Tres Cantos, 2 de octubre de 2015 A la Familia Camiliana Laica Saludo Queridas y queridos amigos: Bienvenida - Mi saludo desea ser sobre todo de bienvenida a esta casa, a este Centro, donde vais a celebrar vuestras Jornadas. Que os sintáis bien y disfrutéis de vuestro programa. - Os agradezco sinceramente que caminemos juntos: seglares y religiosos; empeñados con pasión por construir el Reino subrayando uno de los tantos aspectos: un mundo de la salud más humano, más evangélico, con menos sufrimiento evitable. - Entre seglares y religiosos compartimos una cosa muy hermosa: un carisma que es patrimonio de la Iglesia y de la humanidad, y que es un regalo de Dios para el mundo, encarnado de diferentes maneras. Voluntad del Fundador La implicación de los laicos en la misión específica de la Orden se remonta a los tiempos de San Camilo. El comprendió la importancia de compartir con los laicos el carisma de la caridad misericordiosa hacia los enfermos, también para poder llegar al mayor número posible de los que sufren: “quién tuviera cien brazos”. Este proyecto no ha decaído nunca, aunque ha estado condicionado en el tiempo por las diversas visiones eclesiológicas a lo largo de la historia. Después del Concilio Vaticano II se han ido abriendo prometedores caminos de relación entre religiosos y seglares. Nuestra Orden ha emprendido diferentes iniciativas en este sentido, y una de las más significativas es la de la Familia Camiliana Laica cuyo Estatuto fue aprobado en el 2001. Ya en la bula “Illius qui pro gregis”, el papa Gregorio XIV concedía a la Orden camiliana la facultad de agregar a los laicos, implicándoles en el ejercicio del carisma camiliano, para ejercitar las mismas obras de misericordia y de caridad. Apenas un año después de la fundación de la Orden, en 1592, Camilo decidió utilizar ese privilegio e instituyó una Congregación de laicos. Se puede leer una carta dirigida al P. Blas Oppertis: “Tenemos un religioso docto y espiritual que será su confesor y les dirigirá alguna conferencia. Roguemos al Señor para que este comienzo sea para su gloria perpetua y para el servicio de esta planta suya”. Deseos / desafíos EN NEGATIVO: o No os miréis como “nuestros colaboradores” voluntarios, sino nuestros hermanos seglares, con el mismo carisma. o No os miréis en nosotros, los religiosos y en nuestras virtudes y defectos: miraros en Jesús y Camilo. o Intentar no “depender” de los religiosos: ni ideológicamente, ni materialmente, ni de las estructuras de servicios, ni de las autoridades locales, provinciales o generales… Seamos adultos que caminan juntos. o No nos pidáis más (ni tampoco menos) que a vosotros mismos: como personas y como cristianos. El modelo de “mayor perfección” no pertenece al concepto de vida consagrada del Vaticano II. EN POSITIVO: o Ayudarnos (y nosotros a vosotros) a caminar juntos por el sendero de la fidelidad carismática sin quedarnos en ser grupos que se reúnen para mirarse a sí mismos; ni siquiera grupos que se reúnen solo para orar. Fidelidad carismática para ser los “cien brazos” de Camilo. o Sentid hondamente nuestra sincera admiración y agradecimiento por lo que sois personalmente, como asociación, como grupo cristiano que vive apasionado por San Camilo y su herencia carismática. o Vivamos la co-responsabilidad en la “promoción juvenil y vocacional” tanto para una como para otra forma de vida (seglares y religiosos), a la búsqueda de nuevos miembros pertenecientes a la FCL y a la VR camiliana. Que disfrutéis de vuestras Jornadas. Delegado General Provincia Española