se convierte en otro acto jurídico, Por ejemplo, la compraventa de inmuebles por instrumento privado da la opción de exigir el otorgamiento posterior de la escritura pública que es el título correcto. El Código Civil y Comercial consagra Jegíslativamente la institoción de la conversión de los actos jurídicos. El art. 384 dispone que: ((E] acto nulo puede convertirse en otro diferente válido cuyos requisitos esenciales satisfaga, si el fin práctico perseguido por las partes permite suponer que ellas lo habrían querido sí hubiesen previsto la nulidad». E! fundamento de la conversión radica en evitar la nulidad del acto jurídico, ya que no tiene las condiciones necesarias para producir los efectos propios de esa clase de negocio, pero satisface la de otro, con efectos análogos o cercanos a los queridos {Benavente). BORDA, ?uiHem10 A,, Tratado de derecho civil. Parte general, 13ª ed., La Ley, Bs. As., 2008, t. !l. BuERES, Alberto J. -,~JGHTON, Elena L, Código Civil y normas comple- mentan as. Anallsts doctrinario y jurisprudenciaL Harnmurabí Bs. As,, 1999, t. 2-C, . ' BuTELER CJ..cERÉS, José A., Manual de derecho civil, Parte general, Abaco, Bs, As,, 1979. · CtHJENTE~, Santos, El:mentas de derecho civd Parte general; 3,; ed. amphada y actualizada, Astrea, Bs. As .. l 992, LLAMHÍAS. Jorge Joaquín, Tratado de derecho civil. Parte general Perrot, Bs. As,, 1973, t, IL ' BEN/\VENTE, Marfa Isabel, en Código Cívil y Comercial de {a Nación VJ, ACTOS INDIRECTOS Comentado, Lorenzettl, Ricardo Luís (director), Ruhinzal-Cuizoni Sauta Fe, 2015, t. U, ' R1vERA,_ Julio César1 lnsrUuciones de derecho civil ed., Abeledo-Perrot, Bs, As,, 2010, t. JI l. Concepto. Caracterización El art. 385 de! C.C. y C. establece que «Un acto jurídico celebrado para obtener un resultado que es propio de los efectos de otro acto, es válido si no se otorga para eludir una prohibición de la ley o para perjudicar a un tercero,}. Parte general. 5ª CAPITULOXl VICIOS DEL ACTO JURIDICO Lidia Estela Dematteis i: Sumario: L Vicios del acto jurídico. 1. Concepto y fundamento. 2. Distinción con !os vicios de Ia voluntad. 3. El principio general de la buena fe y sus derivaciones. H. La simulación. l. Concepto. 2. Elementos. 3. Clasificación de los actos simulados. 4. Acción de simulación entre partes. a. Finalidad. h. Requisitos de proceden~ cia. e, Prueba especial. 5. Acción de simulación ejercida por terceros. a. Finalidad, b. Requisitos de procedencia. c. Eíectos de la acción de símuladón. 6. Prescripción de la acción. IIL El fraude, l. Acepciones, 2. Noción de acto fraudulento. 3. Distinción con -otras figuras. 4. Acción de fraude. a. Finalidad. b. Requisitos de procedencia, c. Ejercicio <:on1ra subadquirentes. 5. Efectos. IV, La lesión. L Concepto. 2. Requisitos objetivos y subjetivos. a, Requisitos objetivos. b. Requisitos subjetivos. 3. Prueba. 4. Efectos de la declaración, 5. Prescripdún de la acción. BíbHografia. l. VICIOS DEL ACTO JURIDICO l. Concepto y fundamento Los vicios del acto jurídico son aquellos que vulneran uno de los principios generales del derecho: la buena fe. Pero, ¿qué es la buena fe? La respuesta la encontramos en el derecho romano. Ulplano, destacado jurisconsulto romano, mencionó como un principio rector del derecho el honeste vivere, que significa Manual de Derecho Privado • Parte General Vicios del acto juridico vivir honestamente, y esto equivale a decir que hay que vivir con la verdad, con rectitud, sin mala intención. En las relaciones jurídicas se pensó que debia primar la bona fid-e o buena fe con aquel alcance; esto determinó que pasara a ser un principio rector del derecho, entendido en ténninos generales como la honestidad, la verdad, la rectitud, la lealtad) en todas las conductas jurídicas, entre tas que cabe mendonar, ]a celebración de actos jurídicos. La buena fe constituye un requisito esencial que debe estar presente en todas las etapas de la vida de un acto jurídico, desde que las partes se vinculan para negociar-y llevar adelante las tratativas prev-iast en la instancia de la celebración, en la ejecución -ejercicio de derechos y cumplimiento de deberes jurídicos-y en el de la interpretación de las cláusuias dudosas para establecer su verdadero sentido y alcance. La violación de este principio implica obrar de mala fe, que si se materializa en el contexto de la celebración o ejecución de un acto jurídico., técnicamente constituye un vicio. En otras palabras, 1os vicios del acto jurídico son aquellas conductas de las partes que comprometen o atacan la buena fe. Así, simular es aparentar algo que no es real o disimular el verdadero carácter del acto bajo la apariencia de otro; ello configura un obrar de mala fe, porque se. rnieme generalmente para perjudicar a otro. También lo es insolventarse con la finalidad de perjudicar a un acreedor, de modo que no pueda satisfacer su crédito; la mala fe se materializa en la defraudación del deudor a su acreedor. El aprovecharse de Ia inferioridad de la otra parte para obtener una ventaja desproporcionada e injustificada, es un obrar de mala fe, por cuanto con dicha conducta abusiva se daña al lesíonado. Por estas razones, la simulación, el fraude y Ia lesión, respectivamente, son «vicios del acto juridico,1. Los vicios de la voluntad son aquellos que afectan dos de los elementos_ internos de la voluntad: !a inteneión y la libertad. Por su parte, el d1scemnmenio no nene vicios, sino causas obstattvas, tales como fa falta de edad, de salud mental o de conciencia. 366 2. Distinción con los vicios de la voluntad Hemos visto en capítulos anteriores> que todo acto jurídk'-0 por definición es un acto votuntario{art. 259 e.e. yC.): también se estudió que la voluntad tiene un aspecto intento y otro externo. Que e] aspecto interno está constítuído por tres elementos: el discernimiento, la intención y la libertad (art. 260 e.e. y C.) y que el aspecto externo es la manifestación de la voluntad llevada a cabo por diversos medios (art. 260 e.e. y C.). 367 Son vicios de !a intención, el error y el dolo; de la libertad física v moral, lo son [a fuerza ñsica -irresistible y las amenazas o intímidaciór; respectivamente. ' Cuando se trata de los vicios del acto jurídico, la voluntad de sus agentes es sana, pues no está viciada; 1a que se ve afectada es la buena fe, principio rector al cual .las partes deben adecuar sus conduelas durante todas fas instancias o fases de la existencia del acto jurídico. 3. El principío general de la buena fe y sus derivaciones La buena fe ~s un~ de los pilares fündrunentales del derecho porque constituye un prmc1p10 general~ que, al decir de Rivera, 1<se proJH:cta a todo el ordenamiento juridicq y, por ende. a todas las relaciones Jurídicas que establece el sujeto y de las situaciones jurídicas de len que forma parte>>. , ' . L~ doctrina rnay:'1'i:aria distingue dos aspectos L'TI este _principio: uno sub¡etwo Y otro obJet1vo. Desde la perspectiva subjetiva (buena fe. creencia), la buena fe denota una actitud que emana de Ja propia persona. por cuanto se trata de una creencia, o de una actitud de au1oconvencimícnto o persuasió1:r de ~ue obra conforme a derecho~ de rnanera lea1 y honesta. Pero.. t~J aciftud tiene como contrapartida una exigencia para ser tenida como f_undamento de cualquier derecho que se invoque y se ejerza, o de cualquier deber que se cumpla: obrar con prudencia y dilig;;nda; es decir, actuar.con la previsión d-c cualquier persona con inteligencia medía nonnar, de acuerdo a las círcunstancias de cada caso. En sentido objetivo (buena fe-lealtad) se dice que la buena fe se mamfíesta _en un obrar honesto, con lealtad, confianza y rectitud, tanto en la celebrac1ón, como en la interpretación o ejecución de! negocio jurídico. Sea q~e se trate del sentido subjetivo o del objetivo, no hay dudas de que el prme1p10 de la buena fe es de contenido moral. por cuanto presupone el vivir honestamente o c;on Ja verdad, en todos l~s ámbitos de la ví_da, Y en cHa, hay que incluir a las relacfones jurídicas generadas a partir de ia celebración de un acto jurídico y a las diversas situaciones Manual de Derecho Privado - Parte General Vicios de! acto jurídico jurídicas en que las personas se encuentren. En definitiva, la buena fe es un requisito ineludible para que el acto jurídico sea válido y eficaz; si se obra de mala fe, habría un vicio que lo tornaría ineficaz. El Código Civil velezano no tenía una norma que de modo puntual regulase el principio jurídico de la buena fe, dado que dicho cuerpo normativo no tenía una parte general; sin embargo, el codificador hizo alusión a la buena fe en diversos artículos diseminados a lo largo del código, reguladores de diferentes instituciones. Por ejemplo, en materia de derechos reales, consideró la buena fe en su aspecto subjetivo, es decir, como creencia o auto persuasión de legitimidad en el proceder, más concretamente en materia de posesión, en el supuesto de una persona que por error de hecho esencial y excusable, cree o está persuadida de que la posesión es legítima (arl. 2356). Fue con la reforma introducida por la ley 17.711 al art. 1198 C.C. velezano que este principio se positivizó en el primer párrafo: «Los contratos deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe y de acuerdo a lo que verosímilmente las partes entendieron o pudíeron entender, obrando con cuidado y previsión». Esta modificación no dejó margen a la discusión iusfilosófica con relación a la buena fe, en el sentido de que se trata de un principio jurídico normativo, que debe estar presente en toda la vida del negocio jurídico, di.::sde que las partes se aproximan a negociar, durante la instancia de la celebración del acto jurídico, o bien, si se suscita alguna diferencia en cuanto a alguna de sus cláusulas, al desentrañar su sentido y alcance; por último, tambíén en la instancia de ejecución del acto (Aparicio). Siguiendo esta línea de criterio normativo o positivista, en el Código Civil y Comercial la buena fe es un principio general establecido en el Titulo Preliminar, como la actitud de lealtad, rectitud y honestidad al tiempo del ejercicio de los derechos (art. 9). Asimismo, constituye un patrón para establecer la regularidad o irregularidad en el ejercicio de los derechos (art. 10), de ahí que si al ejercer un derecho propio, lo hacemos de manera desleal, deshonesta y no recta, la conducta al ser de mala fe, será abusiva y recibirá las sanciones previstas en la ley, como la declaración de ineficacia v la reparación de los daños que tal conducta abusiva genere. d~~ 1.in~n.te en el mercado, sin perjuicio de las disposiciones espe:ij~cas contempladas en leyes especiales)}; como ejemplo de estas ultimas, la ley de defensa de la competencia, la ley de lealtad comercial, etc., actualmente complementarias del Código unificado. 368 . E_n. materia contract~al el derecho reconoce nuestra libertad, y la pos1b1hdad de crear mediante su ejercicio normas particulares de conducta, a través ~e la celebración de actos jurídicos en general y de c~ntrato~ en ~articular (principio de la autonomía de la voluntad, art. 958 C.C. Y C.). 1anto en el Código Civil derogado como en el vigente, se reconoce que las personas actúan normalmente con buena fe en ras relaciones jurídi~as, por ello, se presume la honestidad de aquéllas; la ley parte de la pre~1sa de que todas las personas tienen la creencia de que la parte con qmen contratan, cumplirá voluntaria o espontáneamente con el co~prom!s~ asumido, con lealtad y rectitud. Justamente, es en esa creenc~a s:I~Je.ttv~, ~eneralizada y por tanto objetivizada, en que se apoya este prmc1p10 JUnd1co de contenido moral que es el de la buena fe (López de Zavalía). En ese sentido, el art. 961 del C.C. y C. tomando como precedente el art. 1198 primer párrafo del Código Civil velezano establece: «Lps contratos deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe. Obligan -no sólo a lo que está formalmente expresado, sino a todas las consecuencias que puedan considerarse comp;endi~as en ellos, con los alcances en que razonablemente se habrw obligado un contratante cuidadoso y previsor». II. LA SIMULACION l. Concepto Simular es aparentar ~lgo que no es, es falsear la realidad, sea que se ª~~me algo qt~~ no exi ste O que no ocurrió, como algo existente 0 suce .ido, 0 ta_mbi_en, ocultando la realidad o el hecho ocurrido Dicha mentira en el ambtto de los actos jurídicos, se materializa en el acuerdo de partes falso, ya sea en todo O en parte. El fin subjetivo, partícular y concreto de las partes es el engaño en sí mi d ,¡ ¡ ¡ • smo, e cua genera mente ~aunque no siempre- se causa un daño a un t r . e cero. w • 369 ,, 1 En el campo comercial, la buena fe tamb1en debe estar presente en . . ., la competencia dentro del mercado, ya que en caso de abuso de pos1c10n 1 1 -l dominante, el mismo establece en el se art.abuse 11 ° que Al. dcc1r de Ferrara, simulación es «una declaración de un en Los artículos 9º y Código 10° se aplica cuando de «Lo unadispuesto···_..l posición .. .·•.· ·.•·••:•.· • ·. . contemJo de voluntad no la real, emitida conscientemente y de común ,j/:;}? i¼,, "", ,,, . Manual da DerocM Privado ~ Parte General Vic:los del acto jurídico acuerdo entre partes para producir, con fines de engañ'o, la apariencia de un acto que no existe o que es distinto del que las partes efectuaron;>, configure e~ ~icio de simulación; ello asf, porque admite que la simulación pued: ser hc1ta (art. 334 C.C. y C.). Sólo en e! caso de que se concrete el ~ano al ter~~~·~j o se vaya en contra de la ley, la simulación podrá ser calificada de u1c1ta (art. 334 cód. cít). 370 El art. 333 del e.e. y C. caracteriza a la simulación indicando las diferentes modalidades de conductas a través de las cuales se puede concluir que este vicio del acto jurídico se configura en~] caso concreto. En tal sentido, dicha norma establece: <<La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter Jurídico de un acto bajo la aparienw cia de otro, o cuando el acto contiene cláusulas que no son sinceras, o fechas que no son verdaderas, o cuando por él se constituyen o transmiten derechos a personas interpuestas, que na son aquellas para quienes en realidad se constitu_ven o transmiten». 2. Elementos En doctrina (Rivera), se señalan tres elementos para que haya simulación; tales son: a) Que no haya coincidencia entre la voluntad interna (que es la real) y la voluntad declarada ( que es la aparente y ficticia en todo o en parte), En definitiva, no hay correspondencia entre lo que realmente han querido las partes y lo que ellas han manifestado o declarado. b) Debe haber acuerdo de las partes en llevar a cabo un acto jurídico simulado y, en estot reside una diferencia con los vicios de la voluntad (Borda, Cifuentes). Así, v.gr. cuando hay error, éste nace espontáneamente en una de las partes y la otra no lo advierte: si así no fuera, habría dolo, que es ei error provocado por la otra parte (en este caso por omisión), o por un tercero, en connivencía con una de las partes. Como se advierte) en los casos de vicios de la voluntad, también se puede apreciar que no hay coincidencia entre la voluntad interna y ia manifestada por una de las partes, pero por causas totalmente externas o ajenas a eHa. e) Debe existir la intención de engañar a )os terceros, ya que la causa motivo o móvil de las partes, no es otro que crear la apariencia hacia terceros, por lo que, <<el engaño hace a la esencia misma de la simulación, no asf el daño» {Pizarro y Vailespinos) En e} mundo real de los negocios~ no hay dudas que se simuia no sólo para engañar puramente sino también para perjudicar a un tercero. Sin embargo, para Ja ]ey~ tal resultado no es indispensabie para que se 371 3. Clasificación de los actos simulados . De la ~orma1iva legal del Código vciezano, y del articu.lado del ~od1i:o ~1v1l Y Co11,:ercial en consonancia con aquél cuerpo legal en e:sta niatena, se puede aimnar que hay cuatro clases de simulación: la rcJativí'l y la absoluta; la lícita y la ilícita. La simulación es relativa (art. 333 C.C. y C.) cuando se encubre el verdadero cará.cter de un acto jurídico bajo Ja apariencia de otro, de manera que coexisten dos acto5 jurídicos diferentes; uno que es real y que permanece oculto; Y otro fulso, que es eJ que aparece como real ante los terceros, Tal el caso en que se aparenta una venta cuando en realidad lo q~e celebraron las partes fue una donación. En este caso la simulación se vmcula sólo a la naturaleza del acto. "' La ~lmuladón también es relativa cuando algunas de sus cláusulas no son smc~r,as; v.gr. la referida a1 precio de la venta; o cuando la fecha d~ ~~l,ebrac10n del acto no es v:rdadera, o cuando las personas que parhupan del acto no son L'Il realtdad aquéllas a quienes se extenderán su\e~ecto·s" tal como ocurre con el presta nombre o testaferro, quien a:nh: 10s terceros aparece como duefto de bienes que en realidad pertenecen a otra persona (nrt. 333 cód. cit.). La simulación es absoluta cuando el acto aparente no tiene nada de real, es en todo ficticjo; tal como ocurre en el caso en que se simulen d_cudas_gue en reaHdad no existen con la sola finalidad de configurar la s1t~ac10n ,dt: ~esac10n de pagos, requisito legal fundamental para poder abnrs! eI Jmc10 de concu~n preventivo. según lo exige el art 1° de Ja ley 245~L- de co~cursos Y quiebras> compiemcntaria del Códlgo unificado que stgue temendo vigencia, La simulación también puede ser Jklta o ilícita. Esta claslficación de ~o~ ~ctos simulados tiene que ver con la consumación O no de un ~cr.1u~c10 al llevarse a cabo. Si 1~ que.se busca es proteger los propios mterese.s frente a un eventual accwnar abusivo o injustificado por parte de un tercero, en nada hay daño y la finalidad del acto simulado puede f Manual de Derecho Privado - Parte Genera! Vicios del acto jurídico ser calificada de lícita. La simulación lícita surge de una interpretación a contrario sensu del art. 334 del C.C. y C .. En cambio, cuando la finalidad del acto simulado es contrariar la ley o perjudicar a un tercero, dícha simulación es ilícita. Esta especie de simulación surge de modo expreso del art. 334 del C.C. y C .. El art. 335 primera parte del Código Civil y Comercial ha seguido el camino de la reforma al Código velezano, ya que establece que por regla general la acción de simulación entre partes no es procedente, salvo que sea lícita o que las partes no _se beneficien con ella. En definitiva, la regla general sigue siendo que la acción de simulación entre partes no es procedente, salvo dos excepciones claramente justificadas. La primera tiene lugar cuando la simulación es lícita: la apariencia se ha construido para protegerse del eventual accionar abusivo o ilícito de un tercero, Y, en ningún caso se persigue perjudicar a nadie. La segunda excepción si bien se da cuando la simulación es ilícita, las partes no busean beneficiarse al quedar sin efecto el acto simulado; su fin principal 0 pretensión es evitar que se consuma el daño al tercero. 372 4. Acción de simulación entre partes a. Finalidad. h. Requisitos de procedencia La finalidad principal de la acción de simulación es demostrar que el acto simulado no es verdadero y que es só1o una apariencia. En otras palabras, lo que se busca es que salga a la luz la realidad de los hechos. Si la simulación es absoluta, se pretende demostrar que el acto simulado nada tiene de real. Si la simulación es relativa, se pretende poner en evidencia ta falsedad de la cláusula o de la naturaleza del acto, contraponiéndola a la cláusula o al acto jurídico oculto y verdadero. Una vez demostrado que el acto simulado es falso en todo o en parte, entonces, la finalidad de la acción se proyecta a la sanción que le cabe a dicho acto, que es la ineficacia, y dentro de ella, la sanción de nulidad (arts. 334, 382 ab initio C.C. y C.). Vélez Sársfield no admitió la acción de simulación entre partes, ni tampoco contempló excepción alguna (art. 959). El argumento central fue que de ningún modo la ley podía proteger a quien obrando de mala fe había engañado a terceros. En otras palabras, tenía plena vigencia el principio según el cual nadie puede invocar en su defensa la propia torpeza. En consecuencia, aquél que miente debe asumir las consecuencias de su propia conducta, aun cuando la otra parte hiciere caso omiso de la realidad de los hechos. Tal lo que ocurre, por ejemplo, cuando el dueño aparente de un inmueble ante la sociedad, decide venderlo a un tercero, obviamente sin el consentimiento de quien es el verdadero dueño. La ley 17. 7 l l modificó el art. 959 Código Civil y Comercial citado; en su primera parte, reproducía la prescripción velezana, teniendo plena vigencia los argumentos que justificaban la prohibición, y que fueron mencionados en el párrafo anterior. Pero, luego de la prohibición general para las partes, la ley dejó abierto el camino a dos excepciones. 373 c. Prueba especial En los juicios de simulación entre partes, por regla general la ley exige una prueba especial: el contradocumento (art. 335 segunda parte del C.C. Y C.); ello así, porque es común que las partes otorguen un instrumento público o privado destinado a permanecer oculto, en el cual consta el acto o cláusula verdadera. La viabilidad de que un instrumento particular constituya un contradocumento con relación a un instrumento público es admitida expresamente en el art. 298 C.C. y C., el que sólo es oponible entre partes y no a terceros interesados de buena fe. El nuevo Código, al igual que el Código velezano, guarda silencio sobre lo que debe entenderse por contradocumento. Ya se ha señalado que el Código unificado -a diferencia del Código Civil- no tiene notas explicativas ni aclaratorias de las disposiciones legales que integran dicho cuerpo legal. Creemos por ello que es de utilidad recordar lo que Vélez expresó en la nota al art. 996, en materia de instrumentos, por cuanto de manera clara nos dice qué es un contradocumento. En tal sentido, dicha nota expresa: «El contradocumento es un acto destina- do a quedar secreto, que modifica las disposiciones de un acto ostensible. En presencia de estas dos disposiciones contrarias, la una verdadera pero ignorada, y la otra falsa pero la única conocida, la ley debe declarar que los efectos del acto ostensible podrán ser siempre invocados por los sucesores singulares ... ,,. 374 Manual de Derecho Privado ~ Parte General En' la doctrina también se han brindado nociones conceptuales sobre esta cuestión, las que guardan correspondencia con el concepto expresado en la referida nota. Así, se ha sostenido que «El contradocumento es una declaración de voluntad formulada por escrito por las partes, de carácter generalmente secreto, y destinada a probar que el acto ha sido simulado>> (Borda). En igual sentido se ha expresado que «se trata de una declaración de voluntad formulada por escrito por las partes.. que tiene por finalidad reconocer, declarar o probar el carácter simulado del acto al cual se refiere» (Pizarro y Vallespinos) De modo excepcional puede prescindirse del contradocurnento, cuando no fuere otorgado o se hubiere destruido. En tal caso, se podrá recurrir a otros medios de prueba pero sólo si exísten circunstancias o hechos de los cuales se pueda inferir, sin lugar a dudas, la existencia de la simulación (art. 335 segunda parte e.e. ye.). Tales circunstancias se configuran, por ejemplo, cuando las partes tienen un vínculo de parentesco, o social, comercial o laboral, y entre ellas hay mucha confianza, por lo que, lo más común, probable y razonable, es que no haya contradocumento. En tal caso, quien accione deberá demostrar estas circunstancias inequívocas, que serán luego valoradas por el juez a sus efectos. 5. Acción de simulación ejercida por terceros a. Finalidad. b. Requisitos de procedencia Existe una regla general que pesa sobre todos los terceros, y es que deben respetar todo acto jurídico en los que no sean parte (arts. 1021, 1022, 1024 e.e. y C); correlativamente, las partes tienen el deber de no perjudicar a los terceros con el acto jurídico por-ellas celebrado ( arts. 958, 9 y 10 e.e. y e.) Ahora bien, si las partes violan su deber general de respeto a los terceros, dejan abierta la posibilidad de que éstos deduzcan alguna acción en su contra. V.gr. el caso de un acto jurídico simulado, cuya finalidad principal es engañar a un tercero, y que si bien no es exigencia legal que se tenga el fin de perjudicarlo, la realidad revela que en la mayoría de los casos, las partes buscan hacerlo en contra de los intereses de los terceros. Cuando el perjuicio se consuma, este tercero pasa a ser interesado y en la medida del interés afectado, podrá deducir la acción de simulación en contra del acto jurídico simulado que causa el menoscabo (Rivera). Vicios del acto jurídico 375 Por lo tanto, no cualquier tercero está legitimado para deducir la acción de simulación; es necesario que éste sea interesado, y tal situáción se configura, cuando a partir del acto simulado se consuma el daño al tercero, o « ... exista peligro real de que tal perjuicio se produzca» (Rivera), sea que el daño sea actual o futuro (Pizarro y Vallespinos). Se ha estudiado que el patrimonio del deudor es prenda o garantía para todos los acreedores, porque con aquél se da seguridad de pago de los créditos. Cuando el deudor simula para defraudarlos causando la insolvencia o agravándola, no importa si el crédito es anterior al acto simulado, ya que la acción de simulación si prospera, permitirá poner-en evidencia que el bien enajenado en realidad sigue estando en el patrimonio del deudor y, por ende, después podrá ser ejecutado. Normalmente, cuando el engaño es de un deudor a un acreedor, se deducen en forma conjunta la acción de simulación y en subsidio la acción de fraude (tal la denominación que realiza el e.e. y C.; en el Código velezano se la denominó acción revocatoria). En el cas_o de que la primera no prospere por no haber prueba suficiente) se concluye entonces que el acto cuestionado es reat por tanto, la acción pertinente para su impugnación es la acción de fraude·. Pero, en tal caso, es preciso tener en cuenta que si bien el plazo de prescripción para ambas es de 2 años (art. 2562 incs. a. y f. e.e. y C.) el inicio del curso de ellas puede ser diferente< En _consecuencia, para que no opere la prescripción liberatoria de la segunda de estas acciones, deberá tenerse en cuenta los hechos señalados por la ley como indicadores del inicio del cómputo del plazo de prescripción, los que pueden consumarse en tiempos diferentes. De no mediar esta consideración, existe la posibilidad de que el demandado oponga como defensa la prescripción cumplida, y como la misma es una excepción procesal perentoria, el juicio culmina con ella. En este supuesto, el demandante perderá el juicio en su totalidad, porque el juez en la sentencia rechazará la demanda en su pretensión principal (acción de simulación y sanción de nulidad) por no haberse demostrado su procedencia, y también rechazará la acción de fraude interpuesta de modo subsidiario, por haber prescripto si así se hubiera pedido y acreditado. En cuanto a las probanzas, el tercero puede aportar a la causa cualquier medio de prueba ya que no tendría acceso al contradocumento. Las presunciones tienen enorme relevancia a la hora de probar lo que es fundamental para el tercero y es la causa perseguida por la cual se simuló, ya que a través de ella se puede explicar razonablemente la simulación (Pizarra y Vallespinos). Man-uat de Derecho Priva-do ~ Parte Ge::eral V,dot del acto jorid_ko Ahmnas situaciones que pueden ser tenidas en cuenta como presunciones de que las partes han simulado el acto ünpugnado son. v,gr. el nivel de ingresos que el i<comprndorn tiene no se condice i:on el monto de ia compra: el vínculo de parentesco cercano de las pal'tes; que el bien vendido siga estando en poder del «vendedon;,, etc. a quien demandó sino también a todos íos terceros interesados en tener dícho bien corno garantía. En el caso de que el <<adquirente» por acto simulado transfiera el bien a w1 tercero subadquirente, la sentencia de nulidad del aclo simulado es inoponíble a.dicho tercero, siempre que la transmisión de derechos personales o reales sobre inmuebles~ o cosas muebles registrables sea de buena fe y a títul-o oneroso, por aplicaclón de lo dispuesto en el art. 392 C.C. y C. Habrá buena fo sí el tercero ignoraba la situación de apariencia; es decir, que no sabía ni debía saber, o no podía tener conocimiento acer-ca de la existencia de ia simulación. 376 c. E'j'ectos de la acción tie simulación E! actn simulado es un acto pasible de nulidad (art 334 C.C. y C.); dicha nuhdad es relativa atento a que el interés afectado es particular (ai1. 386 C.C. y C.). Según el Código uniffoado, la simulación deberá ser demostrada enjuicio, y la sanción que ie corresponderá al ac,to simulado debidamente probado, será la nulidad. Por lo rnnto~ los efectos de la acción de simulación serán retroactivos: esto es, qae las cosas deben volver al estado anterior al acto simulado. Sl la simulación es relativa, también la nulidad hace caer todo el acto simulado pero deja abierta la posibilidad de que el acto jurídico real que estaba oculto. en 1a medída que sea válido} produzca sus efectos normales (arL 334 C. C. y C.). Si iil acción de simulación es entre partes y ia simulación fue absoluta, se aplícan los princípios generales que rigen en materia de nulidad, debiendo las partes restituirse mutua.1nentc lo que hubieren recibido, conforme lo prescripto por los arts. 390, 39l e.e. y C. Si la acción de simulación e~ entre partes y la simulación fue relativa, que<lará sin efecto entre ellas el actu que en parte es simulado, pero deberá ejecutarse el acto oculto y verdadero en la parte o cláusula pertinente, o en su totalidad seiún el caso, siempre que ésta no sea contraria a la ley, o perjudique derechos de terceros. Si lo que se simuló fue la naturaleza o carácter dci acto (v.gr. se .simuló vender cuando en reaHdad se donó), entonces, quedara firme la donación, que fue real aunque ocullu, y quedará sin efecto fa venta aparente. Si la acdón de simulación fue deducida por un tercero interesado, por ejemplo, un acreedor del ,wendedorn, el efecto de la sentencia también será la nulidad del acto aparente, y las cosas deberán volver al mismu estado que tenían antes de celebrarse el acto simulado. Por lo tanto 1 el bien que hubiere sido enajenado de modo aparente; volverá a aparecer en el activo del enajenante y tal situación beneficiará no sólo 377 6. Prescripción de fa accíón Ya anticipamos que el plazo de prescripción de la acción de simulación> sea ejcrcída entre partes o por un tercero es de 2 años (arL 2562 inc. a e.e. y C.). En cuanto al cómputo del plazo, el nuevo Código hace la distinción según que la acción sea entre partes o por un tercero; en el primer caso~ <C .. desde que requen'da una de ellas, :se negó a dejar sin efecto el acto simulado» (art. 2563 inc. b). En el segundo caso, ,c .. desde que {el tercero) conoció o pudo conocer el vicio del acto juridicm> (art. 2563 inc. e). En el e.e. de Vélez sólo estaba contemplado de modo expreso el plazo de prescripción para la acción de simulación entre partes y ello dio motivo a una discusión importante en doctrina. En tal sentido, una parte de ella entendió que el plazo debe ser igual al que la ley establece para la acción de simulación entre partes, por tanto sería de dos años desde qut: el acto simulado fue celebrado; otra c01riente de opiníón entendió que, por ser de or<l<.