“Analfabetismo Digital” Asignatura: Informática y Sociedad Profesor: Yusef Farrán Alumnas: M. Alejandra Díaz Paula Leitao INTRODUCCION Al declinar la segunda mitad del siglo XX el desarrollo de una Tercera Revolución Industrial, atribuible a los vertiginosos avances de la informática y las telecomunicaciones, ha redefinido las relaciones del hombre consigo mismo, con los demás y con el medio ambiente. Y, en ese orden de cosas, las relaciones laborales no podían dejar de verse sustancialmente alteradas. Los incrementos en la productividad atribuibles a la informatización empresarial, han alentado la reingienería, esto es la readecuación organizacional y funcional de la empresa para obtener el mayor provecho frente a la introducción de nuevas tecnologías infocomunicacionales. Es por eso que desde hace un tiempo hay un tema que está tomando cada vez mayor importancia en nuestra sociedad, este es el analfabetismo digital. Ser analfabeto digital en el apasionante mundo del siglo XXI tiene un costo cada vez más alto, a nivel personal, familiar, de empresas y, por supuesto, a nivel de proyecto-país. El analfabetismo digital identifica personas que no están preparadas para usar el lenguaje del mundo digital, es decir, es la incapacidad para manejar las nuevas tecnologías como la computación en Internet. Analfabetos El analfabetismo tradicional, cuyos indicadores señalan que Chile tiene una tasa de 4% de personas que no saben leer ni escribir. Otra cosa es el analfabetismo digital; ahí la tasa es a la inversa, porque en Chile fácilmente el 96% de la población no está adecuadamente alfabetizada. La Alfabetización Digital es simplemente un proceso de aprendizaje y de desarrollo personal – que se logra a través de un taller muy básico- , para adquirir los conocimientos y las habilidades que permitan manejar una de las herramientas más importantes del mundo de hoy: la computación y las nuevas tecnologías de información, con Internet a la cabeza. Considerando el nivel actual en Chile de carencias en este campo, la alfabetización digital es un paso fundamental, sin distinciones. Es válido para niños, jóvenes, adultos, profesionales, docentes, gerentes y todos quienes necesiten estar mejor preparados para enfrentar un mundo cada vez más competitivo, cada vez más global y que exige “estar al día”, o mejor dicho, exige demostrar que la persona es funcionalmente apta y productiva para desempeñarse en un trabajo, con las demandas y características del nuevo mercado laboral. En 1995 se realizó en Chile el primer Taller de Alfabetización Digital. El requisito para matricularse era la edad. Solamente se aceptaban niños de entre 3 y 13 años. Ellos estaban aprendiendo a usar el software Power Point. Hoy ya no sirve escuchar en conversaciones entre adultos eso de “yo no le pego mucho a la computación, pero mi nieto hace maravillas”. Las imaginativas disculpas de los analfabetos digitales –que incluye hasta ejecutivos de importantes empresas- no está a tono con un país que entra ahora a jugar en las grandes ligas a través de los tratados internacionales de libre comercio. Cuando se hable de la alfabetización digital, no sólo se trata de máquinas conectadas, módem o de ventas de PCs; se trata de saber qué hacer una vez que se entra en la Red. Brecha Digital Gracias a la globalización y la masificación de las nuevas tecnologías, desde la segunda mitad de los ‘90 hasta ahora, la cantidad de computadoras en los hogares chilenos se ha triplicado, convirtiéndose en un electrodoméstico más e insertando Internet en nuestra vida cotidiana. No obstante, al mismo tiempo que una mayor cantidad de chilenos va accediendo a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), muchos más van quedando fuera de este proceso, aumentado la “brecha digital”. La brecha digital es el reflejo de otras brechas existentes, como las diferencias de género, de ingresos o de educación, y las acentúa. Al capacitar a la gente con menos posibilidades, no se puede quedar solamente con la conexión, se debe resolver cómo se da una mejor educación y cómo se generan nuevos espacios de participación. Aunque son los jóvenes y niños los que tienen un mayor acercamiento a Internet, dado que se trata de un fenómeno reciente, la Cuarta Encuesta Nacional de Juventud, realizada por INJUV llegó a conclusiones sorprendentes: siete de cada diez jóvenes no sabe más de lo básico de la red y más de la mitad no tiene acceso a ella. Es paradójico, porque se tiene la impresión de que son los jóvenes los que más acceden o tienen mayor conocimiento en estos temas, sin embargo, las posibilidades de acceso depende de las condiciones que se les ofrecen en sus hogares y en el sector público. Ellos no tienen los recursos propios para acceder a estas herramientas. Considerando el avance a pasos agigantados de estas tecnologías en la vida diaria y que su manejo es requisito para postular a la mayoría de los puestos