EL DESARROLLO URBANO Y LA VIDA COMERCIAL BAJA EDAD MEDIA EL CAMBIO DE LAS CIUDADES ENTRE LA ALTA Y BAJA EDAD MEDIA La vida urbana en la Alta Edad Media casi no existió, ya que la mayoría de las ciudades romanas quedaron convertidas en centros de administración eclesiásticos y pasaron a ser parte territorial de un señorío feudal. Así que muy pocas personas vivían allí. A partir del siglo XII el formato anterior cambió producto de aumento demográfico, del desarrollo económico y de la necesidad de los comerciantes-mercaderes de establecer un lugar fijo de trabajo. Esto permite a las ciudades recobrar su importancia. Es por ellos que las antiguas ciudades romanas comenzaron a poblarse y nacieron nuevos burgos (asentamientos urbanos que empezaron a surgir en Europa con la apertura comercial que tuvo lugar en la Baja Edad Media). Entre la fusión de las antiguas ciudades y los nuevos centros urbanos (burgos) nace la denominada ciudad medieval, donde a sus pobladores se les denominó burgueses. El desarrollo urbano llegó a su esplendor en el siglo XIII y entre las ciudades más importante destacan París, Milán, Venecia y Florencia. El historiador medievalista francés Jacques Le Goff, nos describe de la siguiente forma el escenario de la Baja Edad Media “Las ciudades nacidas del despertar comercial, pero también del progreso agrícola del Occidente, que empezaba a alimentar mejor en víveres y en hombres a los centros urbanos. No queda otro recurso que atribuir el nacimiento y el progreso de las ciudades medievales a un complejo conjunto de estímulos y en particular, a grupos sociales diversos. Las regiones más fuertemente urbanizadas del Occidente medieval son regiones a las que convergen grandes rutas comerciales: Italia del Norte; Alemania del Norte y Flandes. Pero esas regiones son al mismo tiempo, las que poseen las llanuras más ricas, las que disfrutan de los progresos más seguros de la rotación trienal, las que emplean con mayor extensión el arado y el caballo de labor”. J. Le Goff, La civilización del Occidente medieval. ¿CÓMO ERA LA POBLACIÓN EN ESTA ÉPOCA? Las ciudades medievales no eran muy grandes, pocas veces superaban los diez mil habitantes y generalmente contaban con menos de cinco mil. Las ciudades concentraban la producción agrícola que luego se distribuía en sus alrededores. En el caso de Londres que para el siglo XIII era un gran centro urbano de cuarenta mil habitantes, era el punto de convergencia de los productos ingleses y de las importaciones que llegaban a este reino desde otros países. Con el transcurso del tiempo y la explosión comercial, las ciudades fueron un centro de atracción de muchas personas de distinta condición social y económica. EL ATRACTIVO DE LAS CIUDADES DE LA BAJA EDAD MEDIA Las ciudades en su mayoría estaban situadas en las cercanías de un rio, mar o un importante camino, siendo punto de atracción para muchos mercaderes que con el tiempo la dominarían. Los campesinos también llegaron a ellas, algunos escapando de algún señor feudal, otros que eran liebres simplemente buscando mejores oportunidades gracias a la creciente actividad artesanal y comercial. Los campesinos se transformarían en artesanos y en la mano de obra de la naciente industria, esta buscaba satisfacer las necesidades de la población urbana y generar nuevos productos para ser exportados. En Francia como en Italia los señores feudales abandonarían sus castillos para residir en las ciudades y dedicarse al comercio. De esta forma las ciudades se convirtieron en centros de consumo y de producción artesanal. Las ciudades entre sí tenían características comunes Fueron recintos amurallados con el fin de conservar la paz. También tenían una plaza del mercado, donde se desarrollaba la actividad comercial. Los edificios urbanos más destacados fueron: las iglesias, el palacio episcopal y luego el palacio comunal (sede administrativa de la ciudad). Sus puertas las cerraban de noche y las abrían en las mañanas. Las ciudades no contaban con sistemas de alcantarillado es por ello que tenían mal olor. Sus calles eran estrechas y oscuras, su gente se abastecía de agua en pozos y canales Las casa generalmente tenían tres pisos, el primero era para un taller o tienda y el segundo y tercero para vivienda. La ciudad medieval, organización territorial. Las