POTENCIAS RIVALES: Durante la segunda mitad del siglo XIX, las potencias imperialistas compitieron por expandir sus dominios, lo que generó un ambiente de tensión. Además, los movimientos nacionalistas exaltaron el sentimiento patriótico y exacerbaron rivalidades entre ellas haciendo pender de un hilo el equilibrio en Europa. LA PAZ ARMADA: La rivalidad entre las principales potencias europeas, y en especial el peligro que veían Francia e Inglaterra en la acelerada industrialización alemana y su política imperialista, las llevó a desarrollar poderosos ejércitos y flotas navales para proteger sus dominios y rutas comerciales. A esto se le llamó «Paz Armada», un período relativamente pacífico para Europa, pero con tensiones que hacían presagiar la posibilidad de una guerra. NACIONALISMO Y CONFLICTO EN LOS BALCANES: En la zona de los Balcanes, al este de Europa, el Imperio austrohúngaro anexó el territorio antes turco de Bosnia-Herzegovina, dominación que no fue aceptada por los nacionalistas serbios. En este contexto, en junio de 1914 un nacionalista serbio asesinó al heredero de la corona del Imperio austro húngaro. El gobierno envió un ultimátum a Serbia, cuyas condiciones no fueron aceptadas. Así, Austria declaró la guerra y comenzó el conflicto. ALIANZAS DEFENSIVAS: A raíz de la creciente carrera armamentista y la necesidad de nuevos territorios producto del imperialismos, se organizaron alianzas defensivas que harían que un posible conflicto, tarde o temprano, involucrara a casi todos los países de Europa y, posteriormente, parte del resto del mundo: Triple Alianza: Alemania, AustriaHungría e Italia, y posteriormente Turquía y Bulgaría. Tiple Entente: Francia, Inglaterra, Rusia, Bélgica, Japón y posteriormente Estados Unidos. INGLATERRA IA NC A FR RU SIA BELGICA