-"11 público lo-s plazos de prescripción Hberatoria, el silencio de la ley no puede ser llenado por analogía, entonces debe aplicarse en este caso el plazo de prescripción decena! establecido para cualquier acción personal que no tenga fijado por ley de modo expreso un plazo menor. Este último -criterio es el que fue seguido en in jurisprudencia. La discusión doctrinaria ha sido superada al llenarse el vacío legal de-1 Código velezano en la nonnativa específica del Código Civil y Comercial, que establece de modo claro cuál es el plazo de prescripción 378 Manual de Derncho Prlvado Parte General » de ambas acciones y desde cuándo inicia su cómputo, tal como ya se expresó supra. U!. EL F.RAIJDE l. Acepciones La palabra «fraude» es ambigua dado que tiene varías acepciones o significados. En términos generales~ fraude significa propósito de engañar para perjudicar, pero en sentido restringido, sus significados aluden a diversas conductas, según el contexto en que éstas se concretan, El engaño puede estar dirigido a la ley, en cuyo caso se habla de fraude a la ley. Al decir de Rivera, actos en fraude a la ley son aquellos Vicios dei acto jmi;Hco 379 invoque el amparo de un texto legar que persiga un resultado sustancialmente análogo al prohihhlo por una norma imperativa, se considera otorgado en fraude a la ley. En ese caso, el m:fn debe someterse a la norma imperativa que se trata de e!udin;. En el contexto específico de una relación obligatoria o de crédito, el fi-au.de se configura cuando el deudor~ con el propósito de dañar o perjudicar a su acreedor enajena hienes; es decir, dispone de ellos disminuyendo !a garantía constituida por su patrimonio (prenda común de los acreedores), y con tal efecto, impide que su acreedor pueda ejecutarlo por caer en estado de inso!vencin o, ya estando en e Ha, 'la agrava aún más, 2. Noción de acto fraudulento actos que en su apariencia son lícitos por cump1irse en ellos los requisitos exigidos por la ley específica (norma de cobertura), pero que. a través de ellos, en realidad se persigue una finalidad práctica similar -no idéntica- que está prohibid.a por otra norma de carácter imperativo (norma defraudada), de tal modo que el perjudicado es el ordenamiento jurídico visto como un todo. Si la finalidad perseguida con el acto lícito aparente fuese idéntica a la norma prohibitiva, no habría fraude a la iey sino violación lisa y llana de ella, acarreando tal situaci6n la sanción de nulidad del acto en cuestión. Un ejc"nplo claro de fraude a la ley se configura en el ámbito laboral; la ley de contrato de trabajo contempla el contrato a plazo fijo o de duración limitada, en oposición a la relación contractual indeterminada. En este último supuesto, quien es despedido sin justa causa tit"ile derecho a ser indemnizado; si el empleador celebra con el mismo empleado continuos contratos a plazo determinado (norma de cobertura) dispone de la libertad de despedirlo sin pagar indemnización esgrimiendo la conclusión del plazo por el cual el empleado fue contratado. La finalidad perseguida por el empleador es similar a la norma imperativa (no pagar indemnización) pero ha celebrado con el empleado ,m contrato que en apariencia es a plazo cuando en realidad es de tiempo indeterminado. En el Código vclezano no estaba contemplado el fraude a la ley, vacío legal que ha sido cubierto en el nuevo Código que, de manera expresa refiere a esta modalidad de fraude en el art. 12, segundo párrafo del Titulo Preliminar al establecer: «.,. El ocio respecto del cual se Desde la perspectiva del Código unificado, en materia de fraude tenemos que hablar de conductas fraudulentas del -deudor en perjuicio de su acreedor, que dan cabida a la declaración de inoponibilidad. Dichas conductas fraudulentas pueden ser por acción o por omisión. En el primer caso, el deudor celebra un acto real de disposición para perjudicar a su acreedor, causando con él su insolvencia, o ya estando en elia. la agrava aún más y lo que impide que su acreedor pueda ejecutar su crédito. Esta conducta defraudatoria es la más común; sin embargo, a veces, puede manifestarse a través de una conducta omisíva del deudor, tal como ocurre en el caso de renunciar expresa o tácitamente a 1 ejercicio de derechos o facultades que de ser ejercidos, incrementarían el activo patrimonial, evitando la insolvencia 7 o dismrnuyéndola en caso de que ei deudor ya se encuentre en ese estado. Precísamen!e, el art. 338 del C.C. y C. al establecer la posibilidad a todo acreedor de pedir la declaración de inoponfüilída<l como sanción de ciertos actos, describe esta diversa conducta defraurlatori:a del deudor. 3. rnslinción con otras figuras El fraude y la simulación tienen de común que ambos son vicios del acto juddico~ porque a través de ellos se exterioriza la mala fo de quien o quienes participan en su celebración. Dicha mala fe se visualiza en la f r Manual de Derecho Privado - Parte General Vicios del acto jurfrl\co intención o propósito de engañar o producir un dafio a terceros, en particülar a los acreedores. Pero, la diferencia entre estas dos figuras jurídicas radica en que mientras el acto simulado es aparente o ficticio, el acto fraudulento es reaL Ello no quiere decir que muchas veces se simula para defraudar: sin embargo, cuando la simulación no puede ser 1º) Ser acreedor del deudor fraudulento: el Código velezano establecía que sólo tenía legitimación para- deducir la acción el acreedor quirografario o común, es decir, sin privilegio. La doctrina moderna realizó una interpretación amplia de este requisito, apartándose de la que hicie.ron los juristas durante muchos años> que era literal y «muy estrechan, estimándose que el dato relevante para reconocer la legitimación activa en la acción de fraude a los terceros 1 no se encuentra en la condición o categoría especiat de acreedor (sl tiene o no privilegio) sino en el daño efectivo que el deudor de modo fraudulento le causa al acreedor (Pízarro y Vallespinos). A pesar de la literalidad de la norma del Código Civil, la doctrina y jurisprudencia de los Ultimos afios entendió que tiene legitimación activa para deducir la acción de fraude cualqujer acreedor, sea común o quirografario o sea _privilegiado, Esta posición ha sido receptada en el Código unificado en el art. 33& que establece como uno de los requisitos para la procedencia de la acción de fraude, que sea deducida por un acreedor, sin hacer mencíón u ninguna de sus categorías; es decir, que es indiferente si es quirografario o común, o si es un acreedor cnn privilegio. 2°) Insolvencia del deudor: de lo contrario no habría perjuicio (eventus damni) alguno para el acreedor impugnante, pues su deudor contada con respaldo patrimonial para garantizar la satisfacción del crédito (art 339 inc. b ). La insolvencia a tener en cuenta no,es la contable sino la jurídica, y ella se configura cuando hay cesación de pagos. Esta constítuye un desequilibrio entre los comprmnisus exigibles y 1os medios disponibles para enfrentarlos; cuando estos últimos se manifiestan insuficientes ,le manera regitlar y con cierta permanencia (no aislada) para atender las deudas exigibles, se produce la impotencia patrimonial técnicamente denominada insolvencia o estado de cesación de pagos. que constituye un presupuesto objetivo exigido por la ley de Concursos y Quiebras para la apertura del juicio concursa] (art. ! ley 24.522). La insolvencia jurídica es algo más que la insolvencia contable dado que esta última constituye una objetiva diferencia entre ef activo y el pasivo patrimonial (diferencia negativa entre el haber y el debe). 3°) Relación causal entre el acto fraudulento que se impugna y el estado de insolvencia del deudor, ya sea porque en virtud de aquél el deudor cae en ese estado, o estando ya en esa situación, el acto que se impugna agravó aún más la insolvencia existente (art. 339 inc. b); 380 l demostrada y el acto ha perjudicado al tercero acreedor, debe estimárselo n:aL en cuvo caso se esül ante un fraude, y la impugnación es por una vía diferen.tc (acción de fraude), y la sanción prescripta en la ley. no es la nulidad sino !a declaración de inoponibiiidad. 4. Acción de fraude a. Finalidad En e] Código Civil la vía de impugnación de los actos fraudulentos era a través de fa denomina.da acción revocatoria; en el Código Civi1 y Comercial se regula bajo el nombre de accló.,n de fraude, Más allá de la diferente denominación. et fin prindpal de ésta acción ha sido y es el mismo: la declaración de üwponibllidad. Hay dos categorías de ineficacias reguladas en el nuevo Código: la nuiidad y la inuponibilidad respecto de d-etenninadas personas (art. 382). La declaración de inoponibilidad et, concreto, intplica que ei acto fraudulento impugnado, que es re-al y no ficticio, seguirá siendo válido entre el deudor enajenante y e1 tercero adquirente, pero se tendrá «como nü celebradmi- para el acreedor impugnante, quien podrá ejecutar el bien Jcl poseedor actual -tercero- y cobrar con su producido ta deuda. 1 1 ! b. Requisiws de proceáencia En cuanto a Jos requisitos de procedencia de ia acdón de fraude, algunos son generales para todo acto fraudulenlo, pero también están los q,uc son especiales. según que el aclo fraudulento sea a título onero-so o a titulo gratuito. Requisitos generales: surgen de los arts. 338 y 339 C.C. y C. y son: 381 382 Man'ual de Derecho Prlvado ~ Parte General 4º} El crédito por el cual acciona el acreedor debe ser de fecha anterior al acto que se impugna 1 salvo que se trate de un acto ilícito posterior al acto de disposición hecho en fraude ¡art. 339 inc. a e.e. y e.). Normalmente, al tiempo de contratar, a todo acreedor le interesa saber de la solvencia de su deudor, y no después; ello as!, porque el activo existente en ese tiempo, es la garantía parn una posible ejecucíón l posterior en caso de que el deudor espontánea o voluntariamente no pague la deuda. De ahí que, por regla general, uno de los requisitos legales para deducir la acción de fraude es que el crédlto por el cuai el acreedor demanda, haya nacido o sea de causa anterior art. 339 ínc, a del C.C. y C.; es decir, haya nacido con anterioridad al acto fraudulento que se pretende impugnar. Sin embargo, tanto el Código velezano como el nuevo Código Civil y Comercial contemplan una excepción a esta regla: la acción de fraude será procedente aunque la fecha del crédito del acreedor impugnante sea posterior a la fecha del acto fraudulento. La hipótesis excepcional establecida en el Código velezano, contem• piaba el supuesto de un acto ilícito civil cometido por el deudor quien, sabiendo que éste se produciría, realiza un acto de disposición de un bien ejecutable antes de que aquél se produzca, de tal modo que el acreedor naciente del acto ilícito en cuestión ~víctima de é-ste- no puede contar con dicho bien como garantía. Pen•, como la enajenación fue en fraude, de modo excepcional, aunque la fecha del crédito sea posterior al acto fraudulento, la ley protege a este acreedor otorgándole la legitimación activa para plantear la revocación~ como sanción a] deudor de mala fe. El nuevo Códígo contempla la misma excepción pero haciendo referencia a cualquier acreedor futuro defraudado de esa manera, sin hacer mención de la causa fuente que genere la relación de·crédlto con el deudor fraudulento (art. 339 ínc. a). Requisitos especiales: como_ se señaló más arriba, se trata de exigencias adicionales a los requisitos generales, y que dependen del carácter oneroso o gratuito que tenga el acto fraudulento; los mismos surgen de los arts. 339 y 340 C.C. y C. Si ci acto fraudulento es a título oneroso se exíge por un lado, el ánimo o intención de perjudicar del deudor, el que se presume de su estado de insolvencia y, porotro lado, también se exige la complicidad de!tercero que contrata con el deudor fraudulento (conciliumfrm,di). raque se presume si dícho tercero sabía, debía o podía saber de la insolvencia del deudor con Vic•os del acto jurídico 383 quíen contrató (arL 339 im:. e), En otras palabras, si el acto eS a Wulo oneroso, es esencial el dolo tanto del deudor como del tercero que con é! contrata (su complicidad), pero como tal intención es presumida por la icy de situaciones especiales de aquéllos, el acreedor impugnante solo debe probar díchas situaciones especiales. En ese sentido, como el daño proviene de la insolvencia, sólo debe probarla, ya que la ley al presumir de ésta situación el dolo del deudor, el acreedor queda liberado de su prueba. En cuanto a la complicidad del tercero que contrata con ei deudor fraudulento, el acreedor demandante sólo debe probar la preexistencia de la relación personal de aquéllos (que son parientes, compañeros de trabajo, que tienen un vínculo comercial o social), ya que de ese vínculo previo la ley hace la inferencia del conocimiento por parte del adquirente, que el convenio celebrado con el deudor fraudulento causó o ªbrtaVó su insoiven~ cía, de tal manera que la normativa libera al acreedor demandante de acreditar dicho conocimiento. Si el acto fraudulento es a titulo gratuito, sólo se exige- la existencia de daño parn el impugnante (att. 340). c. Ejercicio contra subadquirentes Si el tercero que con1rató con el deudor fraudulento, a su vez enajenara o dispusiera> sea a titulo oneroso o gratmto, del bien obtenido como consecuencia del acto fraudulento. conforme a lo prescripto por el art 340 C.C, y C., el acreedor defraudado podrá accionar directamente en contra de ese tercero s1.ibadquirente (poseedor actual del bien), En tal caso, deberán configurarse los mismos requisitos, tanto-los generales como los e-speciales exigidas para et supuesto de que ia acción sea deducida contra el primer adquirentt'\ según .que 1a disposición haya sido a título oneroso o gratuito, ya que no se perjudicará al adquiriente de buena fe y a títuio oneroso. 5. Efectos Los efectos que produce la acción de fraude son diferentes según hacia quién se propaguen. Dada ia complejidad de ta situación, entendemos como útil la descripción esquemática de un caso hipotético que 384 Manual de Derecho Privado - Parte General simplificará la comprensión sobre los sujetos vinculados a partir de que dicha acción es deducida. Para ello, es pertinente recordar y tener muy en claro las nociones de partes y de terceros. El caso es el siguiente: Luis tiene una relación de crédito con su deudor (Diego). Este cnajeila un bien a Pedro, causando la insolvencia o agravándola. Puede darse el caso de que Pedro enajene el bien adquirido de Diego, y lo transfiera a José. Se puede advertir que hay tres relaciones jurídicas diferentes aunque todas tengan elementos en común. En la primera, son partes Luis y Diego; Pedro y José son terceros a su respecto. La segunda relación es entre Diego y Pedro que son partes, mientras que a su respecto, Luis y José son terceros. Por último, la relación jurídica entre Pedro y José que son partes, mientras que Luis y Diego son terceros respecto de ella. Luis como acreedor defraudado, y tercero interesado, deduce la acción de fraude contra el poseedor actual del bien ejecutable y que fue adquirido por Pedro, que también es tercero con relación al vínculo que Luis tiene con Diego. Adviértase que un tercero demanda a otro tercero, pero aquél es interesado, y la demanda debe ser deducida a quien es el dueño actual de la cosa, que es tercero adquirente con respecto a la relación de crédito entre Luis y Diego. A su vez, puede ocurrir 9_ue Pedro decida enajenar el bien adquirido a José que es un tercero con relación al vínculo jurídico entre Diego y Pedro; José es un tercero sub adquirente. En el caso también hay que considerar si la acción fue deducida en sede civil de manera individual por el acreedor defraudado, o si la misma fue deducida por el síndico en el juicio de concurso preventivo o quiebra, ya que en éste último supuesto aparecen en la historia otros acreedores del deudor fraudulento que pueden beneficiarse con el resultado positivo de la demanda. Asimismo pueden aparecer en la historia otros acreedores del tercero adquirente o subadquirenle que pueden estar interesados en ejecutar el bien que ingresó realmente al patrimonio de su deudor (enajenante y adquirente del bien, rcspecti vamente ), porque obviamente aquel integra su garantía. Teniendo en cuenta lo hasta aquí expresado, entonces vamos a analizar las consecuencias que produce la sentencia que hace lugar a la acción de fraude. l º) Entre los diversos acreedores del deudor: si la impugnación hubiese sido realizada en sede civil, como la misma es individual, solo beneficiará al acreedor demandante (art. 342 e.e. y e.); pero si la demanda fuere interpuesta por el síndico de la quiebra, la sentencia Vicios del acto jurídico 385 benc.ficia a todos los acreedores que hubiesen verificado sus créditos en la misma_ (art. 120 ley 24.522 de Concursos y Quiebras), debido a la Uillversahdad, característica propia de esta clase de juicios. ~º) Entre el acreedor demandante y el adquirente demandado: ~n pnmer lugar, este último puede ofrecer el pago de la deuda del deudor fraudulento o d~r garantía ~uficicnte de pago; si el accionante acepta, en:(mces, se extrngue la acción de fraude dado que para él ya no habría dano (art. 341 e.e. y C.). En segundo lugar, y en caso de que el juicio haya llegado hasta la sentencia condenatoria, una vez pagado el acreedor demandante, si del producido quedase algún remanente, éste de,be s~r pag~do al d:n_1-andado, porque si bien la enajenación fue impugnada, s1gu~e s1end? va~1da entre partes, y aquél como tercero adquirente, es dueno del bien eJecutado forzosamente; además, porque como la acción de fraude es de carácter ejecutiva y no conservatoria del crédito el a~rcedor def:audad~ sólo puede reclamar hasta el monto de la deud;, y ejecutar el bien enajenado hasta ese límite (art. 342 e. e. y C.). 3º) Entre el deudor fraudulento y el adquirente demandado: como el acto fraudulento es declarado inoponible, sigue siendo válido entre. las partes ( deudor y adquirente). Cabe distinguir si el tercero adquirente es de buena o de mala fe, lo que dependerá si obró O no con do_lo, es decir, si no fue cómplice del fraude o todo lo contrario. En el pnmer caso -si no fue cómplice- el adquirente demandado podrá reclamar al deudor fraudulento la reparación de los daños y perjuicios que ~a situación fraudulenta le ha generado; pero si fue un tercero adqutrente de mala fe, entonces, no sólo que no podrá pedir al deudor fraudulento indemnización alguna, sino que además es solidariamente responsable frente al acreedor demandante cuando la acción no prospere, porque los terceros s,u?adquiren.tes demandados eran de buena fe y el acto por el cual adqmneron el bien lo fue a título oneroso (art 340 tercer párrafo e.e. y e.). . 4º_) Entre el acreedor demandante y los terceros subadquirentes: los mismos efectos que se producen entre aquél y el adquirente señalados supra. • 5º) Entre e_l acreedor demandante y los acreedores del adquirente ~emandado: si los acreedores del bien enajenado en virtud del acto fraudulento lo hubiesen ejecutado de buena fe los acreedores del adqmrente demandado (no sabían, ni podían saber ni debían conocer de la situ~,ción de insolvencia que tal acto produjo en su deudor), entonces, la acc10~ de fraude no prosperará contra ellos dado que el fraude no le es opomble (art. 340 último párrafo e.e. y e.). J. Manual a'e Derecho Privado ~ Parte General 386 Vicios del acto jurídico Comparación entre la accíón de simulación y la acción de fraude Aspccloa a l Acción de Simul11;tlón cmuparnr. 1 i lG)Aetosque pueden m1¡mgnarne 2~) Furuiamcmo del;, aedón 3") Fm de la aecion l 4~·1 ;,Qm: ili:oc 1 pm!mm:? Trn.k1 &tt! j\lrl<iko ;:ip¡¡rente e:i todo o er. pm-te. si:u que vk,!e 13 k;y o ¡m:xlw.c:i. un TodQ l!eto jurldleo ua! y válido l.'lúre ! W:rn:for p.1rte,~, pero que prnduze;, daño a terceros, daño. Violación dd pnneipio de buena fo al '. Vlóladón del principio d~ butna fo nl -fuhearse ;:n iodo o en part\: lu rc.alxlm! de bu=ii el deudor J>1!\3'1!ditar a su i1e1<;<.--dor, kh hcclios. imptffümdo que tsk eobre su eWdito La m1lida.d ód acto sirnu!m:lo La inoponibihdad del ae\<1 frnuduknto. Que detrás dd ..:cto 1,Jlm,!ad,::, de m;m,:rn absotuta, oo hay ningiln m:to; y ~i !¡¡ UlS req,fr¡¡itos genernles para tOOO acto furu<lulenío y, los especiales -segun que ~te s1mi.lanión fuere relativa, que lllllga a la sea oneroso (l gratuito. En el r,rimu caso, atkrnb d,;I daño y dd dolo del deudor, J¡¡ !u:r e! acto real, poniendo er. ev:idcncm las cl~mdas verdaderu Ó;_lqmc, a;;recdor. sin imp,:,rtar a qué categor!a perle= {si es quirografu:rit1 o \ común, es decir, sin priv1fog.io), u si es con privilegio. cotnpliddad dd t.:m;mó. Sobre esto {!l1ll'no, la ley oonsagra presunciones a favor dd -· Código vi;!Cl$ll1., fort. % l) sfllo d nc~r <¡uirogn,furio n eomfm. La doclrim1 roodcina ¡x,nicmlo el aci;,ntC1 en d d:afü.l mrlrióo por et acrecrior-causildo por 111 lruwlveneia genernda o agravada por d acto fu.udulento 'f presdm.henrlo de la ,;:atl'gurln j a la cual ¡,ert..,4':tte (si licue o no privHegi0). enterAió que ellah:¡.mcr acreedor puede ¡ dcdu..--ir l~ acción. Este oiterio es seguido en el ce y e (mt '.B8.). Pcr lo tanto, pue~ deducirla, lús ¡¡creec\ores quirograúnios o romunes ;r l\)s a::r«oon!s coo pnvilegfo Como se bus.ia dcwrmirmr el activo real Como el acreedor huaca cobrar su trt!dito del deudor, el t00ntú a demandar ejci:uw;ó,:, el bien que reaimwte safüS del dependeri 1iel va!nr &1 bícn o \,iene~ que activ." "".lrimonial tld dcm.lnr, el montO de 'hnh!t'Ser. :mhd4 de fTTl.ldo aparente di;! fa derr.unda ~e debe e:demler al monto del JXltlimOIDo dd deudor, _ crédito 1mpagv del rleudor Como la nec\on tieiw ez.ricic:f \ Reglagrnllfflf:el .:rt&to¡x,r el cnal ~e oor>Aerva1orio del rn.,"11\'o patrimooia\ del , ac-ciooa dcllc ser de fecha anlerior al ácio deudor, es Indiferente !a ft'Cha del crédito ; ftaudulenw, porqui:: <.:l activo ,k:1emnnanlt de .quí,:n w:dona; f)(lf" ttlll!O, f)\lede ser i en ia garanda es el que (é:Ü;1ia al t11:mpo d..: americt o poslerior. t.l"lntrJ/lar con el deudor frnurlulctito. l Excepci6n:-sigulcw:io a! Códign vehmmo 0 I 74 ) Fecha de! c1édiw. in,rclYl.'rlCia <:ki rl,mdnr. darfo qu¡:, la t1cc16n e10 con~e:-vntnrüi dd cr&!ito. 1 Se traln de una acción C)«l4t1va f"("lfl¡lie el l!cree<;lor lmsca rnbni, fü ellidíto impago. qne no !U! po<licló pen;ibirJ,"'flnJ_uc el ílrto ¡ ftau<lulcrittl causó In mwlvcncm del tkutlnr. i o la agravó alln más, En la insolvencia ~e ; m1m1fi~a el daño al ¡¡¡;r,;,,dor defrJudado o/'¡ Exigibiii&d S,:, ¡:mcúc ;,n:iomir 1mw; del vot>Cimienlo ~ ITI!ta de mm =im ejec-u!ivil. porquo ,11 j1 dd cn,'<liw dei fMgn del o&líto, porq11.:: la llOOón es acn:c<lor buSt;a wl-im;;u crtd,10 medfontc .::OITTU'llltoria del mism1J. úaOO r¡uc ;;e la CJIX{lcitm D venta fonx1d11 j11didu!mt:Ne misca preservar (rol'!:<1s:rvar) d 1lC!ivc del !mm erui¡enado ffil\Jdolentammi.ic. Par/\ CJ'X\ltable del demior Puede pia.,tearse q,.•u;: [!{;ll )lrnceden1e cntnnC<'s, t;; 1:wes¡rno el et"IJN1tec; com(l \))l¡j ¡¡n:ijj&,i- PfCClllllOria. vem:-i,r;icnw del pago de ta tleoda, o en ('ll1K!, qne :m h11ya vpCTado la ca<lw:ídad riel ¡ilew (sih1:1citin -espedal prevista e1~ 1a !"y en la que fo OOhg.ru:ión e~ e:.1gib!e nnles de su vencimirnto). E,remp!o- de esto Ultimo, °es que el ae-\o fmuih1lcn10 produc,:: fa i:aduc1dsd de rodas las deudas que tenga d ili,,<lQf aunque !t1s miu-oas ei,tén pcndten!c de pag-0, y aUn nC1 -~cim exigibles. cito asi, por !a msolvtntfa o agtav:imrento de efü que aauél p;,;xlucc_ ; C,;,mo se trata de <m!! acciNl / Cc,mi !aac.-:i<m e:i t:Jetu!!,a, fu;in\e a Jos de !a \l«:<i>n per cvnservatona y n,:, e;t0.1l!va del crédito. ·1 n:wJes, el mcoor p11ede ser qu., rl !eft;e.ro el Jcmílnd&1(,_ el tercer,;, dcm;i:miadl} no r,odrá ofrecer al demantlado pague al llcreedor dem1md1mrn acreedor tlcmanda.'itc, el pogo do !a ! J¡¡ d1;1,1da de w deudor, ◊ b- dé gi,.111J1tia deuda ele le ◊lrn parte (JemJurj, y coo ; :mficicnie, en cuyo cru10, la acción se elfo, f'(lncr fin t1! juido. 1 e;,;:tinµI.W (a,L 34! CC. y C; art_ %6CC 1 rlc Véfo;;:), ! l ºJ F.f~tes de la Como la .'.!aoc1fui e; la nulidad, lW 1 Co~ !a. Mr.c:ifln eo la inGp.0111b1!tdm:i, s: [a 1 , sen.cnern, beneficia nn ~olo ,¡nfo.11 demandi,, sino ' ll!X!Otl fin: en sede c.ll':l, &<:i!o h,mefkia a to.fo tertcro mtilcNM11.fo. quien demandó;_ pero, sí fue dcducrda por d sinthco df. la {lt1•ebra. se !wndlcnm tOOos los acreedores r¡ue verificaron su erédí1,1 u~) Ptc!/Cfl¡x:100 PlHn:,, 2 ¡¡fios, s,:;a fa dl'Om;:km rw las J'Jaw: 1 años {R"rl. 2562 me. rcc. y CJ; <:!e fa .atx:ílfl:\, panc~ o pot !o;; sc1ceror (m. 2562 C.C.) C6mpJtr> de-.' pi."iZ<Ji 1fos<lt t¡tm -~" qoooci,:\. o C). puci<J c1moccr el fraude (att 256J ínc. fC.C. yC) 1 Có;r,rv!<1 dd pl.;¡,m:;,j aceil'D c-otrc ¡ part-e-s, desde que rtqueritla una de ellas, ¡ M' neg{; R dejar .~in di•T;!0 e! aclo fllti.iüado (an_ 2563 im.: !, C.C y C.); b) 1 .\'\CT'!Ófl pnr lerceH1t, rl,:-s<le quc d tercero ¡ conemv o pudo nmm:,:1 fa ttrimlación : l(art.25éJffif\tCC.yq, J l ,u. delllflndauté. Si el a,;:to fraurlulct110 e1 a título gratuito, sólo akania coo proforr e-J \ 5~) Lcgítírrmci6n activa. 1 No t$ ri.:quisito de p,""Ocedcncia la 387 l ! (art, %3) el crédilo puede w de fo:IM poi1cnor si nació de ct-ndUCla> realizadas por el óemk>r TTill e! propó~iro de defr;;utizr \! futuro¡¡ acreedores (i;rt. 339 lne. a e.e. y('.) IV. LA LESION 1. Concepto La lesión es ei daño emergente de un acw jurídico a títuio oneroso en el cual hay un desequilibrio importante en las prestaciones que no f 388 Manual de Derncho Privado - Parte General tiene justificación y que deviene del aprovechamiento que ejerce una de las partes sobre la otra, que se encuentra en inferioridad de condiciones (Rivera). De este concepm amplio se infieren las dos clases de lesión: la subjetlva y la objetiva~subjetiva. En la primera, la tipificación de l:a figura radica en ..:ondudas y situa~iones de !:.is partes {aprovechamiento de una-lesionante-, inferioridad de la otra -vktima-), de las cuales se produce ur. daño, En ia segunda, la figurn jurídica se constituye no sólo por ]as conductas y sítuaciones de las partes, sino también por e1 desequilibrio ínjustifü.:ado de las prestaciones, Precisamen"te, es en ese desequilibrio injustificado donde se evidencia el daño causado a la víctíma. En definitiva, la lesión es un vicio del acto jurídico porque el obrar del lesionante es de mala fo, } genera daños a la otra parte que es el lesionado. Se encuentra legislado en el art. 332 C.C. y C. En el Código velezano, dtcha figura no fue incluida de modo específico, y las razont:s de tal decisión fueron hechas expHcitas por el codíficador en la parte Gnal del último párrafo de la nota al art. 943 que expresaba: ((.,,Fina1mentc, dcjadamos de ser responsables de nuestras acciones, si la ley nos permitiera enmendar todos nuestros errores. El c0nsentimiento libre, prestado sin dolo, error ni violencia y con fas solemnidades requeridas por las leyes, debe hacer irrevocables los contratos,>. El codificador realiza una vehemente defensa de la autonomía de ln voluntad como fuente de fa obligatoriedad de los contratos. Dos personas que negocian todas las cláusulas del convenio y mantfiestan su voluntad con discernimiento, intención y Hbertad 1 deben quedar obligadas por este a-cuerdo como a la ley misma, idea que luego fue volcada por ei codificador en el art. 1197. Cabe señalar que ya en ln época de entrada en vigencia del C.C. (año 1871) el modelo de negociación perfecta y paritaria, con parres con igualdad de discernimiento, intención y liberfa<l era una ficción que no se correspondía en muchos casos con la realidad, en 1a que se daban casos en los que una de las partes obrando de mala fe se aprovechaba de la inferioridad negocial de la otra, obteniendo para si ventajas patrimoniales excesivas y sin justificación, Por esta razón, pese a la falta de recepción expresa de la lesión por Vétez Sársfield, ésta fue admitida .:orno vicio de los actos jurídicos de müdo gradual y progresivo por la jurisprudencia, quien justificó y funda"' Vicios del acto jurídico 389 mentó .sus decisiones en el arL 953 del Código Civil, que regulaba las cond,cwnes de, validez respecto del objeto del acto jurídico, puntoalmente cuan~o en aquel se aludía de modo implícito a la moral como un limite a I~ elección o. d_eterminación que del objeto realizaran las partes del acto. Estos reqmrnos se encuentran establecidos en el art. 279 C. e , C' l 1 d'J• . . ' ., en e ~ a 1 ·erencrn del art. 953 Cltado, se hace referencia de ·manera expl 1cita a la moral como límite al ejercido de ]a autonomía de la voluntad de las partes Y con relación al objeto del acto jurídico que celebren, q: Con la ley l7.7ll de 1968 se modificó el art. 954 del Código velezano. que_ ~ partí~ d:l segundo párrafo y siguientes receptó de modo expreso la Jes10.n subJcttva-objetiva~ la que requería necesariamente de componentes, v1.ncuiados a las partes (subjetivos) y a fas prestaciones que hacen al ob3eto del acto por ellas celebrado (objetivos). En ei Código Ci v![ Y Comercial, tal como se señaló supra, esta fig~ra se ~n~uentr~ kgrslada en el art. 332, que recepta igualmente la lesión subJettva-obJehva. 2, Requisitos objetivos y subjetivos Como ya.an.tícipamos en el punto anterior, fosrequísitos de la lesión son tanto obJetrvos como subjetivos. Los primeros se refieren a un aspecto_ central en los actos a título oneroso, cual es el equilibrio de las pres:tacmnes. _Los segundos se vinculan a las conductas o situaciones de las partes al tiempo de la celebración del acto jurídico. a. Requisitos objetivos l ',) De.,·eq1~i~ib~io de las prestaciones: en los negocios a título o~er~s? el eqmhbno de las prestaciones lo detenninan las partes en CJ~rcJcw de la autonomía de la voluntad, Analizado externamente el º?Jeto del acto, puede int~rpretarse que hay equilibrio entre Ias prestacw~:s o tod_o lo cont~an.~, por~ue sus vaJores no son parejos sino d~s1guales, y tai aprccrnc10n sera enteramente objetiva, teniendo por eJer1:P!º en cuenta ~1 precío que existe en el mercado de los bienes 0 servw1os que constituyen el contenido de tales prestaciones. En este Manual de Derecho Privado - Parte Genera! Vicios de! acto jurídico último supuesto, podría configurarse el vicio de lesión, por cuanto 1a ley exige como uno de sus requisitos que haya tal desequilibrio, aunque por si solo no alcanza para tip1fícar esta figura. a las conductas .Y ~it.uaciones particulares de las partes, al ticmp-o <h: celebrar, el ,acto Jund1co en cuestión_; en tal sentido. se distingue por un lado, ai teswnante y, por otro. al lcs10nado o victima. 2°) DesequUibrio evidente: en cada caso, de acuerdo con el tipo de negocio de que se trate, y teniendo en cuenta la regla que rige en la economía de mercado de oferta y demanda, se puede inferir cuándo e! valor de las prestaciones a cargo de las partes no guardan entre sí nn equilibrio razonable, sino todo lo contrario, y tal lnformació11 es clara, indubitable, está a la vista, es decir, es evidente por sí misma con sólo conocer el precio del bien o servicio en el mercado y compararlo con el expresado en el objeto del acto jurídico celebrado por las partes. V .gr. un auto que en el mercado de bienes o servicios, tiene un vaior de $ 50.000 en plaza, en el contrato el valor expresado es de$ 30.000. Es indudable que al menos algo extraño ha ocurrido en ese negocio; sin embargo, todavía no se puede concluir que se haya configurado el vicio de lesión. l º) Del lesionante: la norma alude a qm.~ ,< ... una de las purtes exp'.otando'°.)'·. La expresión <texplotando;, refiere a explotación, es dec1r, a :m~ actttud abusiva; ésta se puede apreciar en primer lugar, en el conoc1m1ento que tenga el leslonante de la situaclón de inferioridad de 390 3º) Es condición necesarfa que el desequilibrio sea injustij/Cado, lo que podrá determinarse o inferirse de las conductas de las partes (requisitos subjetivos exigidos por la ley). En el ejemplo, si el vendedor toma la decisión de vender a un precio inferior al que existe en el mercado, pero sin tener la influencia de la parte compradora, que para nada influyó en la determinación de dicho precio, el desequilibrio estaría justificado porque deviene de la propia decisión del vendedor, quien quizás pensó que de esa manera logrará vender con mayor rapidez; lo único que hizo el comprador fue aprovechar la oportunidad que le brindó el mercado de autos usados, Cosa muy distinta sería si el vendedor ofrece el amo a$ 50.000 y el comprador sabiendo de Ja urgencla, necesidad o apuro para vender del dueño del auto, Je hace una contraoferta diciéndole que le pagará al contado'$ 30.000 y, debido a la urgencia, el vendedor decide aceptar, aun sabiendo que está_ perdiendo dinero, precisamente por su estado de necesidad. De no existir tal urgencia, el dueño del auto podría haber negociado de otra manera y mantenerse en el precio original b. Requisitos subjetivos Del primer párrafo del art. 332 del C. C. y C. se pueden extraer los requisitos subjetivos, que taí como se expresó más arriba, están referidos 391 1a victima. Y, en segundo lugar, en fa determinación unilateral del valnr de las prestaciones hecha por el lesionantc, logrando que el desequilibrio entre ellas sea a su favor de manera significat?va, , Ya se señaló más arriba que en los negocios a Htulo oneroso la detenntnación _del valor de las prestaciones es consecuencia del ejerc/cio de 1a au:onomia de la voluntad de las partes; sin embargo, esta libertad reconoc1da por la ky no es absoluta por cuanto fa misma establece e impone límites tales corno, no ir en contra de la ley o de la moral O de las buenas costumbres. ni perjudicar derechos de terceros {arts. 9, 1o, 11 y 95g e.e. y c.). En el caso de lesión. quien 1-<expfota>) la situación de inforioridad pattieular en la que se encuentra la otra parte, se transforma en lesionante, Ysu obrar es de mala fe, porque al aprovecharse de la desventaja en la que se encuentra la :kt1ma 1 abusn de e-Ua. detcrmJnando o es.tabJeciendo de modo un11ateraí e1 monto desproporcionado de las prestacíones, siendo por lo tanto a su favor) tal dctcnninaciótL Ese proceder es deshonesto v de-sleaJ, actitudes que sirven de fundamento para calificar dicha conduct; como de mala fo. V.gL María pide dinero prestado porque necesita pagar una ab~ltadu deuda a punto de ser ejecutada judicialmente y, dada la urgencia Y la premura, no anallza c-1 monto del crédlto, no cuestiona los intere~es que ¡nc!uso superan los que se cobran para ese tipo de operación fi~anc1era en el mercado. Entonces, aunque es consciente de que paga de mas, toma el préstar~_lO, pero quien se lo da sabe de esta urgencia y, aprovechándose abusiva.mente de ella~ Je pide intereses superiores a los que se cobran :n el mercado, Lo más probable es que Maria de no encontrarse urgida por la situación, no tomaría et préstamo en esas condiciones, y buscaría otro oferente- y con más tiempo, 2º) Del lesionado: la otra parte es victima por encontrarse en un estado de inferioridad con relación al lesionante; si bien la norma (art, 332 primer párrafo_) no hace mención expresa a tal situación, se la infiere de la mención en ella de tres estados espedalcs en tos que ;e encuentre la part~ afectada al tiempo de celebrar el acto, ello así cuando fa 392 Manual de Oerecr,o Privado , Parte Gellerat disposición .