A continuación te presentamos una serie de fuentes que nos explican sobre este nuevo modelo económico que se comienza a implementar en Chile en la primera mitad del siglo XX Fuente n° 1 En realidad, lo que pasó en los años 20 y 30, y posteriormente, con la Segunda Guerra Mundial, le planteó al país un desafío descomunal, como probablemente no lo tuvo en todo un siglo; se trataba de reemplazar una economía que derivaba su dinámica de una actividad como el salitre, que estaba en bancarrota y que requería, para resolver los problemas políticos y de convivencia nacional, o de una dictadura que impusiera una solución, o de un consenso, integración y participación de amplias capas de la sociedad, de modo que se pudiera buscar una solución negociada, y todo esto sin ningún apoyo externo. En otros países latinoamericanos se instalaron en la época algunas de las peores dictaduras del continente (…). En muchos otros países hubo rupturas muy serias de los regímenes democráticos durante el período. La excepción en este aspecto fue Chile, que salvo una interrupción relativamente breve, logró sustituir la viga maestra del salitre por el cobre en, sacar fuerzas de flaqueza y reemplazar sus fuerzas dinámicas externas de desarrollo, crecimiento y acumulación por nuevos factores internos, especialmente en el sector manufacturero y el Estado, y todo esto con el aporte de los distintos sectores de la comunidad nacional para llevar adelante ese experimento en condiciones democráticas. ¿Cómo logró el país salir a flote en condiciones tan desfavorables? Pues bien, lo logró fundamentalmente a través de la acción del Estado. En Estado chileno, que ya tenía algunas experiencias en un papel de promotor y de empresario, se transformó en un período relativamente breve en un extraordinario promotor del crecimiento económico, de la industrialización, de las inversiones en infraestructura, en energía, en petróleo, en la creación de las industrias básicas; promovió esquemas de modernización agrícola, desarrolló la educación superior, la técnico profesional necesaria para hace todo esto, etc. Podríamos resumir, desde un punto de vista institucional, toda esta obra de creación a nivel nacional, con los extraordinarios resultados logrados por la CORFO, sobre todo en las décadas del 40 y del 50. Osvaldo Sunkel “Antecedentes Económicos”, en Visión de Chile (1920-1970), Ediciones CINDE, Santiago, 1980, pág. 71-72. Fuente n° 2 Por desgracia, no contamos con investigaciones sobre la distribución del ingreso que faculten una comparación del estado de cosas al comenzar el período o antes de la crisis y la situación en el primer lustro de los años 50. Sólo se dispone de las estimaciones de la CORFO para el lapso 1940-1953 (…). Ellas, en estricta verdad, sólo nos dicen cómo se repartieron las recuperaciones en el nivel de las rentas por grupos entre los dos extremos de ese plazo. De todos modos su testimonio es de enorme interés. Como puede apreciarse el ingreso real de todos los grupos creció en un 40 por ciento entre 1940 y 1953. Sin embargo, no todos ellos participaron en igual proporción de ese mejoramiento (o reconquista, desde nuestro ángulo). El “mundo obrero”, aunque a través de todo el período representó alrededor del 57 por ciento de la población activa, sólo acrecentó su remuneración efectiva en un 7 por ciento. Los sueldos, en cambio, de los trabajadores de “cuello blanco”, elevaron su ingreso real en un 46 por ciento, que es superior al del conjunto. El sector no asalariado de propietarios, empresarios y prestadores independientes de servicios, también cosechó una mejor participación en el proceso, subiendo su renta efectiva en un 60 por ciento. Como este grupo es muy heterogéneo (figuran en él desde el dueño de empresas o haciendas hasta el pequeño comerciante o peluquero, se ha apartado del segmento que corresponde a los ingresos por concepto de rentas, intereses y dividendos; o sea, los del sector propietario, el que manifiesta un crecimiento de de su redistribución real de un 64%, esto es, el ascenso más fuerte. Las conclusiones que se derivan de estos antecedentes son bien claras y de importancia considerable. Ellas indican, antes que nada, que el sector mayoritario y más modesto de la población es el que ha beneficiado menos con la recuperación en los niveles del ingreso. El asunto tiene tanta trascendencia social como económica. Anibal Pinto, “Chile: un caso de desarrollo frustrado”, Editorial Universitaria, Santiago 1958, pág. 273-274. Fuente n° 3 “(…) Aun cuando la coyuntura externa comenzó a dar señales de recuperación a partir de 1934 (…), seguramente ningún gobierno con tan amarga experiencia en la memoria había estimado prudente volver a un nivel tan agudo de desprotección como el que imperaba antes de la crisis (del 29), ni abandonar los instrumentos de intervención económica que le habían permitido al aparato público, al menos contribuir a su superación. Lo que había quedado en entredicho con la Gran Depresión no era sólo el ritmo de crecimiento y la capacidad de recuperación de la economía, sino la continuidad misma del capitalismo tal como se lo había conocido hasta entonces. Más allá de las preferencias personales de empresarios y estadistas, la viabilidad de un modelo que se sustentaba en la complementariedad económica entre naciones parecía esfumarse en un mundo que gravitaba hacia el cierre de fronteras y el proteccionismo. El aparente auge de la economía soviética, y el surgimiento en el mundo capitalista de una nueva ortodoxia basada en las ideas del británico John Maynard Keynes, eran otras tantas señales que apuntaban en la misma dirección. Por esa razón, no es extraño que el modelo de desarrollo hacia adentro terminara por convertirse en un fenómeno de alcance plenamente continental, aunque su formulación más técnica no se produjo hasta después de la Segunda Guerra Mundial, bajo el alero de la recién inaugurada Comisión Económica para América Latina (CEPAL). (.) la nueva fórmula de desarrollo, también denominada "industrialización por sustitución de importaciones" (ISI), desplazaba el eje fundamental de la economía desde el mercado externo al interno, apostando por la diversificación productiva y por esfuerzo industrializador que ahora sí respondía a una política deliberada de fomento. (.) el Estado dejaba de ser un mero colaborador de las fuerzas del mercado para convertirse en un conductor activo de la economía, planificando los cursos a seguir y tomando decisiones en materia de prioridades y asignación de recursos. Para tal efecto, en 1939 se fundó la Corporación de Fomento de la Producción, que rápidamente pasó a convertirse en un verdadero símbolo del nuevo modelo (.)". Gabriel Salazar y Julio Pinto, “Historia Contemporánea de Chile”, Ediciones LOM, Santiago, 2002, pág. 38-39 Ahora deberás responder las siguientes preguntas para ver si has entendido las fuentes leídas: 1. ¿Qué relación tiene los conceptos de Estado Keynesiano con la ISI? 2. ¿Qué aporte realiza la CEPAL al modelo ISI en A. Latina? 3. Realiza un resumen de no mas de 15 líneas, refiriéndote a lo que entendiste por sustitución de importaciones en Chile.