Un nuevo trabajo del Grupo de Competición Celular se publica hoy en la revista Nature Reviews Cancer. LAS CÉLULAS TUMORALES PROLIFERAN “POR ASESINATO” DE LAS CÉLULAS NORMALES. Madrid, 14 de enero de 2008. Eduardo Moreno, Jefe del Grupo de Competición Celular del CNIO publica hoy un artículo de revisión en la prestigiosa revista Nature Reviews Cancer (Moreno, E. Nat. Rev. Cancer, AOP, enero 2008) en el que expone una nueva hipótesis sobre el tratamiento temprano de tumores. Esta hipótesis se basa en los descubrimientos de este grupo de que las células tumorales pueden crecer silenciosamente, matando a las células normales de forma que no producen malformaciones morfológicas y no pueden ser detectadas. La comprensión molecular de este fenómeno podría permitir el desarrollo de terapias que ataquen el cáncer y sus metástasis en sus etapas más tempranas. Las etapas tempranas del cáncer son las menos conocidas. La gran mayoría de los tumores humanos son crecimientos que descienden de una única célula progenitora que - a través de varias rondas de mutaciones y selección - supera las reglas impuestas por el genoma de los organismos multicelulares. Sin embargo, como la mayoría de tumores humanos son bastante avanzados al ser detectados, teniendo más de mil millones de células en el momento de su descubrimiento, las etapas finales del desarrollo tumoral se comprenden mejor que los acontecimientos iniciales, especialmente aquellos que pueden ocurrir antes de que las alteraciones morfológicas son clínicamente detectables. Por lo tanto, las primeras etapas son en gran parte un misterio. Sin embargo, estos acontecimientos iniciales son probablemente vitales para la progresión del tumor, y la comprensión y la detección de estas primeras etapas podría ayudar a tratar el cáncer con éxito. Una de las razones por las cuales una lesión tumoral puede no ser detectable es porque es demasiado pequeño para ser observado, por ejemplo, cuando el número de células tumorales presentes en el tejido es del orden de cientos o miles. Sin embargo, investigaciones recientes en la mosca Drosophila melanogaster, llevadas a cabo por el grupo de Eduardo Moreno en el CNIO, sugieren que la presencia de un reducido número de células tal vez no sea la única razón por la cual un grupo de células tumorales pueden crecer sin ser detectadas. ¿Qué sucede cuando un grupo de células prolifera sin producir malformaciones morfológicas, debido a que el aumento en el número de células es equilibrado por la muerte de las células vecinas y, por lo tanto, el número total de células no cambia? Una nueva terapia contra el cáncer: detección temprana y tratamiento temprano, antes de que existan malformaciones morfológicas. El grupo de Competición Celular ha descrito un mecanismo por el cual las células tumorales proliferan “por asesinato” de las células normales. Como consecuencia de ello, este nuevo tipo de expansión clonal no genera aberraciones morfológicas y el crecimiento de estas células pasa desapercibido. En el mencionado artículo de revisión Eduardo Moreno propone la hipótesis de que la identificación de genes específicos que medien esta proliferación dependiente de la muerte de las células vecinas podrían servir como dianas terapéuticas y permitir un enfoque novedoso para la detección y tratamiento del cáncer, incluso antes de malformaciones morfológicas sean detectables.