\cgj] alude a <<.. la necesidad, debilidad síquica o inexperienctu de la otra (parte) . . ,: (agregamos nosotros). El Código Civil tamblén se!laló las tres situadones especiales en que <lcbia encontrarse 1a parli; afoda<la para ser ¡;onsi<lcrada vkthna de lesión v se alud la :1 b <C. necesidad, ligereza e inexperiencia,,.,;. En el nue~·o Código se repiten ias dos primeras, pero con n::!a..;ión a la segunda se alude a la dcbliidad síquica. La necesidad es la urgencia que priva a lu victima de Ebcrtad para m-:2:ociar. aunque tiene conciencia de que en otras circunstancias no cci~braría el acto jurídico en cuestión, lo hace presionado por las circunstancias personales, de las cuales se aprovecha el lesionante que, por ellü, obra de ma1a fe. No es necesario que se trate de un estado de necesidad en sentido técnicu. La debilidad síquica es la segunda situación de inferioridad á _que alude el art. 332. Para clarificar a qué se refiere la norma con dicha expresíón, es útil mencionar ci art. 954 del Código Civi: que aludía a «iigereza:,} como d segundo estadu de inferioridad negocrnL En ia düctdna jtttidica de modo mayoritario, se scñalü que el estado de ligereza refiere a una cierta <lebilidad psíquica o rnei:tal y ta~1bién a un desQrden de ta conducta a cautrn de ciertas patologias (Mo1ssd de Espanés), Adviértase entonces que para los juristas, las expresiones ligereza y debilidad psíquica son equivalentes, Ahora bien, el art. 332 del C.C. y C. que regula la lesión, tal como se expresó supra, no se refiere a la ligereza sino a ia de.bili~ad psíquica mental como segunda situación de inferioridad de la víchma. Cuando ia normn aiude a <.:debilidad psíquica», a nuestru entender no hay dudas i.lllt: nos remite al caso de aq_ueHa pc:sona que tiene .una Hmitación en las útcultades cognoscitivas y;o emocwnales, y ta misma puede darse de modu tempora1 o trnnsirnrioJ pero también prolongado o permanente. Cabe pr~guntamos si el Código Civil y Comercial nos aclara el ¡o-nificado de ta expresión ,,debilidad psíquicaH. Para responder a este 5 in7errn·t;mk rnsuha de suma uti lida<l recordar el análisis de 1a capacidad Je eit.•r~icio realizado en eapilu1os anteriores. En tal sentido, el Código unificado, consagra como principio generai e1 de la -capacidad de ejercicio Je la:, persona:> humanas, al establecer qu~ las Hmita~io.nes a dicha aptitud son de carácte-r excepcíonal (art. 3 t, me._ b). As11ms1~0, recepta dos principios sobre esta materia; el de la capacidad progn:s1va para los men0res y el de la capacidad restringida para las personas mayores enfermas mentales o -con adicciones (art. 32). 0 Vicms de! acto juridico 393 La norma no nos dice expresamente qué es la debilidad psíquica o mental, pero sí refiere a distintos grados de alteración mental, los que se manifiestan en la ínsuficiencia de la persona de cuidar de sí misma y/o de sus bienes, y por ello, de acuerdo al grado de dicha alteración, tendrá la asístencia de uno o varios apoyos o directamente d:;: un curadoL En esta línea, podemos apoyarnos en lo que dispone el art. 48 que regula la inhabífüación civil, dadu que nos brinda una descripción general de !o que es una persona discapacitada, y al hacerlo) conecta esta condición a 1a que tiene una persona con debilidad mental o psíquica. AqueHa norma expresa:,<. .. se considera persona con discapacidad, a toda persona,que padece una alteración funcional permanente o prolongada, física o mental, que en relación a su edad y medio social lruplicu <le:-.vcntajas considerables para su integracjón famíliar, social. educacional o laboraL .->> (to rcsahado nos pertenece). Esta conexión no es caprichosa. dado que 1a expresión ,<discapacidad mental>> refiere a la de <<discapaff ciclad íntdectual y/opsicosocial», empleada por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad ratificada por ley 26.378, que tiene rango constitucional (art. 75 inc. 22 de la C.N.). Hoy ya no se habla de personas con enfermedad ment~l (debHidad mentai o psíquica) sino de personas con discapacidad intelectual o psicosocial. Por lo tanto, el art. 332 cuando se refiere a la debilidad psíquica, alude a estados de hecho que se caracterizan por una situación de deblHdad o de ínferíoridad mental que Heva a la persona a realizar un acto que le resulta petjudicial en razón de no poder <~comprendern sus alcances o efectos, manifestando a través de esa conducta, irreflexión. Esa debilidad mental puede tener cualquier procedencia, io importante es que coloque a quien la padece de modo temporal o en forma prolongada, en una situación de inferioridad que es captada por la otra parte, quien obra <le mala fo, dt:: modo deshonesto y desleal; porque se aprovecha de quien ta padece y circunstancialmente -:ontrata con él. convirtiéndola en su víctima, por-que taf como ya se scña1ó, in lesión tiene componentes objetivos: el <lescquilibrio de las prestaciones excesivo, evidente e injustificado, que deviene de la explotación que llevá a cabo el lesionante de la deb,lidad mental de la otra parte. La inexperiencia tíene que ver con la falta del conocimiento qut se obtiene con la práctica de los negocios; el no conocer el mercado o la praxis, coloca a la persona en una situación de inferioridad. Así 1 por e.Templo, el señor del campo que viene a comprar departamento para su hijo estudiante y le venden un inmueble~ abusando de su falta de 394 experiencia, ubicado en una zona alejada, sin perspectivas de renta o de solucionarle el problema de viv\enda, En definitiva, en cada caso, deberá acreditar la víctima cuál es fa causa por la cual no pudo negociar en igualdad de condiciones con el leslonante, 3. Prueba El tercer párrafo del art. 954 del Código Civil consagraba una presunción en el sentídn de que se considera que hay aprovec~amiento si hay desproporción evidente e injustificada de las prestac10nes. Es decir, que de configurarse !os requisitos objetivos, la ley liberaba a la víctima de probar el aprovechamiento del lesionante, invirtiendo la .carga de la prueba en contra de éste, quien para liberarse de responsabthdatl debía probar que no hubo aprovechamiento. Estas presunciones e inversión de la carga de la prueba han sido receptadas en el arL 332 C.C. y e. y, en consecuencia 1 la víctima deberá demostrar sü situación de inferioridad, es decir, su necesidad, su dehiHdad síquica o su inexperien~ cía, por un lado, y el desequilibrio injustificado y evidente de las ¡: prestaciones, por otro. r 1 lr 4. Efectos de la declaración 1 1 ¡: 1: Vicios Cltd acto juritlico Manual tle Deroch,o Privado - Partil General 395 lograr el reajuste equitativo de Jas prestaciones y., de esa mai10ra. conscrvur la eficacia del acto celebrado pero. rorrigicndo e! defcct~ constitutivo en el aspecto objefrvo~ para que de esa manern, el -dafio causado quede reparado. Asirnismo. si la victima decide de.mandar la nulidad, el iesionante demandado puede, al contestar la demanda, ofrecer el reajusíe de las prestac-íones) en cuyo t:aso, la nulidad pedida por el l~sionado no prosperará por imperio de la ley (art. 332 cuarto párrafo) que prevé en éste supuesto la transformación de la acción de nulidad en accíón de rcajllstc. Ello se jusrifü;a desde que de modo tácito el demandado <>S1á aHanándos:e a la <lemanda o reconociendo la existencia de la explotación a él imputable. y al ofrecer cI reajuste, está üfredendo reparar el daño, y con ello, la acción de nulidad carecería de fundamento, porque como se ha visto en otro capítulo, la nulidad por la nulidad misma, nunca es procedente judidalmcntt\ salvo que de la misma devenga da,ño. Estos efectos son iguales a los previstos en el Código Civil> la única diferencia sc.•, encuentra en que en éste (arL 954} se señalaba el plazo de p:escr_ipción de la acción en 5 años, mientras que en el art. 332 sc_guarda s1lenc10 sobre eHo; de ahí que debamos remitirnos aí capitulo específico que regula la prescripción liberatoria. 5. Prescripclón de la acción El art. 332 C.C. y C. comienza señalando los dos efectos que puede protlucir la lesión: nulidad del acto jurídico o su reajuste. Hemos dicho que la lesión es un vicio del acto jurídico porque compromete la buena fe, condición de validez que debe imperar en toda la vida del acto iuridico, üesde que las partes negocian, lo celebran, lo interpretan y lo ~jecutan. Si hay lesión, el acto celebrado tiene un defecto constitutivo y es pasible por tanto, de la sanción de nulidad, Teniendo en cuenta la cl~sificación de las nulidades reguladas en el Código CivU Y Comercial, hay que- decir que dicha nulidad será relativa, porque el interés vulnerado es de carácter privado o partícular. Declarada la nulidad por sentencia, el aeto queda sin efecto, y por ello, las parte~ deberán restituirse lo que se hubieren entregado, y el demandado debera reparar los dafios causados a} lesionado. Del art. 332 cuarto párrafo surge que el lesfonado tiene otra opción diferente a la nulidad: puede demandar la revisión del contrato para ¡¡ En el nuevo Código el plazo <le prescripción de la acción es de dos años, sea que la víctima demande la nulidad o el reajuste ( art. 2562 C .C. y C. que hace referencia a la acción de nulidad relativa}, Según el cómputo establecido legalmente1 dichQ plazo empieza a correr desde la fecha en que la obligación a cargo del lesionado debía ser cumplida (art. 2563 inc, e.). Bibliogrnlla ÁPAttrcm, Juan Manuel) Contratos. Porte general, Hammurabi, Bs, As., 1997, ts. l y 2. BORDA, Alejandro, <:<.Actos y hechosjurfdicos, La lesión. A 30 años de 1a ley 17.711 y de cara a !as XVlJ Jornadas Nacionales de Derecho Civil», E.D. J79-1067 Manual de Derecho Privado * Parte Generai 396 BORDA, Guillermo A., .Nfanual de derecho civil. Parte general, actua- 1 ' lizada por Guillermo Julio Borda, Lexis Nexis, Bs.As., 2004. Tratado de derecho civil. Parte general, Abeledo-Perrot, Bs. As., 1987, ts. l y II. BllTELER CAcERES, José A., .i'vfanual de derecho civil. Parte general, Advocatus, Cba., 2003. CrruENTES, Santos, Elementos de derecho civil. Parte general, Astrea, Bs. As., 1992. Gurn.st, Carlos Alberto, Contratos civiles y comerciales, Parte general y especial, Astrea, Bs. As., 1992, ts. 1 y 2. LóPEZ DE ZA VALÍA, Fernando J., Teoria de los contratos. Parte general, Víctor P. de Zavalía, Bs. As., 1984, t. 1. LORENZETTl, Ricardo L., Código Civil Y Comercial de la Nación Comentado, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2014. LLAM!lÍAS, Jorge Joaquín, Código Civil anotado, Abeledo-Perrot, Bs. As., 1979, t. 11-B. Tratado de derecho civil. Parte general, Abeledo-Perrot, Bs. As., 1978, t. !l. MA~ruouE, Elsa, "La lesión: concepto - Elementos", In Iure, Revista Científica de Ciencias Jurídica y Notariales, año 1, vol. 2, La Rioja, 2011. Mo1ssET DE EsPANÉS, Luis, <,Los elementos de la lesión subjetiva y la presunción de aprovechamiento (art. 954 del Código Civil)», J.A. Doctrina, 1974. P1ZARRO, Ramón Daniel y V ALLESPINOS, Carlos Gustavo, Instituciones de derecho privado. Obligaciones, Hammurabi, Bs. As., 1999. t. 2. RÉGIMEN DE CONCURSOS y QUIEBRAS, LEY 24.522, COMENTADA, Astrea, Bs. As., 1999. REVJSTA DE DERECHO PRJVADO Y CoMUN!TARIO Nº 1, Rubinzal-Culzoni, Bs. As., 2006. REVISTA DE DEREC110 PRIVADO y CoMUNJTARIO Nº 4, Rubínzal-Culzoni, Bs. As .• l 993. Julio César, Instituciones de derecho civil. Parte general, Abeledo-Perrot, Bs.As., 1994, ts. I y IL Jnstítuciones de derecho concursa!, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, R1vERA, 1997, ts. 1 y Ií. Julio César - MEDINA, Graciela (directores), Código Civil y Comerdal de la Nación Comentado, La Ley, Bs. As., 2014. RIVERA, CAPITULO XII TEORIA GENERAL DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL Maria Virginia Berta/di de Fourcade Sumario: I. Responsabilidad civil. l. Concepto. 2. Funciones. a. Función preventiva. b. Función resarcitoria. 3. Clasificaciones: contractual y cxtracontractual. Unificación y diferencias. II. Presupuestos de la responsabilidad civil. l. Antijuridicidad. a. Concepto. 2. Modalidades de la conducta antijurídica. 3. Exclusión de la antijuridicidad: causas de justificación. III. Daño resarcible. 1. Concepto e importancia. 2. Diversos alcances. 3. Requisitos. 4. Forma de reparación y atenuación. 5. Clases de dafios. a. Daño patrimonial. b. Daño no patrimonial. Concepto. Caracteres. Fundamento. 5. Prueba del daño. IV. Factores de atribución de la responsabilidad. l. Concepto y presupuestos de la culpabilidad. a. La culpa: concepto. Modalidades. Criterios de valoración. Dispensa. b. El dolo. Acepciones. Posiciones doctrinarias. Prueba del dolo. Diferencias entre delitos y cuasidelitos. 2. Factores objetivos de atribución de responsabilidad. V. Relación de causalidad. l. Concepto. 2. Enumeración de las teorías. 3. Sistema jurídico argentino. Distinción con la culpabilidad. Importancia. 4. Determinación de las consecuencias y extensión del resarcimiento. 5. Prueba: principios y excepciones. 6. lnterrupción del nexo causal. Supuestos. Efectos. VL Dall.os causados por personas jurídicas. l. Responsables. Caracteres. Requisitos. Fundamento. Cesación. Bibliografía. 398 Manual de Derecho Privado - Parte Genera! Teoría general ele la responsabilidad civil 399 l. RESPONSABILIDAD CIVIL 2. Funciones l. Concepto La doctrina ha enfocado la responsabilidad en tres dimensiones ven ello abrevaba e] anteproyecto de Código Civil y Comercial. Sin emba~go, la versión aprobada en definitiva establece dos funciones de la responsabilidad civil, la preventiva y reparatoria; éstas actuarán una u otra, exclusiva o concurrentemente, en los casos en que la reparación acompañe a las medidas de prevención. Doctrina y jurisprudencia también se han referido a la institución como derecho de daños por entender que dicha denominación es más abarcativa de sus funciones (Mosset Iturraspe, Zavala de González, Pizarra). Sin embargo, estimamos que la de «responsabilidad civil» es una designación clásica en la literatura jurídica nacional y en la legislación especial y está_ difundida aun para designar, además de la reparación, las otras funciones que comprende el instituto; ello no implica adelantar la preponderancia de factores subjetivos u objetivos de responsabilidad sino que alude a la obligación de reparar daños injustos que pesa sobre el ciudadano. La noción de responsabilidad revela que el ordenamiento jurídico reacciona ante el hecho, positivo o negativo, que quebranta sus normas y por ello obliga a «respondern. Si la reacción obedece a una finalidad sancionatoria, ejemplificadora y predominantemente pública, nos encontramos en el área de la responsabilidad penal, que mira fundamentalmen·te a la situación del «delincuente>). Si la necesidad de dar una respuesta apunta a una función preventiva, reparatoria o pecuniariamente punitoria y predominantemente privada, estamos frente a la rcsponsabílidad civil o por daños, que se centra en la posición de la «víctima». En una noción amplía señalarnos que existe responsabilidad civil ante «la obligación de evitar, reparar o sancionar pecuniariamente un daño injustamente causado o sufrido a cargo del autor o de quien se sindique según las razones de su atribución». El Código Civil y Comercial de la Nación se ocupa de la materia en el Libro III, Derechos personales; Título V: Otras fuentes de las obligaciones y Capítulo 1: Responsabilidad civil ( 1708-1780). Tiene once secciones. La institución designada como «responsabilidad civih1, hace referencia a la «obligación de respondern -como dijimos- y abarca las múltiples funciones que se le atribuyen: preventiva (arts. 1710 a 1713 C.C. y C.) y reparatoria (arts. 1716 y ss.) '"( l) El Poder Ejecutivo le introdujo modificaciones al texto originario del Anteproyecto elaborado por la Comisión. Son sustanciales la modificación del art. 14, la eliminación a. Función preventiva La función preventiva estaba prevista en el sistema del Código Civil de Vélez Sársfield. En efecto, se expresaba que «no habrá hecho ilícito punible para los efectos de este código, si no hubiese daño cansado, u otro exterior que lo pueda causar ... ~> (art. 1067 C.C.). Es interesante destacar que aunque no estuviera consagrado expresamente por una norma determinada, el deber de prevenir perjuicios se encuentra incluido en el orden jurídico argentino; ello es producto de la evolución de la perspectiva del derecho, que se centra en la persona humana y en sus diversos aspectos y también se ocupa de cuestiones cuya turbación tiene incidencia colectiva (como el medio ambiente) o involucra a determinada categoría de individuos (como a los consumidores), áreas en las que la mera reparación, acontecido el perjuicio, no tiene posibilidades de «volver las cosas atrás»< Encuentra fundamento en el completa de la Sección 5", referida a los derechos de incidencia colectiva comprensiva de los derechos individuales homogéneos y de los derechos colectivos (los originarios arts. 1745 a 1747) y la sustitución completa de los arts. 1764 a 1766 sobre la responsabilidad del Estado y de los funcionarios públicos. Asímismo e! Código sancionado suprimió la !Jamada {{función sancionatoria)), llamada <(Sanción pecuniaria disuasiva)), contemplada en e! originario art. 17 l 4 del anteproyecto. La «sanción pecuniaria disnasivm>, también llamada Hmulta civib, -Proyecto de 1998- o «daños punitivoirn o <dndemnización punitiva», es una función sancionatoria y desalentadora de comportamientos dañosos respecto de bienes cuya afectación impacta en !a comunidad y eljuczgoza de atribuciones p,tra aplicar, a petición de parte, con fines disuasivos, una sanción pecuniaria a quien actúa con grave menosprecio hacia los derechos de incidencia colectiva. 400 Manual de Derecho Privado ~ Parte General art. 43 C.N y en la Convención Americana de Derechos Humanos incorporada a ella (art. 75 inc. 22). Por lo tanto, el tradicional enfoque que reducía la responsabilidad a la reparación posterior del daño, debe ser ampliado y anticiparse a su producción se torna imprescindible para asegurar la efectiva tutela de los derechos reconocidos. En tal sentido, la doctrina nacional ha interpretado que «... La función preventiva es prioritaria en el derecho de daños, Los prinCÍpios de prevención y precaución se inscriben dentro de esa función. Dichos principios proyectan su operatividad en el campo sustancial y procesal. Las instituciones que determinan condenas pecuniarias implican una función de prevención general que se adiciona a la jimción de prevención especialN. Desde lo particular se entendió que (< •.• El principio de prevención constituye un principio general del derecho de daños. El principio de prevención comprende, entre otros, el deher de evitación del daño, la acción preventiva y los efectos de la sentencia que ordena la prevención. El deber de prevención del daño involucra la adopción de recaudos razonables para evitar su acaecimiento, la de hacer cesar el daño ya activado, y la de uinhihir su agravamiento); (21 • Esta línea de pensamiento se plasma expresamente en la nueva legislación, cuando se cxplicila la existencia de un «deber» de prevenir los daños, el que responde a la necesidad de .anticiparse cuando «se trata de bienes que no se pueden recomponer fácilmente», como rezan los Fundamentos del anteproyecto. Así, se postula la incorporación normativa del «deber de prevención del daño>> que pesa sobre toda persona, «en cuanto de ella dependa}); es decir, que no a1canza a aquellos que no están en condiciones <le impedir el perjuicio, por lo que no les es exigible. En primer lugar, se tiene el deber de evitar causar un daño no justificado; o sea impedir que suceda y (<adoptar, de buena fe y conforme a las circunstancías, las medidas razonables para evitar que se produzca un daño, o disminuir su magnitud,,. Por lo tanto, se imponen conductas abstencionistas y medidas positivas destinadas a impedirlo. Si tales medidas evitan o disminuyen la magnitud de un daño del cual un tercero sería responsable, quien cumplió con su deber tiene derecho a que éste Teoría general de la responsabi!idad civil 401 le reembolse el valor de los gastos en que incurrió, conforme a las reglas del enriquecimiento sín causa (art. 1794 e.e. y e.); finalmente, no se debe agravar el daño, si ya se produjo y tomar medidas razonables para evitar el agravamiento (art. 1710 e.e. y e.). De manera correlativa al deber de evitar menoscabos, se diseña una «acción civil preventiva», que procede cuando una acción u omisión antijurídica hace previsible la producción de un daño, su continuación o agravamiento, sin que sea necesaria la concurrencia de ningún factor de atribución. Se consagraría positivamente la llamada «tutela civil inhibitoria» como sistema de protección anticipada a la lesión de derechos privad9s (art. 1711 e.e. y e.). Se requiere la antijuridicidad en la amenaza del daño y que éste sea previsible según las reglas de causalidad adecuada con el resultado probable con el perjuicio esperable según el curso normal de las cosas (arts. 1725, 1726, 1727 e.e. y e.). La legitimación es amplia; están habilitados para intentarla quienes acrediten «un interés razonable en la prevención del daño,>; quedan comprendidos los titulares de derechos individuales o colectivos, organizaciones públicas o privadas, etc. (art. 1712 e.e. y C.). Se delinean posibles decisiones a adoptar en la sentencia, de oficio o a petición de parte, en forma definitiva o provisoria, como obligaciones de dar, hace o no hacer. Se ha dicho que esta tutela siempre ha existido, desde tiempos pretéritos, en el campo de un genérico derecho de daños (Bueres). Las normas reseñadas «receptan en sentido amplio las figuras de derecho sustancial elaboradas por la doctrina, la tutela civil preventiva y la tutela inhihitoria, y las de derecho procesal, como las medidas autosatisfactivas y la cautela provisoria, las interinas y las definitivas» y que se trata de normas eminentemente sustanciales o de fondo, pero igualmente adjetivas o procedimentales. Se agrega que ello« ... establece las bases inderogables que deberán respetar las legislaciones locales que regulen sus aJpectos procesales>1 (Galdós). El ámbito contractual también comprende la tutela preventiva (art. 1032 e.e. y C.); pueden mencionarse como hipótesis aspectos vinculados con los consumidores y con la protección de la persona humana y sus derechos personalísimos, entre otros supuestos. b. Función resarcitoria (2) X X!!! Jornadas Nacionales de Derecho Civil, cekbradasen San Miguel de Tucumán, setiembre de 201 1. Tradicionalmente se ha definido a la responsabilidad civil o derecho de daños por su función resarcitoria. En efecto, tanto en lo cuantitativo 402 Manual de Derecho Privado ~ Parte General corno lo cualitativo, prevalece corno «la obligacíón de reparar un daño injustamente causado o sufrido a cargo del autor o de quien se sindique seKÚn las razones de su atribución». Esta faceta de 1a responsabilidad civil es la que se destaca también en el nuevo Código Civil y Comercial que pone el acento en la función compensatoria, a tenor de lo expresado en los Fundamentos del Anteproyecto y Jo que surge del art. 1716 C.C. y C. Del repaso de la abundante preocupación de la doctrina por el terna y Jo resuelto a diario por los jueces, resulta evidente que la reparación de ios daños va acaecidos es una de las cuestiones que más atención demanda d~ los estudiosos y es uno de los reclamos más corrientes de los ciudadanos ante los tribunales. La institución que nos ocupa ha sído delineada como mecanismo para restablecer el equilibrio quebrado por la violación de las normas y la afectación de la víctima, con míras a indemnizarla por las disminuciones padecidas en bienes va1orables en dinero o para dar satisfacción pecuniaria a daños padecidos en el aspecto fisico o en la faz moral de las personas, ya que en general no es posible compensarlos en su misma especie. No obstante lo dicho, tal como se ha destacado~más arriba, las funciones que se atribuye a la responsabilidad civil responden a la misma institución y son complementarias en numerosos supuestos. Así, por ejemplo, la función preventiva y la resarcitoria se advierten en la nonnativa dispuesta para la protección de la vida privada (art. 1770 C.C. y C.); la función preventiva también está vinculada con el operar como disuasivas de conductas gravosas para derechos de incidencia colectiva, tal como se ha destacado (Messina de Estrella Gutiérrez). 3. Clasificaciones: contractual y extracontractual. Unificación y diferencias En principio, la distinción durante años se asentó en el art. 1107 C.C. derogado cuando decía: «Los hechos u omisiones en el cumplimiento de las obligaciones, no están comprendidos en los artículos de este Título, si no degeneran en delitos del derecho criminal». Entendemos que en el sistema vigente subsiste la diferencia conceptual entre la responsabilidad civil contractual y la extracontractual aunque se hayan uníficado muchas de sus consecuencias. Teoría genera! de la responsabilidad civil 403 Existe responsabilidad contractual si se desconocen las nornms plasmadas en un contrato, que es ley para las partes o no se cumple una obligación existente antes de la producción del dafio. Es extracontractua! la obligación de reparar daños que resultan del quebrantamiento de la ley en sentido material; es decir, e1 que deriva del «deber genérico de no dañan,. La tendencia ha sido suprimir las dífercncias de efectos entre la responsabilidad contractual y la responsabilidad aquiliana, hasta donde fuera posible< El Código Civil y Comercial responde a esta línea que ya se preveía en los proyectos de 1987, los de 1993, el de 1998 y el del año 2012 y propone una única reparación. 3, l. Las diferencias entre responsabilidad contractual (arts. 506, 507,508 y 511 C.C.) y extracontractual (arts. 1066, 1107 y 1109, corr. y conc. C.C.) que se presentaban en el sistema del Código Civil de Vélez Sársfield, se evidenciaban en diversos aspectos y algunas subsisten en el nuevo texto. Como veremos a continuación, se unifican la responsabilidad contractual y la extracontractual, aunque manteniéndose vigentes cíertas diferencias de regulación tendientes a respetar la especificidad del incumplimiento obligacional corno hecho generador. La «unificación)) de responsabilidad contractual con la extracontractual parte del principio de «no dañan, (art. 1716 C.C. y C.) y de la reafirmación de la antijuridicidad (art. 1717 C.C, y C.)Y 1• En efecto, en el primer artículo citado entre las normas que regulan la función resarcitoria destaca que la violación del deber de no dafiar a otro (fuente de responsabilidad extracontractual) o el incumplimiento de una obligación (fuente de la ,<contractual») permiten la reparación del dafi.o causado «conforme con las disposiciones de este Códig0>). Por lo tanto, la estructura de la responsabilidad civil se aplica por igual cualquiera sea el origen del daño. La unificación se advierte en materia de prescripción liberatoria. Esta tiene su raíz en la necesidad de dar seguridad a las relaciones jurídicas; la acción para _reclamar el cumplimiento de lo· debido se extingue y el deudor queda liberado de su obligación por la inactividad de (3) Se ha dicho que la solución c¡ue se propusiera unifica supuestos que generaron dificultades serias, como ocurre con los daños a la persona en el ámbito de la responsabilidad contractual, por ejemplo con la responsabilidad médica (Kcmclmajcr de Carlucci). Mar.uai de Derec:w Privado - Parte Genera! T~(n!a general de la responsabilidad civil su acreedor durante el lapso previsto por ley. Se fija un plazo común de tres aúos para ia prescripción del (<reclamo de ia indemnización de daños derivados de la responsabilidad civil>,, (are 256l in fine C,C y C); aunque se fijan otros plazos en casos especíales ( diez añós para la acción por dafios derivados de agresiones :-,exualcs a personus incapaces (art 2561, nárr. l", C.C y C,) y dos años para la acción de derecho común derivada de accidentes o cnfrrmcdadcs del trabajo. o parad reclamo de los dnllos derivados del contrato de transporte (an. 2562, incs. by de.e. y C.), el cdterio no se a.sienta en el carácter contractual o extracontractual de la responsabilidad. Tampoco hay diferencias en la extensión del resarcimiento (art. 1726 ce. y C J que alcanza las consecuencias inmediatas y las medialas previsih!es, tanto en la responsabilidad extra.contractual como en 1a derivada del incumplimiento oblig¡1cional, con alguna excepción que señalaremos. Estas son definidas en e! arL 1727 e.e. y C .• intitulado: Tipos de consecuencias. Sin embargo, el Código unificado discrimina la que llama Ptevisibifidad (_'ontractual. en el art. 1728: .:,En los contratos se responde por las consecuencias que las partes previeron o pudieron haber previsto al momento de su eclebración, Cuando existe dolo del deudor, ia responsabilidad se fija tomando en cuenta estas con<>ecuencias también al momento del ine-umplimiento>>. Se unifo;a la legitimación para redamar la reparación del daño moral (arl. 1741 C.C. y C.) al aludir sin dislinciones a la ,ündemnízación de las consecuencias fül patrimonlalest> tanto parad damnificado directo corno para los ascendientes, descendientes. cónyuge o conviviente, según las circunstancias, si derivarn la muerte o grave incapacidad. Volveremos sobre esto más adefante. Asimismo se dispone que ::;i varias personas participan en la produc~ ción de un daño que tiene una causa única se aplican las normas de las obligaciones solidarias, mientras que si 1a pluralidad deriva <le causas <lislintns, se aplican las de las ob1igadones concurrentes (art. 1751 C.C. y C.}. normu que incluye la responsabü1dad contractual {art. t 716 e.e. y C). En es.ta Urca se ha explicado ¡,que todos los deudores controc- acreedor, la responsabilidad de lus codeudures serú suliduria o concurrente, según los casos, lo que sign?flca que todos ellos responderán por la totalidad de los daños que haya sufrido el so]vens, sin perJulcio de las relaciones internas que, en jimción de la naturaleza del crédito, puedan ejercer entre s[ una ve..:: pagado la indemnización>) (Pica..;;so ). Se pn:.vé. en general, la «Atenuación de la responsabilidwfo, 404 ítwle.~ responderán solidariamente si su crédito tiene una causa única (r.gr. si sus obligaciones surgen de( mismo contrato), _v de manera concurrente en caso (.;Ontrnrio. De este modo, el principio general de lo simple muncomunación qucdu acotado a la pretensión de cumplimiento espcc!fkv, o bien a aquellos casos en que se reclame el contravalor dinerario de la prestación (aestimaHo rei). Pero cuando la pretensión verse sobre los daños st~/Ndos por el 405 Dice d texto legal: Art. l 742: (<El juez al fijar la indemnización puede atenuarla si es equitativo en función del patrimonio del deudor, la situación personal de ta vktima y las circunstancias del hecho, Es,ta facultad no es aplicable en caso de dolo del responsable». En materia de obligaciones, la facultad de morigeración se refiere al supuesto de acumulabilidad del daño moratorio con el daño compensatorio o al valor de la prestá.ción y, en su caso, a la cláusula penal compensatoria, <<sin perjuicio de la facultad morigeradora del juez cuando esa acumulación resulte abusiva» (conf. art. 1747 P. de e.e. y e.). Sin embargo. subsisten regulaciones diferentes en virtud de la distinta naturaleza del incumpHmíento de una oblígacíón frente al hecho ilícito extracontractuaL o Esto se evidencía en: 'a) La antijuridicidad es at1p1ca en materia de responsabilidad extracontructual al implicar la violación del deber general de no daüar (arL 1716 e.e. y C.); pero en materia contractual el daño se produce como consecuencia de la infracción de una obligación específica vincu1ada a la ejecución de determinada conducta (arts. 1716 y 1749 C.C. y C.), b) El factor de atribución en materia de responsabilidad contractual, en la prestación de un servicio o una obra o un resultado determinado, se explicita al hacer ta distinción entre «obligaciones de mediosH y de «resultado;, (arts. 77 4, 1252, 1723 responsabilidad objetiva y 1768 CC, y C. responsabilidad subjetiva), e) Se distíngue entre el valor de la prestación, regida por el régimen dei cumplimiento forzado, y los daños sufridos por d acreedor al margen de ta prestación, cuya reparación responde a la responsabilidad civil (arts. 78!, 838, l 114, 1420, y 1747 e.e, y e.}. d) Se distingue ia edad del discernimiento para los actos ilícítos ( diez años), y para los iícitos ( trece años) ( art. 261 incs, b) y e) C,C. y C.). La capacidad dclictual se vincula con la aptitud para 406 Manual de Derecho Privado - Parte General violar la norma; mientras que la negocial está ligada a la capacidad para crearla (Aguiar). No obstante se advierte que debe estarse a las previsiones especiales. En aspectos referidos a 1a capacidad, no obstante los términos legales, se ha recibido fuerte influencia de las pautas contenidas en los tratados de derechos humanos incorporados a la Constitución Nacional (art. 75 inc. 22). A tales efectos debe destacarse la Convención sobre los Derechos del niño, cuyos principios se receptaron en la ley 26.061 al hacerse eco del principio de capacidad progresiva que garantiza el pleno disfrute y el efectivo y permanente ejercicio de sus derechos. Ello también tiene influencia en materia de consentimiento informado a tenor de lo dispuesto por la ley de los derechos del paciente (ley 26.529 y sus modificatorias -L.D.P.