laborales, lo que hoy conocemos como brecha tecnológica y analfabetismo digital, en el futuro se puede transformar en una gran diferencia entre quienes podrán realizar negocios, declarar impuestos o aumentar sus conocimientos, sólo por citar algunos ejemplos. Con el fin de atenuar esta consecuencia de la globalización, el gobierno implementó la Red Enlaces, un proyecto que ha equipado a 8.300 escuelas y liceos con cerca de 57 mil computadoras y ha capacitado a profesores para que se inserten en este nuevo paradigma de aprendizaje. Pero es aquí cuando comienzan los problemas. Hay muchas diferencias de conocimiento entre los profesores y los jóvenes, muchas veces los profesores no están realmente habilitados para entregar estos conocimientos. Entonces ¿Cuál es la calidad a la que estamos accediendo? ¿Cómo le abrimos espacios para que usen la tecnología en su beneficio?. Pero el mundo no está habitado sólo por jóvenes. Experiencias pioneras en Chile como los cursos de Capacitación en Informática y Ciudadanía que Phillips dicta a sus funcionarios que no tengan posibilidades de acceder a Internet, han demostrado que aumenta la autoestima de las personas, mejora la calidad de vida y la comunicación en la familia y el trabajo porque el manejo de computadoras y sus lenguajes ya son parte del vocabulario común. Asimismo, los empresarios también deberán “ponerse al día” en estos temas para hacer más efectivos y rápidos sus negocios y lograr una mayor comunicación con sus clientes y proveedores. Ya no se trata de ficción cinematográfica como imaginábamos hace algunos años, las computadoras están aquí y llegaron para quedarse. Características de la Vida Tecnológica Digital La tecnología digital en la forma de teléfonos celulares y computadoras está cambiando la manera en que vivimos, en todo el mundo. Esto no sólo toca de cerca a quienes tienen acceso a dichos adelantos, sino también inevitablemente, a los que quedan al margen. Acceso a la información rápidamente Ahorro de tiempo Facilidad de comunicación entre personas Acceso a lo último en investigación Frustración por parte de algunas personas de no poseer algunos equipos que sí les gustaría tener. Etc. Características de historias de algunas personas obtenidas de un foro realizado por la BBC Mundo. ¿Somos Analfabetos Digitales? Test de Eximición 1. En una hoja de Word coloque como título “Examen” y su nombre (mayúscula, tamaño de letra 14, Arial Black, en negrita, subrayado y centrado). 2. Realice un salto de página, Justifique el texto, genera un índice automático, etc. 3. En Microsoft Excel Obtenga la suma y el promedio (Aplicar Fórmula), etc. 4. En Internet busque información sobre “Analfabetismo”. 5. Reinicie su PC. 6. En su celular Agregue un contacto. CONCLUSIONES El analfabetismo tradicional es un problema que existe y que va disminuyendo, sin embargo con la incorporación de nuevas tecnologías ha surgido otro problema, el analfabetismo digital. Que va mucho mas alla de saber prenbder o apagar un computador, hay cosas de tegnologia actual, que en vez de ser una herramienta que facilite la vida, complica mas a quienes lo utilizan, simplemente por no saber ocuparlos, o el miedo que aun mucha gente tiene a aprender, creyendo que es demasiado dificil. Sobre todo las personas de la tercera edad, no confian en lo que puede cambiarles las vida aprender este tipo de cosas, su excusa es la edad, ya han vivido de la misma forma por tantos años, que los cambios no lo creen necesarios, sin embargo, lo mas preocupante son los niños y jovenes, que como vimos en estadisticas de la INJUV, no estan inmersos como se pensaria en este mundo de tecnologias. La Sociedad de la Información ya está aquí, y según ella si no tienes correo electrónico: ¡no existes!. Una urgencia desmedida por 'hacerse digital' surge por doquier y conmina a hacerse digital a cualquier precio. En el marco de las mejores experiencias internacionales, para Chile, un logro espectacular sería llegar al año 2010 con un 96 por ciento de nuestra población alfabetizada, pero digitalmente. Recordemos que ser alfabetizado digitalmente no se trata tan sólo de instalar máquinas en las salas de clases. Se trata de que alguien que de verdad conozca la Red, enseñe a esos chicos a hacer algo útil con Internet, y como los docentes de otros países estén tan familiarizados como los de aquí, estamos apañados. Hay otros que se creen que estar en la Sociedad de la Información es poner chats para hacer la matrícula en las universidades, recibir las notas por el móvil o cosas así. Y aunque parece que los adolescentes ven en la Red una ayuda para hacer los deberes: algo es algo. Pero si el precio es que ya no pisen las bibliotecas, nunca se sabe que es mejor: un roto o un descosido. Ser analfabeto digital en el apasionante mundo del siglo XXI tiene un costo cada vez más alto. A nivel personal, familiar, de empresas y, por supuesto, a nivel de proyecto-país.