Nota editorial El texto original de "Sobre el concepto de historia" —"Über den Begriff der Geschichte"— se encuentra en Walter Ben- jamin, Gesammelte Werke, edición de Rolf Tiedemann y Hermann Schweppenháuser, Suhrkamp, Fránkfort, tomo i, pp. 693-703 y 1223-1266, así como tomo vii, pp. 783-784. De acuerdo a los suplementos publicados en este último tomo (1989), la tesis que llevaba el número xviii en la edición del tomo i de 1974 lleva ahora el número xix pues antes de ella entra la "tesis xviii" (conocida como "xviia" en las notas del tomo i, p. 1231) que se encuentra en la versión del "ejemplar Nota editorial de mano" de Benjamín —descubierto por Sobre el concepto de historia C^iorgio Agamben con posterioridad aesa edicmn- que los editores alemanes denominan J-yposkript 4" (T4). Según se cuenta, hubo un autómata construi El texto original de 'Tesis sobre la historiaapuntes, notas yvariantes" contiene los frag do de manera tal, que a cada movimiento de un jugador de ajedrez respondía con otro que le aseguraba el triunfo en la partida. Un mu ñeco vestido de turco, con la boquilla del nar- mentos que han quedado de los materiales producidos por Walter Benjamín durante su elaboración de las 'Tesis". Se encuentra en el tomo I, pp. 1228-1252, de la misma publica ción. La anotación al pie de cada fragmento indica la ubicación de su manuscrito en el J^enjamin-Archiv. Las observaciones entre corchetes recogen ano taciones de los editores del texto en alemán. guile en la boca, estaba sentado ante el table ro que descansaba sobre una amplia mesa. Un sistema de espejos producía la ilusión de que todos los lados de la mesa eran transpa rentes. En realidad, dentro de ella había un enano jorobado que era un maestro en ajedrez y que movía la mano del muñeco mediante cordeles. En la filosofía, uno puede imaginar un equivalente de ese mecanismo; está hecho para que venza siempre el muñeco que cono cemos como "materialismo histórico". Puede competir sin más con cualquiera siempre que ponga a su servicio a la teología, la misma que hoy, como se sabe, además de ser pequeña y fea, no debe dejarse ver por nadie. Walter Benjamín Sobre el concepto de historia 37 hermanas que ellas ya no llegaron a conocer? Alas peculiaridades más notorias del espíntu humano, dice Lotse, pertenece junto atanto egoísmo en lo particular, una falta de enindia general de todo presente respecto de su futuro." Esta reflexión apunta hacia el hecho de que la imagen de felicidad que culti Si es así, un secreto compromiso de encuen tro [Verabredung] está entonces vigente en tre las generaciones del pasado y la nuestra. Es decir; éramos esperados sobre la tierra. También a nosotros, entonces, como a toda otra generación, nos ha sido conferida una vamos se encuentra teñida por completo por débil fuerza mesiánica a la que el pasado tie ne derecho de dirigir sus reclamos. Reclamos existencia nos ha confinado. Una felicidad capaz de despertar envidia en nosotros sólo que no se satisfacen fácilmente, como bien lo el tiempo al que el curso de nuestra propia sabe el materialista histórico. la hay en el aire que hemos respirado junto con otros humanos, alos que hubiéramos podido dirigirnos; junto con las mujeres que se nos hubiesen podido entregar. Con otras palabras, en la idea que nos hacemos de la feicidad late inseparablemente la de la redenmon. Lo mismo sucede con la idea del pasado. a que la historia hace asunto suyo El pasado lleva un índice oculto que no deja de remitirlo ala redención. ¿Acaso no nos roza anosotros también, una ráfaga del aire que' El cronista que hace la relación de los acon tecimientos sin distinguir entre los grandes y los pequeños responde con ello a la verdad de que nada de lo que tuvo lugar alguna vez debe darse por perdido para la historia. Aunque, por supuesto, sólo a la humanidad redimida le concierne enteramente