-); esta normativa aclara que« ... Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a intervenir en los términos de la ley 26.061 a los fines de la toma de decisión sobre terapias o procedimientos médicos o biológicos que involucren su vida o salud» (arL 2º L.D.P.). Dentro de la menor edad, en atención a la capacidad progresiva, se presume que el adolescente de entre trece y dieciséis añOs tiene aptitud para decidir por sí respecto a los tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física; si son invasivos y comprometen su salud, ponen en riesgo la integridad o la vida, se necesita la asistencia de los progenitores; el conflicto eventual entre ambos se resolverá teniendo en cuenta el interés superior del menor y la opinión médica. A partir de los dieciséis años, el adolescente es considerado como un adulto para las decisiones atinentes al cuidado de su propio cuerpo (art. 26 C.C. y C.). e) Los contratos con elementos internacionales se rigen, en principio, por el derecho elegido por los contratantes y, en su defecto, por la ley del lugar de cumplimiento o, de no poder determinarse éste, la del lugar de celebración del contrato (arts. 2651 y 2652), para los hechos ilícitos se aplica en principio la ley del país donde se produce el daño, independientemente de aquél donde se haya producido el hecho generador (art. 2657). f) En la responsabilidad extracontractual e1 caso fortuito libera al desplazar la autoría a un acontecimiento imprevisible o inevitable; en el terreno contractual exonera en cuanto determine la Teoría general de la responsabllidad civil 407 -imposibilidad de cumplimiento objetiva, absoluta y no imputable al obligado (arts. 955, 1732 salvo las excepciones del art. 1733 e.e. y c.J. II. PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL Los presupuestos o elementos clásicos de la responsabilidad civil o derecho de daños son los siguientes: antijuridicidad, daño, factores 9e atribución y relación causaL Nos ocuparemos de cada uno de ellos de manera que pueda tenerse un panorama general de la institución. Su abordaje integral y profundizado excede el propósito y las posibilidades de este trabajo ya que es atendido por otra asignatura de manera especial. Es dable señalar que Código Civil y Comercial se ocupa sistemáticamente de este aspecto de la materia, tal como lo hemos anticipado, en el Libro ITI, Título V, Capítulo 1, Sección 3" al tratar la función resarcitoría de la responsabilidad civil. l. Antijuridicidad a. Concepto El sentido que se asigna a este elemento de la responsabilidad civil resarcitoria es la de «ilicitud en sentido objetivo». Es decir, resulta de la contradicción entre el hecho o la conducta, positiva o negativa, y el ordenamiento jurídico en su totalidad. La antijuridicidad o ilicitud son expresiones sinónimas. Gran parte de la doctrina, entre quienes nos encontramos (4 l, considera que debe (4) Así lo sostuvimos en BER0OGU0, M.T. - BrnTOLD! DE FOllllCADL, M.V., La responsabilidad civil (Profesionales de la salud Estabfecimiel1fos asistencia/eJ), Advocatus, Cba., 1991, y en Clases de derecho etvil. Parte general. (<Presupuestos de la responsabilidad civil. Enfoque actualizado¡¡, con !a colaboración de G. Rubio, Advocatus, Cba., 1996, p. 134 y ss. r 1 ¡; foorfa. genera! de la responsabilidad civ!! mantenerse como elemento dd instituto la an.üjuridicidad o ilicitud {Bustamante Alsina, Pizarro-VaUespinos, Zavala de González, Mosset llurra~pe, Trigo Represas). Según ia perspectiva tradlcional, si lo violentado es una obligación nacida de un :.:ontrato o preexistente a su vulneración, se estará frente a la responsabilidad contractual; si io desconocido es la ley en s~n_ti.do material y amplio como is:debcr general de nu dañarn, la res.ponsab1hctad st~rá <:xtracontractual, segUn sefíaiamos más arriba; en ambos casos encontramos la anli!uridicldad pues tanto et <,acto Hicito» como el afectada en su salud mental, que daña un objeto ajeno; el hecho no es licito, aunque por su falla de vo!Ulltariedad sea inimputable y no deba responder ante el propietario. No obstante, tal ilicitud objetiva podría determinar la procedencia de una reparación de equidad en los términqs del arl. 1750 C.C. y e. y, en su caso, poner en acto la responsabilidad que involucra a los representantes legales del incapaz, sobre la que no se avanzaría si el acto fuera lícito, Fina!mente, entendemos qHe ia antijuridicidad es un elemento de la responsabilidad civil que comprende todos los supuestos, cualqulera sea el factor de atribución aplicable (Pizarro y Valiespinos, Buerés, Bustamante Alsina). <áncumplimiento obH.gacional» son ,<antijurídicos». ÉHo tanto sí se víolen- i 1 1 r r 1 t 409 Manual de üarechc P-ri"v-ado - Parte General 408 ta una norma jurídica especiul (antijuridicidad fonnal) o.se_ des~onocc el deber general de no cansar daños (antijuridicidad matenalJ; e~ mdependi.entc de la voluntariedad y por ende, este elemento no atiende a la imputabHidad del autor. Así 1a conducta iHcita) por acción u omisión comprende~ por su ob!etiva confrontación con el ordenamiento jurídico, tanto los actos vo-iuntarios como los involuntarios y debe abordarse desde la óptica civil con gran amplitud. Elfo pues so r:csponde al principio consütucional del alterum non /aedere. {<.no dm1~r a los demás,, según ia fórmula de Ulpiano tS! Y la protcccÍón se dispensa a todo interés no reprobadú p~r ley, lo que encuentra su raíz en el art. 19 C.N,, y se refiere a la umdad del orden jurídico por lo que éste se mirn como un todo; lo que es contrario a una determinada rama del derecho lo es par-a todo el sistema. El Código civil y comercial ha explicitado este presupuesto. Dicen las normas respectivas: ArL i 716: ,<Deber de reparar. La violación del deber de no dañar a otro, 0 el incump!inlicnto de una obligación, da lugar a la re~aración del daño causado, conforme con las disposiciones de este Código», Art. ¡ 717. «Antifuridicidud Cuaiqukr acción u omisión que causa un daño a otro es antijurídica s:i no esta justificada,r, En todos los casos será antijurídica la conducta de la persona carente de discernimiento, sea un menor de diez años o una persona ¡ (5) Lx.puc:;h) por la Corlt Suprema de Ju:,th:ía de la Na,.;ión (C.S.J,N., 5/8/86) en d /cadinr:, case, HSa.nta Coloma, Li,\Í:; y otros,;/ ferrnc.arrilcs A1gi:ntinos¡1,J,A, 1986· lV-624. 2. Modalidades de la conducta antijurídica La conducta contraria a derecho puede ser positiva o negativa, como anunciamos. Lo trascendente es que se contravenga el orden jurídie-o como un todo, ya sea desconociendo una explícita prohibición o mandato o vulnerando el genérico y flexible principio de no dañar. Se entíeude que también existe antijurídicidad cuando se transgreden valores o principios jurídicos (Zavala de González). Las formas de actuar pueden ser por comísión, mediante ·hechos positivos o negativos, o por pura omisión (arts. ! 717 y 1749 e.e. y C.). a) La conducta antijurídica o comisión por hechos o por actividad supone hacer lo prohibido: matar, lastimar, ofender la ditrnldad o libertad, etc. Ello puede concretarse por hechos positivos, como golpear y determinar la pérdida de un órgano, suministrar veneno y matar a la víctima, destruir un objeto ée otro, etc, También es conducta antijurídica la que ;dwce lo prohibido>) no haciendo: tal es la «comisión por omisíóm1. Por ejemplo, es matar omitiendo alimentar, o no sumi11lstrarmedicación. etc. b) La omísión pura, en cambio, supone <rno hacer lo debido>'. Esta hipótesis es difícil de discriminar; supone tener una obligación de actuar y se debe reparar cuando se omite el hecho debido. Es frecuente en d ámbito obligacional pues puede incurrirse en incumplimiento simplemente con no cumplir la prestación. En el ámbito cxt.racontraciunJ, en cambio. desde el punto de vista restricto} se piensa en el supuesto del J Manual de Dorncno Privado - Parte Genera\ Teoría general de !a responsabi!idad c!vll abandono de persona u omisión de auxilio (art !08 C,P.) '"· V.gr. Por lo tanto. la conducta que la desnaturaHza convierte el ejerdcio del derecho en abusivo y, por lo tanto, en antijurídico, Según la nonna ~It~d~, ello sucede cuando se contrarian los fines del ordenamiento Jur1d1co o el que excede los limites impuestos por la buena fe. la moral v Ias buenas costumbres.,. (art. 1O2{) párr. C.C y C_). El ejercicio abusiv;; de los de~echos se manifiesta en numerosos supuestos; v.gr. es antijurídica por ab~s.rva la conducta del médico que escudándose en el ejercicio de su fimcwn Y por _un pe_rfo~o i~necesario mantiene desvestido al paciente, en una s~fa hosp1:a1~n~ publica y a la vista <le extraños, con ¡0 que afecta el derecno de la rnhmidad del paciente (Bertoldi de Fourc.ade), • 410 cuando no s.e ayuda a un niño desamparado o a una persona herida pudiendo hacerlo sin riesgo personal, El Código unificado destaca la obligación de prevenir eí daño por io que las omisiones tienen una nueva dimensión, En efecto, como djjimos más arriba. se dispone que «Toda persona tiene el deber, en cuanto de ella dependa, de evitar causar un daño no justUlcadoh y de adoptar, de buena fe y conforme a ]as circunstancias, las medidas razonables para evitar que se produzca un dafio, o disminuir su magnüud y no agravarlo si ya se produjo. Para lograrlo. quienes acrediten un interés razonable, podrán recurrir a la acción preventiva, cuando una acción u omisión antijurídica haga previsible la producción, continuación o agravamiento de un daño ¡conf, arts, 1710, 1711 y !712 C.C. y C,), 3. Exclusión de la antijuridicldad: causas de justificación 411 Las causas. de J_u,stificad,ón. no excluyen la obligación de reparar si el factor de atnbucwn es ob3etlvo porque se refieren a «conductas». b) Legitima defensa propia o de terceros por un medío racionalmente proporcionado, frente a una agresión actual a inminente ilícita Y provocada,' el tercero que no fue agresor ífegiiimo ): sufre dam~s como consecuencia de un hecha realizado en legitima :10 defensa tlenc derecho a recibir una reparación plena'"'.». Es La antijuridicídad, entonces, se presume de todo acto, posítivo o negativo, que cause daño y no esté justificado, como,recoge el art. l 717 C.C. y C., al afirmar que «Cualquier acción u omisión que causa un daffo a otro es antijurídica si no está justificada)). Es decir que ante un resultado daíloso, la conducta deberá justificar• se para salir del área de lo ilícito, El mecanismo es demostrar la existe·ncia de una «causa de justificación». En la actuaHdad éstas se encuentran especialmente previstas: Las causas dejustíficacíón son las enunciadas en el art. 1718 C.C. y C que expresa que {<Está justificado el hecho que causa un daño: a) En ejercicio regular de un derecho, Esta disposición es coherente con ia que podríamos llamar una causa genérica de justifica~ ción en el art 10 C,C, y C., al expresar que el «Ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una obligación legal no puede constituir como iHcito ningún acto. La íey no ampara el ejercido abusivo de los derechos,,,,». (-6) Código Penal, «Art. 108.~ Será teprimldó con múlta de pesos scteclemosdncuenta a pesos doce mil quinientos el que encontrando perdido o desamparado a un· menor de diezallos o a una pe roo na herida o inválida o amenazada de un peligro c-1w!quiera: omitiere orestarlecl auxilio necesario, cuando pudiere hacerlos in riesgo personal o no diere ;viso inmediatamente a la autoridad,, (ley 24.286, 1993). cuando se ~a.usa u~ daño para repeler una injusla agresión. La mayoría de la doc~t?a entiende que el agresor no tíene derecho a reparación alguna .. D1stmto es el c~o del tercero neutra} que se ve perjudicado. No se considera reparable s1 la responsabilidad del autor se funda en causas de inculpabilidad; a meno~ que exista enriquecimiento sin causa. e) Estado de necesidad También está justificado el daño que se causa para <para ev1tar un mal, actual o inminente, de 01ro modo in~v:tnble, que amenaza al agente o a un tercero, si ei peligro no se o:·rgma en un hecho suyo; el hecho se lwlfo just{,ficado únicamente St el mal que se evita es mayor que el que se causa- En este caso el da~n~ficado t~ene dere(iho. a ser indemnizado en ía medida en el qúe e(,¡uez lo cm1s1dcrc equ,tat_1vo)j; v:,gr, quien rompe el vidrio ajeno para salvar a una pe_rsona de un mccndrn, o quien no cumple un contrato por ate~der a alguien que se encuentra en peligro de mue-rte. a raíz de un accidente, El Código unificado al ocuparse expresamente de esta cuestión da r~spuesta a las distintas posiciones existentes en doctrina y j urisprudcncm respecto a la reparación de los dafl-os causados en estos casos. ,-~sí~nisrno .~e m~~iofü1 al «consentimiento}>. Se dice que «sin pe(JUlc;o de atspostczones especiales, el consentimiento libre e inJ,ormado del ~amnificado, en fu medida en que no constituya uua clausula abusrva, libera de al responsabilidad por los daFt-ns Manual de Oerecílo Privado - Parle General Teoría genera! De !a responsabilidad c!vi! derivados de la lesión de bienes disponibles» (art. 1720 e.e. y e.). En efecto~ d consentimiento en materia disponible siempre ha 1<borrado» fa ilidtud del acto que apureciera como Hicho. Piénsese, por ejemplo, el valor del consentimiemo im los derechos de disponer del propio cuerpo, a ·1a imagen o a la imimidud, a la integridad física, o en in práctica de ciertos deportes que implican algún riesgo. El proyecto recoge criteríos ya reconocidos por el legislador en otras á.reas (v.gr., trasplantes de órganos, derechos del paciente) e impone ia obligadón previa de informar de modo que el consentimiemo se presre libremente y con acabado conocimiento de sus consecuencias. Eí c.onsentimíento previo, libre e informado autoriza su efecto justificante. En todüs los supuestos de causas de justificación referidos, el acto aparenta ser contrario a derecho pero no lo es objetivamente, pues éstas convierten en lícitas conductas formalmente iHcitas. Es el presupuesto esencial de la responsabilidad civil o derechos de daños; es decir que si no hay dafio es superfluo indagar Jos otros elementos; ({No hay responsabilidad penal sin delíncuente· no ha 1 respunsabi!idad civil sin v/ctinw)). Por lo tanto !a importan~ía d J. d t . ,, d. ' e su e ermmacton ra 1ca en que fija los Hmites de la obligadón de reparar v <leí derecho a ser resarcido. · 412 413 _De allí que e! concepto de responsabilidad civil se hava delineado a partu de su función resarchuria e, incluso, se la haya de~ominado por este element.o como {(derecho de daños». El inicial principio que apuntara a resa:~rr sólo e.l ~<daño in~ustamente causado» se ha ampliado y la '.csponsab,hdad s~ dmge especialmente a proteger a la víctima del «daño mJustamente sufndon, 2. Diversos alcances 111. DAÑO RESARCIBLE En cua?to a la noción de «dafim> 1 puede ponerse el acento en el derecho lesionado o en la consecuencia de dicha icsión. l. Concepto • importancia En una perspectiva que compartimos í'tt, se afirma que «daño>> es <{todo menoscabo o disminución dtsvaliosa del acervo patrimonial 0 moral de una persona>,. De tales expresiones se ha colegido que el daño es,_ a los fines reparntorios, la consecuencia de 1a lesión a los derechos e m.teres~s de los que es. titular ]a víctima, tanto en sus aspectos patrun?nrnles como no patnmoniales. Se entiende~ entonces, que el daño se venfica en las consecuern:-las de la lesión al derecho o interés am~a~ado por el, derecho y no ~n la lesión misma (Pizarro-Vallespinos, Zavala de Gonzalez, Orgaz, P,casso, Bertoldí de Fourcade). Este es el verdadero presupuesto de la responsabilídad civil; define la institut:ión desde sus funciones preventivas, y resarcitoría ya que en d primer caso se intenta evitarlo en su existencia o efectos y en la función resarcitoria alcanza su mayor trascendencla al procurar «volver las cosas al estado anteriorn o compensar tos pe1juicios sufridos. (<El dw1o es et presupuesto central de la responsnbilidad civil, puesto que sin él no puede suscitarse níngww pretensión resarcitoria; sin que exista pe,:fuicio no hay responsabilidad civil, lo cual no es más que utw aplicación del principio más general, según el cual sin interés no hay acción. Es que el problema de la responsabilidad civil recil!n puede plantearse cuando existe un daño, ya que sólo en presencia de éste d jurfata estará en condiciones de indagar Sí el mismo ji.,e provocado (relación casualj infringiéndose un deber Jurldico (antijuridicidad) y culpablemente (imputabilidad)» {Trigo Re-presas-López Mesa) o por otro factor objetivo, podemos agregar. En la misma noción de responsabilidad civil se encuentra la necesidad de que exista un daño que evítar o reparar. La posición es bien clara: no hay responsabilidad civil sin dafío. Otra, posi~ión ídentífica el daño con la (desión a un derecho subjetivo~,, patnmom~l o no patrimoníal; por lo tanto, se estima qut! la naturaleza derech~ lesmnado determina el daño (Brebbía). Sin embargo, ello 00 es 1mprescrnd1bíe en tanto de afecciones a derechos no patrimoniales pueden resultar perjuicios de naturaleza patrimonial O a la inversa. Una corr,iente que ampifa la noción en cuanto al alcance de Jo tut~l~~o, sost~en~ ~ue «dañm> es la «lesión a un derecho o a un ínterés no 1hc1tm> o «Jundtcamente tutelableH (Bueres. Zannoni), dd (7) En fos trabajos mencionados en la nota 4. 414 Te-oría general de !a rnsponsabilirlad civ¡J Manual de Oerncho Privado - Parte Genera! El Código unificado define al «daño resarcible» ~orno la lesión «a un derecho O a un interés no reprobado por el ordenrumento, que tenga por objeto ta persona, el patrimonio o un derecho de incidencia co]ectÍ\:'ª» (art. l 737 C,C, y C.). De este modo.se abarcan no sólo.los derechossmo también }os «intereses aprobados» por el ordenam1ento Jund1co en eneral O dícho, en su fórmula negativa, «no reprobados>) por éste. I', f ' . Sin embargo, al identificar al daño~lesi6n debe re enrse necesaria~ mente. como otro apartado, a la ,,indemnizacióm;, que alude a la reparación de las consecuencias de la lcsíón al derecho ( esto e~ lo_ que llamamos «daño resarcible»). La indemnización comprende la perd1da o disminución del patrimonio, lucro cesante y pérdida de chance e «inclu- ye especialmente las consecuencias de la violación de los derechos personaUsimos de la víctima, de su integridad personal, su salud psicojisica, sus afecciones espirituales ~egitimas y las que__ resultan de /a inte,.ferencia en su proyecto de vtda» {art, 1738 C.C. Y C.). Al respecto, quien coincide con lo propuesto, ha dicho: «No cabe duda de que el interés es el núcleo básico, no sólo para activar la tutela resarcitoria sino wmbién para poner en marcha las tutelas ·inhibitoria v restitutoria,> y se entiende (<que el daño se indemniza por /as sec~elas, por las consecuencias. No existe Ja_P_ºsibilid~d.de resarcir objetivamente un perjuicio por la sola actrvrdad danosm, (Bueres). Entendemos que, de todos modos, no puede prescindirse de los d~s aspectos reseñados; más allá de las disquisido~es teóneas, la fünc,on reparadora de los dafios se centra en el resarcmuento de l~s consecuencias de la conducta ilícita que ha lesionado derechos o mtcreses que ameritan la tutela del derecho; es decir el daño ~<injusto» qu~ n~ debe ser soportado por quien lo sufriera, Ello pues no todos los padecnmentos son «daños en sentído jurídicm>, v.gr. ios gastos realizados para preparar una materia que se reprueba. e) desengaño afectivo por el amor no cor_res~ pondido; no son' jurídicamente relevantes en tanto deben ser asumidos por quien se siente damnificado. . As! se ha destacado que en oportunidad de referirse a los danos resarcibles, los arts, 1738, 1741, 1744 y 1746 dejan bien en claro que lo que se repara son las consecuencias ~e aquella le~ión •. que se proyectan ora en el patrimonio, ora en la cslern extrapa1r1momal de la persona (Picasso). 415 3, Requisitos Para que proceda la indemnización se deben reunir los requisitos generalmente aceptados en doctrina y jurisprudencia y que se enundan en el art. 1739 e.e. y C. Tales son que el perjuicio debe ser cierto, es d{;.."Cir existente y actual o futuro cmi reladóo al proceso, pero debe darse cc-nidmnhrc o probabilidad cierta de su existe11cia por lo que se descarta el dailo eventual o hipotético, Así, es actual el daño producido por la necestdad de adquirir una prótesis ante la pérdida de un miembro en un niño y futuro será el costo que se producirá por su reemplazo como consecuencia dc1 crecimiento del damnificado. Debe ser personal del reclamante~ por 1o que el daño puede ser directo o indirecto según lo reclame la víctima inmediata de la agresión (dueño del automotor chocado, quien padeció un golpe que de1erminó costos de sanatorio) o indirecto 1 cuando otras personas hayan sufrido consecuencias disvaliosas sobre bienes propios (como cuando a raiz dela lesión al obligado alimentario su acreedor no puede percibir lo debido). No pueden reclamarse como propios perjuicios sufrídos por terceros; ello no significa que sólo <leba sufrirlo un damnificado ya que pueden afectarse, además, intereses comunes o de determinada categoría de personas. Por otra parte, el daño debe ser serio, pues al reclamarse una reparación por la icsión a un derecho o interés individual. el perjuicio no debe ser insignificante ya que ello no amerita la puesta en marcha del proceso, a menos que estemos en el ámbito de las llamadas «pequeñas causas» o {,justicia vecínah> que también merecen atención mediante mecanísmos procesales idóneos para el efectivo acceso a la justicia. Finalmente. el dafío debe ser subsistente, por no haber sído reparado por el obligado. En esta última situacíón no se comprende ei supuesto en el que quien satisface la pérdida es la compañía de seguros contratada por la vktlma; e-n tal caso, la obiigación subsiste para el responsable pues la causa de la obligación, que determlnara la cobertura del perjufoio 1 se encuentra en el contrato cc1ebrado entre el damnificado y ía compañía de seguros, la que puede subn>garse en el lugar del beneficiario y dirigirse contra el autor del daño, 416 Manual de Derecho Pr¡vado - P.arte Gene:rat La nornw expresa:(<, .. La pérdida de chance es indemnizabie en la medida en que su contingencia se_a razonable y guarde una adecuada relación de causalidad con el hecho generador" (arl. 1739). Incorpora, expresamente, la pérdida de la chance,.creación doctrinaría y jurisprudcndal que ameritaba un reconocimiento legislativo. Esta situación supone la reparación de fa frustración de una oportunidad verosímil de obtener una ventaja o de impedir una pérdida, frustración cierta y seria que pueden afectar asPectos patrimoniales o morales de la persona. V ,gr. cuando el hecho ilícito impide presentarse a una audición para elegir los cantantes de una obra o participar de un concurso académico, círcunstancias en las que se tenía (<razonabl~>► probabilidad de obtener reconocimiento patrimorual o de otra índole y siempre que e1 obstáculo haya tenido impacto causal en la privación de la oportunidad. Es dabie advertir que tales exigencias no distinguen, por lo que se predican tamo del <laño patrimonial como del daño no patrimonial 1 también tfosignado como extrapatrímonial o moral. Teoría general di! la responsabiliúad civil 417 5, Clases de daños . . El ,~ódi~o Civil y Comercial cambia la denominación pero sigue Ia drntmcmn consagrada por el Código velezano. Existen, a nuestro criterio dos categorías de daños a las que debe atender la reparación: patrimonial o material o extrapcrnonai y el no patrimonial O moral 0 extrapatrimonial. EH o se aborda como indemnización en los arts. 17 J8 y 1741 ce y e el a. Dm1o patrimonial a, 1. Concepto Los daños patrímoniales son aquellos en los que se produce un detrimento o disrni~ución de bienes que admiten valoración pecuniaria, ya sea por afectar directamente el patrimonio o por afectar derechos en sí mismos no patrimon.iaJes pero cuyas consecuencias tienen incidencia en este aspecto. 4. Forma de reparación y atenuación a.2. Clases y requisitos El Código Civil velezano consagraba el principio de reparación in natura (en especie) y <-<plena», Daño directo." Tales son los daños que inciden directamente en el El Código unificado mantiene el principio pero invierte la regla~ de acuerdo a la experiencia. Se dispone que (<La reparación del daño debe ser plena. Consiste en la restitución de }a situación del damnificado al estado anterior al hecho dañoso, sea por el pago en dinero o en especie. La víctima puede optar por el reintegro específico) excepto que sea parcia! o totalmente imposible, excesivamente oneroso o abusivo> en cuyo caso se debe fijar en dinero. En el caso de daños derivados de la lesión dei honor, la intimidad o ia identidad personal, el juez puede, a pedido de parte, ordenar la publicación de la sentencia, o de sus partes pertinentes, a costa del responsable» (art. 1740 C.C y C.). La reparación plena admite supuestos de lirnitacíón por razones de equidad, en función <le\ patrimonio dei deudor, la situaci~n personal de la víctima y las circunstancias del hecho. Esta facultad no es aplicable en caso de dolo del responsable» (art ·¡742 CC y C). La enunciación referida nos permite una primera distinción. patrimonio; son los que producen la pérdida o deterioro de una cosa o ]a disminución de su valor, suponen el desembolso de valores pecuniarios:. o la asunción de deudas, etc., V.gr. los daños sufridos en el automato~ debido a una colisión y los gastos realizados para alquilar otro; la pérdida <le una suma de dinero como consecuencia de un asalto, etc. Da/1~ indirecto: Es el que recae inmediatamente sobre Ia persona pero ello 1mpacta en el patr/munio, de modo que la lesión a un derecho no patrimooiai <letermína una consecuencia dañosa de orden pecuniario, V .gr. quie.n realiza gastos para rehabilitarse luego de ser atropellado por un autamovtl; la persona que es desfigurada como consecuencia de una mala pr~c:tíca m,éd.ica y pierde su trabajo como modelo fotográfica; los honoranos profesionales que se deben al psiquiatra para superar la <•sinistrosis» padec-ida por haber sido víctima de un hecho delictivo: los ingresos que se pierden para el profesional desacreditado por Injurias al ser abandonado por sus clientes. Maaua\ de Derecho Privado ~ Parte General Teoría ¡:¡enera! de la responsabiflOad civil El Código unificado recepta esta distinción, aunque con expresiones diferentes (arL 1738 C.C. y C.). es co.~síderada la pérdida de la chance por ayuda futura ante Ja muerte delfoJo o persona bajo guarda (art. 1745). A su vez, la indemnización por icsw~cs o mcapac1dad f1s1ca o psíquica permanente, total o parcial, se pre~e como. r~nta de un c~pitai que cubra la disminucíón sufrida para reahzar ac.tw1dad product1va y que se agote en el término en el que razonablemente pudo continuar realizándolas, 418 Los requisitos son los comunes a todos los daños que ya menciona, mos. Es decir, cierto, personal, serio y subsistente. a.3. Elementos del daño patrimonial Los elementos del dafío patrimonial, sea directo o indirecto, están enunciados en el Código Civil y Comercial en el art. 1739: «La indemni1J1ción comprende la pérdida o disminución del patrimonio de la víctima, el lucro cesante en el beneficio económico esperado de acuerdo a la probabilidad objetiva de su obtención y la pérdida de chances. Incluye especíalmentc las consecuencias de la violación de los derechos perso~ nalísimos de la victima, de su integridad personal, su salud psicofisica, sus afecciones espirituales y las que resultan de la interferencia en su proyecto de vi da». De dicha norma se pueden discriminar los elementos del daño que son: El daño emergente: que es el perjuicio efectivamente sufrido. Ello ocurre) por ejemplo, cuando se cubren los costos de traslado y arreglo de! automóvil roto en la colisión; los honorarios médicos y los medicamentos necesarios para recuperar Ja salud, etc. El lucro cesante: que es 1a ganancia frustrada como consecuencia del hecho ilkíto; v.gr. la pérdida de los ingresos futuros como consecuencia de haber debido d~jar el automóvil que se utiliza como taxi en el taller para su reparación; los honorarios no percibidos como consecuencía de la pérdida de la clientela por la difamación, etc. En los hechos pueden producirse ambos o sólo alguno de estos aspectos, tanto desde la perspec1iva del daño directo como-índirecto, que hemos mencionado. Asi, por ejemplo, existirá sólo daño emergente si 1a persona ·puede seguir trabajando; o se dará sólo lucro cesante, si quien fue calumniado no tiene gastos actuales pero se encontró impedido de continuar obteniendo ganancias. a.4. Casos especiales Corolario de la experiencia y para ;,,11perar las discrepancias doctrinarias y jurisprudenciales~ e] Código Civil y Comercial, trata situaciones especiales. Además de la pérdida de la chance, en general, que ya repasamos (art. 1739), trata de la indemnizacíónpor fallecimiento en la que también 419 Por otra parte, al unificarse la responsabilidad contractual y extracontractual esta sección también se pronuncia sobre la admisibilidad de la acumufodón del dafio compensatorio con eJ moratorio i_art. 1747), b, Daño no patrimonial. Concepto. Caracteres, Fundamento , El dañon? patrimonial, también es JJamado, <<morah), <<extrapatrimon:afo, ~agravm moral», ~~daño á la persona», «no económico;,> o a la «mtegndad espiritual)). El Código Civil fue adelantado a la época en su reconocimiento en los arts. 522 Y l 07& C.C. tanto e'! el ámbito contractual como en el ámbito extracontractual. La r~valor_i~ación de la p~rson~ humana en el derecho ob1iga a tener en cons1dera~10n su total d1mens1ón sea física> psíquica, espiritual, cultural y socrnL Por ello este <<daño>> se configura por todo detrimento o m~noscabo del acerbo moral de la persona, entendido en su más amplio sentido Y se funda en la uniformidad y esencialidad de la naturaleza humana, Se ha dicho que el daño moral compromete lo que d sujeto <"<CS)t en tanto el daño patrimonial lesiona lo que la persona «tiener, (Zavala de Gonzáiez). . Las diferentes tendencim: doctrinarias y jurisprudcnciaJes que •se advi_erten en materia de daño en genera! se dan en este caso. Una comente de pensamiento ha señalado que existe daño no patrimonial cuand.~ se conculcan los ~,derechos pcrsonalísimos>,; ello desconoce que 1a les1on a otros derechos también puede afectar intereses de tndole extrapatrim~niaL En otra tesitura, más amplia, se sostlene que si se af~~ta.n~ganvamen~e ~ la victima en sus aspectos no patrimoniales y su suo3et1v1dad es perjudicada puede verificarse daño moral. Una última posición no desconoce que la lesión a derechos o intereses de naturaleza no patrimo~ial ~ucd~ generar da.ño patrimonfal pero afirma que sin una consecuencia d1svahosa en esa area de 1a persona no existe reparación Mamrnj de Derecha Privado ~ Parte General Tenría genera! í.le la responsablHtad clvi! posible, Asimísmo, de la afectación a derechos o ~nter~ses no p_attimonialcs pueden rcsultarpe1juicios de naturaleza patrnnomal o a la mversa. Compartimos que la disminución o modificación perjudicial de _l~s potencms espirituales y sociales de la persona ~entender, querer_y sennr) caracteriza a.l daño moraL En efecto> se ha dicho que ello se t<truduce Siguiendo propuestas anteriores y los fallos que dictaminaron la ínconstitucíonalidad de las restricciones a los reclamantes, el Código vigente, además de] damnificado directo, reconoce en caso de muerte o gnm discapacidad de 1a victima, que pueden rec:Iarnar a titulo personal 420 en un modo dt: estar de la persona diferente de aquel en que se encontraha antes del hecho», y es su consecuencia perjudicial (Zavala de GonzáJez). Esta percepción incluye todas las dimens~on-es ~el ser huU1ano y va más allá de los padecimientos conscientes.f pudiendo 1~ct,usoemendersc rnsardble la pérdida de la aptitud para pensar, decidir o actuar y la frustración del proyecto de vída, Por lo tanto, P?_~rá reclamar reparación quien ha perdido ~a conciencin en form~ definmva o alg~na de sus facultades (v ,gr. 1a memoria o la visión) o tiene temores, fobias, inseguridades o perturbaciones que afecten su vida de reia~i_ón, su personaií<lad y el sentimíento de autovaloraci~~1 l~ paz, l_a.tranqmhda~ ~e espíritu. la libertad individual, ei honor, el eqwltbrH> espm:u~l que ex1s~a con. anterioridad al hecho, etc.~ tal como lo ha señalado la Junsprudenc1a, Reíteramos que la función :eparn~or~ _de los.daños se cen~,1:1 .