ciudades de la Baja Edad Media estaban constituidas por una plaza donde se celebraba el comercio semanal (ferias, mercados), a su costado se encontraba la iglesia, el palacio del ayuntamiento y las casas de los principales gremios y de los patricios. Como el área urbana era reducido, las calles eran estrechas y las casas angostas y de varios pisos. LA ORGANIZACIÓN SOCIAL DE LAS CIUDADES: Los habitantes de las ciudades en su gran mayoría eran artesanos y mercaderes que se organizaron en asociaciones o Guildas con el fin de reglamentar las actividades comerciales. Sólo los miembros de una guilda estaban autorizados para vender sus mercaderías en determinados distritos, de modo que gozaban de un monopolio en esa región. El tribunal de la guilda juzgaba los conflictos entre los miembros y castigaban a comerciantes deshonestos. La guilda ayudaba a sus socios en la vejez y mantenía casas para los pobres. LOS GREMIOS: Para cada oficio artesanal existía un gremio (zapateros, joyeros, armeros, peleteros, etc.), estos gremios eran muy importantes ya que era imperativo pertenecer a uno para poder ejercer un oficio, fijaban los precios, reglamentaban la cantidad y la calidad de los productos. El oficio se debía ejercer por honor y no por lucro. LA INDUSTRIA URBANA EN LA BAJA EDAD MEDIA A partir del siglo XII las ciudades medievales comienzan a recibir a los campesinos que se emplean como mano de obra de la naciente industria urbana. La industria no contaba con grandes maquinarias durante la Edad Media, es por ello que la producción era limitada y de tipo artesanal. De esta forma a los obreros se les llamó artesanos, ellos empezaron a implementar técnicas de trabajo antiguas, pero también aprendieron técnicas de trabajo se utilizaban en el mundo islámico y en el Imperio Bizantino. En el Imperio islámico y en Bizancio a diferencia de los que sucedía en Europa Occidental, la industria fue muy desarrollada durante toda la Edad Media. La ciudad y su papel principal durante la baja edad media según las visiones de los historiadores Le Goff, C.E. Perrin y P. Wolff. “EI principal papel de la ciudad en la Baja Edad Media consistía en la atracción que ejercía el mundo exterior. La fuerza de esta atracción variaba en proporción directa con la importancia de la ciudad. El horizonte de las grandes ciudades era internacional, el de las pequeñas simplemente regional. Pero es importante hacer notar que la zona de atracción de la gran mayoría de las ciudades medievales se limitaba al territorio circundante” J. Le Goff: La civilización del Occidente medieval. En otras visiones: “C.E Perrin al estudiar la ciudad de Metz en el siglo XIII calcula que la mayor parte de los inmigrantes que llegaban a ella procedían de distancias menores de 40 km” “Por otro lado, P. Wolff observó un fenómeno semejante en Toulouse”. LOS MERCADERES El poder económico de los mercaderes se vinculaba directamente con el desarrollo de las ciudades. Las ciudades eran los centros de negocios y ya para el siglo XIII eran dominadas por los mercaderes. Los mercaderes más poderosos ocuparon puestos de gobierno y constituyeron un patriciado urbano, controlaron el municipio y no tuvieron oposición alguna hasta la crisis medieval del siglo XIV. El patriciado mercantil monopolizó la dirección de las ciudades económicamente. LOS BURGUESES Burgueses se les denominó a las personas que habitaban en las ciudades y donde su riqueza se basaba en el dinero y no en la tierra. El enriquecerse con dinero y no dedicarse a actividades rurales, distinguió a los burgueses de los campesinos y de la nobleza feudal. La burguesía surge como una nueva clase social rompiendo con la sociedad feudal de órdenes Los burgueses eran mercaderes o artesanos especializados en diversos trabajos como panaderos, herreros y carpinteros, entre otros oficios. EL TRABAJO Y LOS GREMIOS Los habitantes de la ciudad se especializaban en un oficio y compraban en el mercado lo que no producían. Los artesanos de un mismo oficio y los comerciantes se agruparon en gremios, los cuales fijaban los procedimientos de fabricación, las normas laborales, las horas de trabajo y los salarios. Para asegurar la destreza en el oficio en los gremios se accedía al grado de oficial tras un aprendizaje de diez años, como mínimo, en el taller de un maestro. Los