su pasa envolvía alos de antes? ¿Acaso en las voces a las que prestamos oído no resuena el eco de otras voces que dejaron de sonar? ¿Acaso las redimida se le ha vuelto citable su pasado en cada uno de sus momentos. Cada uno de sus mujeres a las que hoy cortejamos no tienen instantes vividos se convierte en un punto en do. Lo que quiere decir: sólo a la humanidad la orden del día [citcLtion á, l ovdre du jour], 38 Walter Benjamín ^ajste que es precisamente el día del Juicio Sobre el concepto de historia 39 así también todo lo que ha sido, en virtud de un heliotropismo de estirpe secreta, tiende a dirigirse hacia ese sol que está por salir en el cielo de la historia. Con ésta, la más inaparente de todas las transformaciones, debe sa Procuraosprimero alimento yvestido, ber entenderse el materialista histórico. Que así el Reino de Dios llegará por sí mismo. Hegel, 1807 La lucha de clases que tiene siempre ante aOJOS el materialista histórico educado en Marx es la lucha por las cosas toscas yma- La imagen verdadera del pasado pasa de largo velozmente [huscht\ . El pasado sólo es atrapable como la imagen que refulge, para nunca más volver, en el instante en que se eriales, sin las cuales no hay cosas fiLs y vuelve reconocible. "La verdad no se nos es manera diferente de la que tienen en la representacion que hay de ellas como un botín capará": esta frase que proviene de Gottfried Keller indica el punto exacto, dentro de la imagen de la historia del historicismo, donde le atina el golpe del materialismo histórico. Porque la imagen verdadera del pasado es espirituales. Estas sinclases embargo están presentes en laúltimas, lucha de de una een manos del vencedor. Están vivas en esta lucha en forma de confianza en sí mismo, de valentía, de humor, de astucia, de ncondicionahdad. ysu eficacia se remonta en lejanía del tiempo. Van aponer en cueson. siempre de nuevo, todos los triunfos que guna vez favorecieron a los dominadores omo las flores vuelven su corola hacia el sol una imagen que amenaza con desaparecer con todo presente que no se reconozca aludi do en ella.^ 1T4 (véase la nota editorial) continúa: "La buena nueva que el historiador del pasado trae, con pulso acelerado, sale de una boca que tal vez, ya en el ins tante en que se abre, habla al vacío." Walter Benjamín Sobre el concepto de historia ^ticular históricamente el pasado no signifi ca conocerlo «tal como verdaderamente fL" igmfica apoderarse de un recuerdo tal como de peligro De loestequerelumbra se trata en paraunelinstante materialismo históri- co es de atrapar una imagen del pasado tal como estaenseeleenfoca histérico instantededelrepente peligro.alElsuieto peli- gro amenaza permanencia d^a tadicion comotanto alosala receptores de la misma. ara ambos es uno yel mismo; el peligro de entregarse como instrumentos de la clase do minante. elEnintento cada época es preciso hacrnue vamente de arrancar la tradición apuntrj apunto de someterla. Pues el1"''Mesías oató siempre no sólo ZZ: ZTl P chispa de la esperanza es un don que sólo se encuentra en aquel historiador que está estaran asalvo del enemigo si éste vence Y este enemigo no ha cesado de vencer. Considerad lo oscuro y el gran frío de este valle que resuena de lamentos. Brecht, La ópera de tres centavos. Fustel de Coulanges le recomienda al histo riador que quiera revivir una época que se quite de la cabeza todo lo que sabe del curso ulterior de la historia. Mejor no se podría identificar al procedimiento con el que ha roto el materialismo histórico. Es un procedi miento de empatia. Su origen está en la apa tía del corazón, la acedía que no se atreve a adueñarse de la imagen histórica auténtica, que relumbra fugazmente. Los teólogos me dievales vieron en ella el origen profundo de la tristeza. Flaubert, que algo sabía de ella, escribió: "Pei¿ de gens devineront combien il a fallu étre