~~ el resarcimiento de las consecuencias per3ud1crn.les de la conducta u1cna en tanto ha lesionado derechos o intereses no contrarios a dert'!cho, patrimoniales o no patrimoniales. b.l. Requisitos El daflo moral es ex.trapatrimonial y autónomo del daño material en lo conceptual y funcional; puede ser directo o indirecto, según~: lesione a la persona o aspectos patrimoniales. que tengan reper~:1s1on. en lo personal~ persigue la reparación piena y aunq~e por sus ~arucul~ndades difícilmente pueda «volverse al estado anterwrn~ por v1a del dmero se procllra una compensación sustitutiva de lo padecido. . L'os requisitos son los comunes a todos los daños que ya mencwnamos. Es decir, que el daño no patrimonial debe ser cierto, serio, al no evidenchir una excesiva susceptibiiídad de quien lo alega y subsistente conforme hemos explicado más arriba. Las parlicuiaridades del daño moral se da~ e~ 1:1ateria ~el requisito de la personalidad del reclamante, pues en prmc1p10 debe mvocarlo el damnificado directo o indirecto en ciertos casos. Las concepciones doctrinarias y su impacto en la jurisprudencia se reflejan en la reforma y ei código unificado ha ampliado las posi?ilidades de legitimación activa a otras personas ante la muerte de la victima. 421 ~,,ef cónyuge, ascendientes, de::.cendientes y quienes convivían con ella recibiendo trato familiar ostensible. La acción solo se transmite a los sucesores universales legítimos ú es interpuesta por este .. '">> (art. 1741 e.e. y e.). También puede entenderse indirecto y reparable el daño no patrimonial padecido como consecuencia del ataque a bienes patrimoniates cuando su desaparición o deterioro produce afecciones de orden no patrimoníal en la persona; tales son, v.gr. el padecimiento que supone la pérdida de un bien con valor afectivo o histórico; la afectación de la paz familiar como consecuencia de la destrucción o deterioro serio de la vivienda en la que se desarrolla la vida de la familia, etc. Pueden ser demandados, como Jegitimados pasivos, en una acción por darlo moral, el que responde por el hecho propiú y 4uien lo hace por un hecho ajeno ~principal por el dependiente} padres, curadores o tutores por el hecho del hijo o pupilo~; las personas jurídicas por el ilícito cometido por quienes las dirigen o administren; el dueño o guardián de la cosa -sea el perjuicio causa<lo {<Con» o {tpor» la cüsa~ por íos daños causados por ésta; quien debe responder en función de una indemnización de equidad; también el autor del hecho, sus consejeros o cómplices, los sucesores universales de los legitimados pasivos y el asegurador del responsable en la medida del seguro. b,2. Forma ,Y' extensión de la reparación, Casos especiales según el bien lesionado La indemnización por tal daño tiene carácter resarcitorio, conforme la moderna doctrina y jurisprudencia, y no es sancionatorio, tesis prácticamente abandonada 18 J. La reparación de daño atiende a 1a medida del perjuicio sufrido y, generalmente, se apoyará en presunciones a tenor de Jo común de la naturaleza humana . .Sin embargo, la presunción que resulta de lo que (8) V.gr. C.S.J.N ,, 719/89, \(Fomi {,/ Fi:rrncarr;!cs Argentíno:.m; 1.<Frida el Prov. de Bs, As.r;; ,<Baúia!i», Fallos 308:69K Manual de Oorechn Privado - Parte General acontece habitualmente puede ser destruida por prueba en contrario o, si se tratara de supue.stos en los que la relación que dctenninarfa el daño no ~e presume por su proximidad de parentesco o existencia de vinculo jurídic.o, deberá demostrarse por cualquier medio de prueba. Para cuantíficar la indemnización _por dafio no patrimonial no es importante la génesis del perjuido, pues procede incluso ante daños causados por actos lícitos. A los fines de su dctenninación se tendrán en cuenta los padecimientos sufridos como consecuencia del acto lesívo y las secuelas resultantes en e] ámbito espiritual, psicológico y social (angustias y·dolores por intervenciones quirúrgicas. rehabilitaciones, lesiones estéticas, incertidumbres laborales, restricciones a la vida afectiva v social, a la autoestima, afectacíón de Ja consideración en el medio, eÍc.) conforme las condiciones personales de la victima. Las modificaciones sufridas en los diversos aspectos de la persona servirán para establecer una indemnización en dinero que supla o compense el desmedro injustamente sufrido ya que, n partir de evaiuar las consecuencias perjudiciales que puede provocar el hecho en el común de las personas, debe atenderse a la luz de las círcunstancias particulares acreditadas en la caqsa. Es decir que la dek"t'minaclón de la indemnización por daño moral no está sujeta a cánones objetivos, sino a la prudente ponderación, del juzgador. . En este sentido el Código unificado señala que « ... El monto de la indemnización debe fijarse ponderando las satL~faccianes sustitutivas y compensatorias que pueden procurar las sumas reconocidas» (art. 1741 ínfine). Pese a ias diferentes designaciones como dafws a la persona (salud, biológico, a la vida de relación, existencial, a la trnnquilidad familiar, al proyecto de vida, etc,) en nuestro derecho sólo existen el dafi.o resarcible patrímonial o cxtrapatrimoniaí, sea directo o indirecto, según que las lesiones al derecho recaigan en una disminución de aspectos pecuniarios o morales de lo que es titular e1 sujeto. Es dable advertir, por lo tanto, que las consecuencias pecuniarias del ataque a tales aspectos de ]a persona caerán en 1a órbita del daño patrimonial indirecto, si tienen traducción pecuniaria por y los aspectos extrapatrimoniales (neurosis, fobias, angustias, depresiones, desinhibiciones dísfuncíonaies, etc.) en la del daño no patrimonial pues no se trata de categorías que puedan fragmentarse, Tem[a general de la responsabilidad civ1! 423 En cuanto a la posihilidad de- que la persona jurídica reclame por daño no patrimonial. una doc-trina minoritaria, sustenta que puede requerirresarcimíento por sertüular de derechos Cúmo e! honor, liben ad de acción, a 1a seguridad persona!, a la intimidad, a la protección de los valores de afección. y al derecho moral del auwr {Brebbia); otra corriente entiende que no puede padecer,,_ dafio moral,>, inda vez que b protección que se le dispensa ,apunta a la consecución de objetivos patrimoniales, aunque sean altruistas y que ((fü) hay un soporte vita! propio y am6nomo\t o «exístenciah) (Pizarro~ Vallespinos, Trigo Rcprc•~ sas> Bustamantc Alsina, Bueres, Zavala de Gon'.lah:z}. En una posición intermedia,, se sostiene que el <laño no patrimonial procedcrüi cuando la persona jurídica no persigue lucrar, como sucede con las fundaciones, aunque se limita el resguardo a1 buen nombre o fama (Cifucntcs)_ La Corte Suprema de Justicia de la Nación"' sostuvo que !a pcrsonajuri<lkn carece de aptitud para ser víctima del <laüo mora!, 6. Prueba del daño Finalmente la prueba del dafio corresponde a la víctima; t:llo sin pe1juicio de que existen :situaciones en las que éste se presume juris tantum, lo que supone que la presunción de su existencia puede ser quebrada porpnteba en contrario. Asimismo. por ,;:;plicación <li:l principio de la «carga dinámica de la prueba}\ la jurisprudencia se inclina por los criterios de cooperación y solidaridad procesal por los c.uah.:s debe probar quien esté en mejores condiciones de hacerío. El Código unificado scí\ala que «E! daño debe ser acreditado por quien Jo invoca, excep(o que la 1ey lo impute o presuma~ o que surja notorio de los propios hecho,,, (arL 1744 e.e. y C.). Ciertos daños se presumen legalmente. Tal :sucede actuahncnü:, con las presuncíoncs dejuris lantum previstas por el arL 768 C.C y C ... Esta nomrn se refiere a los intereses que deben los deudores morosos Son intereses rnoratorios los que el deudor debe por retener un capital (9) CS.J.N., <<Kasdorf S.A_ e/ Provincia de foJuyll, 24/2/90, LL., !991-A, SO; J.A. 1990-IV-275. Manual de Derecto Privado ~ Parl,e Genera! Teo1la geaera! de la responsabilidad dvll dcsnués de la fecha en que debía devolverlo, y ellos representan la ind~mnización o resarcimiento de los daños y perjuicios sufridos por el acreedor en las ob1igacümes de dar sumas de dinero. El acreedor no necesita probar que ei retardo le ocasionó perjuidos. porque la ley estima qu-:: esos perjuicios son inevitables, forzosos y automáticmi;- porque no pudo disponer oportunamente de un capital productor de frutos, salvo qu~ se pruebe que su mora se debió a caso fortuito o fuerza mayor. El daño no patrimomal, en principio, debe ser probado por quien reclama su reparación. En numerosos casos, sin embargo, surgirá la exis1cncía Jd daño in re ipsa; es decir~ que lo dafioso resultará acreditado dd hecho mismo y sus consecuencias al devenir del -«curso natural y ordinario de las cosas,,; es decir que generalmente se presumen. Tal sucede 1 por ejemplo, cuando se lesionan derechos de índole purarnenle subjetiva como el derivado de la muerte de un hijoº. de ~n famfüur muy \.':ercano~ dd conviviente o cónyuge o de haber crecido sm filiación paterna. Sin embargo, quien es demandado podría demostrar que no se ha ucas¡onado ningún perjuü:io en los aspectos espirituales del accionante; v.gr. probar que la madre que reciama la reparación por la muerte d: 1a hija inem)r fucQ abandónica a su respecto y que no tenía vincuio ~fect~vo alguno que justíficara atender a la pérdida como daño no patnmon1al; demostrnr que los miembros de la pareja o los cónyuges se encontraban separados y eucmistados desde largo tiempo atr~s; si n.~ se pudiera demostrar que el padre alegado conoció la existencia del h1Jo antes de la notificación de ia <lemanda o resultara que fue la progenitora quien ocultó la filiación paterna al hijo, no prosperará la demanda por daño no patrimonial por faila de reconocimiento contra ei finalmente declarado padre, entre otras hipótesis. Es dedr que a partir de su consideración, se determina sí la conducta o ei resuhado se puede imputar al autor (responsabilidad directa) o a otra persona que se sindique como obligado, lo que sucede cuando el agente deJ daño no debe reparar o no es el único obligado a hacerlo (responsabilidad indirecta). De este modo se fijan condiciones mínimas que hacen que el hecho sea atribuido a quíen soporta ias consecuencias. Los factores de atribución pueden ser de dos clases: subjetivos u objetivos La responsabilidad civil fue, originariamente, modelada por el pensamiento iusfllosófico del individualismo liberal y del tus naluralis/no r<1cionalista; nuestro Código Civil exhibía una rígida concepción subjetivista 1 cuyo exclusivo factor de atribución de responsabilidad estaba basado en el apolegm.a <<No hay responsabilidad sin culpa,.,_ Por ello la mira del legislador y del juez se centrnba en el victimario. Como principio, éste estaba obligado a reparar el daño causado si se acreditaba fo injusto de su causación y lo reprochable de su conducta. Sin embargo, la transformación de las circunstancias fácticas (el indusrrialismo, las concentraciones urbanas, el desarrollo tecnológico. la trascendencia de las personas jurídicas en el tráfico jurídico, ia necesidad de proteger al vuinernble), motivó a buscar soluciones ante la insuficiencia de los conceptos anteriores; en efecto, en muchos casos, se dejarían numerosos daños sin reparación si se aplican los criterios subjetivos. Por tates razones se avanzó hacía la reparación del daño en sí mismo, por su injusticia, Se advierte, entonces, que en este camino se ha pasado dd principio de respon::;ahilizar sólo por el ~{daño injustamente causado,; a la perspec~ üva que tiene por objeto proteger a la vícünrn del «daño injustamente sufrido». Esta evolución plasmada a partir de la reforma de 1968, se concreta en los proyectos de l 987, 1993, 1998 y se recepta en legislaciones especiales como, por ejemplo. la Jey de defensa del consumidor (ley 24.240). Se apunta, además, a distribuir el peso del daño solidariamente en toda la comunídad mediante la implantación de seguros obligatorios y un sistema de seguridad social. En este aspccro el Código Civil y Comercial. al igual que los Proyectos mencionados, no repile el modelo puramente subjetivista y refiere que la atribución de un daño al responsable puede basarse en factores objetivos y subjetivos y se agrega que, en ausencia de normativa, el factor de atribución es la culpa (art. 1721 C.C. y C.). 424 lV. FACTORES DE ATRlBCCION DE LA RESPONSABILIDAD Los factores de atribución aluden aifimdamento de la obligación de responder; es <le~ir al «.pot qué;; se debe reparar el daño. Se ~ice que es el H.cfomento axioiógico o válorativm> (~ustamante Als.:na, Pizarrn-Vulkspinos 1 Zavala de Gonz{dcz) en cuya v1rtud el ordenatmenH> jurídico dispone que alguien se haga cargo de las consecuencias dañosas. 425 426 Mamrnt d.e Demchc Privado - Parte Genera: En los «Fundamentos» de1 Proyecto hoy vigente se expresa que no hay relación de jerarquía entre ]os factores objetivos y subjetivos, señalando una paridad cualitativa entre ambos criterios, siguiendo doc~ trina de gran difusión, Se agrega que lo~ factores objetivos son mencio~ nados en prínier lugar por ser mayoritarios y se mantienen los factores de atribución subjetivos tradicionales (culpa y dolo); es decir, que conviven ambos con igual importancia . .Se expresa que en «el supuesto en que no hubiera ninguna previsión legal [ ... Jse aplica la culpa,; pues «cuando hay una 1~guna, es decir, no hay ninguna nonna ni es posible una aplicación analógica, rige la culpa ... como factor de atrfüudón residuafo. En cuanto a fa función de ia culpabilidad, en esta propuesta se dividen las opiniones entre quienes entienden que la culpa opera como norma de cierre (Galdós) y quien. por el contrario, estima que <1tndo es responsabilidad oNetiva salvo cuando haya una laguna que resul~ le imposible de colmar, en cuyo caso aparece la culpa de manera residual, que no es lo mismo que ésta venga a ser la norma de cierre del sistema» (Bueres). J. Concepto y presupuestos de la culpabilidad Los faclores subjetivos de atribución, tradicionalmente fundaron la responsabilidad civil contractual y extracontractual .. a partir del principio plasmado en el Código Civil por el que no existía responsabilidad sin culpa (arrs. 521, 1067, 1072, 1109 y conc. C.C.). Este fundamento ha ido cediendo paso a las pautas objetivas de atribución, corno señalarnos. io que no implica su desaparición slno su concurrencia con las razones que no atienden a la reprochabilidad de la conducta del sujeto. En efecto, los factores subjetivos de atribución tienen en consideración la subjetividad del agente y se realiza un reproche humano a su comportamiento~ es lo que se denomina {<Culpabilidad>) en sentido <dato». EHo presupone la voluntariedad del acta. Es decir. que fa imputabilidad moral del aclo resulta de haber sido obrado con discernimiento, Jntención y libertad, que se manifiesta por un hecho exterior (arts. 260 y 262 C.C. y C.). En cuanto al primer elemento de la «voluntad interna>), por entendérselo referido a la aptitud genera] de conocer~ en el sistema del Código Civil y Comercia) se consideran ínimputables los menores de diez años y quien está privado de razón al momento de realizarlo (art. 261 Teorfa general de la respcnsabi!ldaC civ\l 427 C.C. y C.). La intención y la libertad deben ser sanas; es decir, carecer de vicios que !as excluyan (arts. 265,271 y 276 C.C. y C). La imputabilidad moral del resultado deviene de la <~culpabilida<fo del autor en sentido amplio, la que abarca la culpa y el Jolu. a. La culpa: concepto, lvfoda!idades. Cri1erios Je valoración. Dispensa La culpa supone la .:,;imprevisióm) de un dafio previsible o evitable de haber obrado con la diligencia exigida por la naturaleza de la obligaci6n y las circunstancias dt~ tiempo, lugar y de la persona. En el Código unificado que nos ocupa !Os factores subjetivos de atribución de responsabfüdad son la culpa y el <lolo. En una forrnulación semejante, que mejora y completa la del Código Civil se expresa que: <.::. .. La culpa consiste en la omisión de la diligencia debida según fa nnturaleza de la obligación y las circunstane-ias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende fa imprudencia, la negligencia y la impericia en el arte o profesión. El dolo se configura por la producción de un daño de manern intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos¡¡ (art. 1724 C.C. y C.). Se colige entonces que el sistema veiezano y el vlgcnte coinClden en las pautas para la consideración de la conducta culpable. Los parámetros objetivos remíten a la naturaleza de la obligación (la de un médico, la de un albañil} y sus circunstancias de. iiempo (intervención de emergencia o programada; de nüche o de día) y lugar (conducir por autopista o camino de montaña); otra subjetiva, alude a ]a situadón personal del agente desde una perspectiva de previsibilidad comUn a la medin de la población. Las modalidades de la culpa, que doctrtna y jurisprudencia ya reconocen en el ámbito civil, son la negligencia, la imprudencia y la impericia <<en el arte o profesíóm>, tal como recoge el nuevo ordenamiento en la norma referida. La negligencia consiste en omitir comportamientos que previsiblemente hubieran evitado el daño; supone descuido, distracción; es decir, falta de diligencia (v.gr. no usar cinturón de seguridad; no atar al paciente en un acto quirúrgico; no presentar oportunamente la prueba en el juicio, etc.). 1 Manual de Derecho PtivatlO - Parlt Gennral Teoría gélítHJl de la responsabiíidatl civil La imprudencia se presenta como un actuar precipitado~ irreflexi:o que no mide las consecuencias~ puede verificarse por tem<:_ndad, des~nteres. exceso de confianza \ v,ge cruzar la calle con el semaforo en roJo; 110 usar casco en Ia n1oto; extraer un órgano sin esperar los resultados de una biopsia, etc.). La impe~·icia evidencia falta de habilidad específica, deficiente capacitación. carencia de habilidad tCcníca (v,gr..usar un apar~to ~e precish'.m sin conocer acabadamente su funcionam1cnto; anestesi.ar s:n saber canalizar o entubar al paciente; asumir un juido complejo sm suficiente experiencia o conocimiento de la nrntcría, etc,). Es preciso re.:ordar que en e] caso de profesionales se juzga el error humano y no el científico, La culpa de la víctima también tiene consecuencias jurídicas; cuando los daños se produc~n por el obrar culposo, positivo o negativo, de quien lo padece no hay responsabilidad y asi estaba previsto en el art. 1111 Código Ci viL En el Código unificado la cuestión se ubica en el área de la causación en cuanto se señala que ({La responsabilidad puede ser ~xcluida o \imi1ada por la mciden1.;ia de1 hecho del damnificado en la producción del daño, excepto que la ley o el contr~to dispon~an 1.1t;e <le~e tratarse de su culpa, de su <.lolo, o de cualquier otra circunstancrn especial» (art. 1729 e.e. y C.). Existe culpa concurrente cuando a la producción del daño han ..:::ontribuido qulenes lo causaron y quienes lo padeéen~ ambos reúnen la cahdad de autor y víctima. En estos casos cada agente quedará obligado en la proporción en que su cou<lucta culposa contribuyó a la causación. Los criterios de valoración de la culpabilidad rcsuhan de la línea fijada por el art. 1725 C.C. y C. que- establece-: «Valora~iót1 de la conducta, Cuanto mayor sea el deber de obrar con prudencrn y pleno conocimiento de las cosas 1 mayor es la diligencia exigible al agente Y la valoración de la previsibilidad de las consecuencias. Cuando existe una confianza especial, se <lehc tener en cuenta la naturaleza del acto y fas condiciones: parüculares de las partes, Para valorar ia conducta no se torna en cuenta la condición especial, o la facultad inlelectual de una persona dcterrninada, a no ser en los contratos que s.uponen una confianza esp!:cial entre las partes. En estos casos, se estima el grado <le responsabilidad, por la condición c.specíal del agente». Por !o tanto se trata de diseños que miran al autor y las circunstan~ das de su conducta. E::, decir que se trata de un sistema de culpa «únicm> (no hay categorías: culpa grave, leve y levísima); <.<genérica;; (aplicable tanto al orden extracontractual como al contractual) y «en concretm,, ya que se aparta de ta denominada {(Culpa in abstracum que responde a patrones que son cartabón para medir la culpabilidad (la diligencia del buen padre de familia; del diHgente hombre de negocios; etc.). Lo dicho no impide que, en determinadas hipútesis, se hayan introducido pautas «abstractas>> o que se propugnara atender a <<subje~ tivida<les agravadas>); ello se predica en la acusación calumniosa (art. 1771 e.e. y e.¡. La prueba de los factores í.le atribución y sus eximentes corresponde, en principio, a quien lo alega (art. l 734 e.e. y C.}. Las eximentes de la culpabilidad, en realidad, hacen a los vicios de la voluntad interna que es. su presupuesto. Ta1es son el error, el dolo y la violencia que afectan a la intención y la líbertad. Es dable advertirqlle en el aclo ilícito culposo cabe la posibilidad de que se morigere la reparación, por razones de equidad, según establece el art. 1742 P. de C.e. y e. En general, entonces. quien invoca Ja culpa debe probar su existert~ eia. Es dable advertir, sin embargo, que la teoría de la carga dinámica, la de las "cargas probatorias compartidas» y las de la «solidaridad o colaboracióm->, pretenden obtener una versión de lo acontecido lo más próxima a la realidad (Peyrano)~ se reclama para ello la cooperación de las parres 1 e inclus.o el ejercicio de potestadesjudicialesJ reconociendo a los jueces la calidad de directores del proceso. Ello genera un desplaza" miento de la carga probatoria que puede caer sobre quien esté en mejores condiciones para probar y toman irrelevante que éste sea el actor o el demandado. Estas posiciones gozan de gran consenso científico y de aceptación jurispnrdencia1 en nuestra materia, lo que ha sido recogido en el art. 1735 C.C. y C, que expresa: <cVo obstante, e/juez puede distribuir fa carga de lo prueba de la culpa o de haber actuado con la diligencia debida, punderando cuál de las partes se halla en mejor situación 428 429 para aportarla. Si el juez fu considera pertinente, durante el proceso comunicará a las partes que aplicará este crilerio, de modo de permitir a los litigantes ofrecer y producir los elementos de cunviccián que hagan a su defensa}). La discusión se centra en establecer e1 momento y el modo en que el juez operaría la facultad durante el proceso. Manual de Oerncho Privado , Parte General Teor(a general de la responsabilidad ::ivil También se aceptan fórmulas de limitación convencional; el Código unificado. en su arL 1743, prevé la ,,Dispensa anticipada de la respon~ sabilidad)) y expresa: ,<Son inválidas las cláusulas que eximen o !imitan la obligación de indemnizar c\rnndo afectan derecho.& indisponibles) atentan contra la buena fe, las buenas costumbres o leyes impef'ativas, 0 son abusivas. Son también inválidas si liberan anticipadamente, en forma total o parcial, del daño sufrido por dolo del deudor o de las personas por las cuales debe respondec>} Por lo tanto, si se trata de derechos disponibles, no se afectan los principios referidos y no existe doio, serian válidas. Sin embargo, están especialmente prohibidas en ciertos contratos (y.gr., transporte de personas, depósito en hoteles o similares, servicios de caja de seguridad). Esta es la concepción qm~ se atribuye mayoritariamente también al <dncumplimiento de 1a oblígacióm> por 1-o que se entiende que no existen diferencias entre e] dolo obligaclonal y el dolo delictual en materia de derecho civiL Por ejen1plo, obra con dolo quien mata queriéndolo hacer; no reconoce un hijo propio sabi1.mdo que lo es; no cumple la obligación nacida del contrato pudiendo satisfacer la prestación. et.e. El Código unificado, por su parte, s.eñala que ,e El dolo ve <:Oi'.figura por la producción de un daño de manera inrencirmal o con manU1csta ind~ferencia por los intereses qfenos .. >! (:ut. l 724 430 b. El dolo. Acepciones. Posiciones doctrinarias. Prueba del dolo Tanto el dolo, como la culpa, constituyen estados anímicos reproM chablcs pero en intensidad decreciente (De Cupis). La expresión <<dolor, tiene diversas acepciones. , El <<dolm) como vicio de la voluntad consiste en el «error provocado» (art. 271 y ss. C.C.J, por lo que afecta la intención y, por lo tanto, si se produce excluye la voluntariedad; es decir que se impide que haya «acto voluntario" y si no lo hay no puede haber culpabilidad pues aquélla es su presupuesto, tal como dijimos. El dolo como elemento del acto ilícito lo caracteriza como «deHtmL Con relación al concepto, parte de la doctrina sostiene que el «doim> como elemento del acto ilícito, supone e1 propósito deHberndo y perverso de perjudicar (Llambías, Bustamante Alsina, Mosset Jturraspe). Es el «dolo malo» o animus nocendf úe1 derecho romano. Otra posición, que compartimos con otros autores (Aguiar, Buteler Cáceres, Zavala de González, Pízan-o-Vallespinos, Kemelmajer de Carlucd), afirma que para que haya «dolo>> es suficiente que el sujeto tenga conciencia de la antijuridicídad y haya prevísto las consecuencias de su 'obrar. Dice Aguiar que quien conoce las consecuencias dañosas de un acto y no se abstiene de él es porque ordinariamente quiere producirlas. Consiste en ía «conciencia de obrar sin derecho Y contra el derecho de los demás>,, Ello significa a •~s-ablendas>>~ no es necesario el «ánimo de perjudicarn, e.e. y c.1. Entendemos que esta disposición incluye la noción de «do1o eventual;,. pues se trata de 1a hipótesis de que quien obra lo hace con indíforencia respecto de las consecuencias dañosas y desprecia su producción) fo que estimamos incluido en nuestro concepto, El actuar doioso puede concurrir con lrt culpa de la victima pero en este caso el primero absorbe los efectos de la culpa. No podrá alegar la conducta dolosa de otro quien también obra con dolo; ello impide que se anule el acto cuando hay dolo reciproco y la apiicación del principio que reza que <,!wdie puede alegar su propio torpezw,, Prueba del dolo. El dolo no se presume y siempre debe ser probado por quie-n to invoca; además, está prohíbida su dispensa anticipada (BrL 1743 e.e. y c.). Finalmente- algunos supuestos de responsabilidad civí1 con factores subjetivos de atribución, dolo o culpa, en el Código unificado. son: el donante sólo responde por los vicios ocultos de ia cosa donada, y debe reparar los daños, sí hubo dolo de su parte (art. 1558); en la responsabilidad de los administrndores de las personas jurídicas (art. 160); la responsabilidad del constructor.. los subcontratistas y los profesionales que intervienen en la construcción, por el incumphmiento de las normas administrativas y por cualquier daño producido en tales circunstanclns (arL i277); ]a culpa esta presente en materia de actos jurídicos (v.gr. nrts. 279,282,332, 957, 961, 1084, I 086; ans. 2515, 1517 e.e. y C.). 2. Factores objetivos de atribución de responsabilidad Los factores objetivos surgen de la ky 1 por io que pueden concluirse por interpretación analógica y en nuestros dfas; fundan la mayor cantidad de casos trascendentes de responsahílidad civil. Manua! de Derec/10 Privajo ~ Parte Genera! Teoría _genera.! de !a responsatJílidad civil Estas razones para imputar e! dailo no reprochan conducta alguna al agente ni es imprescindible que la .autoría) propia o ajena, se advierta inmediatamente de la lesión del derecho o interés tutelado Y sus consecuencias, No se valora el comportamiento del agente y se asienta en otros fundamentos de interés legal. Se caracterizan porque ponen ei acento en la reparación del daño y no en la ai:titud dd responsable; no requíeren ser probados: se amplían según la:, nuevas circunstancias dafiosas y se dan en numerosos supuestos 1.;u los que el autor del dallo es distinto del responsable. El Código Civil y Comercial no los define pero los caracteriza, cuando !a culpa es irrelevante para atribuir responsabilidad y cuando de 1a obligación resulta que se debe obtener un resultado (urts, l 722 y 1723 C.C. y C.). Se ha criticado esta definición por ser una fonnulación negativa (Mosset lturraspe), Estu es la fonna de atribución de responsabilidad a las personas jurídicas (art 1763 e.e. y C.); a lo.-; dafios producidos por el ,~hecho de las cosas y actividad-es riesgosas,.i y -<~por animales» (art. 1757 C.C. Y C.) y por el {<hecho de los dependientes» (v.gr. el empleador rC!>ponde por c1 Jaño causado por sus empleados) conforme art. 1753 C.C. y. C.; la de los ((propietarios de establecimientos educativos» (art, 1767 e,e, y C.), Los factores más difundidos se apoyan en la teoría del riesgo, equidad~ gnrantia o seguridad, abuso del derecho y exceso en la normal tolcrnnda entre vecinos, pero no se limitan a estas hipótesis. La rcíerencrn a[ ríesgo como fai:tor objetivo de atribución (ricsgocreado o riesgo- beneficio) alude a que quien ejerce una actividad lícita y beneficiosa para sí de-be razonablemente cargar con el riesgo de reparar los daños que produce; es decir, que si se crea o se tiene control sobre un ekmento generador de la probabilidad de ocasíonru· perjuicio, se debe asumir las consecuencias si éste ocurre, La teorfa referida se aplica especialmente a los daños producido-s por la intervendón de las cosas y actívidatles riesgosas ya citada; los daños derivado de los accidenles de tránsito (art, 1769 e.e, y e.); la del dueño y ocupante de un edificio por las cosas suspendidas o arrojadas {art. 1760 C.C. v C.t También se ha fundado en el riesgo la responsabilidad por los daño; causados por todo tipo de animales (art, 1759 C,C, y C.), El Códigu Civil y Comercial trata especialmente lo relativo a las actividades ríc:,gosas o peligrosas por su naturaleza, por los rnedios empleados o por las círcunstancias de su realización (arts, 1757, 1758) Y también se refiere a la responsabilidad del grupo en caso de actividad peligrosa y laresponsabilidad del grupo en caso de autoría anónima (arts, l76ly 1762 e.e, y e,), 432 433 Es asimismo objetiva la llamada <(indemnización de equídad,). Consiste en la justicia aplicada en el caso concreto por el juez en uso de su facultad discrecional, Es fundamento de la reparación de daños involuntarios (arL 1750 e.e. y C.), En estos casos, la reparación debe tener en cuenta «la importancia del patrimonio del autor deJ hecho y la situación de la victima>:•, La equidad puede sustentar la reparación en supuestos de <,;daño necesario.!>. Este fundamento ha sido considerado especialmente por la reforma para la atenuación de la responsabíHdad (art, 1742 e.e. y C.), La garantía o seguridad, corno factor objetivo de responsabilidad, supone rr la seguridad que un sujeto brinda a terceros de que si se produce un daño en determinadas circunstancias, afrontará su resarcimiento y puede tener origen extracontractual o ·contractua/¡¡ (Zavala de González), Parte de la doctrina sustenta en este principio la responsabilidad del principal por el hecho del dependiente (Bustamante Alsina), En materia de responsabilidad por el hecho de terceros la nonnativa vigente se hace eco de posiciones doctrinarias que postulaban que la responsabilidad de los padres, de los tutores, curadores y otras personas encargadas de los menores e incapaces debía superar su fundamento subjetivo e impune la responsabilidad objetiva (arts. 1754, l 755, 1756 e.e. y e.), También es de esta naturaleza la que recae en la actualidad sobre los titulares de los establecimientos educativos (art, 1767 P. de e.e. y C.), El ejercicio abusivo del derecho supone que si el titular lo ejerce abusando de sus prerrogativas y -causa un dafio a otro, está obHgado a reparar el perjuicio que causó (Bustamante Alsina). En tal caso, el iucz analizarái según los criterios abstractos que fija la ley, si el comp¿rtamiento irregular -es contrario a los fines del ordenamiento jurídico o excede los límites de la buena fe, moral y buenas costumbres (art. ¡ o C.C. y C.). En este fundamento suelen también considerarse comprendidos los dafios ocasionados por abuso en 1a normal tolerancia de los vecinos; ello pues quien causa un daño en tales condiciones hará de su derecho de propiedad un uso abusivo (Salas). Parte de la doctrina entiende al abuso del derecho como antíjuridicidad y no como factor objetivo de atribución de responsabilidad (Pizarro-Vallespinos), Teoría gen-eral de la re.sponsabWdad clvl! 435 Manual de Derecho Privado - Parte Genera! 