PRESENTACIÓN DEL PROYECTO SEMILLA Con el fin de prevenir y erradicar el trabajo infantil en el país se presentó hoy el "Proyecto Piloto Semilla" el cual será ejecutado por el Gobierno peruano con el apoyo del Centro de Desarrollo y Autogestión (DYA), el Centro de Estudios y Promoción y Desarrollo (DESCO), el Departamento de Trabajo de Estados Unidos y la organización norteamericana World Learning. La propuesta actuará bajo el lema "Combatiendo la Explotación Laboral Infantil en Áreas Rurales del Perú" y se desarrollará en las regiones de Junín, Pasco y Huancavelica. Tanto ministerios como gobiernos regionales, provinciales y distritales apoyarán las obras que son parte de la Estrategia Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil en el Perú, promovida por el Ministerio de Trabajo. Con un financiamiento de 13 millones de dólares, el Proyecto Piloto tendrá una duración de 4 años y atenderá a 6.000 niños y niñas, a 3.000 familias y a 500 adolescentes. Considerando que gran parte del trabajo infantil se concentra en las zonas rurales del Perú, el Proyecto denominado “Semilla” se planteó como objetivo contribuir a la formulación y fortalecimiento de políticas públicas sobre trabajo infantil en dichas áreas, mediante la ejecución de acciones de incidencia política, de capacitación y sensibilización de funcionarios públicos y de organismos de la sociedad civil; de la producción de información sobre la problemática, y de la implementación de proyectos piloto de intervención en los departamentos de Huancavelica, Pasco y Junín. Al respecto, la coordinadora del proyecto, Maró Guerrero, señala que esta iniciativa piloto tiene una vigencia de cuatro años y su diseño cuenta con tres componentes: educación, producción y sensibilización. El componente educativo contempla un programa de nivelación para aquellos alumnos que dejaron de estudiar o se rezagaron por ayudar a sus familias en las labores agrícolas, de pastoreo u otras propias del ámbito rural. Del mismo modo, la implementación de un horario extendido en la jornada escolar hasta la tarde, para reforzar sobre todo el aprendizaje de matemáticas y comprensión lectora. Ello implica brindar refrigerio a los escolares para que no tengan que abandonar el aula, anotó. También prevé el fortalecimiento de las escuelas multigrado, para que los maestros puedan llevar atención diferenciada a las aulas rurales, mejorar la calidad de la educación y cumplir con las metas de horas lectivas y logros de aprendizaje. Para los adolescentes se desarrolla el modelo de secundaria tutorial, para aquellos que no pueden acceder a ese nivel educativo porque no existe en su comunidad, y el servicio de capacitación técnica vinculado a un programa de empleo supervisado por el Ministerio de Trabajo, indicó. En el tema productivo, el proyecto trabaja en las tres regiones con 3,000 familias dedicadas principalmente al cultivo de cacao, cebada, frijol, café y papa, mediante transferencia tecnológica a fin de mejorar su productividad. Asimismo, se generan condiciones de acceso al mercado para obtener mayores ingresos y que no tengan que valerse de sus hijos para sostener la economía del hogar. “El propósito es aumentar en por lo menos dos por ciento la productividad y, sobre todo, acceder a mejores niveles de mercado para que los niños y adolescentes no se vean obligados o en la necesidad de realizar actividades económicas a fin de ayudar a sus familias”. El componente de sensibilización apunta a desarrollar mayor información sobre la problemática del trabajo infantil, que en el campo no es suficientemente conocida, para que sea progresivamente entendida por los padres y la comunidad. De esta manera, se espera lograr un cambio cultural en las familias rurales en torno al derecho de niños, niñas y adolescentes a estudiar y desarrollar sus potencialidades, sin verse en la necesidad u obligación de trabajar. Por su parte, el ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, afirmó que la meta del Gobierno es erradicar el trabajo infantil a mediano y largo plazo, y lograr atender a 33,800 niños a escala nacional hasta el 2014. “Para ello tenemos un presupuesto de 80 millones de nuevos soles que beneficiará a más de 8,900 familias en todo el país”. Tras esta primera intervención se desarrollarán otros dos proyectos. Uno beneficiará a 25,000 niños de Huánuco y otro se ejecutará en el distrito de Carabayllo, en Lima, el cual –dijo– se convirtió en el primer gobierno local que emitió una ordenanza municipal para erradicar el trabajo infantil. “El trabajo será progresivo como lo ha sido la experiencia de Ecuador, que en 8 a 9 años de labor articulada erradicó el trabajo de niños en basurales. La idea es seguir ese ejemplo –mencionó el Ministro–. Proporcionaremos herramientas para educar a la población, también trabajaremos con sociólogos y psicólogos”. El Ministro agregó que en una primera etapa, hasta el 2014, se espera acabar con las peores formas de trabajo infantil, entre los que se encuentra la 2 esclavitud, la prostitución, la trata de personas y aquellas actividades que afectan la salud, como por ejemplo, los niños estibadores, que exceden enormemente el promedio de peso que puede cargar. La Estrategia comenzará a operar a través de tres proyectos pilotos: El 'Proyecto Semilla', que se desarrollará en las regiones de Huancavelica, Pasco y Junín; 'Proyecto Lima', que intervendrá en Carabayllo, como territorio libre de trabajo infantil en basurales; y el 'Proyecto Huánuco', que beneficiará a la población de 12 distritos de esa región. Estos lugares han sido elegidos porque presentan un gran número de niños trabajadores. Es preciso indicar que la mencionada Estrategia fue aprobada por el Comité Directivo Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (CPETI), el cual está integrado por 17 instituciones gubernamentales, entre las que se encuentran ministerios, gobiernos regionales, municipalidades, Instituciones y organismos internacionales. Todas lideradas por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. La necesidad de acabar con el trabajo infantil está sustentada en las cifras que demuestran que los niños laboran tanto en las zonas urbanas como en las rurales y que algunos de ellos están expuestos, a las peores formas de trabajo. Si nos basamos en la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del 2011, en el Perú trabajan un millón 659 mil niños, niñas y adolescentes menores de 18 años, es decir el 23,4%. Este universo está concentrado en las zonas rurales del Perú, donde el 58,7% de los niños trabajan. La Estrategia se concentrará en seis ejes: reducir el retraso escolar, disminuir la tolerancia al trabajo infantil, aumentar los mecanismos de subsistencia de las familias rurales pobres, aumentar la protección social para el trabajo adolescente, incrementar los servicios que protejan a los menores víctimas de las peores formas de trabajo infantil e identificar el trabajo infantil y generar información y conocimiento. Lima, 11 de julio de 2012 / Diario La República 3