triste pour ressusciter Carthague." ["Pocos adivinarán cuán triste se ha necesi tado ser para resucitar a Cartago."] La natu raleza de esta tristeza se esclarece cuando se pregunta con quién empatiza el historiador bistoricista. La respuesta resulta inevitable: con el vencedor. Y quienes dominan en cada caso son los herederos de todos aquellos que 42 Walter Benjamín SOBKE EL CONCEPTO DE HISTORIA IZatír mpatia con el vencedor resulta en cada lacaso avorable para el dominador del momento 4 ! t,. Mira como tarea suya la de cepillar la histo- I B ria a contrapelo. esto. ToTs Todos aquellos que se hicieron de la esto ™tona hasta nuestros días marchan en el ortejo tnunfal de los dominadores de hoy que avanza por encima de aquellos que hoy La tradición de los oprimidos nos enseña que stumbre, el botín de guerra es conducido el "estado de excepción" en que ahora vivimos es en verdad la regla. El concepto de historia al que lleguemos debe resultar coherente con yacen en el suelo. Ycomo ha sido siemp^Ta ehabla de bienes culturales, los mis recTb^habrlT'" mos que van aencontrar en el materialista istonco un observador que toma distancia su"mrrara queélabarca mirada, sin excepción,litorales tienen para una orror^Todos deben su existencia no sólo ala atiga de los grandes genios que los crearon ello. Promover el verdadero estado de excep ción se nos presentará entonces como tarea nuestra, lo que mejorará nuestra posición en la lucha contra el fascismo. La oportunidad que éste tiene está, en parte no insignifican te, en que sus adversarios lo enfrentan en nombre del progreso como norma histórica. El asombro ante el hecho de que las cosas smo también ala servidumbre anónil de que vivimos sean "aún" posibles en el siglo cUS contemporáneos. No hay documento de veinte no tiene nada de filosófico. No está al Barbarie. libre de bar barbarie''"YYasi r" como^éste no""estádocumento de arie, tampoco lo está el proceso de la trans m.sion através del cual los unos lo heredan de los otros. Por eso el materialista historio se aparta de ella en la medida de lo posib e comienzo de ningún conocimiento, a no ser el de que la idea de la historia de la cual provie ne ya no puede sostenerse. Walter Benjamín Sobre el concepto de historia hasta el cielo. Este huracán es lo que noso ala está pronta alvuelo. tros llamamos progreso. le haría con gusto, pues, aun fuera yo tiempo vivo, fni suertesería escasa. Gerhard Scholem. Saludo del Angelus. momento de alejarse de"aT va la mirada tCI, p " Los temas de meditación que la regla con ventual proponía a los hermanos novicios tenían la tarea de alejarlos del mundo y sus afanes. La reflexión que desarrollamos aquí procede de una determinación parecida. En boca abierta ylas alas ZíITeu^V; un momento en que los políticos, en quienes ía historia debe tenov. los adversarios del fascismo habían puesto de está vuelto hacia el pasIdrElT' nosotros aparere r• nlo que para tecimientofs, 6i•v,ve una cotá ai-yr-ifcs ' SolL'sTnl's7r"Err''T su esperanza, yacen por tierra y refuerzan su derrota con la traición a su propia causa, esta reflexión se propone desatar al que vive en el mundo de la política de las redes en que ellos lo han envuelto. Ella parte de la considera ción de que la fe ciega de esos políticos en el progreso, la confianza en su "base de masas" y, por último, su servil inserción en un apara to incontrolable no han sido más que tres as Este huracanT P'^^^rlas. acia eTtoa el futuro, al cual vuelve las eanaW„ haca -resistiblemente mientras el cúmulo ee de rumas ruin» crece®®P®l' as, ante iél pectos de la misma cosa. Es una reflexión que procura dar una idea respecto de lo caro que le cuesta a nuestro pensamiento habitual una representación de la historia que evite toda Walter Benjamín complicidad con aouclln q 7c. ^ a la que esos políti cos siguen aferrados. Sobre el concepto de historia 