434 En el orden contractual se funda la responsabilidad en factores objetivos cuando se trata de obligaciones de resultado (art. 1723 C.C. Y e,); es decir, aquéllas en la que el deudor se comprom~t~ a obte~er ~n resultado exitoso que le es asegurado al acreedor (medico e.n cirugia estética O realización de un estudio -análisis, placa radiográfica, resona11~ cia magnética-, locación de obra 1 etc.), En esto~ supuestos, ante_ ~1 incumplimiento, el deudor sólo podrá liberarse mediante la demostrac10n del quiebre de la relación causal. Por el contrario, en materia de obligación de medios, el deudor solamente compromete su díligencia para obten~r un resultad~ que no garantiza; v.gr. el abogado no asegura que el ple1to se resolvera a favor de su cliente; sólo se obliga a poner su diligencia para que se llegue a una esoíución favorable; asi sucede en la locación de servicios. Por lo tanto, el resultado esperado no se produce, como el factor de atribución es subjetivo, el acreedor deberá probar la culpa del incumplidor a men~s que se trate de hipótesis en 1a que la culpa se presume o quepa aphcar la carga dinámica de la prueba (art. 1768 C.C. Y C.). Es importante destacar, entonces, la trascendencia de la volun~ad de las partes quienes pueden convenir que la obligación sea de medios o resultados (arts. 958 y 959 C.C. y C.). Es necesario señalar que cuando no existe acuerdo expreso ni no~ma legal que especialmente establezca la responsabilidad objetiva, la calíhca• ción de la obligación como de medios o resultados, a los fin~s de detennmar la posibilidad de demostrar la responsabilidad civil dimanada de su incumplimiento, deberá ser analizada a la luz de otros facto:es (el alea en eí contrato, usos y costumbres, ia buena fe, el riesgo asum1do1 etc} Se evidencia, entonces, que 1a nueva normativa incrementa notoria~ mente los supuestos de responsabilidad objetiva. :i V. RELACION DE CAUSALIDAD J. Concepto Para que exista responsabilidad, este presupuesto no pued.e faltar en ningún caso, ya se trate de responsabilidad por el hecho P;op10 o por el hecho ajeno, con factor subjetivo u objetivo de atnbuc10n; aunque el hecho sea licito por mediar una causa de justificación y úpera con relación aJ daño ya producido, actual o fllturo, y frente al peligro de daño en la fw1cíón preventiva: Ello pues vincula el lu'!cho can la consecuencía dañosa (imputación material). Se realiza un juicio «en abstracto>>, «objetivo;, y «fácticm> conforme regfas de probabilidad que tornen previsible el resultado y es anterior a la indagación de los factores de atribuCión. La relación causal se presenta de manera compleja y si bien es un requisito general puede no ser «contundentfri-1 (Zavala de González) en cuanto podría vincularse con otros. eventos preexistentes, subyacemes, simultáneos o permanecer ocultos. lo que dificulta establecerla claramente. Debe recordarse que la causa!idadjur!dica no es igual a la causalidad de la naturaleza" La primera se funda en el principio lógico de razón suficiente que expresa que <<todo l.o que es, es por alguna razómL 2. Enumeración de las teorías La noción juridíca de felación causal presupone establecer cuál de los hechos antecedentes es causa del resultado dañoso. Las teorías que a continuación señalamos han procurado establecerlo. a) Teoria de la equivalencia de las condiciones o de la condirio sine qua non (Stuart Mill, Von Buril" Sostiene que todas las condiciones. positivas o negativas, concurrlrían necesariamente a producir el resultado de forma tal que, ante ia inexistencia de una s9la de ellas, el resultado no se hubiera producido. Dicha posición llevó a soluciones inaceptables jur(dicamentc, puesto que el individuo que puso una sola de las condicione:; debía responder de todo el resultado, ya que cada condición ern en si misma causa de éste, b} Teoría de la !Íl!itna condición o de la <tcondición más próxima>.) (Francis Bacon). Esta teoría llama «causm> sólo a aquéUa que, de las diversas condiciones necesarlas, se ubica temporalmente mas próxima al resultado. Se criticó esta con~ cepción puesto que no siempre 1a condición última es la -verdadera causante de un daflo. e) Teoria de la condición preponderante {Binding} Oertmam, Llambfas). La condición que rompe e1 equilibrio entre los facto- 430 Manual de Derecho Privado ~ Parte General res desfavorables y favorables a la producción del daño, infh,. vendo decisivamente en el resultado, es la que esta concepción ilama <<causm,. Es decír que tenga la virtuaHdad de producir dctcrminudo resultado. d) Teoría de la causalidad adecuada. Es la que receprnra el Cúdigo Civil. Se afirma que no todas las condiciones necesarias de un resultado son equivalentes. Se Hama «causa>> a aquella que, según el curso natural y ordinario de las cosas, es idónea para producir el resultado. Las demás son, al decir de Bustamante Alsinaj r,solamente condiciones antecedentes o factores concurrentes». El Código Civil adoptó la teoría de. la causalidad adecuada (art. 901 y ss. C.C.). El Código Civil y Comercial mantiene este criterio y l.a extensión de la respons,1bilidad a las consecuencias inmediatas y mt:diatas aunque simplificando su enunciación. Así dice la norma que nos interesa: Art 1726: «Relación causal. Son reparables las consecuen~ cios dañosas que tienen nexo udt:cuado de causalidad con el hecho productor del daño. Excepto disposidón le.gal en contrario, se in(lemnizan las consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles». 3. Sistema jurídico argentino. Distindó11 con la culpabilidad. Importancia A fin de establecer si la acción u omisión ha sido idónea para producir «regular o normalmenieh ei ri:suitado} el juez debe evaluar ex post facto la concatenación de fenómenos en el tiempo y espacio para determinar la congruencia del h.:cho con el resultado~ según las normas o patrones generaJ~s, Por ello se ha llamado a 13 «causalidad adecuada)), «pronóstico objetivm,. Debe establecerse si el suceso ha sido factor causante de derivaciones lesivas. El juicio de comprobación objetiva se realiza sobre la base de la «aptitud normal de previsibilidad en abstracto»; es decir. el del hombre medio de inteligencia normal, de modo que para tal aptitud resultare verosímil, regular y probable que dado el hecho se produjera la consecuene-ia. Para concluir si el resultado dafioso ha sido causado por aquel a quien pretende hacerse responsable, << .,. la pregunta a contestar es: Teoría general de la responsabilidad civil 437 la acción (u omisión) de{ presunto responsable ¿era por si misma capaz de, ~casiona," normalmente este dal'ia?>1 (Orgaz). Si Ia respues~ ta es pos,llva habrá relación de causalidad adecuada. La ~<e-ausalirlaID, como presupuesto de la responsabilidad civil. apunta, entonces, a determinar la imputaría facti, o sea atribuir objeti~ vamente el resultado al autor de! hecho. _. La <<cuipabiHdad» en cambio, determína la imputatio iuris, 0 sea cuando Y en qué condiciones el daño es imputable subjetivamente al autor. La semejanza estriba en que ambos elementos se fundan enr la <{previsibmdad;,> del resultado. Las diferencias son que en la relación causal esta «previsibilidad» es «abstracta}, y se prescinde de evaluar ]a situadón individual del presunto responsable. Por el contrario, en la culpabilidad la «previsibilidad» que se consi, <lera Y e~~'ª faltas~ ~eprocha aJ agente, es «concreta». Ello significa que no prev10 lo _previsible en el caso particular y según fas condiciones objetivas y subjetivas que rodearon el hecho. 1 La ~n_iportancia _de esta distinción radica en que el reproche subjetivo 1 culpab1hdad), realizado luego de estab!eoido el nexo causal entre el hecho Y el d~ño, influye en la extensión del resarcimiento. En general. fa tra_scendeneta de este reproche ( culpa, dolo o factor de atribución Objetivo :l determina la amplitud de la imputación de las consecuencias del acto volunrario. ~s decir, hasta qué consecuencias (mediatas, inmediatas, casuales) 1 consideradas en abstracto, deberá responderse. 4. Determinación de las consecuencias y extensión del resarcimiento Dice el art. 1727 e.e. y C.: ({ Tipos de consecuencias. Las consecuencias de un hecho que acostumbran a suceder según el curso natural y ordinario de las cosas_, se llaman en este código consecuencias inmediatas. Las consecuencia,<; que resultan solamente de fa conexión de un hecho con un acontecimiento distinto. se llaman consecuencias 'mediaras'. Las cu11secuencias mediatas que no pueden preverse se llaman 'consecuencias casuales'», 438 Manual da Derecho Privado • Parte General Conforme Jo enunciado, para que exista «causalidad adecuada» la relación entre el hecho y el daño debe ser: previsible, normal, verosímil, regular y que se produzca el resultado según lo que acostumbra a suceder en e] curso ordinario de ias cosas.. Dicha concatenación es evaluada por el juez ex postfi1cto: determina la congruencia del hecho con el resultado en general (la adecuación entre hecho y resultado). La extensión de la obligación de reparar pesa sobre el responsable como regla: «.,, Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas y JasmediataS previsibles" (a1t 1726 e.e. y CJ. Asimismo se expresa que puede p1antearse una <<previsíbílidad contractual}), Dice el art. 1728: Te-orfa generaf -de la responsabi!ltlad civí) 439 6. Interrupción del nexo causal. Supuestos, Efectos La relación causal entre el daño y el hecho se ,,quiebra» por la interferencia de ciertos: acontecimientos que tomaron, total o parcial~ mente\ inadecuada in abstracto Ia aptitud del hecho para producir el daño, Es decir que al hacer desaparecer el presupuesto no puede existir responsabiildad o está limitada por la incidencia de otros factores, Se trata- de «causas extrañas;; o de ,<causa ajena>, al hecho dei presunto responsable. Tales son: <<... En los contratos se responde por las consecuencias que las partes prevíeron o pudieron haber previsto al moment?. de su celebración, Cuando existe dolo del deudor, la responsahi/1dad se .fiJn tomando en cuenta estas consecuencias tambíén al momento del cumplimiento>;-. 5. Prueba: principios y excepciones En principio, el nexo causal se debe acreditar por quien lo invoca. Sin embargo, la doctrina y la jurisprudencia han enunciado aigunos supues~ tos de «presunciones de causalidad», lo que determinaría la inversión de ia carga de la prueba, Se avanza hacia ta presunción de causalidad cuando hay nexo aparente entre el dafio y el elemento o agente causante (presunciones homints) o cuando la 1ey sólo admite la ruptura del nexo para Hberar de responsabilidad. V.gr. en matería de accidentes automovilísticos, probado el daño, se puede concluir que éstos son fruto del hecho si se demuestra que ha sido ídóneo para provocar los deterioros acreditados; el shock producido inmediatamente después de una transfusión de sangre del grupo equivocado; muerte en asalto violento, etc. Tales presunciones invierten 1a carga de la prueba y corresponde al deudor demostrar que los daílos existían con anterioridad o con posterioridad al accidente, por lo que no habían sido causados por la conducta que se le atribuye. En este punto el Código vigente señala que «La carga de la pmeba de fa relación de causalidad corresponde a quien la alega, excepto que la ley la impute o la presuma ... » (art. 1736 C.C. y C.). a, Hecho del damnificado Cuando se reconoce corno únka causa dfl daño ei obrar del damnificado no puede concluirse la responsabilidad de otra persona; v.gr. si quien pretende reparación se cruza dtlante del tren pese a estar la barrera baja Y es atropellado; si no se respetan las estrategias del abogado y se pierde el juicio; si se abandona tratamiento médico y se agrava su lesión por esa causa, etc. El criterio que adopta el Código unificado es el de prever como eximentes de la responsahi!ídad obligacional y cxtracontractual el bccho del damnificado. Dice el art, 1729 e.e. y C.: «Hecho del damnificado. La responsabilidad puede ser excluida o limitada por la inddencia del hecho del damn(ficado en la producción del dm1o, excepto que la ley o et contrato dispongan que debe tratarse de su culpa, de su dolo, o de cualqU1e:r otra circunstancia especiah,. Una pos.ición subjetivista requeriría de la imputación moral del a<.:to como presupuesto! lo que impediría en algunos supuestos la invocación de la eximente. Tal succdcrfa, por ejemplo, cuando la ruptura del nexo causal se produce como consecuencia del actuar de una víctima inímputab]e, Por ejemplo, el niño de un año que se suelta de la mano de la madre y se arroja al paso de un automóvlJ; fa ínjusticia de hacer cargar al conductor con el daño aparece claramente. Por ello, una perspectiva más amplia y actualizada entiende que no es lmprescindible fa existencia de culpa del damnificado~ es suficiente que el daño le sea atribuible en su causación a la víctima. 440 Teoría gmrnraf de !a responsabilidad civil Manual ae Derecho Privado · Partn Genera! h. Hecho de un tercero por el cual no responde ni la victima, ni el autor del hecho dañoso (art. 1731 C.C. Y C.) Es decir que la eximente sólo funciona cuan~o el ter¡,;ero e~ e:traño al que la invoca; v .gr_ el hecho dd visitante que da ahm~ntos contrarnd1cados 'tl enfermo cuva ingesta le produce ia muerte o c1 de la person~ que ~mpuja a la c;lle a quien es atropellado por un ~,e~kul.o que circula correctamente; por ello no debe indemnizar ni el med1co ~1 el conductor. Es decir que el hecho dei tercero debe ser totalmente a3eno.,, Igual razonamíento al realizado con relación a la, c~u$ac10~ por la víctima, cabe en el supuesto de que el nexo causal se 1merr~mpa por la conducta de un tercero por el que no se responde. Como vimos en ~os ejemplos ant~riores, el tercero con r.el~ión a la víctima, pu~~c ha:i,e~ ~~do una persona que obrara sin discermmtento y esto no cambia Ia_s1tuauón por haberse quebrado e1 nexo causal entre el hecho ~ el da,n~ q1,1e se pretende reparar aunque no ha~a existido culpa, En 1g~al s1n_i~n~a; el Código actual sei1ala que es eximente el hecho del terce-ro que ,a eune las caracteres del casu fortuito;> (art. 1731 ). 1 e, Caso Jórtuita o fiterza mayor El art. 1730 C.C y C. expresa: «Caso fortuito Fuerza mayor;_Se considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho que no ha .Pou,do ser previsto, a <¡ue, habiendo sido previsto, no ha pod1d~ _ser evitado. El caso fortuito o fuerza mayor exime de responsa,bth_dad excepw disposic:ión en contrario. Esi~ ~:ó~lgo emplea los termmus caso fonuito y Jt1erza mayor coma smummos.» La imprevisibilidad o inevitabilidad debe ser absoluta (para todos en iguales condiciones), actual (al momento de ocur~ido el. hecho} Y · ·ent,..,· .. , gr · un ·•ccidente cerebrovascuiar, mcendw. guerra, SO b fC\/lll 1 ... , ~. .. terremoto y otras catastrofes naturales o humanas. ~n _estos casos se advierte que falta la relación causal entre el hecho atnbmdo al presu~to responsable y el daño, impide que pueda imp~társele, pues rmha podido preverse (par ser extraordinario) o aun previsto no puede evitarse (_por ser irresistible). El caso fortuito, además ha de ser «exteriorn o sea totalmente «extrañmI a ias actividades del agente, su empresa, cosas de su 44i propiedad, etcétera. Por ello no se consideran eximentes por ser <<interiores» ta causa ignorada, 1a no culpa, etcétera. Por ejemplo, no podrá alegarse para eludir la atribución de responsabilidad) la mala construcción 1 la obsolescencia de los materiales o sus defectos, etcéte~ ra, Es decir, el caso fortuíto o fa fuerza mayor son, ademas de imprevisibles, irresistibles, extraños, e insuperables. Se engloba con iguales consecuencias los conceptos de caso fortuito y fuerza mayor; v.gr. son daños resultantes de estas «causas ajenas>>, las lesiones a 1a integridad física de una persona que se producen por e] impulso de un huracán o el daño derivado del incumpHmiento contractual resultante de la prohibición legal de la prestación, sobreviniente al contrato. En el sistema actual se equiparan las consecuencias del caso fortuito con la de imposibilidad de cumplimiento y se regula la imposibilidad objetiva y absoluta de incumplimiento oblígacional. El hecho del damni• ficado en el ámbito contractual y en el extracontractual excluye o limita la responsabilidad propia y la refleja, cuando tiene incidencia en la producción del daño (art. 1729 e.e. yC.). Sin embargo, por la autonomía de la volunta<l se puede convcnír o puede surgir -de la ley que el deudor responda sólo en caso de culp~ dolo, o cualquier circunstancia especial. Si el cumplimiento de la obligación se torna imposible de modo «objetivo y absoluto no implltable al deudom, queda eximido (art. 1732 C.C. y C.) salvo algunos supuestos especialmente previstos (art. 1733 C.C. y C.). VI. l)AÑOS CAUSAOOS POR PERSONAS ,JURIDICAS l. Responsables. Caracteres. Requisitos. Fundamento. Cesación La responsabilidad civil por la. actividad contractual no tiene diferencia alguna con la que cabe a la persona humana a tenor del texto de su propia definición: «Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para ei cumplimiento de su objeto y los fines de su creación «(arl. 141 C.C. y C.). En lo que respecta a la responsabilidad extracontractual el Código Civil y Comercial trata la cuestión entre los supuestos especiales (art. 1763). Manual de Derecho Privaüo ~ Parte Genera! Teoría genera! de la responsabilidad clvH La responsabilidad civil de las personas jurídicas no fue atendida cuando se atribuía su naturaleza a la teoría de la ficción ya que, por carecer de voluntad y estar la responsabilidad fundada en la culpabilidad, la conclusión era que no podían ser responsables. Sin embargo, la creciente trascendencia dafio:sa de las actividades de esta clase de persona y su relevancia en gran cantidad de relaciones jurídicas complejas, determinaron un cambio en la perspectiva con fundamento en un factor objetivo de atribución. En cuanto a lo que le es especifico, se abarcan los daños causados por el hecho de directores o administradores, lo que se sustenta en la teoría del órgano, apoyada en la realidad de la persona jurídica; éstos actúan por ella como su instrumento operativo y 1a consecuencia dafiosa se atribuye directamente a aquélla en vinud de un factor objetivo de responsabilidad. Se reconoce gran amplitud a la responsabilidad extra contractual de las personas jurídicas en tanto responden de los hechos dañosos producidos en «ejercicio y con ocasión» de sus funciones. Es decir que si lo que perjudica guarda una relación razonable con la función atribuida al órgano, la persona jurídica queda comprometida; e11o,- aunque quien obrara como agente del da!io se haya excedido en la precisión de su cometido, Iguaimente no caben discriminaciones cuando quienes dañan son los dependientes o de las cosas de las que se sirve o tiene a su cuidado pues rigen las reglas ordinarias en esa materia. El Anteproyecto girado al Poder Ejecutivo Nacional, regulaba la responsabilidad del Estado, conforme los cánones resultantes de la labor de la doctrina y jurisprudencia. Se atribuía responsabilidad objetiva al Estado por los daños derivados de sus actos lícitos que sacrifican intereses de los particulares con desigual reparto de las cargas públicas, con reparación del daño emergente y excepcionalmente de otros rubros. Asimismo se expresaba que el Estado responde, objetivamente, por ios daños causados por el ejercicio irregular de sus funciones, sin que sea necesario identificar a su autor, conforme la naturaleza de ]a actividad, los medios de que dispone el servicio, el lazo que une a la víctima con el servicio y el grado de previsibilidad del daño. También se previó que el funcionario y e1 empleado púbHco fuesen responsables por los daños causados a los particulares por acciones u omisiones que implican ei ejercicio irregular de su cargo; ias responsabilídades del funcionario o empleado público y del Estado se planteaban como eoncui:rentes. ~ S_in embargo, ,las normas previstas por e! Anteproyecto fueron e~encrnlmente modificadas por el Poder Ejecutivo y se estableció que las disp~~1c10nes del tímlo reforido a la responsabilidad civil no se aplicarían a la tcsponsab1hdad del Estado de manera directa ni subsidiaria '°' • ,· • 1 . . . , ya qo. se regina Pº"; as normas Ypnnc1p10s del derecho administrativo nacional o 1?c.al se.gun corres~onda; asimísmo, ocurrida con los hechos v las om1S1ones de~· los, func10narios púbJicos en el eJ·erClcio de sus fun cmnes ·• . por no ~u1:1pHr smo de una manera irregular las ohiigadones iegales que les estan impuestas. 442 443 Bibliografía AGllTAR, H~noch D., Hechos y actos jurídicos en /a doctrina v en la ley, TEA, Bs.As., 1951, t. IV. . ANDORNO, Luis y otros; Dm1a y protección a fa p,~rsona humana Rocca, Bs. As., 1993. La ' BERG~~uo) M~~ía T; Y BERTOLDI DE FütJRC,\Dc, María V., Lo responsa- bih~ad civll (J rqfesionales de la salud Establecimientos asistenc,ales), Advocatus, Cba., 1991. BERTl:L_rn DE ~~URCADE, Maria V. 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La representación. Noción. U. Obligaclo11cs del comerciante, Introducción. l. Registro Público. 2. Libros de comercio. ContabHidad y estados contables. a. Sistemas kga!cs. b. Sujetos obligados y excluidos. c. Formalidades. d. Valoración jurídica del balance. c. Efectos. Valor probatorio. f. Corrcspondcnci.a y documentación. g. Exhib1ción y secreto de los negocios mercamiles, 3, Rendición de cuentas. a. Sujeto.s. b. Requisitos.,;:.. Oportunidad. d. Lugar, IIL Atributos, l. Nombre comerciíll. a. Concepto. b. Adquisición y pérdida, c. Régimen legal. 2. Domicilio comcrcíat a. Concepto e impurtancia. b. Distintos :mpm:stos. 3. Capacidad para el ejercicio del 1.comercíú: prohibiciones legales e incompatibifidades. 4. Patrimonio. Bibliograna. Introducción Las primeras reiaciones comerciales eran ejercidas por los comerciantes matriculados en las corporaciones que actuaban como socieda~ des cerradas; si surgía algún conflicto entre ellos, l.a jurisdicción comercial era ejercida por los mismos pares, Et comercio fue expandiéndose y universalizándose a través del tiempo y en la actualidad es el Estado fl Ma:mal cte Derechc Privado • Parte General La relación iurídica cotnerda! que, en forma directa o indirecta, está involucrado en ias dístin~as modalidades de contrntación q_uc tieuen por objeto un acto de comercw, La rdaciün jurldica, como obligación comercial, tiene tres elementos: los sujetos, ;1 vínculo jud<lko entre los sujetos y c1 objeto sobre el que recae 1a relación. Respecto del primer clcmcnto 1 son sujetos de las relaciones comerw dales las personas hmnanas o jurídicas, n;uliccn o no una actividad ecunómica organizada (arL 320 C.C. y C.}; eUo pues quien ejecuta un a-cto de comer~io queda sometido a la iey y a la jurisdicdón comercial. Podemos mencionar, confom1e con la legislación vigente, entre las personas. jurídlcas qm.:. pueden ser sujeto de estas relacion~s a las sociedades comerciales (Ley General de Sociedades 19.550), tas asociaciones civiles (arts, 168 a.1186 C.C. y C.) y simples asociaciones (arts. 187 al [92 C.C. y C.). las sociedades de economía mixta (decr. ley !5.349/46). las sociedades del Estado (ley 20.705) y las empresas deí Estado. e1~ cuanto ejecuten actos. de comercio, aunque por esto no adquieren la calidad de comerciantes (Siburu, Thal!er). El vinculo juridfr:v es la relación entre los sujetos, que puede surgir <le man~ra natural, por conexión, uuilateralmentc, o por disposi~ cíón de la ley. Asi, relacionado GOn el vinculo juddico se encuentra el objeto, que otorga efectos _propios, sea qu_e los sujetos realicen o no una a~tívida<l económica organizada. Ejemplo típico de esto, eran los actos unilateralmente comerciales previstos en e! art. 7° C.Com. derogado. donde una de las panes era comerciante y la otra no; sin embargo, en vittud del_ act~, quedaba sometido a la ley y a la jurisdicción comerciaL Hoy que~ra baJo ls esfera del Código Civil y Cmnercial o de las leyes especiales de carácter comcrciat que no han sido <lcroga<lat:., .:omo la ley 2 L:526 de Entiditdes Finanderas o la nueva ky 26.83! de Mercado de Capitales La relación comercial ahora es una rc!-a-cíón de empresa-commmidor en donde fa_ proteccíón al consumidor aparece como un <<paraguas>) protector de la economía de mercado a fin de prevenir desigualdades en la relación jurídica y proteger a ia parte débil de eHa; esto es., al «díente consumidor)) (Junycnt Bas) Existen muchas normas que, en dh.-ersos contextos) aluden al ,<comercio)), pero d estatuto que fo es propio, basado en su particularisnw y ta autonomía legislativa y científica que !e son necesarias, no está pn.~;entc en el Código Civil y Comercial. Así, por ejemplo,. el art 465 inc. d, menciona como bien ganancial a los frutos proveníentes del ejercicio det coinercio por uno de ·Ios cónyuges; el art. 1429 prescribe sobre lo atinente a las bolsas y mercados de comercio; el art 18i l aiude a las operaciones de comercio exterior; en el art. 2087, al regularse el tiempo compartido, se establece que pueden ser afectados a ese contrato bienes destinados al comercio; ios arts. 127 y 491 in fine aluden al fondo de comercio: varios preceprns refieren a ios bie-nes que están dentro o fuera del comercio (arts. 234 1 l l 92, 1670, 2497 y 2588); los arts. 320, 470, inc. d, 499, 1 104, l l 09, 11 l O, 2330, 2332 y 2380 aluden al establecimiento comercial; los arts. l 052, 1502, 1505, 1511, 1522 y 2093 a la comereializ,ación de mercaderías; los arts. 1092 y l 093 a la actividad comercial; el an. 1520 a los documentos cornerciales; el arL 1096 a las prácticas comerciales; el art 1100 a las condkiones de comercialización; el art 1379 a la cartera comercial; et arL l 421 al giro comercial; el art. 1422 a la asistencia comercial; el art. 1504, inc. d, a los productos comercializados: el art. 1505, inc. b, a la abstención de comercializar; los arts. 2090, 2100 y 2102 al comcrcializador; e! art, 2073 al destino comercial; el arL 2092 a la promoción comerciat e) art. 2611 a la cooperación jurisdiccional en materia civil y comercial; el arL 2654 a la representación comercial, entre otros. 449 449 Por ello, estimamos que la consagración legislativa de ese estaluto no debería haber sido omitida, habida cuenta que en el marco de la unificación de la legislacíón civil y comerciai 1 éste no debe desaparecer sino en ia medida necesaria. a esa unificación (Heredía, Gómez Leo, Martorell, Gómez Alonso de Díaz Cordero). l. EL SUJETO DE LAS RELACIONES COMERCIALES, EL COMERCIANTE l. Noción El comerciante es el sujeto típico de las re1aciones jurídicas comerciales. Es la persona que comercia profesional y habitualmente (Romero). El ejercido de la aciividad mercantil hace que el comerciante adquiera esa calidadt ya que por el status jurídico del que goza, queda sometido a un régimenjuridtco especial propio. 450 Manual de Derecho Prívado - Parte Genera\ Desde nuestra perspectiva podemos señalar que, en cuanto a sus activídades, el Código Unificado admite dos categorías de «personas humanas>), una general y otra «especial», en tanto sujeta a obligaciones contables, que necesariamente, estarán sujetas también a practicar una inscripción de antecedentes (publicidad): Esta categoría «especiah) está compuesta por: a) Las personas que realizan una actividad económica organizada, y b) Las que son «empresarios», en el sentido de ser titulares de una empresa o de un establecimiento comercial, industrial o de servicios. De ambas categorías resulta que no sólo los empresarios integran esta categoría especial de personas humanas sino también quienes no siéndolo, realizan una actividad económica organizada que no llega a configurar una empresa, a los que denominaremos «cuasi-empresarios» (Favier Dubois (h.)). El comerciante, empresario o cuasi empresario tendrá siempre derechos y obligaciones propias de su condición y de la actividad que realicen, sean de mayor o menor escala. a. Sistemas legislativos Los sistemas legislativos han tratado de fijar las pautas para detenninar cuándo estamos frente a un comerciante, empresario o cuasi empresario a fin de aplicarle las obligaciones propias de esa calidad. Sistema objetivo o realista El Código de Comercio francés estableció un criterio realista u objetivo yg que tiene en cuenta la actividad. En su art. 1° describe como comerciante a quien realiza actos de comercio haciendo de ello su profesión habitual. Luego se completó, por la doctrina y la jurisprudencia, con la capacidad y el ejercicio en nombre propio. La calidad de comerciante se adquiere por el ejercicio de actos de comercio, sin la necesidad de la inscripción en el registro público. Sin embar,go, actualmente los comerciantes en Francia, sean nacionales o extranjeros, deben inscribirse en la matrícula con el único apercibimiento de ser multados en su defecto. La relación jurídica comercial 451 Sistema subjetivo n formalista Es en e1 sistema alemán y en el suizo que se exige la inscripción en la matrícula para ser considerado comerciante; es un sistema formalista. Sistema mixto En el Código de Comercio derogado que tiene fuente francesa, la calidad de comerciante se adquiere por el solo ejerclcio habitual de actos de comercio. La posibilidad de matricularse en el Registro Público de Comercio, era facultativa y provocaba una presunción iuris tantum pe comercialidad en toda su actividad, aunque no era constitutiva. En algunas ramas del comercio, sin embargo, la matrícula es obligatoria y se debe estar inscripto en el Registro Público como lo denomina el Código Civil y Comercial; tal como ocurre en el caso de quienes se dedican a la importación o exportación de mercaderías, quienes comercian sustancias farmacéuticas, electrónica, equipos e instrumental médicos, operadores turísticos, martilleros y corredores públicos, entre otros. Por lo que a pesar de la unificación, se mantiene el sistema mixto, b. Reglas contenidas en el Código de Comercio derogado y en el Código Civil y Comercial El art. 1° C.Com. derogado, establecía: «La ley declara comerciantes a todos los individuos que, teniendo capacidad legal para contratar} ejercen de cuenta propia actos de comercio, haciendo de ello profesión habitual». En el actual Código unificado no existe una norma corno la precedente. Como ya se hizo mención, existen normas dispersas en el Código que establecen qué hechos y actos son consíderados comerciales, sin dar requisitos a los sujetos de dichas relaciones. Condiciones legales 1) Capacidad legal para contratar. Se exige la capacidad para el ejercicio de! comercio; es decir, debe tratarse de mayores de edad, capaces para celebrar «actos de disposición», por lo tanto, a partir de los 18 años los individuos cuentan con plena capacidad para el ejercicio del comercio. Manua! de Dere:ho Privacto - Parto Genera! La relac:ón juriéíca comercial La capacidad e incapaddad, como ya se señaló, está reglada por el régimen general establecido en el Código Civil y Comercial, L~bro l, Pane OeneraL Titulo J «Perso,1a Humana», Capítulo 2 «Capac1da<l,,, Sección 1~ t<Principio& Generaks» {art. 22 y ss, C.C. y C.); y en relación a las personas jurídicas. el régimen se encuentra establecido en eJ mismo Libro, THulo iI <(Persona Jurídica>), art, 14 l y ss. La regía es que las personas cun capacidad restringida en la extcnsiún dispuesta por !a septencia o el im:apaz de ejercicio (menores dé edad, los declarados incapaces por razón de enfermedad mental), pueden ejercer e1 comercio con la asistencia <le ios apoyos o a tr~vés. ?e sus representantes necesarios y éstos deben contar con la auionzac10n íudiciai respectiva a esos fines (arts. 22 a 50 C.C, y C.). · El art. 27 C.C. y C. sólo mantiene el instituto de 1a emandpación por matrimonio. En lo que se refiere a ia posibilidad de constituir sociedades comerciales cuvos Úpos establecen la responsabilidad solidaria e ilimitada por la:s <leud;s sücfaJes (v.gr., sociedades colectivas). algunos autores entienden que el aporte parn 1a constitución o integración tiene el carácter <le una. fianza por lo que~ por aplicación del 28 in-e. e, C.C. y C., au¡enes se casan en la menor edad no podrían constituirlas ni integrar ~stas suciedades al estar vedada la posibilidad de afianzar obligaciones (Richard y Muiño), Para otros autores, no se puede equiparar esa participación social a una fianza, por lo que no regiría para este cas~ la prohibición señalada (Halperin), En relación con el régimen establecido p-or la ley general <le sociedades, el art. 28 establece que lo::i 1~enores, incapaces o con c:apacidad restringida sólo pueden ser soc10s con responsabilidad limitada. En el supuesto del adolescente que trab,1ia (arts. 681,682 Y 683 C,C, y C.) o que obtuvo título habHilante para el ejercicio de una profesión (art. JO e.e. y C.), puede disponer y administrar los bienes adquiridos con et producto <le su trabajo o pr;,fesíón. Conforme a ello, al adolescente le está permitido cien.::eí el comercio y con dichos bienes puede administrar, disponer y,- entre otras. cuestiones, formar sociedades comerciales y afianzar obligaciones, Los inhabilitados (arls. 48 a 50 C.C. y C.) tienen una capacidad de ejercicio restringida. sujeta a las limitaciones especiales de la deci~lónjndiciat de inhabilitación, ya que la sentencia puede vedar la realízación de ciertos actos. En cuanto a la actividad comercial, pueden constituir sociedades comerdales e-n los términos del art. 28 ley general de sociedades, En cuanto a los condenados penalmente, el arL 12 C.P. establece lo siguiente: (,La reclusión y la prisión por más de tres años llevan como inherente la inhabilitación absoluta, por el tiempo de la condena, la que podrá durar hasta tres años más, si así lo resuelve el tribunal, de acuerdo con la índole del delito. Importan además la privación, mientras dure la pena. de 1a patria potestad, de la administración de los bienes y del derecho de disponer de ellos por actos entre vivos. El penado quedará sujeto a ta curateia establecida por el Código Civil para ]os incapaces». Podrán formar parte de una sociedad comercial si ,.;uentan con curador y la veniajudicíai para el acto, Hay que destacar diversas normas del ordenamiento jurídico que siguen vigentes con referencia a la capacidad para el ejercicio de comercio como recaudo para habilirar el desempeño de ciertas profesiones o cargos, por ejemplo: art. 264, inc. 1, de la ley 19.550 (directores o gerentes de sociedades comerciales); arl. 2, inc. a, de la ley 20.266 (martilleros); art. 8'\ inc. a, de la ley 22.400 (productores asesores de seguros); art 41, inc. 2 a, de la ley 22,415 ( despachan te de aduana); art. 58, inc. 2 a de la ley 22,415 (agente de transporte aduanero); art. 76, inc. 2 a, qe la ley 22.415 (apoderado general del servicio aduanero); etc. 2) Ejercicio de actos de comercio. Los actos de comercio son ias actividades económicas simples y complejas que se manifiestan en actos u operaciones (Bolaffio). Estaban enunciadas en el art. 8" C.Corn. derogado, como nego¡,;iaciones, operaciones de cambio, compraventa, seguros, etc. Por ejercicio debe entenderse la asunción de la responsabilidad de los actos efectuados en et propio nombre comercial 1 aunque éstos sean realizados por un representante. No ne.cesariamente debe entenderse corno acto de comercio el ejercicio materia] de la actividad. Si bien en ei Código Civil y Comercial no existe una sistematización, pueden encontrarse referencias a esta actividad en diferentes normas a lo largo de su articulado, como ya se ha señalado. 