LA LUCHA CONTRA GOLIAT O LA DEFENSA DEL TERRITORIO Eugenia Mata IDEMO AC En el marco del aniversario del Centro de Derechos Indígenas “Flor y Canto” AC, se me ha pedido que a partir de las exposiciones de la compañera y compañeros que nos han precedido, comprometidos con las luchas de los pueblos indígenas, pueda expresar en términos de retos, lo que para estas comunidades, organizaciones y organismos civiles se les presenta en continuidad. Obviamente que se trata de compartir análisis, intuiciones, apreciaciones y opiniones que no representan una receta y mucho menos el paradigma a seguir, pero que sí pretenden abonar a esta gran tarea de mirar el futuro. Quisiera colocar varios elementos de análisis sobre la situación, para que se pueda entender posteriormente, los retos diferenciados que se proponen. Para nadie de las personas presentes en el evento, es desconocido que en los últimos sexenios del gobierno federal, con la misma réplica de los gobiernos estatales como es el caso del estado de Oaxaca, existe el megaproyecto transístmico que articula diversos proyectos de gran impacto. Algunos de estos proyectos ya presentan avances en su instrumentación como los parques eólicos del Istmo de Tehuantepec, o las supercarreteras hacia esa misma región o hacia los destinos turístico de la costa oaxaqueña. Otros proyectos hasta el momento al menos, se han contenido o detenido por una clara reacción de oposición de pueblos, comunidades y organizaciones, como son los casos de la explotación de las minas de hierro en la Sierra Sur y demás concesiones repartidas sobre el territorio del estado hacia grandes empresas nacionales y transnacionales. Otro es también el caso de la Presa Paso de la Reina, orientado hacia las estribaciones de la Sierra Sur, hacia la Costa. Uno de los problemas, que no es el único, es que quienes ancestralmente han sustentado la propiedad de los territorios, no les es respetado las diversas disposiciones nacionales y normas internacionales como se ha mencionado aquí no solo en la consulta, sino el diseño de los proyectos; es obvio que el beneficio se traslada a otros destinos: el Proyecto de Desarrollo Turístico de la Costa, son los inversionistas extranjeros los conductores de los mismos y por ende de sus ganancia, así como quienes extraen el mineral, con la fuga de capital que ello significa hacia lejanos centros empresariales. El freno de estos proyectos evidencia que en las regiones donde se encuentran los pueblos más organizados, las comunidades más cohesionadas tienen una mayor fuerza para la defensa de sus recursos y para la definición de su desarrollo, no así en los lugares donde los pueblos y comunidades se encuentran fraccionados por intereses de grupos políticos, económicos y cacicazgos, que se alinean con mayor facilidad a los objetivos de los gobernantes en turno. Las estrategias, - por no decir las mañas, complicidades y triquiñuelas – con que han sido tratadas por los gobiernos, han sido profusamente documentadas y expuestas por quienes nos han antecedido. No abundaré en ello. Pero sí deseo resaltar, que las estrategias, herramientas y recursos con los que cuentan las compañías privadas y sus aliados gubernamentales, son como lo dice la Biblia “los hijos de las tinieblas, son más astutos que los hijos de la luz”. Retos globales En general, nos enfrentamos con la “crónica de un colapso universal anunciado”, es decir, lo que aparecía antes en las películas de ficción como una visión catastrófica y de muerte de la humanidad para poder vivir en el planeta, lo estamos viendo ya y no se logra dimensionar la situación de gravedad que implica con el deterioro de los recursos naturales en el conjunto de la población. No logramos revertir esta fuerza política y económica que representa los grandes intereses del capital y tampoco logramos detener a nuestros gobiernos para que ya no sean más cómplices y lacayos de esta estrategia. ¿Es necesario revisar nuestras estrategias de oposición y resistencia para que tengan el impacto suficiente que detenga estas acciones? ¿Cómo logramos que las poblaciones directamente afectadas, así como la población en general, logren ubicar las implicaciones ambientales y los costos que suponen estos megaproyectos? ¿Cómo hacemos valer un estado de derecho; qué hacer para que los convenios e instrumentos internacionales firmados por el gobierno mexicano sean realmente cumplidos; qué, para que sea tomada en cuenta la opinión de las comunidades afectadas; cómo conseguir el respeto a las normas jurídicas y