47 otra propiedad aparte de su fuerza de trabajo "está forzado a ser esclavo de otros hombres, de aquellos que se han convertido [...] en propietarios". A pesar de ello, la confusión El corrformismo, que desde el principio se afecta solo asus tácticas politices sino tamasus Ideas económicas. Esta es una de as razones de su colapso ulterior. No hay ora cosa que haya corrompido más ala clase continúa difundiéndose y poco después Josef Dietzgen proclama: "Trabajo es el nombre del Mesías del tiempo nuevo. En el [...] mejora miento [...] del trabajo [...] estriba la riqueza, que podrá hacer ahora lo que ningún reden tor pudo lograr." Esta concepción del mar xismo vulgar sobre lo que es el trabajo no se detiene demasiado en la cuestión acerca del nada con la comente. El desarrollo técnico efecto que el producto del trabajo ejerce so bre los trabajadores cuando éstos no pueden la que creía estar nadando. De aUí no había disponer de él. Sólo está dispuesta a percibir los progresos del dominio sobre la naturale era para ella el declive de la corriente con mas que un paso ala ilusión de que el tra. bajo en las seríaconstituye propio de de la mjcha del fábricas, progreso que técnico, por SI una acción política. Bajo una figura za, no los retrocesos de la sociedad. Muestra ya los rasgos tecnocráticos con los que nos toparemos más tarde en el fascismo. Entre ellos se encuentra un concepto de naturale del trabajo celebraba su resurrección entre los obreros alemanes. El programa de Gotha 1, como ®®"eles de estadeconfusión. Define alal ftrabajo "la fuente toda riqueza yde toda cultura". Presintiendo algo malo Marx respondió que el hombre que no posee za que se aleja con aciagos presagios del que tenían las utopías socialistas anteriores a la revolución de 1848. El trabajo, tal como se lo entiende de ahí en adelante, se resuelve en la explotación de la naturaleza, explotación a la que se le contrapone con ingenua satisfacción la explotación del proletariado. Comparados con esta concepción positivista, los fantaseos 4o Walter Benjamín que tanto materia] han dado para escarnecer Sobre el concepto de historia 49 Marx aparece como la última clase esclaviza da, como la clase vengadora que lleva a su fin b«n ordenado debería tener' como coTsecuTn la obra de la liberación en nombre de tantas rrestre, que el hielo se retire de ln« generaciones de vencidos. Esta conciencia, que por corto tiempo volvió a tener vigencia que cuatro lunas iíuminen la noche te l con el movimiento Spartacus, ha sido siem el a^a del mar no sea amniales feroces se pongan al servicio de los hombres. Todo esto habla de un tranque lejos de explotar ala naturaleza, es capaz dé ayudarle aparir las creaciones que dormitan como posibles en su seno. Al concepto corrup to de trabajo le corresponde como compL mentó esa naturaleza que seeún In de J-'ietzgen, Dietzp-pn «oesta ^ gratis ahí"^ ^ expresión pre desagradable para la socialdemocracia. En el curso de treinta años ha logrado borrar casi por completo el nombre de un Blanqui, cuyo timbre metálico hizo temblar al siglo pa sado. Se ha contentado con asignar a la clase trabajadora el papel de redentora de las ge neraciones futuras, cortando así el nervio de su mejor fuerza. En esta escuela, la clase des aprendió lo mismo el odio que la voluntad de sacrificio. Pues ambos se nutren de la imagen de los antepasados esclavizados y no del ideal de los descendientes liberados.