3) Ejercicio de cuenta propia. Lo correcto es decir en nombre propio. De esa forma s-c asume la responsabilidad frente a terceros, ya que hay actos de come.rcio que se ejecutan por cuenta ajen.a, como en el caso de los martilleros o comisionistas o agentes que actúen en el mercado de capitales, 4) Prqf'esión habitual. Se concibe sólo si esa actividad es realizad.a en forma permanente. estable y en fomia profesional, como un buen hombre de negocios, 451 454 Manual de Derecho Privado * Parte General Estos requisitos siguen aún vigentes ya que la normativa fiscal los tiene en cuenta a la hora de fijar el.hecho imponible para el pago de los impuestos en el orden municipal, provincial y nacional. c. Adquisición y pérdida de la calidad La calidad de comerciante se adquiere, como se dijo, con el ejercicio profesional y habitual de los actos de comercio, salvo las situaciones ya explicitadas en las que es necesario poseer inscripción en el Registro Público (martilleros y corredores públicos, agentes del mercado de capitales, bancos, aseguradoras, entre otros). Se pierde la calidad de tal por el cese del ejercicio de actos de comercio, salvo en casos de la declaración de quiebra, liquidación de las sociedades comerciales, entre otros, en los cuales la pérdida de dicha calidad proviene de una situación desencadenante del cese de la actividad. Otra situación de cese se da en los bancos comerciales cuando el Banco Central les revoca la autorización para funcionar. Lo mismo sucede con las aseguradoras y las administradoras de riesgos del trabajo (ART), cuando la Superintendencia que corresponde les cancela la autorización para funcionar. 2. La representación Noción En el Código Civil y Comercial se legisla la representación como instituto autónomo, además se introduce la representación aparente propia del tráfico mercantil. La encontramos regulada en Libro 1, Título IV de Hechos y Actos Jurídicos, Capítulo 8, Sección l' Disposiciones Generales y Sección 2ª Representación Voluntaria. El mismo Código la define en el art. 358: «Principio. Fuentes. Los actos jurídicos entre vivos pueden ser celebrados por medio de representante, excepto en los casos en que la ley exige que sean otorgados por el titular del derecho. La representación es voluntaria cuando resulta de un acto jurídico, es legal cuando resulta de una regla de derecho, y es orgamca cuando resulta del estatuto de una persona jurídica. En las relacio- La relación jurídica comercia! 455 nes de familia la representación se rige, en subsidio, por las disposiciones de este Capitulo». La representación surge cuando un individuo (representante, sujeto de la declaración de voluntad) ejecuta un negocio jurídico en nombre de otro (representado, sujeto del interés), de modo que el negocio se considera como celebrado directamente por este último y l~s derechos y obligaciones emergentes del acto celebrado por el representante pasan al representado como si éste hubiera celebrado el negocio (Fontanarrosa). La representación puede ser legal, orgánica, voluntaria, directa e indirecta. Como ya se ha referido en capítulos anterlorcs, la representación legal es aquella impuesta por la ley para las personas incapaces. Tales son, en primer lugar, la responsabilidad parental como la denomina el Código unificado; en segundo lugar, los tutores respecto a menores de edad no sometidos a la representación parental y, por último, los apoyos o curadores para las personas mayores con capacidad restringida o incapacidad, situaciones que se encuentran reguladas en los arts. 26, 43, 49, 100,127,646 inc. f y 677 e.e. y C. Las personas jurídícas tienen una tepresentación legal, necesaria, u · «orgánica», lo que atiende a su actuación y a la protección de los terceros. Según el tipo, el representante legal podrá ser el presidente del directorio en la sociedad anónima, o el presidente de la comisión directiva de un club deportivo que normalmente tienen forma de asociación, el gerente en las sociedades de responsabilidad limitada, los síndicos y liquidadores en concursos y quiebras que representan a los acreedores o tratarse de gestión representativa (arts. 158, 1781 y ss. C.C. y C.). La representación voluntaria se origina directamente en la voluntad del representado, siendo un caso típico el contrato de mandato (art. l 319 C.C. y C.); por ejemplo, e1 que se celebra con una concesionaria de automóviles a los fines de la venta de un automotor. Lo mismo sucede con el corredor inmobiliario, el despachante de aduana, el martillero (arts. 362, 364, 375 C. C. y C.). En los casos señalados estamos en presencia de un negocio representativo que tiene Jos síguientes requisitos: 1) Autorización representativa o facultad para representar; que es el acto mediante el cual el representado o la ley otorga al representante el poder para emitir la declaración de voluntad a través de un poder o procura (arts. 362 a 366 e.e. y C.); Manual de Derecho Privado ~ Parte General La relación jurídica comercíal 2) Contemplntio dominí: es la exigencia de que quien contrata a nombre ajeno. lo ponga en conocimiento del tercero con quien celebra el negocio para que sepa que está actuando por su representado, a quien se atribuirán todos los efectos del acto, situación regulada en el art. 362 C.C. y C. cuando dice: <<Los límites de la representación, su extinción, y las instrucciones que el representado dio a su representante, son oponibles a terceros si éstos han tomado conocimiento de tales circunstancias, o debieron conocerlas obrando con cuidado y previsión», precepto que se completa con lo dispuesto por los arts. 361,381 C.C. y C. (oponibili<lad a terceros) y art. 396 C.C. y C. (inoponibilidad, efectos); 3) Límites al poder: es importante que el representante actúe dentro de los limites del poder o autorización, de lo contrario necesitará de la ratificación del acto; si su actuación fuere abusiva y perjudica a su representado deberá pagarle a éste daños y perjuicios (Romero), Expresamente, el nuevo Código en su art. 360 se refiere a la extensión de la representación cuando dice: « La representación alcanza a los actos objeto del apoderamiento, a las facultades otorgadas por la ley y también los actos necesarios para su ejecución», lo que es concordante con las normas que describen los efectos señalados cuando no se actúa dentro de los límítes del poder, procurando de esta manera la protección de terceros de buena fe que confiaron en la validez del acto (arls. 361,366,370,371,381,396,376 C.C. y C.). La representación es directa o propia cuando el sujeto de la dedaración de la voluntad le hace conocer al tercero que está actuando en nombre y representación de otro; es el caso del mandato (arL 1319 C.C. y C.) como así también en los casos de corretaje (art. 1345 C.C. y C., ley 25.028, art. 34 inca), remate (ley 20.266 art. 9") y demás actos ya señalados precedentemente. Los efectos del acto generan responsabilidad directa en el representado y los terceros. En e! ejercicio del comercio, un personaje típíco de representación con carúcter general y permanente, era el factor o gerente que tenía un mandato general del dueño del negocio (art. 138 C.Com. derogado), y celebraba negocios en nombre del «principal» ahora denominado «cmpresarürn, quedando éste obligado con los terceros con los que el factor contrataba, Si bien esta figura como tal no se encuentra contemplada en el Código Civil y Comercial, el art. 359 C.C. y C. en relación a los actos celebrados en rcpresentacíón enuncia: «Efectos. Los actos celebrados por el representante en nombre del representado y en los límites de las facultades conferidas por la ley o por el acto de apoderamiento, producen efecto directamente para e] representado»; concordante con la norma transcripta tenemos: art. 366 e e e (actuación en ~jercicio del poder), art. 376 C.C, y C. (respon;ab.il;dad po_r .mex1stenc1a o exceso en la representación) y art. 365 e.e. y c. (v1c10s en el otorgamiento del acto). 456 457 La repres~ntación es indirecta o impropia cuando el sujeto de la voluntad la emite como propia y los terceros contratan directamente con él. Los efectos j~ríd_lcos del acto recaen sobre el celebrante o agente; es el caso del com1s10msta o consignatario (art. 1335 yss. C.C. yC.). En este caso, el dueño del negocio tiene acciones directamente contra el celebrante o agente yno con los terceros con quien contrata (art. 1337 C.C. y e\ El Código Civil y Comercial en el art. 367 tutela la apariencia como una nueva fuente de representación y la describe así: «Representación aparente. Cuando alguien ha obrado de manera de inducir a un tercero a celc.brar un acto jutídico, dejándolo i.:reer razonablemente que neg.ocw con su representante, sin que haya representación expresa, se entzende que le ha dado tácitamente poder suficiente». Es muy frecuente en la actividad comercial que los terceros contratantes denominados en el Código nuevo corno: consumidores usuarios, prestatarios", cuentacorrentistas, depositantes, se relacione~ con personas considerados como, «administradores» «dependientes;¡, «encargados>1 que se desempeñan en un establecimiento mercantil Y se relacionen a través de ellos, comprando mercaderías O servicios, por lo que la razonabilidad significa creer que actúan en nombre del dueño del negocio. Esa confianza nace de la propia naturaleza del acto d~ ahí que 1~ nor~1a en los tres incisos incorpora de manera expresa la~ diferentes s1tuac10nes que pueden originar representación. Esta ~orma es ~ara proteger a los consumidores _y así lo señala Lorcnzetti cuando dice que «en la contratación moderna basada en la publicidad, en la inducción y el la aceleración del tiempo, la confianza es un lubricante de las relaciones sociales». II, OBLIGACIONES DEL COMERCIANTE Introducción El Código de Comercio derogado, enunciaba como obligaciones de los comerciantes: í¡' Manual de Derecho Privado Parte Generai 455 M 1º) La inscripción en e1 Registro Público, tanto de la matricu1~ como de los documentos que requieren ser inscriptos para ser oponibles a terceros; así tenemos, la inscripción de la transfe~ene-ta del fond? de · ( art- 7º J l , 867) , de \os contratos de sociedades comerciales comercto , Jev ·.1 • 7° 1,, 60 tarts, - . . ,;. Y , lev., 19.550 y sus n1odificaciones), sentencias .de , e r · · · - cripción de poderes otorgados a los factores y su revocae-1on !~1vor .. 10j ms . ·b· 7º) L , d , actos que las leyes especiales ordenen mscn u; a ) emas b·1·d d d t 1 . obligación de seguir un orden unifonne de conta 1 1 a Y e en,er o:-. lihros necesarios a tal fin; 3º) La conservación de correspondenc1~ qu~ tenga relación con el giro del comerciante., así como_ 1a de todos l~1s hbro~ de la contabilidad; 4º) Rendir cuentas en los términos de la ley. de las enumeradas sólo la de rendír cuentas es una Jidad En r e a, ''d brgación las demás son cargas. Ello pues no puede ser ex1g1 a por ~er:eros y ~ólo importa la pérdida de ciertos beneficios; v.gr, el llevar libros conforme lo ordena la ley permite a! comerciante, en caso de juicios, ofrecerlos como medio de prueba para aclarar los puntos de la controversia, siempre que hayan sido llevados en forma Y con la documentación de respaldo, • ,º 1. Registro Público El Registro Público es ,ma institución que e'.1 la antigüedad te~ía \~ misión de inscribir a quienes ejercían ia profes1on de com~rctantes, ast se sabía quiénes integraban fas corporaciones. En el Medioevo esta~a vinculada a la actividad de los gremios de los mercaderes que llevaban una nómina de todos los que los integraban y se a~otaban datos personales y todas las modificaciones referid_as a su aetJVJdad. El Código de Comercio derogado denommaba a _esta.:ntldad co~0 el Registro Público de Comercio, quedando la denommac10n de «R_eg1s• tro Público)) en el Código Civil y Comercial. Tiene un sistema realista Y publicista; es decir, que las inse-ripcione,s con:~sponden a actos ce:e?rados con anterioridad y a los cua1es la reg1strac1on les confiere pu?hc1dad y los hace oponibles a terceros. Sin embar~o> la toma de razon en ei Registro no subsana los vicios que el acto pud1era tener ya que no se hace un juicio de valor. . . El funcionamiento del Registro Público se orgamza en forma mdependiente en cada provincia. r La rn!ación jurld!ca comerclal 459 l En la práctica de la provincia de Córdoba, la mscripción en la matrícula~ fo rúbrica de los iibros de comercio y los contratos d-c constitución de sociedades regulares personalistas y de responsabilidad iímitada~ como así también sus modificacioncs 1 se hacen previo un trámite en los juzgados especializados en sociedades y quü:brns de la sede Capital o los que correspondan en el resto de la provincia. Las sociedades por acciones son inscriptas a partir de ia actuación ante }as autoridades de contralor local (Dirección de Inspección de Personas Jurídicas). Quien interviene controla el cumplimiento de los requisitos legales; e-s decir 1 que el documento o acto pueda inscribirse. la capacidad de quien solícita la inscripción, verifica la validez del acto y sus formas; la inscripción. en su caso, se ordena mediante una resolución díctada por un juez. La inscripción se fo-rmalíza mediante la presentacíón de la copia fiel del documento que se manda a inscribir, él que es transcripto en hojas de protocolo que el mismo Registro proporciona, se pagan los sellados de ley y se ingresa el trámite en la sección correspondiente J' se registra en el protocolo pertinente. El Registro tiene distintos protocolos, según la materia de que se trate, que son l1evados crono1ógicamentc 1 foliados, rubricados corno garantía de control y de seguridad para los terceros que quieran obtener información sobre comerciantes individuales y sociedades comercíalcs. La Dirección de Inspección de Personas Jurídicas de la Provincia de Córdoba (_ley 8652/98). que integra el Poder Ejecutivo Provincial, organiza y lleva el que se llamara Registro Público de Comercio, siendo responsable únicamente de la exactítud y legalidad de sus asientos. Esta entidad tiene ftmcíones registrales (art. 3º) y de fiscalización de las personas jurídicas públicas y privadas (arts. 6n y 7º), autoriza y fiscaliza el funcionamiento de las asociaciones civiles y fundaciones (art. 10°) y también funciones administrativas (arL 12º) ya que dicta resoluciones para organizar los procedimientos a través de los cuales se procesa la documentación que ingresa y emana en el ejercicio de sus funciones. Es necesario referirnos, para completar el tema del Registro Púb)ic0, a lo prescriptn por los arts. 5º y 6º de la Ley General de Sociedades, donde desaparece la expresión del anterior régimen, la que rezaba «el juez debe comprobar el cumplimiento de Los requisitos legales )' fiscales>>, por lo que inferimos que el control de legalidad que efectuaban los Juzgados especializados va a estar a cargo del oficial del registro que va a tomar razón del acto a inscribir. El art. 299 L.G,S, enumera las Manual de Derecho Privado • Parte General la relación jurídica comercia! sociedades sujetas a fiscalización estatal permanente y agrega, por la unificación producida en el inciso 7, sociedades anónimas unipersonales, control que a la fecha es efectuado en Córdoba por la Dirección de inspección de Personas Jurídicas. E! requisito de la inscripción, se señala en distintas normas del Código Civil y Comercial; así para el caso de la persona jurídica privada, el art. l 53 cuando enuncia «sede inscripta>>; el art. 157 donde reza «la modificación del estatuto produce efectos desde su otorgamiento. Si requiere la inscripción es oponible a terceros a partir de ésta ... »; también el art. 169 en referencia al acto constitutivo de las asociaciones civiles establece: <<... debe ser otorgado por instrumento público y ser inscripto en el registro correspondiente una vez otorgada la autorización estatal para funcionar». En este último caso tiene efecto constitutivo ya que, de lo contrario, hasta la inscripción se la considera una simple asociación, En relación con las fundaciones, no requiere inscripción, pero en el caso de la provincia de Córdoba sí Se inscriben en la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas, que es la autoridad de contralor. Respecto de los libros de comercío el Código Civil y Comercial, en su art. 323 se refiere al «Registro Público» correspondíente, el que será el encargado de la inscripción y rúbrica de los libros, además de llevar una nómina alfabética de los inscriptos para la consulta pública, satisfaciendo de ese modo el requisito de la publicidad a terceros de quienes sean titulares de una actividad económica organizada, sean personas humanas o personas jurídicas privadas o públicas. El mismo Código en el art. 329 señala al Registro Público como el órgano del Estado que autoriza la sustitución de los libros y los medios utilizados para llevar la contabilidad. Deben inscribirse, además, la agrupación de colaboración (arts. 1455 C.C. y C.), uniones transitorias (art. 1466 C.C. y C.), consorcio de cooperación (art. 1473 C.C. y C.). En cuanto al negocio en participación, no debe inscribirse en virtud de lo dispuesto por el art. 1448 C.C. y C. Además de las normas existentes en el Código Civil y Comercial, existe legislación complementaria vigente que exige la inscripción en el Registro Público. El art. 10 de la ley 23.576, modificado por ley 23.962, ordena inscribir las actas de emisión de obligaciones negociables; la ley 11.867, en su art. 12 ordena inscribir las transferencias de fondo de comercio; la ley 24.083 en su art. 11 ordena a los fondos comunes de inversión inscribir los reglamentos de gestión. Debemos señalar en el orden nacional, la sanción de la ley 26.047 de creación de Registros Nac!onales (2005) que establece disposiciones por las que se rigen el Reg_1stro creado por el art. 8º de la ley 19.550 (Registro Nacional de Sociedades por Acciones), el art. 4° de la ley 22.315 (Registro Nacional de Sociedades Extranjeras y Registro Nacional de Asociaciones Civiles Y Fundaciones) Y el decreto 23/99 (Registro Nacional de Sociedades no Accionarias). 460 461 2. Libros de comercio, Contabilidad y estados contables La contabilidad y los estados contables constituyen un medio de prueba documental instrumental de quienes gestionan o administran una actividad c~mercial, industrial o de servicio, sean personas individuales hoy denommadas personas humanas, o jurídicas privadas o públicas a través de los que se reflejan sus actos y negociaciones. La obligación de llevar libros en el Código Civil y Comercial, se encuentra legislada en el Libro I, Título 4, Capítulo 5, Sección 7\ arts. 320 a 331 Ylleva el título: «Contabilidad y estados contables», encontrándose regulada a continuación de los instrumentos privados y particulares. ~ . La ubic~ción recepta la opinión mayoritaria de los autores de que los hbros constituyen un medio de prueba documental instrumental. Se establece además, que cualquier otra persona pueda llevar contabilidad si so.licita su inscripción y la habilitación de sus registros o rubricación de los libros. Se ~xcept~an de llevar libros de comercio, salvo previsión legal expresa, a quienes CJerzan profesiones liberales, agropecuarias y conexas cuando no están organizadas como empresas (art. 320 y ss. C.C. y C.). , . A través de la c?n~abilidad se aprecia la situación patrimonial y el ex1t~ de un emprend1m1ento mercantil, satisfaciendo el interés propio de su titular para la toma de decisiones, de los terceros que contratan con él para conocer su situación económica, (acreedores, trabajadores), y del fisco para determinar los gravámenes a que están sujetas las referidas actividades. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por ley 2594/2007 obligatoria para grandes empresas, se establece la presentación de{ «~ah~n~e de Responsabilidad Social y Ambiental>~, lo que responde al pnnc1p10 de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) como una nueva manera de hacer negocios en la cual las empresas tratan de encontrar un estado de equilibrio entre la necesidad de alcanzar objetivos econó- 462 Manual de DerecM Privado • Parte Germal micos. financieros y de desarrollo y el impacto social y ambiental de sus actividades. Dicho balance debe ser presentado al Gobierno de la Ciudad. En nuestro país, la ley 25.877 (2004), en su Capítulo IV estableció que las empresas que posean un número de trabajadores que superen los 300 deberán elaborar, anualmente, un balance social. :ero ¿qué se entiende por balance social? ~l balance o ~e~orte social o sustentable es un estado financiero que mcluye las actlV!dades de RSE (y su impacto social ambiental y _económico) que desarrolla la empresa, y tiene por fin publicitar las acc10nes en este campo y tra?sparentarlas al hacerlas comparables y cuantificables. El balance social debe contemplar los tres pilares base de la RSE, esto es, personal -empleados-, comunidad y medio ambiente. Muchos balances incluyen a todos los grupos de interés como ser: comunidad, proveedores, clientes, emple~# dos medio ambiente. organizaciones no gubernamentales, otras organ1~ zacÍones comunitarias~ consumidores, que- debe ser girado al sindicato con personería gremial signatario de la convención colectiva de que se trate (Fabris), El Código Civil y Comercial enuncia quiénes son las personas obligadas y' las exoeptuadas de dic_ha obligación, ampliándose el espectro a quienes quieran lievar voluntanamente un sistema de registración contable. Se respeta nuestra estructura jurídica federal al sujetar la obligación a lo dispuesto por cada jurisdicción local. Co~sultada la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas de la Provmcia de Córdoba, a la fecha de la elaboración del presente capítulo no ha dictado disposición alguna que modifique la forma de inscripción de los registros contables. a. Sistemas legales Los sistemas legales respecto de esta obligación son tres: 1) De libertad: es el sistema ingles que deja librado a ios comercian~ tes el criterio para llevar su contabilidad en orden a fin .de conocer el estado de sus negocios sin especificar cuáles deben llevarse. Es el sistema previsto en los códigos suizo y alemán; 2) Restringido: es el de los códigos fran~és,_belga, italiano Y el nuestro hasta ! 963; detalla cuáles son los libros mdispensables, el modo y la forma de llevarlos; La relación jurldica comercial 463 3) Mixto: es el adoptado por el derogado Código de Comercio, a partir del decr, ley 4777il963 y es el adoptado por el Código Civil y Comercial. Se establecen como libros obligatorios: í) Diarlu (art 322 im;. a C ,C. y C.), en donde se anotan día por día las operaciones y según el orden en que se vayan efectuando: 2) Inventarios y balances (art. 322 inc. b C.C. y C.), que se refiere al balance anual que están obligados a realizar quienes ejerzan e1 comercio; sean personas humanas o jurídicas, de donde surgirá ]a verdadera situación patrimonial, económica y financiera de quien desarrolla una actividad organizada como empresa. Los libros enunciados son los que remiten a la contabilidad organizada en general. El art. 322 inc. e C.C. y C. incluye asimismo a «aquellos que corresponden a una adecuada integración del sistema de contabilidad y que exige la importancia y la naturaleza de las actividades a desarrollan,. Los libros se corresponderán a la importancia y características dci giro, considerándose entre dichos libros el de C~ia, que se considera parte del libro Diario: el libro de Documentos, en el que se asientan los movimientos contables relativos a los movimientos de los titulos valores: el libro de Compras y Ventas donde se registran las operacione~ cronológicamente, son los que se denominan libros auxiliares que no son obligatorios y los que actualmente han sido reemplazados por medios electrónícos autorizados por ia Administración Federal de 1ngresos Públicos (A.F.l.P.). (Fargosí). El referído art 322 en su inc. d agrega a ,dos que en fonna especial impone este Código u otras leyes,:-. Así, encontramos casos particulares en la ley de sociedades que, además, de los libros oblígatorlos impuestos por el nuevo Código para llevar la contabilidad, requieren, por su forma de actuación, de otros registros, corno el Libro de Actas, Si es una sociedad anónima, se deben llevar el Registro de Acciones (arL 213 LG.S,), Registro de Asistencia a Asambleas (art. 238 LG.S,); el Libro de Actas de Directorio y el Libro de Actas de Asambleas, dot;de se deja constancia de los actos de los órganos colegiados (art. 73 LG.S.). Otras regulacíones requieren rcgistraciones propias. aseguradoras {art. 37 ley 20,091), entidades financieras (arts. 36, 37 ley 21.526 y art. 34 Carta Orgánica del B.C.R.A.) y transportistas conforme la normativa dictada por la Comisión Nacional Reguladora de Transporte (CNRT). Otros libros particulares son los que impone la ley de contrato de trabajo en su art 52, cuando obüga a Hevar libro de sueldos y jornales~ 1 ! 464 Manual de Derecho P:ivado ·· Parte füH1eíai los libros Jmpuestos por ia ley 20.266 a1is, 17 y 35 a los martilleros Y corredores. ·:' evo Código se refiere- tam.bién al 1dibro espcciah Je actas de c1 nu . • t' d la Jeliberaciones de1 consejo d.e administración o com~eJO CJC~U 1v?. e · s . ¡ · "rt ?O' e· C y C ·,· libros sobre estado de situacrnn• ,que ~ l une ac10ncs; ... . - í , ,. ·era 'a naturaleza e importancia de la agrupación de colaboracwn o requ1 , . . . . . . ¡ "b de la unión transitoriaarts. l4::i5 me, 1, 14641~c 1 C.C. )' C., o; 11 r~~ contables y actas n los consorcios de cooperación (~rt. 1475 e.e.- Y~-), los libros de a.etas de administración, asambicas, registro de proprnta~10s ~, finnas en los consorcios de propiedad horizontal ( arts. ~0~2 y 2067 me. fe.e. y C.); los libros de contabilidad impuestos al admm1strador de un tiempo compartido (art. 2097, inc. e e.e. y e.).. .. . Los libros de contabilidad conforme al Código C1v1l_y C~mercial deben !levarse respetando los. siguientes principios que se enuncrn~ .~n el , t 31 [ ... 1 /\Ue reza: eAiodo de llevar la contabilidad. La contabrndad ar . - , .,.¡ 'i 1 1 debe ser llevada sobre una base uniforme de la que r~su te un cur.u,ru verídico de las actividades y de los actos que deben regi.strarse, de modo que se permita la individualización de las operaciones _Y lus corres~ ondientes cuentas ncreedoros y deudoras. Los asientos ~eben ~espa!dane con la documentación respectivat_ tod~1 ,lo cual d~be arch1.v,arse en forma metódica y que permita su locahzacwn y con:sulta;,, Dicho artículo encuentra intima relación con lo dispuesto por los arts., 319 Y 325 C. C. v C., y arts. 51, 61, 62 y 63 L.G.S. Se m;ntienen los principios wti}Ormid.ad en cuanto a los L"riterios Y métodos utilizados, se explicita el método de la par:ida doble: para comprobar si hay pérdidas o ganancias, lo que pemnte_ concebu a la contabilidad co-mo un sistema, Conforme a! método más aceptado, que es el de la partida doble, que ha sldo fonna!mente incorporado a la ky de sociedades, da~do ~et~Hes de cómo deben registrarse las operaciones y agrupars_e en rns d1stmtas cuentas a los fines de su exposición, conforme el art. 63 ~ ss. L;G,S. La partida doble liene dos columnas: en la izquierda, se r:~gtstra c1 ls~ebe;; donde se anotan los activos y las pérdidas, y la derecna, el <<ha.bern en !a que se incluyen los paslvos, el patrimonio n~to y las g~nancias, Los principios uniformes tos proporcionan i~s colegios o conseJos,de grad~~~ .. \as etonómicas que son umfonnes en todo el pms~ tamb1en dos..-:'n c,·en ""· •, 'd deben respetarse las normas técnkas de_ ca~a _ac~í~idad Y las ex1g1 as por los organismos de contralor de cada JUrtsdtccwn. La re1aciór. j;uid!ca comercial 465 El principio de veracidad y exactitud en la transcripción y valoración de los asientos, significa que la información debe expresar una conformidad razonable con la realidad. Es. decir que debe ser el fiel reflejo de la documentación que respalda los asientos debidamente ordenada y resguardada. La documentación respáldatoria completa la contabilidad, esta imposición legal se justífica por cuanto el asiento contable no podría por sí mismo crear titulo alguno en favor de quien lleva contabiiidad, desde que se trata de una inscripción de creación unilateral y por cuanto nadie puede generar la prueba de su propio derecho (Wetzler Malbrán). b. Sujetos obligados y excluidas De acuerdo con el art. 320 e.e. y C., están obligadas a llevar libros: a) «las personas jurídicas privadas» que se encuentran enumeradas en el art. 148 C.C. y C.: las sociedades comerciales. las asociaciones civiles, las simples asociaciones, las fundaciones, las mütualcs (icy 20.321), las cooperativas (!ey 20.337), consorcio de propiedad horizonta! (art, 2044 e.e. y e.), entidades aseguradoras (ley 20.091), sociedades del Estado (ley 20. 705), entidades financieras (ley 2 l .526) y todo las demás que por leyes especiales están obligados a llevar libros de contabilidad. Tenemos, a-demás de los explicitados en el párrafo anterior, los «entes contables determinados sin personalidad jurídic-a» expresamente ob1igados por ley, como es el caso de las agrupaciones de co}ahoración (arls. 1453, 1455 inc. l, 1460 y 1457 e.e. y C.); uniones transitorias (arts. 1464. 1465 e.e. y e.) y consorcios de cooperación (arts, 1471, 1475, 1476 C.C. y C.). El furulamento dela obligación contable estaría en una calificada rendición de cuentas de los administradores y representantes a los participes de estos contratos (Favícr Dubois (h)). b) «Quienes realicen una activiáad económica organizada o son titulares de una empresa o establecimiento comercial, industrial, agropecuario o de servicios», donde se puede incluir al comerciante individual que ahora es llamado <<empresarim}. Podemos señalar que el art. 320 C.C. y C. impone la obligación de llevar libros al <<empresario)> que es el comercíantc cuya actividad está dada por el Manual de Derecho Privado • P-art& Genera! la relac¡ón ¡uridica comercia! intercambio de bienes. El empresario que ejerce la actividad comercíal es un comerciante (Galgano), e) (<cualquier otra petsonm; inscripta en el Registro Público, en este último caso es «voluntaria);,. Se hace extensiva ]a posibHidad de llevarlos a cualquier persona, previa rnbdcación de. los libros confmme las leyes especiales, Cuando dice (( .. , como se establece en esta misma Seccióm;, se- refiere a 1o dispuesto en el art 323 C.C, y C., referido a las formalidades extrínsecas. Como lo sostienen los Fundamentos del Proyecto, se amplia el espectro de quienes quieran llevar voiuntariarnenM te un sistema de registración contable, sujeta la obligación a la autoridad de contralor de cada jurisdicción local, Los s1(ietos excluidos de esta obligación son tdas per.wnas humanas que desarrollan profesiones liberales>>, entendiendo que para ejercer]as el profesional debe tener una «matricula)> en un colegio profesional que es la entidad encargada de controlar las incumbencias de la actividad. En el caso de que los profesionales, sean éstos médicos, abogados, arquitectos, ingenieros; etc,j se organizan como sociedad y esa es su forma de exteriorizar su actuación, deberán llevar contabiHdad; v.gr. la ley 20.266 que regula la profe~ión de martilleros y corredores que les permite constituir sociedades de los tipos previstos en et Código, excepto cooperativas, También están exc!uidas «las personas humanas que cumplen actividades agropecuarias y conexas no ejecutadas u organizadas en forma de empresa>>. Encontramos como fuente de esta excepción lo que preceptuaba el art. 452 inc. 3 del derogado Código de Comercio que establecía que no se consideraban mercantiles las ventas hechas por los labradores y hacendados de los frutos de sus cosechas y ganados. Es decir que se limita a la actividad agropecuaria de primera mano, que es la explotación de la tierra y ganado sin transformar el producto para su comercialización, Si como actividad conexa entendemos el proceso de modificación de los productos agropecuarios con «valor agregadm,, estariamos frente a una empresa de fábrica que sí es de carácter comercial por lo tanto obligada a llevar libros. El art. 320 C.C. y C. dispone asimismo: «pueden ser eximidas de llevar contabiHdad las actividades que~ por el volumen de su giro, resulta inconveniente sujetar a ta1es deberes según determine cada jurisdicción locah>. Tal norma es aplicabie tanto a las personas humanas como a las personas jurídicas privadas cuyo vo1umen de giro no justifique la exigencia,_salvo el caso de los entes cont:'lbles y de los agentes auxfüares de comerc_w, donde la exención no puede regir por disposición de la Jev que debe:a ser t~terpretada restrictivamente. Sin embargo, entenderno·s que lo meJor hubiera sido dar la posibilidad de «flcxibi!izarn las exigencias contables, pero no suprimirlas. 