productos eran semejantes en calidad y en precio, ningún artesano podía ejercer un oficio si no pertenecía al gremio correspondiente. Los gremios tenían mucho poder y ciertas ocasiones de enfrentaron de forma violenta por el control de la ciudad. LAS DIFERENCIAS SOCIALES EN LA ALTA EDAD MEDIA Inicialmente en las ciudades existían un formato de igualdad ya que la sociedad urbana contrastaba con la jerarquización feudal. Lamentablemente con el tiempo se acentuaron las diferencias entre ricos y pobres y nació el concepto de ciudadanía. Para ser ciudadano y obtener las ventajas urbanas, había que tener recursos para pagar un impuesto especial a la comuna y poseer una casa en la ciudad. Los ciudadanos más prósperos eran los mercaderes que se dedicaban a la industria textil, la más importante de la época, además de los mercaderes que se dedicaban a los paños y objetos de lujo. En el nivel más bajo estaban los trabajadores marginados que no accedían a la ciudadanía y se excluían de los gremios. EL COMERCIO INTERNACIONAL EN LA ALTA EDAD MEDIA Desde el siglo XI el comercio internacional iba en aumento. Los principales focos de desarrollo fueron el mar Mediterráneo y el mar del Norte. El Mediterráneo era controlado por venecianos, genoveses y pisanos, quienes habían mantenido vivo el comercio marítimo con Oriente. Luego de las cruzadas el intercambio comercial se intensificó, especialmente con el mundo musulmán y bizantino. El comercio europeo se basaba en la importación de productos de lujo en general, y en la exportación de tejidos de lana, madera y armas. El mar del Norte era controlado por comerciantes de las principales ciudades del norte de Europa como Lübeck, Danzig, Gotland, Hamburgo y Brujas, que se dedicaban a la comercialización del trigo de Prusia y Polonia, miel y pieles de Rusia, pescado de Escandinavia y lana de Inglaterra. LAS RUTAS Y TRANSPORTES PARA EL COMERCIO El comercio a larga distancia tuvo muchas complicaciones durante la Baja Edad Media. Las rutas que utilizaron los comerciantes fueron terrestres, las fluviales y las marítimas. Si bien, transporte comercial terrestre permitía alcanzar zonas del interior sin ríos, fue siempre el más caro y penoso, pues los caminos eran muy malos e inseguros, además del alto costo de los impuestos a cancelar. Para una mayor seguridad, los mercaderes preferían el transporte fluvial, donde las redes fluviales más destacadas fueron las del río Po, el Ródano, el enrejado de ríos de la zona de Flandes, el Rin y el Danubio. Sin embargo, el medio fluvial también estaba sujeto a impuestos. El medio de transporte más barato fue el marítimo, por eso fue el preferido a pesar de los riesgos de naufragio y de piratería, de la poca capacidad de las naves y de la lentitud del viaje, donde un solo barco podía llevar las cargas de varios comerciantes a la vez. ORGANIZACIONES COMERCIALES PARA EL COMERCIO DE LA BAJA EDAD MEDIA LA LIGA HANSEÁTICA: En los mares del norte, comerciantes alemanes organizaron una red de casas comerciales que compraban y vendían productos desde Inglaterra hasta Rusia. Esta red comercial conformó una corporación, la liga Hanseática, cuya sede se hallaba en Lübeck. La liga llegó a incluir 200 ciudades. La naves hanseáticas transportaban una gran variedad de artículos: miel y pieles de Rusia, pescado de Escandinavia y lana de Inglaterra, entre otros productos más. LAS FERIAS: La actividad comercial se impuso en toda Europa en el transcurso del siglo XIII. Dentro de un ambiente de plenitud económica, alcanzaron gran importancia las ferias, grandes mercados situados en zonas de contacto entre el comercio mediterráneo y el nórdico, a las que acudían mercaderes de todos los lugares de Europa. Las ferias no eran mercados permanentes, pues sólo se realizaban en ciertos períodos del año. Su celebración duraba varios días. A estas citas comerciales acudían, también, titiriteros y juglares, que añadían a la celebración un carácter festivo. De todas las ferias que se celebraban en la Baja Edad Media, las que alcanzaron mayor renombre fueron las ferias de Champaña, que se instalaban en la llanura francesa de ese nombre, a medio camino entre Venecia y Brujas. Las ferias de Champaña eran, por lo tanto, lugares de encuentro entre los comerciantes flamencos e italianos. POR SU ATENCIÓN Muchas Gracias