^ ^^^esitamos de la pero de otra manera de como la historia necesita los jardines del saber. ^'otzsche. Beneficiosyperjuicios de la historia para la vida. El sujeto del conocimiento histórico es la clase oprimida misma, cuando combate. En ^ T4 continúa: "Si hay una generación que debe saber lo, esa es la nuestra: lo que podemos esperar de los que vendrán no es que nos agradezcan por nuestras grandes acciones sino que se acuerden de nosotros, que fuimos abatidos. La revolución rusa sabía de esto. La consigna '¡Sin gloria para el vencedor, sin compasión con el vencido!' es radical porque expre sa una solidaridad que es mayor con los hermanos muertos que con los herederos." Walter Benjamín Sobre el concepto de historia 5: del género humano en la historia es insepa Puesto que nuestra causa se vuelve más claracada día y el pueblo cada día más sabio. Wilhelm Dietzgen, La filosofía socialdemócrata rable de la representación de su movimiento como un avanzar por un tiempo homogéneo y vacío. La crítica de esta representación del movimiento histórico debe constituir el fun damento de la crítica de la idea de progreso en general. La teoría socialdemócrata, yaún más su practica, estuvo determinada por un concep- o eprogreso que no se atenía a la realidad sino que poseía una pretensión dogmática. al como se pintaba en las cabezas de los socialdemócratas, el progreso era, primero, un progreso de la humanidad misma (y no solo de sus destrezas yconocimientos) begundo, era un progreso sin término (en correspondencia con una perfectibilidad in finita de la humanidad). Tercero, pasaba El origen es la meta. Karl Kraus, Palabras en versos i La historia es objeto de una construcción cuyo lugar no es el tiempo homogéneo y vacío sino el que está lleno de "tiempo del ahora" \jetztzeit\. Así, para Robespierre la antigua por esencialmente indetenible (recorriendo automáticamente un curso sea recto oen espiral). Cada uno de estos predicados es controvertible yen cada uno ellos la crítica Roma era un pasado cargado de "tiempo del ahora" que él hacía saltar del continuum de podría iniciar su trabajo. Pero la crítica -si Citaba a la antigua Roma tal como la moda a e ser inclemente— debe ir más allá de a veces cita a un atuendo de otros tiempos. La moda tiene un olfato para lo actual don común a todos ellos. La idea de un progreso de quiera que lo actual dé señas de estar en la espesura de lo de antaño. La moda es un estos predicados ydirigirse aalgo que les sea la historia. La Revolución Francesa se en tendía a sí misma como un retorno de Roma. Walter Benjamín saito de tigre al pasado. Sólo que tiene lugar "fe; El nnsmo salto, bajo el cielo libre de la histona, es ese salto dialéctico que es la rovoClon como la comprendía Marx. Sobre el concepto de historia 51 tiempo, hubo disparos contra los relojes de las torres. Un testigo ocular, cuyo acierto re sultó tal vez de la rima, escribió entonces: Qui le croirait! On dit qu'irrités contre l'heure De nouveaux Josués, au pied de chaqué tour, Tiraient sur les cadrans pour arréter le jour.^ La conciencia de hacer saltar el continuum de la historia es propia de las clases revo lucionarias en el instante de su acción. La Gran Revolución introdujo un nuevo calenda- actúfc •'«"dario actúa como un acelerador histórico.^'Yes en la tgura aT""" de los días festivos, que son dias en de rememoración. Los calendarios miden el tmmpo, pero no como relojes. Son monumento de una conciencia histórica de la cual en uropa desde hace cien años, parece haber se perdido todo rastro. Todavía durante la evo ucion de Julio se registró un episodio mostraba aesa conciencia saliendo por sus fueros. Cuando cayó la noche del primer la de combate ocurrió que en muchos luga res de París, independientemente yal mismo El materialista histórico no puede renunciar al concepto de un presente que no es tránsito, en el cual el tiempo se equilibra y entra en un estado de detención. Pues este concepto define justo ese presente en el cual él escribe historia por cuenta propia. El historicismo levanta la imagen "eterna" del pasado, el ma terialista histórico una experiencia única del mismo que se mantiene en su singularidad. Deja que los otros se agoten con la puta del "hubo una vez", en el burdel del historicismo. Él permanece dueño de sus