sobretodo la autodeterminación de los pueblos indígenas no sean socavados? Retos específicos Más que presentar retos para las diversas instancias que participan en la resistencia y defensa de los recursos naturales, coloco a continuación algunos aspectos, que pueden ser de manera diferenciada, pero que a todas ellas toca abordar: La falta de transparencia, consulta e información a las comunidades y a la sociedad en general ha sido una constante. No solo cómo se exige la información precisa, clara, concisa y precisa sino además, ¿de qué manera se allega de la información, se conoce la situación y propósitos reales de los proyectos y cómo se nutre de la información y conocimientos que poseen las propias comunidades, para argumentar la viabilidad o no de estos proyectos? Si en asuntos menores se padece la falta de transparencia en el ejercicio de los recursos presupuestales, en estos proyectos de gran envergadura es mayor la opacidad, dejando la percepción de que las millonarias sumas de los recursos públicos y privados, no corresponden a las metas reportadas. Entonces ¿Cómo se arman los argumentos sociales, técnicos y económicos para demostrar la grave afectación a sus tierras y recursos naturales, en general el severo impacto ambiental; mientras los gobiernos no se interesan ni esfuerzan por presentar de manera consistente los supuestos beneficios, cuando ni siquiera se habla de una indemnización? Con ello no quiero decir que es responsabilidad última de las comunidades tener que demostrar todo, pero sí de qué manera se “arman”, se informan e instrumentan, para enfrentar mejor la embestida. Si bien, las comunidades requieren del mejoramiento de su infraestructura y equipamiento para elevar sus condiciones de vida, ¿De qué manera, con el apoyo y asesoría de quienes les acompañan en sus procesos sociales y organizativos e incluso políticos, acrecientan su capacidad de propuesta – sin abandonar la protesta? Sabiendo que los grandes depredadores, no son prioritariamente las personas en lo individual, ¿Cómo impulsamos una conciencia social para revertir prácticas que nos son cotidianas, pero que contribuyen al deterioro? ¿Qué tipo de prácticas podemos promover e incentivar en torno al manejo de la basura, el cuidado del agua, la optimización de la energía eléctrica y la diminución de productos de plástico, por mencionar algunos? El tema de la fuerza social suficiente para detener esta gran escalada, violatoria de innumerables derechos, requiere definitivamente una articulación estratégica de largo aliento. ¿Cómo fortalecer nuestras estrategias de articulación y alianza entre movimientos de comunidades, movimientos sociales y también globales? ¿De qué manera avanzar para la exigencia de mejores leyes y normas en torno a este tipo de proyectos, la contaminación y la incorporación de hidrocarburos menos tóxicos, entre otros aspectos? Finalmente, estamos celebrando el XV aniversario de Flor y Canto. La palabra que con todo respeto y cariño les aporto es la siguiente: El Centro de Derechos Indígenas “Flor y Canto” AC, es un organismo civil que durante este periodo ha sido estratégico para la organización y lucha de la población de Valles Centrales, en la defensa del agua y de los recursos naturales.1 No obstante, la dimensión de la tarea que se ha propuesto no es menor y requiere de muchos esfuerzos y habilidades para seguir siendo un aliado a la lucha de estos pueblos. Por ello, será importante: Considerar y planear una estrategia de articulación, de frente amplio social que impulse un proceso de reflexión y diseño de acciones para la defensa del territorio, par la defensa de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales. El marco de los derechos puede y debe ser enriquecido, “…aún no existe un derecho a ser campesino, a mantener incondicionalmente un modo de vida, ni siquiera un derecho universal a la tierra. “ (Cristian Courtis, en azúcar roja desiertos verdes) Aun hay que recorrer un camino para mostrar la cantidad de derechos que se violentan en los megaproyectos, donde no hay legislación suficiente para su exigibilidad. Están en juego el derecho a la alimentación, a la salud, a la vivienda, al agua, al trabajo, a lo no discriminación muy recurrente en estos casos. En síntesis usar y enriquecer el lenguaje de los derechos humanos aun no suficientemente aprovechado y explotado., 1 Conclusiones y retos del Informe Final de la Evaluación Externa del Centro de Derechos Indígenas “Flor y Canto” AC, Laura Becerra – Eugenia Mata, Oaxaca, Junio de 2009.