466 467 En cuanto a la jurisdicción loca], consideramos que podría resultar d~ l~s regfame.1:tacioncs del Registro Público que tenga a su cargo la rubnea de los nbros, art 75 ínc. 12 C.N. (Benavente). c. Formalidades En este. punto el nuevo Código ha seguido las pautas del Código de Comercw- derogado. Así, en su art. 323 refiere: «El interesado debe llevar su contabilidad mediante la utilización de libros v debe presentarlos. debidamente encuadernados, para su fndivich;alización .en el Registro Público correspondiente, Tal individuatizacíón con~1ste en a~otar, en· c_l primer folio, nota fechada y firmada de su destino, del numero de ejemplar, del nombre de su titular y del número de folios que contiene. El Regístro debe llevar una nómina alfabética, de cunsu!ta P~_blica, de las personas que solicitan rubricaciÓn de lib~os O autorizacton.para llevar !o_s registros _contables de otra fonna, de Jaque surgen los hbros que les fueron rubncados y, en su caso, de las autorizaciones que se fes cnnfierem,, ·El articulo precedente se refiere a fas formalidades extrínsecas. La encuadernación y fo!iatura impide la sustitución de hojas y evita los fraudes. El soporte papel es insustituible en el libro inventario y balance, pero el art 329 me, a C,C. y C, autoriza a reempJazar los restantes libros po: med~o~ mecánicos, magnéticos y electrónicos mediante el sistema d~ hoJas movtles que utilízan fas grandes empresas, siempre previa autorización de ia autoridad de contralor, El legislador ha previsto en la legislación de fondo la función de pu~jj_ctdad del ,Re.gistro que debe Hevar la nómina de las personas que ~oltclfan la ntbnca y otorga la posibilidad para la consulta de los mteresados conforme a las jurlsdicciones locales. La Individualización se refiere a la nominación o denominación del Iíbro: Diarlo, Balance, Act· as. , . etc. L a rubncac1ón en cambio consiste en una nota que se adhiere u J~ f 469 Mamial de Derecho Pnvado ~ Parte. Genera! La relación jurídica comercia\ primera hoJa útil en la que se hace constar, la focha de expédición y firma, Deben permitir determínar al cierre de cada ejercicio económico anual la situación patrimonial, su evolución y sus resultados. Los libros y registros del artículo 322 deben permanecer en el domicilio de su titufar,¡. El legislador ha reproducido Io prescripto en materia de formalida~ des intrinsecas contenidas en el Código de Comercio d~rogado. Los asientos deben reuhzarse a medida que los comen.dantes realict:n sus operaciones, estas especificaciones se refieren al orden progresivo de las fechas. ellas están reflejadas en el librn diario y si se omite algún asiento éste debe ser salvado mediante un nuevo trsie-nto. Como conse~ cuencia, el precepto legal exige una infonnación detallada que permitirá conocer el estado patrimonial. su evolución y resultados que en el ejercicio anual componen los rubros del balance, Deben ser llevados en idioma y moneda naclonaL no se admiten lenguas extranjeras ni unidades de medida o técnicas foráneas conforme lo exp!icilan los Fundamentos del Proyecto. La obligación de la radicación de los libros en el domicilio de su titular permite su fiscalización por parte de la A.F.LP., B.CR.A,, C.N.V .• S.LS.N. y demás organismos de contralor <le acuerdo ·con la actividad que realicen los titulares de los libros. 468 la indicación del destino del libro (diario, balance, acta) el número de ejemplar (Diario l o Diario 2), nombre del tilular, esto es persona humana o jurídica qui: lleva .ia contabilidad y el númt:ro de folios que conLicne el libro o sea el tom1 de hojas encuadernadas, En la provincia de Córdoba esa tarea es realizada en los juzgados comerciales de sociedades y quiebras en nuestra capitai y en el interior de la provinda el juzgado que tenga competencia en materia comercial. Las form.alidade!;, irurinsecas se enuncian de manera negativa y positiva. Las primeras se encuentran establecidas como prohibicioR nes, en ei arL 324 C.C, y que se analiza a continuación: <<Artículo 324.~ Prohibiciones. Se prohíbe: a) alterar el orden en que los asientos deben ser hechos; b) dejar Mancos que puedan utilizarse para intercalaciones o adiciones entre los asientos; e) interlinear, raspar, emendar o tachar. Todas las equivocaciones y omisiones deben salvarse mediante un nuevo asien~ to hecho en la fecha en que se advierta la 011:isión o el el'ror; d) mutilar parte alguna del líbro, arrancar h~jas o alterar la encuudenwción o foliatura; e) cualquier otra circunstancia que afecte la inalterabilidad de las registraciones,>, El precepto contiene las formalidades intrínseca;;, que deben re.spetar los libros enunciados en el arL 322, cuya inobservancia sígnifica una infracdón en la forma de lleva la contabilidad, teniendo como canse~ cuenda que los Libros perderán su valor probatorio ya que evidencia fraude o a huso. Eotas prohibiciones están establecidas para asegurar la sinceridad de los asientos para que sean un reflejo cronológko de la información contabic que se quiere dar a conocer. Si se cometieran, se debe subsanar con un nlJ.,l;VO asiento efectuado en la misma fecha que se observa el error. Otras Jormalirlades intrínsecas están enunciadas de manera positiva y son exigencias legales stricto sensu, a saber: "Articulo 325,- Forma de llevar los registros, Los libros y rco.i.stro;;; contables deben ser llevados en forma cronológica, actuaH-: o zada, sin alteración alguna que no haya sido debidamente salvada, También deben llevarse en idioma y moneda nacional. d. Valoración jurídica del balance El Código Civil y Comercial trae un concepto de estados contables, fija Ia periodicidad en la confección y la normativa técnica aplicable en virtud d.e lo dispuesto por el art 326: ,,Estados contables, Al cierre del ejercicio quien lleva contabilídad obligada o voluntaria debe confeccionar sus estados contables, que comprenden como mínimo un estado de situación patrimonial y un estado de resultados que deben asentarse en el registro de inventarios y balances>>. El precepto legal se refiere al balance anual que deben realizar los que llevan una contahiiidad obligada o voluntaria de donde surgirá la verdadera situación patrimonial, El balance contable sirve de base al balance impositivo; el cuadro de resultados que es el cuadro representativo de ganancias y pérdidas es la representación dinámica de los movimientos del patrimonio en un determinado ejercicio, lo que posibilita también la determinación de los impuestos. Manual -de Dcrncho P~ivado ~ Parte Generat La relación jur!ctlca comercia! Se incorporan los requisitos particulares de ca~a uno_ d: lo~ libros considerados obligatorios, El art 327, refiriendo al Libro Diarrnd1spone: <Fn el Diario se deben registrar todas las operac10nes relativas a la :c~ividad de la persona 'que tienen efecto sobre el p~trimonio, indhd,dualmente O en registros resumidos que cubran pcnodoS de <lurac1on no superlores a) mes. Estos resúmenes deben surgir de anotaciones detalladas practicadas en subsidiaríos; los que deben ser llevados en ias formas v condiciones establecidas en los artículos 323,324 Y 325, El ;egistro o Libro Caja y todo otro diario auxiliar que forma parte del siste;a de registraciones contables integra el Diario Y deben cumplirse ]as formalidades establecidas para el mismo», Dicha disposición. se encuentra relacionada asimismo a le~i~l_ación complementaría dispuesta por A,F,LP. en c~~nto a la emlS!On de comprobantes, Se puede mencionar en este,t,op1co la R,G, (A,F,LP,) 1415 «Emisión de Comprobantes y Reg1strac10n de Operae10nes», R,G, (A.FJ.P,) 100 «Régimen de Emisión de Comprobantes)), R.G, (D;G,L) 4104 (Si R,G, (A,F,LP:) 259 «Controladores Fiscales)), R,G. (Al· J ,P,) 1575 «Comprobantes clase ,,M», R.G. (A,F.LP,) 1361 «Duplicados electrónicos de comprobantes y registración electrónica», YR, G, ( A, F, LP,) 2177 ,,Factura Electrónica». En el libro Diario se anotan dia por día las operaciones Y según el orden en que se vayin efectuando; la evoiución del comercio exíge otros procedimientos llevados a cabo por medios elec1:~nicos y supervisado~ por los entes recaudadores de impuestos que fac111tan el control, de alu la referencia a las resoluciones generales de 1a A.F.I.P. que se cons1gna en las concordancias, En el caso de las sociedades por acciones requiere autorización de Ja autoridad de contralor, la que resuelve previo dictamen de peritos o antecedentes de su utítizacíón. Los asie~tos globales deben ser acompañados por la documentación respaldatona. Para 1a utilización contable de medios mecánicos, magnéticos, electrónicos u otros que requieran autorización, el nuevo Código prescribe los requisitos forma)cs de ]a petíción y critcri~ interpretati~o ~~ra conceder la autorización, en ei art 329: «Actos styetos a autonz':c'.~n. b) conservar la documentación en microfilm, discos ópticos u otros medios aptos para ese fin, La petición que se fonnule al Registro Público debe contener una adecuada descripción del sistema, con die/amen técnico de contador PúbHco e indicación de los antecedentes de su utilizacfon Una vez aprobado. ei pedido de autorización y la respectiva resolución del organismo de contralo:, deben transcribirse en el libro de Inventarios y Balances. La autorización sólo st> debe otorgar si los medios al1ernativos son 470 El titular puede, previa autorización del Registro Público de su dom1c1ho: a) sustfruir uno o más libros, excepto .e.l d~ Inventarios Y Balances, 0 alguna de sus formalidades; pnr ta ut1hza~1ón de ordena.dores u otros medios mecánicos~ magnéticos o eiectróntcos que permitan la individualización de 1as operaciones y de las correspondientes cuentas deudo.ras y acteedoras y su posterior verificación; 471 equivalentes, en cuanto a inviolabilidad, verosimilitud y complecitud, u los sistemas cuyo reemplazo se soHcitrm. El legislador ha incorporado los medio-s electrónicos y mecánicosi permitiendo que e1 progreso de la tecnología posibilite la incor~ poracíón de otros instrumentos y que sean los organismos públicos y profesionales pertinentes los que garanticen su seguridad. Si ?a autorización es denegada debe ser motivada y siendo un acto administrativo, le quedarán al titular afectado los recursos administrativos propios de la jurisdicción. e. Efectos. Valor probatorio La norma del nuevo Código reproduce el texto del art. 63 rlel Códíg-o de Comercio derogado, y responde a! principio de indivisibilidad de la prueba de la contabilidad como lo es también la confesional en materia procesal. La jurisprudencia ha sido abJtndante en el tema, así ha dicho: «quien ofrece· la prueba de libros no puede hacer mt!riJo de la parle que le favorece y prescindir de la que le es per_judiciafa 1>. Ast el art. 330 reza: «~fic:acio probatoria, La contabilidad, obligada o voluntario, llevada en fa forma _v con los requisitor prescritos, debe ser admitida en juicio, cnmo medio de prueba. Sus registros prueban contra quien 1a ile:Va o sus sucesores, aunque no estuvieran en forma, sin admitirse/es prueba en contrario. El adversario no puede aceptar los asientos que le son favorables y desechar los que le perjudican, sino que habiendo odoptado este ( l) «H.M. :\rgenHna e/ Gaieano, l ,ucíancli), SJ!a A, 22.15!0?, Manual dB DBrncho Prlvaéo • Parte General La relación iurid1Ca comercial medio de prueba, debe estarse a ias resultas com~lnadas que presen# ten todos los regtstrvs rdativos ai punto c:uestwnado, La contabilidad, obligada o voluntaria, prueba e~1 favor de q~!~n la Hcva, cuando en Jiligio contra otro sujeto que t1~c ~ontabrn<lad, obligada O voluntaria, éste no prescrita registros contrarws rncorporados en una contabilidad regular. Sin embargo, cljue:z tiene en tal caso lafacu/iad de apreciar esa prueba, J <le exígir, si lo considern necesario, otra supletoria. Cuando resulta prueba -.:ontrudictoria de los registros de las par~es que litigan, y unos y otros se hallan con !ºd~s. las formalid~des necesana~ v sin vicio alguno, el juez debe prcscmdu de este medio de prueba Y ~roceder por los méritos de las demás probanzas que se presentan, . Si se trata de litigio :.:ontrn quien no está obligado a llevar contab1~ Hdad, ni la lleva voiuntariamente, ésta sólo sirve como principio de prueba de acuerdo con ias circunstancias del caso, La prueba que resulta de la contabilidad es indivisible», La norma transcripta se refiere al valor probatorio <le los libros, de cont 3 bilidad que deben ser admitidos enjuicio como prueba para qute~ los lleve en forma, y para quien lo.s pres.ente aunque no lo hagan aSli, siempre que se cuente con la documentación de resp~l~o. Entre persom,s que llevan la conLabilidad en forma~ la prueba surg1:a de la compulsa de ¡05 asientos referidos al punto de la. controversta, pero una vez at:eptado este medio de prueba no podrá aceptar los favorables Y desecharse ios asientos por la parte que le son adversos. Queda al arbitrio iudicial la posibilidad de valerse de otros medíos de prueba. Par; quien no lleva contabilidad, como en ei caso de los expresutrn:nte excluidos, los profesionales, los agricultores o los peque~os comerciantes, tos libros ::¡un principio de prueba por escrito. Para qmen lleva libros, éstos tienen el v,lior de una confesión. a) los libros, contándose el piazo desde el último asiento; b} los demás registros, desde la fecha de la última anotación practicada sobre los mismos; e) los instrumentos respaldatorios, desde su fecha. Los herederos deben conservar los libros del causante y, en su caso, exhibidos en la forma prevista en el artículo 33 i, ftasta que se cumplan los plazos indicados anteriormenter>. Se fija el plazo de diez ( l O) años para 1a conservación de ia contabilida<l y 1a documentación de respaldo. obligación que se extiende a los herederos del titular de los libros. La obligación nace coino consecuencia de que pueden surgir reclamos o pleitos como consecuencia de la actividad desarrnlla<la por el titular de los libros, se ha previsto en lus tres incisos, ei momentú en que empieza a correr el plazo, conforme lo remite e] mismo artículo_, para exhibir fa contabiHdad conservando su valor probatorio. 472 f Correspondencia y documentación La conservación de libros, registros contables y la documentación de respaldo se establece en el art. 328, a saber: «Conservación. Excepto que }e.yes especiales establezcan plazas supenores, deben conservarse por diez (]Oj años.· 473 g. Exhibición y secreto de los negocios mercantiles El Código CivH y Comercial. bajo ía denominación <--investigaciones», esrnblcce en el arL 33 J dos clases de exhibición de libros, lo que aparece como una t:XcepcJI.Jn al principio del secreto de los negGcios mercantiles. Una es la que puede ser general, cuando debe exhibirse toda la contabilidad, y In otra, que puede ser parcial cuando está referida a los asientos de una negociación objeto de controversia, Sin embargo prescribe: <.<Excepto los supuestos previstos en leyes especiales, ninguna autoridad, bajo pretexto alguno, puede ha¡;;er pesquisas de oficio para inquirir si las personas llevan o no registros arregiados a derecho;>. La prohibición se justifica por lo prcscripto en el art. 18 de !a C.N., sobre la inviolabilidad de los papeles privados y la correspondencia. El principio cede en los casos que autoriza la A.F.l.P. (ley 11.683, arL 35 ínc. e), pues en el marco de una investigación st: puede inspt:cdonar la contabilidad de los contribuyentes y de terceros relacionados. El Banco Central de la República Argentina, mediante ley 21.526, art 37, ordena a la;,; entidades financieras u dílr ac.ccso a su contabilídad, papeles, registros, etc., con el objeto de fiscalización u obtención de Manual áe Derecho Privado ~ Parto General La relación jmkEca comerclai información, incluso a los usuarios de créditos si están en proceso de verificación. La Comisión Nacional de Valores, ley 26.831, arts. 19 y 20, se encuentra autorizada a supervisar, inspeccionar, fiscalizar y hasta interveniT a las personas fisicas y/o jurídicas que intervengan o desarro~ !len actividades relacionadas con la oferta pública de valores y otros instrumentos. La Superintendencia de Seguros de la Nación por ley 20,091, art. 68, puede exam.inar todos los elementos atinentes a las operaciones de los aseguradores y en especia] requerir ia exhibición general de los libros de Comercio y documentU:ción complementaria. La Inspección General de Justicia por ley 22.315, art 6º inc b, puede realizar -investigaciones e inspecciones a cuyo efecto podrá examinar los libros y documentos de las sociedades, pedir infonnes a sus autoridades, responsables, persona] y a terceros. La Unidad de Información Finan~ ciera, por ley 25,246 de encubrimiento y lavado de activos de origen . delictivo, por resolución 5612015, resoluciones UIFNº 21i20l l y Nº l 6i 2012, exige la exhibición de la documentación respaldatoria, balances de las personas sean fisicas o jurídicas, que efectúen operaciones que a su criterio resulten sospechosas por el monto o no se pueda justificar el origen de los fondos utilizados en aiguna negociación, La prueba sobre la contabilidad debe realizarse en el domicilio de su titular aun cuando esté fuera de la competen¡;;ia territorial del juei que la ordena, en consonancia en lo prescripto por el art. 325 ya analíz.ado. La exhibición general está prevista en el art. 331 citado: "La exhibición general de registros o libros contables sóio puede decretar-Se a instancia de parte en ios juicios de sucesión, todo tipo de comunión, contrato asociativo- o sociedad, administración por cuenta ajena y en caso de liquidación, concurso o quiebra>>. En el caso del juicio sucesorio. pueden pedir la exhibición de la contabilidad del causante tos herederos, los acreedores del causante y del heredero, el donatario y los herederos del donante. con la finalidad de conocer la situación patrimonial del causante (arts. 2278 y 2340 e.e. y e.). En el caso de las sociedades comerciales, puede el socio en tas S.R.L., el síndico en Jas S.A. y accionistas que posean el 2ílío deí capital social. El supuesto de comimión (art 1984 e.e. y C.), se refiere a la existencia de un co-nd01ni11io o en el caso del matrimonio, dett"rminará la exhibición, la porción que !e corresponde a cada uno. Si se trata de administración o gestión por cuenta ajena \como, por ejemplo, el gestor de negocios, mandatario arts. 1781 y 1319y 1324 inca C.C. y C,) se debe hacer conocer a su representado los movimientos comer- ciaies que r~a1ice, ~nte la liquidación o quiebra 1 la exhibición es una consecuen~rn ~roprn de ambos procesos, ya que ]a persona que ejerce el eomerc1_0 pierde la ~dministración de sus bienes, la que pasa u eJercer el 11qu1dador o sindico, La e exhibición particular o purciai e:. la establecida en ,"'l art ..'> ,, J "··, fi ne, :~: Y C.: (<~uera de estos casos: únicamente puede requerirse la exh1b1c10n de regtstros o libros en cuanto tenga rcJadón con la cuestión controvertida de que se trata, asi como para establecer sí el sisterna contable dd obligado cumple con las formas y condiciones estableódas en los artículos 323, 324 y 3251>. Por to-tanto., ia exhibición procede bajo las siguientes condiciones: 1) Debe darse en juicio entre personus que llevan la contabilidad en forma, fundado en la comunidad de asientos~ :2) Se da a instancia de parte o_de oficio; 3) Debe limitarse al objeto del pleito; 4) No puede ser s_ustitmda por un extracto del asiento efectuado por el contador del \ltular. de la contabHidad a examinarse; 5) No puede ser compulsiva, pero s1 se negara el tltulari será juzgado pur las resultas combinadas 0 po~ otras pruebas siempre limitadas al objeto del pleito (atL 330 e.e. Y C.); 6)_D,e~~ reahzarse en el domicHio y en presencia de :>u titular, Esta exh1b1cton debe ser cumplida dentro de un proceso a través de Jo que_ ~enmninamos pericfai contable sobre la base de los puntos de pencia propue~tos por las partes en el pleito y agregados por el juez sí el caso lo requiere, En cuanto al secreto de los negocios mercantiles, éste tiene su origen en e-~ arL 57 C:Com derogado que est¿jblece: «Ninguna autoridad¿ Juez Tn,b~n~l, baJO pret~xto alguno, puede hacer pesquisas de oficio, para mquinr st los comerciantes llevan o no iibros arreglados,, El precepto consagra ei secreto profesional, de confidencialidad c1 que _cede ~n lo~ ca~os _Prev~stos e_n la ley cuando se éncuentra comp~o~ metido el mteres pubhco. ~n :azon de ello, existe en el Código Penal el art. 1561 que ttplfica la vrn,ac1ón del secreto profosionnL v sanciona con multa e inhabilitación a qulen lo dé a conocer. ," 474 475 ? 3. Rendición de cuentas . La rendidó~ de cuentas consiste en informar al dueño del negocio o mteres.ado en él, todo lo que ha hecho en s\J interés, determinandO •i 476 Manual de Dere:::ho Privado ~ Parte Genrni:r la re!a-ción jurídica comercial d~1aHan<lo los pasos realizados para establecer la situación jurídica entre gestor o administrador y el dueño <leí negocio. Eu d nuevo Código está regulada en el Ubro lIJ ,,De ios Derechos Personales>;, Título 1, ,,Obligaciones en General,;,, Capitulo IH «Clases de- obligacionetm; Sección 11" ,<Rendición de Cuentas,,, En el art. 858 se dispone: (fDcfinicü;ftcs, Se entiende por cuent.a la descripción de los untccedentes, !techos y resultado"\ pecuniarias de un negocio, aunque consista en un :ido singular. cuenta~ es irrenunciable por adelantado, pero no h?Y impedimento para renuncmrla cuando d derecho a exigirlas se ha adquirido (Argeri, Fernández Gomez Leo, Anaya, Podetd. Etchcveny). En el caso de fideicomiso, an. !676 e.e. Y e., S<: prohíbe la renuncia de rendir cuentas a! fiduciario. El artículo en análisis. tiene su fuente en el art. 70 del Código derogado, la doctrina y jurisprudencia elaborada en tomo de éJ establece que son obligados a rendir cuentas: el (.:ümerciante que actúa en nornbre de otro, el administrador de bienes ajenos, el administrador judicial de una sucesíón: el acarreador que interviene como comisionista, ei comisionista respecto de las mercaderías recibidas, el curador del incapaz, el depositario sobre el cumplimiento de las órdenes recibidas del depositante, el mandatario, eI administrador de un consordo los administradores de suciedacJ regular y íos socios de las socied~des irregulares (Gómez Leo, Fontanarrosa}, Ha)' ren<licíón de cuentas cuando se las pone en conocimiento de la per::.ona interesada, conforme a lo dispuesto en los artículos siguientes». Anteriormente decíamos que 1odos los que ejecutan actos co~ mercial1;s en representación de otro están obligados a rendir cuentas de dichos acto:., hoy se dice {<resultados pecuarios de un negocio». Se deben presentar al dueño d.ei negocio detalles de todas las operaciones realizadas 1 es una información aclaratoria de éstas, Jebiend0 adjuntarse los comprobantes rcspn.ldatorios. Esta obiiga-cíón se trasmit-c a !os herederos. Sin embargo, el dueño del negodu puede exonerar de esa oblígación al gestor o administrador. En el caso de hacerse judicialmente, la provinda de Córdoba tiene previsto un procedimiento especial, que se denomina <tjuicio de cuentas>>, regulado por los arts. 769 a 773 del Código Procesal Civil y Comercial. a. Sujetos El art. 860 C.C. y C. establece quiénes son los obligados a rendir cuentas, disponiendo: «Están obligados a rendir cuentas, excepto renuncia expresa del interesado: a) quien actúa en in1erés ajeno, aunque sea en nombre propio; b) quienes son paste en reiaciones de ejecución continuada, cuando ht rendkión es apropiada a la naturakza del negocio; e) quien debe hacerlo por dispusición legal. La rcndkíón de cuentas puede ser privada, excepto si la ley dispone que debe ser realizada ante un jueZ.>L El artículo precedente trae 1a posibilidad de la renuncia a la oblígación de rendir cuenlas, Jmportante doctrina sostiene que la rendición de 477 Toda rendición de cuentas se encuentra sujeta a aprobación; puede ser expresu. cuando el dueño del negocio manifiesta de manera fehacie~:e su aprobación, o tácita cuando transcurrido un mes de la presentac10n de la cuenta, el dueño del negocio no le realiza observaciones, En e[ caso de relaciones de ejecución conth1uada, si la rendición de cuentas ~ei _úl~mo perío~-o cmnprende a laS anteriores. Asimismo podrá dirimirse J1td1crnlmente s1 no se !ogra su aprnbJción entre las partes involucradas. Lo manifestado precedentemente encuentra su correlato en lo dispuesto el art. 862 e.e. y C.: "Aprobación. La rendición de cuentas puede ser aprobada expresa o tácitamente. Hay aprobación tácita si no es observada en el plazo convenido o dispuesto por la leyº~ en su defecto, en ei de treinta días de presentadas en debida forma. Sin embargo, puede ser obset\ada por errores de eá!eulo o de registración dentro del plazo de caducldad de un año de recibida>>. Como así también en lo dispuesto por el art. 8~~ en cuanto a las relaciones de ejecución continuada, el que ponf de manifiesto que f<En rclacione.s de ejecución continuada si ]a rendición de cuentas del últímo período es aprobada, se presume que también Jo fueron las rendiciones correspondientes a los periodos anteríores», b, Requísitos En cuanto a ío::. requisitos que se deben cumplimentar al momento de formular !a rendición de cuenta, el art. 859 C.C. y c. dispone: «Requi.\itas. La rendición de cuentas debe: Manual de Derecho Privado Parte General 478 a) ser hecha de modo dcscripfrvo y documentado; b) incluir las referencias y explicaciones razonablemente necesarias para su comprensión; e) acompafiar 1os comprobantes de los ingresos y de fns egresos, excepto que sea de uso no extenderlos: d) concordar con los libros que lleve quien las rinda~J, De ello se desprende que las cuentas deben ser: 1) lnsh·uidas: deben contener explicacíones y aclaraciones necesarias que den cuenta del negocio realízado para justificar sus resultados. 2) Descriptivas: debe explicarse el procedimiento llevado a cabo en los negocios. como asf también el procedimiento utilizado contablemente. 3) Documentadas: significa que quien rinde cuentas debe agregar los comprobantes o documentación respaldatoria de 1as operaciones realizadas salvo que no sea de uso extenderlos. 4) Deben concordar con los libros de quien está obligado a rendirlas. Esto tiene relación con lo dispuesto en respecto a los libros de comercio cuando al detaHar los sujetos obligados por ley a llevarlos, se -describieron los obligados a rendir cuentas por sus gestiones, como el la relación jurlthra comercial 479 El art 864 C,C. y C. establece que «una vez aprohadas las cuemas: a) su saldo debe ser pagadn en el plazo convenido o di.s¡.rt1esro par la ley o. en su defecto. en el de diez días; h) el ohHgado a rendirlas debe devo!rcr al interesado los títulos y documentns que le hayan sido .¡;11tregodos, cxcep1o h1s instrucciones de canicter personah:. El articulo se refiere al efocto de· la aprobación de las cuentas qur debe ser abonado en el plazo de 1O dias-. salvo pactn en contrario convenido por las partes o establecido t.'11 la ley, imponiendo la obligación de devolver la documentación confiada a las gestiones encomendada§, salvo los de carácter personal dei obligado a rendirlas. La disposición mencionada se encuentra relacionada a otras dispo~ siciones del Código Civil y Comercial que enuncian la obligación de rendir cuentas, y.gr. arL 2526 in fine que establece la ohiígadón del albacea de rendír cuentas de su gestión, los arts. 130 y I 31 en relación a la obligación que pesa sobre el tutor y el art. 138 respecto del curador, entre otras disposiciones a quienes además se les encomiendan títulos y documentos para llevar a cabo 1a gestión confiada. administrador del consorcio de propietarios, el gestor de negocios ajenos, mandatario, agregando asimismo lo dispuesto por el arL 59 LG.S. cuando impone la obligación al administrador de la sociedad de exhibir los libros que se le soliciten. c. Oportunidad La oportunidad se refiere al momento estipu)ado para que se produzca la rendición de euentas. Está establecida en el art. 861 que dispone: «Las cuel!._tas deben ser rendidas en la oportunidad en que estipulan las partes, o dispone la ley, En su defecto, la rendición de cuentas debe s.er hecha: a) al concluir el negocío; b) si el negocio es de ejecución continuada, también al concluir cada uno de los períodos o al final de cada año calendario>,. Cabe mencionar en este punto, que se produjo una modificación en el articulado y ya no se habla de «comercíante>) sino de «partes>), sin importar la naturaleza civil o comercial de la negociación. d. Lugar El lugar de rendición de cuentas en forma privada será domicilio de quien debe rendirlas, gestor de negocios, gerente ele., tal como se encontraba regulado en el art 74 C.Com derogado: (<La presentación de cuentas debe hacerse en el domicilio de la administración 1 no mediando estipulaciones en con1rarioi1< El Código Cívil y Comercial no establece en ninguna norma el lugar donde se deben rendir las cuentas, por lo que entendemos que debe realizarse. tal como lo estipulaba el Código de Comercio derogado, en el domicilio de quien deba rendirlas. 480 Manual óe Derecho Privado • Parte General 111. ATRIBUTOS l. Nombre comercial El nombn: comercial es el que usa el cümerciante para actuar en el mundo de! tráfico rnercantil y gozar del crédito mediante e1 cual adquiere los derecho$ v contrae obhgaciones (Fontanarros:al Es un n.tributo de contenido palJ·imonia1 ya que tiene tres aspectos imporlantes ~ füncio~ nes. En primer término. es fa manifestación de la pcrsonahda? ?el comerciante en el tráfico mercantit así tenemos nombres como Cnstian Dior, Doke Gabana. Ferrad. En segundo término, sign¡fica la desigria~ dón del establecimiento o hacienda mercaniil; por ejemplo, Supermer~ ca<los Disco. El tercer aspecto del nombre e::; representativo de productos o mcr.:-aderias; por ejemplo, Gillctte. Sedal, etc. entre otros. Se diferencia del nombre civil, que está regulado en el Código unificado como un atributo de la persona humana, en que éste fome corno carnctcrística.s e1 ser intransferible, inmutable e imprescriptible (art. 62 y ss e.e. y c.). El nombre comercial, por el contrario, puede ser transferido, tiene un valor económico y goza de protecciún 1egaj a través de diferentes leyes, por lo que no reú;e las condiciones para ser un atributo. En este punto tomnmo:i ln posición de Romero, quien sostiene: «que el derecho at nombre cmnercia! es un derecho subjetivo de carácter patrimonial sobre bí1:'nes imualeriu/e,,JJ. h. Adquisición y pérdida Los arts. 27 y 28 de fa ley 22.362, ,,.de mateas y designacioncs>:i. tCapHulo B, De las designaciones) señala que el nombre o.signo con que se dcsign:1 una actividad~ con o sin fine-s de lucro; se adqutere por su uso -v solamente con relación a! ramo comercial, constituye una propiedad Í,a.ra los efectos de ~:sa ley y debe ser inconfundible con las preexistentes en ese mismo ramo. E" cuanto a la pérdida, el art. 30 de ley citada expresa que el cese dd uso determina la pérdida dd nombre~ éste también está protegido en La relac\ón )uríd:ca comercia! el art. 29, que confiere la acción para oponerse al uso de una designación a quien tenga un interés legitimo, El nombre comercial es transmisible, lo que no está expresamente legislado en fa referida ley. Siendo el nombre comercia[ un elemento inmaterial del fondo de comercio. enumerado en la ley 11.867 (art. 1º). al producirse su transforencía también~ en principio, se transfiere el nombre del fondo 1 lo que debe ajustarse a la regulación respectiva. El nombre comerc:íal tambíén se encuentra protegido por las leyes de identificación de mercaderías (ley 22.802 y modificatoria, de lealtad comercial) y de defensa de la competencia (ley 25.156), !as que a través de diferentes normas tutelan la libre competencia en el mercado y el uso del nombre comercial. c. Régimen legal La ley de marcas y designaciones, ya referj<la protege al nombre comercial. A su vez, la ley de sociedades comerciales. en sus arts. 133, 136 y 14 I, que se refieren a los actos ejecutados -por sus representantes contrarios al objeto social, mencionan el uso indebido del nombre social (razón socia] o denominación, según el tipo sociaí adoptado). 2~ Domicilio comercial a. Concepto e importancia La adquisición de la calidad de comerciante hace aparecer la poslbili<lad de tí..-"Iler un domiciHo comercial distinto del de derecho comlln; a la regulación del domicilio y a sus efectos se refieren numerosas normas del Código CivH y Comercial (arts. 73 a 78); es frecuente distinguir entre domicilio real (art. 73), legal (art. 74), procesal, o un domicilio especial a efectos detemiinados (art. 75). Diremos que e-1 domicilio es la relación jurídica que la ley fija entre una persona (humana o jurídica) y un lugar, para la producción de efectos jurídicos, El art. 78 del C.C. y C. dispone: «El domicilio determina la competencia de las autoridades en las relaciones jurídicas. La elección de un 482 Manual de Derecho Privado • Parte Ge