fuerzas: lo sufi- ®¡Quién lo creería! Se dice que, irritados con tra la hora/ Nuevos Josués, al pie de cada torre,/ Disparaban sobre los cuadrantes, para detener el tiempo. Walter Benjamín cientemente hombre como para hacer saltar gI continuiiTTi de la historia. Sobre el concepto de historia 55 oportunidad revolucionaria en la lucha por el pasado oprimido. Y la aprovecha para hacer saltar a una determinada época del curso XVII El historicismo culmina con todo derecho en la historia universal. Es de ella tal vez de la que la historiografía materialista se diferen cia más netamente que de ninguna otra en cuestiones de método. La historia universal carece de una armazón teórica. Su proce dimiento es aditivo: suministra la masa de hechos que se necesita para llenar el tiempo homogéneo yvacío. En el fundamento de la historiografía materialista hay en cambio un principio constructivo. Propio del pensar no es sólo el movimiento de las ideas sino igual mente su detención. Cuando el pensar se para de golpe en medio de una constelación saturada de tensiones, provoca en ella un schock que la hace cristalizar como mónada. El materialista histórico aborda un objeto histórico única ysolamente allí donde éste se le presenta como mónada. En esta estructura reconoce el signo de una detención mesiánica del acaecer o, dicho de otra manera, de una homogéneo de la historia, de igual modo que hacer saltar de su época a una determinada vida o del conjunto de una obra a una obra determinada. El beneficio de este procedi miento reside en que en la obra se halla con servado y superado el conjunto de la obra, en ésta toda la época y en la época el curso entero de la historia. El fruto sustancioso de lo comprendido históricamente tiene en su interior al tiempo como semilla preciosa pero insípida. XVIIP En la idea de la sociedad sin clases, Marx secularizó la idea del tiempo mesiánico. Y es bueno que haya sido así. La desgracia empie za cuando la socialdemocracia eleva esta idea a "ideal". El ideal fue definido en la doctrina neokantiana como una "tarea infinita". Y esta doctrina fue la filosofía escolar del par tido socialdemócrata —de Schmidt y Stadler ' Véase la "Nota editorial" del presente volumen. Walter Benjamín aNatorp yVorlander-, Una vez definida Sobre el concepto de historia a sociedad sin ciases como tarea infinita el tiempo vacío yhomogéneo se transformó por decirlo así, en una antesala en la que s¡ podía esperar con más omenos serenidad el advenimiento de la situación revolucionaria. nrealidad no hay un instante que no traiga consigo su oportunidad revolucionaria -sólo que esta tiene que ser definida en su singu laridad específica, esto es, como la oportuniad de una solución completamente nueva ante una tarea completamente nueva—, Al pensador revolucionario la oportunidad re "Los escasos cinco milenios del homo sapiens —dice uno de los biólogos más recientes— re presentan, en relación con la historia de la vida orgánica sobre la tierra, unos dos segundos al final de una jornada de veinticuatro horas. Llevada a esta escala, la historia de la humani dad civilizada ocuparía la quinta parte del últi mo segundo de la última hora." El "tiempo del ahora", que como modelo del tiempo mesiánico resume en una prodigiosa abreviatura la his volucionaria peculiar de cada instante histó toria entera de la humanidad, coincide exacta política dada. Pero se le confirma también y de la humanidad dentro del universo. rico se le confirma apartir de una situación no en menor medida, por la clave que dota a ese instante del poder para abrir un deter minado recinto del pasado completamente clausurado hasta entonces. El ingreso en este recinto coincide estrictamente con la acción política; yes através de él que ésta, por ani quiladora que sea, se da aconocer como mesianica.® y fí'n "e. mente con esa figura que representa la historia